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Juív^rn i^nt<n ^^mi^r,incihrv i^i? i^s^crniti^ ie iNVi>,s^ricnci^^rria5 rtt;rr^rí^^^tcns
Anales: Tomo XVIII Memoria 11."
^L cl^l:^n^^^ ^^ lz ^ro rSCOL^^
LORI^.N"/.O I)1^^ l.n 1'l;^n Y LOIiÚN
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1'rabrcjo 7^rese^^t^erlo ^ur I1. /,^^re7ezo rle lrc P^^t.n, l.ub^írc, ^rrean,s-
t^•r^ dcl L;r^r^r^i escular Cn,^•x^a.ieles, rle itilac(,rid, pe^zsi.i^i^re^ln pur l^^ccl
orcGn,rt rl^s `:'^/ tle eneru de 1!)^'/ ^r^wt ^uisi^tra^^ los estaGGrsci,^rti^^ret,^^,^ est^o-
l^t-^•es rl^, /^7•aaec^a, /i^-1^i-ccc ^^ ^5`icizct.-"G'^•n.pu cGe 11/cee.^ti^us".
I;1 cinemntGgrafo como espcctáculo.
Como es sabido, el cinematbgrafo ha evolucionado rápidamente
en un sentido culto y agradahlc, más nohle y moral, donde se
exhihen con la realiclacl posible magníficos paisajés que son el
encanto c]e los espectaclores y donde l^^ueden considerarse los
tipos y costumhres de los más Icjanos países del gloho.
}?n este maravilloso producto del progreso cle las ciencias
físicas vieron los proCesionales de la enseñanza un po<]eroso auxi-
liar educativo.
El cincmatGgrafo en las Escuelas de Nrancia.
Uh^n scsibrv r.N ^n l?scuc^;^.n ui^; i,n cn^,r,i^; i,r. J:rit;Nn^r. Mnxcisi,.
}^;I saltn cle proyeccioncs hállase instalado en los que podría-
mos Ilamar sC^tanos clel edificio, liabilitados ^ara este fin.
l.a sesiGn a clue asistimos consisti^> en explicar varias Icccio-
nes a niños de distintos grados con el auxilio de la máquina. Em-
pieza ^or los alumnos de la cl..cse elemental, proyectando una
película sobre la Fabricaci6n del clueso cle Tlolanda. I?I profesor
hace anics algunas consicleraciones y escribe en la },izarra varias
f(rmulas rc^ferentc^s al ol^jeto de la leccihn. Deshu ĉs de la hreve
explicaciGn l^reparatoria, proyecta la película que eomprencle
todas las ol^eraciones cluc recluiere csta induslria, clesde la cle
220 LUKf;N/,O UI*. LA PIL^lA Lr^I,^íN (6}
ordeñar ]as vacas, hasLa que c;l protlucto quecla en los ^barcos c^ue
ha de conducirlo a los más remotus paíscs,
Con los del curso supcrior hace a continuaci6n una IecciCn
cle ]enguaje y composici^ín, presr.ntando una cinta titulacla aPesca
de perlas», en la t{uc sr, muestra la preparación de un huz^^ para
descender al fondo d^^l mar con objeto de coger ostras pcrleras.
^!lientras se iba proyectando el /i/r^c el profesor sostuvo una
interesante conversación, q^ie constituyb excelente ejercicio dc
vocabulario, suspendiendo repetidamen^e ]a exhihicibn para ha-
blar con los alumnos, ya c^ue se trataba de un ejercicio de ]en-
guaje, en el que la película no constituía el fin, síno cl medio.
T^espu^s les encargf como deher un ejercicio de rcdaeci6n cle
lo observado. fl los niños ^lcl curso hreparatorio les hizo una ex-
celente y detalladísima lecci6n sol>re los roedores, y finalrrzente
proyectfi ti.na cinta para los pecluei5os de la I?scuela D^aternal so-
bre el emhleo de los perros, sosteniendo interesante y h^íl>il con-
versaciGn, sacando excelente partido en toda ocasicín y alzrove-
chánclose ^le sus ingenuidades. Encantadora fu< esta proyeccibn
para los peclur.^ios.
l^l 6 de abril, día en que presenciamos una nueva lección a
cargo del mismo maestro, t;uvimos ocasi^^n ae confirrnar la exce-
lente impresi(in obtenida. Con el aiaxilio de la máquina el profe-
soe hizo una Iecciún de ]enguaje aún superior a las anteri^res.
Una conversaciCm entre rr^aestro y niños, muy hien clirigrda ^or
aquél, atendien^lo pcincipali7^ente a la obsecvaci^ín.
EN i.n Iacai^;i,n in< Paii; ^iis Snirr'r (;^i<vni^.
El misrno día por la tarde asistimos a otra sesifin en asta
l?scuela. Como salr^n se hahilita el liréau, sala es de gran capaci-
dad y en ella se reunen niíios de ambus sc^xos de esta y otras
I?scuelas.
La sesifn se reaJiza sin grandes complicaciones. Una breve
explicaciríi^ de un profesor sobre el asanto que se va a proyectar
y a continuación se du la película sin intcrrupcifin.
rti, civi^.ni,^^ctír,t<nt^^r^ ^_sc;or.na z^i
La industria de la seda y I^r dcl carbón fueron los asuntos
desarrollados en las cintas que sc proyect^ron. Se usF aquí el
cine atendiendo al as^ecto instructivo, constituyendo lo esencial
el tema de la pelicula, como medio de adquirir conocimientos.
F,n las I:scuclas ac Béll;ica.
1^?n la magníCica i^scuela ntimero 3, de l;rnselas, tuvimos
ocasifin dc ^asistir a otra sc;sifin con el emplco del aparato cinc-
mato^u,rá(ico como mcdio de enserianza. Las sc^siones se verif-
can en un rnagnifico sal6n dispnesto a^l-/^oc para sala de proyec-
ciones; el piso tiene el clesnivel usual en las salas de espectáculos,
y ocupan e1 salbn numerosas filas de bancos para las persunas
yue hayan de presenciarla. ^La máquina funciona autornática-
mente sin necesidad de oper^rclor, lo que 1>ermite al macstro es-
tar eerc^ de la pantalla y poder señ<rlar con un puntero las esce-
n:rs y detalles cn que estima conveniente hacer fijar la atenci<^n
p^r considc,rarlo de interCs. Para poner en marcha la proyec-
ci<^n ^ suspenderla basta sin^pleménte oprimir nn hot(^n.
I^sta sala es un modelo de instalaciGn. En esta sesi6n, que se
cefehrb en ohsequio del ^Yrupo rle maestros espai^oles, se pro-
yectt una película sobrc la nutria, ^lesfilan^lo ante la vista de los
cspc^ctadores (a vida de este aninial con toda dase de r>ormc-
nores.
/^spectos quc prescnta cl uso del cincmatGgrufo
en la Iscucla.
Claramente se ve que presenta dos aspectos perfectamente
clefinidos: el educativo y c^l instructivo. lltendiendo al primero,
la peltcula en sí no interes.^r, tienP un valor secundario; lo impor-
tante es que el niizo vea, que sr acosluml^re a observar; el pro-
ceso de las cosas es lo que tiene vr.^lor. 1:1 procedin^iento segui-
2^2 LO[2HN7.O DIS í.A PLNA" LORVN
do por el director de la [?scu<sla de l^^tienne i^Iarcel, único a
quien hemos visto dar clases atendiendo a este aspecto, obliga
al niño a pensar, a discurrir; clurante el curso de la proyección
se sosYienc una conversaci6n en la qi^e el niño habla para expre-
sar sus ^^bservaciones quc son contrasladas por ]os demás, no le
deja ahstraerse con el asunto cle la película, hace innumerables
interrogaciones tendiendo al cultivo de la ohservaci6n. 1?n ^as
lecciones de lenguaje se atiende exclusivan^ente a que e( niño se
exprese con correcci^ín y^sepa coordinar las ideas.
Ln el ^specto instructivo, el uso dc la mác^uina es sencillísi-
mo. hasta dar la película sin interru^ci6n para que el niño ad-
quiera los conocimientos que de la mism^ se derivan; ]a peli-
cula en sí es suficicnte para sostencr y mEjor aún cautivar la
atencitn.
l:n este sentirlo una sesi^^n de cíne constituye un mero pasa-
tiempo, es un recreo utilísimo para el niño; en el primero es
una verdadera clase.
La realiclad en la Nscuela.
Ls un hccho cierto que generalme^te solemos desdeñar la
realidad y conceder demasiado valor a las cosas artificiales que
pretenden represcntai• ];i realidad mis^na. Nos entusiasmamos
ante un cua^lro que representzi una puesta de sol y presencia-
mos indifecentes ]as que cle belleza tan intensa, generosamente
nos brinda la Natiuraleza cualquier día otoñal, Nos entusiasma
una decoraciún cle teatro ^^ue representa un paisaje más o rne-
nos bcllo, c^ue muchas veces el artista no acertt a llevar al telbn
en toda su belleza, y ^>ermanecenzos en plena indifei-encia ante
et mismo paisaje natural, infinitamente más 1^>ello. Ilemos tenido
ocasibn de aclmirar bellísimos eFectos de luz en las lranduilas
aguas del azul N[editerráneo y pudi^^os observar cGmo a muchas
gentes no les decía nada ac^uel esj^^ectáculo de t^in soherana be-
Ileza, sin embar^;o de admirar despuCs cualquiec pintura m^dia-
na c^ue p^zlirlame^te re0ejaba ]o que no Ilamfi su atenci6n.
r,^, c;inn^;ht^^r^í^,^<niro is^;oi.nie z23
^in embargo, a veces las cosas artificialcs son determinantes
de reacciones ^1ue Jlevan a la contemplación, al amor ^le la Na=
turaleza.
[?,s sabido que las gentes que viven más en contacto con el
campo son los que menos sar`ier^ verlo y menos le aman. ^Por in-
cultura? ZPor insensibilidad? ^Por su continua visihn? Que^dese
abierto el interrogante y limitémonos a serlalar el hedlo.
^Oué consecucncias sacamos de 1o apuntado? Oue hay que
fomentar en la Lscuela el amor a 1•a Naturalcia, que hay c^ue ren-
dir culto a su belleza incomparablc, que es preciso educar al
niño en la realidad, cantera inagotable y Fuente de todaS las en-
señanzas y que únicamente en casos imprescindibles nos scrá
dable apartarnos de ella, para ir a las cosas representativas.
Es posihle que a un niño le guste más-ponemos por caso-
ver los elementos constitutivos de la Iior en el cine que en la Ilor
misma; hagamos examen de conciencia los maestros y veamos
si no nos cahc alguna responsabilidad en éste y otros hechos
análogos. ZCuántas veces no nos habremós valido de dibujos im-
perfectamente hechos, de gra^ados de cualquicr libro para ver
esos elementos y hemos menospreciado la modesta amapola que
pone tintes de sangre en nuestros campos y t^ue tan bien hubie-
se desempeñado su papel^
En modo alguno repudiamos el cine como recurso docente;
lo consideramos utilisimo, y es más, en muchos casos insustituS-
ble; pero posponiéndolo a la realidac^, que no puecle ni clebe sus-
tituirse. I+',l cinemat6^rafo tiene la ínmensa vcntaja, aParte de
otras rs^uchas, de que hace la enseñanza viva, acerca la realidad
en^ ('orma objetiva, compite ventajosamente con cualquier otro
por hacer interesante un asunto y ser un elemento que sostiene
la atención más que ningCm otro medio que pueda emplearse.
Nada mejor que él puede dar idea de una selva virgen y, en ge-
neral, de las cosas lejanas.
De la in(luencia que ejerce en las imaginaciones infantiles no
cabe dndar, hues ]lega a tal extremo que hoy^ constituye hasta
un prohlema de orden social.
22q.. LbRIiN%l) U1S L,i I'ItÑA LOIiON
7^iene inconvenientes cle orden econfimico, pues a su coste
hay tlue añadir el no despreciable del alquiler de películas, que
le hacen inaccesible a la l?scuela primaria, y no obstante, ningu-
na l^;scuela debiera carecer de él.
^Caben soluciones que Ileven el cinefnati6grafo a todas las hs-
cuelas de la naci6n con gasto relativamente pequeiio? Creemos
c^ue sí, que puede conseguirse esto sin sacriCicio alguno para ef
l^stado.