la brecha teoría/praxis - j.bassi

Upload: gonzalo-tapia

Post on 06-Jul-2018

219 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    1/41

    47

    La brecha teoría /praxis eninvestigación social: ¿revolución o

    muerte? Javier Bassi

    Resumen: En este trabajo problematizo la noción de brecha

    entre teoría y  praxis y la acusación de incoherencia entre la

     palabra y el gesto, habitualmente hecha a los/as académicos/as

    de las universidades.

    En primer lugar, sostengo que la noción parte del supuesto —en la actualidad y desaado por el proceso de neoliberalizaciónde la Universidad en tanto institución— de que los/as

    académicos/as son una elite privilegiada que escribe, desde

    «torres de marl», acerca de aquello que no vive y en buenamedida desconoce. Deendo que en la actualidad, buena partedel cuerpo académico no encaja en esa descripción, ya que la

     profesión se halla en proceso de pérdida de estatus y derechos.

    En segundo lugar, es más probable que la acusación deincoherencia se dirija a los/as académicos que suscriben

    y/o actualizan formas contrahegemónicas de producción de

    conocimiento, en la medida que se hallan en la constante

     paradoja de hacer ciencia social, desde y contra la ciencia

    social misma.

    En tercer lugar, sostengo que la acusación de incoherencia

     parte de una concepción reduccionista de «lo político» quelo limita a la acción directa. Al contrario, y en la medida que

    se considere que las ciencias sociales son inherentemente

     políticas, en tanto proponen versiones socialmente legitimadas

    del mundo, la opción dicotómica acción/inacción puede ser

    reemplazada por el análisis de los efectos diferenciales de cada

    tradición teórica y/o praxis académica.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    2/41

    48

    Finalmente, presento algunas de tales tradiciones que,

    sin ser abiertamente revolucionarias, son contrahegemónicas

    y contribuyen a la transformación de la ciencia social y al

    acercamiento entre teoría y praxis.

    Palabras clave:  investigación social, teoría/praxis,

    universidad, estudios poscoloniales, metodologías

     participativas, autoetnografía, diseños exibles

    1. La acusación

    La discusión acerca de la brecha entre la teoría y la praxises casi tan antigua como las ciencias sociales mismas. De hecho,

    es ya un lugar común criticar la distancia que separa la retórica

    encendida de algunos/as académicos/as, particularmente los/as

    auto-rotulados/as como «críticos/as», y su  praxis  concreta,

    tanto dentro como fuera de la sala de clases. ¿Hay algo querevisar en este lugar común?

    En principio, tiendo a creer que la crítica está parcialmente

     justicada. Después de todo, la ciencia social según se practica —también en Chile— es mayormente una tarea

    llevada a cabo por una elite ilustrada, a menudo encapsulada

    y autorreferencial, en una institución socialmente legitimada

    como la Universidad (en el caso chileno, en muy pocas de

    ellas) e inuenciada de modo marginal o nulo por parte delos/as (apropiadamente llamados/as) «informantes», respecto

    de la elección, construcción y abordaje de los problemas de

    investigación y, muy particularmente, respecto del uso del

    conocimiento generado.

    Insistiré sobre el último punto: habitualmente, los/as

    investigadores/as detentan el control de la totalidad de

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    3/41

    49

    los procesos investigativos y rara vez incorporan a los/as

    informantes como algo más que proveedores/as de información,

     para una causa que les es ajena (para un tratamiento más extenso

    de la cuestión, ver BASSI 2013a).

    Parece que poco puede agregarse a este respecto: la crítica

    ya ha sido hecha (y es a menudo auto-reconocida), y las

    alternativas al estado de cosas ya han sido planteadas. En efecto,

    tal como en otras áreas de funcionamiento social/teorización,

    no nos encontramos ante una carencia de posibles caminos

    secundarios. Considérese la crítica a la cárcel en tanto institución(su naturaleza, su sentido, sus efectos) (MORRIS 1974/2009;WACQUANT 1999/2008; DAVIS 2003); considérese lacrítica a la psiquitaría, su gnoselología y sus derivaciones

    (SZASZ 1961/1994; COOPER; 1967; PÉREZ SOTO 2014);considérese la crítica foucaultiana a las disciplinas «de raíz

     psi-» y los efectos de sus prácticas (FOUCAULT 1975/2005;ROSE, 1985); considérese la actual crítica a la creciente

    neoliberalización de la Universidad (SISTO 2007; PARKER2013).

    En n, se han formulado críticas radicales —disolventes—que no parecen haber llevado a cambios radicales. Más bien,

    la cárcel, las disciplinas «psi-» y la Universidad, para seguir

    con los ejemplos y según las conocemos, son, con suerte, el

    emergente (en el sentido que lo entiende la primera horneada de

    teóricos/as sistémicos/as) de un sistema complejo de factores,

    uno de los cuales —y, ciertamente, no el más inuyente— esla producción y la actividad académica.

    Por lo dicho, parecería haber algo digno de atención en

    la acusación en la medida que los/as académicos/as suscriben

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    4/41

    50

    y difunden la crítica, pero no la realizan (al menos no en la

    misma medida): así, el peritaje, el diagnóstico, el examen. Por

    lo tanto, a regañadientes o no, los/as académicos/as contribuyena sostener aquellas instituciones que tan ardientemente atacan

    en la sala de clases. Así, la cárcel, el hospital, la escuela.

    2. Sí, pero

    A pesar de lo dicho hasta aquí, entiendo que la acusación

     puede objetarse en tres sentidos: —Buena parte de los/as académicos/as, tanto a nivel global

    como en el contexto chileno, ya no constituye una elite

     privilegiada

     —La brecha teoría/ praxis no se distribuye de forma equitativa por toda la academia

     —La acción directa no es la única forma de acción política.Veamos estos argumentos en detalle

    2.1 ¿Torre de marfl o choza?

    La crítica a la brecha teoría/praxis se apoya en una imagentópica: los/as académicos/as como una elite privilegiada,

    apoltronada, que mira hacia abajo un mundo ajeno, desde su

    «torre de marl». Esa imagen es válida, globalmente, para laUniversidad antes de la segunda mitad del siglo XX y, para

    el caso chileno y en la actualidad, para una parte ínma delcuerpo docente. Poco queda de aquella Universidad «sin

    condición» de la que hablara DERRIDA (2001/2002, p. 9): dela Universidad de hoy puede decirse de todo… menos que no

    tiene condiciones (RIPALDA 2013).

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    5/41

    51

    El proceso de neoliberalización de la Universidad puede

    rastrearse hasta principios del siglo XX, pero se hace más

    evidente, en EEUU y Europa a partir de 1960 (GALCERÁN2013). En Chile, dicho proceso se halla en pleno desarrollo ysu referente cercano es las reformas a la educación superior,

     particularmente la de 1981, llevada a cabo durante la dictadura

    militar (MIRANDA 2015). El proceso puede sintetizarse endos tendencias interrelacionadas: la tendencia a transformar

    a la Universidad en un epifenómeno del mercado de trabajo

    o de las «necesidades del capital» (GALCERÁN 2013, p.

    162) y la tendencia a gestionar las universidades bajo lógicasempresariales toyotistas de costo/benecio o managerización de la Universidad (SISTO 2007).

    El efecto que este proceso —insisto, global— ha tenido

    sobre las universidades es enorme: desde el cierre de carreras

    humanistas y la priorización de la formación técnica, hasta la

    consideración de los/as estudiantes como clientes que —desde

    una lógica de rational choice — (WILLIAMS 2015) eligen, enla medida de sus  posibilidades, carreras y universidades, entanto productos en competencia; desde la gestión universitaria

    orientada al espectáculo hasta la producción en serie de artículos

    cientícos (GARCÍA-QUERO 2014) para su publicación enrevistas indexadas como forma de mejorar la posición de las

    universidades en los ránquines (HAZELKORN 2011) y, portanto, su appeal  en tanto productos. Otro efecto destacado del

     proceso de neoliberalización de las universidades del que hablo

    es el encogimiento y exibilización de la estructura de lasuniversidades. Es éste último aspecto en el quiero detenerme.

    En principio, los términos académico/a o  catedrático/a 

     —como el de  professor   en inglés— llevan a equívocos en

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    6/41

    52

    virtud de las asociaciones que producen. En un artículo en The

    Guardian, Sarah CHURCHWELL, profesora en la Universityof East Anglia, se hacía eco del estereotipo (PRESTON

    2015, la traducción es mía): un mundo de «diletantes paseándose en pantuas, fumando en pipa y bebiendo jerez»(dilettantes lounging around with pipe and slippers sipping

     sherry). Renglón seguido, dice CHURCHWELL: ese mundo«desapareció hace décadas».

    En el contexto chileno, el término  profesores/as taxi  resulta

    más adecuado en la medida que casi el 80% de los/as profesores/asuniversitarios/as no trabajan a tiempo completo en ninguna universidad

    (SALAZAR 2014). Carmen María MACHADO (2015) describe lasituación de los/as profesores/as «adjuntos/as», como son llamados

    en el contexto anglosajón y que representan el

    40% del total de profesores/as en EEUU (la traducción es mía):

    La estampa que pinta MACHADO respecto de EEUUes también representativa de Chile: los/as académicos/as, en

    general, trabajan en varias universidades al mismo tiempo,son vinculados/as a ellas mediante «convenios» de honorarios

    semestrales (en virtud de lo cual no se los/as reconoce como

    trabajadores/as sino como prestadores externos de servicios).

     No hacen aportes al sistema de pensiones, deben recuperar

    clases perdidas por enfermedad, tienen nula inuencia en

    Los/as adjuntos/as están en general vinculados/as mediantecontratos semestrales; no se les brinda cobertura de salud,

     benecios de pensión, ocina o desarrollo profesional y se los/as provee de pocos recursos de la universidad. (…) Muchos/as

    adjuntos/as enseñan en varias universidades, moviéndose entredos o tres para cubrir los gastos (make ends meet ) y a menudo,

    no pueden avanzar con su propio trabajo académico o artístico

    debido a sus agendas.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    7/41

    53

    las decisiones que hacen de la Universidad lo que es y están

    sujetos/as a las arbitrariedades y vaivenes propios de una gestión

    esencialmente antidemocrática, cortoplacista y orientada al

    rédito económico.

    Así, podría decirse que en una imagen más ajustada de

    los/s académicos/as debería reemplazarse el privilegio por

    la precariedad, la poltrona vitalicia por la alta rotación y la

    impredictibilidad del futuro, la intocabilidad por la fácil

     prescindencia, el poder omnímodo por un disciplinamiento

    simple y sin consecuencias en virtud de la fragilidad delvínculo, que une a los/as profesores/as con las universidades,

    la «torre de marl» por el trabajo desde casa o «la ocina acuestas».

    En denitiva, poco o nada queda de los/as académicos/as de la primera mitad del siglo XX y hacia atrás. Puede

    objetarse, claro, que incluso habiendo perdido buena parte de

    sus privilegios y de ser, cada vez más, un número en la columna

    del  Debe, los/as académicos/as son aún una elite ilustrada eincluso económica, si se atiende a la altísima desigualdad que

    caracteriza a la sociedad chilena.

     No obstante, matizar los privilegios de los/as académicos/

    as cambia la forma de concebir la brecha entre teoría y praxis 

    a la que me he referido, en la medida que ya no se trata de una

    casta superior que declama acerca de los problemas del mundo

    y manda a otros/as a solucionarlos desde la impenetrabilidad

    de su torre, sino que se trata de un grupo social en pleno

     proceso de pérdida de estatus, que se halla no fuera sino justo

    en medio de uno de los procesos de cambio más signicativosde su época: la expansión del capitalismo neoliberal.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    8/41

    54

    2.2 ¿Incoherencia o plena coherencia?

    Otra objeción que quiero hacer está relacionada con,

     por así decirlo, la distribución de la incoherencia al interior

    de la academia. Sostendré que la brecha teoría/ praxis 

    afecta, como es de esperar, más a quienes proponen miradas

    contrahegemónicas de la realidad social y no tanto a quienes

    se funden en el Zeitgeist . Veamos esto en detalle.

    La crítica acerca de la brecha teoría/ praxis  puedesintetizarse en dos ideas relacionadas:

     —la ciencia social es una práctica elitista desarrollada por unacasta privilegiada desde esas «torres de marl» que son lasuniversidades y

     —los/as académicos/as no hacen lo que declaman tan

    fervorosamante (y son, por tanto, incoherentes)

    He tratado la primera idea en el punto anterior. Pasemos a

    la segunda. No puede formularse un juicio grueso acerca de la

    inuencia del trabajo académico. La versión de dicho trabajoque mayores sinergias y estímulos encuentra en su caminohacia la institucionalización (BERGER & LUCKMANN1967/2008) es en diversa medida dócil al signo de los tiempos,es decir, al capitalismo neoliberal: de esa docilidad emana,

     justamente, su capacidad de inuencia.

    Para seguir con los ejemplos que mencioné antes —la

    cárcel, las disciplinas de raíz psi- y la Universidad—, podríamos

    mencionar la producción de conocimiento  pretendidamente

    técnico, para mejorar la abilidad de los peritajes clínico- jurídicos, para «detectar» de forma más rápida y económica

    las «patologías psiquiátricas», que el  Manual de trastornos

     psiquiátricos (DSM por sus siglas en inglés) de la  American 

     Psychological Association postula que existen, para optimizar

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    9/41

    55

    la relación costo/benecio en la gestión de las universidades(por ejemplo, CENTER FOR COLLEGE AFFORDABILITYAND PRODUCTIVITY 2010).

    Esta versión de las ciencias sociales es escuchada con

    atención por los/as decission makers. Buenos ejemplos

    históricos de esta comunión de intereses y potenciación mutua

    son el conductismo, la (llamada) Escuela de Chicago y la

     psicología organizacional en tanto disciplina. Veamos estos

    ejemplos en mayor detalle.

    En  La psicología tal como la ve el conductista de 1913,texto conocido como el «Maniesto conductista», WATSONdecía (1913/1990, p. 7): «Si la psicología siguiera este planque estamos proponiendo, nuestros datos podrían ser utilizados

    en la práctica por el educador, médico, jurista, hombre de

    negocios, inmediatamente después de haber sido obtenidos

     por el método experimental». Esta apelación al uso práctico

    de la psicología no pasó desapercibida. Dice DANZIGER(1979/1997, p. 11):

    Respecto de la Escuela de Chicago, se da la misma

    situación: su progresiva constitución como referente en

    El argumento de Watson era irresistible: dos años después fueelegido presidente de la American Psychological Association.

    La razón de que su mensaje encontrara una resonancia masivae inmediata, era que la mayoría de los psicólogos americanos,

    ya aceptaban la premisa de que el negocio de su disciplina era

     producir datos para ser utilizados «de manera práctica» por

    educadores, hombres de negocios y así sucesivamente, y de

     producirlos rápidamente. Dada esta premisa, la prescripción

    de Watson, despojada de unas pocas exageraciones polémicas,estaba, obviamente, en la línea correcta.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    10/41

    56

    la institucionalización de las metodologías cualitativas de

    investigación en ciencias sociales y su vinculación a una forma

    «progresista» de concebir el conocimiento —antipositivista en

    lo epistemológico, antiindividualista y centrado en la interacción

    social en lo teórico y ecléctica en lo metodológico—, nos hace

    olvidar que su dominio en el ámbito de la sociología entre

    1900 y 1920 (GARRIDO & ÁLVARO 2007) se debió, en buena medida, a su orientación hacia la investigación empírica

    y la solución de problemas sociales. En efecto, siendo Chicago

    una ciudad revolucionada por el desarrollo industrial y la

    inmigración, los/as decission makers vieron con buenos ojosuna propuesta que, apoyada en el pragmatismo y no en una

    versión contemplativa de la losofía, miraba a la ciudad mismacomo su objeto de estudio: «la organización del inmigrante,

    la denición de la situación del delincuente, los distintosasentamientos de la Costa Dorada de Boston, la interacción en

    los salones de baile o, en n, las bandas callejeras colonizandolas esquinas de los barrios» (ZARCO 2004/2006, p. 35). No

    es de sorprender, así, que la Escuela fuera posible «bajo el patrocinio privado del lántropo John D. Rockefeller Senior»(ibíd , p. 29) y recibiera sostenido «apoyo nanciero» e«importantes ayudas del  Local Community Research Project  

    y de la  Rockefeller Foundation» (COLLIER, MINTON &REYNOLDS 1991/1996, p. 169).

    Finalmente, podemos considerar, desde esta perspectiva,

    a la psicología organizacional toda, como poco más que un

    epifenómeno —un brazo técnico— de los intereses de las

    grandes corporaciones (BASSI 2000). Si se analiza con cuidadotanto la denición que los manuales dan de la disciplina y losobjetivos que le adjudican como los temas tratados, se notará

    que son perfectamente convergentes con la optimización del

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    11/41

    57

     benecio. Así, por «psicología organizacional» ha de entenderseuna psicología organizacional de la gran empresa según la

    entiende su dirección y no una psicología organizacional de las

    escuelas o las ONG (¡que son también organizaciones!). No

    una psicología organizacional de las pequeñas empresas (que,en su mayoría, no cuentan con la estructura ni los recursos

    que los manuales le suponen a toda organización) y menos

    aún una psicología organizacional del conicto, del cambioo de la organización de los/as trabajadores/as. Por otra parte,

    temas como «liderazgo», «comunicación efectiva», «grupos

    de trabajo», «resistencia al cambio» y demás clásicos de losmanuales no son, claramente, fenómenos que los/as psicólogos

    /as organizacionales hayan descubierto y analizado, sino las

    versiones cognoscitivas de intereses de las direcciones.

    Creo que no hace falta abundar más: desde un punto de

    vista foucaultiano de poder/saber, resulta relativamente fácil

    ver, interesante estudiar y perturbador conocer la incesante

    e íntima danza que la ciencia social ha mantenido con los poderes fácticos, desde su mismo origen (FOUCAULT1975/2002), pasando por el servicio prestado a los «warefforts»  por la psicología social y llegando a la ayuda

    «técnica» brindada por los psicólogos James MITCHELL yBruce JESSEN en el diseño y supervisión de las «enhancedinterrogation techniques» que la CIA utilizó en Guantánamo y

    otras cárceles ilegales entre 2001 y 2009 (Senado de EstadosUnidos 2014). Momento en que la  American Psychological Association  (APA), es bueno recordarlo, en su  Report of the

     American Psychological Association Presidential Task Force 

    de 2005, declaraba que: «Es consistente con el Código de éticade la APA que psicólogos/as sirvan en roles consultivos acerca

    de la interrogación y la reunión de información en procesos

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    12/41

    58

    vinculados a la seguridad nacional» (APA, 2005, p. 1, latraducción es mía).

    Pasemos a lo siguiente. La versión contrahegemónicade la vida y de las producciones académicas, en cambio,

    resiste —por ejemplo, en determinados espacios de ciertas

    universidades— y, al modo de una realpolitik , se realiza en

    las grietas de lo instituido: el/la psiquiatra que, trabajando en

    un centro de salud gestionado bajo lógica toyotista, asigna

    más tiempo del exigido a cada persona que atiende; el/la

    académico/a que utiliza el espacio (semi)protegido de la salay la libertad (vigilada) de cátedra para conspirar contra la

    universidad que lo precariza; el/la investigador/a que invierte

    su tiempo y esfuerzo en temas por completo «irrelevantes» y,

    consecuentemente, de nanciación improbable.

    En la medida que vive con un pie dentro y uno fuera

    del  statu quo, esta forma de hacer ciencia social y de estar-

    en-la-academia puede entenderse como un conicto de bajaintensidad: no tumba nunca nada, pero tampoco se vence. Enalgunas ocasiones la crítica se realiza plenamente y, en tanto

    un cuestionamiento serio al orden institucional, es disciplinada

    con diversos grados de violencia: un llamado al orden, una

    sustitución, el desplazamiento a los márgenes, la exclusión

    abierta: el/la psiquiatra es conminado a cumplir el reglamento

    respecto de los tiempos de consulta, el/la académico/a es

    advertido/a de que no puede hablar de esto o aquello en clase,

    al/a la investigador/a se le sugiere que cambie de problema de

    investigación, que adecue su escritura al canon o que publique

    en revistas indexadas para mejorar su visibilidad e impacto.

    Por lo dicho, podríamos dividir, someramente, la

     producción académica en prohegemónica y contrahegemónica

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    13/41

    59

    en la medida que contribuya o no al orden establecido. Además,

     podríamos analizar las consecuencias derivadas de cada

     posicionamiento. Es evidente que quienes opten por la primera

    opción, no sólo encontrarán más sinergias en su camino sino

    que, además, podrán enorgullecerse de unir más fácilmente la

     palabra y el gesto. Inversamente, quienes optan por la segunda,

    encontrarán una senda previsiblemente más escarpada y se

    verán interpelados/as, en términos de la coherencia entre sus

     posiciones asumidas y sus actos.

    De este modo, no es sólo esperable que los/as académicos/asque circulan a contrapelo de la hegemonía estén más expuestos a

    la acusación de incoherencia, sino que también podría pensarse

    tal acusación como un acto reejo fácil que tiene la propiedadde estigmatizar el cambio social y mantener indemne a los/as

    conformistas en nombre de su coherencia.

    2.3 ¿Revolución o muerte?

    Pasemos a la tercera objeción, la acusación de incoherencia.

    A pesar de las dos objeciones anteriores, es decir, que

    los/as académicos/as no son la elite que solían ser y de que la

    incoherencia amenaza más a quienes reman a contracorriente,

    la ciencia social muestra un panorama, como el que describí

    al principio: ¿qué puede agregarse a las críticas marxistasy posmarxistas (la Escuela de Frankfurt, ALTHUSSER,etc.), feministas, las provenientes de la sociología de la

    ciencia (particularmente FEYERABEND), foucaultianas,

    latinoamericanistas (FALS BORDA, ROIG & DUSSEL,CARDOSO & FALETTO, FREIRE, MARTÍN-BARÓ,etc.) y de enfoques metodológicos «antisistémicos» como la

    investigación-acción participativa (IAP) y la sistematización

    de experiencias (SE). La ciencia en tanto ideología de la

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    14/41

    60

    Modernidad (PÉREZ SOTO 1998/2008), epifenómeno ycoadyuvante del ejercicio del poder por parte de grupos

    dominantes (ALTHUSSSER 1989), ya ha sido sucientementeatacada y creo que hay poco que agregar al respecto. De lo

    que se trataría al parecer, y en la línea de la undécima tesis,

    sobre FEUERBACH (MARX 1888/1970), no es de conocer elmundo, aún «críticamente», sino de transformarlo.

    En lo que respecta a la producción de conocimiento

    cientíco, una de las propuestas de transformación radical o

    respuesta de «reconstrucción» —para seguir la terminologíade COLLIER, MINTON & REYNOLDS (1991/1996, p.485)— de la ciencia social proviene de Latinoamérica,según postulan los/as defensores/as de la IAP (MONTERO

    2006) y de la SE (JARA 2006). Sólo es posible transformar(radicalmente) la ciencia si se incorpora a los/as informantes

    en tanto coinvestigadores/as de pleno derecho.  Es decir,

     practicando una ciencia comunitaria que disuelva los límites

    entre investigadores/as e informantes, de manera que todos/aslos/as actores/actrices sociales puedan decidir qué constituye

    un problema de investigación y, de este modo, contribuir

    en igualdad de condiciones a la discusión acerca de cómo

    abordarlo, realizar la investigación correspondiente y, sobre

    todo, servirse de los resultados generados. Mientras esto no sea

    así, los/as cientícos/as sociales seguirán, en buena medida,

    «hablando por otros/as».

    Esta respuesta de «reconstrucción» supone cambios

    estructurales. Quizás, mediante la revolución: esa «“técnica”

    que funciona a nivel macro» que sugería Jesús IBÁÑEZ(1986/2010, p. 69). Como fuere, no se trata de cosméticasi, desde la mirada de poder/saber, se concibe la ciencia

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    15/41

    61

    como una práctica social isomorfa a factores estructurales,

    resulta sospechoso cuestionar sus aspectos centrales dejando

    indemnes tales factores (que son, insisto, los que dan forma y

    sentido a lo que la ciencia es, y a la forma en que la hacemos).

    De este modo, es difícil hacer «otra ciencia» sin cuestionar

    de forma importante el orden que la sustenta. Por ejemplo,

    es poco probable contar con recursos «sistémicos» —como

    fondos concursables— al tiempo que se cuestiona la lógica

    que inspira dichos recursos o los criterios con los que son

    administrados. Estoy seguro que cualquiera que haya debido

    llenar un casillero explicando la «relevancia para el país» deun proyecto de investigación entiende a qué me reero.

    Esa (radicalmente) «otra ciencia», que, en buena medida,

    cerraría la brecha teoría/ praxis, está aún por hacerse y no la

    veo despuntar en el horizonte cercano. En la misma línea y

    retomando los ejemplos que mencioné antes —la cárcel, las

    disciplinas de raíz psi-, la Universidad—, pueden pensarse

    respuestas radicales (y, por tanto, igualmente improbablesen las actuales condiciones) análogas a la investigación

     participativa: el n de la cárcel, la desaparición de los trastornos psiquiátricos, una Universidad popular. Esta (radicalmente)

    otra sociedad también está aún por hacerse y tampoco la veo

    despuntar en el horizonte cercano.

    Esto es así en virtud de lo que decía antes: es difícil hacer

    «otra ciencia» sin cuestionar de forma importante el orden

    que la sustenta. Ahora diré: es difícil, sí,  pero no imposible. 

    PÉREZ SOTO (1998/2008), en tanto concibe la ciencia comoun fenómeno histórico producto de la Modernidad, entiende

    que puede dejar de ser lo que ha sido: «Los límites temporalesde la Modernidad son, ni más ni menos, (…) los de la ciencia.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    16/41

    62

    Si la Modernidad es superable la ciencia también debe serlo»

    (p. 215, las cursivas son mías). La tarea es, entonces, «(…)realizar la ciencia y llevarla más allá de sí misma a través de

     sí misma».

    En efecto, la realidad social no es binaria: no se trata,

    digamos, de la revolución o la muerte. Hay grises. De hecho,

    ¡lo que más hay es grises! Los grandes cambios —llamémoslos«paradigmáticos»— se producen tras un periodo variable de

    desestabilizaciones, de pequeños movimientos contrainstitucionales,

    que deriva en lo que se nos aparece como un colapso de lo conocido.

    Así, queda por considerar los efectos difusos que esta

    ciencia social reformista, para seguir con la terminología de

    COLLIER, MINTON & REYNOLDS (1991/1996), podríatener sobre la brecha teoría/praxis. ¿En qué consiste esta opción?Dicha ciencia social (al menos en su versión contrahegemónica)

    es, en buena medida,  paradojal : se declara poscolonial al

    tiempo que habla por otros/as, se dice antirrepresentacionistaal tiempo que es el punto por punto a la lógica positivistarespecto de la investigación, se rotula «crítica» al tiempo que

    reproduce la «cuantofrenia» (HERNÁNDEZ 2015) imperanteen la Universidad y, sistemáticamente, manda a otros/as a

     producir los cambios que no se anima a producir o no produce

    ella misma, ni siquiera en su ámbito acotado de acción. No

     podría ser de otro modo: la paradoja es el sino del cambio en

    la medida que, siguiendo la última cita de PÉREZ SOTO, todocambio se produce desde lo que es… contra lo que es.

    Es difícil juzgar si esta ciencia social reformista (es

    decir, conictiva de baja intensidad) conduce a un cambio paradigmático o es, simplemente, su  statu  quo  estable.

    Después de todo, los enfoques «críticos», por ejemplo, se

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    17/41

    63

    enseñan en las universidades y tienen sus propios congresos,revistas arbitradas, editoriales, etc., que no se diferencian

    en gran medida de los congresos, las revistas arbitradas y

    las editoriales más benignas con el orden establecido. Así,

     podría pensarse que su fuerza desestabilizadora, cualquiera

    que sea, es asumible (lo cual no quiere decir que deje de ser

    desestabilizadora).

    Por mi parte, tiendo a creer que «otra ciencia» es posible

    (si no, debería negar la Historia) aunque, como he sostenido,

     poco probable bajo las actuales condiciones y en la medidaque tales condiciones no cambien. Esa batalla, creo, está por

    darse o ya fue perdida. No obstante, es esperable que una

     práctica cientíca reformista (aun siendo moderadamentereformista, realizada por una elite ilustrada «en nombre de» y

    desde instituciones aún fuertemente ancladas en el statu quo)

    informe las prácticas sociales y contribuya a «la guerra en

    curso» (DELEUZE & TIQUUN 1989/2012).

    Es posible pensar esta posibilidad a partir de la psicologíasocial crítica, según la entiende Tomás IBÁÑEZ. Dice el autor(1993, p. 19):

    Todos los profesionales de las ciencias sociales hemos

    escuchado o leído, en algún momento, unas llamadas más o

    menos apasionadas que nos incitaban a asumir explícitamente

    un «compromiso político» desde nuestra propia condición de

    estudiosos de los fenómenos sociales (Martín-Baró, 1985). Senos ha dicho que toda inhibición en esta cuestión disimulaba

    en realidad un compromiso latente  con el mantenimientoy la reproducción del «estatus quo»  social, es decir, con

    la perpetuación de las desigualdades, las injusticias, las

    explotaciones y las opresiones sociales. No hay alternativa:

    cualquiera que disponga de los medios para contribuir, poco o

    mucho, a cambiar las cosas y no lo haga se torna cómplice de

    su mantenimiento.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    18/41

    64

    Para IBÁÑEZ, esta forma de concebir «lo político» esreduccionista en la medida que lo limita a la acción directa,

    a «la elección de los problemas a investigar», al «desarrollo

    de intervenciones sociales pertinentes» y a «la crítica de las

    funciones encubiertas desempeñadas por la ciencia social“ocial”». Puede, claro, sostenerse una mirada diferente de «lo político». Al respecto dice Giorgio COLLI (2009/2011, p. 31-32), discutiendo la noción en la Grecia presocrática:

    Esta concepción extiende «lo político» a cualquier

    intervención en la res publica, incluidos, dirá Tomás IBÁÑEZ(1993), «los saberes» mismos. En efecto, desde la miradaantirrepresentacionista que propone el autor, la psicología

    social —e, insisto, en lo que aquí concierne, las ciencias

    sociales en general— es «intrínsecamente política» (p. 25) envirtud de que no estudia fenómenos preexistentes sino que los

    constituye —los crea— al enunciarlos. Dice IBÁÑEZ (1993, p. 30): « (…) La psicología social no se ciñe a informarnossobre las características de la intersubjetividad contemporánea,

    sino que contribuye a constituir esas características en el

     propio proceso de investigación». Así, las ciencias sociales

    Para el griego, la actividad política no es simplemente ocuparse

    de modo directo de los asuntos del Estado, sino que signica enun sentido muy amplio cualquier forma de expresión, cualquier

    exteriorización de la propia personalidad en la  pólis. Político

    no es sólo el hombre que participa en la administración pública,

    sino cualquier ciudadano libre que de un modo u otro tiene una

    función propia en la vida de la  pólis, y más que cualquier otro

    aquel que actúa como educador de los jóvenes en la ciudad,

    como el poeta o el lósofo, quienes, más que nadie, inuyen profundamente en la formación de la espiritualiad de la pólis.

    Políticas son, por tanto, todas las actividades espirituales del

    hombre: arte, religión y losofía (…).

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    19/41

    65

    no se limitan a «proveer los conocimientos teóricos y

    técnicos» sino que construyen el tipo de «sujeto requerido

     por la democracia» para su gobierno (ROSE 1998). En este

    sentido (antirrepresentacionista fuerte), toda disciplina social

    es inherentemente política, en la medida que propone una

    determinada versión del mundo (y no otra).

    Esta posición puede entenderse de dos modos: en primer

    lugar, como una disolución de la brecha teoría/ praxis, en la

    medida que toda teoría es en sí misma una praxis. De este modo,

    en lo que aquí importa, ir a la guerra es equivalente a dar unaclase y aun a enunciar que las guerras son una aberración, en

    la medida que ambas acciones tienen un carácter político y, por

    tanto, contribuyen a dar forma al mundo en una u otra medida.

    De lo que se trataría es de precisar los efectos diferenciales de

    cada acción, que no tienen por qué ser equivalentes en algo

    más, que en su carácter político.

    Así las cosas, podría decirse que los/as académicos/ascontestatarios/as se implican escasamente en la acción directa o

    que su forma de acción habitual —la palabra, los textos— no altera

    sustancialmente el orden establecido. Es decir, no se trataría ya de la

     brecha teoría/ praxis sino del análisis de las estrategias y sus efectos.

    En segundo lugar y más cínicamente, la posición de Tomás IBÁÑEZ puede concebirse como una elaborada racionalización del quietismo

    de los/as cientícos/as sociales, en la medida que pone gasa sobreuna herida en constante supuración. Desde este punto de vista y

    hechas todas las objeciones, los/as académicos/as con visiones

    y praxis contrahegemónicas son particularmente proclives a la

    contradicción.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    20/41

    66

    La opción está abierta. Independientemente de esto, loque sí permite hacer la postura del autor es (re)valorizar la

    respuesta reformista a la que me he referido, y analizar en qué

    sentido y medida las teorías o actividades de los/as académicos/

    as contribuyen a la desestabilización de los modos de hacer

    ciencia social y del orden establecido. Exploraré algunas

     posibilidades en el apartado que sigue.

    3. Opciones reformistas

    ¿En qué consiste, pues, una ciencia social reformista deeste tipo hoy en día? Presentaré aquí algunas de sus formas: —los estudios poscoloniales,

     —la investigación a favor de colectivos «desfavorecidos»,

     —la investigación en base a modelos exibles, —la investigación «autorreferencial»,

     —la investigación «limítrofe»,

     —la investigación cuasiparticipativa.

    3.1 Los estudios poscoloniales

    Los estudios poscoloniales operan como una opcióndesestabilizadora en la medida que producen un nuevo dominio 

    de  objetos, como diría FOUCAULT y no, simplemente, elestudio de los mismos objetos desde otro punto de vista. En lugar

    de reproducir acríticamente una ciencia social «eurocéntrica»(MEZZADRA 2008, p. 17), generada desde y para contextos por completo diversos a los de la (eurocéntricamente llamada)

    «periferia» (MEZZADRA 2008), los estudios poscolonialesse proponen investigar desde y para dicha «periferia»,

    reemplazando la Historia por «redes de historias innumerables

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    21/41

    67

    y diferenciadas» (YOUNG 2008, p. 199) que, al reescribirla,re-crean un mundo — el  mundo— que conocemos como único.

    Estas historias cuestionan «la autoridad del sujeto que

    investiga sin paralizarlo, transformando persistentemente las

    condiciones de imposibilidad en posibilidad» (SPIVAK 2008, p. 39). De esta forma, se da lugar a una virtualmente innitacantidad de formas de entender el pasado y, por tanto, el

     presente y el futuro.

    En nuestro contexto, propuestas de este tipo podrían ser lalosofía de la liberación de DUSSEL & ROIG, la sociologíacrítica de FALS BORDA y la psicología de la liberación deIgnacio MARTÍN-BARÓ. No incluyo aquí a la educación popular de Paulo FREIRE o las metodologías participativas,

     porque entiendo que tales propuestas exceden, si se toman en

    su letra y no en su versión edulcorada, una ciencia reformista

    en la medida que no sólo se proponen estudiar para las clases

    oprimidas, sino que sean las propias clases oprimidas las que(se) estudien, a n de producir cambios en sus vidas. Algoque las sitúa en lo que he llamado «cambio paradigmático».

    Como fuere, entiendo que la investigación poscolonial es más

     potente cuando genera teoría y estrategias metodológicas con

    total independencia de los intereses del «centro», en la medida

    que reconoce la alteridad radical del Sur. Una realidad que

    sólo puede ser comprendida desde unos marcos de referencia

     propios, muy cercanos a sus condiciones concretas de vida.

    Es importante destacar que los autores latinoamericanos

    mencionados no se inscriben a sí mismos en la tradición de

    los estudios poscoloniales. Los sitúo allí en la medida quecomparten con aquellos la vocación de reescribir la Historia

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    22/41

    68

     para así recongurar el presente y la tendencia a no hacerlo ex nihilo, sino tomando como punto de referencia la historiografía

    y la ciencia social ociales, aunque más no sea para negarlas.

    En este sentido, los estudios poscoloniales no aportan

    necesariamente en la línea de la acción directa, sino

     promoviendo nuevas formas de comprensión que, desde

    Tomás IBÁÑEZ, podrían considerarse formas de acción porderecho propio.

    3.2 La investigación social a favor de colectivos«desfavorecidos»

    En relación a lo anterior, la investigación social a favor de

    colectivos «desfavorecidos» (tales como prostitutas, personas

    en prisión, menores institucionalizados, etc.), es decir, la

    investigación social en pos de su emancipación o de la mejora

    de sus condiciones de vida, es una opción reformista en la

    medida que se orienta abiertamente hacia el cambio social,incluso en al caso de que tales colectivos no operen más que

    como (signicativamente) objetos de estudio.

    Simplicando y en la línea de lo que dije antes, es claroque no es lo mismo contribuir a mejorar la predictibilidad de

    un instrumento de selección de personal, que trabajar por la

     potenciación de las estrategias de negociación colectiva. Cada

    acción, como decía WEBER (1919/2003), sirve a «dioses»

    diferentes (pp. 224-227) por lo que es esperable que se siganefectos diversos dependiendo de la posición política de los/as

    investigadoreas/as y del diseño de cada investigación.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    23/41

    69

    Dichos efectos, en la línea de lo sostenido por el análisis

    del discurso en tanto disciplina (ÍÑIGUEZ-RUEDA 2006), sonimprecisables: es decir, es imposible saber, por ejemplo, qué

    impacto tendrá sobre las políticas públicas la desestigmatización

    de los/as adolescentes institucionalizados/as. Es esperable que

    alguna incidencia, pero bien podría no ser el caso, como resulta

    en la mayoría de las investigaciones llevadas a cabo como

     parte de procesos de tesis. Incluso así, mantengo la idea de que

    seguirá sin ser lo mismo que resucitar una mirada lombrosiana

    de peligrosidad social.

    Finalmente, y como en el caso de los estudios poscoloniales,es importante destacar que aún en los casos de esta ciencia

    social reinvindicativa, la investigación sigue en buena medida

    haciéndose sin la participación real de dichos colectivos

    «desfavorecidos» y, en ese sentido, puede acusársela de no

    dejar de ser una forma benévola de hablar por otros/as.

    3.3 La investigación en base a modelos exibles

    La investigación en base a modelos exibles, por su parte,aboga no sólo por un seguimiento no dogmático del «discurso

    metodológico» (COTTET 2006, p. 186) sino también por suconstante desestabilización y ampliación en la medida que no

    lo considera como un producto no humano sino más bien como

    la cristalización de condiciones sociohistóricas, como escribe

    Manuel CANALES (2012) al hablar de DURKHEIM. Y, entanto tales condiciones son cambiantes también lo debe ser el

    discurso metodológico (algo que, con todo lo obvio que es no

     parece cuestionar la percepción que se tiene habitualmente de

    los/as metodólogos/as como Oráculos) (BASSI 2013b).

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    24/41

    70

    En este sentido, cualquier investigador/a que en lugar de

    seguir una receta opte por informar sus estrategias, desde su

     práctica cientíca, o cualquier investigador/a que vaya másallá y sistematice dichas experiencias en la forma de nuevos

    métodos o nuevas técnicas, estará siendo exible y, en mayoro menor grado, contribuyendo a corroer la forma convencional

    de hacer ciencia social (BASSI 2013b).

    Esta desestabilización del canon nunca opera desde fuera

    del canon, es decir, nunca supone su destrucción, aunque sí

     puede pensarse que contribuye a su expansión o superación.Queda por analizar, claro, el potencial transformador de

    dicha exibilidad. Tomemos el caso de algunas innovacionesmetodológicas relativamente recientes, como el  shadowing

    (MCDONALD 2005) o el uso de material audiovisual en lasinvestigaciones (BAUER & GASKELL 2000). En amboscasos podemos pensar que estas estrategias provienen de

    algún grado de violencia al «discurso metodológico». No

    obstante, también podemos pensar que ambas estrategias, a pesar de lo novedosas, no dejan de ser una forma de «acceso al

    conocimiento de la vida» (BOLÍVAR & DOMINGO 1996, p.3) y, en ese sentido, constituyen estrategias de visibilización ydisciplinamiento.

    A pesar de esto y en la línea del punto anterior, es

    esperable que la erosión del «discurso metodológico» tenga

    un potencial transformador, que no tendrán las investigaciones

    que se conforman punto por punto al canon y, en esa medida,

    no suponen más que una forma de burocracia. En este

    sentido, dice ORTEGA Y GASSET (1937/1976) hablando dela escritura: «Escribir bien consiste en hacer continuamente

     pequeñas erosiones a la gramática, al uso establecido, a la

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    25/41

    71

    norma vigente de la lengua. Es un acto de rebeldía permanente

    contra el contorno social, una subversión». Lo mismo claro,vale para la rebeldía contra el método, una rebeldía que, según

    entiendo, debería contribuir a acercar la teoría y la praxis en lo

    que respecta a la investigación social.

    3.4 La investigación «autorreferencial»

    Denomino investigación autorreferencial   a aquella en

    que los/as investigadores/as, en buena medida, se investigan

    a sí mismos/as, eludiendo mediante un recurso curioso (casiun tecnicismo) la acusación de «hablar por otros/as». Son

     buenos ejemplos de esta alternativa la sociología de la ciencia

    (particularmente en la versión de LATOUR), algunas versionesde la autoetnografía o partes de la investigación educativa o

    clínica. En este caso, los/as investigadores/as abordan algo que

    les preocupa y concierne, aunque, de este modo, la ciencia social

    queda encapsulada en sí misma y disfrutando de un privilegio

    que no tienen otras prácticas: no sólo el poder pensarse, sinotambién el poder hacerlo formalmente y con la capacidad de

    intervención en el debate público, que es esperable cuando

    el conocimiento es producido desde una institución como la

    Universidad.

    Como fuere, la autoobservación y la autocrítica recursivas

    contribuyen a una mayor conciencia de lo que hacemos cuando

    decimos que hacemos ciencia, docencia o clínica y favorecen

    su dinamismo.

    Como ejemplo adicional mencionaré la línea de

    investigación acerca de la Universidad a la que aludí al inicio

    de este texto. En las universidades, también en las chilenas, se

    lucha una batalla sorda y no tan sorda acerca de qué es y

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    26/41

    72

    qué debería ser la Universidad. Movimientos en un sentido

     —la obsesión por medir y el reinado de los ránquines—

    son resistidos por movimientos en el otro —la paulatina

    organización de los/as «profesores/as taxi» y la resistencia a

    lógicas clientelares y resultadistas—. Los/as académicos/as,en este caso, no hablan ya por otros/as: la transformación de la

    Universidad afecta de forma directa sus vidas y, al estudiarla,

    estudian las lógicas en que se hallan insertos/as con mayor o

    menor agencia.

     

    En este sentido, las investigaciones autorreferencialesrealizan el sueño de las metodologías participativas y aportanen la reducción de la brecha entre teoría y praxis. Quedaría por

    observarse, como insinué, que no todos/as los/as actores/as sociales

    tienen la misma capacidad de llevar adelante un (auto) estudio

    de este tipo pero, en la medida que lo hagan, estarán avanzando

    su visión del mundo con mínimos/as intermediarios/as.

    3.5 La investigación «limítrofe»

    Con investigación limítrofe  designo toda una serie de

    esfuerzos en la línea de disolver los límites entre la ciencia

    y otras tareas anes como la acción directa y el arte. Aquíaparecen proyectos performativos y otros que tanto en los

    tópicos de investigación como en su forma de socialización

    (muy particularmente la escritura) desafían una simple

    clasicación ciencia social/acción directa, ciencia social/arte.

    Me centraré en la segunda dupla. Desde una perspectiva

     positivista el límite ciencia/arte (llamado «límite de

    demarcación») parece nítidamente trazado, a pesar de que la

     búsqueda de una denición interna y estable de ciencia ha sido,alternativamente, infructuosa y demasiado fructosa. El último

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    27/41

    73

    intento histórico en esta línea fue el de POPPER, quien juzgó

    que la plausibilidad o no de la falsación de una teoría constituía

    el indicador de su cienticidad. Con la sociología «clásica» dela ciencia (KUHN, LAKATOS, FEYERABEND), la búsquedade un rasgo interno y estable que agrupara todo lo actuado en

    nombre de la ciencia desde el siglo XVII es abandonada, en

    favor de deniciones «externas» (sociológicas). De este modo,la ciencia dejó de ser una práctica claramente diferente del

    resto de las actividades de conocimiento (muy particularmente

    respecto de su capacidad para representar objetivamente

    el mundo) y pasó a ser considerada como una acciónhistóricamente situada más (es decir, altamente variable).

    Adicionalmente y como mínimo en el caso de la ciencia social,

    se suma que se estudian (es decir, se construyen) objetos que

    son, al tiempo, históricos (ver texto de CANALES, OPAZO &COTTET en este mismo volumen).

    Este proceso de defenestración de la ciencia abrió la

     posibilidad de estudiar sus puntos en común con prácticaslingüísticas presumiblemente «inferiores», como el

    «saber narrativo» (LYOTARD 1984/2008, p. 43) y el arte(particularmente, la cción literaria). Desde un punto devista antirrepresentacionista (WITTGENSTEIN 1952/1999,RORTY 1979/2001), el lenguaje en general y la escrituracientíca en particular, pierden su carácter especular , es decir,su estatus de representación del mundo y pasan a constituirlo

    (no describir sino ser el mundo según lo conocemos).

    Paralelamente, abandonado el proyecto de la losofía analítica(RORTY 1967/1990; IBÁÑEZ 2006) de un lenguaje diferente para la losofía y la ciencia en general, se abre el estudio dela prosa cientíca en tanto género (en el sentido propuesto porBAJTÍN). En esta línea se han propuesto una serie de troposque, como a cualquier otro género, caracterizan a la prosa

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    28/41

    74

    cientíca (POTTER 1996/2006, WETHERELL & POTTER1996/2006).

    De este modo, los claros límites de antaño entre la ccióny la prosa cientíca se difuminan. Resulta posible considerarahora, como hace FEYERABEND (1975/2010), al «estilo» ylas «técnicas de persuasión» (p. 128) como factores tan válidos para explicar el «progreso» de la ciencia, como el ajuste de las

    representaciones a un mundo con existencia independiente.

    El carácter constructivo del lenguaje y la dependencia de la

     prosa cientíca, de estrategias narrativas, pueden aceptarsecon diversos grados de radicalidad, desde el mandato de

    escribir usando el lenguaje técnico a sostener que la ciencia

    no es más que escritura (LOCKE 1992/1997). En este últimocaso, la ciencia se hallaría tan sujeta a criterios estéticos como

    cualquier otro género y su popularidad o dominio, en la línea

    de FEYERABEND, no dependería sólo de su capacidad de

    representar adecuadamente el mundo  sino  de saber contar  

    buenas historias. Supongo que cualquiera que haya leído aPARSONS y a FOUCAULT entenderá a qué me reero.

    Mencionaré un ejemplo en esta línea: la revista Qualitative

     Inquiry, editada por Norman DENZIN, publica regularmente poemas o autoetnografías que no cumplen con ninguno de los

    requisitos que convencionalmente consideramos asociados

    a la práctica o la escritura cientícas. Esta propuesta tienela particularidad de ser 100% sistémica (después de todoQualitative Inquiry  es una revista editada por Sage y está

    indexada por Thompson Reuters) y, al mismo tiempo,

     profundamente cuestionadora del statu quo de la ciencia social.

    En este campo de fusión entre la ciencia y el arte, pueden

    mencionarse otras estrategias como la arteterapia, las terapias

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    29/41

    75

    orientales, la escritura creativa o la escritura colaborativa.

    Todas estas propuestas tienen la particularidad de poner

    fácticamente en entredicho lo que entendemos por ciencia, 

    contribuyendo así a su reinstitucionalización constante o a la

    redenición de sus límites.

    Por otro lado y como mencioné antes, la incorporación

    de estrategias performativas, tanto en la producción del

    conocimiento como en su socialización, cuestionan la división

     positivista entre investigación básica y usos del conocimiento,

    destacando, como antes Tomás IBÁÑEZ, la concepción delconocimiento como una forma (más) de acción y no como su

     prerrequisito.

    En denitiva, estas formas de disolución de los límitesde la ciencia —a un lado «confundiéndola» con la acción

     política directa, a otro destacando sus puntos de contacto con

    la escritura de cción— contribuyen al cuestionamiento de

    lo que la ciencia es y, por tanto, operan desestabilizándola enmayor o menor medida.

    3.6 La investigación cuasiparticipativa

    Finalmente, mencionaré algunos intentos en la línea de

    las metodologías participativas. Las llamo metodologíascuasiparticipativas  en la medida que no son participativas

    de pleno derecho, sobre todo porque limitan la inclusión de

    los/as (aún llamados/as) informantes a aspectos más o menos

    triviales del proceso de investigación. A diferencia de la IAP

    o la SE, los/as informantes no construyen el problema de

    investigación, no realizan la investigación ni, en general, se

    sirven de sus resultados, pero su palabra es atendida respecto de

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    30/41

    76

    otros asuntos (en ocasiones, no menores) o pueden congurar parte del proceso de investigación.

    Un claro ejemplo de esta opción es la etnografía o, en buena

    medida, cualquier investigación que siga la recomendación de

    LEWIN, de consultar a los/as informantes acerca del curso dela investigación. Si bien en estos casos los/as investigadores/as

    no acaban de ceder el control de los aspectos centrales de sus

    investigaciones, producen un conocimiento más abiertamente

    coconstruido, contribuyendo así a cuestionar el límite entre

    investigador/a e informante.

    Otro ejemplo es el llamado «diagnóstico participativo».

    Por una lado, no deja de ser un diagnóstico (una intervención)

    en la medida que proviene de una demanda top-bottom y

    no, como en la SE, de una demanda genuina de quienes

    son objeto (y, así, sujeto) de diagnóstico. No obstante, tales

     personas cuentan con una mayor participación en el proceso,

     brindando información de un modo menos estructurado (porejemplo, mediante grupos de discusión y no de encuesta) y,

    en ocasiones, llevando a cabo algunas tareas de producción de

    información. Por otro lado, y en este sentido, el diagnóstico

    es sólo parcialmente participativo, en la medida que las

     personas bajo investigación operan en el marco de un proceso

     predeterminado y no tienen la oportunidad de discutir, el para

    quién y el porqué de dicha investigación (IBÁÑEZ 1986/2010, pp. 57-63).

    En base a la casuística de que dispongo, éste es el

    destino de muchas investigaciones que, proviniendo de una 

    inspiración participativa, derivan en etnografías o diagnósticos

     participativos para sortear ciertas dicultades, debidas al

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    31/41

    77

    rechazo que la ciencia social hegemónica muestra hacia las

    estrategias que diluyen la autoridad de los/as investigadores/as

    y/o cuestionan su carácter de elite ilustrada (BASSI 2013a).A pesar de esto, resulta claro que estas investigaciones no

    son equiparables en términos de su capacidad subversiva y

    de su orientación hacia al cambio social, con el diagnóstico

    organizacional convencional o a las técnicas de construcción

    de información, como la encuesta que limitan a un mínimo

    la participación de los/as informantes. En este sentido, es de

    esperar que la investigación cuasiparticipativa contribuya en

    alguna medida a reducir la brecha teoría /praxis.

    4. A modo de cierre

    He iniciado este texto reriéndome a la ya clásicaacusación de incoherencia hecha a los/as académicos/as. He

    intentado cuestionar parcialmente la validez de la acusación

    sosteniendo que —los/as académicos son cada vez menos una elite encerrada

    en «torres de marl», en la medida que su estatus y privilegiosestán amenazados por los procesos de neoliberalización de la

    Universidad,

     —los/as académicos/as que operan desde miradas

    contrahegemónicas tienen una mayor probabilidad de estar

    sujetos/as a la crítica de incoherencia, en la medida que se

    hallan cruzados por la paradoja de operar desde y contra el statu quo y

     —la acusación de incoherencia proviene de una noción de «lo

     político», limitada a la acción directa que puede objetarse,

    destacando el carácter inherentemente político de las prácticas

    de conocimiento.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    32/41

    78

    El tercer punto lleva a considerar la cuestión, no desde

    una perspectiva binaria, sino como continuo. De este modo,

    aun cuando se considere a la acción política directa como una

    estrategia más eciente (o evidente) de cambio social, deberáadmitirse que, «al otro lado», hay una amplia escala de grises.

    He presentado algunos de esos «grises»: estrategias reformistas

    que, en mayor o menor medida, contribuyen a transformar la

    ciencia social y, presumiblemente, a hacer a los/as académicos

    menos proclives a la acusación de incoherencia.

    Las seis alternativas que comento no agotan en lo absolutolas posibilidades de llevar a la ciencia social desde ella, más

    allá de si misma Las he presentado como ilustración de unaversión de la ciencia social que, sin nunca «patear el tablero»

    del todo, pueden pensarse como una micropolítica de erosión

    (instituyente) que disminuyen la brecha teoría/ praxis a la que

    he aludido.

    En este sentido, podría decirse que estas estrategiasdejan (casi) «todo como está», al decir de WITTGENSTEIN, pero no son, claramente, homologables, Por ejemplo, a la

    investigación en publicidad o en recursos humanos en cuanto

    a su inspiración, objetivos y efectos. Así, si bien no cuestionan

    de forma radical el estatus actual de la ciencia social, puede

     pensarse que contribuyen a debilitarlo. Como decía antes,

    no estoy seguro de si tales prácticas llevan a «otra ciencia»,

     pero al menos podemos armar que no son equiparables a una práctica social decididamente prohegemónica.

    En el comentario de dichas formas reformistas de ciencia

    social, he tratado de destacar que su carácter paradójico proviene

    del hecho de que estas prácticas actúan contra la ciencia social

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    33/41

    79

     —empujándola a sus límites, subvirtiéndola—  pero siempre

    desde la ciencia social . Por ello, junto a elementos claramente

    reproductores [en el sentido de BOURDIEU & PASSERON

    (1979/1996)] aparecen otros transformadores o resistentes(GIROUX 1983). Tengo la impresión de que esos elementosresistentes aportan en el acercamiento de la teoría y la praxis,

    aunque no sabría precisar si ese acercamiento es asíntota a la

    revolución o su antesala. Ya veremos.

    Podría decirse, para cerrar y parafraseando a ORWELL,

    que todas las prácticas cientícas son iguales,  pero algunas son más iguales que otras.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    34/41

    80

    Referencias

    Althusser, Louis (1989). Ideología y aparatos ideológicos delEstado. (Notas para una investigación). En L. Althusser,  La losofía como arma de la revolución (pp. 102-151). México:Siglo XXI.

    American Psychological Association, Presidential Task Force

    on Psychological Ethics and National Security (2005). Reportof the American Psychological Association Presidential Task

    Force on Psychological Ethics and National Security. Extraído

    de: https://www.apa.org/pubs/info/reports/pens.pdfBassi, Javier (2000).  La psicología organizacional comoinstrumento del poder empresario. Manuscrito no publicado.

    Bassi, Javier (2013a). Ciencia social desde y para la academia:la marginación de las metodologías participativas de

    investigación. Revista Latinoamericana de Psicología Social

     Ignacio Martín-Baró, 2(1), pp. 171-191. Extraido de: http:// psicologia.uahurtado.cl/publicaciones/rimb/

    Bassi, Javier (2013b). Adiós a la partitura: una defensa delos diseños exibles en investigación social. En M. Canales(Coord.), Investigación social. Lenguajes del diseño (pp. 43-72). Santiago de Chile: LOM.Bauer, Martin W. & Gaskell, George (2000).  Qualitative Researching with Text, Image and Sound. Londres: Sage.Berger, Peter y Luckmann, Thomas (1967/2008).  Laconstrucción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu.

    Bolívar, Antonio y Domingo, Jesús (2006). La investigación biográca y narrativa en Iberoamérica: campos de desarrolloy estado actual.  Forum Qualitative Sozialforschung/Forum:

    Qualitative Social Research, 7 (4). Extraído de: http://www.qualitative-research.net/index.php/fqs

    Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean Claude (1976/1996). La

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    35/41

    81

    reproducción. Elementos para una teoría del sistema de

    enseñanza. Barcelona: Fontamara.

    Center for College Affordability and Productivity (2010). ASummary of: 25 Ways to Reduce the Cost of College. Extraído

    de:http://centerforcollegeaffordability.org/uploads/25_Ways_ Summary.pdf 

    Colli, Giorgio (2009/2011). Filósofos sobrehumanos. Madrid:Siruela.

    Collier, Gary; Minton, Henry y Reynolds, Graham (1991/1996).  Escenarios y tendencias de la Psicología Social. Madrid:

    Tecnos.Cooper, David (1967).  Psiquiatría y antipsiquiatría. BuenosAires: Locus hypocampus.Cottet, Pablo (2006). Diseños y estrategias de investigaciónsocial. El caso de la ISCUAL. En M. Canales (Coord.), Metodologías de investigación social. Introducción a los

    ocios (pp. 185-217). Santiago de Chile: LOM.Danziger, Kurt (1979/1997). Los orígenes sociales de la

     psicología moderna. En Allan R. Buss (Ed.), Psychology insocial context (pp.25-44). Nueva York: Irvington Publishers.[Traducción: Hugo Klappenbach, Buenos Aires, 1989; revisada

    en San Luis, 1997.]Davis, Angela (2003).  Are prisons obsolete?  Nueva York:Seven Stories.

    Deleuze, Gilles y Tiqqun (1989/2012). Contribución a la guerra en curso. Madrid: Errata naturae.

    Derrida, Jacques (2001/2002). La universidad sin condición.Madrid: Trotta.

    Feyerabend, Paul (1975/2010). Tratado contra el método.Madrid: Tecnos.

    Foucault, Michel (1975/2005). Vigilar y castigar. Nacimientode la prisión. Madrid: Siglo XXI.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    36/41

    82

    Galceran Huguet, Montserrat (2013). Entre la academia y elmercado. Las Universidades en el contexto del capitalismo basado en el conocimiento. Athenea Digital, 13(1), 155-167.García-Quero, Fernando (2014, 30 de mayo). Crisis yUniversidad: de intelectuales a hacedores de ‘papers’.

    [Publicación de blog]. Extraído de: http://www.eldiario.

    es/zonacritica/Crisis-Universidad-intelectuales-hacedores-

     papers_6_265683463.htmlGarrido, Alicia y Álvaro, José Luis (2007).  Psicología social. Perspectivas psicológicas y sociológicas.  Madrid:

    McGrawHill.Giroux, Henry (1983). Theories of Reproduction andResistance in the New Sociology of Education: A Critical

    Analysis. Harvard Educational Review, 53(3), pp. 257-293.Hazelkorn, Ellen (2014, 11 de abril). University rankings wieldimmense inuence over Higher Ed and society at large – with positive and perverse effects. [Publicación de blog]. Extraído

    de: http://blogs.lse.ac.uk/impactofsocialsciences/2014/04/11/

    university-rankings-tip-of-iceberg/Hernández, Esteban (2015, 8 de abril). La “cuantofrenia”:una denición de la estupidez que impera en la universidad.El Condencial. Extraído de: http://www.elcondencial.com/alma-corazon-vida/2015-04-08/la-cuantofrenia-una-def in ic ion-de- la-es tupidez-que- impera-en- la-

    universidad_749102/?utm_cont%E2%80%A6Ibáñez, Jesús (1979/2003).  Más allá de la sociología.Barcelona: Siglo XXI.

    Ibáñez, Jesús (1986/2010). Perspectivas de la investigaciónsocial: el diseño en las tres perspectivas. En M. GarcíaFerrando; J. Ibáñez y F. Alvira (Comps.),  El análisis de larealidad social. Métodos y técnicas de investigación (pp. 57-98). Madrid: Alianza.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    37/41

    83

    Ibáñez, Tomás (1993). La dimensión política de la psicologíasocial. Revista latinoamericana de psicología, 25(1), 19-34.Ibáñez, Tomás (2006). El giro lingüístico. En L. Íñiguez-Rueda(Ed.), Análisis de discurso. Manual para las ciencias sociales

    (pp. 23-46). Barcelona: UOC.Íñiguez-Rueda, Lupicinio (2006). El lenguaje en las cienciassociales: fundamentos, conceptos y modelos. En L. Íñiguez-Rueda (Ed.), Análisis de discurso. Manual para las ciencias

     sociales (pp. 47-88). Barcelona: UOC.Jara, Óscar (2006) Sistematización de experiencias y

    corrientes innovadoras del pensamiento latinoamericano. Unaaproximación histórica. La Piragua, 0(23), 7-16.Locke, David (1992/1997). La ciencia como escritura. Madrid:Cátedra.

    Lyotard, Jean François (1984/2008). La condición posmoderna. Madrid: Cátedra.

    Machado, Carmen María (2015, 25 de marzo). O Adjunct! MyAdjunct! The New Yorker. Extraído de: http://www.newyorker.

    com/Marx, Karl (1888/1970). Tesis sobre Feuerbach. En K. Marxy F. Engels, La ideología alemana (pp. 665-669). Barcelona:Grijalbo.

    McDonald, Seonaidh (2005). Studying actions in context: aqualitative shadowing method for organizational research. 

    Qualitative Research, 5(4), 455-473.Mezzadra, Sandro (2008). Introducción. En VV. AA., Estudios postcoloniales. Ensayos fundamentales  (pp. 15-32). Madrid:

    Tracantes de sueños.Miranda, Gonzalo (2015).  Paradojas de la normalizacióndel sistema universitario chileno. Manuscrito enviado para

     publicación. 

    Montero, Maritza (2006). Hacer para transformar. El métodoen la psicología comunitaria. Buenos Aires: Paidós. 

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    38/41

    84

    Morris, Norval (1974/2009). El futuro de las prisiones. MéxicoDF: Siglo XXI

    Ortega y Gasset, José (1937/1976). Miseria y esplendor de latraducción. En J. Ortega y Gasset, Obras completas. Tomo V

    (pp. 431-452). Madrid: Alianza.Parker, Martin (2013). University, Ltd: changing a businessschool. Organization, 0(0), 1-12.Pérez Soto, Carlos (1998/2008). Sobre un concepto históricode ciencia. De la epistemología actual a la dialéctica. Santiago

    de Chile: LOM.

    Pérez Soto, Carlos (2014). La nueva antipsiquiatría. Santiagode Chile: LOM.Potter, Jonathan (1996/2006). La representación de la realidad. Discurso, retórica y construcción social. Barcelona: Paidós.

    Preston, Alex (2015, 29 de marzo). The war against humanitiesat Britain’s universities. The Guardian. Extraído de: http://

    www.theguardian.com/

    Ripalda, José María (2013). La universidad con condiciones.

     Athenea Digital, 13(1), 171-178.Rorty, Richard (1967/1990).  El giro lingüístico. Barcelona:Paidós. 

    Rorty, Richard (1979/2001).  La losofía y el espejo de lanaturaleza. Madrid: Cátedra.

    Rose, Nikolas (1985).  The Psychological Complex. Psychology, Politics and Society in England 1869-1939.

    Londres: Routledge.Rose, Nikolas (1998). Inventing Ourselves. Psychology, Power

    and Personhood. Cambridge: Cambridge University Press.

    Salazar, Paulina (2014, 21 de enero). Estudio: el 19% deltotal de profesores universitarios es de jornada completa.

    La Tercera. Extraído de: http://www.latercera.com/noticia/nacional/2014/01/680-561788-9-estudio-el-19-del-total-de- profesores-universitarios-es-de-jornada-completa.shtml

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    39/41

    85

    Senado de EEUU (2014).  Committee Study of the Central Intelligence Agency’s Detention and Interrogation Program.

    Extraído de: http://www.intelligence.senate.gov/study2014/sscistudy2.pdf Sisto, Vicente (2007). Managerialismo y trivialización de launiversidad. Nómadas, 0(27), 8-21. Spivak, Gayatri Chakravorty (2008). Estudios de laSubalternidad. Deconstruyendo la Historiografía. En VV. AA.,

     Estudios postcoloniales. Ensayos fundamentales (pp. 33-68).Madrid: Tracantes de sueños. 

    Szasz, Thomas (1961/1994). El mito de la enfermedad mental. Buenos Aires: Amorrortu

    Wacquant, Loïc (1999/2008).  Las cárceles de la miseria. Buenos Aires: Manantial

    Watson, John (1913/1990). La psicología tal como la ve elconductista. En J. M. Gondra (Ed.), La psicología moderna

    (pp. 399-414). Bilbao: Descleé de Brouwer.Weber, Max (1919/2003). La política como vocación, la

    ciencia como vocación. Madrid: Alianza.Wetherell, Margaret y Potter, Jonathan (1996). El análisis deldiscurso y la identicación de los repertorios interpretativos. EnA. Gordo López y J. Linaza (Comps.), Psicologías, discursos y poder (pp. 63-78). Madrid: Visor.Williams, Joanna (2014, 28 de enero). ‘Value for money’rhetoric in higher education undermines the value of knowledge

    in society. [Publicación de blog]. Extraído de http://blogs.

    lse.ac.uk/impactofsocialsciences/2014/01/28/value-for-

    money-in-higher-education/?utm_content=bufferf4763&utm_ med iu m= so c ia l&u tm_ so u r ce= tw i t t e r . co m&u tm_  

    campaign=buffer 

    Wittgenstein, Ludwig (1952/1999). Investigaciones losócas.Barcelona: Altaya.

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    40/41

    86

    Young, Robert J. C. (2008). Nuevo recorrido por (las)Mitologías Blancas. En VV. AA.,  Estudios postcoloniales.

     Ensayos fundamentales (pp. 197-236). Madrid: Tracantes desueños.Zarco, Juan (2004/2006). Estudio introductorio. En W. Thomasy Znaniecki, F., El campesino polaco en Europa y en América (pp. 21-90). Madrid: CIS.

    Autor

    Javier BassiPsicólogo por la Universidad Nacional de San Luis (Argentina,2000) y doctor en psicología social por la UniversidadAutónoma de Barcelona (2008). Actualmente trabaja en laUniversidad de Chile y en la Universidad Nacional Andrés

    Bello. Dicta talleres de diseño de proyectos de investigacióny asignaturas vinculadas a la epistemología y sociología de las

    ciencias sociales, la escritura académica y las metodologías

    cualitativas de investigación. Además, guía procesos de tesis de pre- y posgrado y asesora a tesistas. Actualmente se encuentra

    realizando una investigación acerca de las transformaciones

    identitarias por las que pasan los/as ayudantes de cátedras en

    las universidades. Sus trabajos pueden consultarse en https://

    uchile.academia.edu/JavierBassi

    Contacto:

    Departamento de Psicología

    Universidad de Chile

    Ignacio Carrera Pinto 1045Tel.: 229787819E-mail: [email protected]

    URL: https://uchile.academia.edu/JavierBassi

  • 8/17/2019 La Brecha Teoría/praxis - J.bassi

    41/41

    Con los pies en el barro