la cajita musical. poesía (1997). luis cruz-villalobos
DESCRIPTION
Segunda edición de este poemario del año 1997 del escritor chileno Luis Cruz-Villalobos.TRANSCRIPT
p o
e s
í a
Luis Cruz-Villalobos
H E B E L
LA CAJITA
MUSICAL
2
3
LA CAJITA
MUSICAL
Luis Cruz-Villalobos
H E B E L Ediciones Arte-Santa | Poesía
p ó
e s
í a
4
LA CAJITA MUSICAL | poesía
© Luis Cruz-Villalobos, 1997
Poemario perteneciente a la obra:
Poesía Toda 1991–2011
© Luis Cruz Villalobos, 2012
Registro de Propiedad Intelectual N° 213.820
2ª Edición
© H E B E L Ediciones
Colección Arte–Sana|Poesía
Santiago de Chile, 2016
www.issuu.com/hebel.ediciones
www.benditapoesia.webs.com
Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que
denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así,
este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en
ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo
para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está
en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
5
Luis Cruz-Villalobos
LA CAJITA MUSICAL
POESÍA
HEBEL
6
7
Dedico esta cajita musical
a los gorriones.
8
Le temo al silencio
de los espacios infinitos.
B. Pascal
9
Capítulo I
LA CAJITA MUSICAL
10
11
I. LA CAJITA MUSICAL
La cajita musical
es abierta por un niño
quien sin saberlo
ha dado música al universo
Y la melodía diminuta
llena y espanta al silencio
Esa voz pequeñita
es como un aroma
que se expande por el mundo
fecundando los corazones
que no sabían cantar.
12
II. LA MÚSICA
"Sea la Música"
y la Música fue
Como una doncella
llena de vida
salió a recorrer
todos los lugares
de la hermosa creación
que aún se estaba gestando
La invisible princesa
recorrió el espacio
buscando un hogar
Buscó entre las estrellas
Entre los planetas
y de toda la infinitud
eligió un planeta azul
Azul es mi alma
–pensó
Al llegar a su hogar escogido
descubrió los océanos inmensos
y sumergiéndose en ellos
sólo besó algunos seres
ya que prefirió
13
que aquellos reinos
pertenecieran al silencio
Entonces emergió
y vio en el cielo
las aves de todo el mundo
Mi alma vuela
–pensó
Luego besó a cada ave
Llegó a la tierra
y viajó besando
las selvas y sus habitantes
Los ríos y sus aguas agitadas
Los montes y los volcanes
Besó también al viento
Besó la lluvia y la tormenta
Finalmente se encontró
con el hombre
Mi alma es lenguaje
–pensó
Y sin saber cómo
se fue a vivir para siempre
en el corazón
de aquel desnudo ser
que llamaron Adán.
14
III. LOS GORRIONES
Ustedes son los gorriones
Todos los que han cantado
alguna melodía tierna
a mi oído pequeño
Ustedes son los gorriones
Los que me han acariciado
aún cuando no lo pedía
Los que me besaron de lejos
con alguna palabra
Con algún silencio atento
Ustedes son
aunque pequeños
y sencillos de traje
los que han cantado
por mi ventana
Ustedes son
los que han traído
flores a mi otoño
Los que han traído música
a mi silencio invernal
Ustedes son los gorriones.
15
IV. LOS NIÑOS
Los niños tienen música
en su corazón sencillo
y caben miles de melodías
en él
Por eso bailan felices
Aplauden y gritan
cuando alguna canción
les acaricia el rostro
Los niños están llenos
de música
Todo su ser entona
una melodía
Miren sus ojos alegres y tristes
siempre cantan
Miren sus manos
¿No forman acaso
melodías con sus movimientos?
Miren sus juegos
Miren su voz y su silencio
Los niños tienen música
en su corazón sencillo.
16
V. UNA LÁGRIMA
Una lágrima
cristalina como los ojos
que son su fuente
Es melodía que corre
y que callada dice algo
Una lágrima
es música
cuando cae
por la mejilla
de un hombre
De un niño
o de un viejo
Es música incluso
en la mejilla
de una mujer
Tú
lágrima pequeña
Música que naces
de los ojos
y besas los rostros
Campanilla de luz
que no se escucha
pero que canta de veras.
17
VI. EL SILBIDO
Un hombre
en su copla
me dijo que su silbido
era redentor
Que su silbido
lo salvaba
de toda su tristeza
Del no tener pan
para sus hijos
Del palpitar terrible
de sus entrañas
Dijo que su silbido
lo libraba
de su realidad amarga
De ese fruto agrio
que le tocó servirse
De esa muerte que vivió
cada día y cada noche.
18
VII. EL SILENCIO
Cuando llamo al silencio
y grito su nombre
por las calles silenciosas
sin palabras
Me recojo en mi corazón
y me tiendo sobre el prado
que es mi lecho
Busco al silencio
Busco sus besos de hermano
Sus abrazos tiernos
Para estar en paz
Para mirar con ojos de mármol
y sonreír callado
Para ser nube
Para ser soplo otoñal
Para ser árbol quieto
Por estas razones busco al silencio
Por estas razones lo llamo
desesperadamente callado.
19
VIII. LA PLAYA SUEÑO
En una playa
Llena de otoño
en el aire
En la arena
En el prado
y en un árbol
En la choza
En los muros
Las ventanas
y en la puerta
En una playa
soñada
Donde el mar
y el cielo
se unen
en un beso infinito
El otoño
Ese otoño
que lo cubre todo
era el alma
El oxígeno
El silencio
y la música.
20
IX. LA PRIMAVERA
Eres canción
Melodía de colores
Eres abrazo
del cielo
que llega a los hombres
Eres gorrión
Golondrina
Polen
y flores
que se encienden
Eres cielo claro
Y aquí
en mi invierno silencioso
eres un canto nuevo
Una música que llega
desde todos los rincones
a despertar mis ojos
de este letargo que me oculta.
21
Capítulo II
ASTERISCOS
22
23
I
No puedo
detener
esta voz
terrible
que brota
de mi pecho
y de mis dedos
Que brota
de mi frente
marchita
por ideas
que se quieren ir
lejos
24
II
Mi hijo
me dio
una sonrisa
nueva
Me puso
un nombre
nuevo
y me dio
una nueva
mirada
Me dio
una sonrisa
que apunta
a su alma
Un nombre
que apunta
a su alma
Y una mirada
que apunta
a su alma
25
III
Si me dejo
caer
de pronto
en este abismo
sin fondo
lleno de tiernos
y humanos
deseos de muerte
Quiero
que me amen
Quiero
que me amen
si logro salir
de ese abismo
que odio
y que a la vez
amo
Quiero
que me amen
si no logro
salir
incluso
26
IV
Suenan
los minuetos
o sonatas
de piano
en el cuarto
donde mi Hada
quiere llevar
a mi hijo
al mundo
de los sueños
Yo me escondo
detrás
de mis palabras
bajo un sol
diminuto
y tiemblo
sin saber
por qué
27
V
– Tú qué eres
– Un hombre
– Tú quién eres
– Un hombre
como cualquier otro
que vio su alma
en un espejo y lloró
al ver allí
la mísera alma de todos
28
VI
– Dónde vas
– Voy donde Dios
– Por qué camino
– Por el único
Por Dios mismo
29
VII
– Cuál es tu nombre
– No lo sé
Aún no lo conozco
El día que vuelva
a la vida
lo sabré
para siempre
30
VIII
– Bésame
– Te besaré
cuando te hayas dormido
besándome
31
IX
– Venus
Yo amo tu rostro
Dime
dónde lo puedo encontrar
– Búscalo
en lo prohibido
Allí está mi rostro
Búscalo
donde quieras
Donde tus ojos perdidos
vean una tentación.
32
33
Capítulo III
CUATRO POEMAS
34
35
I. EL POETA Y EL OBRERO
36
37
I
Él con su martillo
rompe la roca
Yo sobre un sofá
escribo un poema
Él golpea y golpea
Yo escribo y escribo
¿Qué separa nuestros oficios?
¿Qué diferencia nuestras labores?
Él golpea y la roca se rompe
Pero queda tanta roca por romper
con aquel martillo pequeño
Con aquel cincel diminuto
Yo escribo y el silencio se rompe
Pero queda tanto silencio
por romper
con este verso pequeño
Con este poema diminuto
¿Qué separa nuestros oficios?
¿Qué diferencia
nuestras labores?
Al detener el trabajo
ambos miramos a lo lejos
38
Él con sus manos curtidas
Yo con mis manos de pétalos
Ambos acariciamos
una esperanza
o una desesperanza escondida
Al detener el trabajo
ambos lloramos y reímos
Ambos suspiramos al cielo
39
II
No compares mi dolor
con tu dolor
Mi dolor es de piel
De hambre de pan
No de ideas
No de cantos azules
Mi dolor es de muerte
De herida que sangra
De manos rotas
Tu dolor de niño poeta
es mentira
Tu llanto no quema
Mi dolor es real
No sabe de letras
No sabe de poemas
Es un dolor que duele
Es un dolor visible
Un dolor que no besa
Un dolor que viene
y me quita la risa
Me quita el amor
y me entrega
un odio profundo
40
Una pregunta
que no se escucha
Yo tengo un dolor
que tú no tienes
niño poeta
Tus dolores
son creados
Tu sangre
corre por dentro
No brota
como la mía
No mancha tu camisa
ni la bebes
ni la escupes
Tu sangre
corre escondida
Poeta niño
Niño poeta
Tú escuchas
el canto del mundo
El grito y el llanto
del mundo entero
en tu cajita musical
Pero tu dolor no duele
Tu dolor es falso
Ilusión de es tu canto.
41
II. OSCURO
Oscuro no puedo hablar
ni consolar a nadie
Oscuro quiero sentarme
en un árbol viejo
que me aleje y me una
al cielo y la tierra
Oscuro soy otro
que brota de mi cuerpo
como una flor
hermosa pero apagada
Oscuro y más oscuro
me olvido de tantas cosas
y me siento caer
aquí en mis entrañas
Pero oscuro
me dejo iluminar por el Sol
y brillo nuevamente amando.
42
III. NO ES FÁCIL
No es fácil olvidarse
de uno mismo
De este gato
de cinco patas
que ronronea
y traiciona
con sus garras
No es fácil mirar
virginalmente
el corazón
de los cuerpos
con ojos claros
negándose a sí mismo
No es fácil ponerse a reír
si uno ve su rostro
Su rostro profundo
y descubre
–nuevamente
que el brillo
de los ojos
se ha ido
para siempre
–¿Para siempre?
No olvides que el Sol ya viene.–
43
IV. BELLEZA
La Belleza alegra profundamente mi alma
A ella -hija de Dios- van dedicados estos versos
44
I
Como doncella
Desnuda
Blanca
Suave
Así la Belleza
Salió a recorrer
Las calles de la urbe
Todos la vieron
Y comentaron oscuras cosas de ella
Callejera
Impúdica
Desvergonzada
Malvada bruja
Hija del demonio
Lujuriosa
En fin
De mil epítetos
Cubrieron su nombre
Pero ella siguió su camino
Y la urbe turbulenta
No fue su hogar
45
II
Por los caminos polvorientos
Pisando guijarros
La dulce doncella
Siguió
Pero ya estaba cansada
Tantos días caminando
Sin comida
Sin agua
Sin compañía
Que decidió detenerse
Se tendió en el pasto
Y durmió largamente
Días
Semanas
No se sabe cuanto
La hierba creció en torno a ella
Las enredaderas la abrazaron
Los caracoles besaron su cuerpo
Y las crisálidas durmieron
Junto a sus brazos y su cabellera
Allí quedó Belleza
Durmiendo en silencio
Pero un día un niño
Cándido y risueño
Tropezó con ella
Y calló rodando al suelo
Se puso en pie
46
Y hurgueteó agachado
La hierva crecida
Y tocó la blanca presencia
De Belleza que dormía
Buscó su rostro y le habló
Con sutileza en murmullo
Belleza se puso de pie
Y descubrió su primaveral ropaje
sobre su cuerpo
Se desprendió de su prisión vegetal
Besó veloz al niño en la frente
Y corrió sin detenerse ni ver atrás
El niño asustado
Quedó mirando a la doncella
Como en un sueño hermoso
Y se tocó la frente
Sintiendo el frescor del beso recibido
47
III
Belleza
Vestida de hierbas
Corría y corría
Y por el camino la vieron pasar
Unos rudos comerciantes
Que bella
–pensaron con un dejo de lascivia–
Y uno de ellos salió en su caza
Que pronto logró
Ramera deseada
Le llamó el engendro feroz
Que la tomó de la cintura
Sin ninguna sutileza
La arrastró hasta el carro
Allí la amarró con cuerdas oscuras
Y la dejó entre sacos de nueces
Viejos cofres sucios
Y cajas con frutas y hatos de leña
Ella en silencio lloró
Y luego se durmió nuevamente
48
IV
De súbito
Belleza adolorida
Despertó en un cuarto terrible
Se sentía sucia
Violada
Ofendida en su centro
En su corazón meridiano
Pero de lo más hondo
Sacó fuerzas vivas
Para escapar
Y sin saber de qué cielo
Fue embestida
Por una fuerza profunda
Y de certeros garrotazos
Destrozó las sienes
De los infames
Que en embriagado letargo
Dormitaban distraídos
Corrió
Vestida de dolor y humillación
Corrió
Vestida con lágrimas
Con sudor de espanto y miseria
Corrió
Y no quería detenerse
Pero su cuerpo cayó rendido
Como ancla
Y allí quedó
49
Al borde de un camino
En la tierra húmeda y las rocas frías
Al abrir sus ojos horas después
Un joven sencillo curaba sus heridas
Y ella supo que no tenía que temer
Él la miró a los ojos
Y supo su nombre sin dudarlo
Ella lo amó en su corazón
Casi sin comprender porqué
Y se dejó acariciar el cabello
En el silencio más hondo y santo
Que nunca había conocido.
50
V
El joven se llamaba Amor
Y no fue necesario
Que dijese su nombre
Pues sus cuidado por Belleza
Ya lo habían confirmado
Amor limpió las heridas
Y las vendó con ternura
Haciendo jirones su traje
Belleza
Quiso conocerlo
Y caminaron largos caminos
Hasta llegar a un faro
Allí Amor
En sacro silencio
La invitó a ser por siempre su esposa
Y Belleza aceptó
Siendo el Sol el Ministro
Que ofició la solitaria boda
Y bendijo desde lo alto la unión
Por siempre.
F I N
51
52
53
54