la cultura de la basura
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La cultura de la basuraVilla Olímpica, Ñuñoa
Las noches de los días domingo, martes y jueves, las calles de la Villa Olímpica muestran su peor cara. Al día siguiente pasará el camión de basura a las 7 u 8 de la mañana, así que la gente prefiere dejar la basura mucho antes.
Aparte de la basura “tradicional”, la gente también deja las ramas que saca al momento de podar sus árboles y plantas. El problema es que nunca están en bolsas.
Los vecinos del sector norte de la Villa Olímpica sólo tienen el problema de que no todas las casas cuentan con un cesto para basura. Esto no es responsabilidad de la Municipalidad, sino que de cada dueño de casa. Pero no es el caso del sector sur.
En el sector sur se puede ver la peor cara de este problema. Cada esquina tiene su cerro de basura en las noches. El problema que esto trae es el mal olor, la salud de las personas que pasan cerca y las bolsas que rompen los perros.
En este lugar, la gente vive en departamentos, los cuales no tienen contenedores de basura. Esto ya pasa a ser un problema municipal, pues ya no estamos hablando de unas pocas personas, sino que de casi 500 por block.
¿Es digno para las personas tener que aguantar esto? Nadie merece vivir rodeado de basura, aunque sea por unas horas.
Los únicos que agradecen el ver basura en las calles son los perros.
La esquina de Pericles con Salvador Sur nos muestra una situación bastante particular.
Lo primero es que este “basural” está al lado de una plaza con juegos para niños. ¿Es bueno para la salud de ellos? Claramente, no.
Lo segundo y más particular es que está formado al lado de un letrero que advierte sobre la multa a pagar por botar basura en el sector. Puede que sea la forma de mostrar el descontento que tienen los vecinos con la Municipalidad.
Es obvio que se debe sancionar a las personas que contaminen el medio ambiente, pero también se deben dar las condiciones para evitar esto. El municipio de Ñuñoa seguirá sin escuchar a los vecinos, mientras que estos deberán seguir aguantando el olor y la putrefacción cada noche antes de que pase el camión.
Realizado por Juan Pablo Viluñir