la dificultad para ser buenos padres
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LA ACTUAL DIFICULTAD
PARA SER
BUENOS PADRES.
Durante el noviazgo, todo suele ir sobre ruedas
Ya padres, contemplamos con ilusión, el horizonte familiar
que se abre ante nosotros
Con el tiempo, los hijos nacen, crecen
y llegan a la adolescencia.
Empieza una etapa difícil para los padres y para los hijos y, mucho más, en la sociedad actual
La sociedad ha cambiado mucho : Antes, había autoritarismo en los padres y temor en los hijos.Ahora, hay debilidad en los padres y prepotemcia en los hijos.
Antes éramos regañados por nuestros padres y ahora somos regañadoss por nuestros hijos
Ahora somos los padres los que tenemos que complacer a nuestros hijos para ganárnoslos.
Nos pesan los abusos del pasado, queremos ser más comprensivos, pero sin caer en la debilidad y la inseguridad.
Todo adolescente necesita la
seguridad de su hogar,
fundamentada en el diálogo, la autoridad, la confianza y el amor.
Ahora, los hijos esperan que los padres respetemos sus ideas, sus gustos, sus formas de actuar y de vivir…
…y que paguemos sus gustos y caprichos.
Los padres tenemos que
asumir el reto de la
adaptación a los nuevos tiempos.
Es la hora de desterrar el autoritarismo, e iniciar la senda del diálogo….
Así evitaremos que nuestros hijos caigan en el descontrol y en el hastío de esta sociedad que camina a la deriva.
Los adolescentes sufren y necesitan
comprensión de sus padres para
adquirir su
identidad e iniciar
su propio camino.
Fomentemos el diálogo sincero que no merme la autoridad y aumente la
confianza.
Desvanecidas las fronteras jerárquicas, habrá más amistad, más confianza y mayor y más sano respeto.
.
Un buen consejo:
Hijo, la vida es un camino por recorrer;
debes recorrerlo tú, yo
te ayudaré con mi ejemplo y mis consejos
Así como el sembrador esparce sus
semillas…
…cuida las pequeñas plantas…
…las riega y abona para que crezcan y den su fruto.
Así los padres hacemos con nuestros hijos: + Sembramos en ellos los valores y creencias de nuestra familia.+ Les damos nuestras raíces.+Vigilamos, con amor, su crecimiento.+Regamos, con dulzura, sus días.+Velamos, con impaciencia, sus noches.+ Les damos todo y nos damos del todo, sin esperar casi nada, sólo un poco de cariño.Y confiamos que el mañana amanezca cuajado, tal vez, de una buena cosecha nacida de las simientes sembradas.Si no llega esa cosecha, nos queda la tranquilidad de haber hecho una buena siembra.
Ningún sacrificio es demasiado grande si
consigue que los padres se sientan orgullosos de sus hijos y éstos de
sus padres.
Jejisánchez