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UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA - IZTAPALAPA
Depto. de Filosofía Area de Literatura y Lingüística División de Ciencias Sociales y Humanidades
“LA DINAMICA DEL TEMA EN LA REGENTA DE LEOPOLDO ALAS” *
No. 3
TERESA LOBO I.
*Weber, Frances, “The Dynamics of Motif in Leopoldo Alas’s La Regenta”, en Romanic Review, 57 (1966), 188-99.
México, D. F. Febrero de 1984
"LA DIXAMICA DEL TE>lA EN LA' REGENTA DE LEOPOLDO ALAS".
- La Reqenta de Leopoldo Alas es un drama psicológico y un retrato
detallado de la sociedad. Si btenla pintura de la capital de pro -
vincia, Vetusta, emerge a traves de cuadros costumbristas y de
las numerosas figuras secundarias convencionales y satirizadas,
la acci6n principal se refiere a la vida interior de dos o tres
personajes desarrollados desde dentro mediante descripciones de
sus pensamientos y sentimientos. El mundo de la ciudad es una
envoltura del drama interno que repite o invierte sus motivos.
La escena social es el transfondo de la acci6n psicol6gica ( y
hasta cierto punto su explicaci6n)l y es tambien una manera de
elaborar y retratar esa acei6n. Me propongo examinar algunos as -
pectos de este entretejimiento de realidades internas y exter-
nas, de conflicto sentiment-al y sstira social.en terminos de las
dualidades temdticas que proporcionan su forma a la obra.
Baquero Goyanes ha demostrado ampliamente que la llave a la se-
gunda novela de Clarin .Su Cinico hijo es "ese. oscilar del autor
y de sus personajes entre 1.0 espiritualizadamente romdntico y
su traduccidn f.+siol6gica". * Esta misma oscilacidn determina
la forma interna de La Regenta: en ambas novelas Alas desarrolla
como aspectos polares de un solo tema los dos extremos de la sen
sibilidad literaria del Siglo XIX - el ideal romSntic.0 y la corn -
pulsi6n fisiol6gica. Los personajes dividen la realidad en domi-
.
nios incomunicados de materia y espiritu, y este divorcio anti-
2.
natural conduce a 1.a hipertrofia de ambos. El mundo flsico es
bajo y no ticne rcclenci6n, mientras que la esplritualidad, al
repudiar co:npletanxnte l a materia, se volatiliza en absurda .e
imposib1.e pretensi6n. En I_ Su finico h i j o y en los personajes me -
nores de La Regenta, estas deformaciones se presentan ridicu - lizadas mediante cambios de la sensibilidad en urgencia flsida.
Pero la manera como est5n tratados Ana Ozores y Fermfn de Pas
e s m6s complicada: Alas ana.liza sus conflictos emocionales y
contrasta estas fuerzas fnteriores sutilmente equilibradas con
las crudas simplificaciones de los vetustenses. Se contrapone
irdnicamente su frágil idealismo a la gr'oserla de su ambiente.
.As€, los extremos se tocan constantemente de maneras imprevis-
tas; mediante andlisis psicol6gicos y sátira social, el autor
junta persistentemente lo que sus personajes mantendrlan sepa-
rado. Y la misma técnica que une los motivos opuestos une lo so
cia1 y lo privado, la s%tir,a de costumbres y el drama interior
de la heroina.
-
El escenario de la novela es una ciudad donde todos los valores
tradfcionales han degenerado en formas vacfas. Lo que original-
mente era actividad consciente es ahora mero hdbito mecgnico.
Para los legos la religi6n es una desviacidn del aburrimiento y
para el clero un medio de amasar dinero y poder; la moralidad
consiste en mantener hip6critamente.las apariencias, en disimu
lar cuidadosamente la sensualidad y el egoismo; el saber es una
farsa ostentosa, la polltica, chicanerla y engaño. La facilidad
con que los vetustenses adoptan poses literarias y clises lin-
-
3 ,
g u l s t i c o s seiiala l a naturaleza fraudulenta de su cultura: se
enfrentan a todas las s i tuaciones con contestaciones estereo-
tipadas que en e l acto absorben l a vida toda y l e dan un a i r e
espCreo de cultura.
Fermín y Ana se apartan de esta "existencia muerta, animal" (1,
4 o O l 3 y para e l l o t r a t a n d e v i v i r en la idealidad pura. Niegan
l o f z s i c o e ident i f ican s u verdadero s e r con una conciencia se -
parada del cuerpo. Y en ambos, l o s impulsos rechazados amenazan
constantemente con derrocar e l p r e c a r i o dominio del e s p f r i t u . A l
vuelo espir i tual se opone e.1 ja16n de la mater ia , t anto de s u
propia materialidad negada como de l a tentadora e inevi tab le ma-
ter ia l idad de Vetustal.
Los esfuerzos de l o s personajes por 'separar cuerpo y alma ~ 6 1 0
fraguan m6s solidamente e l v € n c u l o . E l amor, l a r e l i g i 6 n y l a s
exigencias del cuerpo son l o s t r e s temas ( o motivos, porque son
tema y explicaci6n psicoldgica a l a vez) que generan l a a c c i 6 n
. .
de l a novela. Pero los pape.les de estas fuerzas antagdnicas se
invierten repetidamente por las variaciones, fusiones y cambios
de identidad entre el los; la pasi6n re l ig iosa no se d i s t i n g u e
de l a pasi6n erdtica y e s t o s dos enardecimientos f ls icos pueden
convertirse en sensua-lidad o ser trastornados por el la . A veces
las trasformaciones ocurren en los pensamientos y sentimientos
de Ana y Fermh, a veces en l a i n t c n c i d n i r6nica del autor cuan - do va cambiando l a escena ' interior a l a e x t e r i o r , a veces en l o s
I
4 .
contrastes humorlsticos c n t r c aspiracien ideal y realidad f i -
s iológica en algGn personaje menor. La inestabi l idad de impulsos
aparentemente rcvers ib les mueve l a acci6n y a l o s actores . E l '
c o n f l i c t o i n t e r i - o r de l o s personajes no t iene solucibn, y e l a r -
gumento traza una serie duplicadora de movimientos psicol6gicos
cas i ident icos , un pgndulo que o s c i l a y no se interrumpe n i con
e l t rágico resul tado del adulter io de Ana. La acción no conduce
a ningGn lado, s u dinSmica es r e f l e x i v a y r e p e t i t i v a ; a l f i n a l ,
l a novela se vuelve sobre S € misma . 5
Religi6n y f i s i o l o q f a .
En los personajes secundarios que forman e l t e l 6 n de fondo so-
c i a l de l a novela, l a f i s io log la se expresa usualmente como se-
xualidad. E l apareamiento de l o sexual y l o r e l i g i o s o se i n t r o -
duce humorfsticamente en l a escena de l a c a t e d r a l d e l primer ca - p f t u l o mediante la presentaci6n de tres personajes : e l a c b l i t o
homosexual Celedonio, l a l a s c i v a Obdulia Fandiño y e l a n t i c u a r i o
Saturno Bermddez. Saturno, un hombre desgarrado entre aspiracio-
nes sensuales y esp i r i tua les , e s l a encarnac i6n cdmica de contra -
dicciones que luego se desa.rrollar3n dramdticamente e n Ana y Fer - mlin: quiere pasar por " e l hombre m6s e s p i r i t u a l de Vetusta" pero
debe luchar constantemente contra las tentaciones de l a carne (I,
5 8 1 , que en esta escena es tSn realzadas por . e l ambiente rel igioso.
Cree que l a c a s t i d a d en esta vida ser6 recompensada e n l a que v i e -
ne por una mezcla temeraria de d e l i c i a s m l s t i c a s y e r b t f c a s : "e l ?
olor de Obdulia... mezclado a l de l a c e r a y del in.cienso le sabra
a g l o r i a a l ant icuario , cuyo ideal era juntar as'it los olores mfs- \
5 .
t i c o s y e r b t i c o s , : :cdiante una arnlon€a o componenda, que c r e l a
él debía ser e n otro mundo mejor recompensa de los que en l a
t i e r r a hablan sah."do res is t i r toda c l a s e de tentaciones" . (1,631 .
Ana aparece por :>rimera vez en l a novela en e l capltulo 111 cuan -
do se prepara p a r a una confcsi6n general sol ici tada por s u nuevo
confesor, el Magistral Fermin de Pas:En su cuarto reza y l e e un
l i b r o piadoso pero la distraen s lntomas f l s i cos de exci tac i6n
nerviosa (s iente escalofr fos , se toma e l p u l s o , e t c ...). Alas
permite que otro personaje, Obdulia, describa e l c u a r t o de .Ana.
Y e s l a misma Obdulia "ausente" quien traza e l primer r e t r a t o
de l a h e r o i n a , e l que muestra e l cuerpo como objeto sexual: "las
formas y e l c u t i s , e l s a t f n de aquel cuerpecito 'de regalo" - [ T I
9 3 ) . DespuQs e l autor toma e l h l l o de l a narracfdn para contar-
nos l a manera lenta y voluptuosa como Ana se desviste : de nuevo
l a carne desnuda de la muje.r estS "v2sta" por otro: "y apareci6
blanca toda, como se l a fig.uraba don Saturn0 poco antes de dor-
mirse ( loc. c i t . ) . La Regenta d is f ruta l as sensac iones tdc t i l es
d e l a i r e y de l a s sdbanas f rescas en su carne: "jam6s e l a r c i -
preste n i confesor alguno hablan prohibido a l a Regenta es ta vg
luptuosidad de distender a sus s o l a s l o s entumecidos miembros y
s e n t i r e l contacto del afre fresco por todo e l cuerpo" (I, 9 4 ) .
Deleite sensual y preocupacidn e s p i r i t u a l no se excluyen sino
que ocurren sip.uEt6neamente: "La delei taba aquel p lacer de l tac
t o que c o r r l a desde l a c intura a l a s sienes. jConfesión general!
-
estaba pensando ( loc . c i t . ) . En es ta pr3mera visldn de l a h e r o i
na, e l autor f u n d e inexplicablemente l o r e l i g i o s o y l o carna l ,
-
6.
y no lo hac(: mcdiantc un resumen declarativo sino mediante una
ingeniosa combinaci6n de accibn, descripci6n psicol6gica, mon6
logo interno y los comentarios o fantaslas de otros personajes
que no estsn presente en la escena. El lector se entera de los
des6rdenes psicosom6ticos de la heroina, de su sensualidad en
potencia, .y de su religiosidad - ve al mismo tiempo el estado
-
de su alma y la tersura de su carne y ambos fen6menos se publi-
can a traves de las referencias de Obdulia y de Saturno.
La unidn de lo religioso y lo carnal mediante alteraciones ir6
nicas entre la vida lnterior de Ana y l o s actos y juicios de los
que la rodean se repite a lo largo de la novela. Puede presentar
se en las optniones contrarias de dos personajes, como cuando Vi
sita cree que Ana en su lecho de enferma se parece a "la Virgen
de la Stlla" y Paco Vegallana la encuentra ''.apet$tosa" (11,1061
-
-
-
o en el cambio del misticismo de Ana al diagndstico que de é1
. hace Quintanar como "una cefalagla muy aguda" (11,196) . Pero en el interior de Ana los dos extremos estsn firmemente unidos. Ca
da vez que trata de existir como pura alma el cuerpo hace sentir
-
su presencia. Después del primer rapto mlstico de la adolescencia
sobreviene la pubertad; sus arrebatos religiosos invariablemente
son interrumpidQs por colapsos nerviosos. El "rencoroso espfritu
de la carne pisoteada" (II., 131) se venga con crisis histéricas
.
que se repiten mds y mds. Le repugna el dominio del cuerpo sobre
el alma porque el primero es "tierra" y ella desearla identifi-
carse ~ 6 1 0 con el dltimo: "Yo soy mi alma" .(II, 117). La carne
no acepta fdcilmente esta posible tiranfa del esp€ritu: las pesa
. .
i -
7 .
dillas dlc Ana 1 a t o ~ - t u r ; l ~ l ~c-717 visiones de un mundo f f sic0 par -
t icular izado en seres y forrn(3s repuls ivos . "Parecla le sent ir
todavla e l r o c e de l o s fantasmas groseros y c fn icos , cubier tos
de peste; oler hccliondas emanaciones de sus podredumbres, res-
pirar. e n l a atm6sfera frza, casi viscosa, d e los subterrdneos
en que e l d e l i r i o l a a p r i s i o n a b a " (11, 1 1 8 ) . En una imagen ne
gra e invertida d e l a e s p i r i t u a l i d a d , l o s ministros d e l a i g l e -
s ia se convierten en "angostas y aplastadas larvas asquerosas,
descarnadas, cubiertas de casul las de oro, capas pluviales y
manteos que a l t o c a r l o s e r a n como a l a s de murci6lago ... unos pe -
dlan besos, otros oro.. . o la cantar responsos a carcajadas y
l e salpicaban e l ros t ro e l agua sucia de l o s hisopos que beblan
en l o s charcos" (11, 118-123).
La carne tambien se rebela cuando quiere afirmar su sexualidad.
Sus pesadi l las son l a obscura visi6n d e l o f f s i c o pero hay o t ros
sueños q u e desatan "la obsesi6n pecaminosa" y l a s a t 2 s f a c c ~ b n v e r - gonzosa de "las malas pasiones" (11,171. En un momento sueña c o n
Alvaro cas i todas l as noches y l a desespera su incapacidad para
controlar c iertos "gritos formidables d e la naturaleza" (II,18) . Para repudiar esta fisiología t r a i d o r a , s e a l s l a d e los habitan - t e s de l a ciudad y d e S € misma. E s mSs, e l cuerpo, a l escapar d e l
control consciente, se a l l a con ese mundo h o s t i l , "c6mplfce de
los otros" ( 1 1 , 1 1 7 ) . E l rechazo de ¡a v ida lns t in t iva es tan corn -
ple to , q u e todas las inc l inaciones erót fcas son los deseos d e
o t r a Ana, d i f e r e n t e , prisionera y perseguida pero todavra rebelde
"aquella Ana... l a R e g e n t a rebr-.l.de, l a pecadora d e pensamiento
8 .
gritaba desde e l fondo de l a s entrarias" (11, 2 6 7 ) . La divis i6n
de l yo encuentra s u representación escénica en l a duplicacidn
de l espe jo : l a Regenta que como "miserable . . . carne f laca" se
entregaría a Alvaro, es "un hermoso fantasma f l o t a n t e en e l
.fondo obscuro de alcoba que tenla enfrente , en e l c r i s t a l l€m -
,.p i o . . . tuvo miedo de s l misma'' (11, 2 7 0 ) . La ruptura entre los
dos ''yo" con e l tiempo conduce a l derrumbamiento de l a unidad
de la conc ienc ia y d e l i d e a l de Dios d e l cual la primera deri -
va s u coherencia: "Dios se l e hacfa migajas e n e l cerebro - ... c r e l a ... que dentro d e e l l a ya no habfa nadie que fuese
e l l a , Ana, principal y genuinamente" (11, 3661 .
Las violentas osci laciones entre exaltacian relfgiosa y pros-
t r a c i 6 n f l s i c a i n t e n s i f i c a n e l sentimiento d e extrañeza mutua
de cuerpo y alma. Cuanto mbs intensa es l a p a s i 6 n r e l i g i o s a ,
m6s f d c i l m e n t e alterna con,enfermedades de l a carne. Pero cuan -
do s u devoci6n alcanza e l más a l t o grado de embeleso r e l i g i o s o ,
l a s p a r e j a s de contrarios vuelven a u n i r s e e n una e s p i r i t u a l i -
dad voluptuosa: "gozaba l a voluptuosidad d d c t i l de imaglnar e l
mundo anegado e n la esencia divina" (11, 196). La disolucign
de l yo e n pura idealidad s e siente como una transformacidn ff - sics. "Ana sentla chksporroteos dentro d e S € , fuego l € q u i d o que
l a evaporaba. .. y llegaba a no sent ir nada m5s . . que una idea pu - ra, vaga" ( loc . c i t . ) . Después, cuando recupera l a s a l u d , em-
pieza a anhelar una experiencia corpGrea de l a p a s i 6 n r e l i g i o s a ,
para que as2 la carne pueda conocer l a s d e l i c i a s d e l a auto-
abnegación: "Pensó en e l c i l i c i o , l o desed con fuego e n l a c a r -
9.
ne" (11, 2 0 2 ) .
Estas confusioncs y reversiones ocurren dentro de la heroina,
pero en dos escenas importantes Alas combina la d i so luc i6n y
desdoblamiento i n t e r i o r e s con miradas s a t f r i c a s d e l a piedad
vetustense. Cuando Ana va a misa de q a l l o (11, cap. XXIII) e s -
t b encantada con l a mezcla de mGsica sagrada y profana d e l 6 r -
gano: "no habra a l l5 barreras . . . entre e l templo y e l mundo.. . en l a mfisica del drgano habla recuerdos del verano, d e l a s rg
merfas alegres ... habla o1o.r a tomillo y a madreselva, y olor
a l a p l a y a , y o lor ar isco d 'e l monte, y domin6ndolo a todos olor
mfstico, de poesfa inefable" (11, 2581. Alas va de esta recon-
c2 l iac ibn de sentido y esprr i tu a l espec t6culo de los vetusten - ses en misa, "oyendo como entre sueños e l 6rgano, diglriendo
la colacit in de Nochebuena.., .sPntlcndo entre temblores de l a
pereza pinchazos d e l a carne'' (11, 2 6 2 ) . E l e q u i l i b r i o de l a
misma Ana desaparece cuandcl pasa Alvaro porque se acuerda de 61
en l a romerfa de San B las "muerto de amor". A l f i n a l d e l cap$-
t u l o , s i n embargo, es td o t ra vez l i s t a p a r a s a c r i f i c a r s e por
Fermfn, l'm6rtir que matan SI calumnias" CII, 2 7 5 ) .
La siguiente escena en l a c a t e d r a l , l a 'novena de l a V i r g e n d e
los Dolores (capftulo X X V ) repi te es ta a l ternanc ia de equili-
brio desequi l ibr io y e l entiretejimiento de l o privado y l o so -
c i a l . Empieza cuando l a Regenta imagina una nueva piedad en
l a que "deblan tomar parte importante los sentidos" (11, 3 1 6 )
y pasa luego a l cuka v i s i t a n t e y al r e s t o de l a congrqjnci6n i
10.
que e s t d r l ocupados con pensamientos muy diferentes: "Mientras
e l padre Martínez repet la por centésima vez - y ya llevaba ga -
nados unos cinco m i l r e a l e s - que como e l d o l o r de una madre
no hay o t ro ... e l amor sacr l lego iba y venla volando invisible
por naves y capillas" (11, 3171. Ana s610 percibe " l a piedad
colectiva. . . aquella elevacibn casi milagrosa de un pueblo e n -
tero . . . a las regiones de l o , ideal" (11, 3 1 8 ) . A medida que e l
6rgano l a gula "por las regiones ideales de i n e f a b l e t r i s t e z a ,
"se arrepiente de su amor de l o s sentidos (''el gusano maldito")
por Alvaro y recuerda las " car i c ias inocentes" cambiadas con e l
Magistral (11, 3 1 9 ) . Cuando l a mClsica c a l l a momentdneamente se
oye e l t i n t i n e o d e l dinero en las charo las d e l a limosna, pero
cuando vuelve a empezar, un anhelo de autoconsumaci6n a r r a s t r a
o t r a vez a Ana.,La sugerencia d e una posible armonfa entre idea -
l idad y sensualidad queda d.ebilitada ir6nicamente por l a des-
c r i p c i 6 n de s u desarmonfa presente6 y l a v i s i 6 n que t i ene Ana
de una r e l i g i d n sensual y esprr i tua l cede e l camino a su frene -
sf d e autoinmolaci6n, ahora. bien conocido: "querlia volver a l f u e -
go de la pas ibn , q u e e ra s u ambiente'' (IT, 321).
Amor y carnalidad
Alarcos Llorach ha observado que e n l a dinsmica d e l argumento
Alvaro no es un elemento actfvo, sino que representa la fuerza
negativa d e Vetusta , " la cabeza v is ible del coro" , "el señuelo
detrds del cua: se esconde Vetusta para atraer a l a h u i d i ~ a " . ~
Pero para Ana, Alvaro no es; s610 una tentac i6n a t rac t iva s ino ',
11.
l a m;~ncra de t:sc:npar de un mundo material sbrdido. El la cree
q u e a tt:av&s dv In emocihn consumadora que 1.e inspira puede li-
berarse de l a scxsualiclad degradante de l a ciudad; nunca l o ve
'como parte de esa sensualidad. Pcrsistentemente transforma s u
incl inaci6n por r4cs:a en una. rebclidn consciente contra Vetus -
t a ; o m3.s bien, l a rebclidn contra l a ciudad se asocia con l a
imagen d e Don Alvaro: "este hombre VPctor y e s t e pueblo me Ile -
nan l a vida de prosa miserable. . . para volar hacen f a l t a a l a s ,
aire.. . estos'pensamientos 1.e l levan a veces tan l e jos que l a
imagen de Don Alvaro volvla a presentarse" (11, 9 2 ) . Pero si: va
a ser e l medio para h u i r de la real idad vulgar , la carne no de -
be corromper e s t e amor, su pasibn ser5 algo mds grande y mds
puro que e l impulso sexual (11, 3 3 ) . Lo mismo que niega e l cuer -
PO e n l a devoci6n r e l i g i o s a , l o vencerd con la intensidad de
su amor. Es mas, l a s dos evasiones se vuelven intercambiables.
Ana se sumergird en e l deseo por Alvaro pero e l cuerpo no nece -
s i t a p a r t i c i p a r d e es ta de l i c iosa an iqui lac i6n : "no pecard m i
cuerpo, pero e l alma l a tendre anegada e n e l placer de sentrr
esas cosas prohibidas" (11, 3 4 ) . Desprecia la parte repudiada
d e s u ser , y promete no entregar nunca "aquel miserable cuerpo
que era propiedad d e don Victor" (11, 4 8 ) . Cada vez que Ana i n -
tenta este escape platónico,, Alvaro, que s6Lo cree e n l a f i s i o -
logia, espera SÚ calda e n lo simplemente sexual. E l romanticis
mo de l a Regenta est2 siempre contrastado con l a concupiscencia
calculadora d c Alvaro. A l ver e l Don Jus-.de Zorr i l la por p r i -
.. -
- mera vez, Ana es transportada por una exul tac i6n re l ig iosa que
equivocadamente Alvaro atribuye a s u "gallarda y prtjxfma presen -
12.
c : in" (11, 4 8 ) . A l a s c o n L r a p c ~ : : x el suei io de amor i n c o r p 6 1 : e o de
A n a c o n la fc de M c s I ~ 1 e n ":I.n i n f 1 u c n c i . a d e l f l s i co" ( 1 1 , 1 2 1 ) . I n c l u s o d e s p u é s de su seducciGn no abandona e l i n t e n t o d e idea-
l i z a r s u r e l a c i b n adfi l tera: Alvaro debe j u r a r l e amor e t e r n o por
que ''si n o es para siempre e s t o . . . es u n c r i m e n i n f a m e , v i l l a n o "
(11, 4 2 9 ) . En s u s p e n s a m i e n t o s m6s privados e l u d e e l r e c u e r d o ' d e l
acto s e x u a l : "La idea d e l a soledad d e s p u é s d e a q u e l l o ' ' ( loc .
c i t . ) .
En s u r e l a c i d n c o n F e r m l n A n a n o n e c e s i t a de c a n v e r s i o n e s m e n t a -
les t a n complicadas. E l Magistral ofrece' e l compaÍierismo d e u n
"alma hermana". Sin embargo, Alas t i e n e c u i d a d o e n demostrar de
que manera l a s e n s u a l i d a d se d e s l i z a a u n a q u l . En un momento da d o , l a i d e a de que Fermfn l l eve sobre s u p e r s o n a u n a carta q u e
e l l a h a b l a escrito " l e h a c í a c o s q u i l l a s " . E l a u t o r u n e l o s dos
extremos e n l a a c e p t a c i 6 n l n c u e s t l o n a b l e por parte de Ana de es -
t a " e m o c i b n l i g e r a m e n t e v o l u p t u o s a " (I, 4 0 0 ) y l u e g o r e d u c e l o
e s p i r i t u a l a - 4 0 c a r n a l e n l a s e s p e c u l a c i o n e s c h i c a s d e Alvaro
sobre l a s m u j e r e s y s u s confesores ( " n a d i e podfa res i s t i r los
i m p u l s o s n a t u r a l e s " , I, 4 0 1 ) . G r a d u a l m e n t e , a medida que l a Re -
g e n t a i d e a l i z a l a a t r a c c i d n q u e s i e n t e por Alvaro, l e t r a n s f i e -
re l a i n o c e n c i a d e s u s s e n t . i m i e n t o s por F e r m l n , h a s t a q u e l a mis -
ma p a l a k a que s i d l i z . A e l lazo casto c o n s u c o n f e s o r s a n t i f i c a - s u
n u e v a r e l a c i b n : " C u a n d o h a b l a b a n a s 2 como o t r o s dos hermanos d e l
alma" (11, 4 0 2 ) . Lo f l s i co y l o e s p i r i t u a l se e n c u e n t r a n , se re v i e r t e n , cambiap de l u g a r .
!
1 3 .
En la r iva l idad en-Lrc Alvaro y F e r m h e l primero busca l a PO -
sesión del cuerpo de Ana, e l segundo de su alma. Pero en Fer-
mlrn hay una duplicación del c o n f l i c t o entre naturaleza y con - c ienc ia . E l Magistral quiere e l dominio e s p i r i t u a l de Ana l o mismo
que antes quiso controlar In vida de l o s vetustenses. La pose -
sien completa de una so la a:Lma, " tesoro d e grac ias esp i r i tua-
les" ( I , 3 1 0 ) l e d a r l a un nuevo y singular placer, mucho mds
deseable que el derivado de mandar sobre los despreciados ha-
b i tantes de l a ciudad. Las d e l i c i a s de e s t a nueva experiencia
son tan vivas que se olvida de compromisos carnales. Fermlfn q u i e -
re inflamar e i n f l a r s u ego en un amor apasionado pero desexua -
l izado. La intrusi6n de los ins t in tos des t ru i r fa l a in tens idad
de l a emoción. E l rapto espir i tual darfa paso a."una locura gro -
sera de algunos meses. Despues un de jo de remordimiento mezcla-
do de asco de sf mismo" (11, 2 1 3 ) . Debe e v f t a r a todo trance
caer e n "amor carnal que se sa t i s face" ( loc . c i t . *. Una l u j u r i a
e s p i r i t u a l mSis que un simple deseo sexual consume al cura: "La
suya, l a de su alma. Para eso l a habfa querido" (11, 3 0 5 ) Su
drama r e p i t e e l de Ana; ambos personajes estdn inspirados por
el sueño de un amor incorpdreo.
Pero como e l cuerpo no renuncia a sus demandas debe divorciarse
de l a '*verdadera'' naturaleza. A l igual que Ana, e l cura se iden -
t i f i c a ~ 6 1 0 con la conciencia e n la'medida en que considera a
su s e r f l s i c o como un enemigo peligroso. En cuanto se l e presen -
t a l a idea de un afecto inocente, no sexual , percibe su propio
cuerpo como s i perteneciera a o t r o . A l pensar en e s t a "alma h e r -
14.
mana" recien encontrada, recuerda una h i s t o r i a de Renan acerca
de un monje y u n a joven mujer devota que eran "dos almas q u e se
amaban en JesGs ( I , 3 2 1 ) . En ese momento s e e s t 5 lavando y , a l
mirar el espejo se ve de repente, desnudo d e l a cintura para
arr iba : "el mozo fuerte y velludo que tenfa enfrente. . . l e pa-
r e c i a un o t r o yo que se hab5:a perdido ... Le asustaba t a l espec -
tdculo". Exorciza esta aparición poniéndose l a sotana y volvien -
do a ser ''la imagen.de l a mansedumbre cr i s t iana , fuer te pero es -
p i r i t u a l " (11, 3 2 2 ) . A q u l l a i n c i s i 6 n e s doblemente e fec t iva 9
porque Fermfn descubre e l i d e a l amoroso e n un modelo l i t e r a r i o :
un amor f i c t i c i o e incorp6reo se confronta con l a pura corpore i
dad de l a imagen r e f l e j a d a en e l espe jo l0 .
E l Magistral lucha contra su vergonzosa masculinidad, contra e l
"var6n vergonzante que l leva debajo el cura" (11, 4 3 5 ) ; protes - ta contra l a carne con retdrica sacerdotal . Y obviamente cree
e n esa r e t 6 r i c a - para 61 l a carne - e s e n verdad ba ja y degradan - t e , aunque a veces tenga que apaciguarla en uniones desprovistas
de placer. Los dmbitos del esp' ir i tu y de l a materta son para siem - pre antagbnicus - y en l a g r i e t a que los separa l o humano desa-
parece. De un lado est5 la pasi6n "angElicaal (11, 3 9 7 ) y el "amor
purfsirno1' ( 1 1 , 4 3 5 ) hacia un "angel hermoso" (11, 229) y del o t ro
"el lodo de la carne", el "qrosero hartazgo de los sentidos'' ( 1 1 ,
terial ismo" (11, 229) . Al igual que en los mitos gn6st icos la ma - t e r i a demonfaca amenaza constantemente con atrapar el e s p f r i t u ,
'i
15.
asf. e l amor dc: 1,'errnín t . i . e n c q11c e s t a r siempre e n guardia contra
l o s i n s t i n t o s rlzturclc:; cjuc acechan, "1.a carne, intrusa I temi-
b+c" (11, 213). Al negar sus impulsos l e s da autonomra. Estos
enemigos de l a i-ntención consciente ponen e n pel igro e l amor
de alma. hermana alimentado tan culdaaosamente con "rebeliones
st ibitas y fur iosas" (11, 220) q u e t ienen que calmarse con armis
t i c i o s vergonzosos; e l alma es para An'a, pero entrega ''el pobre
cuerpo d e barro" a s u criada Teresina. La sexualidad es l a f u e r -
za que gobierna l a sociedad degradada d e Vetusta. A l igual q u e
Ana, Fermh denuncia tanto :los llamados de su propia naturaleza
como a los lascivos habitantes de l a ciudad; contrasta s u amor
platdnico con una carnalidad inhumana y repelente: "pasaban por
su memoria m i l horrores. La carnaza amontonada de muchos años
de confesionario" (11, 3 0 5 ) . E l hombre est5 dividido e n dos -un
cuerpo envilecido y un alma separada d e l cuerpo permanecen ence - rrados en una lucha c i v i l que no t i e n e f i n .
R e l i g i b n y amor.
E l drama de A n i s i g u e un camino zigzagueante entre la ig les ia y
Alvaro. Pero desde s u punto de v i s t a e l c o n f l i c t o no es entre l a
fe y e l deseo sino entre 'dos c l a s e s diferentes de pasión ideali-
zada. Se sumergir5 e n la esenc ia d iv ina o en l a d e l i c i a de emo-
ciones prohibidas. Alas reline l a s dos pasiones a l proyectar e l
". -
dilema privado de Ana a e s c a l a r e l i g i o s a o cbsmica; se l a d i s p u
tan "San Miguel y e l Diablo" ( I , 418) ; Alvaro es e l r i v a l no s6
l o d e l Magistral sino tambX6n de Jesús (11, 2 0 5 , 209, 231) ; .al
. . -
-
\
lb.
sac:ri ficnrsc pol.- F c - r m i l l s e r t i como "Marla a l o s p i e s de l a Cruz"
( I , 3 2 0 ) . Aun 16s importantc: es c6mo l a s e s c e n a s c l i m d t i c a s de
In novela e s t d n c o n s t r u i d a s sobre un modelo r e l i g i o s o ; casi . t o -
dos l o s episodios d e l volumen I1 - /-segunda par te - 7 (donde se
s i tGa casi toda l a a c c i 6 n ) s o n d l a s de f i e s t a o d e c e l e b r a c i d n
de l a I g l e s i a : l a profé t i ca e s c e n a c e n t r a l d e l Don J u a n ( d l a .de
Todos l o s S a n t o s ) , l a misa de g a l l o y l a novena d e l a V i r g e n d e
l o s Dolores, e l b a i l e de C a r n a v a l e n e l C a s i n o de V e t u s t a y l a
procesión d e V i e r n e s S a n t o . Es tas e s c e n a s p e r m i t e n a l n o v e l i s t a
a t a r sus temas - a m o r , r e l : i g i 6 n , c a r n a l i d a d - y s u s s u j e t o s
. .
- Ana y V e t u s t a , e l drama d e l i n d i v i d u o 'y e l c u a d r o de cos tum-
bres. En los dos c a p í t u l o s c3ue a n t e c e d e n a l a s e d u c c i d n de l a
R e g e n t a a l a m b i e n t e r e l i g i o s o ya no es c r i s t i a n o sino pagano y
p a n t e i s t a ; e n es te e s c e n a r i o d o n d e las p a s i o n e s humanas se c o n - . .
v i e r t e n e n d i v i n a s (11, 3 7 3 ) c a p i t u l a e l Meslas de la r e l i g i d n
d e l amor. En e l clima d e l argumento (e l momento inmediatamente
a n t e r i o r a s u s e d u c c i 6 n , l a c u a l n o o c u r r e e n l a n o v e l a s i n o e n
.~
e l lapso entre e l c a p l l t u l o X X V I I I y e l X X I X ) , A l a s nos v u e l v e a
recordar, en l a e x c l a m a c i 6 n de sorpresa de Ana, l a i n v e r s i 6 n de
l o s slmbolos c r i s t i a n o s . Alvaro, g u i a d o por " a q u e l l a f e e n s u s
c o r a z o n a d a s , que era t o d a su r e l i g i 6 n " b u s c a a Ana e n e l s a l d n
a o s c u r a s d e la casa de campo d e l o s V e g a l l a n a ; " l l e g d a l balc6n
e n t o r n a d o ; l o a b r i ó ... - iAna! - i .TesCs!" (11, 4 2 3 )
17.
A l a s i d e n t i f i c a l a pasión r e l i g i o s a y l a amorosa porque son d o s
m o d a l i d a d e s d e l a misma i n t e n c i d n inhumana - h u i d a de l a v i d a
h a c i a u n a e s p i r i t u a l i d a d sin t r a b a s . P e r o como e l j a 1 6 n de l a
materia d e s t r u y e e s t o s proyectos etereos se r e a l z a l o a b s u r d o
de l a s p r e t e n s i o n e s d e l o s p e r s o n a j e s m e d i a n t e r e f e r e n c i a s a l a
m a t e r i a l i d a d p u r a . .Se p i n t a l a caída del i d e a l , ya sea e n l o s
p e n s a m i e n t o s de l o s p e r s o n a j e s o e n l a s d e s c r i p c i o n e s d e l n a r r a -
d o r , como u n a v e r d a r e r a c o r r u p c i d n fxsica. V e t u s t a , i n s t r u m e n t o
d e esta c o r r u p c i 6 n , t r a s m u t a todas las c r e a c i o n e s d e l a c o n c i e n -
c i a e n b u r d a s u s t a n c i a ; e s , cas i l i t e r a l m e n t e , e s p x r i t u re i f ica -
do. La n o v e l a se abre c o n u n a v i s t a de l a c i u d a d como un c u e r p o
g i g a n t e s c o y amodorrado que hace l a d i g e s t i e j n : "La h e r o i n a c i u -
dad dormla l a s is tea . . . V e t u s t a , l a muy noble y l ea l c i u d a d , cor -
t e e n l e j a n o t i e r p o , h a c f a l a d i g e s t i d n d e l cocido y de la o l l a
podrida" (I , 3l). Todas las l a r g a s y c u i d a d o s a s d e s c r i p c i o n e s de
l a v i d a e n l a - c i u d a d s o n l a e x p a n s i 6 n y el desarrollo de esta
imagen. Los p e r s o n a j e s q u e d a n r e d u c i d o s a u n a e x i s t e n c i a animal.
Para e l Magistral , l o s v e t u s t e n s e s s o n " e s c a r a b a j o s " y sus ca-
sas " m a d r i g u e r a s , c u e v a s , m o n t o n e s d e t i e r r a , l a b o r d e .topo" (I,
4 3 ) ; F e A I i n d e v o r a l a c i u d a d como un a n i m a l d e p r e s a ("como e l
l e 6 n e n j a u l a d o l o s p e d a z o s r u i n e s de c a r n e " . / - I , - 42-7 1. En un
momento u o t r o , se t3escribe.a l a mayorla de los p e r s o n a j e s como
a d i f e r e n t e s t i p o s de a n i m a l e s y l a imagen d e p r e d a t o r i a es l a
m6s f r e c u e n t e . Tambien se c o n v i e r t e a l a s personas e n simple co
sa f l s i c a ; l a c o m p a r a c i 6 n . i n a n i m a d a s u s t i t u y e a l a a n i m a l ( s i
-
18.
Vetusta siente que Ana c s ' u n "cabal lo de sangre" .- /"I, 1 5 1 - 7, s u
tia est5 orgu1.losa d e su bel leza "como pudiera estarlo de una
morcil la" - /-I, 155.7 1.
La tend.encia deshumanizadora alcanza sus extremos cuando los
rasgos y sentimientos humancls se objet ivan como lodo, limo, i n -
mundicia. La b a t a l l a de Ana con la prosaica rut ina de Vetusta
e s "una guerra en e l subterrdneo entre fango" ( I , 2 9 6 ) y e l e s -
pecial conocimiento que Fermfn posee del plano espiritual de l a
ciudad l e muestra "un mont6rl de basura. Pero muy buen abono ... todo aquel cieno que r e v o l v f a , l e daba hermosos y abundantes f r u -
tos" ( I , 3 1 2 ) . Las pesadil las d e Ana transforman a los enemigos
de l e s p l r i t u en "fantasmas groseros.. . cubiertos de peste" , "an -
drajosos vest iglos" y "larvas asquerosas" (11, 118). Pompeyo G u i -
m d n ve. en los vetustenses e n misa un fermento de podredumbre, "pg
dredumbre en fermento.. . gusanera inconsciente" (11, 323). Y en
s u f u r i a por l a seduccidn de Ana, Fermfn escr ibe una c a r t a que
reve1.a " l a c l o a c a de l a s inmundicias que t e n l a e l Magistral e n
e l alma: l a s o b e r b i a , l a i r a , l a l a s c i v i a engañada y sofocada ... sa l lan a borbotones, como podredumbre l lquida y espesa. La pa-
s i 6 n hablaba entonces con e l murmullo ronco-y gutural de la ba-
sura corriente y encauzagag# (11, 477).
La representación de l a corrupci6n f l s ica del ideal es una téc
n ica pers i s tente . Lo abs t rac to (un i d e a l , una i l u s i 6 n , una creen
c ia re l ig iosa) se hace concreto y luego se ensucia: "iqu6 t r i s
t e era ver ideas brandes ... y f rases en . su original sublimes,
-
-
\ -
1 9
a l l l n:anoseadas, pisoteadas y por mi.lagros de la necedad con -
vertidas en lodo d e vulqaritlad y manchadas por l a s inmundicias
de l o s tontos!" (11, 1 1 ) . Para Ana, todo e l universo t iene co-
mo s u símbolo nCis apropiado e l puro a medio fumar que descansa
en un plato con caf6 derramado, con las cen izas que forman un
"repugnante amasijo impregnado del café . f r i o " {II, 9 - 1 0 ) . Los
versos de Zorr i l la han sido vulgarizados y r idiculizados por
' 'la necesad prosaica", "manchSndolos con su baba.. . pas6ndolos
m i l y mil veces por s u s labios v iscosos como v ientre de sapo"
(11, 48) . . La inagen de l sapo como un mundo f l s i c o e x t r a ñ o y re -
pugnante apareció antes e n la nove la : después d e su primera cog
fesión con Fermin , Ana camina por e l campo soñando con e l vuelo
e s p i r i t u a l ; de repente, se sobresal ta a l a v i s t a de un sapo q u e
la observa: "Ana dio un g r i t o , tuvo miedo. S e l e f i g u r d que aquel
sapo habPa estado oyendola pensar y se burlaba de sus i lus iones"
. . ( I , 264-65). Y en e l t i l t i m o pdrrafo de l a novela e l sapo es o t r a
vez slmbolo de l o repugnante de la mater ia . Ana se ha desmayado
e n l a c a t e d r a l y Celedonio, movido por "una perversi6n de l a p e r -
versi6n de s u l a s c i v i a . . . . i n c l i n B e l rostro asqueroso sobre e l
dn l a Regenta y l e besó las labios . Ana volvi6 a l a vida ras-
gando l a s n i e b l a s de un d e l i r i o que l e causaba n6useas. HabPa
crezdo sentir sobre l a boca. e l v i e n t r e v i s c o s o y f r f o de un sa -
PO" (11, 521). Los temas introducidos humoristicamente e n e l ca-
p l tu lo I - l a mezcla ambiqua d e erotismo y r e l i g i ó n , d e carna-
lidad y espiritualidad - han llegado a una conclusi6n t r6g ica
y grotesca.
Amor, r c l i g i b n , y f i s i o l o g f a ti.endcn constantemente a fusionarse
gro de convcrt irsc en s u op~csto, una materialidad perversa y
horr ipi lantc . Al d e t a l l a r cuidadosamente l a s costumbres de l a
ciudad, Alas p i n t a l a vida interior endurecida en patrones so -
c ia les es tereot ipados , y en l o s retratos ps icológicos de sus'
protagonistas muest-ra cdmo 1.0 f í s i c o socava l o e s p i r i t u a l y cb -
mo los personajes ven este proceso como una verdadera corrupción
material . La comedia de Vetusta y e l drama d e Ana y Fermh .son
l a expresión dual necesaria de la separación y - e l desequi l ibr io
de l o r e a l y l o ideal .
21.
N O !I' A S
1. La pintura detallada del murido social puede inducir al lector
a pensar que se trata de una novela naturalista. Los crlticos
m6s recientes en su mayorfa han rechazado esta clasificaci6n.
y basan sus discusiones en la ausencia de determinism0 ambierj
tal (Eduard J. Gramberg,. "Tres tipos de ambientación en la
novela del siglo. XI):", RHg, XXVIII - /-1962 I 7 , 319; tambign William Bull, "The Naturalistic Theories of Leopoldo Alas",
PMLA, LXIII - /-1942 - 7, 536-51) o en la densidad psicol6gica de la obra (Mariano Baquero Goyanes, "Exaltaci6n de lo vital
en La Regenta", Prosistas españoles contempordneos - /-Madrid,
1956 - 7, vease tambign Emilio Clocchiatti, "Naturalism0 e idea -
lismo", en Leopoldo A l a s 'Clarin': su crltica y estetica
- /-Quebec, 1949 - 7 ) . Sherman Eoff dice que puede verse a Alas
como naturalista "si pensamos en la preocupacibn del autor por
la pesadez del mundo natural" (The Modern Spanish Novel L-New
York, 1961 - 7, p. 7 9 ) , pero añade que Ana no es "ni un producto
de su medio ambiente ni una degeneraci6n derivada de él". Nos
recuerda el énfasis que-el novelista pone en la relaci6n entre
de La Regenta no es la presencia o ausencia de un lazo causal
entre medio ambiente y personal.idad (la Cuestibn del naturalis -
mo) sino de qué manera Ctarln utiliza ambos elementos para d e
sarrollar su tema de la divisibn deshumanizadora entre espfritu
y materia.
' 3 . Leopoldo A l a s , La Regent3 - (Buenos Aires, 1 9 4 6 ) . Todas las
re ferenc ias son a e s t a d i c i d n .
4 . Sherman E o f f dice que e l asunto fundamental de La Reqenta es
" l a pesadez de l mundo material y e l f r a c a s o d e l amor como un
medio de l iberac i6n" (op. c i t . , p. 7 2 ) . E l amor, s i n embargo,
no es e l Clnico nedio de l iberacidn que Ana intenta .
5 . E. Alarcos Llorach - "Notas a La Regenta", Archivum, I1
(1952)- "Y l a obra se muerde l a c o l a : de octubre a octubre,
de l a c a t e d r a l a l a c a t e d r a l ; a l p r i n c i p i o ' e l v i e n t o s u r ,
c a l i e n t e y perezoso, empujaba l a s nubes blanquecinas' (cap.
I ) ; e l f i n a l , tambien 'una tarde en que soplaba e l v i e n t o
s u r , perezoso y cal iente ' (cap. X X X ) . No ha pasaso nada, Ve-
tus ta indi ferente . Los que t ientan a l o s dioses, queriendo
s a l i r de l a n i e b l a , r e c i b e n s u cast igo" (p. 158).
6 . A l o largo de toda la novela , Alas denuestra la indivis ibi -
' l idad de sensaci6n y emocidn. Los famosos pasajes preprous-
tian-os en 10; que una sensacidn f i s i c a e s t i m u l a l a memoria
son ejemplos de e s t a t6c:nica ( l a sensacidn de l a ssbana con -
t r a l a m e j i l l a de Ana provoca el recuerdo d e escenas d e l a
infancia - /-I, 194 - 7 ) . Otros ejemplos son l a representaci6n
de estados afectivos y.rnentales e n t6minos sensor ia les (Fer -
I.
't
min " h a b l a olfateado y gustado el incienso de l a alabanza''
- /-I, 4 3 - 7; "Lo que s c n t f a e n presencia de l a heroica ciudad
era gula; hacfa su anatomía ... como e l gastr6nomo que busca
l o s bocados apebitosos" " /"I, 41-7; s u dominio sobre l a c i u -
. -
dad le da "una especie de placer material" - /-I, 43-7, "aquel
placer i n t e n s o , i n f a n t i l y mater ia l que gozaba de Pas como
un pecado d e l a s c i v i a " - /"I, 44 -7 1 , l a - f u s i 6 n de pensamiento
y percepci6n ("parecía ... que l a s i d e a s se mezclaban y confun -
dlan, que las nociones morales se deslucfan.. . era un r e l a j a -
miento, algo que a l .di lac :erar la voluntad, a l vencer la , causa -
ba e n las entrañas placer , como un soplo f resco que recorr ie -
se l a s venas y l a medula de l o s huesos" - /-II, 2 4 - 7 ) , y l a fre -
cuente incapacidad d e los personaj.es para distinguir entre l o
sensoria l y l o emocional (Ana s iente "dolores inefables que
e l l a s e n t l a e n l o m6s suyo, e n algo que s e r i a cuerpo, pero
que parecia alma, segbn era Intimo", ~ 2 1 , llr/, y Obdulia ex -
perimenta "un secreto dolor que t e n l a en e l fondo una volup-
tuosidad como l a produce una esencia muy fuerte; aquellos pin -
chazos que sent la e n e l orgullo y e l algo m& guardado, m6s
de las ent rañas" , 1 1 , 1 4 : 1 .
7 . Alarcos Llorach, op. c i t . . , pp. 1 4 8 - 1 5 0 .
8 . La psicología erdt ica de Fermln es muy di ferente de l a d e l c
padre Amaro d e EFa de Queiroz cuyo amor pasivo, sentimental
y doloroso, se convierte , , una, vez que se imagina l a p o s i b i l i
dad d e hacen e l amor a Anmlia, c n un plan d e seduccidn y sa-
-
. . , . .
24.
9. A lo l a r g o de l-o<ia la novela la sotana es el d i s f r a z de la
sexualidad d e l c u r a : " s u c u e r p o fuerte, oculto ba jo e l man - teo e p i c e n o " ( I , 3 2 2 ) - disfraz y a r m a d u r a : s u e n t r a d a . e n
e l l i b r o se a n u n c i a por s u sonido como de 1,Stigo "rumor sil - b a n t e , como el d e una voz apagada que impusiera s i l e n c i o "
(I, 35), q u e i m p o n e s i l . e n c i o a l o s demds y a las e x i g e n c i a s
de su propia n a t u r a l e z a .
1 0 . Frank Durand - " C h a r a c t e r i z a t i o n i n La R e g e n t a : P o i n t o f
View and Theme", - BHS, X L I ( 1 9 6 4 1 , 86 -100 - a n a l i z a estos
episodios d e l espejo como ejemplo de l a h a b i l i d a d de A l a s pa
r a c a r a c t e r i z a r : por medio de ellos a l g d n aspecto c o n s c i e n -
t e m e n t e e s c o n d i d o d e la p e r s o n a l i d a d se revela t a n t o al per-
s o n a j e como a l lector' (Ipp. 96-98) .
, 1