la enseñanza del arte de vivir y gobernar los sofistas

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Page 1: La enseñanza del arte de vivir y gobernar   los sofistas

LA ENSEÑANZA DEL ARTE DE VIVIR Y GOBERNAR LA ENSEÑANZA DEL ARTE DE VIVIR Y GOBERNAR LA ENSEÑANZA DEL ARTE DE VIVIR Y GOBERNAR LA ENSEÑANZA DEL ARTE DE VIVIR Y GOBERNAR –––– LOS SOFISTASLOS SOFISTASLOS SOFISTASLOS SOFISTAS

Insinuación nº Insinuación nº Insinuación nº Insinuación nº 8888 ©Félix Sánchez-2011

En el contexto social, político y jurídico originado por la democracia, la mayor participación de los ciudadanos en foros de debate y resolución de problemas y conflictos, y el aumento de la discusión democratizadora en la esfera pública, hizo surgir una nueva forma de pensar cómo los gobernantes debían realizar sus cometidos, cómo se debía impartir justicia para que esta no distinguiera a los hombres según sus características y condiciones, sino un tratamiento como simples hombres con responsabilidades entre todos los suyos (cumplimiento y elaboración a la vez de las leyes). Esas discusiones, esos debates, esas cuestiones por resolver, esas asambleas populares, fomentaron la necesidad y la capacidad de adquirir cierta habilidad dialéctica (mostrar la credibilidad de tus afirmaciones

frente a los discursos contrarios). Cuando un mayor número de personas pueden expresar su pensamiento en forma de opinión, mayor controversia aparece antes de establecer las conclusiones. La consecuencia es el enriquecimiento de las posibles soluciones y vías de actuación, pero la oposición y los oponentes hacia ciertas ponencias creaban la insuficiencia de tener que demostrar cuál sería las más oportuna y beneficiosa para corresponder con el máximo interés de todos. La aspiración por el poder se incrementa, y había que estar preparado. La situación requería por tanto, aumentar la capacidad de convicción. Y así, aumentar la capacidad de dar evidencias sobre la veracidad de los argumentos, con explicaciones concluyentes, casi infalibles. Todo ello propicia la aparición de pensadores que se especializaron en su enseñanza: adquisición de esas capacidades. El conjunto de pensadores griegos que florecen durante la segunda mitad del S. V a. C., son los sofistas. Se les define como un movimiento filosófico de maestros que enseñaban el arte de hablar correctamente a todo aquel individuo que quisiera triunfar en sociedad y política. A. Retórica: es el arte de hablar correctamente que constituye un

conjunto de reglas y principios en el bien decir. B. Dialéctica: es el arte de desmontar los argumentos contrarios

mostrando su falsedad, a la vez que se muestra la veracidad de los propios. Descubrimiento metodológico de la verdad.

C. Oratoria : es el arte de hablar con elocuencia y deleite: conmoviendo o persuadiendo al auditorio.

SOFISTAS

Son los primeros que profesionalizan la tarea de enseñar. Se produce la institucionalización de la educación, en la que con proyectos bien definidos, se apartaban de la enseñanza tradicional porque la consideraban impropia para la época.

Organizaban cursos completos y cobraban por su impartición. En sus enseñanzas no solo incluían la retórica y la dialéctica, sino una amplia variedad de disciplinas humanísticas: política, derecho, moral…

Reformulan las teorías físicas de otros filósofos. Hacen filosofía.

Preocupación político-social por el sistema democrático de Atenas para hacerse sabios y expertos en asuntos de la vida.

Abren una etapa antropológica: el centro de estudio pasa a ser el hombre, en su sentido físico (biológico) y en su comportamiento cultural y social. El sujeto como problema fundamental.

Principales sofistas: PROTÁGORAS, HIPIA Y GORGIAS.

IDEAS PRINCIPALES

1. El logos de los sofistas es el lenguaje: medio a través del cual se expresa el ser, la realidad, lo que debe ser y lo que es. La realidad es independiente al conocimiento. También el lenguaje, porque es autónomo con multitud de utilidades. La dialéctica y la retórica eran medios de persuasión para la defensa de intereses particulares, ya que no puede manifestar alguna verdad absoluta.

2. Postura escéptica y relativista sobre la capacidad cognitiva del hombre, sus normas y sus instituciones. -Escepticismo: no podemos conocer las cosas en sí mismas, sólo determinados aspectos y fenómenos, por eso no existe la verdad absoluta, no existe la objetividad y nada es en sí verdadero o falso. Cada individuo tiene una visión de las cosas según se le presentan en su posición, circunstancia y situación. -Relativismo: la moral, los valores, las normas y las leyes dependen de la voluntad de los hombres, y se sostienen en el acuerdo de las mismas. Cada pueblo tiene sus propias normas según su contexto histórico, ambiental o físico.

3. Solo podemos conocer ciertos fenómenos, y además, nuestros conocimientos dependen de los sentidos. Según el estado en el que se encuentre un individuo (su situación personal y ambiental) tendrá una opinión particular.

4. El hombre es la medida de todas las cosas: el ser humano como centro filosófico. La preocupación por asuntos sociales, políticos y morales, como el Estado, las creencias, la justicia, la educación, las costumbres, les lleva a descartar los asuntos cosmológicos y teológicos. Suponen la inexistencia de los dioses, porque hablar de ellos les parece algo especulativo, de difícil comprensión, por eso se inclinan por temas prácticos como era la instrucción y la educación. Son agnósticos: nuestro entendimiento no puede acceder a la comprensión de lo absoluto, por tanto defienden la manifestación material de los fenómenos, y su relatividad.

5. Utilitarismo: si nada es más justo o injusto, ni más verdadero o falso, hay qué encontrar las normas, valores y comportamientos más útiles, los que prefiera la mayoría como más beneficiosos. Lo bueno y lo malo depende de cada comunidad, por eso es relativo. Habrá normas o valores más útiles y ventajosos que otros, pero no más verdaderos. La única verdad es la de cada uno, y en su capacidad estará hacerla valer ante los demás.

6. Lo convencional (nomos): toda institución, ley, norma moral, jurídica o política es producto de la voluntad humana, de los acuerdos, por tanto el propio hombre se encarga de que todo ello sea cumplido. Esto hace diferenciar el nomos de la naturaleza (physis – lo no creado por el hombre), no todo surge de la physis.