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GOYTISOLO, UN RARO INNOVADOR EL JURADO DEL PREMIO CERVANTES ELIGIÓ RECIENTEMENTE AL ESCRITOR POR “SU CAPACIDAD INDAGATORIA EN EL LENGUAJE” Y SU “APUESTA PERMANENTE POR EL DIÁLOGO INTERCULTURAL”. RECUERDOS DE UNA EVASIÓN LA FUGA DE LA ISLA DE COATI (EN EL APOGEO DE LA DICTADURA DE BANZER EN 1972) ES UN EPISODIO QUE BRINDA A LA HISTORIA UN TESTIMONIO DE RESISTENCIA, LUCHA Y VALOR. UNO DE LOS ESCAPISTAS, A TRAVÉS DE LA CRÓNICA DE LUIS MÉRIDA COIMBRA, NARRA LOS HECHOS DE AQUELLOS DÍAS TURBULENTOS. 3 7 DOMINGO | 30 de noviembre de 2014 | año 6 | N° 261 elnuevoherald.com

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GOYTISOLO, UN RARO INNOVADOREL JURADO DEL PREMIO CERVANTES ELIGIÓ RECIENTEMENTE AL ESCRITOR POR “SU CAPACIDAD INDAGATORIA EN EL LENGUAJE” Y SU “APUESTA PERMANENTE POR EL DIÁLOGO INTERCULTURAL”.

RECUERDOS DE UNA EVASIÓN

LA FUGA DE LA ISLA DE COATI (EN EL APOGEO DE LA DICTADURA DE BANZER EN 1972) ES UN EPISODIO QUE BRINDA A LA HISTORIA UN TESTIMONIO DE RESISTENCIA, LUCHA Y VALOR. UNO DE LOS ESCAPISTAS, A TRAVÉS DE LA CRÓNICA DE LUIS MÉRIDA COIMBRA, NARRA LOS HECHOS DE AQUELLOS DÍAS TURBULENTOS.

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DOMINGO | 30 de noviembre de 2014 | año 6 | N° 261el

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2 Domingo 30 de noviembre de 2014

Versos aymaras desde Ayo Ayo

JISK’A CH’IKHI CH’UMPHI QAWRAQALLITO

Jisk’ach’ikhich’umphiqawraqallitu

Wali jiwitakiwauñnaqastaxa,

uñnaqatamaxa, wali p’ikhitu

-Pabluchuyatichirimaxa,

jumaruxaakhamaamuysmaxa.

-Jisk’ap’iqisitumasti, wali askiamuyt’ani

Jilirimallku Evo Moralesukajilatjamaaskic

h’ikhiamuyuni, lup’iwini

-Jisk’alakitamasti,

aruskipasipxañasakipunirakispawapanka

El Cambio ukalaphinakapjama

-Jisk’aajanitumasti, wali quñitaki, pata

pampanajakasirikullakitanaajanitupjama

Niyasamunarañpacha.

-Jisk’akunkitamasti,kunkikunkachayirin

ayraqataru

Jilata Evo Morales Ayma,

kunkimpikunkachayimarkasana suma

qamañajikxatañataki.

-Jisk’ajinchitumastiwaliariist’awinimarka

chirinakatakixa

tumaykujaqinakastijinchujawq’arasipach

parumarkachirinakatakixa.

-Jisk’at’arwitamanakasti,

taqikastalurawini,samini

Kullasuyumarkachirinakapakas-

pasaukhamataqpachanitaqini.

-Jisk’awich’inkhitamastiwalip’irunaqti,uk

saruaksaru,

Ukañanqha politico aqinakaruwa,

axanuqijanimayampiirnaqapxañapataki,

Aka markasataypina.

-Jisk’ach’ikhich’umphiqawraqallitu

-Nayayatichirimaxa,ch’amampikatuntiris

ma……katuntasinsti, kunkat’aqaqirisma

T’aqaqasinsti, wilamampi pacha

mamaruch’alljirista, umantayirista.

LLAMITA VIVO AMARILLO Y CAFÉ

Tu mirada es bonita

Tu mirada es viva

Profesor Paulino sería su maestro

Yo te valoro así

Tu cabecita es bien inteligente

Tan vivo y tan ágil como el presidente

Evo Morales Ayma

Tu boquita es como el periódico

Cambio instrumento de comunicación,

muchas cosas nos haces saber.

Tu pequeña carita es bien suave y

bonita como para dar beso a una

cholita indígena campesina.

Tu cuellito largo, lleva a la dirección

del proceso de cambio, buscando el

Vivir Bien.

Tus orejitas están alertas para escuchar

al pueblo, pero las personas que tienen

orejas largas sacude hay no más es

decir no escucha al pueblo.

Tu piquito no es fácil de romper, como

política del gobierno presidente Evo

Morales no se hace dominar fácil

con las personas que están contra el

proceso de cambio.

Tu lanita es tan fina como

socioproductivo y multicolor,

que aglutina al pueblo del Estado

Plurinacional de Bolivia.

Tu pequeña colita hace movimiento

a todo lado, es como negar por vida a

los partidos políticos opositores que

vienen engañando durante la campaña

electoral al pueblo boliviano.

Yo te puedo agarrar con fuerza una vez

agarrando te puedo arrancar tu cuello,

luego derramar tu sangre para pagar a

la Madre Tierra.

Paulino López CondoriEl yatichiri Paulino López Condori, director del núcleo Sullcavi, distrito educativo de Ayo Ayo, presenta estos versos socioproductivo comunita-rios escritos en aymara y dedicados al presidente Evo Morales y al pro-ceso de cambio que vive el país.

DIRECTORAdalid Cabrera Lemuz

EDITOR GENERALJavier Mancilla Luna

EDITOR DE LA ESQUINAMiguel A. Rivera G.

Colaboradores: Juan Cori Ch.Víctor Montoya

Diseño: Eusebio Lazo Sumi

Diagramación: Horacio Copa Vargas

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3Domingo 30 de noviembre

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“Al llegar al hotel me dieron la mala noticia”, respondió, aún dudoso, al hablar del reconocimiento que allá, en 2008, logró: el Premio Nacional de las Letras Españolas.

“No soy ni grosero ni descortés, pero no me considero un bien nacional, me horro-riza todo nacionalismo. Cuando me dan un premio dudo de mí mismo. Sólo cuando me declaran persona non grata, como me pasó en Almería, sé que tengo razón”, argumentó Juan Goytisolo.

A diferencia de aquella ocasión, ahora la noticia la recibió en su casa en Marrakech, donde vive hace 18 años, tras la muerte, en 1996, de su mujer, la escritora Monique Lange. Allí recibió la llamada que, tras una reñida de-liberación, le anunciaba el premio Cervantes, el más importante de las letras en español. ¿Las razones del jurado? “Su capacidad inda-gatoria en el lenguaje” y su “apuesta perma-nente por el diálogo intercultural”.

El autor de Juegos de manos (1954) y Duelo en el paraíso (1955), entre otras obras, reivindica sus escritos como una suerte de un grito que fue restringido en su momento.

En una conversación con El País, comentó: “Durante el franquismo escribíamos para de-cir lo que la prensa no decía. Había una vo-luntad de testimoniar y de registrar el habla popular. En mi caso, en Campos de Níjar y La Chanca, el de Almería. Fue gracias a la mili en una compañía llena de reclutas almerienses”.

En efecto, en Juegos de manos, Goytisolo muestra un relato de realismo social sobre jóvenes desafectos de la burguesía españo-la de los cincuenta que juegan a ser rebel-des y anarquistas mientras viven del dinero de sus padres, un grupo de los cuales fanta-sea con la idea de matar a un político y ha-cer que parezca un robo. Sólo uno tiene que apretar el gatillo y el resto ser meros obser-vadores, pero, ¿quién hará los honores? Nin-guno de ellos está dispuesto a ser voluntario para hacer el trabajo.

“Juegos de Manos es un interesante estudio de la amistad, la traición y la futilidad de la vida en vano”, definió la Biblioteca de La Rioja

Goytisolo fue experimentando en cada es-crito y mostrando una nueva mirada de la for-ma de vida sin apartarse de crítica.

Paisajes después de la batalla (1982), por ejem-plo, muestra la visión de la ciudad como me-

violencia entre cristianos viejos y cristianos nuevos, y esto se traduce en nuevas formas li-terarias en el siglo XV y el XVI. Tercero, el ex-trañamiento del tema erótico. “Menéndez Pi-dal y Unamuno hablan de la cultura española como una cultura casta en contraposición al libertinaje de la francesa. Cuando uno conoce el Cancionero de burlas, La lozana andaluza o La Celestina se encuentra con un rotundo des-mentido a esa afirmación”, argumenta.

Entre todo, Goytisolo se define como un es-critor raro, pero también como innovador o creador así como Cervantes y afirma que “la literatura es el dominio de lo raro. Un creador ha de ser consciente de que hace algo nuevo. Sino, no merece la pena escribir. Aunque te arriesgues a la incomprensión”.

“Cuando uno no tiene nada nuevo que de-cir, se calla”.

Goytisolo“UN CREADOR HA DE SER CONS-CIENTE DE QUE HACE ALGO NUEVO. SINO, NO MERECE LA PENA ESCRIBIR”.

Juan Cori Ch. Periodista

trópoli de índole compleja y multirracial, mezcla dinámica de culturas y etnias, en sín-tesis la migración.

El galardonado escritor señala: “Tanto en París como cuando daba clases en Nueva York me había acostumbrado a una sociedad hete-rogénea. El barrio del Sentier me procuró una educación que ninguna universidad me podía proporcionar: el contacto con inmigrantes de todas las partes del mundo. Cuando llegué a España en el año 76 sólo había españoles, y me pareció terrible”.

Y ahora lo que critica Goytisolo de Espa-ña es el “vigente canon nacionalcatólico”. “Yo tengo fama de heterodoxo y nunca he busca-do la heterodoxia, sino ampliar la base del ca-non, es decir, incorporar lo que había sido de-jado de lado por fidelidad a un relato histórico que no se corresponde con la realidad”.

En esa línea, identifica tres temas tabú en la cultura española. Uno, el carácter mudéjar de la literatura española en los tres primeros siglos: escribiendo en lengua romance, pero inspirándose en modelos literarios árabes.

El segundo, del problema de la limpieza de sangre: la literatura está embebida de la

El laureado escritor y dos de sus obras más conocidas.

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Crónica de una hazaña: La fuga de CoatiEL TESTIMONIO DE MARIO SALINAS JALDÍN RECUERDA ALGUNOS DE LOS AVATARES DEL ESCAPE DE LA ISLA DURANTE LA DICTADURA DE BANZER.

Luís Mérida CoímbraCineasta y poeta [email protected] - Archivo fotográfico de Mario Salinas.

HISTORIA

1. El Estado Mayor del operativo, con Alfonso Camacho Peña, Froilán Aguilar y Max Menacho.2. Gastón Urquidi y Édgar Rivero en el aeropuero José Martí, en La Habana, Cuba.3. A la derecha, con chompa negra, Mario Salinas. Con lentes, mirando a la cámara, Eusebio Gironda. 4. Dionisio Huaynapaco,Paulino Benítez, David Villegas y Pedro Paputsakis, en Cuba.5. Revisión médica a Fernando Alvarado, en el citado aeropuerto.

se encontraban. Los rehenes balseros fue-ron liberados. “Puteaban en aymara por lo que les habíamos obligado a traerlos esa no-che negra de noviembre”.

“Nos dividimos en varios grupos, y bajo la oscuridad más penetrante comenzamos la caminata sin más apoyo que nuestra in-tuición”. Sus fuerzas físicas estaban bajas dada la mala alimentación que sufrieron en el cautiverio.

“Marcha tenaz y forzada fue toda la no-che; pesada, doliente, con aviones que so-brevolaban el espacio aéreo arrojándonos bengalas, andábamos con sed”. Sin embar-go, la firmeza, la convicción de lucha, moti-vó a este grupo a continuar hasta la victoria o la muerte. Caminaron horas, hasta que el amanecer luminoso anunció la libertad.

Después del golpe del 21 de agosto de 1971, las fuerzas políticas de izquierda es-taban en franca defensiva, pocos militantes habían quedado en el país, los más se ha-bían exiliado o estaban presos en las dife-rentes cárceles. Germinal era la resistencia contra la dictadura.

Este hecho marcó y fue el renacimiento de la voluntad de vencer, de no perder espe-ranzas. La resistencia se fortaleció, habían dado un gran acicate para el germinal mo-vimiento de liberación y resistencia, vién-dose con esta acción política, fortalecidos.

Continúa: “al amanecer nos detuvimos un grupo en la casa de un campesino, un tanto para descansar y beber, otro para que nos oriente dónde nos encontrábamos, fe-liz fue la noticia: ¡Ya estábamos en el Perú! Abrazos, júbilo, risas, llanto, cerveza; otros se persignaban, otros daban gritos de vic-toria y mueras a la dictadura banzerista. El Gobernador fue abandonado en territorio peruano. El sobrevuelo de aviones militares bolivianos en territorio peruano y sus tiros rasantes, de nada servían”.

La población campesina peruana los re-cibió con aplausos, les daban comida, su-culentos desayunos, hubo jaleo general en Yunguyo. Se entregaron a la policía perua-na con su pequeño arsenal de ocho metra-lletas, 12 fusiles, y algunas armas cortas.

Los trasladaron en camión a Puno, luego a Juliaca, adonde los esperaba un avión mili-tar para trasladarlos a Lima, donde pernoc-taron una noche, Chile les negó asilo, Arge-lia aceptó recibirlos, pero no existían fondos para pagar los pasajes vía aérea, luego la hermana, la solidaria República de Cuba en-vió un avión a recogerlos, su destino final fue La Habana, territorio libre de América.

El 6 de noviembre llegaron al atardecer, los recibieron con la más alta solidaridad internacionalista. Un gran final para un nuevo comienzo de los revolucionarios. Un gran arranque en la lucha contra la dicta-dura banzerista. Una hazaña de valor en la historia política de la izquierda boliviana.

de Coati, en la Isla de la Luna, en el lago Titicaca.

Salinas comenta: “La tarde estaba vento-sa, había aire cruzado. Comenzó la opera-ción al grito ‘¡Banzer ha caído!’, se tomó por asalto la Gobernación, apresando al Gober-nador, se redujo a los ‘tiras’ y se los encerró, se confiscó la radio, los puestos de vigía fue-ron copados, además de las embarcaciones qué, casualmente, se mantenían en el mue-lle improvisado construido por los presos. La operación fue un éxito y la sorpresa dejó mudos a los carceleros”.

“Luego de la toma militar con puñales improvisados de lata de sardinas; con me-tralletas, pistolas y fusiles obtenidos en el asalto, obligamos a los balseros, habitantes aymaras de la isla, a trasladarnos a Sampa-ya, población frente a la isla”. El clima era de tempestades, el lago estaba picado, nu-bes negras asolaban la isla.

Atardecer del 2 de noviembre 1972. En medio de las aguas, valientes hombres na-vegan el lago sagrado buscando su liber-tad, sólo se oye el chapotear de los remos; el viento silba en lontananza; habían que-dado atrás la Isla de la Luna, la prisión de Coati, las nostalgias familiares, los atarde-ceres ubérrimos, los lentos días en prisión con sus heladas noches andinas.

El 6 de noviembre de 2014, la Asamblea Legislativa Plurina-cional de Bolivia, en la Cámara de Senadores rindió homenaje y reconocimiento “a los valientes

hombres luchadores sociales que fugaron de los campos de concentración de Alto Madidi y la Isla de Coati”, como reza la de-claración camaral de esa fecha.

Crónica de una hazaña: La fuga de Coati está relatada por un hombre de eterna ju-ventud y diáfana claridad: Mario Salinas Jaldín, potosino de Uyuni, quien fue uno de los homenajeados y que junto con los demás participantes demostró con esta acción dignidad, honor, valor y firmeza.

Bolivia, día de Todos Santos de 1972. Los prisioneros políticos ganaban un par-tido de fútbol contra los carceleros (ti-ras) en la prisión de máxima seguridad

Cuando ya se encontraban en mitad de la ruta, al filo del anochecer, aparecieron tres grandes fogatas en el cerro de la isla. La habían prendido los ‘tiras’ para alertar a tierra firme sobre la toma y fuga; y para iluminar el lago y divisar los barquitos de madera, que, repletos de evadidos, nave-gaban las oscuras aguas del lago. Los con-tornos del fuego iluminaban la extensión lacustre creando un aspecto onírico, telú-rico, lo que generó una profunda emoción en los libertarios navegantes.

“Éramos 72 los evadidos del penal de prisioneros políticos peligrosos que había-mos ridiculizado a la dictadura con esta ac-ción de dignidad revolucionaria, llegamos 67 a destino final. La isla de la libertad: la Cuba socialista”.

Todo estaba rodeado de tensión y volun-tad, el frío de la noche altiplánica era inten-so, golpeaba a los evadidos. Todos unidos en la solidaridad. Una eternidad duró la trave-sía náutica, la inexperiencia y las condicio-nes meteorológicas eran adversas y con las naves sobrecargadas de hombres.

Larga noche tuvieron que marchar luego del desembarco exitoso en la zona de Sam-paya. El grupo decidió caminar buscando la población más cercana del Perú: Yunguyo, distante a 40 kilómetros del punto en que

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Crónica de una hazaña: La fuga de CoatiEL TESTIMONIO DE MARIO SALINAS JALDÍN RECUERDA ALGUNOS DE LOS AVATARES DEL ESCAPE DE LA ISLA DURANTE LA DICTADURA DE BANZER.

Luís Mérida CoímbraCineasta y poeta [email protected] - Archivo fotográfico de Mario Salinas.

HISTORIA

1. El Estado Mayor del operativo, con Alfonso Camacho Peña, Froilán Aguilar y Max Menacho.2. Gastón Urquidi y Édgar Rivero en el aeropuero José Martí, en La Habana, Cuba.3. A la derecha, con chompa negra, Mario Salinas. Con lentes, mirando a la cámara, Eusebio Gironda. 4. Dionisio Huaynapaco,Paulino Benítez, David Villegas y Pedro Paputsakis, en Cuba.5. Revisión médica a Fernando Alvarado, en el citado aeropuerto.

se encontraban. Los rehenes balseros fue-ron liberados. “Puteaban en aymara por lo que les habíamos obligado a traerlos esa no-che negra de noviembre”.

“Nos dividimos en varios grupos, y bajo la oscuridad más penetrante comenzamos la caminata sin más apoyo que nuestra in-tuición”. Sus fuerzas físicas estaban bajas dada la mala alimentación que sufrieron en el cautiverio.

“Marcha tenaz y forzada fue toda la no-che; pesada, doliente, con aviones que so-brevolaban el espacio aéreo arrojándonos bengalas, andábamos con sed”. Sin embar-go, la firmeza, la convicción de lucha, moti-vó a este grupo a continuar hasta la victoria o la muerte. Caminaron horas, hasta que el amanecer luminoso anunció la libertad.

Después del golpe del 21 de agosto de 1971, las fuerzas políticas de izquierda es-taban en franca defensiva, pocos militantes habían quedado en el país, los más se ha-bían exiliado o estaban presos en las dife-rentes cárceles. Germinal era la resistencia contra la dictadura.

Este hecho marcó y fue el renacimiento de la voluntad de vencer, de no perder espe-ranzas. La resistencia se fortaleció, habían dado un gran acicate para el germinal mo-vimiento de liberación y resistencia, vién-dose con esta acción política, fortalecidos.

Continúa: “al amanecer nos detuvimos un grupo en la casa de un campesino, un tanto para descansar y beber, otro para que nos oriente dónde nos encontrábamos, fe-liz fue la noticia: ¡Ya estábamos en el Perú! Abrazos, júbilo, risas, llanto, cerveza; otros se persignaban, otros daban gritos de vic-toria y mueras a la dictadura banzerista. El Gobernador fue abandonado en territorio peruano. El sobrevuelo de aviones militares bolivianos en territorio peruano y sus tiros rasantes, de nada servían”.

La población campesina peruana los re-cibió con aplausos, les daban comida, su-culentos desayunos, hubo jaleo general en Yunguyo. Se entregaron a la policía perua-na con su pequeño arsenal de ocho metra-lletas, 12 fusiles, y algunas armas cortas.

Los trasladaron en camión a Puno, luego a Juliaca, adonde los esperaba un avión mili-tar para trasladarlos a Lima, donde pernoc-taron una noche, Chile les negó asilo, Arge-lia aceptó recibirlos, pero no existían fondos para pagar los pasajes vía aérea, luego la hermana, la solidaria República de Cuba en-vió un avión a recogerlos, su destino final fue La Habana, territorio libre de América.

El 6 de noviembre llegaron al atardecer, los recibieron con la más alta solidaridad internacionalista. Un gran final para un nuevo comienzo de los revolucionarios. Un gran arranque en la lucha contra la dicta-dura banzerista. Una hazaña de valor en la historia política de la izquierda boliviana.

de Coati, en la Isla de la Luna, en el lago Titicaca.

Salinas comenta: “La tarde estaba vento-sa, había aire cruzado. Comenzó la opera-ción al grito ‘¡Banzer ha caído!’, se tomó por asalto la Gobernación, apresando al Gober-nador, se redujo a los ‘tiras’ y se los encerró, se confiscó la radio, los puestos de vigía fue-ron copados, además de las embarcaciones qué, casualmente, se mantenían en el mue-lle improvisado construido por los presos. La operación fue un éxito y la sorpresa dejó mudos a los carceleros”.

“Luego de la toma militar con puñales improvisados de lata de sardinas; con me-tralletas, pistolas y fusiles obtenidos en el asalto, obligamos a los balseros, habitantes aymaras de la isla, a trasladarnos a Sampa-ya, población frente a la isla”. El clima era de tempestades, el lago estaba picado, nu-bes negras asolaban la isla.

Atardecer del 2 de noviembre 1972. En medio de las aguas, valientes hombres na-vegan el lago sagrado buscando su liber-tad, sólo se oye el chapotear de los remos; el viento silba en lontananza; habían que-dado atrás la Isla de la Luna, la prisión de Coati, las nostalgias familiares, los atarde-ceres ubérrimos, los lentos días en prisión con sus heladas noches andinas.

El 6 de noviembre de 2014, la Asamblea Legislativa Plurina-cional de Bolivia, en la Cámara de Senadores rindió homenaje y reconocimiento “a los valientes

hombres luchadores sociales que fugaron de los campos de concentración de Alto Madidi y la Isla de Coati”, como reza la de-claración camaral de esa fecha.

Crónica de una hazaña: La fuga de Coati está relatada por un hombre de eterna ju-ventud y diáfana claridad: Mario Salinas Jaldín, potosino de Uyuni, quien fue uno de los homenajeados y que junto con los demás participantes demostró con esta acción dignidad, honor, valor y firmeza.

Bolivia, día de Todos Santos de 1972. Los prisioneros políticos ganaban un par-tido de fútbol contra los carceleros (ti-ras) en la prisión de máxima seguridad

Cuando ya se encontraban en mitad de la ruta, al filo del anochecer, aparecieron tres grandes fogatas en el cerro de la isla. La habían prendido los ‘tiras’ para alertar a tierra firme sobre la toma y fuga; y para iluminar el lago y divisar los barquitos de madera, que, repletos de evadidos, nave-gaban las oscuras aguas del lago. Los con-tornos del fuego iluminaban la extensión lacustre creando un aspecto onírico, telú-rico, lo que generó una profunda emoción en los libertarios navegantes.

“Éramos 72 los evadidos del penal de prisioneros políticos peligrosos que había-mos ridiculizado a la dictadura con esta ac-ción de dignidad revolucionaria, llegamos 67 a destino final. La isla de la libertad: la Cuba socialista”.

Todo estaba rodeado de tensión y volun-tad, el frío de la noche altiplánica era inten-so, golpeaba a los evadidos. Todos unidos en la solidaridad. Una eternidad duró la trave-sía náutica, la inexperiencia y las condicio-nes meteorológicas eran adversas y con las naves sobrecargadas de hombres.

Larga noche tuvieron que marchar luego del desembarco exitoso en la zona de Sam-paya. El grupo decidió caminar buscando la población más cercana del Perú: Yunguyo, distante a 40 kilómetros del punto en que

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DISCÍPULO EN TIERRA BOLIVIANADe ese modo el poeta y diplomático Mar-

celo Arduz Ruiz conoció en La Paz a quien se convertiría en el principal maestro de su vida y dilecto amigo. Arduz obtuvo mayores referencias sobre la vida y obra de Gomrin-ger en Brasil, donde desempeñó las funcio-nes de cónsul e hizo gran amistad con el poe-ta Haroldo de Campos, uno de los integrantes del grupo Noigrandes. El movimiento de poe-sía concreta de Brasil surgió poco después de que Gomringer lanzara su primera obra y cu-riosamente fueron los encargados de bauti-zar a la corriente como poesía concreta con la venia de Gomringer.

Arduz formó parte de ese movimiento y al retornar a la Cancillería boliviana, a tra-vés de la Embajada suiza, invitó a Gomrin-ger a participar en el Festival Internacional de Cultura en Sucre: “Lo acompañé a Sucre y seguimos hasta Potosí. Y en una segunda oportunidad se lo volvió a invitar para una conferencia en el Goethe Institut y luego en el Centro Pedagógico y Cultural Portales, en Cochabamba. Fue la última vez que Gomrin-ger estuvo en Bolivia, en 1994.

EN TORNO A LA POESÍA CONCRETALa poesía iniciada por Gomringer a mitad

del siglo anterior, había causado verdadero re-vuelo en Europa. En la nueva estética lo visual y lo espacial tienen el mismo grado de importancia que el ritmo y la rima en la poesía lírica, a través de ideogra-mas, tipogramas o pictogramas.

“Yo mismo hice experimentos de poesía concreta siendo niño y me asombra la coincidencia que había establecido entre concepciones tan apar-tadas en la distancia y en el tiempo”, dice Arduz. El diplomático se hizo seguidor de Gomringer y se convirtió en su contacto en Bolivia. También fue a visitar el lugar donde nació el poeta, en Cachuela Esperanza, que en el pasado tuvo una gran importancia económica.

“Hoy el lugar está casi aban-donado, pero el paisaje todavía es maravilloso y cautivante”, ase-

gura Arduz, quien piensa que la poesía de Gomringer se halla entrañablemente ligada a la tierra boliviana.

“Se puede distinguir claramente cier-tas etapas en la historia de la humanidad: la del fuego, la del hierro y otra igualmen-te importante: la del plástico y de la goma, que marcan el ingreso a la modernidad. La goma ha originado, por ejemplo, las llantas de los autos y después las de los aviones. En realidad ha dado movimiento al pensamien-to y a las ideas”, explica.

En 2005, Arduz fue el ministro consejero de la Embajada boliviana en Italia, en Roma. “Desde allá me comuniqué frecuentemente con Gomringer, pero nunca llegué a visitarlo en Ulm ni pudimos concertar un encuentro en otro sitio”, comenta.

A SEIS DÉCADASEste año, la poesía concreta celebra su 60

aniversario. En el 50 aniversario realizamos en la ciudad de La Paz un magnífico home-naje a la Po-Co en los salones de la Canci-llería y este año quere-mos celebrar el 60 aniversario en la propia tierra na-tal de Gomrin-ger, comenta con entusiasmo

Arduz.

Con la fundación de la corriente, la poe-sía se puede dividir en antes y después de la concreta, que derivó en la poesía, la visual y las variantes más actuales. No obstante, hay testimonios de poesía concreta inclu-sive de tiempos prehistóricos, explica Ar-duz. “Siempre ha existido la poesía visual y como prueba de ello se tienen poemas grie-gos o chinos antiguos. Pero él ha sido el pri-mero en dar una estructura teorética”, ase-gura. El diplomático destaca la importancia del aporte literario del poeta beniano equi-valente al de Picasso en la pintura.

RESIDENTE EN ALEMANIAActualmente, Gomringer tiene 88 años y

vive en Rehau, Alemania. Todavía escribe mu-cho y para su cumpleaños de este año ha es-crito 88 sonetos que describen su vida desde los orígenes de su familia, en Bolivia. Es un hombre atareado, cada semana está de viaje pues da conferencias y realiza exposiciones. Durante toda su vida ha coleccionado obras de arte en sus viajes. También suele dar diser-taciones con su hija Nora Gomringer, de 33 años, quien también es poeta.

Me gustaría volver a visitar mi tierra natal, dice Gomringer. Actualmente, un director ale-mán hace un documental sobre su vida; quiso empezar en Cachuela Esperanza, pero el pre-supuesto no alcanzó para cubrir la filmación en la amazonia boliviana. “Me hice suizo, pero

sigo siendo boliviano”, dice este hombre, que ha pasado estos úl-

timos años como residente en Alemania.

El boliviano que inventó la poesía concreta (II)CONTINUACIÓN DEL ARTÍCULO QUE DA CUENTA DE LA INNOVADORA OBRA DE EUGEN GOMRINGEN.

Haster Layla Periodista

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1. El poeta y diplomático Marcelo Arduz Ruiz.2. Eugen Gomringen en plena disertación.

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6 Domingo 30 de noviembre de 2014

DISCÍPULO EN TIERRA BOLIVIANADe ese modo el poeta y diplomático Mar-

celo Arduz Ruiz conoció en La Paz a quien se convertiría en el principal maestro de su vida y dilecto amigo. Arduz obtuvo mayores referencias sobre la vida y obra de Gomrin-ger en Brasil, donde desempeñó las funcio-nes de cónsul e hizo gran amistad con el poe-ta Haroldo de Campos, uno de los integrantes del grupo Noigrandes. El movimiento de poe-sía concreta de Brasil surgió poco después de que Gomringer lanzara su primera obra y cu-riosamente fueron los encargados de bauti-zar a la corriente como poesía concreta con la venia de Gomringer.

Arduz formó parte de ese movimiento y al retornar a la Cancillería boliviana, a tra-vés de la Embajada suiza, invitó a Gomrin-ger a participar en el Festival Internacional de Cultura en Sucre: “Lo acompañé a Sucre y seguimos hasta Potosí. Y en una segunda oportunidad se lo volvió a invitar para una conferencia en el Goethe Institut y luego en el Centro Pedagógico y Cultural Portales, en Cochabamba. Fue la última vez que Gomrin-ger estuvo en Bolivia, en 1994.

EN TORNO A LA POESÍA CONCRETALa poesía iniciada por Gomringer a mitad

del siglo anterior, había causado verdadero re-vuelo en Europa. En la nueva estética lo visual y lo espacial tienen el mismo grado de importancia que el ritmo y la rima en la poesía lírica, a través de ideogra-mas, tipogramas o pictogramas.

“Yo mismo hice experimentos de poesía concreta siendo niño y me asombra la coincidencia que había establecido entre concepciones tan apar-tadas en la distancia y en el tiempo”, dice Arduz. El diplomático se hizo seguidor de Gomringer y se convirtió en su contacto en Bolivia. También fue a visitar el lugar donde nació el poeta, en Cachuela Esperanza, que en el pasado tuvo una gran importancia económica.

“Hoy el lugar está casi aban-donado, pero el paisaje todavía es maravilloso y cautivante”, ase-

gura Arduz, quien piensa que la poesía de Gomringer se halla entrañablemente ligada a la tierra boliviana.

“Se puede distinguir claramente cier-tas etapas en la historia de la humanidad: la del fuego, la del hierro y otra igualmen-te importante: la del plástico y de la goma, que marcan el ingreso a la modernidad. La goma ha originado, por ejemplo, las llantas de los autos y después las de los aviones. En realidad ha dado movimiento al pensamien-to y a las ideas”, explica.

En 2005, Arduz fue el ministro consejero de la Embajada boliviana en Italia, en Roma. “Desde allá me comuniqué frecuentemente con Gomringer, pero nunca llegué a visitarlo en Ulm ni pudimos concertar un encuentro en otro sitio”, comenta.

A SEIS DÉCADASEste año, la poesía concreta celebra su 60

aniversario. En el 50 aniversario realizamos en la ciudad de La Paz un magnífico home-naje a la Po-Co en los salones de la Canci-llería y este año quere-mos celebrar el 60 aniversario en la propia tierra na-tal de Gomrin-ger, comenta con entusiasmo

Arduz.

Con la fundación de la corriente, la poe-sía se puede dividir en antes y después de la concreta, que derivó en la poesía, la visual y las variantes más actuales. No obstante, hay testimonios de poesía concreta inclu-sive de tiempos prehistóricos, explica Ar-duz. “Siempre ha existido la poesía visual y como prueba de ello se tienen poemas grie-gos o chinos antiguos. Pero él ha sido el pri-mero en dar una estructura teorética”, ase-gura. El diplomático destaca la importancia del aporte literario del poeta beniano equi-valente al de Picasso en la pintura.

RESIDENTE EN ALEMANIAActualmente, Gomringer tiene 88 años y

vive en Rehau, Alemania. Todavía escribe mu-cho y para su cumpleaños de este año ha es-crito 88 sonetos que describen su vida desde los orígenes de su familia, en Bolivia. Es un hombre atareado, cada semana está de viaje pues da conferencias y realiza exposiciones. Durante toda su vida ha coleccionado obras de arte en sus viajes. También suele dar diser-taciones con su hija Nora Gomringer, de 33 años, quien también es poeta.

Me gustaría volver a visitar mi tierra natal, dice Gomringer. Actualmente, un director ale-mán hace un documental sobre su vida; quiso empezar en Cachuela Esperanza, pero el pre-supuesto no alcanzó para cubrir la filmación en la amazonia boliviana. “Me hice suizo, pero

sigo siendo boliviano”, dice este hombre, que ha pasado estos úl-

timos años como residente en Alemania.

El boliviano que inventó la poesía concreta (II)CONTINUACIÓN DEL ARTÍCULO QUE DA CUENTA DE LA INNOVADORA OBRA DE EUGEN GOMRINGEN.

Haster Layla Periodista

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1. El poeta y diplomático Marcelo Arduz Ruiz.2. Eugen Gomringen en plena disertación.

7Domingo 30 de noviembre

de 2014

Es paradójico que el amor de Adol-fo Bioy Casares por el cine sea un amor no correspondido. Y no por-que el cine no se haya acercado a los relatos de Bioy, si se tiene en

cuenta que ya en 1950 un padre cineasta y un hijo en tren de serlo —Leopoldo Torres Ríos y un veinteañero Leopoldo Torre Nils-son— convirtieron la nouvelle El perjurio de la nieve en la película El crimen de Oribe, edi-tada cuatro años antes, dando por resultado quizá la mejor versión de ese cruce.

El cine frecuentó a Bioy casi tanto como Bioy frecuentó el cine. Si él lo visitó como espectador o reseñando filmes con el seudó-nimo de Aristóbulo Talasz, el cine frecuen-tó los relatos de Bioy con insistencia desde esa incursión temprana de Torres Ríos-Torre Nilsson, quizá por la tentación de cineastas que intuyeron que allí había “tramas para cineastas” y no —como dijera Bioy tiempo después, ironizando sobre la compulsión de llevar al cine La invención de Morel— fatídi-cas “trampas para cineastas”.

¿Qué es lo que llevó a tantos cineastas y de tantas latitudes a dejarse tentar por Bioy, con suerte sistemáticamente adversa? En casi todas las versiones cinematográficas reaparece la elección de relatos con un de-nominador común: un narrador que se ve inmerso en historias con un enigma en el centro, y por esa grieta se cuela una inves-tigación en la que queda atrapado. Era lo que privilegiaba el italiano Emidio Greco en L`invenzione di Morel (1971), pero también Mercedes Frutos en su peronizada traslación Otra esperanza (1991), Alejandro Areal Vélez resolviendo en clave onírica en el video En memoria de Paulina (1992), Sergio Renán en El sueño de los héroes (1997) o Alejandro Chom-ski en Dormir al sol (2012).

Si los relatos de Bioy que suelen tentar al cine toman la forma de una telaraña para cineastas no es tanto porque haya siempre una mujer amada y perdida y hasta congela-da, ni porque se eviten ideas como la proyec-ción, el ritual y lo fantasmático como con-ducto a la fatalidad, tan medulares en estas transposiciones o en otras que bien podrían (mejor no) ocurrir, con cuentos como Planes para una fuga al Carmelo, o De la forma del mun-do. Más bien, en su voluntad de literalidad anecdótica parece esfumarse la engañosa li-gereza del tono, ese juego que intenta orga-nizar lo indescifrable.

Es así como las incursiones más produc-tivas del cine con Bioy han sucedido en las transposiciones no declaradas, donde se trafica a Bioy más que “adaptarlo” —y la palabra no puede ser más frenopáticamen-te pertinente—, y los filmes ya no se atrin-cheran en los argumentos sino en algunas ideas centrales. Si tomamos La invención de Morel se puede ver que, en Hace un año en Ma-rienbad (1961), el director Alain Resnais y su guionista Alain Robbe-Grillet en vez de un culto a la literalidad tomaron algunas líneas decisivas como la proyección recurrente en la que se desliza una mujer evanescente o reencontrada, desplegando un laberinto que es a la vez un lugar y una clave sobre la for-ma misma de la película. No es la isla de-sierta ni la máquina lo que producen esas figuras fantasmáticas sino la propia subjeti-vidad, en la que se fusionan la del personaje y la del filme. Como buena película fundan-te de la modernidad, disuelve la repetición

de situaciones en escenarios disímiles en una zona donde el sueño y la vigilia han di-namitado sus membranas aislantes, con lo que Hace un año en Marienbad termina por ser la versión enigmática del fragmento onírico de Sherlock Jr., que Buster Keaton realizara casi cuarenta años antes.

Una década más tarde, Andrei Tarkovski traspuso como Solaris (foto que acompaña la nota) la novela de ciencia-ficción de Stanis-law Lem, y muchos han notado la cercanía entre ese memorable océano que materiali-zaba deseos y la idea de la proyección rituali-zada de La invención de Morel. Aunque el encie-rro en esa estación espacial —como el castillo y los jardines de Marienbad— y la presencia omnímoda del agua —como variación de la máquina de proyección de Bioy— parezcan alusiones evidentes a la isla en la que cae el narrador de la novela de Bioy, las referencias parecen más un efecto de lectura que de refe-rencias contundentes de un traspaso. En todo caso, también se puede pensar en la serie Lost como una versión vagamente explicativa de algunos núcleos de La invención de Morel, aún admitiendo que la isla desierta se ha poblado, que el sistema de reproducción ha devenido radiotransmisor y que los sistemas de altera-ción temporal aplanaron la inquietud de lo fantasmático que proponía Bioy.

De manera inversa a su voluntad de evi-tar trabajar en las versiones de sus pro-pios relatos, Bioy participó junto a Jorge Luis Borges en la escritura de varios guio-nes. Más aún: siempre se ocupó en subra-yar que era Borges quien lo empujaba a es-cribirlos y que en buena medida aceptaba la invitación por el solo placer de trabajar juntos, como si el cine fuera —al menos inicialmente— otro modo de la felicidad que los condujera a experiencias como la de Bustos Domecq.

Si los guiones para cine se cuentan con los dedos de una mano —el olvidable resul-tado de Los orilleros, de Ricardo Luna, y el jamás filmado El paraíso de los creyentes—, hay al menos dos de ellos que van a bri-llar en películas autónomas, si acaso cabe el término, sabiendo que quienes colabora-ron con el director Hugo Santiago fueron Borges y Bioy. En 1969 coescriben con el ci-neasta Invasión, casi unánimemente consi-derada una de las mejores de toda la histo-ria del cine argentino, en la que imaginan una Buenos Aires a la vez mítica y fantás-tica, llamada Aquilea. Allí un viejo líder llamado Don Porfirio organiza a un grupo para que defienda la ciudad del asedio de otro grupo que parece querer ocuparla. “La ciudad es más que los hombres”, dice el vie-jo, aludiendo a todo aquello que la ciudad está a punto de perder: las tradiciones, la fisonomía, el coraje y los modos de amar.

Cinco años después, Santiago vuelve a reunir a Bioy con Borges en Les autres (Los otros), película decididamente francesa que se estrena en el Festival de Cannes, que nun-ca se estrenará en Argentina, a excepción de algunas funciones especiales. El suicidio de un hijo hace que su padre termine invo-lucrado más que en detectar las causas en su mundo y sus afectos, al punto de conti-nuarlo o sustituirlo, con un giro respecto de la identidad del personaje a través de la mi-rada de Los otros. Quizás sea verdad que el de Bioy por el cine sea un amor pocas veces correspondido. Y aunque en esta década las transposiciones cinematográficas de sus re-latos se han espaciado hasta casi desapare-cer, el futuro es una incógnita. Quizá des-aparezca la pretensión literal y el milagro se produzca, y alguien logre capturar el tono de su narrativa, como quien entona una mú-sica ajena y esquiva.

Un amor poco correspondidoPESE AL INTERÉS DE BIOY POR EL CINE, LAS ADAPTACIO-NES NO TERMINAN DE CAPTAR EL TONO DE SUS TEXTOS.

Sergio Wolf CineastaRevista Ñ

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8 Domingo 30 de noviembre de 2014

Los niños latinoamericanos, como to-dos los niños del mundo, nacen y cre-cen en un ámbito en el cual se trans-miten cuentos de espanto y aparecidos capaces de superar a los cuentos crue-

les de los hermanos Grimm y Charles Perrault. En los cuentos provenientes de la tradición oral, la vida y la muerte tienen diversas interpreta-ciones, y una de éstas, de carácter tanto pagano como cristiano, es la creencia popular de que el alma —o espíritu— sobrevive a la muerte y que, tras el juicio final, unos van a disfrutar de la feli-cidad en el paraíso y otros a sufrir los tormentos entre las llamas del infierno.

En las culturas ancestrales latinoamericanas, desde antes de la era cristiana, se cree que el alma es algo intangible y que puede seguir vivo, en forma de fantasma o espíritu, tras el deceso del cuerpo. Una vez muerta la persona, su alma se torna en un astro luminoso que se va al cie-lo o que, una vez condenada a vagar como alma en pena, vuelve al reino de los vivos para vengar ofensas, cobrar a los deudores, castigar a los infieles y espantar a los más in-cautos. Estos personajes de doble vida, amparados por la oscuri-dad, aparecen en pozos, parajes solitarios y casas abando-nadas, y su presencia es casi siempre anuncia-da por el aleteo de una mariposa nocturna, el trueno del relámpago, el crujido

de las maderas, el crepitar del fuego y el soplo del viento. Los difuntos se aparecen en forma de luz cuando se trata de almas del purgatorio y en forma de bulto negro o de hombre grotesco si se trata de almas condenadas.

Algunas creencias dicen que las mujeres per-versas se convierten en brujas o en sacerdotisas que mantienen vínculos con las ‘fuerzas de las ti-nieblas’ y que, a veces, pueden proceder como un demonio de la muerte, tal cual se las represen-ta en ciertos mitos, leyendas y cuentos de hadas. Otras supersticiones dan cuenta de que la bruja se aparece en forma de cerdo, caballo o perro y que existen varias fórmulas para defenderse de estas arpías, como colocar una cruz de fresno, una herradura y una rama de laurel en la puerta de la casa, o poner dos dedos en cruz y decir: ‘pu-yes’, ‘Jesús, María y José’ u otras palabras santas.

Según cuenta la tradición oral, las brujas se reúnen en vísperas de San Juan y durante la Semana Santa; ocasiones en las que se cele-bran ceremonias dirigidas por el diablo. Allí se inician las novicias por medio de orgías sexua-les, en las que se incluyen niños y animales, y

donde no faltan los rituales de

canibalismo y magia negra. Unos

dicen que las comidas y bebidas que consumen

las brujas están preparadas so-bre la base de grasa de niños recién nacidos, sangre de mur-

ciélagos, carne de lagartijas, sapos, serpientes y hierbas alu-cinógenas; mientras otros ase-veran que los niños que vuelan hacia las reuniones, montados en escobas, horquillas para estiércol,

lobos, gatos y otros animales do-mésticos, son adiestrados por el Luci-

fer llegado de los avernos.De las consejas coloniales, provenien-

tes de la tradición oral, valga mencionar a los duendecillos de sombreros alones que, siendo niños abortados o muertos

antes del bautismo, retornan a buscar a sus seres queridos, y que, escondidos en

las tinajas de agua o chicha, lloran o ríen sin cesar, pues son muertos que conver-san y conviven entre los vivos. Tampoco se debe olvidar a las brujas que conservan su perenne juventud bañándose en san-gre de vírgenes degolladas; a las calaveras que vuelan a la luz de los relámpagos en carretas tiradas por caballos y conduci-das por jinetes sin cabeza; a los espíritus malignos que raptan niños desobedien-tes para hacer con sus huesos botones y con sus carnes exquisitos manjares;

a los fantasmas diabólicos y a otros persona-jes como el Supay o Tío (dios satánico de los socavones y dueño de los minerales), que es un personaje creado y esculpido por los pro-pios mineros, quienes, sentados alrededor de él, mascando hojas de coca y bebiendo sorbos de aguardiente, le rinden pleitesía y le supli-can que les depare el mejor filón de estaño y, a la vez, los ampare de los peligros y la muerte.

De este modo, las fábulas, mitos, cuentos y leyendas sobre la creación del universo y del hombre —la misión salvadora de las deidades, el hondo simbolismo de la Pachamama (Ma-dre-tierra), las graciosas leyendas del Achachi-la (deidad mitológica de la cosmología andina), de la coca, la papa, el tabaco y otros— provie-nen de la tradición oral y constituyen el ci-miento de las culturas precolombinas. Asimis-mo, junto a los mitos y leyendas que corren de boca en boca, desvelando sueños y sembrando el pánico entre los crédulos, está la chola sin cabeza, el jucumari (oso) y el cóndor (mallku en aymara), del que se cuentan historias estreme-cedoras o simples alegorías que exaltan su be-lleza, aparte de que el cóndor, por venir de las alturas al igual que la lluvia, es el símbolo se-minal y fecundador de la Pachamama.

De la época colonial de la Villa Imperial de Potosí procede el cuento del kharisiri (saca-man-teca), un personaje con apariencia de fraile que deambulaba en las afueras de los caseríos extra-yendo la grasa de los indígenas errantes para lue-go usarla en la elaboración de velas, ungüentos y curas maravillosas. Se cuenta que la mayoría de los afectados fallecían a consecuencia de la precaria operación o quedaban enfermos de por vida. Además, tanto los indígenas como los blan-cos y mestizos de la época pensaban que el khari-siri era un ser venido desde el más allá.

Los cuentos de espanto y aparecidos en la tradición oral andina son muestras de que la inventiva popular es capaz de crear, con el gol-pe de la imaginación, personajes y situaciones que nada tienen que envidiar a los compilado-res de la tradición oral europea, donde desta-can los Hermanos Grimm en Alemania y Char-les Perrault en Francia.

Cuentos de espanto y aparecidosLA TRADICIÓN ORAL ANDINA NO TIENE NADA QUE ENVIDIAR A LAS FICCIONES ‘CLÁSICAS’ EUROPEAS.

Víctor Montoya Escritor y pedagogo

1. Una de las varias caracterizaciones del kharisiri (o kari - kari).2. El kharisiri en acción.

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