la evolución de la nupcialidad en españa (1887-1975...

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (18874975) * Benito Cachinero Sánchez Introducción En un trabajo anterior, publicado en esta misma revista, se daba repaso a buena parte de la literatura especializada en torno a lo que se ha dado en llamar modelo europeo de matrimonio 1 . Según el autor de tal expresión 2 , ésta hace re- ferencia a las características que hicieron de la nupcialidad en Europa un fenómeno singular, al menos en tanto que marcadamente diferente de lo sucedido en otras partes del mundo. Tal modelo de nupcialidad se distingue por una elevada edad al contraer matrimonio y por una importante proporción de personas que nunca se casan. Este comportamiento ha podido ser registrado en Europa Occidental, al oeste de la ya famosa línea Leningrado-Trieste, durante dos o tres siglos, desapa- reciendo con el final de la Segunda Guerra Mundial. Las consecuencias de este tipo de nupcialidad son, en primer lugar, de tipo demográfico. Fundamentalmente se refieren a la capacidad del modelo como im- * El presente artículo es una versión resumida de la segunda parte de la Memoria de Licenciatura titulada "Los determinantes sociales y demográficos del modelo eu- ropeo de matrimonio. El caso español: 1887-1975", leída en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología en junio de 1981. 1 Benito CACHINERO SÁNCHEZ, "El modelo europeo de matrimonio: evolución, determi- nantes y consecuencias", Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 15, julio-sep- tiembre, 1981, págs. 33-58. 2 John HAJNAL, "European Marriage Patterns in Perspective", en D. V. GLASS y D. E. C. EVERSLEY (eds.), Population in History, Londres: Edward Arnold, 1974, pági- nas 104-143. 20/82 pp. 81-99

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDADEN ESPAÑA (18874975) *

Benito Cachinero Sánchez

Introducción

En un trabajo anterior, publicado en esta misma revista, se daba repaso abuena parte de la literatura especializada en torno a lo que se ha dado en llamarmodelo europeo de matrimonio1. Según el autor de tal expresión2, ésta hace re-ferencia a las características que hicieron de la nupcialidad en Europa un fenómenosingular, al menos en tanto que marcadamente diferente de lo sucedido en otraspartes del mundo. Tal modelo de nupcialidad se distingue por una elevada edadal contraer matrimonio y por una importante proporción de personas que nuncase casan. Este comportamiento ha podido ser registrado en Europa Occidental, aloeste de la ya famosa línea Leningrado-Trieste, durante dos o tres siglos, desapa-reciendo con el final de la Segunda Guerra Mundial.

Las consecuencias de este tipo de nupcialidad son, en primer lugar, de tipodemográfico. Fundamentalmente se refieren a la capacidad del modelo como im-

* El presente artículo es una versión resumida de la segunda parte de la Memoriade Licenciatura titulada "Los determinantes sociales y demográficos del modelo eu-ropeo de matrimonio. El caso español: 1887-1975", leída en la Facultad de CienciasPolíticas y Sociología en junio de 1981.

1 Benito CACHINERO SÁNCHEZ, "El modelo europeo de matrimonio: evolución, determi-nantes y consecuencias", Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 15, julio-sep-tiembre, 1981, págs. 33-58.

2 John HAJNAL, "European Marriage Patterns in Perspective", en D. V. GLASS yD. E. C. EVERSLEY (eds.), Population in History, Londres: Edward Arnold, 1974, pági-nas 104-143.

20/82 pp. 81-99

BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

portante limitador del crecimiento de la población. No obstante, las circunstanciasque permitieron tal tipo de nupcialidad controlada, así como las consecuenciasderivadas de la existencia del modelo europeo de matrimonio, afectaban trascen-dentalmente los ámbitos de lo económico, lo social, lo cultural y hasta el de lasexualidad, en aquellas sociedades donde fue adoptado.

Un primer paso para poder desentrañar esta madeja de relaciones sociales esconocer lo más exactamente posible el nivel y la evolución de las característicasque definen el modelo europeo de matrimonio. Es decir, es necesario saber cuáles la evolución en el tiempo de la edad al contraer matrimonio, así como de laproporción de célibes permanentes.

Como tantos otros aspectos de la realidad social española, estas variables erandesconocidas hasta muy recientemente. Al menos estudiadas desde esta perspec-tiva globalizadora. Por ejemplo, Peter Laslett, en uno de sus artículos sobre lascaracterísticas de la familia occidental a través de la historia, afirma que mientrasla disponibilidad de datos al respecto es buena en Inglaterra y Francia y pro-metedora en el resto de Europa, «no se sabe absolutamente nada de España yPortugal» 3. Por su parte, Hajnal sugiere que partes del suroeste de Europa, comoEspaña o Italia, debieron parecerse más a Grecia que a Bélgica o Suecia, ocupandoun lugar relativamente fronterizo en la geografía del modelo europeo de matri-monio 4

El objeto del presente artículo es intentar desentrañar la evolución de la edadal matrimonio y la soltería permanente durante el último siglo de la historia deEspaña. Como toda persona que se dedica a la investigación sociológica en Es-paña sabe, la diversidad regional en este país es enorme y, en numerosas oca-siones, resulta engañoso trabajar con medidas de ámbito nacional. Es por ello queeste trabajo intenta poner especial énfasis en un análisis de las variables dife-renciado por provincias, en un intento de descubrir pautas regionales de nup-cialidad. Hay que destacar, por último, que este estudio se limita a ser una ex-posición descriptiva de las variables que configuran el modelo europeo de ma-trimonio. Supone un primer paso, dada la carencia de investigaciones al respecto,pero no se detiene a realizar un análisis de los determinantes y consecuencias detales pautas de comportamiento en el caso concreto de España. Para ello es ne-cesario diseñar una investigación de largo alcance, tanto metodológica como tem-poral, que muy bien pudiera utilizar los datos aquí presentados como base departida.

Algunos problemas de método

Antes de pasar al detalle de los resultados parece conveniente detallar los su-puestos metodológicos sobre los que se ha desarrollado la presente investigación.Asimismo, habrá que destacar las fuentes utilizadas y los problemas surgidos conla explotación de las mismas.

3 Peter LASLETT, "Characteristics of the western family considered o ver time", enFamily Ufe and illicit love in earlier generations, Cambridge: Cambridge UniversityPress, 1978, pág. 16.

4 John HAJNAL, op. cit., pág. 103.

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

El primer problema que hay que afrontar en toda investigación que caigadentro del terreno de la historia demográfica es el de la insuficiencia crónicade datos para medir el fenómeno en consideración. Hay que recordar que la ob-tención de datos fiables y completos para los estudios de población no es un pro-blema resuelto, ni siquiera en la actualidad. Pero cuanto más se quiera remontaral pasado una investigación, más problemas de fuentes estadísticas va a encontrar.Por esta razón, los demógrafos, y especialmente los historiadores de la población,diseñan con frecuencia métodos de análisis que permiten estudiar distintos fenó-menos demográficos en ausencia de los datos idealmente necesarios para poderhacerlo. En este trabajo se va a hacer un intenso uso de ellos.

Si el objetivo de esta investigación se centra en la edad a la que se contraematrimonio y la importancia de la soltería permanente, la manera más adecuadade tratar su evolución sería a través de un estudio longitudinal basado en cohortesde contrayentes, ya que cada vez que se calcula una cifra para un período de po-blación se está, innevitablemente, mezclando la experiencia de personas de muydiferentes generaciones o cohortes. Parece comprobado en Demografía que la ex-periencia vivida por una generación puede ser mucho más importante a la horade dilucidar un fenómeno que las contingencias propias de un período determi-nado. En el caso concreto de la nupcialidad, la influencia de pautas y normasnecesariamente generacionales (educación, socialización, objetos personales y pro-fesionales) está bien patente.

Desgraciadamente, este tipo de estudio es muy difícil de llevar a la prácticadebido a que los registros de población sólo recogen datos de acontecimientosvitales en base anual y no por cohortes. Francia constituye la excepción a la reglay, aun así, su registro de acontecimientos vitales de doble entrada es relativa-mente reciente 5.

Precisamente dos autores franceses, Chasteland y Pressat, encontraron una so-lución a este problema utilizando los censos quinquenales que en Francia se rea-lizaron desde 18516 . De esta manera, como las distribuciones por edad suelenpresentarse en intervalos de cinco en cinco años, es posible rastrear una gene-ración saltando de censo en censo. En este trabajo se ha utilizado la misma técnicade explotación de datos censales, con la diferencia de que al estar separados loscensos por períodos de diez años no es posible realizar la reconstrucción de ge-neraciones efectuada por los autores franceses.

Hace ya tiempo que J. Hajnal diseñó un sistema alternativo para obteneredades al matrimonio y estimaciones de soltería a partir de fuentes censales7.Este sistema trata de explotar una de las informaciones más útiles que suelenpublicar los censos. Es decir, la simple distribución de la población por edady sexo. Normalmente esta distribución suele estar cruzada con un número decaracterísticas de la población, entre ellas el estado civil de las personas. Una tablaque proporcione los tres tipos de datos simultáneamente (sexo, edad y estado

5 Roland PRESSAT, Demografía estadística, Barcelona: Ariel, 1979, págs. 61 y sigs.6 J. C. CHASTELAND y R. PRESSAT, "La nuptialité des générations fransaises depuis un

siécle", Population, abril 1966, págs. 215-240.7 John HAJNAL, "Age at Marriage and Proportions Marrying", Population Studies, VII,

2, noviembre 1953, págs. 111-136.

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civil) es todo lo que se necesita para poder calcular las edades al matrimonio dis-tinguidas por sexo8.

La información que el mencionado tipo de tabla proporciona es una descrip-ción, en un momento dado, del peso que cada uno de los diversos estados civilestiene en cada grupo de edad y en el total de la población. Si esas cifras absolutasson transformadas en proporciones se obtiene fácilmente el peso relativo que encada grupo de edad tiene un determinado estado civil.

Teniendo en cuenta el marco teórico de esta investigación, los diversos es-tados civiles que pueden ser registrados (soltero, casado, viudo y divorciado oseparado, más sus equivalentes femeninos) pueden ser divididos en dos grandesgrupos. En un primer grupo están aquellos que nunca han estado casados anterior-mente (never married, en la terminología original). En un segundo grupo estánlas personas que ya lo han estado en alguna ocasión, abandonando así el grupode los solteros (ever married). De esta manera queda diferenciado claramente elmomento en que las personas pasan a formar parte de la institución matrimonial.A los efectos de la presente investigación, aquellas personas que se encuentranviudas o divorciadas han abandonado igualmente su condición de solteras, aun-que en ese momento no estén vinculadas por un matrimonio.

Una vez hecha esta distinción preliminar, Hajnal trabaja con la asunción deque la distribución de las proporciones de solteros por edad y sexo en un mo-mento determinado puede ser equiparable a la experimentada por el comporta-miento nupcial de una cohorte. La fuente de la que están tomados los datos paraeste tipo de investigación, censos de población, refleja stocks de población y, porlo tanto, los grupos de edad que componen la sucesión de proporciones de sol-tería pertenecen en realidad a numerosas cohortes. Si se hace la suposición deque tal distribución es similar a la de una cohorte, mediante un sencillo proce-dimiento matemático, es posible obtener la edad media al matrimonio, deduci-ble de tal progresión en el abandono de la soltería. Esta «cohorte ficticia», comosuele denominarse en Demografía, no existe en la realidad, pero es el mejor sus-titutivo para deducir cifras no calculables de otro modo9.

La edad media al matrimonio que se obtiene por este método fue llamadapor Hajnal singulate mean age at marriage, y suele ser denominada en la litera-tura especializada por sus siglas SMAM. Con propiedad, podría ser llamada encastellano edad media al primer matrimonio, lo cual reflejaría con exactitud lafundamentación del método que le da origen.

Las tablas de proporciones de solteros también permiten solucionar el proble-ma de cómo evaluar el nivel de soltería permanente. Si se supone, como así pa-rece ser en la realidad, que prácticamente no se producen primeros matrimoniosa partir de los cincuenta años de edad, se puede tomar el porcentaje de solterosen el grupo de edad 46-50 como indicativo del nivel de celibato perpetuo.

La gran ventaja del método propuesto por Hajnal es que permite obtenerinformación sobre la nupcialidad de una población para cualquier fecha en la queexista una fuente de tipo censal, que suelen ser las más frecuentes. Sin embargo,

8 El procedimiento a través del cual Hajnal deduce la edad al matrimonio viene ex-plicado en Age at..., págs. 129-130.

9 Roland PRESSAT, op. cit., págs. 115 y sigs.

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

este método no deja de tener inconvenientes, siendo el más importante el hechode que todo el sistema está construido sobre una suposición. Los datos obtenidospertenecen a diversas cohortes y no a una sola, como debiera ser para que fueracorrecto. Hajnal advierte que en momentos de cambios o de inestabilidad en laspautas de nupcialidad de una población la aproximación es menos fiable10. Losresultados que se presentan en este artículo, pues, han de ser contemplados conuna cierta cautela. Sobre todo si se tiene en cuenta que el período analizado dela historia de España mostraba importantes cambios en las características queconfiguran el modelo europeo de matrimonio.

En descargo del investigador se pueden citar aquí las palabras del prestigiosohistoriador E. A. Wrigley al respecto del método de reconstrucción de familias:«Quizás una de las virtudes de este método sea que las fuentes de error estánnecesariamente presentes en nuestra conciencia mientras llevamos a cabo el tra-bajo. Otras medidas demográficas, incluyendo los modernos censos, pueden daruna impresión de exactitud que es espúrea» u . La conciencia de que se están uti-lizando datos incompletos, aproximados o imprecisos, refuerza la idea de que espreferible concentrar la atención en posibles líneas de tendencia y en pautas ge-nerales más que en la precisión de unas cifras determinadas.

Podría pensarse que las fuentes de tipo registral son una buena alternativaal método explicado. Estas suelen recoger el número de matrimonios que se pro-duce en una población por la edad de los contrayentes, lo que facilitaría el cómputoinmediato de la edad media al matrimonio propia de cualquier año. Sin embargo,los datos que facilitan los registros de población cuentan con un inconvenienteque contradice los supuestos del modelo teórico aquí adoptado: este tipo de fuen-tes no suele distinguir entre primeros y sucesivos matrimonios12. Dependiendodel nivel de mortalidad de una población y del número de divorcios, el fenómenode los rematrimonios puede distorsionar seriamente los cálculos que se basen eneste tino de registro. En el caso de España, el Movimiento Natural de la Pobla-ción data del principio de siglo exclusivamente, y los datos de edad al matrimoniono aparecen diferenciados provincialmente hasta fechas recientes, lo que dificultaenormemente los objetivos del presente trabajo.

Fuentes utilizadas

Dos eran las limitaciones con que esta investigación contaba en sus comienzospara la utilización de f entes. La primera viene dada por el método elegido paracalcular las edades al matrimonio. La segunda por el especial interés puesto enutilizar la provincia como unidad de análisis. De tal manera, solamente los censos

10 El propio Hajnal advierte contra los peligros de una interpretación demasiado lite-ral de los resultados obtenidos con su método; sobre todo en momentos de cambio. JohnHAJNAL, ibidem.

11 E. A. WRIGLEY, "Family Reconstitution", en E. A. WRIGLEY (ed.), An Introduction toEnglish Historical Demography, Londres, 1966, pág. 109.

12 Ellen JAMISON y Donald S. AKERS, "An Analysis of the Differences between Marri-age Statistics from Registration and those from Censuses and Survey", Demography, V, 1,1968, págs. 460-474.

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que proporcionaran datos cruzados de estado civil, sexo y edad podían ser utili-zados para el presente trabajo.

La primera fuente censal en la que se pueden encontrar datos de poblacióndistribuida de tal manera es el censo de Floridablanca, fechado en 1787. El censode 1797, realizado a imagen y semejanza del anterior, también proporciona lainformación necesaria. Sin embargo, ambos censos presentaban importantes pro-blemas para su explotación provechosa. En primer lugar, los grupos de edad re-cogidos en estos censos son lo suficientemente difíciles de manejar como para im-pedir la aplicación del método de Hajnal. Los años que son centrales paraeste estudio son los siguientes: 7-16, 16-25, 25-40 y 40-50. Como se puede ob-servar, la amplitud de los grupos de edad, quince años en un caso, dificulta ex-tremadamente su utilización. En segundo lugar, la división administrativa delsiglo XVIII es difícilmente comparable con las provincias establecidas en el siglo xix.Si las provincias del siglo XVIII se hubieran agregado a nivel regional podrían ha-berse hecho comparaciones homogéneas con las modernas provincias, asimismoagregadas a nivel regional. Una última razón, ajena ésta a las características delos censos mencionados, empujó a descartar del análisis tales fechas. Como severá inmediatamente, la primera fecha censal para la que se disponen datos deutilidad es la de 1887. Si a las dificultades intrínsecas que hubiera supuesto laexplotación de los censos del siglo XVIII se añade la de que transcurre un sigloentero sin nuevos datos que puedan servir para establecer la evolución de la edadal matrimonio, pareció recomendable excluir los censos de 1787 y 1797 del ámbitode la investigación.

Entre el censo de 1797 y el de 1887 no es posible encontrar ningún censoque contenga los datos apropiados. Esto quiere decir que no se utilizaron los cen-sos de los años 1857, 1860 y 1877. Sorprende que unos datos tan útiles y ele-mentales, a la vez, no fueran recogidos en estos censos, sobre todo si se tieneen cuenta que sí se hizo en 1787 y en 1797.

A partir de 1887 se pueden encontrar distribuciones de población por edad ysexo, cruzadas con estado civil, en los censos de 1900, 1910, 1920, 1930, 1940,1960 y 1970. Es fácil comprobar cómo en esta lista falta el censo de 1950. Porsorprendente que pueda parecer, el censo de 1950 no proporciona los datos ne-cesarios a nivel provincial, aunque sí lo hace para el total nacional. Para aumentarla confusión, el censo de 1960, que sí proporciona los datos a nivel provincial,no registra los necesarios totales nacionales. De tal manera, en la sucesión de fe-chas para el total nacional falta 1960, mientras que en la provincial falta 1950.

Para acercar todas estas líneas de tendencia a la actualidad se añadió al con-junto de censos señalados el padrón municipal de 1975, recogido en forma decenso por el Instituto Nacional de Estadística. De esta manera, los límites crono-lógicos de la investigación quedaron establecidos entre 1887 y 1975, con las la-gunas previamente indicadas.

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

Los resultados nacionales 13

En la tabla I aparecen reflejados los resultados obtenidos para el total nacio-nal mediante el procedimiento sugerido por Hajnal. La información de base estáordenada por censo, edad y sexo. Cada cifra se refiere a la proporción de personasque en cada grupo de edad no ha abandonado la soltería (never married). En laparte inferior de cada columna se recogen las edades medias al matrimonio(SMAMs), deducidas de las anteriores proporciones y calculadas de la manera yaseñalada.

TABLA I

Porcentajes de soltería por edad y sexo y edad media al matrimonio(SMAM) en España (1887-1975)

Edad

16-2021-2526-3031-3536-4041-4546-5051-5556-60

SMAM

Edad

16-2021-2526-3031-3536-4041-4546-5051-5556-60

SMAM

FUENTE:

1887

99,481,631,214,19,67,87,3

6,2

26,97

1887

92,052,424,914,412,89,5

10,9

9,4

24,19

1900

99,581,534,216,510,57,66,4

6,0

27,36

1900

93,355,226,315,810,010,210,2

9,5

24,47

1910

99,484,635,216,711,18,56,6

5,3

27,77

1910

94,957,927,015,713,210,410,2

Q Oo,o

25,06

Explotación personal de

H O M B R E SCENSO

1920

99,285,939,418,811,99,07,56,85,7

27,94

M U J E

1930

99,588,441,018,612,29,17,66,86,3

28,18

R E SCENSO

1920

95,962,331,518,614,311,110,69,29,2

25,71

2930

96,063,831,419,515,812,311,79,7

10,1

25,83

datos censales.

1940

99,893,562,829,516,711,89,28,27,4

29,37

1940

98,878,644,425,218,716,213,713,111,2

26,65

1950

99,693,859,427,715,911,59,68,57,5

28,97

1950

98,579,142,626,820,016,215,214,413,3

26,43

1970

98,984,036,817,012,810,18,67,47,3

27,53

1970

94,558,222,012,811,712,012,313,413,6

23,66

1975

98,178,132,416,411,910,59,17,77,1

26,79

1975

91,952,319,611,89,69,9

10,911,612,8

23,17

13 La información de base utilizada en la presente investigación, es decir, las propor-ciones de soltería, fueron calculadas colectivamente por Alfonso Peláez Lorenzo, EloyRodríguez Borgio, Karmele Setién Laboa y el autor de este artículo gracias a una Becade Investigación en Equipo del INAPE. La utilización libre de aquellos datos para laMemoria de Licenciatura y para este artículo ha sido fruto de la benevolencia de miscompañeros. Tal amabilidad se ve escasamente compensada por la responsabilidad quesobre las posibles deficiencias del trabajo necesariamente asumo.

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BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

La evolución de la edad al matrimonio en España se puede seguir a travésde las SMAMs calculadas para cada uno de los censos disponibles. Tanto en hom-bres como en mujeres la edad al matrimonio asciende lenta, pero constantemente,entre 1887 y 1940. Probablemente, como consecuencia de los mismos mecanismossociales que funcionaron en el resto de la Europa Occidental con décadas de ante-lación, la edad al matrimonio de los hombres pasó de 26,97 por término medioen 1887 a 29,37 en 1940, y la de las mujeres de 24,19 a 26,25, entre las mismasfechas. Parece evidente que las elevadas cifras de 1940 reflejan el impacto en lasvariables demográficas de la Guerra Civil española al final de la década de 1930.Esta circunstancia es la que explica que el mayor incremento relativo en la edadal matrimonio se produzca entre 1930 y 1940, muy superior a los producidos entrelos anteriores censos.

A partir de tal fecha el descenso de las SMAMs es continuo hasta la últimacota de 1975, tanto en hombres como en mujeres. Desgraciadamente, no ha sidoposible contar con los datos nacionales para 1960 I4, pero hay que suponer quela tendencia de esa fecha respecto a las anteriores es igualmente decreciente. Dehecho, los datos provinciales recogidos para el censo de 1960 confirman tal su-posición. Una circunstancia resaltable es que la edad media al matrimonio de loshombres se encuentra en 1975 próxima a los veintisiete años, cifra muy similara la calculada para 1887. Después de casi un siglo de cambios, el indicador de-mográfico acaba por situarse en una posición muy cercana a la que tenía al prin-cipio del período considerado. En lo que respecta a las mujeres el descenso esmás pronunciado. En 1975 la edad media al matrimonio es poco más de veintitrésaños, un año por debajo de la cota calculada para 1887. Obsérvese que, en cual-quier caso, la diferencia en años entre la edad al matrimonio de hombres y mu-jeres no varía excesivamente, manteniéndose aproximadamente en torno a los tresaños.

Esta similitud de indicadores demográficos no quiere decir que los modelossociales de nupcialidad y familia fueran idénticos en 1887 y 1975. Por debajode las cifras se esconden comportamientos muy diferentes. Más adelante se argu-mentará que, mientras en 1887 existían suficientes indicios como para permitirhablar de modelo europeo de matrimonio en España, en 1975 tales indicios pa-recen haber desaparecido.

En lo que respecta a la variable complementaria, el celibato perpetuo, puedendetectarse diferencias entre el comportamiento de hombres y mujeres. La propor-ción de solteros permanentes, aquellos no casados entre 46-50 años de edad, noalcanza nunca el 10 por 100 del total de su generación. Esta registra un empujehacia arriba con motivo de la Guerra Civil, según aparece en 1940, y se estabilizaposteriormente en torno al 9 por 100. Es un bajo nivel de soltería si se com-para con niveles europeos, sobre todo teniendo en cuenta las elevadas edades almatrimonio que lo acompañan. Las solteras permanentes son bastantes más nu-merosas, ofreciendo siempre porcentajes por encima del 10 por 100 de sus cohor-tes. De una manera similar a lo sucedido con los hombres, la soltería femenina

14 Como se ha señalado más arriba, el censo de 1960 no proporciona la tabla necesariapara calcularlos.

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

experimenta un incremento apreciable como consecuencia de la Guerra Civil, al-canzando un 15 por 100 en 1950. Posteriormente ésta descendería lo suficientecomo para colocarse en una cifra idéntica a la deducida para 1887.

En el resto de las proporciones de soltería por grupos de edad se puede ob-servar una evolución paralela, tanto en hombres como en mujeres: ascendentesentre 1887 y 1940 y descendentes entre 1940 y 1975. Esto es fácilmente com-probable en las formas que su representación gráfica adopta en el gráfico I.

GRÁFICO I

Proporciones de solteros por grupos de edad y censo

Hombres

- ^ 2 1 - 2 5

1887 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1975

Mujeres

1887 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1975

Con el objeto de contrastar la fiabilidad de los cálculos aquí presentados, éstoshan sido confrontados con otras estimaciones realizadas sobre la edad media almatrimonio en España. De todos ellos, los más destacados son los de Diez Nico-

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BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

las 15, Jesús M. de Miguel16 y William J. Leasure 17. Las dos primeras series dedatos están calculadas mediante la utilización del Movimiento Natural de la Po-blación, mientras que la última está estimada de una manera casi idéntica a laempleada en la presente investigación 18.

En general, sus resultados son bastante similares a los obtenidos en este tra-bajo. Esta similitud es destacable dadas las diferentes fuentes con las que se hanrealizado las diversas estimaciones. Como se puede observar en el gráfico II y en

GRÁFICO II

Diversas estimaciones de la edad media al matrimonio en España, 7887-1c)7530 r

• CACHINERO DIEZ NICOLÁS DE MIGUEL LEASURE

la tabla II, las edades deducidas por Leasure son prácticamente idénticas a lasofrecidas aquí. En este caso concreto la similitud nace del empleo de las mismasfuentes y métodos. Sin embargo, las series de Diez Nicolás y de J. M. de Migueldivergen apreciablemente de las otras dos, aunque son bastante parecidas entre sí.

De las diferencias observables entre estos dos trabajos y los datos que se pre-sentan en este artículo destacan dos. En primer lugar, Diez Nicolás y De Miguelno registran una evolución de la edad al matrimonio uniformemente ascendenteentre 1887 y 1940. Por el contrario, en los trabajos mencionados se registra unainflexión en la edad al matrimonio para ambos sexos, que comienza en 1920-1925y que continúa hasta 1935. En segundo lugar, los puntos más altos de la curvason registrados en 1945. Desgraciadamente, este trabajo no cuenta con cotas tem-porales separadas por cinco años que permitan contrastar esta circunstancia.

15 Juan DÍEZ NICOLÁS, "Evolución y previsiones de la natalidad en España", Anales deMoral Social y Económica, separata, 1967.

!S Jesús M. DE MIGUEL, El ritmo de la vida social, Madrid: Tecnos, 1973, pág. 119.17 William LEASURE, "Factor Involved in the Decline of Fertility in Spain, 1900-1950",

Ph. D. dissertation no publicada, Departamento de Económicas, Princeton University,mayo 1962.

18 La única diferencia con los cálculos de Leasure nace del distinto modo de agruparlos grupos de edad. En el caso de Leasure son 15-19, 20-24, etc.

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LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

Dados los diferentes orígenes estadísticos de las estimaciones comentadas y lasdiferentes metodologías empleadas por sus autores, no parece conveniente ni ne-cesario llegar a conclusiones sobre la mejor o peor validez de unos resultados sobreotros. Sin embargo, la reseña de las diversas estimaciones parecía obligada.

TABLA II

Edad media al matrimonio según diversos autores

E. M. M

Años

1901-051906-101911-151916-201921-251926-301931-351936-401941-451946-501951-551956-601961-65

. según Diez

Hombres

27,7527,8828,1228,3928,4227,9427,7529,0929,7029,1429,0228,8428,66

FUENTE: DIEZ NICOLÁS,

Nicolás

Mujeres

24,7324,7924,8825,1925,0824,8124,6525,6026,0325,8925,8925,8725,51

op. cit.

E. M. M.

Años

1910191519201925193019351940194519501955196019651969

FUENTE:

según J. M.

Hombres

27,5028,1427,9827,8527,5928,2429,5029,6329,0928,8528,7928,4327,56

de Miguel

Mujeres

24,5024,7624,9724,6724,8725,1626,0126,1225,9725,8825,8925,2624,66

J. M. DE MIGUEL, op. cit.

E. M. M. segúnLeasure

Años

i onníyuu1 oí níyiui ooniy¿u

1 OQfilyáu

1 QA.f\

1 Qf\C\iyou

FUENTE:

Mujeres

CÍA rjr\z4,7U

fje AAzu,UU

ne rj(\ZO,7U

t)O AA¿o,uuOfí. 7fl

W. LEASU-RE, op. cit.

Los resultados provinciales 19

En las tablas III y IV aparecen las SMAMs calculadas para cada una de lasprovincias españolas para los años en que existían datos disponibles. En las dostablas siguientes, V y VI, vienen registrados los datos de celibato permanentepor provincias de una manera similar.

El siguiente paso en la presentación de la presente investigación sería el co-mentario, más o menos minucioso, de las cuatro tablas recién mencionadas. Sinembargo, resultaría enormemente tedioso, y de dudoso valor, emprender una es-crutación detallada de la evolución de las variables que configuran el modelo eu-ropeo de matrimonio en todas y cada una de las provincias españolas. Inclusoun análisis regional de estas variables podría resultar en exceso prolijo para los

19 Se han omitido aquí todos los datos de base para cada provincia. La persona inte-resada en tales datos puede consultar la Memoria de Licenciatura mencionada en la pri-mera llamada a pie de página, apéndice II, págs. 143-194.

91

BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

TABLA III

Edad media al matrimonio (SMAM) por provincias, 1887-1975. Hombres

Provincias 1887 1900 1910 1920 1930 1940 1960 1970 1975

Álava 27,09Albacete 26,41Alicante 26,20Almería 26,35Avila 26,40Badajoz 26,56Baleares 27,85Barcelona 27,52Burgos 26,37Cáceres 25,83Cádiz 28,37Castellón 25,77Ciudad Real 26,29Córdoba 26,87Caruña (La) 27,29Cuenca 25,90Gerona 27,28Granada 26,62Guadalajara 27,11Guipúzcoa 28,19Huelva 27,18Huesca 27,06Jaén 26,66León 26,86Lérida 27,20Logroño 25,62Lugo 28,65Madrid 28,67Málaga 26,87Murcia 26,27"Navarra 27,13Orense 28,57Oviedo 27,05Palencia 26,44Palmas (Las) 27,84Pontevedra 27,84Salamanca 26,93Santa Cruz de Tenerife. 27,84Santander 26,68Segovia 26,51Sevilla 27,59Soria 25,96Tarragona 26,72Teruel 25,85Toledo 25,96Valencia 26,86Valladolid 26,50Vizcaya 27,47Zamora 26,69Zaragoza 26,55

27,3426,8526,7425,9726,4627,1928,3527,9826,4426,0328,7726,6326,1927,2626,7225,9028,1126,7227,3829,0428,5527,8027,1426,9527,6125,9827,0129,2026,9226,8028,0528,1926,5227,0328,1027,3226,8428,1027,7326,5428,1626,3227,4626,2326,5527,8526,7228,4327,0527,22

28,2427,3727,4726,5027,0027,2728,3028,3626,7326,1729,0327,3426,6427,1026,9426,4327,7227,2327,8329,0928,3528,3128,5627,2927,7626,5828,8129,2827,8027,2028,5127,7628,1927,3327,4127,1227,1727,4127,2326,7828,4626,4227,6526,6926,6628,3227,2728,7527,2027,59

28,4027,4927,4626,7127,4127,5928,5028,2427,5026,5228,8827,4727,0127,7728,6426,6427,8327,1628,1629,1628,4429,9027,1228,1528,1826,8030,2528,5727,7927,1628,9729,2626,8927,3528,0928,1627,7428,0928,1427,2128,4027,1927,8426,7126,8728,7427,4828,3827,9027,82

29,3927,5127,8726,6727,7028,4828,5327,6828,1126,8928,9227,8627,2728,1027,8626,8528,0327,1628,7429,5328,7429,6927,2228,0528,8327,6330,4328,5328,2927,3429,6728,9328,55 .27,8327,2428,4528,1127,8428,4727,7529,3527,9228,0627,3727,0128,4027,8328,8127,9028,42

31,2228,2128,8728,0429,1129,8730,1228,8829,9528,4529,4729,5128,3928,7729,1528,1529,6328,3830,5431,5029,8332,1427,8129,5229,8029,1030,7129,4529,6827,5231,5729,6730,2229,5328,7629,2629,2828,6130,2729,5929,7630,2829,3729,4428,5329,6329,1130,4628,5430,04

29,1627,9127,9727,1429,5928,5228,6627,5329,1127,2628,7028,2227,4028,4027,9727,2528,3027,8629,9728,8728,9930,6228,0628,1329,0028,4728,7428,5428,9927,8930,5828,2227,6828,6628,5927,6228,9527,6428,5629,0428,6330,0028,1628,8827,8828,3828,3228,3028,4028,63

27,3727,9227,0327,0130,6228,3027,0426,7929,1528,1227,8327,3727,4027,7327,5328,0727,0027,4729,7527,6527,7029,9127,6628,6828,1927,8828,5826,9927,8526,9429,2128,3427,1229,5526,9526,8029,2826,8227,7828,8727,5930,8327,3129,2428,0027,3827,8627,3629,5728,20

26,2027,5326,3126,6429,5527,8126,2426,3828,8428,1226,6826,7927,6227,3326,7628,0025,8727,1128,3326,3626,7229,1627,0828,8626,9227,3428,3926,3326,9826,2628,7028,1026,5329,0726,2525,9629,3926,1927,0128,8726,0629,9426,5428,8627,2726,4926,9626,4929,7727,29

FUENTE: Explotación personal de datos censales.

92

LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

TABLA IV

Edad Media al matrimonio (SMAM) por provincias, 1887-1975. Mujeres

Provincias 1887 1900 1910 1920 1930 1940 1960 1970 1975

Álava 24,81Albacete 23,80Alicante 23,09Almería 23,02Avila 23,35Badajoz 23,24Baleares 24,69Barcelona 24,57Burgos 24,56Cáceres 23,07Cádiz 24,48Castellón 23,14Ciudad Real 23,61Córdoba 23,70Coruña (La) 25,98Cuenca 23,40Gerona 23,86Granada 23,20Guadalajara 23,99Guipúzcoa 26,56Huelva 23,53Huesca 23,15Jaén 23,15León 24,96Lérida 23,64Logroño 23,86Lugo 26,42Madrid 26,74Málaga 22,90Murcia 22,67Navarra 25,06Orense 25,81Oviedo 26,73Palencia 24,67Palmas (Las) 24,74Pontevedra 26,03Salamanca 24,54Santa Cruz de Tenerife. 24,74Santander 25,75Segovia 23,41Sevilla 23,91Soria 23,98Tarragona 23,60Teruel 23,50Toledo 23,36Valencia 23,82Valladolid 24,44Vizcaya 25,35Zamora 24,98Zaragoza 24,03

25,0123,7123,5522,5323,7824,1625,6225,2324,2823,5325,6723,7223,3424,1224,6323,2725,4023,2124,4027,0025,8123,7323,3025,3923,5824,1325,6327,4423,2823,1225,5626,1826,2824,8725,4926,0524,5025,4926,3323,7724,8124,1524,1823,4524,1524,7524,7525,2725,3524,73

25,6124,3024,6622,9324,1124,4725,7826,1324,2924,0725,1424,2224,1623,8425,1324,0924,6223,7124,6126,5425,6824,3123,2325,5223,8824,7526,7427,5723,9323,6326,4326,6826,3425,2625,5024,8724,9925,5025,4624,0925,3624,5124,8523,3824,5325,1525,1526,3525,5925,14

26,1424,6725,1724,0225,2025,0626,5826,6425,4224,2625,7825,3624,5924,7827,4024,6025,1524,4525,3427,0626,3126,0324,0126,7424,4125,7528,7427,1424,2224,7827,6427,7324,1526,2426,7926,2726,1426,7927,0824,7525,5425,5225,1723,8924,8726,3226,3226,5026,6225,62

26,2824,9525,2224,3825,1325,8826,6125,5325,5524,8525,7125,0125,2225,2526,3824,4725,2124,6625,7827,0426,5925,1524,0826,1824,6525,7428,6426,9425,5125,1127,1626,9927,3925,8925,1126,5926,4525-4827,0624,9625,9925,7425,1424,1825,2226,0826,0826,7026,0925,93

27,9325,9225,7925,2126,6327,5027,1626,0926,9625,7526,3725,7726,7526,3026,0025,3726,5625,7728,1528,6227,8227,4524,5426,6126,4226,5627,1827,1226,4725,5428,6626,5627,6728,6525,4426,4727,3124,6927,9026,4527,2127,5426,4226,1126,5626,9226,9228,0226,7327,40

24,7525,0524,8723,4926,3825,7523,9124,1425,8925,4225,2824,5824,8725,8323,9124,9923,6924,7026,5524,5726,3026,2725,0124,5624,1225,0124,9725,8925,8924,2226,7124,3822,4225,3024,9323,9926,8423,8123,8725,9926,3126,8123,9524,9325,4925,3525,3524,1925,2425,63

22,6824,2423,3222,6126,9624,8922,2922,7325,2524,9923,8523,2724,3024,0023,0925,2522,4023,9225,6923,4524,2525,0324,3124,3323,5824,8823,8024,4023,7922,5624,9323,9722,1825,0922,7922,3426,0522,6523,0124,8823,9026,5822,6824,9524,8223,6923,6923,2625,6524,61

22,4224,2422,6922,5525,7124,8122,1122,5524,8425,4223,3222,8524,3124,1222,4025,1722,1623,5324,9922,2323,2324,5024,0924,5122,8723,8123,5523,2623,0822,5623,9123,6622,7025,0421,5921,3625,6521,6523,0225,0822,8226,0422,1824,8424,7823,1523,1523,0425,5323,79

FUENTE: Explotación personal de datos censales.

93

BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

TABLA V

Proporción de solteras a los 46-50 años por provincias, 1887-1975

Provincias 1887 1900 1910 1920 1930 1940 1960 1970 1975

Álava 7,7Albacete 4,4Alicante 5,0Almería 3,2Avila 4,8Badajoz 6,0Baleares 8,4Barcelona 8,9Burgos 5,5Cáceres 4,2Cádiz 11,4Castellón 4,8Ciudad Real 4,5Córdoba 6,3Coruña (La) 8,5Cuenca 4,2Gerona 7,8Granada 5,1Guadalajara 6,4Guipúzcoa 10,7Huelva 7,5Huesca 8,0Jaén 5,3León 8,5Lérida 7,6Logroño 4,6Lugo 16,7Madrid 12,3Málaga 5,3Murcia 4,7Navarra 7,8Orense 11,9Oviedo 9,3Palencia 6,7Palmas (Las) 8,0Pontevedra . ... 11,4Salamanca 3,9Santa Cruz de Tenerife. 8,0Santander 7,2Segovia 3,7Sevilla 9,3Soria 3,9Tarragona 5,1Teruel 4,3Toledo ... 6,0Valencia 6,2Valladolid 6,6Vizcaya 8,2Zamora 4,8Zaragoza 5,7

FUENTE: Explotación personal de datos censales.

94

6,03,64,32,64,34,78,58,73,44,0

10,14,23,05,27,93,45,93,95,2

11,57,65,23,75,95,83,7

18,49,83,73,36,0

12,79,14,58,5

10,24,48,58,92,98,42,64,73,74,65,34,57,83,94,5

6,34,54,82,63,95,19,48,24,54,89,54,93,75,86,83,47,44,35,8

12,27,85,84,55,86,34,2

10,611,84,93,47,7

12,39,65,19,07,84,39,0

12,42,98,92,74,43,74,95,85,58,34,25,3

9,25,25,03,54,46,49,19,35,73,5

13,16,73,95,88,44,49,75,26,6

14,68,76,94,97,17,35,4

12,111,35,54,49,3

11,511,84,1

10,19,54,9

10,18,83,98,75,06,44,74,96,86,19,75,16,5

8,76,75,15,05,06,79,28,95,54,7

10,76,74,17,38,94,59,55,07,0

14,18,67,95,17,67,16,4

13,410,65,95,1

10,810,09,47,18,59,75,18,19,84,59,44,56,64,85,07,07,3

10,84,56,7

11,56,16,54,86,55,6

11,59,98,85,6

11,08,24,7

10,011,74,9

10,97,9

11,118,09,9

11,14,48,66,67,4

18,510,27,67,6

14,213,615,29,89,1

12,56,59,7

12,54,6

10,16,27,45,66,18,27,9

12,28,49,7

11,46,16,35,79,47,5

10,17,9

10,15,89,17,84,47,8

10,15,69,36,4

11,514,09,1

11,65,78,69,89,0

13,97,58,05,9

16,511,411,913,38,99,08,19,1

12,66,88,1

11,57,08,84,66,19,79,57,18,6

13,67,35,75,4

11,88,8

10,56,7

12,67,09,28,46,27,2

10,86,68,96,5

12,912,19,9

17,96,19,9

10,612,713,16,88,55,7

15,712,810,411,56,99,28,9

10,610,79,88,2

13,07,9

12,56,66,39,3

10,18,09,3

13,47,35,46,1

14,110,111,3

6,815,18,59,28,86,68,5

10,38,0

11,46,5

16,412,89,9

17,411,511,714,212,716,06,98,76,2

17,412,510,713,98,59,1

11,59,4

12,611,98,4

18,68,3

14,39,16,79,59,49,8

10,7

LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

TABLA VI

Proporción de solteros a los 46-50 años por provincias, 1887-1975

Provincias 1887 1900 1910 1920 1930 1940 1960 1970 1975

Álava 7,7Albacete 5,3Alicante 7,1Almería 6,3Avila 4,4Badajoz 5,2Baleares 11,4Barcelona 9,8Burgos 5,2Cáceres 4,2Cádiz 10,9Castellón 6,2Ciudad Real 5,4Córdoba 6,6Coruña (La) 26,2Cuenca 4,9Gerona ... 7,6Granada 4,2Guadalajara 5,4Guipúzcoa 11,5Huelva 6,1Huesca 3,4Jaén 4,7León 12,0Lérida 6,1Logroño 5,3Lugo 25,9Madrid 14,2Málaga 5,6Murcia 6,0Navarra 5,2Orense 19,2Oviedo 21,4Palencia 5,5Palmas (Las) 24,2Pontevedra 30,1Salamanca 4,3Santa Cruz de Tenerife. 24,2Santander 14,4Segovia 3,6Sevilla 9,0Soria 3,8Tarragona 6,5Teruel 4,5Toledo 5,7Valencia 8,1Valladolid 6,5Vizcaya 10,0Zamora 7,7Zaragoza 6,2

8,44,56,75,23,74,0

11,511,35,03,49,86,35,45,3

27,44,27,03,64,9

15,46,52,94,8

11,04,85,2

25,914,04,54,87,5

20,821,6

5,620,829,3

5,220,814,23,28,34,16,63,73,79,27,2

10,27,46,0

10,64,86,45,73,64,9

13,210,45,35,0

10,06,84,66,3

23,43,65,14,45,5

17,76,13,65,6

10,75,06,5

21,014,65,35,08,4

16,319,45,6

22,527,44,8

22,520,7

3,98,94,15,73,74,89,46,5

10,77,26,4

12,14,97,35,94,45,7

13,312,45,93,2

10,28,34,96,3

24,04,39,94,86,4

18,28,63,95,0

11,15,17,3

21,916,16,25,4

10,418,818,35,4

15,826,3

4,815,814,04,59,04,47,74,55,08,09,4

11,87,87,9

14,15,68,17,55,45,8

14,313,17,25,3

11,210,14,96,5

25,14,7

10,75,46,1

19,48,15,34,5

12,26,08,4

23,217,57,06,7

13,119,818,18,5

15,825,3

7,024,016,45,4

10,76,48,35,15,4

10,511,614,29,38,7

18,16,49,5

11,77,88,5

18,915,711,66,5

11,511,76,88,3

27,88,0

12,59,27,4

22,89,07,16,0

15,011,212,226,017,98,18,4

17,223,123,712,919,126,7

9,822,820,2

9,111,77,89,65,36,7

12,213,017,211,712,3

15,28,1

10,511,911,911,115,315,612,78,2

12,611,911,012,022,8

7,913,310,610,422,710,910,08,8

14,89,9

15,519,218,011,711,719,818,421,214,713,622,911,316,320,4

9,817,514,111,18,89,5

12,315,116,212,714,8

12,88,79,2

10,19,5

10,912,311,611,69,1

11,110,610,713,217,39,6

10,911,19,9

15,110,310,29,7

13,28,5

10,515,514,411,411,017,116,712,415,311,818,811,514,814,47,8

13,615,69,59,09,6

10,711,911,112,511,1

10,98,68,07,99,8

10,49,7

10,010,59,29,18,99,0

10,415,87,67,79,39,6

13,69,89,28,8

11,87,29,8

14,612,910,68,7

15,214,5

"10,615,511,517,113,012,912,79,7

11,912,67,98,68,08,9

11,19,5

11,810,9

FUENTE: Explotación personal de datos censales.

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BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

propósitos de este artículo20. A pesar de ello, la inclusión de las cuatro tablasprecedentes puede ser de interés en tanto que permite conocer lo ocurrido alrespecto en cualquiera de las provincias españolas.

Un método alternativo para el aprovechamiento de los datos provinciales hasido utilizado en este artículo. En vez de imponer el esquema de la división re-gional clásica al análisis de los datos, se ha preferido permitirles que se configurenellos mismos en «regiones demográficas naturales», por decirlo de alguna manera,determinadas por el nivel de los índices empleados en este trabajo. Para ello sehan seguido los pasos del demógrafo Louis Roussel en una investigación realizadasobre la nupcialidad en Francia21.

La técnica utilizada consiste en ordenar jerárquicamente las 50 provincias es-pañolas, 49 hasta el censo de 1930 22, en orden decreciente según su edad al ma-trimonio y según su índice de soltería. Esta operación se realiza separadamentepara hombres y mujeres. A continuación se establecen unas divisiones, más o me-nos arbitrarias, que configuran diversos grupos de provincias según el rango queocupan en esa lista en comparación con las demás provincias. En el caso de Es-paña, las provincias han sido divididas en grupos de 10, según el rango ocupadoen el total nacional, formando así cinco grupos diferentes que dan una idea apro-ximada de la intensidad de la conducta estudiada en diversas partes de España.

Si las provincias hubieran sido divididas en categorías decididas de antemanopor el investigador (alta, media, baja o intervalos de edades) se podría observarla evolución general del nivel alcanzado por la edad al matrimonio y el celibatopermanente. La subida general de los índices, empero, habría agrupado a la ma-yoría de las provincias en unas pocas categorías, anulando así la posibilidad dedistinguir entre ellas. La utilización del método de Roussel no ilumina sobre elnivel absoluto de las variables, pero permite saber en todo momento la situaciónrelativa de una provincia respecto a las demás. La representación gráfica de talesagrupaciones es particularmente útil para poder rastrear posibles pautas regionalesde nupcialidad.

A título de ejemplo se incluyen en el presente artículo algunos mapas de Es-paña divididos en los cinco grupos recién explicados 23. Se han escogido los querepresentan la situación regional de la edad media al matrimonio en 1887 y 1975,como cotas primera y última de este estudio, para hombres y mujeres.

En el gráfico III se puede observar la distribución de las provincias en 1887según la edad al matrimonio y el sexo. Como se puede observar en la parte in-ferior del mismo, la distribución regional de las SMAMs está claramente distin-guida en el caso de las mujeres. Las provincias englobadas en los dos primerosquintiles se encuentran situadas, en su inmensa mayoría, en la costa cantábrica ynoroeste de España, con la excepción de la España insular y las provincias de Ma-

20 De nuevo en la Memoria de Licenciatura mencionada, págs. 84-95.21 Louis ROUSSEL, "La nuptialité en France", Population, 1978, 1, págs. 15-41.22 Canarias fue una única provincia hasta 1927. Esta es la razón de que en las ta-

blas III, IV, V y VI los datos pertenecientes a Las Palmas y a Santa Cruz sean igualeshasta 1930.

23 Para consultar el resto de mapas y rankings en la Memoria de Licenciatura men-cionada, apéndice III, págs. 195-250.

96

LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

drid, Barcelona y Cádiz. El litoral mediterráneo y la España interior son las re-giones que ofrecen una más baja edad al matrimonio.

Por su parte, la distribución de las provincias respecto a la edad al matrimoniomasculina es relativamente similar, aunque mucho menos concentrada. El nortedel país no aparece tan destacadamente diferenciado, incluyendo esta vez el nortede Aragón y de Cataluña y el islote de Cádiz, son ahora las provincias de Cádiz,Sevilla y Huelva.

GRÁFICO III

Provincias españolas ordenadas según EMM, 1887

Hombres Mujeres

El contraste de la situación de 1887 con la de 1975, que aparece en el grá-fico IV, resulta muy revelador. Las diferencias de distribución territorial por sexocasi han desaparecido después de un siglo de avatares. En ambos casos se produceuna inversión de la distribución territorial precedente: las más altas edades al ma-trimonio están localizadas en el interior del país, con la excepción de algunasprovincias desarrolladas como Valladolid, Zaragoza y Madrid. Por el contrario,todas las provincias del litoral y las islas tienen las edades al matrimonio másjóvenes. La única excepción se produce en el caso de los hombres con la provinciade Lugo.

GRÁFICO IV

Provincias españolas ordenadas según EMM, 1975Hombres Mujeres

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BENITO CACHINERO SÁNCHEZ

La inclusión de los listados pertenecientes a los censos restantes no haría sinoconfirmar la sensación de que se ha producido en el curso del siglo una transiciónimportante en las pautas regionales de nupcialidad. A finales del siglo pasado zo-nas de las más industrializadas del país, junto con Galicia, la punta occidental deAndalucía y la España insular, producían los matrimonios más tardíos. Por el con-trario, en 1975 la España interior y atrasada era la que ocupa los primeros luga-res de la lista, con las excepciones indicadas previamente.

No existe la menor intención de avanzar en este artículo una explicación fácildel porqué de la existencia de diferentes pautas regionales de nupcialidad en di-versos momentos de la historia de España, a falta de una investigación más am-plia que debiera incluir mucho de historia económica y social. Sin embargo, pa-rece apuntarse que el rasgo de modernidad, «europeidad» en este caso, en 1887estaría asociado al matrimonio tardío. En la actualidad ese rasgo de modernidadsería el matrimonio temprano, coincidiendo así con las tendencias europeas al res-pecto. No obstante, la importante excepción de Galicia y otras regiones deja bas-tante en precario tal afirmación. Ya se vio anteriormente cómo el modelo europeode matrimonio no estuvo nunca claramente asociado a la modernización o indus-trialización de Europa24.

El análisis del celibato perpetuo, aquí excluido por falta de espacio25, vendríaa añadir más incertidumbre a esta explicación. La heterogeneidad de su distribu-ción en España parece conectarlo decisivamente con las particularidades culturalesde sus poblaciones.

La relación entre soltería y edad al matrimonio

Una vez establecida la evolución de las variables propias del modelo europeode matrimonio, tanto nacional como provincialmente, y de haber estudiado la exis-tencia de las pautas regionales que las han caracterizado, conviene analizar la rela-ción que muestran las variables entre sí.

Según los presupuestos teóricos del modelo europeo de matrimonio, la pre-sencia de matrimonio tardío implica niveles apreciables de soltería y viceversa. Unestudio realizado con el fin de confirmar tal hipótesis constataba la importantecorrelación existente entre ambos índices, aun cuando existan las excepciones derigor26.

En el caso del presente estudio se trataba de comprobar si tal relación existíaen España, tomando las provincias como unidad de análisis, y averiguar su evo-lución con el paso del tiempo.

El instrumento utilizado a tal fin es relativamente sencillo: los índices decorrelación resultantes al cruzar las variables conocidas. Los índices de correlaciónobtenidos a partir de los cruces de variables más significativos aparecen en la ta-bla VIL De esta tabla se pueden deducir algunos hechos de interés.

24 John HAJNAL, European..., pág. 106.25 Asimismo en el apéndice III de la Memoria de Licenciatura.26 Ruth B. DIXON, "Late Marriage and Non-Marriage as Demographic Responses: Are

they Similar?", Population Studies, XXXII, 3, noviembre 1978, págs. 449-466.

98

LA EVOLUCIÓN DE LA NUPCIALIDAD EN ESPAÑA (1887-1975)

.68

.88

.73

.71

.72

.60

.66

.80

.62

.67

.59

.74

.78

.72

.68

.78

.71

.75

.69

.76

.79

.65

.21

.78

.64

.62

—.33

.64

.87

.57

—.16

.37

.90

.57

—.09

.31

La correlación de las variables en 1887 es bastante elevada, lo que apoya lanoción de que matrimonio tardío y soltería son fenómenos paralelos en una situa-ción de modelo europeo. El paso del tiempo va a cambiar algunas de las rela-ciones observadas en 1887. Por ejemplo, la correlación entre edad al matrimoniode los hombres con la de las mujeres va a oscilar de una manera no especialmentesignificativa, hasta que en 1975 se coloque en .90. El paso del tiempo parece ha-ber reforzado la asociación entre el comportamiento nupcial de ambos sexos.

TABLA VII

Coeficientes de correlación entre las variables del modelo europeode matrimonio (España, 1887-1975)

1887 1900 1910 1920 1930 1940 1960 1970 1975

EMM masculina y feme-nina ...

EMM y solterías mascu-linas

EMM y solterías femeni-nas

Solterías masculina y fe-menina

FUENTE: Explotación personal de las tablas III, IV, V y VI.

Sin embargo, el resto de las asociaciones presentadas van a verse debilitadascon el tiempo. La relación entre matrimonio tardío y soltería permanente en loshombres pasa de un importante .88 en 1887 a un apreciable, pero mucho másbajo, .57 en 1975. Por su parte, la asociación similar en las mujeres experimentauna evolución mucho más acentuada. De una correlación importante en 1887, .73,se pasa a correlaciones negativas a partir de 1960 y a una casi inexistencia en1975, .09.

Por último, la simultaneidad de las solterías masculina y femenina experimentael mismo proceso decreciente. De .71 en 1887 a .31 en 1975.

Se puede concluir que en lo que respecta a la nupcialidad en la España actualla relación entre el comportamiento de la soltería y la edad al matrimonio es muypequeña; en el caso de las mujeres prácticamente inexistente. No era ésta la si-tuación hace un siglo, lo que empuja a pensar que: 1) el modelo europeo de ma-trimonio sí ha formado parte en el pasado de las pautas de nupcialidad en Es-paña, y 2) éste se ha ido extinguiendo del panorama demográfico español con elpaso del tiempo y la probable sustitución de los determinantes de la nupcialidaden el siglo xix por los propios de un país industrializado del siglo xx.

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