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La formación por competencias frente al Modelo Xochimilco:
moda o alternativa educativa
Mauricio Andión Gamboa1
Introducción
En la actual coyuntura histórica han emergido tres procesos clave que influyen directamente
sobre la demanda y suministro de servicios educativos en el campo de la educación superior.
Primero, la emergencia y expansión de la así llamada sociedad de la información, catalizada por
el uso de las tecnologías digitales de la información y los nuevos medios comunicación (TIC),
cuya aplicación transforma continuamente la naturaleza del trabajo y de la organización de la
producción, distribución y consumo de bienes y servicios. Este proceso propicia la necesidad de
un re-entrenamiento de la fuerza de trabajo, y una formación tecnológica de los profesionales y
técnicos que se preparan en los sistemas institucionales de educación superior.
Segundo, el fenómeno de la globalización de la economía modifica la posibilidades de creación
de empleos y amplía las fuentes de trabajo, en la medida que los egresados de las universidades
e instituciones de educación superior (IES) cuenten con las competencias técnicas y lingüísticas
que requiere el trabajo en el ciberespacio y las sociedades informatizadas.
Tercero, el acelerado desarrollo científico-técnico que da origen a nuevas formas culturales que
a su vez ocasionan nuevas problemáticas éticas, políticas y sociales. Esto implica el desarrollo
y promoción de programas de formación científica, tecnológica, artística, humanística, lo
que necesariamente pasa por la gestión programas educativos orientados a la formación
competencias pertinentes para el ejercicio de cada profesión en la sociedad actual.
1 Profesor / Investigador del Departame
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Inscrito en este contexto socio-histórico es que debe entenderse la Declaración Mundial sobre la
Educación Superior en el Siglo XXI, emitida por la UNESCO en 1998:
La educación superior requiere de visión ética, imparcialidad política, capacidad crítica, y una
mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, incluyendo el
respeto a la cultura y la protección ambiental.
Aquí, lo que nos interesa es destacar la idea de articular la acción académica de las instituciones
de educación superior (IES) con el mundo del trabajo y los problemas sociales. Al mismo
tiempo, con el intención de integrar el discurso en torno a un eje argumental, se parte de la
hipótesis según la cual el modelo de formación por competencias es un enfoque educativo que
surge como respuesta a las exigencias del mundo laboral respecto a la preparación esperada en
los individuos para el desempeño de actividades específicas en el lugar de trabajo. Este hecho,
deriva en la obligación a las universidades y escuelas profesionales a efectuar cambios en el
diseño curricular de las carreras profesionales, de tal forma que orienten el desarrollo sus planes
y programas de acuerdo a la definición de perfiles académicos y profesionales, así como de las
áreas de competencia requeridas en el mundo real del trabajo. Lo que en teoría refuerza la
calidad de los servicios educativos en términos de sus objetivos, acciones, procesos y resultados.
El proyecto Tuning que reúne a mas de 100 universidades en el mundo una competencia se
define como:
Una combinación dinámica de atributos, en relación a conocimientos, habilidades, actitudes y
responsabilidades, que describen los resultados del aprendizaje de un programa educativo o
lo que los alumnos son capaces de demostrar al final de un proceso educativo (Bezanilla, M:
2003:12)
En el marco de la revolución tecno-educativa a nivel global y la emergencia de un nuevos
paradigmas educativos centrados en el aprendizaje y las necesidades de los alumnos, este
artículo tiene como propósito analizar la pertinencia y relevancia del modelo de formación por
competencias frente a propuesta educativa alternativa que significa el Modelo Xochimilco, como
se le conoce al modelo de enseñanza- aprendizaje desarrollado en la Universidad Metropolitana,
Unidad Xochimilco (UAM X). Con este fin, el texto se organiza en cinco partes:
El primer apartado aborda el tema de la formación por competencias para encuadrarlo como
un proceso social de emergente que va a dar lugar al desarrollo de un modelo educativo
alternativo para las universidades e IES del mundo. En la segunda parte del artículo se hace una
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descripción minimalista de la revolución tecnológica que vive el campo de la educación a nivel
global. En seguida, se delinean brevemente los distintos conceptos y paradigmas educativos que
en las últimas décadas han surgido en las sociedades informatizadas. Posteriormente, se aborda
el problema de la vigencia Modelo Xochimilco a luz del cambio de paradigma tecno-educativo
y se hace una comparación entre los dos modelos educativos aludidos; finalmente, a manera
conclusión, se responde a la cuestión de si estos dos modelos educativos representan una
simple moda intelectual o acaso son auténticas alternativas para educación superior en “tiempos
posmodernos.”
1. La formación por competencias como modelo educativo
La formación basada en competencias es un enfoque teórico que busca establecer la relación
entre el mundo del trabajo y la educación formal. Los orígenes de esta corriente se ubican en
Norteamérica, durante la década de 1920. El tema, sin embargo, no es introducido a la discusión
académica sino hasta fines de los años 60, a raíz de los estudios de David Mc Clelland, quien
observó que la aprobación de los tradicionales exámenes académicos estandarizados y la
obtención de grados académicos no garantizaban ni el desempeño en el trabajo ni el éxito en la
vida.2
Los estudios y discusiones iniciales se derivaron del mundo laboral y hacían referencia a la
capacitación para el trabajo orientado a satisfacer las necesidades operativas las empresas y
organizaciones. Se trabajaba bajo el supuesto que no había característica de desempeño alguna
que no pudiera ser modificada a partir del entrenamiento y la experiencia. Fue este enfoque
hacia lo estrictamente operario lo que desvió inicialmente la discusión sobre la formación por
competencias del campo de la educación superior.
No obstante, para los años 80 y 90 del siglo XX, la detección sistemática de la incapacidad de
muchos estudiantes y profesionistas para saber qué hacer y cómo aplicar los conocimientos
adquiridos en las escuelas profesionales y universidades, propicio que por esos años y hasta
la fecha que en países como Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Reino Unido se impulsen
programas nacionales, reformas educativas, se establezcan consejos interventores e incluso se
aprueben leyes que favorecen la difusión y aplicación de este enfoque educativo. Este modelo
conocido genéricamente como formación por competencias, busca preparar profesionales 2 Una breve historia de este enfoque teórico e actual estado del arte del modelo de formación por compe-tencias se puede encontrar en libro Competency assesment methods: history and state of the art, Lyle M Spencer, Signe M Spences & David C Mc Clelland, (1994).
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capaces de aplicar lo saben en escenarios reales de trabajo, así como trasladar las habilidades
adquiridas o desarrolladas en otros escenarios; alude, ante todo, al desempeño situado y
contextualizado que implica comprensión, pertinencia, adaptación y construcción-reconstrucción
continua del conocimiento (Ontiveros & Trujillo: 2010)
A partir de la discusión nociones como competitividad, globalización, tecnologías de la
información y nuevos medios de comunicación (TIC) que fundamentan este conjunto de acciones
orientadas a ajustar el sistema educativo al sistema productivo y, basados en el desarrollo
de proyectos centrados en promover la aplicación de este modelo educativo se llega a la
conclusión, de que en esta coyuntura histórica, caracterizada por el cambio e innovación
permanente, el aprendizaje especializado ya no sólo se adquiere en la universidad sino que es
necesario complementarlo con el ejercicio profesional y la educación continua. Desde esta
perspectiva el egresado de una universidad debería poseer competencias intelectuales, sociales
y laborales que le permitieran desarrollar a lo largo de la vida: creatividad, flexibilidad, capacidad
de adaptación, habilidad para aprender a aprender y de resolver problemas concretos.
De esta manera, se introducen al discurso pedagógico nuevos términos como el de competencias
(vg. laborales, sociales, intelectuales, técnicas) y conceptos como el de aprendizaje significativo que
se define como: aquella forma de aprendizaje que permite al individuo construir significados que
le ayuden a conocer de manera mas amplia el mundo que le rodea, posibilitando su crecimiento.
Lo que implica la posesión de saberes previos a lo que se desea aprender y la estructura de los
conocimientos previamente adquiridos condiciona y posibilita la adquisición de los nuevos. Este
tipo aprendizaje, permite aprovechar lo aprendido en nuevas situaciones, por lo que, más que un
procesos memorístico, es un proceso comprensivo (Ausubel D.P., 1968).
La comprensión de los procesos antes que la memorización de instrucciones son esquemas
de pensamiento y acción que deben ser aprendidos por los estudiantes en su formación como
profesionales reflexivos lo que requiere aprender no sólo los saberes propios de una profesión
(arte u oficio), sino la lógica y dinámica del campo en el que se ejerce para comprender el
significado de su práctica dentro del campo profesional. Lo que implica integrar el practicum
reflexivo3 en los currícula de las carrear universitarias y escuelas profesionales.
Las escuelas profesionales deben replantease tanto la epistemología de la práctica como los
supuestos pedagógicos sobre los que se asientan sus planes de estudio a la vez que deben
3 Se refiere a las prácticas pedagógicas que buscan ayudar a los estudiantes de educación superior a adqui-rir las competencias y las formas de arte que resultan esenciales para resolver problemas en zonas indeterminadas de la práctica profesional (Cf. D.A. Schön:1992).
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favorecer cambios en sus instituciones de modo que den cabida a un practicum reflexivo como
elemento clave en la preparación de sus profesionales.” ( D.A. Schön:1992: 30).
Como se sabe, en la actualidad las prácticas profesionales están hipermediadas por las TIC.
Internet, los teléfonos celulares, las computadoras portátiles y respectivas aplicaciones son
instrumentos esenciales en el mundo el trabajo. La producción distribución de los bienes y
servicios no sería posible en la sociedad moderna sin el uso de estos medios de comunicación y
procesamiento de información. Hoy en día se puede decir que gran parte de las competencias
técnicas que requieren los profesionales (reflexivos o no) para ejercer sus práctica consiste
en una serie de habilidades necesarias para utilizar apropiadamente las TIC en el proceso del
trabajo, de tal forma, que aumente la productividad haciendo del trabajo un proceso más rápido
y flexible. 4
En esta sociedad posmoderna caracterizada por la preeminencia de los servicios informativos,
dos de los requerimientos laborales básicos son poseer ciertas competencias técnicas o las
habilidades necesarias para utilizar de forma apropiada las TIC, así como competencias
lingüísticas, tales como saber otro idioma o un determinado lenguaje de programación. Así
como en el siglo pasado se requería estar alfabetizado, es decir, saber leer un texto escrito e
interpretarlo correctamente, en este siglo se requiere estar alfabetizado en múltiples lenguajes.
hoy para encontrar un trabajo bien remunerado se necesita por lo menos saber de computación y
saber inglés, se debe tener una competencia mínima en el uso de las TIC, y se requiere saber leer
no sólo textos escritos sino hipertextos digitales y multimedia que integran imágenes, sonidos,
textos, datos. En otros términos, deber estar multi-alfabetizado5
La alfabetización digital como competencia técnica básica para el trabajo profesional en la vida
moderna actual, obliga a las escuelas profesionales y las universidades a cambiar su modelo
educativo y su propia estructura orgánica. La difusión de la cultura digital a través de los
programas educativos requiere de un uso mas intencional e intensivo de las TIC en las escueles,
las aulas y los laboratorios.
Todo esto nos conduce a preguntarnos sobre la formación basada en competencias y cómo
preparar profesionales reflexivos en un tiempo y un espacio en donde las TIC determinan la 4 Sobre los cambios que sufrido del campo laboral en las ultimas décadas consultar a Manuel Castells, “La transformación del trabajo y el empleo: trabajadores en red, desempleados y trabajadores de tiempo flexible.” En: La Era de la Información: La sociedad red. Vol. I, Siglo XXI, 1999. 5 Este término es propuesto por el profesor Douglas Kellner de la Universidad de California los Angeles (UCLA). Consultar el artículo: “New media and new literacies: reconstructing education for the New Millenium”, en: Handbook of New Media. Sage, London: 2002.
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práctica profesional imponiéndole una cultura tecnológica (la cultura digital). Para que esto
suceda sería preciso continuar diseñando estrategias de difusión de cultural paralelas curriculum
formal; elaborando materiales educativos multimedia que ayuden a los estudiantes de educación
superior a aprender a aprender competencias técnicas adecuadas a la sociedad informatizada del
presente; se necesitaría seguir organizando y promoviendo seminarios, cursos, talleres sobre
cultura digital y sus implicaciones sociales, económicas y políticas y, en general, se requiere
desarrollar entre los estudiantes de todas las carreras una conciencia tecnológica más reflexiva y
crítica. Lo que no alcanza a lograr por sí misma la mera aplicación del modelo de formación por
competencias en el aula.
2. La revolución tecnológica en la educación
La aplicación de la TIC en la educación es una práctica por lo menos tan antigua como el
alfabeto que es una de las tecnológicas simbólicas más influyentes en la historia de la humanidad.
Pero no es hasta la aparición de los medios electrónicos de comunicación en la vida social que
en se comienza a considerar y a discutir entre los maestros y educadores el tema del uso de la
“tecnología educativa” y su uso en la escuela, las aulas y los laboratorios.
En los años 50 del siglo XX, además de los textos impresos, como soporte del
conocimiento y la información, en la educación formal era muy escaso el uso que se hacía de
los medios de comunicación electrónicos. No obstante, en el campo de la educación informal,
para los años 60 y 70 ya existían programas regulares de educación pública por TV, algunos
canales de TV educativa que se producían programas de televisión educativa. A su vez, el video
comenzó a usarse en la escuelas como medio para mostrar contenidos audiovisuales (películas,
documentales etc.) en las aulas. En la década de los 80, la llegada de la computadora personal
cambia drásticamente la percepción de la tecnología aplicada a la educación. Las computadoras
son máquinas para procesar información y para ordenar datos, y la educación es una practica
que implica eso precisamente, aprender a procesar información para construir conocimiento
propio. Algunos autores piensan que las computadoras junto con Internet y sus respectivos
programas computacionales son las tecnologías simbólicas más poderosas desde la invención de
la imprenta (Mcluhan M, 1995, De Kerckhove, D.1999). Desde entonces se establece el vínculo
cosustancial entre las TIC y la educación. Durante los 90 aparece Internet y con él se despliega
una red global de computadoras que conecta al mundo moderno al nivel global. A partir de ese
momento, surge el ciberespacio como espacio social alterno, un alter locus en donde poblar
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nuevos territorios. En aquel entonces se veía la red como la nueva frontera. Se pensaba que el
desarrollo de Internet y el uso intensivo de nuevos medios de comunicación abriría en campo
de la educación uno horizonte nuevo, casi infinito, desde donde se ensayarían formas alternativas
de educar, de crear contenidos educativos y de propiciar el aprendizaje. (Andión M.: 1997)
En los últimos años en la mayoría de los educadores e instituciones educativas en el
mundo, incluyendo las de nuestro país, se han sumado a la tendencia del cambio tecnológico
proponiendo toda clase de iniciativas. Se han planeado, diseñado y operado programas, equipado
escuelas y aulas, desarrollado material educativo con el fin de integrar las TIC a la educación y en
especial a la vida escolar. Tal ha sido el esfuerzo que hoy en día, la imagen de las computadora
esta asociada irremediablemente al concepto de educación. Inclusive, las TIC se han fetichizado
en el imaginario social hasta el punto de verse como sinónimo de calidad educativa.
En una sociedad hipermediada como a de hoy, en donde la comunicación mediada
por computadora se está convirtiendo en la norma el campo de la cultura y los procesos de
producción cultural se están reconfigurando permanentemente. De acuerdo con Van Dijk, los
procesos de cambio cultural más significativos en nuestro tiempo se resumen en la acelerada
homogeneización y, simultánea diversificación de la cultura, la fragmentación de los contenidos
culturales y el aumento exponencial en la productividad y la producción cultural. Estos cambios
en la manera de comunicarnos, relacionarnos y crear cultura están afectando directamente
nuestra percepción del mundo y la forma en que nos apropiamos del nuestro entorno. Según el
mismo autor, Internet y los nuevos medios de comunicación continúan con la transición histórica
de la experiencia directa a la percepción mediada del mundo, y concluye que el uso de las TIC
en la educación supone un cambio de paradigma, de la educación enfocada en la enseñanza a la
educación centrada en el aprendizaje. Lo que da lugar a la emergencia de enfoques alternativos en
el campo de la educación, desde los cuales se observa como el aprendizaje a través de la acción
está, gradualmente, siendo remplazado por el aprendizaje a través de la interacción con sistemas
simbólicos (Van Dijk, J.: 2004:238).
De acuerdo con esto, queda claro que las computadoras y el Internet están cambiando las bases
mismas del acto educativo, sobre las que se ha sostenido la relación entre maestros, alumnos y
los contenidos de aprendizaje.
Las implantación de las TIC en los centros escolares e instituciones educativas tienen una serie
de consecuencias inmediatas como: la necesidad de contar con luz eléctrica en los centros
escolar y las facilidades para instalar los equipos electrónicos, tener acceso la red y al software
adecuado para operar las máquinas, y apoyo técnico permanente para asesoría en la operación
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de los equipos, así como, realizar cambios en la organización y gestión escolar. Al mismo tiempo,
el uso de las TIC en la educación implica un cambio total en el rol del docente. Los procesos
educativos se centran en el alumno y sus necesidades de aprendizaje, lo que da lugar a nuevas
situaciones en el salón de clase. Los alumnos pueden controlar su ritmo de aprendizaje por
medio de las TIC, así como, desarrollar múltiples habilidades cognitivas, destrezas técnicas y
comunicativas necesarias para la vida moderna y, en la actualidad, esenciales para ejercer
una profesión. Además, las TIC les permiten a los docentes ensayar múltiples canales de
comunicación con sus alumnos, utilizando plataformas de aprendizaje, sitios en la red o diversos
otros servicios de comunicación deferida o en tiempo real. Podrían también elaborar material
didáctico con nuevos contenidos curriculares, en formato multimedia, o crear dispositivos de
comunicación para diseminar la información con mayor eficacia en un mundo de imágenes y
permanentes flujos de información.
Los sistemas educativos de todo el mundo se enfrentan actualmente al desafío de incorporar
apropiadamente las TIC a la educación para proveer a sus alumnos las, “competencias”,
habilidades y conocimientos necesarios vivir y progresar en la sociedad posmoderna. En 1998, el
Informe Mundial sobre la Educación de la UNESCO: Los docentes y la enseñanza en un mundo en
mutación, plantea el profundo impacto de las TIC en los métodos convencionales de enseñanza
y augura la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje y la forma en que docentes y
alumnos accederán al conocimiento y la información en el futuro inmediato.
“Las nuevas posibilidades que hoy surgen ejercen un poderoso influjo en la satisfacción de las
necesidades básicas de aprendizaje, y es evidente que ese potencial educativo apenas ha sido
aprovechado. Estas nuevas posibilidades aparecen como resultado de dos fuerzas convergentes,
ambas subproductos recientes del proceso de desarrollo general. En primer lugar, la cantidad
de información utilizable en el mundo –a menudo importante para la supervivencia y el
bienestar básico– es inmensamente mayor que la que existía hace sólo pocos años y su ritmo
de crecimiento continúa acelerándose. Por otro lado, cuando una información importante
va asociada a otro gran adelanto moderno –la nueva capacidad de comunicarse que tienen
las personas en el mundo de hoy – se produce un efecto de sinergia. Existe la posibilidad de
dominar esta fuerza y utilizarla positiva y metódicamente para contribuir a la satisfacción de
necesidades de aprendizaje bien definidas.” (Informe Mundial sobre la Educación, UNESCO,
1998:19)
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El impacto de informatización en la sociedades es violento por necesidad ya que implica
cambios radicales en el modo de hacer la cosas y transformaciones profundas en el plano
de la percepción y la cognición del mundo. Este proceso es una revolución que de facto
esta reconfigurando los sistemas educativos y culturales en las sociedades y transformado
profundamente la psique humana.
3. Los nuevos paradigmas de educativos en las sociedades informatizadas
En este marco se entiende que hayan emergido nuevos conceptos pedagógicos promovidos
desde la UNESCO, como es el caso Aprender a Aprender. Este concepto parte del principio que la
educación debe ser activa y que el sujeto tiene que desarrollar esquemas de acción y percepción
del mundo que le permita darle un sentido a la información que obtiene a través de los medios
escritos, visuales, audiovisuales cibernéticos. Todo esto con la idea de formar a los alumnos como
sujetos autónomos con la capacidad para decidir qué, cuándo y cómo aprender determinado
contenido de aprendizaje. Este concepto se complementa con la idea de aprender investigando,
la educación por descubrimiento a través de la realización de experimentos o proyectos de
investigación.
El concepto de aprender investigado abre un espacio a los alumnos para construir su propio
conocimiento, a partir de experiencias educativas que los motiven a buscar, recopilar, organizar
e interpretar información. Actualmente, no existe herramienta más eficaz para investigar que
Internet y, es un hecho que sabiendo usar la red para conseguir información legítima, pertinente
y relevante, ésta se convierte en la mejor fuente de información disponible. Los mismo sucede
con las computadoras, hoy en día, son los mejores instrumentos para guardar, ordenar y
procesar datos e información en texto escrito, imagen, audio o video. Por ello, se afirma que
uso de las TIC en la educación favorecen la práctica de la investigación y la autonomía en el
aprendizaje.
También se puede citar al modelo educativo propuesto por la OCDE denominado Educación a lo
largo de la vida. Este modelo representa no sólo una estrategia para ampliar la cobertura de los
sistemas educativos e incrementar el tiempo de formación de los sujetos, sino una nueva visión
del problema educativo en el mundo moderno, que, eventualmente, derivará en a reorganización
de las escuelas, los procesos formativos y los servicios educativos.
El nuevo concepto [educación a lo largo de la vida] va mas allá de ofrecer una segunda o tercera
oportunidad a los adultos y propone que cualquier persona debe de estar en condiciones,
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motivada y ser activamente impulsada a aprender algo a lo largo de la vida. Esta visón
comprender desarrollos individuales y sociales de cualquier tipo y en cualquier contexto y
situación: formales, en escuelas, educación vocacional, de nivel terciario, o en instituciones
de educación para adultos, así como informales, en el hogar, el trabajo y la comunidad. Es
un enfoque sistémico; se refiere a estándares de conocimiento. Y destrezas adquiridas por
todos, independientemente de su edad […] como tal, se orienta hacia la obtención de varios
objetivos: el desarrollo personal, incluyendo el uso del tiempo fuera del trabajo (o posterior al
retiro del trabajo); fortalecimiento de valores democráticos, el cultivo de la vida comunitaria,
la manutención de la cohesión social, y el estímulo de la innovación, la productividad y el
crecimiento económico.” (Coles M. & Werquin P., 2007:15)
Se trata de una nueva manera de concebir la educación y proveer servicios educativos para
todos, en cualquier momento y desde cualquier lugar. Desde la óptica del aprendizaje continuo,
más que una preparación para la vida adulta o laboral, la educación se convierte en la vida
misma. Las consecuencias inmediatas de la aplicación de este enfoque son: La ampliación de la
cobertura en todos los niveles formales y a toda la población; el replanteamiento de los niveles,
ciclos y curricula escolares; la aplicación de interfaces para la educación y la capacitación para el
trabajo; así como, el incremento y diversificación de los servicios y materiales educativos. Con
respecto a las implicaciones de este modelo educativo José Joaquín Brünner apunta:
“Materializar la promesa de la educación continua a lo largo de la vida para todas las personas
supone, necesariamente, un completo rediseño de la institucionalidad educacional centrada en la
escuela. Mientras esta fue pensada y establecida para proporcional educación inicial –preparación
para el trabajo, la comunidad y la ciudad política—la educación continua, en cambio, requiere
una plataforma institucional mucho mas diversificada y flexible, que opere en términos de una
arquitectura de red.[…] la educación continua a lo largo de la vida, así como el aprovechamiento
pleno de las potencialidades que envuelven a las TIC, supone que los sistemas formativos se
organicen de una manera distinta a la actual” ( Brünner: 2003:117).
Cualquiera que sea el modelo de organización institucional que adopte la escuela y los
programas de educación continua a lo largo de la vida, existe consenso entre los especialistas
de que este proceso tendrá que sustentarse necesariamente en el uso intensivo las TIC. Según
Brünner, el proceso de integración de estos nuevos medios a la educación y la escuela se
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produce generalmente en cuatro escenarios, mismos que sirven como tipos ideales para analizar
e interpretar el vínculo entre la educación y las TIC:
a) Las TIC enriquecen y complementa el modelo tradicional. En este caso, las
TIC aparecen como medios al servicio de la pedagogía cara a cara, como una extensión del
maestro que transmite información y conocimientos. El modelo de aula no se altera de manera
significativa para propiciar el aprendizaje.
b) Las TIC aparecen en un salón de clase interactivo. En este escenario las TIC,
conectadas en red y a la web, se distribuyen en una aula isóptica mirando hacia una pantalla
donde se puede proyectar la información en la red o de la computadora del instructor. Partiendo
de una visión interactiva, constructivista del aprendizaje y un concepción de inteligencia
distribuida, en este espacio se utiliza a las TIC como recursos tecnológicos que proporcionan
a los alumnos un poderoso medio para controlar sus aprendizajes. Aquí, la configuración y
topografía del aula cambia de manera significativa
c) Los maestros y alumnos usan las TIC para desarrollar nuevas
competencias. En este escenario las TIC aparecen como un recurso omnipresente en el
mercado de trabajo, las escuelas, los espacios públicos y privados. Las comunidades de maestros,
alumnos y padres se organizan para actualizar y mejorar (upgrade) su escuela, su currículo, sus
profesores y estrategias didácticas para ayudar a los alumnos a aprender a desarrollar nuevas
competencias básicas para obtener un empleo. Estos procesos educativos se pueden verificar
en cualquier espacio adaptado, ya sea en la escuela, el trabajo, la oficina o la casa y se inscriben
dentro del campo de la educación continua y los programas de capacitación para el trabajo.
d) Los estudiantes interactúan en entornos virtuales de aprendizaje. Este
escenario es indudablemente al más moderno y aquí la TIC constituyen el entorno mismo
en donde se lleva a cabo el aprendizaje. Se parte del supuesto que el tele- aprendizaje en el
ciberespacio será la forma que adopte la educación en la sociedad de la información. Aquí, el
aula, como tal, desaparece y la sustituyen plataformas tecnológicas que funcionan como aulas
virtuales que sirven como medio permanente de comunicación con el equipo docente; como
recurso interactivo entre estudiantes para aprender colectivamente colaborando en línea en la
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realización de proyectos; y como un espacio virtual de consulta fuentes de información y de
material didáctico multimedia.
Algunos de estos escenarios todavía no se producen en algunas regiones de países no
plenamente informatizados como México. Para integrar las TIC a nuestro contexto social y
cultural tendríamos que trasformar nuestra relación con el conocimiento y la información.
Se tendría que propiciar un cambio cultural profundo. La modernización tecnológica supone
necesariamente una modernización cultural.
Ante estas circunstancias, la dimensión educativa aparece en el centro de la problemática.
Por lo que el esfuerzo educativo debiera orientarse hacia promoción de un cambio cultural
y de la transformación de la relación que tienen los agentes de la educación (estudiantes y
profesores) con la información, el conocimiento y las TIC, como recursos indispensables para
sobrevivir en mundo moderno.
Para continuar, detengámonos en el caso la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco
(UAMX) en México, Distrito Federal, para ver que se esta haciendo respecto al cambio la
cultural que se requiere para ajustar esta institución al nuevo paradigma tecno-educativo.
4. El Modelo Xochimilco ante el cambio de paradigma tecno-educativo
El Modelo Xochimilco (MX) es el sistema de enseñanza-aprendizaje que se ha intentado
implantar en la UAM X, desde 1974. Es una propuesta educativa basada en las tradiciones
pedagógicas más avanzadas y progresistas del siglo XX, que se centran en el aprendizaje y en
el papel activo de los alumnos en los procesos de adquisición y asimilación del conocimiento.
Anclado en la epistemología genética de Jean Piaget --que fundamenta una de las vertientes
más importantes de la corriente constructivista en el discurso educativo6--el MX es una
propuesta alternativa a los modelos tradicionales de enseñanza porque propone la formación
de profesionales capaces de inscribirse en la sociedad como agentes de cambio (profesionales
reflexivos), y de integrar teoría-practica (practicum reflexivo) a través de la recolección y
procesamiento de información y la aplicación del conocimiento adquirido en un proceso de
investigación, plasmado en un proyecto académico diseñado para buscar y encontrar soluciones
a problemas de la realidad concreta, particularmente, la realidad de las grandes mayorías de 6 Una buena reconstrucción de los aportes del constructivismo psico-genético piagetano a las ciencias de la educación se puede consultar el libro Miradas Constructivistas en Psicología de la Educación, Gerardo Hernández Rojas, 2006
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la población. Este último elemento le imprime un sentido ético al MX, específicamente, el
principio del compromiso social que apunta a ampliar la consciencia de los estudiantes y los
profesionales que se forman en la UAM X.
En la práctica el MX en un sistema activo, horizontal y flexible en el que el docente y sus
alumnos se reúnen dentro de un espacio académico para desarrollar proyectos de investigación
aplicada sobre un objeto de estudio determinado (objeto de trasformación). Proyectos a través
de cuales los alumnos desarrollan “competencias” básicas para el mundo del trabajo en las
sociedades informatizadas, como son: el trabajo colaborativo y el aprovechamiento de recursos
informáticos como las bibliotecas, hemerotecas, videotecas, archivos, bases de datos, que
adquieren un valor estratégico, tanto para el programa (módulo) como para el propio proceso
educativo.
Al tener como eje articulador el desarrollo de proyectos de investigación aplicada a la solución
de problemas socialmente relevantes, el MX entra claramente en sintonía con los presupuestos
del nuevo paradigma tecno-educativo. El uso apropiado de las TIC en la educación, implica
necesariamente el desarrollo de competencias técnicas como recolectar, procesar interpretar
y difundir información utilizando los nuevos medios de comunicación en del espacio cibernético.
Así mismo, la relación horizontal entre el docente y el alumno así como el cambio en rol del
docente que funge como promotor del aprendizaje significativo y guía del proceso educativo, así
como el trabajo colaborativo son rasgos característicos del MX que concuerdan puntualmente
con los de modelos educativos como el de educación en línea asistida por plataformas virtuales
de aprendizaje, o el llamado e-learning, ambos derivados de la aplicación de las TIC en la
educación.
Estos modelos educativos, inclusive MX, recuperan, sin hacerlo explicito, un discurso pedagógico
progresivo, libertario, centrado en las necesidades de aprendizaje del alumno. Este discurso
comenzó a gestarse desde los albores de la Era Moderna y que ha corrido paralelo hasta
nuestros días. Desde Comenio hasta Pestalozzi, pasando por Dewey y todos los pedagogos del
movimiento de la escuela nueva como Decroly, Claparèd , Montessori, Freinet, Macarenco, los
psicólogos cognitivos como Ausubel, genéticos como Piaget, socio-culturales como Vigotsky,
hasta los actuales constructivismos propios de la psicología educativa, todas estas visiones de
la acción pedagógica han preparado el terreno para que se produzca el cambio de paradigma
teórico en la práctica educativa.
Ahora bien, teóricamente el MX se conceptualiza como “sistema modular,” ya que su curriculum
se diseña y organiza por módulos, a diferencia de los currícula tradicionales que están
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organizados por materias. Pero que se entiende por un “módulo”. Según el discurso educativo
construido en la UAM X, un módulo es, en principio, un recurso pedagógico y se define como:
Una unidad de enseñanza-aprendizaje en donde el alumno y el docente trabajan durante
un trimestre, teórica y prácticamente en equipo, mediante técnicas grupales, entorno a una
problemática vigente, relevante, pertinente y socialmente definidas. Así, el módulo es la unidad de
enseñanza-aprendizaje donde se integran las tres actividades universitarias: investigación, servicio
y docencia. Se define y estructura por medio de un objeto de transformación (OT) que permiten
concretar la interdisciplinariedad y la vinculación de la enseñanza con la realidad…. Del OT se
desprende un problema eje que va a definir el problema de investigación modular que se lleva a
la práctica durante cada trimestre (Arbesú I. & Berruecos L.,1996:27-28)
Lo que queda claro es que un módulo es un programa docente articulado entorno a un
proyecto de investigación sobre un objeto de estudio que se busca transformar a través de la
acción académica, encuadrándolo como un problema socialmente relevante que es necesario
darle un solución técnica. Ahora bien, como recurso pedagógico, un módulo es un paquete
didáctico armado como una red articulada de cursos, talleres, seminarios y una serie de
actividades educativas planeadas, diseñadas para facilitar la realización de un proyecto de
investigación aplicada a la resolución de problemas de la realidad. De esta forma, los módulos se
diseñan con la intención de integrar la docencia, la investigación y el servicio.
Para que un módulo opere en la práctica adecuadamente, éste debe ser gestionado por un
equipo de profesores en el que cada uno de sus integrantes desempeñe rol distinto pero
complementario en el proceso educativo. En primer lugar está el coordinador del módulo,
de preferencia un profesor/investigador titular, quien conduce el seminario de investigación
y controla el proceso educativo en su conjunto; varios instructores –técnicos-académicos--
dispuestos para impartir talleres sobre saberes técnicos específicos; y catedráticos, normalmente
investigadores titulares o profesores asociados, integrado al equipo a fin de producir
contenidos, dar conferencias y/o presentar materiales educativos en su cursos teóricos;
finalmente están los tutores y asesores académicos que leen los trabajos y tareas de los
alumnos, los retroalimentan y acompañan en su proceso educativo y de investigación.
El énfasis que hace el MX en vincular la docencia con la vida real permite abrir el espacio para
justificar el abordaje interdisciplinario de los problemas de la realidad, que son por naturaleza
complejos, lo cual vincula al modelo educativo de la UAM X con el paradigma de la complejidad
que actualmente esta revolucionando los campos de las ciencias sociales y las ciencias naturales.
Desafíos y perspectivas del sistema modular • Mauricio Andión Gamboa
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en el siglo XXI
Aunque también, se le podría relacionar con el propio modelo de formación por competencias,
ya que ambos modelos educativos parten de la idea básica de formar cuadros profesionales y
técnicos en el contexto del trabajo, tal como sucede realmente en la vida laboral.
Desde su origen, el MX se ha propuesto desarrollar en los estudiantes las competencias
propias del profesional reflexivo con la capacidad de adaptarse a las condiciones reales del
cambiante mercado de trabajo. Las series de módulos que estructuran los currícula de las
carreras profesionales que se ofrecen el la UAM X, están pensados y diseñados para formar
sujetos capaces de allegarse de la información que requieren en el ejercicio de su profesión,
para aprender a aprender sobre los temas importantes del programa docente, así como, para
profundizar en aspectos más relevantes de los proyectos de investigación que se realizan
como parte de las actividades del módulo. La realización, en cada módulo, de un proyecto de
investigación aplicada a la producción de soluciones a problemas concretos se planea con la
intención de reproducir las condiciones de trabajo reales, inclusive en las condiciones de estrés
económico, logístico, de tiempo y movimiento, así como, el limitado acceso recursos informáticos
y financieros, típicos en nuestro contexto mexicano.
Ahora, comparemos el Modelo Xochimilco con el modelo de formación por competencias para ver
sus similitudes y diferencias, y valorar si se adaptan al nuevo paradigma tecno-educativo.
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Modelo Xochimilco frente al Modelo de Formación por Competencias
Modelo Xochimilco
(MX)
Modelo de Formación por Competencias (MFC)
Vincula la docencia, investigación y •servicio con la realidad laboral y socialForma profesionales flexibles • Se fundamenta en constructivismo•Promueve el aprendizaje significativo •Propicia la participación activa del •alumno en el proceso educativo Cambia el rol del maestro •Integra la teoría y la practica•Se funda en la interdisciplinariedad•Grupos no más de 20 alumnos•Cuenta con una modelo de diseño •curricular el Sistema ModularSe adapta al nuevo paradigma •educativo
Vincula la docencia con la realidad •laboralForma profesionales flexibles•Parte de los principios del •constructivismo Promueve el aprendizaje significativoPropicia la actividad en el proceso •educativoSe adapta al nuevo paradigma •educativo
5. Conclusión
Desde hace tres décadas en el campo académico mexicano se han estado dando cambios
importantes en la organización del sistema institucional. A este proceso se le conoce como de
“modernización institucional” del sistema de educación superior. Enmarcados en esta política
pública, teóricamente orientada a distribuir los recursos del Estado y a elevar “la calidad”7 de los
servicios educativos, las universidades e IES han estado sometidas a procesos de racionalización
de sus recursos y de sus acciones académicas y administrativas. Esto las inducido a desarrollar
y aplicar sistemas, cada vez mas sofisticados, de evaluación--acreditación--certificación. De
esta manera, actualmente, los resultados de las universidades e IES son medidos de acuerdo a
ciertos índices de productividad impuestos por distintas instituciones del gobierno, instituciones
7 El termino “calidad” es un concepto relativo a un conjunto de criterios socialmente legítimos aplicados por agencias certificadoras (“certificadas”).
Desafíos y perspectivas del sistema modular • Mauricio Andión Gamboa
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en el siglo XXI
académicas y/o asociaciones profesionales. En estas condiciones, para obtener recursos
económicos y sobrevivir en la campo de la educación superior se debe aprender un conjunto de
reglas que apuntan a promover tres tareas fundamentales: planeación, evaluación y certificación
institucional.
Al mismo tiempo, en las últimas décadas, la presión que ha ejercido el mercado profesional sobre
las universidades e IES ha sido también muy fuerte. Como se sabe, a partir de la incorporación
de las TIC al proceso de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, así como de la
globalización del capital y la fuerza de trabajo, el mercado profesional y las mismas profesiones
--como campos sociales-- han sufrido transformaciones profundas. Esta realidad emergente ha
cambiado el entorno económico, social, político y cultural en el que sitúan las universidades
e IES, lo que las ubica en una posición crítica, misma que las obliga a cambiar gradualmente
su oferta educativa y a modificar su curriculum académico, modelos educativos, estrategias y
practicas pedagógicas.
El auge de modelo de formación por competencias en el campo educativo mexicano es un
ejemplo claro de este proceso. Frente a la necesitad que tienen las universidades e IES de
acreditarse y lograr que sus egresado sean aceptados en el mercado de trabajo demostrando
“competencias” técnicas, lingüísticas, sociales, intelectuales adecuadas para la vida profesional
se ven en la necesidad de cambiar sus modelo educativo, planes y programas para que tengan
“una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo” (UNESCO,
1998). En estas circunstancias se vería al MFC como una alternativa que puede propiciar el
cambio institucional de una manera más eficaz. No obstante, estos procesos de modernización
tecnológica e institucional de las universidades e IES en México están todavía por verse y
desarrollarse de manera exitosa. Dada la promoción y difusión que el MFC ha tenido en el campo
educativo mexicano, se puede considerar que este modelo es hasta cierto punto una moda
intelectual. Pero también, por el hecho de ser un modelo adaptado el nuevo paradigma educativo,
éste puede, eventualmente, convertirse en una alternativa educativa para algunas instituciones que
quieran adaptase a los cambios que se están produciendo con el paradigma tecno-económico y su
correlato en el mercado de trabajo y el campo de la educación superior.
En el caso de el Modelo Xochimilco, es un modelo adaptado al nuevo paradigma de la educación
que ha demostrado ser eficiente en mantener a sus estudiantes inscritos dentro de los programas
académicos, graduarlos a sus estudiantes, así como eficacia en la formación de cuadros
profesionales que se integran al mercado laboral rápidamente y logran permanecer en él de
manera sostenida. La gran mayoría de sus egresados se muestran satisfechos con su experiencia
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formativa y definitivamente volverían a cursar su carrera en la UAM X (cf. UAM: 2009). Por
estas razones el MX no tendría por que modificarse, aunque sería conveniente actualizarlo para
integrarlo de manera más plena a la cultura digital y, de esta forma, darle un uso adecuado a
las TIC en la formación de los profesionales, técnicos, científicos, humanistas y artistas que se
forman en esta universidad.
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