ISSN 2173-1373

boletín del centro del conocimiento

Los nuevos enfoques educativos buscan que la forma-ción de sus profesores se ajuste a las demandas de la ac-tual sociedad, es decir, de profesionales que puedanadaptarse a las nuevas y futuras realidades educativas.¿Y cuál es el perfil, entonces, que tiene que tener estedocente? Además de ser experto en un contenido dis-ciplinar, tiene que reunir ciertas características y habili-dades tales como: creatividad, diversidad y flexibilidadpara responder a situaciones que ahora se desarrollanen nuevos espacios y ambientes de aprendizaje basa-dos en las TIC, y que llegan a traspasar las barreras físicasde la clase presencial o tradicional.

Tendrán, entonces, que poder asesorar y gestionar unambiente de aprendizaje en el que se desarrollen expe-riencias colaborativas en un intercambio de retroali-mentación constante y que hagan del rol docente unverdadero guía o tutor en el proceso de enseñanza.

Podemos decir, pues, que estas características reflejanla necesidad de una mayor formación del profesorado,tanto en lo técnico o instrumental como en lo afectivo yrelacional. Siguiendo a Gregorio Casamayor, “… las prin-cipales claves en el diseño y desarrollo de los programasformativos, sean presenciales, semipresenciales o enlínea, radica en un adecuado diseño del “cómo” se vaa llevar a cabo” (Casamayor, 2008: 53).

En este contexto, son las TIC herramientas potentes parafortalecer los programas de formación en las institucioneseducativas, haciendo énfasis en la construcción de mo-delos orientados al “saber hacer” y aprovechando las po-sibilidades de los recursos tecnológicos que la web nosofrece. Entornos virtuales, nuevos formatos para los con-tenidos, nuevos canales de interacción, como así tam-bién sistemas de gestión, hacen de la formación docenteun elemento indispensable para la integración de las TICen los procesos de enseñanza en la educación formal.

Sin embargo, ¿qué está pasando a nivel superior en edu-cación formal?

En lo que respecta a nivel superior, el estereotipo del do-cente reproductor de información se mantiene aún en elideario de las instituciones educativas, como también enlas prácticas de muchos formadores que llegan a este ám-bito. Podemos decir que el libro, junto con la pizarra, con-tinúan siendo las tecnologías por excelencia en las aulas.Sin embargo, no ocurre lo mismo en la realidad de nuestrosalumnos, que experimentan un acceso y apropiación delas tecnologías que dista de las que poseen sus profesores.

¿Qué competencias necesita, entonces, desarrollar“hoy” un profesor para poder propiciar una integraciónentre “ambas realidades”?

El concepto de competencias se refiere a la posibilidadde desarrollar capacidades que permitan “usar funcio-nalmente los conceptos y habilidades en contextos di-ferentes” (Bosco, 2007: 134). En el caso particular de lascompetencias vinculadas con las TIC, podemos decirque estas capacidades trascienden a dichas tecnolo-gías. Así, la capacitación no sólo tendría que apuntar ala adquisición de habilidades tecnológicas específicaspara el uso de las TIC como recurso, sino que deberíapromover el uso crítico de las tecnologías desde actitu-des positivas hacia la comunicación, colaboración yconstrucción del conocimiento. Sería necesario, por lotanto pensar en propuestas formativas en donde el pro-fesor pueda experimentar el “aprender haciendo” demanera de llegar a lograr:

• Reflexionar acerca de estilos y modos de enseñanzapropios, a fin de adecuarlos a una educación centradamás hacia el aprendizaje.

• Favorecer oportunidades de experimentación guiadascon herramientas y recursos disponibles, tanto en la Web2.0 como de herramientas de autor, y aplicaciones digi-tales de acceso a través de servidores propios.

Se hace necesario, entonces, pensar propuestas forma-tivas en las que sea posible propiciar espacios de diá-logo y colaboración entre pares como en espacios dereflexión para el desarrollo de nuevos conocimientos através de las posibilidades de compartir lo aprendido yasumiendo cambios en las prácticas docentes. Todoesto, aprovechando las oportunidades que nos brindanlas TIC para ampliar las posibilidades de formación per-manente, como así también la conformación de redesy comunidades de aprendizaje para potenciarlo.

Casamayor, G. (2008). La formación online. Una mirada integral sobre ele-learning, b-learning. Ed. Graó, Barcelona.

Bosco, A. (2007) Profesores y estudiantes haciéndose competentes conlas TICs. Una visión global. En Cabello, R. y Levis, D. (2007). Medios Infor-máticos en la educación a principios del siglo XXI. Prometeo. BuenosAires.

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La formación del profesorado en nuevos ambientes de aprendizajePaola A. Dellepiane

@paoladelEspecialista en TIC aplicadas a la educación y formación docente

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