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LA FOTOGRAFÍA ALGO MÁS QUE UNA CRIADA JOSÉ R. CANCER MATINERO E N 1859, la Societé Française de Photographie, ob- tiene permiso del Ministerio de Bellas Artes para realizar una exposición de fotografías en el Palacio de los Champs Elysées, en París, justo en el momento en que se celebraba el Salón Anual de Pintura. El presti- gioso escritor y crítico Baudelaire, al comentar dicha exposición dijo: Si a la fotografía se le permite complementar al arte en algunas de sus funciones, pronto lo habrá suplido o corrompido totalmente... Es ya hora, pues, de que re- grese a su verdadero deber, que es el de servir a las ciencias y a las artes... pero siendo una muy humilde sirvienta, como lo son la imprenta y la taquigrafía, que ni han creado ni han complementado a la literatura. Déjesela apresurarse a enriquecer el álbum del turista, y restaurar a su mirada la precisión de la que pueda carecer su memoria; déjesela adornar la biblioteca del naturalista y ampliar a los animales microscópicos; déjesela aportar información que corrobore las hipóte- sis del astrónomo; en pocas palabras, déjesela ser la secretaria y la empleada de quien necesite una exacti- tud objetiva y absoluta en su profesión: hasta ese pun- to, nada podría ser mejor. Déjesela rescatar del olvido a esas ruinas vacilantes, a esos libros, impresos y ma- nuscritos que el tiempo se devora, cosas preciosas cuya forma se está disolviendo y que exigen un lugar en los archivos de nuestra memoria: recibirá el agra- decimiento y el aplauso. Pero si se le permite la intru- sión en el dominio de lo impalpable y de lo imagina- rio, o sobre cualquier cosa cuyo valor dependa tan solo de agregar algo al alma de un hombre, entonces será peor para nosotros. Los deseos de Baudelaire, técnicamente hablando, no se han cumplido, pero sus palabras han actuado como una losa –intelectualmente hablando– que impi- diera el normal crecimiento de la Fotografia. A partir de 1940, año en el que el Museo de Arte Moderno de Nueva York inaugura un departamento dedicado a la Fotografia, secundado posteriormente por la Biblioteca Nacional de París, puede decirse que se produce la in- tegración plena de la fotografia en la órbita del mundo del Arte, al menos de puertas afuera como suele decir- se, obteniéndose en la década de los setenta el refrendo social a nivel mundial. No obstante, pese al uso popu- lar y al reconocimiento oficial, todavía existen historia- dores del arte y pensadores que o bien niegan a la Foto- grafia su derecho a ser incluida en el grupo de las artes plásticas, o aceptándola para no ir a contracorriente de las tesis oficiales, se inventan una prelación en la que casualmente la fotografia ocupa siempre el último lu- gar. Tal actitud se deriva en parte por la influencia he- redada del texto de Baudelaire y en parte por ignoran- cia y confusión ante la compleja pluralidad de cometi- dos que ha desarrollado la Fotografia en sus 159 años de existencia. Al momento de estudiar o mejor de aproximarnos a la relación habida entre lo que se considera Arte y la Fotografia, entendida ésta como comunicadora de imá- genes, hay que distinguir tres aspectos diferentes: 1. La Fotografia, como medio de reproducción, que hace posible la multiplicación masiva de un mismo re- ferente. 2. La Fotografia, como espectadora y narradora pre- cisa, fiel y veraz, que nana y transmite lo que ha visto a quienes no han estado allí, en el lugar de la acción. 3. La Fotografia como medio expresivo indepen- diente con un lenguaje icónico definido y diferenciado. A estos tres puntos, se podría añadir un cuarto, si consideramos a la Fotografía como origen o punto de partida de los actuales medios tecnológicos de comuni- cación visual. En cuanto al apartado número 1, enunciado bajo el título de "La Fotografia como medio de reproducción" debemos considerar en primer lugar que si dirigimos la mirada hacia atrás en el tiempo, apreciaremos que en líneas generales, los objetos que hoy denominamos "artísticos" han tenido poca o nula difusión y como consecuencia solamente han sido conocidos en "vivo y en directo" por aquellas personas que se han desplaza- do para observarlos en el lugar donde estaban expues- tos o instalados. Esta circunstancia, como muy bien apuntó en su día Walter Benjamin, ha propiciado el he- cho de que en muchos casos, la única "divulgación" (tal y como hoy entendemos este vocablo) de la obra de arte haya sido la palabra escrita, mediante textos descriptivos, cuya valoración quedaba supeditada a las Ars Longa, 7-8, 1996-1997, pp. 309-313 309

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LA FOTOGRAFÍA ALGO MÁS QUE UNA CRIADA

JOSÉ R. CANCER MATINERO

E N 1859, la Societé Française de Photographie, ob-tiene permiso del Ministerio de Bellas Artes para

realizar una exposición de fotografías en el Palacio delos Champs Elysées, en París, justo en el momento enque se celebraba el Salón Anual de Pintura. El presti-gioso escritor y crítico Baudelaire, al comentar dichaexposición dijo:

Si a la fotografía se le permite complementar al arteen algunas de sus funciones, pronto lo habrá suplido ocorrompido totalmente... Es ya hora, pues, de que re-grese a su verdadero deber, que es el de servir a lasciencias y a las artes... pero siendo una muy humildesirvienta, como lo son la imprenta y la taquigrafía, queni han creado ni han complementado a la literatura.Déjesela apresurarse a enriquecer el álbum del turista,y restaurar a su mirada la precisión de la que puedacarecer su memoria; déjesela adornar la biblioteca delnaturalista y ampliar a los animales microscópicos;déjesela aportar información que corrobore las hipóte-sis del astrónomo; en pocas palabras, déjesela ser lasecretaria y la empleada de quien necesite una exacti-tud objetiva y absoluta en su profesión: hasta ese pun-to, nada podría ser mejor. Déjesela rescatar del olvidoa esas ruinas vacilantes, a esos libros, impresos y ma-nuscritos que el tiempo se devora, cosas preciosascuya forma se está disolviendo y que exigen un lugaren los archivos de nuestra memoria: recibirá el agra-decimiento y el aplauso. Pero si se le permite la intru-sión en el dominio de lo impalpable y de lo imagina-rio, o sobre cualquier cosa cuyo valor dependa tansolo de agregar algo al alma de un hombre, entoncesserá peor para nosotros.

Los deseos de Baudelaire, técnicamente hablando,no se han cumplido, pero sus palabras han actuadocomo una losa –intelectualmente hablando– que impi-diera el normal crecimiento de la Fotografia. A partirde 1940, año en el que el Museo de Arte Moderno deNueva York inaugura un departamento dedicado a laFotografia, secundado posteriormente por la BibliotecaNacional de París, puede decirse que se produce la in-tegración plena de la fotografia en la órbita del mundodel Arte, al menos de puertas afuera como suele decir-

se, obteniéndose en la década de los setenta el refrendosocial a nivel mundial. No obstante, pese al uso popu-lar y al reconocimiento oficial, todavía existen historia-dores del arte y pensadores que o bien niegan a la Foto-grafia su derecho a ser incluida en el grupo de las artesplásticas, o aceptándola para no ir a contracorriente delas tesis oficiales, se inventan una prelación en la quecasualmente la fotografia ocupa siempre el último lu-gar. Tal actitud se deriva en parte por la influencia he-redada del texto de Baudelaire y en parte por ignoran-cia y confusión ante la compleja pluralidad de cometi-dos que ha desarrollado la Fotografia en sus 159 añosde existencia.

Al momento de estudiar o mejor de aproximarnos ala relación habida entre lo que se considera Arte y laFotografia, entendida ésta como comunicadora de imá-genes, hay que distinguir tres aspectos diferentes:

1. La Fotografia, como medio de reproducción, quehace posible la multiplicación masiva de un mismo re-ferente.

2. La Fotografia, como espectadora y narradora pre-cisa, fiel y veraz, que nana y transmite lo que ha vistoa quienes no han estado allí, en el lugar de la acción.

3. La Fotografia como medio expresivo indepen-diente con un lenguaje icónico definido y diferenciado.

A estos tres puntos, se podría añadir un cuarto, siconsideramos a la Fotografía como origen o punto departida de los actuales medios tecnológicos de comuni-cación visual.

En cuanto al apartado número 1, enunciado bajo eltítulo de "La Fotografia como medio de reproducción"debemos considerar en primer lugar que si dirigimos lamirada hacia atrás en el tiempo, apreciaremos que enlíneas generales, los objetos que hoy denominamos"artísticos" han tenido poca o nula difusión y comoconsecuencia solamente han sido conocidos en "vivo y

en directo" por aquellas personas que se han desplaza-do para observarlos en el lugar donde estaban expues-tos o instalados. Esta circunstancia, como muy bienapuntó en su día Walter Benjamin, ha propiciado el he-cho de que en muchos casos, la única "divulgación"(tal y como hoy entendemos este vocablo) de la obrade arte haya sido la palabra escrita, mediante textosdescriptivos, cuya valoración quedaba supeditada a las

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normas morales o éticas vigentes en un momento dadoy que en muchos casos nada o poco tenían que ver conla obra en sí misma.

Consecuentemente, esta especialísima informaciónha dado lugar en determinados momentos a una con-cepción casi divina de la obra de arte (cuando se valo-raba de forma positiva) o por contra a su desprestigio(cuando la valoración era negativa).

En el terreno de la difusión de la obra artística me-diante imágenes, algunos estudiosos destacan las técni-cas de fundir y acuñar usadas por los griegos como losprimeros intentos de difundir obras artísticas mediantemonedas, bronces y terracotas. No obstante, la mayoríade los historiadores señalan al grabado como el proce-dimiento reproductivo más usado en el tiempo para es-tos fines, puesto que tanto las xilografías realizadas apartir del siglo xiv, como posteriormente las calcogra-fias y finalmente las litografias en el siglo XIX, todasestas técnicas han contribuido en gran medida a la librecirculación de las imágenes reproducidas de aquellasobras que forman parte de lo que hoy denominamospatrimonio artístico. Cuya divulgación, además, se viocomplementada e incrementada a partir de 1440 con laimprenta de Gutenberg.

Pero es a partir de 1839, con el invento de la Foto-grafia cuando se logra una perfecta reproducción delobjeto artístico, lo cual propicia la demanda social defotos de cuadros, esculturas y edificios artísticos.

Esta faceta divulgadora encontró su primera expre-sión popular a comienzos del siglo xx con la industria-lización de la tarjeta postal.

En Francia la firma Braun, a partir de 1930 editó unaserie de publicaciones con las reproducciones de lasobras artísticas de los grandes maestros, con lo cual,cualquier ciudadano sin necesidad de desplazarse aningún museo ni a ninguna ciudad podía tener guarda-das en su casa o bien colgadas de las paredes las imá-genes de las obras de arte más famosas.

Desde un punto de vista pedagógico, las técnicas deacercamiento de la reproducción fotográfica nos permi-ten alcanzar una información exhaustiva de la obra dearte, resaltando aspectos que pasan desapercibidos enla visión normal, bien por el tamaño de la obra o bienpor la iluminación o por la situación física en que seubica. A lo cual debemos añadir que gracias a la fideli-dad de las reproducciones fotográficas, los restaurado-res pueden desarrollar su trabajo en muchos casos conun máximo de precisión y respeto a la obra artísticaoriginal. Igualmente hay que destacar el hecho de quela técnica reproductiva amparada en la imagen fotográ-fica ha sido una gran aliada para que el ser humano pu-diera alcanzar un dominio físico sobre la obra de arte,especialmente en aquellos casos en que las dimensio-nes gigantescas del original dificultan su contempla-ción.

Algunos filósofos argumentan que la obra de artepierde el aura con las reproducciones. Sin entrar a de-batir esta cuestión, lo que si es evidente es que graciasa la reproducción fotográfica la humanidad tiene aho-ra un conocimiento visual de las obras de arte que an-tes no poseía, aunque sea a costa de la pérdida delaura. Cuyo conocimiento se ha ido enriqueciendo amedida que evolucionaba y se perfeccionaba la técni-ca fotográfica. Actualmente, en algunos casos, eseperfeccionamiento es tan completo que puede llegar al

extremo de anular la distinción entre la obra original ysu copia.

Los puristas, ante esta situación, indican que la re-producción excesiva de la obra de arte conduce hacia lavulgarización del original. Frente a este planteamientocabría esgrimir que gracias a la reproducción se ha in-crementado la posibilidad de exhibir la obra (algo queen muchos casos resulta materialmente imposible porlas circunstancias físicas de la propia obra de arte), conlo cual se cumple la función universalizadora de laobra artística, satisfaciendo además la necesidad apre-hensiva del ser humano, a ello hay que añadir que gra-cias a las reproducciones masivas, algunas obras dearte, como El Guernica de Pablo Picasso o La Giocon-da de Leonardo, han conservado e incluso acrecentadosu valor mágico y simbólico entre generaciones poste-riores a su realización material, ya que la reproducciónen sí misma confiere actualidad a lo reproducido, im-pulsando una amplia serie de "homenajes" hacia estosiconos reverenciados, utilizando las tecnologías másavanzadas.

En otro orden de cosas, hay que señalar que la repro-ducción masiva de la obra artística ha modificado pro-fundamente la relación del público masivo con el Arte.

En efecto, antes de la Fotografia, como ya indica-mos, la obra de arte era algo casi divino, inalcanzable,que formaba parte de un mundo hermético y distante alcual solo una pequeña élite tenía acceso y aun éstos,tampoco la entendían plenamente.

Después de la Fotografía, con la industria de la re-producción, todos estos temores y conceptos reveren-ciales cambian totalmente. La obra de arte deja su pe-destal elitista y pasa a ser simplemente el anverso deuna postal con la que felicitamos el cumpleaños de unfamiliar o la ilustración de un libro o una lámina tipopóster sujeta con chinchetas en cualquier dormitorio deadolescente junto al retrato del grupo musical de moda.

Esta posesión reducida e íntima ha posibilitado unainformación mayor, un conocimiento más completo delos componentes físicos e icónicos de la obra, sin nece-sidad de contemplar el original.

No debe extrañarnos por tanto que el catedrático D.Juan Antonio Ramírez, en su obra Medios de Masas ehistoria del arte, califique a la Fotografía como el des-cubrimiento más importante para la historia del arte delos últimos cinco siglos. Esta opinión, objetivamentehablando, entiendo que se debe considerar como acer-tada y merecedora de ser compartida a tenor de los ras-gos y características que entraña la Fotografía.

Respecto al apartado número 2, "La Fotografíacomo narración", hay que señalar que en 1857, LadyElizabeth Eastlake, en su ensayo "Fotografía" publica-do en el London Quarterly Review, al referirse a lasimágenes fotográficas las describía como "hechos deuna nueva forma de comunicación entre una persona yotra –sin ser carta, mensaje ni cuadro– con la que ahorase llena felizmente el espacio entre ellos".

En el siglo xx, la fotografía de prensa se ha converti-do en un poderoso medio de propaganda y manipula-ción, además de ser un instrumento político fundamen-tal y muchas veces decisivo. Los sociólogos explican elfenómeno aduciendo que a la imagen se le atribuye unaautenticidad mayor que a otros medios. Pero así comola imagen de la televisión es muy rápida y fugaz, porcontra la fotografía que aparece en un periódico se pue-

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de contemplar voluntariamente todo el tiempo que sedesee.

Leonardo da Vinci argumentó en su día que la pintu-ra era superior a la música porque no muere, ya quecon el uso del barniz se hace eterna.

El espíritu de difusión, de "vida" que subyace enesta tesis, podemos decir que se reencarna en la imagenfotográfica impresa, ya que diariamente miles o mejormillones de personas repartidas en todo el mundo tie-nen oportunidad de contemplar una misma imagen re-producida en los distintos periódicos y revistas y portanto tienen acceso a una información visual idéntica yreal que no es sino la "eternización" de un hecho refe-rencial cuya existencia nadie pone en duda.

Con referencia al Arte, hay que señalar que la velo-cidad evolutiva que ha experimentado el Arte en los úl-timos años se debe en gran medida al impulso de la co-municación propiciada por la imagen fotográfica y lastécnicas de impresión. Antes, una tendencia tardabaaños en divulgarse, mientras que ahora la informaciónes instantánea.

En lo que respecta al apartado número 3, "La Foto-grafia como medio expresivo", hay que señalar que lainterrelación entre los distintos elementos físicos, quí-micos y técnicos que intervienen en la fotografia, handado origen a una serie de signos icónicos que configu-ran lo que el profesor Joan Costa denomina "lenguajefotográfico". Cuyo lenguaje, ha enriquecido el mundode la plástica con aportaciones nuevas.

En tal sentido, a modo de ejemplo, entre otros, sepueden citar los siguientes signos:

a) El dominio sobre el tiempo. La posibilidad de de-tener el tiempo, de captar lo que ocurre en una milloné-sima de segundo o bien de prolongar el tiempo (sobretodo en la oscuridad) nos ha proporcionado una infor-mación, unos conocimientos totalmente nuevos puestoque con nuestros sentidos somos incapaces de ver loque ocurre en esa fracción de tiempo o en esa exposi-ción larga como los ve la fotografia.

b) Simultaneidad en una misma imagen de lo enfoca-do y lo desenfocado; lo dinámico y lo estático. Estosefectos visuales, antes de la fotografia eran inexistentes.

c) Fotomontaje y sobreimpresión, gracias a los cua-les se puede obtener una imagen real de algo que noexiste en sí mismo como totalidad.

d) Nueva mirada espacial, que afecta al ángulo devisión, a la perspectiva y a la deformación de los obje-tos, en función de los objetivos utilizados, bien seanangulares o teleobjetivos, lo cual nos da acceso a repre-sentaciones plurales de nuestro entorno anteriormentedesconocidas.

Estos ejemplos, amén de otros muchos, se insiste enello, fundamentan la contribución de la fotografia a lacultura visual y al mundo de la comunicación. Y comoconsecuencia, se puede afirmar que tales logros hanabierto nuevos cauces en la expansión expresiva deotros medios plásticos. Sin lugar a dudas, el ser huma-no ve y mira las cosas de manera diferente desde quedescubrió la mirada fotográfica.

Sin embargo, la mirada fotográfica no es autónomacomo algunos teóricos pretenden, sino que está al ser-vicio de la mirada humana.

Esta dependencia, a nivel de creación, ha marcado lapauta en su producción, determinando resultados imita-tivos, investigativos, reproductivos, experimentales y

documentales, partiendo siempre del principio de reali-dad propio de la relación existente entre la imagen fo-toquímicas y su referente que da lugar consecuente-mente a tres grandes apartados conceptuales:

La Fotografía como espejo de lo real.La Fotografía como transformación de lo real.La Fotografia como huella de lo real.Ahora que está próximo el final del siglo xx, si vol-

vemos la mirada atrás y repasamos objetivamente lasdistintas tendencias, corrientes y estilos que han carac-terizado la producción artística en estos cien años,apreciaremos de inmediato la constante presencia de laFotografia y de lo fotográfico en todas ellas, bien deforma directa o bien indirectamente.

Y así, por ejemplo, gracias a los trabajos fotográfi-cos sobre descomposición del movimiento y del tiemporealizados por Muybridge y Marey, se obtuvieron unosresultados plásticos desconocidos hasta ese momento,que influyeron directamente sobre la representación delos caballos en Degas o que inspiraron a Duchamp parala realización de su famoso "desnudo bajando una es-calera" y que sirvieron de guía al movimiento futuristay que se encuentra perfectamente identificado en lasobras de Boccioni, Balla y Bragaglia. E incluso unosaños más tarde, el propio Bacon se declaró interesadoen estos efectos hasta tal punto que hoy técnicamentehablando podemos afirmar que gran parte de su pro-ducción no es sino una declinación de estas percepcio-nes fotográficas.

Las posibilidades técnicas que presenta la fotografiaen cuanto a mostrar escenas simultáneas, superposicio-nes transparentes, alternancia de planos en positivo ynegativo, influyeron sin ningún género de duda en laproducción cubista de Picasso, Braque y Juan Gris.

El fotomontaje, fue el lenguaje plástico por excelen-cia de los dadaístas John Heartfield, Raoul Hausmanno George Grosz y también utilizado por los surrealistascomo por ejemplo Max Ernst.

La plástica resultante de la fotografia aérea dio lugara la producción suprematista de Malevich, lo cual seevidencia en su libro El mundo no-objetivo.

Los constructivistas Rodchenko y El Lissitzky eli-gieron igualmente la plástica fotográfica como medioexpresivo.

El lenguaje fotográfico también tuvo gran influenciaen la Bauhaus de Weimar y en el grupo De Stijl, sobretodo en la obra de Theo van Doesburg.

La estética del fotograma ha cautivado a numerososartistas como Moholy Nagy, Man Ray o Kurt Schwi-ters.

La banalidad derivada de la imagen fotográfica fuesabiamente utilizada por Andy Warhol y Richard Ha-milton entre otros representantes del pop-art.

Por su parte Robert Rauschenberg encontró el im-pulso creativo a partir de la estética del fragmento foto-gráfico, una tendencia que todavía hoy siguen cultivan-do numerosos artistas plásticos.

Por su parte el expresionismo abstracto presenta dosfrentes de influencias netamente fotográficas: por unlado, según apunta Rosalind Krauss, el efecto visual dela fotografia aérea en cuanto a la indeterminación delos vectores de situación espacial y de los límites; y porotro lado, según destaca Peter Blanc, el efecto plásticoresultante de la divulgación de fotos de partículas suba-tómicas bombardeando electrones de núcleos atómicos.

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Y en este sentido, hay que recordar que la fotografíacientífica ha proporcionado una serie de imágenes to-talmente desconocidas para el ojo humano hasta esemomento, algunas de las cuales, con el paso del tiem-po, han pasado a ser iconos de identificación, comoocurre por ejemplo con esa especie de estrella con quese simboliza la nieve en las señalizaciones de carrete-ras y el grado de congelación de los frigoríficos. Puesbien, esa especie de estrella no es sino la foto de uncristal de nieve realizada por Bentley en 1910.

A modo de resumen, puede decirse que la capacidadde reproducir fielmente y de ser Notario de aquello queexistió, ha propiciado el uso continuado y la estrechainterrelación de la fotografia con la mayor parte de lastendencias y estilos artísticos que han aparecido desdelos años cincuenta y hasta nuestros días. A modo deejemplo, podemos citar en primer lugar a los artistasconceptuales Douglas Huebler y Joseph Kossut, sobretodo este último con sus obras tituladas Una y tres ca-jas y Una y tres sillas realizadas en 1965 y en las quese ven yuxtapuestos el objeto real, una imagen fotográ-fica en blanco y negro y en tamaño natural de ese mis-mo objeto e impresa y ampliada sobre un tablero de lasmismas dimensiones una representación lingüística in-cluyendo la definición fonética y semántica.

En el ámbito del Land Art, cuya producción o biense realiza en lugares inaccesibles o bien se precisa deuna especial visualización angulada, la fotografía juegaun papel primordial tanto para la divulgación y demo-cratización como para la contemplación correcta delobjeto artístico. Y como botón de muestra de lo dichohay que mencionar a Robert Smithson y su Spiral Jetty;a Robert Monis y su Observatorio; las Líneas de piedrade Richard Long; los juegos de perspectivas de Wi-lliam Bennett y Jan Dibbets; las envolturas e interven-ciones de Christo o el bosque de pararrayos de Walterde Maria.

Y lo mismo se puede decir del Body Art, Arte Po-vera, Fluxus, Arte cinético, happenings, performances,etc., hasta llegar a las instalaciones, los ambientes y lasesculturas fotográficas.

Tras este breve repaso por el ámbito de la relaciónentre la Fotografía y las demás producciones artísticas,si centramos la atención en los distintos resultados an-teriormente indicados que se pueden obtener de la ac-ción fotográfica, esto es, imitativos, investigativos, re-productivos, experimentales y documentales, hay queseñalar que de todos ellos, la obra documental, en susvariados aspectos (viajes, antropología, naturaleza, tes-timonio social, denuncia, fotoperiodismo, etc.) es laque mayor aceptación tiene entre el público y de la quese hacen eco los medios de comunicación y sobre laque los teóricos del arte más se explayan y vierten ala-banzas.

Si analizamos los trabajos fotográficos que han go-zado de las mieles del triunfo en los últimos años, tantoa nivel de público como de reconocimiento institucio-nal (traducido en premios, galardones y nombramien-tos) como son los realizados por Koudelka, Salgado,García Rodero, Cualladó (Premio Nacional de Fotogra-fía 1994) o Humberto Rivas (Premio Nacional de Foto-grafía 1997) por citar algunos casos recientes, veremosque todos ellos son "imagen-documento" más o menos"denuncia", más o menos "costumbrista", más o menos"antropológicos", más o menos "familiares", cuyo co-

mún denominador es la identificación de lo representa-do con unos referentes cuya existencia real nadie poneen duda.

La circunstancia de ser huella de algo que ha sido esun condicionante valorativo muy importante de la ima-gen fotográfica, hasta el punto de que se aceptan sinningún género de duda los componentes documentalesya que se presume su veracidad y por contra se tiende arechazar los componentes expresivos o abstractos dadoque no se admite su existencia referencial, posiblemen-te por ignorancia o desconocimiento de las posibilida-des que tiene la fotografía como medio significativo.

La consecuencia de este estado de cosas es que ac-tualmente, en los medios de comunicación, mayorita-riamente hablando suele aparecer la fotografía comohecho artístico cuando se trata de una exposición docu-mental. Sin embargo, conviene recordar que en losaños cuarenta, la situación era totalmente la contraria,esto es, se reconocía y valoraba únicamente la fotogra-fía denominada "artística" mientras que la fotografíadocumental era desdeñada.

Estas y otras circunstancias, deben ser tenidas encuenta por los historiadores al momento de analizar ysituar objetivamente, con carácter científico a la Foto-grafía en el lugar que le corresponde dentro del ámbitode la Cultura y en este sentido, conviene recordar queen su ensayo Sobre la naturaleza de la fotografía pu-blicado en 1974, Rudolf Arnheim dijo:

El medio fotográfico parece tener un techo determi-nado en su funcionamiento. Desde luego, cada medioartístico tiene su propia limitación de las posibilidadesde expresión, y es necesario que sea así. Pero hay unadiferencia entre las limitaciones productivas que in-tensifican un enunciado confinándolo a unas pocas di-mensiones formales y un estrechamiento de la libertadexpresiva dentro del alcance de un medio concreto. Sieste diagnóstico es acertado, pienso que la diferenciase debe no solamente a la relativa juventud del arte fo-tográfico, sino también a su íntima conexión fisicacon las actividades de la vida humana... Unida a la na-turaleza fisica del paisaje y el asentamiento humano,al animal y al hombre, a nuestras proezas, sufrimien-tos y alegrías, la fotografia goza del privilegio de ayu-dar al hombre a verse a sí mismo, a ampliar y conser-var sus experiencias y a intercambiar comunicacionesvitales: es un fiel instrumento cuyo alcance no necesi-ta extenderse más allá del modo de vida que refleja.

Ese mismo año de 1974, Brassaï, en el transcurso deuna entrevista, cuando le preguntaron por qué eligió lafotografía como medio de expresión, contestó:

La elección no me fue fácil. Yo estaba dotadoigualmente para el dibujo, la escultura y la pintura.¿Sabe lo que me dijo Picasso cuando vio mis dibujosen 1939? Dijo: Estás loco, Brassaï, tienes una mina deoro y te dedicas a explotar una mina de sal!! La minade sal era, naturalmente, la fotografía. Pero siempre heconsiderado que un medio de expresión personal nodebe ser elegido sin considerar la época. Debe usarseel medio de la época: la fotografía, la televisión, elcine. Curiosamente, tal como yo manifestaba desdénpor la fotografía durante un largo tiempo, el siglo hasido lento en reconocer su importancia. Solo en los úl-

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timos diez años, aproximadamente, la fotografía hasido considerada valiosa y ha sido aceptada en las ga-lerías de arte y en los museos como una expresión ar-tística de nuestra época. No reniego de mis dibujos, demi escultura o de mis tapices, pero en lo que a mí serefiere, y contrariamente a lo que opinaba Picasso, lafotografía ha demostrado ser mi mina de oro, y mimejor y más original medio de expresión.

Tras la lectura de estas manifestaciones vertidas porun prestigioso profesor de Psicología del Arte y por

un afamado y versátil fotógrafo, amén de las conside-raciones anteriormente expuestas, fácilmente pode-mos deducir que, en contra de los deseos de Baudelai-re, en el presente siglo xx la Fotografía ha demostradoque es algo más que una humilde criada y por supues-to se ha evidenciado que su intrusión en el dominio delo impalpable y de lo imaginario no solo no ha sidopeor para nosotros, sino que ha enriquecido el hori-zonte de la percepción del ser humano y subsiguiente-mente ha posibilitado la apertura de nuevas vías crea-tivas.