la gestión social paradigma epistemológico y contexto global (por david m lincango saltos)
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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO
MAESTRÍA EN DISEÑO Y GESTIÓN DE PROYECTOS SOCIOEDUCATIVOS
MÓDULO:
GESTIÓN DE PROYECTOS SOCIOEDUCATIVOS
ENSAYO:
LA GESTIÓN SOCIAL: PARADIGMA EPISTEMOLÓGICO Y CONTEXTO GLOBAL
MAESTRANTE:
DAVID M. LINCANGO SALTOS
PARALELO: B
QUITO – ECUADOR
Mayo – 2014
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LA GESTIÓN SOCIAL: PARADIGMA EPISTEMOLÓGICO Y CONTEXTO GLOBAL
Resumen
La Globalización, actualmente, ha llegado a constituirse en una performatividad
mercantil imperante (Valcárcel, 2002, p.83). Sin duda, la tecnología informática y las
telecomunicaciones han desarrollado un modo de vida muy particular para el sector
social, indispensable. Un dispositivo móvil de marca americana se lo puede adquirir e
importar desde los EE.UU. vía eBay de forma económica, en su estuche se puede
apreciar ‘Made in China’, su instructivo en cinco idiomas destaca que fue ensamblado
en Singapur y su microprocesador elaborado en Tailandia.
Se evidencia en cada acción del día la interactividad de la generación punto-com, para
ellos, el mundo es una mera pantalla donde la vida se presenta como un espectáculo y
le dificulta distinguir la realidad real de la realidad virtual, al ser rehenes de la lógica de
la tecnología digital, que hace innecesarias las relaciones sociales e invisible las
relaciones políticas, así, facilitan la dominación de los más poderosos ya que no
necesitan enfrentar a las fuerzas vivas de la sociedad (De Sousa, 2007).
Lo anterior citado, es una aseveración del paradigma de la informacionalización, en que
la información surge simultáneamente como insumo y producto, esto genera cambios
globales y por consiguiente un cambio de época que influye en el cambio institucional,
es decir, las visiones de mundo están en conflicto, así como lo es también la filosofía del
dominante que es cambiar las cosas que cambian a las personas, ya que cada visión del
mundo corresponde a una concepción de organización y de realidad. Entonces se debe
explorar escenarios emergentes desde las visiones cibernéticas, mercadológicas y
contextual bajo el lente de sus respectivos paradigmas neo-racionalista, neo-
evolucionista y constructivista.
La gestión del talento humano debe innovar su forma de innovar, como lo describe De
Sousa Silva (2007), “el Trabajo Social de América Latina debe asumir la innovación
institucional como el arte de cambiar las personas que cambian las cosas. Esto implica
cultivar la filosofía de innovación del paradigma constructivista-contextual, interactivo
y ético”.
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Palabras claves:
Gestión Social, Gestión Talento Humano, Epistemología, Globalización, Visiones de
mundo.
Entre el Globalismo y la Sostenibilidad Social: Visión de tres mundos en conflicto
en la época histórica emergente
Las Telecomunicaciones han desarrollado una increíble ventana de visiones de mundo,
es así que se puede observar en los medio de comunicación realidades como por
ejemplo el conflicto interno de Ucrania por beneficios políticos rusos, el legado que deja
Gabriel García Márquez por sus magistrales obras ante sensible fallecimiento o el alza
al costo de consumo eléctrico para rangos por encima de los quinientos kilowatios hora.
Esta información cosmopolita, y otras muchísimas más, han influenciado en la gestión
social, a nivel regional, latinoamérica atraviesa por graves problemáticas como
inequidad, exclusión, concentración de la riqueza, seguridad, narcotráfico,
confrontaciones de subjetividades, corrupción, crisis del concepto y cultura de trabajo,
entre otros, ante ello emergen propuestas de transformación social y el paradigma de la
epistemología ayuda en analizar y explicar el enfrentamiento actual de tres visiones de
mundo que se enfrentan en medio al fenómeno del encuentro entre una época que
agoniza en su ocaso y otra que lucha por establecerse.
De Souza Silva (2002) describe a estos enfoques de la siguiente manera: La primera es
una visión mecánica de mundo, heredada de la época del industrialismo y transformada
por la revolución en torno a la tecnología de la información. La segunda es una visión
económica de mundo, moldeada por los que están estableciendo un nuevo régimen de
acumulación para el capital corporativo transnacional. La tercera es una visión holística
de mundo, que emerge de la interacción entre los actores que denuncian la
vulnerabilidad del Planeta y proponen la práctica sistémica de un desarrollo sostenible
para todas las formas de vida en la Tierra.
Además, por globalismo se debe entender como la concepción según la cual el mercado
mundial desaloja o sustituye al quehacer político; y sociedad mundial significa a la
totalidad de las relaciones sociales que no están integradas en la política de Estado y se
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lo puede comprender con una pluralidad sin unidad, así lo describe Beck (1998) y el
mismo define a la globalización como los procesos en virtud de los cuales los Estados
nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus
respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios.
Además, como no hay ninguna nación ni grupo social que pueda vivir al margen de los
demás y con más de cinco ciclos de idea de progreso y más de seis décadas de idea de
desarrollo, la humanidad nunca ha estado tan desigual y el planeta tan vulnerable. (De
Souza, 2011)
Ahora bien, la sociedad ecuatoriana pasa por una profunda crisis ética y de valores de la
sociedad de cambio (Salgado, et ál. 2001), es indudable que la civilización occidental es
la matriz de donde han surgido nuestros valores éticos dominantes y alienados con su
moral antropocéntrica.
Estos factores intervienen en el Gestión Social, en la armonización del clima
organizacional, gestión de cultura y gestión del conocimiento, del cual se está a tiempo
para influenciar en el Trabajo Social que queremos porque los cambios que se están
operando en la realidad aún están en proceso. Sin embargo, ya se pueden visualizar
rasgos de una sociedad que nos demanda la atención a un tipo de estado que se
construye por influencia transnacional, a procesos sociales que descubren la
complejidad de las relaciones sociales y la fragmentación de su tejido, una política
social cada vez menos coherente con los requerimientos de esa complejidad social y a
una sociedad civil subyugada por el espejismo de un mejoramiento global de la
sociedad por influencia del efecto de cascada como producto del aumento del capital
privado, el estímulo de los criterios de eficiencia, eficacia, y productividad como base
del mal llamado “desarrollo”. Para eso, debemos reflexionar sobre los modos de
interpretación y de intervención que mejor aportan a la construcción de un futuro
diferente y mejor para las sociedades latinoamericanas (De Sousa, 2002).
Pero, qué conlleva que las tres visiones de mundo estén en conflicto en el contexto del
cambio de época. Como lo describe De Sousa Silva y otros (2005), por la visión
cibernética de mundo o mecánica Newtoniana, el mundo es percibido como una
máquina sin sentimientos, donde la razón mecánica excluye a la emoción humana. Los
seres humanos son recursos humanos. Las organizaciones son máquinas innovadoras
que consumen, procesan y producen información que es transformada a bienes y
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servicios a ser ofertados. La organización sostenible es la organización eficiente. Se
enfoca en el paradigma neo-racionalista donde impera la gerencia de la eficiencia de la
racionalidad instrumental.
La visión mercadológica de mundo, surge con la debacle del socialismo en la Unión
Soviética y en el Este Europeo, el sistema capitalista aprovechó para reemplazar a la
ideología del Estado por la ideología del mercado, imponiendo esta visión como
dominante. Los seres humanos son capital humano o capital intelectual. Las
organizaciones son proveedores de bienes y servicios demandados por el mercado. La
organización sostenible es la organización competitiva, enfocada en el paradigma neo-
evolucionista donde impera la gerencia de la competencia de la racionalidad económica.
La visión contextual de mundo donde el contexto es la referencia, la interacción, la
estrategia y la ética, el garante de la sostenibilidad de todas las formas y modos de vida
en el planeta. Los seres humanos son talentos humanos. Las organizaciones son
facilitadores de cambio inspiradas en los desafíos del contexto. La organización
sostenible es la organización cambiante, que innova y cambia junto con su entorno
cambiante, enfocada en el paradigma constructivista donde la solidaridad es la clave de
la sostenibilidad bajo una racionalidad comunicativa.
Entre el Globalismo y la Sostenibilidad Social: Gestión social
La gestión social consiste, desde la perspectiva de dirección de talento humano, en un
proceso orientado a la gerencia el desempeño de las personas que se vinculan de manera
responsable a una cultura organizacional cumpliendo eficaz y eficientemente los
subprocesos mediante acciones que permitan mejorar la calidad de vida. Por subproceso
entiéndase como aquellos procesos de selección de perfiles, asignación de funciones,
capacitaciones, diseño y socialización de manual de funciones y procedimientos,
estatutos, normas, leyes, clima organizacional, beneficios de ley.
Sin embargo, la gestión social vista desde la intervención social, consiste en gerenciar
procesos de intervención social de una manera integral y responsable para cumplir las
políticas nacionales y generar mayor impacto a través de la participación social a fin de
conseguir el empoderamiento y la legitimación pública.
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Pero, la Gestión Social, abarca otras dimensiones, una de ellas, desde el enfoque
kantianista que incluye a la moral en función a la práctica desde sus imperativos
categóricos, o una moral global para un mundo global infundada en el humanismo.
La gestión social se orienta por dos posturas asociadas, por la innovación institucional y
por el pensamiento estratégico, dando énfasis en la sostenibilidad institucional en
dependencia de la relevancia externa más que la eficiencia interna.
La gestión social se plantea un modo de innovación y desde el modelo contextual-
constructivista su propósito es comprender para trasformar. Además sin interacción no
hay comprensión ni innovación relevante, y sin compromiso colectivo no hay capacidad
para superar problemas complejos. De esta manera lo describe José De Souza Silva
(2007) quien además deriva que hay que comprender a la realidad social, de lo
universal, mecánico y neutral a lo contextual, interactivo y ético.
La ética toma un valor coyuntural en la interacción social, contradictoriamente, a la
gente le gusta hablar sobre sí misma y le gusta hacerlo en términos individualizados o
capaces de contribuir al proceso de individuación, citando a Valcárcel (2002) la
medicalización de los sentimientos es un hecho en los tiempos actuales e inunda los
usos corrientes por ejemplo decimos de nosotros mismos que estamos deprimidos en
vez de utilizar la palabra ‘tristes’. Donde antes hubiera aparecido el término ‘manía’
(asociado a hábito), ahora lo hace ‘fobia’. Algunos afirman tener ‘traumas’ como la
cosa más normal del mundo. Se explica que alguien obra de tal manera porque está
‘acomplejado’. Al cansancio lo llamarnos últimamente ‘estrés’, entre otras. Las
consecuencias de estos usos son evidentes: si se está triste necesita consuelo, pero si se
está ‘depre’ basta con una pastilla del fármaco más popular. Si se tiene ‘miedo’ se lo
llama ‘ansiedad’ y se lo quita con un tranquilizante. Si se está impaciente e incapaz de
controlar sus pasiones se describe como alguien ‘con dificultades para diferir
expectativas’. En vez de pereza se tiene ‘angustia ante el esfuerzo’. Si le cuesta
enfrentarme pacientemente a otros supongo es porque se está ‘inseguro’ y se aprende
una tanda de mantras aparentemente psicológicos para automantenerse. No es que
seamos caprichosos y no tengamos buenos hábitos, sino que padecemos ‘intolerancia a
la frustración’. Ante lo expuesto se debe fomentar en el desarrollo de hábitos virtuoso
que incluyan la forma del ser, sentir, pensar, hacer y hablar que implica cultivar las
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condiciones, relaciones y significados que generan y dan sentido a la existencia de todas
las formas y modos de vida.
Continuando con las instituciones de innovación, estas todavía son rehenes de las
premisas del paradigma clásico de innovación, y, por eso, el 75% de las iniciativas de
cambio institucional fracasa a lo largo y ancho del planeta (De Sousa, 2007). Por lo
tanto debemos cuestionar las siguientes proposiciones contemporáneas: el poder de la
pregunta, ya que no se puede educar, ni trasformar la realidad, con respuestas sino con
preguntas, el poder de la emoción, ya que sin emoción no hay pasión y sin pasión no
hay compromiso, y, el poder de la premisa, falsas premisas conlleva a falsas promesas y
soluciones inadecuadas. Esto lo visiona el modo clásico de mundo, que ha sido
construida a partir de varias falsas promesas, entre las cuales la más crítica es la que
asume al mundo como una máquina y a este modo clásico corresponde la filosofía de
innovación de ‘cambiar las cosas para cambiar a las personas’.
Ante el ‘modo clásico’ emerge el ‘modo contextual’ bajo la filosofía de innovación de
‘cambiar las personas que cambian las cosas’. El arte de cambiar las personas, como lo
describe De Sousa Silva, et ál. (2007) exige el manejo de ciertas tecnologías que
facilitan el proceso de ‘cambio conceptual’, es decir, el cambio de régimen de verdades
sobre qué es y cómo funciona la realidad.
Las tecnologías que se plantea son: Tecnología intelectual, a aquella de la
interpretación, que maneja ideas, conceptos, teorías, paradigmas, metáforas y analogías
para comprender la realidad que queremos transformar, como la realidad personal,
profesional e institucional. La Tecnología social, es la tecnología de la interacción
humana, que incluye métodos participativos, técnicas de negociación, enfoques para el
manejo de conflictos y marcos para el aprendizaje social. La Tecnología cultural, a
aquella de la construcción de símbolos, códigos, rituales y significados culturales que
dan sentido a la existencia, que incluye métodos de convivencia, intercultural y
comunitarias, y de ‘deconstrucción’ de todos los conceptos que conformaron la
modernidad: el Estado, derechos humanos, desarrollo, inclusión, igualdad,
multiculturalidad, inclusive las concepciones sobre género entre otros,
‘descolonización’ por ejemplo al cuestionar la naturalización del racismo y del sexismo,
‘desmercantilizar’ al cuestionar la naturalización del capitalismo, ‘democratizar’ al
cuestionar la naturalización de la democracia representativa y ‘reconstrucción’ de
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modos de interpretación y modos de intervención. Tecnología política, es la tecnología
del poder, que negocia criterios y valores para decidir sobre la inclusión y la exclusión,
solidaridad y egoísmo, sensibilidad e indiferencia, regímenes democráticos y
autoritarios y colectivismos. Y Tecnología ética, es la tecnología de la sabiduría y sin
caer en el extremismo o fanatismo, todavía se mantiene en la sociedad el prejuicio
especieísta, que consiste en la soberbia de creernos únicos y distintos, hijos de dioses, y
no parte del ecosistema terrestre, tan singulares, entonces se debe fomentar la ética laica
en pro del desarrollo de las relaciones sociales.
Entre el Globalismo y la Sostenibilidad Social: ¿Qué nos depara el futuro social?
“Para construir un futuro diferente y mejor es preciso, a partir de hoy, pensar, actuar y
aspirar diferente, basándose en lecciones del pasado, compromisos negociados del
presente y escenarios (futuros) alternativos” (De Sousa & Vega, 2002)
Consideramos además que si queremos comprender cómo la globalización impactará el
futuro de la familia, de la ciudadanía y de las transformaciones sociales, no debemos
mirar dentro de la familia, de la ciudadanía y de las transformaciones sociales, sino
debemos ser curiosos, cautelosos y osados, e indagar primero sobre la naturaleza de los
fenómenos que están afectando a estos y otros aspectos de la realidad global cambiante
que desafían al Trabajo Social del siglo XXI. Analizar la familia, la ciudadanía y las
transformaciones sociales ante la globalización implica cuestionar también nuestra
percepción de la familia, de la ciudadanía, de las transformaciones sociales, de la
región, del fenómeno de la globalización y del mismo trabajo social en el contexto de un
cambio de época.
Para América Latina, el discurso de cambio de época, más que de época de cambio,
están en función de las premisas de la homogeneidad histórica cultural. Con el amargo
sabor de la colonización se mantienen las diferencias entre los Estados-naciones de la
región. Como lo detalla De Sousa Silva & Vega (2002, p.110-111), la aparente
homogeneidad política y económica buscada por las diferentes Cumbres de Presidentes
y de Ministros de la región es parte de una antigua estrategia de los Estados Unidos, que
después de la Segunda Guerra Mundial, y con el inicio de la Guerra Fría, necesitaban
asegurar su hegemonía en el mundo en América Latina. Los acuerdos negociados en
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estas cumbres no necesariamente representan los intereses de las sociedades nacionales;
la mayoría de las propuestas ahí negociadas nunca han sido consultadas con los
diferentes grupos sociales de la sociedad civil de las respectivas naciones. Solo parte de
las élites económica, política, intelectual y militar nacionales influencian estos acuerdos,
porque son los únicos beneficiarios de sus consecuencias positivas; las consecuencias
negativas son compartidas entre la mayoría pobre y sin poder.
Tratados como al ALCA, Área de Libre Comercio de las Américas no son iniciativas de
los países de la región, para fortalecer su capacidad de negociación frente a la
competencia comercial y tecnológica global. El ALCA o TLCs (Tratado de Libre
Comercio) son estrategias de recolonización de los Estados Unidos y con dos objetivos:
el primero, en disminuir su creciente vulnerabilidad frente a la penetración comercial de
la Unión Europea, Japón y China en la región; y segundo, asegurar su acceso al
petróleo, biodiversidad y agua de la región.
Ante ello, la globalización se puede analizar como concepto, como proceso, como
estrategia y como ideología. Pero, ¿qué globalización estamos construyendo, la
globalización del individualismo egoísta, que condiciona el crecimiento económico a la
exclusión social, reproduciendo la ‘Brasilización1’ del mundo, o la globalización de la
solidaridad para la sostenibilidad de la vida en el Planeta
Entiéndase a la globalización a la percepción como como un proceso de intensificación
de los conjuntos de relaciones (sociales, económicas, políticas, institucionales, etc.) que
están asociadas a la articulación y vinculación de localidades lejanas—geográfica e
históricamente separadas entre sí—de tal manera a permitir que acontecimientos locales
puedan ser influenciados y hasta mismo condicionados por eventos lejanos. Castells
(1996) (citado por De Sousa Silva, 2002).
Con respecto a la condición y los derechos de ciudadanía, se presenta el imperativo
ético de trabajar por un verdadero reconocimiento de los derechos de ciudadanía, lo que
implica el reconocimiento de que el Trabajo Social cumple un papel articulador entre la
sociedad civil y las políticas públicas, y tiene entre sus responsabilidades la tarea de
impulsar la política social desde el enfoque de los derechos de ciudadanía (Guendel,
1999) (citado por De Sousa Silva, 2002) y se debe considerar por ejemplo los efectos 1 Por Brasilización del planeta, se entiende más que por su belleza natural, futbol y samba, se debe al
modelo de sociedad fundado en la injusticia social y la discriminación racial. Galeano, 2000.
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perversos del control social, incorporar la perspectiva de género, estimular la
distribución del poder social, Fomenta la construcción de una cultura de respeto a los
derechos humanos y por una cultura de paz, entre otros importantes.
Conclusiones:
Estamos viviendo una etapa de transición o cambio de época, es decir, la incursión del
tercer milenio implica surcar grandes retos, uno de ellos es la Gestión del Talento
Humano del cual se debe innovar la forma de innovar y generando transformación del
sistema de ideas de las personas que cambian las cosas y no cambiando las cosas que
cambian a las personas. En tal virtud, en el área de la docencia, valores como la
paciencia, la solidaridad y desde luego la ética laica serán los pilares que fomenten la
sostenibilidad social y chequeando y solucionando las debilidades que presenten
situaciones de vulnerabilidad. Sin embargo, consideremos que el cambio institucional es
muy serio y con grandes choques de ideas entre los integrantes de la comunidad
educativa, por ejemplo entre los mismos pares de docentes se puede ver ese
conformismo o rechazo al cambio institucional, no se diga de la evaluación, hay serias
brechas del cambio generacional y de cambio de época, una de ellas es la innovación
tecnológica en todos sus aspectos, por lo tanto, emergen paradigmas que ayudan a
romper dichas brechas y facilitan la interpretación del conflicto de las visiones de
mundo, es decir, hay que comprender la trama de las relaciones y significados
cambiantes que lo constituye, interpretar lo holístico que es la clave, ya que los
problemas relevantes son desafíos complejos del contexto para la investigación, en este
caso investigación educativa y un desafío complejo para la investigación revela muchos
problemas sencillos de investigación.
En consecuencia, la sostenibilidad social se lo realiza desde la innovación de la
innovación desde las técnicas, como utilizar adecuados procesos de planificación
estratégica en función al contexto donde se va aplicar, aprovechando al máximo la
gestión del conocimiento que es la suma de un organización adecuada del clima
organizacional, optimizando eficientemente la gestión del aprendizaje y
potencializando la cultura organizacional, hasta cultivar las relaciones y condiciones
que generan y sostienen la vida, esto se puede mediante la interacción humana,
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movilizando la imaginación, motivando las capacidades y compromiso de los actores
para lo humano, lo social, lo ecológico, lo ético, generando así un cambio de
pensamiento del “desarrollo” como ‘meta’ al buen vivir como ‘fin’. Pensando en el yo
como comunidad. Ya que somos interdependientes: somos ángeles con un ala, pero no
logramos volar si no lo hacemos abrazados.
Bibliografía
Beck, U. ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la
globalización. Barcelona: Paidós Ibérica, 1998.
Bonder, G. Globalización y género. Dimensiones económicas, políticas, culturales y
sociales. Tensiones, reacciones y propuestas emergentes en América Latina.
[PPT]. (s.f.)
De Souza, J & Vega, M. Familia, ciudadanía y transformaciones sociales: escenarios
para el trabajo social en el contexto del cambio de época (parte I). Revista de las
Sedes Regionales, vol. III, núm. 5, mayo, 2002, pp. 103-152, Costa Rica:
InterSedes. 2002
De Souza, J. Innovación institucional y pensamiento estratégico. [PPT]. Loja, 2011.
De Souza, J. et ál. La gestión innovadora del cambio institucional. Conferencia
realizado en San José, Costa Rica, en 5-7 de septiembre de 2007.
Galeano, E. (27/03/2000) La Brasilización del planeta. Disponible en URL:
http://informativos.net/noticias-curiosas/la-brasilizacion-del- planeta_11747.aspx
[consulta 6 de mayo de 2014]
Salgado, et al. Problemas críticos de la educación ecuatoriana y alternativas. Quito:
Ediciones Abya-Yal, 2001.
Valcárcel, A. Ética para un mundo global. Madrid: Temas de Hoy, S. A. (T. H.), 2002.