la guerra civil española

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1 LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1936 / 1939

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Apuntes para 2º de bachilllerato

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LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA 1936 / 1939

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LA GUERRA CIVIL

1936 / 1939

1º.– CAUSAS

2º.– DE GOLPE DE ESTADO A GUERRA CIVIL

3º.-LAS OPERACIONES MILITARES

4º.– CAUSAS DE LA VICTORIA FRANQUISTA

1ª.– LA FORMACIÓN DE LAS DOS ZONAS. MARCHA HACIA MADRID 2ª.– GUADALAJARA Y LA CAMPAÑA DEL NORTE 3ª.– LA BATALLA DEL EBRO: CAÍDA DE CATALUÑA 4º.– EL FIN DE LA GUERRA

1ª.– ORGANIZACIÓN POLÍTICA 2ª.– AYUDA EXTERIOR 3º.– SUPERIORIDAD MILITAR 4ª.– ADMINISTRACIÓN DE LA ECONOMÍA

1ª.– POLARIZACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA: GRANDES TENSIONES 2ª.- SITUACIÓN INTERNACIONAL INTERNACIONAL: AUGE DE LOS FASCISMOS 3ª.– MIEDO DE LOS PODERES TRADICIONALES A PERDER SUS PRIVILEGIOS 4ª.– FALTA DE COMPROMISO, TANTO EN LA DERECHA COMO EN LA IZQUIER-DA, EN MANTENER EL RÉGIMEN REPUBLICANO.

1ª.– DESIGUAL SEGUIMIENTO DEL GOLPE. 2ª.- LA REPÚBLICA CONTROLA LAS CIUDADES INDUSTRIALES. 3ª.– LOS REBELDES TRIUNFAN EN LA ESPAÑA AGRÍCOLA 4ª.– GUARDIA CIVIL Y DE ASALTO NO SE SUMAN AL GOLPE

5º.– CONSECUENCIAS 1ª.– IMPLANTACIÓN EN ESPAÑA DE UNRÉGIMEN DICTATORIAL. 2ª.– CUANTIOSAS PÉRDIDAS HUMANAS Y ECONÓMICAS. 3ª.– AISLAMIENTO INTERNACIONAL DE ESPAÑA. 4ª.– CRUEL REPRESIÓN.

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LOS MAPAS DE LA GUERRA CIVIL

Evolución de las dos zonas en-frentadas a lo largo de la guerra. Mapa 1: Situación al iniciarse la guerra en julio de 1936. Mapa 2: Situación en marzo de 1937. La campaña del norte ter-minará ese año. Mapa 3: Situación al iniciarse la batalla del Ebro. Mapa 4: Situación al acabar la batalla del Ebro. Se produce el golpe de estado de Casado con el que acaba la guerra.

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I.– INTRODUCCIÓN Entre 1936 y 1939 se desarrolla en nuestro país una guerra civil, otra más, que atrajo la atención de todo el mundo que asistió estupefacto al conflicto preguntán-dose cómo un país, que tradicionalmente se había encontrado entre los de la “Europa civilizada”, podía dirimir sus discrepancias a golpes. Otros veían en nuestra guerra la antesala de otro mucho mayor que se cernía sobre Europa. A lo largo de la guerra se produjeron en ambos bandos acontecimientos significa-tivos desde el punto de vista social y económico; en el bando nacionalista se afianzó un sistema económico que favorecía los intereses del capital y de los te-rratenientes que se plasmó políticamente en un poder personalista, autoritario y antidemocrático; en el republicano una auténtica revolución popular con una so-cialización de los medios de producción y una democracia en la que cada vez con-taba menos, también, el sistema parlamentario. Pocos acontecimientos han generado más interés y han seguido cautivando la imaginación de quiénes se han acercado a su estudio. Sin embargo hay numerosas cuestiones que aún hoy no se han dilucidado. II.– DEL GOLPE DE ESTADO A LA GUERRA CIVIL El triunfo de la República en 1931 no fue fácilmente asimilada por los sectores sociales más conservadores; las medidas económicas (reforma agraria y laboral), la reforma militar y el problema autonómico, habían sido acometidas de forma moderada y racional por lo que no contentó ni a la derecha (militares, monárqui-cos, carlistas, partidos de ideología más o menos fascista, propietarios agrícolas etc.) ni a la izquierda (sindicalistas de UGT y CNT, los sectores más revoluciona-rios del PSOE, comunistas y anarquistas). Los intentos de “solución” por la vía extraparlamentaria no se hicieron esperar mucho así Sanjurjo en 1932, desde la derecha y la revolución de 1934, desde la izquierda. El fracaso de Sanjurjo del 32 obligó a un replanteamiento de la estrategia golpista. Los militares golpistas (Goded, Orgaz, Villegas, Fanjul, Ponte, Varela) crean la Unión Militar (UME) y conspiran de forma más o menos declarada. El triunfo del

Frente Popular aceleró los acontecimientos. En abril del 36 el general Mola, go-bernador militar de Pamplona, asume la dirección del golpe con la idea de que Sanjurjo, exiliado en Portugal, se hiciera cargo del movimiento golpista. También se cuenta con Gonzalo Queipo de Llano. Francisco Franco se incorpora al golpe en el último momento. Los golpistas no tenían una idea muy clara de qué régimen implantarían; en un principio sólo se planteaban acabar con la democracia parlamentaria y revisar to-das las reformas republicanas. Pensaban que su éxito dependía de la adhesión de Madrid a su causa, pero como eso era harto improbable, se decidieron por un le-vantamiento simultáneo en todas las regiones. Conscientes de que sólo con el ejército no sería posible el triunfo del golpe, necesitaban contar con el apoyo de un amplio grupo civil compuesto por carlistas, falangistas , miembros de la CE-DA y por capitalistas como Juan March. También contaban con el apoyo de la iglesia que otorgaría el título de “Cruzada” a la guerra civil. Los planes del levantamiento fueron aplazándose pero finalmente quedó fijado para el 17 de julio en África y el 18 en la Península. El día 17 el general Yagüe se levanta en armas con las tropas de Marruecos; Quiepo de Llano se subleva en Se-villa el 18 de julio con unos pocos soldados y los falangistas; el mismo día 18, Franco, gobernador militar de Canarias, toma desde allí un avión fletado por el director de ABC que aterriza en Tetuán el 19 asumiendo el mando del ejército de África; el día 19 se subleva Mola en Pamplona apoyado por los requetés (carlistas). En el resto de España el golpe fracasa. Por tanto el golpe de estado fracasa como tal al no ser capaz de imponer una alterantiva inmediata a la legali-dad republicana en el conjunto del territorio nacional. El gobierno legítimo controla la mayoría de las ciudades industriales, las provin-cias más pobladas y ricas, así como el litoral mediterráneo y buena parte del Can-tábrico; mantiene el apoyo de la aviación, de un tercio de los oficiales de tierra y de casi toda la flota. Los rebeldes se hacen fuertes en la España agrícola, en la que predomina los pro-pietarios de tipo medio. Cuentan con una buena parte del ejército y con la élite del mismo (el ejército de Marruecos). La guardia civil y la guardia de asalto no se suman al golpe y su actuación es de-cisiva para frenarlo en algunas provincias.

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II.– EL DESARROLLO DE LA GUERRA: DE LOS INICIOS A OC-TUBRE DE 1936 Manuel Azaña, que había minusvalorado el peligro (conocido) de rebelión militar, intenta una solución de compromiso. Para facilitar la negociación con los rebeldes destituye a Casares Quiroga como presidente del gobierno para nombrar a Diego Martínez Barrio; pero éste, al ver que no hay ninguna posibilidad de diálogo, di-mite a las pocas horas. Le sustituye al frente del gobierno José Giral de Izquierda Republicana que decide entregar armas al pueblo. Al mismo tiempo, en la zona republicana desaparece la estructura de mando político y militar que es sustituida por diversos comités que surgen del propio frente popular y más comunmente de los sindicatos. Esto permite un avance rapidísimo de las tropas rebeldes que ocu-pan pueblos y ciudades sin apenas resistencia. Es también el momento en el que en la zona republicana se producen las peores situaciones de asesinatos y repre-sión. Por su parte el bando nacional sufre la pérdida de Sanjurjo cuyo avión, que lo trasladaba a España, se estrelló el 20 de julio. Mola crea la Junta de Defensa Nacional presidida por Cabanellas, que debe gobernar la España nacionalista. El 28 de julio se declara el estado de guerra subordinando todos los poderes al ejérci-to. En la zona republicana el estado de guerra se declarará en el año 1938. España queda dividida en dos: 1º.– El 21 de julio la zona nacionalista o nacional, como empezaron a lla-marla sus partidarios, se extendía sobre una superficie de 150.000 km2 en la que vivía el 25% de la población. Tenía su base en las zonas agrícolas, conservadoras y con fuerte implantación de la derecha. Los soldados de la España nacionalista son unos 46.000 a los que se sumarían los 47.000 del ejército africano y 31.000 guardias civiles y resto de las fuerzas armadas. 2º.– La zona republicana era de 350.000 km2 con el 75% de población. Se asentaba en los grandes núcleos de población, las zonas industrializadas y con

votantes de la izquierda. En esta zona quedan 50.000 soldados más de 35.000 carabineros y guar-dias civiles. Aunque la mayoría de los generales permanecieron fieles a la república, los mandos reales de los que pudo disponer ésta fueron muy escasos y sin la preparación militar que poseían los nacionalistas. Ante el desconcierto republicano Franco comienza

a recibir ayuda de otras potencias amigas (Portugal, Italia y Alemania). Lo prime-ro que recibe son aviones con los que establecerá el primer puente aéreo de la his-toria, para iniciar el traslado de las tropas de África a la península puesto que la aviación y la marina han permanecido fieles a la república. Se enlaza Sevilla con Córdoba y Granada y se busca la unión de las dos zonas nacionales para lo que se toma Badajoz (14 de agosto) que será sometido a una represión brutal y Talavera (3 de septiembre). Las tropas del norte consiguen aislar la zona republicana de Francia con la toma de Irún (5 de septiembre) lo que posibilita la caída de san Se-bastián el 15 de septiembre.

INSTRUCCIONES RESERVADAS DEL GENERAL MOLA (25 DE MAYO DE 1936)

Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para redu-

cir lo antes posible al enemigo, que es fuerte y bien organizado. Desde

luego, serán encarcelados todos los directivos de los partidos políticos,

sociedades o sindicatos no afectos al movimiento, aplicándoles castigos

ejemplares a dichos individuos para estrangular los movimientos de rebel-

día o huelgas.

GENERAL MOLA EL 19 DE JULIO DE 1936

Hay que sembrar el terror... hay que dejar la sensación de dominio elimi-

nando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como noso-

tros

Escenas de la cruel represión de Badajoz

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Los primeros intentos para tomar Madrid (el 20 de julio se había conquistado el Cuartel de la Montaña, único reducto en poder nacionalista) resultaron infructuo-sos debido a la defensa que se realiza en la sierra norte por parte de las milicias republicanas y porque Franco, que el 12 de septiembre se había nombrada “Generalísimo”, hace desviarse al ejército que allí se dirigía para liberar a los de-fensores del Alcázar de Toledo (27 de septiembre), lo que constituyó una excelen-te medida de propaganda. A finales de septiembre la guerra de movimiento de columnas, propia del ejército colonial, puede darse por concluida. Comienza en-tonces una actividad bélica más convencional en la que juega un papel determi-nante la ruptura de frentes. Durante este primer período se han producido cambios políticos que tienden a facilitar la victoria: 1º.– En la España Republicana, al mismo tiempo que se va gestando un sistema económico en el que son los comités obreros quienes se hacen cargo de la gestión empresarial y los latifundios son repartidos entre los trabajadores, los so-cialistas asumen las tareas de gobierno encomendadas, el 4 de septiembre, al sec-tor más radical. Francisco Largo Caballero forma gobierno con republicanos, na-cionalistas (el estatuto vasco es aprobado el 1 de octubre), socialistas y comunis-tas y dará entrada, más tarde a los anarquistas en un intento de recomponer la le-gitimidad del estado. 2º.– La España nacional nombra el 1 de octubre a Franco como “Jefe del Gobierno del Estado”. Al día siguiente nombrará una Junta Técnica de Estado, compuesta por militares y civiles que actúa como un gobierno.

III.– LA BATALLA POR MADRID La creación de un ejército republicano se manifestaba como un hecho prioritario puesto que las voluntariosas pero indisciplinadas milicias de partidos y sindicatos no podían hacer frente a un ejército profesional como el nacional; algunos parti-dos como el comunista habían articulado sus efectivos de forma más organizada gracias a la creación del 5º regimiento que reclutaba sus efectivos de entre las ju-ventudes socialistas unificadas (JSU). Algunos de los jefes de este regimiento (Líster, Modesto, El Campesino) jugarán un papel importante durante la guerra. A principios de octubre de 1936 se darán los primeros pasos para la constitución del Ejército Popular. Todas las unidades y milicias se integrarán en el nuevo ejér-cito popular que, a pesar de u bravura y capacidad de sufrimiento, nunca pudieron tácticamente superar a las del ejército nacional. A comienzos de noviembre de 1936 los nacionales deciden lanzar el ataque sobre Madrid. El gobierno republicano abandona Madrid y se traslada a Valencia, lejos del frente de guerra. Antes encomienda al General Miaja la defensa de Madrid a través de la Junta de Defensa. Los partidos políticos redoblan sus esfuerzos para impedir el desánimo de la población civil; destaca el papel desempeñado por Do-lores Ibárruri, “La Pasionaria”, dirigente del partido comunista que acuñará la frase “No Pasarán”. El avance de las tropas nacionales es contrarestado por las

Las intenciones de Franco Jay Allen fue el periodista norteamericano que informó al mundo de la represión del régimen franquista dando a conocer la matanza de Ba-dajoz. Entrevistó a Franco en Tetuán el 27 de julio del 36. De esa entrevista es el siguiente extracto que no deja lugar a dudas sobre las intenciones del general: Allen: "¿Durante cuánto tiempo se prolongará

la situación ahora que el golpe ha fracasa-

do?"

Franco: "No puede haber ningún acuerdo,

ninguna tregua. Salvaré a España del

marxismo a cualquier precio" Allen: "¿Significa eso que tendrá que fusilar a

media España?"

Franco: "He dicho a cualquier precio"

Federico García Lorca es asesinado el 19 de agosto de 1936 por orden de Queipo de Llano.

José Antonio Primo de Rivera condenado por rebelión y ejecu-tado el 20 de noviem-

bre de 1936 General Miaja artífice de la defensa de Madrid

Pasionaria

B. Durruti

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milicias que contarán con el apoyo, días después de las Brigadas Internacionales. Este fracaso, que no se verá paliado ni con la muerte del carismático líder anar-quista Buenaventura Durruti, obliga a los nacionales a iniciar los bombardeos sobre la ciudad; a comienzos de diciembre de 1936 el frente de Madrid se ha estabilizado. En momentos posteriores los nacionales volverán a intentar la conquista de la ciu-dad. Así, a o largo de la primera mitad de febrero de 1937, se desarrolla la Batalla del Jarama, en la que los nacionales inten-tarán, sin éxito, separar Madrid del resto del territorio republicano. Entre el 8 y 21 de marzo se produce la Batalla de Guada-lajara, con los mismos fines y los mismos resultados. Esta batalla fue un importante impulso propagandístico para los republicanos ya que las tropas italianas sufren un descalabro deshonroso.

Los republicanos inician entonces u contraataque para aliviar la presión sobre Madrid. Se produce así la Batalla de Brunete, las fuerzas republicanas destrozan el frente nacional pero la avanzadilla, al mando de Líster, tienen que frenar-se para evitar quedar embolsadas lo que impidió el efecto sorpresa y permitió la recuperación nacional que reconquistó Brunete; las bajas, muy numerosas, fueron mayores entre los republicanos. La Batalla de Teruel fue otro intento de los republicanos para salvar Madrid, pero por su gran importancia trata-remos individualmente.

IV.-LA CAMPAÑA DEL NORTE A mediados de octubre de 1936, tropas nacionales procedentes de Galicia, habían llegado hasta Oviedo que era un islote rebelde en territorio republicano; el frente norte permaneció inactivo mientras que los objeti-vos de los nacionales se centraban en Madrid. El fracaso de la ofensiva sobre la capital determina la reactivación del frente norte acosando Bilbao que estaba defendida por lo que se suponía un potentísi-mo “cinturón de hierro”. Mientras tanto Franco da una vuelta de tuerca más en el control de la situación política y, tras el fusila-miento de José Antonio Primo de Rivera en no-viembre del 36, puede permitirse imponer el “Decreto de Unificación” (19 de abri de 1937) por el que se procede a la integración de los grupos políticos de su bando bajo la denominación de FET de las JONS (Falange Española de las Jun-tas de Ofensiva Nacional Sindicalista) con lo que desaparecen en la zona nacional el resto de partidos y, lo que es más importante, desactiva las posible veleidades anticapitalistas y “revolucionarias” de los falangistas; además, se queda sin nadie que pueda hacerle sombra por la muerte de Mola en accidente aéreo. Frente a esta situación de dominio férreo y “tranquilidad”, en la zona republicana los enfrentamientos se acentúan. La presión de los comunistas es cada vez mayor lo que determinará el progresivo arrinconamiento de posturas particulares como las de la CNT/FAI y el POUM* y la pérdida de su autonomía militar. En mayo de 1937 se produce en Barcelona una auténtica guerra civil dentro de la guerra civil que provoca la desaparición del POUM. Ante esta situación se formó un nuevo gobierno presidido por el doctor Juan Negrín (PSOE) el 17 de mayo de 1937.

BRIGADAS INTERNACIONALES De julio de 1936 a noviembre de 1938

lucharon en la guerra del lado republica-

no unos 40.000 extranjeros, aunque no

más 15.000 combatieron a la vez. Eran

voluntarios de todas partes del mundo

que, de forma idealista, vinieron a luchar

por la democracia en contra del fascismo.

Se distinguieron en la defensa del Madrid

sitiado aunque su mejor efecto fue el de

propaganda. Fueron disueltas y repatria-

das a finales de octubre del 38 intentando

que el Comité de NO Intervención impi-

diese el apoyo fascista a Franco.

*POUM Partido Obrero de Unificación Marxista. Fue un partido catalán de ideología Troskista. Su desapa-rición es un ejemplo más de la progresiva penetración del comunismo soviético en la zona republi-cana. Se creó en 1935 por la unión del Bloque Obrero y Campesino (BLOC) dirigido por Maurín y la Esquerra Comunista dirigida por Andreu Nin. Al iniciarse la guerra se alió con los anarquistas para evitar la influencia del partido comunista de Cataluña (PSUC) que seguía las directrices de Stalin. En mayo del 37 se desató la persecución contra el POUM y contra Nin, que fue detenido, trasladado a Alcalá de Henares, torturado y asesinado (28 de junio del 37) por la policía secreta soviética. El POUM desapareció.

AL SOLDADO INTERNACIONAL CAÍDO EN ESPAÑA

Si hay hombres que contienen un alma sin fronteras, una esparcida frente de mundiales cabellos, cubierta de horizontes, barcos y cordilleras, con arena y con nieve, tú eres uno de aquellos.

Las patrias te llamaron con todas sus banderas, que tu aliento llenara de movimientos bellos. Quisiste apaciguar la sed de las panteras, y flameaste henchido contra sus atropellos.

Con un sabor a todos los soles y los mares, España te recoge por que en ella realices tu majestad de árbol que abarca un continente.

A través de tus huesos irán los olivares desplegando en la tierra sus más férreas raíces, abrazando a los hombres universal, fielmente.

Miguel Hernández

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En su intento por dominar Bilbao, los aviones alemanes de la Legión Cóndor pro-ceden a bombardear las zonas de la retaguardia para crear el terror psicológico entre la población civil. El resultado es la destrucción de la ciudad de Guernica (26 de abril), sede y símbolo para los nacionalistas vascos, que alcanzó resonancia internacional.

El avance nacional es imparable, Bilbao cae el 19 de junio. El ejército republica-no, intentando aliviar la presión del norte, ha iniciado el ataque sobre Brunete pe-ro ello no impide que, una vez finalizada esta batalla (Brunete) caiga Santander el 26 de agosto y el 21 de octubre Gijón. Así queda eliminado todo el frente norte y las tropas nacionales pueden concentrarse en otros puntos. V.– LA BATALLA DE TERUEL Y SUS CONSECUENCIAS Después de la caída del frente norte y del traslado del gobierno de la República a Barcelona (con la intención de controlar la capacidad industrial de Cataluña y por la influencia del comunismo soviético (cada vez mayor) sobre el gobierno) se ini-cia un amplio ataque (15 de diciembre de 1937) sobre la zona de Teruel con la intención de aliviar la presión sobre Madrid. El empuje republicano logra romper el frente y apoderarse de Teruel (8 de enero de 1938). Sin embargo los nacionales contraatacan y reconquistan la ciudad el 17 del mismo mes. La batalla de Teruel es una de las más duras de la guerra debido a las bajísimas temperaturas que se registraron en ese invierno. Franco, que en agosto de 1937 había creado el Servicio Nacional del Trigo con el que organizaba la producción agrícola cuando también las ricas zonas mineras del norte pasaban a su control, continuaba con la reorganización política de la zona nacional. A comienzos de febrero de 1938 nombraba su primer gobierno com-

puesto por civiles y militares y en marzo promulgaba una importante ley el “Fuero del Trabajo”, especie de “Carta Magna” donde se recogían los derechos de los españoles sujetos a su mando. También aprobaba diversas leyes tendentes a devolver la posesión de las tierras a los que fueron confiscados por la república, instaura una férrea censura de prensa, se deroga el divorcio y se toman medidas favorables a la iglesia. El fracaso republicano en Teruel trajo graves consecuencias. Aprovechando la retirada republicana las tropas nacionales inician una fuerte presión en el frente de Aragón y en el norte de Valencia. Esta situación desesperada hace que Francia permita la entrada de material bélico y que Negrín asuma también la cartera de defensa que estaba en manos de Indalecio Prieto. Estas medidas no servirán de mucho ya que los nacionales conquistan Lérida el 3 de abril del 38 (aboliendo en esta provincia el estatuto de autonomía) y llegan al Mediterráneo en Vinaroz el 15 de abril. La zona republicana quedaba dividida en dos aislando Cataluña del resto de la zona fiel a la República.

COMITÉ DE NO INTERVENCIÓN

Comité creado por iniciativa francesa, bajo fuerte

presión diplomática del gobierno británico, cuyo

objetivo fue evitar la intervención extranjera en la

guerra civil española. El 8 de agosto de 1936, Italia

y Alemania se adhirieron al pacto.

De ahí en adelante, hasta 27 países europeos, inclu-

yendo la URSS, se adhirieron al pacto.

La política de no intervención fue una gran farsa

diplomática. Mientras las potencias democráticas,

Gran Bretaña y Francia, se abstuvieron de interve-

nir en la guerra civil, Alemania e Italia apoyaron de

manera sistemática y decisiva a la España de Fran-

co. Así mismo, la Unión Soviética envió ayuda a la

España republicana, no respetando los compromisos

de no intervención.

El recelo en el Foreign Office ante el sesgo de los

acontecimientos en la España republicana y la apli-

cación de los principios de la política de apacigua-

miento están en el origen de esta política.

Guernica después del bombardeo

Guernica de Picasso, cuadro que retrata el horror de la guerra

Primer gobierno de Franco en 1938

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VI.– LA BATALLA DEL EBRO Ante esta situación Negrín hace públicos sus “13 puntos para una España en paz” con los que tiende una mano para una solución pactada a la guerra civil. Los na-cionales no consideran la propuesta, ven muy cerca la victoria sin concesiones. El último esfuerzo bélico de la República comienza el 25 de julio de 1938 y tiene como finalidad volver a conectar las dos zonas republicanas. El ataque se produce entre Frayón y Mequinenza lo que dará origen a la batalla más larga y cruel de toda la guerra. Los republicanos cruzan el Ebro y consolidan una cabeza de puen-te comenzando así una guerra de trincheras en la que la aviación y la artillería tuvieron un peso decisivo. Por su número y calidad el ejército nacional llevaba ventaja. La República pretendía alargar el conflicto español hasta el estallido (que se con-sideraba inminente) de la guerra en Europa, pero los acontecimientos internacio-nales juegan en su contra. Así, por el “Pacto de Munich” las potencias occidenta-les ceden ante Hitler en su intento de controlar Checoslovaquia. La URSS deja de prestar ayuda bélica a la República al mismo tiempo que Hitler pacta con Franco aumentar su ayuda a cambio de compensaciones económicas. La suerte de la batalla del Ebro estaba echada. Ante la superioridad material fran-quista las tropas republicanas retroceden, recruzan el Ebro el 15 de noviembre. El ejército republicano del norte deja de existir (en la batalla ha tenido más de 50.000 bajas). La Conquista de Cataluña por parte de las tropas franquistas es un paseo que concluye el 10 de febrero de 1939. Las tropas republicanas, acompaña-das de miles de civiles (entre ellos Antonio Machado llevando en brazos a su ma-dre), cruzan la frontera francesa por Port Bou y La Junquera. Los franceses los confinan en campos de concentración.

VII.– EL FINAL DE LA GUERRA Franco inicia un proceso de depuración en los territorios conquistados. Aprueba la Ley de Responsabilidades Políticas que le permite hacer una durísima represión. Su objetivo es exterminar físicamente al enemigo. A la vez recibe el espaldarazo internacional: el 27 de febrero de 1939 es reco-nocido internacio- nalmente por Francia y Re-ino Unido. Manuel Azaña, Presidente de la Re-pública ya en el exi- lio presenta su dimisión irre-vocable. Franco se convierte así en el represen-tante del Estado es- pañol. Si embargo la Repú- blica posee aún todo el cen-tro de la península y la capital. Juan Negrín es partidario de resistir hasta el inicio de la Guerra en Europa. Sin em- bargo los acontecimientos se precipitan. En Madrid el Coronel Casado, con apoyo anarquista y con la oposi-ción de los comunistas, da un golpe de estado contra la República y negocia la rendición incondicional de Madrid. De esta forma los nacionales entran en Ma-drid sin ninguna oposición el 28 de marzo de 1939. El 1º de abril de 1939 Franco emite su último parte de guerra: “En el dia de hoy, cautivo y desarmado el

Ejercito Rojo, han alcanzado las tropas

nacionales sus últimos objetivos militares.

La guerra ha terminado.

El Generalísimo

Franco

Burgos 1º abril 1939.

Republicanos españoles cruzan la frontera en 1939

A. Machado en Francia

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VIII.– EVOLUCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL EN LA ESPAÑA REPU-BLICANA VIII. 1º.– El Gobierno de Largo Caballero El descontrol callejero y la improvisación caracterizan los primeros meses de la guerra. El primer gobierno republicano de la guerra, dirigido por Giral y com-puesto exclusivamente por republicanos, carece de los medios necesarios para hacer frente al conflicto. Con el rápido avance de las tropas franquistas se hace necesario un gobierno que aglutine a todas las fuerzas que defienden la República. El 4 de septiembre de 1936 se forma el gobierno presidido por Largo Caballero en el que se integran PSOE, PCE, Izquierda Republicana, Unión Republicana y Es-querra. En noviembre entran en él cuatro miembros de la CNT (entre ellos Federi-ca Montseny primera ministra de la historia de España). Aprobado el estatuto de autonomía vasco también entran en él un miembro del PNV. Largo Caballero trata de recuperar el control de un Estado que, en los primeros meses de la guerra, tiene sus poderes diseminados en un sinfín de comités. Otro objetivo del gobierno de Largo es regular los cambios sociales profundos que protagonizan los sindicatos como respuesta al golpe de estado (en muchos lados se han colectivizado las tierras o se ha iniciado un proceso revolucionario). El último objetivo clve de este gobierno es la creación de un ejército que pueda enfrentarse a las bien organizadas tropas nacionales. El gobierno de Largo Caballero toma una serie de medidas políticas: 1ª.– Política Autonómica: En octubre de 1936 se aprueba el estatuto del País Vasco. 2ª.– Justicia y policía: Se crean los tribunales populares (tres jueces y 14 civiles). 3ª.– Reforma Agraria: Se promulga el decreto Uribe (comunista) por el que se expropian todas las tierras de aquellos propietarios que han apoyado el golpe que serán entragadas en usufructo a los campesinos que pueden crear colectivida-des. 4ª.– Industria: Reconversión de las mismas para hacer frente a la guerra. Donde tienen poder los anarquistas las industrias son incautadas y pasan a ser controladas por comités obreros. En las zonas controladas por socialistas y comu-nistas las industrias son intervenidas por el estado. Los sectores estratégicos pasan

a control público. 5ª.– Guerra y Gobernación: Largo Caballero une la presidencia del gobier-no a la cartera de guerra. Se forman las primeras brigadas mixtas y las escuelas populares de guerra. Llegan asesores soviéticos para la instrucción de las unida-des militares y las Brigadas Internacionales. La Cultura: Algunos intelectuales españoles forman la Agrupación al Servicio de la República (Marañón, Ortega y Gasset que se desengañarán). La mayor parte de los intelectuales españoles se comprometen con la causa republicana, salvo Unamuno que protagonizará uno de los episodios más llamativos de la guerra ci-vil. El 4 de julio de 1937 se celebra en Valencia el Congreso Internacional de Escrito-res en el que Miguel Hernández, Antonio Machado, José Bergamín, Rafael Alber-ti, Ramón J. Sender y de otros países como Malraux, Pablo Neruda, Octavio Paz, Nicolás Guillén y el científico Albert Einstein apoyan a la República. VIII.2º.– Los sucesos de mayo de 1937 y los gobiernos de Negrín En mayo de 1937 se plasman en Barcelona las diferentes formas de ver la situa-ción y de afrontarla que tienen en el bando republicano. PSOE, PCE y los republicanos aúnan sus esfuerzos para defender las instituciones y el régimen constitucional republicano para ganar la guerra y seguir avanzando en la construcción de un estado social y democráticamente progresista. Frente a este proyecto hay otro protagonizado por el sector extremista de la CNT-Fai agru-pado en torno a “los amigos de Durruti” y el POUM que consideran que hay que acabar con el estado burgués e iniciar la revolución proletaria. Para ello defienden el mantenimiento de milicias, la sindicalización de la economía y la práctica del comunismo libertario. En Barcelona en mayo de 1937 se enfrentan duramente ambas posturas. Los vio-lentos disturbios acaban con la desaparición del POUM y la tortura y asesinato de su líder Andreu Nin. Estos disturbios provocan la caída del gobierno de Largo Caballero y su sustitu-ción por Juan Negrín, un socialista a medio camino entre las tesis de Prieto y las de Largo Caballero y que se entiende muy bien con los postulados del PCE. Os sucesivos gobiernos de Negrín tienen como finalidad única ganar la guerra. Entre las medidas más importantes que adopta es la nacionalización de la indus-

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tria de guerra y la disolución del POUM. Dota al ejército popular de una estructu-ra organizativa y de medios que permiten las ofensivas de Belchite y Teruel. Pero a pesar de sus esfuerzos la República no puede mantener el frente de Aragón lo que sume a los dirigentes socialistas en un profundo pesimismo y derrotismo. Sin embargo Negrín es partidario de la resistencia a cualquier precio a la vez que pre-tende negociar la paz con Franco. Apoyado por el PCE Negrín es partidario de continuar la guerra aún después de la caída de Cataluña. Sin embargo los aconte-cimientos precipitan el final de la guerra. IX.– EVOLUCIÓN POLÍTICA Y SOCIAL EN LA ESPAÑA NACIO-NAL La muerte del general Sanjurjo al inicio de la guerra priva a los sublevados de un coordinador que los aglutine. El 24 de julio de 1936, el general Mola, forma en Burgos la Junta de Defensa Na-cional presidida por el general Cabanellas. Rápidamente surge la necesidad de crear un mando único para los distintos ejércitos y crear una jefatura política para el nuevo estado que se está creando. El 1 de octubre de 1936 Francisco Franco es nombrado Generalísimo de los ejércitos y (mediante una estratagema de su her-mano y secretario Nicolás Franco) jefe del nuevo estado. A partir de abril de 1937, mediante el decreto de unificación, también es nombrado jefe del único par-tido permitido FET de las JONS que aglutina (a regañadientes) a falangistas y tradicionalistas (carlistas). Todo este proceso culmina en1938 con la creación del primer gobierno cívico-militar. La cultura en la España Nacional: La España nacional cuenta también con el apoyo de un puñado de intelectuales decepcionados con la República como Ma-rañón y Ortega y Gasset otros d corte fascista como Giménez Caballero, García Valdecasas y otros profundamente conservadores como Eugenio Doors, José Mª. Pemán o Pedro Sainz Rodríguez. La labor cultural nacional se reduce a una ex-pansión en el ámbito educativo y de los tópicos culturales y regionales. La obra política de los Gobiernos de Franco tiene como objetivo instaurar un or-den social profundamente conservador y a consolidar los apoyos de las fuerzas que le han ayudado. Relaciones Iglesia_Estado: Se otorgan amplias prerrogativas y privilegios a la iglesia que lo ha apoyado (Cruzada). Se deroga la ley de congregaciones religio-

sas y la del divorcio. Se garantiza un salario a los sacerdotes, vuelve la Compañía de Jesús y el Vaticano reconoce al nuevo estado en 1937. Contrarreforma agraria: Se crea el Servicio Nacional de Reforma Económica y Social de la tierra que se encarga de devolver las tierras a sus antiguos propieta-rios. Autonomías: Se suprimen los estatutos aprobados por decreto de 23 de junio de 1937 (estatuto vasco) y de 5 de abril de 1938 (estatuto catalán). X.– CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL El régimen de Franco se edifica sobre una España completamente arruinada por 3 años de guerra cuyas consecuencias demográficas, económicas y morales van a perdurar durante una larga etapa. Consecuencias demográficas: Se calcula que a guerra ocasionó 560.000 muertes entre muertos en combate, población civil, represión, bombardeos, inani-ción o enfermedad. Además de un movimiento de población altísimo. La mayoría son jóvenes en edad de procrear por lo que la tasa de natalidad descendió hasta un mínimo de 16,5 por mil en 1939. A esta cifra hay que sumar 300.000 republicanos que cruzan la frontera al finali-zar la contienda por lo que no es exagerado cifrar en 800.000 personas las que pierde España a causa del conflicto. Conseciuencias económicas: A la desparición de una gran parte de la po-blación activa hay que añadir las cuantiosas pérdidas materiales. 300.000 casas derruidas, cientos de pueblos que hay que reconstruir. Los transportes seriamente dañados. Hay que reparar el 75% de los puentes, el 45% de las locomotoras, el 40% de los vagones y el 75% de los autobuses han quedado inservibles. La producción de trigo cae un 30% en q939 respecto a la de 1935; la de ebada un 35% y la de remolacha un 65%. La ganadería sufre un fuerte descenso al desaparecer un 40% de los caballos y un 25% del ganado mular y bo-vino. Las fábricas no han sido muy dañadas pero su producción cae un 50% con respecta a la de 1929. A todo ello hay que añadir el pago de la deuda contraída por Franco con Alema-nia e Italia y las 510 toneladas del oro del Banco de España que la República utili-zó para pagar a la URSS su armamento. La imagen de la posguerra es la de una población a la que le falta casi de todo. Se

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pasa hambre y es necesaria racionar los alimentos. El mercado negro y straperlo acrecienta la fortuna de unos pocos. El Exilio y la Represión: Miles de españoles parten hacia el exilio temien-do las represalias del nuevo régimen. Son militares y funcionarios republicanos, médicos, profesores, intelectuales y obreros cualificados. La mayoría de ellos ter-minan hacinados en campos de refugiados desde donde parten para América don-de contribuirán al desarrollo cultural de esos países. Con el inicio de la II Guerra Mundial y la ocupación de Francia por los nazis mi-les de españoles republicanos se enrolan en el ejército francés y en la resistencia. Muchos son capturados por la Gestapo o entregados por el régimen colaboracio-nista francés a los alemanes que o los entrgan a las autoridades franquistas (como Lluis Companys fusilado en Monjuic) o confinados en los campos de concentra-ción nazis como Largo caballero. Muchos han sobrevivido y nos lo han relatado. En el interior de España el estado de guerra continua hasta 1948. La promulga-ción de “la ley de responsabilidades políticas” de 1939 abre la vía para una feroz represión de quienes han prestado apoyo activo o pasivo a la República. Se im-provisan cárceles y campos de concentración en plazas de toros y en campos de fútbol para internar, en mísera condiciones, a 270.719 personas en 1939. En 1950 había aún en España 30.160 presos por motivos políticos. Miguel Hernández o Julián Besteiro mueren en la cárcel. El dramaturgo Buero Vallejo pasa por ellas. Aún hoy hay mas de 150.000 personas desaparecidas enterradas en las fosas co-munes de los cementerios y en las cunetas de las carreteras.