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1 LA INCLUSIÓN EN LA VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL PRIORITARIO: LAS BARRERAS DE ACCESO DE LA POBLACIÓN VÍCTIMA DE DESPLAZAMIENTO FORZADO EN EL MUNICIPIO DE ARAUCA JULIAN CAMILO FORERO AGUDELO Trabajo de grado para optar título de Abogado UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA SEDE ARAUCA FACULTAD DE DERECHO ARAUCA - 2016

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1

LA INCLUSIÓN EN LA VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL PRIORITARIO: LAS

BARRERAS DE ACCESO DE LA POBLACIÓN VÍCTIMA DE

DESPLAZAMIENTO FORZADO EN EL MUNICIPIO DE ARAUCA

JULIAN CAMILO FORERO AGUDELO

Trabajo de grado para optar título de Abogado

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA SEDE ARAUCA

FACULTAD DE DERECHO

ARAUCA - 2016

2

LA INCLUSIÓN EN LA VIVIENDA DE INTERÉS SOCIAL PRIORITARIO: LAS

BARRERAS DE ACCESO DE LA POBLACIÓN VÍCTIMA DE

DESPLAZAMIENTO FORZADO EN EL MUNICIPIO DE ARAUCA

JULIAN CAMILO FORERO AGUDELO

Trabajo de grado para optar título de Abogado

Director de Trabajo de Grado

KENDOR CENDIK ANGARITA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA SEDE ARAUCA

FACULTAD DE DERECHO

ARAUCA - 2016

3

Tabla de Contenido

RESUMEN: ........................................................................................................................................... 4

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 5

1. Vivienda de interés social prioritario” en la legislación colombiana .......................................... 7

1.1 La vivienda digna como Derecho Fundamental ........................................................................ 7

2. Marco normativo....................................................................................................................... 15

2.1 Protección constitucional de la población desplazada en el tema de vivienda de interés

prioritario ...................................................................................................................................... 23

2.2. Fundamentos jurisprudenciales sobre el derecho a la vivienda de la población

desplazada ..................................................................................................................................... 24

3. La inclusión en la vivienda de interés prioritario de la población víctima de desplazamiento

forzado .............................................................................................................................................. 30

3.1.1. Lineamientos política de atención a las víctimas ................................................................ 30

3.1.2. Efectividad de la política pública Ley 1448 del 2011............................................................... 31

CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 45

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 48

4

RESUMEN:

A lo largo de la presente investigación evaluaremos la efectividad de las diferentes

políticas públicas que se imparten a través del Gobierno Nacional y Departamental,

identificando las garantías y derechos para el acceso a la vivienda que estas ofrecen

a la población víctima del conflicto armado en Colombia, teniendo como parámetros

la Constitución Política de Colombia, Legislación, línea Jurisprudencial, Convenios

Internacionales y Doctrina. Todo esto para identificar la normativa y eficacia de las

Políticas Públicas. Posteriormente se efectuará un estudio de vivencias que a lo

largo de la historia ha tenido que afrontar la población víctima del conflicto armado

a causa de la posible ineficacia de los procesos judiciales y administrativos para

acceder a el restablecimiento de sus derechos, lo cual permitirá el fortalecimiento

del aparato judicial y la generación de condiciones propicias para la promoción y

obtención de la paz y la reconciliación nacional mediante un proceso adecuado. Así

mismo se identificará la inclusión social de la población víctima del conflicto armado,

teniendo en cuenta que no se pueden dejar de lado los mecanismos de acción que

brinda el estado en pro del desarrollo de las diversas políticas públicas.

5

INTRODUCCIÓN

Esta investigación es un producto que se circunscribe a la “Línea de Investigación:

Derecho, Derechos Humanos y Sociedad” fomenta la formación para la

investigación en la Universidad Cooperativa de Colombia Sede Arauca, con la

finalidad de generar vínculos a partir de un producto que sirva de apoyo para el

fortalecimiento de las políticas públicas para la atención de las víctimas del conflicto

armado y así facilitar el acceso de la población a las mismas; investigación que

surge a partir de la pregunta: “¿cuál es la problemática socio-jurídica y la inclusión

social, que se presenta en el acceso a la vivienda de interés social prioritario para

la población víctima del conflicto armado?”, cuestión que está enmarcada como un

problema de sociología jurídica en el país.

La historia y el contexto nacional ha permitido evidenciar cambios en el conflicto

armado del país. Hechos de violencia que inician por el usufructo desproporcionado

de la tierra, o del proceso de la extracción de hidrocarburos en el país. Cambios que

están dados coyunturalmente por los acuerdos de paz con la guerrilla de las Farc-

Ep. Sin embargo, esta violencia ejercida por diversos entes armados en distintos

momentos de la reciente historia colombiana ha generado múltiples violaciones a

los Derechos Humanos de las poblaciones y ciudadanos que la componen. Hechos

que han conllevado a desplazamientos forzados (Gutiérrez Lemus, 2010).

Ante este contexto y de la pregunta de investigación este texto se dividirá en

tres capítulos: 1. Vivienda de interés social prioritario” en la legislación colombiana;

2. Marco normativo; 3. La inclusión en la vivienda de interés prioritario de la

población víctima de desplazamiento forzado.

6

7

1. Vivienda de interés social prioritario” en la legislación colombiana

1.1 La vivienda digna como Derecho Fundamental

Para irnos aproximando al concepto de vivienda de interés prioritario, debemos

revisar las diferentes perspectivas que lo componen y que lo revisten como

fundamental:

Una primera perspectiva es la objetiva o arquitectónica, que se define como la

unidad básica para habitar una familia, conformada por un área de servicios que

consta de espacios como la cocina-comedor, el baño de uso social, una zona de

lavado y un espacio de dormitorios que consta de dos alcobas, para que habiten

dos adultos y dos niños, un área mínima de 39 mt2 (Acosta Vera, 2014). En sentido

amplio, la vivienda es un elemento natural o artificial que tiene como finalidad dar

refugio abrigo al ser humano, protegiéndole de las inclemencias naturales y le brinda

una garantía mínima de calidad de vida.

La segunda perspectiva es el concepto subjertivo que refiere la relación de la

vivienda con el proyecto de vida de las personas,que desde el ordenamiento

Nacional Colombiano se le ha adicionado el tèrmino “digna”; este término proviene

de instrumentos Internacionales ratificados por Colombia a saber:

Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966,

ratificado por Colombia bajo ley 74 de 1968 el cual en su artículo 11 establece:

Los Estados Partes en el presente pacto reconoce el derecho de toda persona a un

nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso la alimentación, vestido y vivienda

adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados

Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho.

8

La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 25

establece:

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a

su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda,

la asistencia médica y los servicios sociales necesario.

A su vez, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las

Naciones Unidas, ha acuñado el término “adecuada”; la vivienda adecuada está

ligada con principio de dignidad humana: de la que se dice que se derivan los

derechos del Pacto, exige que el término "vivienda" se interprete en un sentido que

tenga en cuenta otras diversas consideraciones, y principalmente que el derecho a

la vivienda se debe garantizar a todos, sean cuales fueren sus ingresos o su acceso

a recursos económicos (…)". El concepto de "vivienda adecuada” , precisa disponer

de un lugar donde poderse aislar si se desea, espacio, seguridad, iluminación y

ventilación, una infraestructura básica y una situación adecuada en relación con el

trabajo y los servicios básicos, todo ello a un costo razonable.

El Estado colombiano por medio de la constitución de 1991 introdujo acciones

para la protección de los Derechos humanos, de las que puede hacer uso la

población, siendo el Bloque de Constitucionalidad el que integra los instrumentos

internacionales a la legislación Colombiana, y por ende las definiciones de aquellos

instrumentos hacen parte del concepto en el ordenamiento jurídico Colombiano

sobre el tema de vivienda, pues están revestidos de fuerza jurídica via

constitucional.

9

Sobre la fuerza jurídica de los instrumentos internacionales en derechos

humanos, se integran bajo los parámetros que la misma corte constitucional así lo

estima la Corte Constitucional mediante la sentencia T 319 de 2001, por medio de

los artículos 4, 93 y 94 de la Constitución Nacional lo que enmarca el bloque de

constitucionalidad, cabe acotar que la jerarquía de las normas (Kelsen, 2009,

pág.111) convenios y pactos internacionales referentes a la protección derechos

humanos tienen un poder vinculante y son de criterio de interpretación y aplicación

dentro del contexto Nacional conforme a la sentencia C-488 de julio, 22 de 2009 MP

Dr. Jorge Iván Palacio Palacio, en la que menciona:

Si bien es cierto que las normas que se integran al bloque de constitucionalidad

tienen la misma jerarquía que los preceptos de la Carta Política, también lo es que

existen diversas formas para su incorporación al ordenamiento jurídico. Es así como

en tratándose de tratados, su incorporación al bloque de constitucionalidad, tiene

dos vías: (i) La primera la “integración normativa” en virtud de lo dispuesto en el

primer inciso del artículo 93 de la Constitución, requiriéndose para ello, que un

tratado ratificado por Colombia reconozca derechos humanos cuya limitación se

prohíba en los estados de excepción.

Desde esta perspectiva su incorporación es directa y puede comprender incluso

derechos que no estén reconocidos en forma expresa en la Carta. (ii) La segunda

forma de incorporación de tratados al bloque de constitucionalidad es como

“referente interpretativo” y opera al amparo del inciso segundo del artículo 93 de la

Carta.

Igualmente, la jurisprudencia constitucional contribuye a la evolución en el concepto

con miras a predicar del derecho a la vivienda un derecho fundamental para la

10

población en situación de desplazamiento que reviste un tema prioritario, mediante

las sentencias T 495 de 1995, T 251 de 1995, T 309 de 1995, C 251 de 1996, se

inicia dar el concepto de vivienda digna, en el que se dice:

El derecho a la vivienda digna se encuentra consagrado en la Constitución Política.

Impone al Estado la responsabilidad de fijar las condiciones necesarias para hacer

efectivo el derecho en favor de todos los colombianos y de promover planes de vivienda

de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y formas

asociativas de ejecución de dichos planes.

De igual manera el derecho a la vivienda digna fue evolucionando, determinándose

este por conexidad como un derecho fundamental mediante las sentencias

Por otra parte, en las Sentencias T 347 de 1998, T 203 de 1999, T 625 de 2000,

T 1165 de 2001, C 560 de 2002 se concibe que:

Los derechos fundamentales por conexidad son aquellos que no siendo

denominados como tales en el texto constitucional, sin embargo, les es comunicada

esta calificación en virtud de la íntima e inescindible relación con otros derechos

fundamentales, de forma que si no fueran protegidos en forma inmediata los primeros,

se ocasionaría la vulneración o amenaza de los segundos.

Lo anterior, para el caso de la vivienda se convertía en un derecho fundamental

por conexidad, como quiera que se veían afectados los demás derechos en torno a

la persona, por cuanto se hacía necesario hacer uso de la misma para determinarla

como un derecho fundamental.

11

Así las cosas, vemos cómo el concepto del derecho a la vivienda trasciende

desde lo objetivo a lo subjetivo, precisando que la vivienda no solo es un derecho

material, sino que va ligado a la dignidad humana y la vida en condiciones de

dignidad, adecuada para que la persona o familia pueda desarrollar un proyecto de

vida que contribuya a la estabilidad social y económica del país.

La conexidad del derecho a la vivienda con la dignidad humana y la vida digna , se ha

alcanzado bajo el principio de progresividad, que eleva el derecho a la vivienda a un rango

fundamental estableciendo unos parámetros esenciales que una vez alcanzados no son

retroactivos y se convierten en núcleo esencial del derecho a la vivienda. En la sentencia T

024 de 2015, se vislumbra la evolución de la conexidad por medio de la progresividad,

determinando la vivienda como derecho fundamental siempre atendiendo su de carácter

subjetivo, sentencia que nos dice:

El juez de tutela no puede argumentar la ausencia del carácter fundamental del

derecho a la vivienda digna o acudir a la teoría de la conexidad para evaluar la

procedibilidad del amparo, menos aun cuando la persona que lo solicita reviste la

condición de sujeto de especial protección, supuesto frente al cual la consideración

sobre la fundamentalidad de derecho se acrecienta. Por el contrario, debe analizar en

el caso concreto si lo que se busca defender es el derecho subjetivo en cabeza del

accionante como consecuencia de un determinado plan de adquisición de vivienda

propia, pues, de ser así, la protección se torna procedente.

Sobre la “vivienda digna”, en el artículo 51, de la Constitución Política de 1991,

establece:

Todos los colombianos tienen derecho a vivienda digna. El estado fijará las

condiciones necesarias para hacer efectivo este derecho y promoverá planes de

12

vivienda de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y

formas asociativas de ejecución de estos programas de vivienda.

El Estado ha fijado las condiciones necesarias para hacer efectivo el Derecho,

avanzando en el hecho que se ha reconocido como fundamental para la población

desplazada, desarrolladas en la Leyes 387 de 1997, 1448 de 2011 y 1537 de 2012.

Asimismo, Colombia siendo un Estado Social de Derecho organizado en forma de

República Unitaria, descentralizada con autonomía de sus entidades territoriales

conforme lo expresa en su artículo 1 Constitucional, de tal manera que la actividad

nacional trasciende a la regional a través de instrumentos denominados planes de

desarrollo, donde esta actividad se incorpora en desarrollo de las políticas públicas

estatales, entre la cuales encontramos las políticas públicas en el tema de vivienda

de interés prioritario.

1.2. Vivienda de Interés prioritario en la legislación Colombiana

En el entendido que la vivienda digna según estudio realizado por Jorge

Eduardo Vásquez Santamaría, María Victoria Santana Londoño y Luis Felipe

Jaramillo de los Ríos en “Descripción jurídico conceptual de la vivienda para el

ordenamiento jurídico colombiano” (2012) diferencia tres conceptos usados

frecuentemente de forma indistinta menciona:

1. Distingue por “casa” la parte de la vivienda, de uso privado, que garantiza

protección, abrigo, descanso y calidad de vida a quien la habita en condiciones

apropiadas de iluminación, ventilación, salubridad, espacios dignos y adecuados.

2. Para esa casa se relaciona el concepto “Entorno” como aquel que comprende la

exterioridad o espacio, próximo a la casa de uso público, en condiciones ambientales

13

adecuadas que permite y garantiza que se den las relaciones con los vecinos, con el

barrio y de este con el resto del territorio; comprende equipamientos sociales e

infraestructura de servicios, esto es, relaciona la vida de la casa con la vida en el lugar.

3. Finalmente; la vivienda adquiere una connotación jurídica porque el derecho

social es propio del ser humano, el espacio para alojarse y medio para la satisfacción

de sus necesidades vitales y existenciales. Es condición fundamental para el desarrollo

de la persona, de la familia y para la socialización del hombre en un territorio

determinado.

En nuestro país la vivienda empieza a ser preocupación estatal a final de la

década del 30 con la creación del “Instituto de Crédito Territorial” mediante Ley 200

de 1939, que se convertiría en el principal promotor de la vivienda social; que

mediante estrategias como préstamo de dinero a municipios y cooperativas, se

lograba la construcción directa y adjudicación de las viviendas, planes de

"autoconstrucción" de vivienda urbana dirigido a hogares de ingresos mínimos,

planes de "mejoramiento de áreas subnormales" y de "erradicación de tugurios”

(Gómez Cardona, 2012).

De igual manera la vivienda digna se concibe como Derecho Fundamental para

suplir las necesidades de la población desplazada vista desde La investigación de

Jorge Eduardo Vásquez Santamaría, María Victoria Santana Londoño y Luis Felipe

Jaramillo de los Ríos (2012), identifica que:

Para que la vivienda tenga condiciones óptimas que dignifiquen como derecho del

hombre no puede limitarse exclusivamente a la casa o interioridad sino que debe

prolongarse a la exterioridad o entorno, es decir, la vivienda se extiende desde la

dimensión que otorga la protección, abrigo y descanso hasta aquellos elementos que

14

dan las bases para la adecuada, satisfacción de las personas es decir, lo que permite

el desarrollo y la interacción del ser humano como ser social.

En la legislación Colombiana, la vivienda de interés prioritario se define como: art.2

decreto 2190 de 2009, en la que se estable ce que esta cuyo valor máximo es de

setenta salarios mínimos legales mensuales vigentes (70 smlm).

15

2. Marco normativo

En 1995 ante la grave crisis humanitaria del desplazamiento forzado producto

del recrudecimiento de la violencia sistemática surge en 1997 la Ley 387, En ella se

adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado, la atención,

protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados

internos por la violencia y se crea el Sistema Nacional de Atención Integral a la

Población Desplazada por la violencia – SNAIPD. El programa tuvo como objetivos

generar condiciones mínimas de sostenibilidad para la reincorporación de los

desplazados a la vida social y económica del país y para el desarrollo integral de

las zonas afectadas por el fenómeno. Más tarde, la Corte Constitucional el 22 de

enero de 2004 profiere la sentencia T-025, después de analizar 108 expedientes,

correspondientes a igual número de acciones de tutela interpuestas por 1150

núcleos familiares, todos pertenecientes a la población desplazada, con un

promedio de 4 personas por núcleo, y compuestas principalmente por mujeres

cabezas de familia, personas de la tercera edad y menores, así como algunos

indígenas; decidió declarar el “estado de cosas inconstitucional” y ordenar al Estado

y sus diferentes dependencias descentralizadas, realizar acciones concretas en pos

de la real atención a la población. Adicionalmente, se han promulgado un sin

número de normas reglamentarias a la Ley 387 de 1997 de acuerdo al sector de

atención, por ejemplo el Acuerdo 244 del consejo general de seguridad social en

salud, o el decreto 2131. (Rodriguez, 2013).

16

El conflicto armado en Colombia ha dejado muchas victimas, entre ellas

desplazadas forzosamente. Lo que generó una crisis social, es por ello que en el

año 1997, para afrontar las consecuencias del conflicto y en aras de superar la crisis

social que devino con ello, se emitió la Ley 387 de 1997, en la que se reconocieron

las víctimas de desplazamiento forzado a través de un Registro Único de población

desplazada, como instrumento principal para implementar la aplicación de las

políticas públicas emitidas en la ley 387 de 1997 y decretos reglamentarios, donde

el tema de vivienda tenía su especial importancia como lo es la ley 1537 de 2012.

Desde esta perspectiva, El punto de partida fue la Ley 387 de 1997 con la que

se buscaba brindar el acceso directo de la población desplazada a la oferta del

gobierno en relación a programas estatales, entre ellos ; la vivienda urbana y rural,

a través del Decreto 951 de 2001, se reglamentó la mencionada ley y estableció

que el derecho a la vivienda digna de la población desplazada, se garantizaría a

través del subsidio familiar de vivienda, señalando los potenciales beneficiarios, los

tipos de postulación, clases de subsidio y los requisitos para el acceso a los mismos.

En sentencia T 025 de 2004 se da la categoría de sujeto de especial protección

a la población desplazada, por cuanto sus derechos se han sido trasgredidos de

manera sistemática, como quiera que no hay herramientas suficientes para el

cumplimiento de sus derechos, de tal manera que:

Por la vía de la insuficiente apropiación presupuestal y de la omisión en la

corrección de las principales falencias de la capacidad institucional, el avance

progresivo en la satisfacción de los derechos de la población desplazada no sólo se

ha retrasado, sino que se ha ido deteriorando con el paso del tiempo en algunos

aspectos. Dicho retroceso es, prima facie, contrario al mandato constitucional de

17

garantizar el goce efectivo de los derechos de todos los desplazados. Por eso, el

primer deber de las autoridades competentes es evitar dicho retroceso práctico en

los aspectos del nivel de protección de los derechos de todos los desplazados

donde éste se ha presentado, así dicho retroceso sea resultado de la evolución del

problema y de factores que escaparon a la voluntad de los funcionarios

responsables.

En aras de dar prioridad a los derechos de esta población, se les reconoce a

partir de esta sentencia como sujetos de especial protección Constitucional.

Posteriormente surge Decreto 2190 de 2009 en la que se desarrolla lo

concerniente al Subsidio Familiar de Vivienda de Interés Social en dinero para áreas

urbanas. Y el Decreto 1160 de 2010 en relación con el Subsidio Familiar de Vivienda

de Interés Social Rural.

Así, las ordenes proferidas en el Auto 008 de 2009 por la Corte Constitucional

en seguimiento a la sentencia T-025 de 2004; el gobierno nacional reformuló la

política pública para garantizar el derecho a la vivienda digna de la población

desplazada, expidiendo el Decreto 4911 de 2009 en el cual se mantuvieron los

subsidios, pero modificó las entidades que los otorgan, los tipos de aplicación y el

valor de los subsidios (Sentecia T 167/2016, 2016)

A la fecha del primer semestre del 2016 se han registrado en la página web de

la unidad de víctimas la suma de 6.044.151. Este número representa

cuantitativamente la vulneración de la población colombiana. Asimismo, queda por

fuera la sumatoria del “sub registro” de las personas que no han sido ingresadas

formalmente al Registro Único de Víctimas (RUV) y de las que no lo serán debido a

18

las exigencias y revisiones por parte del comité que formaliza el acceso a la

plataforma de la unidad de víctimas.

Es notorio que el volumen de personas que han sido víctimas del conflicto

armado es más que significativo. Ahora bien, el Estado está lejos de abarcar las

garantías y derechos que les son inherentes, mencionadas en el preámbulo de la

Constitución Nacional, hecho que es mencionado en el artículo 3 de la Ley 387 de

1997, normatividad proyectada para que la población víctima del conflicto armado

encuentre el puente entre su realidad vulnerable y su estado victimizante.

La existencia del distanciamiento de las políticas del gobierno con la población

vulnerada representa una desventaja al momento de acceder a la ejecución del

programa planteado. Las familias y personas vulneradas deben esperar años para

que la justicia restaurativa y la reparación integral lleguen a ellos, por cuanto se

concluye que hace falta, la adopción de “acciones proactivas por parte del Estado,

se requiere de un apoyo del Gobierno Nacional, en aspectos técnicos, logísticos y

administrativos dirigidos a los entes territoriales y las entidades descentralizadas

responsables del tema, con mecanismos de promoción masivos y acordes con las

características de la población, en su mayoría rural (Corte Constitucional, 2016).

Ley 387 de 1997 en su artículo 3° al recurrir a los principios en los cuales se

desarrolla el Estado colombiano como lo son “subsidiaridad”, “complementariedad”,

“descentralización” y “concurrencia” y su manifestación real, en el artículo 7°, es el

medio por el cual provee a los departamentos y municipios, el gobierno nacional

promoverá la creación de los comités municipales; distritales y departamentales

para la Atención Integral a la Población Desplazada por la violencia, encargados de

prestar apoyo y brindar colaboración al Sistema Nacional de Atención Integral a la

19

Población víctima del Conflicto Armado en Colombia, conformado por las figuras

representativas del municipio correspondiente para regular la vigilancia y el control

de la acción en beneficio de la misma. De igual forma, el artículo 8° revela la acción

del Comité de Desplazados va orientada a la atención de la población víctima del

conflicto armado por vías jurídicas e institucionales.

Por consiguiente, es de destacar el desarrollo normativo para 1997 el cual

enmarca al desplazado dentro de una universalidad de beneficios para garantizar

su calidad de vida.

Hacia el año 2011, persistía la imposibilidad de materializar las ordenes de la

Corte Constitucional y por ello fue emitida la ley 1448 de 2011, mediante esta ley se

diseñaron sistemas de manejar la información, como lo fue la creación indemnización

por vía administrativa, sin embargo el tramite fue una de las mayores barrearas de acceso,

así como lo determina el auto 373 de 2016 donde se asumía que la indemnización

administrativa para población desplazada era a través de subsidio de vivienda lo

que impedía la materialización de los derechos de la población desplazada.

El estudio realizado por la Corte Constitucional en el Auto 373 de 2016 se

determina:

las Leyes 387 de 1997 y 1448 de 2011; por el contrario, se están restringiendo a una

solicitud de reparación económica que persiguen individualmente las personas

desplazadas en su condición de víctimas. Así lo precisó en distintos conceptos el

Centro de Investigaciones Sociojurídicas de la Universidad de los Andes (CIJUS). La

incidencia de la participación, en consecuencia, se encuentra limitada de manera

importante al circunscribirse a una serie de reivindicaciones individuales y monetarias,

20

en lugar de encausarse en todo el contenido de la política pública dispuesta para esta

población (2016, p. 286).

Con lo anterior, expuesto, se observa una contradicción con la ejecución de esta

política pública, el avance ha sido escaso en materia de vivienda digna para la

población víctima del conflicto armado ya que no se tiene en cuenta ninguna

característica específica.

A nivel académico Elvia Marina Mena Romaña (2011) menciona en su

investigación, respecto a la problemática generada en el “Mirador de Calasanz”,

en Medellín, donde afrodescendientes, indígenas y campesinos se encuentran con

el tamaño del conjunto habitacional que ha sido un motivo de insatisfacción por

sus pobladores, en tanto que la vivienda no es solo confort, sino lo que la identifica

es el habitante respecto a su cultura, costumbres y el carácter socio-económico, es

de relevancia en la construcción de la vivienda en el marco que debe conservar la

pluriculturalidad.

De tal manera, en el devenir normativo vemos como el país avanza en la materia

de la vivienda de interés social prioritario, acogiendo las posturas internacionales,

desarrollando jurisprudencia, doctrina y normas. No obstante, a pesar de que el

Estado brinde “prebendas” a la población víctima del conflicto armado, a su vez

busque reparación y reivindicación para las mismas, no se está haciendo efectiva

la misma y más aún en el tema de vivienda de interés prioritario.

Asimismo, María Teresa Uribe Hincapié (2003) expresa que quienes han sido

víctimas de las violencias y guerras temen ser víctimas de nuevo, este es el gran

terror a través de lo que en realidad es ser víctima de un conflicto. Ahora bien, el

Estado colombiano en pro del desarrollo busca soluciones alternas a actuaciones

21

que perjudican la moral, el interés de las víctimas, su núcleo familiar y estilo de vida

de gran modo, se evidencia como de una u otra manera a pesar de que hay daño

por un tercero, existen barreras de acceso al goce efectivo de los derechos, donde

el Estado busca proveer políticas públicas para lograr la reparación a la Población

Victima del Conflicto Armado en Colombia, posterior a ello se da una nueva

perspectiva de vida digna, brindándole ayudas y herramientas para el progreso a

las personas víctimas del conflicto armado, con la política pública de la Ley 1448

del 2011, donde se reconoce la primacía de la honra, dignidad, el respeto de las

víctimas siendo esta la ley de asistencia humanitaria y reparación integral de

víctimas del conflicto armado interno, donde se da relevancia a cada caso en

particular.

Al leerla es posible pensar en la satisfacción de las necesidades de la población

víctima: el goce efectivo de los derechos. Sin embargo, al ver el contexto de la

población víctima del conflicto armado frente a las necesidades y reclamos de la

ciudadanía, surgen varias interrogantes ¿cómo es en realidad el acceso a la

vivienda de interés social prioritario para la población víctima del conflicto

armado?, ¿Cuál es la percepción de la población víctima del conflicto armado frente

a las garantías y derechos por parte del Estado?

Según dato estadístico del Programa de Asistencia Legal a la Población

Desplazada Opción Legal, en Arauca encontramos los casos de un trienio, en el

2012 siendo igual a 29 casos, el año 2013 es igual a 212 casos y para el año 2014

es de 286 casos. Lo cual manifiesta una constante de la problemática al conflicto

armado. Toda vez que es evidente que existen falencias para el desarrollo de esta

política pública.

22

De igual manera, se hace necesario evidenciar los problemas que presentan las

políticas públicas respecto a su aplicación en la población vulnerable, en tanto que

el Auto 373 de 2016 argumenta:

Esta Sala Especial no se tiene conocimiento de estudios ni de mediciones

actualizadas que permitan desagregar la situación específica de la población

vulnerable nacional en materia de vivienda. Esto no quiere decir, sin embargo,

que en la actualidad se carezca de criterios para evaluar la superación del ECI

en este componente. Al respecto, los principios Walter Kälin recomiendan tener

en cuenta distintos parámetros para evaluar cuándo las personas desplazadas

acceden a soluciones duraderas en materia de vivienda. Uno de ellos es la

comparación ya mencionada de esta población con aquellos miembros de la

población residente con necesidades comparables. Sumado a lo anterior, estos

principios recomiendan tener en cuenta dos factores: “el porcentaje de los

desplazados internos que siguen sin vivienda adecuada y la reducción de este

porcentaje a lo largo del tiempo”

Ante esto la mismo Auto, la Sala Especial afirma que existe una necesidad del

“cálculo de los perfiles de vivienda de las personas vulnerables” por parte de las

autoridades responsables permitiría comparar el acceso a vivienda digna de las

personas vulnerables con “la población residente con necesidades comparables”.

Sin embargo, este ejercicio alarga el procedimiento frente a las políticas públicas,

con el fin de lograr la efectividad y cumplimiento de la misma.

23

2.1 Protección constitucional de la población desplazada en el tema de

vivienda de interés prioritario

Al responder a la necesidad representativa de la población desplazada, surge

la sentencia T-025 de 2004, quien da un respaldo a los Derechos Constitucionales

de estas Personas, como quiera que se establece la protección y reconocimiento

de las mismas con el fin de resarcir los daños ocasionados del conflicto:

Dada la condición de extrema vulnerabilidad de la población desplazada, no sólo por

el hecho mismo del desplazamiento, sino también porque en la mayor parte de los

casos se trata de personas especialmente protegidas por la Constitución –tales como

mujeres cabeza de familia, menores de edad, minorías étnicas y personas de la tercera

edad, la exigencia de presentar directamente o a través de abogado las acciones de

tutela para la protección de sus derechos, resulta excesivamente onerosa para estas

personas.

Es por ello que las asociaciones de desplazados, que se han conformado con el fin de

apoyar a la población desplazada en la defensa de sus derechos, pueden actuar como

agentes oficiosos de los desplazados. Tales organizaciones estarán legitimadas para

presentar acciones de tutela a favor de sus miembros bajo las siguientes condiciones:

1) que se haga a través de su representante legal, acreditando debidamente su

existencia y representación dentro del proceso de tutela; 2) que se individualice,

mediante una lista o un escrito, el nombre de los miembros de la asociación a favor de

quienes se promueve la acción de tutela; y 3) que no se deduzca de los elementos

probatorios que obran en el proceso que el agenciado no quiere que la acción se

interponga en su nombre.

Así, la Corte Constitucional permite distinguir el problema social respecto de la

población desplazada y asimismo conceptualizarlo. Esto se presenta en razón de la

24

multiplicidad de derechos constitucionales afectados por el desplazamiento, y

atendiendo a las aludidas circunstancias de especial debilidad, vulnerabilidad e

indefensión en la que se encuentran los desplazados, la jurisprudencia

constitucional ha resaltado que éstos tienen, en términos generales, un derecho a

recibir en forma urgente un trato preferente por parte del Estado.

Este derecho al trato preferente reconocido en la Sentencia T 025 de 2004

constituye, en términos de la Corte: el “punto de apoyo para proteger a quienes se

hallan en situación de indefensión por el desplazamiento forzado interno”, y debe

caracterizarse, ante todo, por la prontitud en la atención a las necesidades de estas

personas, ya que “de otra manera se estaría permitiendo que la vulneración de

derechos fundamentales se perpetuara, y en muchas situaciones, se agravará”.

2.2. Fundamentos jurisprudenciales sobre el derecho a la vivienda de la

población desplazada

Sabemos que Colombia como Estado Social de Derecho se estructura en las

tres ramas del poder: ejecutiva, legislativa y judicial, en donde la ejecutiva se

denomina como la cabeza del Estado rigiéndose por criterios formales, materiales

y orgánicos. La Rama Legislativa encargada de crear y aprobar leyes, es compuesta

por la Cámara de Representantes, el Senado de la Republica de Colombia. No

sobra decir que la Rama Judicial es quien se encarga de velar por los bienes

jurídicos de los particulares y del Estado distinguiéndose así por cada una de sus

diferentes jurisdicciones. El problema que abarca a estas dos últimas ramas es que

la Rama Judicial en su preocupación de la protección de los bienes jurídicos y

derechos fundamentales parece abarcar competencias de la Rama Legislativa

25

quien es la que en realidad se debe encargar de la creación de leyes, modificación,

extinción de leyes velando por los derechos fundamentales y las razones públicas.

Las altas Cortes han visibilizado problemáticas, que los Representantes y

Senadores han omitido impidiendo el desarrollo legal, por lo que los jueces deben

garantizar los derechos consagrados en la Constitución, lo anterior siendo

argumentado por Diego Eduardo López en “El derecho de los jueces” (2015), llena

un vacío en Colombia sobre la polémica cuestión de las decisiones judiciales en el

campo del derecho constitucional, desde la óptica jurisprudencial se abren nuevas

fronteras referente al acceso de vivienda de interés social prioritario, así mismo, se

debe traer a colación que el pronunciamiento de los jueces se convierte en ley y se

toma para definir un caso en concreto, tomando el juez la investidura de justicia

universal, velando por los derechos humanos, denominándolo así de tal manera

como el derecho judicial; este derecho se origina del diálogo de los jueces con la

realidad social, a su vez asumiendo el test de ponderación y objetivando la razón

pública dejando de por medio la jerarquía legal dando primacía a los derechos

fundamentales. (López Medina, 2013, p. 8): Este hecho hace evidente la existencia

de los avances jurisprudenciales, evolución que se presenta en el tema en cuestión

de la protección a la población desplazada como punto de partida de la sentencia T

025 de 2004, la cual enmarca que:

La obligación constitucional del Estado de garantizar una protección adecuada a

quienes por razón del desplazamiento forzado interno se encuentran en condiciones

indignas de vida no puede ser aplazada indefinidamente

En este orden de ideas se determina que en el devenir histórico, además de

darle una aceptación legal, se ha legitimado dándole así fuerza de arraigo y poder

26

vinculante dentro de la legislación. Por otra parte, la concepción del derecho a la

vivienda digna se desarrollar a partir de la sentencia T-585 de 2006:

En suma, la Corte ha determinado que las autoridades que forman parte del SNAIPD

deben cumplir con las siguientes obligaciones en materia de vivienda:“(i) reubicar a las

personas desplazadas que, debido al desplazamiento, se han visto obligadas a

asentarse en terrenos de alto riesgo; (ii) brindar a estas personas soluciones de

vivienda de carácter temporal y, posteriormente, facilitarles el acceso a otras de

carácter permanente. En este sentido, la Corporación ha precisado que no basta con

ofrecer soluciones de vivienda a largo plazo si mientras tanto no se provee a los

desplazados alojamiento temporal en condiciones dignas;(iii) proporcionar asesoría a

las personas desplazadas sobre los procedimientos que deben seguir para acceder a

los programas; (iv) en el diseño de los planes y programas de vivienda, tomar en

consideración las especiales necesidades de la población desplazada y de los

subgrupos que existen al interior de ésta –personas de la tercera edad, madres cabeza

de familia, niños, personas discapacitadas, etc.-; y (v) eliminar las barreras que impiden

el acceso de las personas desplazadas a los programas de asistencia social del

Estado..

Desde nuestra óptica vemos que es un tema jurídico, el cual nos va a llevar por

un camino normativo respecto al entorno social al cual hemos emprendido a

investigar en Sentencia T 088 de 2011, que trata de “Derecho a la vivienda digna

de población desplazada, obligaciones del Estado frente a la población desplazada

principios para la coordinación entre la nación y los entes territoriales encargados

de la atención a la población desplazada”, nos dice que:

La Corte ha reconocido que es procedente la acción de tutela para proteger el derecho

a la vivienda digna cuando quien invoca su protección ha sido víctima del

27

desplazamiento forzado. Las personas en situación de desplazamiento han tenido que

abandonar sus viviendas de manera forzada y repentina. Una vez en el lugar de arribo,

carecen de los recursos necesarios para acceder de forma oportuna a viviendas

temporales. Adicionalmente, se ven enfrentados a múltiples obstáculos económicos y

sociales para acceder a soluciones habitacionales que contribuyan eficazmente a

superar el desplazamiento. En esa medida, la ausencia de vivienda representa para la

población desplazada una amenaza directa y grave contra su vida, y un factor que

acrecienta sus condiciones extremas de vulnerabilidad. Por ello, ha merecido una

especial protección por parte de la Corte que decididamente ha establecido que el

derecho a la vivienda digna es fundamental en el caso de la población desplazada.

Así las cosas se marca el precedente que los derechos de la población desplazada,

como quiera que se encuentran es estado de indefensión tendrán inmediatez y son sujetos

de protección, así mismo la Corte reconoce que la vivienda diga como Derecho

fundamental.

La jurisprudencia ha desarrollado en forma destacada el derecho de la

población desplazada vivienda digna prueba de ello es la sentencia T 239 de 2013:

La especial protección constitucional que la jurisprudencia de la Corte ha otorgado a la

población desplazada no es más que la materialización de las diferentes garantías

constitucionales que tienen como fin la protección de la persona humana, que se

armoniza con el deber que recae en todas las autoridades del Estado de emprender

acciones afirmativas a favor de la población que se encuentra en circunstancia de

debilidad manifiesta.

La jurisprudencia ha considerado que el concepto de “desplazado” debe ser entendido

desde una perspectiva amplia toda vez que por la complejidad y las particularidades

28

concretas del conflicto armado existente en Colombia, no es posible establecer unas

circunstancias fácticas únicas o parámetros cerrados o definitivos que permitan

configurar una situación de desplazamiento forzado por tratarse de una situación

cambiante. Por lo tanto, en aquellos eventos en los que se presente duda resulta

aplicable el principio pro homine.

En ese orden de ideas la Corte establece que la protección que se da a la población

desplazada es entorno a desarrollo constitucional, por cuanto tienen garantías y

protección de derechos, por tanto el derecho a una vivienda digna para la población

desplazada es un derecho fundamental, de aplicación inmediata que tiene un amplio

desarrollo tanto a nivel interno como internacional, y que se encuentra dotado de

precisos contenidos que el Estado debe asegurar a fin de garantizar la protección

real y efectiva de este derecho lo anterior conforme a la sentencia T 239 de 2013.

En el caso expuesto con anterioridad la sentencia es parámetro para las

acciones derivadas en las que se concede el amparo del derecho fundamental a la

vivienda digna, donde se habla de las personas que se encuentran asentadas en

las invasiones de acuerdo a los parámetros establecidos en la jurisprudencia

constitucional. Cuestión que tiene una afinidad integral en el caso de las dos

invasiones en el municipio de Arauca.

En el caso de la urgencia de la necesidad de vivienda de interés social

prioritario del municipio de Arauca, no ha tenido la respuesta requerida por parte

de los afectados debido a la falta de gestión por el ente competente, hecho que se

puede observar al revisar la sentencia T 239 de 2013 que está referida a la

protección de los derechos fundamentales de la población desplazada.

29

Es clara la decisión de la Corte al darle prevalencia a la vivienda digna como

derecho fundamental, teniendo como fin agilizar la gestión para dar solución

inmediata a la necesidad prioritaria que tienen en el momento las diversas familias

las cuales viven en las invasiones de manera infrahumana y sin ninguna garantía

para preservar su dignidad.

Lo anterior es de trascendencia para la población desplazada en la sentencia

como quiera que se dignifica y da prioridad a la población que se encuentra en esta

situación de indefensión en la que se describen las “obligaciones del estado en

materia de vivienda digna de población desplazada”.

Por otra parte, mediante la sentencia T 585 de 2006 conceptualiza que Cuando

se trata de población desplazada por el conflicto armado, el derecho a la vivienda

implica al menos las siguientes obligaciones de cumplimiento instantáneo:

reubicar a las personas desplazadas que debido al desplazamiento se han visto

obligadas a asentarse en terrenos de alto riesgo; (ii) brindar a estas personas

soluciones de vivienda de carácter temporal y, posteriormente, facilitarles el acceso a

otras de carácter permanente. En este sentido, la Corporación ha precisado que no

basta con ofrecer soluciones de vivienda a largo plazo si mientras tanto no se provee

a los desplazados alojamiento temporal en condiciones dignas; (iii) proporcionar

asesoría a las personas desplazadas sobre los procedimientos que deben seguir para

acceder a los programas; (iv) tomar en consideración las especiales necesidades de la

población desplazada y de los subgrupos que existen al interior de ésta -personas de

la tercera edad, madres cabeza de familia, niños, personas discapacitadas, etc.-; en el

diseño de los planes y programas de vivienda y (v) eliminar las barreras que impiden

el acceso de las personas desplazadas a los programas de asistencia social

30

3. La inclusión en la vivienda de interés prioritario de la población

víctima de desplazamiento forzado

3.1. Lineamientos política de atención a las víctimas

Para el desarrollo de las acciones y sin desconocer los principios rectores del

Plan Nacional de Atención y Reparación a Víctimas del Conflicto Armado,

desarrollados en el Decreto Reglamentario 4800 de 2011, los proyectos se han

adoptado bajo los siguientes enfoques:

Enfoque humanitario. Este ítem busca brindar de manera solidaria en atención a

las necesidades de riesgo o grado de vulnerabilidad de los afectados, con el fin de

proporcionar una ayuda integral.

Enfoque de desarrollo humano y seguridad humana. En aras de preservar el

desarrollo el Estado propenderá por generar contextos culturales, socioeconómicos,

mitigar los conflictos y reducir las víctimas de un conflicto.

Enfoque de daño o la afectación. Dentro del presente ítem se busca implementar

medidas de atención, asistencia, y reparación integral atendiendo por solventar los

impactos ocasionados por las infracciones al Derecho Internacional Humanitario o

las violaciones graves y manifiestas a los Derechos Humanos, ocurridas con

ocasión del conflicto armado interno.

Enfoque de derechos. El presente ítem atiende al restablecimiento de los

derechos individuales y colectivos de las víctimas, vulnerados con ocasión del

conflicto armado interno para el ejercicio pleno y permanente de los mismos, en pro

de implementar las políticas públicas de desarrollo.

Diálogo social y verdad. Por medio del presente se buscará generar espacios

públicos de profundización de la democracia en un marco de Justicia Transicional,

31

que generen un diálogo entre las víctimas, la sociedad civil, las instituciones y demás

actores sociales, a fin de poder avanzar en la búsqueda de la verdad, el respeto por

los Derechos Humanos y la construcción de la memoria histórica, con miras a

garantizar la no repetición de los hechos, la reconciliación y la paz. Para ello, es

también necesario que la institucionalidad y los distintos sectores sociales participen

de la política, se puedan tender puentes para reconstruir el tejido social y la

construcción de ciudadanía en los territorios (Pizarro y Melo, 2004).

Enfoque transformador. Las medidas de reparación buscan contribuir a la

eliminación de los esquemas de discriminación y marginación que contribuyeron a

la victimización, bajo el entendido que transformando dichas condiciones se evita la

repetición de los hechos y se sientan las bases para la reconciliación en el país.

Este enfoque orienta las acciones y medidas hacia la profundización de la

democracia y el fortalecimiento de las capacidades de las personas, comunidades

e instituciones para su interrelación en el marco de la recuperación de la confianza

ciudadana en las instituciones. Así mismo, las orienta a la recuperación o

reconstrucción de un proyecto de vida digno y estable de las víctimas.

Enfoque de integralidad en los derechos. Este implica el reconocimiento previo

de la titularidad de derechos ejercida por este segmento poblacional y por tanto,

apunta hacia el trabajo tanto en el reordenamiento de su espacio de acción, como

en el otorgamiento de garantías para la transformación de las condiciones,

fenómenos, dinámicas, comportamientos y estructuras que les ha negado o

restringido sus derechos, o han limitado sus potencialidades.

3.2. Efectividad de la política pública Ley 1448 del 2011

Desde el momento en que se expidió la Ley 1448 de 2011 han existido casos

lamentables que la ley ha logrado cobijar y han sido efectivas las políticas públicas

32

aplicables a la población víctima del conflicto armado, como también han existido

hasta el día de hoy diversos casos en los que los procedimientos no se han hecho

acorde, para la satisfacción de los derechos como la reparación integral, asistencia

en pro de la población víctima del conflicto armado.

Mediante el Auto 373 de 2016 se realizó un seguimiento a la efectividad de esta

política pública, por cuanto el Gobierno Nacional, los Organismos de Control, la

Comisión de Seguimiento y Monitoreo al Cumplimiento de la Ley 1448 de 2011

(CSyM) y la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento

Forzado (CSPPDF), allegaron numerosos documentos en los que exponen y

analizan los cambios efectuados a la política y los resultados alcanzados. Así quedó

recogido en los autos 160 y 162 del 2015 (M.P. Luis Ernesto Vargas) en el que se

determinar que:

A pesar de los importantes avances alcanzados con el Programa de Vivienda Gratuita,

persisten obstáculos para satisfacer las necesidades habitacionales de los esquemas

anteriores, como resultado de (a) las estrategias de comunicación, información y

notificación relacionadas con el Programa de Vivienda Gratuita; (b) la falta de

participación de las entidades territoriales que informan no tener lotes ni terrenos

disponibles para ejecutarlo; (c) las barreras de acceso a las que se han enfrentado las

personas que participaron en proyectos declarados en siniestro, incumplimiento y que

fueron indemnizados, en el marco de los esquemas anteriores, para participar en

el Programa de Vivienda Gratuita y (d) la recomposición de los grupos familiares con

el paso del tiempo.

Sumado a lo anterior, esta Sala Especial encontró que (ii) persisten dificultades para

garantizar las necesidades habitacionales de aquellas personas desplazadas por la

violencia que, a pesar de no haber participado en las convocatorias de los esquemas

33

anteriores, necesitan de todas formas de una solución de vivienda digna, demanda que

no logra ser satisfecha ni (a) por la Segunda Fase del Programa de Vivienda Gratuita,

ni (b) por los otros programas que enuncia el Gobierno. Esta situación (c) pone en

evidencia un vacío en la política en materia de legalización y regularización de

asentamientos informales. (Corte Constitucional, 2016)

Una de las principales funciones que quiere efectuar el Estado es integrar en un

gran sistema a todos los planes y programas existentes; unificar y estandarizar

criterios y procedimientos con el fin de lograr mayor cobertura, eficacia e impacto

de la atención y la reparación a las víctimas de violaciones de derechos humanos e

infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Sin embargo, difícilmente se

lograrán estos propósitos si los responsables de las decisiones no parten de una

evaluación rigurosa de los sistemas y programas existentes, que identifique sus

éxitos y fracasos, para así construir sobre los aciertos y no repetir experiencias

fallidas o insuficientes.

En 2004 la Corte Constitucional en sentencia T025 de 2004 alertó sobre la

situación de la población desplazada y la calificó como un “Estado de cosas

Inconstitucional”. A partir de este momento emprendió una labor de seguimiento

sostenida de las órdenes impartidas (Moreno, 2011), de igual manera mediante el

Auto 373 de 2016 se realiza el estudio de la efectividad y el alcance que ha tenido

la política pública en pro de la protección de los derechos de la población

desplazada.

En igual sentido, la Corte ha ampliado paulatinamente el marco de protección

de los derechos de la población desplazada y ha orientado la revisión y ajuste de

las políticas para la atención integral de esta población llevándose así desde el

34

marco de la implementación de la Ley 1448 de 2011 “Ley de víctimas y restitución

de tierras” el Estado tiene la responsabilidad de garantizar tanto la restitución de los

derechos vulnerados en ocasión del conflicto armado así como generar las

condiciones que permitan la no repetición de las situaciones victimizantes. Por tanto,

se hace necesario como parte del sistema de garantes de derechos para las

víctimas de conflicto armado, generar acciones con enfoque reparador, diferencial

y de inclusión social que contribuyan a la reparación integral de la población en esta

situación que sirva como uno de los mecanismos para la reconstrucción del tejido

social.

En un país como Colombia, con una tradición descentralizada en más de 20

años el desarrollo y ejecución de las políticas públicas se producen de manera

simultánea en los ámbitos nacional y territorial. Tanto las entidades nacionales como

las regionales y locales tienen responsabilidades en la formulación y ejecución de

políticas, en consonancia con los principios constitucionales de complementariedad

y subsidiariedad (Bondia García y Muñoz, 2009).

La tragedia y negligencia a lo largo conflicto de Colombia estriba en realidad en

la falta de voluntad política mostrada por todas las partes para acabar

definitivamente con el pernicioso ciclo de vulneraciones del derecho internacional

humanitario y de lograr hacer eficiente según las políticas públicas un adecuado

procedimiento para la restitución de tierras y para conferir a toda la población sus

derechos pues se evidencian notables abusos contra los derechos humanos. Sin

embargo, en materia de derechos humanos, como las ejecuciones extrajudiciales a

manos del Estado colombiano, los desplazamientos, las desapariciones forzadas,

35

la restitución de tierras, son proyectos que no han mejorado, sino que han

empeorado en la mayoría de los casos:

Masacres de Ituango Vs. Colombia)

Masacre de Mapiripán Vs. Colombia Resolución de supervisión de

cumplimiento, 2012

Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia

Caso Caballero Delgado y Santana Vs. Colombia proferido el 8 de diciembre

de 1995

Caballero Delgado y Santana Vs. Colombia, Resolución de supervisión de

cumplimiento, 2012

Las Palmeras Vs. Colombia de diciembre 6 de 2001

los Diecinueve (19) Comerciantes Vs. Colombia proferido el 5 de julio de

2004

Gutiérrez Soler Vs. Colombia de septiembre 12 de 2005

Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia

Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia proferido en enero 31 de 2006

Masacre de Ituango Vs. Colombia, sentencia de julio 1º de 2006

Masacre de la Rochela Vs. Colombia

Escué Zapata vs. Colombia

Caso Valle Jaramillo y otros Vs. Colombia

Caso Manuel José Cepeda Vargas Vs. Colombia

Vélez Restrepo y familiares Vs. Colombia

Una dificultad que han tenido las víctimas es la incertidumbre ocasionada por la

estructura institucional que produjo la transición de los organismos de atención: no

se desarrollaron mecanismos de tránsito que pudieran orientar a las víctimas,

prepararlas para la nueva institucionalidad, generar confianza en el funcionariado

que otrora fuera victimario y protegerla frente a las incertidumbres, las amenazas y

la desesperanza arraigada en un escenario de altísimas expectativas y

36

necesidades; igualmente, no se han iniciado procesos sostenibles de atención

psicológica especializada, y en el tema de verdad extrajudicial y memoria histórica

hay un total desconocimiento de las estrategias y procedimientos sobre todo en las

regiones.

La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras busca reunir, en un mismo

instrumento, diversas medidas y garantías para estas personas, pero no codifica

todas las normas existentes al respecto. No obstante, se refiere a múltiples temas,

lo cual la hace tanto comprensiva como ambiciosa. El análisis de las dificultades

políticas, sociales y económicas se configuran como eje del proceso de estudio e

investigación, toda vez que, en la realidad son elementos determinantes que

impiden el proceso de restitución a las víctimas y agravan la condición de las

mismas.

Es posible identificar que uno de los mayores problemas de los procesos de

restitución no radica en el trámite judicial, sino en las condiciones fácticas de

seguridad existentes en las regiones donde se empiezan a hacer efectivas las

entregas materiales de los terrenos por parte del Estado. En todo caso, las faltas de

acompañamiento a estas familias limitan las posibilidades de reasumir sus vidas e

iniciar la explotación económica de sus terrenos; es de destacar, que si bien existe

apoyo de las fuerzas armadas, sus labores se convierten en inocuas cuando se

enfocan en la lucha armada y dejan de lado los procesos de juzgamiento de los

terratenientes que arrebataron las tierras y de las personas que intentan recuperar

ese reinado de poder ilegitimo.

Los dilemas y desafíos que enfrenta una sociedad que ha padecido un conflicto

armado de la magnitud, intensidad y crueldad que caracterizan al colombiano, son

37

múltiples y complejos. Uno de estos retos es cómo reconstruir la vida, o al menos

mitigar el sufrimiento, de aquellas personas que en mayor medida soportaron los

rigores del conflicto. La complejidad de esta tarea es doble pues con ella se

pretende, al mismo tiempo, resarcir hechos que intuitivamente parecen irreparables,

así como proveer medidas de reparación de manera rápida y generalizada, cuenta

con recursos políticos y económicos limitados.

Asimismo, las expectativas de reparación no dan espera. Los imperativos éticos

y jurídicos en los que se basa la obligación de reparar a las víctimas de violaciones

a derechos humanos tampoco dan lugar a vacilaciones sobre la prioridad que debe

tener una agenda de reparaciones en una sociedad que ha sido azotada por

violaciones masivas y sistemáticas a los derechos más básicos.

En igual sentido mediante la sentencia SU-1150 de 2000 en la que se aborda

las consecuencias del desplazamiento forzado, obligaciones del Estado y su

respuesta frente a la emergencia social, enuncian que:

Al Estado colombiano le corresponde velar por la suerte de las personas desplazadas.

Las normas constitucionales ponen a la persona como el centro de la actividad del

Estado y ello entraña la obligación del Estado de procurar el bienestar de los asociados

La política pública de atención a la población desplazada por la violencia, busca

garantizar los derechos fundamentales de cada individuo, o grupo familiar que es

desplazado.

Es necesario que en la implementación de cualquier política pública de atención

a víctimas se tomen todas las medidas necesarias para erradicar la violencia y

garantizar la no repetición de los hechos violentos; de lo contrario, la política de

atención estará condenada al fracaso.

38

3.3 Perspectiva social: comparativo de casos Proyecto Horcon (2007) y

Proyecto Playitas (2015)

A lo largo de la investigación se han demostrado las falencias que existen

dentro del cumplimiento de las políticas públicas, y de la reiteración del estudio

realizado por la Corte Constitucional con el Auto 373 de 2016 en el que se

determina que las barreras de acceso a los derechos de esta población se

encuentran inmersos dentro de los trámites administrativos la carencia del

compromiso institucional.

Ahora bien, en el contexto de Arauca, Departamento de Arauca, se ha revisado

dos proyectos de vivienda para la población en situación de desplazamiento

forzado. El primer proyecto “El Horcón”, del 2007 con 60 familias en situación de

desplazamiento forzado incluidas en el Registro Único de Población Desplazada,

a la fecha no se ha dado total cumplimiento a lo planteado dentro del proyecto, ante

la necesidad de dicha población y la pasividad de la entidad encargada de dirigir el

curso del proyecto “FONVIDA” se hizo necesario ocupar las viviendas asignadas

sin haber sido terminada su construcción, presentando varias deficiencias

estructurales en zonas verdes y zonas comunitarias; es decir, totalmente contrario

al desarrollo del precepto constitucional consagrado en el Art 51, lo anterior

conforme a datos proporcionados por la directora de consultorio jurídico para la

población desplazada de la Universidad Cooperativa de Colombia Sede Arauca.

Por otra parte, en el estudio realizado al proyecto de vivienda de Playitas el

cual se realizó la entrega en abril de 2015. El proyecto estuvo dirigido a la población

en situación de desplazamiento forzado, así que para este estudio se realizaron 14

39

encuestas a las diferentes personas que se encontraron en el proyecto de playitas,

a continuación, se expresará mediante gráficos las preguntas y el porcentaje que

arrojo el estudio a esta población.

Grafico 1: ¿Es usted desplazado?

En el primer grafico se expresa la población la cual fue encuestada, con una

muestra del 10 porciento de 14 personas, en la que la primera pregunta a realizar

es si las personas son o no desplazadas, el 86 por ciento corresponde a 12

personas que son desplazadas y el 14 por ciento que representan a dos personas

las cuales no son desplazados.

Grafico 2: sexo

86%

14%

¿ ES USTED DESPLAZADO ?

SI

NO

29%

POBLACION A LA QUE FUE APLICADA ENCUESTA POR DIFERENCIACION DE SEXO

FEMENINO

40

En este grafico se hace la pregunta sobre el sexo de la población encuestada,

siendo el 71 por ciento de la población femenina con una representación de 10

personas y el 29 por ciento masculina con una representación de 4 personas.

Grafico 3: Edad

En este punto se hace la pregunta respecto del rango de edades de la población

encuestada, encontrando 2 mujeres en el rango de los 20 años, 1 hombre sobre

el rango de los 20 a los 30 años, 6 mujeres entre el rango de los 20 a los 30 años,

0 0 26

2 0 0 0 00 1020

30

40

50

60

70

80

0 0 1 0 0 0 1 2 0

0 10 20 30 40 50 60 70 80

RANGOS ETAREOS POBLACIONALES

EDAD FEMENINO EDAD MASCULINO EDAD MASCULINO

41

1 hombre en el rango de los 60 años y 2 hombre en el rango de los 60 a los 70

años.

Grafico 4: ¿por cuantas personas está compuesto su núcleo familiar?

En este punto se pregunta respecto del número de personas que pertenecen al

núcleo familiar, donde hay 1 familia que habita sola, hay dos familias que habitan

dos personas, 4 familias que habitan con tres personas, 1 familia que habita con 4

personas, 4 familias que habitan con 5 personas, 1 familia que habita con 6

personas, 1 familia que habita con 8 personas.

1 2 3 4 5 6 7 8SU NUCLEO FAMILIAR PORCUANTAS PERSONAS ESTA

COMPUESTO FAMILIAS1 2 4 1 4 1 0 1

00,5

11,52

2,53

3,54

4,5

FAM

ILIA

S

SU NUCLEO FAMILIAR POR CUANTAS PERSONAS ESTA COMPUESTO

42

Grafico 5: ¿La vivienda proporcionada cumple con los beneficios mínimos?

En este punto se hace la pregunta si la vivienda suministrada cumple con los

beneficios mínimos establecidos, como lo son espacios, siendo el naranja el

numero mayo diciendo que no cumplen con los beneficio mínimos y tres dicen que

si cumplen con los beneficios mínimos.

Grafico 6 ¿Acceder al beneficio de vivienda fue fácil?

3

11

LA VIVIENDA PROPORCIONADA CUMPLE CON LOS BENEFICIOS MINIMOS

SI

NO

1

13

SI NO

ACCEDER A ESTE BENEFICIO FUE FACIL

43

El grafico representa la pregunta si acceder al beneficio de vivienda fue fácil, siendo

el número mayor con una respuesta negativa con un número 13 personas, y si 1

persona.

Grafico 7: ¿Cuáles fueron las dificultades para acceder a la vivienda

suministrada?

El grafico refleja cuales fueron las mayores dificultades para acceder a la vivienda

suministrada, en las que 2 personas responden que el tiempo, 4 personas

responden que son los trámites administrativos, 5 personas por desconocimiento

de la norma, 3 personas responden que se debe a la información para el acceso.

En este orden de ideas se evidencia que la mayor parte de la población encuestada

hacer parte de la población desplazada, de igual manera se percibe que el mayor

número de la población manifiesta que acceder a la vivienda fue complejo por los

trámites administrativos y el desconocimiento de la norma,

0 1 2 3 4 5 6

INFORMACION

DESCONOCIMIENTO DE LA NORMA

TRAMITE ADMINISTRATIVO

TIEMPO

N° PERSONAS

CO

MP

LE

JID

AD

DIFICULTADES PARA ACCEDER A LA VIVIENDA SUMINISTRADA

44

Por otra parte, respecto del proyecto del Horcón se hace un paralelo en cuanto al

cumplimiento de las condiciones de las viviendas y se toma a manera de conclusión

que los espacios entregados aun no cumplen con los requisitos mínimos de una

vivienda digna.

45

CONCLUSIONES

Para finalizar este texto es necesario traer a colación hechos que son relevantes

como conclusiones y recomendaciones dentro de la investigación:

1. Ante este contexto es necesario decir que el derecho a la vivienda digna

surge de tres pilares. El primer pilar es la declaración de los derechos

humanos; el segundo es el pacto internacional de derechos económicos y

culturales; el tercer pilar es el comité de los derechos económicos y

culturales. Estos tres pilares evidencian de la concepción de la dignidad y

la vivienda, así mismo, se justifican los parámetros que debe reunir una

vivienda, donde esta deberá reunir como mínimo la tenencia, la

responsabilidad de los servicios, gastos soportables, habitabilidad,

asequibilidad, ubicación, adecuación y los demás factores que dignifican la

vivienda.

2. Para traer a colación el concepto de vivienda digna a nuestro estado social

de derecho se habló de la constitución política, ubicándonos en el artículo

51, de igual forma, el Decreto 2924 del 2013, reconociendo que la vivienda

digna se encuentra enmarcada dentro de los derechos de segunda

generación, los cuales son políticos, económicos y culturales.

3. El derecho a la vivienda digna se transforma en un derecho fundamental,

aun cuando se encuentra en los derechos de segunda generación, esto

46

sucede debido a la conexidad, que posteriormente va evolucionando el

derecho a la vivienda a través de la progresividad y transformándose en

derecho fundamental.

4. Para darle un valor vinculante a lo que es la vivienda digna, se habla del

bloque de constitucionalidad, enmarcando el artículo 4, 9, 93 y 94 de la

constitución política de Colombia de 1991, para hacer referencia a los

Derechos Económicos Sociales y Culturales, así mismo, la protección que

se extiende desde la Declaración de los Derechos Humanos para la vivienda

digna.

5. Se habla de la población desplazada, e identifica el concepto de la misma

nos basándose en la ley 387 de 1997, para poder así hablar de los derechos

fundamentales de esta población.

6 Se evidencian algunas sentencias de la corte constitucional las cuales dan

el reconocimiento y protección de la población desplazada, dentro de estas

encontramos, la T 025 del 2004, T 088 del 2011, T 585 del 2006 y la T 239

del 2013

7. Posterior a ello se evidencia la protección para la población desplazada y

las garantías de acceso a la vivienda para los mismos, distinguiendo la ley

1448 del 2011 que habla sobre asistencia y reparación integral a las

víctimas del conflicto armado, así mismo, la ley 1537 habla del desarrollo

urbano y el acceso a la vivienda, distinguiendo la VIP y la VISP, para sí

evidenciar la problemática socio jurídica y determinar las barreras de acceso

a la misma, de igual manera la Corte Constitucional realiza un estudio a la

sentencia T 025 de 2004 mediante el auto 373 de 2016, determinando que

47

no existe cumplimiento de las políticas públicas pese a que han

evolucionado los derechos de la población desplazada. Siempre que no

existe un seguimiento exacto de los datos de la población desplazada, de

igual manera se connotan falencias administrativas, institucionales.

48

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