la independencia eco-estética de américa latina

I Simposio de la Sección de Estudios del Cono Sur LASA Chile 4-7Ago2015

Primer Coloquio de la Sección de Estudios del Cono Sur de la Asociación de Estudios Latinoamericanos--LASA.

Autora: Angelina Paredes Castellanos“Las piernas abiertas de América Latina”

Título:

“La independencia eco-estética de América Latina:

contribuciones desde la ecoestética hermenéutica y la eco-fenomenologia

para una comprensión de la naturaleza y el cuerpo latinoamericanos”

Angelina Paredes Castellanos1

Subtítulo:

Las piernas abiertas de América Latina

Resumen:

De-colonización de la belleza: El ideal o concepto de la belleza europeo u

occidental en América Latina ha sido un concepto en el que se han manifestado

constantemente una dependencia hermenéutica estética-negativa. La belleza

como un concepto cultural entre otros, como el de el trabajo explotador de la

naturaleza o el de desarrollo son conceptos colonialistas, es decir, conceptos que

lejos de apuntar a la liberación de los pueblos en la región apuntan más bien hacía

1 Doctorante en Filosofía en el Instituto de Investigaciones Filosóficas “Luis Villoro” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en la ciudad de Morelia, Michoacán, México. Correo electrónico: [email protected]. Entre sus últimas publicaciones señalamos “¿Hermenéutica y ecología? La filosofía de Hans-Georg Gadamer y el problema ecológico” en Filosofía de la Cultura. Crítica e Interpretación y “Francisco Toledo: Artista animal” en Diplomado estética y lenguaje de las artes V teoría y creación: Arte en México ambos en Silla Vacía editorial en colaboración con la UMICH.

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mailto:[email protected]




su interminable dominación. Son la matriz central conceptual de las que emana la

colonización mental, material, ecológica, estética y espiritual de la sociedad

latinoamericana a nivel interno y externo (Stavenhagen, 2015). Especialmente, en

este breve artículo se exploran algunas ideas en torno a la idea de la belleza y el

mapa geográfico desde un marco teórico entre la hermenéutica y la fenomenologia

desde una preocupación ecológica, pues nos ayudan a comprender de fondo la

urgente de-colonización de la “belleza” como un aspecto ineludible y central del

imaginario sobre el ideal de naturaleza reflejo del mapa del continente.

Introducción

Estética colonialista como herencia de Europa en América Latina

La belleza a lo largo de la historia occidental ha sido cosa del arte, de la estética o

ha sido adjudicada frecuentemente a las mujeres. Sin embargo, la belleza también

ha sido cosa de paisajes, cuerpos, mapas y territorios geográficos en tanto

imaginarios simbólicos de ciertas regiones. Muestra de lo mismo ha sido la

recurrente expresión de la belleza por los pintores de paisajes o de cuerpos

desnudos femeninos en Occidente. Muestra de lo mismo es también la narrativa

de belleza sobre el continente americano identificado con una geografía con

características femeninas, asunto dibujado por el “ojo imperial del sujeto

conquistador” a su llegada al llamado “nuevo mundo”. (Pratt, 2010) Estigma del

mapa americano como mujer de gran belleza salvaje, que ha sido reproducido o

expuesto irrepetibles veces a lo largo del tiempo también manifestado por el cine,

la propaganda exótica del turismo, cierta literatura, así como por el colonialismo

interno estético que promueve una imagen exótica del paisaje y los habitantes.

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La belleza, el color y la geografía.

Una colonización estética de la sociedad ha significado una jerarquización racial

ordenada por tonalidades de piel tal que una sociedad de castas en sentido

vertical se establece ontológicamente desde un orden bicolor, así ser blanco es

ser y, lo menos blanco, mezclado o no blanco es el no-ser. La historia de la

“conquista” de América, con la nostalgia del criollo por la tierra lejana, así como la

nostalgia de una era prehispánica gloriosa del denominado “otro” fueron los dos

matices de color implantados en esos términos: blanco o negro. Clara u obscura.

No dicho con frecuencia pero en la realidad bicolor, dos racismos han pervivido a

lo largo de mas de quinientos años. El racismo contra el “negro” está al mismo

nivel del racismo contra el “blanco”. Una historia de odio, rencor, violencia y

enemistad añeja, aun pervive sin una resolución definitiva y es producto del

colonialismo interno a nivel estético social. Esto marca la supervivencia del

proyecto de conquista y el falso nuevo multiculturalismo blanco. Y en esto se juega

la independencia o la continúa colonización o dependencia de América: en la

liberación de ideas ajenas estéticas dominantes. La búsqueda de venganza se

mueve en la misma mentalidad jerárquica bicolor. En cambio, la búsqueda de

justicia para una sociedad multicolor tiende a ser poco analizada.

1. La liberación ecológica depende de la liberación estética

La cuestión de la colonialidad o dominación/de-colonialidad o liberación en

América Latina según Mignolo se ha expuesto en una primera etapa en los

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órdenes políticos, económicos y en los epistemológicos, dejando en el olvido o

hasta una segunda etapa el análisis de las esferas de control imperial en el orden

estético, de género, sexualidad y subjetividad. (Mignolo, 2009:7) Una tercera

etapa incumbe a la de-colonialidad de la naturaleza. Mignolo va mas allá y habla

del futuro control colonial asiático.

Nos detenemos con Mignolo en la cuestión de la de-colonialidad de la naturaleza

en términos eco-hermenéuticos pues debemos hacer referencia a la interpretación

de la naturaleza respectiva al proyecto moderno colonial. En ese sentido, se trata

de darnos cuenta de que el tipo de interpretación hegemónica de la naturaleza

como “Canasta de Recursos naturales” fue relativa al poder colonial, al poder de

dominio de la revolución industrial y a su faceta económica que necesitaba de un

concepto ad hoc del mundo. El concepto de naturaleza moderno fue adaptado al

proyecto moderno colonial también para el nuevo mundo. Lo mismo que con el

concepto de naturaleza relativo sucedió con el concepto de belleza (Belleza

salvaje) dicho concepto fue relativo al proyecto colonial/moderno. Ambos

conceptos: naturaleza y belleza fueron adaptados y determinados

significativamente por el proyecto expansivo y de dominación imperialista en

América. Una faceta que debemos complejizar. Aunque parezcan dos aspectos

muy distintos: la de-colonialidad de la naturaleza y la de-colonialidad estética,

ubicados en distintas etapas según Mignolo, la verdad es que conviven de tal

forma que podemos sostener que la de-colonización de la naturaleza en

términos ecológicos depende o está íntimamente ligada a la de-colonización

estética sobre el continente. La superación de la estética de la dominación

basada en el racismo bicolor o tricolor que se refleja en la sociedad de castas y en

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la violencia de la blanquitud es parte importante para la vida en esta región del

mundo. Se puede pensar desde el ecologismo pragmático que la tarea ecológica

en nada depende para su resolución de la tarea hermenéutica eco-estética, es

decir, que la protección de la naturaleza no tiene nada que ver con la liberación del

paisaje o los sujetos corpóreos en él bajo una interpretación objetiva de

dominación. Sin embargo, no hay que olvidar según la eco-hermenéutica volcada

hacía la historia de las interpretaciones sobre la naturaleza tanto europea

(Carvalho, 2006) como latinoamericana (Pratt, 2010) que el mapa de América

tiene un estigma femenino ya sea en la figura de la Pachamama, la Amazonas,

una combativa guerrera hasta la de una Venus sin brazo y sin cabeza como la

que el dibujo arriba propone, la historia nos remite siempre a pensar en la estética

negativa de dominación con que se ha estereotipado a todo el ambiente natural, al

mapa y a la geografía de una región que ha sido interpretada como Naturaleza

misma, aspecto basado también en la idea occidental de la naturaleza semejante

a lo objetivo y a lo femenino como objeto. Asunto que el eco-feminismo ha

explorado frecuentemente (Mellor, 2000: 25). La tarea por una alternativa estética

en América Latina es fundamental también en el aspecto ecológico porque una

interpretación de paisaje está en juego siempre que el paradigma de sujeto y

objeto no se modifiquen y la misma relación interpretativa de dominación

permanezcan. Cuando Eduardo Galeano (2011) habló sobre el saqueo, robo,

devastación y dominio sobre la tierra americana vista como un botín lleno de

tesoros naturales se le olvidó que la tierra, objeto de rapto y de explotación, ha

tenido siempre y mucho antes, una semejanza con lo femenino en el mito exótico

del continente dado por una hermenéutica estética de un tipo de masculinidad

imperial. De esa forma, intercambiando la metáfora del dolor expresado en las

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“venas abiertas” por “las piernas abiertas”, el vientre violentado fuente del saqueo

de la tierra es el fondo femenino no expresado, el reto para la solución ecológica

de una transformación de sentido del paisaje y de los cuerpos como sujetos.

Analicemos pues la segunda etapa en el proyecto de de-colonización estética para

la cuestión ambiental en América Latina donde las cuestiones sobre “eco-

feminismo”, la eco-estética hermenéutica y la eco-fenomenología son

imprescindibles. Cuando recordamos que el concepto de naturaleza en América

Latina es un concepto femenino de interpretación europea esto nos aporta para

comprender porqué como dice Mignolo la cuestión de la naturaleza en disputa hoy

no es sólo política, económica o pragmática sino también epistemológica, histórica

y estética en el sentido de que hay un cuestionamiento a la dicotomía entre

hombre y naturaleza, es decir, a la forma en que un tipo de hombre diseñó e

interpreto un mapa bajo una idea femenina de toda una geografía hallada sólo en

la civilización europea y moderna, pero no en otras civilizaciones precristianas y

post-cristianas tal que subsisten argumentos claves para continuar analizando

dicha interpretación estética negativa. No se trata desde nuestro punto de vista ya

de la problematización del buen salvaje y su supuesta armonía con la naturaleza

sino de propuestas de-coloniales en el orden de interpretaciones y prácticas eco-

estéticas tal que podamos plantear otras nociones ubicadas fuera de la cultura

occidental anti-naturaleza que nos orienten en la vida actual.2 Nuestro intento de

2 Una hermeneutización de un cristianismo propio latinoamericano en su encuentro con el pensamiento indígena sobre la tierra y el cuerpo podría ser una salvación eco-espiritual mestiza. Pero tenemos también las propuestas de eco-aldeanos, de pensamientos ambientales con una fuerte inspiración en la tradición, la inspiración griega del cosmos, la ecología de los pobres hasta el eco-ateísmo o el eco-anarquismo entre otras vertientes preocupadas por una nueva relación ser humano naturaleza donde el ambiente es el centro de la atención.

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enfocarnos sobre la tradición, lo histórico y lo estético como un aspecto

determinante para la resolución de la cuestión ecológica en la región surge de un

anhelo de transformación social desde la educación eco-estética ambiental con tal

de criticar también un discurso exótico sobre lo femenino donde la identidad del

sujeto latinoamericano relacionado con el medio ambiente también se ha debatido.

Los prejuicios exóticos y por cierto, estéticos sobre el sujeto hispanoamericano

(perezoso, feo, tosco, etc.) han fungido como parte del control colonial que

inventa, narra o construye al “otro” peyorativamente para apoderarse de él y su

paisaje. Si se exotiza al yo hegemónico se descubren que los prejuicios son auto-

prejuicios. (El concepto de mujer-objeto de mujer-objeto-bello presente en la

cultura occidental y su transformación hacía ser sujeto es clave para comprender

las fases negativas y positivas de interpretación. Aquí el eco-feminismo tiene

grandes aportes al igual que la historia de la belleza en Occidente). Para mantener

la dicotomía hombre-naturaleza siempre presente en el proyecto occidental ha

sido necesaria la anulación negación y establecimiento del racismo hacia el Otro.

El racismo es un invento y tiene un origen ambiental en tanto la dicotomía hombre-

naturaleza, base del proyecto moderno de expansión, dominio, explotación y

saqueo del planeta, hoy en su fase critica. Un hombre otro visto bajo “los ojos del

exotismo” es un invento de un proyecto de colonización permanente. Hoy el

problema ecológico para la región hace que volvamos a la historia pero no a los

hechos reales sino precisamente a la hermenéutica masculina imperial negativa

construida en torno a los imaginarios exóticos sobre un mapa femenino para

transformar las ideas peyorativas sobre los sujetos y las interpretaciones negativas

sobre el paisaje con tal de avanzar en una resolución no sólo pragmática (y por

eso conveniente al mismo sistema-mundo) sino también histórica, humana, y

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ecológica. En plena era ecológica la reivindicación de la naturaleza no puede estar

alejada de la reivindicación de la sociedad latinoamericana.

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