la industria avícola.^avicultúra industrial y casera. ' entre ambas explotaciones bay...

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xv AVICULTURA La industria avícola. , ^ Por qúé no avánza nuestf-a índ ŭ stría avicoia.? Parque hay muehos ^casos en que un ,agricultor; al. montar un ĝallinera con clases selectas, va deeidida-. mente a la quiebra. Las galliiias _c^ue las. avicultore ŝ producen, con vistas a la puesta, se 'enderezan tanto a. que praduz ĉan un gran número de huevas como : a"que éstos sean de peso elevada, y ĉon la ĉ ostumbre que sigue el xnercado de ven_der por docenas, siem- pre sale ganando el que pone gallinas medíanas, por- que e1 ziúmero garia á ia •clase al venderlos de aque-" lla manera. ' -. z Que también liay precios diferentes, según lqs dacenas? Cierto; pera .quír le' pregunten al comer- ciante cori ^^uáles de aquéllos gana niás, y verá cómo es cierto que entre das gallina-s que pongan ^l,^fnís- mo^ númerd, Ia venta}a^ está. de ^ parte 'de la que 1ós ^ dé más pequeños; díganlo también las dueña3 de casa, cuarida entre la docena encuentran varios de tamaño rídículo, sín que la hayan conacido^ pór la rebaja del precio. Dtra cosa séría si los ^huévos^, se ^^^ ^ vendíesen^ a p^esor Este es un punto que ^d^ebiera ^arre- ^-larse primero. Por otro lado, .el que monta ula gallinero modelo suele mirar a que las gallinas sea^9 hermosas,' sin

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Page 1: La industria avícola.^Avicultúra industrial y casera. ' Entre ambas explotaciones bay diferencia esencial, y por eso no es lo mismo tomar como antecedente para implantar el negocio

xv

AVICULTURA

La industria avícola. ,

^ Por qúé no avánza nuestf-a índŭstría avicoia.?Parque hay muehos ^casos en que un ,agricultor; al.montar un ĝallinera con clases selectas, va deeidida-.mente a la quiebra. Las galliiias _c^ue las. avicultore ŝproducen, con vistas a la puesta, se 'enderezan tantoa. que praduzĉan un gran número de huevas como :a"que éstos sean de peso elevada, y ĉon la ĉostumbreque sigue el xnercado de ven_der por docenas, siem-pre sale ganando el que pone gallinas medíanas, por-que e1 ziúmero garia á ia •clase al venderlos de aque-"lla manera. '-. z Que también liay precios diferentes, según lqsdacenas? Cierto; pera .quír le' pregunten al comer-ciante cori ^^uáles de aquéllos gana niás, y verá cómoes cierto que entre das gallina-s que pongan ^l,^fnís-mo^ númerd, Ia venta}a^ está. de ^ parte 'de la que 1ós ^dé más pequeños; díganlo también las dueña3 decasa, cuarida entre la docena encuentran varios detamaño rídículo, sín que la hayan conacido^ pór larebaja del precio. Dtra cosa séría si los ^huévos^, se ^^^

^ vendíesen^ a p^esor Este es un punto que ^d^ebiera ^arre-^-larse primero.

Por otro lado, .el que monta ula gallinero modelosuele mirar a que las gallinas sea^9 hermosas,' sin

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descuidar„ claro está, el número de huevos,; pero confrecúencia se cage los dedos, porque la que hay: quemirar con r_uidado es. que el peso de aqúéllos no seaníenor que 1a ración que ĉonsumen; y esto suele ocu-rrir Con freĉueizcia en casos de.. aq.uéllos.

Disminuir el tárnaña del ave sin que . la puestabaje :es eri ^vicultura el verdadera • progreso; puesgastando tnenos én cciii^er, puede conségúir ,las mis-mos- ingresos. Preténder galli;na grande, o sea deĉ'arne, para .explótar las liuevos, es eXponerse al fra-caso; si ;no va con mucho tiento:

Pará elegir las gallinas,. pese la gallina y los liue-vas que ponga, dividá aquel pesa par éste, y la que .áĉuse menor corientié es lá raza que debe comprarpara establece#^ su gallinero ; de otro modo, con rre=cuenĉia podrá comprobar que ,esa explotación lecúesta dinera.

El buen avicultor.

Cuanda el labriego persigue en rendimienta dehuedqs inantener en sus corrales una buena" procíúc-rión,; debe esmexa'rse buscando qúe 16s gallos semen-talés alcancen en sú as.endencia esa buena candi-ción: .

,

Está - probado, sin duda, que las gállínas que re-gistxan poca puesta mejoran en su _funcíón si el gallo^que les. servimas es hijo de una gallina q.úe reúnabúenas prend^s tri el aspe ĉta qúerjda de pronunciádaaovación. .

Es el gallo, pór l.ó tanto, duien pucdt lograr deprisa qúe las buenas ponedoras aumenten lá pobla-ción, y de aquí •que los. labriegos puedan conse;guirventa^as si ^astan unas pesetás en adqúirir'semen-tales de granja reconoĉida par su búéna estimación.

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El raceador que se adquiera <íebe ^ pasar ya ríe]año, si queremos que la pisa se realice en cíebidascondiciones, y nurrca seFá más viejo de alrecledor detres años, pues entouces falta el vigor necesario rtla bt:ena cubricicín.

Un vigorizador en avicultura.El aceite de hígado de bacalao e5 el procíucto a

que referirnle quería,.aunqpe ya veo tu cara cle ^^x-trañeza ^ llena lior estas rosas que traen Ias :noder-nas teorías. ^ No conoces esa dro^a que suele ser ex-pedida en fra'scos cuya etiqueta nos muestra un viejolobo de mar ccm un gran pez a ta espalda por mo-^hila? I.os médicos 1a recetan para los nirios candesarrolla raquítico, y si éstos abundan más en ±aurbe que en la aldea, en cambio en tu ^^asa, labrie-^o, los pollos raquíticos están a la orden del día.. '

Yo he vrsto en tus cuadras polluelos que estánsiempre soñolientos, que al espantarlos se :nueven,sí, pero se eclran nuevamente por debilidad en 1osremos. Que no crecen, y si lo ha ĉen, se quedan hue-sudos, esdueléti^cos, y así son después ías 4allinasque obtienes de aquellas esmirriadas chitas ( ^), yuenn supiste curar cuando aun había tiempo.

En los alimentos que todos ^_omemos existen unas^ 'cosas raras que la Cieneiá a duras penas las consi-^;ue aislar, después que hace tiempo las ha descu-brerto. ^

5e les llarna vitaminas, y si faltan, son ori^en clemuy ^raves desarreglos.

Y esto es precisamente lo que pasa a tus pollue-los. En lo^ que les das como pienso fattan esos el.e-

^ (r} Nombre tegional de los poltos de gallina.

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mentos, que son necesarios para su buen crecimiento,v como los rayos directos del sol, que en parte pue-den aliviar los efectos que la ^carencia de acluéllascausa en el nrgani5mo, de ordinario no llegaii a•tusgallineros lóbregos, de aqtú que haga falta surtircle acluella sustancia el pienso. ^ '

El aceite que se extrac del hígaclo de ^^sP ^>ezcontiene precisamente y eit proporción abuncíante lasvitaminas.que tus aves necesitar ► , y por eso, si en iaración se lo pones, los pollos se harán robustos, !o-graráu buénas gallinas y en la puesta de sus huevosencontrarás compensado el escaso gasto que ese ré-f;imen exija.

Con el i ó 2 pór ioo que de ese ac^ite les mez- .cles con las ha'tinas que les des en las^ comi^ias tienesde sobra para echar el raquitismo ;:uera.

Un secreto en avicultura.En la ^harla de otros días fueron materia <le es-

tudio algur?as cosas que atañen a las gallinas, enca-minándose todas a que esta ^^lase de industria ^e re-sulte lucrativa. La fórmula, sin embargo, que eon-ciensa cuantos corisejos pr^cisan para que esa expl^-tación no termine en una ruina, es que cuentes deantemano con ^comida baratísin^a. Si el prcxíuc^o quede primera inateria en tus corrales empleas pára 5os'téner las aves que en su recinto se albergan tienede poi^ sí el defecto de costar en demasía, no ^^ueñtescon beneficios que hagan próspera tu emprésa. hos 'mejores alimentos para las a'ves de puesta son, sinduda, las setnillas ; ppro, ^ a qué precio consigues ^^nEspaña el obtenerlas? Si tenienda en cuenta eso y lacantidad que las , aves te^ consumen cada dia echascuentas, ya verás el resúltado a los precios que en

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e1 mercado Ios huevos se te cotizan. La base tiene' que ser subproductos que la industria facilita y losque como desperdicio o de valor secundario a tusfines se le quitan.

De sobra sabes, no obstante, que con eletnentostales no rendirán grau producto las gailínas; peroes que el grano. que refuerce su ración ha de serloen proporción muy modesta, pues, de otro modo, muypronto te pasarás cíe la meciida justa a la c(ue esantieconómica. La.producción cereal es aquí la quedomina, y el cereal es muy caro para mantener ga-llinas. Pasando de siete céntimos lo que valga laraeión que un ave de esas consume, ya te puedespreparar a liquidación por quiebra. Y esto es lo quequería decirte eomo secreto para asegurar el^ éxitode una industria que al menor descuido ŝe bambolea

' y peligra, lo que un autor condensabá en una frasemetafórica y sencilla: "Gu^rdate de ir adelantecuando no sean las gallinas las que se comen los gra-nos, sino que son éstos los que se comen a-aqúéllas."

^Avicultúra industrial y casera.

' Entre ambas explotaciones bay diferencia esencial,y por eso no es lo mismo tomar como antecedentepara implantar el negocio de la cría de las aves loque ocurre en' el corral. Er^ éste los alimentos sonresiduos de la ltacienda, y el resto, aquéllas lo agen-cian rebuscando por el campo lo que el buche ]esreclama de alimentaĉión total. El gallinero montadopara explotar las cabezas en nt^mero ya importantecuesta doble par cabeza que en^ gallinero rixral, y poresa circunst"ancta, lo que puede ser negorio en ex-plofación casera, con gallinas que no pasen rjiás alláde 8o huevos en la postura completa, sería un fracaso

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enorme en gallinero industrial. Este tiene gastos va-rios y un suplemento en el pienso en las aves a criar,y por eso, no pasando de t5o huevos, las gallinasque así explote son imposibles balances que salvensu capital.

Uea, pues, cuánto le importa, si ha de establecersu industria sobre bases bien seguras, adquirir losejemplares del lote fundacional en casa reconocidapor su ;ganado selecto y por seriedad sabida en sutrato comercial.

Cai;o insólito. .Así llamaba un labriego al que una vez le ocurrió

cuando puso a sus cluecas huevos,para incubación.Tenía una raza pura, de proĉedencia selecta, y pusograndes en^ios para que a^ criar polluelos 1e sa-liera una pollada de notable estimación. Para ello,entre numerosos huevos c^ue de la púesta tenía, eli-gió muy cuidadoso los mas grandes dél montón, losmejores conformados, y así esperaba paciente.que contaleŝ prevenciones le saliera, sin dudarlo, estupendaincpbación.

Y así resultó, en efecto, pues de todos los quepuso, ni uno solo le falló; toclos le dieron un pollode buena estampa y tamaño, y estaba ufano y contentode haber 'loĝrado el secreto de asegurar en corraly galGnero natable repoblación. Pero a1 cabo de al-gún tiempo, cuál seria su sorpresa al observar' ex-trañado que er^n gallos y nó pollas todos los qurhabía dado la nueva generación, y que toda su es-peranza de mejorar aos corrales había quedado ennada, frústrándose su ilúsión. ' -

Y es que al elegir los .huevos dentro de la tiiisinaraia ocurre ĉon gran frecuencia ' que los que son

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más pequeños, los que acusan menor peso, dan ga-lliuas y no gallcrs, y él no tuvo, al elegirlos, la pre-caución necesaria para sacar ^onsecuencias cle ^^stasitnple ohservación.

La inuda. 'En las at•es es la pltnna un elemento ém}x^rtantc

f^ue les ayuda a mantener bien el vuelo en cualquiersituación, y por eso es explicable que lo cambien amenudo, pues las plumas, cuando viejas, pueden lla-cerse inservibles a los objefos que cunlplen, y al ani-nlal dejarían sin eficaz protección. No obstante, lacaída de ]a pluma se reahza por etapas, sobre todola de las alas y cola, con el fin de que no pueda '.al-tarles el elemento de vuelo y lo que hace de timón.A1 fitial es cuanrio cae la pluma que ^.ubre el cuer-po, dejándole desprovisto de tectrices y aun del se-daso plumón, por . lo cual es el período tllas crítiGoy en el cua] debe observarse extremada precaución.

En tal momento la puesta sufre un colapso; perosería un error que por e1Co se acortase la ración ^:^uese les daba o empeorarles e] pienso, ^ue5 ^^llo es pre-cisamente lo que hace que ese pertodo se alargtte.con evirlente perjtiicio para el ave, que no eucon-traría entances los elenlentos precisos para vencerla erisis que ^^ausa en ella su total desplumación.

Es muy bueno en ese trance cambiarles un po^coel régimen con granos que den aceites, como ,lino;"cañamones; y me^or si agenc^a,rse puede semillas degirasol. También con el m^smo objeto puede emplearlos orujos y'añadir a esaŝ cctmidas grasientas ama-sijos de verduras, frutas, tomates, ceballas, etc., quese dan preçisamente en esa épaca • y no encarecenpor ello el valor de la ración. .

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Siguieudo ese plan dietético, salvarán pronto ^•1período, sin las hajas que ácostwnbran a^liezn^arsu población. ^

La crisis del "rojo. -P

En la ĉría de los pavos lray un proceso muy ^_rí-tico que es necesario eludir, si queremos no se diez-me el montón de pavipollos que en ]a granja estable-cimos para, con pavos sabrosos, nuestro corral re-poblar. ,

Crisis del rojo se 11ama porque se produce en ellasal salir al exter^or las carunculas ro^^zas que en iacaheza y el cuello suelen los pavos lucir. La forma-ción de e'sos órganos causa en ellos estado muy i.n-quietante difícil ^e soportar, y^es por tanto por ioque se hace precisa atender a las ^^o^nidas que ^ ► )05pavos jpvencitos en loŝ piensos se han de dar. Suelcser de gran provecho, r_uarido el rojo ^e presenra, su-ministrarles ort^gas mezcladas en la ración, pues, sin

" duda, el ^rurito que eílo .causa áminora lo^ efectosde desazon producida al gestarse aquellos órganos-al comenzar a ŝalir.

Si cdincide el período, con humedades y frío, ^^1riesga sé hace más fuerte de que el pavp en esostrances se nos pueda rnalograr. "

•Gallina a decapitar. •

Hay que ver en la gallina una máquina huevera,.y, por tanto, que cuando ya no dé huevos en bastan-te cantidad, es ruinoso el empeñarse en que siga enel corral. A1 entrar xa plenarpente en los tres añosde edad Ia deficiencia en la puesta se éomienza aseñalar, y como en carne no gana más que lo que

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ya tenía a los dos años, lo mejor es desecharla, en-viándola al mercado, y colocar en su puesto otro jo-ven animal. ^ Y qué número de huevos debe ^^ie .^^ott-siderarse que cubren todos los gastos y procíucenbeneficios que puedan al campesino sus afanes com-pletar? Pues son los t4o corrw mínimo exigible, yds ellos 3o en inviertto, pues si le l^ajan de eso y nola elimina pronto, el negocio se íe túerce y con élpuede quebra.r. A1 montar el gallinero debe, pues,hacerlo siempre con aves de garantía que puedan pro-porcionarle una casa de prestigio_y en sus tratos bienformal. '

Cama ideal del gallinero. .

En el iocal de las aves es de enorme trascen-dencia contar con alfombra seca donde aquéllas i^aiX.de andar. La que mejor satisface el total de condi-ciones que para ello se exigen es la turba, y si deellá se dispone, es inútil ir buscando otra :nateriaque la pueda aventajar. Fs barata y de consistenciablanda, caliente para el' invierno, y absorbe las ^e-yecciones y los gases producidos por las mismas,de modo que es antiséptica y permite todavía que lasaves pueden en ella^ escarbar.

La rasca, o fan, es producto que si^ue a aquéllaen ventajas para formar esas camas que en todos losg^llinéroŝ es conveniente se instaCen, y después $iguenlas pajas con arena como base, siendo malas el se-rrín y los estiércoles, que a algunos se les ocurre p'aratal fin emplear, Es menester importante, y el avicul-tor experto debe tenerlo presente para. dotar a susaves de salud'y biénéstar.

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Caponaje. ^

Es operación que se hace para que el pollo se cebey alcance volumen grande, con lo que luego al ven-derlo gana más el campesino que si deja aqueiiospollos con evoluĉión normal. Hay muchos que, sinembargo, no son propicios a hacerlo, porque dicenque si se ceban más pronto es a costa de gastos muypronunciados, y no hay tal. En efeeto, la ablaciónde aquellas vísceras en los pollos a castrar eliminaunas hormonas que actúan en las funciones de su ca-nal digestivo y hacen que, comiendo menos, ^.prove-chen mucho más. Se lia ^omprobado, en efecto, quede dos pollos, una castrado y el. otro en su 'ntegri-dad, racionándolos lo mismo, el no ^^astrado defecadoble que el que ya lo está, deri^ostrándose ^^on elloque esa circunstancia hace que el proceso dig^stivose produíca con resultado integral.

Como además al caparlos pierden belicosidad, esetranquilo carácter que la operación les da hace quesus energías se encaucen exclusivamente a alma-cenar en Su cuerpo cuanto tiene asimilable la raciónque se les pone en rincones del corraL

Gallinas en plena campo.

No es régimeñ propicio el de libertad campestrepara que el ave de puesta rinda producto abundante,y con ella beneficios que se iritentan alcanzar. Tie-ne, ^en cambio, la ventaja de que en raciónes se aho-rra, porque una gran parte de ellas se la buscanlas galhna^ por e1 campo donde habitan, aprovcchán-.do residuos que, si no es por este medi4, no enron-trarían sister►aa de poderse consumir. De aquí viene

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que, con pucsta nuxlerada,• á veces estas gallinas rin-den más que aquellas otras que se alojan zn galli-neros bien puestos, pues bastan c^o huevos que leríndan en el año para que sea negocio su crianzaic^titínuar.

\To obstante, tendrá presente que, pasados los tresaños, las aves se hacen ya viejas para ese menester,y su carne va perdiendo cualidades para que seaapreciacla por ytiien la ha de consumír, y debe sus-tituirlas por otras nuevas pollitas que a]as cluecas "qtte tenga debe hacerles producir. " ,

A las aves, maíz ^o cebada. ^

Es tan ĉorriente en Ias ^ranjas utilizar el maízpara alimentar las aves, que^ uno "'preguntarse puede.si ese grano tiene tan grandes ventajás para ^se me-nester, y eaaminado con otros en forma compara-tiva, se ha visto que no es tan tínico para disponerraciones que no se puedá en miÍ ,^asos de su empleopresĉindir.

Sirve mucho para engorde, y, por tanto, para cebode ^las aves es producto }•nuy difícil de poder .susti-tuirlo; pero, en cambío, para alcanzar otros fines Iacebada es preferíble en los piensos al maíz. En Íasaves dedicadas a la puesta la cebada determina, por,eyemplo,, una media en la cantidad de huevos quesobrepa'sa con mucho ta la que nos da el,panizo que escomp en mí puebló llaman lo que eñ otros es maíz. Sise añade a' ese respecto que empleando la cebada las ra-ciones nos resultan más baratas, es de pensar si se-ria favorable al galtinero que tienes cambiar. en élpor cebada^ lo que gástes en aquél. `

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Verde, a las gallinae.

L;s muy interesante c{ue las gallinas runsuntau l^^que exige eu^tuiidades nutritivas la ración. En ^^fectu,aĉlemás de la energía ne.esaria pará ma.ntener Íavida y el trat^ajo digestor, ^lo que coma ha de cn-cerrar materia ^prima suficientc a la fuución ^^conó-mica que a las aves les exija el productor, y ésta ;ioserá de importancia destacada si le fal^an materialespara esa integración. Atm con todo, si son aves lw-nedoras, hace falta en ŝu comida que una especia]vitamina esté presente en el pienso, si no yuiere i^uegran parte de los huevos ]a esterilidad acusen y,iosirvan para poder dedícarlos a futura incuhación.Pues el verde es quien la tiene, y así la alfalfa, cltrébol, la hierba, gertnen de los cereales, t►vena enĝermina+ción o la lechuga o la col, son alimento pre-císo para asegurar que el huevo tenga fértil su ^^tn-hrión.

Racibn vital y de puesta.

De 1^ cantidad que come cualquier anintal de ^ en-ta, una parte la utiliza, supuesto que ya es adulto,para sostener su vida, y el resto, en cíar el productoqúe le exige el lahrador. Así, pues, en las. ;allinas,por cada kilo que comen, son 800 los gramos que :nade emplear para ayuda en niantener su vigor, y los20o restantes son los que por el ovario derivan • i^a-cia la máquina o aparato ^onedor.

Si, pues, consume en el año los .^g kilos cntr^^granos y forrajes, 36 gasta en su cuerpo, y con iosnueve restante elahorará los huevos que integrán clrendimiento como :^nimal productor.

^ w^ ` _ ^ .

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Si se pasa al ciarle el piensu cle 1a _aizticlacl ^ijada,no por ellci aquellas aves le pc^nclrán más y:nejor;pcru, en cambio, de la cali<lad c{ue sean cíepende pue-da aumentarse la intensidací de trahajo de su apara-to aot^dor. Si ^c da menos, en canzbio, ya puedc es-tar segur^ que, por mueho c{ue las cuicle, ese níimerode huevos bajará indudableznente, porque no hay ma-teria prima en proporción suficiente a permitir untrabajo que sea compensador.

Gxano a voleo.

Cuando a las aves se da grano para hacer el pien-so, es conveníente esparcirlo por el suelo c^el. corral.Conocída es claramente la glotonería y prisa con que[as aves lo tragan, y más si el grano se sirve paramás de uu ĉomensal. Si ayuél se echa, pues, al suelodonde hay paja para cama, o en él campo a„ieloabierto, el c{uehacer de rehuscarlu amortigua ei yuelo trague con tanta celeridad, y el buché trabaja nze-nos, lx^rqtze lo• hace en esta fornta de znoclo znás

-eficaz. Es tamhién el cjercicio yue el^ buscarlo ]ecr^asiona, escarbándo aquí y allá, circunstancia favo-rablr para activar el trabajo de su zrtolleja ,y estó-zna^go, que también de e^z manera trahajan sin con-tratiempo y a velociclad igual.

Toda gláudula precisa para segregar stts jugoscierto tiempo, y es clarisiuio c{ue si el cuerpo sobreyue tienen que actuar los iíquiclos segregados pasa ^de }^risa y corriendo; sólo podrán alcauzarla lo que1a glándula rínda en el tiempo c{ué le dan, resultan-do, en consecuencía, que la dzgestíóta no es buena yse realiza ĉon deficienc^as enormes para el régimenaviar. '

Granos "en el comeciero" no es sistema, por lo tan-

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to, que ronviene usar en rél;imen de las aves de ea-rral, y antes cíe los cuatro meses, en la edad de serpollitos, hay que darlo trituraclo, si se quiere que seaprovecheu de] ntodo ntás integral. ^

Comedero rústico.En casa del labra.dor suele ser cierto conflicta dis-

poner de comedero dondc las aves encuentren ama-sijo y mezclas secas, sin que en él puedan entrar apatear los productos que una elemental higiene. re-cornienda no ensuciar. Pues no es difícil que logreconfeccionarlo a propósito, si entre los trastos decasa se decide a rebuscar. No es ráro que en el ent-d^ invierno utilice ^para combatir el frío el tradicio-nal brasero con la alambrera corriente puesta sobrelas cenizas para impedir que ot^as ĉosas, aparte delc^mbustible, puédanse allí chamuscar. ,

Pues la alambrera metáliĉa que acabo de sacar acuento, con las varillas dispuestas de modo que la ^_a-beza de las aves que posee puecla entre aquéllas .en^erfá^il acceso, y bajo ella tma cazuela de circunferenciaicléntica, constituye un comedero de perfectas concli:io-nes para qué eoman a gu,to, sin cíesperdicio excesi-vo, lo§ anitnales que tietie en su población aviar.

En las industrias caseras hay que buscar siempreel medio de suplir los artefactos clue en la itaciendason precisos, sin dispendios excesivos, y este es unode los de corriente uso que a tal fin el campesinopuede ron grandes ventajas ernplear en su cqrraL

. EIección del galló.

En la colección de pollos que para ejercer de pa-dre se reservó el campesino, debe hacer en esta fecha

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una buena selecrión, y para lograr acierto, del>e exa-minar coh tino los caracteres nrecisos del it^ruro ra-ceaclor. Son signos que io delatan cl desarrollo pre-coz, ser luchaclor incansable, el cle cresta niás roji-za, el que presente -tn-lias foruias, plumaje suave ytupido y el yue sea más cantor. ^

El cacareo continuo, aunque parezca un ^aetallede muy ninva observación, es, siil eu^baigo, aprecía-ble para conseguir un gallo qtie retína conclicionesde 1'ecundar a las hembras con prove ĉhos estimablesv resultado cficaz. _^ Si atiende a esas circunstancias, y el gallo^así pre-parado tuvo pronta emplumación, puede estar casiseguro de haber puesto los jalones para tener cnla tribu un engendrador de prole que le dé buenospolluejns en san^dad y prestancia, pues de la eleccióndepende que el^ germen que aquél fecunde tenga ener-gía bastante para producir las aves que acrediten loscorrales del labriego ^tvicultor.

^ El gallo matón.

Suele ocurrir, con frecuencia, que en los parquesdonde se guardan los gallos, una vez que iiubo aca-bado la época. de in^cubar, se annan muchos al-horotos, porque alguno de los gallos se hace elamo. del cntarro y no deja parar á nadie en el re-cintó alambrado transformado en su prisión. Y;iose diga si al cabo de ejei•cer en çierto plazo ese ;^a-pel de'matón se le da éntrada al local de las galli-nas con otro de sus congéneres, porque entonces seráeste desgraciado el objeto preferente de inicua per-secución.

Por esto, cuando un gallo es pendencicro, se le qúi-tan los arrestos atando por ambos cabos un eordel

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de io centíu^etroti^cn las patas y en un sitio cercanodel espolcín. De ese modo sólo dará pasos cortos,y al observar su impotencia, ceja pronto en su pi-caje, y se libra a los <Iemás que con el n^ismo con-viven cl estar siempre alar^nadas por la ofensivaconstante de su afán persecutor. Bastan unos quin-ce clías hara lograr el propósito, y pasado ya eseplazo, puede soltar la arciclenhal ligadura, porqueya stts convecinos aprovecharon el trance a que seve sometido para darle una lección.

, Depuración del gallinero.

Si el agricŭitor deséa que su ^orral permanezcacon rendimiento continuo, no le queda más remedioque realizar cada año en la población que tiene efi-car. depuración.

Ha de' saber para ello quc, al segundo año depuesta, decrece en zo por ioo la cantidad que lerinde en huevos sus gallinas ponedoras, y que al ]legaret tercero es el ço por ^oo el descenso yué se nota delas aves la aovación.

Regla, por tanto, seguida por aquel que en susgallinas stgue el proceso de puesta con la debidaatención es retirar las que Ileven dos años dándolehuevos, pues baja ya mucho en ellas el índice y ren-di^uienta de la irnportante función. Pará hacerlo conacierto ha de marcar las gallinas y saber su edadexacta, pues sólo así podrá. luego retirar las que sonviejas sm duda y vacilación. Si proceder de estemodo es exigencra precisa en gallineros dispuestoscotno ^rlan de gran in^lustria, lo es más en esos rurales,pues las aves de sus lotes no suelen ser de ordina-rio productos de selecc^ón.

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,^^,

La raza de gallinas.

EI labriega que un buen día se siente con aficia-nes de meterse a avicultor, lo prímero que pretendees buscar quien le aconseje ĉobre la clase y la razadel ganado que debiera de instalar. El ha visto muchasrazas, y ducia cuál le sería de condición adecuada paraacluellas circtinstancias de su hacienda de ]abor. Yuesattenda eŝte resumen, que después de conocida, leserá más accesible la elección, }^ al íníciar esa in-dustria le orientará sobre el tipo que en su caso leorigine productos de más valor^

Si son huévos lo que busca, la Leghorn b[ancaes la raza que en todo et muñdo ,se aprecia sin d ŭdacomo n^ejor; pero el tamaño del huevo resulta muyreducido, y la carne no es selecta, según el consu-midor, La negra, que es de Castilla, pone los hue-vos más grandes ; pero si el . clíma es muy húmedo,rro piense obtener con ella negocib de estimación. Esla española corriente, de plumaje cjue semeja a iacodorniz campestre, y cuyos gallos ostentan abiga-rrados colores de tanos de gran vigor, la que ĵ^attríarendirle provechos de alta importancia, pues en lacarne y en puesta reúne bien acopladas las ^uncio-nes que apctece, simtiltáneas el evicultor rural.

Si es carne la que desea, la Pi^t o la Rodhes Is-lan, ésta en los países fríos, le^ darán los ejempla-res de potlos de buena venta y reses que cn su ca-panaje le resultarán mejor.

La Leghorn. ,

Las pesquisas 'reiteradas en el rama ganadero delas aves de corral dieran feliz resultado al encantraresta. raza, cuya aptitud en la puesta es de fama sin

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gular. 1..a clo^luez de ella es muy rara, y de aquí quese prc:fiera, si sou huevos, el negocio que preten^íeconseguír. ^

llé ,r ĵo pasan los que en el año nos deja, y conmargen holgadísinia, tan excelente animal. Es ita-liana cle origeu, y hasta hoy i^inguná otra l,^uclo ;a-narle en postura, aptitud p^r la que tiene conquis-tado el primer puesto en . concurrencia mttncíial.

Si, pues, el labriego quiere qtie él rendimientode huevos sea grande en su agreste gallinero, desechelas de otro tipo y ponga la Leghorn blanca, con la cer-teza absóluta de que no hay otra como ella que en losnidales le deje tan saneado capital. Otras ventajasno tiene ; pero el que busca los huevos como primerrendimiento, sepa que no hay otras aves que se losdé en la abundancia de esta ^clase de gallina, quepc^r esó es titulada reina en la función de puesta,con asenso universal.

^ Las gallinas célibea.

z Se encuentra alguna ventaja en que el gallo uoconviva ^con las hembras en los buenos gallineros?Si el producto de la puesta se dedica al consumo,cíesde luego. Los huevos con ei germcn infecundotienen una gYan ventaja para conservarse buenos,pues una causa corriente de alteración de los niis-nios es que el germen que contienen, si se éncuen-tra fecundado, inicie su evolución, porque descie esemóuienYo aquel huevo,, aunque aquélla se detenga,no es posible se mantenga sano y buenQ; s^ pudrey contamina adeniás a otro que teriga a su lado, con-virtiéndolo en batueco.

A esa r_ausa atribuye una Pérdidá estimada hasta cntm 4 por ioo de los huevos producidos, y cocn^ és-

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- zqó --

tus cn l:spaiti^t alc:anran a dicciséis millunes cIe cientos,la pérclida pnr tal conceptn supone sesenta y cuatr<amillunes de Ic^s huevos recogidos. ^1sí, pues, co^molas gallinas no aminoran en su puesta porque elgallo nu sr hallr en el gallinero, couvendría enrl verano y otoñu, cn que los huevus no se enipleanen la ubtención de potiuclus, el alejar clel corral alus t,lallo, vcxingleros.

Fecundidad y fertilidad.

Es detalle que al tratarse cle las aves convienecliferenciar, pues de ello cíepende mueho, por ejem-plo{ las gallinas que al labriego le convenga en suscorrales guardar. La fecundidad consiste en que lagallina ponga muchos huevos sin paradas, debido a.que el ovario en maduración sexual multiplica^ engran escala la producción de uocitos de las yemasque se forman y desprenden de aquél su racimo ová-rico, que si es activu y prolífico, marca un índiceelevaclo en aquella cttalidad. La fertilidad, en cam-bio, es que las yemas contengan célula germinativaeu disposición de actuar ; pero aunque así no le ^^cu-rra, en nada afecta tal cpsa, para que si la ^allinaes ya de por sí fecunda, la actividad de la puesta

^se le vaya a aminorar. ^ ^ ^ ^La, cosa estriba, por tanto, et^ el abjeto que tienda

el campesino a lograr. Si son huevos de consumu 10que quiere, el que le resulten claros poco le puedcirtiportar ; pero si 1o que persigue es poderlos ha^cerpollos, aunque vea en stts gallinas una gr^an fecundi-dad, a pesar de esa gran puesta, las .tendrá quecies€^har. ^ ^ - .

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. )L,a gal^ina. y los huevos.

I,a cxplot~ación cle gallinas que estahlecen los la-briegos tiene por fin principal la producción c.lé loshuevos, y si ialla en este punto, que para él es de-cisivo, ya puede cerrar la fáhrica, pues la pérdidaes segura s^ no pone algún remedio. z Y que harítpara evitarlo? Seleccionar las gallinas yue en el eo-rral haya puesto.. i Pero si eso es mtry difícil f Có ►nova a poder hacerlo et sencillo ]abraclor que nuncaestudió en los libros, que se atiene a su rutina, quecree poco en los técnicos y duda y vacila siemprecuando alguno se decide a exponerle algún consejo.

Pues yo voy a darte uno que seguirás sin dudar-lo, ^^orque lo entiende el má^ ]erda Hemos entradoen mvterno, y en este momento crí-tico debes pres-tar atención al gallinero que tienes, si pretendes me-jorarlo en stt prodttcción de huevos.

Para ello las gallinas c{ue en noviembre vieras'clue ponían huevos, les atarás a la pata tm lacit^^ro}o vivo.

}:n diciembre volverás a repetir la operación, percrdaudo cinta negra a las que {a hubieran hecho, Yen enero pu^edes poner lazo verde a]as que hayás^orprenctido. Si examinas clespués de esto las avesc{ue conserva el gallinerb, habrá algunas que en lapata lleven cinta negra, verde y roja; y esas son last{ue merecen ser conser,vadas en él, eliminancío lasotraŝ que tienen otros trofeos.

S^i por no mermar en grancle las aves del ;alli-nero te decides a dejar las que dos marcas iuvieron,.c{ue sean siempre las que lleven di,stintivos de dos.meses, liero que sean seguidos.

Con método tán sencillo, y procurando a la vezque el gallo sea muy bueno, la,s galiinaŝ no ;nuv

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grancles }' que ^^r> estén cn espacio reducida, puedestener por scguro que cl proniedio de ]a puesta querinrla tu gallincro aumentará en un So por too, Vsacará's dc^ble ]ucrí> quc el clue hasta ahora has te-niclu.

. Forzado en la puesta.

I..os que a menudo prc:guntan qué emplearán parael caso de for7ar a sus gallinas a ponerles muchoshuevos, han de saber que eso es cosa de que fun-cione el- estómago con bastantés calorías, y así eIovario le siga con las, que son necesarias para queno se suspenda su activa elaboración. Para esto esnecesario clue en tos píensós haya albúmina, y poresto las sustancias animales, trigo, avena germrnaday así otras por el estilo, podrá sin duda aumentarlés^tan íniportante función. )Ĵs frecuente el haher vis#oque las gallinas clue andaban lihres por cl campo,sueltas, cuando ]tubo que recluirlas por alguna cir-ctmsfancia, suspenclieron de repente la puesta queantes tenían, y eso es clebido a que entonces les fa1-taron los bicl,ejos que en sus atidanzas comían yal verde yue estinwlaha su perfecta digestión,

Puecíe ta^íibién, para forzar esa puesta, darles mos-taza molida, pero tma cttcharada ^Or cada cinco ^a-]linas, mezclada con la coinida, para que no se pro-cíuzca excesiva cxcitación, ^ ^

La gallina ñoctámbula.? Cancrces^ un l^icho de eostumbres tan morigeraclas

como es 1a gailina, que aI ^ponerse ei sol se encuen-tra acostada? Pues hay que romperlas, si quieres quela puesta.en huevos se vea aumentada. I,os huevos

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-- .,n^r) --

exigen para ser formadc^s que el s^r que 1^a de dar-los ^^oma cn abundancia, y cso es imposible para las;^liínas si la nochc es larga. Tan pronto como ^lclía acaha, se entrega al reposo, y aquellos procesosclue en su ovario sin cesar avanzan para dar_ ioshuevos son amortiguacios en su marcha activa l^or]a ausencia cle los elementos que les hacen ;alta.

Por eso es muy buetlo que rompas- el ciclo cle lasno: hes largas, proveas de luces ese gallmero lóbre-go y oscuro que en la hacienda tienes, pues en esafonna, dilatando eI día, logras que las aves se ha:;annoctámbulas y eoman más tlempo, para mantenersin paradas grandes el ^uncionamtento ; de ese me-canistuo 1}roduĉtor de huevos, que suele pararsecuando la molleja huelga en sus trabajos, }wrquees ^°I motor que mueve esas glándulas. Que no du^r-man tanto, que coman, se muevan ; verás cómo 1sí tedarán' ti^ás huevo^, lc:grando activar su vida : toc-s:átiibula.

I;xcitante de la puesta.

La obsesión que como norma cíistingue a los ]ahra-dores es incretnentar la puesta de las aves que po^ee,y es natural que así sea, pues deI ntxmero de huevosclue en el ponedero ohtenga depeude que su ncgociose desenvuélva tuejor. Por eso busca los meclios ^iec^^itar cn Ias gallinas tos ovarios, dondc radica iapotencia ponedora y en donde integran , el nítcleocíe los huevas que del oviducto salen, dependiendo<ie su ritmo de trabaja que el rendimiento descien-ĉia, o sea, por cl contrario, quien salve pósibles ries-Rc^s de su acervo productor. '^^ Las ortigas bien pi.adas, si se aiiaden al ámasijoordinario del pienso de sus gallinas, proporcionan

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M

un estiinulante ovárico <lue acelera en cierto gradola fonuación de 1os huevos c^ue cou afán explicablepcr,igue el agrictiltor. I:1 art^lugio es sencillo, pues-tu quc dicha verclu^^ sólo cuesta recugerla de lossitios donde abttnda, que son muchos, y sin miedoa que se acal^e, ya due por ser mala hierl>^, al cor-tarla, se acrecíenta su pcxler propagador.

Al^ora bien: tenga entendido que, si el buche nose llena en clebicla proporción de alimentos más selec-tas uingún excitante puede crear por sí 1a materiaque es precisa para alimentar en regla el praceso for-mador. ' •

Yolvos milagrosos.Son las que a veces se venden para clar a las ga-

llinas, polvos de aumento de puesta, que no llevanc^tra cosa que praductos ardinari^s, pera que su sim-ple mezcla hace se coticett caros y reduzcan los in-gresos cíel que incauta los consupie como droga defeliz aparicicín. I,as cornponentes que forman estasmez ĉ Ías milagrosas suelen ser arena, cal, pimentón,sal camún, bicarbonato y hasta palvo de carbcín. Aveces se une con ellos sulfata de hierro en palvo,•y"en ocasiones incluso hasta polvo de la^irillo paradar coloracíón.

Todos ellos hacen algo para activar la puesta deaquellas aves : la arena, ^ara activar las funciones dela niolleja, qŭe actúa de organo de masticación; la cal,para dar materia que const^tuya la cáscara cuando elhuevo sea puesto al exterior ; la sal, como condimento,y el pimienta, Uicarbanato y carbón, para compensardefectos que, ]d misnio que en el hombre, se produ-cen igualmente en los^ jugos que segrega e1 organade la digestión. Para colarar las yem^s sirve el stil-

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fato <le hicrro ; pcro todos tengan cueuta que siel a^•e es clcs^uedrada y en su ascendencia no í'iene ^^rcuitores de valor, con recursus de esta clase, quepuecle agenciar baratos, a( prol^^letna de la puesta ;x>le d^irá solu:ión.

La cre5ta, barócnetro productor,

líay muchos c^ue, al examinar gallinas, na clan .zlcitado apéndice la importancia que merece como deta-lle bien ut^l, y, sin embargo, su estado señala en milocasiones la vitalidad orgánica de los seres que loostentan, y, por tanto, si el organistno está sano yen vías de reportarnos en rendimientos hueveros unaliuena venta anua.l. ,

Si advertimos que ^la cresta presenta en su ^olo-rido tonalidad muy rojiza, es Ilena, caliente y dura,podemos estar seguros de que clichos caracteres sonsignos de fortaleza que llevan cotno secuela iutensi- ^clací destacacla de esta y la otra función, y en cambi^isi ayuélla^ es blantla, delgada y^^on asperezas, de ^^^o-lur amortiguado, como si un polvillo blanco se hu-biera cíesparracnado por su total superf^cie, es signc^^1° decadencia, debido a táras orgánicas o a un , s-tado sanitario yue dcnota el ahandono o'falta deprecau^ción. Na el experto, sino hasta el inisnto r,^rs-leero, conoce cuando las pollas van a eutrar. a pouerhuevos por el as^ecto y'la traza de ese apéndicecefálico, que por eso lo be llanlado barómetro ;ndi-carivo cíe la próxima aovación. ^

El liuevo fértil.Para estar cierto el labriego de que cl buevc^ de

;allina que recogió en el corral encierra germen 1c-

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ti^^u ^^^ue p^,e^la ^^•olu^.ionar, ha de saber con •,erteza^iue é] gallo pis^í a la gallina t•n el momcnto aclecua-c1n en qt^e squél en cl ovario comenzó su estructurna clelinear. Si estuvieron yuince días en continua^•^xi^-iven^^^a, pnede ascgurar, sin duda, que los hue-v;>s yuc ]a galJina le ponga, a ser, si quie^re, •incu-ha^los ln5 pocíría ^icstinar, pe^ro no antes de aquél*iempo, puc;, los quc en él la gallina eti el ponederodeja pasaron al oviducto antes -que el gallo instaladolus putliera fecundar.

Como, de otro lado, el huevo que tiene germen devida, por el ca%r, es muy fácil que éste empiece aremoverse, en cuyo'casa ese huevo no es posíble quese pueda conservar, le conviene que en los huevasde consumo ese germen en potencia no se forme,.y de ello estará seguro sí se pasó una quincena sinclue el gallo visitase a las gallinas, en cuyo caso esevidente que en ellos la galladura ya no se podráformar.

Cáscara de huevo.1:1 galliilero,rural adolece del defe.to de no dar

a las gallinas l^i caliza necesaria para forniar de ^^se^uoan uñ alintento integral. Me dirán que se la bus-can, y ello es cierto; pero no será tan fácil •^u^nclotantas veces ponen lauevos a los que las cáscaras iesfalta casi en totalidad. Esos trozos de caliaa` qué por•^ 1; ampo apraveĉhan no son tan ^puros •^omo el queel^ mismo labri^go. les podría ^administrar, sin ^uásque ^moler las cásr^aras de los mismos huevos pues-tos y unirlas a la comicía, a los restos mejor dicho,que es la único que en gallineros caseros reservanpara el corral. '

Sc observa en los . gallineros cua.ndo se tira una

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__ ^,1; ..

cáscara cíe algítu huevo apruvechaclu; t^xlas las avessc .lanzan a picar en el despojo, que rs ubjeto tiiu-chas ve^cs de lucha descomunal ; redíiz:ala, pues,a polvo y désela como hemos dicho, pues de_ talmócíu se evitan tendencias perjudiciales, y consi-gue que los huevos que nos pongan tengan cáscaranormal.

El huevo incompleto.

-Tengo mis cluecas hérmosas, por cierto ; 1>erqno sé qué pasa; de los muchos huevos que á íncu-bar les pongo, scíto sacan pollos ei 3o por ioo.,

-^ Pero te haŝ fijado si los pones frescos? Y aun-c{ue así ]o sea, esos que llevaste al calor ;i^aterrrocontienen su gei•men o estaban ya muertos. Porquehas de saber tú, Niceto; que, para lograr el éxito,en ]a yema de aquel huevo fresco ha de estar yacl soplo de vida que un ser futuro le sirva de aíiento.

--; Pues no dices nada !^ Y de cíónde y cómo ave-rigttt^ yo eso?

-Pues por un sistema que ^es muy sencillo: EIpunto vital, si el huevo lo tiene allí, está viviendo,y si tiene vida, emite calor, pues la energía se acusapor eso. Ahora bien : ese germen no se l^alla en clcentro; está desplazado hacia ^ pttntq extremo, y tútienes tnedio de ŝaber si cxiste o si- se halla ausente,en ctryo 'caso no es fértil el huevo. Cógelo en lamano y aplica a los labios una punta y otra, y sien una sirntes el contacto tibia, mientr-as que en la,vtra hay rnarcado frío,^ el huevo ^stá fértil, con elgertnen vivo, y si así sucede, estate segttro que ten-círás polluelo.

]?so le pasaba a ese Uuen labriego; daba a las ^^lue-

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ca^ entre acluellos huev^^s los que ha recogido poralgtu^os sitios en que no había gallr^^ en el ;allinero.

Yetnas pálidas.

Hay prevencicín por el pítblico sobre el huevu euyue yu yenta es de amarillo muy clam, por pensarque eso se debe a causas poco normales y' i^l vezde enfermedad. Ll hecho bien observacío de que porregla ordinaria los que ponen las gallinas criaciasen libertad son de un rojo tnuy sttbido, y que, encatnbio, los de aquéllas recluídas en la granja o ga-llinero con frecuencia tienen yemas de palidez acu-sada, ños detnuestra que ei motivo dé esa, al parecerde muchos, sospechosa novedad, sólo es debido, aprcxluctos que en un caso las gallinas han comido,y que en el otro faltaron o fueron suministraclos conmarca<la parvedad. ^

Las hierbas y itkzterias minerales que encierran ensu materia productos ferruginosos contribuyen a queel huev^ de gallina tontc este tinte amarillo ^^on ma-vor intensidaci, y si las que en easa cría no cíisponenén su ración ordinaria de elementos de esa clase,les daremos, o bien pimentón molido mezclado conlas harinas, ,o disolviendo en ^l agua que contieneel bebedéro tttt cristalito de sal que le proporcicmehierro, como el sulfato ferroso, y así logrará que ten-ga la yema de aquAllos huevos el ^olor de oro subidoque tanto estitna el mercado,^ y que puede conseguirsecon tanta facilidad.

Hueso molido.

Es produĉto que permite lograr para las g^.llinasun alimento excelente, el de huesos quebrantados,

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due puede proporcionárselos el mismo avicultor.Hueso fresco conipra^do a los carniceros, eu máqtti-nas a propósito quc venden en el coiuercio, permitenl^ulverizarlos de maitera suficiente ^1ra hacer ttnaliincnto de extraordiuario valor. Tendrá en cuen-^a, sin enihargo, cuanclo se agencie esas máquinas.no debeu quedar esquirlas, que palrían producirleeSecto perturbacíor. l.os, huescís que son mejores sonlos grandes tubulares, que tienen abundante tuétano, ylos que integran las vérteUras, siendo mejor a los finesde tma_ buena digestión. Se- hierven, antes de ser mo-lidos con la máquina apropiada, y con elio el resul-tado será bastante mejor. Ni las harinas de carnepueĉien compararse al pienso que con los hueso^molidos puede ser confeocion^do por el propio cam-pesino, pues encierran elenientos tan completos, qucl^r^^íiten desarrollo destacado en las aves que .lo to-man, y de no excesivo precio comparado a su intrin-seco valor. No del^ pasar, no obstan4e, de i5 gramosescasos lo que les dé en la ración, y a los pollos, sólucada cuatro días, pues, si abusa, la diarrea se presentn,v el efecto favorable se convierte en destructor.

La cloquez.

Ls el estado quc afecta a las aves poncdoras cuan-clo sin causa vrsrble hacen alto en ]a postura, pre-l^arándose a, incubar. Y es defecto rechazable cuan-do se hace muy corriente, t^orque el renclimiento enltucvo5 haja mucho y en taÍ forma es ttn cléficit muy^;rancle eu la explotación cíe aquéllas el que suelenprodttcir. Si la propiedad citada es de causa here-ilitaria, es inírt^l que se erupeñe en que aquellos in-clividuos corriján su deficiencia, pues el corral quesostienen con hembras de tal especie nunca podrá

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prc^sperar. 1'ero a veces es debido a un ^ual régi-nten dietético, y si ésta fuera la causa, tiene med,osa su alcance de poderlo deducir. ^

Para ello, a la gallina que se le pvnga clueca, enuna jaula solita la de6erá cíispoucr, procurandu tengacl ,uclo rcm frescnra regular, y cn el plazo c^lc ^ incoclías scílo le clará vcrcltir^i^, ^onsiguiendo cle este mc^doque la tendencia a la Pucsta se le vuelva a^_sti-mular.

La alfalfa verde pi.a ĉla pue,cle ser un buen ;orrajepara que el ave encerrada la persistente claluez pue-da de sí eliminar.

El nidal.

T^s eletnento importante en albergues de gallinasculocar en condiciones el ^ niclal regístrador, puesaparte de que sirve para escoger bieu ^las ctves ^le;^uesta n^éis^ ele^^ada. I^ropor^iona a Ias galiinas sitio^lc poner los huevos con tranquilídad pertecta, comoles es necr_^sario para hacer puesta mejor.

5on cajas doncle se instala lecho de p^^jas o pltt-mas para hacer de ellas recinto inullícló.y :acogedor;pero hay que tener cui^ladD que por esa cir:unstan-,cia no liegtte a sentar sus reales dentro cíe los ho-nedores el píojillo que origine una infección.

l^s en ellos de orclinario donde suele pro}aagarseesa plaga que ocasiona gran perjuicio aI labriego enstts corrales, y por ello es conven^iente sea el nidal des-montable y de materíal yue admita el rociado con pro-ductos yue ataduen de aquellos bichos el ci.lo se-procluctor. Hoy se constrtryen muy l^uenos de ntetalinoxidable, en los que no cabe .quede, si se limhiana n^eu^clo, ningún gcrmen clue ocasione mortaliclad

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excesiv<t, _y d^ ellos debe echar mano el labriegá qutse precie cle ser cauto y previsor.

^TOlteo en la incubadoira.

I íov es ya muy corriente el tener incubadoras cncualquier hacicncla rústica. Pero ocurre muchas ve:esyue el clescuido en los detalles acarrea con frecuenciaque cfe los httevos que puso sólo salgan ^ncubadosuna corta praporcion.

Sabe que durante die^iocho días a las huevos co-locados hay que darles dos volteos cotidianos, con

• cl fin cie que el calar se reparta de una manera tmi-forme y alcance por tocías partes el cuerpo del em-brión.

Ahora bien : esta es operación delicada y requiereque el volteo se haga de moclo completo, pues, clefaltar a esa norula, la unifortniclacl se pierde, y ellocs causa ^nuchas ve. es cle que algunos sc malogren,<uchacánclolo a clefectos de los que no logra nuncaohtener la explicación.

1'ara que eso no suceda cíehen marcarse los hue-vos en clos costadas apuestos con una se^ial cle lápizque permita distinguirlos claramente al hacer ese vol-teo; por ejemplo, un círculo y una cruz, y al po-nerlos en la bandeja agrupados, deberán tener arribasimilar indicación. ^De ese modo no es posible seUiuivoque al realizar el volteó en el giro que ha dedarles, pues siempre habrá de quedar arriba señalcle la misma clase, sin que quepa que uno de cllosse le es^ape por alguna cíistración.

Es detalle importantísimo que al avicultor impor-ta tener siempre bien presente para evitar contra-tiempos al hacer la incubación.

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EI pieaje en la pollada.Víctíma, de ntucha monta suele haber en la 1^-

ilada cttando el aíán sanguinario se despierta entrela prole que la incubación nos dió, aunque esté ti^uybien cuidada. I_a irritación que produce el prirueremplumecido de la "chita" ( i') suele, a veces,ser la causa de que gotitas de sangre asomen sobre lapiel en la parte que 1a lesión ]e causó. Basta esehecho para que todos se lancen a picar a la pollitaque tan mala suerte tuvo de dejar puesta a]a vísta]a herida que se causó, sin darse cuenta del riesgoen que así se colocaba. En efecto, al poco tiempo,si nadie viene a auxiliarla, perecerá a picotazos quelas vtras le darán con inexplicable saña, hasta dejarlaen estado de piltrafa, pues la vida le costó.

Para quitar esa fiebre en las aves declara<la seles dar,á un pienso diario de carne cruda y en trozos,lo que apaga esa pasión que apareció desbordante,y evitará de ese modo que en la cría cle l^olluél^assu población sc nos quede con frecuencia tan diez-mada.

I'arásitos del gallinero.

_ Cuántas veces el labriego no ha observaclo quesus gallin^s no ponen lo que él debía esperar? Noestán mudando el plumaje ; comen mucho, y, sin enrbargo, la puesta es nauy reducida ; no compensanlas desvelos y los gastos que el labriego con los afa-nes del éxito hasta llega a exagerar. Na dé vueltaspor encontrar esa rausa que él ignora: son los te-midos prarásitos, que del corral gallinero se lograronadueñar. Con la comezón continua que por la no-

(T) Follo dc gallina.

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i

._ ,;p^^ ^

cl^e padecen esas pobres avecillas, merced a las pi-caduras del parásito quc las llega en st^ piel a acri-hillar, el descanso no es posible, y una anemia des-tacada se apodera de aquel ser que está en continuavigilia de influencia desastrosa en sus funciones, so-hre todo en la de aovar.

Si tú ^luir.r^s evitarlo, con^pra un h^,te de ]a sal,^ulfato de nicutina, y provisto de una bracha, untabien todos lus palcs que fortnan ^el aseladero, dor-mitorio de las aves, y la emanación que ese productodesprende causa ruortandad enonne entre aquellagrey parásita, clejándote a las gallinas limptas ..nun par de noclies del irritante piojillo que queríastie] curral eliminar. ^ ^

I^a poularda.

La volatería es rania de comercio muy variado,no sólo por sus eslxcies, sino por nombre distintoque se da a una misnta clase, según el procedimien-to seguido en la explotación. Tal es el de la _poular-da, que por esos galicismos tan corríentes en Españahac^e que sea corriente, sobre todo en restaurantes,aplicar a ciertas aves tan rara designación. Segura-yt^ente que 11ay muchoŝ que ignoran qué significaesa palabra importada, a pesar de que se usa en clléxico corriente y con grave entonación.

Yues son pollas mantenidas con aislamiento delgallo y srnnetidas a cebo con interNSivas raciones, que]as bace suculentas porque la grasa que integran sequeda cíistribuída en ttniforme meclida entre múscu-los y fibras, y_ no sólo recubriendo el exterior de lasvísceras, como ocurre al ave vieja cuando, agotadala puesta, el labriego la dispone para reiidir cl tribtt-to de la tíltima ittnción.

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Así qiredan enterados de qué es ]o ciue saboreancuaudo en memís cleç;antes se les sirven las poular-das, y podrán en ciertos casos aprecíar si son autén-ticas o nada más tlue gallinas con cierta clecoración.

La tribu del corral.

Si los huevos que en el corral se proclucen hande servir para hacer incubaciones, es preciso que enaquel lote de aves no falte el macho, que ha de fe-cundar las yemas para infundir en su germen la fuer-za que es necesaria a impulsar su evolucicín.

Pero aquél no puede hacerlo con la debida efica-cia si las hembras de la tribu son en núme,ro exce-sivo, pues aunque el "pisado" se haga en debidascondiciones, la fecw^dación no llega a efectivo resul-tado por querer abarcar mucho con un solo raceador.

En las ^allinas, ]z trihu ha de estar compizesta deocho hembras para un gallo, si la raza es de volumenpronunciado, y hasta cíiez, si las hembras son pe-queñas; pero en patos, sólo seis por cáda pato, cuan-do las razas son grandcs, estirándose hasta o.hosi la talia es reducida, para que en unas y en otrosen productos de su kuesta pueda contarse con éxitoal hacer la incubación.

Y así como e^^tre los patos la ,flnvivencia de n^a-chos no influye para esos efectos, en las gallinas ]aconvivencia de gallos dentro de la mism^a tribu ori-giná que los huevos obtenidos sean hueros ^^n unagran prolwrción.

Cloquez de la pava.

Cuando se intenta dar prisa para ]]enar los corra-les con más pronta cría de aves, es costumbre se uti-

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liccn lh-tvas para tal objeto, pues con ello se consi-gue de los ln^evos i^r.ubaclos aument^ir la producciór:.Yuede ponerle hasta 30, y, además, conseguir ruuyfácilmeute que se le ponga clueca, con lo cual logra,cn moincirto en que uisponga de liuevos, aprovcc^^arsiu grait tardanza ni riesgo que se pase esa oportunaocasión. ^

Para ello debe colo.ar la pava sobre nido hechucon pajas que coloyue en el fondo de un cajón, y^nél ponclrá varios huevos que posea de desecho, ta-pando luego la caja, sin clejar que dicha pava saquefuera más que el cuello y la calreza por agujero apro-piado que ^n la tapa habrá dejado para eso a pre-vención. Le dará comida y agua, y a los dos días,si antes desplumó su pecho y lo frotcí con ortigas,tendrá a Ía pava clueca y podrá darle los huevos parahacer que los incube, sin que le haga falta tapa, por-que ella ^ya, sin tal niedio, seguirá haciendo de rna-dre, proporcionando a los huevos la oportuna pr ĉrtección.

El pato.

I?s wi ave poco esbelta, comcr sabes, cíifícil cle cAn-funcíir, aun de lejos, por sus andares extrai^os^entre pingiiino y reptil, y a la que los campesinosnuestros no le dan gr-an importancia enfrente 1clgallinero, que le parece es más fácil el poderJo esta-blecer. Sin embargo, ^ a cuántos no les salclría .ne-jor poner con estas palmípedas l,a hase en la ^ro-du^cc^ón huevera cuando lo intentan montar? Es rnásresistente, más salvaje que la gallina, y haría mejorpapel^^ en su vida al aire lil^re que esas aves que cntu corral suele haber: I_a•enfermedad no las diezmacon tanta facilidad cómo a aquéllas, y por ser de

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exigencias nrís ni^xiestas en ré^giinen cle ecnniclas, re-sulta a veces niás fá^il y econóittiico cl pcxlerlas man-tener. Las verduras, tubérculos, harinas, restos de^uuíltiples clascs yue la gallina no aprecia, el pato selas engullc con la mayor caliplacencia. Le ayudanpara lx^der deglutirlas la fonna eshecia] <lel pico yel tener envidiables tragaderas.

I'ero, me dírás :^ c5mo voy a poner patos si notengo^cl agua cerca? Y éste es un error que canvienc.desvanez.as. L^s es conveñiente ei baño, como a todoanima] ; pero ello no quiere decir quc les sea^ impres-cindible y que no puedan los patos vivir sin ese ele-►nento eii condiciones perfectas. Ensáyalo, y ya ve-rás cómo se aguantan sin realizar esas gi^imasiasacuáticas. Coii campo libre les basta, sobre todo sia producir carne y huevos ]os dedicas, pues si csa la cría, entonccs aquélla les es pre:isa, porque 1u- ^nienta fertilidad en la puesta de^ las hetnbras.

Los huevos que la^pata pone son inayores, y est^ícon^prohacio que encierran m<ís ^naterias nutritiva^,y si a ellos unes que la puesta se mantiene en otoñoy en invierno con notable persistencia, nunea faltacn el mercado la demanda que tal negocio sostenga.

Declícate, pues, al pato si no cuentas con 'buenosuledios para tener las gallinas, que con la ^^aticulturahacen negocio, y no poco, en las granjas extranjeras.

El sexo en los patos.No es difícil en las aves apreciar por el plumaje

el sexo del animal que lo luce, sien<lo vistoso, atra-yeute y con plumas fastuosas de ordinario en los ma-chos cle la estirpe. Pero ocurre que.antes cle alcan-zar la edacl en que los galones típicos de su libre<zaparecett hay confusión entre se^os, sin que haya

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niedio posible de distinguir cuál es hernbra y lo;machos que allí existen. ^1sí pasa en casi todas; peruen los patos, cuyo cuerpo está cuhierto cle limpio }-blanco plumaje, al profano le tk•trecen ambos se^<^,de caracteres iguales, y no sólo en eciad ternprana,sino al ^cabo de utios nleses, ^i^gue ignorando si haytuachos en la cttadrilla palmíheda que se lhrña ^^n lo^es^yues. No obstante, puede pronto concrcerlo Tx^run carácter externo de la cola de estas aves : si rsdel sexo niasc:ulino, lleva unas plumas rizadas en iabase de la cola, adorno que siernpre falta en las hem-bras de los patos ^ junto a las plumas ^udales. D^^otro lado, sietnpre el canto de los machos tiene so-nido más ronco, formado cle notas graves, y al la-briego ]e interesa conocer estos detalles, pues hoyestán tnuy en bogn•patos con albo plutnaje, y se ex-pone, si lo ígnora, a que sean todos machos los cluccríe en ips corrales, sin que la puesta de huevos i^^resarza ya tnás tarde de los gastos que hubo de haceral comprar los que habían cle incubarse.

Lás aves acuáticas.

^ l^s^^un hecho paradójico que las crías cle estas avestengan la lluvia y el agua como enemigo m^rtal, yno obstante así sucede, siendo causa sus efectos dela tinterte premátura de pulladas que del nomhradoeleniento se las tiene <lefendidas con descuido l^or quecsto suele ignorar. .

No es la plu.tna solatnente la que impide quc clcontaĉto con la piel haya de ^causarles daño que íaspuede aniquilar, pues, otras que no son acuáticas, enel agua no resisten tanto tiempo, aunque ya seanadultas, lo cual prueba qtte esos apéndices dér^uicos

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no son tan impermeables como de un ligero examenpudo el labricgo pensar. Las palmílxdas, en ]a basecÍe su ccila desarrollan una glándula grasienta, y clela cual con eI pico recogen lo que segrega, exten-cliÉ:ndolo por las plumas de su ^uerpo, qtte así for-ma una cabertura hidr^íulica, lo cual preserva a lapiel del contacto permanente con el líquido elemento,yue resistir no podría el constante humedecido yacal^aría alterando la salud del animal.

Por eso a los patipollos llay que privarles del bañoy tenerlos defendidos de las lluvias pertinaces hastaque el emplumecido se ^considere completo; sól0 entotl-ces se les praluce la glándula que permite se hagan eltraje de buao, ^con cI cual pueden sin inconvenientezaiubullirse bajo el agua y permanecer en ella todoe1 ticmpo que ellos quieran, rebuscando entre los lé-gamos el alitnento que les es más sustancial.

Nido úe pato.

El que explota una manada de estas aves tieneque tomar meclidas para que la puesta en hue-vos no resulte desigual. Si el casero tiene esmeroen prepararles all>ergue, en el yue sca ^^ostumbredishonerles la comida y lugar en que a]a nache sere^cojan en aquél a darmitar, pondrá los huevos encasa, que así le toman querencia si es el suelo y aoen sitio alto donde se pone el nidal. lle otro modo,los dejan desparramados en el carnpo o en el aguay resultan nlaiperdidos, pues no son como las g^ii-nas, que buscan los ponecíores para en ellos descwar,coma 1o hacen de mañana si se tienen recogidos ciertotiempo prudencial. De ese InodO conseguirá que lapuesta toda entera la pueda recotectar y le salgan

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hieu las cuentas, pues en eso el abandono por l:^artede lu, lal,ricg^^s suclc ser nnry ĥeueral.

Coino <iliura scni los patos corredores los yue ronmayor frerucncia se suelen aquí instalar, por lo ]e-jos que se utarchan es más fácil que la puesta de^.c^; h.^tas, si nu tc^nta estas tnediclas, pur la pérc^iclaclc hne^^^,s se le puecla ;^minurar.

La niadrastra de pato.

}3icn puecle cíenomiuarse de este modo displicentea la galiina o la pava que incuba huevos de patoy que encŭentra md apuros cuando nace el pat^pollopara enseñarle a comer. Lste es torpe para buscarla comida, y tuta vez en su presencta, algo inútilpara saberla coger. Yor' esto es huena medida, cuandose etuple.^t tnadra5tras para este tnenester, colocarentre los huevos cle pata que allí se pongan ^res ^c.uatro de gallina, para que así estos pollitus les cu-señert con su ejemplo, ya yue la que hizo de 111ad1'e^ro sabe dicho ruet^ester cumplir.

Tendrá presente, no obstante, que la incuha;ióndel pato es más larga, y, por lo tanto; pasados lasnueve días en que puso la "eehadura", colocará lusde pollo, para que así coincidan en el motneuto }1^-e-ciso en que tíeneñ que salír. Sí es extraño el yue ^^sepone a convivir con los patos, es decir, no nacidocoino éstos a su vez, la madrastra lo rechaza, matán-dolo a pi^, utazos, y por eso es conveniente ^^uatidotal tnaclre utilir,e seati toclos proveuientes de pollaclasienultánea, y para lograr tal cosa ha de acudir a esetruco, engañando a ta clúc.^ca, pues de otro modc^se arriesga a perder los patipollos, porque ,cree qu•:^cuandc^ nacen pollito5 no le queda más que hacer.

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1^lodos tle aprehender el pato.

Cuando el casero precisa clisminuir la manacla pararecQger los patos que clestine a los ntercaclos clc lácapital ccrcana, echa mano a]as palmípedas, y lasagarra en tal fornia, tlue con frecuencia resulta ^^ue,lael ave, con el ricsg^x de salir muy n^alparada. I^scorriente su^penderla asiéndola pur las alas, y máscuinún todavía el prenderla por las patas. Fn unc^y otro cas^^, por la postura difícil ^t que se ve constre-ñida, a veces romhe las miembros o se muere derepente lx^r la congestión surgida al quedar con lacaheza hacia el suelo situada:

Para evitár accidentes que pueden serle gr•dvososen la venta que piensa sacar can ella, ha de tomarladel cuello o por bajo de las alas, método que es ;nás 'seguro, porque <le ese modo el pato siempre se i^allacn posiciórn en la que no sufre nada.

Yalomos y paloniaA.

Ll dintorfismo seaual de la paloma es tan cléhiryue suele scr muy difícil reconóeer a ojos vistas si ^es hembra o macho aquella ave que ,tnte nosotros sémuestra. L'1 vulgo pretende, a veces, reconocer ,1ta-cho y hembra si cogidas en la mauo y acaricianclo^su 101110 con la qtte libre nos queda eleva la colael macho; pero la pone hacia abajo si se -trata deuna hembra. ^s uno de tantos mitos de csos quecon gran frecuencia se dan entre campesinos, creyén-dose a ciencia cierta. Mejor puede averiguarlo si sefija en que el arrullo del macho presenta un tonomás fuerte, y al emitír el sonido es costtnnbre qttedé vueltas, mientras que, si son hembras, con arru-

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llado más clébil mtteve el cuerpo a un lado y utro5in dar la vuelta completa.

También es signo notable que permite apreciarla difercncia el mayor grtteso clel cuello y volumencie cabeza que suele tener cl tnacho en relación cunla hembra.

Apareo de palomas.

]3s p'ráctica necesaria aparear las palomas, si no,quiere el campesino que llegue pronto su Uanda, de-generandu de prisa a perder fuerza y vigor. Todossaben, en efecto, que las palomas, si no quita ^^l cam-pesino huevos, lo más corriente es que salgan hem-bra y palomino juntos después de la irrcubación. Sise les deja a su arbitrio, la convivencia en el ;lidode 'las do^ aves nacidas hace que a lus cuatro me-ses, época en qtte de ordinario se aparean por sí pro-pias, recuerden la amis^cl antigua y busquen paratiormar la pareja a quien fué su compañera en lus tiem-1>os qtre pueden asimilarse a una propia lacta,cicín.

Ello ocasiona, por tarrtn, el íntimo parentesco delas aves que se juntan, y la setnejanza cn sangrcdetermina que lus nuevos descenclientes aclqui^ranlacras funestas y acentúen muy dc prisa los progre-sos de gran degeneración. Por eso el avicultor quese dedique^a palomas debe el apareamiento vigilarluy^conducirlo en el momento precisu en que sea' 1_t(kaslOn.

Querencia al palomar.

Cuando el lábriego desee repoblar su palomar hade hacer que las parejas de palomas que en él pongaadquieran pronto el apego a su nuevo domicilio, siu

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necesidacl algtuia de recluirlas en él ^lurante tiempomuy larl;o, iiupidiéndulas ^^olar.

l;asta para tal vi'^jet^> <lue en la cun^id<^ les l^on^;amijo íritcr ^c,u miel, tenicn^lo la precaución de afiia^ln•un pcx^o ^le añua antes dc ]iacer la íritura, <lue lu lru-clría yuemar, l;ues tíll #,Tuiso las engolosina tanto, queen se^;uida, de iutentar el bacer sus ^^scaliadas, ti^uel-ven prontp a retornar.

También con el mismo objeto pucde a^ia^lir a.,upienso granos ^e anís o cominos, lu yue cstimtila ^^laprecio por la clase de comida que les briucla el cc^tue-clero de casa, pues el aroma que prestan a la coniictaordinaria les atrae, abandonando la or.ra que en clc^ntpo o las baciendas se proponían robar.

Si usa eI cañamón a pasto, es tnuy raro quc :^asaves se iuarcheu de1 halomar.

En los c^isos, pc,r lo tanto, de darles un nuevu ;^1-1>er^ue, h:^saclas ya cluince días de reclusión •,^r:^ven-tiva, puede Por ese sistema iml>edir, si no hallan r=ns-to y confort en el lrxal, desaparezca de ^ aquéllas, loque suele ser corriente, tentaciones cle emigrar.

Iiaño en el palomar.

Así como el gallinero huede pasarse sin haño, puesno cs elemc:nto •^l agua qtte a la ^allina le ^uste aese fin utilizar, entre cl menaje que es bucno a iosfines cle limpieza de la paloma casera se halla ;tlbaiio como cosa imPrescinclible si ha cle ser bucn pa-1:>mar. I^stas aves son muy ]impias, y tocíos los díasusan las abluciones c^on ^a^;ua, y esto repeti^la5 v.^-ces, lo que demuestra lo duro que ha de hacérselesel no dispvner a tl^a^to tle lu^ar o recipiente en ^ 1qtie pueda a sus anchas ejercitar la lim^ieza que leses' tan peculíar. Para que el baño est¢ limpio debe

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ponerse en el fotido un enrejado a propósito l.^or ^lyue sea fa.tible que excrenientos e iniuundicias que-den en el fundo aislaclos, sin que al baCiarse las avesrevuelvan la palomiua que el agua puecíe ensuciar.Ello evita que epidemias conta^^giosas que <<iermanlos palo^nares no aparezcan, pues suelen ser tuásfrct-uentes cuando se trata de aves que en ^l nidupermauecen mucho tiempo, y que por tal circiui^tan-•^ia hace sea más ciifícil .se puecla bien aircar.

Mortandad itnprevista.

Coinentaba un labradur, triste y apesadumhrado,la mortandacl ocurrida de golpe en el palomar, •.uan-do nacla presagiaba que las palomas puctieran lusrecursos dé su hacicnda de tal inodo last^mar.

-, Lstarían ya atacadas de maligna enfermedacl?-le decía tm convecino, por amenguar su triste^av sus penas suavizar.

-Que no, quc no-le decía-; estaban sanas yhuenas, y a luego que ]a Ciriac^ les d^ió el pienso dela tarde, comenzaron tnla y otra a ponerse abutarga-das, siu que a pesar de hostigarlas se puclieran íe-vantar. ^ -

-Pues ^y qué pieuso les disteis'-Las barrecluras de cra, mezcla múltiple cle ;ra-

nos con las cribas separados de la tierra y los ^_as-quijos que a aquéllas es muy corriente le suelanacompañar. Todos los anos lo hacemos, sin que nadahaya pasaclo, pues l^ paloma es el bi^ho que mejorque otro ninguno suele esos restos de trilla con ven-taja aprovechar.

-Pues ten por cos^a segura que ahí radica la causadel claño que a tús palomas ha venicío a pro^iucirse.Con los residuos llahía setnillas de neguillón altamen-

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te venene>sas, y que sin duda este año las hubo enma}•or cuantía c^uc los años precccíentes, procíueienclnen las palc^mas intoxicacíón proíunda y que las lle^c^a matar. -