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República Bolivariana de Venezuela Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez Vicerrectorado Académico-Decanato de Postgrado Doctorado en Ciencias de la Educación Área Investigación - Docencia LA INTERACCIÓN DOCENTE Y EL DISCURSO PEDAGÓGICO DE LA IRONÍA (Tesis presentada como requisito parcial para optar al Grado de Doctora en Ciencias de la Educación) Autor: María Torrealba. Tutor: José Padrón. Barquisimeto, Febrero de 2003

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez

Vicerrectorado Académico-Decanato de Postgrado

Doctorado en Ciencias de la Educación

Área Investigación - Docencia

LA INTERACCIÓN DOCENTE Y EL

DISCURSO PEDAGÓGICO DE LA

IRONÍA (Tesis presentada como requisito parcial para optar al

Grado de Doctora en Ciencias de la Educación)

Autor: María Torrealba.

Tutor: José Padrón.

Barquisimeto, Febrero de 2003

APROBACIÓN DEL TUTOR

En mi carácter de Tutor de la Tesis presentada por

la ciudadana María Torrealba, para optar al Grado de

Doctora en Ciencias de la Educación, considero que dicha

Tesis reúne los requisitos y méritos suficientes para ser

sometida a la presentación pública y evaluación por parte

del jurado examinador que se designe.

En la Ciudad de Barquisimeto, a los _____ del mes de

_____________de________.

_______________________

José Padrón

CI:3.174.652

2

DEDICATORIA

A Dios Todopoderoso y a la Virgen María por su compañía y

guía espiritual en todo momento.

A toda mi familia, por su paciencia, comprensión y apoyo

dado el tiempo de compañía que les quité durante las

largas horas dedicadas a la elaboración de esta

investigación.

3

AGRADECIMIENTOS

A Dios Todopoderoso y a la Virgen María por iluminarme,

darme sabiduría, espíritu de entendimiento y guiarme en

todos los momentos de mi vida para alcanzar un sueño

anhelado.

A las autoridades de la Universidad Nacional Experimental

Simón Rodríguez por brindarme la oportunidad de cumplir

una meta trascendente en mi vida.

Al Dr. José Padrón, tutor, por ser mi amigo, orientador,

consejero y mi fuente de inspiración.

A los facilitadores de los diferentes seminarios del

doctorado porque su alta calidad contribuyó con mi

formación doctoral.

A todos mis amigos y amigas, en especial a Belkis

Mendoza, Luz María y Marlene, por su apoyo y sus palabras

de estímulo.

4

ÍNDICE GENERAL

pp.

LISTA DE GRÁFICOS................................... iii

RESUMEN............................................. vii

PRESENTACIÓN........................................ viii CAPÍTULO

I ORIENTACIONES GENERALES DEL ESTUDIO............. 15

Línea de Investigación a la cual se ajusta

el estudio................................ 29

Orientación o Enfoque Epistemológico

que sustenta al Estudio................... 32

II PLANTEAMIENTOS CENTRALES DEL ESTUDIO............ 36

Espacio Observacional (Planteamiento del

Problema)................................. 36

Formulación de la Pregunta de Investigación.. 38

Sistema de Objetivos del Estudio............. 39

Beneficiarios y Destinatarios................ 40

Alcances y Limitaciones...................... 40

Definición de Términos Básicos............... 43

Justificación e Importancia del Estudio...... 45

III BASES TEÓRICAS.................................. 48

Repaso histórico............................. 49

Conceptualización de Ironía.................. 53

El aula de clase como contexto de una

acción discursiva e interacción docente:

Un Enfoque Hermenéutico................... 61

La interacción docente en el contexto de aula 66

5

La interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía................... 69

El enfoque lingüístico. La Teoría del Texto.. 74

El enfoque hermenéutico-crítico.............. 76

El enfoque psicológico y el enfoque

Sociológico-cultural...................... 87

IV ASPECTOS PROCEDIMENTALES DEL ESTUDIO............ 95

Tipo de Estudio.............................. 95

Diseño de Investigación del Estudio.......... 96

Categorías de Análisis (variables)........... 98

Ámbito de Ocurrencia del Estudio............. 99

Sujetos Involucrados en el Estudio........... 99

Criterios de selección de los sujetos........ 100

Tipo de Instrumento.......................... 101

Esquema General de Trabajo................... 101

Recolección y Organización de datos..... 102

Procesamiento y Análisis de datos....... 103

Plan de Ejecución....................... 105

V MODELO TEÓRICO DE LA INTERACCIÓN DOCENTE Y El

DISCURSO PEDAGÓGICO DE LA IRONÍA............. 107

Relación interteórica.................... 109

Momentos de la IDDPI..................... 122

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES..................... 143

REFERENCIAS........................................ 150

6

República Bolivariana de Venezuela Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez Vicerrectorado Académico-Decanato de Postgrado

Doctorado en Ciencias de la Educación Área Investigación - Docencia

LA INTERACCIÓN DOCENTE Y EL DISCURSO PEDAGÓGICO DE LA IRONÍA

Autor: María Torrealba Tutor: José Padrón Fecha: Febrero 2003

RESUMEN

La presente investigación se orientó hacia el logro del siguiente objetivo general: Explicar las disfunciones interpersonales docente-alumno a partir de las formas irónicas presentes en el discurso del docente. Este objetivo condujo al procesamiento reflexivo, lógico, cognitivo que implicó abstraer pautas de relación internas de la interacción docente y el discurso pedagógico de la ironía. En este estudio se partió del supuesto básico de que una interacción docente supone experiencias comunicativas, esto implica la utilización de un lenguaje y una terminología por parte del docente en su discurso diario. En tal sentido, se detectaron disfunciones en la interacción docente-alumno que evidencian una serie de consecuencias negativas que influyen en la efectividad docente y en la calidad de la acción pedagógica. Para ello, se aplicó el enfoque hermenéutico-crítico. El estudio se fundamentó en la teoría de la acción comunicativa y la teoría del dispositivo pedagógico. Se utilizó la técnica de las grabaciones del discurso utilizado por los docentes y se indagó la percepción de los alumnos mediante una entrevista. El análisis de los resultados se realizó por medio del ordenamiento de las grabaciones en función de las categorías y subcategorías seleccionadas. Se aplicó el método de análisis de la grabación. Se concluyó que existen disfunciones psico-culturales-cognitivas en la interacción docente-alumno que se expresan a través del discurso pedagógico de la ironía.

7

Descriptores: disfunciones interpersonales, discurso pedagógico de la ironía, interacción docente.

PRESENTACIÓN

Las investigaciones de las últimas décadas han puesto

de relieve la importancia del proceso de construcción del

alumno y, como elemento fundamental del mismo, los

procesos interactivos que se producen en el aula.

Cabe destacar que la interacción docente implica un

proceso comunicacional inserto en un proceso de

producción de conocimiento sistemático-socializado. Bajo

esta concepción, es tarea prioritaria de los países,

optimizar los procesos de producción de conocimiento en

cuanto hechos de comunicación, a fin de generar

conocimiento y competir en el nuevo paradigma. Por lo

tanto es urgente explicar efectivamente la interacción

docente y el discurso pedagógico de manera de integrarlo

a la esfera de las transformaciones sociales y educativas

de este nuevo siglo.

Un supuesto básico de este estudio es considerar que

el lenguaje se materializa en discursos y éstos sólo

pueden ser comprendidos en el marco de la interacción

social. En tal sentido, el análisis de las relaciones

interpersonales en contextos educativos (aula de clase)

lleva a considerar que una parte de la efectividad

didáctica del discurso docente se basa en la regulación

de las relaciones de poder y de distancia que

caracterizan las situaciones de clase. Una mejora

8

rigurosa de la práctica docente no puede llevarse a cabo

sin el conocimiento de los mecanismos en que se sustentan

los discursos desarrollados en las aulas.

Al explicar el discurso del docente y considerar que

hay implícito un discurso de la ironía, se incluye en su

explicación la medida en que está presente, las distintas

ocasiones en que se presenta y sus diferentes

modalidades, consecuentemente se pretende clarificar

determinadas disfunciones en el terreno de las relaciones

interpersonales, las cuales son consideradas como un

factor importante en la calidad de la acción pedagógica.

Por lo que, el discurso pedagógico debe ajustarse a la

nueva concepción educativa en función de la satisfacción

de las necesidades de conocimiento y vinculados a los

requerimientos sociales, esto implica una transformación

radical en los estilos tradicionales de comunicación. Es

decir, es inaplazable la consolidación de un nuevo

esquema comunicacional, sustentado en la posibilidad de

vincular el discurso pedagógico y más específicamente el

discurso pedagógico de la ironía a la redimensión de las

relaciones interpersonales en el sistema educativo.

La presente Tesis Doctoral está orientada a explicar

las disfunciones interpersonales docente-alumno a partir

de las formas irónicas presentes en el discurso del

docente de la segunda y tercera etapa de Educación

Básica. En tal sentido, la tesis contempla los siguientes

capítulos:

Primero, las orientaciones generales del estudio,

donde se abarca una clase general de hechos referida a la

práctica pedagógica cotidiana y a las relaciones

9

interpersonales docente-alumno tal como éstas pueden

quedar reflejadas en los hechos discursivos tanto en el

ámbito internacional como en aulas de clase del ámbito

nacional y regional.

También se contempla la línea de investigación a la

cual responde el estudio dentro de la UNESR y que está

referida al macro-programa de trabajo "Investigación y

Docencia", en la línea de investigación "Enseñanza-

Aprendizaje de la Investigación", específicamente en el

programa de estudio de los procesos de investigación y en

el subprograma de estudios sobre la investigación en

cuanto hecho semiótico y discursivo.

El capítulo hace referencia al enfoque hermenéutico-

crítico (Habermas, 1999) como paradigma epistemológico

que sustenta al estudio (llamado según Padrón (2001)

introspectivo-vivencial), donde se busca interpretar toda

expresión de significado vinculada a las condiciones de

la comunicación, incluida la relación interpersonal, el

lenguaje y la realidad. Se ocupa además, de la triple

relación de una manifestación que sirve a) como

expresión de las intenciones de un hablante, b) como

expresión para el establecimiento de una relación

interpersonal entre el hablante y el oyente y c) como

expresión sobre algo que hay en el mundo.

Segundo, los planteamientos centrales. Allí se

describe el espacio observacional y la formulación de la

pregunta de investigación, donde se destacan las

relaciones interpersonales docente-alumno como factor

esencial de la efectividad de la acción docente y viene a

ser el área global de hechos bajo estudio, luego un área

10

intermedia de hechos que se refiere a las relaciones

interpersonales disfuncionales y culmina con un área

específica que se refiere a las relaciones

interpersonales disfuncionales asociadas al discurso

irónico. Se derivó la interrogante de investigación, que

se formuló de la siguiente manera: ¿Qué disfunciones en

las relaciones interpersonales docente-alumno se expresan

a través de las formas irónicas en el discurso del

docente?.

En cuanto a los objetivos del estudio, el general se

refiere a explicar las disfunciones interpersonales

docente-alumno a partir de las formas irónicas presentes

en el discurso del docente y los específicos abarcan:

a) Analizar el discurso del docente y la interacción

docente-alumno b) Analizar las implicaciones de las

disfunciones interpersonales que se expresan bajo la

forma de ironías discursivas en la acción docente y

c) Explicar las disfunciones interpersonales docente-

alumno a partir de las formas irónicas presentes en el

discurso del docente a través de un modelo teórico.

Por último, se presenta la justificación del plan de

trabajo, los alcances y límites del estudio propuesto y

la definición de términos básicos donde se estandariza el

significado de los términos que están ligados en forma

directa al estudio.

Tercero, referente a las bases teóricas, se eligen

como teorías de base la teoría de la acción comunicativa

(Habermas, 1999) y la teoría del dispositivo pedagógico

(Bernstein, 2000). La primera tiene dos ideas

principales: una es que toda comunicación lingüística

11

humana implica unas "pretensiones de validez" que los

hablantes transmiten implícitamente. La otra es el

argumento de la "situación lingüística ideal" presumible

en el uso del lenguaje. La segunda teoría, como eje

principal considera al dispositivo pedagógico como una

condición para la producción, reproducción y

transformación de la cultura y proporciona la gramática

intrínseca del discurso pedagógico a través de un

complejo conjunto de reglas.

Entre otras teorías que se utilizan en el estudio se

encuentran la teoría de acción de Argyris, la teoría de

Dell Hymes, la teoría crítica de Pérez Gómez-Gimeno

Sacristán y la teoría sobre el análisis del discurso

presentada por José Padrón. Luego se abarcan los

antecedentes de estudio.

Cuarto, se refiere a los aspectos procedimentales o

pasos metodológicos seguidos para llevar a cabo el

trabajo. En este sentido, el tipo de estudio, encaja

dentro de las investigaciones explicativas,"las que

buscan deslindar, aclarar y/o interpretar las relaciones

entre hechos, individuos o situaciones y, a partir de

ello construyen modelos y teorías que expliquen la

relación" (Hernández, 2000).

En cuanto al diseño de investigación, puede decirse

que el estudio abarcó varias fases. En una fase

descriptiva, se realizó una revisión bibliográfica de la

información teórica, donde se describió todo lo

relacionado con la interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía. Luego en una fase analítica se

relacionaron las ideas centrales de las teorías bajo

12

estudio. Por último, en la fase explicativa, previo

análisis cualitativo de lo descrito y analizado, se

obtuvo un modelo teórico tomando en cuenta las pre-

categorías teóricas y las pre-categorías reales obtenidas

de la observación empírica.

Se efectuó la interrelación entre las pre-categorías

teóricas y las categorías reales, a través de la

comparación e interpretación (teorización original),

resultando el sistema de factores que intervienen en la

interacción docente y el discurso pedagógico de la

ironía, el cual explica las disfunciones en las

relaciones interpersonales entre docente-alumno, con las

consecuentes implicaciones en la calidad de la acción

pedagógica.

Según lo expuesto, las categorías de análisis

(variables) a manejar en el estudio fueron: textos

orales, que incluyó frases, expresiones y palabras de

docentes y el contexto o el componente pragmático

(categorías reales) y el contexto comunicativo que

involucró al principio interactivo y al principio

locativo (pre-categorías teóricas). El ámbito de

ocurrencia del estudio fue: unidades educativas

pertenecientes al Estado Trujillo y adscritas a la

Dirección de Educación, Cultura y Deporte, de la segunda

y tercera etapa de educación básica, específicamente se

involucraron docentes de aula con el título de

Licenciados en Educación Mención Educación Integral.

Las unidades de análisis fueron recogidas

primeramente, a través de la consulta de fuentes

bibliográficas y en segundo lugar, valiéndose de

13

grabaciones como tipo de instrumento de observación

participante. En ambos casos, las unidades de análisis

fueron organizadas, procesadas y analizadas

cualitativamente, siguiendo los procesos de

categorización, comparación e interpretación (teorización

original), considerando las funciones del discurso, de

las cuales se mencionan: la expresiva, la apelativa, la

referencial y la metalingûística (Padrón, 1996).

Por último, los beneficiarios del estudio son

investigadores, profesionales de la docencia, psicólogos,

lingûistas y en general académico que de una u otra

forma se sientan identificados con el estudio.

14

CAPÍTULO I

ORIENTACIONES GENERALES DEL ESTUDIO

Se asume el aula como un espacio de intercambios

socioculturales donde se producen comportamientos

valorativos que tienen estrecha relación con las

demandas, conflictos e influencias de la sociedad y la

cultura sobre los participantes en un proceso educativo.

Concebir el aula desde esta perspectiva supone considerar

tanto las acciones verbales como no verbales del docente

y de los alumnos, en el contexto que define el aula,

infiriendo las intencionalidades del comportamiento

interactivo bajo la influencia de las llamadas "variables

contextuales", psicológicas y sociales. (Tifunoff, citado

en Pérez Gómez,1998).

Lo que ocurre dentro de un aula es una especie de

"maraña interactiva" compleja y dialéctica, en la que

intervienen factores o elementos de diversos tipos

(preferencias, sentimientos y emociones, creencias,

ideales, metas u objetivos, conocimientos y experiencias)

que desencadenan sutiles y variados procesos

comunicativos e interactivos.

En el aula, están involucrados conflictos y

contradicciones ocasionados por la cohesión entre la

normativa de las instituciones sociales que representan

las concepciones y estructuras de poder imperantes, con

las manifestaciones o resistencias sociales que se

generan en las instituciones educativas. De modo que el

15

docente refleja intereses y conflictos sociales que se

manifiestan en acciones y prácticas cotidianas a través

del discurso manifiesto y oculto, verbal y no verbal del

mismo docente. Uno de tales conflictos es el de tipo

comunicativo, cuya manifestación en los procesos de

interacción que ocurren en el aula es indiscutible.

En sí, el objeto del conocimiento, se encuentra

contenido parcial o totalmente en el discurso del

docente, en los recursos para el aprendizaje, en el

entorno físico, social, familiar y en el grupo de clase.

El docente gerencia los objetivos y contenidos por medio

del discurso (interacciona), éste debe estar encaminado a

mediar el aprendizaje, cuidando de no predirigir la

información, de interponerse entre el sujeto y el objeto

de conocimiento, evitando introducir distorsiones que

desvíen u obstruyan la comprensión, la curiosidad, el

surgimiento de la motivación intrínseca inherente en la

construcción del aprendizaje.

De esta interacción se desprenden acciones que se

adecuan, corrigen o ajustan en una dimensión dinámica,

cambiante, que compromete unas políticas muy concretas,

resultado de ciertos saberes y culturas que entran en

consonancia en un momento dado.

Cabe destacar que, dentro de este proceso, se

percibe una acción, que se relaciona con el desarrollo

del ser humano, una realidad que se concreta con la

experiencia y cultura y una influencia que consciente o

inconscientemente lleva implícita la intención o el

propósito educativo.

16

Al respecto, Vygotsky (citado por Wertsk, 1988)

afirma que la interacción es considerada como una

herramienta psicológica social, en el sentido de que es

el producto de la evolución socio-cultural cuya función

principal primaria tanto para los adultos como para los

niños es la comunicación, de contacto social, de

interacción plena, de influencia sobre los individuos del

entorno.

El desenvolvimiento cotidiano está impregnado de

frases o expresiones que comparten individuos y grupos de

una misma cultura quienes las reflejan a través de su

interacción comunicativa, sus acciones y comportamientos.

De modo que, si se desea comprender, interpretar y

explicar el significado de la dimensión comunicativa que

subyace en una determinada realidad, en su contexto

temporo-espacial específico, es preciso conocer el

discurso explícito y oculto que subyace en la interacción

social, así como el significado que se otorga a dicho

discurso.

Al respecto, el aula supone experiencias

comunicativas, que involucran una actitud abierta que

muestra un ser humano respecto de la presencia de otro.

Por ello la utilización de un lenguaje y de una expresión

corporal significativa, como factores importantes de la

interacción docente, marcan una pauta en el

fortalecimiento de la utilización de un determinado

discurso. En el discurso del aula, los participantes

(docente y alumnos), en un momento determinado,

interactúan social y académicamente, a través de los

procesos dialógicos que eventualmente permite a los

17

estudiantes inferir conceptos, analizar leyes y

reflexionar sobre valores implícitos de la materia.

Sin embargo, en esta experiencia comunicativa surgen

problemas que se relacionan con la práctica pedagógica,

la formación y cultura docente; día a día la gran mayoría

de los docentes se ven involucrados en prácticas

pedagógicas donde predomina una educación rutinaria,

memorística y verbalista, aunque también existen docentes

que de una u otra forma responden a estas críticas y

tratan de legitimar ante la sociedad su identidad y su

quehacer.

Como afirma Pérez Gómez (1998):

Es fácil reconocer cómo la escuela, ha ejercido y sigue ejerciendo un poderoso influjo etnocéntrico, algunos maestros refuerzan de manera machacona la tendencia etnocéntrica de los procesos de socialización, tanto en la delimitación de los contenidos y valores del curriculum, como en la manera de interpretarlos como resultados acabados, así como en la forma unilateral y teórica de transmitirlos y en el modo repetitivo y mecánico de exigir su aprendizaje. (p.34)

Por ello, el cambio educativo ha de provocar y

facilitar el perfeccionamiento de la institución y el

desarrollo individual, mediante la transformación de la

cultura docente, de la cultura de la escuela y de la

cultura experiencial de los agentes implicados. No

obstante, esa cultura docente se halla impregnada de la

utilización del lenguaje como mediatizador del desarrollo

social y cultural del niño.

18

Al respecto, refiere Vasco (1997) que “el proceso

educativo es una estructura comunicativa. Educación es

primero que todo comunicación, tanto que si la

comunicación se desvirtúa fracasa el proceso educativo”.

(p.41). Por lo que, si el principal ente comunicacional

en este proceso es el docente, él indudablemente está

influido por una cultura tradicional que determina su

modo de pensar, sentir y actuar y que adecua a los

cambios acelerados que ocurren en su entorno.

Del mismo modo, Scribner y Cole (1982), citados por

Gimeno Sacristán y Pérez Gómez (1998), plantean que la

enseñanza debe descansar sobre el lenguaje” (p.29) Por lo

tanto, el lenguaje adquiere un papel fundamental por ser

el instrumento básico del intercambio simbólico entre el

docente y los alumnos. El docente utiliza el lenguaje y

éste en su interacción social implica el uso de signos

con un significado generalizado que juega un rol

fundamental en el desarrollo de los procesos mentales del

individuo.

Así, según Pérez Gómez (1998) “la cultura docente se

identifica con una perspectiva cultural y academicista

que la ubica dentro de un enfoque tradicional con un

carácter político esencialmente conservador”, aunque en

la actualidad, este planteamiento parezca contradictorio,

sigue siendo un enfoque vigente en muchas instituciones

educativas, que ejerce notable influencia en el pensar

común de la sociedad y en el pensar y hacer de los

propios docentes.

19

En esta perspectiva, Gimeno Sacristán y Pérez Gómez

(1998) plantean que:

El conocimiento acerca de la enseñanza se ha ido acumulando lentamente a lo largo de los siglos por un proceso de ensayo y error, dando lugar a una sabiduría profesional que se transmite de generación en generación, mediante el contacto directo y prolongado con la práctica pedagógica del docente experimentado(p.27) Por ello, el conocimiento profesional presente en el

buen hacer del docente experimentado es tácito y

teóricamente poco organizado, que se aprende en un largo

proceso de inducción y socialización para asimilar una

cultura. Al respecto Zeichner (citado por Gimeno

Sacristán y Pérez Gómez, 1998) plantea: “La relación

docente-alumno se considera el vehículo más apropiado

para transmitir al novicio el conocimiento ‘cultural’ que

posee el buen profesor. El futuro profesor o docente es

considerado claramente como recipiente pasivo de este

conocimiento".(p.32)

Uno de los aspectos más relevantes, según Pérez Gómez

(1998) es que “esta cultura escolar se asienta en una

forma de práctica no reflexiva, intuitiva y fuertemente

rutinizada y se afianza en la utilización de un discurso

que se manifiesta en el ‘mundo privado’ del aula”, con un

conocimiento profesional acumulado a lo largo de décadas,

saturado de sentido común que se destila en la práctica.

Es interesante, ampliar esta interpretación culturalista

a la comprensión de la vida de la escuela y entenderla

como un cruce de culturas, que provocan tensiones,

aperturas, restricciones y contrastes.

20

Por lo que, al interpretar los factores que

intervienen en la vida escolar como culturas, resalta el

carácter sistémico de los elementos que influyen en la

determinación de los intercambios y conductas dentro de

la institución escolar. Como afirma Pérez Gómez (1998) la

interacción docente-alumno se encuentra impregnada de

vicios y obstáculos “epistemológicos” del saber,

inducidos y conformados por las presiones explícitas o

tácitas de la cultura e ideología dominante, donde ambos

están en una situación paralizante. La autora se pregunta

¿acaso el docente y el alumno no viven su realidad?. Al

respecto, Mora-García (1997) afirma que “las prácticas

pedagógicas deben ser repensadas en presencia de

una realidad cambiante”.(p. 16).

Ante esta situación, la escuela, el docente y la

práctica pedagógica sufren una de las crisis más

significativas, entre otras razones porque son los mismos

alumnos quienes denuncian muy sutilmente que los

discursos, conocimientos y aprendizajes impartidos en la

escuela no son relevantes para la vida; lo demuestran día

a día en su vivir con rasgos de insuficiencia,

dependencia e inseguridad.

Por lo que, para cubrir tales deficiencias surgen

desde temprano y a lo largo de la historia diferentes

formas de abordaje como son la reflexión y el cambio de

la cultura docente, que constituye para Pérez Gómez

(1998) “el componente privilegiado de la cultura de la

escuela que se especifica en la calidad, sentido y

orientación de las relaciones interpersonales, métodos,

21

definición de roles y procesos de toma de

decisiones”(p.163).

Por supuesto, hay quienes argumentan que esta

práctica pedagógica tiene su origen en la cultura y

formación docente dominante, bajo la concepción de un

enfoque tradicionalista, según Scardamalia y Bereiter en

1989 (citado por Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, 1998),

“la función de la escuela y de la práctica docente del

maestro es transmitir a las nuevas generaciones los

cuerpos de conocimientos disciplinares que constituyen

nuestra cultura” (p.36) Esta perspectiva ha gobernado y

sigue gobernando la mayoría de las prácticas de enseñanza

que tienen lugar en nuestras escuelas.

No obstante, en nuestros días la educación es

diferente, ya que el abrumador poder de socialización que

han adquirido los medios de comunicación de masas,

plantea retos nuevos e insospechados a la práctica

educativa en la escuela, dinámica y requiere de la

emergencia y fortalecimiento del docente, donde la

función educativa, referida por Pérez Gómez (1998)

“ofrezca al individuo la posibilidad de detectar y

entender el valor y el sentido de los influjos explícitos

o latentes que está recibiendo en su desarrollo, como

consecuencia de su participación en la compleja vida

cultural de su comunidad” (p.18).¿Se adapta la cultura

existente a los cambios del mundo global? Si esta

adaptación la enfocamos desde el punto de vista de la

cultura docente, innegablemente la respuesta es negativa,

ya que el docente no está respondiendo al impacto de los

cambios estructurales y culturales, porque su práctica

22

pedagógica, según Pérez Gómez (1998), “... no se sustenta

en una concepción de cambio como desarrollo de la

autonomía personal” (p.24).

Evidentemente, la realidad educativa refleja la

esencia de su práctica a través del discurso. A partir

de él se deduce cómo ha sido la formación del docente, la

estructura de la sociedad, las presiones de los lugares

de trabajo y las condiciones de la vida profesional de la

enseñanza, que de alguna manera proyectan sentimientos de

frustración y fracaso, como una preocupación constante.

Además, el discurso pedagógico es una forma de

razonamiento que circula en las organizaciones educativas,

y que pone de manifiesto la adhesión de los participantes

del hecho educativo al orden institucional, a lo

instituido, y a las ideas y representaciones cristalizadas

en torno a un régimen de verdad. Como todo discurso, es

controlado con una serie de procedimientos que tienen

varias funciones: conjurar peligros, seleccionar lo que

conviene, redistribuir lo que se debe saber y lo que se

debe hacer.

Por otra parte, es una práctica que involucra la

utilización de un lenguaje asequible para el niño y el

adolescente y naturalmente esta responsabilidad es una

tarea para la que se necesita una sensibilidad extrema y

por otra parte, el aspecto vital del propósito pedagógico

es mucho más trascendental que cualquier afirmación

intelectual de intenciones que se pueda tener respecto

de la situación o del futuro del niño.

Por lo que, la formación docente, el psiquismo y la

conducta intelectual juegan un papel muy importante en la

23

relación maestro-alumno. Es así como el discurso

pedagógico, según Gimeno Sacristán y Pérez Gómez (1998),

“es el resultado de una peculiar y singular impregnación

social del organismo de cada individuo” (p.14). Esta

impregnación está relacionada con el nivel de desarrollo

alcanzado en función de las experiencias previas del

mismo docente. Por ello la actividad y la coordinación de

las acciones que éste realiza y la apropiación del bagaje

cultural producto de la evolución histórica de la

humanidad es responsable de la formación de las

estructuras formales de la mente y que de algún modo se

comunican de generación en generación.

La posición anterior está avalada por Bernstein

(2000), quien afirma que la interacción docente es en

última instancia el medio fundamental para la producción,

reproducción y transformación de la cultura.

En esta transmisión no sólo están implicados los

contenidos, conocimientos de la realidad espacio temporal

o cultural, sino también suponen formas, estrategias,

modelos de conocimiento, de investigación, de

relación..., que el alumno capta, comprende, asimila y

practica. Además, el discurso pedagógico es, según

Gallego-Badillo (1997):

Epistemológicamente hablando, una estructura explicativo-descriptiva e hipotético-deductiva que se elabora allegando los saberes pertinentes de la psicología cognitiva y de la evolutiva, de la sociología, la antropología cultural, la epistemología e historia de los diferentes saberes al interior de la constitución de la multiplicidad de su objeto de conocimiento, de la psicolingûística, la semiótica y la neurología, sin ser ninguno de ellos, sin sufrir de "ismos".(p.36).

24

De modo coherente, Pérez Gómez (1998) reafirma que la

escuela soviética concede una importancia fundamental al

desarrollo del lenguaje, puesto que “la palabra es el

instrumento más rico para transmitir la experiencia

histórica de la humanidad”(p.42). Cabe preguntarse ¿ Cuál

es la teoría implícita sobre el discurso pedagógico y las

relaciones interpersonales que posee el docente?

La base de esta teoría, se ubica en observaciones

previas al discurso utilizado por el docente, diariamente

se escuchan frases como éstas: vas a salir con garrote,

no seas burro ¿quién está estudiando? ¿tú o tu mamá?,

vienes a calentar un pupitre, espero que hoy vengan mejor

preparados, ¿entienden más o menos?, pobrecito: él no

tiene la culpa, el que asa dos conejos alguno se le

quema, si no prestan atención no van pa´l baile y otras

más, me los voy a llevar por los cachos, estudien: porque

están fritos, los tengo montados en la olla, si es a

través del lenguaje como el niño se adueña de un nuevo

factor de desarrollo, de la adquisición de la experiencia

humana social, entonces ¿Cómo se explica que el docente

emplee estas frases? Definitivamente, el docente, según

Cazden (1991) debe “mantener su teoría sobre el lenguaje,

abierta a una posible revisión, ya que incurre en actos

amenazantes de cara, que constriñen la libertad de los

alumnos y critican su comportamiento y su trabajo,

frecuentemente en público” (p. 174).

Como afirma Bogoyavlensky, citado por Pérez Gómez

(1998), “el lenguaje, pues, es el instrumento prioritario

de transmisión social” (p.21), por lo que, el lenguaje es

25

asimilado en la comunicación que se desarrolla con los

adultos y pronto se transforma establemente de medio de

generalización, en instrumento de pensamiento y en

instrumento para regular el comportamiento.

Cabe destacar, que en la interacción docente-alumnos

se perciben a través del discurso pedagógico elementos o

rasgos característicos que se identifican con ironía,

entendida ésta según Maturana (1997) como “la

manifestación verbal o gestual, que lleva implícito un

fingimiento, una burla sutil, carácter ficticio de

contradicción entre lo que se dice y lo que realmente se

quiere dar a entender”. Desde este punto de vista, es

importante reconceptualizar este término y relacionarlo

con la interacción docente, pues esta interacción se

constituye en una dimensión microscópica de los aspectos

macroestructurales (sociales, culturales e

institucionales) que permite comprender las disfunciones

y los complejos problemas de la comunicación, que son

considerados un factor importante en la calidad de la

acción pedagógica.

El enfoque psicológico analiza los fenómenos de la

comunicación y de la interacción desde la perspectiva

individual, la cual implica el empleo de variables

estrictamente psicológicas. Es decir, variables internas

del sujeto: afectivas (actitudes, motivaciones,

sentimientos, emociones), cognitivas y de acción, que

provocan disfunciones o acciones inapropiadas a su

condición natural como ser social.

Por otro lado, al abordar a la ironía desde una

perspectiva hermenéutica se analizó el discurso

26

pedagógico en el contexto del aula, para llegar a la

"interpretación" (Habermas, 1983), se hizo énfasis en los

significados e intenciones del docente que interactúa en

un determinado escenario.

En el marco de la investigación se profundizó sobre

aspectos referidos al discurso pedagógico de la ironía y

la interacción docente. Este estudio se orientó hacia la

conceptualización del término ironía como primer paso de

la investigación, ya que existían diferentes acepciones

que representaban enunciados categóricos interpretativos,

lo que obstaculiza la esencia de la investigación. Al

respecto es necesario distinguir y clarificar el concepto

de ironía como acto de pensamiento y el concepto ironía

como contenido de pensamiento para posteriormente

relacionarlo con el discurso pedagógico y se estudió

desde un enfoque hermenéutico-crítico la medida en que

está presente, las distintas ocasiones en que se presentó

y sus diferentes modalidades en función de la interacción

docente.

Se planteó la necesidad de conceptualizar este término

enfocado a la investigación de procesos discursivos y

culturales en educación, por ello para dar cuenta del

problema general de investigación se explicó la dimensión

del lenguaje no como un área secundaria al análisis en

los procesos de construcción teórica en torno a la acción

social, en cualquier ámbito sociocultural donde tal

concepto operara, sino como la dimensión básica de las

acciones cotidianas, las cuales fundarían las estructuras

básicas de la conducción social colectiva. Por lo tanto,

el concebir constructos teóricos sobre la acción social

27

es la base para un análisis de las estructuras

internacionales en el salón de clases sobre el orden

conversacional diario.

El tránsito hacia una visión más activa del lenguaje

y, por lo tanto, de los discursos, es parte del

aprendizaje que se necesita profundizar actualmente, se

reconoce que de manera lenta e irreversible el discurso

no es un mero instrumento pasivo en la construcción del

sentido que toman los procesos sociales ya que, la

preocupación por el discurso es parte de una preocupación

mayor: el lenguaje. Por ello, Foucault (1969) señala que

“es fundamental analizar los sistemas de discursividad

dominantes, indagando ‘la voluntad que los mueve’, ‘la

intención estratégica que los sostiene’.” También

Martinic (1992) plantea que hoy parece que estamos en un

momento de retorno crítico al lenguaje, ante una nueva

concepción:

“observar el lenguaje como una acción y no sólo como medio de representación de la realidad, nos obliga a realizar un giro importante (...) en estos contextos educativos se habla de la realidad, pero al mismo tiempo se produce otra realidad a través del lenguaje” (p.29).

Por lo tanto, el elemento clave para regular los

procesos interactivos es el discurso pedagógico de un

docente en su ambiente de trabajo, a través de los

textos. Al analizar cada texto, definido por Padrón

(1996) “como el resultado de la transmisión de

representaciones mentales por una vía física de

percepción, mediante un lenguaje y a partir de ciertas

28

condiciones socio-espacio-temporales", se tiene la

intención de captar el principio crítico y conceptual

que, como hilo conductor, se halla presente en todo

pensamiento humano, y cuyo punto de partida está en el

discurso que utiliza diariamente el docente, dentro del

cual se afirma que el discurso pedagógico de la ironía es

puesto en práctica por cada uno, de manera consciente o

inconsciente, como la primera (y por ello mismo, la más

abstracta) manifestación subjetiva basada en la

importancia hermenéutica-crítica que el concepto de

ironía ha tenido, sobre todo en las relaciones

interpersonales.

Por ello, se trata primeramente de explicar la

dimensión del lenguaje o del discurso, como la dimensión

básica de las acciones cotidianas (como las acciones

sociales por excelencia), las cuales fundarían las

estructuras básicas de la conducción social colectiva. Al

respecto, Mehan (1996) expresa que

“los lenguajes (verbales y no verbales) construyen in situ la realidad del aula como una particular realidad sociocultural, mostrando tanto la configuración edificante de los procesos educativos como sus estructuras represivas y/o reproductivas del status quo de los sistemas educacionales”.(p.36).

Línea de investigación a la cual se ajusta el

Estudio

Este proyecto se ubica dentro de los estudios de

doctorado de la Universidad Nacional Experimental Simón

Rodríguez, en el macro-programa de investigación,

titulado investigación y docencia, y en la línea de

29

investigación: enseñanza/aprendizaje de la Investigación,

la cual está dirigida al estudio de los procesos ligados

a la acción de enseñar y aprender a investigar como vía

de solución a los problemas que dicha acción presenta,

siendo las actividades que los investigadores desarrollan

en esta línea una vía de respuesta al problema de

desvinculación entre los procesos de investigación y las

necesidades de conocimiento, en razón de que las mismas

se organizan sobre la idea de Programas de Investigación.

El área básica de interés de la línea está definida

por los procesos de adquisición de competencias

investigativas, tanto desde el punto de vista de quienes

intentan proveer esas competencias (punto de vista

organizacional, curricular e instruccional) como desde el

punto de vista de quienes pretenden desarrollarlas en sí

mismos (punto de vista psicológico, sociológico, etc.).

Dentro de la línea de investigación

enseñanza/aprendizaje de la investigación se ubica el

programa de estudios sobre los procesos de investigación

dentro del cual se encuentra inserta esta tesis, dicho

programa trata de trabajos que permitan una profunda y

adecuada conceptuación de los procesos de investigación,

antes de que puedan ser utilizados en la esfera de la

enseñanza y el aprendizaje de los mismos.

El programa está subdividido en cinco subprogramas: el

subprograma de estudios sobre investigación en cuanto

proceso lógico, el de la investigación en cuanto hecho

social y organizacional, el de la investigación en cuanto

hecho psicológico y cognitivo, el subprograma comodín y

el subprograma de estudios sobre la investigación en

30

cuanto hecho semiótico y discursivo, en este último se

ubica la tesis de investigación del estudio.

De acuerdo con lo expuesto, el estudio describió

previo a una revisión bibliográfica de la información

teórica, todo lo relacionado con la interacción docente y

el discurso pedagógico de la ironía (fase descriptiva)

para luego en una fase analítica relacionar las ideas

centrales de las teorías bajo estudio. Por último, en la

fase explicativa, previo análisis cualitativo de lo

descrito y analizado, se obtiene un modelo teórico, que

facilita la comprensión de las teorías estudiadas,

tomando en cuenta las pre-categorías teóricas y las pre-

categorías reales obtenidas de la observación empírica.

Para finalizar, se puede decir que el estudio se

inserta en la línea de investigación

enseñanza/aprendizaje de la investigación, forma parte de

un gran programa institucional y de un subprograma de

estudios sobre la investigación como hecho semiótico y

discursivo que busca a partir de la comprensión de las

dinámicas culturales contemporáneas, desarrollar

competencias comunicativas en los docentes que

contribuyan a transformar la interacción docente-alumno.

El desarrollo de las competencias comunicativas en

los docentes representa la interacción positiva pues

tiende a mejorar la calidad del pensamiento grupal.

31

Enfoque Epistemológico que Sustenta el Estudio.

La educación en cuanto cuerpo de conocimientos y los

hechos educativos en cuanto práctica real, son

susceptibles de investigación y a través de la historia

han sido tratados bajo diversas concepciones o enfoques

que, a su vez, descansan en una base epistemológica

determinada. El basamento epistemológico permite

establecer las condiciones fundamentales de coherencia y

validez que, desde el punto de vista de la filosofía y

metodología de la ciencia, sustentan y justifican las

decisiones tomadas en la búsqueda de una respuesta a una

necesidad de conocimiento.

La escogencia de esa base y de sus respectivas

concepciones investigativas, es decir, de lo que podría

llamarse “Modelo Epistemológico-Metodológico” del proceso

de investigación, depende estrechamente de las

circunstancias particulares que rodean el hecho a

investigar en un cierto ámbito socio-cultural y, sobre

todo, del tipo de “estilo de pensamiento” de la

investigadora. Aparte de esto, muchos autores han

planteado que esa escogencia epistemológica tiene

motivaciones individuales de orden psicológico, hasta el

punto de que los individuos pueden ser clasificados en

“tipos” de acuerdo con su tendencia hacia una u otra

escogencia.

32

Beveridge (1986) expone una reseña de estos autores y él

mismo, acogiéndose a esa idea, insiste en que:

El estudiante puede hallar por sí mismo su natural tendencia hacia uno u otro de estos tipos. Bencroft opina que difícilmente un tipo pueda convertirse en el otro. Probablemente, lo mejor es que cada quien siga su tendencia natural y a uno le gustaría saber cuántos científicos no han sido influenciados por el maestro con quien comenzaron. Lo realmente importante es no esperar que todo el mundo piense del mismo modo que nosotros. Es una gran desgracia para un joven científico del tipo especulativo natural, caer bajo la influencia de un tipo sistemático y que éste llegue hasta el extremo que, por tratar de reprimir su imaginación, logre aniquilarla por completo (p.227).

Esto induce a pensar que el enfoque epistemológico de

una investigación no puede ser impuesto desde núcleos de

autoridad académica ni desde modas intelectuales, sino que

debe responder a los intereses del investigador y a las

circunstancias de trabajo.

Todo esto significa que, por encima de la discusión

acerca de cuál es la mejor escogencia, lo más importante

es que la investigación sea coherente con un trasfondo

epistemológico y que éste se explicite y justifique a

satisfacción, por referencia con las investigaciones

exitosas que han tenido lugar en la historia de la ciencia

bajo el enfoque seleccionado y, correlativamente, también

por referencia con alguna corriente de pensamiento que lo

haya justificado, explicado y promovido.

En este caso, y sin menospreciar otras opciones

epistemológicas, para la concepción y realización del

presente estudio se asumió la hermenéutica como posición

33

filosófica, bajo el modelo “Hermenéutico-Crítico” de base

teórico-deductivo y que tiene sus expositores y defensores

en autores como Habermas (1999), Argyris (1985), Gimeno

Sacristán-Pérez Gómez (1998), Bernstein (2000) y Padrón

(1996).

El enfoque Hermenéutico-Crítico intenta una

reconsideración del problema de la racionalidad en

conexión con la discursividad y el significado en el marco

de su relación con el mundo de la vida, con la praxis

interpersonal y la acción comunicativa. Intenta

reconciliar este problema de la racionalidad con la

preocupación de la teoría crítica por la clarificación de

la acción social, entendiendo ésta en el marco de la

interacción simbólica.

Así mismo, se puede decir que la investigación se

aborda desde un enfoque inspirado en la teoría misma

propuesta por Habermas (TAC), a la cual se le ha llamado

“hermenéutica-crítica”. Para poder sustentar este enfoque

se hace necesario abordar la problemática de la

comprensión (Verstehen) y la explicación (Erklâren) en las

ciencias sociales, para llegar a enfatizar en la

“comprensión” al interior de la crítica-hermenéutica de

Habermas en el análisis del uso del lenguaje y que

Habermas llama “Tipos puros de interacciones mediadas

lingüísticamente”, los cuales son los que en últimas

permiten develar la racionalidad de la acción, a partir de

las conexiones entre lenguaje, acción y racionalidad, por

medio de la comparación analítica de los lenguajes de los

textos con los conceptos de la pragmática formal del

lenguaje.

34

Una vez seleccionado el modelo epistemológico como

soporte elemental de investigación, se escogió el método,

el cual debe ser adecuado y coherente con respecto a dicho

modelo. Como se indicó antes, en esta investigación el

modelo epistemológico seleccionado es el hermenéutico-

crítico, y su método asociado es el análisis hermenéutico.

Este método “se convierte en una interpretación que además

de partir de lo dado, busca lo no manifiesto, es decir,

encontrar en el lenguaje tanto lo intencional como lo no

intencionado de las expresiones"(Habermas, 1999).

35

CAPÍTULO II

PLANTEAMIENTOS CENTRALES DEL ESTUDIO

Espacio Observacional (Planteamiento del Problema). Este aspecto está referido a las descripciones

intersubjetivas del investigador. Expresado de una manera

sencilla, corresponde al espacio de hechos, al contexto

donde se ubica el tema objeto de investigación, según las

apreciaciones del investigador. Es decir, lo que éste ve

y lo motiva a emprender el proceso investigativo. En este

sentido se presenta lo siguiente:

La escuela, al igual que el conjunto del sistema

educativo, vive hoy grandes crisis, que pueden resumirse

en el concepto de "destiempo" frente a los procesos

culturales y a los cambios estructurales de la sociedad

venezolana, situación que ha determinado que el Gobierno

implemente en los últimos años una serie de reformas

educativas con la intención de que la escuela se adecue a

las nuevas condiciones y necesidades del país.

Igualmente, se percibe una tendencia cultural dominante

de dar un tratamiento instrumental a lo comunicativo,

concepción que permea múltiples escenarios de la vida

social en general.

Al respecto, se reconoce que el componente

comunicativo de la escuela es uno de los ejes claves para

llevar a cabo la renovación del proceso educativo, en el

sentido de propiciar el desarrollo de competencias

comunicativas que, por una parte, estén acordes con las

expectativas de niños, niñas y jóvenes respecto de la

36

apropiación y creación de saberes realmente conectados

con las exigencias del mundo que viven, en sus

cotidianidades, y por otra, que estén orientadas a la

formación de personas críticas y participativas social y

políticamente.

Sin embargo, se detectan deficiencias que se pueden

evidenciar en los siguientes planteamientos:

Primero, no se están formando individuos críticos frente

a la realidad educativa y comunicativa del país, a los

saberes que circulan institucionalmente, a las formas de

organización escolar y a la vinculación de la escuela con

la sociedad, ya que el docente continúa utilizando el

discurso de hace diez años, memorístico y rutinario,

además dirige la jornada a través del lenguaje en un 90%.

Segundo, en la interacción docente-alumno no se ofrecen

alternativas pedagógicas que den cuenta del acelerado

avance de las tecnologías de la comunicación, del

surgimiento de nuevas sensibilidades y de la

intensificación y multiplicación de los procesos

comunicativos del mundo contemporáneo de tal manera que

permitan a los individuos asumir una posición consciente

y creativa.

Tercero, no se desarrollan competencias comunicativas que

incorporen los nuevos lenguajes, de tal manera que los

procesos pedagógicos dentro y fuera de la escuela se

vean enriquecidos por esta dimensión.

Cuarto, no se detecta la creación de nuevos proyectos

relacionados con la interacción docente y su discurso.

Según los planteamientos mencionados, por los cuales

los docentes crean relaciones interpersonales

37

disfuncionales, se generan una serie de consecuencias

negativas como: baja productividad, evidenciada en bajo

rendimiento, atraso en los estudios y deserción, poca

motivación, actitudes violentas, escasez de ideales de

armonía, consenso y cooperación, pérdida de valores,

inmadurez e inconsciencia hacia lo ecológico y ambiental.

Formulación de la Pregunta de Investigación.

Puesto que se ha visto que las relaciones

interpersonales docente-alumno asociadas al discurso

irónico presentan deficiencias, es evidente la presencia

de una concepción reduccionista de la relación

comunicación-educación, es necesario comenzar por definir

la comunicación como el aspecto dinámico de la cultura,

esto es, como matriz de la actividad humana, pues en

cualquier situación de interrelación no es posible dejar

de comunicarse. Teniendo en cuenta, además, que la

interacción docente es una práctica cultural, debe

concluirse que es de por sí un acto comunicativo. Sin

embargo, tratándose de una forma especial de interacción

por la cual el sistema social pretende influir en el

saber, la conducta y las formas de valoración de los

individuos, la interacción docente es también una

modalidad especial de comunicación pues se da una

intencionalidad perfectiva por la cual se busca que el

educando se acerque a un tipo normativo aceptado por el

entorno social con ideales de armonía, consenso y

cooperación implícitas en la acción docente positiva.

Puesto que se ha visto, que en las aulas de clase de

las Unidades Educativas de Venezuela en general y en las

38

aulas de clase de la segunda y tercera etapa de Educación

Básica en particular, presentan deficiencias en cuanto a

las relaciones interpersonales asociadas al discurso

pedagógico de la ironía y por lo tanto se les dificulta

mantener una interacción docente positiva no

disfuncional, se hace necesario explicar las disfunciones

interpersonales docente-alumno a partir de las formas

irónicas presentes en el discurso del docente, para

derivar de allí un modelo teórico que explique dichas

disfunciones.

En tal sentido, la Pregunta de Investigación del

presente Estudio es la siguiente:

¿Qué disfunciones en las relaciones interpersonales

docente-alumno se expresan a través de las formas

irónicas en el discurso del docente?

Objetivos del Estudio.

Objetivo general

Explicar las disfunciones interpersonales docente-

alumno a partir de las formas irónicas presentes en el

discurso del docente.

Objetivos Específicos

-Analizar el discurso del docente y la interacción

docente-alumno.

-Analizar las implicaciones de las disfunciones

interpersonales que se expresan bajo la forma de ironías

discursivas en la acción docente.

-Explicar las disfunciones interpersonales docente-alumno

a partir de las formas irónicas presentes en el discurso

del docente a través de un modelo teórico.

39

Beneficiarios y Destinatarios del Estudio. Puesto que el objetivo general del estudio consiste en

explicar las disfunciones interpersonales docente-alumno

a partir de las formas irónicas presentes en el discurso

del docente, a nivel de la segunda y tercera etapa de

educación básica y se pretende derivar un modelo teórico

que explique dicho objetivo para elevar la efectividad

docente en función de las relaciones interpersonales y su

discurso, los beneficiarios del estudio son

investigadores en el área de lingüística, del área de

análisis del discurso, psicólogos, sociólogos,

investigadores en el área de educación, docentes de aula

y público académico.

Alcances y Limitaciones del Estudio.

Alcances.

El estudio pretende describir las disfunciones

interpersonales asociadas al discurso pedagógico de la

ironía, para derivar de allí la explicación de las

disfunciones interpersonales asociadas al discurso

pedagógico de la ironía a través de un modelo teórico, a

fin de comprender y expresar las características

fundamentales de la teoría de la acción comunicativa y la

teoría del discurso pedagógico, asimismo este modelo será

una referencia teórica para la concepción, formulación e

implementación de las estructuras discursivas. Esta

naturaleza teórica está definida por la necesidad de

explicar las disfunciones interpersonales y el discurso

40

pedagógico de la ironía utilizado por el docente, que

innegablemente forma parte de su realidad o experiencia.

Limitaciones.

El estudio no pretende dar una visión de cada una de

las teorías de comunicación y relaciones interpersonales

a los cuales puede ajustarse una determinada

investigación.

Cabe anotar que el estudio presenta algunas

limitaciones que se refieren a una no siempre fácil

comprensión de sus contenidos. Por ello es necesario

señalar que aunque se ha hecho un gran esfuerzo por

presentar los planteamientos de Habermas de la manera más

sencilla posible, la lectura de tales componentes

teóricos requiere la máxima atención, además de un

conocimiento general de la obra de este autor desde sus

primeros escritos.

Además, no se hizo un análisis de los procesos

comunicativos en el aula, sólo se consideraron elementos

que determinados por las características de la relación

interpersonal, emergen desde fenómenos que están al

margen de las intencionalidades subjetivas del discurso

docente, pero no se desconoce la influencia de otros

factores como los mecanismos de transferencia, proyección

e identificación que plantea Bateson (1986).

Tampoco se hizo un análisis sobre las formas de

producción y reproducción del poder a través del discurso

pedagógico, sin embargo se reconoce la existencia de

41

otras formas de mediación al margen de la interacción

docente-alumno.

Por último, la investigación propuesta sólo atendió a

una construcción teórica, sin pretender instrumentaciones

ulteriores ni descripciones observacionales que extiendan

el análisis hasta sus derivaciones operativas.

Definición de Términos Básicos.

Competencia Comunicativa:"se refiere al conocimiento y a

la capacidad de una persona para utilizar todos los

sistemas semióticos a su disposición como miembro de una

comunidad sociocultural dada".(Dell, 1996).

Discurso:"aquél que tiene doble carácter de proceso y de

producto semiótico cuya complejidad estructural

trasciende los límites de la frase u oración y se ubica

al mismo nivel y en estricta correspondencia con un

contexto situacional". (Padrón, 1996).

Discurso Pedagógico de la Ironía: Es un principio

recontextualizador en una relación especial mutua a

efecto de transmitir, reproducir y organizar ideas de

acuerdo a un recurso lingüístico producto de la presencia

simultánea de perspectivas diferentes.

Dispositivo Pedagógico: "condición para la producción,

reproducción y transformación de la cultura y proporciona

la gramática intrínseca del discurso pedagógico a través

de un complejo conjunto de reglas". (Bernstein, 2000).

Enfoque Hermenéutico-crítico: se relaciona con la

posición epistemológica inspirada en la comprensión

interpretativa-crítica de la realidad.

42

Interacción Docente: es la relación que se establece

entre docente-alumno a través del conjunto de reglas que

regulan diferentes formas de realización de la

interacción, ésas reglas son una especie de mediadores

semióticos en el proceso de transmisión de los diferentes

significados de la cultura.

Ironía: el producto de la presencia simultánea de

perspectivas diferentes, esta coexistencia se manifiesta

al yuxtaponer una perspectiva explícita, que aparenta

describir una situación, y una perspectiva implícita, que

muestra el verdadero sentido paradójico, incongruente o

fragmentario de la situación observada.

Relaciones Interpersonales Disfuncionales: es el trato

entre personas en la cual hay contradicción o

funcionamiento inadecuado con respecto a ideales de

armonía, consenso, cooperación y otros.

Teoría del Discurso Pedagógico: formada por un sistema

que relaciona leyes sobre el Discurso Pedagógico y ofrece

una explicación de las mismas, que permite comprender los

complejos problemas de la comunicación, la

intersubjetividad y la identidad.

Justificación e Importancia del Estudio. En función de dar respuesta a las necesidades reales de

la sociedad venezolana en materia educativa, este

estudio, al dar explicación en cuanto a las disfunciones

interpersonales docente-alumno a partir de las formas

irónicas presentes en el discurso del docente, de las

etapas segunda y tercera de educación básica, pretende

mejorar y elevar la calidad de la acción pedagógica,

43

intenta llenar el vacío que existe en los estudios de

aquellas disciplinas orientadas a desarrollar actitudes y

destrezas para la comunicación, al mismo tiempo que busca

profundizar el análisis de los procesos de comunicación y

de interacción, en la medida en que la efectividad

docente pueda interpretarse en función de las relaciones

interpersonales y el discurso pedagógico.

Aun cuando en este estudio, el análisis del discurso y

las relaciones interpersonales no puede desconocer la

figura del docente y su propia intencionalidad

comunicativa -sujeto pedagógico- tiene que reconocer la

existencia de otras formas de mediación al margen del

estricto contacto docente-alumno. Estas tienen que ver,

en primer lugar, con sistemas de producción del discurso

-u órdenes de creación de significados- en donde se

ejercen principios de control, elección y exclusión que

conllevan a una total recontextualización de "lo dicho"

(discurso pedagógico); y, en segundo lugar y de manera

más amplia, con procesos complejos de control del sujeto,

de la experiencia o prácticas y del mismo discurso

(dispositivo pedagógico).

Este estudio pretende ser pedagógicamente innovativo

por varias razones: existen pocos antecedentes

relacionados con las implicaciones del discurso

pedagógico de la ironía en las relaciones

interpersonales, se explican las competencias

comunicativas con la incorporación de un nuevo discurso

pedagógico de tal manera que los procesos pedagógicos

dentro y fuera del aula se vean enriquecidos por esta

dimensión. La construcción del modelo propicia la

44

creación y el desarrollo de proyectos relacionados con

discurso-comunicación-interacción docente con base en

procesos investigativos.

Además, busca ofrecer soportes teóricos, metodológicos

e instrumentales, para que el conocimiento y la

sistematización incentiven la reflexión y sean la base

primordial para construir nuevas propuestas, nuevos

modelos que posean una dimensión comunicativa más

integral, que permita vincular el discurso pedagógico

con los contextos sociales donde se generan las propias

necesidades de investigación. El estudio que aquí se

presenta aporta al desarrollo educativo varios elementos,

así: a) en lo teórico contribuye, desde una mirada

crítica contemporánea y transdisciplinar, a la discusión

conceptual sobre la naturaleza del discurso pedagógico de

la ironía en la práctica docente e institucional; b) en

lo teórico-metodológico prueba una vía de investigación

de la pragmática formal del lenguaje en conexión con la

pragmática empírica del mismo, en lo discursivo, para

allanar un camino procedimental que abra posibilidades

para otros estudios relacionados con las distintas

acciones educativas donde el uso del lenguaje sea

susceptible de estudiar con la lente de la acción

comunicativa; c) muestra la relación entre el uso del

lenguaje textual, con la racionalidad de la acción

implícita o explícita en éste; d) prospecta en general

las posibles disfunciones que se pueden presentar con

respecto a las prácticas que de ella se derivan desde la

perspectiva del discurso pedagógico de la ironía; e)

presenta ante el mundo académico la categoría discurso

45

pedagógico de la ironía como elemento de análisis y

comprensión teórica de la interacción docente; y f)

muestra que a través de un estudio de pragmática formal

del lenguaje se puede interpretar el sentido que tiene y

el papel que desempeña el enfoque de acción comunicativa

en la práctica educativa contemporánea.

Al respecto, Padrón (1996) afirma que “el discurso cuya

complejidad estructural trasciende los límites de la

frase u oración, se ubica al mismo nivel y en estricta

correspondencia con un contexto situacional”(p.1).

La vieja imagen del tratamiento de datos

discursivos, cerrada al análisis como texto escrito, da

paso a un análisis que responda eficientemente a la

influencia de factores intencional-situacionales,

factores lingüísticos y factores relativos al medio

físico de comunicación. Es decir, el análisis al discurso

pedagógico, especialmente como conexión a hechos sociales

debe dar respuestas teórico-metodológicas ante los

cambios que ocurren en educación. Según Padrón (1996)

“antes que la función de un texto está el contexto, es

decir, la situación de acción que regula los procesos de

producción textual”(p.11).

Pero, una acción estratégica es derivada de ciertas

necesidades situacionales que podrían ser consideradas

como estructuras contextuales profundas que se van

transformando en estructuras superficiales, y que a

partir de allí, van evolucionando las funciones de un

determinado discurso que pueden estar relacionadas con la

necesidad cada vez más perentoria de desarrollar en el

país un discurso académico y con el apremiante desafío de

46

privilegiar la capacidad de generar y aplicar

conocimientos a través de un discurso que permita

adaptarse a los cambios tecnológicos, culturales y

sociales que ocurren en el mundo.

47

CAPÍTULO III

BASES TEÓRICAS

Las bases teóricas se refieren a los aspectos que

sirven de sustento y apoyo teórico a la Investigación; en

este sentido se contempla, primero, repaso histórico con

diferentes perspectivas teórico-metodológicas, sus

aportes y cuestionamientos, segundo, conceptualización de

ironía, tercero, el aula de clase como contexto de una

acción discursiva, cuarto, como teorías de investigación,

teorías de base o teorías de entrada, la teoría de la

acción comunicativa (Habermas, 1999) y la teoría del

dispositivo pedagógico (Bernstein, 2000).

Un campo de gran importancia para la investigación

en el aula es el de estudios sobre el discurso que se

abordan desde la lingüística y la sociolingüística,

enfoques sociocognitivos, socioculturales o

sociohistóricos, el análisis del discurso en sus variadas

orientaciones, hasta las perspectivas etnográficas

(antropológicas) o etnometodológicas (sociológicas como

el análisis conversacional).

La importancia adquirida por los estudios del

discurso en el aula se debe a la conciencia de que, tanto

la mayor parte de la enseñanza de los docentes, como la

gran parte de las formas como los alumnos manifiestan lo

que saben, se realiza en el aula de clases mediante el

lenguaje tanto oral como escrito. La educación es un

proceso público de negociación y creación cultural que se

realiza básicamente a través del discurso en la escuela,

estudiar la relación entre discurso e interacción en el

48

aula implica adoptar una perspectiva interpretativa. Esto

es así ya que el discurso supone comunicación o

construcción social situada y , por tanto, el estudio de

los significados socialmente construidos. El estudio del

discurso en el aula es, entonces, para la mayor parte de

las perspectivas que se han desarrollado, el abordaje del

significado construido en el contexto de la interacción.

Y, como plantea Cazden (1991), el discurso vincula lo

social con lo cognitivo.

Repaso histórico

A inicios de los sesenta y desde el campo de la

antropología, Hymes (1976) hace un llamado acerca de la

necesidad de que se realicen etnografías de la

comunicación en el aula, pero es hasta los setenta que

este tipo de trabajos se empiezan a presentar. Durante

los primeros años de esta década coexistieron dos

corrientes, la positivista/didáctica y la

sociolingüística, como plantea Cazden (1991). Desde este

punto de vista se considera el sociolingüístico, más un

campo que abarca las diversas corrientes interpretativas

que una corriente en particular.

Paralelamente, se realizan en Estados Unidos (EUA)

una serie de estudios de carácter interpretativo con

enfoque etnográfico (Cazden, 1986; Gumperz y Hymes,

1972), de teoría crítica (Bredo y Feibergs, 1983), o con

enfoque etnometodológico proveniente de la sociología

(Mehan, 1979). En Inglaterra los trabajos interpretativos

se plantean desde la práctica docente y desde la

49

etnometodología. Mientras que en EUA los trabajos

etnográficos y etnometodológicos manejaban el

autoritarismo como concepto central, en el Reino Unido

(RU) los estudios etnometodológicos mostraron una clara

preocupación por relacionar los procesos de interacción

discursiva del aula con problemas sociales como la

reproducción del orden social establecido, introduciendo

al campo del estudio del discurso en el aula categorías

como la de “control” y “poder” que hasta la fecha tienen

una importante presencia.

En Inglaterra y desde mediados de los setenta

también aparecen estudios del aula con una fuerte

influencia lingüística que tuvieron mucha influencia

sobre trabajos posteriores (Sinclair & Coulthard, 1975)

al plantear la importancia de estudiar la estructura del

discurso, el control del habla y la construcción de

significados compartidos. Éstos fueron los primeros

trabajos que identificaron, desde un punto de vista

gramatical, la estructura característica de la

interacción en el aula como la de Interrogación-

Respuesta-Evaluación (o Retroalimentación=feedback) (IRE

o IRF).En Inglaterra, la lingüística tambiéninfluye sobre

los estudios etnográficos (Stubbs, 1983).

Otra corriente de importancia dentro de los análisis

del discurso es la teoría del acto de habla (Austin,

1962; Searle, 1969) que contribuyó con elementos

fundamentales al desarrollo posterior de la

etnometodología y la pragmática entre otras, como es el

de plantear que el habla es una forma de acción social

con la que se realizan acciones como: ordenar, sugerir,

50

orientar, invitar, rechazar, aprobar, complacer,

resistir, etcétera. Esta corriente con origen filosófico

aportó un acercamiento funcional a los estudios del

lenguaje donde éste emerge como una práctica que

construye realidades.

Estos trabajos junto con las contribuciones de

Wittgenstein (1953) aportaron también la importante idea

de que cada acto de habla es inherentemente ambiguo y

que, por tanto, el significado de las palabras no se

puede decidir sin el conocimiento del contexto en el que

es usado. Esto último contribuye a establecer la

importancia central del contexto en los estudios

educativos y, en general, en la investigación social. Sin

embargo la teoría del acto de habla se desarrolló a

partir de situaciones imaginarias, lo que la distingue de

aplicaciones posteriores de estos principios a

situaciones de vida cotidiana como lo hace la

etnometodología.

La etnometodología y el análisis conversacional nos

aporta la posibilidad de inferir aspectos del orden

social a través del estudio de la secuencialidad del

habla, por lo que se ubican dentro del campo de la

sociología. Se considera el habla como acción social y se

sostiene la idea de que para poder ser explicada la

acción debe estar situada. El análisis conversacional

(AC) ha aportado los recursos para describir el detalle

de la organización secuencial lo que permite analizar la

comprensión intersubjetiva y el desarrollo de la

capacidad de explicar de los participantes (Mehan, 1996).

Para la etnometodología el discurso, como acción social,

51

construye las versiones sobre la mente y el mundo en la

interacción social.

La corriente de etnometodología ha sido cuestionada

por no tomar en cuenta más dimensión que la estructura de

la secuencialidad y más dimensión temporal que el

presente, ni más consideración que la forma como los

participantes establecen ciertas concepciones en el

discurso, sin considerar los implícitos o claves de

contextualización externas en tiempo y espacio a lo

dicho, de las que se pudiera inferir intenciones,

conocimientos, contextos y formas culturales previas que

influyen sobre la interpretación que se puede dar al

discurso. Sin embargo es necesrio reconocer que el AC es

la perspectiva que más detallada y rigurosamente analiza

lo que se construye interactivamente a través de los

matices finos del lenguaje con lo que se asigna contenido

e intenciones a los enunciados (entonación, pausas,

secuencialidad, énfasis, cadencia, cambio de velocidad,

intensidad).

Finalmente, se puede inferir que muchos de los

debates están centrados, en primer lugar, en la

consideración del contexto como elemento central para la

interpretación o no (en todos los trabajos de influencia

lingüística y en aquellos que establecen sus categorías

de análisis previamente al estudio particular) y, en

segundo lugar, en la forma de considerar el contexto en

relación con el discurso (lo que se puede inferir del

discurso de los participantes, como elementos adicionales

que enmarcan la unidad de análisis y contribuyen a la

52

interpretación, como dialécticamente relacionado con el

discurso o sólo como construido por aquél).

Conceptualización de Ironía

Las reflexiones e investigaciones sobre los

discursos en el campo de la educación tratan de revelar

una realidad e integrar lo que desde diversas disciplinas

y corrientes están explorando en esta perspectiva, entre

los enfoques más especializados en el tratamiento del

lenguaje en sus diferentes dimensiones y niveles, sea

como mensaje, discurso o signo, que contienen y producen

múltiples sentidos y significados, tenemos la

lingüística, la semiótica, la semántica, el análisis de

contenido y la hermenéutica-crítica. Del mismo modo,

existen corrientes que en el amplio campo educativo

presentan un interés especial para abordar la

construcción de sentidos y significados, sea como

pedagogía y/o como horizonte de estudio, entre ellas está

la pedagogía dialógica freiriana, la pedagogía crítica,

el método de acercamiento crítico, la etnografía

educativa, el análisis del discurso pedagógico y los

estudios de análisis de contenidos en textos.

El uso del lenguaje se ha señalado como eje

fundamental del proceso escolar. Existe desde luego una

amplia gama de estudios sobre la interacción de maestros

y alumnos, como ejemplos, véanse Mehan (1996), Stubbs

(1983), Heath (1983), Cazden (1991), Edwards Y Mercer

(1987), Wittrock (comp.)(1986). Existen escasos estudios

específicos en Latinoamérica que caractericen los

53

aspectos lingüísticos y sociolingüísticos de esta

interacción verbal que es la constante más importante del

proceso escolar. Hay algunas excepciones, como el estudio

de Pellicer (1983).

En los trabajos de Bernstein (1999) se plantea que

"la escuela representa y exige el manejo de un 'código

elaborado', fomentando así un uso más rico, complejo y

abstracto del lenguaje oral y una comprensión de los

significados 'fuera de contexto'".

Sobre la base que presentan estas dimensiones,

niveles y corrientes, antes de abordar el discurso

pedagógico de la ironía, se reflexiona en cuanto a la

construcción de una conceptualización de ironía.

Hacia el concepto de ironía

“La filosofía es la verdadera casa de la ironía”.

Sócrates.

A continuación se ofrecen algunas reflexiones sobre

la ironía, la pertinencia de estas reflexiones depende

del análisis de algunos textos, por lo que esto determina

una relación dialógica entre la formulación de un

concepto y su reformulación a partir de la lectura

crítica de los textos.

La idea central que anima la vertebración de estas

reflexiones y que le sirve de presupuesto es la

siguiente: si el discurso pedagógico recurre a la ironía

como a una estrategia que permite expresar las paradojas

de la condición humana y los límites de nuestra

percepción de la realidad, ello exige la presencia de un

54

investigador capaz de reconocer las distintas estrategias

de autocuestionamiento que este mismo discurso pone en

juego, e inicialmente está definida ironía, como el

producto de la presencia simultánea de perspectivas

diferentes, esta coexistencia se manifiesta al

yuxtaponer una perspectiva explícita, que aparenta

describir una situación, y una perspectiva implícita, que

muestra el verdadero sentido paradójico, incongruente o

fragmentario de la situación observada.

Acepciones de Ironía

Las teorías más recientes sugieren según Hutcheon

(1994) que la ironía es subversiva y contestataria, con

el poder de transformar y, de esta manera, operar como un

"contradiscurso".El uso de la palabra se remonta al menos

a la retórica de Aristóteles, palabra derivada del griego

"eironeia", en latín "dissimulatio" que, en la antigüedad

tenía una connotación negativa de "engaño, desprecio, o

desestabilización". Históricamente se observan dos

significados de la ironía: hasta el

fin del siglo XVIII, la ironía es verbal o retórica que

la identifica con una figura del lenguaje:

consecuentemente, la ironía es una expresión del

lenguaje, cuyo significado es contrario al significado

habitual de la palabra. El segundo, más complejo,

introducido por los teóricos románticos alemanes

en los siglos XVIII y XIX, quienes reconocen que el mundo

es en esencia paradójico y que sólo una

actitud ambivalente puede abarcar su contradictoria

totalidad.

55

Así Tittler (1990) postula:

el sentido literal no se rechaza, no se niega del todo, más bien se diluye dejando el sentido figurativo y literal coexistiendo en suspenso. La ironía subraya la opacidad del lenguaje obligándonos a detenernos tanto en el significado como en el significante y en la enunciación como en el enunciado. (p.18)

Leer ironía, entonces, no es solamente una negación,

sino una reconstrucción verbal compleja, que al ahondar,

escala a un nivel superior más sabio, más ingenioso, más

moral en que se encuentran y comulgan en su hallazgo el

autor, el investigador y el lector para descubrir lo que

se quiere decir. A esto se añade lo que plantea Eco

(1990) sobre el rol de la ironía en el discurso

postmoderno que, según él, parece ofrecer una manera de

expresarse sobre el pasado, lo que no se puede ignorar,

ni cambiar, porque ni el autor, ni el lector son

"inocentes". "Postmodern discourse demands not the

negation of what is already said, but its ironic

rethinking."

Existen muchas definiciones tradicionales de la

ironía, como por ejemplo: “significar una cosa y decir

otra distinta”, ”admiración por culpa” o cualquier otra,

que no permiten ubicarla, ya que el lenguaje definicional

adquiere matices de problemas cuando se trata de la

ironía.

Al respecto De Man (1998) afirma:

la ironía tiene también una función performativa. La ironía consuela, promete, excusa. Nos permite llevar a cabo toda clase de funciones lingüísticas performativas que parecen caer fuera

56

del campo tropológico, pero que están muy estrechamente vinculadas a éste. Dicho de forma breve: es muy difícil, de hecho imposible, llegar a una conceptualización por medio de una definición.(p.47)

Parece, que la ironía tuviera un carácter ubicuo, se

puede encontrar en cualquier texto, en cualquier género,

en cualquier ideología. Entonces ¿Qué es la ironía?

Antes del siglo XVIII, plantea Booth (citado en

Virasoro, 1997), la ironía era “...sólo un recurso

retórico entre muchos otros, el menos importante de los

tropos.” Posteriormente, la teorización y el problema de

la ironía ocurrió durante el Romanticismo alemán en la

tradición alemana, a principios del siglo XIX, siendo sus

principales representantes Friedrich Schlegel, Tieck,

Novalis, Solger, Hegel, Kierkegaard hasta Nietzshe y

Thomas Mann considerado como el principal ironista

alemán, éste para muchos fue un período en el que tuvo

lugar la más astuta reflexión sobre el problema de la

ironía.

Ahora bien, los orígenes de la ironía se remontan al

período socrático, al vivir y morir de Sócrates (un

personaje de la Atenas del siglo V), en donde la ironía

socrática comienza allí mismo donde se contraponen las

opiniones sobre su persona de sus contemporáneos mismos,

al respecto, Virasoro (1997) afirma que “El legado

socrático debe ser entendido en términos no de contenidos

sino de método: la dialéctica o ironía entendida como

arte de la interrogación”. A partir de ello, se

caracteriza la ironía socrática en función de la

caracterización del propio Sócrates, se dice que él es,

57

el creador de la filosofía especulativa, inventor de la

definición, figura enigmática, indescriptible,

indescifrable, interpelador, sin ideas, con necesidad

irrefrenable de hablar, un personaje visible, audible,

sensorial, desconstructor, con la mirada un tanto

burlona, con artimañas de seductor, narcisista.

Ahora bien, conviene por el momento dejar de lado

este problema y el desarrollo histórico del término para

pasar directamente al reconocimiento de los términos que

habrán de estar presentes en la discusión de la

definición de ironía.

Se considera la acepción más común del término, la

forma más usual, y la que ha recibido la mayor atención

por parte de la crítica (al parecer por su tradición

retórica) es la llamada ironía verbal. Un ejemplo

sencillo y clásico, además ha sido discutido en contextos

diferentes, con variantes, por Booth (citado por

Virasoro, 1997) es el de un personaje que pronuncia la

frase ¡Qué hermoso día! al momento de entrar a su casa,

empapado por el agua de la lluvia que cae en la calle, se

trata, en principio, de la existencia de una

contradicción entre lo que se dice y lo que debe ser

entendido, si bien debe señalarse que esta contradicción

no se encuentra en el enunciado mismo, sino en la

relación entre la proposición y lo aludido por ella.

En este sentido, a lo anterior debe añadirse que sin

la existencia de alguien (ese alguien, en este caso, es

el investigador) que perciba el carácter paradójico,

incongruente o fragmentario de algún aspecto del mundo

(discurso pedagógico), la ironía no llega a existir.

58

Además, sin un investigador que entienda el discurso

pedagógico como tal, la ironía desaparece, y le sobrevive

sólo un sentido literal.

Ya en esta aproximación preliminar, descriptiva, del

fenómeno irónico, se reconocen las relaciones entre el

autor (docente) y su enunciado, la relación entre el

enunciado y su referente, y la importancia decisiva del

investigador. Son precisamente estos aspectos los que

habrán de discutirse con mayor detenimiento, al comentar,

respectivamente, la intención y la interpretación de la

ironía.

Al respecto, Zavala (1996) establece que para

reconocer la ironía entran en juego tres dimensiones

comunicativas “dialógica (competencias de interpretación

del lector implícito); formal (recursos lingüísticos y

estilísticos), y funcional (intenciones del autor

implícito, su visión del mundo y de la literatura).” Cada

una de estas dimensiones corresponde, respectivamente, a

hablantes y situaciones en toda comunicación irónica.

Al respecto, entre los filtros que pueden dificultar

la comunicación se encuentran las competencias

comunicativas, se llama competencia de un sujeto a la

suma de todas sus posibilidades lingüísticas, al abanico

completo de lo que es susceptible de producir e

interpretar. Estas competencias son lingüísticas

(conjunto de conocimientos que se poseen de una lengua),

paralingûísticas (conocimientos acerca de la

interpretación del lenguaje mimo-gestual), ideológicas

(conjunto de los sistemas de interpretación y evaluación

del universo referencial) y culturales (conjunto de

59

conocimientos implícitos acerca del mundo y de los otros

que poseen los interlocutores).

Aun cuando emisor (docente) y receptor(alumno)

manejen el mismo código, la cultura de la que forman

parte y su ideología tiñen el mensaje, por lo que se

pueden crear significaciones distintas de las que

resultan de la mera decodificación, y que no pertenecen

al mismo grupo ideológico y cultural.

Dell Hymes(1996) también habla de competencia

comunicativa para referirse "al conocimiento y a la

capacidad de una persona para utilizar todos los sistemas

semióticos a su disposición como miembro de una comunidad

sociocultural dada".

"Nunca es tan difícil destruir el error como cuando tiene

sus raíces en el lenguaje."

Bentham

En fin, ¿cómo se puede distinguir exactamente de

otras formas linguísticas la ironía?. Según Jonathan

Culler (citado por Zavala, 1996), “para reconocer la

ironía es necesario poseer competencias de lectura que

permitan reconocer los distintos niveles de verosimilitud

de un enunciado.” El mismo autor refiere ¿qué son los

niveles de verosimilitud?, plantea que son reglas

estructurales que permiten organizar el sentido de un

enunciado que se corresponden con reglas de lo real

(sentido común previo al lenguaje, de carácter

ideológico), reglas de lo natural (naturalización

codificada de lo cultural, que permite reconocer lo

extraño) y reglas del género literario (convenciones

60

discursivas que expresan una determinada visión del mundo

y de la narrativa).

Tal vez, la ironía sea producto de una actitud que

podría resultar, como un índice de afirmación del mundo,

como un desafío al absurdo de la condición humana y como

parte de un discurso que no se conforma con un mero

compromiso dialógico, sino que implica un compromiso

existencial, por lo que exige un lector igualmente

comprometido con su propia búsqueda, una búsqueda que

reconozca las contradicciones del mundo y las nuevas

reglas del juego.

En conclusión, la ironía se define como una figura

verbal que expresa el producto de la presencia simultánea

de perspectivas diferentes, es decir, una perspectiva

explícita (lo que se dice, que aparenta describir una

situación) y una perspectiva implícita (lo que no se

dice, que oculta lo que verdaderamente quiere ser

expresado).

El aula de clase como contexto de una acción discursiva e

interacción docente.

"Toda expresión oral se ve influida por las

características del contexto en el que tiene lugar"

(Cazden, 1991). Esta frase sirve de introducción para

definir cuál es el objetivo de esta sección que se centra

en la interpretación del contexto de aula enmarcado en un

contexto de espacio.

El docente en el aula constantemente se encuentra

influido de su medio natural y sus expresiones

61

ideosincráticas, bien cuando se efectúa en la fase

interactiva de la enseñanza, o bien cuando ejerce su

propio rol. Por ello, las características propias del

tema del contexto se diversifica ya que es aplicado a

ambientes escolares diferentes, y varía la presentación

metodológica sobre cómo se trabaja en este campo; tanto

en lo que se refiere a la selección del ambiente, como a

la recogida de datos, análisis y categorización de los

mismos, así como a la presentación de los resultados de

investigación.

En los estudios realizados sobre el contexto del

aula, surge el tema del ambiente que nos acerca al

problema de relaciones, de cómo se manifiestan, sus

elementos intrínsecos y los conceptos que se van

generando durante una experiencia. Todo contexto se halla

estructurado dentro de una red que puede ser contextual

o situacional que abarca las situaciones pasadas,

presentes y futuras a partir de una acción educativa,

políticas, tendencias sociológicas por lo que también

surge un contacto con los elementos constitutivos del

medio, su percepción y su comprensión. Además, dentro del

mismo existe la categorización de experiencias; se presta

bien a la vehiculación y a la perpetuación de los modos

particulares de organizar la experiencia, así como a la

transmisión selectiva de significados individuales.

Así, cualquier mirada al interior de las aulas está

condicionada a una teoría que se ubica en un momento

socio-histórico que progresivamente ha modificado su

estilo de recolección de datos y su enfoque de tipo

cuantitativo. Por ello, la denominada teoría crítica,

62

concibe la realidad como una continua construcción

social.

De tal manera, el análisis de los procesos de

enseñanza y aprendizaje en el interior de las

instituciones académicas nunca debe comenzar y acabar

limitándose a un espacio físico concreto como es el aula,

es preciso tomar en consideración los contextos

económicos, sociales, políticos y culturales desde los

que esas acciones y sus resultados adquieren un

significado más completo.

Cazden (1991) y Mehan (1996) afirman que para poder

comprender lo que sucede en las aulas es necesario tratar

de explicar cuál es el conocimiento tácito de los

docentes, profesores y profesoras, o sea los constructos,

principios y creencias con los que este colectivo de

profesionales prácticos deciden y actúan, lo que está

relacionado con otras teorías implícitas de acción.

No obstante, al abordar sólo estas variables se debe

tomar en cuenta que, tanto los contenidos como los

procesos son fenómenos sociales desarrollados dentro del

marco de un puesto de trabajo configurado por variables

institucionales, sociales, políticas e históricas.

La mayoría de las investigaciones sobre enseñanza y

aprendizaje se orientan hacia los procesos que tienen

lugar en las aulas en un sentido restringido, como

acciones que directamente fomentan el aprendizaje, antes

que como la globalidad de acciones e interacciones en las

que toma parte el profesorado y el alumnado en el

contexto de la institución escolar.

63

En realidad, lo que acontece en el interior de un

aula se debe contemplar con instrumentos flexibles y

desde marcos que tengan en cuenta dimensiones sociales,

culturales, económicas y políticas para llegar a

comprender e intervenir con mayor eficacia en el marco de

los centros de enseñanza.

Al respecto, Jackson (1991) define el contexto

del aula como:

un lugar donde se producen procesos de enseñanza y aprendizaje tanto intencionados como no intencionados, tiene una serie de propiedades distintivas que afectan a las personas que allí interaccionan y actúan, pese al tipo de organización de los alumnos y alumnas que se haya establecido y a la filosofía educativa a la que está adherido el profesorado.

Dentro del contexto del aula, existen peculiaridades

importantes que caracterizan y acompañan a las

intervenciones que tienen lugar en ese marco, tales como:

multidimensionalidad, simultaneidad, inmediatez,

imprevisibilidad, publicidad e historia. Estas

características intrínsecas de la vida que tiene lugar en

el interior de las aulas, condicionan en mayor o menor

medida, las interacciones, actividades y discursos de

enseñanza y aprendizaje.

Esto implica una práctica donde se integra además la

teoría y la práctica dentro de un mismo proceso, la

situación de diálogo e intercambio, fructifica una nueva

cultura educativa, que desarrolla la participación activa

y la construcción de significados en la dinámica que

configura la vida cotidiana en el interior de las aulas.

64

Por ello, el significado latente de las

interacciones se rige por un discurso y unos códigos que

se caracterizan por una fuerte desigualdad entre docentes

y estudiantes, que tienen como misión implícita facilitar

la implantación de un "modelo" que desea ser impuesto.

Así, el análisis o la interpretación del contexto de

un aula cotidiana resulta un asunto demasiado complejo

para ser observado desde una sola perspectiva. Puede

resultar artificial o natural para quien desee descifrar

los significados ocultos que se encuentran en esa

"cultura".

Por ello, el contexto de aula está impregnado de un

entorno naturalista muy peculiar que obedece a enfoques

interpretativos de lo que sucede dentro del mismo, según

White (citado por Jackson, 1991) "en el discurso

interpretativo, el pensamiento se desplaza por giros que

resultan imprevisibles hasta su realización oral o

escrita y cuyas relaciones entre sí no tienen por qué

guardar un nexo de estricta deducción de uno a otro".

Dentro de un aula suceden un sin fin de

experiencias, lo cual supone que cada observador las verá

de un modo distinto y a la vez su interpretación será

diferente, la visión tratará de ser general en una gran

proporción, el objetivo consiste en suscitar el interés

del lector y despertar su atención por aspectos de la

vida escolar que parecen estar recibiendo una atención

inferior a lo que merecen.

Cabe destacar que en las aulas existe un significado

cultural que involucra los elementos monótonos de la

existencia humana, como la presencia de un curriculum

65

real y un curriculum oculto. Por ello, para apreciar el

significado de los hechos triviales incluyendo el

discurso utilizado por el docente, es necesario

considerar la frecuencia de aparición y uso de algunas

frases, la uniformidad del entorno y la cultura reinante.

En otro orden de ideas, el socio lingüista inglés

Basil Bernstein (2000) plantea que "la desubicación de un

determinado cuerpo de conocimientos del contexto de su

producción para reubicarlo, con miras a su apropiación,

en otro contexto cultural distinto es el proceso de

recontextualización".

Cada aula dentro de su complejidad, refleja lo que

es el aula, unas se diferencian de otras ya sea por la

ubicación de los pupitres o mesas, por la decoración (la

ambientación), la mesa del docente, la papelera, la

cartelera y el pizarrón. Incluso algunas presentan mapas,

estantes y algunas plantas, pero lo cierto es que todas

mantienen similar estructura física, además proporcionan

un contexto social bastante constante.

También, la enseñanza-aprendizaje y los diálogos son

características diferenciales del contexto de aula, éstas

tratan de representar lo que es realmente la vida en un

aula, aunque no constituyen todo lo que es único en este

entorno. Es un espacio limitado.

La interacción docente en el contexto de aula

Desde la perspectiva de la autora, el hombre se

construye mediante procesos de interacción. El ser humano

se socializa y conforma en el marco de una cultura y

66

sociedad determinadas. La socialización transcurre a

través de innumerables contactos entre las personas en

los más diversos ámbitos de actividades humanas.

En las ciencias sociales y, más específicamente, en

las ciencias humanas, el estudio de los fenómenos que

ocurren cuando los docentes entran en contacto con sus

alumnos ha ido adquiriendo gran relevancia. Los conceptos

de interacción, comunicación y discursos se han vuelto

dominantes y, aunque hay diversas formas de concebir

estos procesos, ellos imponen una lectura que trasciende

al individuo como ente aislado, invitando a pensar en el

hombre como un ser en situación de permanente relación

con otros.

En efecto, los estudios antropológicos actuales se

ocupan de describir las relaciones sociales en la vida

cotidiana. El análisis del discurso o análisis

conversacional ha adquirido una gran relevancia como

campo de estudio de la lingüística. La psicología se hace

cada vez más social, interesándose ya no sólo en cómo las

personas se comportan cuando están en presencia de otros,

sino en cómo los hombres se influyen, se determinan y se

transforman mientras se interaccionan.

Este énfasis en el tema de las interacciones humanas

conlleva un cambio en los modelos teóricos, planteándose

la necesidad de visiones interdisciplinarias. La visión

relativa a la interacción docente y al discurso

pedagógico articula, por una parte, los niveles cultural

y social y, por otra parte, integra las dimensiones de

rasgos temporales, textuales y contextuales en las

relaciones humanas, en ocasiones separadas en algunos

67

análisis. Tal hecho lleva a considerar la adecuación de

una perspectiva sociocultural para el estudio de la

interacción docente, en tanto visión integradora.

En el marco de la psicología social europea,

diferentes líneas de investigación han vuelto relevante

la dimensión sociocultural para la comprensión del

comportamiento humano y han puesto en evidencia el rol

fundamental de la interacción docente. Así, por ejemplo,

a partir de los primeros planteamientos de Piaget y

Vygotsky se ha demostrado el valor heurístico de la

interacción docente, como factor directo o mediador del

desarrollo lingüístico y cognitivo de los niños.

En cuanto al desarrollo lingüístico, se puede decir

que la habilidad alcanzada en el lenguaje depende no sólo

de la cantidad y calidad de los “inputs” lingüísticos del

ambiente que rodea a las personas, sino que, además, el

desarrollo del lenguaje depende de la estructura y

calidad de las interacciones. En lo que respecta al

desarrollo cognitivo, diferentes perspectivas de

investigación han puesto en evidencia de manera

contundente dos mecanismos interactivos esenciales para

el desarrollo cognitivo: a)la presencia del conflicto

sociocognitivo, es decir, de situaciones interactivas

donde hay ideas encontradas, disfunciones o disenso;

b)las relaciones de cooperación entre pares o, bien, en

una estructura de igualdad formal (no autoritaria) entre

adultos y niños.

En el estudio de la interacción docente-alumno,

desde una perspectiva sociocultural, cabe resaltar la

influencia que han tenido los trabajos teóricos de

68

Habermas y Bernstein, que han desarrollado a plenitud las

dimensiones comunicativas y discursivas del

comportamiento humano.

Así pues, en la atmósfera de estos marcos teóricos

referenciales se pretende exponer en esta sección un

análisis de los términos interacción docente y discurso

pedagógico, proponiendo posteriormente una visión que los

integra.

La interacción docente y el discurso pedagógico de la

ironía

La interacción docente y el discurso pedagógico de

la ironía constituye una visión que integra los conceptos

interacción docente y discurso pedagógico de la ironía.

El delimitar ambos conceptos permitirá conocer cómo se

relacionan teóricamente y cuáles son las ventajas de

presentarlos integrados.

En la bibliografía especializada se encuentran

autores que trabajan la noción de discurso pedagógico y/o

interacción docente, realizando así una separación

conceptual y empírica de ambos fenómenos. Los primeros

resaltarán el lenguaje y los contenidos transmitidos y,

los segundos, resaltarán los aspectos de la acción entre

agentes sociales, los procesos de influencia social y los

diferentes modos o estructuras que asumen las relaciones

humanas. En otros autores, los conceptos de interacción

docente y discurso pedagógico aparecen diferenciados.

La noción de interacción tiene su origen en la

cibernética y en la teoría de sistemas, y fue concebida

69

para plantear una nueva visión epistemológica que se

refiere a las causas, no en términos lineales sino

circulares. Los fenómenos no se estudian de manera

aislada sino en relación con otros fenómenos y en sus

determinaciones recíprocas.

Caracterizar la interacción como docente implica

hacer referencia a un docente y a un alumno que se

afectan y se influencian al relacionarse entre sí. Sin

embargo, hay otra concepción de interacción docente como

causalidad unidireccional o de intercambio de información

que se encuentra muy presente en el discurso científico

de las ciencias sociales. Se trata de una forma de

interacción en la que sólo una de las partes se muestra

activa, es una relación de causa-efecto, donde hay uno

que emite una respuesta y otro que la recibe.

La noción de discurso pedagógico significa tanto

“una puesta en común” como la transmisión de información.

Si bien el vehículo por excelencia es el lenguaje también

hay signos paralingûísticos (gestos) que requieren un

conocimiento compartido para acceder a un significado que

otorgue sentido al encuentro.

Veamos a continuación algunos puntos de vista donde

los dos conceptos, interacción y discurso, se encuentran

íntimamente relacionados.

Según Garton (1994), para que exista una interacción

debe haber, al menos, dos personas que intercambien

información, que se comuniquen. Y agrega, que la

interacción implica algún grado de reciprocidad y

bidireccionalidad entre los participantes. La interacción

70

es el vehículo fundamental para la transmisión dinámica

del conocimiento histórico y cultural (p.22).

Watzlawick y colaboradores (1981), al estudiar el

discurso, asumen que la interacción, o el comportamiento

entre personas, hace referencia al estudio del modo cómo

las personas se influyen mutuamente mediante el discurso.

En otras palabras, para ellos la interacción es el

aspecto pragmático (referido a la conducta) del discurso

humano. Estos autores, al referirse al discurso “como un

proceso de interacción” reconocen el elemento de acción

recíproca (bidireccionalidad) en los procesos discursivos

(p.18).

La revisión de estos puntos de vista, permite a la

autora decir, con los autores citados, que el discurso

pedagógico y la interacción docente son fenómenos

simultáneos (co-ocurrentes) e interdependientes. Y se

observa que, cuando se habla de interacción, se subraya

la acción entre personajes, las modalidades de estar

juntos y de influirse. Cuando se habla de discurso

pedagógico de la ironía se enfatiza en el lenguaje, los

mensajes y significaciones que el docente transmite a sus

alumnos.

En el desarrollo de este capítulo la autora prefiere

las perspectivas teóricas que permiten captar, por un

lado, la relación dialéctica entre interacción docente y

discurso pedagógico de la ironía y, por el otro, la

simultaneidad o coincidencia de los fenómenos de

intercambio, intermediación, transmisión, influencia e

implicaciones del discurso pedagógico de la ironía y de

la interacción docente.

71

En tal sentido, se delimita cada uno de los

conceptos, con el objeto de clarificar justamente sus

interrelaciones:

El discurso pedagógico de la ironía se refiere al

conjunto de procesos verbales que transmiten un contenido

o un mensaje disfrazado en un contexto humano

determinado. Esto implica la presencia del lenguaje en su

sentido más amplio, es decir, la presencia de un mundo de

signos y significados.

La interacción docente hace referencia a la acción

que se realiza entre docente-alumno, expresa una

intención y adquiere sentido y significado dependiendo de

la situación particular. La interacción docente alude a

la interdependencia y a la influencia recíproca por lo

que se expresa con palabras, entonaciones o gestos,

siempre se dirige o es recibido por otra persona o por un

grupo, las cuales mantienen entre sí y con el que emite

el mensaje un tipo de vínculo que implica la presencia de

ambos fenómenos.

Durante el proceso de interacción docente se

establecen relaciones entre el docente y los alumnos y se

pueden analizar esas relaciones a través de diferentes

criterios, entre los cuales se destacan los siguientes:

Las semejanzas o diferencias entre el docente y los

alumnos que interactúan. Por ejemplo: yo voy a explicar

este tema y ustedes presten atención.

El estatus que ocupan unos en relación con los otros

y las comparaciones en términos de jerarquía. Por

ejemplo: el docente y los alumnos.

72

Así, en los contextos humanos, el término relación

hace referencia al modo en que se encuentran las personas

o grupos con respecto al otro.

La delimitación conceptual de los fenómenos

interacción docente y discurso pedagógico de la ironía,

realizada en el apartado anterior, conduce a afirmar que

el discurso pedagógico de la ironía está condicionado por

los procesos interactivos y que, a la inversa, la

interacción docente está modulada por los significados de

los mensajes y las formas de expresión de estos últimos

en los procesos del discurso pedagógico de la ironía. La

interacción docente busca resaltar justamente al

interjuego de estos fenómenos.

Se afirma, entonces, que en las relaciones entre

docente-alumnos, que comparten un contexto físico-

ambiental y sociocultural, se presentan fenómenos que se

pueden cualificar como atributos de la interacción

docente; a saber:

• Interdependencia

• Intersubjetividad

• Significados compartidos

• Influencia e implicaciones

En la figura 1, que a continuación se presenta, se

propone una imagen que ayuda a recordar los atributos que

se consideran esenciales en los procesos de interacción

docente que se realizan en un contexto sociocultural

determinado y compartido.

73

Interdependencia

Intersubjetividad

Influencia e implicaciones

Significados compartidos

Alumno Docente

Figura 1: Atributos de la interacción docente

Dada la diversidad de enfoques teóricos existentes

para abordar el estudio del discurso pedagógico y la

interacción docente en las ciencias humanas y sociales,

es necesario precisar el marco teórico-conceptual que

sustenta el modelo de interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía. Para tal fin, se comienza con un

comentario sobre el enfoque lingüístico y el enfoque

hermenéutico-crítico, para luego desarrollar el marco

teórico-conceptual del modelo.

El enfoque lingüístico. La Teoría del Texto

Un interés de utilizar esta teoría, está definido

por la necesidad de organizar toda la información que

cualquier "acto de habla" revela para un observador. El

otro interés es de naturaleza teórica y está definido por

la necesidad de explicar las acciones comunicativas y el

lenguaje, en general, en cuanto clase universal de hechos

que forman parte de las realidades o experiencias de las

que debe rendir cuenta la producción de conocimiento

sistemático-socializado.

Si se atienden al primero de estos dos campos de

intereses, se ve que, efectivamente, los actos de habla

74

arrojan dos tipos de información: uno referido a lo que

dice el hablante, al contenido que transmite; y otro

referido a cualquiera de los componentes de la acción

comunicativa en cuanto tal, esto es, a todo lo que un

observador (interno o externo) puede percibir en ella,

desde las intenciones de los interlocutores hasta los

rasgos de entonación y hasta la forma en que se usan los

términos o en que las palabras responden a los rasgos del

contexto social.

Todo este cúmulo de información resulta altamente

complejo y difícil de organizar, especialmente si se está

interesado en estudiar algún fenómeno que se esconde a

simple vista (la ironía) y que se revela a través del

lenguaje (de hecho, la gran mayoría de los hechos

sociales se hallan asociados al lenguaje).

Si, en cambio, se atiende al segundo de los dos

campos de intereses mencionados, aparece la típica

situación en que el hombre de ciencia formula, sobre la

base de ciertos conocimientos previos, preguntas

significativas respecto a algún tipo de hechos (el

lenguaje, en este caso, y todo el entramado social al que

responde) y luego intenta ofrecer alguna explicación

abarcante, evaluable y plausible (teorías lingüísticas,

en este caso).

En este sentido, la Teoría del Texto es una de las

más recientes explicaciones dentro del campo de la

Lingüística y la Semiótica, adoptando la forma de teoría

o modelo de los actos de habla.

Obviamente, estos dos campos de intereses se hallan

estrechamente interconectados. De los modelos teóricos o

75

de los esquemas que explican la actividad lingüística se

derivan los sistemas de análisis y los heurismos para

ordenar la información implícita en cualquier acto de

habla, los cuales serán adecuados a las necesidades

cotidianas en la medida en que el modelo teórico de base

sea potente y verosímil. A la inversa, las teorías o las

explicaciones se van reajustando y consolidando gracias a

los resultados de las aplicaciones.

El enfoque hermenéutico-crítico.

Mirando el panorama de la filosofía de la ciencia se

observa que hay dos tradiciones importantes que se pueden

llamar aristotélica y galileana. Las dos hunden sus

raíces en el mundo griego, la aristotélica se remonta a

Aristóteles como uno de sus primeros y más destacados

representantes; la galileana, aunque toma su nombre de

Galileo Galilei (1564-1642), se origina en Pitágoras y

Platón.

Estas dos tradiciones se constituyen en el tinglado

donde se debate la fundamentación de las ciencias humanas

y sociales. Aquí según Mardones (1991) se comprende por

qué “la confrontación puede ser expresada en términos de

explicación causal versus explicación teleológica”, o

como se dirá a continuación, explicación (Erklâren)

contra comprensión (Verstehen).

Se puede definir la explicación causal (Erklâren)

como la respuesta a la pregunta de “por qué” ha sucedido

un hecho o aparece un fenómeno, es decir, constituye la

respuesta al interrogante sobre las causas o motivos

76

fundamentales, estableciendo en dichas respuestas unas

relaciones lógico-matemáticas que implican mediciones, lo

cual está determinado por definiciones escalares de la

realidad objeto de indagación. Así, refiere Bunge (1969)

que “Explicar un fenómeno es dar respuesta precisa a la

pregunta de por qué se produce”.

La comprensión (Verstehen) es uno de los resultados

del debate iniciado en el siglo XIX entre el positivismo

científico y la hermenéutica en torno al estatuto

científico y metodológico de las ciencias humanas.

Al respeto, Mardones (1991) plantea:

Este positivismo científico va a pretender hacer ciencia social, histórica, económica [...] siguiendo la tipificación ideal de la física matemática, acentuando la relevancia de las leyes generales para la explicación científica y tratando de subsumir bajo el mismo y único método a todo saber con pretensiones científicas [...] El debate no tardó mucho en estallar. Porque, frente a la filosofía positivista de la ciencia, se fue fraguando en el ámbito alemán, sobre todo, una tendencia antipositivista.(p.30)

Esta tendencia se denominó hermenéutica, la cual

manifestó según Mardones (1991) un “rechazo al monismo

metodológico del positivismo; rechazo a la física-

matemática como canon ideal regulador de toda explicación

científica; rechazo del afán predictivo y causalista y de

la reducción de la razón a razón instrumental” (p.30). La

hermenéutica consideró desde un principio que los

fenómenos humanos, por sus características, deben ser

interpretados para ser comprendidos. La argumentación

básica de los hermeneutas desde Droysen (1858) es que el

77

“ser humano expresa su interioridad mediante

manifestaciones sensibles, y toda expresión humana

sensible refleja una interioridad. No captar, por tanto,

en una manifestación, conducta, hecho histórico o social

esa dimensión interna, equivale a no comprenderlo”.

(ibid.; 1991, p.30).

El interior del aula de clase -contexto discursivo-

hace posible la generación de unos vínculos

interrelacionales y de competencias cognitivo-culturales,

en virtud de unos actores que dinamizan el proceso

educativo. Al respecto, se le otorga importancia al

discurso "cognoscitivo" utilizado por el docente como

transformador de la realidad empírica, que una vez

mediado por el discurso del conocimiento, permite la

formación de sólidos esquemas mentales, dialógicos,

mediante los cuales se hace posible el conocimiento a

través de la experiencia del lenguaje.

Dicho lenguaje, entendido en el proceso de

comunicación como acción y al mismo tiempo como

interpretación, reafirmando lo que para Habermas(1996) es

la acción comunicativa, donde la racionalidad está dada

por la capacidad de entendimiento entre sujetos capaces

de lenguaje y acción mediante actos de habla cuyo

trasfondo es un mundo de la vida de creencias e intereses

no explícitos y acríticamente aceptados por las

comunidades de comunicación.

Por lo que, el hombre en sí es un ser racional que

está dotado de los mecanismos y dispositivos para

aprehender una realidad que fundamenta la naturaleza

humana y lo posibilita para expresar sus deseos,

78

aspiraciones y frustraciones. Ello supone la existencia

de una competencia lingüística que los teóricos del

lenguaje han considerado como un acervo universal que

todas y cada una de las culturas moldean a imagen y

semejanza de sus necesidades cognoscitivas, expresivas y

comunicativas, con el fin de responder a las expectativas

que se construyen dentro de contextos discursivos y de

vida concretos.

Al respecto, el factor sociocultural que influye en

el docente constituye una unidad estructural que se

transforma en un código que rige y regirá el

comportamiento lingüístico y cultural del hombre como

individuo y especie en su discurrir relacional,

fundamentado en una teoría de la acción comunicativa,

definida por Habermas (1996) como "el principio

explicativo de una teoría de la sociedad fundada en una

teoría del lenguaje y en el análisis de las estructuras

generales de la acción. El rasgo característico de los

seres humanos será la racionalidad manifestada

objetivamente en el lenguaje".

Implícitamente vinculado a lo expuesto, está el

hecho de que todos los usuarios (en este caso, los

docentes) del sistema lingüístico, son partícipes de la

historia de su lengua hablada y en gran medida actores

del futuro de esa lengua y de las construcciones que se

hagan a partir de ella. Simultáneamente a esta

construcción global deviene la participación del ser

dentro de un contexto de realidad, al interior del cual

éste construye su propia historia, su forma específica de

pensar y de actuar, al tiempo que transforma la realidad

79

concreta en conocimientos estructurados en esquemas

mentales, que no son más que la transformación

cognoscitiva de una realidad empírica mediada por el

lenguaje y por supuesto, sustentada en una teoría del

lenguaje que concilie la acción con la interpretación.

Por supuesto, los esquemas cognoscitivos de cada

docente son diferentes, por cuanto cada uno posee su

historia personal y su forma de vida, además construye y

simboliza una realidad de acuerdo con su pensamiento

complejo, sin que por ello deje de actuar como ser

social, en permanente interacción con los otros. De esta

manera, la realidad objetiva se convierte en realidad

conocida y transformada por el lenguaje.

Así, los docentes (usuarios de una misma lengua, ser

social y cognoscente) no construyen los mismos esquemas,

aunque compartan una misma realidad objetiva (salón de

clase), vinculados a través de unas parcelas pragmáticas

que integran a la comunidad en el uso de una lengua y en

las prácticas culturales que la configuran como comunidad

lingüística.

Cabe destacar que, producto de la experiencia y la

madurez biológica, el docente construye y deconstruye los

esquemas cognoscitivos que lo sustentan como sujeto

cognoscente y social, su formación y educación es la

consecuencia lógica de una elaboración gradual que

empieza a generarse desde la niñez y cuya transformación

depende de las búsquedas y necesidades individuales, de

un contexto y de la complejidad de una realidad en la

cual se encuentra inmerso.

80

El docente, desde su dimensión cognoscitiva,

participa con su historia en un proceso de

autoconstrucción, lo cual referido a educación se podría

denominar aprendizaje, entendido según Rincón (1999)

"como el resultado de la internalización de los

instrumentos culturales por parte de los sujetos a través

de la interacción social".

Ese aprendizaje, si se ubica en la educación formal,

implica la participación de un docente discursivo con

todos sus esquemas cognoscitivos adquiridos, punto de

partida para la construcción de nuevos esquemas, que

tienen como característica fundamental el reformular

conocimientos previos, en pro de cualificar su

conocimiento de la realidad, de modo que pueda actuar

como docente dentro del contexto de su formación

académica.

De esta manera, el docente ubicado dentro de un

contexto escolar, implicado en una relación

intersubjetiva del habla de clase y aprendizaje se

caracteriza por: una oralidad cimentada en sus esquemas

cognoscitivos y una capacidad de estar en relación con

los otros miembros de su entorno. Presupone un tipo de

competencia que Hymes (citado por Bernstein, 1999)

denominó competencia comunicativa, resultante directa de

la relación con el otro, lo cual estructura lo que se

podrían llamar los esquemas interaccionales.

Por lo tanto, el docente asume el contexto escolar

con dos cimientos básicos y altamente determinantes en su

desarrollo del pensamiento complejo y en su adaptación a

un contexto determinado por un grupo de estudiantes. Los

81

esquemas interaccionales se conciben como construcciones

sociales mediante las cuales el ser humano absorbe los

conocimientos compartidos culturalmente y que constituyen

el patrimonio comportamental y cognitivo de la

participación de las personas al interior de un contexto

de relación intersubjetiva. Estos se manifiestan en

modelos culturales que determinan una cosmovisión y una

participación pragmático-discursiva.

Como autoridad discursiva, el docente continúa

liderando el "diálogo" educativo, direccionando dentro

del contexto de aula un intercambio y unas transacciones

comunicacionales. Por ende, la formación del docente está

influida por las relaciones interpersonales y ellas han

constituido la metodología dialógica que lo inserta en su

cultura, sin romper sus hábitos orales adquiridos en la

cotidianidad, y cualificarlo cognoscitivamente para la

adquisición de códigos elaborados (Bernstein), propios de

la educación formal.

Así, los códigos elaborados se adquieren y

cualifican en el interior de un salón de clase, mediante

un discurso en que los actores participan en un: tú a tú.

Al respecto, sostiene Habermas (1996) una teoría de la

verdad centrada en el irrestricto respeto a la

racionalidad del interlocutor en un proceso de

comunicación ideal donde todos los actores poseen el

mismo poder.

Así, la teoría de la acción comunicativa se plantea

a partir de la competencia comunicativa que establecen

los hablantes cuando buscan entenderse a partir de un

conjunto de reglas o juegos de lenguaje, entablados en

82

actos de habla gracias a que la teoría del lenguaje como

uso hace que se pase de una teoría del significado

oracional a una teoría del significado de las acciones

Dell Hymes, trabaja con la etnografía de la

comunicación o etnografía del habla, ésta se inscribe en

los análisis de tipo estructural, este método tiene

relación con el estudio de la lengua en su contexto

cultural determinante. Así la etnografía del habla es una

descripción en términos culturales de los usos pautados

de la lengua y el habla en un grupo, institución,

comunidad o sociedad particulares. De una manera más

específica la etnografía del habla se ocupa de:

a) Los recursos sociolingüísticos disponibles en una

comunidad particular, esto es los estilos, las formas y

términos de referencia y tratamiento; relaciones léxicas;

relaciones entre enunciados, tales como vinculación y

presuposición, etcétera.

b) El uso y explotación de estos recursos en el discurso

y en la interacción social.

c) Las interrelaciones y organizaciones pautadas de estos

diversos tipos de discurso e interacción sociales en la

comunidad.

d) Las relaciones de estas pautas del hablar con otros

aspectos y dominios de la cultura de la comunidad.

Al respecto, Dell Hymes introduce una serie de

conceptos analíticos: Comunidad lingûística, repertorio

lingûístico, competencia comunicativa, situación de

habla, evento de habla, acto de habla y sus componentes.

En ésta investigación se resaltan las competencias

83

comunicativas como uno de los filtros que puede

dificultar la comunicación.

Así, competencia de un sujeto es la suma de todas

sus posibilidades lingüísticas, el abanico completo de lo

que es susceptible de producir e interpretar. Estas

competencias son lingüísticas (conjunto de conocimientos

que se poseen de una lengua), paralingûísticas

(conocimientos acerca de la interpretación del lenguaje

mimo-gestual), ideológicas (conjunto de los sistemas de

interpretación y evaluación del universo referencial) y

culturales (conjunto de conocimientos implícitos acerca

del mundo y de los otros que poseen los interlocutores).

Aun cuando emisor y receptor manejen el mismo código, la

cultura de la que forman parte y su ideología tienen el

mensaje tanto en la emisión como en la recepción. Los

sobreentendidos entre ambos sujetos pueden crear

significaciones distintas de las que resultan de la mera

decodificación, y que escapan al alcance de terceros que

no pertenecen al mismo grupo ideológico y cultural.

Dell Hymes (1976) también habla de competencia

comunicativa para referirse "al conocimiento y a la

capacidad de una persona para utilizar todos los sistemas

semióticos a su disposición como miembro de una comunidad

sociocultural dada". La interacción es una acción

compleja con cierta intención o propósito, en la cual

participan varias personas. La comunicación es una forma

de unidad básica de interacción y es una herramienta

cultural y económica. Por ende, la conversación es una

unidad lingüística de la comunicación, que deja afuera

muchos factores constitutivos tales como paralingûísticos

84

(conjunto de los sistemas de la interpretación del

lenguaje mimo-gestual), ideológicos (conjunto de los

sistemas de interpretación y evaluación del universo

referencial), pragmáticos (formas lingüísticas para

realizar actividades comunicativas) y culturales

(conjunto de conocimientos implícitos acerca del mundo y

otros). Todos estos elementos son importantes para la

comprensión entre las personas.

Los docentes, poseen distintas perspectivas que se

basan en el lenguaje y las diferencias en la visión del

mundo inciden en las diferencias lingüísticas, por lo

tanto, debe utilizar el conocimiento y su capacidad para

disponer de todos los sistemas semióticos a su

disposición como miembro de una comunidad sociocultural

dada con el fin de mejorar la comunicación.

Además, el significado del lenguaje no nace

solamente a partir de la estructura sino con el contexto

en cada situación de habla, se debe reconocer el entorno

social donde uno se ubica, luego ver con qué tipo de

persona se habla y a quién se refiere. Dell Hymes (1976)

planteó que las habilidades relacionadas con estas

interrogantes: ¿En qué momento comienza la

comunicación?¿En qué circunstancias?¿Dónde y con quién

tiene lugar la comunicación? ¿Qué registro y/o variación

utiliza?¿Qué dice?¿En qué forma emite el mensaje?¿Por

cuál canal envía el mensaje? ¿Cómo reacciona y cómo

comprende? Están englobadas en el concepto Competencia

Comunicativa que se diferencia con el concepto de

Chomsky, que focaliza solamente en la estructura

gramatical del lenguaje.

85

No obstante, la comunicación forma parte de la

interacción; razón por la cual podría denominarse

Competencia Sociolingüística.

Por ello, el docente cuando participa en los eventos

del lenguaje de un salón de clase, no sólo conoce su

lengua, sino se comporta como ser humano que se somete a

reglas gramaticales, lógicas, pragmáticas y

socioculturales que condicionan un comportamiento

funcional para el grupo que lo instituye. Además,

participar en los juegos de lenguaje imprime esquemas de

comportamiento a todos los participantes, lo que nos

habla de la constitución gramatical del hombre.

El ser humano nace con la capacidad de descubrir la

gramática de la lengua y las leyes que domina la sociedad

donde la inscribe. En oposición a las consideraciones más

recalcitrantemente estructuralistas americanas de

mediados del siglo XX que consideraban como único y

legítimo objeto de estudio aquello que del lenguaje fuera

observable, medible y cuantificable, surge en 1957, la

corriente Generativa Transformacional, la que sí se

inquietó por esos aspectos no exactamente asibles, desde

el punto de vista empírico, pero sí evidentemente

presentes en todo evento del lenguaje, como lo son las

reglas y estructuras que subyacen a todo hecho del habla.

Nuevas revoluciones dentro de la lingüística,

reivindicaron la actuación y al hablante dentro de

contextos que necesariamente determinan su qué pensar y

cómo actuar. Es dentro de este marco donde se dan

entonces, otras tendencias en el estudio del lenguaje

86

como lo son la sociolingüística, la pragmática y el

análisis del discurso, entre otras.

El lenguaje es un acto humano determinado no sólo

por procesos internos de naturaleza sicológica pura, sino

por factores de índole extralingüística que se configuran

finalmente en elementos necesarios y altamente

determinantes en la formación de lo que Hymes(1976)

denomina competencia comunicativa.

Podría plantearse que, Dell Hymes al postular su

competencia comunicativa, nunca ignoró el concepto choms-

kyano de la existencia de una competencia lingüística y

tal vez hoy diría que la competencia lingüística es una

premisa sine qua non para darse la competencia

comunicativa. Así, el lenguaje depende de la realidad

social e integra lo social a través de los sujetos que lo

utilizan.

Argyris y Schôn (1979) plantean que la conducta

humana intencional y el aprendizaje humano pueden ser

explicados cibernéticamente en términos de un proceso de

construcción, prueba y reconstrucción de cierto tipo de

conocimiento. Asimismo, consideran que toda conducta

humana deliberada se apoya en un constructo mental

constituido por el conjunto de valores o variables

rectoras, normas, estrategias de acción y supuestos que

configuran el sistema de referencia cognitivo.

El enfoque psicológico y el enfoque sociológico-cultural

El enfoque psicológico analiza los fenómenos del

discurso y de la interacción desde la perspectiva

individual, la cual implica el empleo de variables

87

estrictamente psicológicas. Es decir, variables internas

del sujeto: afectivas (actitudes, motivaciones,

sentimientos, emociones), cognitivas y de acción o

conductuales.

El enfoque sociológico-cultural tradicional asume el

estudio de la interacción y el discurso como expresión de

una sociedad, empleando para el análisis las variables

externas al individuo. Estas variables pueden ser de

orden social, económicas y/o socioculturales (ideologías,

creencias, valores, etc). Asimismo, el enfoque

sociológico se sirve de las normas institucionales y

organizativas para explicar esos fenómenos ya que se

sostiene que los interactuantes lo que hacen es

reproducir los roles socialmente determinados. Es decir

que lo social-cultural es lo que va a explicar el

comportamiento de los individuos en situaciones de

interacción docente y discurso pedagógico de la ironía.

El enfoque sociológico-cultural por una parte,

centra la mirada en el aula de clase donde se produce el

interjuego de roles docente-alumno. Ese juego de roles es

considerado como la expresión de las normas

institucionales de la organización escolar. Así, el

comportamiento del docente y del grupo se convierte en

“obligatorio”, pues se expresa en roles existentes en el

aula de clase: el docente que enseña, el alumno que

aprende, el docente activo y el alumno pasivo. Este

enfoque sociológico-cultural determina que el

comportamiento pasivo del grupo no es sino un reflejo de

una manera de entender el proceso de enseñanza, la cual

está plasmada en las normas institucionales de la

88

organización escolar y que conducen a la interiorización

de los roles social y culturalmente determinados.

Por otra parte, el uso del enfoque sociológico-

cultural conduce a enfatizar la determinación social-

cultural de la interacción y del discurso, centrándose en

los condicionantes sociales de la conducta colectiva, a

través del uso de variables externas al individuo: roles

socialmente determinados, normas impersonales, etc.

Así, la relación dominante-dominado en la

interacción pedagógica se explica por las propiedades

psicológicas del docente, su autoritarismo, el cual

influye unidireccionalmente sobre el alumno, quien sólo

reacciona (pasivamente) a esta forma de ser del docente.

Se entiende, entonces, como una relación de causa-efecto

entre la acción autoritaria del docente y la reacción

pasiva del alumno. No se concibe que entre docente y

alumnos haya una interacción propiamente dicha, sino una

influencia unidireccional.

El reduccionismo sociológico-cultural conduce a una

conclusión fundamental: el individuo sólo es visto en su

inserción social, la interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía obedece al imperativo de

afiliación para la satisfacción de necesidades, se actúa

frente a otros por condicionantes de orden social-

cultural y se piensa que sólo va a reproducir estructuras

y relaciones sociales de orden macro social.

Al respecto, se presenta de la visión

psicosocialcultural tres grandes postulados:

• La relación entre docente y alumno es extremadamente

compleja. El docente, más concretamente sus procesos

89

psicológicos, se conforma en interacción discursiva con

alumnos en el marco de un conjunto de normas, valores,

regulaciones sociales y en la realización de prácticas

pedagógicas cotidianas.

• Existen dos procesos inherentes a la relación entre

docente y alumno: la variabilidad entre los docentes y

los alumnos y la uniformidad social. En todo encuentro

humano hay elementos idiosincrásicos o particulares que

tienen que ser considerados al igual que aquellos

elementos compartidos. Existiendo así regulaciones

psicológicas, sociales y culturales que han de ser

consideradas.

• La relación entre docentes y alumnos es directa e

inmediata y está mediada por las interpretaciones dadas a

los signos y símbolos presentes. La consideración de los

sistemas simbólicos tales como el conocimiento compartido

(construcciones representacionales) y el lenguaje en el

discurso es fundamental desde una perspectiva

psicosocialcultural.

Esta perspectiva considera que cuando las personas

interactúan surgen nuevos fenómenos, los cuales terminan

conformando nuevas ideas que se traducen en normas,

valores, creencias, acciones y obras. Esto aunado a un

marco sociocultural cuyos valores legitiman el abuso de

poder y de normas de comportamiento que provocan

disfunciones en la interacción. Son modelos culturales

asimilados que se actualizan en situaciones concretas.

Ahora bien, los procesos psicológicos son

conformados en los encuentros humanos. Así, durante los

procesos interactivos (docente-alumno) y de discurso

90

pedagógico de la ironía emergen ideas, valores, conductas

que van a ser interiorizados por los individuos

conformando de esta manera su perfil psicológico. Los

productos que emergen de la interacción también se

convierten en construcciones sociales (ideas, valores,

creencias, normas sociales, rituales, etc.) en la medida

en que son compartidos y adquieren relativa autonomía,

pasando así a conformar un trasfondo sociocultural.

El modelo psicosocialcultural implica entonces que

los docentes que intervienen en la interacción docente y

el discurso pedagógico de la ironía no sólo están

modelados socialmente sino que ellos son agentes de su

comportamiento, que sus ideas y acciones son el resultado

de lo que ellos piensan y de cómo piensan, de lo que

sienten y de cómo sienten, de sus necesidades y

aspiraciones, de sus conductas o de cómo se desenvuelven.

Dicho de otra manera, el docente es un agente de su

propio comportamiento individual e interactivo; es decir,

es proactivo. Otorga significado y sentido a sus acciones

y a la de los otros a partir de sus marcos referenciales

(representaciones mentales y sociales) con los cuales

interpreta y construye su realidad.

En conclusión, se afirma que el comportamiento

individual del docente está mediado por procesos

internos, psicológicos, culturales, que son elaborados en

la interacción docente. La manera como el docente se

comporta depende de cómo percibe, organiza y representa

su realidad personal.

La idea de que el docente es un actor proactivo y

constructor de su realidad, ve a la interacción como un

91

fenómeno bidireccional, productor de nuevas realidades.

Dicho de otro modo, el análisis de una interacción

docente y del discurso pedagógico de la ironía incluye

necesariamente la actuación (acción y discurso) de los

sujetos, sus modelos sociocognitivos y el contexto en el

cual se sitúa la acción. En tal sentido, la realidad lo

afecta en tanto ella es interpretada, son los

significados que se le atribuyen los que van a

constituirla como la realidad que existe efectivamente.

Un problema central e inevitable, es la dialéctica

entre resistencia y cambio, es decir, hasta qué punto el

docente reproduce lo viejo, lo preestablecido, hasta qué

punto se crean nuevos discursos y nuevas formas de

comunicarse.

La reflexión realizada permite deducir lo siguiente:

los docentes que participan en la interacción son

portadores de una gama de representaciones que ya han

construido en situaciones pasadas y forman parte de su

cultura. La interacción en su doble proceso de

exteriorización e interiorización produce un intercambio

y una confrontación de las representaciones individuales

previas, dando lugar a la elaboración de una nueva

representación.

En efecto, a lo largo de la experiencia docente,

producto de los reiterados contactos con los alumnos en

distintas situaciones, se elaboran imágenes e ideas sobre

ellos, sobre el mismo docente en referencia a los alumnos

y al mismo tiempo se construyen interpretaciones,

imágenes o construcciones que guían y regulan las

92

presentes y las futuras interacciones y comunicaciones

entre docente y alumnos.

La dinámica, compleja o simple, del proceso de

interacción docente va a depender de las tendencias de

los alumnos a conformarse o diferenciarse. Es decir, la

interacción puede estar teñida de resistencia o de

cambio. Esto significa que el producto de la interacción

necesariamente conduce a diversas salidas: los alumnos

pudieran aceptar la posición dominante; pudieran elaborar

consenso donde estén presentes las divergencias y

coincidencias; pudieran establecer compromisos entre las

posiciones opuestas; o pudieran asumir la posición

minoritaria de contracorriente. En todo caso, se ha

podido comprobar que la presencia de posiciones

antagónicas en los procesos de interacción se traduce en

un mejor y mayor aprendizaje.

Estas reflexiones llevan a establecer tres momentos

en el estudio de la interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía. Esos momentos ofrecen una guía

para el análisis y la investigación de la IDDPI.

En la figura 2, se representan los tres momentos: el

primero, se sitúa en el ámbito de los elementos

preexistentes a la IDDPI y del objeto de la misma, que

son previas a la situación de interacción; el segundo, se

refiere a la situación de interacción propiamente dicha,

donde se observan los procesos de comunicación y el

discurso utilizado; el tercero, constituye el producto de

la interacción y el discurso a través de las modalidades

e implicaciones.

93

3 Producto de la IDDPI

1 Elementos

preexistentes

2 Interacción

Figura 2: Momentos que guían el estudio de la IDDPI

94

CAPÍTULO IV

ASPECTOS PROCEDIMENTALES DEL ESTUDIO

Esta sección se refiere a los pasos metodológicos

seguidos para llevar a cabo el estudio (según el esquema

lógico estructural), entre ellos: el tipo y diseño del

estudio, las categorías de análisis o variables, el

ámbito de ocurrencia, los sujetos involucrados, el

instrumento de recolección de información, los métodos de

recolección, organización, procesamiento y análisis de

los datos, la construcción teórica y contrastación o

validación de los hallazgos (resultados). Los cuales se

presentan a continuación.

Tipo de Estudio

Según el Modelo VIE (Padrón, 1992), el estudio

encajó dentro de las investigaciones explicativas, ya que

su objetivo central se orienta a deslindar, aclarar y/o

interpretar las relaciones entre hechos, individuos o

situaciones y, a partir de ello construir modelos y

teorías que expliquen la realidad.

Diseño de la Investigación

Se refiere a los pasos secuenciales seguidos para

llevar a cabo el estudio, los cuales fueron organizados

en las fases que lo conforman, siguiendo la secuencia

diacrónica del modelo de variabilidad de la investigación

95

Educativa (Padrón, 1992). Tal como se presenta a

continuación:

Fase Descriptiva.

1. En el estudio se partió de la observación de un

fenómeno, donde se evidenció y describió la situación

deficitaria y problemática, es decir, el problema o

pregunta de investigación, referida a que existen

disfunciones en cuanto a las relaciones interpersonales

docente-alumno que se expresan a través de las formas

irónicas presentes en el discurso del docente de la

segunda y tercera etapa de educación básica.

Posiblemente porque no se cuenta con docentes

debidamente capacitados en cuanto a cursos sobre

relaciones humanas, con información actualizada, con

mejoramiento profesional permanente, con dispositivos de

autoayuda y elevación de la autoestima.

2. Luego, se describió la teoría de acción comunicativa

que sirvió de apoyo teórico a la investigación, la cual

se refiere a la interpretación de toda expresión de

significado vinculada a las condiciones de la

comunicación, incluida la relación interpersonal, el

lenguaje y la realidad (Habermas, 1987), la teoría del

discurso pedagógico formada por un sistema que relaciona

leyes sobre el discurso pedagógico y ofrece una

explicación de las mismas, que permite comprender los

complejos problemas de la comunicación, la

intersubjetividad y la identidad (Bernstein, 2000) y la

96

información teórica sobre la interacción docente,

relaciones disfuncionales, efectividad de la acción

docente e ironía, consultando bibliográficamente teóricos

y autores internacionales y nacionales.

B. Fase Analítica:

Luego en una Fase Analítica se relacionaron las ideas

centrales de las teorías bajo estudio, sobre la base de

las categorías etnográficas de Bernstein y se extrajeron

dichas categorías tanto teóricas como empíricas.

C. Fase Explicativa o Constructiva:

Luego de realizado el procesamiento y análisis

cualitativo (categorización) de la información teórica

(marco teórico referencial) y de la información empírica

(descripción y análisis), se construyó o se estableció un

modelo teórico, organizado y estructurado en una serie de

categorías teóricas (conceptos) y de categorías reales y

sus indicadores (obtenidas de la observación empírica-

grabaciones), sobre los aspectos relacionados con la

interacción docente y el discurso pedagógico de la

ironía. Este modelo teórico le proporciona el carácter

científico al estudio.

Se efectuó la interrelación entre las categorías

teóricas y las categorías reales, a través de la

comparación e interpretación (teorización original),

resultando el sistema de factores que intervendrán en la

interacción docente y el discurso pedagógico de la

ironía, el cual explica las disfunciones en las

relaciones interpersonales entre docente-alumno, con las

97

consecuentes implicaciones en la calidad de la acción

pedagógica.

Categorías de Análisis (Variables) a Manejar en el Estudio. -Las condiciones socio-contextuales y educativas, las

cuales fueron determinadas a través de la revisión de

documentos bibliográficos (fuentes primarias y

secundarias), referentes a la información teórica sobre

interacción docente y discurso pedagógico de la ironía,

de su análisis cualitativo resultaron las categorías

teóricas (Modelo Teórico).

-Las condiciones discursivas y operativas, las cuales

fueron determinadas a través de la interpretación de la

información recogida en el campo por la vía de las

grabaciones; de su análisis cualitativo resultaron las

categorías empíricas.

Ámbito de Ocurrencia del Estudio

Unidades educativas estadales pertenecientes al

Estado Trujillo-Municipio San Rafael de Carvajal, a nivel

de la segunda y tercera etapa de educación básica,

específicamente en las instancias de la interacción

docente en el aula de clase.

Sujetos Involucrados en el Estudio

98

Según Martínez (1991) y Cerda (1991), en los estudios

de tipo cualitativo se permite al investigador que

especifique cuál es el grupo de sujetos que son

relevantes para el fenómeno a investigar, atendiendo a

criterios establecidos según la naturaleza de la

investigación y procurando mantener la representatividad

del universo total de esos sujetos.

De acuerdo con los autores, para proceder a la

selección de los sujetos se puede hacer uso entre otros

tipos, de las muestras intencionales o razonadas, basadas

en criterios altamente convenientes para los fines que

persigue la investigación, de acuerdo con el conocimiento

y control del investigador. En este tipo de muestras se

suelen eliminar los casos negativos, atípicos o muy

particulares, además de calibrar muy bien la influencia

de todo lo que tiene carácter excepcional, respetando muy

bien los sub-grupos naturales (comprehensivos) y los

informantes claves o personas con conocimientos

especiales sobre el tema de investigación, estatus y

buena capacidad de información.

Criterios de Selección de los Docentes.

- Licenciados en Educación.

- Titulares.

- Tiempo Integral.

- Experiencia mayor a tres años.

- Excelentes condiciones fonéticas.

Tomando en cuenta estos criterios, participaron 07

docentes , para seleccionarlos se pidió la información al

99

director de cada institución, con el fin de determinar

cuáles docentes cumplen con los criterios de selección.

TABLA 1

Descripción de la muestra de docentes de aula

seleccionados para ser grabados.

DOCENTE OTRAS CARACTERÍSTICAS GRADO

A Especialista en gerencia educativa 5°

B Participante de la maestría en ciencias

de la educación

C Magíster en ciencias de la educación 4°

D Graduado en derecho 7°

E Especialista en matemática 9°

F Participante de la especialidad en

currículum

G Magíster en ciencias de la educación 4°

Fuente: Torrealba, M.(2002).

Tipo de Instrumento-técnica de recolección de datos En este estudio el instrumento se refirió a la

grabación, la cual fue realizada anónimamente por alumnos

que desearon prestar la colaboración dentro del aula. La

misma se llevó a cabo en un período de dos horas

continuas en tres días diferentes. Previamente los

estudiantes recibieron un asesoramiento por parte de la

investigadora en cuanto a los objetivos de la

investigación y las estrategias a tomar en cuenta en el

momento de la grabación.

100

Esquema General de Trabajo.

Recolección y organización de datos.

Este proceso se realizó a través de:

- La consulta de fuentes bibliográficas, para obtener las

condiciones socio-psico-contextuales y educativas

(categorías teóricas).

- Las grabaciones a los docentes, para obtener las

condiciones discursivas y operativas (categorías reales).

Acerca de los tipos de observación realizados durante

las grabaciones, el investigador hizo uso de la

observación participante, aunque mantuvo el anonimato y

la confidencialidad para hacer más fidedigna la

investigación y permitir que los docentes se expresaran

libremente, ya que uno de los alumnos del aula de clase

se encargó de realizar las grabaciones.

Por último, una vez recogida la información, el

investigador la registró y organizó, cada cassette estuvo

identificado según cada uno de los docentes grabados.

Procesamiento y Análisis de Datos.

Para procesar y analizar los datos y la información se

llevaron a cabo los siguientes procedimientos:

Procesamiento y análisis cualitativo de categorías

teóricas y categorías reales.

101

Tanto la información teórica sobre la interacción

docente y el discurso pedagógico de la ironía

(condiciones socio-psico-contextuales y educativas)

provenientes de la consulta bibliográfica de teóricos y

autores internacionales y nacionales; así como los datos

suministrados por los sujetos involucrados en el estudio

(condiciones discursivas y operativas), fueron objeto de

un procesamiento y análisis cualitativo para obtener

(construir) respectivamente las categorías teóricas

(modelo teórico) y las categorías reales, ambas con sus

correspondientes indicadores.

Dicho procesamiento y análisis cualitativo se refirió:

-Al Proceso de Descripción Inicial, el cual consiste en

describir en forma detallada los rasgos fundamentales que

configuran la realidad a investigar (Martínez, 1991 y

Martínez, 2000).

-Al Proceso de Categorización, el cual según Martínez

(1991) significa clasificar las partes en relación con el

todo, es decir, consiste en describir las clases

significativas, diseñando y rediseñando, integrando y

reintegrando el todo y las partes a medida que se revisa

el material proveniente de las grabaciones y va

emergiendo el significado de cada sector, evento o hecho.

Para el análisis de los datos, se aplicó como técnica el

análisis del texto, tomando en cuenta las funciones del

102

discurso o del lenguaje referidas por Padrón (1996).

Pasos que se siguieron:

1.Trascripción detallada de la información

proveniente de las grabaciones (frases, expresiones y

palabras que estaban correlativamente ubicadas en el

nivel de un contexto intencional-situacional) habiendo

previamente leído y revisado dicho material.

2.División de los contenidos en categorías

descriptivas, que expresaban y definían una idea o

concepto central.

3.Distinción de los tipos básicos, propiedades

descriptivas y atributos o sub-categorías, indicadores y

sub-indicadores, dentro de cada categoría.

4.Codificación de un número representativo a cada

categoría e indicador.

5.Revisión para optar a integrar o reintegrar

(agrupar) en categorías más amplias y comprehensivas.

Además de ubicar indicadores que han caído en dos (2) o

más categorías o suprimir (eliminar) categorías e

indicadores repetidos.

6.Agrupación o asociación de las Categorías de

acuerdo a su naturaleza y contenido.

7.Codificación nuevamente con un número

cada categoría e indicador.

103

-Al proceso de comparación, el cual según Bisquerra

(1989) es un procedimiento analítico general (p. 262), el

cual para efectos de este estudio permitió comparar las

frases ya categorizadas de los sujetos involucrados en el

estudio, considerando los criterios de similitud o

coincidencia, divergencia, discrepancia, nuevos aportes y

desecho de casos aislados.

Procesamiento y análisis hermenéutico de las

categorías teóricas y de las categorías reales.

Una vez que el investigador estableció las categorías

teóricas y las categorías reales, éstas fueron objeto de

un procesamiento y análisis hermenéutico, para obtener el

sistema de factores que interactúan en la interacción

docente y el discurso pedagógico de la ironía.

Dicho procesamiento y análisis hermenéutico se refirió

al proceso de interrelación, comparación e

interpretación, entre las categorías teóricas y las

categorías reales, el cual según Martínez (1991) y

Bisquerra (1989) consiste en una teorización original, la

cual permitió lograr una considerable novedad y

originalidad, ya que los resultados obtenidos provienen

de un contexto propio y de la propia información o de los

datos de los informantes y las relaciones que se suceden

entre sí.

Según Martínez (1991), Bisquerra (1989) y Gotees y Le

Compte (1988), se entiende por teorización original,

cuando la mente del investigador inicia un auténtico

104

“juego” con las categorías, es decir, percibe, contrasta,

compara, agrega y ordena categorías o grupos de

categorías y sus propiedades (indicadores), establece

nexos, enlaces o relaciones y especula con el fin de

obtener un producto o hallazgo de las interpretaciones

teóricas.

Cabe destacar que para proceder a la Teorización

Original se hizo uso de los criterios de: similitud o

coincidencias, divergencias, discrepancias, nuevos

aportes y desecho de casos aislados. Así mismo se

consideraron tanto los factores que favorecen como los

que desfavorecen la interacción docente.

A continuación se describen los criterios a utilizados

en este estudio (Bisquerra, 1989):

-Similitud o Coincidencia, se refiere a las analogías,

relaciones y coherencias existentes entre las categorías.

-Divergencias, se refieren a los aspectos contrarios

existentes entre las categorías.

-Discrepancias, se refieren a la diversidad o variedad

existentes entre las categorías.

-Nuevos aportes, se refiere a los aspectos que no han

sido contemplados en las categorías teóricas, pero que

han sido considerados en las categorías empíricas.

105

-Desecho de casos aislados, se refiere a los casos

negativos que se desechan por considerarse no

significativos.

Después de clasificados todos los textos según las

funciones del discurso (frases, oraciones o palabras) se

procedió a un análisis hermenéutico-crítico, cuya

interpretación sirvió de fundamento en la construcción

del modelo teórico como producto final de la

investigación.

106

CAPÍTULO V

UN MODELO TEÓRICO DE LA INTERACCIÓN DOCENTE Y EL DISCURSO

PEDAGÓGICO DE LA IRONÍA

Para derivar el modelo en referencia se realizó un

ordenamiento de los datos empíricos y de las teorías de

base que se propusieron para explicar de manera

simplificada las disfunciones en la interacción docente-

alumno. El modelo pretende discutir la dinámica

relacional entre la interacción docente y el discurso

pedagógico de la ironía partiendo de la premisa de que en

toda interacción están presentes unos actores y un

discurso.

Todo encuentro entre docente y alumnos supone una

situación de interacción, donde la acción de cada uno de

los sujetos entra en relación con la acción de los otros,

en términos de interdependencia, de subjetividad, de

significaciones compartidas y no compartidas y de

influencia unidireccional y bidireccional.

En esta relación se intenta comprender cómo los

mecanismos político-ideológicos son función de los

enunciados lingüísticos que se producen en el aula, o

sea, que se trata de indagar alrededor de ese doble

encadenamiento entre lo socio-político y lo lingüístico,

sus mutuas y complejas determinaciones. Se partió de una

concepción sociolingüística, pragmática e

interdisciplinaria; especialmente, se incorporó el

"análisis crítico del discurso" que entiende al lenguaje

107

como fenómeno de la cultura, a la vez constitutivo y

constituyente de la misma, como un potencial de

significados compartidos y en conflicto. O sea, el

discurso se entiende como una práctica social determinada

por procesos y estructuras sociales. Interesó investigar

cómo los significados, en el aula, se negocian,

distribuyen y redistribuyen en el interior del discurso,

según el juego de factores que los lingüistas

caracterizan habitualmente como "sociales" y que podrían

llamarse también "políticos", en tanto involucran

relaciones de poder, en el sentido en que lo plantea

Michel Foucault. El objetivo consistirá en

"desnaturalizar" el discurso en el aula para que se logre

una conciencia que pueda promover una práctica crítica

por parte de alumnos y docentes.

Con el fin de abordar el estudio de la interacción

docente y el discurso pedagógico de la ironía, se propone

un modelo (de aquí en adelante la autora se referirá a él

con las siglas MIDDPI: modelo de la interacción docente y

el discurso pedagógico de la ironía) que explica las

disfunciones que surgen en dicha interacción, que se

enmarca a través de las perspectivas de la teoría de la

acción comunicativa y el discurso pedagógico, además

establece un nexo empírico-teórico que permite explicar

las relaciones entre lo observado/ocurrido en contextos

educativos y las teorías explicativas.

Para ello se comienza con una relación interteórica

que permite observar la función que cumple cada teoría en

el modelo.

108

Relación Interteórica

La teoría de Habermas de la acción comunicativa

entendida como un tipo especial de acción permite

derivaciones poco triviales en torno al análisis de las

situaciones comunicativas. Habermas rechaza las teorías

semánticas que postulan el análisis de las intenciones

del hablante y adhiere a teorías analíticas del

significado que parten de la estructura de las

expresiones lingüísticas.

El fundamento esencial de esta visión es que los

signos no son elementos aislados sino que toman su

significado, en algún sentido, de un sistema de signos

públicamente accesibles y compartidos, es decir, que al

menos a cierto nivel, el significado es objetivamente

"lingüístico". En coincidencia con los lingüistas

pragmáticos el significado es algo que emerge

intersubjetivamente e interactivamente: es una teoría de

la interacción.

Rechaza el concepto monológico de racionalidad que

ha dominado la teoría semántica desde Descartes y procura

ir más allá de las presunciones ontológicas de verdad

condicional. Sugiere que se pueden incluir otros

significados laterales que se relacionan con la verdad

respecto de la pretensión de validez del discurso durante

el proceso de comprensión. Esto significa reconocer

reacciones del hablante y del oyente en la interacción,

en consecuencia, las afirmaciones bien fundamentadas y

109

las acciones eficientes son ciertamente signos de

racionalidad.

Los lenguajes humanos tienen significado dentro de

un contexto y quizás sea este el punto más cuestionable

de su teoría si se piensa en la desmedida confianza en lo

contextual y en la adecuación pragmática de hablantes y

oyentes, lo que dejaría en un segundo plano a la

interpretación.

En tal sentido, la postulación de Austin y las

extensiones aportadas por Searle sobre los actos de habla

le permiten desarrollar una teoría en la que las

expresiones del lenguaje pueden verse como actos o

acciones lingüísticas. Austin distingue tres funciones en

los actos de habla: locucionaria, ilocucionaria y

perlocucionaria, la función locucionaria se refiere al

contenido proposicional de los actos de habla (lo que se

dice), la ilocucionaria a la acción realizada al decir lo

que se dice y la perlocucionaria al efecto en el oyente

que el hablante busca lograr. Habermas amplía este

análisis apoyándose en los actos constativos del lenguaje

cuya forma superficial acentúa el contenido

proposicional, hasta los actos lingüísticos

interpersonales (regulación normativa de la conducta) y

los actos expresivos (actitudes internas de los

hablantes) y sugiere que, al menos en forma latente, las

tres funciones están presentes en todas las expresiones.

Por lo que, Habermas diferencia claramente entre la

acción orientada a lograr entendimiento y la acción

estratégica orientada a dar lugar a determinado estado de

110

cosas que un hablante puede desear, cuya simetría podría

buscarse en la expresión "lograr un acuerdo".

Luego, según Searle (1980) las perlocuciones son una

clase especial de interacción estratégica en la cual el

fin se logra mediante ilocuciones, por consiguiente un

hablante tiene que lograr su objetivo ilocucionario a fin

de alcanzar su objetivo perlocucionario. Naturalmente los

actos del lenguaje solo pueden servir a objetivos no-

ilocucionarios de influir en los oyentes, si son

apropiados para lograr objetivos ilocucionarios en tanto

acción orientada al éxito. Los resultados ilocucionarios

se logran a nivel de las relaciones interpersonales en la

que los participantes de la comunicación llegan a un

acuerdo entre ellos acerca de algo. En estrecha relación

con lo anterior se pueden distinguir dos tipos de acción:

la acción estratégica y la acción comunicativa. En esta

última los participantes pueden armonizar entre sí sus

planes de acción individual mientras no se intente que

otros conformen sus planes de acción a los suyos propios

y la única fuerza de la coordinación es la validez.

Para entender las condiciones en las cuales se

juzgaría una expresión válida o no, se deben entender las

razones o fundamentos a los cuales podría remitirse. Se

pueden entender las razones sólo en la medida en que se

entiende por qué son correctas o incorrectas; de esta

manera el intérprete adopta una posición positiva o

negativa acerca de ellas.

El significado de un enunciado está ligado a las

condiciones de verdad y sólo la aceptación puede

legitimarlos. La aceptabilidad o el rechazo de un acto

111

lingüístico depende del hecho de que el destinatario

tenga la posibilidad de adoptar una posición respecto de

sus pretensiones.

Refiriendo este análisis a una situación

comunicativa especial, la situación comunicativa

educacional, se podría pensar que si la acción

comunicativa está orientada hacia las pretensiones de

validez de verdad, justicia y sinceridad; el docente

debería ser susceptible de la exploración reflexiva y

recíproca de tales pretensiones. En el aula escolar

dichas pretensiones son, por así decirlo, tangibles y

visibles; sin embargo se presentan variables

posiblemente no contempladas por la teoría. En ella el

significado de los juicios de validez están sujetos a la

interpretación y, por qué no, a la distorsión más allá de

que las proposiciones se hallen explicativas en un

determinado contexto, por lo que la desarticulación

discursiva escaparía a la lógica propuesta por Habermas.

Con esto se quiere significar que la discusión sobre

los juicios de validez no siempre se encaminan hacia a

una interpretación consensuada por la mayoría, lo que

pondría en cuestión a la acción comunicativa como

búsqueda de la verdad.

La teoría aporta esclarecimientos acerca del

significado de los actos de habla y esta innovación

rebasa a los lingüistas pragmáticos de adopción, al

desentrañar estructuras comunicativas que permitan

superar el adoctrinamiento y la unidireccionalidad en

favor de la participación activa de los alumnos en el

112

proceso de apropiación del conocimiento y de un discurso

pedagógico alternativo.

En todas las situaciones comunicativas didácticas,

el docente intenta hacer saber al alumno la puesta en

obra del conocimiento visualizado. Este despliegue de

intersubjetividades se sustenta a través del encuentro,

la lucha por el reconocimiento recíproco y las

responsabilidades compartidas. La interacción continua

entre los actores de la circunstancia comunicacional

tiene como propósito lograr la adquisición de estructuras

teóricas, y por qué no prácticas, consensuadas a través

de un proceso de transacción entre docente-alumno-objeto

de conocimiento. Se trata de trasladar al estudiante una

serie de problematizaciones que favorecerían nuevos

desafíos frente al conocimiento.

Sin embargo los actos comunicativos difícilmente son

simétricos y el poder no es ajeno a la educación, por el

contrario es legitimado a través de las relaciones

construidas no solo entre docente-alumno sino las

establecidas desde lo institucional. El conocimiento, las

instituciones educativas y el vínculo pedagógico

constituyen redes y sedes de poder. Se puede hablar de

una micropolítica educacional, con micropoderes que

circulan, se adaptan, transforman y se ejercen también en

la comunicación en cualquier situación. La vigilancia en

la educación implica sometimientos que van desde aceptar

la desautorización del propio discurso hasta absorber

acríticamente los discursos que recorren el poder-saber.

Vistos de esta manera los discursos del saber

constituyen la imposición de una cierta norma, de un

113

cierto filtro que se oculta bajo el aspecto

desinteresado, universal y objetivo del conocimiento.

Es así como en la situación comunicativa especial

que supone la educación, las condiciones de validez de

los mensajes que sostiene la interacción, lejos de

fundarse en la racionalidad de sus fundamentos se derivan

más bien de la autoridad supuesta al discurso docente.

Así paradójicamente lo que parecía un punto débil de

la teoría, la excesiva confianza en lograr la univocidad

de interpretación, este caso especial se confirma

estereotipadamente ya que la interpretación resulta

unívoca pero no por ser producto de un sistema accesible

a todos sino por ser reflejo del poder de la palabra en

tanto convalidación del saber.

La compleja trama entre la constitución de la

subjetividad y la Educación, conforma hoy un campo

inagotable para la localización de objetos y

problemáticas a investigar. El Discurso Pedagógico -

construcción histórico, político, social- propicia la

construcción de un modelo, cuya relevancia,

significación, singularidad, poder y efecto eleva la

operatividad y pertenencia.

La teoría de Bernstein está relacionada con un

proceso de producción, reproducción y transformación de

la cultura por medio de la pedagogía y proporciona la

gramática intrínseca del discurso pedagógico a través de

un complejo conjunto de reglas. Esta teoría del discurso

pedagógico permite comprender los complejos problemas de

la comunicación, la intersubjetividad y la identidad.

114

Inicialmente, el trabajo de Bernstein se desarrolla

alrededor de la relación entre clase social, cultura y

socialización, luego a partir de 1980 su trabajo se

centra en el discurso pedagógico y la práctica

pedagógica. Su teoría constituye una gramática teórica

para comprender la compleja geografía del poder, la cual,

compuesta por campos de conocimientos, discursos y formas

de comunicación y práctica, está en una constante

dinámica por la legitimación de nuevos límites que se

expresan en la actualidad en nuevas formas de

cotidianidad.

Para Bernstein el discurso es una institución social

y la institución social es una construcción discursiva

que intenta reconceptualizar los problemas del discurso,

la diferencia y la identidad en el análisis de la

escuela, los diferentes contextos pedagógicos y los

sistemas institucionales. Propone un sistema de reglas

que actúa selectivamente sobre lo que se comunica en la

relación pedagógica, este sistema de reglas (dispositivo)

actúa selectivamente sobre el potencial de significados

(potencial discursivo susceptible de ser pedagogizado) y

también propone un proceso de recontextualización que

constituyen el discurso pedagógico (DP).

Para la explicación de las disfunciones en el

MIDDPI, es necesario acometer, en primer lugar, la

primera dimensión de análisis, correspondiente a los

principios discursivos: distribución del discurso, de-

contextualización y re-contextualización. En segundo

lugar, es necesario aproximarse a la segunda gran

115

dimensión de análisis del modelo, tomando en cuenta los

tres momentos que la configuran, a saber: elementos que

preexisten a las situaciones de interacción; elementos

situacionales de los encuentros propiamente dichos; y los

efectos o las implicaciones psicosocialculturales que son

generadas a través de la interacción.

Ejemplo de distribución del discurso, de-

contextualización y re-contextualización. Análisis del

discurso.

El texto corresponde a un fragmento de una clase

correspondiente a un proyecto denominado “La nutrición de

los vegetales”, de un grupo de alumnos mixto, de cuarto

grado.

Observamos la dinámica de la conversación entre

alumnos y docente, en una instancia especial, poco común,

que no se reitera en el resto de la grabación de la

clase. Leámosla:

La docente está repasando el tema "La nutrición

vegetal" dada la proximidad de la celebración del día del

árbol. La estrategia de aprendizaje que prima en la

conversación es el interrogatorio, como una forma de

repaso del contenido ya desarrollado, y como móvil para

aclarar las dudas de los alumnos.

Docente A: ¿Por qué el aire es más puro en un

bosque, que en un lugar donde no hay plantas?( toses)

116

Alumno 1: porque no hay humo, carros, gente

fumando...

Docente A: en un lugar donde hay plantas hay

oxígeno, porque ellas lo producen.

Alumno 2: Claro, ellas respiran, por eso dicen que

no se puede dormir con matas dentro del cuarto.

Docente A: Sí, además ¿Por qué las hojas de las

plantas son más verdes por el lado superior, que por el

inferior?

Alumno 3: Porque les pega más el sol, directo.

Docente A: pero también porque tienen un pigmento

que se llama clorofila.¿saben qué es? (silencio)

Docente A: como que tienen mala memoria, eso lo

vieron el año pasado, bueno, un pigmento llamado

clorofila es lo que les da el color verde a las hojas y

se llama clorofila.

Alumno 4: pero en mi casa hay hojas de todos los

colores.

Docente A: yo no creo eso, será de varios colores

como marrón, amarilla, violeta...pero por ejemplo: azul

no creo que halla en tu casa.

Alumno 4: yo le voy a traer unas.

Alumno 2: vamos a traer matas pa’ adornar el salón.

Docente A: Claro, me parece buena idea, vamos a ver

¿qué necesita una planta para crecer y mantenerse viva?

Alumno 1: agua, tierra, que le pegue el sol, un

poquito.

117

Docente A: Bien, recuerden que las plantas necesitan de

una nutrición adecuada para crecer y desarrollarse.

Alumno 5: pero no todas necesitan de tierra.

Docente A: ¿eh? No, algunas son acuáticas, ah veo que

leyeron el objetivo, los demás ¿entienden? (silencio)

La docente continúa con la modalidad del

interrogatorio como estrategia de aprendizaje.

Para el análisis ordenado y progresivo de este

fragmento, se establece el siguiente procedimiento

metodológico :

1) Se analiza este fragmento discursivo como una

secuencia de acciones lingüísticas, entendida a su vez

como propia de la actividad lingüística humana, dotada de

categorías tales como los participantes de la acción, la

finalidad específica de diferentes actos jerarquizados y

las condiciones constitutivas de la situación

comunicativa que facilita u obstaculiza la interacción.

2) En los enunciados del discurso se rastrean

aquellas acciones lingüísticas, numeradas

correlativamente, especificadas por medio del lenguaje al

emplear la terminología propia de la asignatura, que

traducen un pedido de operatoria mental al alumno;

también, elementos cohesivos particulares al tipo de acto

que se lleva a cabo.

118

3) Se establecen conclusiones pertinentes a las

connotaciones e inferencias que las mismas acciones

señaladas tengan en relación a las estrategias de

aprendizaje y al contenido implícito que está de fondo.

Para acceder al análisis del texto se parte de la

consideración de que el mismo es el resultado de la

interacción verbal, de individuos relacionados en una

situación de comunicación. Este es el caso particular de

un discurso "institucionalizado", es decir, los modos de

acción están convencionalizados, por lo que la

jerarquización de las acciones, así como los turnos de la

conversación no presentarán demasiada variación

esquemática, sino que estarán sujetos a legitimaciones

sociales.

Los participantes de la acción son un grupo mixto de

alumnos, y el docente integral, ambos interactuando en

una situación que les es familiar, la de la clase. Cada

uno conoce su propio rol y el de su interlocutor: el

docente es quien guía la clase, hace las preguntas cuyas

respuestas conoce de antemano, evalúa; en tanto el alumno

escucha, pregunta si tiene dudas, pero nunca contradice,

ni propone los temas a desarrollar, sólo sugiere. En la

interacción de los sujetos existe una coordinación de

acciones y con ellas una influencia en el estado de

conciencia, o mental, ya sea en sus conocimientos, en sus

disposiciones, puntos de vista o motivaciones.

119

Una de las condiciones constitutivas de esta

comunicación particular, es el aula: el ambiente del aula

por su originalidad, se constituye en un medio físico y

psicosocial particular, en un ecosistema de relaciones e

interacciones que determinan el comportamiento del

individuo y del grupo. En dicho ambiente la enseñanza

debe entenderse como una actividad intencional, que

sustenta valores e intercambios simbólicos, donde los

diferentes actores interpretan y proyectan desde su

particular mundo de significados construidos o al menos,

simplemente almacenados.

En este ámbito, el hablante supone que el oyente

está en condiciones de adquirir información de

determinada complejidad, y todos sus enunciados estarán

orientados a esa finalidad: influir sobre el

conocimiento, los intereses y la motivación de sus

alumnos para que recuerden determinados datos. También

supone el docente que el interlocutor entenderá su

finalidad, a partir de los enunciados emitidos, y los

conocimientos previos que tengan los alumnos de otras

experiencias similares.

Interesa en especial en este análisis observar la

jerarquización de las acciones lingüísticas (indicadas AL

en el texto) llevadas a cabo por el docente y las marcas

gramaticales (en negrita) pertinentes a cada tipo de

acción relacionada con ironía. A partir de ellas se

infiere la presencia de un discurso pedagógico de la

ironía manifiesto en la conversación del aula, además de

los roles sociales del docente y el alumno puestos en

situación, regulados por una política educativa que

120

delimita los progresos académicos e instaura las

dimensiones y posibilidades de un discurso

tradicionalista.

Las estrategias de compresión se definen en

pedagogía como actividades que representan operaciones

cognitivas que puede resolver el alumno en tanto está

capacitado, no sólo informado, y en consecuencia podrá

hacer otras actividades con el conocimiento que posee.

Entre las actividades que revelan y desarrollan la

comprensión hallamos: explicar, justificar, aplicar a

otros ejemplos similares, argumentar y generalizar, entre

otras. Estas mismas acciones se verbalizan en la clase y

encubren una operatoria cognitiva, a veces demasiado

compleja. Ocurre que parte de las habilidades que se

intentan enseñar a través del discurso pedagógico, son

presentadas a los alumnos y explicadas para su

realización, mediante el lenguaje particular de la

escuela. Es más, no puede no enseñarse el contenido

curricular: si el docente insiste con la exposición del

tema dado - la "lección"-, está enseñando que la

operación más importante es la memoria, recordar

información. Por otra parte, es bastante lógico que si el

docente quiere desarrollar la habilidad de comparar,

incluya este término o un sinónimo en la actividad que

solicita a sus alumnos. La resolución de problemas, las

inferencias, o el razonamiento causal, suponen el uso de

una serie de términos y conceptos significativos que

permiten al alumno manejar el tipo de pensamiento de que

se trate. Así, puede enseñarse de manera directa y con

buenos resultados a realizar operaciones cognitivas y a

121

sacar provecho de ello, buscando por ejemplo causas y

efectos en diversos temas y situaciones sin

obstaculizarlo con la utilización de un discurso que no

sólo bloquea sino que actúa como inhibidor de un proceso

interactivo.

Según el MIDDPI, el estudio exhaustivo de los

procesos de interacción docente, en una situación

específica, implica necesariamente la consideración de

cada uno de los momentos a través de los elementos

preexistentes, situacionales y del tipo de implicaciones.

Sin embargo, es posible abordar estudios parciales de los

elementos situacionales o de los efectos en un nivel de

interacción determinado.

Dimensiones Categorías de Análisis

Primer momento: Elementos preexistentes

Momentos de ID • Contexto físico y sociocultural

• Variables psicológicas

Segundo momento: Elementos situacionales

• La comunicación en la ID

• Análisis discursivo

Tercer momento: La implicación

• Producto o disfunción

• Modalidad

Dimensiones de análisis del modelo de interacción

docente y el discurso pedagógico de la ironía.

Momentos de la IDDPI

En la dimensión del MIDDPI se sitúan los tres

momentos que conforman la ID: el primer momento está

122

constituido por los elementos preexistentes a la

interacción, el segundo momento por los elementos

situacionales de la interacción y el tercer momento por

la implicación o el producto de dicha interacción. A

continuación se desarrolla el primer momento, los

elementos preexistentes, para luego discutir los dos

últimos momentos.

Primer momento. Elementos preexistentes

Se describen los elementos preexistentes a la

situación de interacción docente, que son estudiados

cuidadosamente ya que ellos juegan un papel decisivo en

las interacciones y el discurso pedagógico. Estos

elementos preexistentes son: el contexto físico y

sociocultural y las variables psicológicas del docente y

alumnos que intervienen en la interacción.

El contexto físico y sociocultural

Los términos para designar el contexto son numerosos

y, muy a menudo, no se establece la diferenciación entre

ellos (medio ambiente, situación, entorno o estímulo).

Según las referencias revisadas, la palabra contexto

se refiere al entramado o tejido de significados

provenientes del medioambiente o entorno, que impresionan

el intelecto o campo de conocimientos de un grupo humano,

como parte integrante de su cultura y su visión de mundo

o cosmovisión. En otras palabras el contexto es todo

aquello que forma parte del medioambiente o entorno y

resulta significativo en la formación y desarrollo de un

grupo humano específico. Por lo que, contexto es el

entorno ambiental, social y humano que condiciona el

hecho de la comunicación, además el contexto no es un

123

molde estático de representaciones culturales sino que es

una “arena” activa en la cual el individuo construye su

comprensión del mundo y que está conformada tanto por los

contenidos culturales tradicionales, como por las

necesidades y expectativas individuales y colectivas que

surgen del contacto con la sociedad amplia. Sin embargo,

el reconocimiento de la importancia del contexto en el

acondicionamiento de la acción humana, ha llevado a los

especialistas a tomar en consideración el espacio y el

tiempo en los cuales se desarrolla, introduciendo así la

noción de contexto, concediéndole una importancia

relevante a las complejas relaciones entre personas y

contextos.

En este caso, donde la intención es la descripción

del MIDDPI, el contexto tiene un sentido especialmente

amplio. Por una parte, el contexto recubre los parámetros

de espacio y de tiempo, y a través de ellos identificamos

el dónde y el cuándo se realiza la interacción que

interesa estudiar, por la otra, se vincula con un tipo de

relaciones entre participantes donde comparten una serie

de datos definidos por la situación social, las

intenciones que pretenden lograr y el marco de

presuposiciones, creencias, valores, actitudes que

fundamentan las intenciones y, en general, toda la

interacción.

Se destaca, un micro-contexto sociocultural que

concierne a las normas, los valores, los hábitos y las

actitudes propias del docente y de los alumnos de

referencia y un macro-contexto sociocultural relacionado

124

con valores culturales, representaciones sociales,

ideologías y normas.

Así, en el macro contexto sociocultural las

convicciones representan experiencias anteriores en el

seno de otras interacciones. Dentro de ese capital, los

valores constituyen elementos fundantes porque enmarcan

las direcciones de la comunicación, establecen una

jerarquía en las opiniones y en las acciones de los

docentes.

Por lo general, en los encuentros pedagógicos

subyacen una variedad de orientaciones valorativas que

condicionan la forma y la dinámica de la interacción. Sin

embargo, el mundo sociocultural no es uniforme, en las

sociedades, culturas o grupos existen diferentes valores,

creencias, normas, conocimientos y modos de pensar sobre

lo que ocurre alrededor.

Una cultura de orientación autoritaria va a

fortalecer la identidad personal y los logros

individuales. Cuando esta valoración es relevante, la

relación docente-alumno es escasa e inestable porque

domina el interés por la satisfacción individual frente a

los requerimientos o necesidades de los otros. Pero lo

más importante es saber que no es posible estudiar o

investigar una situación de interacción sin tomar en

cuenta los valores que comparten sus miembros y las metas

que persiguen.

Entre los valores intervinientes como elementos

preexistentes a la interacción están: la cooperación y la

competencia. Para ciertos grupos pedagógicos la

interacción significa la acción común, obrar

125

conjuntamente en la búsqueda de objetivos compartidos y

para otros la interacción significa la rivalidad entre

los miembros para alcanzar objetivos comunes o

diferentes, estas orientaciones traen consecuencias en la

manera cómo los participantes de una futura interacción

pedagógica van a intervenir en ella.

En efecto, es imposible negar, la influencia de los

factores culturales y propiamente históricos. La

cooperación o la competencia se hace saliente en

determinadas situaciones y en otras aparece matizada o

atenuada, y tenderá el discurso utilizado a sembrar redes

cooperativas (o de complicidad) dentro del grupo y

engendrar rivalidades o disfunciones entre los mismos

alumnos y el docente. Por el contrario, si los miembros

de la interacción se sienten apreciados, reconocidos o si

son tratados como iguales (los alumnos), tienden a

valorar tanto sus propias características como las de los

demás, acentuándose así las similitudes entre ellos. Si

hay consenso, comunidad de ideas, se estimula la

cooperación, si hay disenso, ideas en facción, se

estimula la competencia.

El contexto

En las ciencias humanas y sociales se ha observado

un interés creciente en la descripción que hacen los

individuos del contexto donde se encuentran. A través de

esta descripción se puede inferir, despejar o poner de

manifiesto las significaciones del contexto que son

compartidas (o eventualmente no compartidas) y que son el

resultado de los contactos permanentes en un mismo

contexto.

126

En efecto, el estudio del contexto tiene que ver con

las propiedades del entorno físico en tanto y en cuanto

él condiciona el comportamiento humano y con la manera

cómo ese contexto es percibido, conocido y sentido por

los distintos individuos que ahí se encuentran. Este

último constituye la significación y el sentido del

contexto.

El contexto físico puede ser estudiado a través de

las siguientes vertientes:

• Objetivamente, a través de la apreciación externa del

investigador con variables elaboradas ad-hoc o

preestablecidas.

• Subjetivamente, a través de la apreciación o percepción

de las personas presentes en esos contextos, por

intermedio de sus propias descripciones del contexto

físico.

Igualmente, el contexto sociocultural puede ser

estudiado a través de la vertiente subjetiva, por medio

de la descripción que sus miembros hacen sobre las

maneras cómo lo perciben y de las maneras de relacionarse

con él, donde se pone de manifiesto los valores, normas,

representaciones, costumbres y actitudes compartidas, o

eventualmente no compartidas. Es decir, la manera ideal

de acercarnos al contexto sociocultural de la ID, para su

estudio y análisis, es a través del discurso (conjunto de

oraciones que constituyen una alocución hablada o

escrita) que elaboran los miembros de la interacción

sobre las relaciones que ellos mantienen con ese

contexto.

127

El comportamiento del docente y los alumnos en la

situación de IDDPI no sólo va a depender del contexto

físico y sociocultural, sino también de los patrones de

comportamiento de ellos. El individuo responde en función

de las situaciones, de cómo las interpreta y las valora.

Es decir, el docente es un activo constructor de

realidades a las cuales él se vincula, en función de su

forma de filtrar cognitivamente la realidad (lo

cognitivo); sus propios propósitos y necesidades (lo

motivacional); los sentimientos que en él despiertan los

otros y la situación (lo afectivo).

La IDDPI es la expresión del interjuego entre

docente y alumnos, que interpretan y otorgan sentido y

significado a lo que expresan. En principio, la

manifestación cognitiva, lo que expresa un docente en la

comunicación, es la vía de acceso hacia el plano

afectivo, porque son las ideas o frases las que van a

estar teñidas de afectos agradables o desagradables. La

cognición funciona en el plano individual del mismo modo

como la comunicación funciona en el plano interactivo. Es

decir, lo que un docente piensa (cognición) es lo que

expresa (comunicación) en la ID.

Segundo momento. Elementos situacionales

Una perspectiva situacional de la IDDPI hace

referencia a los hechos que suceden en los encuentros

entre docente y alumnos en una situación determinada.

El análisis situacional de la interacción toma en

cuenta los siguientes aspectos:

128

• El fenómeno comunicacional estudiado debe ser

comprendido no por sus características intrínsecas sino

por la relación que él mantiene con otros eventos u

objetos. Aplicado este principio a la IDDPI significa que

lo que define la interacción es la relación de

interdependencia dinámica entre los miembros que

interactúan, aún cuando el tipo o grado de

interdependencia pueda variar.

• Los estudios situacionales sobre la IDDPI deben ser

entendidos desde una perspectiva “procesual”, es decir,

observando determinados períodos del fenómeno en

vinculación con las realidades psicológicas,

socioculturales y físicas de un determinado contexto.

• A través de la interacción, el docente y los

alumnos, en menor o mayor grado, reproducen, mantienen o

cambian los elementos en interjuego: personales,

interpersonales, socioculturales. Esto significa que la

identidad, la percepción o conocimiento de los otros, la

manera de relacionarse, las concepciones, creencias,

valores y los diversos patrones de comportamiento, pueden

transformarse a través de la interacción entre docente y

alumnos. En la interacción ellos negocian significados y

representaciones de la realidad.

Desde la perspectiva socio-estructural, la IDDPI que

se produce, entre docentes y alumnos, se caracteriza por

ser marcadamente forma. Ambos asumen sus respectivos

roles y el ejercicio fiel de estos roles conduce a la

reproducción de relaciones jerarquizadas, asimétricas,

fundamentadas en el poder social del docente y el

129

reconocimiento de un mayor estatus con relación al

alumno.

La comunicación en la IDDPI

La comunicación, vista en el contexto de la

interacción docente, supone algún grado de conciencia e

intencionalidad por parte de los actores sociales

implicados. También supone un proceso mediante el cual

los interactuantes comparten un conjunto de símbolos y

significados comunes. Reconociendo la complejidad de la

comunicación en el contexto interactivo se definen

algunos elementos básicos que permiten explorar este

elemento del MIDDPI.

a) Formas de comunicación

La comunicación como intercambio de mensajes ha sido

tradicionalmente clasificada en comunicación verbal y no

verbal. Sin embargo, algunos piensan que esta dicotomía

no es útil porque en realidad lo importante en la

comunicación es el interjuego de significados que se

establece entre los comunicantes y este significado se

obtiene en la conjunción de multitud de indicadores:

verbales, no verbales y contextuales.

El sistema de comunicación verbal es aquel que

utiliza el lenguaje para la transmisión de ideas,

pensamientos, afectos y, por lo tanto, representa el

contenido cognitivo de la comunicación, pero también hay

que considerar que existen muchos otros sistemas de

lenguaje, de manera que aquí interesa desarrollar la

importancia del lenguaje verbal en la existencia de una

interacción. Al respecto, Maturana (1997) refiere que

“algunos métodos de comunicación son mejores que otros,

130

dependiendo del grado en el que el medio empleado

reproduce la total variedad de sensaciones de la

experiencia original... y que el lenguaje verbal responde

a esos requerimientos mejor que ningún otro medio”.(p.26).

Téngase en cuenta que el lenguaje verbal está

diseñado para ser oído, es usualmente empleado en

situaciones que llaman al uso de otros sentidos también,

como expresiones faciales, gestos. Por otro lado el canal

del oído mismo es intrínsecamente más rico que el de la

vista por ejemplo, como resultado, aun si no hubiera otros

indicios coincidentes que el uso de la palabra, el alumno

recibiría un mensaje más rico y completo que si viniera a

través del ojo solamente, por lo tanto, dice Maturana

(1996) que el lenguaje verbal “ejerce un poder

irresistible sobre la imaginación del que escucha y las

palabras han adquirido el estatus de pequeñas deidades en

el sentido de que son adoradas o sacralizadas

inconscientemente”.

Últimamente el lenguaje ha cobrado gran importancia

como un elemento central de la ciencias sociales,

especialmente a partir de la Filosofía del Lenguaje que se

inicia con Wittgenstein y continúa con la teoría de los

actos de habla de J. L. Austin, desarrollada más tarde

por John R. Searle. Echeverría, en un libro recientemente

publicado (2000) comienza diciendo que "...es a través del

lenguaje que conferimos sentido a nuestra existencia...

Toda forma de conferir sentido, toda forma de comprensión

o de entendimiento pertenece al dominio del lenguaje. No

hay un lugar fuera del lenguaje, desde el cual podamos

observar nuestra existencia... El lenguaje hace que las

131

cosas sucedan...crea realidades. El lenguaje, postulamos,

genera el ser" Más adelante, Echeverría (2000) continúa

diciendo que, "...el lenguaje es acción... a través del

lenguaje... alteramos el curso espontáneo de los

acontecimientos: hacemos que cosas ocurran. El lenguaje

es activo. Por medio de él participamos en el proceso

continuo del devenir", agregando otro postulado:"...los

seres humanos se crean a sí mismos en y a través del

lenguaje".(p.8).

Por su parte el sociólogo y filósofo Habermas (1999)

también incorpora al lenguaje como un elemento central en

su análisis de la acción comunicativa. Su principal fuente

de inspiración es la filosofía del lenguaje, concretamente

la teoría de los actos de habla (que Habermas modifica y

refina significativamente). Habermas se da cuenta de que

el ámbito de las interacciones comunicativas es más

extenso que el de los actos de habla explícitos. No

obstante, enfocando la comunicación desde la perspectiva

del habla, podemos alcanzar una comprensión de los rasgos

distintivos de la comunicación.

El sistema de comunicación no-verbal, por su parte,

se refiere a las entonaciones de las palabras o frases, a

los aspectos paralingûísticos, tales como las

exclamaciones, interjecciones, risas, etc, y a los

aspectos kinestésicos, tales como movimientos y posturas

corporales. Esta vía de comunicación se utiliza

frecuentemente para enfatizar, transmitir actitudes, y

expresar los contenidos expresivos o afectivos de la

comunicación.

132

Los mensajes verbales y no verbales que las personas

se transmiten van conformando la estructura y dinámica de

las relaciones humanas. La comunicación supone el

compartir un mundo de significados comunes y por esto

todo mensaje, al otorgársele un significado (personal o

sociocultural), produce un impacto en los interlocutores

y define las acciones mutuas.

Una comunicación eficaz es aquella donde existe

concordancia entre los significados que un interlocutor

intenta transmitir a otro y los significados que el otro

confiere a esos mensajes. Es decir, que si bien la

comunicación se fundamenta en un código lingüístico común

que debería, en principio, ser objetivo, donde cada

mensaje tiene un significado inequívoco, lo que resulta

en las experiencias cotidianas es que la comunicación es

un proceso intersubjetivo, donde los mensajes tienen

diversidad de interpretaciones dependiendo de las

personas y sus circunstancias. Tal condición de la

comunicación hace que lo que llamamos comunicación eficaz

signifique un logro de las partes implicadas y no un bien

dado por la naturaleza.

Al respecto, un análisis de la comunicación pasa por

la descripción del contenido de los mensajes y pueden

referirse a:

• La transmisión de una opinión o creencia sobre algo.

• La referencia a ideas relativas al tipo de relación

que se mantiene con los otros, en términos estructurales:

poder, jerarquía, superioridad, dependencia,

igualdad...etc.

• La expresión de afectos: atracción o rechazo.

133

En tal sentido, el problema central de la

comunicación en un discurso, se refiere a los aspectos

significantes, intersubjetivos, a cómo se interpreta el

contenido de los mensajes. La dificultad está entonces en

analizar, desde la perspectiva de los docentes y los

alumnos, el grado de concordancia percibida entre la

intención con la cual un docente emite un mensaje y cómo

este mensaje es interpretado por el alumno.

Funciones de la comunicación

Uno de los aspectos estudiados de la comunicación

son las funciones generales que ésta cumple en las

relaciones humanas. Siguiendo de cerca los estudios de

Beirstein (2000) se puede hablar de una gran función de

la comunicación: la orientada al control o dominio sobre

el otro. Es decir, mediante los recursos de la

comunicación en un discurso, se actualiza el proceso de

influencia social, sea éste directo o indirecto. La

elección de un determinado tipo de palabras o

vocabulario, la cantidad de tiempo o ritmos de los actos

del habla, los canales de comunicación que se utilicen,

los estilos de comunicación, etc, marcarán una mayor o

menor influencia sobre los otros y a la vez pueden,

construir realidades que produzcan este efecto de influir

sobre otros. Los mensajes permiten definir la relación

porque tienen un elemento meta-comunicativo, es decir,

toda comunicación lleva implícito elementos que surten de

significación a los contenidos y crean el marco o las

pautas de la relación.

Clima afectivo de la ID

134

El clima afectivo de la ID constituye una variable

de alta complejidad, razón por la cual resulta muy

difícil su operacionalización. En efecto, la noción de

clima sintetiza diversos aspectos de la estructura y

dinámica de los procesos interactivos; es una variable de

tipo cualitativa y su exploración transita por el mundo

subjetivo de los docentes y alumnos. Ella es, empero,

imprescindible a la hora de estudiar los fenómenos de la

ID porque alude a los aspectos afectivos de las

relaciones entre docente-alumnos, a los sentimientos y

actitudes positivas o negativas, a los estados de

bienestar o malestar que se actualiza en todo encuentro

entre personas independientemente del nivel de

interacción que se trate.

Tercer momento. Las disfunciones interpersonales o

implicación

Un elemento importante a considerar cuando se

estudian los encuentros entre docentes y alumnos es la

dimensión sociocultural, en tanto se expresa a nivel

situacional. Es difícil concebir una interacción en la

cual no surjan diferencias, conflictos y disfunciones

entre sus miembros. Las disfunciones están potencialmente

presentes en la IDDPI. Sin embargo, la forma como se

aborda la disfunción depende del componente

sociocultural, el cual se refiere a cómo valoran y cómo

manejan las disfunciones los miembros que interactúan.

Los individuos, grupos o instituciones piensan y

reaccionan de manera diferente frente a las situaciones

de disfunción.

135

Explorar esta variable es importante ya que tiene

fuertes repercusiones en la estructura y dinámica de la

IDDPI.

Tradicionalmente las disfunciones interpersonales,

como fenómeno propio de las interacciones humanas, han

sido consideradas como un factor negativo, consideración

que generalmente se fundamenta en los sentimientos

negativos que suscita o bien porque tiende a producir

rupturas.

Un aspecto de singular importancia en la dinámica de

la ID es el proceso de influencia social, la influencia

recíproca entre el docente-alumnos es un elemento clave

en la ID, dicha influencia es esencial para dar cuenta

sobre cómo, por medio de los procesos de ID, ellos se

socializan y se adaptan a su sociedad reproduciéndola y,

al mismo tiempo, cómo ellos producen cambios sociales.

Por lo tanto, la influencia social se refiere tanto

a los procesos intencionales del docente, como a los

procesos de influencia social involuntarios, como por

ejemplo en los casos en que el docente se convierte en un

modelo e influye de manera indirecta. Entre una modalidad

de influencia en la IDDPI está la conformidad,

relacionada con la sumisión a una figura de autoridad o

de poder.

Código restringido versus código elaborado.

El tipo de discurso de los niños de clase

trabajadora, afirma Bernstein (1994), representa un

código restringido: una forma de utilizar el lenguaje que

136

contiene muchos supuestos no explicitados que los

hablantes esperan que conozcan los demás. Un código

restringido es una forma de discurso vinculado al entorno

cultural de una comunidad o distrito de clase baja.

Muchos docentes de clase trabajadora viven en una fuerte

cultura familiar o de vecindad, en la que los valores y

las normas se dan por supuestas y no se expresan en el

lenguaje. Dichos docentes tienden a socializar a sus

alumnos de forma directa, usando reprimendas o

recompensas según el comportamiento. El lenguaje del

código restringido es más adecuado para las

comunicaciones sobre la experiencia práctica que para la

discusión de ideas, procesos o relaciones más abstractas.

El discurso del código restringido es así característico

de docentes que crecen en familias de clase baja, y de

los grupos de compañeros con los que pasan el tiempo. El

discurso está orientado a las normas del grupo, sin que

nadie pueda fácilmente explicar por qué siguen las pautas

de conducta que siguen. Fundamentalmente el código

restringido es un lenguaje de significado implícito más

que explicado. Se caracteriza tanto por su

simplificación como por su rigidez. El vocabulario es

extraído de una gama muy reducida. Las intenciones del

que habla son, en términos relativos, no elaborados

verbalmente y se aprecia un énfasis en el simbolismo

descriptivo concreto, tangible y visible.

El desarrollo lingüístico de los niños de la clase

media, por el contrario, y según Bernstein (1994),

implica la adquisición de un código elaborado, un estilo

de habla en el que los significados de las palabras

137

pueden individualizarse para adecuarse a las demandas de

situaciones particulares. Las formas en que los niños de

clase media aprenden a usar el lenguaje están menos

ligado a contextos particulares; el niño puede

generalizar y expresar ideas abstractas con mayor

facilidad. Es decir, el código elaborado estimula al que

habla a concentrarse en la experiencia de otros como

diferente a la propia. Quienes se expresan se ven

obligados a elaborar sus significados y a hacerlos tan

explícitos como específicos. Así, los docentes de clase

media, cuando controlan a sus alumnos, frecuentemente

explican las razones y principios que subyacen a sus

reacciones en el comportamiento del alumno. Mientras que

un docente de clase media-baja podría decirle a un alumno

que no esté totalmente tranquilo diciendo sin más: “Ya no

fastidies tanto”, o simplemente, “¡Ya, deja de molestar.

Quédate quieto!”, sin mayores explicaciones, porque el

control social está expresado en significados tajantes,

más simbólicos y expresivos que explicativos. Por su

parte, un docente de clase media es más probable que

explique que perder el tiempo equivale a salir más tarde

o que el tiempo se debe aprovechar al máximo para lograr

un mayor aprendizaje, porque el control social está

basado en significados lingüísticamente elaborados,

explicativos, razonantes y en donde el poder se utiliza

como último recurso.

Como resultado, el alumno de clase trabajadora

aprende a responder sólo a ordenes tajantes, mientras que

el alumno de clase media aprende relaciones de causa y

efecto. Ambas formas de aprendizaje representarán más

138

tarde, cuando el alumno esté en el liceo, diferentes

recepciones de las explicaciones y enseñanzas del

profesor, mientras que el alumno de clase trabajadora

probablemente no entienda cabalmente las explicaciones y

descripciones de fenómenos en que hay relaciones de causa

y efecto, el alumno de la clase media no tiene

dificultades en comprenderlo de inmediato. Si el

profesor no conoce este fenómeno socio-lingüístico, es

posible que crea que el primero es menos hábil que el

segundo, lo que es un error. En realidad en los primeros

niveles de aprendizaje el alumno que se comunica en un

código lingüístico restringido es más lento para

aprender, pero no por ser menos inteligente, sino porque

el lenguaje del profesor y de los contenidos

educacionales le resulta enteramente desconocido. Cuando

se le da la oportunidad de aprenderlo apropiadamente,

alcanza los mismos niveles de desempeño que sus

compañeros de clase media (y código elaborado), pero

porque ahora domina ambos códigos.

Más allá de una serie importante de rasgos

característicos de ambos tipos de códigos, el aporte

central de Bernstein fue asociar el surgimiento de cada

uno de ellos con condiciones sociales o, mejor dicho, con

determinados tipos de relaciones sociales y de relaciones

de los individuos con los objetos. El código actúa, en

este sentido, con un carácter dialéctico: es expresión de

esas relaciones y, a su vez, las determina. Su

surgimiento está asociado al proceso de socialización en

su conjunto, pero particularmente a cuatro órdenes de

situaciones de intercambio lingüístico:

139

• Situaciones de inculcación moral,

• de aprendizaje cognitivo,

• de imaginación o invención, y

• de comunicación psicológica.

Según Bernstein (1994), “...si en estos cuatro tipos

de situaciones las variantes restringidas son la forma

lingüística predominante, ... la comunicación está

organizada fundamentalmente según un código restringido

que está basado sobre roles colectivos y que produce

significaciones dependientes de la situación, es decir,

tipos de significación particularistas ... Al contrario,

si en estos cuatro tipos de situaciones, la forma de

discurso predominante es una variante elaborada ... la

comunicación está organizada fundamentalmente según un

código elaborado, basado en roles individualizados y que

conducen a enunciar significaciones universalistas

independientes del contexto” (p.36).

De esta manera, las ideas de Bernstein nos ayudan a

entender por qué quienes proceden de entornos

socioeconómicos bajos tienden a tener un rendimiento

escolar deficiente, la contribución más importante de

Bernstein ha consistido en ilustrar la conexión entre la

estructura social, el uso del lenguaje y la educabilidad.

Las condiciones sociales en las que surgen ambos

códigos permitieron verificar –a través de estudios

empíricos—que mientras los docentes de clase media-baja

emplean solamente el código restringido (sea cual sea el

contexto en el cual se produce el intercambio) los

docentes de la clase media y alta utilizan ambos códigos

en el contexto adecuado. La aplicación de esta teoría al

140

análisis del rendimiento escolar es muy sugestiva. No

cabe duda que la escuela es un ámbito donde se utiliza un

código lingüístico elaborado, desde este punto de vista,

para los alumnos de clase baja el ingreso a la escuela

supone un cambio simbólico y social en tanto se los

somete no sólo a un discurso elaborado, sino a vínculos

sociales y objetales que promueven la utilización de

dicho código. El bajo rendimiento aparecería así no en

función de bajas aptitudes intelectuales, sino en virtud

de diferencias culturales, de identidad social y del

discurso pedagógico, que se expresan en la organización

escolar.

Las características siguientes han sido asociadas

con el lenguaje de código restringido, y todas ellas

inhiben las oportunidades educativas de los alumnos de

clase baja:

1. El alumno probablemente recibe respuestas

limitadas a las cuestiones planteadas al docente, y

por tanto es probable que esté menos bien informado y

que sea menos curioso sobre el mundo en general que

los que dominan códigos elaborados.

2. El alumno encontrará difícil responder al

lenguaje no emocional y abstracto utilizado en la

enseñanza, así como la invocación de principios

generales de la disciplina escolar.

3. Probablemente, gran parte de lo que dice el

profesor es incomprensible debido a las diferencias

con respecto a las formas de uso del lenguaje a las

141

que esta acostumbrado el alumno. El alumno puede

intentar superar esto traduciendo el lenguaje del

profesor al que le resulta familiar, pero si es así

quizá no consiga captar los mismos principios que el

profesor intenta comunicar.

4. Aunque el alumno experimentara escasas

dificultades con el aprendizaje rutinario o de

“adiestramiento”, podría tener dificultades muy

importantes al captar distinciones conceptuales que

impliquen generalizaciones y abstracciones.

En suma, alumnos que han adquirido códigos de habla

elaborados, propone Bernstein (1994), son más capaces de

abordar las exigencias de la educación académica formal,

que aquello limitados a los códigos restringidos. Esto

no implica que los alumnos de clase baja tengan un tipo

de habla “inferior”, o que sus códigos lingüísticos sean

“deficientes”. Significa que el modo en que usan el

lenguaje choca y crea disfunciones con la cultura

académica y la interacción docente en la escuela. Los

que han dominado códigos elaborados se adaptan con mucha

mayor facilidad al entorno escolar.

142

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Una vez concluida la investigación, en este capítulo

se presentan las conclusiones a las cuales arribó el

estudio, así como un cuerpo de sugerencias que

posibilitan llevar a la práctica el Modelo de Interacción

docente y el discurso pedagógico de la ironía construido

durante el proceso de la investigación.

Conclusiones

Vale advertir que el interés particular en las

nociones de este modelo radica en el anhelo de producir

aportes diversos. Por un lado, a la práctica educativa

cotidiana siempre atravesada por innumerables obstáculos,

ya que la educación representa un campo de tensiones

desde todo punto de vista y para todos los protagonistas

más allá de sus voluntades. Por otro, aportar a los

sustentos teórico epistemológicos de esa misma praxis que

nos interroga sin cesar y nos enfrenta a respuestas

siempre provisorias, parciales, incompletas e

inagotables, cuya relevancia -parafraseando a Michel

Foucault- no radica en lo que ya ha sido pensado alguna

vez sino justamente en lo no-pensado, en aquello que

obliga indefinidamente a mantener abierta esa tarea de

pensarlo de nuevo.

143

Vale entonces una segunda advertencia: aportar no

significa linealmente ofrecer respuestas coaguladas al

modo de prontas soluciones. Aportar es también sostener

preguntas abiertas, reconocer saberes inconclusos,

admitir las limitaciones de las fronteras mismas del

conocimiento. Y esto va más allá de los límites del saber

o de la ignorancia de cada uno de nosotros, de lo que

cada uno puede o no puede, dice o silencia, pues se trata

de barreras que nos trascienden ya que remiten a los

límites mismos del conocimiento humano, a la historia de

las ideas, al modo en que pensamos durante una época

dada.

Discurso Pedagógico de la Ironía e Interacción

Docente son dos nociones que desde un cierto punto de

vista se atraen, se convocan e invocan mutuamente y desde

otra perspectiva se contradicen, se repudian y hasta se

expulsan. Tal como afirma el sociólogo Pierre Bourdieu,

los puntos de vista significan siempre lo que sus mismas

palabras indican: vistas diferentes tomadas desde un

determinado punto, es decir, desde una posición dentro de

la complejidad del tejido social.

Muy a pesar de todas las reflexiones críticas y de

los debates pendientes sobre la Interacción docente, en

términos generales soñamos con ella del mismo modo que

soñamos con un mundo mejor. Y la apelación a ese sueño

dorado prolifera desde un Discurso Pedagógico que exige la

re-unión de aquello que previamente ha sido re-partido.

Obviamente nadie puede saber y/o poder todo. Sin

embargo, la ilusión humana de alcanzar la completud

144

también se filtra en el conocimiento mediante una cierta

creencia de que alguna disciplina -a veces, alguna teoría-

es unitariamente suficiente para explicar y entender la

complejidad de eso que sucede aún en la vida cotidiana.

Prevalece un modo de pensamiento, una manera de

mirar el mundo, un estilo caracterizado fundamentalmente

por su matiz binario, dicotómico, disyuntivo y en

consecuencia, reduccionista. Así por ejemplo, resulta

altamente frecuente reducir tanto la educación como el

aprendizaje a los protagonistas docente-alumno o bien, a

las relaciones entre docente, alumno y conocimiento, o

bien a la escuela entendida tan sólo como una

organización. Cada una de estas supuestas objetivaciones,

constituye apenas un punto de vista y como tal, sólo se

trata de una vista parcial y fragmentada, focalizada en

un punto delimitado.

En cambio, postular como objetivación a un Discurso

Pedagógico de la Ironía alude a esa complejidad político

social -que nos incluye aunque nos excede- materializada

mediante palabras, acciones, prácticas sociales que

anudan el saber con el poder y con un modelo imperante de

Verdad que legitima únicamente aquello socialmente

considerado verdadero en una época dada.

Se trata de una construcción histórico social que

trasciende y atraviesa a cada uno de sus hablantes sin

reducirse jamás a ellos. Antes de hablar somos hablados:

por las ideas de una época, por la cultura, por la

política económica, etc., a través del discurso de otros.

Esto no significa que todos digamos lo mismo, por el

145

contrario nada es idéntico. Cualquier repetición conlleva

alguna diferencia, porque cada uno asume una posición

subjetiva singular para poder hablar en el interior de

los discursos sociales. Y las palabras producen efectos

pues ejercen un poder simbólico.

Ahora bien, el Discurso Pedagógico de la ironía

ordena, controla y distribuye en primera instancia, un

conjunto de palabras y frases en torno a un objeto que

así como lo define también lo distingue, pero al mismo

tiempo implica una re-partición destinada a controlar la

distribución y circulación de la materialidad discursiva,

que así prolifera dentro de determinados campos bien

alambrados. Esta repartición de frases y palabras es

arbitraria en tanto es un producto humano propio de una

cultura y época dada.

Aprendemos a pensar amarrados a un territorio y

aprendemos a defender un discurso de procedencia -al

punto de luchar por él- representado a través de una

interacción. Y en ocasiones se confunde y se mezcla todo:

se defiende ciegamente una interacción por competencias

descarnadas e individualistas que impulsa la práctica

docente, que no necesariamente significan la defensa de

una acción comunicativa.

Pero la vida cotidiana nos enfrenta a la

insuficiencia de un discurso, cualquiera sea. Y si bien

los discursos pedagógicos se cruzan, se implican y se

fortalecen mutuamente con discursos procedentes de otros

ámbitos, finalmente su apropiación exige incorporarlos al

territorio de dominio.

146

Es por eso que hablar de discurso pedagógico de la

ironía conlleva una cierta sospecha, pues si algo tiene

que juntarse o unirse, indudablemente es porque se

encuentra previamente fragmentado o dividido. Esta

sociedad liberal de capitalismo casi salvaje ofrece

entonces el paradójico suelo de una rivalidad competitiva

entre discursos y acciones comunicativas, al mismo tiempo

que declara una fuerte apelación a la Interacción

docente.

Quizás bastaría con poder / saber compartir y

escucharnos mutuamente, lo cual sería casi como situarnos

ya, en ese anhelado mundo cualitativamente mejor.

Tendencias concluyentes, más no excluyentes:

• Se analizó el discurso espontáneo. Esto diferencia este

estudio de la teoría del acto de habla y de algunas

aplicaciones de la pragmática.

• Se trabajó con el contexto, más que con su organización

lingüística. Esto lo distingue de los estudios

lingüísticos que se abstraen del contexto y se preocupan

más por la forma del discurso que por su contenido.

• En el aula existe discurso, acción y contexto

(denominada práctica).

• La interacción discursiva cara a cara está regida por

reglas de construcción y por una normatividad

interaccional.

147

• El discurso pedagógico se realiza con base en

estructuras de participación.

• Los enunciados y la interacción se interpretan con base

en claves de contextualización verbales.

• Es fundamental la competencia comunicativa del

investigador, ya que debe poseer la capacidad de leer e

interpretar las claves de contextualización de manera que

le permitan participar de acuerdo con ciertas normas

culturales y de contexto.

• El significado de los enunciados depende del contexto

de la interacción discursiva, por lo tanto se comparte la

idea de que el significado se construye en contexto y, de

ahí, se deriva la importancia del contexto para dar

significado a la interacción.

Recomendaciones

Dados los resultados de esta investigación y tomando

en cuenta la necesidad de redimensionar el discurso

pedagógico que requiere el país, es posible presentar

algunas sugerencias:

Se recomienda al Ministerio de Educación tomar en

consideración el Modelo de Interacción Docente y el

Discurso Pedagógico de la Ironía para la configuración de

un programa articulado de comunicación adecuado a la

práctica y quehacer docente, como forma de propiciar

cambios en los discursos empleados actualmente.

148

Se sugiere la organización de grupos de

investigación en torno a temas relacionados con la

comunicación en el aula como hecho discursivo, a partir

de un problema socio-lingüístico-educativo detectado,

cuyo tratamiento requiera la interdisciplinariedad y

transdisciplinariedad, grupos dentro de los cuales se

haga posible la discusión y el abordaje de la

comunicación desde la perspectiva de la acción

comunicativa, en equipos interdisciplinarios y con una

visión común de lo que se desea lograr.

Se sugiere deducir del modelo la mayor cantidad

posible de aplicaciones prácticas, tales como

herramientas, instrumentos y metodologías para el

desarrollo de un discurso actualizado, acorde con los

avances tecnológicos.

Así mismo se sugiere, diseñar un programa de

lenguaje y comunicación en el aula sobre la base del

modelo, formulado de tal manera que complemente los

niveles de educación superiores.

Se invita a derivar otras investigaciones dirigidas

por ejemplo, a lograr la contrastabilidad del modelo, o a

considerar otros aspectos concretos dentro de la

interacción docente y el discurso pedagógico de la

ironía, analizar la consistencia y coherencia de los

discursos pedagógicos imperantes.

149

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