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GraeIIsia, t. XLIII, P'gs. 205·210 (1987). LA INVASIÓN DE LAS ESPECIES DE CHRYSOMYA EN AMÉRICA (DIPT. CALUPHORIDAE) POR S. V. PERIS Estas notas no tienen otro objeto que llamar la atención sobre un hecho, que está sucediendo en nuestros días, y que posee un interés general para los estudio· sos O interesados en biogeografía y al mismo tiempo muestra el interés que para los taxónomos tiene el enfoque mundial en sus respectivos grupos, ya que solo por esta visión mundial pudo detectarse y seguirse. Por otro lado y quizás la par· te más importante, es la de proporcionar en español, un esquema del problema o problemas que pueden plantearse a los entomólogos americanos. Tres especies se hallan involucradas en este fenómeno, ChTysomya eh/oTopy- ga, C. a/bieeps y C. megaeepha/a en Sudamérica y una cuarta, C. Tufifacies (muy próxima a C. a/bieeps) también en Centroamérica. Las tres primeras se han halla- do ya en Paraguay, pero de ello se hablará más tarde. Las cabezas de puente han sido; Brasil, en Sudamérica, y de allí se han exten- dido a los países y áreas adyacentes, lo que está bastante bien documentado. La de Centroamérica parece estar en sus comienzos tiene varios lugares de "desem- barco" y su información, quizás por ello, no está tan documentada (PRADO & GUIMARAES 1982). La primera mención de C. eh/oTopyga fue en el estado brasi- leño de Paran á (IMBIRlBA y otros, 1977). Al parecer esta especie se extendió rá- pidamente y en 1978 la mencionan, junto con C. a/bipes y C. megacepha/a del Estado de Sao Paulo. Esta invasión parece haber sido muy rápida, ya que estos mismos autores indican que un intenso inventario en estas mismas áreas, realiza- do en 1970, no habían aportado más que las especies nativas usuales. A partir de un año después (GuIMARAES y otros, 1978, 1979; FERREIRA 1984, MADEIRA Y otros, 1983) eslas especies habían ya ampliado su área en Brasil: C. a/biceps al Matto Grosso do Sul; C. megaeepha/a en Río de Janeiro; y C. e/l/oTopyga se ex- tendía ya desde el NE del Brasil hasta el Sur (Estados de Para, Maranhao, Bahia, Matto Grosso do Sul, Goias, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo, Paraná, Santa Catarina, Río Grande do Sul), esto es, prácticamente todos los es- tados. de las costas orientales de Brasil. Tanto C. a/bieeps como C. eh/oTopyga prosiguen su expansión en las áreas contiguas al Sur de Brasil. MARILUIS en su tesis doctoral sobre los Calliphoridae de la República Argentina no las menciona, por no haberlas encontrado (ver MA- RILUIS 1982) pero mientras su trabajo esta en publicación las halla ya, en la Pro- vincia de Buenos Aires (MARILUIS, 1981: C. a/bieeps y C. eh/oropyga). Debieron penetrar en el área del gran Buenos Aires alrededor de 1980. Más tarde este mis- mo autor las menciona de otras provincias de Argentina: C. a/bieeps de Tucu- man, Salta, Misiones y C. eh/oTopyga de las Provincias de Salta, Tucuman, Ju- juy, Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Rios. Así pues en poco tiempo han ea- Ionizado todo el Norte de la República Argentina. PERIS en 1981 recolecta C. chloTopyga, y en relativa abundancia, en las riberas del Rio Paraguay en Asun- ción y en el Bajo Chaco. Pero será MARILUIS (1981) quien primero las menciona

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GraeIIsia, t. XLIII, P'gs. 205·210 (1987).

LA INVASIÓN DE LAS ESPECIES DE CHRYSOMYA ENAMÉRICA

(DIPT. CALUPHORIDAE)

POR

S. V. PERIS

Estas notas no tienen otro objeto que llamar la atención sobre un hecho, queestá sucediendo en nuestros días, y que posee un interés general para los estudio·sos O interesados en biogeografía y al mismo tiempo muestra el interés que paralos taxónomos tiene el enfoque mundial en sus respectivos grupos, ya que solopor esta visión mundial pudo detectarse y seguirse. Por otro lado y quizás la par·te más importante, es la de proporcionar en español, un esquema del problema oproblemas que pueden plantearse a los entomólogos americanos.

Tres especies se hallan involucradas en este fenómeno, ChTysomya eh/oTopy­ga, C. a/bieeps y C. megaeepha/a en Sudamérica y una cuarta, C. Tufifacies (muypróxima a C. a/bieeps) también en Centroamérica. Las tres primeras se han halla­do ya en Paraguay, pero de ello se hablará más tarde.

Las cabezas de puente han sido; Brasil, en Sudamérica, y de allí se han exten­dido a los países y áreas adyacentes, lo que está bastante bien documentado. Lade Centroamérica parece estar en sus comienzos tiene varios lugares de "desem­barco" y su información, quizás por ello, no está tan documentada (PRADO &GUIMARAES 1982). La primera mención de C. eh/oTopyga fue en el estado brasi­leño de Paraná (IMBIRlBA y otros, 1977). Al parecer esta especie se extendió rá­pidamente y en 1978 la mencionan, junto con C. a/bipes y C. megacepha/a delEstado de Sao Paulo. Esta invasión parece haber sido muy rápida, ya que estosmismos autores indican que un intenso inventario en estas mismas áreas, realiza­do en 1970, no habían aportado más que las especies nativas usuales. A partir deun año después (GuIMARAES y otros, 1978, 1979; FERREIRA 1984, MADEIRA Yotros, 1983) eslas especies habían ya ampliado su área en Brasil: C. a/biceps alMatto Grosso do Sul; C. megaeepha/a en Río de Janeiro; y C. e/l/oTopyga se ex­tendía ya desde el NE del Brasil hasta el Sur (Estados de Para, Maranhao,Bahia, Matto Grosso do Sul, Goias, Minas Gerais, Río de Janeiro, Sao Paulo,Paraná, Santa Catarina, Río Grande do Sul), esto es, prácticamente todos los es­tados. de las costas orientales de Brasil.

Tanto C. a/bieeps como C. eh/oTopyga prosiguen su expansión en las áreascontiguas al Sur de Brasil. MARILUIS en su tesis doctoral sobre los Calliphoridaede la República Argentina no las menciona, por no haberlas encontrado (ver MA­RILUIS 1982) pero mientras su trabajo esta en publicación las halla ya, en la Pro­vincia de Buenos Aires (MARILUIS, 1981: C. a/bieeps y C. eh/oropyga). Debieronpenetrar en el área del gran Buenos Aires alrededor de 1980. Más tarde este mis­mo autor las menciona de otras provincias de Argentina: C. a/bieeps de Tucu­man, Salta, Misiones y C. eh/oTopyga de las Provincias de Salta, Tucuman, Ju­juy, Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Rios. Así pues en poco tiempo han ea­Ionizado todo el Norte de la República Argentina. PERIS en 1981 recolecta C.chloTopyga, y en relativa abundancia, en las riberas del Rio Paraguay en Asun­ción y en el Bajo Chaco. Pero será MARILUIS (1981) quien primero las menciona

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de Paraguay: C. chloropyga del Departamento de San Pedro, Cororo y de las Is­las Yaciretá, y C. albiceps (MARILUIS, 1983). Posteriormente se citará, por prime­ra vez en Asunción a C. megacephala, en condiciones urbanas (BARRIOS y PERIS,1983).

Más tarde se mencionan Chrysomya del Perú (LAURENCE, 1981) tanto albi­ceps como chloropyga (BAUMGARTNER & GREENBERG, 1984), Ch. chloropyga pu·toria la citan GREENBERG & SZYSKA (1984) de San Ramón, describiendo los esta­dos larvarios.

En Bolivia la recoge PERIS en Santa Cruz de la Sierra (Ch. chloropyga y albi·ceps) y en Cochabamba (PERIS, 1985).

También se han hallado Ch. albiceps y chloropyga en Colombia (BAUMGART'NER & GREENBERG, 1984). Recientemente se ha citado la Chrysomya albiceps deEcuador: OuilO (PERlS; 1985).

Según GAGNE (1981) en 1974 ya se recogió una larva de Chrysomya (albicepso rufifaces) en Puerto Rico: Yauco, sobre una herida en una cabra, en el cursode unas investigaciones sobre Cochliomyia hominivorax. No se hallaron adultos.Seria la primera cita de Chrysomya en las Américas.

Mientras, en Centroamérica, hay otro núcleo de invasión de Chrysomya poruna especie o forma (tan próxima a albiceps que su "status" texonómico todavíaes objeto de discusión). Se trata de C. rufifacies que se ha mencionado, sobrecadáveres humanos en Costa Rica: (San José, JIRON, 1979) y en el Estado Mexi­cano de Chiapas (GAGNE, 1981). Con lo cual parece haberse establecido perma­nentemente en Centroamérica. También se ha introducido en Estados Unidos:Texas (BAUMGARTNER & GREENBERG, 1984) Y ArilOna (RICHARDS & AHRENS,1984). Además Chrysomya albiceps se ha encontrado en la Ciudad de Guatemala(KURAHASHI, 1980).

Así pues, Centro y Sudamérica ha sido invadida definitivamente por cuatroespecies de Chrysomya, C. rl/fifacies en Centroamérica y C. chloropyga, C. albi­ceps y C. megacephala via Brasil y países del Plata hacia el Norte. Será interesan­te conocer cuando y como siguen su expansión hacia los países del norte de losque todavía faltan datos.

Esta múltiple invasión plantea algunos problemas interesantes y que se van amencionar a continuación brevemente.

Uno encierra valor como experimento "'taxonómico" realizado por la Natura­leza y es lo que ocurrirá cuando las áreas actualmente colonizadas por C. ruf/fa­cies y C. albiceps se fusionen. En efecto estas dos "especies" son consideradaspor algunos autores como buenas especies y por otros como simples formas deuna misma (HOLDAWAY, 1933; LEWIS, 1955, ZUMPT, 1965, etc.). Desde luegoambas "especies" en cautividad logran cruces fértiles (ULLERICH, 1963) pero cadauna de las formas es dominante en áreas diferentes, son pues prácticamente alo­pátricas. En efecto C. albiceps habita en toda Africa, incluido el Sahara, toda laregión mediterránea, Islas atlánticas (Canarias, Madeira), Península Arábiga ypenetra por el Asia Central Soviética, Afganistan, Punjab y por China llega a lasProvincias Marítimas de la URSS (GRUNIN, 1970). C. rufifacies habita en la Re­gión Oriental Australiana. Será muy interesante ver que OCurre cuando ambas"especies" o "formas" se entremezclan en una misma área y en unas condicionesdiferentes a las de su origen ¿Oué "especie" predominará?

Por ahora las otras tres especies C. albiceps, C. chloropyga y C. megacephalaparecen estar repartiéndose conforme a las pautas generales de la ecología quemuestran por sus áreas de distribución en el Viejo Mundo. Todas ellas puedencoexistir en áreas de carácter subtropical, por ejemplo las tres se han mencionadode las Islas Canarias (BAEZ, ORTEGA & KURAHASHI, 1981). Chrysomya albicepsparece fiel a unas condiciones de clima más templado, o mejor a climas y condi·ciones más propias de áreas definibles de climas mediterráneos, y así se ha balla-

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do en lugares como Cochabamba y Quito que no parecen muy favorables para C.ch/oropyga que necesitaría mayores temperaturas.

Chrysomya ch/oropyga es más propia de localidades más parecidas a un climatropical, y así su distribución es de lugares con un mayor grado de temperatura yhumedad. Su distribución es en toda Africa subsahariana, y así en América pare­ce ser la especie dominante en Brasil, norte de Argentina, numerosas localidadesde Paraguay y en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Esto no excluye la presenciade a/biceps, pero en menor número que ch/oropyga. Sería interesante para losentomólogos sudamericanos seguir esta distribución ecológica de ambas especiesy examinar si la hipótesis que aquí se pergueña es cierta. .

Chrysomya megacephala, de origen Oriental, incluida Australia, y también in­troducida en Sudáfrica hace algunos años (PRINS, 1979), parece ser una especiede hábitos más urbanos que las restantes. En efecto, su progresión parece así es­tar condicionada a la existencia de áreas habitadas (Sao Paulo, Río de Janeiro,Buenos Aires, Asunción). Su velocidad de expansión parece ser más lenta.

Respecto a cuáles han sido las líneas de invasión seguida por estas especies yel cómo, no está claro. GUIMARES y otros (1979) han sugerido que la entrada deC. ch/oropyga, C. albiceps, y quizás C. megaceplzala puede haber sido el resulta­do de una inmigración masiva, en el Sur de Brasil, de refugiados procedentes deAngola en 1975-76.

Ahora bien no parece demasiado factible para C. megacephala que no estabamencionada, en aquel entonces, de aquel país africano, aun cuando no obstante,es probable que existiera.

La invasión de C. rufifacies en Centroamérica parece haber sido realizada viaPacífico, al menos es lo que sugiere su actual distribución (Costa Rica y Chiapas,México). En varios lugares pueden haberse realizado las invasiones por lo que seha denominado "Transitbefall" (KLOFT, y otros, 1981) de materiales adecuados.

GAGNE (1981) ha proporcionado algunos interesantes datos que pueden sermuy ilustrativos respecto a como pueden haberse realizado algunas de estas inva­siones. En efecto, este autor señala la presencia de una larva de Chrysomya reco­lectada en un inventario, sobre las moscas de basureros, realizado en PuertoRico. Esta larva, que sería la primera cita de Chrysomya en América, se identifi­có como posiblemente a/biceps, basándose en la densidad del tráfico y el área dedistribución de esta especie, pero igualmente pudo ser rufifacies, ambas larvasson actualmente indistinguibles; no se recolectó ningún adulto en la isla.

Según el mismo autor otras larvas de Clzrysomya han sido interceptadas, endías sucesivos, por la oficina de Cuarentena del aeropuerto de Houston, Texas,unas sobre gambas secas y, al día siguiente, otras en pescado seco. Ambos enviosprocedían de Nigeria.

Antes se ha mencionado de pasada el interés económico de estos estudios. Enefecto, éstos pueden abarcar dos aspectos. Uno es el de que la mayor simpatríade las especies de Chrysomya, bien mostrada en sus áreas nativas, tas puede ha­cer potencialmente peligrosas en estas nuevas áreas colonizadas. Tanto más deconfirmarse la referencia realizada por GUIMARES y otros (1979) de que estas es­pecies invasoras parecen desplazar a especies nativas, tales como Coch/iomyiamacel/aria, en los lugares que habitan coexistiendo con ellas. Las especies deChrysomya parecen tener una más amplia gama de nichos ecológicos que las es­pecies nativas y su rápida expansión muestra una agresividad notable, lo que uni­do a las mencionadas de su importancia en las áreas nativas en el Viejo Mundo,como agentes epidemiológicos en el transporte de organismos patógenos, las hacepotencialmente muy peligrosas.

Estas aprensiones se acentúan, en otros aspectos, tras la referencia en Brasilde un caso, el primero, de una myasis en un ternero producida por Chrysomyaa/biceps (LElTE y otros, 1984), y otros ataques en el sur de EE.UU: perro, S.

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Texas (RICHARD & GERRISH, 1984); oveja, Texas (RICHARD & AHRENS, 1984)atribuidos a Chrysomya sp. el primero yac. rufifacies el segundo. La posible, yno deseable, introducción de otras especies, singularmente bezziana de la RegiónOriental, sería muy peligrosa para la ganadería sudamericana.

RESUMEN

El autor recoge todos los datos que han llegado a su conocimiento sobre la"invasión" de las especies del género Chrysomya del Viejo Mundo en América.

Cuatro especies se involucran en este fenómeno, a saber: Chrysomya chloro­pyga, C. a/biceps, C. megacepha/a y C. ruf/facies. Esta invasión es muy rápida yparece que puede incidir en las especies indígenas. Basándose en la biología de laChrysomya se llama la atención sobre algunos aspectos de carácter económicoque pudieran presentar en América.

SUMMARY

The author recollects all data to his knowledge about this "invasion" of somespecies of Chrysomya flies from the Old World into America.

Four species are so far involved: Chrysomya ch/oropyga, C. a/biceps, C. me­gacepha/a and C. ruf/facies. This invasion is taking place very quickly and mayimpact, also to indigenous species. Taking into account what is known of the bio­logy of Chrysomya some hints are made abont the economic role they may implyin economic problems in America.

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Recibido el JO-XlI-S6

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