la investigación científica española y la educación nacional · la investigaciÓn cientÍfica...

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68—(2561 REVISTA DE EDUCACIÓN refinada si le es presentada habitualmente, de la misma forma el público más popular, en un sistema de libertad absoluta y de gran competencia cultural como es el de la TV americana, acepta de buen gra- do pasatiempos culturales de buena calidad. Se repite con frecuencia que la TV mata la lectu- ra y he señalado este tipo de objeción al comienzo del artículo. Pues bien: si las bibliotecas de présta- mo señalan efectivamente en los Estados Unidos un descenso considerable en la lectura de novelas de amor, crímenes o del oeste, acusan en el curso de es- tos últimos diez años un aumento próximo al cien por cien en la circulación de los clásicos, de libros históricos o científicos. Emerson Greenaway, Director de la Philadelphia's Free Library, considera que la TV ha significado algo en tal cambio, pues no en balde en Filadelfia ha alcanzado la TV educativa el máximo desarrollo (Time, 31 diciembre 1956, pági- na 35). En los comienzos del actual curso escolar inició por TV la Universidad de Nueva York un cur- so de literatura comparada. Lo temprano del hora- rio en que se transmitía —seis y media de la maña- na— no arredró, aparentemente, a los visoauditores. El profesor Floyd Zulli, encargado del curso, que co- menzara su estudio por Le Rouge et le Noir, dió una vuelta por la obra de Stendhal: un solo librero ven- dió 2.600 ejemplares en cuatro días; al cabo de una semana no quedaba a la venta un libro de Stendhal en todo Nueva York. Bien sé que hechos como éste no prueban en manera alguna que la TV sea, auto- máticamente, un instrumento cultural; pero sí, sin duda alguna, que puede llegar a serlo. JACQUES BOUSQUET. La investigación científica española y la Educación Nacional EN EL XIV PLENO DEL CONSEJOR SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS Durante la primera semana de febrero de 1958 se celebraron en Madrid las reuniones del XIV Pleno del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Es- te Pleno revistió especial carácter en relación con los de años anteriores, pues en sus jornadas se hizo balance de la obra desarrollada por la institución, desde su creación en el año 1940 hasta el momento actual. Bajo la presidencia del Jefe del Estado se celebró el acto de clausura en el que el Ministro de Educa- ción Nacional pronunció un discurso que por la ur- gencia de los temas planteados podrá encontrar ín- tegro el lector en estas mismas páginas. En este dis- curso, el señor Rubio señaló la íntima conexión entre el proceso educativo nacional y los buenos frutos de la investigación científica. Para el señor Rubio, la investigación científica no se inicia en la Universi- dad; "la investigación científica comienza, cuando menos de una manera virtual, en la misma Enseñan- za. Primaria". Porque en la escuela se forma el im- prescindible clima de estudio que ha de crear en la sociedad la necesidad de descubrir verdades inéditas. De ahí /a íntima conexión entre investigación cientí- fica y Educación Nacional. No son cuestiones inde- pendientes o aparte. La una se sirve mutuamente de la otra, y han de trabajar unidas, unívocas y bajo una misma garantía de trabajo en común. En el mismo acto, el Presidente del CSIC, señor Ibáñez Martín, hizo balance de estos cuatro lustros (1940-1958) de investigación científica en España, desde aquellos tiempos en que la tarea investigadora presentaba una proyección limitadísima, hasta la creación de un ámbito nacional para la investigación, de una personalidad propia y sustantiva para la la- bor investigadora y el nacimiento necesario del inves- tigador profesional como elemento básico de esta obra. El señor Ibáñez Martín subrayó la condición de capital rentable de la investigación, como también es un hecho indiscutible (repetido oportuna e incan- sablemente por nuestras jerarquías de la educación), que esta misma tarea de educación, en sus numero- sas facetas (construcción de edificios escolares, equi- pamiento de laboratorios, propulsión de la formación profesional, etc.), es un capital rentable, y no sólo para el enriquecimiento espiritual y material del in- dividuo y de la sociedad española, sino incluso para la economía de la Empresa privada que se aventure. con el Estado, en los trabajos de la Educación Na- cional. Y si /a investigación. y la educación son capi- tales rentables, asimismo se constituyen en fuente creadora de riqueza, por su proyección práctica so- bre la vida nacional. El XIV Pleno del CSIC ha supuesto para el Con- sejo, además de todas estas garantías, la inaugura- ción de dos nuevos órganos de investigación cientí- ficas: el Centro de Investigaciones Biológicas, dirigi- do por el doctor don Gregorio Marañón, y el Insti- tuto Técnico de la Construcción y del Cemento (Di- rector. don Eduardo Torroja). que cuenta sobre su futuro la responsabilidad de una doble realización técnica y social corno garantía de las generaciones venideras de España. En las líneas subsiguientes el lector encontrará lo más relevante de cuanto aconteció de aleccionador y ejemp7ar en estas reuniones, tanto para el científico como para el docente; para el investigador como para el pedagogo. En fin de cuentas, la labor de am- bos, en. la escala nacional, nunca podrá discurrir in-

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Page 1: La investigación científica española y la Educación Nacional · LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA ESPAÑOLA Y LA EDUCACIÓN NACIONAL 69—(257) dependientetnente. En este trabajo

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refinada si le es presentada habitualmente, de lamisma forma el público más popular, en un sistemade libertad absoluta y de gran competencia culturalcomo es el de la TV americana, acepta de buen gra-do pasatiempos culturales de buena calidad.

Se repite con frecuencia que la TV mata la lectu-ra y he señalado este tipo de objeción al comienzodel artículo. Pues bien: si las bibliotecas de présta-mo señalan efectivamente en los Estados Unidos undescenso considerable en la lectura de novelas deamor, crímenes o del oeste, acusan en el curso de es-tos últimos diez años un aumento próximo al cienpor cien en la circulación de los clásicos, de libroshistóricos o científicos. Emerson Greenaway, Directorde la Philadelphia's Free Library, considera quela TV ha significado algo en tal cambio, pues no enbalde en Filadelfia ha alcanzado la TV educativa el

máximo desarrollo (Time, 31 diciembre 1956, pági-na 35). En los comienzos del actual curso escolarinició por TV la Universidad de Nueva York un cur-so de literatura comparada. Lo temprano del hora-rio en que se transmitía —seis y media de la maña-na— no arredró, aparentemente, a los visoauditores.El profesor Floyd Zulli, encargado del curso, que co-menzara su estudio por Le Rouge et le Noir, dió unavuelta por la obra de Stendhal: un solo librero ven-dió 2.600 ejemplares en cuatro días; al cabo de unasemana no quedaba a la venta un libro de Stendhalen todo Nueva York. Bien sé que hechos como ésteno prueban en manera alguna que la TV sea, auto-máticamente, un instrumento cultural; pero sí, sinduda alguna, que puede llegar a serlo.

JACQUES BOUSQUET.

La investigación científicaespañola y la Educación

NacionalEN EL XIV PLENO DEL CONSEJOR SUPERIOR

DE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS

Durante la primera semana de febrero de 1958 secelebraron en Madrid las reuniones del XIV Pleno delConsejo Superior de Investigaciones Científicas. Es-te Pleno revistió especial carácter en relación conlos de años anteriores, pues en sus jornadas se hizobalance de la obra desarrollada por la institución,desde su creación en el año 1940 hasta el momentoactual.

Bajo la presidencia del Jefe del Estado se celebróel acto de clausura en el que el Ministro de Educa-ción Nacional pronunció un discurso que por la ur-gencia de los temas planteados podrá encontrar ín-tegro el lector en estas mismas páginas. En este dis-curso, el señor Rubio señaló la íntima conexión entreel proceso educativo nacional y los buenos frutos dela investigación científica. Para el señor Rubio, lainvestigación científica no se inicia en la Universi-dad; "la investigación científica comienza, cuandomenos de una manera virtual, en la misma Enseñan-za. Primaria". Porque en la escuela se forma el im-prescindible clima de estudio que ha de crear en lasociedad la necesidad de descubrir verdades inéditas.De ahí /a íntima conexión entre investigación cientí-fica y Educación Nacional. No son cuestiones inde-pendientes o aparte. La una se sirve mutuamentede la otra, y han de trabajar unidas, unívocas y bajouna misma garantía de trabajo en común.

En el mismo acto, el Presidente del CSIC, señorIbáñez Martín, hizo balance de estos cuatro lustros(1940-1958) de investigación científica en España,desde aquellos tiempos en que la tarea investigadorapresentaba una proyección limitadísima, hasta lacreación de un ámbito nacional para la investigación,de una personalidad propia y sustantiva para la la-bor investigadora y el nacimiento necesario del inves-tigador profesional como elemento básico de estaobra. El señor Ibáñez Martín subrayó la condición decapital rentable de la investigación, como tambiénes un hecho indiscutible (repetido oportuna e incan-sablemente por nuestras jerarquías de la educación),que esta misma tarea de educación, en sus numero-sas facetas (construcción de edificios escolares, equi-pamiento de laboratorios, propulsión de la formaciónprofesional, etc.), es un capital rentable, y no sólopara el enriquecimiento espiritual y material del in-dividuo y de la sociedad española, sino incluso parala economía de la Empresa privada que se aventure.con el Estado, en los trabajos de la Educación Na-cional. Y si /a investigación. y la educación son capi-tales rentables, asimismo se constituyen en fuentecreadora de riqueza, por su proyección práctica so-bre la vida nacional.

El XIV Pleno del CSIC ha supuesto para el Con-sejo, además de todas estas garantías, la inaugura-ción de dos nuevos órganos de investigación cientí-ficas: el Centro de Investigaciones Biológicas, dirigi-do por el doctor don Gregorio Marañón, y el Insti-tuto Técnico de la Construcción y del Cemento (Di-rector. don Eduardo Torroja). que cuenta sobre sufuturo la responsabilidad de una doble realizacióntécnica y social corno garantía de las generacionesvenideras de España.

En las líneas subsiguientes el lector encontrará lomás relevante de cuanto aconteció de aleccionador yejemp7ar en estas reuniones, tanto para el científicocomo para el docente; para el investigador comopara el pedagogo. En fin de cuentas, la labor de am-bos, en. la escala nacional, nunca podrá discurrir in-

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LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA ESPAÑOLA Y LA EDUCACIÓN NACIONAL 69—(257)

dependientetnente. En este trabajo mancomunado, elMinisterio de Educación Nacional y e/ CSIC forma-rán un todo único cuyo fin último sera el bien cul-tural y técnico de España.

Tras un extracto y párrafos del discurso del Pre-sidente del CSIC, seguirá el texto integro de las pa2labras pronunciadas por el Ministro de EducaciónNacional; la aportación del CSIC y del MEN al Ario

Geofísico Internacional 1975-1958, por el P. Antonio .—Romafid, S. J.; las cuartillas leídas por el doctoMarañón en el acto inaugural del Centro de Investi-gaciones Biológicas, y otros detalles del acto de cktu-,-,,-,--311, •sAura. Remitimos al lector a estos textos en los cuates i uencontrará sustancioso motivo de meditación para labuena marcha de la cultura española de nuestrotiempo,

BALANCE 1940-1958 Y PORVENIR DEL CONSEJO SUPERIORDE INVESTIGACIONES CIENTIFICAS *

En estos dieciocho años de investigación cientificaen España, el Consejo ha cumplido una etapa muyamplia, que puede resumirse en los tres puntos si-guientes:

Primero. En el carácter nacional asignado a lastareas investigadoras, reducidas antes de 1936 a laobra de unos pocos estudiosos en Madrid.

Segundo. En la personalidad propia y sustantivaalcanzada por la tarea investigadora; y

Tercero. En la creación del investigador profe-sional.

Estos tres conceptos perfilan en términos genera-les las metas alcanzadas en estos años por el CSIC.

LA INVESTIGACIÓN, CAPITAL RENTABLE.

El Estado español sabe que todo lo que se invier-te en la investigación es un capital rentable. Asílo entienden también los países más progresivamentesituados en la vanguardia de la investigación y de latécnica. En estos pueblos se ha demostrado, con he-chos evidentes, que las inversiones económicas rea-lizadas en el ámbito de la investigación científicaproducen óptimos dividendos.

Así, el Estado, la industria y las fundaciones pri-vadas dedican en Norteamérica al fondo de la inves-tigación cantidades de extraordinario volumen si selas compara con las cifras de la Renta nacional. LaUnión Soviética es la que, excepcionalmente, acusaun coeficiente de industrialización más alto en rela-ción con los paises más avanzados del mundo.

LA INVESTIGACIÓN, FUENTE CREADORA DE RIQUEZA.

Por primera vez en la historia de la Humanidad.nos encontramos con que el cultivo de la investiga-ción ha adquirido una auténtica y enorme proyec-ción sobre la vida material de la sociedad. Los pue-blos que no orienten su destino por estos nuevos cau-ces de actividad técnica que la Historia nos ofrecehoy, pronto se encontrarán en la periferia de la ci-vilización.

* Se reproduce en estas columnas un extracto y frag-mentos del balance general de la obra investigadoradel CSIC, desde el ario de su fundación en 1940 hastala hora en que se clausura el XIV Pleno del Consejo.El discurso fué pronunciado por el Presidente del CSIC,señor Ibáñez Martín, iniciador de las tareas de la in-vestigación científica, que hoy culminan en este acto.

Como decía el Jefe del Estado el 8 de octubre delaño último, al inaugurar la central térmica de Escom-breras, "no puede llegarse a las realizaciones cientí-ficas alcanzadas últimamente por los modernos in-vestigadores más que con una preparación profunday con un gran espíritu de equipo. Es necesario —aña-día— asociar inteligencias, dirigir la investigación,orientar a la juventud en sus estudios. Los hechosnos han demostrado lo que puede lograrse cuandose dirige la cultura y cuando se orienta, coordina yestimula la enseñanza hacia lo que es más necesariopara la vida de la Nación. Todo ello debemos tener-lo en cuenta para la formación de nuestros técnicosindustriales y de todo orden porque es inquietudnuestra que en una nación pequeña como España po-damos extraer nuestros técnicos en áreas más exten-sas; que la formación de nuestros técnicos superio-res no sea privilegio del sector de los ricos y pode-rosos, que pueden sostener una carrera costosa, sinoque puedan llegar a ella las más claras inteligenciasde la nación, multiplicando para todos las posibilida-des. Urge organizar la técnica española y que nues-tras juventudes se apresten a estos estudios y llenenel hueco que nuestras actividades nos demandan cadadía". De este modo el Jefe del Estado ha queridoproclamar que, entre los recursos efectivos de que unpaís puede servirse para elevar su nivel de vida, ocu-pa un puesto primordial la técnica. Mas para que es-ta aspiración se logre es preciso que se trate de unatécnica viva, de una técnica que haya "prendido" enel país, que haya adquirido vida propia porque hun-da sus raíces en una investigación propia. Sin el me-nor género de dudas, sin temor a equivocarnos, hoypodemos afirmar que la investigación constituye unfactor primordial para todo país que pretenda sanearsu economía y elevar su nivel de vida.

Aludió después el señor Ibáñez Martín a las con-diciones de la investigación nacional, estudiando éstaa través de la concentración de los medios disponi-bles y de la necesidad de formación de futuros in-vestigadores, y añadió que era preciso lograr unequilibrio entre la organización de la sociedad y elindividuo, creando un clima social favorable a la in-vestigación.

LA TECNICA, AL SERVICIO DEL HOMBRE.

Entiéndase bien, sin embargo, que para nosotros latécnica consiste en la puesta en juego de unas reali-zaciones materiales cuya finalidad es el servicio de

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los imperativos espirituales, que constituyen la metade toda empresa política que no quiere inspirarse en

los principios del materialismo histórico.Bien venido sea ese proyecto técnico que invade por

doquier los horizontes de todos los pueblos. Pero dé-mosle los rectores de un país de confesionalidad ca-tólica como el nuestro, su justa dimensión y su pro-porcionado sentido. La técnica está, para nosotros, alservicio del espíritu, y todo lo que sea una inversiónde estos términos representará siempre una formamás o menos velada de peligroso materialismo.

Una vez más los intereses del espíritu se imponenpor encima de toda otra consideración contra ese ries-go contemporáneo de la exageración de la técnica.

El sometimiento de cualquier logro técnico, por im-previsto y fantástico que parezca, a la suprema je-rarquía de la ley moral y de ese imperativo filosó-fico que marca al hombre el deber de la busca de laverdad, constituye para nosotros la consigna urgentee insoslayable del dramático momento que vivimos.

LA TECNICA Y LA DOCTRINA DE LA IGLESIA.

Tal es el sentido de las palabras pronunciadas porel Pontífice Pío XII en el mensaje de Navidad delaño último. "Cuando el progreso técnico —decía elSanto Padre— aprisiona al hombre dentro de susespirales, segregándole del resto del universo, espe-cialmente del espiritual e interior, le comunica suspropios caracteres, de los que son más notorios la

superficialidad y la inestabilidad. No es un secreto elprogreso de semejante deformación si se tiene encuenta la tendencia del hombre a aceptar el equívocoy el error con tal de que éstos lleven en sus manosla promesa de una vida más fácil."

Ni la Naturaleza ni la técnica, como instrumentorapaz de desplegar sus extraordinarias energías, pue-den anteponerse a los intereses del hombre y de suespíritu. "El hombre moderno está hoy más expues-

to a volverse siervo de la Naturaleza porque, a dife-rencia del antiguo, que estaba sujeto a ella por ig-norancia y debilidad, está bajo su fuerte presión envirtud de vastos conocimientos y aplicaciones de susenergías y, por tanto, obligado a prestarle un cultode adoración y de gratitud por las maravillas que enella descubre y por los beneficios inmediatos que ob-tiene de ella."

Tal es el balance de esta hora y el programa am-bicioso de ilusiones y de trabajos con que el CSICcontempla el porvenir. Ciertamente, hubiera sido pre-maturo aspirar a las metas que aquí se proclamanen momentos en que el Consejo no había alcanzadoaún el nivel de madurez que hoy le caracteriza. Aúnle queda a esta Institución largo camino por recorrer.Los hombres de ciencia que en ella colaboran sabenque no les faltará la asistencia del Estado y confíanen que, como estímulo para su dedicación, ésta seles otorgará hacia el futuro más cumplidamente.

Joe IBÁÑEZ MARTIN.

LA INVESTIGACION CIENTICA Y LA EDUCACION NACIONAL: DOSPROBLEMAS COMUNES

LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA COMIENZA EN LAESCUELA PRIMARIA.

Cualquiera que sea nuestra esperanza para el fu-turo, cualquiera que sea, incluso, nuestra valoraciónsobre el presente respeto de una tarea, como todaslas humanas, perfectible, creo puede afirmarse queel CSIC es en su conjunto una obra lograda. En estelogro corresponde una parte principal a su creadory Presidente, don José Ibáñez Martín. Tuve el honorde trabajar a sus órdenes largamente y en múlti-ples tareas, y una de ellas fue- , precisamente, la pues-ta en marcha de esta empresa, en la que concentrósu gran fervor por la cultura y su enorme capacidadde trabajo. El Consejo surge y se consolida en añosdifíciles, frente a la aspereza de las circunstanciaseconómicas nacionales y contra la tradicional desaten-ción de nuestra sociedad por las tareas investigado-ras y científicas. En nuestros días, afortunadamente,la convicción mundial de que la ciencia es una fuer-za rectora de la vida —convicción avalada por lostriunfos más espectaculares e inesperados— viene adar a nuestro Consejo una sanción clamorosa y a

* Discurso pronunciado por el Ministro de EducaciónNacional en el acto de clausura de la XIV Reunión delPleno del CSIC, celebrada en Madrid el 8 de febrerode 1958,

fortificar hasta el límite los argumentos en pro desu consolidación y de su enriquecimiento progresivoen recursos y en hombres. Lo que en 1940 no era cla-ro para muchos, resulta hoy evidente para todos. Eldecoro y la dignidad de un país radican, ciertamen-te, en muchas y muy diversas cosas; pero el hechode que en él se investigue la verdad mediante el mé-todo riguroso de la ciencia, es con toda seguridad delas más importantes.

Esta ola de popularidad universal que eleva hoya la ciencia y que le ha dado un definitivo espalda-razo político no debe ocultarnos, sin embargo, las di-ficultades que el problema de la investigación cien-tífica presenta en España Dificultades económicas.no por repetidas menos ciertas: nuestra renta nacio-nal no nos permite acrecentar las inversiones hastalas cifras alcanzadas por las grandes potencias. Ytambién dificultades humanas: el investigador, esdecir, quien tiene por tarea descubrir los vestigios ohuellas de la verdad en cualquier campo del espírituo de la naturaleza, es floración de una comunidadculta. Unicamente cuando los saberes y verdades yalogrados son patrimonio común de toda la sociedadhay posibilidad normal (las excepciones singulares,claro está, son siempre posibles) de que en el senode ellas broten los creadores y promotores de rique-zas científicas nuevas. El señor Ibáñez Martín ha

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afirmado que la investigación comienza en la Uni-versidad; yo me atrevería a prolongar y ampliar supensamiento afirmando que la investigación cientí-fica comienza, cuando menos de una manera virtual,en la misma enseñanza primaria. En la escuela em-pieza a crearse el imprescindible clima de estudio,de seriedad y de rigor mental , del que como conse-cuencia flúida nace en las capas superiores de lasociedad la sed y el afán de descubrir verdadesinéditas.

EN LA CONQUISTA DE LA VERDAD NO EXISTEN ATAJOS.

Excusadme este pensamiento, ya en alguna otraocasión expuesto. Me parece disculpable existir enél cabalmente cuando me escuchan los científicos, losuniversitarios, los equipos de investigadores que re-presentan el más alto escalón académico de la Pa-tria. Desde la más humilde aula hasta los laborato-rios donde se ponen a punto los instrumentos másdelicados de la técnica y se ensayan los prodigios dela biología moderna, hay una escala sin solución decontinuidad, y, si de verdad queremos que en laspróximas décadas sea España un país colocado enla altura y en el nivel que exige nuestro tiempo, de-bemos remontar esa escala peldaño a peldaño. En laconquista y posesión de la verdad no existen atajos.Y quiero hacer especial hincapié en que no intentomostrar tan sólo la vinculación real existente entreinvestigación y docencia, sino de hacer ver que, portodos los síntomas, las sociedades futuras —de un fu-turo quizá mucho más inminente de lo que solemosimaginar— van a racionalizar científicamente su ac-tividad en los más diversos campos, y esta raciona-lización no podrá cumplirse sino a través de la pose-sión colectiva de un hábito de exactitud y de sobrie-dad en el manejo de las ideas y de las palabras. Esehábito que, con término abreviado llamamos culturay que se resuelve, por citar tan sólo algunos máximosejemplos, en la alfabetización total del país, en laextirpación del puro memorismo y verbalismo en laenseñanza media, en la posesión real y no ficticia delos saberes que exige toda profesión, liberal o me-cánica. Toda una paciente labor de poda de nuestrabarroca espontaneidad nacional y de nuestra tenden-cia a la improvisación artificiosa; poda que, comosiempre ocurre, nos servirá para asegurar la fructi-ficación. En nuestro caso, la fructificación de cien-cia original y creadora a que aspira nuestro CSIC.El árbol que el Consejo ha tomado por emblema hun-de sus raíces en los surcos más profundos de nues-tra colectividad nacional; y tan sólo en la medidaen que extraiga de ellos su savia vivificante acertaráa granar en frutos de calidad universal.

LA EDUCACIÓN ES UNA COMUNIDAD NACIONAL DE

ESFUERZOS.

Cultivadores de este árbol simbólico somos todos.desde el maestro de primeras letras hasta el inves-tigador eminente. Es un grave pecado de pereza eldescargar la responsabilidad exclusiva en los cuadrosadministrativos o en los frenos reglamentarios. LaAdministración pública no tiene en estas sutiles ta-

reas ninguna virtud milagrosa, sino tan sólo a travésde la normalidad jurídica. A la Administración pú-blica pueden exigírsele, cuando más, las responsabi-lidades y obligaciones propias de un arquitecto --tra-zar los planos y dirigir la obra—, pero no la prepa-ración, y menos la preparación inmediata para la obraen marcha de los materiales de construcción. En estepunto se tiene que confiar plenamente en los profe-sionales de la docencia y de la investigación. El edi-ficio de la educación nacional se compone de un múl-tiple y heterogéneo conjunto de actividades: horasde clase, días de exámenes, jornadas de laboratorio.Y Ed estos sillares son en sí mismos defectuosos, esdecir, si en las horas de clase no hay fervor pedagó-gico y real convivencia con el discípulo, si en losexámenes no hay atención ni rigor, si en las jorna-das de laboratorio no hay pasión científica, el edi-ficio se vendrá abajo por muy bien concebido y ad-ministrado que esté. Y en la investigación científicaque es su coronamiento natural, se desmoronará tam-bién. Probablemente en esa triste forma de desmo-ronamiento que es la falsificación y la inautenticidad.

Si muchas son las personas que de un modo más omenos directo coadyuvan a esta labor de la trans-misión y del descubrimiento de la verdad, muchos ymuy diversos son los saberes y ciencias que debenconjugarse para poner a un país en perfecta formacientífica. Nuestro Presidente ha señalado la condi-ción rentable del capital que se aplica a la investi-gación y a las vinculaciones directas de ésta con eldesarrollo técnico y el progreso económico. Yo qui-siera subrayar, ademas, que la investigación cientí-fica se aplica también a las ciencias humanas, y que,si importante es el que un país cuente con buenosfísicos, no lo es menos el que disponga de excelen-tes historiadores y filólogos. Los recientes avataresde la pugna científica entre Rusia y los Estados Uni-dos han determinado desde diversos ángulos y porparte de muy diversas personas, vigorosas defensasde las llamadas ciencias básicas, y eminentemente delas matemáticas y de la física. Sin un cultivo desin-teresado de éstas, realizado en un régimen de míni-ma programación y no urgido por exigencias de apli-cación inmediata, no cabe esperar, a la larga, un sus-tancial progreso científico. Pero quizá en estas de-fensas la noción de "ciencia básica" resulte a pesarde todo estrecha. También las ciencias del espíritusirven de base o apoyatura al desarrollo de la inves-tigación natural. Es un hecho el que los sustancia-les progresos científicos de nuestro tiempo —la bio-logía de Pasteur o la física de Einstein— se han rea-lizado en ambientes culturales saturados de filosofíay de humanismo. El latín y el griego de los gimna-sios alemanes quizá tengan que ver con el desarro-llo de los satélites artificiales mucho más de lo quelos políticos e investigadores americanos sospechan.En todo caso, la base de la ciencia aplicada está.repito, en un universal espíritu de rigor, aplicado atodas y cada una de las regiones de la naturaleza ydel espíritu; y desarrollar este espíritu está en nues-tras manos vinculado, incluso, a las decisiones másmodestas y sobre todas a una: que cada hora denuestra vida docente tenga una densidad y una se-riedad absolutas. Este es el "humus" fecundo en elque se nutren, a través de múltiples caminos indirec-

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tos y a través del curso cansado de los años, loshallazgos prodigiosos de la ciencia. Todo lo que nosea, por de pronto y ante todo, esto, es arbitrismo.

POLÍTICA DE INVESTIGAC IÓN.

Este mismo espíritu de rigor debe presidir, en elorden de la investigación, la asignación de tareas con-cretas y la distribución de medios económicos; rigortanto más necesario cuanto que nuestras inversionesno pueden alcanzar altas cifras absolutas. La con-centración óptima de los medios disponibles y el es-tudio de los mercados nacionales de investigaciónson condiciones necesarias; una distribución mecá-nica e igualitaria de nuestros escasos recursos entrelos múltiples cometidos y tareas que se ofrecen a lainvestigación científica no tienen sentido ninguno. Ytambién, según pienso, ha de atenderse a la calidadpersonal de los investigadores con que contemos encada caso. Desde esta perspectiva, la investigaciónes un problema de moral. Los investigadores debenreconocer y acatar toda jerarquía científica que en-tre ellos pueda surgir y apoyar y promover la con-cesión de medios de trabajo extraordinarios a loshombres en mejores condiciones subjetivas u objeti-vas para utilizarlos.

Soy por hábito y naturaleza enemigo de todo op-timismo utópico; creo, sin embargo, que en este cam-po de la investigación científica algo podemos ha-cer, tanto en el orden de las aplicaciones como enel orden de los estudios básicos. Lo importante es,por de pronto, no mimetizar, percatarse de que lainvestigación no es un problema exento de los res-tantes del país que tolere soluciones desarraigadas otrasplantes mecánicos. Ligada con nuestra docencia,con nuestra ética profesional, con el indice culturalde todo el país, con el respeto y la estimación quetengamos hacia todo el sistema científico incluso enaquellas parcelas cuya utilidad inmediata no toca-mos, el éxito de las normas y de los planes de laque pudiéramos llamar "política de la investigación"estará en relación directa con nuestra capacidad paraapreciar y para tener siempre en cuenta ese comple-jo de vinculación.

ESPECULACIÓN CIENTíFICA, NO ESPECULACIÓNECONÓMICA.

Por lo demás. nuestro Estado —prueba de ello esla realidad ya cuajada de este Consejo— tiene sen-sibilidad para el problema. Institución necesitada detoda clase de asistencias, porque se propone una meta

muy ardua; la tarea del Consejo es humanamenteinagotable, como lo es la misma verdad científica ala que sirve. Pero este camino sin fin brinda también

satisfacciones, incluso de carácter material. El Con-sejo no tiene nada, ni en su cuerpo ni en su espíritu,de empresa mercantil y, sin embargo. las inversiones

que pudieran realizar aquí nuestros industriales. su-fragando determinadas investigaciones de cienciaaplicada, resultarían tan seguras y remuneradoras

para ellos como cualesquiera otras. En nuestros díasla especulación científica está venciendo en su pro-pio terreno a la especulación económica: no sólo es

más hermosa y más noble que ella, sino que tambiénes, a la larga, más productiva. Confío en que nues-tros hombres de empresa se percaten rápidamente

de esta verdad y que comprendan que no se les pidemecenazgo. sino que simplemente se les invita alcálculo.

En el momento de sintetizar el balance que el CSICnos ofrece en esta décimocuarta sesión plenaria, creoque los motivos de alegría superan con mucho a los de

preocupación. Yo invitaría a los hombres que traba-jan en el CSIC, a pesar de constarme su continuay creadora insatisfacción, a que no piensen en los

medios de que no disponen, ni en la nostalgia del ins-trumental moderno nacida de sus viajes de estudio.ni en todas aquellas deficiencias que, a fin de cuen-

tas, les obligan a una tensión más alta. Sino en losresultados conseguidos y, sobre todo, en la obra enmarcha; en este fecundo proceso de incorporaciónde esfuerzos y vocaciones. "Lo importante, gustaba

de repetir Cajal, es tener la fragua encendida." Yuna fragua encendida es, por encima de todo, el Con-sejo Superior de Investigaciones Científicas.

JESÚS RUBIO GARCIA-MINA.

CRONICA REUNIDA DEL XIV PLENO

APORTACION DEL CSIC Y DEL MEN AL AÑOGEOFISICO INTERNACIONAL 1957-1958

Como acto inicial de la clausura del Pleno, el P. AN-

TONIO ROMAÑA, S. J., leyó un discurso acerca del AñoGeofisico Internacional 1957-1958. que tiene sus ante-cedentes en los dos llamados Arios Polares, celebra-dos en 1882-1883 y en 1932-1933. El P. R,omafá fuéencargado de organizar en España, a través del CSIC,el Comité Nacional Español del Año Geofísico, Parael sabio jesuita, la nota distintiva del Año GeofísicoInternacional no consiste solamente en haber exten-dido los trabajos a toda la superficie del planeta, sinotambién en abarcar muchos más campos de investi-gación que sus precursores, los Años Polares. El Ario

Geofísico 1957-58 —dijo— se ha distinguido desdeel primer momento por el decidido empeño de supe-rar todas las vallas y fronteras nacionales y llegara la realización de una labor auténticamente inter-nacional, en estrecha colaboración con todos lospaíses.

El ideal no ha sido conseguir una suma de sesen-ta y cuatro Años Geofísicos Nacionales, sino un soloAño Geofísico Internacional. La colaboración españo-la no ha de medirse exclusivamente por lo que enlos Observatorios españoles se pueda hacer duranteel Año Geofísico. En todo caso, la colaboración es-pañola se ha extendido al terreno de la prestaciónpersonal, y no solamente en plan de fecundar inicia-tivas ajenas; personal español ha intervenido, de

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LA INVESTIGACIÓN CIENTIFICA ESPAÑOLA Y LA EDUCACIÓN NACIONAL 73-4261)

aspectos fundamentales de la actividad de las cien-cias biológicas en el seno del nuevo Centro. y la pro-

, yección futura de éste como formador de investi-gadores

modo preeminente, en la organización en todo el mun-do de las observaciones de pulsaciones y otras va-riaciones rápidas magnéticas y electrotelúricas y ensu centralización y primer estudio; a un científicoespañol se ha confiado la organización y puesta enmarcha de uno de los Observatorios instalados enpunto clave, sobre el ecuador magnético en el Orien-te de Africa, cometido que se estä, realizando en es-tos mismos momentos con el éxito más lisonjero, ypersonal español intervendrá igualmente en el tras-paso de funciones del Comité especial del Año Geofí-sico a las diversas Asociaciones de las Uniones In-ternacionales interesadas en la materia, desde el mo-mento en que se le ha confiado a uno de los Obser-vatorios Geofísicos de nuestra Patria la oficina cen-tral de la Asociación Internacional de Geomagnetis-mo y Aeronomia. Todo esto es también participaciónespañola en el Año Geofísico Internacional. Un díano lejano, los estudiosos del porvenir admirarán lamagna obra de investigación colectiva llevada a cabodurante el Mío Geofísico, y quizá durante medio si-glo, hasta que el esfuerzo se repita, se aprovecharánde sus resultados en el orden teórico y práctico.Sea desde ahora una satisfacción para el CSIC ypara el MEN saber que en el magno edificio cons-truido no habrá faltado la aportación y el trabajo,modesto si se quiere, pero real y eficaz, de sus in-vestigadores y sus Observatorios.

EL CENTRO DE INVESTIGACIONESBIOLOGICAS

En la última jornada del Pleno, el Jefe del Estadoinauguró el Centro de Investigaciones Biológicas, quedirige el doctor don Gregorio Marañón. El Centroreúne los Institutos y Departamentos siguientes:

El Instituto de Ramón y Ca jai, que es, a la vez, ga-rantía y responsabilidad para los que en estos labo-ratorios trabajan, dirigidos por don Julián Sanz Ibá-ñez, entre cuyos colaboradores más eminentes debecitarse a don Fernando de Castro, ambos discípulosdirectos de Cajal y continuadores de su obra.

El Instituto de Endocrinología Experimental, en elque laboran colaboradores del doctor Marañón, yamaestros algunos de ellos, o en camino de lograrlo;ahora entristecidos todavía por la pérdida de uno delos más ilustres, don José Luis Arteta.

El Instituto de Metabolismo y Nutrición, que diri-ge don José Luis Candela. cuyo tenaz trabajo se co-tiza a la par en el mercado de la ciencia universal.

El Departamento de Enzimologia y BioquímicaVegetal, que dirige don Alberto Sola, uno de los gran-des maestros futuros de la juventud española.

Los Departamentos de Brcrmatologia y NutriciónAnimal, de Patología Comparada y de Isótopos ra-diactivos; dirigidos, respectivamente, con acierto sin-gular por los señores don Gaspar González y Gonzá-lez, don Pedro Carda y don Joaquin Zamora, y, enfin, el Instituto Ferrón, de Microbiología, que presi-de con su reconocida competencia don Lorenzo Viles.y el Departamento de Biofísica, del que es jefe donAntonio Fernández Molina.

En el acto inaugural, el doctor Marañón leyó unascuartillas, de las cuales se recogen seguidamente los

EL CSIC Y EL FUTURO DE LAS CIENCIASBIOLOGICAS ESPAÑOLAS

Pocas palabras me bastarán para decir la gran ale-gria que hoy experimentan los biólogos españoles Ypodría añadir que esta alegría se extiende a todoslos hombres de ciencia de España. Porque los hon-dos sentimientos no sólo se deben expresar con so-briedad, sino que la mucha palabrería, por elocuenteque sea, les hace sospechosos de poco sinceros.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicasha reunido en este edificio varios equipos de estudio-sos que hasta hoy no habían tenido, salvo excepcio-nes, ambiente y lugar adecuados para sus trabajosen pos de la verdad. No hay en el Centro que hoy seinaugura lujos espectaculares; pero no falta nada delo que puede ser eficaz para el trabajo. Y la eficaciaes el verdadero lujo para el hombre de ciencia.

El entusiasmo y la devoción hacia esta obra denuestro Presidente, la preparación y la tenacidad delSecretario general del Consejo, don José María Alba-reda, y la vocación, siempre alerta, de los maestros,que dirigen cada Instituto, y la de sus colaboradores,permiten hoy que la apertura oficial del Centro nosea una ceremonia que pone en marcha una esperan-za, sino la consagración de una realidad que está ya,viva, vigorosa y preñada de seguros servicios a laciencia y a España.

Los hombres que aquí trabajan no quieren hoy enu-merar las publicaciones que han surgido en la pazafanosa de la investigación. Los frutos de ésta nose encuentran por el número, sino por la calidad, yaun, a veces, por la esterilidad aparente. Y en estose diferencian fundamentalmente las actividades me-cánicas de las ciencias biológicas.

La creación mecánica surge invariablemente delesfuerzo, y a mayor esfuerzo es más copiosa la crea-ción. Mas, en las ciencias biológicas. ocurre muchasveces que la máxima preparación y la máxima com-petencia no dan el fruto previsto; y no le dan, a pe-sar de nuestra tenacidad, una y otra vez. El azar essiempre un factor importante en la investigación bio-lógica, porque el azar es el símbolo de todo lo queignoramos, y quizá ignoraremos siempre, cuando elproblema que tratamos de resolver en la mesa devivisección o en los tubos de ensayo, es la vida mis-ma. Por eso. aparentemente. la investigación bioló-gica es quizá la actividad más costosa de la cienciaactual y uno de los lujos más caros del presupuestode los Estados modernos. El capital que estos Esta-dos dedican en todas partes a la investigación, noproduce dividendos re gulares, es decir, hallazgos fi-jos y normales: tal vez' ninguno, durante largo tiem-po. Pero todo esto es aparente. digo, porque la ver-dadera característica de los estudios biológicos esque, el tiempo que parecía perdido. resulta que se ha-

* Palabras pronunciadas por el doctor Marafión en elacto inaugural del Centro de Investigaciones Biológicas,Febrero 1958.

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bla ganado en cuanto pasan algunos años; y que losfracasos, los experimentos negativos o frustrados,modelan nuestro espíritu para los nuevos avances, contan inesperada eficacia como los descubrimientos.

El número de nuestros trabajos es ya el que debeser. Su calidad, es la mejor que a cada uno de nos-otros nos ha sido dable. No hay que enumerarlos.Muchos han aparecido en revistas extranjeras y hancontribuido a la creación de ese engranaje entre lasciencias de cada pais que es indispensable para elprogreso. Y no sólo para el progreso mismo de laciencia, sino para el de otras cosas sagradas, entreellas la comprensión de los hombres y la paz. Si éstano nace algún dia de la ciencia, de dónde va a na-cer? Todos nosotros nos damos cuenta de ello y pro-curamos laborar en la medida de esta responsabilidad.

Y el Consejo lo ha pensado también así, y por esoha elegido para poblar sus laboratorios a hombresseleccionados con la sola medida de su eficacia; dela comprobación de esta eficacia por un ejercicio ar-diente, desinteresado y largo de vocación científicay no por el torneo espectacular, antipedagógico y anti-científico de las oposiciones que mi larga experien-cia del magisterio me permite calificar con estos ad-jetivos, que parecen denuestos y son sencillamenteverdades.

Esta técnica que el CSIC ha seguido para la elec-ción de su profesorado, técnica a la que va unida ungeneroso olvido de todos aquellos otros anteceden-tes de los candidatos que no sean los estrictamentecientíficos, es tal vez la más alta lección que el Con-sejo ha dado; una alta lección de pedagogía moder-na, que se suma al rendimiento de sus laboratoriosy de sus bibliotecas. Séame permitido en esta solemneocasión destacarlo y alabarlo. Los hombres y las ins-tituciones, al cabo creaciones humanas, cuando ac-túan con entusiasmo en la vida es frecuente que,además de su lección especifica, la que deriva de sumisión oficial o de su especialidad, den esas otraslecciones inesperadas, generales, que muchas vecesson las que las hacen dignas del respeto de sus con-temporáneos y de la calificación que en definitivales dará la Historia.

De estas promociones que hoy se agrupan aquí sur-girán los investigadores nuevos, los que tras su for-mación en este ambiente sereno vayan a ocupar pues-tos responsables en la universidad o se alejen paraterminar sus estudios en el extranjero. Los unos es-tarán firmes, llenos de autoridad, en la cátedra; losotros, los que hallarán a su vuelta a la Patria nolas puertas cerradas y el tiempo libre para pasearsu nostalgia de lo que vieron allá fuera, sino otravez el lugar acogedor donde proseguir y españolizarsu saber y sus inquietudes.

Este debe ser, y es seguro que será, uno de losfines fundamentales del CSIC; y con ello se habráncumplido los sueños del hombre inmortal que aúnperdura en espíritu, como si en realidad viviera, rec-torando nuestros esfuerzos: don Santiago Ramón yCajal, cuyas tres grandes preocupaciones, muchasveces se lo oímos, fueron éstas, que figuran implíci-tamente en nuestro programa diario de trabajo: laextensión de la histología a la biología entera, por-que lo morfológico es sólo el comienzo del conoci-miento de la vida; el habituar al hombre de cienciaespañol a trabajar en equipo, porque nada hay másanticientífico que el individualismo, y, finalmente, elque los jóvenes españoles no tengan que emigrar aotras tierra para servir a la religión de la verdad.

Dr. GREGORIO MARAÑÓN.

EL INSTITUTO TECNICO DE LA CONSTRUCCIONY DEL CEMENTO

Por último, fue inaugurado el Instituto Técnico cíela Construcción y del Cemento, instalado en Costi-llares (Chamartin de la Rosa). El nuevo Instituto,dirigido por don Eduardo Torroja. trabaja ademásen contacto con el Instituto Nacional de Industria.Consta de una planta piloto para la fabricación decemento, Sección de prefabricación, Exposición demodelos de ventanas, nave de ensayos mecánicos, la-boratorios de química y de física, etc. Cuenta asimis-mo con servicios generales, sala de conferencias ycomedores.

CUESTIONES GENERALES

Incluye la "Revista de Estudios Políticos" un inte-resante estudio, comentando la Lev Moyano en la con-memoración de su centenario, en el que se considerala educación como servicio pdblico. Después de fijarlos conceptos de polftica, administración, técnica y edu-cación, se revisan los • tres problemas siguientes: 1.2 Quétipo de poli tica educativa es el que responde a las ne-cesidades de la sociedad contemporánea para ser cohe-rente con el resto de su orientación política, es decir,del tipo de sociedad que en definitiva aspira a ser. 2.2 Quésistema administrativo es el más adecuado para rea-

lizar tal programa de politica educativa, y qué papelcorresponde a los administradores en materia de Edu-cación; y 3.2 Cuál es la función de los técnicos de laEducación tanto en el establecimiento de esa políticaeducativa como en el planteamiento y ejecución de esaAdministración. Termina el estudio con unas breves con-sideraciones sobre la responsabilidad actual que sobrenosotros recae (1).

El Boletín de la Oficina de Educación Iberoamericanaanuncia la publicación del texto íntegro del amplio dis-curso pronunciado en la VI sesión plenaria del III Con-greso Iberoamericano de Educación por el delegado deColombia, Gustavo Betancur. En el número que ahorareseñamos de dicho Boletín va ya incluida la primeraparte de ese texto, en la que se trata del Planteamientointegral de la educación, de cómo la educación ha deser integrada con el sector público y luego con el sec-tor privado, de la necesidad de conocer la realidad en

(1) Manuel Fraga Iribarne: La educación como ser-vicio público, en "Revista de Estudios Políticos" (Ma-drid, noviembre-diciembre de 1957).