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M O R E L L A J U R A D O
La lógica
del
colibrí
Sala La Trilla / Octubre 2019 - Febrero 2020
La lógica del colibrí
1El cuco es un pájaro que practica el parasitismo de puesta. Eso significa que mimetiza sus huevos con los de otras aves. La hembra del cuco se lleva un huevo de otra especie de ave y lo sustituye con uno de los suyos. Al nacer, el polluelo saca del nido a los otros huevos o crías, los padres sustitutos crían al cuco con arduo trabajo y muchas veces mueren alimentado un ave que les dobla en tamaño.2La analogía entre la sobrevivencia del cuco y la manera en que opera el imperio, es siamesa. El imperialismo inocula sus valores, sus ideas, su cultura, en el territorio de Nuestra América desde la más tierna infancia. Constela por medio de la repetición y desde diferentes ámbitos y estrategias, los hijos parasitarios y extraños, y nosotros los criamos y los creemos nuestros.3Nos hacen pensar que los americanos son solo ellos; que el mapamundi dice la verdad y que Suramérica es menor en extensión que los Estados Unidos de América; que allá en el norte todo funciona, y a todos les protege el estado; que la salud gratuita está garantizada; que los soldados gringos nos defienden de nosotros mismos; y que la Coca cola nos hace felices. Pero existe otra lógica: La lógica del colibrí.
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4El colibrí, en ese contexto de adversidad, ha desarrollado una respuesta alternativa frente su depredador, el cuco. Ha conseguido hacer su nido de súbito, en poco tiempo, con la fortaleza de la resiliencia. Desde una lógica distinta a la racionalidad programada y cartesiana, trabaja en la construcción de su nido de forma aleatoria: organiza todos los materiales por separado, los oculta y guarda para el momento del acto arquitectónico. Y en el instante mismo de la intuición del belén, de facto, se concreta el nido.5Se trata de la analogía del descolonizado, del hombre nuevo nacido en el vientre de la Pachamama, nosotros. Desde México a la Patagonia; desde las islas del Caribe y el Atlántico insondable, nos hemos hecho, nos hemos conformado, de la sorpresa, del aparente desorden y la supuesta locura. Pensamos y hacemos como el colibrí, que si bien no tiene claro cuál es su gran depredador, sabe que debe desarrollar algún mecanismo para salvaguardar su prole.6Este intento por revisitar la inspiración por el aleteo, la inmanencia de vuelo y la vida atenta, pero sin miedo, es lo que nos enseña La Lógica del colibrí, que engloba nuestra voluntad en esta muestra que compila nueve años de trabajo de investigación, para que nos convoque a ser como los pájaros y sus nidos resilientes.
7Esa es nuestra invitación. Esta muestra expositiva convierte nuestro oficio en una suerte de bitácora, de hoja de ruta, de nuestro trabajo. Devela cómo enfrentar la dualidad y el equilibrio entre la figuración y la abstracción: pájaros débiles, de trazos rápidos, apuntes ligeros en una hoja de papel, se contraponen con aves de rapiña de grafismo profuso y dibujo esquemático; manchas de tinta china que solo advierten al ave estando a distancia, o manchas abstractas que hacen del pájaro, fondo, mientras el paisaje cobra el protagonismo. Un viaje hacia el vuelo y la inmanencia del pájaro, que lo vincula estrechamente con la poesía.8Trino mi obra con el alimento de la palabra poética. Así, Polimnia, hace carne en aquel pajarito que venís tan cansado, aquella ave que recuerda a Palomares y su alquimia de transformar la orfandad en ternura. O El Atlántico no cicatriza, ese mar y esa barca que rememora el extraordinario poema de Chloe S. Georas, que nos habla con su poderosa voz poética desde ese cuadro: “El mar que se repite, duerme con cementerios en sus puños cerrados. El ave canta, aunque la rama cruja, nos dice José Santos Chocano, porque conoce lo que son sus alas”.9Yo, Morella Jurado, caraqueña, terca y aérea, con algunos años en el oficio más antiguo del mundo, la pintura, los convoco a parir la pajaridad de cada uno, a dejar de ser tan humanos y alzar el vuelo, a preparar el nido de súbito y a defendernos sin temor.
Caracas, octubre de 2019
M O R E L L A J U R A D O
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Cave avis2019Mixta sobre tela120 x 120 cm
Turpial resistiendo2019
Mixta sobre tela120 x 120 cm
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Polimnia2016Mixta sobre tela200 x 100 cm
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Rara avis2019
Mixta sobre tela100 x 100 cm
Museo del oro2016
Mixta sobre tela120 x 120 cm
7
Querrequerre y candado2014
Mixta sobre tela120 x 120 cm
Aguitacamino2019
Mixta sobre tela120 x 120 cm
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9
De la serie: A vuelo de pájaro2019
Tinta sobre telaMedidas variable
11
El Atlántico no cicatriza2019Mixta sobre tela120 x 120 cm
Turpial en Carabobo2019
Mixta sobre tela100 x 100 cm
Yin yan II2019
Mixta sobre tela120 x 120 cm
12
Cría jaulas en vez de pájaros
2018Mixta sobre tela
100 x 100 cm
El pájaro cata cuando la rama cruje2019
Mixta sobre tela100 x 100 cm
13
Colibrí y rapiña2014
Mixta sobre tela120 x 120 cm
La lógica del colibrí2016
Mixta sobre tela120 x 120 cm
Vuelve a tu canto turpial2013
Mixta sobre tela120 x 120 cm
La muerte se fastidia 2011
Mixta sobre tela100 x 100 cm
Nace en Caracas, Venezuela, un 25 de enero al mediodía del año 1968.
Comenzó su incursión en las artes visuales estudiando dibujo y grabado en la Escuela Cristóbal Rojas de Caracas, a los 15 años de edad. Luego curso serigrafía artística en el Instituto Neuman y posteriormente comenzó a estudiar en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela, en el año 1998.
Concluido el quinto semestre en la UCV, su necesidad de formarse en el oficio de las artes gráficas la llevó a estudiar durante dos años en el CEGRA, Centro de Enseñanza Gráfica, en especialización de grabado. Ese paso por las artes gráficas la marcará para siempre. Toda su obra estará ligada inexorablemente con el lenguaje de lo gráfico. Morella formaría parte de la última promoción del CEGRA.
Las prensas, las piedras litográficas, gubias, y rodillos, pasarían a formar parte del nuevo instituto de artes plásticas de Venezuela, IUESAPAR, Instituto Universitario de Estudios Superiores en Artes Plásticas Armando Reverón. Allí la artista continúa sus estudios e investigación, logrando consolidar durante siete años su voluntad de forma, su ímpetu por la gerencia cultural y su amor por la pintura.
Viaja a estudiar a Valencia, España, en la Universidad de San Carles. Este tránsito por la España profunda, la llevo a descubrir a los grandes maestros como Sorolla, Picasso, Dalí, Tapies, Chillida, e imbuirse en la vida cultural de toda Castilla, hasta llegar al Guggenheim de Bilbao, donde pudo estudiar de cerca la obra de Raushemberg, en una individual que tomó todos los espacios de ese museo. La obra de este artista estadounidense, influenció a la artista de forma inexorable.
Fue en el año 1992, en plena Perestroika, que Morella Jurado realiza su primera exposición internacional. Moscú fue el destino, la Casa de la Amistad de los Pueblos Soviéticos Dom Drushva, el lugar que albergó toda su obra.Luego de allí, su carrera internacional ha sido profusa, con más de una veintena de exposiciones internacionales en 25 distintas ciudades del mundo, Morella Jurado ha mostrado su fervor por la creación.
Paralelamente a su trabajo de taller, Morella desarrolla una intensa misión gerencial en la cultura de Venezuela. Organiza una oficina de diseño gráfico, una escuela de serigrafía, para jóvenes no escolarizados, que permitiera la formación como técnicos medios en el área.
Abre una galería de arte en Caracas, es nombrada directora del Museo Alejandro Otero y directora general del Instituto de las Artes de la Imagen y el Espacio (IARTES).
Desde todo ese cúmulo diverso de experiencia gerencial, Jurado incursiona con un éxito rotundo en el oficio de la curaduría. No solo promueve y desarrolla una investigación exhaustiva de los mejores exponentes de cada región de Venezuela, curando exposiciones que permitían dar cuenta del movimiento plástico de cada zona de Venezuela. Estas exposiciones fueron presentadas en el Museo Alejandro Otero de Caracas. Morella, formula, crea y gerencia la Bienal de Sur, Pueblos en Resistencia. Logrando con un esfuerzo titánico y gran éxito dos ediciones de ese encuentro de artistas comprometidos con los cambios sociales. Más de cien artistas de todo el mundo se dieron cita en el Museo de Bella Artes de Caracas en la primera edición. Y en el Museo de Arte Contemporáneo Armando Reverón, para la segunda edición de la Bienal del Sur.
Morella Jurado
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La Bienal del Sur, Pueblos en Resistencia, inaugura una nueva categoría crítica en las artes visuales de Venezuela y el mundo: el arte del compromiso.
Participó como curadora en dos ediciones de la Bienal de Venecia, en el Pabellón de Carlo Scarpa, perteneciente a Venezuela, y en la exposición Un solo cuerpo, Arte contemporáneo en los países del Mercosur
Actualmente, Morella Jurado permanece trabajando arduamente en su obra vive y trabaja en el valle de Caracas.
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La lógica
del
colibrí
www.morellajurado.com
Octubre 2019 - Febrero 2020
Gerente General de PDVSA La EstanciaMaría del Pilar Araujo de Quevedo
Concepto, coordinación y producciónPDVSA La Estancia
CuraduríaMorella Jurado
MuseografíaDaniel Hernández
Unidad de Programación ExpositivaGerencia de Cultura PDVSA La EstanciaDaniel Hernández Orión Hernández Ana Pacheco
Diseño gráco y fotografíaManuel Finol Cavalieri
IG:@juradomorella
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Portada Yin yan
2019Mixta sobre tela
120 x 120 cm
Sin titulo2019Tinta sobre papelMedida variable
Sin titulo2019Tinta sobre papelMedida variable