la libertad de la enah 9

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 La ENAH requiere una cultura de respeto de su pro- pia legalidad por parte de las autoridades de la mis- ma, pero también la exigencia de ese respeto por parte de la comunidad que esta ausente o acepta en un desamparo aprendido las decisiones de la autori- dad sin protestar. Las comunidades se dotan del gobierno que las rige y son responsables del curso del gobierno y la acep- tación tácita de esa forma. Nosotros producimos los ambientes tóxicos o los ambientes democráticos, nosotros también tenemos la posibilidad de decidir si nos reconocemos como comunidad o decidimos emprender guerras internas que deterioran nuestro ambiente de trabajo. La EN- AH puede ser nuestra plataforma para el trabajo académico o bien el lugar al que no queremos ni acudir. Propondremos modificaciones para que la autoridad se ajuste al marco legal normativo de la ENAH. El 1° de abril próximo inicia un nuevo consejo técni- co que estará llamado a construir nuevas reglas de resolución de conflictos, o bien el Consejo puede convertirse en un ring más de los múltiples cuadrilá- teros que existen en la escuela. Por nuestra parte, Perfil Académico buscará en el Consejo modificar la normatividad en torno al “lector secreto” de las tesis, buscando un equilibrio acadé- mico y una intervención razonable. Convirtiendo a los propios sinodales en dictaminadores activos en un diálogo académico, abierto con los tesístas y el propio director de la tesis. Buscamos disminuir la confrontación en las eleccio- nes de Jefes de Carrera, postulan- do la votación universal, directa y secreta para el sector estudiantil en el reglamento, en lugar de los votos corporativos por grupos. Con ello rescatamos el reconocimiento de todos los votos, aumentando el reconocimiento de la pluralidad democrática. Propondremos la creación de la defensoría de los derechos universitarios para la ENAH COMO UN ÓRGANO indepen- diente a las autoridades en turno y con la posibilidad de ser árbitro en las diferencias y las decisiones que afecten a sus miembros. Defenderemos con princi-  pios la adecuación de todo marco legal bajo los crite- rios de defensa de la legalidad, transparencia en el desempeño  público, con una cultura de- mocrática, académica e inclu- yente bajo el principio general del beneficio común de la EN- AH. Logo del INAH La emergencia de la legalidad institucional. Los siete magníficos Por Mtro. Jorge Ignacio García Ponce A finales del año pasado nos encontramos con la dolorosa noticia sobre el fallecimiento de la Dra. Margarita Nolasco, profe- sora de tiempo completo de la ENAH e investigado- ra connotada del INAH. Sin duda que su memo- ria nos remite a su des- tacada labor antropoló- gica y a su dedicada vo- cación docente, sin em- bargo, en este espacio deseamos rememorar a una importante faceta de la inolvidable maes- tra, el haber sido parte de la generación conocida como los “Siete Magnífi- cos” (que en realidad eran ocho), entre los que esta- ban Arturo Warman, Gui- Volumen 1, Nº 9 Invierno de 2008-2009 La Libertad de la ENAH Órgano oficial de Perfil Académico La emergencia de la legalidad institucional 1 Los siete Magníficos 1-3 Teotihuacán patrimo- nio cultural 3 Instrucciones para tipificar profesores. 4 Contenido:  Continúa en la página 2 Por Arturo Luis Alonzo Padilla

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Órgano oficial de Perfil Académico

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5/8/2018 La Libertad de La ENAH 9 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-libertad-de-la-enah-9 1/4

 

La ENAH requiere una cultura de respeto de su pro-pia legalidad por parte de las autoridades de la mis-

ma, pero también la exigencia de ese respeto porparte de la comunidad que esta ausente o acepta enun desamparo aprendido las decisiones de la autori-dad sin protestar.

Las comunidades se dotan del gobierno que las rigey son responsables del curso del gobierno y la acep-tación tácita de esa forma.

Nosotros producimos los ambientes tóxicos o losambientes democráticos, nosotros también tenemosla posibilidad de decidir si nos reconocemos comocomunidad o decidimos emprender guerras internasque deterioran nuestro ambiente de trabajo. La EN-AH puede ser nuestra plataforma para el trabajoacadémico o bien el lugar al que no queremos niacudir. Propondremos modificaciones para que

la autoridad se ajuste al marco legal normativo

de la ENAH. 

El 1° de abril próximo inicia un nuevo consejo técni-co que estará llamado a construir nuevas reglas deresolución de conflictos, o bien el Consejo puedeconvertirse en un ring más de los múltiples cuadrilá-teros que existen en la escuela.

Por nuestra parte, Perfil Académico buscará en elConsejo modificar la normatividad en torno al “lector

secreto” de las tesis, buscando un equilibrio acadé-

mico y una intervención razonable. Convirtiendo alos propios sinodales en dictaminadores activos enun diálogo académico, abierto con los tesístas y elpropio director de la tesis.

Buscamos disminuir la confrontación en las eleccio-

nes de Jefes de Carrera, postulan-

do la votación universal, directa ysecreta para el sector estudiantilen el reglamento, en lugar de losvotos corporativos por grupos. Conello rescatamos el reconocimientode todos los votos, aumentando elreconocimiento de la pluralidaddemocrática.

Propondremos la creación dela defensoría de los derechosuniversitarios para la ENAHCOMO UN ÓRGANO indepen-diente a las autoridades enturno y con la posibilidad deser árbitro en las diferenciasy las decisiones que afecten asus miembros.

Defenderemos con princi-

 pios la adecuación de todo

marco legal bajo los crite-

rios de defensa de la legalidad,

transparencia en el desempeño

  público, con una cultura de-

mocrática, académica e inclu-

yente bajo el principio general

del beneficio común de la EN-

AH.

Logo del INAH

La emergencia de la legalidad institucional.

Los siete magníficos

Por Mtro. Jorge Ignacio García Ponce

A finales del año pasadonos encontramos con ladolorosa noticia sobre elfallecimiento de la Dra.Margarita Nolasco, profe-sora de tiempo completode la ENAH e investigado-ra connotada del INAH.

Sin duda que su memo-ria nos remite a su des-tacada labor antropoló-gica y a su dedicada vo-cación docente, sin em-bargo, en este espaciodeseamos rememorar auna importante facetade la inolvidable maes-

tra, el haber sido parte dela generación conocidacomo los “Siete Magnífi-cos” (que en realidad eranocho), entre los que esta-ban Arturo Warman, Gui-

Volumen 1, Nº 9

Invierno de 2008-2009La Libertad de la ENAHÓrgano o f ic ia l de Perf i l Académico

La emergencia de lalegalidad institucional

1

Los siete Magníficos 1-3

Teotihuacán patrimo-nio cultural

3

Instrucciones paratipificar profesores.

4

Conten ido:  

Continúa en la página 2

Por Arturo Luis Alonzo Padilla

5/8/2018 La Libertad de La ENAH 9 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-libertad-de-la-enah-9 2/4

 

Volumen 1, Nº 8Página 2  

res de la nueva antropologíaincursionaron con sus ideas enlos años sesentas, parecía queuna nueva generación de estu-diantes tomaría la estafeta queestos maestros esgrimían coningenio. Desafortunadamente,para 1968, el INAH había ex-pulsado a Bonfil Batalla, mien-tras que la ENAH asumió singran problema la expulsión deWarman, evento que llevó alresto de los Magníficos a renun-ciar de la escuela. Por su parte,los estudiantes de finales de lossesentas, en especial tras elperiodo de 1966 y 1971, sepolitizaron ampliamente, al gra-do de alimentar en los añossetenta, opciones noacadémicas como los mo-vimientos sociales, parti-dos políticos de izquierdade variadas denominaciones yel movimiento armado. Estohizo que si los Magníficos pa-recían una opción atractiva enlos sesenta, desde de un puntode vista académico e intelec-tual, para la siguiente décadaya no resultaban una alternati-

va para una generación cuyaagenda era primordialmentepolítica y que estaba sumida enuna supuesta línea revoluciona-ria. De esta forma la nueva an-tropología fue dejada de lado yprosiguió sólo en las obras desus postulantes. Todavía en los

años ochenta, el dichoso para-digma revolucionario sometía lapráctica antropológica en gene-ral a determinaciones militan-tes, es decir, no se hacia cien-cia, se preparaba la revolución.Obviamente ésta nunca llegó,por lo que la ENAH arribó a los

noventa con una resaca de politiza-ción que ya se hacía inútil y quehabía gestado más vicios y mons-truos, que incluso hasta hoy, entor-pecen la vida académica.

Sin embargo, lanueva antropolog-ía, tal como lanueva historia,que llegó a la EN-

AH en los ochenta,conserva plenavigencia, en tantonuestra apremian-te y ruda realidadnos exige un ma-yor reconocimien-to de los sujetos,una recuperaciónde los que no pue-den escribir suhistoria ni enten-

der fácilmente su particular y mu-chas veces dura situación humana.

En nuestra memoria damos un fir-me reconocimiento a la Dra. Nolas-co y su generación, por la brechaabierta, asumiendo el compromisode desarrollarla, desde el siempre

modesto espacio de la academia yla práctica intelectual, que guiadapor la crítica y la autocrítica, serámil veces más revolucionaria, queel voluntarismo adolescente de al-gunos pretendidos salvadores.

llermo Bonfil, Mercedes Olivera,Enrique Valencia, Juan JoséRendón, Daniel Cazés y ÁngelPalerm.

Esta generación de antropólo-gos destacó por su intento dedar un giro cualitativo a la for-

mación de antropólogos enMéxico, pero quizás los recor-damos por su obra colectiva, elpequeño pero importante libroDe eso que llaman la antropo-logía mexicana, aparecido en

1970.

Este texto resulta fundamentalpor ser la crítica más directa ypuntual a la vieja antropologíamexicana, aquella que apoyabala construcción oficialista deuna unidad cultural mexicana,particularmente con la impositi-va adscripción de los pueblosindios. Ese indigenismo, quemás allá de sus nobles intencio-nes, muchas veces no pasabade las nociones del “buen sal-

vaje”, para justificar el perfilnacionalista y populista, de unrégimen corporativo, estatista yautoritario, manteniendo conello a los pueblos indígenas ba-  jo la noción de permanentes “menores de edad” ante la ley,el Estado y la sociedad mexica-na en su conjunto.

En su crítica, prefigura-ron una nueva antropología,que pasara de las justificacio-nes oficialistas, al análisis yentendimiento de los pueblosindios como sujetos en sí mis-mos, sin condicionar su estudioa integración alguna, antesbien, bajo el más profundo res-peto de su historia, tradicionesy lengua. Este planteamientofundamental permitiría másadelante la construcción denuevas nociones como identi-dad y/o autonomía indígenas,multiculturalidad, entre otros.

Los destacados profeso-La nueva antropología mexicana 

Margarita Nolasco Armas, profeso-ra y antropóloga de la ENAH

 “Esta generación de antropólogosdestacó por su intento de dar ungiro cualitativo a la formación deantropólogos en México, peroquizás los recordamos por suobra colectiva, el pequeño peroimportante libro De eso quellaman la antropología mexicana,

aparecido en 1970.”  

Los siete magníficos

Viene de la 1.

5/8/2018 La Libertad de La ENAH 9 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-libertad-de-la-enah-9 3/4

 

La Libertad de la ENAH Página 3  

Los detalles sobre la situa-ción que hoy vive la zonaarqueológica de Teotihu-acán, con el lamentable da-ño, provocado por un absur-do espectáculo de luces, yason conocidos, lo mismo lacomplicidad de la DirecciónGeneral del INHA, la direc-ción de la zona respectiva, elgobierno de Enrique PeñaNieto y FONATUR, para im-pulsar un proyecto más deprovecho económico quecultural. ¿Pero que haydetrás de dichas acciones?

Los ataques al patrimoniocultural no son nuevos eneste país, los intereses defuncionarios y políticos co-rruptos o indolentes, de co-

leccionistas inescrupulosos,de empresarios y corpora-ciones ignorantes, de autori-dades culturales complacien-tes o ineficaces, han genera-do daños irreparables y unabandono en el área. Lo queestá detrás de estas agresio-nes no es más que una vi-sión que niega la validez delpatrimonio basada en su im-portancia testimonial, identi-taria y científica. La validezque estos sectores otorgan ala cultura se da en la medida

que ésta rinda un beneficioeconómico, en especial parasectores privados, ya que lacultura como bien público esigualmente para ellos un ab-surdo, un desperdicio. Bajoesta visión, los panistas hanindicado que las zonas ar-

queológicas tienen una im-portancia particularmenteturística, más no científica,de ahí que en el sexenio deFox, fue cerrado el Centrode Estudios Teotihuacanos

y hoy se busca el mentadoespectáculo de luces.

La política cultural de neo-liberales, tecnócratas y pa-nistas no va más allá de loque haga un coleccionista– reducido a su forma demercader del arte y la cul-tura, los Tovar y de Tere-sa, por ejemplo – o gruposcomo Televisa o Telmex.Sin embargo es una políti-ca que ha ganado espaciosde decisión y ha obtenidotriunfos importantes. Su

iniciativa de reforma a laLey de Patrimonio aún estávigente, por lo que el de-bate es insoslayable.

Como en otros lados, laENAH y vecinos de la zonadefendimos, en 1997, conmovilizaciones y propagan-da, a Cuicuilco, contra lasagresiones del Grupo Carsoy su centro comercial. Peroello fue evidentemente in-fructuoso. La enseñanza esque la defensa civil no essuficiente, hace falta gene-

rar un debate y una difu-sión amplia entorno al pa-trimonio como objeto deinterés y derecho público,que a su vez genere unmovimiento que no sólodefienda sino que haga que

Teotihuacán y el patrimonio cultural

Mtro. Jorge Ignacio García Ponce

la sociedad – no los em-presarios ni coleccionistasmercachifles vestidos desociedad - sea partícipede la preservación delmismo, junto al Estado.

En buena medida es partede las tareas para demo-cratizar al país, pues setrata de la socializaciónde la cultura.

Los miembros de la ENAHtenemos una responsabi-lidad frente a esto, por loque es necesario actuar,razonar, documentar,proponer, difundir, es de-cir, nuestra talacha desiempre. La enorme ri-queza cultural de estepaís y sus mil significadoslo valen.

5/8/2018 La Libertad de La ENAH 9 - slidepdf.com

http://slidepdf.com/reader/full/la-libertad-de-la-enah-9 4/4

 

PERFIL ACADÉMICO

Grupo de resistencia académica contra elneo liberalismo en la educación, por ladefensa de la legalidad, la transparencia,la política incluyente y el reconocimientoa la diversidad de las personas, por lasdecisiones democráticas y por la postula-ción de una antropología e historiaacadémica y científica.

La Escuela Nacional de Antropología eHistoria vive una de las encrucijadas másdifíciles y más decisivas de su historia,quedarse rezagada o defender su proyec-to alterativo como institución de ense-

ñanza superior pública en México.

Atrapada por las concepciones de unaburocracia no académica que la ve comoun mal necesario y no como una priori-dad. Presionada por grupos de interésque buscan beneficiarse con migajas acosta de verla controlada y tendida.

La libertad de la ENAH, su libertad deinvestigación, su libertad de proyecto yde decisión sobre su destino académicode cara a los retos sociales que tiene enmateria de la antropología y la función dela historia.

Comité Editorial:

Arturo Luis Alonzo Padilla

Jorge Ignacio García Ponce

Jesús Illescas

María del Carmen Oliveros Torres

La Lbertad de la ENAH Publicación estacional adelantos y enfoques, por lo

que es pertinente que ese pro-

fesor su actualice, a partir de

diplomados, cursos y fundamen-

talmente posgrados. Estos le

permitirán aprender, investigar

y ofrecer algo nuevo al saber

histórico. El que piense que sólo

con la licenciatura se puede

mantener calidad, me temo que

no podrá decir ni aportar nada

interesante al cabo de unos

años.

De cada quien según su tra-

bajo.- Hay dos tipos de profe-

sores en la Licenciatura, los de

asignatura (adscritos como de

hora-semana-mes), cuya única

responsabilidad es cumplir con

la clase o clases que tienen a su

cargo. Por otro lado están los de

tiempo completo, que al contar

con la plaza de profesor-

investigador, tienen las respon-

sabilidades de docencia, aseso-

ramiento para titulaciones, in-

vestigación y participar de la

Academia de la Licenciatura,

para apoyar al mejor desarrollo

de la misma. Sin embargo, es

común que los más faltistas e

incompetentes, son la mayoría

de los profesores de tiempo

completo, que mantienen sus

plazas por razones no propia-

mente académicas. Por ahí 

dicen “lo que se ve no se juzga” 

y “a quien le quede el saco, que

se lo ponga”. 

Dime de dónde vienes… .- 

En el INAH existen académicos

que no entraron a sus plazas de

tiempo completo por concurso

de oposición tradicional, hay

algunos que fueron favorecidos

por el denostado artículo 40 del

reglamento del Instituto para el

ingreso de profesores. Se trata

de profesores que entraron al

INAH como administrativos y

¿Quién está frente nosotros que

se dice “profesor”? ¿cuenta con

los requisitos para ello, es legal y

legítima su presencia? ¿cómo

tipificarlo y qué esperar de esa

persona que es responsable de

mi formación? Son preguntas

pertinentes, pues quien se osten-

ta como profesor debe demos-

trarlo, pues de ese sujeto provie-

nen los primeros rudimentos

para que sea, en este caso, his-

toriador ¿puedo confiar en él?

Elemental mi querido Watson.

- La primera prueba con la que

se debe dar cuenta de las distin-

tas capacidades de todo profe-

sional y en particular de un histo-

riador, es si está titulado, pues

quizá cuenta con saber o conoci-

miento, pero no ha demostrado

que se le otorgue la titularidad

¿Cómo entonces, si no ha supe-

rado la demostración de capaci-

dades, puede estar formando a

otros?

El buen juez por su casa em-pieza.- Todo aquel que exige es

por que ya se exigió a sí mismo,

en caso contrario es un inconse-

cuente y sujeto poco confiable. Si

se espera que el alumno cumpla

con sus asistencias, sus controles

de lectura, sus exámenes y tra-

bajos finales, etc., entonces se

espera por el contrario que el

profesor esté actualizado – da-

mos por descontado que sabe lo

elemental de su materia -, que

entregue un programa y sepa-

mos cómo evaluará, que llegué a

dar clase de manera preparada y

no improvisando, que cumpla su

programa y que entregue califi-

caciones a tiempo. Mínimo, ¿no?

El que es maceta no pasa del

corredor.- Un profesor univer-

sitario no puede pretender

saberlo todo o que el conoci-

miento no produzca nuevos

que dicho artículo les permite

ser académicos, bajo una eva-

luación cerrada, en la que no

compiten con sus similares ni se

exponen en clase muestra y

bajo proyecto a los estudiantes.

Es un traspaso de un tipo de

plaza a otro, lo legítimo de este

mecanismo es una vieja discu-

sión en el Instituto, lo malo es

que coincide que muchos de

estos profesores no son propia-mente los más brillantes. En la

Academia de Historia tenemos a

4 profesores (casi 50%) que

vienen de este procedimiento.

La historia también se escri-

be.- Un profesor en la actuali-

dad no puede pretender ganar-

se el titulo de académico sólo

por dar clases, se espera, más

en el caso de contar con la cate-

goría de profesor-investigador,

que su labor implique la publica-

ción de artículos (científicos o

de divulgación) y libros

(colectivos o de autor, que tam-

bién pueden ser científicos o dedivulgación), entre otros mate-

riales. Es importante saber si el

profesor que está enfrente ha

publicado algo en su trayectoria

profesional y académica, para

constatar no sólo si cumple con

su categoría, sino que ejerce en

los hechos el oficio y que es una

mente que aporta al saber en

que nos estamos formando.

Valgan estas pistas para cues-

tionar de manera transparente,

coherente y concreta al que

viene y se dice profesor, nues-

tra formación también depende

de ese cuestionamiento, pues

detrás de ello está la demanda

de calidad, misma que como

alumnos merecemos y que

determina nuestro futuro. 

Correo:[email protected].

mx 

Cuando cantas yocanto por túlibertad...

Página web http://mx.groups.yahoo.com/group/perfil_academico/

Perfil

Académico

Instrucciones para tipificar profesores. Por Rodolfo Guzmán Huerta.