la muerte del arte y la estética - dino formaggio.pdf

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Page 1: La muerte del arte y la estética - Dino Formaggio.pdf

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Page 2: La muerte del arte y la estética - Dino Formaggio.pdf

tt2 LA "MUERTE DEL ARTE'' Y LA ESTÉTICA

mo conciencia artlstica que se verifica en sf misma- lo que

cada vez separa más lo interno de lo externo, la forma del

contenido, y esto por impulso de la accidentalidad y de lo ca-

sual. Mientras, forma y contenido se pierden siempre más en

la indiferencia, una vez cafdos fuera la una del otro (es el tér-mino que usa Hegel: auseinanderfallen), Y se pierden hasta in-corporar en sf la accidentalidad y lo mero casual (piénsese a

cuánta indiferencia y casualidad de los llamados contenidosy a cuánta accidentalidad y hasta indiferencia "cultural" de

ias formas -Picasso para citarlos a todos- ha dado vida el

arte contemporáneo); he aqul que su movimiento de aleja-miento y extrañamiento reclproco se desliza inadvertidamen-te, desde el plano existencial en el que opera, para reflejarseen el plano conceptual.

Ocurre entonces que, en el plano del concepto, el arte veri-fica la propia y radical negación de la separación mortal de

forma y contenido; por vfa del intelecto, el arte queda fijo a

una de las polaridades de su tensión emplrica y, asf fijado yclavado empfricamente, hace cierta y experimenta la propiamuerte. Pero esto significa también lo que todo el arte

contemporaneo tlenelgnggqqo: La c(

de c¡,nEi6iiñi6ñ-Ae ü;senda ile-AfTidel máximo

¡-r po¡-EuIcA soBRE [.t ..MUERTE DEL ARTE,,

esmonanalluca mente susla aufódes ue realiza el a

Hoy sábemos muy:6iñ^!üETó*do esto ha ocui.iitfb;l-3iembargo no tiene sentido en absoluto ningún fin.histórico ycronológico del arte, sino la liberación, aunque sea en losllmites, de nuevas formas esenciales de artisticidad, que quizáaún aguardan una adecuada descripción filosófica.

En definitiva, ya Hegel habla advertido que la revolucióndel arte romántico significaba la puesta en movimiento de unasubjetividad infinita cada vez más consciente y que este movi-miento de concientización era ya progresivo e indetenible, alo largo de una lfnea dialéctica de desarrollo que a sus espal-das habrfa visto ponerse el sol del mundo encantado de las be-

Ilas artes junto con su presupuesto divino, y delante hablavisto extenderse Ia difícil génesis, más que nunca preñada de

negatividad, de la nueva idea de artisticidad, o bien, de un ar-te i" no funcionalminte intencionado hacia el mito y la belle-

za, sino del todo- dirigido a suscital y a hacer que resplandez,-ca' en la noche funesta, ante ros.attáres ailairop¡a--u;;;;,c.omo belleza y como mito, ra frfa craridad.J.i"

"er¿aa,ü;desnuda y gélida verdad del arte, ".t¿ul Jr *r estructuras y

sus materias, antes aún que verdad del hombie y el mundo-.El eje intencional del arte quedaba irremisibremente desprazn-do y se abrla un ruevo capituro sobre er pa¡rrje, For ro demásruinoso, de la civitización occidental.

13. Las Lecciones deEstética: IVIuertey recomlenzo de la artisticidad en el arte

Antes de desarrollar el grave concepto que acaba de aparecer,procedamos por escrúpulo a un úliimo .**.n de los trircihegelianos.

E-l pasaje que hemos analiz¿do continúa especificando losmodos de desarrollo de ra subjetividad ,o-inl¡." v r" .ó"ri-guiente liberación artfstica:

A este respecto debemos, por Io rnisrno, habrar en primerlugar del principio

{e. .qú.ir* mritt¡pies Lur* de arre cuyomodo de rcprcscntación sl acerca a la existenc¡i coñ;y ;i;realidad extcrna, .osas que acostumbramos definir .o,oó ¡,nitación de la naturaleza;in segundo tugii, áÁ..o, hablar delhumour subjetivo que en el a¡te moderno i¡.n, un rugar ¿. pii-mcr plano, y euc de mancra particura¡ co¡utiruy. .-n ^r[L,poctas la ca¡acterfstica fundamental dc sus obras; en terie,lugar, nos queda por fin ilustrar.ua pui¿i,er el punto ¿i,ir-ta desde el que er arte se puede ubicar aún cn nuéstros dfas.iz

La última frase no deja duda.sobre el hecho de que Hegel enlodo alguno pensaba que el arte -todo el arte- en sus dlas(heutigentags) hubiera muerto sin esperr* á. ,.n"....

sin embargo, ya no es el caso séguir insistiendo *n .r*punto elemental. EI arte qin duda cóntinúa, aun viviendclsu propia muerte, en los nuevos modos, sin que se pierdanada de su esencia-- Lo que importa son esos nuevos modos,ggmo ya es posible vislumbrarlos desde el observatorio deHegel.

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Page 3: La muerte del arte y la estética - Dino Formaggio.pdf

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LA POLÉMICA SOBRE I.A "MUER.TE DEL AR,TE" 115tt4 LA "MUERTE DEL ART3" Y LA ESTÉTICA

Al desarrollar eI primer punto, Hegel habla de la pintura

holandesa como uná conguista de las pequeflas cosas y de !a

"iia de los objetos más cómunes, junto con los detalles más

triviales de la éxistencia cotidiana' por una burguesla comer-

.cial y protestante inclinada a valorar con optimismo -todooU:.ío y cada minuto particular de su cotidiana y fatigosa

;ü;pd.ión del mundo. Pero, además de esta notable página

ái sóc¡ologla del arte, sobresale también y más que nada la

oUr.inu.idn de que no son sólo los objetos particulares los

qui r. convierten en "fines en sf" (y en tal sentido destrozan

l'os marcos de las jerarqufas ideales dentro de una temática

;;ir;iñ"i, sino que " la'vez "son también los medios de re-

ñi.ttttíóión los que se convierten en fines para sl mismos

íiiiit'n auch a¡i *t¡ttel der Darstellung für sich selber

iitir>, de la misma manera en que la habilidad subjetivd(Ai, tu'úitktive Geschicklichkeit) y la aplicación del medio ar-

ilrt¡.o Jonstituyen lo que asume valor objetivo en la obra de

artet t .8t

Asf, es la subjetividad del artista en cuanto tal, o sea' en

cuantó hábil dominador de la técnica artfstica, la que en el

mundo moderno -cabrfa decir desde el Renacimiento en

adelante- transforma cada vez más los antiguos modos del

urti rtr una cada vez más sabida artisticidad del arte. Cuando

.i utt., en su funcionalidad significativa, no intencionaliza

;;;i rlniiáo de las cosas o del hómbre a través de los "mediosá- ttpi.sentación", sino que directamente intencionaliza (y

pone como propio objeto y meta) gst-o: PisTgs medios de re-

;;;;¿rüción, lás estructurás de artisticidad del arte se colocan

.o*o fin a sf mismas y se origina el proceso, Yo antes descrito,

á. un arte del arte. En tal proceso, tlpico de gran parte- del

arte contemporáneo y ya ciaramente previsto por Hegel, la

técnica artfitica se autofinaliza y aparece en primer plalg.otno intencionalidad dominante del arte' hasta la subordi-

""ri¿n intencional y total, en el hacerse artlstico, de las finali-

dades pseudoautónomas puestas de relieve por el valor mera-

mente estético Y final de belleza.Pero en gste punto salta, dentro de la subjetividad en ple¡o

pto..to de libeüción, una palabra insuprimibl-e de autorrefle-¡¿n del artista sobre sf mismo y sobre la independencia es-

tructural del arte. La conquista de esta independencia y deesta total libertad se convierte en el verdadero éontenido ouje-tivo de la nueva artisticidad, y el modo de la nueva idea deartisticidad transita a través de la fuerza de emancipaciónde la ironfa, del humour, vértice de una espirituaiiaA rütprofunda.

El arte griego estaba muerto cuando llegó la comedia, latriunfante finitud humana. La risa del cómico se convertfa enel signo de este triunfo histórico del hombre finito y de su in-teligencia crftica. El arte romántico muere mientras se consu-ma el triunfo sobre el ser de la aparición de lo casual, Iibre delas órdenes universales divinas y de la ley y, por tanto, de lasubjetividad franca de todas lás sujecióneii la luz sutil dela ironfa, la sonrisa finfsima de la inteligencia convertidaen dueña de sf, son el nuevo signo de una liberación de la sub-jetividad humana que se ha cumplido.

El arte romántico se apaga cuando se enciende esta luz; és-ta -dice Hegel- nos lleva ahora a ros umbrales del artá delos tiempos nuevos y a contemplarlo desde el punto de vistade éstos (bei dem standtpunkte der neuesten zeit), los cualesson aún tiempo de arte para Hegel, que se apresura a recono-cer su tendencia general en la liberación del artista de todasujeción a este o aquel contenido, a esta o aquella forma;pero el uno y la otra dominan en plena libertad de elección yde producción (sondern sowohl den Inhalt als die Gestai-tungsweise desselben ganz in ihrer Gewalt und wahl behdlt).u

Es decir, se va de superación en superación; y lo que Hegetlee en el arte de sus dlas y en el futuro del arte-es la-cada iezmás absoluta relativización de los contenidos y las formas,por lo cual únicamente se convierte en verdadera .,cosa deipasado" Ia pfa ilusión del valor absoluto y consagrado de al-grln objeto o tema de arte con relación a algún sisiema formalprefijado,tt y no todo el arte.

EI nuevo arte recomienza desde el principio la artisticidadoriginaria, tras la destrucción de todo fetichismo de contenidoo formalista y de toda posición prestablecida.

La casual accidentalidad fengnnénica ha tocado tambiénlas formas y las ha sublevadv{n el nuevo absolutismo de larelatividad contingente y la indiferencia infinitamente va-

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ll6 LA "MUERTB DEL ARTB" Y LA ESTÉTICA LA POLÉMICA SOBRE I.A "MUERTE DEL ARTB'' tt7

riable. Una forma equivale a la otra, Y lo qle 9n ellas cuenta

es la formaliduá ¿r la forma; o bien, €l "principio" de- la

forma misma, principio en el cual todas las formas pueden

volverse intercambi"ú1.t. El arte del arte ha tomado también

esre orro aspect;; ¡;;l;; áel cual se desarrolla la muerte del

;l; ;;; réti.ja tn ntt"os significados' De modo que cuando

leemos en las Lecciones, a propósito de las nuevas orientacio-

"*, J.f arte despuéi del fin del arte romántico:

Poresoelartistasecomportahaciasupropiocontenidode**rr" idéntica al dramqturgo que pong- en escena y hace quc

se mueva, .r-.u" person"jei qúe sót dive.rsos de él y que le

son exrrañ is úiáórr, ¡remde irersonen). Ill no deja de cory-

p rom eter .;U;ü; s'u-propi a geniali dad y construye toman do

materia d.-;;;tio interior, peto sóto de. manera gen-érica.y

accidental. Hn';;tio, el gradó po steri or. de. i ndivi d ualizació n

que él atcan a ni siquiára és dado p-o{ lu individualidad' pues-

toqueparaesteprocesosesirvedelbagajedeimágenes,de*oáor'fig*rti*i, d. formas artfsticas precedentes; las cua-

i.r, tor.áas en sf mismas, le son indiferentes y asumen su va-

lor sólo si le son útiles para esta o aquella materia de con-

tenido.e

cuando, en fin, leemos consideraciones como éstas, no se le

ilü;;¿eu, " üegef el haber ya distinguido la esencia misma

de la futura artisticidacl operante de nuestros días y, en e{ec-

;;,-;; r. pu.¿. negar que ya de estas llneas saltan a la vista

iui ,.u.r"i itoníur J*p.ti*.ntales de un Picasso, de un Joyce'

de un Stravinskiy, rí se quiere, de todo el mundo de la enaje-

nu"iO" y la citacíón cultural o la indiferencia de contenido y

forma ¿et arte cánt.*potáneo; de un arte qu-e se ha enajena-

do a sl mismo en un todo con la enajenación del hombre, para

revelar unu u.idad del todo propia y racional en materia y

técnica.Pues es de la verdad de lo que trata la muerte-resolución

¿.i"ii.; y existe una verdad incluso del arte que puede poner

.n u.to, irecisamente en su proceso de desenajenación, tanto

este como "qufl

contenido, -esta

o aquella forma, tras haber-

los anula¿o .n iu ináif.t.nciación. Su autorreducción a nivel

cero era necesaria para definir el primer punto de la liberacióniniciada: pues ésta debfa derrumbarse sobre sr misma.

Es éste el camino por medio del cual el arte, en su idea yen su historia moderna y contemporánea, se ha desatado dólos nexos que Io mantenfan unido al fetichismo de sus actitu-des naturalistas, incluido el que se refiere a lo bello; y trashaber obrado en un procedimiento interno y paciente áe re-ducción, se ha vuelto a reproponer libre y descubierto en unaverdad propia, o sea, en la autonomizada y total idea de ar-tisticidad.

Esto representa también un ingreso del hombre desde lasedades divinas hacia el interior de sl mismo, como explfcita-mente se afirma al final del segundo volumen de las Leccio-nes, y se convierte en un triunfo de lo humano. El vientoalegre y zaheriente de la ironla y del humour habfa llegado pa-ra disipar las últimas nieblas de un ámbito divino, eñraizadoen los contenidos cotidianos de los valles existenciales; de im-proviso habfa vuelto libre y terso el pals del arte y habfa hechocentellear los cristales de la razón humana.

Por fin, el humour, eu€ supo sacudirse y deshacer toda deter-minación, quitó de enmedio la unión de lo divino con tal espe-cffica determinación del contenido, y con esto impulsó al a¡tca ir más allá de sf mismo (über sich serbst hinousgihen). En es-te,desplazarniento del arte más all{zde sf mismo sc encuentra,a la vez, una vuelta del hombre sy6re sf mismo, un desccnso ásu propia interioridad; de modo que el arte en adelante alejade sf toda fijación sólida a un determinado ámbito dc conteni-do y de la concepción y hace surgir una nueva sacralidad enlo humano, o sea, en las profundidades y alturas del sentirpropiamente humano; en lo humano en general, con sus ale-grfas y sp-s dolores, con sus aspiraciones, sus acciones y susdestinos.ET

E insiste poco más adelante Hegel en que ro que verdadera-mente perece -de modo que se vuelve imposibre en nuestrotiempo la aparición de un Homero, de un sófocles, de unDante, de un Ariosto o de un shakespeare- son las manerasde ver y tratar la temática artfsti cai "weisen, sie anzuschauenund aufzu.fassen, die ausgesungen sind. Nur die Gegenwart ist

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118 LA "MUERTE DEL ARTE" Y l'A gsrÉTrcn

lfrlsch,das'anderefah!.yn!fahler.'486..Si.sóloelpresente/ nuede üv.ir -.o*ottealidad y como sensibilidad- en toda su

I ilñra v el resto cae marchito en el giro del arte que peren-

I ;;.rt. ír .Ñrra, ello significa'Qüe, de cima en cima, lo que

t ;il;;l;; d;;;ros modol d. "s,tnción

de la verdad artlstica'

I ;il";; bt rlnicos qu.e perecen; no el arte-' j1más la artisti-

\;dü;;;;encia' i'1-' -'r'i ' i'; ir" 'a

El nuevo *oáo de Ia realidad artlstica, cabe pues c,o1cl.1i1'

cafdo y r"rrfrito y. p"t" siümpre el mundo de la verdad divi-

r" iJrÁ¿r el momento en que los dioses han iniciado su auto-

destrucción al mezclarse y aprisionarse en las minucias proSai-

cas y acci¿eniaics ¿e lo particular), es evidentemente el modo

de lo humano, de la vCrdad humana'Sin embargo, resulta indispensable llev."I'l punto que aca.

U"ñor ár "i.in¿"t

hacia una profundización posterior, con el

fin de lograr mayor claridad y transparencia'

AI pasar a la-pocsfa (la,úitima de las artes particulares'

¿espu¿s ¿e la arqü¡ié.trri, la escultura y la pintura,-y por Io

*ir*o el comienzo, también ella, en los llmites de la prosa'

á* un" disolución de las bellas artes)' Hegel precisa los. ll-

mites externos y, á¡tfut., los confines geográficos de la región

arte.- - L" poesla, que representa el vértice más alto de totalidad

de la Uilleza y la espiritualidad, encuentraprecisamente en es-

19 ü precarié¿ad i el lfmite de su condición. Entre las artes

p"rtirUt"t.t t, la que más de cerca respira las atmósferas

enrarecidas del conocimiento filosófico y los aires duros,

igualmente morales para su vida, de la prosa cientffica' Como

sus confin.r il.g"n "

tot territorios del pensamiento, siente de

continuo la amónaza de su desecación. Se trata de un paso ex-

tremo, ,rn d.*ento de transición, que se dirige hacia la disolu-

ción artlstica tanto en dirección de la ciencia Como de Ia

representación rcligiosa "- 'rsepueden iru"í asllos lfmites'de movimiento de las bellas

artos: en'la partc inlcrior limitan con la prosa de lo finito y

| ..Mútéias dc vcr y cntcndcr cl arte que ya lq¡n!i9u"9as. Sólo el prc-

s¿lntc rF frcsco, cl rcctó cada vcz es más pálido'"(N' dct t')

¡-l po¡-Étr,tlcA soBRE r^e "MUERTE DEL ARTE" n9

con Ia conciencia ordinaria; en la parte alta, con el discursoreligioso, cientffico y filosófico.

Los confines del mundo de la belleza, como hemos visto, estánconstituidos, por un lado, por la prosa de lo finito y por laconciencia ordinaria, de la que el arte toma el impulso haciala verdad, y, por el otro, por las más altas esferas de la reügióny cl saber cientffico, en los que el arte se sobrepasa hacia unacomprensión ya no sensible del absoluto.se

El arte, incluso cuando se lo considera ya no en el plano deIo ideal (como aqul acontece), sino en el existencial y fenome-nológico de las distintas artes, refleja la totalidad de su movi-miento, incluso desde el punto de vista de las objetivizacionesreales.

La poesla es, según su propia esencia, esa totalidad de mo-vimiento del arte cuyo entero desarrollo lógico e histórico re-pite dentro de sf. En este sentido a menudo se ha podidodilatar la poesfa, entendida hegelianamente como arte absolu-to, hasta cubrir todo el campo del arte, y se ha hablado, conmotivo aqul justificado y menos en otros sentidos, de la iden-tidad del arte y la poesfa. Como sea, también Ia poesfa, lomismo que todo el arte, vive en el mundo sensible, en cuantoobjetivada. Es libre como la palabra y el pensamiento, peroquizá sólo en apariencia. Y lo que parecerla escapar a Hegelcuando habla de una diversa condición de la poesla respectode las demás artes, en razón de su independencia "de los llmi-tes impuestos por los materiales empleados",s si no fuera elpropio Hegel'quien rectifica ampliamente esta aislada aser-ción unas páginas más adelante, cuando precisa que no se

puede hablar de poesfa limitándose a las representaciones in-teriores, sino,que es preciso tomar en cuenta Ia modelación de

esas representaciones en la'obra de arte concreta;el y cuan-do, aún más adelante, al hablar del lenguaje, de la comproba-ción y de'la diversa,naturaleza, incluso,estructural -plásticay temporal- del ritmo métrico y de la rima,er expllcitamentebrinda'nuevas confirrnaciones 9n tal sentido.

También la poesfa, pues, precisamente en cuanto.arte, nopuede sino actuarse en lo'sensible,,pues para Hegel no es otra

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120 LA "MUERTE DEL ARTE" y t-,t BsrÉTIcA

cosa el arte sino el hecho absoluto presente en lo sensible, odicho de otra forma, la absoluta verdad de Ia tazón que "sen-siblemente" se manifiesta y"se hace presente en lo real. Y en

ese modo de ubicarse, hs aqul que el arte encuentra la finitudy coloca en sf mismo su propio destino.

Se vuelve asl más claro el motivo de que sea precisamente

la comedia, con su risa crftica y libremente bonstruida de inte-ligencia desenajenante del particular histórico, la que debe fi-nlquitar el arte divino, consumiendo en la alegre pira de lalibre opinión los lazos variopintos que aún la tenlan aherro-jada.

Es el triunfo de la verdad como particular y del hombre en-

teramente libre en su casualidad y finitud.Pero lo que conviene subrayar aún una vez más es que

aqul no se trata en modo alguno del arte que concluye históri-camente; pues lo que se esclarece por completo es que la co-

media, el humorismo, lo cómico, los trata Hegel como figurasde la conciencia que finiquitan el arte en cuanto lo definencomo región, marcan un conffn ontológico y geográfico del

rnismo, pero jamás un fin cronológico e históricamente defi-nitivo.

Por lo demás, basta atender las lfneas finales de las Leccio-nes para encontrar puntualmente comprobado ese sentidopreciso de la página hegeliana. Al llegar al final de esta capitallilosofla del arte -y es preciso decir también que hasta ahoranunca el arte, en la historia de la Estética, se habfa ascendidoa una toma de conciencia tan clara en la esfera eidética y tanvasta en todos sus movimientos fenomenológicos e históricosparticulares-, Hegel toma el cuadro de conjunto de su inves-

,, tigación. Y tras habernos repetido que el fundamento del arte, l' cónsiste en el encuentro entre el mundo de lo absoluto y el

i ,.l mun¿o de lo sensible y de la existencia real, o sea, dirfamos,L I de lo yerdadero y lo posible, regresa sobre el tema de la come-

ii; dia como lfmite regional de la disolución del arte.i'\ El triunfo de la autosuficiencia espiritual de la subjetividad

romántica marca también el retraimiento de la interioridad alapartarse del mundo objetivo en sf mismo. Lo cómico y el'hu-

^ou, constituyen la toma de conciencia del carácterinegativo

de esa disolución del antiguo acuerdo entre el absoluto sus-

¡-¡ polÉtrllcA soBRE t A .,MUERTE DEL ARTE,, IZI

tancial, que en Grecia se habla descr¡bierto como armoniosaindividualidad viviente, y Ia vida objetiva, material y crfticade los particulares. La tragedia habfa tomado en sf ydemos-trado lo eterno sustancial -el destino, la justicia o Ia leydivina- y su victoria corpórea y vivienf,e. Luégo'los dioses flódivino, que era el tema de Ia tragedia antigua) pierden su soie-gada unidad, abandonan el olimpo y los cielos de la fantasfa;estos hechos, en realidad humana e individual pasión, des-cienden a la arena de Ia vida, destrozando su uniáad originalen particularidades que se oponen entre sl, marcando cJlpa-trlemente su fin divino, se vuelven casuales y reos de lesa jls-ticia.er Desde el momento en que ros dioses entran en lamultiplicidad y se individualizan y subjetivizan, la subjetivi-dad individual es Dios. Entonces se desintegra la tragedia ponel derrumbe del ubi consistam* y la comedia avanzalle"andoconsigo el triunfo de Ia libre y crltica subjetividad humana:la risa universal es el nuevo signo de Ia indestructible certezaque ha asumido la subjetividad desenajenada y €s, amén deeso, el signo de la victoria alcanzad a (in der Komódie kommtuns in dem Geliichter der alles durch sich und in sich auflósen-den Individuen der sieg ihrer dennoch sicher in sich distehen-den Subiektivitdt zur A rtschauungt+).%

Desde este momento, o sea, una vez arcanzado ese llmitede la región del arte, la poesfa está lista para esparcirse sobrelos prosaicos planos de la vida de todos los días. Goethe tran-sita hacia Balzac o incluso hacia las obras de la nueva ingenie-rfa decimonónica o también hacia la ciencia filosófióa; Iamateria incandescente de la poesfa romántica se desplaza.'ha-cia las figuras de Ia conciencia de la fenomenologfa Éegelianao incluso de la revolución marxista.

Las últimas palabras de Hegel en sus Lecciones de filoso-fla del arte son una resuelta declaración de fe antihedonista yantiesteticista. El arte no es simplemente unjuego útil o agra-dable:

I E1 lqfn, punto de apoyo o sustento, (N. del t.)rt En la comedia, mcdiante la carcajada del individuo que todo lo rcsuel-vc a través de s{ y en sl, presenciamos la victoria de una subjctividad, quc apesar dc todo sc mantiene en pic y segura de sl. (N. del t.)

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t22 LA ,,MUERTE DEL ARTE, y r¿"A BsrÉrrc.l

Denn in der Kunst haber wlr es mlt kelnem bloss angeneh-men oder nützlichen Splelwerk, sondern mlt der Befretung desGelstes vom Gelnlt und den Formen der Endlichkeit, mrt derPriisenz und versóhnung des Absoluten im stnnliclrcn undErscheinenden, mlt elner Entfallung der Wahrheit zu tun, dieslch nlcht als Naturgeschlchte erschópft, sondern in der wett-geschicht e offenba rt,,,e5.

EI arte no.es una forma desnuda y agradable, sino infinita ydesplegada verdad del espfritu, o bien, del significado vueltopresencia y aparición, entera'historia conciliada del mundo,en la que se completa de continuo la coja e inexhausta histo-ria de Ia naturalera.

Asf pues, lejos de desaparecer'de la historia, el arte instau-ra *según estas riltimas afirmaciones de Hegel- la únicaobra verdadera y concretamente desfiniquitadora de lo finitohumano, en el sentido de una incesante funcionalidad signi-ficativa de éste, un perenne recomienzo de los significadosde nuestro mundo; no sólo eso, sino que también instaura

-léanse las lfneas de despedida de las Lecciones- la únicaposibilidad de una comunidad viviente de personas que ,,pue-

den mantenerse de modo más estrecho y armonioso medianteel nexo indestructible y en verdad alto que vincula la idea delo bello y de lo verdadero".s En estas lfneas, más allá de unlugar retórico, hay que ver también el sentido más profundode toda la'filosoffa del arte de Hegel, quien en el arte ha bus-cado la presencia de una historia de la conciencia y la comuni-dad humana en su complejo tránsito de la enajenación a ralibertad, de las hipóstasis naturalistas del ser como verdadsustancializada a la subjetivización fenomenólóg¡ca e histori-cista del ser como significado humano.

14. La "muerte del arte" y Ia fílosof{adetr arte en G. GentíIe

como se ha visto,, no hay un solo pasaje de los diversos textosde la obra de Hegel eu€, a menos que'se lü alsle arbitrariamen-

| "Puesto que en el arte,no se trata dc un juego cómodo o ritil, ,sino dela liberación del Esplrítu frente al contenido y lfls iorrnas de la finitúd; dc'la

u polɡr.tlcA soBRE LA ,,MUERTE DEL ARTE,,

te del sentido general de esa obra, autorice la interpretacióndada por croce de un fin histórico e inemis¡ule ¿él ard:-

Pero bien poco serla corregir una interpretación; en reaü-dad se ha reducido evidentimente a un mómento muy lateralde nuestra investigación. En efecto, se tiatáua ¿e:

a) Distinguir los ejes fundamenraies de Ia Estéiica hegeria-na en el desarrollo pleno del tema de la muerte del arte.D) Abrir este tema a desarrollos poster,ior* hasta tracer ¿eél una clave interpretativa del proc.ro ¿i"lgcti; ;;- q"; ;;mueve la nueva y general idea dsartisticidad, asl corno ri-mis_

rna experiencia de las:artes particulares desdi el romanti.ir-lhasta hoy.

^- Por lo que respecta a ra cuestión interpretativa, ya en rgoTGiovanni Genrile,n ar,poco tiempo á; É-publicación de"ció che é vivo e ció che é morro della filosófia di H;;;l;;de croce, en 1906, habfa_impugnado,ra muv discutibre tesiscroceana acerca de que Hegel habrfa incurrldo .n un. ;;;:fusión entre ,error filosóficó y verdad particular, de modoque todas las "verdades particula\s", y por lo tarrtá-.i-;;üla historia, las ciencias frsicas y nat\ie;,;; podfan sino des_parramarse en otros tantos "erroresYlosófiios,,.es Tal era,según croce, e-l contragorpe inevitable del iiintercambio

en-tre lfntesis de los.opuestoi y relación oe ios iistintos,'.Este era también, sin duda, er modo ¿e t acer que descen-diera a su verdadera rafz teóríca la cuestión áe ra rnuerte derarte y comprobar asf su sentido auténtico con base .n l" rogi_ca y filosofía hegeliana. como hemos u¡sü ¿es¿e ;

-i"i;i;,croce resulta hailarse muy incrinado, v ¿. *oio .*trunóllo,lo qu_e-a-su juicib es un rcsultado, ,,dé heciio';, d. los ,,erro-Igs" Iógicos de la filosoffa hegeliana; es ¿ecii que ,,Hegel

ha_bla de una muerte der artel no ya que perpetuamente serenueva' sino que debe consurnarse acaecer y que se h,a consu-mado; de una'muefte del arte en el munao nistórico".e T;-do'esto porque -siempre a juicio de cro..- Heger habfa

comenzado con cegarse frente a la ,,¡elación de,los dñiinddprcscncia y concüiación tre Io Absoruto

-ol lo scnsiblc y ro aparentc; dcr dcs-pliegue de l¡ verdad, qqe no sc agota .n ru trirtárü:n"t,ír¡", sino que sc revdaen.la historia del mundo..." (ñ. dcl t.)

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