la navidad olvidada

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La Navidad que podemos empezar a vivir Todos quisiéramos disfrutar de una linda e interminable Navidad. La buena noticia es que es posible. Jesús puede nacer en tu corazón, perdonar tus pecados, llenarte de su paz y darte esperanza segura para después de la muerte. Jesús dijo: “Porque yo vivo, ustedes también vivirán”. Para que la Navidad tenga sentido, debemos aceptar que Jesucristo vino al mundo a salvarnos de la condenación del pecado y darnos vida eterna. Jesús dijo que había venido a “buscar y a salvar lo que se había perdido”. Tenemos que reconocer que estamos perdidos y lejos de Dios y que solo Jesucristo puede llevarnos nuevamente a la comunión con él. Si nosotros creemos en su palabra y le pedimos perdón de nuestros pecados, aceptándolo por la fe como nuestro salvador, esta será la Navidad que no olvidaremos nunca. www.sembrarediciones.com.ar MUESTRA MUESTRA

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Page 1: La Navidad Olvidada

La Navidad que podemos empezar a vivirTodos quisiéramos disfrutar de una linda e interminable Navidad. La buena noticia es que es posible. Jesús puede nacer en tu corazón, perdonar tus pecados, llenarte de su paz y darte esperanza segura para después de la muerte. Jesús dijo: “Porque yo vivo, ustedes también vivirán”.

Para que la Navidad tenga sentido, debemos aceptar que Jesucristo vino al mundo a salvarnos de la condenación del pecado y darnos vida eterna. Jesús dijo que había venido a “buscar y a salvar lo que se había perdido”. Tenemos que reconocer que estamos perdidos y lejos de Dios y que solo Jesucristo puede llevarnos nuevamente a la comunión con él. Si nosotros creemos en su palabra y le pedimos perdón de nuestros pecados, aceptándolo por la fe como nuestro salvador, esta será la Navidad que no olvidaremos nunca.

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Page 2: La Navidad Olvidada

La Navidad que queremos olvidarEs esa en la que no pudimos estar en casa porque nos encontrábamos de viaje o en la que vivimos alguna tragedia, un accidente, una pelea familiar o sufrimos la pérdida de algún ser querido. Esa Navidad es la que queremos olvidar.

La Navidad que no queremos olvidarEs esa en la que disfrutamos cuando éramos niños, con nuestros hermanos y primos. Esa en la que recibíamos regalos y dábamos los nuestros. Esa Navidad en la que toda la familia se reunía y nos quedábamos hasta la madrugada conversando y riéndonos en armonía. Esa Navidad que nos unía, que nos renovaba y que nos daba la oportunidad de reencontrarnos. Esa Navidad es la que no queremos olvidar.

La Navidad que no debemos olvidarEs la primera Navidad, la que sucedió hace más de dos mil años. En esa Navidad también pasaron cosas importantes; se encontraron personas de muchos lugares y llevaron regalos para el niño que había nacido. La palabra ‘navidad’, de origen latino, significa nacimiento, porque fue en la primera Navidad en la que Dios se hizo hombre y nació de la bienaventurada virgen María. Esto es lo más

importante del significado de la Navidad; Dios visitó a la humanidad haciéndose igual a nosotros, así lo dice la Biblia: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria” (Juan 1:14).

No debemos olvidar esta Navidad porque nos recuerda cuánto nos ama Dios, el apóstol Juan lo describe con estas palabras: “Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16).

En esa primera Navidad, Dios mostró hasta dónde se extiende su amor por nosotros. San Pablo lo explica de la siguiente forma: “Ustedes conocen la gracia generosa de nuestro Señor Jesucristo. Aunque era rico, por amor a ustedes se hizo pobre para que mediante su pobreza pudiera hacerlos ricos”(2ª Cor. 8:9). La mayor pobreza y miseria que tuvo que enfrentar Jesús fue cargar nuestros pecados cuando murió en la cruz: “Él nunca pecó, en cambio, murió por los pecadores para llevarlos a salvo con Dios” (1ª Pedro 3:18). La historia de la Navidad no termina con el nacimiento ni con la muerte de Jesús en la cruz. La Navidad adquirió la dimensión real y divina cuando Jesucristo triunfó sobre la muerte y apareció resucitado a los que creyeron en él.

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