la paz sí es pósible y los colombianos no estamos solos para lograrla

Download La Paz Sí Es Pósible y Los Colombianos No Estamos Solos Para Lograrla

If you can't read please download the document

Upload: andres-mesa

Post on 17-Sep-2015

1 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Counicado AUC 02-02-04 COM

TRANSCRIPT

LA PAZ S ES POSIBLE Y LOS COLOMBIANOS NO ESTAMOS SOLOS PARA LOGRARLACuando las AUC manifestamos que el camino de la Paz est abierto en Colombia de manera irreversible lo decimos convencidos de que as es, mal que les pese a quienes se ocultan entre los recovecos y los claroscuros del conflicto armado por razones, o sinrazones, de tipo poltico o ideolgico, o para fines inconfesables cuyo comn denominador es la bsqueda desenfrenada del lucro o el desprecio total por la vida humana de los dems. Que el camino de la Paz est abierto en Colombia, a partir del actual proceso de negociacin entre el Gobierno y las Autodefensas, no quiere decir que el camino no est lleno de obstculos propios de la complejidad de la materia que nos convoca, ni que el proceso no vaya a tener enemigos; nuestros propsitos son los ms altruistas pero la responsabilidad nos compromete a desarrollar la negociacin con los pies sobre la tierra y en cada coyuntura valorar los riesgos y las oportunidades sin apresuramientos inconvenientes ni demoras retardatarias, y todo esto porque existen enemigos al acecho dispuestos a que el proceso de paz fracase o se vuelva estril.Reiteramos, una vez ms, que las Autodefensas hemos asumido de cara a Colombia y al mundo el compromiso irrenunciable de fortalecer con este proceso de paz, y la desmovilizacin consecuente y progresiva del aparato militar ilegal de las Autodefensas, la vigencia del Estado social de Derecho y el ejercicio pleno de las libertades democrticas, en un marco de seguridad y garantas ciudadanas suficientes para que no haya un solo resquicio para el accionar subversivo y terrorista en contra de las libertades pblicas y privadas. Solamente con tamaas garantas institucionales por parte del Estado para las poblaciones y comunidades, rurales y urbanas, cuya defensa y seguridad ha sido la nica y valedera razn histrica de nuestro origen y lucha como Autodefensas puede legitimarse este proceso de reincorporacin de las Autodefensas a la vida civil plena, con todos sus derechos y obligaciones inherentes.Basta observar la prensa de estos das y recoger las declaraciones de los participantes de las Audiencias pblicas en el Congreso, y los comentarios que los analistas del proceso han suscitado, para darnos cuenta de qu manera inocultable y positiva para Colombia, a la plena luz del da y sin ningn tipo de censura o autocensura, el proceso de paz que adelanta el Gobierno con las Autodefensas toca las fibras ms ntimas del tejido social y promueve el debate ms vital e intenso que han protagonizado los colombianos en los ltimos aos. Debate a los que no se han podido sustraer ni los ex presidentes ni los principales lderes de las corrientes polticas ni de las fuerzas empresariales y econmicas. Y eso que esto recin comienza y que an hay voces que Colombia quisiera or, particularmente las que nacen y se desenvuelven en los mbitos de la academia, el arte y la cultura. Y tambin, por qu no?, existe difundido inters y legtima curiosidad por conocer y escuchar sin cortapisas el pensamiento, los propsitos y las reflexiones de los mximos lderes histricos de las Autodefensas imposibilitados legalmente an de llegar y expresarse en auditorios como estos y en otros igualmente prestigiosos de alcance nacional e internacional.Nunca como hoy es tan fuerte el eco favorable que despierta en el mundo el urgente clamor de Paz de los colombianos. La audaz iniciativa de Paz que estamos adelantando las Autodefensas con el Gobierno nacional se rene en la mente y la agenda de la Comunidad internacional con el drama de miles de secuestrados por las bandas guerrilleras quienes se ven privados de su libertad lejos de cualquier cuidado humanitario en manos de verdugos inclementes traidores de su Patria y de su pueblo, terroristas de la peor laya contaminados de barbarie y narcotrfico. Una de las fronteras que separa la barbarie de la civilizacin y que llena de horror al mundo pasa tristemente por Colombia y eso es cada da ms y mejor conocido por la Comunidad internacional. Por eso resulta tan agudo y conmovedor el contraste que se evidencia hoy ante el mundo entre el proceso de paz del Gobierno nacional con las Autodefensas, por una parte, y la tragedia humanitaria de los secuestrados por las Farc y el Eln, por la otra. A pesar de esto y contra toda Ley y Razn hay quienes an insisten en pedir la crcel y el castigo inclemente porque s a todas las Autodefensas y la pronta libertad y la amnista total, a cambio de los secuestrados, para todos los guerrilleros. Como si los hechos incontrovertibles de hoy no contaran y las necesidades de acabar urgentemente con el terror y la muerte no primaran.Es en este contexto de incipiente discusin y creciente claridad interna y externa -pero an en medio del conflicto armado que, por voluntad exclusiva de las guerrillas, no cesa de producir vctimas a diario- en el que las Audiencias pblicas en el Congreso, promovidas muy oportunamente en la Comisin Primera del Senado por el senador Rafael Pardo y avaladas por la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, oxigenan el camino de la Paz con su caudal de rplicas y contrarrplicas, constituyendo un foro democrtico de incalculable valor de intercambio y catarsis, que ojal perdure y se extienda a lo largo y a lo ancho del entero territorio nacional.Seguramente todo lo anterior, ms la conviccin declarada pblica y repetidamente por las Autodefensas acerca de que el proceso de Paz abierto es irreversible, ha preparado el terreno para decisiones tan sustanciales, y tan importantes para la Paz de Colombia, como la protagonizada por la Organizacin de Estados Americanos OEA- al firmar en los ltimos das, conjuntamente con el Gobierno nacional, el Convenio para el acompaamiento al Proceso de Paz en Colombia.Si alguna duda le caba todava a los escpticos, el acto de fe de la OEA acerca de que la Paz s es posible en Colombia y el compromiso asumido -por un organismo internacional de tal envergadura y peso poltico internacional- en relacin con la viabilidad del proceso entre Gobierno y Autodefensas, ms la manifestacin explcita por parte de la OEA de que no se trata de construir una paz parcial sino de abrir las puertas a un proceso de paz total -donde las organizaciones guerrilleras tengan cabida apenas tomen esa decisin de manera mediata o inmediata- hacen innecesario cualquier comentario adicional: La realidad es terca y elocuente y habla por s sola; que algunos recalcitrantes no quieran or y hagan como que no ven es otra cosa.Los pasos que siguen, pese a los avances habidos y bienvenidos, no dejarn de ser sumamente complejos. Un proceso de negociacin de alcance nacional atado necesariamente a las realidades locales tan dismiles de equilibrio militar cuyo producto final ha de ser la concentracin y verificacin, no puede sino desarrollarse con gran cautela y rigurosidad, en medio de un conflicto armado donde el accionar terrorista y las ofensivas guerrilleras no han cesado y conocidas las caractersticas geogrficas tan intrincadas del territorio colombiano. La estrategia poltica tiene su grado de dificultad pero en todo caso no estn en juego o no debieran estarlo- vidas humanas. A su vez, la estrategia militar siempre tiene como norte preservar la vida y los bienes y reducir los riesgos que provienen del enemigo. Este es el compromiso irrenunciable de las Autodefensas con una Colombia democrtica, libre y en paz y no ser traicionado. Es demasiado importante para Colombia, y la seguridad e integridad de su sistema democrtico, todo el trasfondo social y econmico y lo que est en juego en trminos de equilibrio estratgico ms all de lo estrictamente militar- detrs de lo que los medios han dado en llamar el fenmeno del paramilitarismo las Audiencias pblicas en el Congreso lo estn tmidamente y poco a poco sacando a la luz- Los colombianos pueden estar seguros, entonces, de que las Autodefensas seguiremos actuando con toda la prudencia y ponderacin que las situaciones sucesivas vayan recomendando con un ojo siempre puesto en el enemigo guerrillero y terrorista y el otro auscultando en todo momento, con altruismo y voluntad de paz, el sentir y las urgencias de la Nacin y de los colombianos, as como las sanas expectativas y los buenos deseos que este proceso de Paz con las Autodefensas genera en la Comunidad internacional.2 de febrero de 2004En nombre y representacin del ESTADO MAYOR de las AUC:Carlos CastaoSalvatore Mancuso