la persona en jacques maritain. rosauro f
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SEMINARIO CONCILIAR DE LA PURÍSIMA
Trabajo Científico
«LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN»
Director
PBRO. LIC. JUAN DIEGO CHÁVEZ GARCÍA
Estudiante
ROSAURO FLORES DELGADO
Año Académico 2012-2013
«Las cosas no dan la clave para
entender al hombre sino el hombre da la
clave para entender las cosas. El ser se
entiende desde la persona y el hombre se
entiende desde Dios».
(Carlos Díaz)
El presente trabajo lo dedico a:
A Dios porque siempre ha estado conmigo en cada paso que doy, cuidándome y
dándome fortaleza para continuar en esta vocación.
Con mucho cariño y aprecio a mis padres que me dieron la vida han estado
conmigo y que siempre me han estado apoyando en todo momento brindándome
todo su amor de padres.
A cada de mis hermanos que con su apoyo me motivan para seguir adelante.
A Mis formadores y maestros por impulsarme al desarrollo de la educación.
A mi asesor el cual me brindo su tiempo y dedicación
A Mis amigos de quienes con su amistad y apoyo en este camino.
INTRODUCCIÓN
¿Qué es el hombre? ¿Qué nos hace diferentes a los demás seres vivos? ¿Es lo
mismo persona que individuo? ¿Somos sólo materia o hay algo que trasciende?,
¿Podemos vivir aislados e indiferentes a la sociedad?
El presente trabajo intenta responder a ese gran misterio de lo que es el hombre
según el pensamiento de Jacques Maritain. Este autor tiene gran influencia
filosófica de Santo Tomás de Aquino, pero al mismo tiempo tiene un pensamiento
propio y original desde un enfoque cristiano de acuerdo a nuestra época.1
El autor aborda el tema de la persona, desde un punto de vista cristiano, ya que
muchos pensadores no le dan seguimiento e interés. Maritain le da un enfoque
social, el cual no queda como una teoría más en la que se hable de hombres sin
Dios, sino que toma su filosofía para defender a la persona de los grandes
problemas sociales que se viven en su contexto sociocultural y hace un equilibrio
mensurado del hombre con respecto a Dios.
Maritain es uno de los pensadores cristianos neotomistas, es decir que presenta a
Santo Tomás de Aquino en la actualidad. El Papa Juan Pablo II, Al conmemorar el
primer centenario del nacimiento de Maritain, decía que el pensamiento de Jacques
ha puesto en contacto la fe con la cultura actual, y que ese era un gran logro y
riqueza para nosotros2.
1 Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Propuestas Antropológicas del Siglo XX, Eunsa, Navarra 2004,
p.111. 2 Cfr. «C. CORREA ÁNGEL, “Humanismo Integral de Jacques Maritain”» [13.11.2012]
http://www.humanismointegral.com/DOCUS_J.M./a)%20VYO/6_HOMENAJES/03_049_JM.h
tml
6 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
Para hablar de su antropología es necesario conocer a nuestro autor desde su vida
y su contexto sociocultural, para así entender su forma de pensar. Por ello, en el
primer capítulo se hablará de la vida y obras de Jacques Maritain desde los
siguientes aspectos: familiares, de educación, formación, relaciones personales, así
como las circunstancias de vida que tuvo al vivir en los diferentes países en donde
residió. El capítulo está dividido por períodos que nos dará una visión del progreso
de su pensamiento que se ve reflejado en sus obras, así como las claves para
entender su pensamiento.
En una segunda parte se hablará de lo que Maritain entiende como
individualidad y personalidad ¿Por qué distinguir estos conceptos, ya que se piensa
que son cosas iguales, si no lo son?, es pues necesario hacer una distinción entre
ambos conceptos.
La filosofía social se edifica sobre la dignidad de la persona humana, distinta de
otras filosofías sociales fundadas en la primicia del individuo o del bien privado3.
Así, hablaremos también de la importancia de la persona, de su dignidad y de la
gran fidelidad de Maritain al pensamiento de Santo Tomás. Se analizará para ello la
unidad esencial del concepto de persona, así como sus constituyentes:
individualidad, libertad y fraternidad, y trascendencia que terminarán en una
posición de dignificación de lo humano en cuanto tal.
Definido el ser humano como persona, nos basaremos en ello para afirmar que la
persona es el fundamento propio de la sociedad y que tiene necesidades de
perfeccionamiento con los demás que están inscritas en el ser mismo de la
persona4.
Finalmente en el tercer capítulo se abordará el concepto de persona en el
comunitarismo. Maritain es quien inventa el término «personalismo comunitario»,
y subraya la importancia de la persona de vivir en comunidad, pues el hombre es un
animal político que reclama la vida en sociedad y es un todo, porque la persona
como tal, es un todo5, nunca sólo una parte del todo.
También se habla de que el fin de vivir en comunidad, no es únicamente el buen
vivir, pues hay más importantes cosas que nos sobrepasan o trascienden como es la
libertad, la comunicación, el amor, la fraternidad, y cómo se dan estas relaciones
entre las personas. Al asociarse las personas buscan un fin, ¿cuál será este fin?, es
3 Cfr. MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, Club de lectores, Buenos Aires 1968, p.
11. 4 Cfr. MARITAIN JACQUES, Los derechos del hombre y la ley natural, Biblioteca nueva, Buenos
Aires 1943, pp. 17-18. 5 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p.18.
INTRODUCCIÓN 7
una obra común, que consiste en mantener la armonía de la amistad entre las
personas que sea honorable en esta vida y que permita llegar a un fin ultraterreno.
Hay una obra en común que es temporal que debe ser esencialmente humana y
ordenada a la obra común que trasciende, de modo que lo que hace cada uno, debe
subordinarse a la obra común, para la realización de la vida personal y de los
demás, de tal manera que la amistad fraternal, llevará hacia la dignidad de la
persona.
La persona como tal debe servir a la comunidad y al bien común pero de forma
libre, pues en la búsqueda de la felicidad plena se llega a la plenitud en su
ascensión hacia el Todo trascendental. Sin embargo, no se debe olvidar que todo lo
que se hace, se hace para Dios, por eso no se debe caer en errores de
antropocentrismos, es decir, en querer ensalzar sólo al hombre olvidándonos de su
relación con el. Se debe buscar un equilibrio entre el hombre y Dios y para esto
Maritain propone un Humanismo integral, Según el cual el hombre no se entiende
sin su dimensión trascendente. La importancia de Jacques está en que ha sabido
traducir en categorías filosóficas actuales el rico pensamiento cristiano, es decir, los
valores perennes de la tradición occidental. Por esto es actual Maritain, y por esto
pienso que ha valido la pena este estudio, el cual propongo al lector.
CAPÍTULO I
Vida y obras de Jacques Maritain
1. 1 Los primeros años de su enseñanza
Jacques Maritain nace en Paris, Francia el 18 de Noviembre de 1882.
Proveniente de una familia protestante, el padre Paul fue abogado y su madre
Gnevieve Favre fue hija del diputado republicano Favre, tenaz opositor de Luis
Napoleón. Maritain frecuento el liceo Henry IV donde hizo amistad con Ernest
Renan, y donde muestra su vocación intelectual. Cuando concluye se inscribe en La
Sorbona, titulándose en filosofía y después en Ciencias Naturales. Era simpatizante
del socialismo humanitario y es en una de éstas manifestaciones de estudiantes
socialistas rusos donde conoce a Raïssa Oumancof, nacida en 1885 en Rostov en
una familia hebrea de ortodoxos6.
La pareja que compartía sus pensamientos e ideas se sintió insatisfecha del clima
cientista escéptico relativista de La Sorbona. Encuentran en el College de France a
Bergson el cual exponía a Plotino quien les abre la puerta al verdadero camino. En
1906 se incorporaron a la Iglesia Católica recibiendo así el Bautismo7.
6 Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 105.
7 Cfr. BARS HENRY, Maritain en nuestros días, Estela, Barcelona 1962, p. 392.
10 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
Después de una estadía de dos años en Heidelberg donde estudia Biología,
Maritain vuelve a París donde enseña Filosofía en el colegio Estanislao y en el
Instituto Católico, colaborando con diversas revistas, entre ellas «La renue
universelle».
Fue el padre dominico H. Clérissac que dio a conocer a los Maritain la filosofía
de Santo Tomás. Maritain lo percibió como una iluminación a su intelecto y
permaneció fiel a él durante toda su vida. El tomismo de sus primeras obras fue
muy combativo y ortodoxo y su actividad ante la modernidad, bastante crítica, fue
el punto de partida de toda la obra maritainiana en metafísica, política, estética,
pedagogía, filosofía del derecho. Ello no significó que Maritain rechazara la
Filosofía moderna, sino que hizo una revisión crítica de las contribuciones que
hicieron los tres reformadores: Lutero, Descartes y Rousseau8. En aquellos años
Maritain se declara «antimoderno», pero se reivindica en una perspectiva «ultra
moderna» afirmando la libertad de conciencia y la autonomía de la razón. Crítico
de autores, corrientes y sistemas de pensamiento, profundiza en éstos y quiere de
alguna manera captar en vivo su principio espiritual y su justificación de manera
polémica conjuntando la inteligencia y su sed de verdad.
De estos años se puede destacar su primera obra La filosofía bergsoniana
(1913), en la que marcaría las distancias con Bergson; Tres reformadores: Lutero,
Descartes, Rousseau (1915), en la que analiza el proceso de secularización de
verdades cristianas a través de esos autores Antimoderno (1922) y su primera obra
estética: Arte y Escolástica (1920).
Maritain colaboró en este período con la revista La revue universelle, asociada al
polémico movimiento Action Française de orientación nacionalista, monárquica y
conservadora. La condena de Pío XI por la que se impedía a los católicos participar
en ese movimiento nacionalista, significo para él algo duro y una profunda
conmoción interior que lo motivo a revisar la ideología que sostenía Action
Française.
1.2 El periodo de Meuddon (1927- 1939)
Los Maritain hicieron de su casa en Meuddon en las afueras de París, un
importante centro de encuentro y discusión al que acudían filósofos como Mounier
y teólogos intelectuales de muy diversos tipos, entre los cuales destacan los artistas:
escritores como Cocteau, Mauriac, Julien Green y Claudel, pintores como Rouault,
8 Cfr. BURGOS JUAN MANUEL, Introducción al personalismo, Palabra, España 2012, p. 57.
CAP. I: VIDA Y OBRAS DE JACQUES MARITAIN 11
Severini y Chagal, músicos como SaTi, Lourié y Stravinsky, por señalar sólo a los
más importantes9.
En 1932 publicó su primera gran obra Distinguir para unir o los grados del
saber en la que realizaba un profundo análisis de los diferentes niveles del
conocimiento que fue similar a la de Gilson10
. También en ese año conoció a
Emanuel Mounier y colaboró con él en la revista Esprit en donde promovía y
suscribía numerosos manifiestos políticos contra la guerra de España, pero no se
inscribe a ningún movimiento, partido político, porque quiso conservar su
independencia de filósofo, comprometido en la lucha política en nombre de los
principios morales y no de los intereses particulares de un grupo. Dentro de un
marco general de entendimiento Maritain y Mounier mantuvieron posiciones
intelectuales y políticas diversas que dieron origen a debates y controversias11
.
Mounier era partidario de una intervención más activa de los debates sociales y
abogaba por un cambio más radical en relación a las posturas filosóficas
tradicionales.
Maritain también deseaba intervenir en el curso de la sociedad pero no alejarse
de su postura de intelectual y sin entrar en la lucha política directa. Además de su
carácter innovador, se consideraba tomista y algunos de sus estudios contaban con
un estilo técnico y docto, mientras que Mounier se enfocó desde el principio por un
personalismo abierto y por sus escritos de carácter más cultural.
En el año 1936 en Montreal, Canadá publicó su obra más conocida, Humanismo
integral, que desató violentas polémicas en América y Europa y el resto del mundo
y fue traducida a multitud de idiomas. En América Latina Maritain fue objeto de
una campaña de denigración12
. El humanismo integral fue su primera obra
filosófico-política en la que analiza la tradición cultural y política europea bajo la
interpretación cristiana medieval como un nuevo modelo de Cristiandad que
contenía algunos principios de modernidad. Esta obra impactó mucho trayendo
consigo críticas fuertes y otros movimientos políticos acogieron la orientación
democristiana que la tomaron como un punto de análisis de la historia europea y
como modelo de actuación social. En el Humanismo integral Maritain propuso
9 Cfr. «C. CORREA ÁNGEL, “Jacques Maritain: su vida y su obra”» [13.11.2012],
http://www.humanismointegral.com/DOCUS_J.M./a)%20VYO/1_BIO/02_005_JM.html. 10
Cfr. E. GILSON, El realismo metódico, Encuentro, Madrid 1997, p. 34. 11
Cfr. MARITAIN JACQUES, Les grandes amités, Desclée de Brouwer, París 1949, p. 87. 12
Cfr. BARS HENRY, Op. Cit., p. 407.
12 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
también de forma sistemática su visión del personalismo comunitario a partir del
trinomio individuo-persona-bien común.
Superando al concepto marxista de «clase» y al fascismo de nación, Maritain
recupera el concepto de «pueblo» (cuerpo político) como sujeto y protagonista de
la vida política. Él sostiene que para gobernar no es suficiente actuar
«iluminísticamente» «para el pueblo», sino que precisa «existir con el pueblo»,
compartir su vida, sus esperanzas y sentimientos profundos; hasta el punto, a veces,
de resistir al aspecto más inmediato y emotivo de la psicología de masas, para
llegar al corazón de lo vivido y de los valores de la gente.
1.3 El periodo americano (1940-1960)
Maritain había dictado cursos de filosofía en América desde 1932 en Canadá y
Estados Unidos como en algunos otros países de América Latina. En 1940 cuando
la pareja se encontraba en Toronto en el Instituto de Estudios Medievales, la policía
nazi fue a buscarlo a su casa de Meuddon en Francia, motivo por lo que los
Maritain decidieron no volver a Francia, lo que inicio una larga estancia en los
Estados Unidos, que influiría notablemente en su percepción de la política. Su casa
en Greenwich Village, en los Estados Unidos se volvió un punto de encuentro de
los intelectuales y artistas franceses y belgas en exilio. Con ellos Maritain organizó
una fundación universitaria, l'Ecole Libre des Hautes Etudes, en el cual enseñaron
hombres famosos. Además, siguió la actividad editorial de Editions de la Maison
Française, con el que publicó algunas de sus obras como son Los derechos del
hombre y la ley natural (1943) y Cristianismo y democracia (1943). Al acabar la
segunda Guerra Mundial, De Gaulle le propuso ser Embajador de Francia ante la
Santa Sede y a pesar de ello no deja de escribir y publicar13
. Maritain aceptó de
mala gana, porque lo habría distraído de sus estudios, comprometiéndolo en la
actividad diplomática pero lo desempeñó con gran compromiso y autoridad.
En Roma organizó el Centro Cultural San Luis de los Franceses, invitando a los
más significativos representantes de la cultura francesa a asistir a las lecciones y
conferencias. Desempeñó así su cargo entre los años de 1945 y 1948.
Como jefe de la delegación francesa en 1947 en la Asamblea de la UNESCO en
la Ciudad de México, Maritain jugó un papel importante en la declaración
Universal de los Derechos del Hombre de las Naciones Unidas de la ONU que se
13
Ibid., p. 413.
CAP. I: VIDA Y OBRAS DE JACQUES MARITAIN 13
aprobaría en 194814
. Volvió a estados Unidos donde escribió otras dos grandes
obras, El hombre y el Estado (1951), su segunda gran obra de filosofía política, y
La Intuición creadora en el arte y en la poesía (1953), fruto de una reflexión de
décadas. Se quedó en los Estados Unidos hasta 1960, enseñando en algunas
prestigiosas universidades (Notre Dame, Princeton, etc.).
1.4 El periodo de Toulouse (1961-1973)
Durante su estadía americana, después de un breve periodo romano, Maritain
hizo frecuentes viajes a Francia para impartir conferencias, participar en debates y
cuidar sus ediciones francesas. En 1960, durante un viaje a Francia, su esposa Raïsa
murió en Paris. El golpe para Maritain, ya casi de 80 años, fue muy duro. Decidió
retirase del mundo y vivir con los Pequeños Hermanos de Jesús en el convento de
los dominicos en Toulouse, Francia15
. A pesar de ello, siguió escribiendo y publicó,
entre otras obras, El campesino de Garona (1966), con su visión de los debates
posconciliares, que tuvo gran repercusión. Para algunos constituyó que Maritain
estuviera a favor, por sus afirmaciones de la doctrina tradicional de la Iglesia y el
Magisterio papal; otros, por el contrario, lo consideraron una vuelta de Maritain a
los planteamientos clásicos y tradicionales que según ellos, había ido abandonando
progresivamente en sus obras de filosofía política, antropología y estética. En
realidad, no hubo ningún cambio esencial de orientación, solo insistió con trazos
fuertes en los elementos clave del tomismo y del cristiano.16
A partir de esta fecha se inició el ocaso de su larga y fecunda vida. El 29 de abril
de 1973, el viejo combatiente entra en el sueño eterno a los 91 años de edad, fue
enterrado junto a Raïsa en el cementerio de Kolbsheim17
. En su autobiografía
Maritain dice:
«¿Quién soy yo? ¿Un profesor? No lo creo: enseño por necesidad. ¿Un escritor? Tal
vez. ¿Un filósofo? Lo espero. Pero también una especie de romántico de la justicia pronto
a imaginarse, después de cada combate, que ella y la verdad triunfará entre los hombres.
Y también, quizá, una especie de Zahorí con la cabeza pegada a la tierra para escuchar el
ruido de las fuentes ocultas y de las germinaciones invisibles. Y también, y como todo
14
Ibid., p. 414. 15
Cfr. ÁLVAREZ JUAN DE JESÚS, Una verdad para vivir. Intelectuales conversos del siglo
XX, Revista e-Xavierus, Núm. 1, Febrero, Madrid 2011, p. 7. 16
BURGOS JUAN MANUEL, Introducción al personalismo, p. 60. 17
Cfr. Ibid., p. 7.
14 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
cristiano, a pesar y en medio de miserias y fallos de todas las gracias traicionadas de las
que tomo conciencia en la tarde de mi vida, un mendigo del cielo disfrazado en guisa de
hombre del mundo, una especie de agente secreto del Rey de Reyes en los territorios del
príncipe de este mundo, que decide arriesgarse como el gato de Kipling, que caminaba
solo»18
.
Actualmente la Santa Sede está estudiando a Jacques Maritain y a su esposa
Raïssa Oumancof para abrir el proceso de beatificación como matrimonio santo.
1.5 Obras
Los libros mencionados son una pequeña parte de su producción, ha llegado a
hablar de la Summa maritainiana como versión moderna y actualizada de la
Summa de Santo Tomás. Sus intereses fueron múltiples que se extendieron tanto al
existencialismo, el psicoanálisis de Freud, las opiniones de los Comentadores de
Santo Tomás sobre la razón práctica, la estética de Picasso, Dalí o Dante, la
democracia, la religión o la cultura, la lógica y la metafísica, etc.
Esta diversidad podría dar a entender que fue un pensador anárquico y disperso,
pero es una apariencia errónea. Maritain fue inquieto, creativo, pegado a la cultura
de su tiempo y atento a las novedades y avances de la filosofía y de la ciencia, lo
que, unido a su experiencia le permitió abordar una gran variedad de temas. Dentro
de ese gran flujo de su pensamiento, es posible delimitar cinco áreas a las que
dedicó especial atención a lo largo de los años y a las que volvió una y otra vez
desde diversos puntos de vista. Son las siguientes:19
Epistemología y lógica: El orden de los conceptos (1923), Distinguir para unir
o los Grados del Saber (1932); Ensayo sobre la Filosofía cristiana (1933); El
conocimiento y la sabiduría (1934).
Historia de la filosofía: La filosofía bergsoniana (1913); Antimoderno (1922),
Tres reformadores (1925); La filosofía moral I, examen histórico-crítico (1960).
Antropología y moral: Cuatro ensayos sobre el espíritu en su condición carnal
(1939); La persona y el bien común (1947); La ley natural no es una ley escrita
(1950); Nueve lecciones sobre las primeras lecciones de filosofía moral (1951).
Estética: Arte y escolástica (1920); La intuición creadora en el arte y la poesía
(1953); La responsabilidad del artista (1960).
18
ÁLVAREZ JUAN DE JESÚS, Una verdad para vivir. Intelectuales conversos del siglo XX, Revista
e-Xavierus, p. 3. 19
Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op Cit., p. 108.
CAP. I: VIDA Y OBRAS DE JACQUES MARITAIN 15
Filosofía política: Del régimen temporal y de la libertad (1933); Humanismo
integral (1936); Cristianismo y democracia (1943); El hombre y el Estado (1951).
Estas obras son algunos de sus enfoques, pues como se menciono anteriormente
su pensamiento se extendió en muchas áreas como la metafísica, la cultura, la
educación, la filosofía de la naturaleza y la historia.20
.
1.6 Las claves del pensamiento maritainiano
Las fuentes esenciales de su pensamiento son dos: el cristianismo y el tomismo.
Su pensamiento tiene la característica de ser creativo y original. Maritain reflexiona
desde la razón y al mismo tiempo desde la filosofía, nunca quiso concebir su
actividad intelectual fuera del cristianismo.
Maritain fue radicalmente tomista aunque sufrió una evolución a un tomismo
renovador y abierto en la cultura contemporánea.
En su antropología, no existe un tratado sobre la materia; existen numerosos
escritos pero no están agrupados y no es que Maritain fuera incapaz de
sistematizarlos pues poseía una gran capacidad para ello. Su antropología se
encuentra a lo largo y ancho su multiforme obra.
La antropología de Maritain es una antropología tomista por la que aplica sus
puntos esenciales: una fuerte estructuración metafísica que conlleva una
concepción de hombre como un compuesto de materia y forma sustancial; la
afirmación de la existencia del alma humana y de su carácter incorruptible que
trascienden a la materia, pero aporta temas nuevos que lo hacen ser propio y
original21
. Maritain, insiste en el concepto de persona, poco tratado por Santo
Tomás, y de la persona remarca su carácter existencial en lo terreno, en lo
subjetivo, en un mundo complejo en donde implica la libertad, además en las
diversas manifestaciones de la estética y la cultura, así como la necesaria relación
con la sociedad.
Es por ello que Maritain es considerado como personalista o precursor del
personalismo. A continuación se muestra como Maritain distingue entre
individualidad y personalidad desde el punto de vista metafísico.
20
Ibid. 21
Ibid., p. 109-112.
CAPÍTULO II
Individualidad y personalidad
2.1 La importancia de la persona y su dignidad
Hoy en día nuestra sociedad científico-técnica en la que estamos sumergidos ha
llevado a muchas personas a creer en la infalibilidad de la ciencia, aparte del
mercantilismo capitalista ha caído en una deshumanización. Engañados por lo
material, muchos se han vuelto insensibles y ciegos frente a los valores, parece que
el maquiavelismo se hace presente y que estamos convencidos de que todo lo
técnicamente posible es moralmente lícito, con tal de conseguir lo que queramos
para acumular riqueza y disfrutar el bienestar a cualquier precio.
Las expresiones «dignidad humana», «dignidad personal», «derechos humanos»,
son muy empleadas, pero son en ocasiones interpretados sin una debida valoración
del ser humano. En nuestro tiempo se niegan los derechos o el «ser» de la persona a
los seres humanos no nacidos, o nacidos con alguna deficiencia física o mental. En
las investigaciones científicas o médicas como la manipulación genética o la
fertilización «in vitro» se llega a considerar al hombre como «cosa», como un
«objeto», como un medio o instrumento para el beneficio de la investigación
científica, del progreso general de la humanidad o de la medicina.1
1 LEÓN F. Dignidad humana, Libertad y Bioética. Cuadernos de Bioética, Núm. 4, Madrid 1992
p. 5.
18 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
Desde el holocausto en donde los nazis conquistaban países europeos durante la
Segunda Guerra Mundial, millones de judíos eran asesinados o recluidos en
campos de concentración y eran tratados como animales y al concluir esta tragedia,
el principio de la dignidad humana comenzó a tomar importancia no solo en el
ámbito social, sino también en el ético y en el jurídico. La declaración de los
Derechos Humanos desde 1948 hasta el presente, han considerado la dignidad
humana como un tema importante.2
El conocimiento de la persona no termina nunca de ser fuente de discusión en la
historia entre los diversos pensadores, filósofos, antropólogos, etc. En nuestro
trabajo sólo se abordará en el enfoque que le da Jacques Maritain, pero vale la pena
tomar otros puntos de enfoques sin desviarnos del tema. Con respecto a los
personalismos nuestro autor explica que:
«Hay personalismos de tendencia nietzscheana, así como personalismos de tinte
proudhoniano; personalismos que se inclinan a la dictadura, y otros que se inclinan a la
anarquía,.. Evitar ambos extremos constituye la gran preocupación del personalismo
tomista».3
El personalismo que interesa es el de una filosofía social que se edifica sobre la
dignidad de la persona humana, distinguiéndola de otra filosofía social basadas en
el individuo o el bien privado.
El concepto de persona y de la dignidad humana en el pensamiento occidental
filosófico plasma características culturales. Para fundamentar un verdadero
humanismo se necesita tener un conocimiento de lo que es la persona humana, su
naturaleza, de forma adecuada, sus diferencias cualitativas con respecto a los
animales, su origen y meta final y sus dimensiones sociables. A continuación se
citan algunas definiciones de filósofos que a través de la historia han llegado a
cuestionarse acerca de la persona.
Aristóteles (384-322 a. C.) dio la primera definición de persona como «animal
racional» o como «animal que posee razón». El termino «persona» poco utilizado
hasta los primeros siglos de nuestra era llego a ser después un concepto clave para
la Revelación cristiana con el dogma de un solo Dios, subsistente en tres personas
(Trinidad) y con el dogma de una persona divina subsistente en dos naturalezas que
es Jesucristo. Los teólogos, para aclarar estas cuestiones mencionadas asumieron el
2MIRALLES ÁNGELA, En torno al principio de la dignidad humana, Cuadernos de Bioética,
Núm. 2, Madrid 2004, pp. 257-282. 3 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p.11.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 19
vocablo griego prósopon equivalente a persona, «persono» que significaba sonar en
todas las direcciones, es decir, el prósopon era la máscara que utilizaban los actores
antiguos en las representaciones teatrales4. La máscara escondía el rostro del actor
y hacía resonar la voz fuertemente aunque, prósopon también significaba
personaje, se le dio este significado diferente pues se representaba a través de la
máscara al actor5. La definición metafísica es, en lo fundamental, la formulada por
Severino Boecio (480-525), que influido por Aristóteles enunció una definición
más precisa de persona, que se hizo después clásica, la aceptó Santo Tomás de
Aquino (1225-1274) y tras él, toda la filosofía medieval y gran parte de la moderna
y dice que «persona est naturae rationalis individua substancia»6, la persona es
una sustancia individual de naturaleza racional. Sustancia en el sentido aristotélico
significa un ser en sí, es decir, que no está inherente a otro.
Ramón Lucas Lucas expresa que la persona humana es un sujeto individual
racional y analiza éstos términos conceptualizándolos. El sujeto dice que es alguien
que pertenece así mismo, que existe en sí y por sí y no en relación o con
dependencia de otro individuo. Que posee una unidad interna en sí misma y
diferente de otros, cada persona es única e irrepetible y racional. La persona posee
un modo de ser e implica las capacidades superiores del hombre (inteligencia, amor
sentimientos, moralidad, religiosidad etc.).7
Al llegar aquí, se puede afirmar entonces que ser persona pertenece al orden
ontológico, por tanto, el estatuto personal no se adquiere o disminuye
gradualmente. No se es más o menos persona, ni se es «prepersona», «pospersona»
o «subpersona»; o se es persona o no se es. Para Lucas la persona tiene valor y
dignidad y absolutos y por tanto, es en fin en sí misma; esto hace que posea una
inviolabilidad y tanto derechos y deberes fundamentales8.
Se han intentado otras definiciones aunque son menos rigurosas por ser más bien
descriptivas o imprecisas, a veces, oscuras. Así Emmanuel Mounier (1905-1950)
dice: «El hombre es un cuerpo con igual título que es espíritu, todo entero cuerpo y
todo entero espíritu. Es un ser natural que por su cuerpo forma parte de la
4 MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, Cursos de Cultura Católica,
Buenos Aires 1937, p. 160. 5 Cfr. LUCAS LUCAS RAMÓN, El hombre, espíritu encarnado, Sígueme, Madrid 2008, p.264-265.
6 Ibid., p. 265.
7 Cfr. Ibid., pp. 272-273.
8 Ibíd., p. 271.
20 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
naturaleza, y por su espíritu trasciende este universo material en que se halla
inmerso»9.
Además Martin Buber (1878-1965) dice que el ser humano es: «el ser cuya
dialógica, en cuyo “estar-dos-en recíproca-presencia” se realiza y se reconoce cada
vez el encuentro del “uno” con el “otro”»10
y así llegamos a la definición que nos
concierne, la de Jacques Maritain, distingue entre individuo y persona: Individuo es
el ser que vive sólo para la especie y Persona es el individuo que además es fin por
sí mismo. Una de las definiciones más completas de hombre que da Maritain es la
siguiente:
«El hombre es un animal dotado de razón cuya suprema dignidad está en la
inteligencia; el hombre es un individuo libre en relación personal con Dios y cuya
suprema justicia o rectitud consiste en obedecer voluntariamente la ley de Dios; el
hombres es una criatura pecadora y herida, llamada a la vida divina y a la libertad
de la gracia y cuya suprema perfección consiste en el amor»11
.
Resulta difícil definir a la dignidad, pues es una palabra que no se puede definir
formalmente, pues posee un amplio significado que no se puede encerrar en unas
cuantas palabras y que necesita de ser comprendida en sí misma. La noción de
persona no admite una definición lógica sino una definición más amplia como lo es
la filosófica esencial.
El termino dignidad designa en latín lo que es estimado o considerado por sí
mismo, no como derivado de otro, la dignidad humana significa el valor interno e
insustituible que le corresponde al hombre en razón de su ser, no por ciertos
remiendos que prestará ni por otros fines distintos por sí mismo.
Platón (428-347 a.C.) expreso expresó muy claramente en su Gorgias «la persona
ha de ser afirmada por sí misma y por su dignidad»12
.
Entonces se puede decir que la dignidad es un término que se aplica al hombre para
señalar una peculiar calidad del ser, para sostener que es persona y no individuo.
9 LUCAS LUCAS RAMÓN, Op. Cit., p. 150.
10 BUBER MARTIN, ¿Qué es el hombre?, Fce, México 2012, p. 151.
11 JACQUES MARITAIN, La educación es este momento crucial, Club de lectores, Buenos Aíres
1981, p.18. 12
TABOADA K. PAULINA, La dignidad de la persona como fundamento de la ética, Boletín
Escuela de Medicina, PUCC, Núm. 7, Mayo-Junio Chile1998, p. 7.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 21
2.2 Estructura tomista del pensamiento
Santo Tomás ejerció una gran influencia en el pensamiento de Jacques Maritain,
quien ya conocía el concepto de persona por influencia de Boecio como ya se ha
mencionado anteriormente y así formuló el esbozo el personalismo surgido más
tarde en la vida contemporánea. Su filosofía y su teología nos permiten hablar de
ello. El personalismo no es una teoría de la persona sino que posee un amplio
significado práctico y ético: se trata de la persona como sujeto y objeto de la
acción, como sujeto de derechos. En la religión tomo gran importancia este
concepto:
«Los teólogos de la época patrística tendía aclarar las verdades de nuestra fe. Se trataba
de dos verdades, el misterio de la Santísima Trinidad y el de la Encarnación de la
Segunda persona Divina, con las que esta unión hipostática de dos naturalezas, la divina y
la humana»13
.
En los primeros siglos del cristianismo había muchos herejías respecto a esto y
para explicarlo, se descubrió que era ciertamente útil el concepto de persona y su
relación con la naturaleza.
La palabra persona la encontramos en Santo Tomás en el tratado de la Santísima
Trinidad y en el tratado de la Encarnación no sólo de forma teológica sino también
por vía filosófica en el conocimiento de la esencia de Dios, las cosas creadas
proporcionan los fundamentos para el conocimiento de esta Esencia, ya que las
cosas creadas representan una perfección verdadera y la más alta perfección es la
persona, que es perfectissium ens. Sobre esto se basa la concepción tomista de Dios
persona y se hace el análisis de la realidad accesible a la razón humana. La doctrina
de la persona está ligada a la revelación, pero posee un lugar propio en el ámbito
filosófico14
.
2.3 Definición de persona y sus características generales
La definición de persona que Santo Tomas toma de Boecio: persona est naturae
individua substantia, es decir en la que el individuo de naturaleza racional, es así
que:
13
WOJTYLA KAROL, Mi visión del hombre, Palabra, España 2005, p. 304. 14
Cfr. «LOBATO ABELARDO, “fe y razón”» [21.11.2012], http://www.feyrazon.org/Lobato
persona.htm.
22 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
«La persona es una substancia, primero, un ser que existe «en sí», por oposición al
accidente que sólo existe en otra cosa. Es después una substancia completa e
individual, una «substancia primera», según el vocabulario de Aristóteles»15
La persona es un sujeto autónomo de la existencia y de la acción y es el ser
objetivamente más perfecto y de ello deriva su naturaleza racional y por
consiguiente espiritual, que encuentra su natural complemento en la libertad. El
tratado del hombre comprende la concepción del hilemorfismo, es decir, de materia
y de forma, analiza el compositum humanum, y sobre todo, somete al alma humana
a un profundo análisis, que en el compositum tiene el papel del a forma sustancial y
es el alma racional anima rationalis, principio y fuente de toda la espiritualidad del
hombre16
. El alma humana es una sustancia espiritual, es el principio de vida y de
acción y sus atributos son la racionalidad y la libertad; y ella obra a través de las
facultades. La razón y la voluntad libre constituyen la realización de la persona
humana pero no son las únicas, pues posee otras que dependen intrínsecamente de
la materia, tanto cognoscitiva como apetitiva y sirven a la formación de la
personalidad psicológica y moral que están ordenadas en su acción al
perfeccionamiento del hombre17
.
Lo dicho anteriormente influye en el pensamiento de Maritain sobre la persona
pues dice que el hombre no es un trozo de materia, un elemento individual en la
naturaleza como lo es un átomo, una espiga o un elefante sino que18
es algo que
posee libertad, dignidad y derechos. El hombre es un animal pero con distinción
especial: «El hombre es un individuo que se sostiene así mismo por la inteligencia
y la voluntad; no existe solamente de manera física; hay en él una existencia más
elevada, sobreexiste espiritualmente en conocimiento y en amor»19
. Eso quiere
decir que la carne y los huesos del hombre hay un alma que es un espíritu que vale
más que todo el universo material y existe pesar de los accidentes de la materia. La
noción de personalidad implica totalidad e independencia pues es un todo y
subsiste de manera independiente además posee una dignidad absoluta porque está
en relación directa con lo Absoluto en el que encuentra su entera realización.
15
VERNEAUX ROGER, Filosofía del hombre, Herder, Barcelona 1985, p. 232. 16
Cfr. WOJTYLA KAROL, Op. Cit., p. 308. 17
Ibid., p. 309. 18
Cfr. MARITAIN JACQUES, Los derechos del hombre y la ley natural, p. 12. 19
Ibid., pp. 12-13.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 23
2.4 Estructura interna del hombre
La estructura interna del pensamiento de Maritain parte del concepto de la
personalidad como un trascendental «La noción de persona es una noción analógica
que se realiza en grados diversos y en planos ontológicos esencialmente diferentes.
El ser humano es una persona, es decir, un universo de naturaleza espiritual, dotado
de libertad de elección y destinado a la libertad de autonomía, pero no es pura
persona más de cuanto es pura inteligencia. Al contrario, así como está en el grado
más bajo de la escala de la intelectualidad, también está en el grado más bajo de la
personalidad (…). En el hombre, porque es animal y espíritu, la ley típica de
individuación viene a componerse y a contrastarse con fuerza con la de la
personalidad; porque la raíz metafísica de la personalidad es la subsistencia del
espíritu y, en todos los seres corpóreos, la de la individuación es la materia».20
La personalidad es un elemento superior y espiritual del hombre que le confiere
la dignidad y es características propia del espíritu: unidad e integridad, inteligencia,
subsistencia, querer, libertad y posesión de sí. Esta personalidad tiene en Dios su
máxima expresión, está limitada en el hombre por la individualidad característica
de la materia y de la corporalidad que contrasta con las cualidades espirituales.
Maritain menciona que:
«El cuerpo forma necesariamente de la persona humana y, sin embargo, al mismo
tiempo la disminuye porque le impone un conjunto de limitaciones y de construcciones
que derivan del hecho que, por razón del cuerpo, la persona se hunde en la naturaleza
física y está sometida, desde este punto de vista, como el animal y la planta a todas las
interacciones de este mundo y a todas las dependencias que estas interacciones
comportan».21
Así surgen los dos tipos de aspiraciones inscritas que hay en la personalidad
humana. Maritain distingue:
Unas provienen de la persona humana, o como pertenencia a tal grado específico;
decimos que son connaturales las al hombre y específicamente humanas. Las otras
provienen de las persona humana en cuanto persona o como partícipe de esta
perfección transcendental que es la personalidad que se realiza en Dios
20
BURGOS JUAN MANUEL, Introducción al personalismo., p. 116. 21
Ibid.
24 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
infinitamente mejor que en nosotros; decimos entonces que son connaturales y
metafísicas22
.
Esta doble aspiración tiene una doble aplicación del dinamismo de la libertad.
Las aspiraciones connaturales, tienden a una libertad relativa y compatible con la
condición actual del hombre, sufren una pesada servidumbre y necesidades
materiales del propio ser humano: cuando se superase conquista la libertad en lo
político y lo social. Esta conquista a tres posibles filosofías de la libertad, con
resultados diferentes. La primera, individualista y liberal burguesa, centra su vida
social sobre el libre albedrío. La sociedad se pierde en fines en sí, en el que para
que se realicen unos otros son pisoteados. Desaparece la justicia y el bien común.
La segunda filosofía es de la libertad, imperialista y dictatorial, que consiste en una
adecuada forma de la vida social sobre una libertad terminal que es concebida
como una acción transitiva y se atribuye su realización a la comunidad política o al
Estado. Lo que desaparece es la libertad de la persona. Estas dos fases mencionadas
constituyen una imagen falsa del dinamismo de la libertad, no son capaces de
responder al fin de la libertad que es un bien terrestre.
Maritain dice: «La trascendencia divina obliga a sí, desde el principio, a admitir
una profunda derrota de las aspiraciones metafísicas de la persona en nosotros»23
.
Pero por ello no quiere decir que sea imposible vencer y alcanzar dichas
aspiraciones.
2.5 Distinción entre individuo y persona
La distinción entre individuo y persona o entre individualidad y personalidad
está contenida en los principios de Santo Tomás de Aquino y la desarrolla Maritain,
cuya diferenciación «compromete los principios ontológicos más profundos y más
abstractos de la metafísica»24
. La noción de individuo es más amplia que la de la
persona, pues es un género del que ésta una especie, le corresponde el concepto de
ser, de cuerpo, de viviente, de animal25
.
El siglo XIX ha experimentado errores del individualismo y a causa de ello se
han caído en errores de una concepción totalitaria o exclusivamente comunitaria
para la sociedad. Para reaccionar contra esto es preciso contraponer la noción de
22
Cfr. Ibid. 23
Ibid., p. 117. 24
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, p. 142. 25
Cfr. VERNEAUX ROGER, Op. Cit., p. 233.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 25
persona humana, implicada como tal en la sociedad, tanto la idea del Estado
totalitario como a la idea de la soberanía del individuo26
Siguiendo con el pensar de Maritain quien identifica la individualidad o mas
convenientemente la individuación tal como la entiende Santo Tomás: «es lo que
una cosa de la misma naturaleza que otra difiera de esta otra en el seno de una
misma especie y de un mismo género, es lo que una cosa difiera de otra cuya
naturaleza comparte»27
. En este sentido, la individuación constituirá un principio de
diferencia proveniente de la limitación. Es la diferencia por indigencia, dice
Maritain, y la condición de la existencia misma de las cosas. La individuación
deriva de lo que la cosa es.
Nos encontramos con un fundamento ontológico aplicado al ser humano; es
decir, como se compone desde el aspecto del ser y cuáles son sus estructuras
fundamentales. Se puede uno preguntar: ¿Qué es propiamente el individuo?, ¿Qué
lo constituye? Maritain dice:
«La individualidad se opone al estado de universalidad en el que las cosas están en
espíritu, y designa al estado concreto de unidad o de indivisión necesaria para existir,
merced al cual toda la naturaleza existente o capaz de existir se pone en la existencia
como distancia de los demás seres»28
.
La individualidad implica una unidad concreta, indivisa, y que consigna a la
capacidad de diferenciarse entre los seres y ello se hace en la existencia. Cada
hombre es una unidad en sí mismo y siendo individuo se diferencia y se separa de
lo existente, incluso de los iguales a él. Entonces la individualidad dice Maritain
radica en que: «Tanto el hombre como en los demás seres corporales, en el átomo o
en la molécula, en la planta, en el animal, la individualidad tiene por raíz ontológica
primaria: la materia»29
. La raíz que constata Maritain es, como el mismo lo dice
«primaria», es decir, no es la única, pues en el caso del ser humano, la otra y
necesaria raíz ontológica, que explica la individualidad humana es la espiritualidad,
el que el hombre es espíritu. Es así como Maritain, asume al ser humano como una
sustancia única, carnal y espiritual constituida por el alma humana junto con la
materia que informa. Este planteamiento difiere del formulado por Descartes, para
26
Cfr. ÁLVAREZ JUAN DE JESÚS, Una verdad para vivir. Intelectuales conversos del siglo XX,
Revista e-Xavierus, p. 1. 27
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, p. 148. 28
MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 38. 29
Ibid, p. 40.
26 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
quien el alma constituye una substancia completa que existe en forma separada e
independiente del cuerpo, que es otra «substancia con existencia propia de ser
completo: pensamiento, la primera; y la segunda extensión»30
2.6 Los dos polos del ser humano: el material y el espiritual
Jacques Maritain en su obra La persona y el bien común, explica que Pascal a
hace referencia al individuo con menosprecio pues dice: «el yo es odioso, más
Santo Tomas enseña que el que ama a Dios debe amarse a sí mismo por Dios; debe
amar a su cuerpo y a su alma con amor y caridad»31
. No es que el cuerpo sea malo
sino que debe respetarse como parte importante del ser. Cabe señalar que el ser
humano está situado entre dos polos: el material y el espiritual. El polo material le
corresponde lo que se le llama en sentido estricto de la palabra individualidad; y al
polo espiritual le concierne la verdadera personalidad. Nuestra individualidad es
determinada por la materia, por ello podemos hablar con propiedad de
individualidad material en cuanto estamos individuados separados y distintos en el
plano material, con respecto a los demás seres materiales.
La individualidad material, por tanto es corporeidad de los seres materiales
incluido el hombre al tener como principio la materia posee tanto cualidades como
debilidades. Ahora, la individualidad material brinda al ser humano la unidad
metafísica, es una unidad débil, pues se está sujeto a las leyes físicas y con ello le
viene la disgregación. Pero lo que proviene del espíritu es una unidad mayor, más
perfecta más integradora y es capaz de superar la debilidad de la materia propia del
mundo. No existe en nosotros una realidad que se llama individuo y otra que se
dice persona; sino que es un mismo ser, el cual en un sentido es un individuo y en
otro persona, la persona es un totalidad.
La unidad del hombre contiene individualidad y personalidad y no son realidades
distintas, sino aspectos contenidos en una misma realidad. «Todo yo soy individuo
en razón de lo que poseo por naturaleza, y todo entero persona por lo que me viene
el espíritu»32
. La individualidad radica en la naturaleza material del hombre: «yo»
es un «yo» corpóreo, que incluye a la materia, y no es un sujeto espiritual o
inmaterial. El cuerpo es esencial del hombre, por ello se dice que es individuo
porque existe materialmente y se es más plenamente porque en el ser humano hay
30
Cfr. Ibid. 31
Ibid., p. 36. 32
Ibid. p. 46.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 27
un espíritu, y así se el ser humano se compone de estos dos compuestos para estar
integro.
La persona crece en la medida en que logra vencer su precariedad material
respecto a ello Maritain ata el pensamiento del P. Garrigo-Lagrange para hablar de
la persona y dice:
«El hombre no será plenamente una persona, un per se subsitens y un per se operans,
sino en cuanto la vida de la razón y de la libertad domine en él sobre los sentidos y las
pasiones; en esto seguirá siendo como un animal, un simple individuo esclavo de los
acontecimientos, de las circunstancias, siempre a remolque de cualquier eventualidad,
incapaz de dirigirse por sí mismo; será tan sólo una parte, sin poder pretender a llegar a
ser un todo. La personalidad por el contrario crece en la medida que el alma, elevándose
sobre el mundo sensible, se une más estrechamente por la inteligencia y la voluntad a lo
que constituye la vida del espíritu»33
.
Pero tampoco se debe tachar a la materia como algo malo en sí, se trata de algo
bueno pues es la condición misma de nuestra existencia. Santo Tomás dice que el
cuerpo humano subsiste gracias a la subsistencia del alma espiritual. La
personalidad del alma impregna así cada célula, cada elemento del cuerpo humano,
que existe por la existencia misma de su alma. El hombre, por estar dotado de razón
que se eleva por encima de los fenómenos sensibles para alcanzar el ser y superar el
mundo material, puede ser constructor de sus propios actos.
Ahora, los planos en los que se está situado el ser humano: el material, que no
pertenece a la persona verdadera, sino una sombra de la personalidad es lo que se le
llama individualidad y el polo espiritual es lo que es la verdadera personalidad.
Menciona Maritain que el polo material lo entiende Pascal como el centro de todas
las cosas y el polo espiritual, en cambio como fuente de libertad y de bondad,
entendido así por Santo Tomás34
. Por ello estos dos conceptos de complementan.
Según el Doctor Angélico, la individualidad de las cosas está en la materia, en
cuanto ocupan un espacio distinto a cualquier otra posición. La materia en sí misma
es una especie de no ser, simple potencia de receptividad y de mutabilidad
sustancial, como una tendencia o aspiración de ser. El ser compuesto por materia va
sellada por una energía metafísica: forma o alma que hace la unidad sustancial y
que la determina a ser lo que es y por informar a la materia queda particularizada
así mismo o a otro ser que participan de la misma naturaleza. El alma junto con la
33
MARITAIN JACQUES, Tres reformadores, Excelsa, Buenos Aires, 1945, pp. 30-31. 34
Cfr. MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 37.
28 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
materia que informa constituye una sola sustancia, carnal y espiritual a la vez y este
pensamiento es tomado así por Maritain.
2.7 La dignidad de la persona contra el individualismo
Al hablar de la constitución ontológica de la persona es necesario presentar sus
características principales y las que se derivan de ella; es relevante saber su
importancia. Al respecto ontológico de la persona, Maritain dice: «Tales son, a
nuestro entender, estos dos aspectos metafísicos del ser humano: individualidad y
personalidad, con sus fisonomías ontológicas propias».35
El análisis de esos
aspectos metafísicos utilizado por Maritain en su concepción del ser, el cual deriva
de la doctrina de Santo Tomás el cual menciona que: «La persona es lo más noble y
lo más perfecto en toda la naturaleza».36
Se debe tener en cuenta que esta
afirmación viene de la noción de persona aplicada a la Divinidad, a la ordenación
de la persona respecto a lo Absoluto por la que Maritain la hace propia para
justificar la dignidad humana.
Ahora, aclarando lo que se afirma sobre la persona, «Sólo la persona es libre;
ella solo posee, en pleno sentido de estas palabras, una interioridad y una
subjetividad, porque ella se contiene y se recorre a sí misma».37
La persona puede
auto-conocerse, descubrirse en su propia interioridad y ello le permite entablar
redes de relación social; y cada persona podrá ser un centro de relación, y no un
mero punto en la sociedad. Maritain explica la importancia de la persona en la
filosofía social con estas palabras:
«Para distinguir y separar desde el principio una filosofía social que se edifica sobre la
dignidad de la persona de cualquier otra filosofía social fundada en la primacía del
individuo o del bien privado, es la razón por la que ese personalismo insiste tanto en la
distinción metafísica entre individualidad y personalidad»38
.
El fundamento metafísico de la persona humana supone una postura filosófico-
política que justifica lo antes citado. Así la distinción entre individualidad y
personalidad le da sentido al valor de la persona humana a ser sólo individuo y por
35
Ibid., p. 46. 36
Ibid., p. 37. 37
MARITAIN JACQUES, Breve tratado sobre la existencia y de lo existente, Club de lectores,
Buenos Aires 1982, pp. 88-89. 38
MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, pp. 11-12.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 29
otro lado a ser persona que reclama un bien social en su condición, la cual Maritain
dice:
«Si la persona exige por sí misma “formar parte” o “ser miembro” de la sociedad, esto
no significa que exija estar en la sociedad como una parte, sino que exige, por el contrario
–y esto es una necesidad de la persona como tal–, ser tratada en la sociedad como un
todo».39
La persona como el individuo como un todo exige ser parte de la sociedad. Ese
todo exige ser tratado como tal, es decir, con trato digno a la persona humana que
es el fin de toda sociedad, y al buscar esto se encuentra el sentido y valor la
construcción de la sociedad. Maritain hace hincapié en ello:
«La personalidad humana es un gran misterio metafísico. Sabemos que el aspecto
esencial de una civilización, digna de tal hombre, es el sentido del respeto hacia la
dignidad del ser humano; también sabemos que para defender la libertad, conviene estar
pronto a dar la vida. ¿Cuál es el valor que encierra la personalidad del hombre para
merecer estos sacrificios?».40
Para responder a esta cuestión con respecto a lo que se ha venido hablando, si se
plantea el entregar la vida que tiene valor absoluto para el hombre, para conquistar
el respeto de la dignidad del ser humano, esto quiere decir que los derechos
humanos y la libertad son sustanciales a la civilización, cultura y a la vida del
espíritu. No hay autentica vida humana en la sociedad sin el respeto por la
condición propia del hombre, por su dignidad irrenunciable. Maritain tiene bien en
claro el valor de la persona humana pues lo espiritual lo llevará a la trascendencia,
así lo dice:
«La tradición metafísica occidental define a la persona por la independencia, como una
realidad que, subsistiendo espiritualmente, constituye un universo aparte y un todo
independiente (con dependencia relativa) en el gran todo del universo, y cara a cara del
Todo Trascendente que es Dios».41
.
39
Ibid., p. 64 40
MARITAIN JACQUES, Principios de una política humanística, Difusión, Buenos Aires 1969,
p.12. 41
MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 43.
30 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
El valor de la persona se fundamenta en la condición de todo, y el todo significa
que hay una cierta independencia frente del universo físico. El ser universo en sí
mismo radica en su espiritualidad, aquello que es irreducible a la materia si bien
necesita operar siempre con ella, pero se ubica en una situación excepcional en la
totalidad del universo y frente a la Divinidad.
Se puede afirmar que la dignidad del ser humano radica en que la persona es
independiente en su existir y, por lo tanto, sólo depende de sí misma en el orden de
la acción, es libre de decidir pero tiene una dualidad: «La persona humana por estar
dotada de inteligencia y de libertad, es un sujeto, en el sentido moral de la palabra.
Ello significa que la persona humana es sujeto de deberes y derechos»42
2.8 Otras características de la Antropología maritainiana
La antropología maritainiana contiene otros puntos significativos y originales
a) La dualidad hombre-mujer
La diferencia hombre y la mujer consiste en una distinción semiespecífica, pues
en lo físico somos diferentes. Maritain trata esta tema adelantándose a su tiempo,
inspirado en el relato del Génesis que muestra la unicidad y diversidad de la pareja
hombre y mujer. Maritain no admite que el hombre tenga un privilegio en el orden
de la persona y que la mujer sea imperfecta.
«La noción correcta es evidentemente la de la naturaleza humana repartida entre
masculinidad y feminidad, y que mantiene en una y otra el mismo valor de la dignidad.
Lejos de aceptar la idea que “La mujer por naturaleza es inferior en virtud y dignidad que
el hombre…” hay que decir que el hombre y la mujer son iguales en valor y en dignidad,
pero que se dividen de modo diferente las cualidades de esta naturaleza, de modo que lo
que uno tiene de más compense lo que el otro tiene de menos, y que el ser humano sea
plenamente completo solo en el hombre y en la mujer considerados conjuntamente »43
.
La diferenciación entre el hombre y la mujer, dentro de la igualdad es muy
profunda y radical; no se reduce al sexo, ni a lo genital, el sexo «constituye solo la
diferencia animal; no constituye las diferencias propiamente humanas entre el
42
VERNEAUX ROGER, Op. Cit., p. 234. 43
SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p.121.
CAP. II: INDIVIDUALIDAD Y PERSONALIDAD 31
hombre y la mujer».44
Ello afecta a toda la estructura personal, afectiva y corporal
que llegan a estar presentes en el proceso de individuación.
«El alma humana no se individua por la materia (como el alma sensitiva de los
animales) si no que se individualiza en el orden a la materia, a un cuerpo determinado,
masculino o femenino, (o de lo que se sigue que es masculina y femenina en virtud de la
forma típica de su mismo ser). Y, por eso, conserva su individualidad, su individualidad
masculina o femenina, después de la muerte Pues al no poseer elemento material, el alma
sigue existiendo es inmortal, tiene trascendencia».45
.
b) La teoría del conocimiento humano
Otra característica de Maritain es el gran acervo de su teoría cognoscitiva, lo
desarrolla en dos ámbitos: por un lado elabora el conocimiento práctico al que le da
un toque de originalidad. El intelecto especulativo solo busca conocer, ver y esa es
su única meta y el intelecto práctico conoce en base a la acción, su objeto es dirigir
las tareas humanas que se deban realizar, se ocupa de modelar intelectualmente lo
que será puesto en la existencia y gobernar nuestros poderes de ejecución.46
En la inteligencia hay virtudes cuyo fin es conocer que pertenece el orden
especulativo. El conocimiento práctico actúa en dos ámbitos: por un lado en lo
artístico que surge en lo profundo de la persona y son ligadas a las tendencias y
afectos y por otro lado a la moralidad, al conocimiento del bien y del mal47
.
En el conocimiento práctico Maritain desarrolla el conocimiento por
connaturalidad, se extiende a cuatro campos: el conocimiento por connaturalidad
afectivo o de los valores morales; el conocimiento por connaturalidad no afectivo
sino intelectual del sabio o científico; el conocimiento poético que despierta
profundidad creadora y el conocimiento por connaturalidad de la realidad como no
objetivable en nociones, sino místico48
.
c) La cultura y la educación.
Maritain trata otros aspectos antropológicos como es la cultura como recurso
principal para el desarrollo del ser humano, se tiene que regular la vida instintiva
humana y se logra a través de la razón. Maritain elabora una filosofía de la
44
Ibid., p. 122. 45
Ibid. 46
Cfr. Ibid., 123. 47
Cfr. MARITAIN JACQUES, Arte y escolástica, La espiga de oro, Buenos Aires 1945, p. 17. 48
Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 123.
32 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
educación en la que dice que el agente educador es la naturaleza humana
integrando elementos de Sigmund Freud del preconsciente espiritual que aplica a la
creación estética.49
La educación desempeña un papel fundamental pues la pedagogía de Maritain
tiene un carácter humanista y personalista; pues a la educación la considera como
humanización, desarrollo pleno de las potencialidades humanas, «el objeto de la
educación, dice, es guiar al hombre la desenvolvimiento dinámico a lo largo del
cual va formándose en cuanto persona humana –provista de las armas del
conocimiento, de la fortaleza, del juicio y de las virtudes morales»50
. Su filosofía
depende de una visión antropológica que la filosofía cristiana y en concreto el
tomismo le ha ayudado a perfila.
Así da un toque integral a todo lo que respecta la persona en diferentes
ambitosque se acaban de mencionar pero pone énfasis a la persona en su papel en la
comunidad mismo que se hablará de ello a continuación.
49
Ibid, p. 124. 50
ÁLVAREZ JUAN DE JESÚS, Una filosofía verdaderamente humanista para una educación
personalista: la visión de Jacques Maritain, Revista interdisciplinar de ciencias de la
comunicación y humanidades, Núm. 3, Noviembre, Madrid 2007, p. 54.
CAPÍTULO III
Concepto de persona en el comunitarismo de Jacques
Maritain
3.1 Necesidad de la persona de vivir en comunidad
Maritain ha sido el primero en hablar de personalismo comunitario como modelo
adecuado de relación entre persona y sociedad, que supera los problemas derivados
del individualismo, así como del colectivismo. Maritain distingue el concepto
sociedad de la comunidad pues la comunidad constituye un orden de carácter
biológico tiene que ver con el individuo, mientras que el social se identifica con las
creaciones culturales por lo que la sociedad es más perfecta que las sociedades
temporales pues tiene por esencia el bien común 1
. La persona por naturaleza es un
ser social y tiene por característica esencial la tendencia a la comunión: «La
persona postula en virtud de su vida, y de sus exigencias, ser miembro de una
sociedad »2. La sociedad humana, es una sociedad de personas en comparación a la
sociedad de animales que es una sociedad de individuos, y no se les llama
1 Cfr. CARABANTE MUNTADA JOSÉ MARÍA, El personalismo de Jacques Maritain y el
comunitarismo de Ch. Taylor, Revista Iberoamericana de Personalismo comunitario Núm. 14,
Agosto 2010, p. 44. 2 MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, pp. 168-169.
34 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
sociedades, pues son agrupaciones colectivas formadas por simples individuos. La
unidad social solo es exclusivo de la persona3.
Pero, ¿ por qué la persona exige vivir en sociedad?, al respecto Maritain dice:
«Lo exige, en primer lugar por las perfecciones que le son propias, pues la persona no
es un mundo sin puertas ni ventanas; es un todo espiritual, abierto, por lo tanto a lo
infinito, aunque cerrado sobre sí. La persona se abre a las comunicaciones que su esencia
reclama, las que exigen relación con otras personas con las cuales construirá una
sociedad»4.
La persona demanda la vida en sociedad para perfeccionarse como persona, para
tener la plenitud, desarrollo y realización de su vida. La persona humana tiende a
sobreabundar en las comunicaciones sociales, según la ley de la sobreabundancia
que está inscrita en lo más profundo del ser, de la vida, de la inteligencia y del
amor5. Si soy persona por el hecho de serlo exige comunicar la inteligencia y del
amor, la persona se abre a las comunicaciones espirituales de este orden con las
cuales construirá la sociedad.
En segundo lugar, «la persona humana exige una vida en sociedad, en virtud de
sus necesidades, de las exigencias que se derivan de su individualidad material»6.
Según el aspecto de la indigencia, debe integrarse en el cuerpo de las
comunicaciones sociales, sin el cual le es imposible lograr su vida plena y su
realización. La sociedad debe procurar a la persona las condiciones de existencia y
desarrollo que necesita. La persona necesita de la sociedad, no puede alcanzar su
plenitud individualmente, sino en cuanto reciba bienes esenciales de la sociedad7.
La persona está sujeta al devenir, necesita de la sociedad temporal, familiar, civil,
etc.
El hombre establece una doble relación con la sociedad, pues por un lado
necesita de ésta para satisfacer sus necesidades de orden natural, y por el otro busca
sobrepasar estas necesidades y así practicar una verdadera personalidad como es el
comunicar a las otras personas sus perfecciones, y establecer en ellas una
comunidad de amor y de amistad8.
3 Cfr. MARITAIN JACQUES La persona y el bien común, p. 53.
4 MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, p.169.
5 Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 117.
6 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 54.
7 Cfr. Ibid.
8 Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., 117-118.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 35
La sociedad proporciona a la persona las condiciones de existencia y de
desarrollo que necesita. Las necesidades materiales y de ayuda se basan en la razón
y la virtud que le es propia al humano. Para tener una perfección en la vida moral el
hombre necesita una educación y la ayuda de sus semejantes9.
El hombre en cuanto individuo, en cuanto realidad material y corporal es parte
de la sociedad y debe someterse a ella, pero en cuanto persona la trasciende por la
fuerza de su espiritualidad y es así como la persona debe ponerse al servicio de la
sociedad. Hay un fin, una obra común el todo social como tal del que son parte las
personas humanas, y a su vez las personas están subordinadas a esa obra común:
«Lo que hay de más profundo en la persona, su vocación eterna con los bienes
ligados a esa vocación, domina y encausa hacia su fin esta obra común»10
. La
sociedad brinda a la persona las condiciones de existencia y de desenvolvimiento
que necesita. La persona no puede por sus solos recursos llegar a la plenitud; pues
encuentra en la sociedad los bienes que le son esenciales, ni realizará todo lo que
está contenido en la razón. Al respecto Aristóteles decía que: «el hombre es por
naturaleza un animal político»11
, entendiendo con ello que la razón requiere
desarrollarse por la educación, por la enseñanza de los demás hombres, y de este
modo la sociedad realiza la integridad de la dignidad humana.
3.2 El fin de toda sociedad humana
El fin de la sociedad política, así como el de toda sociedad humana, implica una
cierta obra que ha de realizarse en común para el bien de la sociedad que es la
razón objetiva de la asociación y el consentimiento implícito o explícito a la vida
en común12
. Cada quien está comprometido enteramente con la obra en común y
ese bien común es común al todo y a las partes, sobre las cuales se difunde la
conveniente vida humana de la multitud de personas. Su comunicación no es solo
el bien vivir, sino que implica demás el reconocimiento de los derechos esenciales
de la persona con el bien del todo: vida, libertad, comunicación de bondad, etc.13
.
El objeto esencial por el cual los hombres se unen en comunidad política es
procurar el bien común de la multitud, y así la obra debe ser esencialmente
9 Cfr. MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, p. 171.
10 MARITAIN JACQUES, Humanismo Integral, Lohlé-Lumen, Buenos Aires, 1996, p. 107.
11 MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, p. 171.
12 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 57.
13 Cfr. Ibid.
36 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
humana14
, de modo que no sea solo unas personas las que gozan de los privilegios,
sino que sea toda la masa entera, de manera que asegura las garantías económicas
del trabajo y de la propiedad, los derechos políticos, las virtudes civiles y el cultivo
del espíritu15
.
La sociedad de la cual es miembro el ser humano no es una sociedad de puras
personas, sino una sociedad de personas que son también individuos. La
individualidad se limita porque el hombre es un individuo en la especie y comparte
con los demás hombres los bienes de la vida social, es decir: «La persona humana
es miembro de la ciudad como parte de un todo más grande y mejor en cuanto
tal»16
. Los bienes intemporales del bien común de las personas están subordinados
a los bienes supratemporales de la persona humana considerada como persona y a
la que es considerada como individuo, están subordinados al bien de todo, pues éste
es superior.
Pero para la persona, ¿qué implica el bien común?, Maritain afirma:
«La naturaleza de las cosas exige, pues, que el hombre exponga su bien temporal y
hasta su vida por el bien de la comunidad, y que la vida social imponga a su vida de
individuo, parte del todo, más de una traba y un sacrificio, trabas, y a veces muy duras,
que la persona tiene el deber de aceptar cuando son justas y conformes a las exigencias
del bien común»17
.
El bien común no solo es tomar ventajas y utilidad sino, rectitud de vida, el fin
bueno en sí a lo que los antiguos llamaron bonum honestum, bien honesto, pues es
una cosa éticamente buena y con ello se asegura la existencia justa y moralmente
buena de la comunidad. El bien común exige compromiso de la vida, de los bienes
y del honor.
El bien común implica una redistribución que ayude a las personas a su desarrollo,
y una autoridad en la sociedad que dirija hacia el bien común y además exige una
moralidad de vida, es decir, una rectitud de vida buena, que se desarrollen las
virtudes de los ciudadanos18
.
14
Cfr. MARITAIN JACQUES, Los derechos del hombre y la ley natural, p. 19. 15
Ibid., pp. 22-23. 16
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, 173. 17
Ibid., p. 174. 18
Cfr. MARITAIN JACQUES, Los derechos del hombre y la ley natural, pp. 23-24.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 37
3.3 La persona como unidad social y como parte de la sociedad
Una vez más nos encontraremos con la distinción entre individuo y persona, ya
que «cada uno de nosotros es todo entero individuo y todo entero persona»19
. La
noción de persona es una noción análoga que se realiza plenamente con su análogo
supremo: Dios, Acto Puro. Para Santo Tomás la ratio o el valor inteligible del todo,
de la totalidad, va estrechamente unida a la persona, «La persona es como un todo
“Ratio partis contrariatur personae”. El concepto de parte es opuesto al de
persona»20
, es decir, la sociedad es un todo compuesto de personas, la sociedad es
un todo compuesto de muchos todos. Santo Tomás escribe que: «uno es parte de
dos y dos de tres (como un hombre es parte de los hombres y dos de tres)»21
. Las
personas viven en sociedad y son parte de la sociedad.
La persona exige por sí misma formar parte o ser miembro de la sociedad. Ello
no quiere decir que exija estar en la sociedad como una parte y ser tratada como tal,
sino que exigen por el contrario ser tratada en la sociedad como un todo. El bien
común es estricta y absolutamente bien propio de cada persona ya que cada una es,
y cada una tiene su propio acto de existir. También existe la sociedad de individuos
materiales que no son personas por lo que están aislados en sí mismos, no aspiran a
la comunión, ni poseen el bien común, sino que están totalmente sometidos al bien
propio del todo, es una sociedad de personas que son individuos materiales y que
están aisladas en sí mismas, pero en cierta medida exigen comunicarse22
.
La persona como tal es un todo abierto y generoso. Si la sociedad humana fuera
una sociedad de puras personas, el bien de la sociedad y el bien de cada persona no
sería si no un solo y único bien: procurar el bien propio de cada persona. Así que:
«Cuando entra a formar parte de la sociedad con sus semejantes, lo hace en razón
de sus deficiencias, que son prueba de su condición de individuo dentro de una
especie. La persona humana queda en una sociedad como parte de un todo más
grande y de mejor condición que sus partes, y cuyo bien común es muy superior al
bien de cada uno»23
. La razón por la que exige entrar en sociedad es la personalidad
como tal y las perfecciones que encierra como un todo independiente y abierto, de
tal modo que es esencial al bien del todo social el revertirse de una u otra manera
sobre cada una de las personas.
19
MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 62. 20
Ibid. 21
Ibid., p. 63. 22
Cfr. Ibid., pp.65-66. 23
Ibid.
38 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
La persona humana es la que entra en sociedad y, en cuanto individuo, entra
como una parte cuyo bien propio es inferior al bien del todo, del todo de personas.
Por otro lado, según las más altas exigencias de la personalidad como tal, la
persona humana en cuanto totalidad espiritual subordinada y referida al Todo
trascendente, está sobre todas las sociedades temporales y es superior a ellas24
. La
sociedad misma y su bien común están indirectamente subordinadas, como a un fin
de otro orden, a la realización perfecta de la persona y de sus aspiraciones
supratemporales. He aquí la importancia del alma: «Una sola alma humana vale
más que todo el universo y que todo el conjunto de los bienes temporales; ninguna
cosa es superior a un alma inmortal, sino Dios»25
. Respecto al destino eterno del
alma, la sociedad es para cada persona y queda subordinada a ella. El bien común
deja de ser lo que es si no retorna a las personas y se redistribuye entre ellas. Se
tiene que respetar lo que es superior a la persona, a lo que se está subordinada, a lo
que es el último fin, al orden de los bienes eternos, a los valores supratemporales de
los que depende la vida humana. Las personas estamos ordenados a la beatitud
sobrenatural.
3.4 Condenación de Santo Tomás al individualismo y personalismo extremo
En su obra Para una filosofía de la persona humana, Maritain menciona que
Santo Tomás de Aquino de sus escritos reprueba el individualismo y el
personalismo extremo. Así lo expresa:
«Condena los individualismos y personalismos extremos; y las concepciones
totalitarias del Estado. Puede entenderse como totalitario a cualquier concepción de
comunidad política que reclame para el Estado (en el sentido estricto de esa palabra, o en
el sentido de colectividad organizada) todo del ser del hombre: ya sea en el designio de
educarlo, o bien para imponérsele como finalidad de todas sus actividades, o bien para
construir la esencia de su personalidad y de su dignidad»26
.
Santo Tomás expresa que, con respecto a la comunidad, cada persona humana es
de por sí como la parte con respecto al todo y que, por eso, está subordinada a toda
24
Ibid. 25
Ibid., p. 67. 26
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, pp. 197-198.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 39
la comunidad. El hombre no solamente es persona, su ser no subsiste sólo
espiritualmente: es además individuo, parte individuado de una especie.
Por eso es miembro de la sociedad, como parte del todo social; y los avatares de
la vida social le son necesarios para alcanzar su vida misma de persona y para ser
sostenido en su vida. El hombre, dice Santo Tomás de Aquino citado por Jacques
Maritain, «tiene dentro de sí una vida y unos bienes que trascienden el orden de la
sociedad política»27
.
No le compete a la sociedad política el perfeccionamiento espiritual de la
persona humana directamente, sino que debe propiciar establecer un conjunto de
circunstancias necesarias para el progreso de la vida material, intelectual y moral de
la multitud.
De ahí viene la exigencia de respetar y servir los fines supratemporales de la
persona humana que está contenida en la exigencia de la esencia misma del bien
común temporal. El bien común temporal es un fin intermedio y es distinto al fin
último de los intereses eternos de la persona humana, pero su misma especificación
incluye la subordinación de ese fin a esos intereses.
El peregrinar en esta vida conlleva la propia superación, que es un fin
intermedio, no solo es un fin para alcanzar la vida eterna. El objetivo es realizar una
estructura buena y vivible del todo social, un estado de justicia, amistad y
prosperidad que facilite a cada persona el cumplimiento de su destino. Ello
conlleva una organización de tal modo que se reconozca el derecho de cada
miembro a la existencia, al trabajo y a la perfección de sus personas, en cuanto
personas28
.
3.5 La libertad de las personas
No puede definirse la persona sin la libertad pues es una propiedad de la persona,
la libertad supone la razón29
. Maritain concibe la libertad en dos dimensiones que
están estrechamente relacionadas:
«Una es la que se dice ausencia de coerción, como la libertad del pájaro que no
está enjaulado, y que no por eso goza de libre albedrío; y la otra, es la que indica
ausencia de necesidad o de determinación necesaria, que es precisamente la
27
Ibid., p. 198. 28
Ibid., pp. 200-201. 29
Cfr. VERNEAUX ROGER, Op. Cit., p. 232.
40 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
condición del libre albedrío»30
. A la primera Maritain la llama libertad de
espontaneidad, de autonomía o de exultación y la segunda corresponde al libre
albedrío.
Maritain dice que el libre albedrío tiene su origen en la inteligencia y la voluntad
y se caracteriza por la falta de necesidad o determinación ante cualquier bien
creado31
. En el libre albedrío hay dos modos: el primero es una naturaleza
determinada. El hombre está determinado a la felicidad y como en la tierra ningún
bien creado tiene la plenitud del bien, la voluntad no se siente determinada a
quererlos y ante ello se puede tener una indiferencia y una falta de necesidad. No
sucede lo mismo ante el Bien Sumo, ante Dios, pues en Él se pierde la indiferencia
porque para el hombre supone la plenitud de la felicidad y el hombre no puede no
desear la felicidad32
. Aquí se encuentra el mecanismo que posibilita la libertad. La
libertad va más allá, se busca una felicidad absoluta. Así lo expresa Maritain:
«Por estar interiormente y naturalmente necesitada de felicidad absoluta que la
impregne, la voluntad es libre respecto de todo lo demás. Y al decir al respecto de todo lo
demás, decimos respecto de todo lo que ella puede querer aquí abajo, puesto que no es
aquí donde está la Felicidad absoluta que ha de impregnarla»33
.
La libertad del hombre también es una meta que hay que conquistar en medio de
las contrariedades de la vida. Aquí parece la segunda dimensión de la libertad: la
libertad se da en todos los seres, pero no de igual manera pues en los animales
puede caracterizarse por espontaneidad. En el hombre se transforma en autonomía.
No se trata de que la acción este determinada desde el exterior:
«Lo que mi persona pide (…) es que toda mi actividad provenga de mí como de fuente
propia, y sea regulada por mí,; lo que mi persona pide es que yo me baste para vivir; que
la condición suprema de la operación de entender y de amar, en su más viva llama, sea la
condición de toda mi existencia».34
La libertad de autonomía se caracteriza por ser una libertad terminal. No es algo
dado como el libre albedrío sino que es el resultado de un proceso de lucha y de
30
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, pp. 95-96. 31
Cfr. SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 119. 32
Ibid. 33
MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, pp. 103-104. 34
Ibid., p. 127.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 41
una conquista. «Existe así un dinamismo de la libertad que conduce del libre
albedrío a la libertad de autonomía y de exultación, al dominio sobre las propias
acciones y sobre el propio yo, al predominio del amor»35
. El objetivo final de la
libertad es la posesión de sí, pero ello implica obstáculos provocados por las
aspiraciones transnaturales de la personalidad, al quedarse por debajo del nivel que
se podría alcanzar, pues la naturaleza material impone necesidades corporales,
como lo es la ignorancia, el egoísmo y el instinto. Y al mismo tiempo, hay
grandeza en el hecho de luchar contra esto36
.
En el orden temporal respecto al orden espiritual debe tener como fin desarrollar
a la persona en el sentido de comunión, debe sentir la responsabilidad de los demás
y respecto a los bienes materiales, la propiedad debe ayudar a la persona no tener
una propiedad despersonalizada, no debe dominar el egoísmo37
. Maritain busca una
nueva sociedad cristiana, una acción política y social el que se alcance una libertad
el cual se explica a continuación.
3.6 El Humanismo Integral
En su obra el Humanismo Integral Maritain dice que la causa de todo proceso
humanizante es la persona. No alcanza solo la relación de hombre a hombre sino
que es necesario que el hombre salte sobre sí mismo, y conquiste su propia
dimensión, fijando su meta en valores que lo trasciendan38
. La propuesta que hace
es comenzar a aceptar lo humano con sus limitaciones con el fin de superar lo
deficiente. Por ello relaciona a la persona con sus ejes metafísicos su proyecto de
futuro, su ideal histórico concreto, su humanismo personal para responder el gran
problema del hombre en relación con Dios, al respecto comenta:
«El humanismo integral se llena de contenido personalizante desde estas dos
dimensiones. Una vez que se ha comprendido, y que se comprueba que pertenecen a todo
ser humano, ya no es posible concebir la ciudad terrena y la sociedad humana, sino desde
un régimen que tenga en cuenta sobre todo esta condición que llama al hombre a
compartir con el hombre en una comunidad donde la libertad se expande y el
pluralismo de realizaciones es una constante. La condición personal del sujeto
35
SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 120. 36
Ibid., pp. 120-121 37
Cfr. COBO COBO ANTONIO JOSÉ, El concepto de reflexión en el joven Mounier, Editorial de la
Universidad de Granada, Granada 2006, pp.155-159 38
Cfr. PICÓN DE ALESSANDRINI, MARÍA LAURA, Portavoces de sabiduría: elementos para una
filosofía de la esperanza en Jacques y Raïssa Maritain, UCA, Buenos Aires 2004, p. 104.
42 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
humano excluye a priori todos los totalitarismos. (…) La persona como fundamento
exige una sociedad de auténticas relaciones interpersonales, y condena toda reducción del
individuo humano a objeto o instrumento de poder. La persona es fin y pide que todas las
estructuras estén a su servicio»39
.
El pensamiento de Maritain tuvo un gran impacto. En su obra Humanismo
Integral, hablo del proceso de independencia ideológica y cultural de la Edad
Media como punto de referencia ideal de lo que debería ser una cultura cristiana.
Después de esta época se había entrado en un proceso de decadencia iniciado por el
Renacimiento y la Reforma y continuado por las tendencias culturales como la
Ilustración, ello condujo a la actitud negativa de muchos intelectuales católicos que
vivían mirando al pasado y cerrados al presente. El Humanismo integral de
Maritain consiste básicamente en la delimitación de este problema, en una
propuesta de solución, quería revalorizar lo humano sin perder lo divino:
«Maritain en primer lugar, se preocupó de delimitar el valor específico del ideal
medieval indicando como característica de esta sociedad: 1) una concepción humanista-
cristiana no refleja; 2) una concentración excesiva en lo divino que acabó olvidando en
cierta medida lo humano»40
.
El olvido de lo humano provocó en el hombre la sensación de no ser nada.
Maritain hace una reivindicación de dos aspectos: el humanismo y el
antropocentrismo. El humanismo es la afirmación positiva de lo humano que tiene
valor por sí mismo, no solo en relación con lo religioso. Algunos decían que el
progreso va incluso contra Dios, por lo que acabó siendo un humanismo
antropocéntrico en donde el hombre mismo es el centro del hombre, y por ello
Maritain lo considera como una tragedia del humanismo41
.
Ante ello Maritain se pregunta qué actitud se debe adoptar, cómo incorporar los
valores de la Cristiandad medieval en el mundo. El nuevo ideal histórico de
Maritain implica una concepción profano-cristiana de lo temporal a diferencia, de
la cristiandad medieval. Pero en qué consiste este humanismo, Maritain explica:
«Este nuevo humanismo, sin común medida con el humanismo burgués y tanto más
humano cuanto no adora al hombre, sino que respeta, real y efectivamente, la dignidad
39
Ibid., p. 105. 40
SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., pp. 126-127. 41
Ibid., p. 127.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 43
humana y reconoce derecho a las exigencias integrales de la persona, lo concebiremos
orientado hacia una realización social temporal de aquella atención evangélica a lo
humano, que debe no sólo existir en el orden espiritual, sino encarnarse, teniendo el ideal
de una comunidad fraterna. Si reclama de los hombres el sacrificarse, no es al dinamismo
o al imperialismo de la raza, de la clase o de la nación, sino a una mejor vida para sus
hermanos y al bien concreto de las personas humanas»42
.
La solución no está en mirar el pasado, sino mirar hacia adelante, en corregir los
errores que han llevado a la descristianización y promover «una nueva cristiandad»,
esto consistirá en primer lugar en una promoción de la persona pero una persona
ligada a Dios que fue el mérito de la Edad Media. Desde esta perspectiva «La
criatura no sería desconocida ni aniquilada ante Dios, tampoco sería rehabilitada
sin Dios o contra Dios¸ sería rehabilitada en Dios.» 43
. Porque todo lo tiene de Él.
Es necesario el humanismo, pero un humanismo teocéntrico, que sea un
Humanismo integral.
Para alcanzar este nuevo Humanismo integral en el marco de una nueva
cristiandad que acepta algunas concepciones de la Edad Moderna, como es el
pluralismo como uno de los elementos básicos de la estructura, la toma de
conciencia de una sociedad depende de la actitud y calidad personal de los
cristianos44
. El Humanismo integral posee gran valor y actualidad. Hoy están
aceptadas y asentadas muchas de sus ideas, al igual que el personalismo
comunitario, a nuestra cultura e incluso a nuestros ordenamientos
constitucionales45
.
Para Maritain, colocar las esperanzas en la persona humana significa colocar la
esperanza en Dios. Sólo así es posible realizar un verdadero humanismo. Por un
lado busca la verdad, pues con ella se realiza el verdadero crecimiento humano, y
además se basa en la decisión libre de todos los hombres de buena voluntad, para
que las naciones se encausen por el camino de la verdad y el bien. La verdad es
participada a los hombres por Dios a través de su ordenación a la ley divina,
participando así del Sumo Bien en la vida eterna, es decir requiere el esfuerzo
humano pero sólo a través de su propio perfeccionamiento en la vida temporal46
. La
civilización de inspiración cristiana debe estar orientada hacia los bienes
42
MARITAIN JACQUES, Humanismo integral, p. 15. 43
SELLÉS JUAN FERNANDO, Op. Cit., p. 128. 44
Ibid., p. 129. 45
Ibid., p. 135. 46
PICÓN DE ALESSANDRINI, MARÍA LAURA, Op. Cit., p. 107.
44 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
temporales y los del espíritu. Para ello los valores espirituales deben de tener
primicia, pues lo lleva hacia lo Absoluto, hacía la eternidad.
3.7 La persona y la eternidad
La persona no se encuentra separada de su condición de individuo y es por lo
tanto unidad que se encuentra fundada en Dios. Tal ordenación de la persona a Dios
rompe con el cosmocentrismo clásico. En la persona se da un dinamismo de un ser
libre que elige el Bien Supremo, tiende a Él, conforme a la tensión del amante
respecto del amado. La espiritualidad del hombre no deja de lado su corporeidad, ni
la corporeidad aniquila la libertad del ser47
.
La sociedad como tal es siempre un determinado producto temporal, mientras
que la persona como tal debe perdurar eternamente. «La eternidad de la persona
está estrechamente ligada a la espiritualidad de la naturaleza racional, en la cual la
persona subsiste»48
. Lo espiritual no padece descomposición, destrucción o muerte.
El nombre de individuo es común al hombre, al vegetal o a la bestia. El nombre
de persona sólo es reservado para la sustancia que posee espíritu, a las sustancias
que eligen su propio fin y que son capaces de determinarse a sí mismas49
.
La inmortalidad no es lo mismo que la eternidad, pues la eternidad no está sujeta
a nociones de tiempo, la eternidad es un atributo de Dios. A la persona la eternidad
le corresponde en el sentido de que lo que es espiritual es indestructible, capaz de
durar por naturaleza de modo ilimitado50
. Los contenidos que vive la persona están
fuera del tiempo: la verdad, el bien, la belleza, la justicia y el amor. Este contenido
mismo de la persona habla de su eternidad y sí son de por sí absolutos; aunque «La
persona no es en sí absoluto, el hombre es una criatura, un ser accidental, Absoluto
es Dios»51
. La vida espiritual de la persona en su existencia corpórea se debe
encontrar en las dimensiones con Dios.
Maritain está convencido de que lo humano solo se percibe a la luz de Dios
trascendente. Hay un solo devenir humano que lleva una continuidad entre el «más
acá» y el «más allá». Considera que la historia es una línea que asciende hacia una
meta trascendente. Es la historia de los hombres que esperan52
. El futuro está
47
Ibid., p. 105. 48
WOJTYLA KAROL, Op. Cit., p. 319. 49
PICÓN DE ALESSANDRINI, MARÍA LAURA, Op. Cit., p. 105. 50
WOJTYLA KAROL, Op. Cit., p. 319. 51
Ibid. 52
Cfr. PICÓN DE ALESSANDRINI, MARÍA LAURA, Op. Cit., p. 213.
CAP. III: CONCEPTO DE PERSONA EN EL COMUNITARISMO DE J. MARITAIN 45
fundado en la esperanza en un peregrinar que culmina en Dios trascendente: «En
esta historia que peregrina hacia la Esperanza, Dios se hace presente al hombre
como su principio y como su fin»53
.
La persona por naturaleza tiende a querer no morir, pero ello no quiere decir que
no escape a la muerte, la vocación de la persona tiende a bienes que trascienden,
pasar de lo sensible a lo racional y de lo racional a lo espiritual y de lo menos
espiritual a lo más espiritual. La persona sabe que existe un orden sobrenatural y
que el fin último es un fin último absoluto que es Dios en cuanto hace participar al
hombre de su vida íntima y de su felicidad eterna 54
.
53
Ibid., p. 214. 54
Cfr. JIMÉNEZ RUIZ J.M., Introducción al pensamiento de Jacques Maritain, Fundación
Mounier, Madrid 1991, pp. 16-18.
CONCLUSIÓN
Una conclusión del presente trabajo de investigación sobre la persona en Jacques
Maritain, es el hecho de que desde tiempos antiguos la cuestión de saber quiénes
somos los seres humanos ha estado presente, es decir, la pregunta sobre el hombre.
El tema de la persona en la historia del pensamiento humano ha sido y es de
mucha importancia. Se han tratado temas como «dignidad humana», «dignidad
personal», «derechos humanos», y se han dado enfoques en los que se ha excluido
la concepción cristiana o bien los derechos de la persona no se han respetado
porque la persona se ha tratado como una cosa1.
Desde el pensamiento de Aristóteles, que fue de alguna manera cristianizado por
Santo Tomás, Jacques Maritain le da un enfoque metafísico retomando su
hilemorfismo (la composición de materia y forma), retoma el concepto de persona,
así le da un enfoque cristiano y considera a la persona como una totalidad.
Maritain, que siempre habló en defensa de la persona, se ocupa en sus diferentes
obras bibliográficas en tratar de la concepción de persona a diferencia de otras
filosofías que fundan al ser humano sobre el individuo y el bien privado2.
Siguiendo con la tradición tomista de la persona que es una realidad que subsiste
1 Cfr. CARABANTE MUNTADA JOSÉ MARÍA, El personalismo de Jacques Maritain y el
comunitarismo de Ch. Taylor, Revista Iberoamericana de Personalismo comunitario Núm. 14,
Agosto 2010, p.40 2 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, P. 11
48 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
espiritualmente, constituye un universo para sí misma y un todo independiente en el
gran todo del universo y frente al todo trascendente que es Dios.
Maritain distingue la personalidad de un ser humano de su individualidad, pues
el hombre está formado de dos coprincipios sustanciales, uno de orden espiritual
que es el alma, y el otro de orden material que es el cuerpo. Cada hombre tiene dos
polos: el de la corporeidad que se traduce en la individualidad de cada persona y el
de la personalidad por el que se eleva la materia y hace de cada ser humano una
fuente de libertad y de bondad3. La noción de la personalidad no se refiere a la
materia como lo hace la individualidad de las cosas corporales, pues más bien se
refiere a las cosas más profundas y altas del ser. La personalidad tiene como base el
espíritu en la medida en que se mantiene a sí mismo en la existencia. Afirmar que
un hombre es persona es afirmar que es libre en forjar su destino. Maritain dice que
el valor del ser humano reside en la personalidad más que en la individualidad en
virtud de su condición espiritual.
Metafísicamente la personalidad es la subsistencia del alma espiritual
comunicada al compuesto humano. La persona tiene una relación directa con el
Absoluto, solo en el cual puede ella alcanzar su plena suficiencia. La persona esta
ordenada a Dios como su fin último Absoluto. El hombre no es un trozo de materia
como cualquier otra cosa, es un animal dotado de inteligencia y voluntad, además
posee una dignidad por estar en relación directa con lo Absoluto.
La individualidad está ligada a la materia, es la que hace de nosotros una fracción
de una especie, una parte del universo que está sometida al determinismo del
mundo físico. La persona conlleva sometimientos a las miserias y fatalidades de la
naturaleza material, las necesidades del cuerpo, de la herencia y la ignorancia del
egoísmo, y de la bestialidad de los instintos, pero el ser humano debe luchar para
vencer esas derrotas.
Hay varias corrientes filosóficas las cuales excluyen el concepto de persona y solo
toman el concepto de individuo:
«Las concepciones de tipo materialista del mundo y de la vida, las filosofías que no
reconocen el elemento espiritual, el elemento eterno del hombre, son incapaces de evitar
el error de la construcción de una sociedad verdaderamente humana, porque son
incapaces de tener en cuenta las exigencias de la persona y por lo mismo, de comprender
la naturaleza de la sociedad»4.
3 MARITAIN JACQUES, Para una filosofía de la persona humana, pp. 141-161.
4 MARITAIN JACQUES, La persona y el bien común, p. 107.
CONCLUSIÓN 49
Por otro lado, la persona exige vivir en sociedad en virtud de sus perfecciones
mismas que le son propias, y en razón de su apertura a las comunicaciones del
conocimiento y del amor exige establecer relaciones con otras personas. También
lo hace en virtud de sus necesidades, que derivan de su individualidad material
pues el hombre busca satisfacer sus necesidades para realizar sus derechos en el
plano material y llegar a la plenitud humana.
La persona además posee libertad. Una persona es libre por su capacidad de
decidir en situaciones diversas y ello reside en la inteligencia y en la voluntad por
su razón cognoscente y su infinita apetencia de los bienes, y en definitiva del
Supremo Bien.
Para Maritain las personas tienden a comunicar sus riquezas particulares a otros,
y satisfacer sus necesidades espirituales y materiales, esta es la base de su filosofía
social. Maritain considera que en la historia se ha presentado una secularización
cristiana en la que se ha dejado a Dios a un lado y se le ha dado lugar al hombre
como individuo no como persona. Ello ha acarreado a nuestra sociedad problemas
graves, pues muchas veces en la sociedad no se ha respetado la dignidad huma, en
sus derechos más fundamentales que por ley natural le corresponden, se ha caído en
el individualismo y en totalitarismos, de los cuales el siglo XX es un representante.
Nuestro filósofo subraya que ha olvidado también que el ser humano tiene que
estar en relación con las demás personas para perfeccionar sus virtudes. La persona
humana es el enlace entre el orden temporal y sobrenatural. El ultimo fin que busca
el hombre como persona es alcanzar su máxima felicidad la cual en el plano
terrenal no la va encontrar sino hasta encontrarse con el Absoluto que es Dios. El
hombre es el único ser que puede lograr su desarrollo y progreso, pues está llamado
a realizarse, a trascender. Los sistemas totalitarios repudian a la persona y sus
cualidades intrínsecas, y acaban repudiando a la persona misma y a veces exaltan
solo las cualidades externas con el afán de alcanzar un prestigio externo, pero
acaban destruyendo a la comunidad civilizada5.
El hombre moderno quiere encontrar la verdad, pero solo la tiene de forma
relativa, pues no sabe buscar. Aspira a derechos, a que sea reconocida su dignidad
humana, busca la paz, la fraternidad, un bien común, pero sin obra en común.
Busca la libertad para gozar de los bienes, adquirir riquezas y buscar placeres, pero
5 Ibid., pp. 103-104.
50 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
excluye en todo a Dios y no acepta un compromiso con las demás personas. El
hombre busca la libertad, sin querer el autodominio de sí, y ninguna
responsabilidad moral, busca la igualdad pero sin justicia y sobre todo busca la
felicidad pero no tiene una meta final a cual tender.
Considero necesario profundizar en una verdadera filosofía de la persona que nos
lleve a entender realmente lo que implica la persona, como es la filosofía de
Maritain, por ello nuestro autor considero la importancia y la actualidad de Santo
Tomás se da a la tarea de transmitir el pensamiento de este gran pensador y
filósofo. Maritain dice: «¡Hay de mi si no tomistizara!».Él aplica el tomismo a los
problemas de nuestro tiempo buscando soluciones reales.
Me parece que el presente trabajo de alguna manera se ha esbozado el
pensamiento sobre la persona de Jacques Maritain, y por supuesto se puede seguir
profundizando en este y muchos otros temas como es la educación, cultura, política
metafísica y filosofía de la naturaleza, entre otros temas tratados por nuestro autor
en vistas a futuras reflexiones, pues la antropología de Maritain tiene una gran
riqueza.
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«LOBATO ABELARDO, “fe y razón”» [21.11.2012], http://www.feyrazon.org/Lobato
persona.htm.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 5
CAPÍTULO I: Vida y obras de Jacques Maritain ................................................. 9
1. 1 Los primeros años de su enseñanza ......................................................... 9
1.2 El periodo de Meuddon (1927- 1939) ........................................................ 10
1.3 El periodo americano (1940-1960) ............................................................ 12
1.4 El periodo de Toulouse (1961-1973) ......................................................... 13
1.5 Obras .......................................................................................................... 14
1.6 Las claves del pensamiento maritainiano................................................... 15
CAPÍTULO II: Individualidad y personalidad .................................................... 17
2.1 La importancia de la persona y su dignidad ............................................... 17
2.2 Estructura tomista del pensamiento ........................................................... 21
2.3 Definición de persona y sus características generales ............................... 21
2.4 Estructura interna del hombre .................................................................... 23
2.5 Distinción entre individuo y persona ......................................................... 24
2.6 Los dos polos del ser humano: el material y el espiritual .......................... 26
56 LA PERSONA EN JACQUES MARITAIN
2.7 La dignidad de la persona contra el individualismo .................................. 28
2.8 Otras características de la Antropología maritainiana ............................... 30
CAPÍTULO III: Concepto de persona en el comunitarismo de J. Maritain ....... 33
3.1 Necesidad de la persona de vivir en comunidad ........................................ 33
3.2 El fin de toda sociedad humana ................................................................. 35
3.3 La persona como unidad social y como parte de la sociedad .................... 37
3.4 Condenación de Santo Tomás al individualismo y personalismo extremo38
3.5 La libertad de las personas ......................................................................... 39
3.6 El Humanismo Integral .............................................................................. 41
3.7 La persona y la eternidad ........................................................................... 44
CONCLUSIÓN .................................................................................................... 47
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 51
ÍNDICE ................................................................................................................ 55