la perspectiva modularista del desarrollo cognitivo

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UNIDAD 6. PROCESOS MENTALES EN LA COGNICIÓN HUMANA La Perspectiva Modularista del Desarrollo Cognitivo La modularidad de la mente Según la propuesta de Fodor (1983), el funcionamiento cognitivo humano puede interpretarse y comprenderse en referencia a la actuación de dos tipos de sistemas de procesamiento: sistemas de entrada y sistemas centrales. Los sistemas de entrada se configuran como una serie de módulos especialmente preparados para captar y procesar determinados tipos de información, proporcionando determinados resultados; es decir, son específicos de dominio. Los sistemas centrales, por el contrario, son inespecíficos y no modulares operando simultáneamente con la información de los distintos dominios que suministran los módulos perceptivos. Sin embargo, su acceso a esta información es solo limitada, ya que solo reciben los productos superficiales o finales de las computaciones; dicho de otro modo, únicamente tienen acceso al último nivel de procesamiento, no a las computaciones profundas o intermedias. Nacer sabiendo, el desarrollo como retroceso. La concepción modularista del funcionamiento cognitivo implica simplemente la asunción racionalista de que el aparato cognitivo ya viene equipado de entrada con los dispositivos y el conocimiento básico necesario para una adecuada adaptación, de manera que n requiere de manera esencial el concurso de la experiencia o el aprendizaje en interacción con el medio. En esta línea, quizá cabe destacar el trabajo de Mehler y Dupoux como una de las aportaciones más completas y elaboradas hasta el momento. En referencia a estos autores, hemos de empezar reconociendo que para este punto les hemos tomado prestado el titulo de su libro nacer sabiendo porque, desde luego sería difícil encontrar una descripción mejor tan

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Page 1: La Perspectiva Modularista Del Desarrollo Cognitivo

UNIDAD 6. PROCESOS MENTALES EN LA COGNICIÓN HUMANA

La Perspectiva Modularista del Desarrollo Cognitivo

La modularidad de la mente

Según la propuesta de Fodor (1983), el funcionamiento cognitivo humano puede interpretarse y

comprenderse en referencia a la actuación de dos tipos de sistemas de procesamiento: sistemas

de entrada y sistemas centrales. Los sistemas de entrada se configuran como una serie de

módulos especialmente preparados para captar y procesar determinados tipos de información,

proporcionando determinados resultados; es decir, son específicos de dominio.

Los sistemas centrales, por el contrario, son inespecíficos y no modulares operando

simultáneamente con la información de los distintos dominios que suministran los módulos

perceptivos. Sin embargo, su acceso a esta información es solo limitada, ya que solo reciben los

productos superficiales o finales de las computaciones; dicho de otro modo, únicamente tienen

acceso al último nivel de procesamiento, no a las computaciones profundas o intermedias.

Nacer sabiendo, el desarrollo como retroceso.

La concepción modularista del funcionamiento cognitivo implica simplemente la asunción

racionalista de que el aparato cognitivo ya viene equipado de entrada con los dispositivos y el

conocimiento básico necesario para una adecuada adaptación, de manera que n requiere de

manera esencial el concurso de la experiencia o el aprendizaje en interacción con el medio.

En esta línea, quizá cabe destacar el trabajo de Mehler y Dupoux como una de las

aportaciones más completas y elaboradas hasta el momento. En referencia a estos autores, hemos

de empezar reconociendo que para este punto les hemos tomado prestado el titulo de su libro

nacer sabiendo porque, desde luego sería difícil encontrar una descripción mejor tan breve y a la

vez tan informativa sobre la concepción que hemos presentado y que estos autores defienden.

En este trabajo, Mehler y Dupoux se suscriben sin reservas a las tesis modularistas de

Fodor, entendiendo la mente como un conjunto de procesos especializados, que realizan su trabajo

automáticamente y en paralelo fuera del alcance de la introspección consciente.

Como señala Pérez Pereira (1995) resulta evidente el paralelismo de estos mecanismos con

la concepción de Fodor, como un proceso de formulación y comprobación de hipótesis, ligado a los

sistemas modulares. Aunque en este caso si se asume explícitamente la idea de un desarrollo.

Competencias cognitivo-perceptivas tempranas

Mehler y Dupoux refieren múltiples evidencias de su planteamiento innatista, tratando de demostrar

que, en efecto el equipaje genético que trae el niño es bastante competo en cuanto a

competencias, principios universales y nociones generales sobre el mundo y que esta dotación

guía su desarrollo en términos de posibilidades restringidas que hay que seleccionar y actualizar.

Page 2: La Perspectiva Modularista Del Desarrollo Cognitivo

Tales evidencias se presentan en tres frentes: las capacidades perceptivas que poseen los bebes

(sobre los colores, las formas y configuraciones, la orientación, ritmo, etc.), la amplitud de sus

conocimientos tanto relativos al espacio y a los objetos físicos (profundidades, constancias de

forma y tamaño, correspondencia intersensoriales, habilidades aritméticas, etc.) como acerca de si

mismo y de los demás (imitación de gestos faciales, reconocimiento del rostro humano y de la

madre, representaciones sobre la mente de los otros, etc.) y las reiteradas bases biológicas del

lenguaje (incapacidad de los chimpancés para aprenderlo, presencia en niños con deficiencias,

localizaciones cerebrales de ciertas funciones lingüísticas, discriminación fonética temprana, rápido

reconocimiento de palabras de la lengua materna, etc.)

Teoría de la mente

Otro tipo de datos que se han reclamado como evidencia del conocimiento innato del niño, son los

relativos a las representaciones tempranas sobre sus propias mentes y las de los demás; lo que

entraña la habilidad para reconocerse o atribuir estados mentales (creencias e intenciones,

sentimientos y deseos, etc.) a fin de interpretar y comprender las conductas externas observadas o

predecir las que se darán. Es lo que se designa genéricamente como la formación de una teoría de

la mente y que se ha convertido en un área de investigación de gran auge desde los estudios

pioneros de Premack y Woodruff (1978) en los que se preguntan ya sobre su existencia en los

chimpancés.

Partiendo de la teoría original de Wimmer y Pertner (1983) que se conoce como falsa

creencia, Baron-Cohen (1985) la presentan como una historia entre dos muñecas, Sally y Ann:

Sally guarda una canica en su bolso a la vista de Ann y sale a dar un paseo. Entre tanto Ann coge

la canica y la pasa a su propio bolso. Cuando Sally regresa quiere jugar con su canica. En este

momento de la historia se pregunta al niño donde irá a buscar Sally su canica. Lógicamente, si el

niño se ha formado una teoría de la mente de Sally apropiada, responderá que buscara la canica

en su propio bolso porque debe creer que esta donde la dejo; no tiene otra información.

Habilidades simbólicas y comunicativas tempranas: A este respecto hay distintas propuestas, pero

aquí nos interesa destacar la explicación dada por Leslie, según la cual en línea con el análisis que

hemos presentado la capacidad de formar teorías de la mente descansa sobre un mecanismo

especial que denominan metarrepresentacional. Como su nombre sugiere, se refiere a un

mecanismo especial que permitirá representar representaciones mentalmente y que implica un

segundo nivel respecto a lo que pueden considerarse como representaciones primarias o de primer

orden, directamente referidas a los objetos del mundo que pueden percibirse.

Leslie encuentra un gran paralelismo o isomorfismo entre la actividad mentalista implicada

en la tarea de la falsa creencia y estos juegos simbólicos, por lo que implican ambos de manejo

simultaneo de representaciones correctas o ajustadas e incorrectas o falsas, es decir, la

modificación de las relaciones normales de referencia; un paralelismo que cobra especial

Page 3: La Perspectiva Modularista Del Desarrollo Cognitivo

significación y solvencia en cuanto que la ausencia de juego simbólico es, como decíamos, uno de

los déficits característicos de los niños autistas.

La perspectiva evolucionista: El efecto y la explicación que propone Baron-Cohen sobre la teoría

de la mente y que organiza en tono la explicación del déficit autista, se apoya decididamente en

una justificación evolucionista de la modularidad fodoriana de la mente: se concibe, básicamente,

como un conjunto de sistemas de procesamiento de la información relativamente independiente,

diseñados por la selección natural para cumplir funciones adaptativas especificas.

Con este marco evolucionista de fondo, la argumentación de Baron-Cohen toma diversas

direcciones sobre la base de datos evolutivos, psicopatológicos y neurobiológicos en la misma

línea de los ofrecidos en la explicación modularista del desarrollo del lenguaje. Así, mientras que

en el caso del lenguaje como veremos la propuesta modular se apoya en cuidadosos análisis sobre

la estructura formal del resultado final, Baron-Cohen presenta más bien intuiciones basadas

únicamente en su propia fe acerca de la viabilidad y plausibilidad del programa modularista.

La idea central como veremos con más detalle en el caso del lenguaje a partir de otra

importante revisión crítica (la de Tamasello, 1995), es que no son necesarios mecanismos

modulares específicos para dar cuenta del desarrollo de habilidades psicológicas especificas y que

la modularización puede ser el resultado mas que la causa de ese desarrollo, el cual, simplemente,

se ira materializando como una progresiva especialización y canalización de recursos hacia la

solución de problemas específicos en función de objetivos concretos.

¿El instinto del lenguaje?

Siempre se ha pensado que de la misma manera que nacemos preparados para desplazarnos

erguidos sobre dos piernas pongamos por caso, también debe haber un conjunto de estructuras y

competencias universales y genéticamente previstas a partir de las cuales se hace posible el

desarrollo de la capacidad de hablar. A fin de cuentas, cualquier habilidad humana se sustenta en

un cuerpo y un cerebro biológicamente constituidos y, por tanto, al menos a ese nivel, debe hacer

uso de alguna predisposición congénita. En este sentido, como sabemos, la perspectiva

modularista se sitúa en el extremo racionalista e innatista defendiendo que esa base biológica

consiste en un completo modulo, una especie de “órgano mental”, específicamente diseñado y

programado para el procesamiento y producción del lenguaje e independiente de otras habilidades

o comportamientos inteligentes.

La teoría de Chomsky (1959, 1968) sobre la “Gramática Generativa” es la primera propuesta

moderna elaborada en esta línea. Como es bien conocido, se trata, en principio de una teoría

lingüística cuyo objetivo es precisar la “estructura común” que subyace a todas las lenguas

humanas. Dado que estas estructuras se conciben como universales y fijadas de antemano en la

mente de los individuos, desde el punto de vista epistemológico, es clara su filiación racionalista.

Page 4: La Perspectiva Modularista Del Desarrollo Cognitivo

Argumentos y contra-argumentos a las tesis modularistas e innatistas: Posteriormente los

defensores de este punto de vista han extendido la argumentación puramente lógica al plano

empírico, apelando a una gran variedad de datos y a nuevos tipos de investigación que,

supuestamente, ponen en evidencia los precursores neonatales del lenguaje. En este contexto hay

que citar el trabajo de Pinker (1994) su libro es interesante porque al extremo que por si mismo

ocupa el enfoque modularista, se añade quizá un tono excesivamente categórico y autosuficiente.

Por un lado, el autor se adscribe al punto de vista innatista sin ningún tipo de reserva, hasta el

punto de que, en una actitud posiblemente provocadora, elige hablar del lenguaje directamente

como un instinto es, de hecho, el título del libro a fin de enfatizar su origen esencialmente biológico

y genético.

Tomasello aduce, de entrada, el incumplimiento de dos criterios básicos que definen las

competencias y conductas instintivas: primero, tienen una expresión estereotipada y segundo,

aparecen y se desarrollan aunque se aparte el individuo del medio característico de la especie o se

le prive de las experiencias habituales. Lo que ocurre como advierte Tomasello, es que el termino

lenguaje se usa de manera restringida para referirse únicamente a los que se considera una

gramática universal, la “Gramática Generativa”; esto es, el modulo especifico en el que

supuestamente residen las estructuras lingüísticas propias de la especie.

Plausibilidad psicológica: Tomasello (1995) pone en cuestión la plausibilidad psicológica en la GG

llamando la atención sobre tres aspectos de indudable interés para el psicólogo evolutivo:

1) El objetivo de Chomsky al formular la GG era formalizar las sentencias gramaticalmente

correctas del lenguaje, de manera que como modelos del lenguaje natural toma los lenguajes

formales de la lógica y de las matemáticas.

2) Curiosamente y pese a la abstracción y pretendida universalidad de las estructuras, la GG

enfatiza ciertos aspectos que solo parecen casar bien con la lengua inglesa (el orden de

componentes o ciertas categorías sintácticas, como la del sujeto).

3) El broche final a esta opción netamente racionalista es como ya hemos reiterado la negación del

desarrollo. Puesto que las estructuras son formas abstractas (se sugieren, de hecho, como formas

puras en el sentido platónico, en cuanto que se expresan matemáticamente), no se aprenden sino

que están programadas genéticamente.

Evidencia empírica: Se apela, por un lado, a la ineludible especificad y universalidad del lenguaje

como algo propio de los humanos, de todos ellos (exhaustividad) y solo de ellos (exclusividad).

Otra serie de argumentos y evidencias van dirigidos a apoyar directamente la tesis modularista. En

este sentido, se hace inventario de un amplio conjunto de fenómenos, investigaciones o casos que

sugieren una clara desconexión o disociación entre distintos aspectos del lenguaje o entre el

lenguaje y otras habilidades cognitivas; o que relacionan directamente lenguaje y cerebro: déficits

lingüísticos muy selectivos en sus manifestaciones o en sus efectos.

Page 5: La Perspectiva Modularista Del Desarrollo Cognitivo

Por otro lado, Pinker también recuerda los consabidos argumentos en torno a la insuficiencia

de los procesos de aprendizaje ya la pobreza del estimulo, aunque añada nuevos datos: por

ejemplo, sobre casos de adquisición en ambientes especialmente empobrecidos. Pero el hecho de

que el lenguaje se aprenda en circunstancias diversas e incluso adversas, tampoco dice mucho

sobre los mecanismos involucrados. En definitiva, la estimulación lingüística no solo es un

prerrequisito sino que también condiciona de diversas formas su desarrollo.

Con respecto al desarrollo en circunstancias normales y en lo que se refiere a la insuficiencia de

aprendizaje, se destaca particularmente el hecho de que el niño llegue a evitar ciertos errores que

debería lógicamente cometer y mantener, si su aprendizaje fuese puramente inductivo; sobre todo

ante la falta de evidencia negativa, dado que no suele recibir una corrección sistemática de sus

errores.

Alternativas y convergencias: Tomasello cita en concreto un surtido grupo de lingüísticas

abiertamente en desacuerdo con el tipo de análisis que ofrece la lingüística chomskiana y su visión

modularista e innatista de las estructuras de conocimiento subyacentes. Algunos pretenden hacer

lo que denominan una “Lingüística Cognitiva”, otros una “Lingüística Funcional”, pero todos ellos

se caracterizan por rechazar el modelos de los lenguajes formales, manejando en su lugar

constructos con una base psicológica más significativa podríamos decir, dentro de una órbita más

centrada en el contexto de la actual psicología cognitiva: símbolos, imágenes, categorías,

esquemas, etc.

En definitiva más que como un modelo preprogramado, el lenguaje se concibe como un

mosaico de diferentes habilidades una nueva función hecha de viejos componentes, en los

términos de Bates (1979) algunas de las cuales pueden ser específicas del lenguaje, mientras que

otras pueden ser las mismas que el niño utiliza en otros dominios de su desarrollo social y

cognitivo. Curiosamente algunos de los autores más sobresalientes de este enfoque por ejemplo,

la propia Karmiloff-Smith, que por su tono integrador y ecléctico, hemos situado hacia el centro de

nuestro esquema organizador, parecen orientarse en la actualidad hacia la más moderna

perspectiva del conexionismo.

En definitiva y por concluir resaltando las principales críticas que se han realizado al

racionalismo, es necesario superar la innegable “vacuidad teórica” que supone apelar al innatismo

como forma de explicación, cuando no se hacen las precisiones que toda teoría científica requiere.

Argumentos como la socorrida “pobreza del estimulo” constituyen en sí mismos una interpretación

teórica y por tanto, son poco convincentes.

En esta línea es en la que el conexionismo parece tener algunas cosas que decir, en cuanto

se muestra potencialmente capaz de manejar, no solo las posibles restricciones innatas, sino

también las posibilidades del aprendizaje, y las evasivas cuestiones de la creación del significado.

Pero, para seguir un orden, hemos de ocuparnos antes de otras aportaciones cognitivistas también

importantes y de completa actualidad.