la posada del silencio nº 21, curso vi
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Semblanza de santa Teresa de Jesús
MJ / 1 día ago
El Padre Juan Luis Rodríguez, OCD fue el encargado de inaugurar el curso 2014-15 de la Escuela de
Formación del Centro Diocesano de Espiritualidad de Valladolid con una “Semblanza de Santa Teresa de
Jesús”. Tuvo lugar el 22 de octubre de 2014.
Nos ofrece la grabación en video el canal de Iglesia en Valladolid.
Semblanza de Santa Teresa de Jesús _
Juan Luis Rodríguez OCD
Misioneros, otra mirada del Ébola
01/11/2014
Institutos misioneros españoles han sacado un comunicado a la opinión pública con motivo del día del
DOMUND en el que expresan su opinión con todo lo que está sucediendo con el Ébola en los países
empobrecidos y en España.
Respecto a las causas de la extensión de la enfermedad en África afirman que "en el mismo sentido reconocemos y agradecemos las voces que en la sociedad española han llamado la atención sobre los graves problemas que aquejan a muchos países que -a causa del empobrecimiento y sus consecuencias- se ven condenados a ver morir a muchos de sus hijos antes de tiempo. Esa sensibilidad nos honra a todos, como personas y como creyentes (quienes lo seamos)"
Denuncia del egoísmo ambiental e institucional
Expresan también el planteamiento egoísta en España como país enriquecido, en el que lamentan "que un sector de la población (incluso autoridades) haya dado reiteradas muestras de egoísmo, individualismo y cerrazón, con una exagerada preocupación sólo por nuestros problemas -por nuestra seguridad- y olvidándose totalmente de los países que más sufren el Ébola y, por supuesto, otras enfermedades y lacras que causan diariamente muchos miles de muertes"
"Salvarse de los pobres" y denuncia del robo
"Muy acertadamente alguien ha dicho que esas personas se preocupan más que de salvar a los pobres, de salvarse de los pobres, levantando todo tipo de muros y barreras que nos aíslen y los aíslen" indicaron los misioneros; y denunciaron que "el continente africano lleva decenios siendo saqueado, es hora de establecer otras relaciones comerciales justas y respetuosas. Constatamos con dolor la rapidez con que se constituyen coaliciones para hacer la guerra y la lentitud para la acción por la justicia y la paz. Los institutos firmantes son: Misioneras de Ntra. Sra. De África, Misioneras de la Consolata, Misioneras Combonianas, Misioneras Dominicas del Rosario, Misioneros OCASHA – Cristianos con el Sur, Misioneros Espirítanos, Misioneros de la Consolata, Misioneros del IEME, Misioneros Combonianos, Misioneros de África (Padres Blancos), Misioneros Javerianos, Misioneros de Mariannhill.
“Llevo más de dos meses sin desayunar
leche”
Francisco y su familia, con unos ingresos de 200 euros
al mes, forman parte del 20% de la población catalana
en riesgo de exclusión social
Mercè Pérez Pons Tarragona 1 NOV 2014 - 00:31 CET
Francisco recibe un paquete de la Cruz Roja de Tarragona. / Josep Lluís Sellart
“Llevo más de dos meses sin desayunar leche y la última vez que comí pescado —de eso hace ya mucho
tiempo— fue porque un amigo me invitó a pescar y cogimos cuatro o cinco doradas”, relata Francisco
Javier Carrión, de 39 años, que vive junto a su mujer y sus dos hijos en el barrio tarraconense de San
Salvador. El testimonio de Francisco ejemplifica los alarmantes datos que ayer reveló el Instituto de
Estadística de Cataluña (Idescat): en 2013 el riesgo de pobreza afectaba ya en Cataluña al 19,8% de la
población, cifra cinco décimas superior a la de 2012. Estos porcentajes significan que en 2013 alrededor
de 40.000 personas se incorporaron a la población que considerada en riesgo de exclusión social.
La presidenta de la Mesa del Tercer Sector Social de Cataluña, Àngels Guiteras, exigió ayer a la
Generalitat que los próximos Presupuestos prioricen la lucha contra la pobreza. “Más allá de las
estructuras de Estado, tenemos que trabajar para disminuir la pobreza y hacer frente a la crisis social”,
afirmó Guiteras, quien añadió que el “país se encuentra fracturado” por una brecha abierta y cada vez
mayor entre ricos y pobres. La presidenta de la Mesa del Tercer Sector arremetió contra las
Administraciones asegurando que los datos del Idescat reflejan que los Gobiernos “no están haciendo
frente a una pobreza que es extensa”, porque afecta a más personas; severa, por la dificultad de cubrir
necesidades básicas, y crónica, ya que atrapa a las personas y se alarga en el tiempo.
Francisco y su familia sobreviven gracias a entidades como la Cruz Roja, que presentó el jueves el
séptimo estudio del Observatorio de Vulnerabilidad en la demarcación de Tarragona y las Tierras del
Ebro. El estudio reflejó la consecuencia más directa de la pobreza: En estas comarcas la salud física y
emocional de 8 de cada 10 personas en situación vulnerable se ha visto afectada por la crisis.
“Más allá de las estructuras de Estado, hay que combatir la pobreza”, afirma Guiteras
El panorama para usuarios de la Cruz Roja como Francisco es desolador. “Me da miedo acostarme porque
empiezo a pensar en cómo hacer frente a todo hasta que por fin consigo dormirme, de madrugada. Se te
quitan las ganas de vivir”, explica Francisco, que trabajaba en el sector metalúrgico. “Ganaba entre 1.000
y 1.500 euros al mes, vivíamos bien, pero me quedé en paro hace cinco años”, relata. En la actualidad, los
únicos ingresos de los que dispone su familia son los 200 euros que aporta su mujer, de 30 años, que
trabaja dos horas al día en un centro de estética. Tienen dos hijos, de 8 y 5 años, a quienes la Generalitat
solo ha concedido la mitad de la beca comedor, explica Francisco. Los dos niños comen en el colegio
gracias a que la Cruz Roja les abona el dinero que falta. “Todo lo que conseguimos es para ellos, mi
mujer y yo nos alimentamos a base de pasta, o de verduras que plantan familiares”, cuenta Francisco.
La familia se encuentra en proceso de desahucio porque lleva tres años sin poder pagar la hipoteca. “No
sé si nos cortarán la luz este mes”, confiesa. Los padres de Francisco, que viven en Valencia, no pueden
ayudarles. “Van a desahuciarles en enero”, cuenta. “El invierno pasado encendimos la estufa lo justo y
estuvimos arropados con mantas”, añade. Francisco recuerda cómo una noche la desesperación por cuidar
de su hija, que tenía bronquitis, lo llevó a despertar a unos vecinos a las cuatro de la madrugada para
pedirles prestados 50 euros con los que poder comprar medicinas. “La niña cada invierno tiene episodios
de bronquitis”, confiesa Francisco apesadumbrado. “He llegado a pasar una semana revolviéndome en la
cama con fiebre sin poder comprar un Ibuprofeno”, detalla Francisco.
“No poder comprar juguetes a los niños para Reyes es lo que peor llevo”
La situación general es tan grave que las entidades sociales se encuentran desbordadas. “En Cáritas hay
tanta demanda que no hay para todos. Nos dijeron que podemos acudir allí solo durante seis meses al
año”, afirma Francisco. “Mi hija me dice: ‘Papá, nunca he ido de vacaciones’. Esta mañana antes de salir
de casa le he explicado que tenía que ir a hacer una entrevista (con prensa), ha pensado que era por un
empleo y me ha dicho: ‘¡Qué bien, tendrás trabajo y podremos ir a comer al McDonalds!’ No poder
comprar un regalo a los niños para Reyes, por ejemplo, es lo que llevo peor”, explica Francisco, quien
cree que su situación no mejorará a corto plazo.
Desde hace unos meses, sale a correr a diario con un amigo, para desconectar. “Él me intenta animar. Al
principio casi no aguantábamos pero ahora ya corremos 12 o 13 kilómetros”, concluye con una tímida
sonrisa.
El estudio presentado por la Cruz Roja detalla que en la provincia de Tarragona el 89% de las personas
encuestadas, todas ellas usuarias de proyectos de lucha contra la pobreza de la entidad, como Francisco,
han cambiado sus hábitos alimentarios debido a la crisis. El 20,2% de estas personas realiza menos de tres
comidas al día por motivos económicos, el 69,7% tienen dificultades para comprar medicamentos y más
de la mitad, el 61,3%, tendrán dificultades para costear la calefacción de sus hogares este invierno.
Hasta septiembre de este año en la demarcación de Tarragona 19.479 personas han recibido ayuda
alimentaria de la Cruz Roja. Y esta situación, como en el resto de Cataluña, se agrava día tras día, avisa la
Cruz Roja. Guiteras subrayó ayer que la lucha contra la pobreza “no es un tema del Departamento de
Bienestar Social, sino un tema de país”.
Mis vecinos están muertos
350 familias conviven con los difuntos en un
cementerio de Manila
El éxodo masivo del campo a las urbes ha doblado la
población en los últimos 25 años
Agurtzane Belaunzaran Manila 31 OCT 2014 - 17:22 CET1
Pedram Yazdani
A primera vista, el cementerio de Navotas, a 11 kilómetros de Manila, se parece a cualquier otro: un lugar
pacífico ideal para el descanso eterno. Nichos, tumbas, cruces, vírgenes, flores y recordatorios con
mensajes cariñosos hacen inmortales a los que yacen en ese lugar. Pero al final del camino asfaltado, el
ambiente cambia bruscamente y un charco de agua negruzca marca una frontera física. Cruzarlo significa
entrar en el pueblo de los vivos y los muertos. El cementerio cobra vida con los pasos: niños correteando
sobre las tumbas, carritos de helados, parrillas humeantes, mujeres limpiando la ropa, hombres lavándose
sobre tumbas, el cacareo de los gallos y la música de karaoke confirman que hay mucha vida en este
camposanto.
350 familias conviven con los muertos. Es algo tan habitual para ellos que aquí se pierde el misticismo de
un lugar en principio reservado para los no vivos. La muerte, un tema a veces complejo de hablar con los
más pequeños, y no tan pequeños, es una compañera con la que aquí se nace y no preocupa
especialmente. No ocupa una parte lejana de la mente, no es un tema tabú o que uno evite pensar, sino
que ya está ahí, delante de uno o durmiendo debajo.
La población de Filipinas se ha doblado en los últimos 25 años. Con una de las tasas de natalidad más
elevadas de todo el continente asiático, se calcula que unos 95 millones de personas habitan el país.
Benigno Aquino, presidente del país, reconoció que la superpoblación es un problema a la hora de hacer
frente a la pobreza. Las propuestas del Gobierno para llevar a cabo programas de planificación familiar se
han encontrado de frente con la Iglesia Católica. Una sentencia de la Corte Suprema pone fin a esta
batalla después de 16 años. En marzo del 2014 se reconoció la constitucionalidad de la Ley sobre salud
reproductiva, que regula el acceso a la información sobre métodos anticonceptivos y salud reproductiva
para las personas adultas, y que había sido bloqueada el año anterior por el Tribunal Supremo del país.
Los primeros habitantes del cementerio llegaron en los años setenta. Procedían de las islas vecinas y
zonas rurales. Eran vidas humildes que buscaban el sueño americano en versión filipina. Ricardi Alberca
fue uno de los primeros en ocupar el recinto. Llegó de Mindanao buscando nuevas oportunidades y las
tuvo: la familia Álvarez, con una posición económica buena, contrató a Alberca para cuidar la tumba de la
familia. "Cuando llegué a Manila no tenía dinero y el hecho de trabajar en el cementerio me ofrecía la
oportunidad de vivir aquí. Es una zona pública y eso supone no pagar alquiler. Llevo 30 años viviendo
junto a mi familia aquí". Mientras cuida con esmero la tumba de los Álvarez, reflexiona y asegura sentirse
satisfecho de su decisión. "En Mindanao no tenía nada; aquí tengo trabajo, casa, familia, y he conseguido
que mis hijos vayan a la escuela".
Alberca también es enterrador. En la necrópolis tampoco hay sitio para todos. Cuando un nicho lleva
ocupado cinco años, se desaloja la sepultura para un nuevo difunto. A golpe de cincel, el enterrador
rompe la tapia frontal y lo vacía, mete los restos en una bolsa y la deposita en una esquina de cementerio.
Mientras Alberca está inmerso en su trabajo, una docena de niños expectantes se reúne bajo la tumba con
la ilusión de recuperar monedas u otros objetos personales valiosos con los que el difunto fue enterrado.
Navotas comparte bahía con Manila y es el principal puerto pesquero de Filipinas. El 60% de la población
de esta ciudad vive de las actividades relacionadas con la pesca. La mayoría de los hombres del
cementerio, también.
Pincha para ver la fotogalería de Navotas. / Pedram Yazdani
Agosto Tamber es uno de ellos. Cada mediodía después de la faena descansa en la terraza de su casa con
vistas a la bahía. A lo lejos, bajo la nube de polución, se percibe un vaga silueta de los rascacielos de
Gran Manila. Este hombre de complexión fuerte, sale todos los días a pescar: "Los días de buena faena
puedo ganar unos 400 pesos (siete euros). Tengo varias barcas y dirijo a media docena de pescadores.
Manila me ha dado la oportunidad de trabajar y tener mi propio negocio". Su casa está elevada sobre el
agua en primera línea de playa, entre basura y nichos. Su mujer y los ocho hijos comparten un espacio
minúsculo. Un tercio de la población en Manila vive en circunstancias similares a la de Tamber: ocupan
trabajos remunerados, son operarios, profesores o carpinteros pero habitan las zonas más pobres y menos
salubres de la ciudad. Estos suburbios, construidos en zonas de riesgo por inundación, son azotados cada
año por los tifones.
El Gobierno dirige un programa de realojamiento para la gente de Navotas. Las ayudas llegan con
cuentagotas y la solución no es muy efectiva. Este plan de realojamiento no estimula demasiado a las
familias ya que mudarse implica alejarse de la capital y, tal vez, perder el trabajo. Muchas mujeres
regentan negocios en espacios diminutos habilitados en sus casas; quien no tiene una tiendecita de
verduras, tiene una peluquería o un pequeño puesto de comida.
Gran Manila es el área metropolitana más poblada de Filipinas, y la décima del mundo, con una población
de 25 millones de habitantes
Vilma Simil es un ejemplo de mujer emprendedora. Su marido emigró a Arabia Saudí y con el dinero que
le ha mandado ha comprado seis ordenadores y una impresora. La sala de estar de su casa se ha
convertido en el único servicio de estas características en esta sacramental. El negocio es concurrido por
toda la chiquillería del barrio. Junto a seis ordenadores se apelotonan para dar vida a extraterrestres,
boxeadores o super héroes por 12 pesos la hora. Bajo el sonido ensordecedor de los videojuegos, Vilma
saca fotocopias para la escuela de primaria mientras organiza a sus tres hijas para que vayan a al escuela.
El cementerio se metamorfosea y si los mayores han construido aquí sus casas y negocios, los niños lo
han convertido en zona de juego. Corretean sobre los nichos con mucha habilidad. Cada anochecer,
decenas de cometas confeccionadas por ellos mismos sobrevuelan el cielo del cementerio. En otras
ocasiones juegan un partido de baloncesto en la cancha construida entre nichos. Los niños también son
felices aquí.
El cementerio de Navotas posee la esencia de un barrio cualquiera. Han formado una asamblea llamada
Bagong Silang, compuesta por voluntarios que viven en él y en los bloques contiguos. Cada semana se
reúnen con el fin de recoger las incidencias y necesidades del barrio para poder comunicárselo al
ayuntamiento. Esta zona es delicada por temas de inseguridad, corrupción y tráfico de drogas. Para
afrontarlo, un grupo especial de voluntarios se encarga de poner orden en el lugar. Susana Valencia es una
de ellas. Cuando le toca el turno de vigilancia se pone su uniforme, una camiseta negra con letras blancas
que dice peacekeeper (pacificador) y vigila la zona. En el barrio la respetan. Susana emigró desde Samar
en 1973 y desde pequeña habitó con sus padres en el camposano. Más tarde, formó aquí su propia familia.
La mitad de la población mundial vive hoy en día en grandes ciudades y se estima que en el 2050 esta
cifra alcanzará el 70% de la población
Asegura ser feliz en Navotas. Vive en una casucha hecha de piezas de madera y un techo de plástico y
metal que afronta las fuertes lluvias. Su casa es una de las únicas que tiene plantas en la ventana. "Son
plantas medicinales que uso para curar los catarros y las eczemas de la piel". Su nieto Rovy, de dos años,
tiene esta afección en los brazos y en los pies. Es una dolencia que afecta a la mayoría de los niños, ya
que la falta de higiene es la causa principal. Dos ventiladores remueven el aire, dando una sensación de
frescor a la casa. El único mueble de la casa sirve para guardar el aparato de DVD, el micrófono y la gran
televisión. Si el baloncesto es el deporte nacional filipino, el karaoke está a punto de alcanzarlo. Su hija
Beverly aprovecha la luz de la ventana para arreglarse las uñas. Es presumida, y a sus 25 años ya tiene
dos bebes, Rovy y Altea, de 11 meses. Acaba de separarse y ha vuelto a la casa de su madre. El marido de
Susana es carpintero, trabaja en la ciudad de Manila de sol a sol para mantener a su familia.
Los funerales son funciones diarias. Grandes procesiones fúnebres, con bandas de música (cuando la
familia se lo puede permitir), acompañan al recién fallecido por las callejuelas de la necrópolis. Los niños
corretean y suben a los nichos para seguir de cerca la función sin molestar. Los mayores siguen con sus
tareas, cada cual tiene su rol y nadie molesta a nadie. Todos están acostumbrados a esta situación.
Papa: María, centro de la comunión de la
Iglesia en la tierra con la del Cielo
2014-11-01 Radio Vaticana
(RV).- «Celebrando a todos los Santos y conmemorando a todos los fieles difuntos, la Iglesia peregrina en
la tierra vive y expresa en la Liturgia el vínculo espiritual que la une a la Iglesia celeste», destacó el Papa
Francisco, introduciendo el rezo mariano del Ángelus, con la participación de numerosos peregrinos que
acudieron a la Plaza de San Pedro, también en esta Solemnidad para rezar con el Papa.
Y, poniendo de relieve que «en la gran asamblea de los Santos, Dios ha querido reservar el primer lugar a
la Madre de Jesús» y que «María está en el centro de la comunión de los santos, como singular custodia
del vínculo de la Iglesia universal con Cristo», el Obispo de Roma reiteró que «para el que quiere seguir a
Jesús por la senda del Evangelio, Ella es la guía segura, la Madre que acorre en seguida, siempre atenta, a
la cual confiar todo anhelo y dificultad».
«¡Recemos junto con la Reina de todos los Santos para que nos ayude a responder con generosidad y
fidelidad a Dios que nos llama a ser santos como Él es Santo!» – invitó el Sucesor de Pedro tras recordar
que «hoy alabamos a Dios por la multitud innumerable de los santos y de las santas de todos los tiempos:
hombres y mujeres comunes, simples, a veces últimos’ para el mundo, pero ‘primeros’ para Dios. Al
mismo tiempo recordamos a nuestros queridos difuntos visitando los cementerios: ¡es motivo de gran
consolación pensar que ellos están en compañía de la Virgen María, de los Apóstoles, de los mártires y de
todos los santos y santas del Paraíso!»
(CdM – RV)
Texto completo de las palabras del Papa antes del rezo del Ángelus: Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Los primeros dos días del mes de Noviembre constituyen para todos nosotros un momento intenso de fe,
de oración y de reflexión sobre las ‘cosas últimas’ de la vida. En efecto, celebrando a todos los Santos y
conmemorando a todos los fieles difuntos, la Iglesia peregrina en la tierra vive y expresa en la Liturgia el
vínculo espiritual que la une a la Iglesia del cielo. Hoy alabamos a Dios por la multitud innumerable de
los santos y de las santas de todos los tiempos: hombres y mujeres comunes, simples, a veces ‘últimos’
para el mundo, pero ‘primeros’ para Dios. Al mismo tiempo recordamos a nuestros queridos difuntos
visitando los cementerios: ¡es motivo de gran consolación pensar que ellos están en compañía de la
Virgen María de los Apóstoles, de los mártires y de todos los santos y santas del Paraíso!
La solemnidad de hoy nos ayuda así a considerar una verdad fundamental de la fe cristiana, que
nosotros profesamos en el ‘Credo’. ¿Qué significa esto: la comunión de los santos? Es la unión común
que nace de la fe y une a todos aquellos que pertenecen a Cristo, gracias al Bautismo. Se trata de una
unión espiritual - ¡todos estamos unidos! - que no se quiebra después de la muerte, sino prosigue en la
otra vida. En efecto, subsiste un lazo indestructible entre nosotros vivientes en este mundo y cuantos han
cruzado el umbral de la muerte. Nosotros aquí en la tierra, junto con los que han entrado en la eternidad,
formamos una sola gran familia. Se mantiene esta familiaridad.
Esta maravillosa comunión, esta maravillosa unión común entre tierra y cielo se actúa de forma más
elevada e intensa en la Liturgia y, sobre todo, en la celebración de la Eucaristía, que expresa y realiza la
unión más profunda entre los miembros de la Iglesia. En la Eucaristía, en efecto, nosotros encontramos a
Jesús vivo y su fuerza, y a través de Él entramos en comunión con nuestros hermanos en la fe: aquellos
que viven cono nosotros aquí en la tierra y aquellos que nos han precedido en la otra vida, la vida sin
fin. Esta realidad nos colma de alegría: es hermoso tener tantos hermanos en la fe que caminan a
nuestro lado, nos sostienen con su ayuda y junto con nosotros recorren el camino hacia el cielo. Y es
consolador saber que hay otros hermanos que ya han alcanzado el cielo, nos esperan y rezan por
nosotros, para que juntos podamos contemplar en la eternidad el rostro glorioso y misericordioso del
Padre.
En la gran asamblea de los Santos, Dios ha querido reservar el primer lugar a la Madre de Jesús. María
está en el centro de comunión de los santos, como singular custodia del vínculo de la Iglesia universal
con Cristo, del vínculo de la familia. Ella es la Madre, Ella es la Madre nuestra, nuestra Madre. Para el
que quiere seguir a Jesús por la senda del Evangelio, Ella es la guía segura, porque es la primera
discípula. Ella es la Madre que acorre en seguida, siempre atenta, a la cual confiar todo anhelo y
dificultad.
¡Recemos junto con la Reina de todos los Santos para que nos ayude a responder con generosidad y
fidelidad a Dios que nos llama a ser santos como Él es Santo!
(Traducción del italiano: Cecilia de Malak)
Papa: ¡el amor y no el apego a la ley abre
la puerta de la esperanza!
2014-10-31 Radio Vaticana
(RV).- «El camino del amor a la justicia, lleva a Dios». El Papa Francisco habló en su homilía de
la misa matutina, de este viernes, en la Casa Santa Marta, sobre los cristianos tan apegados a la
ley, que descuidan la justicia y los cristianos ligados al amor, que dan pleno cumplimiento a la ley.
Recordando que en el Evangelio del día, Jesús pregunta a los fariseos: «¿Está permitido curar en sábado o
no?», pero ellos no responden. Y que entonces Jesús toma de la mano al enfermo y lo cura, el Papa
señaló que los fariseos puestos ante la verdad, callaban, «pero luego chismeaban a sus espaldas...
buscaban la forma de que cayera». Jesús reprende a esa gente que «estaba tan apegada a la ley, que se
había olvidado de la justicia», e incluso negaba la ayuda a los padres ancianos con el pretexto de haberlo
dado todo como donativo para el Templo. Pero «¿quién es más importante? »- pregunta el Santo Padre -
«¿el cuarto mandamiento o el Templo?»:
«Este camino de vivir apegados a la ley, los alejaba del amor y de la justicia. Cuidaban la ley y
descuidaban la justicia. Cuidaban la ley y descuidaban el amor. Eran modelos, eran los modelos. Y Jesús
para esta gente encuentra sólo una palabra: hipócritas. Por un lado, das la vuelta al mundo en busca de
prosélitos: buscan. ¿Y después? Cierran la puerta. Hombres de cerrazón, tan apegados a la ley, la letra
de la ley, no a la ley, porque la ley es amor; sino a la letra de la ley, que siempre cerraban las puertas de
la esperanza, del amor y de la salvación... Hombres que sólo sabían cerrar».
«El camino para ser fieles a la ley, sin descuidar la justicia, sin descuidar el amor es el camino contrario»,
destacó el Papa Francisco, citando la Carta de San Pablo a los Filipenses: «es el camino contrario: del
amor a la integridad; del amor al discernimiento; del amor a la ley»:
«Éste es el camino que Jesús nos enseña, totalmente opuesto al de los doctores de la ley. Y este camino
del amor a la justicia, lleva a Dios. En cambio, el otro camino, el de estar pegados únicamente a la ley, a
la letra de la ley, lleva al cierre, al egoísmo. El camino que va desde el amor al conocimiento y al
discernimiento, al cumplimiento pleno, conduce a la santidad, a la salvación, al encuentro con Jesús.
Mientras que, el otro camino lleva al egoísmo, a la soberbia de sentirse justos, a aquella santidad entre
comillas, de las apariencias ¿no? Jesús le dice a esta gente: ‘Pero, les gusta hacerse ver como hombres
de oración, de ayuno...: para mostrarse, ¿no? Y es por eso que Jesús dice a la gente: hagan lo que dicen,
pero no lo que hacen».
Éstos «son los dos caminos y hay pequeños gestos de Jesús que nos hacen comprender el camino desde el
amor al conocimiento y al discernimiento». Jesús nos toma de la mano y nos sana:
«Jesús se acerca: la cercanía es la prueba de que vamos por el camino verdadero. Porque es
precisamente el camino que Dios ha elegido para salvarnos: la cercanía. Él se acercó a nosotros, se hizo
hombre. La carne: la carne de Dios es el signo; la carne de Dios es el signo de la verdadera justicia.
Dios que se hizo hombre como uno de nosotros, y nosotros que tenemos que hacernos como los otros,
como los necesitados, como aquellos que necesitan nuestra ayuda».
«La carne de Jesús» - reiteró el Papa - «es el puente que nos acerca a Dios ... no la letra de la ley: ¡no! En
la carne de Cristo, la ley tiene su cumplimiento pleno» y «es una carne que es capaz de sufrir, que ha dado
su vida por nosotros». «Que estos ejemplos, este ejemplo de cercanía de Jesús, del amor, de la plenitud de
la ley – concluyó el Papa Francisco – nos ayuden a no caer nunca en la hipocresía: nunca. Es tan feo ser
un cristiano hipócrita. Tan feo. ¡Que Dios nos salve de esto!» (CdM – RV)
El Papa a la Fraternidad Católica de las
Comunidades y Asociaciones
Carismáticas de Alianza: ''Buscad la
unidad sin temer la diversidad''
Ciudad del Vaticano, 31 octubre 2014(VIS).-''Buscad la unidad que es obra del Espíritu Santo y no temáis la diversidad'', ha dicho el Papa saludando esta mañana en el Aula Pablo VI a un millar de miembros de la Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowship (Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza) que celebra en estos días su congreso dedicado al tema ''Alabanza y adoración para una nueva evangelización''.
''La unidad no es uniformidad, no es hacer todo juntos obligatoriamente... ni tampoco perder la identidad -dijo Francisco- Unidad en la diversidad es precisamente lo contrario; es reconocer y aceptar con alegría los diferentes dones que el Espíritu Santo da a cada uno y ponerlos al servicio de todos en la Iglesia. Es saber escuchar, aceptar las diferencias, tener la libertad de pensar de forma diversa y manifestarlo. Con todo el respeto por el otro, que es mi hermano. ¡No tengáis miedo de las diferencias!''.
Refiriéndose al folleto en que figuran los nombres de las comunidades de la Fraternidad y que se abre con la frase: ''Compartir con todos en la Iglesia el Bautismo en el Espíritu Santo'', el Papa recalcó que la Iglesia y todos los cristianos necesitan abrir su corazón a la acción santificadora del Espíritu que se revela en Cristo y nos lleva al encuentro personal con él. ''¿Vivís esta experiencia? -preguntó- ¡Compartidla! Y para compartirla hay que vivirla y ser testigos de ella''.
''La alabanza es la inspiración que nos da la vida, porque es la intimidad con Dios que cada día crece con la alabanza'', prosiguió Francisco explicando el ''funcionamiento'' de la vida espiritual
con el ejemplo de la respiración humana. ''La respiración -afirmó- tiene dos fases: inhalar, o sea meter el aire dentro y exhalar, esto es, dejarlo salir. La vida espiritual se alimenta, se nutre con la oración, y se manifiesta en la misión: inhalación,la oración, y exhalación. Cuando respiramos, en la oración, recibimos el aire fresco del Espíritu y al exhalarlo proclamamos a Jesucristo suscitado por el mismo Espíritu. Nadie puede vivir sin respirar. Lo mismo sucede con el cristiano: sin alabanza y sin la misión no vive como un cristiano''. Y con la alabanza, la adoración... Se habla poco de adorar...¿Que hacemos al rezar? Pedimos cosas a Dios, damos gracias... Pero la adoración, adorar a Dios... Esto forma parte de la respiración: la alabanza y la adoración''.
El Papa subrayó después que fue Renovación Carismática quien recordó a la Iglesia la necesidad y la importancia de la oración en la alabanza que es ''el reconocimiento de la soberanía de Dios sobre nosotros y sobre toda la creación expresado en la danza, la música y el canto.. La oración de alabanza nos hace fecundos. Sara se puso a bailar cuando supo que era fecunda ¡a los noventa años! La fecundidad alaba al Señor... Y junto con la oración de alabanza, la de intercesión que hoy es un grito al Padre por nuestros hermanos cristianos perseguidos y asesinados, y por la paz en nuestro mundo, trastornado''.
''La Renovación Carismática es, por su naturaleza ecuménica'', señaló citando a continuación las palabras del beato Pablo VI: ''La fuerza de la evangelización quedará muy debilitada si los que anuncian el Evangelio están divididos entre sí por todo tipo de rupturas... El Testamento espiritual del Señor nos dice que la unidad entre sus seguidores no es sólo una prueba de que somos suyos, sino también de que él es el enviado del Padre, criterio de la credibilidad de los cristianos y del mismo Cristo. Sí, la suerte de la evangelización está ciertamente vinculada al testimonio de unidad dado por la Iglesia''.
Por lo tanto el ecumenismo espiritual, es ''orar juntos y proclamar juntos que Jesús es el Señor e intervenir juntos para ayudar a los pobres, en todas sus pobrezas. Hay que hacer esto y no olvidar que hoy en día la sangre de Jesús, derramada por muchos de sus mártires cristianos en diversas partes del mundo, nos desafía y nos empuja a la unidad. Para los perseguidores, no estamos divididos; no somos luteranos, ortodoxos, evangélicos, católicos. ¡No! Somos uno. Para los perseguidores somos cristianos. No interesa nada más. ¡Este es el ecumenismo de la sangre que vivimos hoy!''.
Youcat, tu libro de oración
Youcat. Tu libro de oración Georg von Lengerke y Dörte Schrömges (eds.)
Ediciones Encuentro
9,99 euros
La tercera entrega de la serie YouCat nos ofrece un compendio de oraciones sacadas de la Sagrada
Escritura y de grandes orantes de ayer y de hoy.
El libro se divide en dos partes: la primera propone una guía para orar por la mañana y a última hora del
día durante dos semanas. Los días de la primera semana están agrupados por temas relativos a nuestra
vida con Dios y los de la segunda semana conciernen a la vida de Dios con nosotros. La segunda parte
comprende oraciones agrupadas por temas para hacer uso de ellas según nuestras necesidades.
Con el inconfundible estilo del YouCat, el libro está lleno de citas, pasajes de la Biblia y atractivas
ilustraciones e imágenes que lo hacen muy dinámico e interesante para los más jóvenes.
Cuando todos se van, ellos se quedan
Misioneros en zonas de conflicto
Noelia García Ayuela, Pablo F. Gutiérrez Carreras
Colección: ENSAYO
Materia: BIOGRAFÍAS
184 páginas
150x229.
ISBN: 978-84-9055-051-9
14.00 €
Son vidas de película. Salen de su país, recorren miles de kilómetros; ejercen de
profesores, administradores, médicos, psicólogos, relaciones públicas, transportistas,
promotores inmobiliarios, defensores de los trabajadores, padres adoptivos, mediadores
en conflictos... Remunerar su labor sería imposible, pues no tienen precio.
Pero las guerras, que no hacen distinción, muchas veces les atrapan a ellos también.
Cuando se plantea la disyuntiva de quedarse o volver a casa, ellos se quedan, pase lo
que pase...
Lo que me quede de vida
El País | Manuel Cruz
El moribundo al que, en su lecho de muerte, le comunicaran la noticia de que le ha tocado el premio
gordo de la Lotería Primitiva, probablemente sonreiría melancólico. Casi en el otro extremo del arco de la
vida, los adolescentes suelen sentirse invadidos por una intensa alegría cuando reciben el más
insignificante de los halagos. En medio, las diferentes edades componen una variada paleta de colores en
cada uno de los cuales encontramos una diferente tonalidad (esto es, una manera propia de reaccionar ante
cuanto de bueno nos va ocurriendo) de lo que acaso podría denominarse un color universal. Con todo,
valdrá la pena no perder de vista los dos primeros ejemplos. Porque en su exageración —y en su
contraste— ilustran sobre la eficaz presencia en todos nosotros de un mecanismo, de un dispositivo
estructural, con el que administramos nuestras expectativas, deseos y horizontes de futuro en general.
EDUARDO ESTRADA
Se equivocarían por completo, a mi juicio, quienes redujeran todas las diferencias a una dimensión
meramente cuantitativa, como si los cambios que, con la edad, se van produciendo en las referidas
actitudes de los individuos tan solo estuvieran en función del volumen de tiempo vital disponible por
parte de cada uno. No quiero rebajar, quede claro, la importancia de ese dato. Pero la misma es más
subjetiva que objetiva: desde un punto de vista material es obvio que todos estamos en tiempo de
descuento desde el instante mismo en que nacemos. Intento explicar, pues, de lo que creo que se trata.
Llega un momento, de variable ubicación según las circunstancias de cada cual, en el que las personas
tienden a dejar de hablar de su vida o de la vida en general como una totalidad, como un ámbito abierto,
indefinido —cosa que hacían de manera paradigmática cuando, pongamos por caso, se referían a la vida
que tengo por delante— para pasar a utilizar una expresión de apariencia sólo un poco diferente, pero de
contenido sustancialmente distinto: lo que me quede de vida. El detonante del cambio puede ser de
diversa naturaleza: un severo quebranto de salud, el traspaso de una fecha simbólica, el abandono del
mundo laboral, la pérdida de un ser querido… En todo caso, lo importante no son tanto esas realidades en
sí mismas (todo el mundo se jubila, a mucha gente le toca celebrar un cumpleaños con una cifra cargada
socialmente de fuertes connotaciones negativas, constituyen legión aquellos a los que el cuerpo ha dado
un serio aviso, no hay forma humana de evitar los duelos simbólicos o reales por las personas a las que
perdemos para siempre de una u otra manera, etcétera) como la interpretación que de ellas hacemos y, en
consecuencia, la forma en que nos sentimos movidos a reaccionar.
El historiador francés François Hartog ha propuesto, para referirse al ámbito general de la historia, una
categoría, la de régimen de historicidad, que tal vez podría resultarnos de utilidad para lo que estamos
intentando plantear aquí. Un régimen de historicidad es el modo particular en que se articulan las tres
categorías temporales: pasado-presente-futuro. Es la manera de construir el tiempo que tiene cada
sociedad según sea la preponderancia de una de estas categorías por encima de las otras (sería esto lo que
organizaría la experiencia del tiempo). Pues bien, no resultaría demasiado aventurado afirmar, con todas
las puntualizaciones y matices que hagan falta, que lo que vale para una sociedad vale también para los
individuos, y que en la conciencia de estos resuena, de manera inevitable, la forma en la que la época que
les ha tocado vivir tematiza la temporalidad.
A este respecto, lo característico del régimen de historicidad de las sociedades contemporáneas es su
presentismo. El dominio del presente sobre el resto de categorías temporales es tan poderoso que a este
presentismo actual Hartog ha resuelto denominarlo “caníbal”. En efecto, el presente ha terminado por
devorarlo todo. El pasado es visto como un país exótico, de esos a los que, si se mantuviera la costumbre
(no estoy al tanto), irían de viaje de novios los recién casados para asombrarse ante sus rarezas y
curiosidades, pero al que en ningún caso visitarían como una realidad con la que identificarse ni, menos
aún, de la que aprender. ¿Y qué decir del futuro, del que, desde que la cultura punkie lo diera por muerto
(no future) no ha hecho sino acrecentar su condición de tiempo de amenazas, cuando no directamente de
catástrofes, y del que, por tanto, conviene mantenerse alejado o, de ser posible, retardar al máximo su
llegada?
Los efectos de la resonancia de este esquema sobre la conciencia de los individuos resultan devastadores,
como tenemos sobrada ocasión de comprobar a diario. Pero tanto las evocaciones más gratas o
reconfortantes como los más positivos anuncios o promesas adquieren, ineludiblemente, su
correspondiente carácter sobre el trasfondo de una visión de lo pasado y de lo venidero que los activa y
carga de sentido. A fin de cuentas, ¿cómo entender la satisfacción de quien cree haber llevado a cabo lo
correcto sino como la adecuación de esto al plan de vida que al propio sujeto le parece deseable? Y,
cuando miramos hacia adelante, ¿qué es lo que provoca que nos colme de ilusión una determinada buena
noticia sino el hecho de que la consideramos como síntoma, indicio o indicador de un futuro mejor, tal
vez repleto de éxitos de todo tipo o incluso rebosante de felicidad (por ahí va la reacción adolescente a la
que se aludía en el arranque del artículo)?
De ahí que, entre otras razones, el amor haya acabado siendo tan disfuncional en esta época. Porque,
siguiendo con la simetría temporal, por una parte, el amor impugna la obsolescencia del pasado que
intenta imponer por decreto el presentismo (una de las primeras tareas a las que, casi sistemáticamente, se
aplican los enamorados es a la de elaborar el relato de cuándo se conocieron, esforzándose por no
considerar ese momento como una contingencia sin valor, sino como lo más parecido a un designio,
cuando no a un destino). Pero, por otra, el amor se proyecta hacia el futuro con una fuerza, con una
energía, desmesuradas, casi inhumanas (de hecho, la vocación de eternidad, la incapacidad del enamorado
de ni tan siquiera imaginar el final de su amor, así como el consiguiente te querré siempre, resultan
consustanciales a la experiencia amorosa). En ese sentido, bien podría afirmarse —no sin cierta audacia
categorial, hay que admitirlo— que en último término el amor constituye un específico régimen de
historicidad individual, una particular manera, alternativa al antes mencionado canibalismo del presente,
de organizar los tiempos del alma humana.
Frente a esto, la abrasiva esterilidad del presentismo se hace patente en múltiples momentos. Así, por
poner un ejemplo, el sexo será mero alivio —apresurado desahogo— o privilegiada oportunidad de tocar
el cielo con las manos en función del marco global de sentido (o sinsentido) en el que se le inscriba (a fin
de cuentas, ¿no era de esto de lo que trataba la tan denostada —acaso en exceso— Nymphomaniac, de
Lars von Trier?). Pero tal vez cuando dicha esterilidad se hace, si cabe, más evidente es cuando se
proyecta sobre el pasado. Recuerdo, con una sensación en el linde con la vergüenza ajena, la atrevida
insolencia, la temeraria pretenciosidad con la que aquel joven filósofo comentaba hace algún tiempo el
consuelo que algunas personas encuentran en la evocación de la felicidad pretérita. Refiriéndose a la
balsámica frase “que me quiten lo bailao” escribía, muy suelto, el pensador en ciernes: “Infelices. Nada
se le puede quitar al que nada tiene”. Infeliz quien fue capaz de escribir algo así, pienso yo ahora. El
presentismo que, probablemente sin saberlo, el tal filósofo representaba se empeñaba en negar una
evidencia, la de que nada consigue derrotar a la alegría por la vida vivida.
Por eso, por cierto, el que ha amado profunda e intensamente deja un rastro, imborrable, de amor tras de
sí. Y esa alegría por lo sentido puede con todo (incluso con la muerte, ante la que no agacha la cabeza).
Esto es lo que significa, en definitiva, que el amor posee una inmensa capacidad de revelación: que, frente
a la triste inanidad y la perplejidad sin remedio de aquel que se consume en la infatigable fugacidad de su
presente, el amor derrama luz y verdad sobre el entero tiempo de quien lo vive (e incluso un poco más
allá).
Manuel Cruz es catedrático de Filosofía Contemporánea en la Universidad de Barcelona.
Rubens se muda al centro de Madrid
Un nuevo museo albergará joyas de maestros
flamencos y holandeses
Cuenta con importantes préstamos del Prado y del
Museo de Bellas Artes de Amberes
FOTOGALERÍA Joyas de la pintura flamenca y holandesa
Borja Hermoso Madrid 1 NOV 2014 - 00:00 CET21
Preparativos en el Museo Carlos de Amberes Madrid de Maestros Flamencos y Holandeses, ante 'El
martirio de San Andrés', de Rubens. / KIKE PARA
Nadie podrá negar que, en tiempos así, el nacimiento de un nuevo museo reviste caracteres de epopeya y
merece titulares a cinco columnas. En tiempos como estos de duda metódica —y no precisamente referida
a Descartes y su búsqueda de la verdad absoluta, sino al muy humano reflejo de “por si acaso no me
muevo, que si no, no salgo en la foto”— la inminente apertura del Museo Carlos de Amberes Madrid de
Maestros Flamencos y Holandeses se parece bastante a un rayo de esperanza para aquellos que aún creen
que no está todo perdido. Para quienes insisten en que no sólo eso de los saberes útiles sirve para afrontar
la sucesión de los días.
Habría que ir más allá, habría que preguntarse si, de verdad, la contemplación de algo como El martirio
de San Andrés de Rubens, principio y fin de este pequeño pero conmovedor recorrido por el arte de los
siglos XVI y XVII, es o no es un saber “útil”. Y cabe responder que sí, si se tiene en cuenta la cantidad de
claves que, no sólo referidas al arte sino también a la religión, la traición, la violencia, el odio y el
sacrificio, incrusta en quien la mira esta monumental obra de Rubens.
La Fundación Carlos de Amberes, nacida hace 420 años, acoge la institución. El rey Felipe VI inaugurará
la pinacoteca el miércoles
El mismo argumentario cabe aplicar a las escenas campesinas y a los paisajes de David Teniers el Joven,
al deslumbrante Retrato de familia de Cornelis de Vos —un fogonazo de eficacia y belleza para plasmar
de golpe el célebre y discreto encanto de la burguesía—, a El sueño de Venus de Jacob Jordaens, a La
educación de la Virgen del propio Rubens o a las santas Inés y Dorotea de la pintora del XVII Michaelina
Wautier, “una de las joyas desconocidas del museo”, en palabras de su director, Fernando Checa,
exdirector del Prado y especialista en pintura barroca del XVII.
Los responsables de la Fundación Carlos de Amberes (en el 99 de la madrileña calle de Claudio Coello),
que alberga el nuevo museo y que es propietaria del mencionado El martirio de San Andrés, han logrado
reunir una colección de 40 obras en la que también figuran artistas como Van Dyck, Van Orley, Van
Alsloot o Brueghel el Viejo. Veinte de ellas proceden del Real Museo de Bellas Artes de Amberes
(KMSKA), en Bélgica, y diez del Museo del Prado, entre ellas los retratos de la Infanta Isabel Clara
Eugenia y del Archiduque Alberto, ambos de Rubens. También la Biblioteca Nacional, Patrimonio
Nacional y la Fundación Custodia de París aportan obras. Al conjunto se suman 11 grabados de
Rembrandt sobre el tema del desnudo (expuestos de forma temporal hasta el mes de febrero) y el tapiz
Los funerales del rey Turno, tejido en Flandes en el siglo XVI y prestado por Patrimonio Nacional, que
ayer mismo entraba en el nuevo museo —escoltado por la Guardia Civil— para su instalación.
Una sala del nuevo museo. / KIKE PARA
En el caso del Real Museo de Bellas Artes de Amberes, la cesión de obras ha sido posible, en gran
medida, por los actuales trabajos de remodelación, que tendrán el centro cerrado al público hasta 2017. El
museo flamenco acaba de cambiar de director, con lo que los gestores de la Fundación Carlos de
Amberes, que ya tenían el “sí” de la anterior dirección, siguen negociando para obtener de facto la cesión
de obras hasta dentro de, por lo menos, un año. La idea, en adelante, es renovar los fondos incorporando
nuevos préstamos de otros museos. “Un museo vivo, un museo que cambia”, zanja Fernando Checa.
Todas las pinturas han sido prestadas por un año renovable. Y la palabra “prestadas” no es un capricho en
el texto del contrato entre estas instituciones y el nuevo museo: ya se vio, en el reciente affaire entre El
Prado y Patrimonio Nacional a cuenta de las obras de El Bosco y Van der Weyden que Patrimonio quería
recuperar, el monumental jaleo que puede llegar a organizar un término como “depósito” en vez de
“préstamo”.
Las salas muestran 40 obras de artistas como Van Dyck, Van Asloot o Jordaens
Resulta insólito pasear por el corazón del barrio de Salamanca y, al poco de empujar la puerta de una
antigua iglesia, apenas recorridos unos metros, toparse con semejante puñado de obras maestras, reunidas
en un conjunto que será inaugurado el próximo miércoles por Felipe VI. El rey acudirá no sólo en su
calidad de tal, sino también como patrono de honor de la Fundación Carlos de Amberes, institución
nacida hace 420 años, cuando el propio Carlos de Amberes cedió sus posesiones en Madrid para un
hospital que atendiera a los viajeros procedentes de las antiguas Diecisiete Provincias de los Países Bajos
que llegaban a la capital del imperio.
“Este museo es una auténtica joya en el centro de Madrid, y digo museo, porque es un museo, no es una
exposición temporal”, explica entusiasmado Fernando Checa, mientras da las últimas instrucciones a los
operarios que tienen entre manos a Jordaens, a Van Dyck, a Teniers…
Montaje de las obras del museo que acoge la Fundación Carlos de Amberes. / KIKE PARA
“La idea del museo surgió hace cosa de dos años, cuando nos pusimos en contacto con Miguel Zugaza y
con el director del Museo de Amberes, que dieron toda clase de facilidades; se trataba de hacer un
discurso acerca del tipo de pintura que hicieron los artistas flamencos y holandeses del XVII: el retrato, la
pintura mitológica, la religiosa, y la pintura de género como el bodegón o el paisaje”, argumenta Checa,
quien reconoce que no ha sido sencillo escenificar un discurso museográfico para obras de tal calibre en
un espacio limitado como son los locales de la Fundación.
Sus responsables han acometido importantes trabajos de remodelación en lo referente al estancamiento de
salas, cristalería, seguridad, sistemas antihumedad, etcétera. “Queríamos romper el modelo que impera en
Madrid de tantas exposiciones temporales, que no nos parece mal en absoluto, pero queríamos dar una
idea de estabilidad”, comenta Catherine Geens, directora de la Fundación, que aspira a recibir 100.000
visitantes al año y que ya tiene en mente las líneas maestras de lo que, a partir de este museo, quiere ser
un gran centro cultural de la cultura de los Países Bajos en Madrid.
El universo matemático: la ciencia física
hoy
Escrito por Jordi Cosp y Joaquín Sánchez
Como dijo Galileo, "el universo está escrito en clave matemática". Los físicos siguen buscando las
ecuaciones y modelos matemáticos que se ajusten al comportamiento de la Naturaleza, es decir, los
modelos de las leyes que rigen el universo conocido.
Relatividad
A finales del siglo XIX, la física parecía encontrarse en un callejón sin salida. La mecánica clásica,
establecida por Galileo y Newton desde el siglo XVII y mejorada a lo largo de doscientos años, se
encontraba enfrentada a la nueva teoría de los campos electromagnéticos, impulsada gracias a los trabajos
de Faraday y del físico escocés James Clerk Maxwell.
El dilema no se aclaró hasta el año 1905, en el que el brillante y entonces joven científico suizo-alemán
Albert Einstein propuso un nuevo marco teórico que rompía los esquemas establecidos desde tiempos
inmemoriales. Trabajando como modesto empleado de una oficina de patentes, en sus ratos libres (y
seguramente en sus horas de trabajo aprovechando los descuidos de sus superiores) creó los cimientos de
la teoría de la relatividad, que once años después ampliaría y por la que recibiría el reconocimiento
mundial.
Fundamentalmente, la teoría de la relatividad rompe con los prejuicios preestablecidos por el "sentido
común" basado en nuestra percepción: que el espacio y el tiempo son dos entidades independientes e
invariables. Para ello, establece unos conceptos matemáticos que definen el espacio y el tiempo como
cuatro dimensiones de un mismo continuo Espacio-Tiempo, que están profundamente interrelacionadas.
De esta manera, cuando nos movemos, tanto el tiempo como el espacio se modifican permitiendo que otra
magnitud, la velocidad de la luz en el vacío, se mantenga constante. La razón por la que la física no lo
había descubierto hasta entonces es que estos fenómenos solamente se producen a altísimas velocidades, a
cientos de miles de veces la velocidad del sonido.
De esta manera, apareció una nueva teoría capaz de explicar los fenómenos físicos de las altas
velocidades y las grandes masas; fue la física de lo gigante, unos modelos matemáticos que podían
explicar el movimiento de las estrellas y los nidos de las galaxias, de la luz que se curva al pasar cerca del
Sol y por qué esta no puede escapar de un agujero negro, el movimiento a enormes velocidades de las
partículas subatómicas y la variación del tiempo percibido por dos gemelos viajando en sendas naves
espaciales por el espacio. Paradójicamente esta teoría que trató de unir, en un marco teórico, los
fenómenos físicos conocidos estableciendo unas leyes absolutas, una idea absoluta, fue conocida como
relatividad por haber roto el absolutismo de la materia y el espacio y haberlos convertido en relativos. Tal
era el materialismo de la época. Desgraciadamente, ello causó enormes malentendidos entre los
desconocedores de la física, que se apuntaron al carro de la afirmación absoluta y tan gratuita como falsa
de que "todo es relativo".
La mecánica cuántica
Las aguas del entonces nuevo siglo XX trajeron nuevos cambios en el terreno de la física. Este nuevo
marco teórico fue la teoría cuántica, desarrollado en gran medida por el propio Einstein, pero también por
otros grandes genios como Planck, Bohr, Schrodinger, Heisenberg, Pauli, Fermi y tantos otros.
A diferencia de la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica se fija en el otro extremo de la percepción
humana, el mundo de lo diminuto, el mundo subatómico. La mecánica cuántica también representó un
cambio completo en nuestra percepción del mundo que nos rodea.
Para esta nueva teoría, la realidad física, el mundo sensible, lo único considerado real para el hombre del
siglo XIX, dejaba de tener una realidad objetiva y pasaba a convertirse en funciones matemáticas que
expresan una probabilidad de que nuestros sentidos perciban sensaciones. Se recuperaba, con un nuevo
lenguaje mucho más matemático, el viejo concepto hindú de Maya, de un mundo ilusorio que impregna
nuestros sentidos dándonos sensación de realidad, pero una realidad aleatoria y cambiante en función del
espectador. Pero este mundo ilusorio es tan solo el reflejo de otro mundo ideal que está más allá de
nuestra percepción sensible, solamente accesible a través del intelecto, que en el siglo XX tiene forma de
ecuación matemática.
Mientras los objetos son grandes, estos se comportan según nos dice el "sentido común" fruto de la
experiencia, pero a medida que se van haciendo pequeños, dejan de tener la existencia física que
conocemos y el mundo objetivo se va haciendo cada vez más sutil, más variable, y se hace imposible
determinar propiedades tan "simples" y "evidentes" en nuestro universo cotidiano como es su posición y
la velocidad con que se mueven las partículas.
Como por arte de magia, cuando observamos una simple partícula y tratamos de apresarla y retenerla en
un volumen cada vez más pequeño, este diminuto objeto empieza a agitarse con más y más rapidez y, por
lo tanto, cuanto más la confinamos más se agita y más difícil se hace ver cómo se mueve en este reducido
espacio.
Incongruencias
El siglo XX marcó, pues, un cambio importante en la percepción del mundo físico que nos rodea. Este
pasó de ser una realidad objetiva e invariable a un reflejo de unas pocas leyes matemáticas, lo que Platón
hubiese llamado Ideas o Arquetipos, que, al plasmarse, nos muestran la multiplicidad de la Naturaleza.
Pero este nuevo marco no es tampoco perfecto. Son dos teorías, dos modelos para explicar la misma
compleja realidad. Mientras uno explica lo muy pesado y muy rápido, el otro explica lo diminuto. El
problema aparece donde se unen los dos mundos en aquellos fenómenos que se dan en espacios muy
pequeños pero se mueven a velocidades altísimas o son enormemente pesados a pesar de su reducido
tamaño. En este momento deberíamos combinar las leyes de ambas teorías, pero cuando hacemos esto, el
resultado es catastrófico y las soluciones que obtenemos no tienen ningún sentido, como si después de
mucho investigar los resultados dijeran que el caballo blanco de Santiago es de color negro con topos
rosas.
Un ejemplo de ello es lo que se conoce como espuma cuántica. Un extraño fenómeno que se produce
cuando analizamos el mundo físico a escalas muy inferiores a las de las partículas subatómicas conocidas
y que, por lo tanto, no podemos “ver” directamente sino que debemos imaginar el experimento usando
solamente nuestra mente. Este experimento consiste en suponer qué ocurre con las partículas (e incluso el
espacio “vacío”) a escalas muy pequeñas.
Según la mecánica cuántica, las partículas subatómicas no tienen volumen, son entidades puntuales, sin
tamaño físico. Son puntos del espacio que tienen ciertas propiedades físicas que marcan un espacio a su
alrededor con unos campos de fuerza que, a medida que nos acercamos al punto, son más difíciles de
atravesar. Sería como un pequeño sistema solar en el que su radio de acción se extiende a una distancia
enorme, comparativamente, al sol que está en el centro, aunque toda la materia esté concentrada en el
punto central. Su masa se concentra en un espacio infinitesimal y, por lo tanto, aunque tenga una masa
muy pequeña, el punto tiene una densidad infinita.
El problema viene cuando entra en juego la teoría de la relatividad, ya que necesitamos recurrir a ella para
ver cómo se comporta un objeto extremadamente denso. Esta teoría nos dice que el espacio se curva
alrededor de esta enorme masa hasta crearse un pequeño agujero negro, una singularidad en el espacio-
tiempo. Así, el espacio se convierte en una especie de queso gruyer tan agujereado y caótico que en él no
puede existir ya ley alguna. En este momento, la física deja de tener sentido y, por lo tanto, se hace
evidente que hemos cometido algún error al aplicar los modelos matemáticos que creemos que pueden
explicar el mundo. Las partículas subatómicas no pueden ser puntuales, deberían tener alguna forma,
algún tamaño para evitar tal incongruencia.
Algo parecido ocurre con los agujeros negros o el big bang. La teoría de la relatividad nos dice que son
puntos infinitesimales donde se concentran enormes masas; pero si son tan pequeños, cuando aplicamos
las leyes de la mecánica cuántica su comportamiento debería ser diferente del esperado al que nos predice
la teoría de Einstein.
Otro elemento oscuro de la física moderna es la enorme cantidad de partículas y fuerzas que observamos,
o al menos observan los físicos, ya que nosotros debemos creer a pies juntillas sus afirmaciones, puesto
que no es fácil repetir sus experimentos y sus cálculos. Electrones, quarks, gluones, fotones, muones,
antipartículas, etc., pueblan un universo formado por una multiplicidad de diferentes partículas
fundamentales. A medida que ha ido avanzando la física, nuevas partículas se van descubriendo para un
mismo universo que se supone hijo de unas simples leyes matemáticas. ¿Por qué son necesarias cuatro
fuerzas diferentes? ¿No serán ellas expresiones de una sola? ¿Por qué vemos tantas partículas
fundamentales? Si fueran realmente fundamentales, ¿no debería ser un solo tipo que se nos aparece de
múltiples maneras? ¿Por qué existen unas constantes fundamentales de la física, unos números mágicos
que debemos incluir en las ecuaciones de manera que estas se parezcan al mundo que vemos? ¿No será
que aún no hemos llegado a raíz de la física y no tenemos las ecuaciones fundamentales y, por lo tanto,
debemos ajustar nuestra ecuaciones para que se parezcan a lo que vemos?
Algunas de estas preguntas, como la multiplicidad de fuerzas, han sido parcialmente explicadas por la
física. Nuevos avances como la cromodinámica cuántica han permitido unificar algunos de los fenómenos
que se muestran diferentes bajo la mecánica cuántica y la relatividad, aunque ha fallado en lo que se ha
convertido en la prueba más difícil, que es encontrar una ley única que refleje el comportamiento de la
gravedad, o sea, de las grandes masas, y el electromagnetismo, perceptible en objetos mucho más
pequeños.
Pero quizá la teoría más innovadora y prometedora a principios de este nuevo siglo XXI es lo que se
conoce como la teoría de cuerdas, una teoría que nació en los años 80 del siglo pasado pero que no fue
hasta una década después y con varios cambios en su forma cuando esta ha sido aceptada por la mayoría
de los físicos teóricos. Esta teoría rompe con algunos “dogmas” científicos preestablecidos, al igual que
hicieron en su tiempo la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica.
La teoría de cuerdas
La complejidad de la teoría de cuerdas está fuera del alcance de este trabajo. Para comprenderla en
profundidad serían necesarios varios cursos de matemáticas y de física teórica. Pero ello no quiere decir
que la idea fundamental de esta teoría no pueda entenderse en un breve escrito. Los detalles sí que se nos
van a escapar y tampoco se puede entrar en los cálculos matemáticos. Se trata tan solo de mostrar una
pincelada superficial a modo de introducción de lo que es esta teoría que está revolucionando la física
teórica.
La idea fundamental de esta teoría se basa en que lo que hoy conocemos como partículas subatómicas
(quarks, electrones, neutrinos, etc.) así como sus correspondientes antipartículas y también las partículas
portadoras de fuerzas (fotón, gluón, el enigmático y esquivo gravitón, etc.) no son nada más que pequeñas
cuerdecitas que, a modo de una cuerda de un violín, están vibrando de diferente manera. No se trata de
diferentes tipos de cuerdas y de que a cada tipo de partícula le corresponda una partícula diferente. Las
cuerdas son todas iguales, todas tienen la misma esencia, son lo mismo. La única diferencia estaría en su
modo de vibración. Del mismo modo que una cuerda de un violín puede sonar de diferente manera según
sea la longitud marcada por el dedo del músico, las cuerdas pueden “sonar” de diferente manera y
mostrarse como diferentes partículas sin variar su esencia.
El problema fundamental de esta teoría es que no podemos verificarla de forma experimental ni de
manera directa. Si se demuestra válida, será, quizá, el mayor triunfo del intelecto humano aplicado a la
física. Tecnológicamente existe un obstáculo insalvable hoy en día (y probablemente durante muchas
décadas todavía). No existe máquina capaz de ver algo tan pequeño como suponemos que es una cuerda.
Imaginemos un gigante de varios cientos de metros de altura. Este gigante seguramente sería capaz de
poder oír un violín, podría oír la música y decir de dónde procede, pero sus enormes ojos serían incapaces
de distinguir el violín, y menos aún sus cuerdas. Para él, el violín sería tan solo un punto en el espacio, no
tendría dimensiones, aunque sus efectos, su música, podría alcanzar distancias apreciables para el gigante.
Lo mismo nos ocurre con la teoría de cuerdas. Podemos “oír” su música. Con nuestros modernos
aceleradores de partículas (los “microscopios” de los físicos de partículas), podemos hacer chocar
partículas subatómicas a enormes velocidades y ver su composición más íntima. Pero ni el mayor
acelerador de partículas sería capaz de generar suficiente energía como para que los físicos pudieran “ver”
las cuerdas.
Este nuevo modelo del mundo, tal vez sea más matemático que todos los modelos de la física anteriores.
Aristóteles fue el primer científico conocido que nos dio el modelo físico más parecido a nuestra forma de
ver el mundo basándose en nuestros sentidos más inmediatos y en el sentido común. Galileo y Newton
nos dieron el primer modelo del mundo basándose en las matemáticas, y describieron la Naturaleza de
forma cualitativa. Einstein rompió los conceptos estáticos de espacio y tiempo y los unió formando un
“espacio” de cuatro dimensiones, con el que consiguió unificar bajo una sola ley el movimiento de los
cuerpos grandes y los cuerpos veloces. Planck, Heisenberg, Bohr y muchos más nos mostraron que el
mundo de lo diminuto era algo totalmente distinto al mundo que percibimos con nuestros ojos y que los
conceptos físicos que adquirimos por sentido común son prejuicios que debemos salvar para entender el
mundo subatómico.
La teoría de cuerdas va más allá. Nos dice que el mundo que nos rodea no tiene tres, ni cuatro (delante-
detrás, derecha-izquierda, arriba-abajo y antes-después) sino hasta once dimensiones incomprensibles
para el no-matemático, ya que esto es algo que no experimentamos cotidianamente. Y es dentro de estas
once dimensiones donde vibran las diminutas cuerdas. Unas cuerdas de dimensiones incomprensibles y
de tamaño indetectable. Pero las matemáticas nos permiten comprender este distante y a la vez cercano
mundo.
La teoría de cuerdas nos muestra un mundo físico como una enorme sinfonía cósmica. Esta se compone,
en sus elementos más pequeños, de cuerdas, como trazos de lápiz sobre un papel en blanco. Estas cuerdas
vibran, cada una generando una nota y, según sea esta nota, se nos mostrará un tipo u otro de partícula
subatómica o fuerza elemental, igual que la diferente manera de hacer un trazo de lápiz nos construirá
letras diferentes o signos de puntuación que podrán unir o separar palabras u oraciones. Estas letras, a su
vez, se unen formando palabras, del mismo modo que se unen las diferentes partículas subatómicas para
generar diferentes tipos de átomos. A su vez, las palabras se unen formando oraciones. Oraciones cortas
como dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, que se unen para formar agua, u oraciones larguísimas
con múltiples verbos y sujetos que expresan ideas enormemente complejas y profundas, al igual que las
moléculas de DNA, que se componen de una multitud de átomos y forman los ladrillos físicos de la vida.
Las moléculas, más o menos complejas y combinadas inteligentemente, forman los más variados seres
que pueblan el universo, desde una mota de polvo a un sistema estelar, pasando por el simple y a la vez
complejo protozoo o el aún más complejo ser humano. Del mismo modo, se construye un libro uniendo
de manera armónica las oraciones formando los diferentes capítulos, la introducción, el índice, etc.
El sentido de la ciencia
Si se llega a demostrar la teoría de cuerdas, el universo sería como un inmenso libro, enormemente
complejo en su manifestación, pero sumamente simple en su base física, ya que está compuesto solamente
por trazos de tinta sobre un papel blanco. Y del mismo modo que un libro es el reflejo de una idea, de un
arquetipo que a través del escritor nos llega “congelado” a nuestras manos en espera de que le demos vida
leyéndolo y reflexionando sobre él, el universo es el reflejo de una Idea, de una ley matemática que se
manifiesta de diferentes maneras y que da la armonía que hace vibrar y une las cuerdas formando la
Naturaleza que podemos ver a nuestro alrededor. Esta Idea está también “congelada” en el libro del
universo y está esperando que nosotros la “leamos” y le demos nueva vida.
Este es el trabajo de los científicos. Este ha sido el sueño de tantos y tantos buscadores de los secretos de
la Naturaleza. Aristóteles, Galileo, Newton, Maxwell, Einstein, Heisenberg y tantos otros que han
entregado o entregarán sus vidas a la búsqueda de esta ley universal escrita en lenguaje matemático que
rige el mundo manifestado y se nos presenta de tan diferentes maneras. Este es un sueño de la Humanidad
que merece la pena vivir, porque comprender el universo es comprendernos a nosotros. Quizá, como dijo
una vez un gran científico, el ser humano sea una forma que tiene el universo para comprenderse a sí
mismo.
Bibliografía
BLAVATSKY, Helena P. La Doctrina Secreta. Tomos II y IV. Ed. Kier. Buenos Aires, 1999.
CAPRA, Fritjof. El Tao de la Física. Ed. Sirio. Málaga, 1997.
GHYKA, Matila. Filosofía y mística del número. Ed. Apóstrofe. Barcelona, 1998.
GREENE, Brian. El Universo elegante. Ed. Crítica/Planeta. Barcelona 2001.
LIVRAGA, Jorge Á. Magia, religión y ciencia para el tercer milenio. tomo II. Ed. NA. Valencia, 1996.
Alma de fuego.Teresa en Antonio
Machado
Pedro Paricio Aucejo
Si la Generación del 98 supuso un nuevo florecimiento de nuestra literatura –hasta el punto de valorarse
su irrupción en el panorama de las letras españolas como un ´Segundo Siglo de Oro´–, Antonio Machado
(1875-1939) fue sin duda su poeta más representativo. A pesar de que también cultivó el teatro y la
narrativa, es conocido sobre todo por su producción poética, arraigada en el intimismo existencial, la
categorización de lo popular, el simbolismo de su compromiso universal con lo humano y la reflexión
sobre la España de su tiempo, preocupación común a todos los miembros de su generación. A este
respecto, como la situación en la que se encontraba nuestra patria en aquel momento era poco menos que
agonizante y Machado estaba animado de un espíritu reformador, se afanó por actualizar, con los medios
a su alcance, los valores que históricamente dieron realidad a la esencia de lo español.
En ese sentido –como advierte Rodrigo Álvarez Molina¹–, hay que tener presente que, en la reseña que el
literato sevillano hace de Las Meditaciones del Quijote de don José Ortega y Gasset, al comparar la obra
de Cervantes con la de Teresa de Ávila, dice de ella que “en la santa, lo rico no es el lenguaje, sino lo que
pretende expresarse con él”, de modo que “la materia con que labora Teresa es su propia alma”. Es
innegable que un comentario de ese tipo revela en el vate universal una cierta concordia innata de espíritu
con respecto a la monja castellana, por lo que da pie a este investigador machadiano a considerar la
posibilidad de que –como reformador del espíritu nacional que pretendía ser– sintiera el deseo de estudiar
la obra de nuestros clásicos de la espiritualidad para recibir su mensaje y, aun sin estar totalmente de
acuerdo con ellos, verse impulsado a armonizar todos los que consideraba valores positivos de España.
No hay que olvidar que, en los momentos más inspirados de dicha literatura, se pone al descubierto el
drama de la existencia vivida desde la privilegiada intimidad de las almas contemplativas, evidenciándose
tanto la debilidad de sus penas como la elevación de sus gozos. Conocedores de la naturaleza humana y
persuadidos del sentido del cosmos y de su vinculación con el reino del espíritu, los místicos –también a
la hora de encontrar remedio a las hondas preocupaciones de su tiempo– trascienden la inmanencia
humana y, orientándose hacia Dios, se sienten asistidos por la fuerza de su providente amor. Ahora bien,
la biografía de Antonio Machado manifiesta una deficiencia capital en este terreno. Es cierto que en él
hay un ansia de trascendencia: era consciente de que, sin Dios, la existencia del hombre se convierte en
algo inútil. Pero, aunque su corazón deseaba una realidad superior, lo hacía sin emprender una búsqueda
rigurosa de la verdad. Como su punto de partida estuvo siempre mentalmente viciado por su escepticismo
agnóstico jamás superado, la afirmación de la nada le cerraba el acceso a la fe en el Dios vivo. Esta
actitud le abocó a una duda negativa y melancólica que no le sirvió más que para recrear la fatalidad de la
contingencia del mundo con toda su triste cohorte de limitaciones e injusticias.
Con estos precedentes, Álvarez Molina se pregunta si tal vez Machado se acercó a la obra de Santa Teresa
en busca de aquella fe de la que él carecía y, sin embargo, anhelaba. Para ello –y sin ánimo de establecer
una comparación entre los dos escritores en un sentido estricto–, recurre al estudio del poema LIX de
Soledades, ´Anoche cuando dormía´², llegando a la conclusión de que el tríptico metafórico ´fontana´,
´colmena´, ´sol´ que en él aparece ha sido tomado prestado de la mística abulense. Recuerda las palabras
del Libro de las Moradas y es como una alegoría de las tres vías místicas (la purgativa, la iluminativa y la
unitiva), que señalan los escritores espirituales para describir las etapas del camino que sigue el alma en
su unión con Dios. Sin embargo, de este análisis comparativo no puede deducirse –según el referido
autor– más que dicho parecido entre ambos textos sea un mero préstamo metafórico sin más
trascendencia.
Este hallazgo evidenciaría tan solo una ´conversión a lo humano´ por parte de Machado de los
instrumentos lingüísticos empleados por Santa Teresa con el fin de formular conceptos diferentes. De ese
modo, si bien en el poema se perciben las tres vías místicas, estas aparecen como un medio para
comunicar un pasado triste –´las amarguras viejas´–, haciéndonos participar así de su angustia existencial.
Las vivencias en que se apoya el poeta para escribir ´Anoche cuando dormía´ son, pues, muy distintas a
las de la doctora de la Iglesia. En aquel parecen reflejar a lo sumo una duda metafísica, de la cual –al
menos en este momento de creación poética– se esfuerza por salir acudiendo al recurso del sueño de
´Dios dentro de su corazón´, por lo que, en consonancia con lo experimentado en su trayectoria vital, no
se rebasa el nivel del deseo o la ´bendita ilusión´ de la que habla el propio poeta. En definitiva, aunque
haya coincidencia en algunos términos empleados por ambos personajes, al moverse en universos
espirituales muy distintos, no podían sino diferir profundamente en actitudes y resultados.
——————
¹ Cf. ´Santa Teresa y Antonio Machado´, conferencia pronunciada el día 12 de noviembre de 1981 en la
Fundación Universitaria Española y publicada posteriormente en Cuadernos para Investigación de la
Literatura Hispánica (Nº 5), [Publicación cuatrimestral del Seminario “Menéndez Pelayo” de la
Fundación Universitaria Española], Madrid, 1983, pp. 241-256.
² I. Anoche cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que una fontana fluía/ dentro de mi corazón./ Dí, ¿por
qué acequia escondida,/ agua, vienes hasta mí,/ manantial de nueva vida/ en donde nunca bebí?/ II.
Anoche cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que una colmena tenía/ dentro de mi corazón/ y las
doradas abejas/ iban fabricando en él,/ con las amarguras viejas,/ blanca cera y dulce miel./ III. Anoche
cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que un ardiente sol lucía/ dentro de mi corazón./ Era ardiente
porque daba/ calores de rojo hogar/ y era sol porque alumbraba/ y porque hacía llorar./ IV. Anoche
cuando dormía/ soñé, ¡bendita ilusión!/ que era Dios lo que tenía/ dentro de mi corazón.
Una santa enferma
El dolor nos hermana a todos. La capacidad humana ante el sufrimiento es ilimitada.
Todo lo que nos cae encima, lo aguantamos; pero el miedo a sufrir nos paraliza y nos
roba las fuerzas para poder sobrellevarlo. Cuando no tenemos miedo al dolor, sufrimos
mucho menos. El dolor nos desarraiga de todo, menos de nosotros mismos. “Allí donde
hay dolor hay terreno sagrado; algún día te darás cuenta de lo que esto significa” (R.
Hart Davis). La enfermedad es a veces como un parásito que roba, “chupa”, energías,
ilusiones, amigos y vida. La verdad es que la enfermedad nos quita todas las caretas,
acaba con las vanidades y nos produce clarividencia. Ante la enfermedad sólo hay una
solución: ser realista y aceptarla. Si uno se ama, se ama también enfermo.
La enfermedad aparece pronto en la vida de santa Teresa de Jesús e irrumpe con ímpetu.
Ella recordará más tarde con todo lujo de detalles aquellos días aciagos y extremos en
que casi rozó la sepultura. Y aunque se recupere, nunca más volverá a ser una persona
sana ni a disfrutar de buena salud. Sus quejas, aunque hechas con gracia y buen humor,
salpican todos y cada uno de sus escritos mostrando que son “el pan de cada día” de
Teresa de Jesús. En medio del huracán de sus enfermedades, Teresa acierta a encontrar
el modo de convivir con ellas sin hacer concesiones y sin negarse nada de lo que quiere
hacer en la vida. Actúa siempre “como si” estuviera bien, “como si” pudiera. Ella
aprende pronto que hace más el que quiere que el que puede, y que no hay nada más
fuerte que la propia voluntad de vivir.
De sus experiencias como enferma, Teresa saca la sabiduría necesaria para tratar a las
hermanas enfermas y su pluma adquiere tintes enérgicos cuando manda a sus hijas
quitarse el bocado de la boca para darlo a quien más lo necesite. Sus recomendaciones
para el trato de las enfermas no tienen desperdicio. Pide que se las rodee de cuidados,
que se les proporcione una buena higiene y que no les falte nada en medio de la pobreza
que reinaba en sus monasterios. El amor, así lo entiende ella, suple de manera ingeniosa
los desafíos de la pobreza y envuelve en ternura y mimo a las hermanas que sufren
enfermedad. Aquí brilla de modo especial ese humanismo teresiano del que ya hemos
hablado, y que hace de la espiritualidad teresiana un calco del espíritu evangélico
imitando al Maestro que pasaba haciendo el bien y curando las enfermedades. Y es así,
en el aguante diario de las impertinencias de los ‘males femeninos’ y en la búsqueda
imaginativa del ‘como si’ uno estuviera bien, como Teresa consigue aprender todo lo
que a primera vista no vemos de ese estado de penuria humana que es la enfermedad y
el dolor. Descubrir esta sabiduría entre sus escritos, es una tarea apasionante.
Santa Teresa tuvo muchas enfermedades. Hay un libro titulado: Las Enfermedades de
Santa Teresa de A. Senra. El libro busca reconstruir la historia clínica de Santa Teresa a
partir de los datos que ella misma suministra de sus síntomas y signos clínicos en su
autobiografía y en sus cartas, complementadas por las aportaciones de autores
contemporáneos. El libro tiene en cuenta las circunstancias geográficas, históricas o
familiares de la Santa enferma, y analiza exhaustivamente las fuentes de información de
los datos clínicos para convertirlos en síntomas y signos. Experimentó la enfermedad
del cuerpo y del alma.
En el libro de la Vida 4, 5 nos narra algunos de sus males: desmayos, males de corazón.
A mal tan grande, su padre quería buscar remedio, y como no lo encontró en los
médicos de Ávila, la llevó a la famosa curandera de Becedas. Las curas añadieron más
tormento a su enfermedad. Ella misma dice que “me tenía casi acabada la vida”. No
podía comer nada, si no era bebida. Estaba desahuciada; los dolores eran desde los pies
a la cabeza.
La joven Teresa sólo anhelaba recuperar la salud para poder servir a Dios. Por ello, al
verse tan tullida y no acertada por los médicos de la tierra, determinó acudir a los del
cielo para que la sanasen, aunque con mucha alegría lo llevaba todo. Y fue entonces
cuando encontró su abogado, san José. Nunca lograron la enfermedad ni los
contratiempos acobardar a la Santa.
Los deseos según Santa Teresa de Jesús
Los deseos según Santa Teresa de Jesús
“¿Quién pone estos deseos? ¿quién da este ánimo?” (V
25,19)
Fray Oswaldo Escobar, ocd
Superior Provincial de América Central
Introducción
La voluntad humana generalmente está orientada por esos impulsos que llamamos “deseos”. La persona
va realizando sus actividades e incluso va configurando su vida de acuerdo a eso que anida en su corazón;
el deseo de ser médico lleva al estudiante a conseguir su fin y lograr graduarse, el deseo de servir a los
más necesitados desinteresadamente ha llevado a muchos al voluntariado.
Los deseos son entonces energía viva. Cabarrús define esas fuerza animadoras así: “el deseo es una
sensación muy especial; es un impulso vital que me lanza a la consecución de algo que añoro porque
intuyo que me plenifica y me da felicidad. Hay niveles de profundidad de los deseos, los más profundos
hablan de lo que de verdad puedo ser yo¹.”
También Dios para inspirar su voluntad, nos mueve generalmente por medio de los deseos, ellos se
convierten como en un motor que enciende lo mejor de cada uno en la conquista del plan divino. Cuando
los deseos son de Dios son constantes y van dirigidos al bien del orante y de su contorno, son “deseos con
obras; digo con obras…” (V21, 7). Se diferencia los mismos de los antojos, los cuales son
circunstanciales e inconsistentes y estarán basados más bien en las apetencias de la persona “que el
antojo poco mal ni bien puede hacer a vuestra alma.” (6M 8,8). Finalmente habrá otros deseos que son,
según Teresa, movidos por el mal espíritu. Para aclarar todos estos puntos, nos proponemos estudiar los
deseos según Santa Teresa de Jesús.
¹C. Cabarrús, La danza de los íntimos deseos. Siendo persona en plenitud, Desclée De Brouwer, Bilbao
20062,
65.
Contenido de Los deseos según Santa Teresa de Jesús
Introducción
1.Los deseos en la vida de Teresa.
2.Los deseos fermento de la vida espiritual.
3.Discernir los deseos divinos (hacia una metodología teresiana).
4.Los deseos venidos del espíritu malo.
5.Deseos venidos de la propia psicología.
6.El deseo por excelencia: servir a Dios.
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Comienza la Muestra de Cine Espiritual en
Barcelona
Editado por
Peio Sánchez Rodríguez
Ya está en marcha la XI Muestra del Cine Espiritual de Barcelona. Una presentación de lo más
interesante del cine espiritual reciente o que vendrá próximamente a la cartelera. Un espacio
imprescindible para ponerse al día del cine que mira hacia la Trascendencia.
La novedad de la Muestra del Cine Espiritual, que también incluye el cine de las diferentes religiones, es
presentar las películas más significativas que han pasado recientemente por las carteleras y los
Festivales cinematográficos de todo el mundo destacando por su referencia espiritual y religiosa.
Esto supone abordar una rica variedad de la cual da testimonio la programación de las 12 películas de este
año.
Destacamos, en primer lugar, las que tienen que ver con el arte de forma más explícita. “Johannes-
Passion de Joahann Sebastian Bach” de Hugo Niebeling es una producción musical en torno a la
Pasión según San Juan donde música, arquitectura, danza, teatro y palabra se reúnen con un resultado de
gran hondura filmado en la catedral románica de Speyer. “The Gospel of Us” de Dave McKean es un
experimento audiovisual, que se basa en la filmación en la calle de la representación de la pasión en Port
Talbot bajo la dirección del actor Michael Sheen. Un hombre, el Maestro, que ha perdido todo el recuerdo
sobre quien es, tiene que salvar a su ciudad de una empresa que amenaza con destruirla.
Otra de las vertientes del certamen es la sensibilidad hacia las diferentes religiones así desde el judaísmo
la película “Anita B”. de italiano Roberto Faenza nos muestra a una joven superviviente de un campo
de concentración que busca reconstruir su identidad. “Lamma Shoftak” es una película palestina de
Annemarie Jacir, Tarek de once años y su madre son refugiados en Jordania en 1964. El pequeño
encontrará en medio de dificultades un camino a la esperanza. “Noëlle” de David Wall es una película
norteamericana sobre un sacerdote católico que está encargado de cerrar una parroquia y donde el
encuentro con las personas transformó sus planes. La película argentina “Habi, la extranjera” de María
Florencia Álvarez es una sugerente historia de transformación interior que tiene que ver con la religión y
la cultura.
Entre las películas-testimonio destacamos el pre-estreno de la mexicana “Espacio interior” del director
Kai Palange que nos acompañará en la sesión inaugural. Nos cuenta la peripecia de Lázaro que ha sido
secuestrado en un cuarto de tres metros cuadrados y donde lucha por sobrevivir desde la fuerza interior.
Una película sobre la fe que sostiene basada en el secuestro real del arquitecto Bosco Gutiérrez-Cortina y
que se plamó en el libro “Bosco: la historia real de un hombre que no se dejó vencer por el miedo”. Con
múltiples premios “La jaula dorada” de Diego Quemada-Díez recoge el éxodo de un grupo de
adolescentes desde Guatemala hasta EEUU. Con crudeza veraz nos muestra el camino de dolor e
injusticia de los emigrantes en busca de una extraña tierra prometida. El documental “La misión tzeltal”
de Josep Lluís Penadés cuenta la vida de una comunidad de jesuitas inserta entre los indígenas tzeltal.
La lucha de un pueblo por sobrevivir desde una cultura comunitaria y un camino de solidaridad.
Dejamos para el final un grupo de películas que ha recogido importantes éxitos. “Philomena” de
Stephen Frears obtuvo el premio al mejor guion en el Festival de Venecia así como fue nominada a los
Oscar y los Globos de Oro del 2013. Una historia entrañable sobre una mujer que anciana quiere
recuperar el rastro de un hijo que le fue arrebatado cuando era pequeño. “El pasado” de Asghar Farhadi
obtuvo el premio a la mejor actriz (Bérénice Bejo) en Cannes 2013.En ella se nos muestran las
dificultades del amor cuando el pasado llega a ser un lastre. Por último, “Quédate conmigo” de Michael
McGowan es un drama romántico canadiense que participó del Festival de Toronto 2012 con un
importante reparto y donde se nos muestra la lucha de un agricultor, interpretado por James Cromwell que
lucha para construir una casa para su esposa enferma (Geneviéve Bujold).
Contaremos también con una mesa redonda organizada por el Observatori Blanquerna de Comunicació,
Religió i Cultura sobre “El cine en la construcción de la identidad cultural europea” con la
intervención de distintos críticos de cine.
Barra libre
En casi todo ya barra libre. Es decir, tú miras, comparas y eliges lo que te apetezca o te
encaje mejor con tus intereses, sin que haya instancia alguna que modere y ponga
sentido a tu elección. ¡Tú mismo!, éste es el sintagma (porque no es ni frase ni oración
ni proposición siquiera) que hoy mueve casi todo lo que nos rodea. Es la comodidad del
supermercado total.
Y me refiero a un fenómeno que, supongo, ha existido siempre en términos razonables,
pero que se está convirtiendo en una endemia de cierta gravedad, pues afecta a cosas
importantes, y de difícil tratamiento, porque hay demasiados intereses encontrados. Y
me explico con ejemplos:
1. Se trata, vuelvo a decir que es un ejemplo pero real, de un colegio católico que quiere
ofrecer el juego completo del servicio religioso y para ello hace su parroquia paralela
con toda la barra bien servida, de forma que el cliente al tomar el vino de la geografía
pueda completarlo con un pincho de catequesis o un bocadillo de Primera Comunión…
Y todo en el mismo sitio, al mismo precio y al mismo tiempo. Sin duda no es así por
parte de la dirección del colegio, pero así funciona. Todo son ventajas y evitando,
elegantemente, el engorro familiar e individual de un camino posterior hoy duro y
costoso, como puede certificar cualquier parroquia y cualquier familia.
2. O si hay una estructura hostelera, otro ejemplo, orientada especialmente a
celebraciones de boda y el espacio y sus posibilidades lo permiten, se ofrece el paquete
completo: la Celebración religiosa, la Boda civil, el Banquete y la Fiesta en el mismo
lugar, con el cómodo ritmo de una cosa tras otra, todo al mismo nivel y hasta evitando
elegantemente toda transcendencia cristiana, eso que tanto cuesta mantener en cualquier
comunidad cristiana y que a tantos clientes aleja…
3. O es una parroquia urbana, por ejemplo, que abre su establecimiento con amplios y
cómodos horarios para que el que quiera entre y salga cumpliendo con todas las
facilidades sus devociones o su obligación religiosa. Y ahí queda, sin más fondo ni
pretensión, con la letra cubierta y el consumo hecho, pero el alma y la misión y la
comunión apenas ofertadas y medio ocultas o casi desatendidas. Barra libre, dejando esa
misión de anuncio y transformación que hoy es un desafío a la vista y urgente…
¡Y espero que no se le ocurra a ninguna parroquia, en un afán de apostolado realista y
creativo, organizar titulaciones de bachillerato ni montar un complejo hostelero para dar
el servicio completo!. Porque sería perfectamente posible una parroquia con barra libre
para que el cliente lo tenga todo a mano y a su gusto…
De acuerdo; si todos los ejemplos son odiosos, estos lo son más. Incluso no estoy seguro
de haberlos expresado con las palabras y matices adecuados. Pero nos entendemos,
aunque sentiría que la “ofensa” o la torpeza, por mi parte, ocultaran el fondo de la
cuestión.
Me niego, por prudencia y por justicia, a dar nombres concretos para estos tres
ejemplos, pero en una ciudad pequeña como Salamanca los hay para cada caso. Además
de sentido común, de estética pastoral, de mirada cristiana de alcance… nos falta
criterio y autoridad.
Es lo que veo y pienso y que cada uno vea y luego opine como mejor le parezca.
La piedra del sepulcro
30 23:34:54 de octubre de 2014
Bernardino Zanella, osm
Qué hay después de la muerte? ¿Dónde están nuestros seres queridos que
ya han fallecido? Entre las distintas respuestas que se pueden dar a estas
preguntas, está la enseñanza y el destino de Jesús.
Leemos en el evangelio de san Lucas 24, 1-8:
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro
con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la
piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos
hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor,
no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: “¿Por
qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado.
Recuerden lo que Él les decía cuando aún estaba en Galilea: Es necesario
que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea
crucificado y que resucite al tercer día”. Y las mujeres recordaron sus palabras.
Las mujeres que “habían acompañado a Jesús desde Galilea”, y al final lo
habían visto muerto en la cruz y luego sepultado, “prepararon aromas y
ungüentos” durante el descanso del sábado, y al día siguiente “fueron al
sepulcro con los perfumes que habían preparado”. Es “el primer día de la
semana”, como en los orígenes de la creación. Está amaneciendo una nueva
creación, aunque las mujeres todavía no se den cuenta. Ellas siguen con el
pensamiento fijo en la muerte de Jesús, y llevan perfumes para ungir su
cadáver. Para ellas el proyecto de Jesús ha fracasado, y es esa la verdadera
muerte. Les queda sólo un gesto de piedad para con el difunto.
Pero esa misma fuerza que las empujaba a visitar el sepulcro, abrirá
progresivamente su corazón a una certeza: el sepulcro no es el lugar de
Jesús, ninguna piedra puede encerrarlo: “Encontraron removida la piedra
del sepulcro”.
No es todavía la luz de la fe en la vida nueva de Jesús. Es más bien una
condición de oscuridad e incertidumbre: “Estaban desconcertadas a causa
de esto”. La iluminación viene de los “dos hombres con vestiduras
deslumbrantes”, como las de Jesús en el día de la transfiguración en la
montaña. De ellos, del cielo y de la profundidad de su conciencia viene el
mensaje más increíble e inesperado: “¿Por qué buscan entre los muertos al
que está vivo? No está aquí, ha resucitado”.
Hay que cambiar la dirección de la búsqueda. A Jesús no se lo encuentra
“entre los muertos”. La vida que ha venido a anunciar y a ofrecer no ha
sido vencida por la muerte física. Su asesinato fue la consecuencia de lo
que él enseñó con su palabra y con su vida: un proyecto de humanidad
nueva, capaz de amar hasta el extremo. La muerte no destruye ese
proyecto, sino que es su manifestación más alta y verdadera.
¡Está vivo! Las mujeres llegan a entender esto a través del recuerdo:
“Recuerden lo que él les decía”. Habían guardado las palabras de Jesús,
como había hecho María, la madre, que frente a los acontecimientos que no
podía entender, “conservaba y meditaba todo en su corazón”. También
ellas habían escuchado los anuncios de la pasión: “Es necesario que el Hijo
del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y
que resucite al tercer día”, pero no los habían entendido. Ahora, desde la
profundidad de la memoria, esas palabras emergen y se revelan con su
verdadero sentido: “Las mujeres recordaron sus palabras”.
“Están invitadas a recordar la predicación de Jesús, a pasar de nuevo por el
corazón la experiencia compartida con Jesús desde la Galilea, sus gestos de
misericordia, de sanación, de perdón. Reviven su camino hacia Jerusalén,
su enfrentamiento con el sistema religioso, sus últimas enseñanzas: “Los
que ejercen el poder dominan al pueblo y se hacen servir; pero entre
ustedes no debe ser así; al contrario, el que quiera ser el más grande que se
haga el último de todos y el servidor de todos”. La pasión y la muerte de
Jesús se revelan con una nueva luz: en su fidelidad al proyecto del Reino,
en la entrega de su vida, se ha manifestado la plenitud de la vida. Su muerte
no ha sido una derrota, sino la victoria de la vida y del amor, como lo había
prometido para los demás: “Quien cree en mí, aunque muera, vivirá; y el
que vive y cree en mí, no morirá jamás”.
Jesús “está vivo”. Ha pasado a la vida definitiva de Dios, exaltado a la
derecha del Padre. Había venido para enseñar a la humanidad un camino
totalmente opuesto al camino de muerte, de egoísmo y violencia, de
injusticia y corrupción, que muchas veces domina el corazón del hombre.
Ahora, desde el sepulcro vacío de Jesús, las mujeres están llamadas a una
profunda conversión: dejar morir sus sueños de un Mesías poderoso y
vencedor y las pretensiones de una religión esclavizante, para descubrir en
la cruz de Jesús la revelación del glorioso camino de vida y liberación que
él ha abierto para toda la humanidad. Serán ellas las primeras mensajeras
de esta novedad.
No será fácil transmitir a otros esta certeza. A los apóstoles mismos “les
pareció que las mujeres deliraban y no les creyeron”. Será largo el proceso
por el cual la certeza de que Jesús “está vivo” cambiará la vida y el corazón
de sus discípulos, haciéndolos capaces de seguir su mismo camino. La fe,
la perseverancia, el valor de las mujeres, fortalecidas por el espíritu del
Resucitado, han hecho posible el milagro.
Jesús “está vivo”, y en él están vivos todos los que ya han concluido su
vida realizando el proyecto de una nueva humanidad.
Bernardino Zanella, OSM
En mis primeros días de arzobispo de Madrid
En estos primeros días de estancia
en Madrid, muchas preguntas me han realizado y muchas respuestas he dado. Pero de todas ellas, en mi
valoración, después de responderlas, he llegado a la conclusión, que lo más importante que dije, es que en
mi misión lo más necesario, es que he venido a ser “testigo” y hablar de Dios con palabras y obras, he
venido a hablar de quien se nos ha mostrado y han visto los hombres, Jesucristo. Os lo digo con franqueza
y con verdad, nada hay más necesario para esta humanidad que necesita una profunda renovación de la
mente y del corazón de los hombres, de relaciones entre los hombres de fraternidad y de una profunda
renovación cultural, que acoger a Dios en su vida y en su historia. Él, cambia el modo de pensar, de ser,
de obrar y de vivir.
No vine para proponer u obtener objetivos políticos, económicos u otros de cualquier tipo, sí para mostrar
la verdadera Belleza. He venido aquí para encontrar a los hombres y mujeres en todos los caminos por
donde andan y acercar el amor y la misericordia de Dios, dejar hablar a Dios y hablar conellas de Dios.
Sí, del Dios que se nos ha revelado en Jesucristo. ¿Qué esto no es importante y no interesa y no es
respuesta a los problemas del momento en que vivimos? No nos dejemos engañar. Por muchas razones,
estoy convencido, que Dios y la religión es una cuestión fundamental para una convivencia lograda en
libertad y respeto. Deseo explicarme bien: la religión requiere la libertad, por eso la libertad tiene
necesidad y requiere de la religión. Pero también es preciso decir, que la libertad que buscamos todos los
hombres, necesita unareferencia originaria o una instancia superior. ¿Por qué? Solamente habrá valores
que nada ni nadie pueda manipular, si existe esa referencia o esa instancia. Es la única garantía de la
libertad. Y por eso la Iglesia como Cuerpo que es del Señor, ofrece a Jesucristo, que es Camino, Verdad y
Vida. Es la expresión de la Belleza de la Libertad.
Me ha impresionado siempre el texto de Lc 13, 31-35. ¿Por qué? Por que es una propuesta a que los
discípulos hagamos lo mismo que el Maestro. En esta página del Evangelio, se nos dicen claramente tres
cosas que pueden resumirse en esta expresión: “Empeño por estar en la historia de lo hombres saliendo
siempre desde el centro que es Jesucristo, para curar y sanar como Él con su amor y su gracia, mostrando
su cercanía a los hombres por todos los caminos que transitan”:
1) Empeño por estar en la historia de los hombres saliendo siempre a todos los lugares desde el centro que
es Jesucristo: hay que estar en medio del mundomostrando y anunciando a Dios como sustentador de la
libertad auténtica de los hombres. Los fariseos de parte de Herodes que no consentía que otro entregase
libertad, le dicen “sal y marcha de aquí”. El hombre de Dios, el discípulo de Jesucristo, no puede marchar
de esta tierra y menos cuando ve en la culturaprogresiva indiferencia en sus decisiones y considerando la
verdad como un obstáculo, dando prioridad a consideraciones utilitaristas que para nada engendran vida,
libertad y encuentro.
2) Estar para curar y sanar como Él, con su amor y su gracia: ¡qué belleza adquieren las palabras de Jesús!
“Cuántas veces he querido reunir a tus hijos como la gallina reúne a los polluelos, bajo las alas y no
habéis querido”. Sí, sanar: construir una familia humana en la que nadie sobra, en la que todos somos
necesarios, en la que todos damos vida al otro y generamos la cultura del encuentro y la civilización del
amor, desechando la cultura del desencuentro, de la eliminación y de la exclusión. Sanar el corazón del
hombre con la vida que regala Jesucristo, que hace que me pregunte siempre “¿quién es mi prójimo?” O
aquella otra que dirigió al ciego de nacimiento, “qué quieres que haga por ti?”.
3) Mostrando su cercanía a los hombres por todos los caminos que transitan: de tal manera que quienes se
encuentren con nosotros puedan experimentar que llevamos la vida del Señor tan dentro de nosotros que
puedan decir, “bendito el que viene en nombre del Señor”.
Voy a tener un atrevimiento en estos primeros días de mi estancia con vosotros,como pastor que siente la
responsabilidad del envío que le ha hecho el Señor. El atrevimiento es deciros con palabras del primer
libro de los Reyes, lo que considero es importante. Dios concedió al joven rey Salomón, con ocasión de
su entronización, formular una petición. ¿Qué pedió en este momento tan importante? ¿Éxito, riqueza,
larga vida, eliminar a los enemigos? Nada de eso quiso. Hizo una súplica: “concede a tu siervo un
corazón dócil, para que sepa juzgar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal”(1R 3, 9). ¿Qué quiere
decirnos? Todo ser humano tiene una responsabilidad sobre todos los que tiene a su alrededor, hay
algunos que la tienen más que otros. Y cuanto más dependa la vida de los otros de sus decisiones y
acciones, el criterio último y la motivación para su trabajo, nunca debe ser el éxito personal y menos el
beneficio material, tiene que ser el compromiso por la verdad y la justiciapara todos, por construir la
fraternidad y la cultura del encuentro, por lograr las condiciones básicas para una convivencia en paz y
respeto a todos, lograda desde el reconocimiento vivido de la dignidad de todo ser humano como “imagen
y semejanza de Dios”. Por eso, encontrarnos con los hombres y hablarles con obras y palabras de Dios no
es cuestión secundaria, es condición para vivir en verdad y en libertad.
Con gran afecto, os bendice
+Carlos, Arzobispo de Madrid
Buscando una esperanza en la
posmodernidad
01 15:37:30 de noviembre de 2014
Con ello queremos reafirmar lo que surgió en Latinoamérica, en la década del 80, y en los
demás países del Tercer Mundo: la opción por los pobres...(Diego Pereira).
I- En la marea de la complejidad posmoderna
Luego del fracaso de la modernidad, siguió una etapa
donde aquellas esperanzas depositadas en ella se esfumaron. Es entonces que hasta hoy hablamos de posmodernidad y es dentro de
este clima que nos toca vivir la renovación de un nuevo cristianismo que se presenta confuso, entre normas y dogmas religiososo frente a
la necesidad de búsquedas de libertad, de salir de la angustiante situación que se respira en los países como el nuestro con una cultura
tan occidentalizada. Son muchas las características que podemos describir del mundo y la sociedad en la cual vivimos, pero en este
limitado trabajo veremos aquellos que nos pueden mostrar lo
perdidos que podemos estar. En ello hay complejidades no sólo en lo comunitario sino que, y quizá sobre todo, es en el aspecto personal,
interior en donde los sujetos posmodernos nos vemos mareados, y
muchas veces, sin saber hacia donde ir.
Uno de estos aspectos tiene que ver lo cambiante, reciclable,
donde no sólo hablamos de objetos sino que las personas parecieran ser desechables, utilizables según el propio interés pero, luego de
haberse extraído del otro lo útil o necesario, se procede al recambio. Así lo explica este profesor: “...en la sociedad actual la relación
personal es un producto más de consumo inmediato, y por tanto fácilmente descartable. Aun en el caso de que el producto cumpla con
lo prometido, no puede ser de uso verdadero.”(Antonio Jiménez). Esta actitud propia del sujeto posmoderno de rechazar las relaciones
a largo plazo, son reemplazadas por las relaciones virtuales facilitadas hoy por las redes sociales. Ante la necesidad de aprender
valores comunitarios vemos que “...entre las artes del vivir moderno líquido y las habilidades necesarias para practicarlas, saber librarse
de las cosas prima sobre saber adquirirlas...” (Zygmunt Bauman)
El mito de Narciso también nos sirve en la actualidad para analizar algunos aspectos del individuo posmoderno. Este vivir
centrado en sí mismo conduce a un descentramiento de la realidad perdiendo esa relación de amistad con el medio y con los demás, ya
que el sujeto no existe ni con-vive con lo creado, sino que está en una relación de primacía sobre el mundo. Es un “culto al yo” desde
una concepción materialista de la existencia.Los individuos de la cultura posmoderna sufren una grave inestabilidad psicológica que
tiene efectos decisivos en las opciones vitales. Hay una ambiente de que “todo vale” o que “todo está permitido” que genera un cierto
libertinaje a la hora de enfrentar decisiones, asumir responsabilidades y jugarse por razones grandes. Es más: cada quien puede ser quien
quiera ser ya que “hay que ser tolerantes”.
Otro rasgo posmoderno es la atemporalidad. Se piensa que el
pasado no tiene relación con lo que vivimos hoy y del mañana nada
podemos saber. La vida se juega en este momento. No hay noción de historia y por lo tanto tampoco de proceso, o mejor, de camino. Por
lo tanto se relativizan o pierden valor muchos elementos: la familia, los amigos, los compromisos, la educación, los sueños. Si no hubo
ayer (desde donde vengo) y no hay mañana (hacia donde voy) pierde valor cualquier esfuerzo que se deba hacer hoy por algo ni tampoco
hay posibilidad de ponerse a pensar en ello. “El resultado final es el secuestro del acontecimiento, la imposibilidad de la reflexión de la
vuelta sobre las cosas, impidiendo la recuperación de la secuencia de significados y erradicando el sentido” (J. Mardones).
También la violencia es vivida hoy como “el pan de cada día”, lo que aparece diariamente en los informativos. Según Jung Mo Sung
podemos hablar de dos tipos de violencia: la violencia institucionalizada y los actos de violencia. La violencia
institucionalizada es aquella por la cual se la encubre
intencionalmente y se la presenta como problema social. El problema del hambre, de la pobreza, de la injusticia y de la exclusión social es
visto como consecuencia del mal funcionamiento del sistema
económico y del mercado de consumo, de los defectos del sistema judicial o como errores del sistema político y de las políticas sociales,
pero nunca son presentados como violencia. Por otro lado tenemos los actos de violencia que son aquellos actos en los cuales el acento
no está puesto en la falta, por ejemplo robar, matar, drogarse, sino que en la acción violenta con la cual se produce el acto. Lo que más
se remarca es la carga de violencia que se deposita en ellos, como propaganda, muchas veces política.
Consecuencia de esta globalización del mercado neoliberal es la cultura de consumo de la cual somos todos parte. No se trata de
que somos sujetos que consumimos productos indiscriminadamente y nada más, lo grave es que consumimos lo que no es necesario e
incluso va en desmedro del medio ambiente, y esto sin ninguna clase de reflexión, y por ello sin ninguna culpa. Pero sobre todo hablamos
de que “una sociedad consumista es aquella cuya dinámica está
constituida por los bienes de consumos superfluos; y en la que, además, la gente cifra su éxito y su felicidad en ese consumo...”
(Jung Mo Sung), por ello es preocupante el valor que le damos al consumismo ya que eso pauta nuestra felicidad o tristeza, y sobre
todo nuestro status social. En la mayor parte del mundo moderno “Consumo, logo existo! Ou: Você é o que consome!, são expressões
que explicam a explictam a vivência dessa cultura no cotidiano das pesoas...”.
La pobreza sigue siendo un tema principal desde la antigüedad hasta hoy. Ha acompañado las diversas etapas del
desarrollo de la humanidad y siempre ha sido tema de grandes críticos de la historia. En los tiempos actuales la pobreza ha tomado
un papel principal en las discusiones no sólo parlamentarias y religiosas, sino que ha pasado a formar parte del debate de una gran
parte de la sociedad. Esto también se debe al declive que, como ya
vimos, se ha dado en la educación, ya que siempre es la clase más pobre y desprotegida la que recibe peor educación. Pero aún así se
siguen dando dos fenómenos paralelos: la instalación de la pobreza como un problema más de los tantos a enfrentar por cualquier
gobierno que esté de turno, y el de la gran ignorancia de la cual son parte millones de personas en el mundo, como si la pobreza no
afectara la conciencia social.
II- Una esperanza firme y alcanzable: la Cruz de Jesús de Nazaret
La situación descrita en la primera parte nos va llevando a adoptar una actitud concreta ante la realidad. Para nosotros los
cristianos de Latinoamérica pasa por un encuentro con Jesús
de Nazaret que no es solo esperanzador, sino liberador. La esperanza cristiana nace desde la muerte de un hombre sencillo y
pobre, asesinado en una cruz, desprotegido, abandonado, condenado
injustamente como un hombre peligroso. Un no-existente en aquella sociedad de hace más 2000 años porque no cumplía con los
requisitos para ser parte de ella y porque se rebeló contra los poderosos. Es en esta conjunción de situaciones, similares a las
nuestras actuales, que el mundo judío recibe el mesías tan esperado y prometido por los profetas, que fue condenado por el Templo de
Jerusalén y por el Imperio Romano. Jesús se confió a las manos de un Dios que en apariencia lo abandonó. Esa sensación de abandono y
soledad es la que sufren tantos hermanos y hermanas en todo el mundo. Pero aún en esa situación Jesús logra vencer al mundo, el
sufrimiento y la muerte, alcanzando la resurrección por el amor de Dios Padre, que escuchó sus plegarias y que no se olvidó de su
fidelidad. Es la afirmación del amor predilecto de Dios por el que sufre, por el que no cuenta en la sociedad.
El encuentro con Jesús de Nazaret tiene esa capacidad de
meternos en la historia y descubrir, desde la suya, atisbos de nuevas esperanzas en la nuestra. Sin duda es una esperanza incomprensible
desde la racionalidad dominante o la lógica del poder, pero no es una esperanza irracional. Es un cambio en la lógica del conocimiento: no
desde las seguridades que podamos alcanzar, sino desde la precariedad de la misma existencia humana, sobre todo aquella que
está ante nosotros. Es la realidad del que sufre, del oprimido, del pobre, del enfermo, del exiliado, del maltratado, del no-existente. De
esto ya hablaba San Pablo al referirse a que mientras los griegos buscaban la sabiduría, los cristianos la encontraban en la cruz de
Jesús, escándalo para los judíos y locura para los paganos (1Cor 1, 21-25). Creemos entonces que el camino para encontrarnos con
Jesús y renovar nuestra fe pasa por buscar en las situaciones y contextos de pobreza humana: material y espiritual. Allí volvemos a
la fuente: encontramos a Jesús crucificado, pero que resucita liberado
de la muerte.
“La causa de Dios es la causa de los pobres. La opción por la
causa de los pobres tiene su fundamento en que Dios, nuestro Padre, desea la igualdad y la hermandad entre sus hijos. El ha creado con
amor los bienes de la tierra para todos los hombres, no para unos pocos.” También nos iluminan las palabras de Pablo a los cristianos
de Corinto: “Ya conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico se hizo pobre por nosotros para enriquecernos con su
pobreza” (2Cor 8,9). Con ello queremos reafirmar lo que surgió en Latinoamérica, en la década del 80, y en los demás países del Tercer
Mundo: la opción por los pobres. La grandeza de Dios que acoge a todo lo creado es también perfecta predilección por lo pequeño y
desvalido del mundo, por lo oprimido y despreciado; por los pobres. Allí radica para nosotros la esperanza en medio de la niebla
posmoderna: es el pobre que nos revela a Jesús crucificado y
resucitado y nos invita a unirnos a él y a su causa: el Reino de Dios.
Diego Pereira - Montevideo
Dice Queiruga…
Creado el 31 octubre 2014 por Josep Cobo
Josep Cobo. A propósito de la charla inaugural del curso de CiJ, valgan estas anotaciones, al menos
como estímulo para el debate. Cada entrada o párrafo gira en torno a las tesis del ponente, Andrés Torres
Queiruga, sobre la oración de petición, el Mal, el silencio de Dios…
I
Según Torres Queiruga la oración de petición es, de por sí, absurda. ¿Acaso Dios no sabe qué podamos
querer o necesitar? Y, ciertamente, algo de absurdo tiene. Sin embargo, ¿es lo mismo pedirle a Dios que
te ayude a aprobar un examen que dirigirse a Dios con el cadáver de tu hijo en brazos, degollado por los
hutus de turno? El niño soldado que ha tenido que comerse a sus padres ¿acaso se equivoca cuando dirige
su mirada al cielo, mejor dicho, a un cielo vaciado de divinidad? ¿Es absurda la oración del publicano en
los últimos bancos del Templo? ¿Se equivocó Jesús de Nazareth al caer de rodillas en Getsemaní? ¿Acaso
no cabe un implorar que no se dirija al deus ex machina y que, sin embargo, se encuentre ante Dios? ¿No
hay ningún resto de verdad en el hecho de que los judíos se lamenten ante Dios… encarando un muro?
¿Es que el clamor de los que se encuentran hundidos en la miseria es puro grito animal, como si fueran
cerdos que chillan cuando notan en la garganta el cuchillo del carnicero? Es posible que ante Dios y a la
vista de tanto sufrimiento indecente no podamos ser otra cosa que cuerpos arrodillados. No es
verdad que por el solo hecho de ponernos de rodillas ya estemos ante Dios. Pero sí que cualquiera que
esté en verdad ante Dios no puede menos que caer de rodillas. ¿A quién se dirige, pues, Torres Queiruga
cuando dice lo que dice acerca de la oración de petición? Sospecho que a nosotros: hombres y mujeres lo
suficientemente satisfechos como para permanecer de pie ante Dios. Y es cierto: nosotros, los que no nos
hallamos en la situación de quienes son capaces de Dios, no podemos pedirle nada sin caer en el absurdo,
sin hacer de Dios un deus ex machina o un fantasma bueno. Pues nosotros no podemos hacernos una idea
de Dios que no implique una deformación de Dios. Para nosotros, solo vale la meditación. Pero es posible
que quienes permanecen de rodillas ante Dios no sean más que ese permanecer de rodillas: ni siquiera
pueden hacerse una idea de Dios. Aunque lo esperen absurdamente.
II
Dice Torres Queiruga que en el fondo del corazón de los hombres no puede haber más que bondad.
Incluso en el de los grandes genocidas. Hitler, en el fondo, era bueno. Así, según Torres Queiruga, el Mal
no alcanzaría ese resto de bondad que habita en las profundidades del alma humana. Se supone que
porque es de Dios. Esa bondad última, subyacente, sería algo así como un depósito de reserva en el
que arraigaría la esperanza del hombre, la posibilidad de su redención. Desde esta óptica, la
redención consistiría, precisamente, en liberar ese repositorio de bondad de las losas del egoísmo. Esto sin
duda es muy bonito, muy roussoniano, aunque también muy gnóstico. Al menos en la medida en que nos
recuerda a esa chispa divina que, según los gnósticos, se hallaría enquistada en lo más íntimo. Sin
embargo, la realidad del Mal nos obliga a admitir que la chispa divina puede morir. El infierno, sin duda,
existe. Y está en este mundo. El Mal puede encarnarse en los hombres de modo indeleble. Lucifer no deja
de ser, aunque caído, un ángel de Dios. Poca coña, pues. Tomarse en serio el Mal supone, por tanto, creer
que cualquiera de nosotros es capaz de ahogar con sus propias manos al niño que lleva dentro. ¿O acaso
quienes vieron arder el cuerpo de sus hijos en los hornos de los campos de la muerte pueden creer que el
Mal es simplemente un error existencial? De ahí que digamos que solo un Dios puede salvarnos. Como
también que solo Dios puede resucitar a los muertos. Pues, si es cierto que hay algo en el hombre que no
puede morir con la muerte, entonces no hace falta un Dios para levantar a los muertos. Basta con la
muerte.
III
Dice Torres Queiruga: “yo porque creo en Dios no creo en los milagros”. De acuerdo. En realidad,
tampoco podría creer en ellos, aunque no creyese en Dios. Para ver un milagro como tal —para verlo
como una intervención de Dios— deberíamos pertenecer a un mundo que ya no es el nuestro. Nosotros
honestamente no podemos ver milagros. Un antiguo, por contra, no podía dejar de verlos. Así, nosotros
decimos, por ejemplo, que si alguien oye voces es porque sufre una alteración mental, pues damos por
descontado que no hay voces que oír. En cambio, un antiguo hubiera dicho que, debido a la alteración
mental, puede oír las voces que hay que oír, las voces del más allá. Por tanto y al menos hasta cierto
punto, hemos de darle la razón, cómo no, a Torres Queiruga cuando dice lo que dice. Sin embargo, ¿no
deberíamos igualmente decir que nuestra incredulidad con respecto a una posible intervención de Dios
afecta también al acontecimiento, pongamos por caso, de la Resurrección? Sabemos que Torres Queiruga
defiende que ya no podemos leer literalmente los relatos de la Resurrección. Nuestras claves de lectura no
son, ciertamente, las mismas que antes. Y lo que esto significa es que, si hoy en día tuviéramos la
experiencia que, se supone, hay detrás de la fe en la Resurrección, no la expresaríamos en los términos de
una resurrección. Ahora bien, sea como sea, lo cierto es que no parece que cristianamente pueda
renunciarse a la declaración nuclear de dicha fe, a saber, aquella que proclama que el crucificado en
nombre de Dios resucitó de entre los muertos por el poder de Dios. Jesús de Nazareth no resucita como
quien no quiere la cosa. Es Dios quien libera a Jesús de la muerte para sentarlo a su derecha, como quien
dice. ¿Es esto lo mismo que decir que Jesús sigue vivo por ahí, vete tu a saber cómo? No lo parece. Sin
duda, uno es muy libre de creer en cualquier cosa que se le ocurra. Pero diría que creer en el Dios
cristiano supone creer en la imposibilidad de Dios, mejor dicho, en la inconcebible intervención de Dios.
Aquí conviene recordar que la fe en la resurrección responde, al menos de entrada, al problema del Mal.
El problema no es si la muerte es el final, sino si la Injusticia, con mayúscula, es el final. ¿Qué
pueden esperar las víctimas de la Historia, aquellos que murieron injustamente antes de tiempo, aquellos a
los que la vida de Dios les fue impunemente arrebatada? ¿Cuál es el lugar de Dios en un mundo que
parece abandonado por Dios? Ante la evidencia del Mal —ante el hecho innegable de que no parece que
Dios esté por la labor de librar al justo de la desdicha—, creer en el poder de Dios es creer que Dios será
capaz de hacer finalmente justicia… aunque para ello tenga que resucitar a los muertos. Esto es
literalmente increíble. Tanto hoy en día como, probablemente, lo fue en su momento. Tampoco puede ser
de otro modo, tratándose de Dios. Las imágenes de la esperanza creyente siempre fueron difíciles de
tragar. De hecho, la prueba de fuego de la fidelidad creyente sería este esperar sin expectativa. Debe ser lo
que no puede ser. En cualquier caso, una buena pregunta es si aún somos capaces de creer en la
resurrección de la carne. Pero lo que parece intelectualmente deshonesto es decir que, puesto que nosotros
no podemos ya creer, quienes sí pudieron, en realidad, tuvieron que creer en otra cosa.
IV
Dice Torres Queiruga que Dios no puede impedir el Mal como tampoco podría hacer círculos cuadrados.
Un mundo sin Mal sería algo así como una imposibilidad lógica, una contradicción en los términos. Aquí
hay una intuición profunda. Pues el Mal difícilmente puede ser enteramente imputado al error o a la
ignorancia del hombre. El Mal se encuentra arraigado en la estructura del mundo. Donde hay luz, hay
también oscuridad. Una cosa va con la otra. De hecho, donde no hubiera más que luz, no habría luz. Con
todo, Dios no permanece en el más allá como si fuera el espectador de un naufragio. Dios está de nuestro
lado —insiste Torres Queiruga—, apoyándonos en nuestra lucha contra el sufrimiento injusto. Ahora
bien, ¿hemos de entender que Dios es algo así como una cheerleader de la humanidad sufriente? Cuesta
de imaginar. Y es que un Dios de apoyo ¿acaso no supone que, por encima de Dios, se encuentran, como
quien dice, el Bien y el Mal pugnando por la supremacía? Un Dios de apoyo ¿no implica de algún modo
volver a navegar las antiguas aguas del maniqueísmo? ¿Cómo entender, desde esta óptica, el extraño
verso de Isaías (Is 45, 7): “yo soy el Señor y no hay otro; el que forma la luz y crea las tinieblas, el que da
el bienestar y crea calamidades”? Tampoco me imagino qué consuelo pueda llegar a tener la madre tutsi
que ha perdido a todos sus hijos a golpe de machete, una vez se entera de que Dios está de su lado,
ofreciéndole todo su apoyo. No sé. Quizá simplemente es que no puedo imaginármelo.
V
Para Andrés Torres Queiruga el silencio de Dios es teológicamente irrelevante, aunque no lo sea
antropológicamente. Esto es, el silencio de Dios no tiene que ver con Dios —carece, podríamos decir, de
poder revelador—, sino con nosotros los hombres, en concreto, con nuestra dificultad para percibir la
presencia de Dios. A mí esto me parece cuanto menos desconcertante, sobre todo si tenemos en cuenta el
sufirmiento indecente de las víctimas. ¿Es que Jesús de Nazareth, en Getsemaní, no fue capaz de escuchar
a Dios? ¿Es que aquellos que fueron gaseados en la más absoluta oscuridad no fueron capaces de percibir
la cercanía del espíritu divino? ¿Podríamos mantenerlo sin tomar el nombre de Dios en vano ante quienes
murieron injustamente en los Gulag de la Historia? No me parece casual que la única vez que aparece en
los evangelios la palabra Abba sea en el contexto del máximo desconcierto y desesperación (Mc 14,36):
el hombre que venía de Dios es entregado a sus verdugos como un abandonado de Dios. Como si el
momento de la máxima intimidad con Dios sea el momento en que el Hijo (re)clama inútilmente por su
Padre. Como si no hubiera otra oración que la de quien se enfrenta a un Dios que se muestra como un
muro de silencio. Como si solo fuera posible ponerse en manos de Dios como un abandonado de Dios.
Como si, al fin y al cabo, solo sin Dios pudiéramos estar ante Dios. Así, uno puede preguntarse qué
imagen de Dios hay detrás de la afirmación de Torres Queiruga. Qué Dios presuponemos cuando decimos
que su silencio es el reverso de nuestra sordera. Me atrevería a decir que el Dios del positivismo religioso,
algo así como un espectro invisible, cuya presencia cabe constatar, aunque sea indirectamente (como
quien constata el fuego por el humo que provoca). Sin embargo, no diría que Dios, bíblicamente
hablando, se dé según el modo de los entes (y un ente invisible no deja de ser un ente). Si la realidad de
Dios se encuentra más allá de los entes —que se encuentra—, entonces Dios propiamente no habla,
aunque todo hable de Dios. Podríamos decir, parafraseando a Pablo, que el mundo entero, en tanto que
pendiente de Dios, clama a Dios por Dios. Sabemos que Dios es el que llama. Pero lo que a menudo se
olvida es que Dios llama con la voz —el grito— de los marcados por el hambre. De ahí que su silencio
sea tan revelador. Pues solo a través de su silencio podemos escuchar el clamor de los hombres como la
voz imperativa de Dios. Ciertamente, hay Palabra de Dios. Ciertamente, Jesús de Nazareth muere
perdonando a sus verdugos. Ciertamente, hubo una Etty Hillesum en los campos de la muerte. Pero me
atrevería a decir que ese perdón no podría ser de Dios si no estuviera sostenido por su silencio. Pues es
este silencio el que quiebra el mito del positivismo religioso, al fin y al cabo, el que nos permite confesar
al que colgó de una cruz como Señor. Y es que cristianamente Dios no aparece como dios, sino como un
Crucificado en nombre de Dios. Esto es, en su lugar.
Imagen extraída de: Karl Barth en Latinoamérica
Meditación de Pablo VI ante la muerte: “La
muerte es un progreso en la comunión de los
Santos”
Se impone esta consideración obvia sobre la caducidad de la vida temporal y sobre el acercamiento
inevitable y cada vez más próximo de su fin. No es sabia la ceguera ante este destino indefectible. Ante la
desastrosa ruina que comporta, ante la misteriosa metamorfosis que está para realizarse en mi ser, ante lo
que se avecina.
Veo que la consideración predominante se hace sumamente personal: yo, ¿quién soy?, ¿qué queda de mí?,
¿adónde voy?, y por eso sumamente moral: ¿qué debo hacer?, ¿cuáles son mis responsabilidades?: y veo
también que respecto a la vida presente es vano tener esperanzas; respecto a ella se tienen deberes y
expectativas funcionales y momentáneas; las esperanzas son para el más allá. Y veo que esta
consideración suprema no puede desarrollarse en un monólogo subjetivo, en el acostumbrado drama
humano que, al aumentar la luz, hace crecer la oscuridad del destino humano; debe desarrollarse en
diálogo con la Realidad divina, de donde vengo y adonde ciertamente voy: conforme a la lámpara que
Cristo nos pone en la mano para el gran paso. Creo, Señor.
Llega la hora. Desde hace algún tiempo tengo el presentimiento de ello. Más aún que el agotamiento
físico, pronto a ceder en cualquier momento, el drama de mis responsabilidades parece sugerir como
solución providencial mi éxodo de este mundo, a fin de que la Providencia pueda manifestarse y llevar a
la Iglesia a mejores destinos. Sí, la Providencia tiene muchos modos de intervenir en el juego formidable
de las circunstancias, que cercan mi pequeñez; pero el de mi llamada a la otra vida parece obvio, para que
me sustituya otro más fuerte y no vinculado a las presentes dificultades.
Ciertamente, me gustaría, al acabar, encontrarme en la luz. De ordinario el fin de la vida temporal, si no
está oscurecido por la enfermedad, tiene una peculiar claridad oscura: la de los recuerdos tan bellos, tan
atrayentes, tan nostálgicos y tan claros ahora ya para denunciar su pasado irrecuperable y para burlarse de
su llamada desesperada. Allí está la luz que descubre la desilusión de una vida fundada sobre bienes
efímeros y sobre esperanzas falaces. Allí está la luz de los oscuros y ahora ya ineficaces remordimientos.
Allí está la luz de la sabiduría que por fin vislumbra la vanidad de las cosas y el valor de las virtudes que
debían caracterizar el curso de la vida: «vanidad de vanidades». En cuanto a mí, querría tener finalmente
una noción compendiosa y sabia del mundo y de la vida: pienso que esta noción debería expresarse en
reconocimiento: todo era don, todo era gracia: y qué hermoso era el panorama a través del cual ha pasado;
demasiado bello, tanto que nos hemos dejado atraer y encantar, mientras debía aparecer como signo e
invitación. Pero, de todos modos, parece que la despedida deba expresarse en un acto grande y sencillo de
reconocimiento, más aún de gratitud: esta vida mortal es, a pesar de sus vicisitudes y sus oscuros
misterios, sus sufrimientos, su fatal caducidad, un hecho bellísimo, un prodigio siempre original y
conmovedor, un acontecimiento digno de ser cantado con gozo y con gloria: ¡la vida, la vida del hombre!
Ni menos digno de exaltación y de estupor feliz es el cuadro que circunda la vida del hombre: este mundo
inmenso, misterioso, magnífico, este universo de tantas fuerzas, de tantas leyes, de tantas bellezas, de
tantas profundidades. Es un panorama encantador. Parece prodigalidad sin medida. Asalta, en esta mirada
como retrospectiva, el dolor de no haber admirado bastante este cuadro, de no haber observado cuanto
merecían las maravillas de la naturaleza, las riquezas sorprendentes del macrocosmos y del microcosmos.
¿Por qué no he estudiado bastante, explorado, admirado la morada en la que se desarrolla la vida? ¡Qué
distracción imperdonable, qué superficialidad reprobable! Sin embargo, al menos in extremis, se debe
reconocer que ese mundo «que fue hecho por medio de Él», es estupendo. Te saludo y te celebro en el
último instante, sí, con inmensa admiración; y, como decía, con gratitud: todo es don: detrás de la vida,
detrás de la naturaleza, del universo, está la Sabiduría; y después, lo diré en esta despedida luminosa (Tú
nos lo has revelado, Cristo Señor) ¡está el Amor! (…).
Pero ahora, en este ocaso revelador, otro pensamiento, más allá de la última luz vespertina, presagio de la
aurora eterna, ocupa mi espíritu: y es el ansia de aprovechar la hora undécima, la prisa de hacer algo
importante antes de que sea demasiado tarde. ¿Cómo reparar las acciones mal hechas, cómo recuperar el
tiempo perdido, cómo aferrar en esta última posibilidad de opción «la única cosa necesaria»? A la gratitud
sucede el arrepentimiento. Al grito de gloria hacia Dios Creador y Padre sucede el grito que invoca
misericordia y perdón (…).
Aquí aflora a la memoria la pobre historia de mi vida, entretejida, por un lado con la urdimbre de
singulares e inmerecidos beneficios, provenientes de una bondad inefable (es la que espero podré ver un
día y «cantar eternamente»); y, por otro, cruzada por una trama de míseras acciones, que sería preferible
no recordar, son tan defectuosas, imperfectas, equivocadas, tontas, ridículas. «Dios mío, tú conoces mi
ignorancia» (Sal 68, 6). Pobre vida débil, enclenque, mezquina, tan necesitada de paciencia, de
reparación, de infinita misericordia. Siempre me parece suprema la síntesis de San Agustín: miseria y
misericordia. Miseria mía, misericordia de Dios. Que al menos pueda honrar a Quien Tú eres, el Dios de
infinita bondad, invocando, aceptando, celebrando tu dulcísima misericordia. Y luego, finalmente, un acto
de buena voluntad: no mirar más hacia atrás, sino cumplir con gusto, sencillamente, humildemente, con
fortaleza, como voluntad tuya, el deber que deriva de las circunstancias en que me encuentro.
Hacer pronto. Hacer todo. Hacer bien. Hacer gozosamente: lo que ahora Tú quieres de mí, aun cuando
supere inmensamente mis fuerzas y me exija la vida. Finalmente, en esta última hora. Inclino la cabeza y
levanto el espíritu. Me humillo a mí mismo y te exalto a ti, Dios, «cuya naturaleza es bondad» (San
León). Deja que en esta última vigilia te rinda homenaje, Dios vivo y verdadero, que mañana serás mi
juez, y que te dé la alabanza que más deseas, el nombre que prefieres: eres Padre.
Después yo pienso aquí ante la muerte, maestra de la filosofía de la vida, que el acontecimiento más
grande entre todos para mí fue, como lo es para cuantos tienen igual suerte, el encuentro con Cristo, la
Vida. Ahora habría que volver a meditar todo con la claridad reveladora que la lámpara de la muerte da a
este encuentro. «En efecto, de nada nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados». Este es
el descubrimiento del pregón pascual, y este es el criterio de valoración de cada cosa que mira a la
existencia humana y a su verdadero y único destino, que sólo se determina en relación a Cristo (…).
Y después, todavía me pregunto: ¿por qué me has llamado, por qué me has elegido?, ¿tan inepto, tan
reacio, tan pobre de mente y de corazón? Lo sé: «Eligió Dios la necedad del mundo... para que nadie
pueda gloriarse ante Dios» (1 Cor 1, 27-28). Mi elección indica dos cosas: mi pequeñez; tu libertad
misericordiosa y potente, que no se ha detenido ni ante mis infidelidades, mi miseria, mi capacidad de
traicionarte (…). Y heme aquí a tu servicio, heme aquí en tu amor. Heme aquí en un estado de
sublimación que no me permite volver a caer en mi sicología instintiva de pobre hombre, sino para
recordarme la realidad de mi ser, y para reaccionar en la más ilimitada confianza con la respuesta que
debo: «Así sea, así sea. Tú sabes que te amo». Sobreviene un estado de tensión y fija mi voluntad de
servicio por amor en un acto permanente de absoluta fidelidad: «amó hasta el fin». «No permitas que me
separe de Ti». El ocaso de la vida presente, que había soñado reposado y sereno, debe ser, en cambio, un
esfuerzo creciente de vela, de dedicación, de espera. Es difícil; pero la muerte sella así la meta de la
peregrinación terrena y ayuda para el gran encuentro con Cristo en la vida eterna. Recojo las últimas
fuerzas y no me aparto del don total cumplido, pensando en tu « todo está acabado».
Recuerdo el anuncio que el Señor hizo a Pedro sobre la muerte del Apóstol: «En verdad, en verdad te
digo: cuando envejezcas, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras. Esto lo dijo
indicando con qué muerte había de glorificar a Dios. Después añadió: Sígueme» (Jn 21, 18-19). Te sigo; y
advierto que yo no puedo salir ocultamente de la escena de este mundo; tantos hilos me unen a la familia
humana, tantos a la comunidad que es la Iglesia. Estos hilos se romperán por sí mismos; pero yo no puedo
olvidar que exigen de mí un deber supremo: «muerte piadosa». Tendré ante el espíritu la memoria de
cómo Jesús se despidió de la escena temporal de este mundo. Recordaré cómo El hizo previsión continua
y anuncio frecuente de su pasión, cómo midió el tiempo en espera de «su hora», cómo la conciencia de
los destinos escatológicos llenó su espíritu y su enseñanza y cómo habló a los discípulos en los discursos
de la última Cena sobre su muerte inminente; y finalmente cómo quiso que su muerte fuese perennemente
conmemorada mediante la institución del sacrificio eucarístico: «Anunciaréis la muerte del Señor hasta
que El venga».
Un aspecto principal sobre todos los otros: «se entregó a sí mismo por mí»; su muerte fue sacrificio;
murió por los otros, murió por nosotros. La soledad de la muerte estuvo llena de nuestra presencia, estuvo
penetrada de amor: «amó a la Iglesia». Su muerte fue revelación de su amor por los suyos: «amó hasta el
fin». Y al término de la vida temporal dio ejemplo impresionante del amor humilde e ilimitado (cf. el
lavatorio de los pies) y de su amor hizo término de comparación y precepto final. Su muerte fue
testamento de amor. Es preciso recordarlo.
Por tanto ruego al Señor que me dé la gracia de hacer de mi muerte próxima don de amor para la Iglesia.
Puedo decir que siempre la he amado; fue su amor quien me sacó de mi mezquino y selvático egoísmo y
me encaminó a su servicio; y para ella, no para otra cosa, me parece haber vivido. Pero quisiera que la
Iglesia lo supiese (…). Querría abrazarla, saludarla, amarla, en cada uno de los seres que la componen, en
cada obispo y sacerdote que la asiste y la guía, en cada alma que la vive y la ilustra; bendecirla. También
porque no la dejo, no salgo de ella, sino que me uno y me confundo más y mejor con ella: la muerte es un
progreso en la comunión de los Santos (…).
Días de difuntos. Purgatorio, un proceso de amor
Editado por
Xabier Pikaza Ibarrondo
Según la teología tradicional, purgatorio (en sentido figurado) es el "purificatorio", que no se
entiende como "tiempo" sino como proceso de transformación creyente (nos atrevemos a
decir "cristiana") de aquellos que han muerto sin hallarse aún preparados para alcanzar la
bienaventuranza de Dios. Tiene un sentido básicamente medicinal: las purgas se empleaban antiguamente
para curar a los enfermos de cuerpo. Del mismo modo, los enfermos de alma, necesitarían una
purificación espiritual, a fin de limpiarse por dentro, para así recibir el amor de Dios y responderle
igualmente en amor, amando a los demás hombres y mujeres, llegando de esa forma al cielo.
Por eso, más que de purgatorio e incluso de purificatorio, habría que hablar de amatorio, es decir,
de aprendizaje y experiencia de amor, pues quien no ha conseguido amar o recibir en gratuidad el amor
de Dios en Dios no está preparado para responderle en amor. Es, por tanto, una escuela de amor, donde el
símbolo del fuego no emplea en clave de castigo, sino de creatividad de amor.
De todas formas, la Iglesia Católica no ha logrado explicar plenamente el purgatorio/amatoria, de
manera que, en general, las iglesias protestantes se oponen a su visión del tema. Pero muy
posiblemente esa oposición se dirige a un tipo de "mercado" del purgatorio (¡misas por los difuntos, en
sentido casi comercial!) que a la visión recta del tema. Sea como fuere, esta experiencia del pugatorio
tiene sus límites, pero incluye también grandes valores. Sobre ella quiero reflexionar este día de difuntos.
(Imágenes: en la honda devoción popular de países de gran tradición cristiana como Galicia, en las
representaciones del purgatorio (petos das ánimas) aparecían casi sólo obispos, nobles y curas; los demás,
la gente de a pie, bastante purgatorio había tenido en este mundo). Buen día de ánimas a todos..
Principio Estrictamente hablando, el símbolo del purgatorio no aparece en la Biblia, aunque se conocen y
aceptan en ella las oraciones por los difuntos, como aparece no sólo en 2 Macabeos 12, 43-46 (que es
el texto clásico sobre el tema), sino en el conjunto de la piedad israelita y cristiana. En esa misma línea se
puede entender un pasaje de Pablo (1 Cor 15, 29), donde se habla de aquellos que se “bautizan” (es decir,
se purifican) por los muertos. Pero más que en unos textos aislados, la experiencia y teología del
purgatorio ha de entenderse desde la visión completa de la fe cristiana, que es una fe en la vida, en la
transformación y resurrección de los creyentes, es decir, de todos los hijos de Dios, por medio de Jesús.
En ese sentido, creo que el purgatorio forma parte del proceso de muerte y resurrecciòn de los
hombres en Cristo, para integrarse en el camino de su muerte, para resucitar con él (desde Dios) a la
vida eterna (que es Dios Todo en todos). Ese es el principio de purgatorio, la afirmación de que la "vida"
de los creyentes no termina con la muerte, sino que se abre en y por ella al despliegue de la luz/amor de
Dios
1. Reflexión básica. Una historia de las religiones El purgatorio puede vincularse con las “pruebas de purificación” que aparecen en diversas religiones:
ellas son como pasos que el novicio o candidato a la madurez debe superar, a fin de alcanzar la perfección
y adquirir de esa manera el conocimiento perfecto del misterio y la integración en el grupo de los
purificados.
a. Cárcel penitencial. El purgatorio tras la muerte se ha comparado con una cárcel temporal, donde los
delincuentes expían por los pecados que han cometido y se purifican, con el fin de integrarse de nuevo en
la sociedad, viviendo en ella en una situación de limpieza. Entendida así, la cárcel responde no sólo a la
justicia del "talión" (cada uno debe “pagar” por lo que ha hecho), sino también a una exigencia de
maduración personal. Los hombres, especialmente aquellos que son reos de una determinada culpa, tienen
que compensar por el mal que han realizado y alcanzar de esa manera la madurez personal que se necesita
para vivir en situación de libertad; no es una cuestión de justicia exterior, sino de plenitud interna.
b. Purgatorio tras la muerte. Aparece básicamente como una interpretación teológica de la necesidad de
purificación de aquellos que han muerto sin haber logrado una pacificación interior y una maduración
personal. Las religiones de la interioridad (hinduismo, budismo) tienden a interpretar esta necesidad de
purificación a través de la doctrina de las reencarnaciones: los espíritus que no han llegado a estar
pacificados y no han alcanzado su nivel de perfección, tienen que volver a introducirse en los ciclos de la
vida, para así purificarse, hasta alcanzar el estado de inmersión total en lo divino (o en lo nirvana).
Por el contrario, los cristianos católicos han desarrollado la doctrina del purgatorio como medio de
purificación individual (para cada hombre o mujer) y lo han concebido como un estado de vida
intermedia entre este mundo y el cielo. Los que mueren en estado de imperfección no nacen de nuevo en
la tierra, ni van directamente al “cielo” (ni son destruidos para siempre, como los posibles condenados del
→ infierno), sino que han de ser “purificados” tras la muerte, en un tipo de vida intermedia, que tiene
precisamente esa función purgativa de limpieza.
c. Culto a las almas del purgatorio. Es de doble tipo, conforme a la doctrina de la “comunión de los
santos”, que vincula a las tres “iglesias”: militante (de la tierra), purgante (del purgatorio) y triunfante (de
los que han alcanzado el cielo, culminando de esa forma su camino de lucha).La visión de esa iglesia
purgante, cuyos miembros difuntos (almas del purgatorio) pueden orar por los vivos de la iglesia militante
y recibir la ayuda que ellos les ofrezcan (especialmente a través del sacrificio de la misa) ha formado una
parte esencial de la piedad católica de la Edad Media y Moderna. Ese culto por las almas del purgatorio se
ha realizado, según eso, en una doble dirección: los vivos han rogado por los muertos (para que culmine
su purificación y salgan del purgatorio, triunfando en la vida superior del cielo); los difuntos del
purgatorio han rogado por los vivos, protegiéndoles en los diversos peligros de la vida.
2. Disputa sobre el purgatorio. Un poco de protesta. Está vinculada, sobre todo, con las formas externas de culto a las almas del purgatorio y, en especial,
con las indulgencias. Fue una disputa que nació en torno al siglo XIII y culminó en el siglo XVI, con la
crítica de los protestantes y las declaraciones del Concilio de Trento. Una gran parte de los católicos
medievales vivieron muy preocupados (incluso obsesionados) por la idea de la salvación eterna,
vinculada a la superación del purgatorio donde se suponía que penaban las almas de gran parte de los
hombre y mujeres que habían fallecido, como puso de relieve Dante (1265-1321), de manera
impresionante, en la segunda parte de la Divina Comedia, dedicada en especial al Purgatorio. Conforme a
la visión común de aquel tiempo, el poeta pudo imaginar las diversas formas y tiempos de purificación de
los muertos, hasta alcanzar la salvación eterna.
En este contexto, ha tenido (y sigue teniendo) una importancia especial la celebración de la
Eucaristía como “sacrificio” por los muertos. Podemos recordar que, al menos en la mente de muchos
creyentes devotos, la eucaristía dejó de ser celebración comunitaria de la muerte y de la vida de Jesús
(expresada en la comunión de plegaria y de comida de los creyentes), para convertirse en un medio de
expiación y remisión de los pecados de los difuntos. Con esta finalidad se multiplicó la celebración de
“misas” y muchos tuvieron la impresión de que la superación del purgatorio estaba vinculada al número
de veces que pudieran celebrarse a favor los difuntos (con los aspectos económicos, sociales y litúrgicos
que esa suponía). En esa misma línea ha venido a situarse la concesión de “indulgencias” que papas y
obispos han decretado, con el fin de ayudar a los difuntos a través de la recitación de determinadas
oraciones o de la realización de algunos ejercicios de piedad e, incluso, de prestaciones económicas.
En contra de esta doctrina de las indulgencias y de la celebración de misas por los difuntos se empezó
elevando la Reforma de Lutero, con sus 95 tesis del año 1517. Estrictamente hablando, en su raíz, el
protestantismo no ha negado la posibilidad (o la existencia) de un purgatorio, entendido como signo
(¿estado?) de purificación y transformación de los hombres y mujeres a los que Dios llama a su Reino por
Cristo. Pero esa purificación no es algo que se pueda medir ni cuantificar en tiempos específicos (¡diaz
años de purgatorio!) a través de un tipo y tiempo de indulgencias (¡plenarias, de cien años…!) o de
celebraciones rituales, sino que forma parte del misterio de la “comunión” de los santos, es decir, de la
comunicación creyente (mesiánica) de todos los hombres y mujeres de la historia.
Pienso que, de alguna forma, todos los cristianos, incluidos los católicos, nos hemos hecho un poco
protestantes.. Admitimos el misterio de la comunión de los santos y de la oración que nos vincula a
todos los creyentes (a todos los hombres, vivos y muertos) en el misterio de Cristo, pero nos cuesta
mucho entender el sacrificio en un sentido antiguo, y más el sacrificio de la misa en línea penitencial.
3. Reflexión de conjunto. El purgatorio ha sido (y en parte sigue siendo) uno de los elementos fundamentales de la visión religiosa
de muchos católicos, especialmente en los medios populares. A pesar de los excesos que se han podido
cometer en este campo, el purgatorio constituye uno de los símbolos más importantes de la experiencia
cristiana, pues nos sitúa ante la puerta de la muerte y de la resurección, con sus sus grandes paradojas,
con su inmanesa esperanza.
(a) Por un lado, aquellos que mueren (¡todos los hombres!) quedan en manos de la misericordia de Dios,
que les ofrece su salvación en Cristo.
(b) Pero, al mismo tiempo, ellos quedan ante todo aquello que han sido y son (en sí mismos y desde los
otros), de manera que necesitan rehacer su vida, desde el don de Dios, en comunicación con todos los
restantes hombres y mujeres de la tierra.
(c) El purgatorio nos sitúa en el lugar donde se distinguen y encuentra las dos “comunidades” de
creyentes: los que caminan en este mundo y los que ya han muerto. De un modo lógico, el recuerdo y el
culto a los muertos formas parte de la vida y esperanza de aquellos que viven.
Ésta es una doctrina que sigue siendo importante para el cristianismo. Desde ese fondo podemos
citar algunos números que el Catecismo de la Iglesia Católica ha dedicado al tema:
«Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están
seguros de su eterna salvación, sufren después de la muerte una purificación, a fin de obtener la santidad
necesaria para entrar en la alegría del cielo. «La Iglesia llama purgatorio a esta purificación final de los
elegidos, que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la
doctrina de la fe relativa al purgatorio sobre todo en los concilios de Florencia [1439] y de Trento [1563].
La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura -por ejemplo, 1 Corintios
3,15; 1 Pedro 1,7-, habla de un fuego purificador. Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la
oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: «Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este
sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado» (2 Mac 12, 46).
Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos, y ha ofrecido sufragios en
su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión
beatífica de Dios. La Iglesia recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor
de los difuntos» (CEC 1030-1032).
«La Iglesia peregrina, perfectamente consciente de esta comunión de todo el Cuerpo místico de
Jesucristo, desde los primeros tiempos del cristianismo, honró con gran piedad el recuerdo de los
difuntos, y también ofreció por ellos oraciones, «pues es una idea santa y provechosa orar por los
difuntos, para que se vean libres de sus pecados» (2 Mac 12,45)». Nuestra oración por ellos puede no
solamente ayudarles, sino también hacer eficaz su intercesión en nuestro favor». «La indulgencia es la
remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados, en cuento a la culpa, que un fiel
dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como
administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo
y de los santos» (CEC 958 y 1371).
Ésta es la doctrina oficial del catecismo. Ella refleja la tradición venerable de la Iglesia católica. Pero
apartir de ella se puede avanzar, en la experiencia y en la teología.
Quizá se pueda decir que el “purgatorio” es el mismo amor de Dios que será capaz de hacer que
todos los hombres amen; no será “penorio” (lugar de penas), sino amatorio (experiencia y camino de de
felicidad y amor, porque sólo aquellos que aprenden a amar (se dejan transformar en amor y por amor
para la felicidad) podrán vivir plenamente en Dios. En ese sentido, el purgatorio forma parte de la
experiencia cristiana de un Dios que quiere ser amor total, todo en todos por gracia.
El purgatorio es la experiencia y certeza de un excedente de gracia; es la certeza de que el infierno
no podrá dominar sobre la Vida de Dios. La forma de “orar” por las almas de purgatorio y de
acompañarlas (y de dejarnos acompañar por ellas) en el camino de la vida eterna forma parte del misterio
de la comunión de los santos. Pero hay un modo infalible de ayudar a las almas del purgatorio (almas
son las “personas”, en cuerpo y alma: es ayudar a vivir en amor y solidaridad a los hombres y mujeres de
este mundo; es procurar que ese infierno de mundo se vuelva lugar de purificación para la vida y la
esperanza, en ese mundo en que habitamos los hijos de Dios.
El Obispo de Salamanca invita a todos
los fieles a participar en las celebraciones
del V Centenario Teresiano
Queridos hermanos en el Señor:
Santa Teresa de Jesús, patrona de la Diócesis de Salamanca, nació en Ávila el día 28 de marzo de 1515.
Con este motivo, la Diócesis de Salamanca, en comunión con la Conferencia Episcopal Española y en
fraternal colaboración con la Orden del Carmen, hemos venido preparando la Celebración del V
Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, que tendrá su inicio el próximo día 15 de octubre y se
prolongará hasta el día 15 de octubre de 2015. Este Centenario ha sido reconocido por el Papa Francisco
como Año Jubilar Teresiano para las Diócesis de España, con la concesión de las correspondientes
gracias espirituales.
Por nuestra parte, nos hemos propuesto como meta de este Centenario acercar la persona, la vida, la obra
y la enseñanza de Santa Teresa de Jesús a los católicos de Salamanca y a cuántos estén interesados en el
mayor conocimiento de cualquiera de las facetas de su riquísima personalidad. En suma, se trataría de
ofrecer de forma atractiva al hombre de hoy el camino del seguimiento de Jesucristo en la Iglesia y en
medio del mundo, que vivió y enseñó Santa Teresa con tanta perfección y maestría espiritual.
Pretendemos también que este acercamiento espiritual a Santa Teresa de Jesús sea integrado en el proceso
de nuestra Asamblea diocesana, como una ayuda para el logro de sus fines, de forma especial la
renovación espiritual por el encuentro con Cristo, que nos infunda un nuevo aliento evangelizador
En esta perspectiva espiritual convoco a todos los fieles católicos de la Diócesis de Salamanca a participar
en el V Centenario Teresiano y, de forma inmediata, os invito cordialmente a tomar parte en las
Celebraciones con las que vamos a iniciarlo:
- La Celebración de VÍSPERAS EN LA CATEDRAL VIEJA, el día 14 de octubre, a las 7 de la
tarde.
- La Celebración de la EUCARISTÍA SOLEMNE DE APERTURA DEL V CENTENARIO DEL
NACIMIENTO DE SANTA TERESA, en Alba de Tormes, el día 15 de octubre, a las 6 de la tarde.
La participación en estas celebraciones nos ofrece la ocasión de alcanzar ya la gracia jubilar de la
indulgencia plenaria.
Fraternalmente en el Señor.
+Carlos López, Obispo de Salamanca.
Decreto sobre el Año Jubilar Teresiano
en España e indulgencia en la Diócesis de
Salamanca
Con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, ocurrido en Ávila el día 28 de
marzo de 1515, y del IV Centenario de su Beatificación, que tuvo lugar el día 24 de abril de 1614, el
Papa Francisco, a través de un Decreto de la Penitenciaría Apostólica, fechado el día 24 de abril de
2014, ha concedido a todas las diócesis de España un Año Jubilar Teresiano, desde el día 15 de octubre de
2014 al 15 de octubre de 2015. En él se especifican las condiciones para alcanzar la gracia de indulgencia
plenaria (consultar el PDF adjunto).
En nuestra Diócesis de Salamanca se podrá ganar la INDULGENCIA PLENARIA en la Catedral y en
varios templos tanto en la ciudad de Salamanca (El Carmen, Santa Teresa, Fátima, Santísima Trinidad,
iglesias de los Convento de los P. Carmelitas Calzados y Descalzos, así como templos en los que se
expone en Santísimo de forma prolongada) como en varias iglesias de la zona rural (Iglesias de los
Monasterios de las Carmelitas Descalzas de Alba, Cabrerizos, Peñaranda, Ledesma, Mancera de Abajo y
Cabrera, iglesia del Monasterio de Las Bautecas y Santuario de la Peña de Francia). Así lo ha
especificado el Sr. Obispo Mons. Carlos López en un Decreto firmado el pasado 5 de octubre. En él se
indica además que "Las religiosas de clausura no pertenecientes a la Orden del Carmen podrán
alcanzar la gracia de la indulgencia plenaria en la Iglesia o capilla de su propio Monasterio,
permaneciendo en adoración del Santísimo Sacramento expuesto de forma solemne en la custodia". Por
otro lado, concede INDULGENCIA PARCIAL a los fieles que permanezcan en cama que practiquen
"obras de caridad en forma de limosna para los pobres, actos penitenciales de ofrecimiento de los
sufrimientos de su enfermedad o actos evangelizadores de testimonio de su fe y de su confianza en Dios
ante quienes conviven con ellos, los cuidan o los visitan, así como con la oración por el fruto espiritual
del Año Jubilar Teresiano y de la Asamblea para la renovación misionera de la Diócesis de Salamanca".
Consulta el texto íntegro del Decreto en PDF.
Decreto_Año_Jubilar_Teresiano.pdf
Comienza el curso Fe y Arte del
Arciprestazgo de Peñaranda
El pasado 19 de octubre comenzó un año más el curso "Fe y Arte" del Arciprestazgo de Peñaranda. La
siguiente visita tendrá lugar el 23 de Noviembre a "El Castillo de Santa María" en Macotera.
Más información: www.unidadpastoraldecantalapiedra.com
El Centro de acogida de Peregrinos de Alba de
Tormes será inaugurado el 26 de octubre
El próximo domingo 26 de octubre, a las 18.00 horas, será inaugurado en Alba de Tormes el Centro de
acogida de peregrinos, situado en la cripta de la Basílica Teresiana, en la Plaza del Peregrino. El vicario
general de la diócesis de Salamanca D. Florentino Gutiérrez será el encargado de inaugurar el centro en
un acto en el que estarán presentes los miembros de la Comisión de liturgia y peregrinaciones de V
Centenario STJ: D. Jesús Vicente, delegado diocesano de Peregrinaciones; el P. Francisco Martín
Tejedor, prior del Convento de San Juan de la Cruz (Carmelitas Descalzos); la M. Sonsoles Gutiérrez
Robledo; priora del Monasterio de la Anunciación (Carmelitas Descalzas) y los párrocos de Alba de
Tormes, D. Lauren Sevillano Arroyo y D. Gonzalo Escamilla Romero y algunos de los voluntarios
encargados de su funcionamiento.
El Centro de acogida de peregrinos permanecerá abierto todos los días, en horario de 9.00 a 20.00 h.
ofreciendo información y acompañamiento para grupos.
Más de 80 voluntarios, distribuidos en tres equipos (organización, atención del centro de acogida y
acompañamiento) se encargarán de ofrecer una acogida cálida a todos cuantos visiten Alba de Tormes,
informando sobre los diferentes servicios habilitados y acompañándoles en la ruta del Peregrino que
comienza en el Centro audiovisual de los Padres Carmelitas con un vídeo de bienvenida de 15’ minutos
de duración, continúa en la parroquia de San Pedro, el convento de San Juan de Cruz y el Museo
Teresiano, el convento de la Anunciación y el Museo Carmelitano, la iglesia de San Juan, concluyendo la
visita en la Basílica Teresiana.
Teléfono del Centro de acogida de Peregrinos: 672 030 318.
22 de Noviembre. Manifestación en Madrid por
la vida, la mujer y la maternidad
El próximo 22 de noviembre tendrá lugar una manifestación a favor de la vida, la mujer y la maternidad
en Madrid. El acto se ha convocado a las 12.00 h; hora a la que se espera la llegada de todos los
ciudadanos que apoyan la causa de la defensa de la vida y la maternidad. La manifestación hará un
recorrido que se iniciará en la Glorieta de Ruíz Giménez (metro S. Bernardo) y terminará en la plaza de
Colón.
Toda persona que quiera acudir puede reservar su plaza en el autobús que saldrá desde Salamanca a través
de:
1. Correo electrónico: [email protected]
2. Teléfono: 618 633 983.
Ejercicios Espirituales para sacerdotes
La Delegación diocesana para el Clero organiza unos Ejercicios Espirituales para sacerdotes de la
diócesis.
Se realizarán del 10 al 15 de noviembre en la Casa de Espiritualidad de los Padres Paúles en Santa Marta
de Tormes y serán dirigidos por el carmelita descalzo P. Salvador Ros.
Los interesados deberán comunicar su asistencia en la portería de la Casa de la Iglesia, en el teléfono: 923
128 900.
La Escuela diocesana de Animadores y
voluntarios misioneros inicia un nuevo
curso
La sede de la Delegación diocesana de Misiones (C/ Zamora, 50 1ºC) acogerá, el miércoles 29 de octubre,
la apertura de curso de la Escuela de Animación Misionera. Este primer encuentro dará comienzo a las
18.00 h. con una eucaristía y posterior presentación del programa para este nuevo año.
Esta escuela-taller es un servicio “para todos aquellos que quieren marcar la diferencia en nuestro mundo.
El mundo necesita de Dios. Por eso nos llama para que con él cambiemos el rostro del planeta”, aseguran
los promotores. El objetivo general de esta escuela es “descubrir, desarrollar y fortalecer nuestra llamada
misionera”, abordando “aspectos prácticos del por qué y para qué de la Misión en sus diversas facetas”.
El programa recorre distintos aspectos de la vivencia y dinamismo misionero: ¿Quién es el hombre para
Dios?¿Quién es Dios? ¿Qué es y cómo leer la Biblia?¿Qué es la Iglesia?¿En qué creemos?... para ello se
sirve de una medotología interactiva que combina sesiones teóricas y prácticas, oracionales y
testimoniales.
Las sesiones tendrán lugar los segundos, terceros y cuartos miércoles de cada mes, de 18.00 a 19.30 h. en
la sede de Misiones. En el siguiente encuentro, el 12 de noviembre, ahondarán en la Transformación
misionera de la Iglesia.
Inscripciones en los teléfonos: 923 214 915 y 696 068 576.
Formación para acólitos y responsables
de liturgia de las cofradías
La Coordinadora diocesana de Hermandades y Cofradías, en colaboración con la Delegación Diocesana
de Liturgia, han programado cuatro sesiones de formación para acólitos y responsables de liturgia en las
cofradías. Los encuentros, de dos horas de duración, tendrán lugar los días 27 de octubre y 3, 10 y 24 de
noviembre, de 20:00 a 22:00 h. en la Casa de la Iglesia.
I Certamen Artístico del Proyecto CREO
El tema del certamen, dirigido a jóvenes y universitarios, será el Paisaje
ADUX (Asociación de Universitarios Cristianos) y Pastoral Universitaria convocan el primer Certamen
artístico dentro del Proyecto CREO para jóvenes y universitarios, entorno a un tema: Paisaje. El plazo de
presentación de las obras (pintura, dibujo, collage, fotografía, audivisual,...) está abierto hasta el 31 de
octubre.
El proyecto CREO busca “a jóvenes artistas de alma inquieta” para crear un espacio artístico desde el
respeto y la belleza. “Creemos que una persona no se dedica al arte simplemente para mezclar pinturas y
amasar barro. Si CREAS, es que CREES. Crees en algo, en alguien… algo estás buscando! Algo te
inquieta! La belleza de este mundo (o también su fealdad), lo inabordable que parece a veces la vida (o
también lo frágil y lo finita que puede ser), la plenitud de los sentimientos (o el vacío de su ausencia)”,
afirman desde ADUX. “En el proyecto CREO tenemos: ojos para ver tu obra, oídos para escuchar tu
discurso, brazos abiertos para acogerte en el proyecto, y un local muy cómodo para tus exposiciones,
presentaciones,… Sólo nos faltas TÚ!”. Con este anhelo nace este primer primer Certamen Artístico, que
tendrá como fruto una exposición-celebración en la que se mostrarán los paisajes que más emocionan,
inquietan, hacen pensar y sentir a nuestros jóvenes; de esta forma se inaugurará el proyecto CREO.
El plazo de entrega de las obras es hasta el 31 de octubre en la sede de Pastoral Universitaria (C/
Compañía, 7), los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11.30 a 13.30 y los martes de 10.30 a 12.00 h. El
jurado otorgará tres premios y seleccionará las obras que serán expuestas en los locales de Pastoral
Universitaria. Próximamente daremos a conocer la fecha de inauguración.
Consulta las bases del certamen en el sitito web pastoraluniversidad.es
Formación Teresiana en Alba de Tormes
Desde el 24 de octubre de 2014 y hasta el 29 de mayo de 2015 los padres Carmelitas de Alba de Tormes
organizan unas charlas de formación en torno a una de las obras más conocidas de Santa Teresa de Jesús:
‘El castillo interior’.
Las charlas se celebrarán los viernes, cada 15 días, a las 20.00 h. en la iglesia del Monasterio de la
Anunciación de las Madres Carmelitas Descalzas.
- 24 Octubre: Las Moradas. Introducción.
- 7 Noviembre: Primeras Moradas.
- 21 Noviembre: Segundas Moradas.
Próximas vigilias de la Adoración Nocturna
ANE
- Viernes, día 10: Turno Ntra. Sra. del Pilar.
- Miércoles, día 15: Honorarios.
-Jueves, día 16: Cofradías.
-Viernes, día 17: Turno San José.
* Todas las vigilias comienzan a las 22.30 h. en la sede de la ANE (C/ Crespo Rascón, 45).
ANFE
- Miércoles, día 8: Honorarias. De 19.00 a 22.00 h. Capilla Adoración Nocturna.
- Martes, día 14: Vigilia Titular Santa Teresa de Jesús. Los turnos Santa Teresa de Jesús, Corpus Christi y
la Sección de Alba de Tormes, celebrarán la Vigilia Titular a las 23.00 h. en la iglesia de las Carmelitas
de Alba de Tormes.
- Viernes, día 31: Turno ‘Hermanas pobres de Santa Clara’. A las 22.30 h. en el Monasterio de la
Purísima Concepción (C/ Ponferrada, 35).
Recogida de firmas para que Santa Bonifacia sea
declarada Patrona Universal de la mujer
trabajadora
Las Siervas de San José promueven una campaña de recogida de firmas para que la santa salmantina
BONIFACIA RODRÍGUEZ DE CASTRO sea declarada PATRONA UNIVERSAL DE LA MUJER
TRABAJADORA. Gran defensora de la mujer trabajadora durante la segunda mitad del siglo XIX, su
gran aportación a la Iglesia fue su visión de hermanar la oración con el trabajo, su defensa y promoción
de la mujer. Si quieres sumarte a esta campaña acércate al Colegio Sagrada Familia, en la calle Marquesa
de Almarza nº 1, de lunes a viernes, de 9.00 a 20.00 horas. También puedes firmar en la portería de la
Casa de la Iglesia (C/ Rosario, 18), todos los días, de 9.00 a 21.00 h.
* DOLOR POR LAS MISIONES
- Jueves, día 23: Encuentro con mayores en una residencia de la ciudad.
- Viernes, día 24: Eucaristía con enfermos y mayores, a las 19.30 h. en la parroquia de San Mateo.
* VOCACIONES MISIONERAS
- Miércoles, día 29: Inauguración de la Escuela de Voluntarios y animadores Misioneros, 18.00 h. en la
sede de Misiones (C/ Zamora 50 1ºC).
- Viernes, día 30: Mesa redonda y oración vocacional, a las 20.00 h. en la parroquia de La Anunciación.
Nuevo calendario de misas para las
parroquias de la capital
Ajustado a los cambios organizativos que se han llevado a cabo en los arciprestazgos y parroquias
Misa en la Catedral de Salamanca
La Diócesis de Salamanca ha elaborado el nuevo calendario de misas 2014/15 en las parroquias de la
ciudad que será el que regirá a partir de ahora. Un calendario que ha sido necesario ajustar a los cambios
organizativos que se han llevado a cabo recientemente en los arciprestazgos y las parroquias.
En el archivo adjunto pueden encontrar el nuevo calendario de misas y horarios para este nuevo curso.
HORARIO DE MISAS 2014-2015.docx [125,29 Kb]
AGENDA DIOCESANA
30 de Octubre: OCTUBRE MISIONERO: tendrá lugar una mesa redonda y una oración
vocacional, a las 20.00 h. en la iglesia de La Anunciación.
30 de Octubre: CÍRCULO DE SILENCIO: por la erradicación de la pobreza, a las 20:00 h en la
Puerta Zamora, (Junto al Toscano)
CONFESIONES EN LA PARROQUIA DE EL CARMEN: (Pza. de los Bandos). Martes de
10:00 a 13:00 h y de 17:30 a 20:30 h. y Viernes de 10:00 a 13:00 h y de 17:30 a 20:30 h.
GRUPO JOVEN DE RENOVACIÓN CARISMÁTICA: se reúne en oración todos miércoles,
a las 19:30 horas en la capilla de la Universidad Pontificia.
Celebración de Todos los Santos y Misa funeral
por los fieles difuntos, en la Catedral
Con motivo de la celebración del Día de Todos los Santos el 1 de noviembre, a las 11.00 de la mañana, la
Catedral Nueva acogerá una eucaristía con exposición del Santísimo y bendición como acción de gracias
en el aniversario del terremoto de Lisboa acontecido en el año 1755.
Por otro lado, el lunes día 3 de noviembre, a las 19.00 horas en la Catedral Vieja habrá una Misa funeral
por el eterno descanso de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos difuntos de la Iglesia salmantina. Al
igual que el año pasado se recordará y nombrará por su nombre a todos los que hayan fallecido desde el 3
de noviembre de 2013. Para ello el vicario general de la Diócesis y canónigo de la S.I.B. Catedral de
Salamanca, D. Florentino Gutiérrez a través de una carta ha solicitado la colaboración de toda la
comunidad diocesana para conocer el nombre de los sacerdotes, religiosos y laicos (especialmente los que
pertenecían a comisiones diocesanas) que han fallecido a lo largo del año. Información que pueden enviar
a la Casa de la Iglesia o indicarlo en el teléfono: 923 12 89 00.
El cardenal Fernando Sebastián abre las XLVI
Jornadas de Teología: ‘Experiencias del mundo,
misterio de Dios’
La Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca organiza la XLVI Jornadas de
Teología que en esta edición versan sobre el tema: ‘Experiencias del mundo, misterio de Dios’. Tendrán
lugar los días 13 y 14 de noviembre en el Aula Minor de la UPSA y entre sus ponentes contará con el
cardenal arzobispo emérito de Pamplona Mons. Fernando Sebastián, el jesuita Amaury Begasse de
Dhaem de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y los profesores Santiago del Cura Elena y
Leonardo Rodríguez Duplá, entre otros.
Ante el secularismo y la indiferencia religiosa imperante en la sociedad actual, las Jornadas de Teología
organizadas por la UPSA pretenden “abrir una nueva consideración de los accesos al Misterio divino”.
Para debatir sobre ello, se han programado ocho ponencias que contarán con importantes expertos en la
materia. Así, Mons. Fernando Sebastián, inaugurará el ciclo de conferencias, en su intervención hablará
sobre la ‘Experiencia y razón de Dios en el marco de la cultura secular’. El coordinador de las jornadas D.
Gonzalo Tejerina Arias y los profesores D. Miguel García Baró, P. Amaury Begasse, D. José Luis
Sánchez Nogales, Santiago del Cura Elena, D. Gaspar Hernández Peludo y D. Joao Duque, serán los
ponentes que intervendrán durante los dos días.
Las jornadas contemplan también una mesa redonda en la que van a intervenir los profesores de la
Universidad Complutense de Madrid D. Leonardo Rodríguez Duplá y D. Francisco J. Fernández
Vallina, y D. Antonio Ávila García, del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, quienes intentarán
desgranar los aspectos de la Recuperación postsecular de la experiencia religiosa.
El jueves día 13 está prevista también la presentación de la obra ‘Recursos bibliográficos: Dónde está
Dios en el mundo digital’, de D. Luis Santamaría del Río, delegado diocesano de MCS de Zamora y una
visita guiada al Aula Magna de la UPSA de la mano de Dª Margarita Ruiz Maldonado, catedrática de
Historia del Arte de la Universidad de Salamanca.
Más información en el teléfono 923 277 106 y en la web www.teologia.upsa.es
Las Carmelitas Descalzas de Cabrerizos
celebran el aniversario de la séptima
fundación de Santa Teresa de Jesús
El Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Cabrerizos mantiene viva la llama de la
séptima fundación de Santa Teresa en Salamanca llevada a cabo el 1 de noviembre de 1570. Para
conmemorar dicho aniversario el domingo día 2 de noviembre se celebrará una eucaristía en la iglesia de
su Monasterio, a las 17.00 horas. Al día siguiente, está previsto un relato de la Fundación de Salamanca
según el Libro de las Fundaciones, el acto tendrá lugar a las 17.00 h. en la Casa de Santa Teresa (C/
Crespo Rascón, 23). Ese mismo día, el P. Manuel Diego, ocd, ofrecerá la charla: ‘El Convento de Santa
Teresa en Salamanca 1570-2014. La vinculación de la ciudad universitaria y su proyección europea’, a las
17.30 h. en la iglesia de Santa María del Monte Carmelo.
EL AÑO TERESIANO Y EL CARMELO DE SALAMANCA
La celebración del Año Teresiano, es para nosotras un especial tiempo de gracia. Tiempo para
adentrarnos aún más en la gran riqueza espiritual encerrada en los escritos y en la vida de nuestra Madre
Teresa de Jesús. Ya en los cinco años precedentes nos hemos preparado leyendo y profundizando,
personal y comunitariamente, sus grandes Obras (Camino, Vida, Fundaciones, Moradas y Cartas). Una
obra cada año. En este Año Jubilar, queremos insistir e ir al fondo de todo ello, para que incida con nueva
fuerza en nuestra vida.
Y nos gozamos también, porque la espiritualidad teresiana está llegando a otros muchos sectores y
personas, enriqueciendo las mentes y orientando los corazones hacia Dios.
Este nuestro Carmelo de Salamanca, fundado por Santa Teresa en 1570, séptima Fundación, prosiguió su
vida en el centro de la ciudad hasta 1970, en que nos trasladamos a esta hermosa soledad del Arenal del
Ángel, a 5 Km. de la ciudad, ya en el término de Cabrerizos. Aquí también, habiendo hecho algunas
adaptaciones en el Monasterio, acogemos gozosas a hermanas Carmelitas de otros Monasterios nuestros,
que dada su limitación por la edad o enfermedad, necesitan cuidados. Ellas pueden acompañar en todo a
la Comunidad, participando de su vida, a pesar de sus limitaciones, andadores o sillas de ruedas. Gloria a
Dios.
Madre Luz María de Jesús, ocd,
Priora del Monasterio de San José (Cabrerizos).
Lauren Sevillano: “Jesús ha de ser el
centro de nuestra vida, y no las
devociones particulares”
Como párroco de Alba de Tormes, ¿cómo estás viviendo los comienzos de este año teresiano?
Con mucha intensidad. Teresa es un regalo que nos habla de una mujer enamorada de Dios y por eso se
convierte para nosotros en un ejemplo de vida. Por otra parte, siento una gran responsabilidad porque Don
Carlos nuestro Obispo nos ha pedido que demos a conocer la vida, la obra y el espíritu de Teresa de Jesús;
y eso entre otras cosas, lleva mucha dedicación y tiempo.
¿Cómo está afectando al ritmo propio de la parroquia los acontecimientos de este año teresiano?
Para la parroquia, la verdad, Teresa se ha convertido en un gran estímulo para el camino. Tenerla entre
nosotros marca el espíritu religioso de la gente. En Alba se tiene mucho cariño a Santa Teresa, eso es
indiscutible… pero este año además, queremos conocerla un poco mejor sobre todo a través de sus obras.
De manera que acompañaremos el proceso de formación en los distintos grupos con el mensaje de Teresa.
Además, estamos empeñados en profundizar sobre todo con los niños y los jóvenes en la relación de
amistad con Jesús a través de la oración.
Alba de Tormes no solamente es Santa Teresa… ¿cuáles son los grandes retos de una Parroquia
como Alba?
La verdad es que tenemos muchos... En primer lugar creo que es necesario poner a Jesús en el centro de
nuestras vidas y no las devociones particulares, ¡que tenemos muchas! Jesús siempre es el centro. En
segundo lugar, apostar por la comunión; la parroquia es comunión de comunidades no es una comunidad
más. Es el lugar donde se vive y se celebra la comunión de todos los carismas y desde luego en Alba
tenemos muchos carismas: Isabeles, Benedictinas, Hijas de la Caridad, Padres Carmelitas, Madres
Carmelitas, Padres Reparadores…tenemos que ser y debemos ser una gran familia. En tercer lugar, me
parece prioritaria la formación. Por último, señalaría como una prioridad importantísima el compromiso
social: debemos salir a las periferias, a los alejados, a los enfermos y transmitirle siempre con mucha
bondad la compasión y la misericordia del Buen Pastor.
i viniera el Papa Francisco y le tuvieras que recibir como párroco, ¿qué informe le darías?
¡Qué bueno si viniera! Lo primero que haría sería darle las gracias por su Exhortación ‘Evangelii
Gaudium’, que me parece muy interesante y muy sugerente para el momento que estamos viviendo. No
tendría inconveniente en decirle que estamos un poco perdidos en esto del seguimiento de Jesucristo pero
que apostamos con decisión por Él y por el Evangelio, de hecho por la parroquia pasan 38 grupos de
personas a la semana. Tenemos 360 niños en el proceso continuo de catequesis, y digo continuo porque el
proceso comienza a los 6 años y termina a los 17 con la confirmación y no se rompe con la Comunión,
esto de verdad es un regalo que tenemos en Alba de Tormes. Y no le ocultaría a pesar de todo, que
nuestra fe es débil y que está sometida a muchas pruebas… pero que tenemos claro que la fe verdadera se
fundamenta en el Dios que se revela en Jesucristo como Padre misericordioso que ama y que perdona
incondicionalmente.
2 de Noviembre, Apertura de la Capilla
de los Dolores
La Cofradía de la Santa Vera Cruz comunica que el próximo domingo 2 de Noviembre, tras la
celebración de la Eucaristía mensual que dará comienzo a las 12:30, se procederá a la apertura de la
Capilla de los Dolores mediante un Acto de Desagravio ante las Sagradas imágenes.
Conferencia el lunes 3 de noviembre a las 20,30 horas
‘La familia de Santa Teresa’, a los ojos de
Eusebio Gómez, prior de los Carmelitas
en Salamanca
El religioso carmelita, colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA, trazará un relato humano cercano
sobre las personas que rodearon a la santa andariega
Eusebio Gómez es uno de los más prestigiosos espiritualistas españoles
El prior de los Carmelitas Eusebio Gómez Navarro ofrece este lunes, 3 de noviembre, una conferencia
bajo el título ‘La familia de Santa Teresa’.
La charla se desarrolla en el salón de actos del convento carmelitano de la calle Zamora a partir de las
20,30 horas.
Gómez Navarro, columnista de SALAMANCArtv AL DÍA, avanza para los lectores de este periódico las
líneas maestras de su conferencia, enmarcada en los actos conmemorativos del V Centenario de la santa
andariega
¿Cómo era la familia de santa Teresa?
Teresa tuvo la suerte y el regalo de tener una familia cristiana. Sus padres y hermanos le ayudaron a tener
una fe fuerte, comprometida con la vida, pendiente de Dios y con afán de buscar y vivir “la verdad de
cuando niña” .
Sus padres eran virtuosos. Hoy, a muchos no les gusta oír hablar de virtudes. Quizás podríamos decir
mejor “cualidades”. Sea como fuere, son especialmente necesarias para la vida, especialmente: la
fortaleza, la templanza, la prudencia, la justicia, la fe, la esperanza y la caridad. Cuando Teresa habla de
su infancia alaba a sus padres y dice: “No cabe duda que el tener unos buenos padres, es uno de los
grandes dones que se pueden recibir en la vida”. Y cuando enumera las virtudes de sus progenitores, en
unas pinceladas los retrata perfectamente. En este ambiente impregnado de virtudes y cualidades
humanas, de fe y religiosidad, Teresa ‘despierta a la vida’. Se siente atraída poderosamente por la verdad
y por las cosas eternas, tiene prisa por ganar bienes eternos. Teresa reconoce la influencia de sus padres,
el cómo vivían su relación con Dios y con los demás.
Teresa era la más querida de su padre. Su padre era temeroso de Dios, hombre de verdad, honesto y leal,
sensible al dolor de los otros, de mucha caridad con los pobres y piedad con los enfermos, no consintió en
tener ningún esclavo, aficionado a leer libros espirituales. Jamás nadie le vio jurar ni murmurar. Muy
honesto en gran manera.
Su madre era la encargada propiamente de educar a sus hijos en el rezo y en las buenas costumbres. Y
también tenía muchas virtudes. Pasó la vida con grandes enfermedades. Grandísima honestidad (...) muy
apacible y de harto entendimiento. Le gustaba leer, a escondidas, libros de caballerías, aunque lo hacía
para distraerse de los grandes trabajos que tenía y de las enfermedades que pasó. Tenía un cuidado
especial para que rezaran sus hijos y fueran devotos de la Virgen y de algunos santos.
Eusebio Gómez
Conferecia: 'La familia de Santa Teresa'
Conferencia de Eusebio Gómez, Prior de los Carmelitas
Día: 3 de noviembre
Hora: 20,30 horas
Lugar: Salón de actos del convento de los Carmelitas, en Calle Zamora.
ENTREVISTA A JOSÉ LUIS PUERTO
"Las generaciones de menos de 40-50
años ya no dominan la tradición oral
porque no la han vivido"
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Escritor y etnógrafo salmantino, residente en León, culmina con ‘Rumor de la palabra. Tradiciones orales
en la comarca leonesa de Rueda' un trabajo de más de 30 años
José Luis Puerto, escritor y etnógrafo salmantino, en la Feria del Libro Antiguo
José Luis Puerto, profesor, escritor y etnógrafo salmantino residente en León, protagonista de la 22 Feria
del Libro Antiguo y de Ocasión por presentar la obra ‘Rumor de la palabra. Tradiciones orales en la
comarca leonesa de Rueda’, el resultado de una tarea "lenta" de más de 30 años de trabajo.
¿Cómo empezó el trabajo de este libro que ahora ve la luz?
Parte de un trabajo de larga distancia, empecé a recogerlas a principios de los 80 en la comarca leonesa de
Rueda, en la ribera del Esla, en León, de donde es mi mujer y he realizado una tarea lenta, porque las
tradiciones orales no se recogen de un día para otro. Es fruto de 30 años de trabajo, lo he ido catalogando,
sistematizando y es una comarca privilegiada porque de pocas hay una recopilación sistematizada de
tradiciones orales.
Refranes, dichos populares…¿se están perdiendo las tradiciones orales?
En el medio rural de Castilla y León ha habido una coyuntura histórica desgraciada, y es que desde finales
de los 50 hasta los 70 ha habido una emigración muy fuerte, despoblamiento del mundo rural y ha hecho
perder la memoria de todo tipo de tradiciones. Incluso la gente que ha emigrado a la ciudad también las
ha olvidado, aunque alguno tiene buena memoria y las recuerdan; ha sido el eslabón para que las
tradiciones orales se sigan conservando.
¿Qué le ha sorprendido más en esta labor de recopilación?
En todos los lugares se dominan todo tipo de tradiciones orales, aunque me gusta clasificarlas en
menores, como refranes, adivinanzas, oraciones populares o trabalenguas; y las mayores serían cuentos,
leyendas, cantares o romances.
¿Hay interés por parte de las generaciones más jóvenes de conservar esta riqueza cultural?
Hay una ruptura del eslabón, las generaciones de menos de 40-50 años ya no dominan las tradiciones
orales porque no las ha vivido, la transmisión oral en el medio rural se producía en momentos festivos, de
trabajo, religiosos o lúdicos. Como no se participa de esa manera, quizá estamos en el último momento de
poder recoger esta memoria oral.
¿Teme que se puedan perder algunas tradiciones definitivamente?
En la medida en que se recogen y se recopilan no se pierden. Ya desde el Renacimiento hay una idea y es
que los humanistas pensaban que estaban en el último momento. Y ahora estamos en el siglo XXI y
pensamos lo mismo, quizá dentro de tres siglos piensen igual. En el ser humano en la medida que habla,
canta o cuenta siempre hay una oralidad que va a estar presente.
¿Las nuevas tecnologías pueden favorecer la recuperación de tradiciones?
Creo que sí, porque ya hacen posible que podamos recogerlas de manera fidedigna, las grabamos. Antes
cuando un etnógrafo iba a recoger tradiciones a los pueblos lo hacía con su libreta, copiando a mano,
haciendo heroica la recogida. A mí me han ayudado mucho.
A LAS 20 HORAS
La Orquesta de Cámara del Casino
ofrecerá un concierto este domingo
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Integrada por 15 profesores y jóvenes profesionales de conservatorios y academias de música de Castilla
y León
La Orquesta de Cámara ofrecerá un concierto en el Casino este domingo
La Orquesta de Cámara del Casino de Salamanca presenta para su concierto de otoño de este
domingo, a las 22 horas, un programa que combina obras clásicas de Vivaldi, Rossini y Mozart con
composiciones inspiradas en el folklore de Hungría y Austria. La primera parte del programa abre con la
'Sinfonía alla rústica' de Antonio Vivaldi. A continuación se podrá escuchar dos movimientos de las
sonatas para cuerda de Giaochino Rossini y el 'Divertimento en Fa M KV 138' de Mozart.
La segunda parte del programa presenta una suite de danzas folklóricas húngaras de Bela Bartok en un
arreglo del compositor Leo Weiner. De este mismo compositor se interpretará 'Divertimento nº 1',
inspirado en las danzas antiguas de Hungría.
La Orquesta de Cámara del Casino está integrada por una quincena de profesores y jóvenes profesionales
de diversos conservatorios y academias de música de Castilla y León, bajo la dirección del violonchelista
Eelco Haak. Desde su debut en diciembre de 1997, se ha convertido en una de las más importantes de esta
ciudad. Durante su trayectoria ha ofrecido más de 200 conciertos por toda la comunidad de Castilla y
León con conciertos en Salamanca, Zamora, Valladolid, Ávila, Palencia, Burgos, Segovia y Soria y ha
cruzado la frontera con actuaciones en Braganza, Portugal, y Middelburg, Holanda (Zeeland Nazomer
Festival).
Entre los conciertos ofrecidos, la música barroca siempre ha estado presente con programas como La
Suite Barroca, El Barroco Italiano, Homenaje a J.S. Bach y Monográfico sobre Vivaldi, pero también
cabe destacar programas como Homenaje a Tomás Bretón, Cancionero Iberoamericano y el Concierto de
Zarzuela en el 150 aniversario del Casino de Salamanca.
EXPOSICIÓN EN EL ATENEO DE BÁRBARA ÁLVAREZ.
GESTOS DE LA NATURALEZA
(LA MIRADA).- Como las cruces altas, la parte alta del cementerio, desde donde se divisan las torres
altas
Piedra tejiendo otoños
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Noticia clasificada en: Miradas
Junto a la piedra tejiendo otoños, parece que el recuerdo trae un racimo de sombras, el alma antigua de los
atardeceres, el secreto de los sueños, hasta llegar, allá después del invierno, a la tierna primavera y
acariciar las semillas de la tierra a la espera de los soles que en su luz un día las abran a la vida.
(Jclp)
Hermosa ‘Mirada’ la que trae el fotógrafo Pablo de la Peña a SALAMANCArtv AL DÍA. Como las
cruces altas, la parte alta del cementerio, desde donde se divisan las torres altas. Este espacio, como tantos
otros, acoge estos días las miradas y la memoria de los que acuden para tributar el renovado homenaje a
sus seres queridos.
Plegaria de los páramos muertos
Gracias por la muerte de estos montes
y por la de estos pueblos, en los que sólo las piedras
se mantienen con vida;
gracias por estos negros páramos del invierno
en los que la tierra asciende a los cielos
y las nubes descienden hasta tocar la tierra;
gracias por esta hora de todos los vacíos
en la que se intuye un final.
De tanta pureza y soledad, de tanta muerte
sólo puede brotar una vida más cierta.
Gracias por la noche, que a punto está de llegar
con la bondad de sus nieves,
y por ese perro vagabundo
que prueba a calentar con su hocico
el estanque helado
para extraer un poco de agua;
gracias porque no nos hemos cruzado
con ningún ser humano
para pulsar el dolor,
y por la pana remendada de parcelas y prados,
que conservan como un tesoro
las heridas de los disparos,
los tizones de los últimos incendios;
gracias por los frutales grises de los mínimos huertos
y por las colmenas adormecidas,
y por la casa cerrada desde hace muchos años
de la que no se conoce su dueño.
Y, sin embargo, en este anochecer,
yo quisiera ofrecer lo mejor de mi vida
a toda esta muerte;
yo quisiera cambiar todo el gozo y el oro
que hubo en mi vida
por la contemplación (desde estos páramos negros)
de las montañas últimas.
Porque aquí empezó todo para mí,
porque cuanto he sido, y soy, y digo,
nada sería sin las raíces de las luces frías,
sin esos senderos impenetrables
que sólo han recibido la visita
de los rayos amargos.
Por eso, quiero ser esa lastra ferrosa
bajo la que duerme la víbora,
o la yerba tan fuerte, o su escarcha,
que el sol no logró deshacer a lo largo del día.
Quisiera arrodillarme como tapia abatida,
como pinar abrasado.
No deseo ni puedo volver hacia atrás la mirada,
desandar el camino (¡tan largo!) recorrido,
pues ya sé que, vacío,
en la hora en que todo ya parece morir
a punto está todo de nacer.
La mirada vuela sobre la fosa del valle
(sobre la fosa de la vida),
hacia la gran mole coronada de silencio,
hacia la cima que alberga los misterios.
Gracias por este anochecer
en el que me he quedado entre las manos
con las pobres, escasas semillas
de las que habrá de germinar luz perpetua.
En el anochecer de los páramos negros
estoy solo y profundamente en paz.