la psicología del corrupto

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  LA PRENSA GRÁFICA Opinión Página 30. Año XCVII,  No. 34,502 San Salvador, El Salvador, C. A. Lunes 8 de julio de 2013  La psicología del corrupto Escrito por Roberto Rubio-Fabián [email protected] Por lo que sabemos, ha existido y existe mucha corrupción. Y si hay mucha corrupción es que hay muchos corruptos. ¿Cómo pueden estos vivir tan tranquilamente sabiendo que sus actos condenan a muchos a la pobreza y el sufrimiento, que roban oportunidades p ara que miles de salvadoreños/as enfrenten sus cotidianas miserias, que limitan las posibilidades del Estado de contribuir al bienestar de sus ciudadanos/as? Millones de dólares que en lugar de promover un ser más digno y humano se desvían hacia los bolsillos de seres indignos y deshumanizados. Debe haber algo en la mente del corrupto que lo hace insensible al acto de corrupción y sus consecuencias, debe haber algo en la psicología del corrupto que  justifica su podrido accionar. Por la mente del corrupto merodean frases como: “si todos lo hacen, por qué no yo”, “si los otros no lo hacen es por que no pueden... y si pudieran lo hicieran”, “no es tan malo hacerlo pues me lo merezco”.  El exacerbado individualismo, fomentado desde el capitalismo predominante, alimenta aún más esos pensamientos justificantes. Primero yo, segundo yo, tercero yo... y si sobra un poco, pues para mí. Por ello, cuando el corrupto, ya ejercitado en el oficio o en potencia, pasa a convertirse en funcionario público, llega a servirse y no a servir. “Si otros lo hicieron antes ¿por qué no lo puedo y debo hacer yo?”, “los otros que vendrán lo harán, y por tanto lo tengo que hacer ahora”.  Gracias, en parte, a estos argumentos que pululan en la psicología del corrupto, el  paso por el gobierno se ha convertido para los políticos de tu rno en la forma de “componerse” y hacer fortuna. Tonto el que no lo hace, reza el corrupto.  Se llega así a la Cleptocracia, que como lo define Wikipedia “es el establecimiento y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la corrupción y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo político, el peculado, de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los sectores del poder están corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el sistema político y económico”.  ... Debe haber algo en la mente del corrupto que lo hace insensible al acto de corrupción y sus consecuencias, debe haber algo en la  psicología del corrupto que justifica su podrido accionar  

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Rubio-Fabián, R. (2013). La psicología del corrupto. La Prensa Gráfica. Año XCVII, nº 34, pág. 502. San Salvador, El Salvador.

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  • LA PRENSA GRFICA Opinin

    Pgina 30.

    Ao XCVII, No. 34,502

    San Salvador,

    El Salvador, C. A.

    Lunes 8 de julio de 2013

    La psicologa del corrupto

    Escrito por Roberto Rubio-Fabin

    [email protected] Por lo que sabemos, ha existido y existe mucha corrupcin. Y si hay mucha

    corrupcin es que hay muchos corruptos.

    Cmo pueden estos vivir tan tranquilamente sabiendo que sus actos condenan a

    muchos a la pobreza y el sufrimiento, que roban oportunidades para que miles de

    salvadoreos/as enfrenten sus cotidianas miserias, que limitan las posibilidades del

    Estado de contribuir al bienestar de sus ciudadanos/as? Millones de dlares que en

    lugar de promover un ser ms digno y humano se desvan hacia los bolsillos de

    seres indignos y deshumanizados.

    Debe haber algo en la mente del corrupto que lo hace insensible al acto de

    corrupcin y sus consecuencias, debe haber algo en la psicologa del corrupto que

    justifica su podrido accionar.

    Por la mente del corrupto merodean frases como: si todos lo hacen, por qu no

    yo, si los otros no lo hacen es porque no pueden... y si pudieran lo hicieran, no

    es tan malo hacerlo pues me lo merezco.

    El exacerbado individualismo, fomentado desde el capitalismo predominante,

    alimenta an ms esos pensamientos justificantes. Primero yo, segundo yo, tercero

    yo... y si sobra un poco, pues para m.

    Por ello, cuando el corrupto, ya ejercitado en el oficio o en potencia, pasa a

    convertirse en funcionario pblico, llega a servirse y no a servir. Si otros lo

    hicieron antes por qu no lo puedo y debo hacer yo?, los otros que vendrn lo

    harn, y por tanto lo tengo que hacer ahora.

    Gracias, en parte, a estos argumentos que pululan en la psicologa del corrupto, el

    paso por el gobierno se ha convertido para los polticos de turno en la forma de

    componerse y hacer fortuna. Tonto el que no lo hace, reza el corrupto.

    Se llega as a la Cleptocracia, que como lo define Wikipedia es el establecimiento

    y desarrollo del poder basado en el robo de capital, institucionalizando la

    corrupcin y sus derivados como el nepotismo, el clientelismo poltico, el peculado,

    de forma que estas acciones delictivas quedan impunes, debido a que todos los

    sectores del poder estn corruptos, desde la justicia, funcionarios de la ley y todo el

    sistema poltico y econmico.

    ... Debe haber algo en la mente del corrupto

    que lo hace insensible

    al acto de corrupcin y

    sus consecuencias,

    debe haber algo en la

    psicologa del corrupto

    que justifica su podrido

    accionar

    http://www.laprensagrafica.com/opinion/editorial.htmlmailto:[email protected]

  • Por ello, en la psicologa del corrupto no caben los que pretenden ser honestos y

    valoran la honestidad, los que se indignan ante la corrupcin, los que luchan contra

    esta, los que reclaman transparencia, los que denuncian sus picardas... los que

    reclaman una Corte de Cuentas honesta e independiente. No pueden o no les

    conviene aceptar que no todos somos como ellos. No es fcil para los corruptos

    darle cabida al que denuncia su podredumbre. No le es fcil para los que, como el

    len, cree que todos son de su condicin.

    Y si no pueden cuestionar las credenciales de sus crticos, entonces recurren al

    argumento de que lo hacen por cuestiones polticas o por criticar todo lo que

    hace el gobierno, tal como lo afirmaba hace poco en una entrevista en un medio de

    comunicacin el presidente de CEL ante la crtica y sospecha ciudadana sobre los

    manejos de la empresa autnoma.

    Debe recordar este seor que la mejor manera de callar a sus crticos y de eliminar

    toda sospecha es transparentar las cosas, ponerlas bajo la luz y el escrutinio pblico.

    Como dice el dicho, el que no la debe no la teme.

    Felizmente toda accin produce su reaccin, y ante la creciente corrupcin crece la

    exigencia ciudadana por la transparencia y honestidad. Una exigencia que no solo

    se queda en la denuncia, sino que est poco a poco derribando algunas barreras de

    impunidad, sea en las santas operaciones de las arcas vaticanas, o en los otrora

    intocables expresidentes, como Carlos Menem en Argentina, o Todopoderosos ex

    primeros ministros como Berlusconi. A todo Pavo le llega su Navidad.

    Los corruptos de antes y de hoy en nuestro pas deben recordar que el brazo de la

    justicia es largo y duradero. Tarde o temprano los alcanzar. Hoy ms que nunca,

    cuando la tecnologa de las comunicaciones y las redes sociales lo facilita.

    Enlace original: http://www.laprensagrafica.com/la-psicologia-del-corrupto

    http://www.laprensagrafica.com/la-psicologia-del-corrupto