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La Revolución dentro de la Revolución

Nicolás Maduro MorosPresidente de la República Bolivariana de Venezuela

La Revolución dentro de la RevoluciónNicolás Maduro Moros

Colección ClavesEDICIONES CORREO DEL ORINOCOAlcabala a Urapal, Edificio Dimase, La Candelaria, Caracas-Venezuela www.correodelorinoco.gob.ve - Rif: G-20009059-6

D i r e c t o r i o

Nicolás Maduro MorosPresidente de la República Bolivariana de VenezuelaErnesto Villegas PoljakMinistro del Poder Popular para la Comunicación y la InformaciónEdgar Padrón Viceministro de Estrategia ComunicacionalFanny FeblesViceministra de Gestión Comunicacional

Edición y corrección: Michel Bonnefoy y Francisco ÁvilaDiseño y montaje: Saira AriasDiseño de portada: Ingrid Rodríguez

Depósito legal: lfi 26920133201625 ISBN 978-980-7560-23-8Impreso en la República Bolivariana de Venezuela en la Imprenta Nacional y Gaceta OficialMayo, 2013

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Nicolás Maduro, el hijo de chávez

La vida de Nicolás Maduro está totalmente ligada a las luchas del pueblo venezolano en contra del sistema capi-talista y su saldo de pobreza y exclusión.

Nacido en Caracas, el 23 noviembre de 1962. Des-de muy joven, destaca por su compromiso en las arduas batallas del sector estudiantil en contra de las políticas represivas de los partidos políticos Acción Democrática y Copei. Luego, como trabajador, se hace líder sindical del sector del transporte, uno de los más combativos y estratégicos de la vida nacional.

Desde entonces, resalta su pasión por el estudio, el trabajo y la acción política, tareas a las que se incorpora

Introducción

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con la total convicción de consolidar una fuerza política capaz de vencer y erradicar la explotación del pueblo ve-nezolano y sus hermanos latinoamericanos y caribeños.

Su pasión, compromiso y convicción se fortalecen al unirse al Comandante Supremo Hugo Chávez, para fundar al Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200), a fin de tomar el poder en Venezuela e im-pulsar la Revolución Bolivariana. A la causa del Coman-dante Chávez, aporta sus experiencias en la Liga Socia-lista y las luchas sindicales y estudiantiles.

Del líder del proceso bolivariano y el socialismo del siglo XXI, aprehende su visión estratégica, la inteligen-cia política y la capacidad de trabajo. Con él, Nicolás Maduro también fortalece su formación político-ideoló-gica, agudiza su sensibilidad por los pobres y radicaliza su compromiso de construir el socialismo del siglo XXI, derrotar al imperialismo y hacer verdaderamente posi-ble un mundo multipolar y de paz.

Obreros, campesinos, estudiantes y profesionales de todo el país corroboran la sensibilidad, inteligencia y compromiso de Nicolás Maduro, un líder que ya suma más de treinta años de luchas sociales y experiencias a

escala mundial. Mandatarios y líderes de todo el planeta también reconocen su impecable labor.

Es electo diputado a la Asamblea Nacional en 1999 y participa en la Constituyente liderada por Chávez. Pos-teriormente, preside varias comisiones de la Asamblea, desde el año 2000 hasta 2005, cuando es nombrado pre-sidente de dicho organismo hasta 2006. Luego, llamado por el presidente Chávez, ejerce la responsabilidad de canciller de la República (2006-2012).

En gran medida, Maduro es responsable de hacer realidad la unidad latinoamericana y caribeña, el más grande sueño del Libertador Simón Bolívar y de nuestro Comandante Chávez. Celac, Alba, Unasur, Mercosur, Petrocaribe, el Sucre, entre otras iniciativas de nuestra nueva independencia e integración, están asociadas a los atributos que el Comandante Chávez certifica en Maduro.

El 10 de octubre de 2012, el presidente Chávez lo designa vicepresidente de la República. A pocos días de la desaparición física del Comandante Chávez, Nicolás Maduro es nombrado Presidente encargado de nuestra República, el 8 de marzo de 2013. Entretanto, se convo-

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ca a nuevas elecciones presidenciales para el 14 de abril del mismo año, comicios que gana el hijo de Chávez, el candidato de la patria.

Justamente, por su elevada condición humana, capa-cidades y talentos, es que nuestro Comandante Chávez deposita en Maduro el cuidado de la espada y el pueblo de Bolívar; la suerte de la patria y la profundización de la Revolución Bolivariana, ejemplo y esperanza de todos los pueblos del mundo.

los ejes estratégicos del Nuevo ciclo de la revolucióN

Días después de su elección como Presidente de la Repú-blica, durante la juramentación de los 33 ministros que lo acompañarán en el Gobierno, Nicolás Maduro dio a co-nocer los ejes centrales de su gestión de gobierno, a saber:

1. Construir la paz, la seguridad y la convi-vencia para superar la criminalidad y la in-seguridad. Para ello, el presidente Maduro crea el Movimiento por la Paz y por la Vida, que integra a

diversos sectores en la construcción de valores espi-rituales y morales, que contribuyan a disminuir la criminalidad y la violencia en el país.

2. Realizar una revolución económica para desarrollar las fuerzas productivas, fortale-cer la industria y la producción. Para atacar la inflación, instaura el Órgano Superior para la Op-timización del Sistema Cambiario. Asimismo, crea el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), para garantizar el acceso oportuno a las divisas que requieren las empresas para sus ne-cesidades de importación. Asimismo, el Presidente llama a los sectores productivos del país a integrarse a un modelo productivo equilibrado y, también, a superar la guerra económica de ciertos sectores eco-nómicos que adversan al Gobierno nacional.

3. Estabilizar el sector eléctrico, para hacer-lo seguro y confiable. Uno de los primeros pasos que propone es la limpieza y protección del siste-ma eléctrico nacional del sabotaje al cual ha sido sometido de manera reiterada; para lo cual invoca el apoyo del pueblo y de la Fuerza Armada, entre otros factores.

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4. El relanzamiento de las misiones. El Pre-sidente recién electo propone el Sistema Nacional de Misiones y Grandes Misiones Socialistas, a fin de reimpulsar y mejorar las misiones para acelerar el desarrollo nacional. El sistema contempla, entre otros objetivos, combatir los niveles de pobreza y miseria en Venezuela.

5. La construcción del poder popular y del modo de vida socialista. Con este eje, se pre-tende fortalecer el poder popular, para lo cual es necesario llevar adelante la construcción del modo de vida socialista, mediante la organización popu-lar a través de las comunas, que es el motor para la consolidación del nuevo Estado social, democrático, de derecho y de justicia, establecido en el Plan de la Patria 2013-2019.

6. La implementación de la Gran Misión Efi-ciencia o Nada, política contra el burocratis-mo y la ineficiencia. El primer elemento de la Gran Misión Eficiencia o Nada lo constituyen las micromisiones; el segundo, la creación de un cuer-po especial anticorrupción y, el tercero, la puesta en marcha del Gobierno de Calle, para profundizar la

gestión de gobierno con la participación del poder popular, reducir la burocracia y responder de inme-diato a las necesidades del pueblo.

Con estos primeros lineamientos se pretende dar so-lución a grandes problemas que aún enfrenta nuestra nación y, además, elevar la calidad de vida del pueblo, así como aumentar la eficiencia de la gestión guberna-mental en este nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana, ahora bajo la guía del presidente Nicolás Maduro.

Palabras del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros

Estas palabras han sido extraídas de distintas intervenciones ofrecidas por Nicolás Maduro

Moros luego de su juramentación como Presidente de la República Bolivariana

de Venezuela, el 19 de abril de 2013.

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coMieNzo de uN Nuevo ciclo y llaMado al diálogo NacioNal

Lo que va a haber, lo que hay y lo que habrá es revolu-ción, revolución socialista, revolución bolivariana, revo-lución de futuro. Por eso es que hoy arranca un nuevo ciclo que debe permitirnos construir una nueva patria, la patria socialista, sin lugar a dudas.

La contradicción, el conflicto entre socialismo y ca-pitalismo será largo. Siempre lo dijo el Comandante Chávez. No nos llamemos a engaños. Estamos en una larga transición para la construcción de una nueva so-ciedad humana, la sociedad socialista, bajo los principios de Cristo Redentor, bajo los principios supremos del Li-

Nicolás Maduro La Revolución dentro de la Revolución

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bertador Simón Bolívar y bajo la orientación fresca, ac-tualizada, pura, revolucionaria, del Comandante Hugo Chávez y su pensamiento, histórico, filosófico, político, su acción conocida por nuestro pueblo.

Así que hemos conformado un equipo, le hemos dado las primeras orientaciones, el “Gobierno de Ca-lle”. Vamos a ir a la calle; vamos a construir la patria con el pueblo; vamos a encontrarnos con los problemas que tiene la patria, en el barrio, en la calle, en la comunidad, en la universidad, en el liceo, en la escuela, en el hospital.

Nosotros tenemos que ser un gobierno que vaya al encuentro con la verdad de Venezuela.

Hemos llamado a un gran diálogo nacional, a un gran diálogo bolivariano. Para algunos —para una pe-queña minoría de la vieja política— cuando uno dice diálogo, ellos se imaginan una mesa de cúpulas, un diá-logo de élites. No. El diálogo de élites aquí hace tiempo que se acabó. Aquí no va a haber pacto con la burguesía de ningún tipo. No se hagan ilusiones.

Aquí va a haber diálogo con todo el país. He dicho que estoy dispuesto a hablar, en su momento, cuando haya tiempo para eso, hasta con el diablo. Si con el dia-

blo hay que hablar, nos vamos bien santiguados. Ese día nos echamos agua bendita, y que Dios nos bendiga siem-pre, y hablamos con el diablo o los diablillos, porque son varios diablillos. No hay problema.

Estamos dispuestos a hablar inclusive con los que nos odian. Soy Presidente de la República, de toda Venezue-la, de todos los venezolanos, pero con quien estoy más interesado en establecer un diálogo fructífero, consulti-vo, verles la cara, darles mi mano, es con los hombres y las mujeres que en esta Venezuela han adversado este proyecto revolucionario.

Quiero escuchar sus razones, allí en Maracaibo, cuando vayamos al Zulia, o en Barcelona, o en Puerto Ordaz, o en Caracas, o en el municipio Sucre, olvidado y abandonado, lleno de basura y de delincuencia e inse-guridad. Quiero escucharlos: ¿qué razones tienen para oponerse a esta revolución democrática del siglo XXI? ¿Qué razones tienen para apoyar el capitalismo y a los que odian? ¿Qué razones tienen para sentir animadver-sión hacia nosotros?

¿Qué razones tuvieron para oponerse a un hombre con cualidades de gigante como Hugo Chávez? ¿Qué razones tuvieron para creer las mentiras que dijeron so-


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bre la vida de este gigante, de este apóstol de Cristo que estuvo aquí en Venezuela y que construyó su sueño en la tierra o por lo menos inició la construcción del sueño del Cristo Redentor en nuestra tierra?

Quiero escucharlos, pero sobretodo, además de escu-charlos, quiero llamarlos a trabajar por la patria.

Tenemos que construir verdaderos ministerios del poder popular. No puede ser de gratis el concepto de “ministerios del poder popular”. Crear ministerios de puertas abiertas a los trabajadores, a la comunidad, mi-nisterios de poder popular en cada área.

Fíjense, ustedes, la experiencia en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con la constitución de las REDI, Regiones de Defensa Integral. Ha sido maravillosa, por-que a partir de allí hay en cada estado áreas de defen-sa integral. Eso nos ha permitido ir al nuevo esquema que el Comandante Chávez ideó para el desarrollo de la nueva doctrina militar de defensa, de guerra, de todo el pueblo. Eso está en pleno desarrollo.

Hay que consolidarlo. Pero nosotros, viendo esto, he-mos buscado un esquema parecido y hemos creado las REDI, Regiones de Desarrollo Integral, y hemos desig-

nado a un jefe, o una jefa, hombres y mujeres probados en la lucha, que nadie les va a echar cuentos. Ellos saben dónde hay que buscar los problemas y saben cómo hay que resolverlos.

Un nuevo sistema para el gobierno popular, para el gobierno de calle. Deben trabajar así, en un cuadro ce-rrado, el jefe de la REDI de Defensa Integral con el jefe de la REDI de Gobierno.

Y le hemos pedido al compañero Diosdado Cabello, jefe del partido, para que el PSUV también haga una reprogramación de sus vicepresidencias regionales, para que coincidan y podamos hacer un Gobierno bien efi-ciente y alineado, Gobierno Nacional, Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Partido Socialista Unido de Vene-zuela y el Gran Polo Patriótico, que también debería ir a una incorporación, para lograr que los planes estén bien cohesionados.

Es una fórmula que, estamos seguros, va a ayudar mu-chísimo a saber qué pasa en cada una de las regiones. En cada estado, debemos instalar una mesa de gobierno, con todos los organismos. Porque a veces ha sucedido que en un estado hay directores de determinados ministerios que nunca en su vida se han visto, se han saludado. ¿Quién


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los supervisa?, ¿cómo se supervisan?, ¿cuáles son sus pla-nes?, ¿cumplen o no la tarea?, ¿están articulados con el pueblo? Hay que ir a revisar eso, estado por estado.

Y una mesa de misiones y grandes misiones. Son dos instrumentos vitales del gobierno de calle en los estados. Y en el caso de las misiones, en los municipios y en las parroquias. Ir afinando, para que las políticas lleguen y para que llegue también la fuerza del pueblo y podamos avanzar. Crítica, autocrítica, retroalimentando, renovan-do, mejorando, afinando la inversión de los recursos en lo social.

Tenemos que reunificarnos para fortalecer el gran bloque de fuerzas sociales y políticas, que le toca la ta-rea titánica de seguir construyendo los cinco objetivos históricos: la patria independiente, la patria socialista, la patria potencia, la patria como motor liberador de nues-tra región y del mundo y la patria ecológica, que desde la humildad de nuestra Venezuela aporta conocimientos y obras para una humanidad que pueda preservar su vida en el planeta.

Igualmente, hemos decidido que los gobernadores y gobernadoras van a ser los jefes y coordinadores de las

mesas de gobierno que van a reunir en todos los estados a todos los directores y organismos que tiene el Gobier-no nacional, para darle coherencia, cohesión, disciplina de trabajo, eficiencia y cambiar lo que haya que cambiar, además de ir avanzando hacia nuevas formas de coordi-nación en el Gobierno.

Y les hemos pedido a los gobernadores y gobernado-ras que también asuman la coordinación en los estados de las mesas de misiones y grandes misiones. ¡Compañe-ros de las misiones, tienen que convertirse en poderosos movimientos sociales! Los gobernadores llegan mañana mismo a reunirse con todos los jefes y coordinadores de misiones para revisar el funcionamiento de cada plan, para repotenciarlo, para darle mayor eficiencia y efica-cia en la atención del pueblo venezolano, que es nuestro objetivo central primario.

líNeas estratégicas del Nuevo gobierNoHay unas líneas transversales para estos seis años de nuestro gobierno. Lo dije, lo tengo que hacer y lo voy a hacer, es urgente hacerlo: una línea central, la pri-


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mera de todas, es construir la paz, la seguridad, la tranquilidad y la convivencia de Venezuela; superar la criminalidad, la inseguridad.

Para ello, le consulté a todos los ministros y ministras, vicepresidentes, qué hay que hacer en cada una de sus áreas de trabajo.

Si es la línea central, todo el mundo debe decir qué hay que hacer, en educación, deportes, cultura, econo-mía, infraestructura, en Misión Vivienda, Barrio Trico-lor; todo puesto para la paz. Hemos constituido ya el Gran Movimiento por la Paz y la Vida.

Le dije a Cilia Flores, mi compañera, que comande, que presida el Gran Movimiento por la Paz y la Vida, y que sea la tarea central que ella y yo, y nuestra familia, asumamos para todos los años que están por venir.

La seguridad, una sociedad de seguridad, de paz, e ir construyendo zonas y territorios libres, de paz, en cada comunidad, cada barrio. Esa es una línea transversal, la primera línea de trabajo.

Segundo, la economía, una revolución econó-mica, productiva. Vamos a revolucionar la economía, a desarrollar las fuerzas productivas, diversificar la eco-

nomía, a fortalecer la economía real; tenemos con qué. Sabemos cómo, vamos a hacerlo.

En tercer lugar, el tema eléctrico. Ya hemos ha-blado sobre eso, un nuevo sistema eléctrico, estable, se-guro, garantizado, que nunca más falle, jamás. Tenemos que ir al ahorro, a un ahorro racional, retomar las cam-pañas de ahorro en la administración pública, en primer lugar. Vamos a los planes de ahorro, de inmediato, que buen resultado dieron en 2009, 2010.

Vamos otra vez con los bombillos ahorradores, con Mi Casa Bien Equipada y los equipos ahorradores, en cada hogar, en cada industria, porque uno sabe la cultu-ra consumista que hemos desarrollado. En cada casa hay cuatro televisores prendidos, cinco aires acondicionado. Son cosas de esta sociedad que se ha desarrollado. Y con la revolución la gente tiene capacidad de compra.

En cuarto lugar, la revolución en la revolu-ción, el relanzamiento de las misiones y grandes misio-nes, de todas las misiones.

En quinto lugar, el poder popular y la cons-trucción del modo de vida socialista.


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Y en sexto lugar, que lo cruza todo, pero es algo específico: la Gran Misión Eficiencia o Nada.

auMeNto de la eficieNcia socialista¿Ustedes recuerdan aquel acto, después del 7 de octubre de 2012? Chávez me dijo: “Nicolás, eficiencia o nada; en esto se nos va la vida”. He creado, y llamo a través de esta creación, al país, a una primera revolución, la re-volución de la eficiencia socialista, para cambiarlo todo, para combatir el burocratismo, la corrupción, lo mal he-cho, la indolencia; para combatir el atraso, la cultura de la modorra. Llamo a una lucha contra el burocratismo, contra la indolencia, contra la corrupción, donde esté.

En el sector público, la corrupción es contrarrevolu-cionaria, pero la corrupción también está más de allá que de acá. Yo puedo decir, hoy, aquí, que uno de los grandes logros del Comandante Chávez es haber consti-tuido un equipo de gobierno blindado contra la corrup-ción. Ministros y ministras; honestos, honestas.

Nosotros hemos mostrado la corrupción de la bur-guesía y la derecha amarilla, en un festín de cheques que van y vienen, en dólares y en bolívares. Ellos dicen que

es persecución política. No es persecución política, es co-rruptela de la derecha. También hay que combatirla con mano dura, sin clemencia.

Esta lucha es la primera revolución que yo convoco, para eso he creado la Gran Misión Eficiencia o Nada, que tiene, como ustedes saben, dos componentes, y yo le voy a agregar el tercero hoy. El primero: las micromisio-nes, que las explicaremos en la medida que las vayamos implementando, para que ustedes vean el impacto que van a tener.

Ya le hemos dicho a los trabajadores de las empresas básicas de Guayana, para allá vamos, con ellos, en asam-blea obrera, porque aquí van a tener a un Presidente obrero en asamblea permanente, escuchando las críticas, autocríticas, asumiendo decisiones con la clase obrera.

Las micromisiones son una creación del Comandan-te Chávez para cambiarlo todo, con el apoyo de profesio-nales, expertos, para transformar. Hay cosas claves, por ejemplo, en la economía socialista, en la dirección de la economía, que es la correcta administración, la correcta gestión, la correcta dirección, para que los procesos pro-ductivos se cumplan. ¿Cuál es el objetivo de Sidor, por


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ejemplo? Producir hierro, acero, láminas, alimentar el país, sus cabillas para construir viviendas, carreteras, etc.

Si tenemos claro el objetivo, ¿qué hay que hacer para administrar correctamente las inversiones, para dirigir, gestionar, conducir? Lo que llaman en el capitalismo la gerencia. En segundo lugar, en la Gran Misión Eficien-cia o Nada, ya está creado un cuerpo especial secreto de investigaciones anticorrupción que nos mandó a crear el Comandante Chávez, la última vez que lo vi.

El viernes 22 de febrero, nos dijo a todos: no vamos para ningún lado si no tenemos capacidad de investiga-ción y de meternos y golpear duro ahí, en la corrupción, donde está, que se camufla, que se pone la boina roja. Hay que combatir duro eso. Llamo al pueblo a eso, a que me acompañen, me apoyen.

Y en tercer lugar, el “Gobierno de Calle”. Estuve aquí como presidente de la Asamblea Nacional año y medio, 2005 y 2006, y creamos colectivamente el parlamenta-rismo de calle. Eso tuvo un impacto positivo. Ahora te-nemos una modalidad superior, que es pueblo legislador.

Hay que retomarlo con fuerza en esta nueva etapa. Yo estoy creando el Gobierno de Calle, y me voy con mi

autobús y todos los ministros a recorrer el país, a ver los problemas allí, a cortar la cabeza que haya que cortar, del ineficiente, del que se burla del pueblo, del indolente, ajustar los planes de gobierno, ajustarlos bien a la reali-dad, para que la salud, la educación, la alimentación, la economía funcionen de verdad en lo local, en el estado, en el municipio, en el pueblo.

Para eso, es vital el apoyo de los gobernadores, que siempre, con razón, traen críticas, propuestas y opiniones.

hago uN llaMado a la pazLo primero que hay que hacer es llamar a la paz. Si un sector del país quiere que se le aclare una duda, o quie-re impugnar el proceso electoral, lo puede hacer; tiene cómo. Hay un Poder Electoral transparente, fortalecido, autónomo, reconocido por el país y por el mundo entero.

¿Cuánto nos hubiéramos ahorrado de violencia, de dolor y de muerte si esa hubiera sido la conducta: la sen-satez, el respeto a la democracia; si hubieran ido a im-pugnar las elecciones o a cuestionarlas o a pedir lo que quisieran pedir? No. Se fueron para las calles.


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La democracia los derrotó y salieron de las calles, porque este pueblo, con su actitud cívica y con las insti-tuciones, los derrotó, los derrotamos.

La oposición introdujo un documento en el Consejo Nacional Electoral el miércoles y anunciaron una mar-cha en Caracas. Nosotros teníamos suficiente informa-ción de que era la reedición de la marcha del 11 de abril del año 2002 y no lo íbamos a permitir.

Si yo estoy aquí, ustedes me pusieron aquí y el Co-mandante Chávez me puso aquí, es para hacer valer la Constitución, para jugármela por la paz, por proteger a todos los venezolanos.

Yo no iba a dejar una mortandad en el Centro de Ca-racas, no, y dije: no entran a Caracas, que marchen don-de quieran, pero a Caracas no. Y surtió efecto: hoy no te-nemos que lamentar ni heridos, ni muertos, ni violencia.

Quiero dirigirme a ustedes, compatriota que estás en tu hogar, en tu trabajo o que me escuchas a través de una radio: las elecciones pasaron. Hay saldos dramáticos de la violencia generada por los que protestan. A uste-des, los llamo; a todo el pueblo, a los hombres y mujeres que por alguna razón votaron contra el candidato de la

patria y contra este proyecto de democracia y de socia-lismo, les tiendo la mano. Quiero trabajar con ustedes.

Voy a recorrer el país; quiero ir a un diálogo directo, social con aquel hombre de a pie, con el vecino, la veci-na, el trabajador, el empresario, la clase media que nos adversa. Quiero escuchar sus razones. Quiero que nos agarremos las manos, nos miremos a los ojos, nos demos un abrazo.

Si tiene diferencia, manténgala; pero si usted acep-ta mi invitación, venga conmigo, el hijo de Chávez, a hacer patria, a construir un futuro para sus hijos, para mis hijos. Nosotros garantizamos la paz de este país, ya lo dijimos.

Los llamo a que cese el sabotaje a la economía, a que cese el sabotaje al sistema eléctrico, a que cese el sabotaje a la vida social, a que cese el llamado a la sedición, a la di-visión del país. Basta de división, de intolerancia, de odio.

Llamo en primer lugar al pueblo, al ciudadano, al votante, al hombre y a la mujer de la calle. En segun-do lugar, llamo a quienes sean políticos de la oposición, socialdemócratas, socialcristianos, centroderecha, cen-troizquierda —si la hay todavía en la oposición—, los


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llamo a conversar en los distintos escenarios que se pue-dan conversar.

Estoy abierto a conversar en función de la patria, del respeto a las instituciones, en función del desarrollo de la economía, del respeto a los derechos humanos. Estoy dispuesto a conversar hasta con el nuevo Carmona si es necesario para que él cese en su odio contra mí, contra el pueblo; para que él cese en su intolerancia contra el pueblo venezolano y contra los pueblos latinoamerica-nos, para que respete la Constitución.

Así que yo quiero encabezar un Gobierno milagroso, en nombre de mi Comandante Chávez, con su amor, por él y en él. Quiero hacer una revolución dentro de la revo-lución, varias revoluciones. Quiero sumar para que este país se dinamice hacia el futuro, se democratice aún más, construyamos una paz estable, en base a la igualdad.

Nosotros hemos llamado al pueblo a la paz y siem-pre lo vamos a llamar. Vamos a ser los primeros en estar en las calles siempre construyendo la paz, la tolerancia, escuchando la opinión distinta, inclusive, absolutamen-te adversa, con respeto y paciencia; así no estemos de acuerdo, y tratar siempre de elevar el debate político, ideológico, el debate de ideas.

Un pueblo culto y educado será un pueblo libre. Esta es la filosofía de los libertadores, de Bolívar, de Martí, de nuestro Comandante Hugo Chávez, quien tanto hizo y tantos planes nos dejó para avanzar en la educación, en la cultura, en la cultura política específicamente, de va-lores democráticos en el pueblo de Venezuela. Y en eso estamos trabajando; en eso nos van a ver todos los años que están por venir, por la educación y la cultura de un pueblo, de todos.

Aislemos a los intolerantes, a los que siembran odio, a los que aprovechan las libertades públicas de Venezuela para sembrar una ideología fascista. ¡Fascista! Aislemos a los violentos, a los que se disfrazan de demócratas, pero por debajo traen el cuchillo esperando el momento. Así como hace once años lo hicieron en el golpe de Estado en el que secuestraron al presidente Chávez. Así se actuó esta semana.

Pero dijimos: vamos a garantizar la paz, y así fue. No puede haber impunidad con los crímenes cometidos. Tiene que haber justicia. Sabemos que los poderes pú-blicos ya están actuando, y nosotros estaremos pendien-tes, investigando.


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Ya han sido capturados varios de los autores materia-les de estos crímenes, que dispararon sus armas contra hombres y mujeres humildes que estaban defendiendo los CDI, o que quemaron y dispararon contra hombres y mujeres humildes que sencillamente estaban defen-diendo una idea, una bandera. Estaban defendiendo un sueño, el de nuestro Comandante Chávez, el de la patria libre.

Llamo a toda la patria a trabajar. Tiendo mi mano derecha, mi mano izquierda, para que la agarremos jun-tos y nos veamos los ojos de patriotas, de hijos de esta tierra y trabajemos por el bien de este país, sin odio, con mucha tolerancia y con mucho amor.

revisióN, rectificacióN y reiMpulso Hemos hecho una revisión de estos temas, la situación del país. Hemos hecho un ejercicio autocrítico, transpa-rente y profundo, de las causas verdaderas que enfren-tamos, y seguiremos enfrentando, de la merma electoral que tuvimos en el caudal que la revolución siempre ha tenido y va a tener en el futuro.

Efectivamente, encaramos una guerra económica, aún la estamos enfrentando, una guerra eléctrica, una guerra psicológica permanente. Pero tampoco hicimos el trabajo que había que hacer, así de sencillo. Hemos estado revisando las fallas en algunas cosas vitales del de-sarrollo de las misiones que debemos corregir a fondo.

Hemos estado revisando las fallas en el tipo de traba-jo que hacemos, el trabajo político, humano, revolucio-nario, de contacto, de atención al pueblo, de formación de la gente, de formación de los cuadros populares, de atención de los problemas a diario.

Con el Gobierno de Calle, vamos a una rectificación a fondo, retomar las 3-R con fuerza: revisión, rectifica-ción y reimpulso, 3-R históricas lanzadas por el Coman-dante Chávez en el año 2007; y las otras 3-R lanzadas en 2009, que son la repolitización, la repolarización y la re-unificación, que significan repolitizar, con P mayúscula, de política humana, revolucionaria y chavista. Hagamos una nueva política de contacto directo con el pueblo, de diálogo bolivariano permanente, de trabajo voluntario, de formación en los valores de nuestro Comandante Hugo Chávez, de estudio, formación permanente; ir a una repolarización real, la repolarización entre el pro-


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yecto del capital financiero, su proyecto fascista y el pro-yecto de la mayoría de los venezolanos, que es democrá-tico, constitucional, humanista, socialista.

seguridad, justicia y paz La revolución de la seguridad, la justicia y la paz. Esa es una gran revolución que hay que hacer para construir un país seguro. El 80 por ciento de la gente en las en-cuestas dice que el principal problema es la inseguridad. Eso es más o menos casi en toda América Latina y el Caribe. Los métodos que hemos utilizado han ayudado, pero hace falta dar un salto.

Tenemos la Gran Misión a Toda Vida Venezuela que creó el Comandante Chávez. Fundó la Universidad Na-cional de la Seguridad. Una universidad para formar a los policías y las policías. Estudian y se gradúan en esa universidad. Una Policía Nacional Bolivariana. Creamos la Guardia del Pueblo, la creó el Comandante Chávez.

Se perfeccionó y fortaleció la Guardia Nacional. Pero hay que trabajar con las dos manos: con una mano, el gran movimiento de paz y de vida para la revolución de

la seguridad, la justicia y la paz, desde los barrios, desde las comunidades.

Les hice un llamado y respondieron positivamente. Los jóvenes que están en grupos violentos ya han res-pondido positivamente. Vamos a que se incorporen al trabajo, a que entreguen las armas, a que vengan a hacer vida, a respetar al vecino, a respetar la vida.

Con una mano, trabajaremos para construir otra realidad, otros valores; para superar los valores del cul-to a las armas, a la violencia, al liderazgo negativo. Y con otra mano, para fortalecer la autoridad y la justicia. Hace falta la presencia de la Guardia Nacional, de la Guardia del Pueblo, de las policías en las calles, que la gente sepa cómo comunicarse cuando tiene un proble-ma, sin saboteo.

Mejora del sisteMa eléctrico y cese del sabotajeHe llamado a la constitución de la Gran Misión Eléc-trica Nacional. Voy a declarar el sistema eléctrico como servicio de seguridad nacional. Vamos a limpiar el siste-ma eléctrico de sabotajes, a protegerlo.


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Pido el apoyo de todo el pueblo, de los trabajadores del sector eléctrico, que ya me lo han dado; de la Fuerza Armada; de los gobernadores; alcaldes; de los diputados; diputadas, para cambiar las leyes que haya que cambiar. El servicio eléctrico es un servicio sagrado.

No conocíamos ningún país que tenga procesos elec-torales cuya campaña electoral sea sabotear, debilitar, dañar el servicio eléctrico para que la gente se moleste y llegue a un nivel de obstinación, de rabia, casi al nivel de la violencia.

pobreza y Miseria ceroVamos a profundizar la revolución social, la gran revolu-ción para construir el socialismo. Vamos a profundizar la revolución social a través de las misiones, de las grandes misiones que vamos a revisar, a fortalecer, a adaptar a los nuevos tiempos.

Llamo a los compañeros responsables de la Misión Robinson I, Robinson II, Ribas, Sucre, Barrio Adentro, Corazón Adentro, todas las misiones, las fundacionales y las que surgieron en el proceso, la Gran Misión Agropa-tria, Vivienda Venezuela, en Amor Mayor, Hijos e Hijas

de Venezuela, la Misión Madres del Barrio; vamos a re-visarlas todas.

Llamo en primer lugar a sus protagonistas, a sus beneficiarios, a sus participantes, vamos a retomar, por ejemplo, Robinson I y Robinson II.

El objetivo de la revolución social es: año 2019 po-breza cero, y podemos lograrlo, pobreza y miseria cero en Venezuela.

el socialisMo y la iNtegracióN de los pueblosLlamo a todos los factores productivos del país, como dijo el Comandante Chávez: sin lugar a dudas, estamos en una etapa de transición hacia el socialismo, es nuestro proyecto. Estamos convencidos de que sólo en socialis-mo es posible superar definitivamente las desigualdades, darle vida y felicidad a los pobres, al pueblo, superar la miseria, vivir como seres humanos, poder vivir el reino de Cristo aquí en la tierra.

Nosotros estamos convencidos de eso, de toda la vida, pero ahora más convencidos aún.


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El capitalismo es el techo donde rebotan las deman-das y causas justas de la humanidad. Si no trascendemos el capitalismo, tocaremos techo y volveremos al foso otra vez. Es la convicción que tenemos en el debate de ideas, que hay en nuestra patria y en este mundo, debate libre, donde nosotros tomamos en América Latina y el Caribe lo mejor, tomamos todo, desde la Revolución Cubana de 1959, la Revolución Sandinista de 1979, la revolución salvadoreña de 1980, los liderazgos alternativos a la vi-sión neoliberal: del compañero Lula, de la compañera Dilma, del compañero Néstor, de la compañera Cristina, del compañero Evo, del compañero Correa, del compa-ñero Tabaré, del compañero “Pepe” Mújica, de todos los movimientos populares, del sandinismo, del FMLN, de todas las fuerzas populares —y me perdonan si no nombro algunas.

Nos hemos alimentado desde las causas que surgie-ron más atrás, desde Morazán en Honduras, ahí está Ze-laya, lo saludo, cuántas cosas vivimos en Centroamérica cuando lo acompañamos durante un mes, después del golpe de Estado, tratamos de entrar varias veces, cuán-tas cosas aprendimos ahí en Ocotal, allí donde estaba el frente de Sandino.

De América Latina nos nutrimos, porque este so-cialismo en el que creemos, esta revolución en la que creemos es la nueva revolución de independencia, lati-noamericana y caribeña. Sólo unidos e independientes, podremos consolidar hacia el futuro una patria grande, con pueblos cultos, educados, vivos, felices, que puedan incorporarse a lo que llaman la modernidad de un mun-do multipolar y multicéntrico, respetados como bloque, separados.

El siglo XIX fue el siglo de la división; el siglo XX fue el siglo de la dominación imperial; el siglo XXI ya se ve que es el siglo de la unión, de la liberación, de la hermandad de América Latina y el Caribe.

El siglo de hoy —lo decía algún Presidente ayer en la reunión de Unasur, imaginándose el final del siglo XXI—, sin lugar a dudas, tendremos un siglo sin hege-monismos, sin imperios, donde los distintos bloques del mundo, los Brics, América Latina, Celac, Unasur, podre-mos convivir, cooperar, eliminar las amenazas de guerra, de guerra nuclear.


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la revolucióN del poder popularEn estas prioridades que hemos ido estableciendo, yo llamo a la gran revolución de la democracia, a la gran revolución del poder popular para la construcción del modo de vida socialista.

Todo esto está concatenado. El modo de vida socia-lista es la construcción de los consejos comunales, las co-munas, las comunidades organizadas, los trabajadores, los gremios diversos; el modo de vida socialista es vivir en igualdad, en respeto, en solidaridad, el respeto a la vida; es compartir, es cooperar, es hacer juntos una pa-tria; es formar, es educar, es tener un pueblo culto que opine, es tener un pueblo crítico.

Siempre hemos alimentado la formación política de nuestro pueblo, una cultura política crítica y autocrítica. Que las aguas no se estanquen nunca, porque si no, no es revolución; es involución. Cuando las aguas se estan-can en una revolución, sencillamente, lo que hay es que sentarse a esperar el final. Por eso llamo a una revolu-ción del poder popular, para la construcción del modo de vida socialista. Sólo con el pueblo se puede, sin el pue-blo no se puede.

Por eso llamo a la revolución de la revolución, que lo asumamos aquí con fuerza, hacer todo lo que haya que hacer para rectificar lo que haya que rectificar. Madurez tenemos, madurez hay en este pueblo. No es un eslogan de campaña: tenemos un pueblo maduro, mujeres ma-duras, hombres maduros, hasta niños maduros.

Creo que los niños tienen más madurez que todos nosotros, porque tienen su alma pura y ven lo luminoso y grande que es el futuro de esta patria y esta tierra.

Recordando a nuestro Comandante Hugo Chávez: la revolución es socialista y es feminista o no lo es. Así que vamos construyendo el socialismo con nuestro se-gundo Presidente feminista, el camarada Nicolás Madu-ro, que se va a colocar al frente de la lucha de las mujeres por su incorporación en proyectos socioproductivos, por la incorporación de las mujeres en el mundo económico, en el mundo productivo.

la revolucióN ecoNóMica productivaNosotros llamamos, compatriotas, en esta revolución, a todos los sectores productivos, a la revolución económica productiva. El eje de la revolución, el centro, el corazón,


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la columna de la estabilidad social, política, de la esta-bilidad de la patria, es la economía. Hemos enfrentado sabotajes, ataque con dólar paralelo, desabastecimiento planificado, sabotaje a los precios… Ha llegado la hora de superar todos los fenómenos negativos de la guerra económica.

Tiendo una mano para trabajar, como ayer. Ha-blamos con algunos empresarios. Creemos en ustedes. ¿Quieren trabajar? Vamos. Nosotros tenemos con qué ayudarlos, apoyarlos, incorporarlos. Vamos a crear zonas económicas especiales, que ya orientó el Comandante Chávez.

Hemos estudiado experiencias del mundo, la Efu-dom, en Shangai, China, interesante, y tenemos modelos que estamos terminando de armar para traer inversión pública, privada, nacional e internacional, para promo-ver el desarrollo de las fuerzas productivas del país, con la mayor flexibilidad táctica, con la mayor visión estraté-gica, con la mayor visión de gobierno económico.

Hay que construir un gobierno económico. Hay que gobernar la economía y, para eso, hay que tener vin-culación directa con los actores. En primer lugar, con

la clase obrera, que son los grandes productores de la riqueza. Planes para producir. En segundo lugar, con el sector empresarial, comercial, pequeño, mediano, gran-de, nacional e internacional. Cuántos inversionistas hay aquí, por ejemplo, de Brasil, Argentina; bienvenidos, vengan. Cuántos inversionistas hay en la Faja Petrolífe-ra del Orinoco.

Llamo a una gran revolución económica productiva, a lanzar este país hacia estadios superiores de desarrollo de las fuerzas productivas, de la economía, de la base económica poderosa del país.

Necesitamos producir, controlar los factores especu-lativos que sabotean por vía directa o indirecta la forma-ción de los precios en Venezuela. Necesitamos garantizar cada vez más productos hechos en Venezuela. Porque ustedes saben que el mercado interno se ha ensanchado.

Tenemos un mercado interno recalentado desde el punto de vista del consumo, porque nuestro pueblo tiene con qué consumir. Tenemos que manejar una economía que pueda moverse en las distintas coyunturas. Cuando se recaliente el mercado interno, hay que tener la capa-cidad productiva, o trabajar con los aliados estratégicos.


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Para que más nunca nos desabastezcan por sabotaje de carácter político, vamos a crear nuevas zonas econó-micas, tanto socialistas como mixtas, para el desarrollo de las fuerzas productivas. Invito a todos los inversionis-tas, nacionales, en primer lugar, públicos y privados, e internacionales.

Todo un mundo por hacer, para mantener el creci-miento económico, para incrementar el desarrollo de las fuerzas productivas, para controlar los factores perver-sos especulativos, inflacionarios, que dañan la economía nacional, para estabilizar el ingreso, la administración correcta e inversión de las divisas del país. Vamos a for-talecer Cadivi, el Sicad y todos los mecanismos que haga falta repotenciar.

Sabemos qué hacer para convertir nuestra patria en una patria exportadora. Tenemos que hacerlo. Nuestro Comandante nos lo orientó, año tras año. Quizás ahí estamos un poquito rezagados de las orientaciones y ór-denes, y de las potencialidades, que es más importante. Estamos retrasados.

Tenemos un mercado de Mercosur gigantesco, abier-to y listo para recibir los productos venezolanos. Empre-sarios venezolanos, vénganse; vamos a hacer pruebas

de apoyo. Ya hay empresarios listos, tenemos 90 para empezar a exportar. Vamos a darles todo el apoyo con el Fondo ALBA-Mercosur y con toda la ruta exportadora, para que vayan construyendo su capacidad. Yo los invi-to, usted que produce, y las empresas públicas también, vamos a apartar un diez por ciento de lo que producimos con calidad exportadora.

Vengan, que nosotros facilitamos la ruta, y que Ve-nezuela vaya construyendo poco a poco una capacidad exportadora que rompa con la cultura dependiente de la renta petrolera, y en mediano plazo poder decir, por me-dio de las exportaciones de nuestra economía, de nuevos ingresos exportadores: ya tenemos un porcentaje mane-jable y con capacidad de crecer.

Hay que fortalecer la Gran Misión Agropatria, ir allí donde las cosas han fallado, donde el crédito no ha llega-do, o donde ha llegado y se lo han robado. Ir allí donde no han llegado las máquinas, donde no ha llegado la se-milla, donde no ha llegado la asesoría. Nuestro país tiene que ser una potencia productora de alimentos.

Al movimiento campesino, a los movimientos de pro-ductores, a todos los productores de este país, los llamo: vamos a producir. Hemos pedido apoyo, una vez más,


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para planes especiales con la República Popular China, con Bielorrusia, con Europa en general, tenemos 30 mi-llones de hectáreas listas para producir alimentos y tene-mos que empeñarnos en que eso sea así.

Llamo a la juventud venezolana que quiera ir a los campos venezolanos a construir patria, a aprender, a producir alimentos, a construir la cultura productiva del campo, vamos, y llamo al compañero Iván Gil [ministro de Agricultura y Tierras] a que incorpore a esa juventud de las grandes ciudades. A veces las grandes ciudades están repletas de gente padeciendo los fenómenos de la conurbación, la extrema concentración de población en pequeños espacios.

Tenemos una patria gigantesca con todas las posibilidades.

fuerza arMada coMproMetida coN la patriaNuestra Fuerza Armada es disciplinada, bien organiza-da, con una moral combativa que se demuestra en la marcialidad, en la fortaleza de cada marcha, de cada gesto, de cada consigna, cuando pasan las unidades de

los Caribes, las unidades especiales y gritan: “¡Somos soldados antiimperialistas, somos socialistas, somos cha-vistas!”. ¡Qué moral combativa, qué conciencia, qué co-hesión tiene hoy nuestra Fuerza Armada!

Eso es gracias a la obra del liderazgo, de la visión, mucho más allá de estos tiempos, que tuvo el Coman-dante Hugo Chávez. Si revisamos el sistema de armas, el sistema de armas más moderno que jamás haya tenido la Fuerza Armada en Venezuela en doscientos años de República lo tiene hoy nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Tenemos una Fuerza Armada moralizada, bien or-ganizada, disciplinada, comprometida con la patria, con una gran conciencia del papel histórico que juega, que está jugando y que jugará para el futuro de la estabilidad política, de la paz, de la democracia y del socialismo ve-nezolano. Es una Fuerza Armada comprometida con el futuro socialista de Venezuela.

La nueva independencia sólo podrá ser posible de acuerdo con nuestra visión, construyendo una sociedad distinta a la capitalista, construyendo el socialismo; si no, todas las banderas y causas justas progresistas de nuestra

Nicolás Maduro

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región y del mundo se estrellarán con el techo bajo del capitalismo y se perderán los logros y los avances.

Por eso hay que darle gracias al Comandante Supre-mo, por abrirnos la visión para ese horizonte de futu-ro socialista que estamos construyendo, todo el pueblo, toda la Fuerza Armada.

Este libro de Ediciones Correo del Orinoco se terminó de imprimir en mayo de 2013 en los talleres de la Imprenta Nacional,

La Hoyada - Caracas. El tiraje fue de 10.000 ejemplares.

la revolución de la revolución - minci.gob.ve

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