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´ LA SANGREDEL SEÑOR
JESUCRISTO,LA ÚNICA SEÑAL
DE ESCAPE
Viernes, 19 de marzo de 2010
Cali, Colombia
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exacta deeste Mensaje, tal como fue predicado; por lo tanto cualquiererror en este escrito es estrictamente error de audición,transcripción e impresión; y no debe interpretarse como erroresdel Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede ser verificadocon las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicado formalmente.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTA AL LECTOREs nuestra intención hacer una transcripción fiel y exactade este Mensaje, tal como fue predicado; por lo tantocualquier error en este escrito es estrictamente error deaudición, transcripción e impresión; y no debeinterpretarse como errores del Mensaje.El texto contenido en esta Conferencia, puede serverificado con las grabaciones del audio o del video.Este folleto debe ser usado solamente para propósitospersonales de estudio, hasta que sea publicadoformalmente.
NOTAS
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.34
Y ahora, dejo en estos momentos al reverendo, doctor
Mauricio Vivas con ustedes, para que les indique cómo hacer
para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor
Jesucristo.
Continúen pasando una noche feliz, llena de las
bendiciones de Cristo nuestro Salvador; y nos continuaremos
viendo por toda la eternidad.
“LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA
ÚNICA SEÑAL DE ESCAPE.”
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO,LA ÚNICA SEÑAL DE ESCAPE
Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
Viernes, 19 de marzo de 2010
Cali, Colombia
Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes
y los que están a través del satélite Amazonas o de
internet en diferentes naciones; es para mí un privilegio
grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos
momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios
y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo
cual leemos en San Mateo, capítulo 26, versos 26 en adelante,
donde dice el mismo Evangelio acerca de la última Cena que
Cristo tomó con Sus discípulos, dice:
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo
partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es
mi cuerpo.
Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio,
diciendo: Bebed de ella todos;
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos
es derramada para remisión de los pecados.
Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de
la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en
el reino de mi Padre.
Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de
los Olivos.”
Que Dios bendiga nuestra almas con Su Palabra y nos
permita entenderla.En esta ocasión el Señor Jesucristo teniendo esta última
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.4
Cena con Sus discípulos y celebrando allí la pascua con ellos,
tipifica Su cuerpo con el pan, y Su Sangre con el vino; y todo
esto está ligado a un nuevo Pacto que está prometido en
Jeremías, capítulo 31, versos 31 al 36, donde Dios dice por
medio del profeta Jeremías de la siguiente manera, y vamos a
leer para que tengamos un cuadro claro de lo que se trata todo
esto que Cristo habló e hizo en Su última Cena con Sus
discípulos; capítulo 31 del libro del profeta Jeremías, veamos
como dice, versos 31 en adelante dice:
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré
nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé
su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos
invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos,
dice Jehová.
Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios,
y ellos me serán por pueblo.”
“...y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”
En este pasaje nos muestra que Dios hará un nuevo Pacto
con la casa de Israel, y bajo este nuevo Pacto todas estas
personas vendrán a ser llamados pueblo de Dios.
Y ahora, de este nuevo Pacto es que nos habla Cristo en la
última Cena que Él tiene con Sus discípulos. ¿Quién es
Jesucristo el cual estuvo en medio del pueblo hebreo dos mil
años atrás y tuvo Su ministerio de tres años y medio, y al final
de esos tres años y medio murió en la Cruz del Calvario? Para
muchos condenado como una persona que se merecía la
muerte; pero para otros como un hombre inocente que hacía
siempre el bien a las demás personas, y que Él mismo dijo que
tenía que morir, poner Su Vida en Expiación por el pecado de
los demás, poner Su Vida por las ovejas que el Padre le dio
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 33
Juan, y Juan le decía: “Yo tengo necesidad de ser bautizado
por Ti, ¿y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Y Cristo le
dice: “Nos conviene cumplir toda justicia.” Y entonces lo
bautizó. Y si a Cristo Jesús le convenía cumplir toda justicia
siendo bautizado, cuánto más nosotros.
El bautismo en agua es topológico, el agua del bautismo en
el bautismo no quita los pecados, es la Sangre de Cristo la que
nos limpia de todo pecado; pero el bautismo en agua es un
mandamiento del Señor Jesucristo, en el cual nos
identificamos con Cristo en Su muerte, sepultura y
resurrección.
Cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al
mundo; y cuando es sumergido en las aguas bautismales,
tipológicamente está siendo sepultado; y cuando es levantado
de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida:
a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno. Tan simple
como eso es el simbolismo o tipología del bautismo en agua
para todos los que reciben a Cristo como único y suficiente
Salvador.
Por lo tanto, bien pueden identificarse con Cristo en el
bautismo en agua. Y que Cristo les bautice con Espíritu
Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento;
y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el
glorioso Reino de Jesucristo nuestro Salvador.Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en
esta ocasión, con ustedes que están presentes y con los que
están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes
naciones. Ustedes que han recibido a Cristo en otras naciones,
también pueden ser bautizados en agua en estos momentos. Y
que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y
produzca en ustedes el nuevo nacimiento; y también nos
continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino
glorioso de Jesucristo nuestro Salvador.
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.32
pecados.Reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, doy
testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi únicoy suficiente Salvador. Te ruego perdones mis pecados y conTu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices conEspíritu Santo y Fuego luego que yo sea bautizado en aguaen Tu Nombre, y sea producido en mí el nuevo nacimiento.
Quiero nacer en Tu Reino, quiero vivir eternamentecontigo en Tu Reino, sálvame Señor. Te lo ruego, en TuNombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén.
Con nuestras manos levantadas al Cielo, a Cristo, todos
decimos: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de
todo pecado! Amén.Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros
pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado,
porque ustedes escucharon la predicación del Evangelio de
Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma y han dado
testimonio público de vuestra fe en Cristo recibiéndole como
único y suficiente Salvador.
Ustedes me dirán: “Quiero ser bautizado en agua en el
Nombre del Señor Jesucristo lo más pronto posible, porque Él
dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.’¿Cuándo
me pueden bautizar?” Es la pregunta desde lo profundo de
vuestro corazón, por cuanto ustedes han creído en Cristo de
todo corazón, bien pueden ser bautizados. Y que Cristo les
bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes
el nuevo nacimiento.El mismo Jesucristo, el cual ordenó el bautismo en agua
para todos los que creen en Él, Él mismo fue bautizado por
Juan el Bautista. Cuando Juan bautizaba en el Jordán y
predicaba, Jesucristo llegó al Jordán para ser bautizado por
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 5
para que las buscara y les diera Vida eterna.
Bajo este nuevo Pacto, encontramos que la Sangre de
Cristo es la Sangre del nuevo Pacto conforme a las palabras
que nos habla San Pablo en Hebreos, capítulo 13, verso 20,
donde dice:
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro
Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre
del pacto eterno.”
Y ahora, la Sangre del Pacto eterno, ¿cuál es? La Sangre de
Jesucristo, la Sangre de ese nuevo Pacto que fue comenzado
por Cristo, establecido por Cristo. Y entonces, ¿quién es el
Señor Jesucristo? En San Juan, capítulo 1, versos 1 al 18,
dice:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
La luz en las tinieblas resplandece...”
También dice:
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía
a este mundo.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el
mundo no le conoció.
A lo suyo vino (o sea, el pueblo hebreo), y los suyos no le
recibieron ( y tampoco le conocieron).
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Y luego sigue diciendo el verso 14 que es el que le sigue,
del capítulo 1, de San Juan:
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.6
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno
de gracia y de verdad.”
Ese es Jesucristo, el cual luego murió en la Cruz del
Calvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros
pecados. Bien dijo Juan el Bautista en el capítulo 1 de San
Juan, versos 29 al 36:
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.”
Lo presentó como el que quita el pecado del mundo, y por
lo tanto es el Sacrificio de Expiación por el pecado del ser
humano, para realizar con Su muerte la Expiación por
nuestros pecados, para que el ser humano pueda obtener el
perdón de sus pecados, ser limpio con la Sangre de Cristo de
todo pecado y entre al Reino de Dios recibiendo el Espíritu de
Dios, y así obtener el nuevo nacimiento. Tan sencillo como
eso; y así todas esas personas vienen a formar la Iglesia del
Señor Jesucristo, que es el pueblo de Dios, la Casa de Dios
bajo el nuevo Pacto.
Por eso, el apóstol San Pablo en Hebreos, capítulo 8 y
capítulo 10, nos dice... capítulo 8, verso 8 en adelante:
“Porque reprendiéndolos dice:
He aquí vienen días, dice el Señor,
En que estableceré con la casa de Israel y la casa de
Judá un nuevo pacto;
No como el pacto que hice con sus padres
El día que los tomé de la mano para sacarlos de la
tierra de Egipto;
Porque ellos no permanecieron en mi pacto,
Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.
Pondré mis leyes en la mente de ellos,
Y sobre su corazón las escribiré;
Y seré a ellos por Dios,
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 31
venir. Recuerden que estamos en un tiempo muy importante
en donde estamos viendo todas las señales que Cristo dijo que
estarían siendo manifestadas, que indicarían el tiempo para la
Venida del Señor y también para la resurrección de los
muertos creyentes en Cristo, y para la transformación de los
vivos creyentes en Cristo, para el arrebatamiento de la Iglesia
también, y también para la gran tribulación.
Todos esos terremotos que ocurren y réplicas de esos
terremotos, y maremotos, y volcanes en erupción, y las guerras
y los rumores de guerras, y hambruna sobre la Tierra, y
enfermedades, y guerras y demás problemas, y problemas en
el medio ambiente, calentamiento global y otros problemas,
todo eso es lo que Cristo dijo que vendría sobre la raza
humana; estaría manifestándose todo ese problema global, y
esas serán señales que indican que estamos en el tiempo para
la Venida del Señor y para el arrebatamiento de la Iglesia, y
también para la gran tribulación.
Por lo tanto, tenemos que escoger la parte buena en medio
de la situación en que está viviendo la humanidad, y la parte
buena es Cristo. Cristo dijo: “Yo soy el Pan de Vida, y el que
come de este pan vivirá eternamente,” o sea, el que cree en
Cristo. Creer en Cristo es comer el Pan de Vida.
Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies
de Cristo. Con nuestras manos levantadas a Cristo, al Cielo y
nuestros ojos cerrados los que están presentes y los que están
en otras naciones, los que han venido a los Pies de Cristo
repitan conmigo esta oración:
Señor Jesucristo, escuché la predicación de Tu Evangelioy nació Tu fe en mi corazón. Creo en Ti con toda mi alma,creo en Tu primera Venida, creo en Tu Nombre como elúnico Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en quepodemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz delCalvario como el Sacrificio de Expiación por nuestros
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.30
eterna.” Se predica el Evangelio de Cristo, que es la Voz de
Cristo llamando a Sus ovejas, y el que es de Dios (las ovejas
del Señor) oyen Su Voz, oyen el Evangelio de Cristo, el
Evangelio de nuestra Salvación y lo siguen, lo reciben como
Salvador, y Cristo les da Vida eterna; es para recibir la Vida
eterna que se predica el Evangelio y se le da la oportunidad a
las personas que reciban a Cristo como único y suficiente
Salvador.
Todavía vienen más personas de camino que como ustedes
quieren entrar al Reino de Cristo para vivir eternamente, y por
eso estamos dando unos segundos en lo que llegan los que
faltan por venir. Cristo dijo en San Mateo, capítulo 10, verso
32 al 33: “El que me confesare delante de los hombres, yo le
confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos. Mas al
que me negare delante de los hombres, Yo le negaré delante
de mi Padre que está en los Cielos.” Nadie quiere que Cristo
lo niegue delante del Padre celestial, todos queremos que
Cristo nos confiese delante de nuestro Padre celestial como
creyentes en Cristo, personas que hemos creído en Cristo y lo
hemos recibido como nuestro único y suficiente Salvador.
También nos dice San Juan, capítulo 3, verso 16:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna.”
Esa es la forma en que se recibe la Vida eterna de parte de
Dios por medio de Jesucristo, creyendo en Él y recibiéndolo
como nuestro único y suficiente Salvador.
Ya vamos a orar por las personas que han venido a los Pies
de Cristo, vamos a estar puestos en pie, los que están en otras
naciones también pueden continuar viniendo a los Pies de
Cristo, vamos a estar todos puestos en pie los que están en
otras naciones también.
Si falta alguna persona por venir a los Pies de Cristo, puede
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 7
Y ellos me serán a mí por pueblo;”
Y aquí, vean ustedes cómo el apóstol Pablo muestra que los
creyentes en Cristo son las personas que han entrado al nuevo
Pacto, y bajo el nuevo Pacto ese es el pueblo de Dios, en
donde Dios estaría en Espíritu Santo manifestándose a través
de las diferentes etapas o edades del Cristianismo.
Los creyentes en Cristo nacidos de nuevo forman la Iglesia
del Señor Jesucristo. El Cristianismo está representado en diez
vírgenes de las cuales cinco son prudentes y cinco son
insensatas; las prudentes son las que tienen aceite en sus
lámparas, o sea, han recibido el Espíritu Santo, son las
personas creyentes en Cristo nacidas de nuevo.
Y las otras cinco vírgenes que no tenían aceite en sus
lámparas representan a los creyentes profesantes... recibido a
Cristo como Salvador pero no han recibido el Espíritu Santo,
no han nacido de nuevo, pero, son creyentes profesantes y son
personas muy buenas que viven el Cristianismo, pero la
diferencia es que unas tiene aceite, las prudentes, y las otras
no tienen aceite.
Y dice el mismo Cristo... esta es la parábola de las diez
vírgenes de San Mateo, capítulo 25, versos 1 al 13, y dice que
cabecearon todas y se durmieron tardándose el esposo. O sea,
tardándose el esposo cabecearon todas y se durmieron, y luego
dice que a medianoche se escuchó un clamor: “¡Aquí viene el
esposo; salid a recibirle!” Ese es nada menos que el mensaje
del precursor de la segunda Venida de Cristo; como fue para
la primera Venida de Cristo, apareció o fue enviado Juan el
Bautista con el Espíritu y virtud de Elías anunciando que
después de él vendría el Mesías, después de él vendría uno
mayor que él, del cual él no era digno de desatar la correa de
su calzado. Y dice: “Él les bautizará con Espíritu Santo y
Fuego.”
Y ahora, podemos ver que aquel mensaje de Juan el
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.8
Bautista dos mil años atrás preparando al pueblo para la
Venida del Señor... Recuerden que la Venida del Señor tiene
dos partes y por lo tanto tiene dos precursores: uno para la
primera Venida y otro para la segunda Venida de Cristo; y
tiene también dos partes la Venida del Señor: Su primera
Venida y Su segunda Venida, cosa que no era entendida antes
de la Venida del Señor dos mil años atrás, pero fue abierto
este misterio por el mismo Cristo cuando prometió o profetizó
acerca de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero.
Y ahora, encontramos que ya la primera Venida se cumplió,
y en esa etapa de la primera Venida Él vino como Cordero de
Dios para morir como Sacrificio de Expiación por el pecado
del ser humano; por eso el apóstol San Pablo en Romanos,
capítulo 5, nos habla acerca del Programa Divino que se
realizó con la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario.
Capítulo 5 de Romanos, versos 6 al 10, dice San Pablo.
“Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo
murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo,
pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por
él seremos salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios
por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por
el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora
la reconciliación.”
Y ahora, podemos ver que la muerte de Cristo en la Cruz
del Calvario estaba en el Programa de Dios en favor del ser
humano. En Isaías, capítulo 53, dice que vendría como
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creyere, será condenado.”
¿Ve? El ser humano tiene libre albedrío porque fue hecho,
creado por Dios a Su imagen y semejanza; y por consiguiente
cada individuo tiene la responsabilidad de (al escuchar la
predicación del Evangelio de Cristo) escoger la vida o la
muerte, recibir a Cristo como Salvador o no recibirlo; la
responsabilidad es de cada individuo. La mía es darles a
conocer el Evangelio de Cristo, la oportunidad que tiene cada
ser humano de vivir eternamente en el Reino de Dios por
medio de Cristo al recibirlo como único y suficiente Salvador;
pero la elección, la decisión la hace la persona; Dios
recomienda que escoja la vida y yo recomiendo que escojan la
vida, a Cristo. Cristo es el camino, la verdad y la vida, “y
nadie viene al Padre, sino por mí,” dice Cristo en San Juan,
capítulo 14, verso 6.
Y también le dice a Marta, la hermana de Lázaro cuando
fue a resucitar a Lázaro, le dice: “Tu hermano resucitará.”
Marta le dice: “Yo sé que resucitará en el Día Postrero,”
porque el Día Postrero es el séptimo milenio de Adán hacia
acá o tercer milenio de Cristo hacia acá, y va a ser la
resurrección de todos los creyentes en Cristo que han muerto,
en el Día Postrero, pero Cristo va a resucitar a Lázaro como
tipo y figura, como ejemplo de lo que Él va a hacer con todos
los creyentes en Cristo que han muerto en diferentes tiempos.
Y Cristo le dice: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree
en mí, aunque esté muerto, vivirá; y todo aquel que vive y cree
en mí, no morirá eternamente, ¿crees esto?” Marta le dice: “Sí
Señor.” Y nosotros decimos: “Sí Señor, también nosotros lo
creemos.”
Es un asunto de creer en Cristo para obtener la Vida eterna,
miren... eso fue San Juan, capítulo 11, verso 21 al 27, y en San
Juan, capítulo 10, versos 27 al 30 Cristo dice: “Mis ovejas
oyen mi Voz y me siguen; y yo las conozco, y Yo les doy Vida
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.28
viene en poco tiempo.
Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad de Cali, y los está
llamando, y el Reino de Cristo se está llenando de caleños, de
gente alegre, de gente que despierta a la realidad del Programa
Divino, se está llenando de colombianos el Reino de Cristo y
eso está bueno. El sueño del que sabe que Dios existe, el
sueño mayor no es ir a otra nación para conseguir un mejor
trabajo y un mejor modo de vida para su familia, el sueño es
el Reino de Cristo, en donde él y su familia vivirán
eternamente en paz, en prosperidad, y serán felices; la
felicidad de la familia está en el Reino de Cristo. La Escritura
dice: “Yo pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición
y la maldición.” Y Dios dice: “Escoge la vida, para que vivas
tú y tu familia.”
Por lo tanto, escoger la vida bajo el nuevo Pacto, es escoger
a Cristo el cual dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida;
y nadie viene al Padre, sino por Mí.” (San Juan, capítulo 14,
verso 6) Y lo de... Deuteronomio, capítulo... vamos a darle la
cita bíblica de Deuteronomio, para que la tengan, donde Dios
dice que coloca la vida y la muerte; capítulo 30 de
Deuteronomio, versos 19 al 20, y también capítulo 30, verso
15 nos habla de lo mismo.
El ser humano tiene libre albedrío, porque Dios lo hizo a
Su imagen y semejanza, y Dios tiene libre albedrío, nadie le
tiene que decir a Dios lo que Él va a hacer, Dios tiene un
Programa; y el ser humano por cuanto tiene libre albedrío se
le da a conocer el Evangelio de Cristo y se le da la
oportunidad y libertad para que escoja a Cristo o lo rechace;
por eso Cristo cuando mandó a predicar el Evangelio, dice en
San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 9
Cordero, como oveja, y que podría Su Vida en Expiación por
el pecado; y si tiene que poner Su Vida en Expiación por el
pecado tenía que morir como el Sacrificio de Expiación por el
pecado, lo cual estaba tipificado en el sacrificio del cordero
pascual que se sacrificó en Egipto y también del macho cabrío
de la expiación del día diez del mes séptimo de cada año en el
día del perdón, en donde todos eran reconciliados con Dios,
los que vendrían arrepentidos de sus pecados ante Dios.
Y ahora, la muerte de Cristo también estaba profetizada en
el libro del profeta Daniel, en el capítulo 9, donde nos dice
allá en las setenta semanas de Daniel, vean, vamos... capítulo
9 de Daniel, versos 20 en adelante. Recuerden que este
misterio de la Venida del Señor, el Ángel Gabriel lo conocía
y fue enviado al profeta Daniel para darle a conocer todas
estas cosas que sucederían, y le habló de la Venida del Mesías
y de la muerte de la Venida del Mesías; dice capítulo 9, versos
20 en adelante de Daniel (del libro del profeta Daniel):
“Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado
y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego
delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios (o
sea, por Jerusalén);
aún estaba hablando en oración, cuando el varón Gabriel,
a quien había visto en la visión al principio, volando con
presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde
(o sea, a las 6:00 de la tarde).”
El Ángel Gabriel es un hombre de otra dimensión, como los
ángeles son hombres de otra dimensión, Dios hace a Sus
ángeles espíritus, y a Sus ministros llama de fuego. Y ahora,
Él dice:
“Y me hizo entender, y habló conmigo, diciendo: Daniel,
ahora he salido para darte sabiduría y entendimiento.
Al principio de tus ruegos fue dada la orden, y yo he
venido para enseñártela, porque tú eres muy amado.
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.10
Entiende, pues, la orden, y entiende la visión.
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y
sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y
poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al
Santo de los santos.
Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden
para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías
Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas (siete
semanas y sesenta y dos semanas, son sesenta y nueve
semanas); se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos.
Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida
al Mesías, mas no por sí...”
Y ahora, la vida del Mesías le sería quitada después de las
sesenta y nueve semanas, o sea, en la semana número setenta.
El Señor Jesucristo tuvo Su ministerio en la semana número
setenta, y recuerden que son semanas de años, cada semana
son siete años; setenta semanas son cuatrocientos noventa
años, en esas semanas proféticas.
Y ahora, a la mitad de la semana número setenta le fue
quitada la vida al Mesías, y ahí se detuvo la semana número
setenta; y por consiguiente faltan tres años y medio de esa
semana número setenta; porque la semana número setenta se
detuvo con la muerte de Cristo y se abrió una brecha para la
Dispensación de la Gracia en donde se estaría predicando el
Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo para salvación
para todo aquel escucha el Evangelio de Cristo, cree, lo recibe
como Salvador y es bautizado en el Nombre del Señor en
agua, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego y produce
en la persona el nuevo nacimiento; y así esa persona nace del
Agua y del Espíritu, nace del Evangelio de Cristo y del
Espíritu Santo, y por consiguiente ha entrado al Reino de
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 27
adonde Lot y le dijeron: “Hemos venido para destruir esta
ciudad, destruir a Sodoma y destruir a Gomorra también y las
ciudades cercanas.” Recuerden que esos Ángeles son los
Ángeles que tienen ejércitos celestiales grandes y que cumplen
las órdenes divinas, traen bendición o traen juicio a
individuos, ciudades, naciones y también al mundo entero.
Estamos en un tiempo muy importante, tenemos que saber,
conocer por las Escrituras el tiempo que nos ha tocado vivir,
y aunque este tiempo tiene tantos problemas, las naciones y
los individuos, con todo y eso es el tiempo más glorioso para
el ser humano.
Si Dios me hubiera dicho: “¿En qué tiempo quieres ir a
vivir a la Tierra?” Yo le diría: “En el tiempo final,” en este
mismo tiempo en el cual estoy viviendo; porque este es el
tiempo más glorioso de todos los tiempos. En el tiempo de los
apóstoles, en el tiempo de la Iglesia primitiva, vean, se los
echaban a los leones, o los crucificaban o los quemaban y así
por el estilo, y eso fue por muchos años. En este tiempo nos
ha tocado el tiempo más glorioso, y el tiempo en que la
ciencia ha crecido, se ha multiplicado; y ahora si queremos
hablar con una persona amiga o familiar nuestro que esté en
otra ciudad, tomamos el teléfono y hablamos, y hasta nos
vemos el uno al otro a través de la cámara que traen algunos
teléfonos, o por la computadora, y aun si está por China,
también nos podemos ver en la misma forma que nos vemos
si está alguna ciudad cercana.
O sea, que no hay limitaciones en las comunicaciones, no
hay limitaciones para nosotros: lo que se habla, se graba y se
vuelve a escuchar, y también queda impreso en libros para
leer. En aquellos tiempos pasados de los apóstoles, para el
apóstol Pablo comunicarse con una Iglesia en Asia Menor
tenía que hacer una carta y enviarla con alguna persona o ir en
un viaje de algunos días, pero ahora en un avión uno va y
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.26
Estamos en un tiempo muy importante, en donde estamos
viendo todas las señales que Cristo dijo que estarían
aconteciendo, siendo vistas, y de las cuales Cristo dijo que
cuando veamos acontecer estas cosas, levantemos nuestras
cabezas, dijo que levantemos nuestras cabezas, porque nuestra
redención está cerca (San Lucas, capítulo 21, versos 25 al 29).
El mismo Cristo dijo también en San Lucas, capítulo 18,
verso 8: “Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la
Tierra?” Estamos viviendo en un tiempo como dijo Cristo que
sería el tiempo final. Él dijo que “como fue en los días de Noé,
en donde comían, bebían, se casaban y se daban en
casamiento, y no conocieron hasta que vino el diluvio y se los
llevó a todos, así será la Venida del Hijo del Hombre,” así será
el día en que el Hijo del Hombre se manifestará, y “como fue
en los días de Lot que comían, bebían, se casaban y se daban
en casamiento, así será el día en que el Hijo del Hombre Se
manifestará, Se revelerá” [San Lucas 17:26-30], así será la
Venida del Hijo del Hombre, así será el tiempo, así estará la
humanidad como en los días de Noé y como en los días de
Lot.
En los días de Noé fueron destruidos con el diluvio y en los
días de Lot fueron destruidos los de Sodoma y Gomorra y
ciudades cercanas, con fuego y azufre del Cielo; y por
consiguiente a todo eso que aconteció allá en los días de Noé
y en los días de Lot, son tipo y figura de las cosas que
sucederán en este tiempo; porque la humanidad está como en
los días de Noé y como en los días de Lot. Y en los días de
Noé hubo un profeta dispensacional llamado Noé que parecía
que estaba loco, construyendo un arca en un tiempo que no
llovía; pero no estaba loco, Dios le había hablado y estaba
construyendo el lugar donde él, su familia y muchos animales,
reptiles y aves se iban a salvar.
Y en los días de Lot dos Ángeles: Gabriel y Miguel fueron
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 11
Dios.
Recuerden que Cristo dijo a Nicodemo, en el capítulo 3 de
San Juan, verso 1 al 6: “De cierto, de cierto te digo, que el que
no nazca de nuevo, no puede entrar al Reino de Dios.” Y
Nicodemo pensó que tenía que nacer físicamente de nuevo y
le pregunta si el hombre ya siendo viejo puede entrar en el
vientre de su madre, ¿para qué? Para nacer de nuevo. Pero no
comprendía Nicodemo que Cristo le estaba hablando de un
nacimiento espiritual; y por eso le dice luego a Nicodemo:
“De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y
del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Para entrar
al Reino de Dios se requiere nacer de nuevo del Agua y del
Espíritu, o sea, del Evangelio de Cristo y del Espíritu Santo.
Y ahora, el Reino de Dios esta en la esfera espiritual y por
consiguiente el nuevo nacimiento no es literal, no es nacer
físicamente de una mujer, sino que es el nuevo nacimiento
espiritual que produce Cristo por medio de Su Espíritu en la
persona.
Y ahora, encontramos que todo ser humano quiere entrar al
Reino de Dios, y ya ahí Cristo muestra cómo entrar al Reino
de Dios; y esto es bajo un nuevo Pacto que Dios ha
establecido por medio de Cristo el Ángel del Pacto, el mismo
Ángel del Pacto que le apareció a Moisés y le habló, y lo
envió a Egipto para la liberación del pueblo hebreo; y luego
el que libertó al pueblo hebreo, y luego el que le dio la ley en
el monte Sinaí, ese es Cristo, el Ángel del Pacto, pues la ley
fue dada por comisión de ángeles en el monte Sinaí. Y ese
Ángel del Pacto del cual Dios habla en Éxodo, capítulo 23, es
Cristo en Su Cuerpo angelical. Recuerden que Cristo dijo en
San Juan, capítulo 8, verso 56 al 58. “Abraham vuestro padre
(hablándole a los judíos) deseó ver mi día; lo vio, y se gozó.”
Y le dicen los judíos: “Aún no tienes cincuenta años, ¿y dices
que has visto a Abraham?” Cristo les contesta: “Antes que
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.12
Abraham fuese, Yo soy.”
¿Cómo era Cristo antes de Abraham? Era el Ángel del
Pacto, el Ángel de Dios. En la Escritura hay muchos profetas
como Abraham, Isaac, Jacob, y también el padre de Sansón,
el cual en el capítulo 13 del libro de los Jueces vio al Ángel
del Pacto, y también su esposa lo vio; y cuando el Ángel del
Pacto subió en la llama de fuego del sacrificio que ofreció a
Dios el padre de Sansón, Manoa; él (Manoa) le dice a su
esposa: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a
cara, hemos visto a Dios,” y la Escritura dice...en la Escritura
Dios le dijo a Moisés: “No podrás ver mi rostro, porque no me
verá hombre y vivirá.”
Y ahora, la esposa de Manoa, la señora Manoa le dice: “No
hemos de morir, porque si fuésemos a morir, Dios no nos
habría anunciado esto que va a suceder: que nos va a dar un
niño,” el cual fue Sansón. También Jacob en el capítulo 32,
versos 24 al 32 del Génesis se encontró con un hombre, un
varón, el Ángel del Pacto y no lo soltó, estuvo luchando con
él toda la noche y no lo soltó; y el Ángel le dijo ya rayando el
alba: “Suéltame, déjame que raya el alba (o sea, tenía que
irse). Y Jacob le dice: “Yo no te soltaré, no te dejaré hasta que
me bendigas.” Y entonces el Ángel le pregunta: “¿Cuál es tu
nombre? ¿Cómo te llamas?” Y Jacob le dice: “Jacob.” Y el
Ángel le dice: “No se dirá más tu nombre Jacob, porque has
luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” Y Jacob
le pregunta: “¿Cuál es tu nombre?” Y el Ángel le dice: “¿Por
qué preguntas por mi nombre?” Y no le dio a conocer Su
Nombre.
Y Jacob luego le puso por nombre al lugar donde había
tenido esta experiencia (¿cuál fue?) Peniel, que significa: “El
rostro de Dios;” porque dijo: “Vi a Dios cara a cara y fue
librada mi alma.” Vean cómo Jacob y también Manoa dicen
que vieron a Dios cara a cara; y hay otras personas que
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 25
lo puede hacer en estos momentos recibirlo, porque la
invitación para ir a la Cena de las Bodas del Cordero está
hecha, está hecha a través del Evangelio de Cristo para que
toda persona pueda recibirlo como único y suficiente Salvador
y ser parte del grupo que irá a la Cena de las Bodas del
Cordero, para lo cual pueden pasar acá al frente y estaremos
orando por usted en estos momentos, para que Cristo le reciba
en Su Reino, le perdone, y con Su Sangre le limpie de todo
pecado y sea bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo le
bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en usted el
nuevo nacimiento, y así entre al Reino de Dios y tenga
asegurado su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno.
Recuerden que Cristo dijo: “¿De qué le vale al hombre, si
ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa
dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre
vendrá en la gloria de su Padre con Sus ángeles, y entonces
pagará a cada uno conforme a sus obras.” (San Mateo,
capítulo 16, versos 26 al 28).
Los niños de diez años en adelante también pueden venir a
los Pies de Cristo, para que Cristo les reciba en Su Reino, y
los que están en otras naciones conectados con esta actividad
y esta transmisión a través del satélite Amazonas y de internet,
también pueden venir a los Pies de Cristo los que todavía no
lo han hecho; y los que lo habían recibido y se apartaron de
Cristo, pueden venir a los Pies de Cristo para ser reconciliados
con Cristo.
Estamos viviendo ya al final del reino de los gentiles y en
la etapa para la introducción del Reino del Mesías, la etapa
para la introducción del Reino milenial. Cuando Cristo salga
del Trono del Padre ya no habrá oportunidad para las personas
venir a los Pies de Cristo, ya no habrá oportunidad de
Salvación, ya el que está sucio no habrá Sangre para limpiarlo
de todo pecado.
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.24
para predicarlo a los moradores de la Tierra, o sea, un
mensajero que vendrá predicando el Evangelio del Reino, el
Evangelio eterno. Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7 y San
Mateo, capítulo 24, verso 14, el mismo Cristo dice:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin.”
La predicación del Evangelio del Reino por medio y a
través de un mensajero dispensacional que está prometido en
Apocalipsis, capitulo 14, verso 6 al 7, será la señal más grande
que la humanidad tendrá de que el fin del mundo está cerca;
y cuando se dice el fin del mundo o fin de todas las cosas, se
está hablando del fin del reino de los gentiles, del fin de los
sistemas políticos y de todos los sistemas que tienen las
naciones, para venir el Reino del Mesías y establecer la forma
de gobierno divina para la humanidad.
O sea, no es que se van a desaparecer los seres humanos,
van a morir muchísimos millones, pero van a quedar muchos
también en la Tierra, y los creyentes en Cristo que murieron
van a ser resucitados en cuerpos eternos, y los que estén vivos
van a ser transformados, y van a ser inmortales y jóvenes para
toda la eternidad; porque esas personas tienen la señal de la
Sangre en sus corazones, o sea, tienen el Espíritu Santo, tienen
la señal y por consiguiente ellos no pasarán por ese tiempo del
juicio divino de la gran tribulación, serán transformados y
llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, la
fiesta más grande que se haya llevado a cabo en el Cielo;
fiesta a la cual todos desean asistir.
Apocalipsis 19, versos 9 al 10, dice que “son
bienaventurados los que son convidados, invitados a la Cena
de las Bodas del Cordero.” Y yo soy uno de ellos. ¿Y quién
más? Cada uno de ustedes también.
Y si usted todavía no ha recibido a Cristo como Salvador,
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 13
hablaron también que vieron a Dios cara a cara; y el mismo
Dios le dice a Moisés o le dice a Aarón y a María o Miriam,
que Dios hablaba con Moisés cara a cara como habla
cualquier persona con su amigo o con otra persona; y en
Deuteronomio también nos habla que no hubo ningún hombre,
ningún varón el cual hablara con Dios cara a cara, o con el
cual Dios hablara cara a cara, sino Moisés.
Y después, encontramos en San Juan, capítulo 1, verso 18,
donde nos dice: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo,
que está en el seno del Padre, él le declaró, le ha dado a
conocer.”
Y ahora, ¿cómo se entiende todo esto? ¿Habrá una
contradicción en la Biblia? No, lo que vieron todos estos
hombres de Dios en el Antiguo Testamento fue a Dios en Su
Cuerpo angelical que es el Ángel del Pacto. Tan sencillo como
eso.
Es igual que ustedes y yo, yo puedo decir: “Yo los estoy
viendo a todos ustedes,” y ustedes pueden decir: “Yo le estoy
viendo a usted,” pero luego podemos decir o yo les puedo
decir: “Ustedes no me están viendo a mí, y yo no los estoy
viendo a ustedes.” Y cualquier persona diría: “Pero, ¿cómo
puede ser eso?” Es que lo que nos estamos viendo el uno al
otro es el cuerpo físico, pero somos alma viviente y estamos
dentro de estos cuerpos físicos de carne, habitando en esta
Tierra y manifestándonos a través de estos cuerpos físicos.
Tan sencillo como eso; ni siquiera podemos vernos el uno al
otro el espíritu, que es otro cuerpo parecido al nuestro pero de
otra dimensión, de la dimensión de los ángeles.
Así que, podemos ver entonces como se entiende lo que es
dicho en la Escritura que a Dios nadie le vio jamás, a Dios el
Padre nadie le vio jamás, pero vieron al Ángel del Pacto que
es el Cuerpo angelical de Dios, el cual es Cristo en Su Cuerpo
angelical; por eso Cristo podía decir: “Antes que Abraham
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.14
fuese, Yo soy.” Y podía decir: “Abraham deseó ver mi día, lo
vio y se gozó.” Recuerden que antes de la destrucción de
Sodoma y Gomorra le apareció Dios en forma visible a
Abraham con Sus Arcángeles Gabriel y Miguel, y comieron
con Abraham en el capítulo 17 y 18 del Génesis, antes de la
destrucción de Sodoma y Gomorra.
Y ahora, ustedes pueden ver que hay un mundo invisible en
donde hay personas llamados Ángeles mensajeros de Dios,
hay personas, vamos a decir, hombres de otra dimensión: de
la dimensión del Reino de Dios, de la dimensión llamado el
Paraíso; pero también hay otras personas de otra dimensión:
la quinta dimensión, llamada el reino de las tinieblas, que esos
están dirigidos por Lucero o Lucifer o el diablo o Satanás,
como le quieran llamar; y por eso es que está habiendo una
guerra en el Cielo, en otra dimensión de los ejércitos de Dios
en contra de los ejércitos del príncipe de las tinieblas, del
diablo; luego esa guerra que ahí hay en el Cielo en otra
dimensión se refleja en esta tierra en guerras y problemas, o
sea, que desde otra dimensión, de otras dimensiones se influye
en la vida de la raza humana.
Recuerden por ejemplo el caso del Ángel Gabriel que le
apareció al profeta Daniel y le dijo que había estado peleando
contra el príncipe de Persia y que nadie le ayudó sino
*Miguel, el príncipe que está por el pueblo de Israel. El
Arcángel Miguel es el Príncipe angelical del pueblo hebreo,
el Ángel guardián del pueblo hebreo.
Ese Ángel le ayudó a Gabriel ha luchar, porque Gabriel está
a cargo de esos cambios del reino de los gentiles, reino de los
gentiles que está representado en al estatua que le fue
mostrada al rey Nabucodonosor y que luego le fue
interpretada por el profeta Daniel en el capítulo 2 del libro del
profeta Daniel; y eso fue una visión política que le fue dada a
Nabucodonosor y Daniel se la interpretó, o sea, que ahí le
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 23
juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los
profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los
pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la
tierra.”
Los que han estado afectando al planeta Tierra, afectando
al medio ambiente, han estado destruyendo la Tierra, y por
consiguiente aquí dice que Dios va a destruir a los que
destruyen la Tierra.
“Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su
pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces,
truenos, un terremoto y grande granizo.”
Y aquí viene un terremoto muy grande que estremecerá el
mundo entero; cuando se habla de relámpagos, voces, truenos,
un terremoto y grande granizo, se está hablando del juicio
divino que vendrá sobre la raza humana.
Y ahora, todo eso sale del Trono de Dios, porque para ese
tiempo Cristo, el cual es el Sumo Sacerdote del Templo
celestial según el Orden de Melquisedec, haciendo Intercesión
con Su propia Sangre por todos aquellos que lo reciben como
su único y suficiente Salvador, los cuales tienen sus nombres
escritos en el Libro de la Vida en el Cielo, ya habrán sido
redimidos con la Sangre de Cristo, ya habrá hecho Intercesión
por ellos Cristo, ya se habrá completado Su Iglesia, y luego
Cristo sale del Trono del Padre y se convierte en el Rey de
reyes y Señor de señores, en el León de la Tribu de Judá, Rey
de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para
reclamar todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa.
Por lo tanto, habrá un cambio muy grande en el Cielo y por
consiguiente habrá un cambio de dispensación y de trato de
Dios con la humanidad.
Y ahora, todo eso va a estar siendo proclamado en el
Evangelio del Reino, Evangelio con el cual viene un Ángel,
un mensajero con el Evangelio eterno, el Evangelio del Reino
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.22
¿Y qué son las inconmovibles? Vamos a ver:
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible...”
El Reino de Cristo es inconmovible, pero los reinos de este
mundo, los reinos o el reino de los gentiles es movible, ha
pasado de edad en edad de etapa en etapa por diferentes
tiempos; y ahora se encuentra en la etapa de los pies de hierro
y de barro cocido, en la estatua que Dios le mostró al profeta
Daniel y al rey Nabucodonosor, y es en esa etapa donde el
reino de los gentiles va a dejar de existir. ¿Y qué va a pasar
entonces? Vamos a ver lo que nos dice Apocalipsis, capítulo
11 sobre lo que va a suceder; capítulo 11, versos 15 en
adelante, dice:
“El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces
en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a
ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos
de los siglos.”
Y ahora, los reinos del mundo van a pasar a ser de
Jesucristo, todos los reinos del mundo van a venir a ser o van
a ser pertenecientes del Reino del Mesías, van a formar ese
imperio del Mesías, la Capital estará en la tierra de Israel, será
Jerusalén; y el Reino del Mesías es el Reino de Dios terrenal,
el cual será la restauración del Reino de David, y por eso el
Mesías es llamado el Hijo de David, el heredero al Trono de
David; y por consiguiente el heredero al Reino mundial del
Mesías. Ahora, sigue diciendo:
“Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante
de Dios en sus tronos (esos veinticuatro ancianos son los doce
patriarcas hijos de Jacob, y los doce apóstoles del Señor), se
postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios,
diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el
que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu
gran poder, y has reinado.
Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 15
mostró el mundo político del reino de los gentiles y sus
diferentes etapas por las cuales pasarían; la cabeza de oro que
representa al reino o imperio del rey Nabucodonosor, el pecho
y los brazos de plata que representa el imperio Medo-Persa, el
vientre y los muslos de bronce que representa el imperio de
Grecia, las piernas de hierro que representa el imperio
Romano, y los pies de hierro y de barro cocido que representa
el reino de los gentiles en el tiempo final; y eso es desde la
caída del imperio romano, de ahí en adelante estamos viviendo
en los pies de hierro y de barro cocido.
Y es para el tiempo de los pies de hierro que se cumplió la
primera Venida de Cristo, y fue el imperio romano el que
crucificó a Cristo; y luego para el tiempo de los pies de hierro
y de barro cocido está señalada la segunda Venida de Cristo
como la Piedra no cortada de manos que con Su Venida, el
reino de los gentiles va a dejar de existir, y Él, esa Piedra va
a crecer y se va a formar un gran monte, o sea, un gran Reino
que llenará toda la Tierra, ese es el Reino del Mesías.
Y ahora, esas son profecías políticas que van a influir, el
cumplimiento de ellas en este mundo, en este planeta Tierra,
y va a producir un cambio no solamente político, sino físico
en el planeta Tierra.
Hemos estado viendo que están surgiendo muchos
terremotos, maremotos, tsunamis, volcanes, y así por el estilo
en el planeta Tierra, y muchos problemas en cuanto al medio
ambiente con el calentamiento global; todas esas cosas van a
ocasionar un cambio muy grande en el planeta Tierra, y
también una tercera guerra mundial que está profetizada en las
Escrituras y que va a ocasionar un día ardiente como un horno
en este planeta Tierra; y que va a ocasionar que la Tierra se
enderece los grados que tiene de inclinación.
Ya con estos terremotos, el terremoto de Chile, la Tierra se
enderezó unos grados o milésimas de grados, pero todos esos
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.16
problemas que van a venir sobre la raza humana, y sobre todo
una tercera guerra mundial atómica, va a ocasionar que se
enderece el planeta Tierra; todo se va a preparar para el Reino
del Mesías, en donde el Mesías traerá la paz para Israel, para
Jerusalén la Capital donde estará el Trono del Mesías, y de ahí
saldrá la paz para todas las naciones, para todo el Medio
Oriente y para todas las demás naciones.
Para ese tiempo del Reino del Mesías se habrán terminado
los problemas del medio ambiente, y también los problemas
del Medio Oriente y los problemas de todas las naciones;
porque el Mesías Príncipe establecerá Su Reino mundial, por
eso es llamado un Imperio en Isaías, capítulo 9, versos 6 al 7.
Y la paz cubrirá todas las naciones, las armas de guerra serán
convertidas en herramientas de trabajo.
Por lo tanto, todas las naciones anhelan la Venida del
Mesías, que es el deseado de todas las naciones; porque ese es
el que traerá la paz para la familia humana, y todos queremos
la paz; porque no hay felicidad sin paz, y la familia humana
quiere ser feliz; por eso vota en las elecciones por el que
encuentra que es el mejor para ser presidente de su nación, y
vota también por los gobernadores; porque vota por el mejor
que la persona cree que será el gobernador del Estado de su
País donde esta viviendo, y vota por el que cree que será el
mejor alcalde para la ciudad donde está viviendo, pues todos
queremos lo mejor para nuestra ciudad, para nuestro Estado y
para nuestra Nación; porque así estamos mostrando que
queremos lo mejor para nuestra familia.
Y ahora, ¿qué es lo mejor para cada uno de nosotros como
individuos y para nuestra familia, para nuestra ciudad, para
nuestro Estado, y para nuestra Nación, y para todas las
naciones, para el planeta Tierra completo? Lo mejor es el
Mesías, que es el Príncipe de la Paz y por consiguiente de la
felicidad, de la prosperidad, y el que terminará con los
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 21
¿Y quién es el que habla? El Espíritu Santo habla desde el
Cielo, habla la Palabra celestial para el ser humano, el
Evangelio de Cristo de edad en edad, en y conforme al orden
establecido para venir el mensaje para cada etapa o edad del
Cristianismo.
“...Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que
los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si
desecháremos al que amonesta desde los cielos.
La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha
prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente
la tierra, sino también el cielo.”
O sea, que no solamente la Tierra va a tener temblores de
tierra, terremotos y todos estos problemas que ya estamos
viendo que están muy avanzados, que se están repitiendo muy
a menudo. Estos son dolores de parto, porque la Tierra va a
dar a luz un nuevo mundo, una nueva tierra para el Reino del
Mesías; son dolores de parto los que estamos sintiendo.
Durante el tiempo ese de la gran tribulación, llamada la gran
tribulación, en esos tres años y medio que es el fin del mundo
o fin del tiempo, ahí es que va a dar a luz un nuevo mundo; y
cuando terminen esos tres años y medio entonces tendremos
un planeta renovado con un terreno fértil para la siembra y
para el establecimiento del Reino del Mesías.
Ahora, veamos lo que sigue diciendo... y también los cielos
van a ser conmovidos:
“Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas
movibles, como cosas hechas...”
Por ejemplo: las construcciones, los edificios, las casas, y
todas las demás cosas que han sido hechas, construidas, todo
lo que ha sido construido, todo eso es movible, todo eso puede
ser quitado.
“...como cosas hechas, para que queden las
inconmovibles.”
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.20
Y ahora, a través de los diferentes tiempos etapas o edades
del Cristianismo, la muerte espiritual ha estado matando
millones de seres humanos que no han tenido la señal de la
Sangre del Mesías; y la señal de la Sangre del Mesías es el
Espíritu Santo en el corazón, en el alma de todos los creyentes
en Cristo. Millones han muerto espiritualmente a través de
estos dos mil años que han transcurrido, y morirán
espiritualmente y están muriendo espiritualmente millones de
seres humanos que no tienen la señal de la Sangre en sus
corazones; y la señal de la Sangre es el Espíritu Santo, porque
la Vida de la Sangre de Cristo es el Espíritu Santo, y durante
el tiempo de la gran tribulación donde los juicios divinos
caerán sobre la raza humana, millones de seres humanos que
no tienen el Espíritu Santo, la señal de la Sangre de Cristo,
morirán durante la gran tribulación.
También morirán con muerte física; porque en la gran
tribulación millones de seres humanos van a morir, tanto con
los terremotos, maremotos, tsunamis, volcanes en erupción...
las potencias de primer mundo están muy adelantadas y tienen
sus armamentos nucleares, y todo eso para una tercera guerra
mundial, porque lo prepararon para un caso de una guerra
mundial. ¿Y qué pondrá la América Latina? Pues lo que
tienen son volcanes, por lo tanto ahí tienen volcanes para
entrar en erupción y la ceniza volcánica caer sobre las
naciones y la lava volcánica también caer, salir de los
volcanes y renovarse el planeta Tierra.
Así que, vean ustedes las cosas que van a suceder.
Recuerden que la Escritura en Hageo, capítulo 2, versos 5 al
7 y también el apóstol Pablo en Hebreos, capítulo 12, versos
25 al 29, dice que escuchemos la Voz de Dios, la Voz de aquel
que estremeció la Tierra, Hebreos... vamos a leerlo, capítulo
12, versos 25 en adelante, dice:
“Mira que no desechéis al que habla...”
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 17
problemas económicos, sociales, políticos, militares, todos
esos problemas van a ser quitados.
Ahora, sabemos que antes del establecimiento del Reino del
Mesías en la Tierra, habrá un tiempo de tres años y medio
llamado el fin del tiempo o fin del siglo o tiempo final, ese
lapso de tiempo es llamado también como el tiempo de la gran
tribulación, donde los juicios divinos van a caer sobre el
planeta Tierra, lo cual está tipificado en aquel tiempo en
donde los juicios divinos cayeron sobre Egipto en el tiempo
en que Moisés estuvo en medio del pueblo hebreo hablándoles
de la liberación que Dios había prometido a Abraham, en el
capítulo 15, versos 12 al 19, cuando le habló a Abraham de
que su simiente habitaría en tierra ajena y sería esclava allí por
cuatrocientos años.
Pero, a los cuatrocientos años él los libertaría con mano
poderosa y castigaría a la nación que los tendría cautivos; y a
la cuarta generación regresarían a la tierra donde estaba
Abraham, que vendría a ser la Tierra Prometida luego para el
pueblo hebreo.
Y ahora, encontramos que para ese tiempo en que Dios
estaba trayendo los juicios divinos sobre Egipto, tipo y figura
de los juicios divinos que caerán sobre la raza humana en la
gran tribulación; porque si usted busca en el libro del
Apocalipsis, encontrará que esas plagas que caerán sobre la
tierra en la gran tribulación, son las mismas que cayeron en
Egipto en el tiempo del profeta Moisés, y para el tiempo final
los ministerios de los dos Olivos, de Moisés y Elías, estarán
sobre la tierra. Moisés anunciaba a los egipcios y también al
pueblo hebreo lo que Dios iba a hacer, Moisés no hacía nada,
era Dios el que iba a hacer esas cosas y Moisés era el
televisor, el que veía el canal por el cual se llegaba a conocer
lo que Dios iba a hacer.
Por lo tanto, Moisés no era culpable de esos problemas que
WILLIAM SOTO SANTIAGO, PH.D.18
vendrían sobre la raza humana, él solamente transmitía lo que
desde el Trono de Dios salía con relación a lo que iba a
suceder en Egipto; y gracias a Dios que Dios envió a Moisés,
y por lo tanto los hebreos y los egipcios tenían una
información completa de parte de Dios a través del profeta
Moisés de las cosas que iban a suceder, de los problemas que
iban a venir a Egipto. Por lo tanto, tenían la oportunidad de
prevenir, y para eso tenían que aceptar el Programa Divino de
la liberación del pueblo hebreo y dejarlos ir libres, como Dios
le había dicho que le dijera Moisés a Faraón.
Y ahora, para el día diez del mes primero religioso, el mes
religioso primero del pueblo hebreo: Abib o Nisán, Dios le
dijo que el día diez de ese mes tomaran un cordero, un
corderito ya sea de las ovejas o de las cabras y los guardaran
por cuatro días, hasta el día catorce, y el día catorce lo
sacrificarían y lo comerían asado cada uno con su familia en
su hogar; y la sangre, colocarían la sangre sobre el dintel y los
postes de sus hogares para la preservación de la vida de los
primogénitos que estaban viviendo o del primogénito que
estaba viviendo en esa casa; y la sangre sería la señal que Dios
vería en la noche en que Dios pasaría por Egipto hiriendo a
todos los primogénitos de Egipto; y cuando viera la sangre,
esa señal, no entraría, pasaría de largo y no entraría a esos
hogares, y por lo tanto no morirían los primogénitos que
estaban en esos hogares.
El cordero pascual es tipo y figura, ¿de quién? Vamos a
ver, que lo diga la misma Escritura para que tengamos el
cuadro claro de lo que todo esto significa y de lo que fue allá
algo literal, capítulo 5 de Primera de Corintios, versos 7 al 8,
dice:
“Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis
nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua,
que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.
LA SANGRE DEL SEÑOR JESUCRISTO, LA ÚNICA . . . 19
Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni
con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin
levadura, de sinceridad y de verdad.”
Y ahora, la pascua que había celebrado el pueblo hebreo
allá en Egipto, luego cada año tenía que recordarla celebrando
la pascua, en memoria de aquella pascua que había efectuado
allá sacrificando un cordero pascual, lo cual era en memoria
de aquella pascua que habían realizado en Egipto para la
preservación de la vida de los primogénitos; y con la
celebración que cada año efectuaban, estaba hablando de un
evento histórico que se realizó en favor de los primogénitos
del pueblo hebreo, y también estaba hablando proféticamente
de una pascua que sería efectuada por el Cordero de Dios, el
Mesías.
Por eso Juan el Bautista cuando vio a Jesús en el capítulo
1, versos 29 al 36, dijo:
“He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.”
Y ahora, el apóstol Pablo también concuerda al decir que
nuestra pascua, la cual es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros; por lo tanto lo que durante todos los años el pueblo
hebreo conmemora, la pascua que lleva a cabo en el mes de
Abib o Nisán, el primer mes del año judío- religioso, vean
ustedes, se materializó luego con la muerte de Cristo en la
Cruz del Calvario, y ahora nuestra pascua es Cristo, el cual fue
sacrificado por nosotros en la Cruz del Calvario;y Su Sangre
aplicada en nuestra alma, en nuestro corazón como la señal
para la preservación de la vida de los primogénitos escritos en
el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, la señal de la Sangre aplicada en el corazón de los
creyentes, es el Espíritu Santo, esa es la señal que fue
tipificada en la sangre que fue aplicada en el dintel y los
postes de las puertas de los hogares hebreos.