la servidumbre agraria en méxico

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Olvera García Jorge de Jesús Panorámica de la servidumbre de Katz. El trabajo es definido por la Real academia como una ocupación retribuida 1 , retribución que se gana por medio de una actividad que produce riqueza. En el específico caso de México el trabajo siempre fue –y sigue siendo- tema recurrente cuando se habla de problemas históricos. Una época en donde es en realidad remarcable ese asunto fue durante el final del siglo XIX y comienzos del XX, etapa significativa durante la historia mexicana como lo fue el porfiriato. Katz nos describe los diferentes tipos de trabajadores que sobreviven en ese periodo, sus problemas atribuidos a la falta de garantías laborales emanados de otra institución, que si bien su nacimiento no es durante el porfiriato, si alcanzó un nivel especialmente sofocante para los trabajadores durante el régimen de Díaz. Me refiero a la hacienda la institución emblema del escenario del progreso porfirista. Katz habla de variaciones regionales en los tipos de trabajador en cuanto a sus prácticas e identifica cuatro categorías. El peón de residencia, los trabajadores eventuales, los arrendatarios y los medieros o aparceros. Es de llamar la atención que pone especial énfasis en los trabajadores eventuales, apunta que los peones de residencia constituían una minoría en la fuerza laboral de la mayoría de las haciendas mexicanas. Los trabajadores temporales hacían la mayor parte del trabajo. 2 Los 1 Diccionario de la Real Academia http://www.rae.es consultado 26 feb. 2012 2 Katz, Friedrich, “Condiciones de trabajo en las haciendas de México durante el porfiriato: modalidades y tendencias” en La servidumbre agraria en México en la época porfiriana. Trad. Antonieta Sánchez. México. Ediciones Era. 1980. p. 16

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Page 1: La servidumbre agraria en México

Olvera García Jorge de Jesús

Panorámica de la servidumbre de Katz.

El trabajo es definido por la Real academia como una ocupación retribuida1, retribución

que se gana por medio de una actividad que produce riqueza. En el específico caso de México el

trabajo siempre fue –y sigue siendo- tema recurrente cuando se habla de problemas históricos.

Una época en donde es en realidad remarcable ese asunto fue durante el final del siglo XIX y

comienzos del XX, etapa significativa durante la historia mexicana como lo fue el porfiriato. Katz

nos describe los diferentes tipos de trabajadores que sobreviven en ese periodo, sus problemas

atribuidos a la falta de garantías laborales emanados de otra institución, que si bien su nacimiento

no es durante el porfiriato, si alcanzó un nivel especialmente sofocante para los trabajadores

durante el régimen de Díaz. Me refiero a la hacienda la institución emblema del escenario del

progreso porfirista.

Katz habla de variaciones regionales en los tipos de trabajador en cuanto a sus prácticas e

identifica cuatro categorías. El peón de residencia, los trabajadores eventuales, los arrendatarios y

los medieros o aparceros. Es de llamar la atención que pone especial énfasis en los trabajadores

eventuales, apunta que los peones de residencia constituían una minoría en la fuerza laboral de la

mayoría de las haciendas mexicanas. Los trabajadores temporales hacían la mayor parte del

trabajo.2 Los trabajadores eventuales podían ser habitantes de comunidades indígenas libres, por

lo tanto dueños de tierras, también podían ser pequeños propietarios que buscaban un ingreso

complementario.

El peón acasillado detentaba una importancia mayor que los demás trabajadores en la

hacienda en términos de estatus social. No eran, como tan frecuentemente se dice, los más

explotados y oprimidos. Gozaban de cierta seguridad y siempre podían contar con una cantidad

básica de bienes y alimentos3. En este sentido se unían a la hacienda proveedora y, de alguna

manera, velaban por la subsistencia y continuidad de la misma.

Durante la era porfiriana el trabajo en las haciendas tomó diferentes rumbos dependiendo

de su realidad regional dentro del país. Era distinto en el sur tropical que en la mesa central o en el

norte del país. Esto quiere decir que las características de los trabajadores y su disponibilidad ante

1 Diccionario de la Real Academia http://www.rae.es consultado 26 feb. 20122 Katz, Friedrich, “Condiciones de trabajo en las haciendas de México durante el porfiriato: modalidades y tendencias” en La servidumbre agraria en México en la época porfiriana. Trad. Antonieta Sánchez. México. Ediciones Era. 1980. p. 163 Ibid. p. 20-21

Page 2: La servidumbre agraria en México

la demanda de las haciendas, variaban regionalmente. En el sur el valor del peón se fijaba en el

mercado, independientemente de la deuda que hubiese contraído; dependía de las condiciones

generales del mercado especialmente del precio del henequén4. Lo anterior responde a un

incremento de la producción del henequén y un decrecimiento en el cultivo del maíz. 5 La

diferencia entre un peón residente y un esclavo se desvanecía en la coyuntura entre el siglo XIX y

el XX.

Para el centro del país las condiciones variaban. Mientras que las tierras meridionales

producían mercancías para la exportación, las mercaderías del centro satisfacían al mercado

meramente doméstico o autoconsumo. Otra gran diferencia en relación con el sur del país era la

disponibilidad de una masa de trabajadores desposeídos por la gran cantidad de tierras comunales

expropiadas a los indígenas, en contraste con las comunidades relativamente fuertes del sur. De

ésta gran cantidad de trabajadores, solo una porción mínima podía ser absorbida por la incipiente

industrialización que experimento el centro de México entre 1876 y 19106.

A pesar de que la demanda de maíz y trigo aumento, la producción de éstos bajó

considerablemente haciendo que el gobierno volviera su atención hacia la importación de éstas

materias primas. Para los medieros esto fue un golpe fortísimo, las haciendas buscaron reducir el

ingreso del mediero, de la misma forma en que lo hicieron con los trabajadores agrícolas directos.7

Esto generaba una nueva forma de endeudamiento pero que no ataba al trabajador a la hacienda.

Es difícil precisar si el peonaje por endeudamiento en el centro de México aumentó o disminuyó

en la época de Díaz. Mientras que en las haciendas aumentaba el número de trabajadores

residentes con el consiguiente aumento de las deudas en que incurrían, disminuía la necesidad del

hacendado de atar a los trabajadores a la tierra mediante el endeudamiento8. Esta falta de interés

de los hacendados por mantener a los trabajadores mediante un sistema de deuda, también se

explica por la abundante cantidad de mano de obra de la que se contaba en esta región del país

por las causas anteriormente descritas. En el norte por ejemplo, ante la falta de comunidades

expresamente organizadas y asentadas, aunado a la escaza cantidad de pobladores indígenas, el

peonaje por endeudamiento era necesario para la subsistencia de las haciendas.

4 Ibid. p. 285 Como consecuencia nos dice Katz que las tierras disponibles para los trabajadores disminuyeron radicalmente, o simplemente desaparecieron.6 Ibid. p. 337 Una de las formas de presión sobre los medieros, apunta Katz , era adelantarles grandes sumas de dinero para que cuando llegara la cosecha el mediero tuviera que pagar con maíz que el hacendado recibía a un precio inferior al que él había cobrado.8 Ibid. p. 37

Page 3: La servidumbre agraria en México

En suma las variaciones regionales de los trabajadores son en realidad determinantes

cuando uno se acerca al estudio de las relaciones laborales y sus formas en la época porfiriana y

prerrevolucionaria. No se percibe un patrón uniforme en el desarrollo del peonaje por

endeudamiento durante esta época, nos dice Katz. Con el porfiriato vinieron nuevos factores que

actuaron en el desenvolvimiento del sector productivo como la expropiación de las tierras

comunales, que en relación con las anteriores; por un lado aumentaron los trabajadores

eventuales, por otro, la gran cantidad de tierras apropiadas por parte de la hacienda hacía dudar a

los hacendados para no tomar riesgos y éstas tierras -muchas de ellas pobres- darlas a renta o

aparcería generando así deudas inevitables por parte de los arrendatarios o medieros. El trabajo

remunerado era para algunos solo ficción o una simple promesa sin fundamento práctico, fue uno

de los elementos básicos del descontento posterior precedente a la Revolución.

El trabajo de Katz nos deja ver una nueva forma de responder al cuestionamiento del por

qué la Revolución vino desde el norte. Las diferencias en cuanto a las condiciones laborales con

determinantes regionales -en parte deudora del gran auge de la historia regional de la Revolución

para la segunda mitad del siglo pasado. Pero a demás, deja abiertos caminos para la investigación

y profundización en términos de historia de la vida cotidiana por ejemplo. Referente obligado