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Columna en el Cambio de Michoacán dedicada a Chéjov, sus notas de viaje y su herencia.TRANSCRIPT
7/1/2016 La suerte del reloj ¿Qué nos dice Chéjov? Cambio de Michoacan
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La suerte del reloj¿Qué nos dice Chéjov? Miércoles 6 de Enero de 2016Gonzalo Trinidad Valtierra
Me encontraba en el Metro, escuché a un anciano hablar sobre su hijo menor. Estaba decepcionado, su hijo habíatraicionado su confianza. Lo defraudó, en el sentido moral y financiero, por lo que escuché. Pero eso no era todo.Sus manos se agitaban en el aire, su cabello blanco y su rostro cuadrado le daban un aire de dignidad. Vestíachaleco, camisa y un pantalón ajustado. Lo miré pero él no me puso atención. Dijo que su hijo menor tenía elmismo nombre que su hermano más querido, quien murió cuando era joven. Y por esa razón, sospecho, estabamás decepcionado.
Hasta ahí la anécdota. Pero después pensé, ¿qué se hace con todo eso? Me refiero a que están en juego cosasimportantes. Un viejo y su nieto, que escucha lo que su abuelo siente en un vagón del metro. Bueno, todos tienensus problemas, ¿no? Y entonces me pregunté qué haría Chéjov en una situación como esa. Desde luego nohabría intervenido. Pero hubiera escrito unas cuantas lineas, en su cuaderno de apuntes. Alguna idea. Un indiciosobre la constitución de los seres humanos. Yo qué sé, algo importante. Porque, repito, ahí estaba ocurriendo algoimportante.
Tengo un pequeño libro en las manos, los apuntes de Chéjov. En ellos he encontrado escenas similares a la delMetro. ¿Por qué hay personas que no pueden ver más allá de la vulgaridad de la vida? Me refiero a dramas que,como los esbozados en los apuntes, ocurren a diario. ¿Qué nos dice Chéjov? ¿Por qué se interesa en lastribulaciones de la gente común y corriente, como el anciano y el nieto del vagón del metro? Porque detrás de esacostra de vulgaridad se encuentra algo valioso, algo digno de nuestro entendimiento.
Ya lo decía Marco Aurelio ‒a quien vale la pena acudir en busca de ese entendimiento‒, 40 años o diez mil años,no hay diferencia, el alma humana es la misma. Por eso no hay necesidad de preocuparse por el tiempo abstracto.Lo realmente importante es el tiempo vital. Esa conversación en el Metro. Ese otro hombre que atrajo la mirada deChéjov en un vagón de tren con destino a una ciudad sin nombre. Un niño que acompaña a su padre a la coloniapenal de Sajalín. Una mujer casada que no deja de pensar en su amante. Viéndolo fríamente, todas esas sonhistorias vulgares, comunes, repetitivas, dramas de todos los días.
Y vuelvo a los apuntes porque en ellos quedó impregnado el entendimiento de Chéjov, su necesidad por registrarlas emociones humanas. ¿Qué importancia tiene lo que una hija le dice a un padre?, ¿qué nos puede interesar loque un viejo piense al ver un plato de grosellas?, ¿qué tiene que ver con mi tiempo y mi vida lo que un niño sienteal ser traicionado?, ¿y lo que un viejo le cuenta a su nieto? Todo eso, con un poco de paciencia, se vuelve unproblema que requiere una solución. No al estilo de las matemáticas, es necesaria otra clase lógica donde unomás uno sumen 100.
Así que, sí, es importante lo que un anciano le confiese a su nieto. Y por esa razón también es importante laliteratura. Nunca podré insistir demasiado en eso. Recuerdo haber tratado de enamorar a una mujer, más jovenque yo, hace varios años. Le regalé un libro de Chéjov. Un par de semanas después me dijo que no estabasorprendida, no veía nada importante en sus cuentos. Entonces entendí que mi querido ruso había llegado demanera forzada a sus manos. Se necesita sufrir, aunque sea un poco, para sentir en el alma el dolor de lospersonajes. El dolor, parece decir, es lo único seguro.
Impreso el Jueves 7 de Enero de 2016 desde dsl18924213252dyn.prodinfinitum.com.mx Consulte esta información en línea en: http://www.cambiodemichoacan.com.mx/editorial.php?id=12590
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