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Revista Internauta de Pràctica Jurídica Núm. 24, año 2009, págs. 13-36 LA TRANSACCIÓN EN LA LEC * THE TRANSACTION IN THE LEC JOSÉ MANUEL SILVOSA TALLÓN Secretario Judicial del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Arzúa, La Coruña. Profesor colaborador desde el año 2002 de la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad de Santiago de Compostela [email protected] RESUMEN: El presente trabajo versa sobre la figura de la transacción y su nueva regulación procesal haciendo hincapié en la respuesta que la jurisprudencia y doctrina han efectuado sobre la institución como forma anormal de finalizar el proceso y las soluciones dada por la jurisprudencia a las cuestiones practicas planteadas en la práctica forense desde la entrada en vigor de la Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. PALABRAS CLAVE: Proceso civil, transacción, concepto, requisitos, efectos, procedimiento ABSTRACT: The present work deals with the mechanism of transaction and the new regulation in Process Law putting emphasis on the jurisprudence and doctrinal response regarding this institution as an abnormal finalisation of the process and the solutions given the jurisprudence the practical questions that are presented from the new Ley de Enjuiciamiento Civil. KEY WORDS: Civil Process, Transaction, Concept, Requisites, Effects, Procedures SUMARIO: LA TRANSACCIÓN EN LA LEC..................................................................................13 THE TRANSACTION IN THE LEC .......................................................................................13 I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 14 II. CONCEPTO Y CLASES .................................................................................................. 15 III. NATURALEZA ............................................................................................................... 16 IV. CARACTERISTÍCAS REQUISITOS Y PRESUPUESTOS ...................................... 16 * Recibido en fecha 04/06/2009. Aceptada su publicación en fecha 10/07/2009. 13

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Revista Internauta de Pràctica Jurídica Núm. 24, año 2009, págs. 13-36

LA TRANSACCIÓN EN LA LEC*

THE TRANSACTION IN THE LEC

JOSÉ MANUEL SILVOSA TALLÓN Secretario Judicial del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Arzúa, La Coruña. Profesor colaborador

desde el año 2002 de la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad de Santiago de Compostela [email protected]

RESUMEN: El presente trabajo versa sobre la figura de la transacción y su nueva regulación

procesal haciendo hincapié en la respuesta que la jurisprudencia y doctrina han efectuado sobre la institución como forma anormal de finalizar el proceso y las soluciones dada por la jurisprudencia a las cuestiones practicas planteadas en la práctica forense desde la entrada en vigor de la Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.

PALABRAS CLAVE: Proceso civil, transacción, concepto, requisitos, efectos, procedimiento ABSTRACT: The present work deals with the mechanism of transaction and the new regulation in

Process Law putting emphasis on the jurisprudence and doctrinal response regarding this institution as an abnormal finalisation of the process and the solutions given the jurisprudence the practical questions that are presented from the new Ley de Enjuiciamiento Civil.

KEY WORDS: Civil Process, Transaction, Concept, Requisites, Effects, Procedures

SUMARIO:

LA TRANSACCIÓN EN LA LEC .................................................................................. 13 THE TRANSACTION IN THE LEC ....................................................................................... 13 

I. INTRODUCCIÓN .............................................................................................................. 14 II. CONCEPTO Y CLASES .................................................................................................. 15 III. NATURALEZA ............................................................................................................... 16 IV. CARACTERISTÍCAS REQUISITOS Y PRESUPUESTOS ...................................... 16 

* Recibido en fecha 04/06/2009. Aceptada su publicación en fecha 10/07/2009.

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V. DIFERENCIAS ENTRE FIGURAS AFINES ................................................................ 18 VI. REQUISITOS ................................................................................................................... 18 

1. Requisitos Subjetivos ....................................................................................................................18 2. Requisitos Objetivos .....................................................................................................................20 3. Requisitos de actividad: la homologación por el órgano jurisdiccional .......................................21 

VII. EFECTOS DE LA TRANSACCIÓN ............................................................................ 21 1. Terminación del proceso ...............................................................................................................22 2. Eficacia Ejecutiva .........................................................................................................................22 3. Las costas en la transacción ..........................................................................................................24 4. Eficacia de cosa juzgada ...............................................................................................................26 

VIII. PROCEDIMIENTO ..................................................................................................... 27 1. En primera Instancia .....................................................................................................................28 2. Impugnación de la sentencia ........................................................................................................30 3. En la ejecución .............................................................................................................................33 

IX. LA REVOCACIÓN DE LA TRANSACCIÓN ............................................................. 36 

I. INTRODUCCIÓN Antes de la entrada en vigor de la NLEC, la regulación de la transacción se recogía

en el Código Civil, artículos 1809 a 1819, lo que llevo a algún autor1 a considerar que pese pesar a tener el nombre de transacción judicial no tiene carácter procesal. En la antigua ley procesal de 1881 recogía dicha institución en los artículos arts. 692, 1.464.9ª, 1.241 y 1.360, aunque la regulación que más se aproxima a su carácter de acto de terminación del proceso y a sus efectos era la contenida en el art. 692 relativo a la transacción hecha en la comparecencia previa del juicio de menor cuantía, tal regulación fue denunciada por la doctrina, como causa de incertidumbres y de dificultades prácticas. La nueva regulación procesal ha introducido en su articulado varias referencias a la transacción, una con carácter general en el libro primero, título primero, artículo 19.3, donde se establece que se puede efectuar la transacción en cualquier momento de la primera instancia, de los recursos o de la ejecución de sentencia, es decir, desde la iniciación de la litispendencia hasta que el proceso haya concluido por sentencia firme. Y en segundo lugar, en el proceso ordinario como una de las finalidades de la audiencia previa en los artículos 414.2 y 415.1 de la NLEC. Con la nueva norma procesal han desaparecido parte de los problemas que la anterior legislación provocó, como es su eficacia ejecutiva y el carácter de cosa juzgada, quedando dudas todavía sobre la solución que haya que darse cuando se ejercita la acción de anulación o resolución de una transacción, si cabe en el propio proceso o en cambio debe iniciarse nuevamente un proceso ejercitando la referida acción. El presente trabajo abarca tanto el aspecto doctrinal como jurisprudencial de la institución, así como y las soluciones dadas por los tribunales a las cuestiones practicas planteadas en los juzgado.

1 GUASP J., Derecho procesal civil, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1956, pág. 575.

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II. CONCEPTO Y CLASES Para la doctrina, la transacción es un acto procesal de justificación bilateral

recíproca del actor y demandado que se justifica en la existencia de un proceso pendiente de origen dispositivo2. El derecho positivo, y concretamente el artículo 1809 del Código Civil la ha definido como un contrato por el cual las partes, dando, prometiendo o reteniendo cada una alguna cosa, evitan la provocación de un pleito o ponen término al que había comenzado. Se trata pues de un negocio jurídico bilateral mediante el que las partes sacrifican recíprocamente intereses implicados en una situación litigiosa con la causa de extinguir ese estado de litigiosidad3. De dicha conceptualización que efectúa el Código Civil, se desprende que despliega sus efectos en el orden sustantivo y en el orden procesal, pudiendo, por ello distinguir dos tipos de transacción, la judicial y la extrajudicial. La primera de ellas es aquel acuerdo que se realiza antes de la iniciación del proceso y que tiene por objeto evitar un proceso judicial. Para ORTELLS RAMOS 4 también debe ser incluía la que se realiza pendiente el proceso pero fuera de él, careciendo pues como tal de efectos de transacción sobre el desarrollo y terminación del proceso, el cual deberá finalizar por desistimiento del actor o por caducidad. Siguiendo a este autor, también puede ocurrir que ante un incumplimiento de acuerdo, las partes hagan uso de la transacción como hecho constitutivo de una pretensión procesal o como hecho extintivo frente a la misma, pero en este supuesto, el acuerdo transacional habrá de tratarse como cualquier hecho, es decir, habrá de ser alegado, probado y surtirá en la sentencia (como modo normal de terminación del proceso) el efecto que proceda, presupuesta la convicción judicial respecto a la realidad y alcance de la transacción.

La transacción judicial se produce cuando el contrato de transacción se somete al órgano judicial para su homologación, y una vez verificado finaliza el proceso. Este criterio diferenciador, para ESTRADA RUIZ5, no es condición suficiente para distinguir entre ambas clases, pues puede existir un acuerdo entre las partes para resolver el litigio y no llegue al proceso, bien porque las partes hayan solicitado la suspensión del mismo y lo dejen caducar, o bien porque concluya el proceso mediante otra figura procesal de terminación anormal del proceso, por ejemplo el desistimiento. Para el citado autor es criterio suficiente el que se ponga fin a un proceso pendiente mediante la transacción y el acuerdo sea puesto en conocimiento del juzgador al objeto de que sea aprobado. PRIETO CASTRO FERRANDIZ destaca que la diferencia entre transacción judicial y extrajudicial6 es que la segunda es concertada fuera del proceso como un contrato y no influye sobre él, mientras que la judicial ha de ser reconocida por el Juez en un acto procesal.

2 LORCA NAVARRETE, A M, Comentarios a la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, editorial LEXNOVA, Valladolid, 2000, tomo I, pág. 228. 3 ORTELLS RAMOS, M. Derecho Procesal Civil, editorial Thonson Aranzadi, séptima edición, Pamplona 2007 pág. 463. 4 ORTELLS RAMOS. M, cit pág. 463. 5 ESTRADA RUIZ, J. Poder de disposición de las partes sobre el proceso y sobres sus pretensiones. La renuncia y la transacción. Curso de Formación de Secretarios Judiciales año 2004. , pág. 6958-64.

6 PRIETO–CASTRO Y FERNANDEZ L, Derecho Procesal Civil Volumen 1, Editorial Tecnos. Madrid 1975, págs. 215-216.

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PÉREZ CRUZ MARTIN7, mantiene que tras la entrada en vigor de la NLEC y su expreso acogimiento, adquiere una nueva justificación, y debe conceptuarse normativamente como un medio que tienen las partes para poder disponer del proceso y sus pretensiones al ser uno de los contenidos que ha de adoptar la audiencia previa de Juicio Ordinario (artículo 415 de la NLEC8).

Para GULLON BALLESTEROS9, la causa de la transacción no es otra que dirimir controversias, autocomponiéndolas los propios interesados sin necesidad de que juzgue sobre ellas el órgano judicial.

III. NATURALEZA Para ORTELLS RAMOS10, la diferencia entre la transacción extrajudicial y la

judicial, es que la primera de ellas tiene naturaleza jurídica material, aunque imponga a las partes la obligación de finalizar el pleito (procesales serán los medios para alcanzar ese efecto: p.ej. el desistimiento y la no oposición al mismo por el demandado), mientras que la judicial tiene naturaleza procesal, necesaria para justificar los efectos procesales de las misma. A la misma conclusión llega CORTÉS DOMÍNGUEZ11, pues cuando se trata de un acto de naturaleza procesal, produce efectos materiales en cuanto que regula la relación jurídica litigiosa conforme a la voluntad de las partes, de ahí que de acuerdo con lo que se establece en el artículo 1.871 CC está sometida a las condiciones generales de validez de los contratos. Asimismo para PRIETO CASTRO Y FERRÁNDIZ, la transacción entra en la categoría de los actos procesales que producen efectos inmediatos sobre el derecho material, y le es aplicable la doctrina que se expone al tratar del allanamiento12.

IV. CARACTERISTÍCAS REQUISITOS Y PRESUPUESTOS La doctrina ha ido perfilando las notas características de esta institución, y así en

primer lugar y para LÓPEZ SIMÓ13 siguiendo fundamentalmente a PELÁEZ14, cabe destacar las siguientes características:

7 PEREZ CRUZ MARTIN, A. “Del poder de disposición del proceso civil “ Instituciones del Nuevo Proceso Civil. Comentarios sistemáticos a la Ley 1/2000, volumen I, Editorial Difusión. Barcelona 2000, pág. 162. 8 DAMIAN MOREN, J. La Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil. Tomo II Los procesos ordinarios, Las mediadas cautelares Editorial Tecnos, Madrid 2001 pág. 129. 9 GULLON BALLESTEROS, A. Comentario del Código Civil dirigido por CANDIDO PAZ ARES RODRIGUEZ , LUIS DIEZ PICADO PONCE DE LEON , RODRIGO BERCOVITZ ,PABLO SALVADOR CODERCH Publicado por la Secretaría General Técnica del Ministerio de Justicia, Centro de Publicaciones, Madrid 1991, tomo II, p.1769. 10 ORTESLLS RAMOS M. cit pág. 464. 11 CORTÉS DOMÍNGUEZ AAVV Derecho Procesal Proceso Civil. Editorial Tirant le Blanch, Valencia, 1993, pág. 270. 12 PRIETO CASTRO Y FERRANDIZ, L. cit pág. 218 13 “Algunos problemas de la denominada Terminación anormal del proceso civil “, Cuestiones de Derecho Procesal civil (Juicio de rebeldía. Terminación anormal del proceso. Recursos). C.G.P.J. Madrid 1995 14 PELÁEZ SANS FRANCISCO J. La Transacción. Su eficacia procesal. Editorial Boch, Barcelona, 1987, p.52-57.

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a) la transacción es un contrato consensual al perfeccionarse con el mero consentimiento sin necesidad de ninguna clase de formalidad externa para su validez entre las partes, pero no supone que la existencia de negociaciones inter partes que implica la existencia de transacción, pues esta requiere para su apreciación constancia inequívoca, existiendo el contrato cuando confluyen o se aúnan dos voluntades sobre la cosa o causa que han de constituirla15.

b) Es un contrato bilateral, al no poderse concebir una transacción sin obligaciones mutuas que contraen las partes en evitación de un litigio, y mediante el cual, sacrifican recíprocamente intereses implicados en una situación litigiosa con la causa de extinguir ese estado de litigiosidad.

c) Es oneroso, pues cada parte obtiene lo que consigue otorgando algo a la otra, nunca de modo gratuito.

d) Es obligatorio, al asumir las partes obligaciones recíprocas cuyo cumplimiento se manifestará en ese dar, prometer o retener que establece el Código Civil en su artículo 1809.

e) Es un contrato de eliminación de una controversia, ya que su finalidad es resolver un conflicto pendiente o que puede surgir. Para CORTÉS DOMÍNGUEZ es el negocio jurídico procesal cuyo objeto es la regulación de la relación jurídica litigiosa en orden a la composición del litigio, y que por ello tiene como efecto directo la extinción del proceso16.

En lo referente a los requisitos de la transacción judicial, podemos enumerar los siguientes:

a) La transacción judicial ha de realizarse sobre lo que sea objeto del proceso y por ello deben las partes estar en condiciones de disponer sobre el objeto.

b) La transacción judicial tiene que ser lícita. c) La transacción judicial no está sujeta a límites, exceptuando cuando la ley lo

prohíba o establezca limitaciones por razones de interés general o en beneficio de tercero.

d) La transacción judicial ha de ser homologada por el órgano jurisdiccional que está conociendo el proceso.

Los presupuestos necesarios, siguiendo a GULLÓN BALLESTEROS17 son: en primer lugar, la necesidad de controversia entre las partes, tanto en la fase judicial como en la fase previa al pleito. En segundo lugar las recíprocas concesiones que pueden tener objeto las mismas pretensiones aducidas en la controversia, es decir, la llamada transacción pura o simple, y las que tengan por objeto otros derechos o titularidades que no han entrado en discusión o lo que es lo mismo, la llamada transacción compleja o mixta.

15 La Audiencia Provincial de Castellón, sentencia de fecha 22 de enero de 2008, ponente la Ilma. Sra. Dª AURORA DE DIEGO GONZALEZ Referencia: SEPIN SP/SENT/160638 16 CORTÉS DOMÍNGUEZ, AAVV. Cit pág. 269. 17 GULLON BALLESTEROS A. cit p.1768

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V. DIFERENCIAS ENTRE FIGURAS AFINES En primer lugar, en cuanto a la diferencia entre renuncia y allanamiento con la

transacción judicial, desde una óptica procesal, es que las primeras son actos procesales de parte que determinan el contenido de la sentencia pero no la evitan, es decir, ponen fin al proceso mediante una sentencia condenatoria o absolutoria y la transacción evita la sentencia y pone fin al proceso porque deja a la sentencia sin objeto18. Asimismo se diferencian de la transacción judicial porque ésta es acto bilateral, al implicar un recíproco sacrificio de intereses19.

En segundo lugar, se diferencia del desistimiento y la caducidad muy claramente, al ser éstos un modo de disposición del proceso y la transacción un modo de disposición del objeto del proceso. Por tanto, en los primeros se puede volver a presentar la demanda por tanto finaliza el proceso pero no su objeto.

En tercer lugar en cuanto a las diferencias entre transacción judicial y satisfacción extraprocesal, se diferencian en que la primera requiere la homologación judicial mientras que la segunda exige el pago completo de lo reclamado incluidas las costas20. Y para finalizar, cuando hay un acuerdo parcial, no estamos ante una transacción parcial, pues estos supuestos21 no implican la finalización del proceso, puesto que para llegar a un acuerdo que ponga fin al pleito por medio de auto es preciso que se trate de una verdadera transacción, en estos casos estaríamos más ante un allanamiento parcial previsto en el artículo 22.1.

VI. REQUISITOS Siguiendo la clasificación clásica de requisitos de la transacción, pueden distinguirse entre

requisitos subjetivos, requisitos objetivos y requisitos de actividad.

1. REQUISITOS SUBJETIVOS Se exige a las partes para transigir, capacidad para ser parte y la procesal. En lo

referente a la primera se requieren los siguientes requisitos según sea la parte: a) El tutor no pueda transigir sobre los derechos de la persona que tiene en guarda

sino en la forma prescrita en el número 13 del artículo 271 del CC (art. 1810 CC). b) Los titulares de la patria potestad necesitan de autorización judicial por remisión

del artículo 1810 al 166 del Código Civil y al artículo 2025 ALEC (vigente conforme a la disposición derogatoria única.1.1 NLEC).

En estos dos supuestos, la autorización judicial deberá ser solicitada antes de la perfección de la transacción por ser un requisito de la misma, ante el juez que esté

18 CORTES DOMINGUEZ V. cit pág. 269 19ORTESLLS RAMOS, M. Obra cita pág. 463. 20 Audiencia Provincial de Valencia, sección 8, sentencia de fecha 14 de abril de 2005, ponente el Ilmo. Sr. D. Enrique Emilio Vives Reus, Referencia: SP/SENT/70731. Publicación: Revista Sepin LEC-84. Abril de 2008. p 68 21 Audiencia Provincial de Cantabria, Sección 1ª, Sentencia de 31 de mayo de 2005, ponente la Ilma. Sra. Dª Patricia Bartolomé Obregón LA LEY 123052/2005

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conociendo del asunto según prevé el artículo 2026 de la ALEC vigente en el momento actual.

c) Las Corporaciones que tengan personalidad jurídica sólo podrán transigir en la forma y con los requisitos que necesiten para enajenar sus bienes, artículo 1812 del Código Civil.

d) El Estado puede transigir sólo mediante decreto, acordado en Consejo de Ministros y previa audiencia del Consejo de Estado en pleno22.

e) Las personas jurídicas habrán de acudir a los estatutos para establecer a que órgano le corresponde decidir sobre la misma y con qué requisitos.

f) En la representación voluntaria, se requiere para transigir que el poder autorice expresamente a ello, según establece el artículo 1713.II de Código Civil.

g) En la administración concursal, se necesita autorización judicial (artículo 51.2 L.C.). Según ORTELLS RAMOS23, cuando la sustitución procesal va acompañada de una privación del poder como es en este caso, el sustituto procesal no puede transigir sobre bienes y derechos del sustituido.

Si la administración concursal debe personarse como sustituto procesal de una parte declarada en concurso, puede transigir, aunque necesita autorización judicial (art. 51.2 LC0).

En cuanto a la postulación procesal, se requiere el poder especial del artículo 25.2, exigido para llegar a un acuerdo en el acto de la audiencia previa del Juicio Ordinario de conformidad con el artículo 414.2 de la NLEC .Poder especial, que será el otorgado ante notario o ante el secretario que conoce del asunto, y que deberá contener expresamente recogido en el texto la facultada especial para transigir24, sin que sea necesario la otorgación de un poder concreto para el asunto que se transija25. No obstante, cuando la designación de Letrado y Procurador no tenga dicho poder, se puede subsanar al ser un defecto subsanable, bien mediante un poder especial o la ratificación personal ante el secretario judicial, es decir, prestando su consentimiento. Asimismo la jurisprudencia menor26 ha entendido que la designación del Procurador en virtud del reconocimiento del beneficio de justicia gratuita, cuyo contenido es la defensa y representación según establece la ley de Asistencia Jurídica Gratuita27, es un poder general para pelito, sin que ningún precepto de la Ley y del Reglamento se entienda que la designación de

22 Artículo 7.3 de la Ley General Presupuestaria y 31 de la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas.

23 ORTESLLS RAMOS, M., cit. pág. 465. 24 Auto Audiencia Provincial de Madrid (Sección 14), de fecha 3 de mayo de 2006 Ponente la Ilma. Sra. Dª Amparo Camazón Linacero, AC 2006\922 25 Audiencia Provincial de Madrid, Sección 21ª, Sentencia de 31 de mayo de 2005, ponente la Ilma. Sra. Dª Rosa María. Carrasco López, LA LEY JURIS: 2069365/2005. 26 Audiencia Provincial de Madrid, sección 25, auto de fecha 18 de diciembre de 2006, ponente el Ilmo. Sr. D. Francisco Ramón Moya Hurtado de Mendoza Referencia: SP/AUTRJ/105399 Publicación: la revista Sepin LEC-78. Octubre de 2007. p 10. 27 Artículo 6 de la Ley 1/1996 de 10 de enero de Asistencia Jurídica Gratuita BOE del 12 de enero.

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procurador de oficio lleva implícita la facultad de transigir, renunciar o allanarse, entendiendo dicha jurisprudencia que debe ser suplida mediante el otorgamiento de poder apud acta ante el Secretario Judicial, en el cual contenga una cláusula con el contenido del artículo 25.2 de la NLEC.

2. REQUISITOS OBJETIVOS Para RAMOS MÉNDEZ28, la transacción no comprende sino los objetos

expresados determinadamente en ella o que por inducción necesaria de sus palabras deben reputarse comprendidos en la misma. En cambio, para ORTELLS RAMOS29, destaca su vertiente procesalista y entiende que el objeto es la es la situación jurídica material litigiosa, (transacción pura), pero pueden serlo también relaciones jurídicas no litigiosas sobre las que las partes disponen, precisamente para alcanzar el juego de prestaciones que conduce a la solución del litigio (transacción mixta o compleja). El objeto de la transacción como negocio jurídico material está sometido a unos límites, y así en primer lugar, a los generales de la autonomía privada, es decir, que no sea contraria a la ley o al orden público30( artículos 6 .2, 6.3,6.4 ,1255 ,1271 y 72 y al 1275 del Código Civil ). En segundo lugar, a los específicos que no son objeto licito de la transacción, como son los procesos no dispositivos. Así, el Código Civil establece en el artículo 1814, que tiene su prolongación en el artículo 751 de la NLEC, los procesos sobre capacidad, filiación y matrimonio, y los alimentos futuros. El Código Civil establece en su articulado materias que son objeto de transacción, son las siguientes:

a) La acción civil nacida del delito puede ser objeto de transacción al autorizarlo expresamente el artículo 1.813 CC. Asimismo, los artículos 106 y 107 de la LECrim. autorizan la plena disponibilidad de las acciones civiles nacidas de los delitos y faltas.

b) En los procesos de filiación y matrimoniales son objeto de posible transacción materias que, relacionadas con éstos, tienen un ámbito de disposición específico, como las pensiones alimenticias ya vencidas o cuestiones patrimoniales derivadas de asuntos matrimoniales31.La Audiencia Provincial de Barcelona32 estimó como transacción lo que se produjo en un proceso de separación matrimonial en el que en el acto de la vista se llegó a un acuerdo sobre los contenidos que establece para el convenio regulador el artículo 90 del Código Civil, el cual fue ratificado en el mismo acto y cuya redacción por el propio juzgador in voce en el acto de la vista fue grabado en soporte audiovisual bajo la constancia de la fe del fedatario, pero sin las formalidades a las que se refiere el artículo 777 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Es decir constando documentada, la ratificación por separado de los cónyuges ante la presencia judicial, y homologada

28 RAMOS MENDEZ, F. Derecho procesal Civil, Tomo I, editorial Bosch, Barcelona año 1985 pág. 664. 29 ORTESLLS RAMOS, M., cit p 463 30 La Audiencia Provincial de Guipúzcoa, Sección 2ª, sentencia de fecha 20 de Noviembre de 2007, ponente la Ilma. Sra. Dª Maria Teresa Fontcuberta de la Torre. LA LEY 236685/2007, estima el recurso de apelación y no homologa la transacción por abusiva y contraria a la ley. 31 STS de 4 de diciembre de 1985. 32 Audiencia Provincial de Barcelona, Sección 12ª, Sentencia de 19 de abril de 2006, ponente: el Ilmo. Sr. D. Juan Miguel Jiménez de Parga Gastón. LA LEY 123179/2006

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judicialmente tras el acuerdo de las partes, considera que es un acuerdo transaccional, y por tanto, subsanó la sentencia de primera instancia que sustituyó la aprobación del convenio regulador por la homologación del acuerdo transaccional de las partes, no admitiendo la nulidad de actuaciones por no causar indefensión.

En cuanto a la extensión de la transacción, viene determinada en el artículo 1.815 del Código Civil, que al establecer como regla que la interpretación debe quedar limitada a los términos y conceptos utilizados en lo que es el objeto de la Transacción. Así, para ORTELLS RAMOS33, hay que aplicar sistemáticamente los artículos 1281 al 1289 del Código Civil e interpretarlos de forma restrictiva.

Para finalizar, algún autor34 ha entendido que cuando concurra litisconsorcio no hay obstáculo alguno en que finalice el proceso para los que hayan transaccionado cuando el objeto del proceso resulte divisible, sin que tal circunstancia afecte al resto que continuará el proceso para los que no llegaron al acuerdo transaccional, debiendo el juzgado dictar un auto aprobando la transacción y mandar continuar el proceso para los que no suscrito la misma.

3. REQUISITOS DE ACTIVIDAD: LA HOMOLOGACIÓN POR EL ÓRGANO JURISDICCIONAL

La transacción judicial, para que tenga eficacia procesal, debe ser homologada por el tribunal que esta conociendo el litigio , artículo 19.2 y 415.2 , es decir, en palabras de PRIETO CASTRO Y FERRÁNDIZ35 ,ha de llenar los requisitos de forma de cualquier acto procesal y hacerse constar en los autos .La forma procesal de homologación será la de auto, artículo 206.2.2 NLEC .Para ORTELLS RAMOS 36, la justificación de este requisito es comprensible debido a los efectos propios de la transacción judicial, es decir, terminación del proceso y eficacia ejecutiva, siendo la labor del juez la de verificar los requisitos esenciales para su validez y concretamente, examinar las causas de nulidad en sentido estricto excluyendo la anulabilidad, la consideración de equilibrio entre las partes y los aspectos de incorporación, pues no puede instrumentalizar al juez ante una transacción nula si sólo se requiere el conocimiento pasivo en la misma por parte del Juez , debiendo éste comprobar si reúne los requisitos para que se produzcan los efectos procesales y aprobarla o desaprobarla según el caso.

VII. EFECTOS DE LA TRANSACCIÓN En lo referente a los efectos de la transacción, en cuanto que contrato entre las

partes, ésta produce efectos únicamente entre las que efectúa el convenio por virtud de lo dispuesto en el artículo 1.257 del Código Civil.37.Dichos efectos son los siguientes:

33 RAMOS MENDEZ, F. cit pág. 664. 34 GARBERÍ LLOBREGAT, J. Los procesos civiles. Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Civil, Tomo I, Editorial BOCH, Barcelona 2001, p.262. 35 PRIETO CASTRO Y FERRANDIZ, L. cit., pág. 218. 36 ORTESLLS RAMOS, M., cit., p.466. 37 Cabe destacar la sentencia de fecha 28 de septiembre de 2006 de la Audiencia Provincial de La Coruña, ponente el Ilmo. Sr. D. Carlos Fuentes Candelas, referencia Sepin: sent. 100650 en la cual la parte

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1. TERMINACIÓN DEL PROCESO Uno de los efectos inmediatos y característicos que tiene la transacción una vez

homologada, es la finalización del proceso sin dictar sentencia. Para LORCA NAVARRETE, se equipara en eficacia a la sentencia firme originando sus mismos efectos procesales38. En cambio para DE LA OLIVA SANTOS39, el efecto es el sobreseimiento y la única transacción que pone fin al proceso es la que se alcanza en la audiencia previa del Juicio Ordinario. En la práctica forense, pone fin al proceso, tanto en el supuesto de transacción judicial en la cual se homologa el acuerdo, como en la extrajudicial que pone fin al proceso mediante escrito de sobreseimiento por acuerdo extrajudicial o carencia sobrevenida del objeto. Así, la Audiencia Provincial de Tarragona40, que decretó la terminación del procedimiento por transacción, procediendo al archivo, toda vez que la transacción regulada en los artículos 1809 ss. del Código Civil es un modo de resolver las controversias entre quienes pretenden sustraerse a las contingencias de un pleito o poner fin al mismo, y en este sentido, el artículo 22 de la NLEC prevé una forma de terminación del proceso cuando se ponga de manifiesto al Tribunal una circunstancia que haga perder interés a la tutela judicial pretendida, ordenando dictar auto que así lo decrete si hubiere acuerdo de las partes.

Para ORTELLS RAMOS41, el problema que suscita el efecto de finalización del proceso, es si cuando se ejercita una acción de anulación o resolución de una transacción judicial ha de iniciarse nuevamente o puede continuar desde el estado en que se quedó, toda vez que no hay norma expresa que autorice al continuación del proceso .

Al equiparase a una resolución que pone fin al proceso, deberá ejercitarse por medio del juicio declarativo que por la cuantía corresponda acumulándolas a las pretensiones que se interpusieron en el proceso transigido.

2. EFICACIA EJECUTIVA RAMOS MENDEZ 42, cuando estaba en vigor al ALEC, manifestaba que era título

suficiente para abrir el procedimiento de ejecución pero no de apremio, como así indicaba el artículo 1816 del Código Civil , que establecía que sólo se procederá a la vía de apremio cuando sea en cumplimiento de la transacción judicial. Para algún autor43, el Código Civil utilizaba la expresión con inexactitud e insuficientemente, porque la transacción judicial no sólo da acceso a la vía de apremio (ejecución forzosa por prestaciones pecuniarias), sino también a formas de ejecución adecuadas a otra clase de

ejecutada se oponía en otras ejecuciones con terceros en base a un acuerdo transaccional y como no podría ser de otra manera, la Audiencia determinó que lo acordado en la transacción judicial en un procedimiento no puede hacer ineficaz las condenas de otras sentencias judiciales 38 LORCA NAVARRETE, A. M., cit., pág. 230. 39 DE LA OLIVA SANTOS, A., Derecho Procesal Civil, el proceso de declaración, pág. 436. 40 Audiencia Provincial de Tarragona, Sec. 1. ª, auto de fecha 28 de enero de 2003, ponente el Ilma. Sra. Dª Maria Pilar Aguilar Vallino. Referencia: SP/AUTRJ/46122. 41 ORTELLS RAMOS, M. cit p 467. 42 RAMOS MÉNDEZ, F., cit. pág. 665. 43 RAMOS MÉNDEZ, F., cit. pág. 468.

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prestaciones, asi como lo establece el artículo 517.2-3 de la NLEC al disponer que llevan aparejada “las resoluciones judiciales que aprueben u homologuen transacciones judiciales y acuerdos logrados en el proceso, acompañadas, si fuere necesario para constancia de su concreto contenido, de los correspondientes testimonios de las actuaciones” sin bien el artículo 520 de la NLEC, a sensu contrario, no las limitaba. Para CRUZ MARTIN 44 entre otros45, la ejecución del auto de homologación no estará limitado a que se despache ejecución por deudas de dinero, admitiéndose la ejecución de hacer o no hacer, y la parte ejecutada podrá oponerse por escrito dentro del plazo legal de los diez días siguientes a la notificación de la demanda de ejecución y auto en que se despache ejecución, alegando el pago o cumplimiento de lo ordenado que habrá de justificar documentalmente (art. 556.1.1 L.E.Cv.).

En cuanto a la insuficiencia, ellos es porque la transacción puede contener obligaciones de prestaciones con eficacia declarativa o constitutiva, como son los casos de la ejecución impropia de sentencia.

La Dirección General de Registros y del Notariado ha admitido como título inscribible el acuerdo homologado judicialmente. Así, en resolución de fecha 5 de mayo 2003, ante la negativa de la Registradora de la Propiedad numero 3 de Córdoba46 de inscribir un acuerdo transaccional surgido en un juicio declarativo ordinario sobre la disolución de una comunidad, en el cual se acordó tener por extinguido el condominio mediante la adjudicación por sorteo a cada uno de los copropietarios de los lotes formados, cuyo sorteo se efectuó ante el Secretario Judicial, la registrador no calificó el documento argumentando, primero, que siendo el convenio transaccional un documento privado, el hecho de la homologación judicial no lo convierte en documento público, que reúna los requisitos del artículo 3 de la Ley Hipotecaria, negando el carácter de titulo ejecutivo de conformidad con el artículo 245.4 de L.O.P.J.47, calificándolo como un auto de aprobación de un convenio y ante un acta judicial del sorteo que no sirve de transmisión de los derechos reales amparados en la teoría del título y el modo en nuestro sistema. El segundo motivo argumentando es que no era una escritura pública al ser operaciones de agrupación, división y segregación, y finalmente, el carecer de firmas legitimadas. Una vez presentado el recurso gubernativo, la citada registradora en su informe y sobre el primer defecto , que es el que nos interesa, estableció que el convenio transaccional entre particulares, por el hecho de estar homologado judicialmente, no lo convierte en documento público (artículo 1216 del Código Civil) ya que siendo el convenio en sí el título en que funda inmediatamente su derecho el interesado (artículo 33 del Reglamento Hipotecario), éste no reúne la autenticidad que requiere el artículo 3 de la Ley Hipotecaria, porque aunque ha sido homologado judicialmente, lo que le da fuerza ejecutiva y la posibilidad de seguir sus trámites de ejecución como si se tratase de transacción judicial, no es "per se" documento inscribible; la ejecución judicial de lo acordado conforme al artículo 1816 del Código Civil, sólo procede a instancia de parte

44 PEREZ CRUZ MARTIN, A., cit., pág. 167. 45 ORTELLS RAMOS, M., cit., pág. 468. 46 Referencia SEPIN: SP/SENT/45601. 47 Que establece que llamase ejecutoria los documentos públicos y solemnes en lo que se consigna una sentencia firme.

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interesada ante el incumplimiento de la otra, luego la consecuencia de la actuación judicial será la inscripción de la escritura pública transaccional, sin que se supla este requisito por el testimonio del auto aprobatorio de lo convenido en la transacción que se incorpora. Que el artículo 415, apartado 2, de la Ley de Enjuiciamiento Civil habla del carácter ejecutivo del acuerdo homologado, y si bien puede ser semejante a los convenios reguladores en los juicios de divorcio y separación, no se puede olvidar que en estos procedimientos existe una sentencia que los recoge, y dicho convenio forma parte del procedimiento de carácter obligatorio, mientras que en el supuesto que nos ocupa se trata de un acto de carácter voluntario por el que las partes acuerdan y emiten una declaración de voluntad, que conforme al artículo 3 de la Ley Hipotecaria, acceden al Registro mediante escritura pública (artículo 34 del Reglamento Hipotecario). Pero además, en el presente caso, las partes acuerdan que la adjudicación de las fincas resultantes se concreten en un acto posterior al auto, que es el sorteo ante el Secretario Judicial, lo cual no es ejecución del auto anterior, sino que es un acto que lo complementa.

La Dirección General, como no podía ser de otra manera, estimó el recurso al tener el auto de homologación todos los efectos atribuidos por la ley a la transacción judicial y podría llevarse a efecto por los trámites previstos para la ejecución de las sentencia. Y en lo referente a equipararse todo título ejecutivo a título inscribible, la exigencia del artículo 3 de la Ley Hipotecaria queda plenamente satisfecha, toda vez que el acto inscribible en cuestión aparece contenido en documento auténtico expedido por la autoridad judicial cual es el testimonio del auto de homologación del acuerdo transaccional y del acta de sorteo.

Por otro lado, con la nueva ley procesal, hay un plazo para presentar la demanda de ejecución, y así el artículo 518 de la NLEC establece que la acción ejecutiva fundada en una transacción judicial caduca a los cinco años siguientes a la firmeza del auto aprobatorio de la transacción. La demanda de ejecución del auto homologando la transacción deberá ser presentada ante el juzgado que lo homologó, según dispone el artículo 545 del citado texto legal, acompañando el acuerdo si no consta en autos. Una vez despachada ejecución, el ejecutado podrá oponerse dentro de los diez días siguientes a la notificación del auto en que se despache ejecución por las causas previstas en el artículo 556.1.y 557, entre las que se encuentra la oposición por acuerdo transaccional, siempre que conste en documento público. Por tanto, se entiende que el legislador da entrada en el proceso a la transacción extrajudicial como causa de oposición.

3. LAS COSTAS EN LA TRANSACCIÓN En materia de costas en la transacción judicial, hay una ausencia de normativa

legal, al no recoger expresamente ni en el artículo 19 ni en el artículo 394 ninguna referencia expresa sobre esta materia. Al doctrina48 propugna un criterio transaccional, de forma que si las partes llegan a un acuerdo sobre el fondo y las costas, el juez las acepta, no olvidemos que esta materia es ius cogens", es decir, que no necesita ser solicitado por la parte. Y si en el acuerdo transaccional las partes no llegan a una acuerdo,

48 DOIG DÍAZ Y, La Terminación del proceso por satisfacción extraprocesal, editorial La Ley Madrid 2008, pág. 53.

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DOIG DÍAZ49 señala que la solución es la aplicación del criterio del vencimiento, pero al fundamentarse la transacción en una previa negociación entre las partes con el fin de poner una solución amistosa y pactada al conflicto judicial, la aplicación de este principio daría como resultado más racional la no imposición de costas. En otras ocasiones, las partes dejan al criterio del juez su imposición, como así lo recoge el auto de la Audiencia Provincial de Sevilla50.

Para FUENTES SORIANO51, la imposición de costas en la transacción estará en función del momento en que se logre la misma. PEREZ CRUZ52 siguiendo a este autor, establece lo siguiente en relación al juicio ordinario y concretamente en la audiencia previa:

a) Si al inicio del acto las partes manifestaran haber llegado a un acuerdo y decidieran desistir bilateralmente, el tema de las costas se resolverá conforme a los principios generales recogidos en el artículo 396 de la NLEC para el desistimiento, es decir, si no esta consentido por el demandado, imposición de costas para el actor, si lo está no hay imposición de costas.

b) Si se da la homologación judicial de lo acordado, el auto aprobando la transacción no contendría expresa imposición de costas a ninguno de los litigantes

c) Si la transacción se manifestara una vez fijado el objeto de la controversia, siguiendo a FUENTES SORIANO53, se estaría a lo dispuesto en el acuerdo ente las partes y si no hay acuerdo, aplicar el criterio de la causalidad a la transacción, lo que supondría que no habría una expresa imposición de costas, de modo que cada litigante pagase las costas causadas a su instancia y las comunes por mitad.

Personalmente, creo que imponer las costas en la audiencia previa según el momento en que se llega al acuerdo debilitaría una de las finalidades de la audiencia previa, que es la de llegar a una transacción, siendo lo más equitativo con esta finalidad estar en primer lugar a lo pactado entre las partes, y subsidiariamente, al no haber acuerdo sobre dicha materia y al no suponer el acuerdo ni un desistimiento ni un allanamiento, pues por su propia naturaleza hay reciprocas concesiones, siendo por tanto muy difícil determinar el criterio de vencimiento, lo mas equitativo será la no imposición de costas y las comunes por mitad. Esta solución habrá de constar específicamente en el auto judicial que pone fin al proceso.

49 DOIG DÍAZ Y., cit., pág. 53. 50 Audiencia Provincial de Sevilla, Sección 2ª, Auto de fecha 29 de Junio de 2007,ponente el Ilmo. Sr. D. Carlos María Piñol Rodríguez LA LEY 223103/2007 , destaca la curiosa actitud la de la parte recurrente , que muestra su conformidad en el acuerdo transaccional para que el juez decida sobre las costas y al no imponerlas recurre , la audiencia desestima el recurso por entender que resulta extemporáneo ahora cuestionar unos términos que se asumieron como premisa para poder llegar a un acuerdo entre todos los intervinientes y que fue por eso por lo que se dictó la transacción judicial lo cual obliga en los términos en los que se acepto; 51 FUENTES SORIANO, O. Las costas en la nueva LEC, Editorial Tirant lo Blanch, Valencia, 2001, pág. 158. 52 PEREZ CRUZ MARTIN, A., cit, pág. 167. 53 FUENTES SORIANO, O., cit., págs. 157-60

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4. EFICACIA DE COSA JUZGADA Sin lugar a duda la cuestión más discutida de la transacción, tanto desde la doctrina

como jurisprudencialmente es si el auto de homologación de la transacción tiene como efecto la producción o no de cosa juzgada. El artículo 1816 del Código Civil establece que la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada. Así, partiendo de esta expresión, que para ORTELLS RAMOS54 es una expresión metafórica, la doctrina ha generado dos posturas antagónicas. La primera postura y mayoritaria niega la eficacia de cosa juzgada. Así, entre otros, para DAMIÁN MORENO 55 no produce efectos de cosa juzgada a pesar de lo que dispone el artículo 1816 del Código Civil, pues la cosa juzgada constituye un efecto procesal propio de las sentencias que resuelven la cuestión litigiosa (artículo 222 de la NLEC). Para CORTÉS DOMÍNGUEZ56 no produce el efecto estudiado por las razones que apunta DAMIÁN MORENO. La transacción está sometida la acción de nulidad, aun cuando diéramos a la cosa juzgada un sentido no técnico jurídico, habría que concluir afirmando que no tiene un carácter inmutable ni permanente. La transacción, pues, como todo negocio jurídico que produce eficacia material, determina sólo y exclusivamente las relaciones jurídicas interpartes, eficacia que nada tiene que ver con la de la cosa juzgada.

La postura contraria la equipara a la eficacia de la sentencia firme originando sus mismos efectos procesales57 y se sustenta en que la misma es un equivalente o sustitutivo del juicio y la sentencia ha de tener sus mismos efectos. Así, GUASP 58 sostiene que tiene para las partes autoridad de cosa juzgada según el artículo 1816 del Código Civil. Esta fórmula no significa que quede cerrada toda posibilidad de discutir ulteriormente por la vía judicial el contenido de la transacción, sino que dicho contenido tiene fuerza vinculatoria para las partes y repercute en la situación jurídica material que existe entre ellas. La Audiencia Provincial de Álava59 entiende que la transacción tiene para las partes la autoridad de la cosa juzgada, ( artículo 1816 del Código Civil) pero no procederá la vía de apremio sino tratándose del cumplimiento de la transacción judicial, y dicha autoridad de la cosa juzgada no puede ser otra más que, la de la cosa juzgada material, con los efectos previstos en el artículo 222 de la L.E.C., no cabiendo sino entender el que, además, proceda la vía de apremio tratándose del cumplimiento de la transacción judicial, y lo dispuesto en el artículo 19.2 de la L.E.C., que la transacción judicial, además de tener la autoridad de la cosa juzgada, pone término al proceso iniciado, y se equipara por tanto en eficacia a la sentencia firme originando sus mismos efectos procesales.

54 ORTELLS RAMOS, M., cit., pág. 467. 55 Cit, pág. 129.

56 CORTÉS DOMÍNGUEZ, V, AAVV. cit., p.270. 57 LORCA NAVARRETE , A.M., cit., pág. 230 58 GUASP, J., cit, pág. .575. 59 Audiencia Provincial de Álava, Sección 1ª, Auto de 30 de noviembre de 2005, rec. 245/2005 ponente el Ilmo. Sr. D. Iñigo Elizburu Aguirre LA LEY 233192/2005.

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Para PÉREZ CRUZ MARTIN60, la negación del efecto de cosa juzgada del auto de transacción, parece la opción más razonable, de nodo que no impediría, en consecuencia, la aparición de un nuevo proceso con el mismo objeto de aquél que concluye mediante transacción, sin embargo la parte a la que interesa (siguiendo a ASENCIO MELLADO), podrá alegar lo transigido como hecho constitutivo de su pretensión o causa de su resistencia.

Para DOIG DIAZ 61 no goza de la totalidad de de los efectos de la cosa juzgada , toda vez que los artículos 1817-1819 del Código Civil facultan a rescindir lo convenido en la transacción cuando hubiera ocurrido error, dolo, violencia, falsedad de documentos, ocultación maliciosa de los mismos y cosa juzgada. En tales supuestos habrá que ejercitar la acción de nulidad de dicho contrato a través del proceso declarativo que por cuantía corresponda. Para LOPEZ SIMÓ 62 la transacción judicial produce -debería producir- efecto de cosa juzgada, sobre todo porque parece lógico que un convenio entre los litigantes efectuado a lo largo del proceso y aprobado mediante auto por un órgano judicial, además de ser un título de ejecución similar a una sentencia dictada contradictoriamente, produzca ese efecto de cosa juzgada. Por lo tanto, pensamos que la resolución judicial aprobatoria del contrato de transacción -ese auto- sólo se podrá rescindir por los mecanismos de revisión de las sentencias firmes. El citado autor63 reflejó la jurisprudencia del Tribunal Supremo en esta cuestión, destacando que el razonamiento más repetido64 es que el requisito esencial de la excepción de cosa juzgada es que exista identidad entre dos procesos, esto es identidad de objeto, identificado dicho objeto con los tres conocidos elementos que delimitan la acción, los sujetos, petitum y la causa de pedir. En esta línea, la Audiencia Provincial de Vizcaya65, que estimó el recurso de apelación contra el auto de sobreseimiento acordado al no apreciarse cosa juzgada en el procedimiento sobre responsabilidad derivada de la existencia de vicios constructivos, pues la transacción es un contrato bilateral entre las partes con un objeto cierto y delimitado, de forma que no puede ampliarse la citada transacción a objetos no previstos ni discutidos en el momento en el que se acordó , no siendo lícita la pretensión de la demandada de incorporar al acuerdo transaccional deficiencias aparecidas con posterioridad.

VIII. PROCEDIMIENTO Del artículo 19 de la NLEC se infiere66 que las partes pueden llegar a un acuerdo y

solicitar su homologación en cualquier momento del procedimiento, tanto en primera instancia como en fase de impugnación y ejecución.

60 PEREZ CRUZ MARTIN A., cit., pág. 166. 61 DOIG DIAZ Y., cit, pág. 35. 62 LOPEZ SIMÓ, F., cit , pág. 95 63 LOPEZ SIMÓ , F., cit., págs. 93-4. 64 S.T.S. de 28 de septiembre de 1984, R. La Ley 1984-4, 902, 5791-R. 65 Audiencia Provincial de Vizcaya, Sección 4ª, Auto de 27 de diciembre de 2007, ponente la Ilma. Sra. Dª Maria Lourdes Arranz Freijo. LA LEY 317537/2007. 66 DOIG DÍAZ, Y., cit., pág. 32.

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1. EN PRIMERA INSTANCIA En primera instancia, la solicitud puede efectuarse a instancia del Juez o a instancia

de las partes. En el primer supuesto, el juez interpela a las mismas para que lleguen a un acuerdo, así la NLEC , en la regulación del juicio ordinario y concretamente en la fase procesal de la Audiencia Previa, artículo 414, establece como una de las finalidades del citado acto procesal la de intentar llegar a un acuerdo o transacción entre las partes, debiendo para tal fin, si no comparecen los litigantes, comparecer el Procurador con poder especial para ello .Esta regulación ha generado una importante controversia entre la jurisprudencia de las audiencias. Así, en una línea jurisprudencial restrictiva, la Audiencia Provincial de Madrid67 sostiene que la conscuencia legal impuesta en el artículo 414.3, párrafo segundo de la LEC en caso de incomparecencia del demandante a la audiencia previa, es el sobreseimiento, salvo que la demandada acredite interés en obtener un pronunciamiento sobre el fondo de lo planteado, circunstancia que está relacionada con el último párrafo del número 2 del mismo artículo, que establece la exigencia a las partes que no comparecen al acto de la audiencia previa de otorgar poder al procurador para renunciar, allanarse o transigir, no pudiendo ser tenidas por comparecidas si no concurren personalmente u otorgaran el referido poder. Las exigencias y consecuencias legales así establecidas en la norma procesal aplicable excluyen interpretaciones parciales referidas a lo ocurrido en los autos o a la voluntad de las litigantes en cuanto a la posible consecución de acuerdos transaccionales, ya que ello implicaría dejar la aplicación del texto normativo, de orden público, a la voluntad o intención de los litigantes en relación a si están o no dispuestos a llegar a acuerdos que pongan fin a la controversia, lo que es de todo punto inadmisible por el carácter imperativo de los preceptos analizados.

En la misma dirección la Audiencia Provincial de Ciudad Real68, que estima que si las partes no comparecen personalmente, ni otorgan el apoderamiento del artículo 25.2 de la NLEC, se les tendrá por no comparecidos, pues el poder especial es necesario para un acto procesal concreto como es la audiencia previa a juicio.

La línea opuesta a la anterior es la que mantiene la necesidad de dicho poder cuando hay un acuerdo, pero no es exigible cuando se deduce la falta del mismo. Un ejemplo de esta línea jurisprudencial se encuentra en la Audiencia Provincial de Cáceres69, que sostiene que la expresión al efecto del intento de arreglo o transacción pone de relieve que la exigencia del poder especial se refiere exclusivamente a este acto y no a los demás actos de la audiencia previa. Y en el supuesto de que se llegase a un acuerdo en este momento, el juez deberá verificar los requisitos exigidos en el poder y a falta de los mismos, se concederá un plazo para la subsanación del defecto formal, pues

67 Audiencia Provincial de Madrid, sección 25, auto de fecha 18 de diciembre de 2006, ponente el Ilmo. Sr. D. Francisco Ramón Moya Hurtado de Mendoza, Referencia: SP/AUTRJ/105399. Publicación: revista Sepin LEC-78. Octubre de 2007. p 10. 68 Audiencia Provincial de Ciudad Real, Sección 1ª, Auto de 18 de Julio de 2002 ponente la Ilma. Sra. Dª Maria Soledad Serrano Navarro. LA LEY JURIS: 1281645/2002. 69 Audiencia Provincial de Cáceres, Sección 1ª, Auto de fecha 6 de Junio de 2002, ponente el Ilmo. Sr. Magistrado D. Antonio María. González Floriano LA LEY JURIS: 1232790/2002.

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el sobreseimiento del proceso supondría impedir la consecución del contenido normal de la tutela judicial. En la misma dirección se encuentra la Audiencia Provincial de Pontevedra70.

En el artículo siguiente se establece la obligación del Juez de comprobar si subsiste el litigio entre ellas, y si manifestasen haber llegado a un acuerdo o se mostrasen dispuestos a concluir de inmediato, podrán desistir del proceso o solicitar su homologación, y el mismo surtirá los efectos atribuidos por la ley a la transacción judicial y podrá llevarse a efecto por los trámites previstos para la ejecución de sentencias y convenios judicialmente aprobados. Dicho acuerdo podrá impugnarse por las causas y en la forma que se prevé para la transacción judicial. La redacción dada al artículo 415 de la NLEC ha ocasionado confusiones entre los tribunales. En primer lugar, la expresión “podrán desistir del proceso o solicitar la homologación”, ha ocasionado interpretaciones, pues si no se pide ni desistir ni homologar debe prevalecer la homologación. Así, lo ha entendido la Audiencia Provincial de Cuenca71, que declaró la nulidad del auto que tenía por desistidas a las partes, dejando imprejuzgada la cuestión de fondo, al no haber sido solicitada la homologación del acuerdo al que se llegó en la audiencia previa, lo cual es cierto, pero el Juez no inquirió al respecto a las mismas según establece el artículo 428 .2 de la NLEC pese a que el proceso se encontraba abocado a la homologación, y las tuvo por desistidas en base a un presupuesto formalista. En otras ocasiones se dicta un auto de satisfacción extraprocesal cuando se llega a un acuerdo, siendo incorrecto según la Audiencia Provincial de Madrid72, que al estimar un recurso de apelación contra el auto que dictó el juez de Instancia que decreto tener por finalizado el juicio al llegar las partes a un acuerdo en el cual la parte demandante sostuvo sus dos primeras pretensiones y renunció a la tercera y la parte demandada se allanaba. La Audiencia entendió que no era una satisfacción extrapocesal sino una transacción y procedió a su homologación.

En el artículo 428.2 2 de la NLEC, se refuerza la idea del acuerdo entre las partes., al establecer que a la vista del objeto de la controversia, el tribunal podrá exhortar a las partes o a sus representantes y a sus abogados para que lleguen a un acuerdo que ponga fin al litigio.

Para DOIG DIAZ73, en la audiencia previa existen dos intentos de conciliación para llegar a un acuerdo que se distinguen por el carácter de los mismos. El primero al inicio de la misma que posee un carácter pasivo, al establecer que el juez preguntará a las partes si han llegado a un acuerdo, y el segundo al final del acto que tiene un carácter

70 Audiencia Provincial de Pontevedra, sección sexta, sentencia de fecha 15 de junio de 2006, ponente la Ilma. Sra. Dª Magdalena Fernández Soto. Referencia: SP/SENT/96807 Publicación: LEC-74. Mayo de 2007. Pág. 65; LEC-78. Octubre de 2007. p 14. 71 Audiencia Provincial de Cuenca, Auto de 7 de octubre de 2004, ponente el Ilmo. Sr. D. Mariano Muñoz Hernández. LA LEY 209261/2004. 72 Audiencia Provincial de Madrid, Sección 18ª, Auto de 15 de noviembre de 2006, ponente el Ilmo. Sr. D. Lorenzo Pérez San Francisco LA LEY 207455/2006. 73 DOIG DÍAZ ,Y., cit., pág. 33

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potestativo, ya que el tribunal es dueño de suscitarla o no74, pero si decide llevarla a cabo es más activa, al establecer el artículo 428.2, que exhortará a las partes a la obtención del acuerdo.

En el segundo supuesto,( es decir a instancia de las partes ), deberá efectuarse por las mismas, pero dentro de la pendencia del proceso, que coincidirá desde la interposición de la demanda si después es admitida (artículo 410 NLEC donde regula el comienzo de la litispendencia), hasta la citación para sentencia en la primera instancia.

Para ORTELLS RAMOS75, si alguna regulación específicamente procesal requería la transacción judicial, era la de su forma, a través de la cual se manifiesta su inserción en el proceso, regulando la NLEC dos formas:

a) El cauce de la audiencia preliminar, donde la transacción se prepara y concluye en

las propias actuaciones procesales, documentándose en el acta que levanta el Secretario Judicial del acto.

b) Es la introducción en el proceso de la transacción extraprocesal mediante escrito por ambas partes una vez alcanzado fuera del proceso el acuerdo.

En cambio para, ESTRADA RUIZ76, el escrito conteniendo el acuerdo puede ser

confeccionado por todas las partes o por una de ellas solamente, y en este punto debería conferirse traslado al resto a fin de que se manifiesten sobre el pacto ofrecido, y si muestran su conformidad se procederá a su homologación. No obstante, el concepto de parte debe ser entendida también para las no personadas. Así, la Audiencia Provincial de Burgos77 estimo el recurso y acuerda no aprobar la transacción, porque una cosa es que quien no esté personado en los autos no está facultado para transigir como no lo está para hacer cualquier otra petición en el proceso mientras no se persone, y otra cosa es que las demás partes que sí se han personado puedan válidamente transigir por él, llegando a acuerdos que, no sólo supongan la terminación del proceso, sino que impliquen disposición de los derechos que puedan afectarle.

En este caso no puede alcanzar a dicho tercero la eficacia de un acuerdo que no ha sido aceptado por él.

2. IMPUGNACIÓN DE LA SENTENCIA En cuanto a la fase de impugnación de la sentencia, ORTELLS RAMOS78 admite

la transacción durante la segunda instancia y los recursos extraordinarios, toda vez que al no ser la sentencia firme, el litigio subsiste. No obstante se produce un problema de

74 GARBERI, J., cit., pág. 264. 75 ORTELLS RAMOS, M., cit., pág. 466. 76 ESTRADA RUIZ, J., cit. 77 Audiencia Provincial de Burgos, Sec. 3.ª auto de fecha 16 de abril de 2004 , ponente el Ilmo. Sr. D. Ildefonso Barcala Fernández de Palencia , Referencia: SP/AUTRJ/58429. 78ORTELLS RAMOS, M., cit. pág. 465.

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competencia funcional, toda vez que el artículo 462 de la NLEC establece que durante la sustanciación del recurso de apelación, la jurisdicción del tribunal que hubiere dictado la resolución recurrida se limitará a las actuaciones relativas a la ejecución provisional de la resolución apelada.

Así lo determinó la Audiencia Provincial de Badajoz79, estimando el recurso de apelación interpuesto contra el auto que dictó el juzgado de primera Instancia. En el supuesto de autos, una vez dictada sentencia y en fase de tramitación de la apelación dictó auto, el cual fue objeto de apelación, que acordaba declarar que no procedía continuar con las presentes actuaciones por carencia sobrevenida del objeto acordando el archivo de los mismos. La Audiencia estimó una infracción del principio de legalidad procesal e incompetencia del juzgado de primera instancia para archivar un procedimiento en trámite de apelación por carecer de competencia funcional de conformidad con el artículo 462 de la NLEC. En la misma línea de destacar la falta de competencia en fase de impugnación de los juzgados de primera instancia, la Audiencia Provincial de Madrid 80, en un supuesto en el que la parte apelante no subsanó el requisito de presentación de la tasa judicial 81, se inadmitió el recurso de apelación por el juzgado a quo, la Audiencia Provincial estimó el recurso al entender que la competencia del tribunal de primera instancia durante la sustanciación del recurso de apelación quedaba limitada a las actuaciones relativas a la ejecución provisional de la resolución apelada. Otro ejemplo de esta línea jurisprudencial es la resolución de la Audiencia Provincial de las islas Baleares82 , que estimó el recurso de apelación contra el auto que tenía por desistido al actor por falta de competencia funcional, toda vez que el desistimiento se planteó con posterioridad a la admisión del recurso extraordinario por infracción procesal ante el Tribunal Supremo, lo que excluye la oportunidad del Juzgador de instancia de decretar el sobreseimiento al carecer de competencia funcional, pues siendo en el Alto Tribunal donde se hallan materialmente las actuaciones, y es este órgano que debe decidir sobre la cuestión, estableciendo que la única posibilidad de desistimiento del actor debe ser del recurso .

DOIG DÍAZ 83 mantiene que cuando tras la interposición de un recurso las partes llegasen a un acuerdo y fuera éste homologado por el Tribunal, se considerará que implícitamente que han desistido, citando para ello el auto de la Audiencia Provincial de Huesca84, que estableció que el acuerdo que se presentó ante la Audiencia debe ser

79 Audiencia Provincial de Badajoz, Sección 3ª, Auto de fecha 18 de marzo de 2004, ponente el Ilmo. Sr. D. Miguel Ángel Narváez Bermejo, LA LEY 67743/2004. 80 Audiencia Provincial de Madrid, Sección 25ª, Sentencia de 28 de noviembre de 2007, ponente el Ilmo. Sr. D. Ángel Luis Sobrino Blanco LA LEY 253490/2007. 81 creada por la Ley 53/2002, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social. BOE de 20 de diciembre de 2004. 82 Audiencia Provincial de Les Illes Balears, Sección 5ª, Auto de 9 de enero de 2003, ponente el Ilmo. Sr. D. Santiago Oliver Barceló. LA LEY 2408/2003. 83 DOIG DÍAZ Y, cit., pág. 34. 84 Audiencia Provincial de Huesca , auto de fecha 24 de septiembre de 2002 , ponente el Ilmo. Sr. D. Santiago Serena Puig CENDOJ (ROJ: AAP HU 133/2002).

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homologado por el tribunal que esté conociendo del litigio al que se pretenda poner fin, precisando dicha resolución que la transacción podrán realizarse, según su naturaleza, en cualquier momento de la primera instancia, de los recursos o de la ejecución de sentencia . Asimismo el auto de 13 de mayo de la Audiencia Provincial de Barcelona85 donde en el acuerdo transaccional, una de las cláusulas, concretamente la cuarta, la partes desisten de las apelaciones e impugnaciones interpuestas. Los ejemplos que da la citada autora no son satisfactorios en este tema toda vez que la transacción es presentada cuando los autos están en la Audiencia. Una solución la ha dado la Audiencia Provincial de Córdoba86, que aunque mantiene la competencia del Juzgado de Primera Instancia en la fase de formalización del recurso para homologar el acuerdo transaccional, denegó el recurso de queja planteado ante el auto del juzgado a quo que inadmitió el recurso de apelación interpuesto. Al formalizar el mismo, las partes presentaron un acuerdo transaccional, siendo por tanto el verdadero sentido del escrito de impugnación la pretensión de una terminación anormal del procedimiento. Por ello la juzgadora de Instancia no pierde la jurisdicción del asunto como infiere inequívocamente del contenido del artículo 458.2 de la norma procesal, al establecer que si no se presenta el escrito de impugnación se dictará auto declarando desierto el recurso, lo cual verificó, siendo por tanto una transacción extrajudicial al no haber sido homologada por el Juez .

Personalmente creo que la solución procesal sería la suspensión del proceso solicitada por ambas partes, toda vez que de la interpretación conjunta de los arts. 19.4 y 179 LEC 2000 se puede concluir que es admisible la suspensión del proceso, pero exige acuerdo de las partes,87 y a continuación presentar el acuerdo transaccional para que el juzgado lo eleve a la Audiencia para su aprobación, toda vez que no tiene mucho sentido que se tramite la apelación para que después en la Audiencia Provincial se dicte el auto de homologación o en su defecto, si procede, no formalizar la apelación, declarar la caducidad del recurso y formalizar el acuerdo extrajudicialmente al no ser homologado por el tribunal .

No obstante a lo dicho anteriormente, ha habido alguna resolución que no admite la homologación en segunda instancia. Así, la Audiencia Provincial de Vizcaya88, en el supuesto de autos, dictada la sentencia en primera instancia sobre el régimen de visitas a menores solicitada por la abuela, es recurrida por la madre de la menor. Se presenta en el rollo de apelación documento transaccional con unas visitas más amplias que las reconocidas en la sentencia, y el acuerdo no fue homologado por el tribunal de apelación, ya que para la abuela que no recurrió ni se opuso al recurso no puede alterarse su situación a mejor, pues ello llevaría a una incongruencia respecto de lo que es objeto

85 Audiencia Provincial de Barcelona sección 17, auto de fecha 13 de Mayo de 2005, recurso: 616/2004 Ponente: la Ilma. Sra. Dª Myriam Sambola Cabrer, referencia CENDO J2005 (ROJ: AAP B 2677/2005) 86 Audiencia Provincial de Córdoba, Sección 2ª, Auto de fecha, 26 de julio de 2007, ponente el Ilmo. Sr. D. José María Morillo-Velarde Pérez, LA LEY 194568/2007. 87 Ver resolución de la Audiencia Provincial de Sevilla, Sección 5ª, Auto de fecha, 10 de Marzo de 2005, ponente el Ilmo. Sr. D. José Herrera Tagua. LA LEY 13071/2005 88 Audiencia Provincial de Vizcaya, Sección 4ª, Sentencia de fecha 19 de octubre de 2007, ponente el Ilmo. Sr. D. Ignacio Olaso Azpiroz. LA LEY 239732/2007.

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del recurso estando en un supuesto similar por analogía al previsto en el artículo 1.819, primer párrafo, del Código Civil, sin perjuicio de que ambas partes se atengan al contenido de lo transado y si no lo hacen puedan dar lugar a una acción por incumplimiento contractual.

3. EN LA EJECUCIÓN En cuanto a la referente a la transacción en fase de ejecución, la cuestión devenga

varias situaciones, que en contadas ocasiones han llegado a las audiencias. Como ya se concluyó, la mención de la ejecución de sentencia junto a la primera instancia y los recursos no puede significar que lo ya resuelto por sentencia firme pueda ser objeto de disposición en el momento de su ejecución invalidándose lo decidido judicialmente.

MARTÍNEZ DE SANTOS89 solo admite en la ejecución el acuerdo para dar cumplimiento al titulo ejecutivo, entendiendo que dicha actitud encuentra cobijo en el principio dispositivo pero nada tiene que ver con la transacción, pues la naturaleza del proceso de ejecución impide a las partes alcanzar un acuerdo fuera del mismo y que se apruebe por el tribunal por dos razones. La primera, porque cuenta ya con un título ejecutivo que sólo puede modificarse mediante la oposición en la forma prevista por la Ley y, en segundo término, porque la resolución que apruebe la transacción tendría fuerza ejecutiva según dispone el artículo 517.2.3.º, con lo que podríamos encontrarnos en el peor de los casos ante dos títulos ejecutivos contradictorios, o una alteración contra legem del que sirvió para despachar ejecución, quedando limitada la actividad de las partes al pronunciamiento sobre la suspensión recogido en el artículo 565 de la ley procesal .En cambio, para ESTRADA RUIZ , al ser distinto el proceso de ejecución al declarativo, entiende que el objeto de la transacción recaerá en lo que es propiamente objeto de dicho proceso, es decir, el concedido en el título judicial 90.

Una de las cuestiones surgidas es la presentación de un acuerdo transaccional en una ejecución finalizada, es decir, se llegó a un acuerdo extrajudicial, se ejecuta la sentencia y posteriormente se presenta en autos dicho acuerdo transacional para su homologación. La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife91 estimó el recurso planteado y denegó la homologación, estimando su improcedencia, toda vez que se daba el incumplimiento de la voluntad manifestada por las partes en el acuerdo transaccional al haber sido contradicha por la actuación procesal seguida en el procedimiento que se pretendía finalizar en el que la ejecución siguió su curso en contra de lo convenido en dicho acuerdo extrajudicial, obteniendo la ejecutante la pretensión solicitada, sin que ninguna de los litigantes instara la homologación .Así, si se homologara el acuerdo una vez ejecutada la resolución, se favorecería la instrumentalización de la administración de justicia para el exclusivo beneficio de una de las partes, dejando para un procedimiento ordinario posterior los efectos de lo pactado

89 MARTINEZ DE SANTOS, A. “Formas de terminación del proceso de ejecución civil”, Diario la ley, año XXVII n 6405. 90 ESTRADA RUIZ, J., cit. 91 Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Sección 4ª, Auto de fecha 21 de noviembre de 2007 ponente el Ilmo. Sr. D. Emilio Fernando Suárez Díaz LA LEY 279161/2007

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en el acuerdo transaccional extrajudicial , al implicar el referido acuerdo según la doctrina del Tribunal Supremo, una relación jurídica nueva en la medida en que modifica la anterior, lo que deberá dilucidarse en el pleito que las partes puedan entablar al efecto, pero no en la presente ejecución dado el agotamiento del pleito iniciado.

En segundo lugar, otra cuestión debatida es la transacción como motivo de oposición a la ejecución de un título judicial, al establecer el artículo 556 de la NLEC como motivo de oposición los pactos y transacciones que se hubieren convenido para evitar la ejecución, con la condición que sean documentados en documento público. Para GARBERÍ LLOBREGAT 92, el legislador lo que pretende con esta norma es que si el ejecutante y ejecutado acordaron una forma, unos trámites o unos mecanismos de satisfacción absolutamente ajenos al proceso de ejecución, no es admisible que el ejecutante, desvinculándose de dicho acuerdo, interponga demanda ejecutiva.

No obstante, se ha planteado la admisión de la transacción como motivo de fondo en la oposición a una demanda ejecutiva de título judicial a diferencia del artículo 557 para la ejecución de títulos no judiciales. La Audiencia Provincial de Huelva 93 estimó el recurso de apelación homologando el acuerdo y estimándolo como motivo de fondo en la oposición, toda vez que el artículo 19.3 despeja toda duda cuando admite transigir en cualquier momento de la primera instancia, de los recursos o de la ejecución de la sentencia, revocando la resolución de instancia. En el supuesto de autos , la transacción plasmada en un documento encabezado por los procuradores de ambas partes y firmado por sus representantes procesales y por las partes , en el cual declaraba saldadas y finiquitadas las pensiones de alimentos debidas a los hijos y por tanto no afectado por la prohibición legal prevista en el artículo 1814 del Cogido Civil sobre las alimentos futuros , y reúne los requisitos del artículo 19.2 de la NLEC al no ser contraria a la ley, el interés general o de tercero.

En sentido contrario, la resolución de la Audiencia Provincial de Granada94 entendió que no es motivo de oposición la nulidad del título ejecutivo por error del ejecutado al prestar el consentimiento, confirmando el auto objeto de apelación. La resolución judicial que homologa el acuerdo transaccional suscrito por las partes tiene autoridad de cosa juzgada y es justo título válido porque contempla las obligaciones asumidas por el ejecutado que debían cumplirse en los plazos estipulados, y además reúne los requisitos de forma exigidos para ello, entendiendo que los motivos de oposición son los establecidos en el artículo 556 de la NLEC. Señala que podrá oponerse a ella alegando el pago o cumplimiento de lo ordenado, que habrá de justificar documentalmente, además de la caducidad de la acción ejecutiva y los pactos y transacciones que consten en documento público. Y el artículo 559, 1º establece que también podrá oponer el ejecutado su falta de carácter o representación, al igual que la falta de capacidad o

92 GARBERÍ LLOBREGAT, J. El proceso de Ejecución Forzosa en la Nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, editorial Civitas, Madrid 2003, p 246. 93 La Audiencia Provincial de Huelva, Sección 2ª, Auto de fecha 21 de noviembre de 2007, ponente el Ilmo. D. Francisco José Martín Mazuelos, LA LEY 297152/2007. 94 La Audiencia Provincial de Granada, Sección 4ª, Auto de fecha 29 de junio de 2007, ponente el Ilmo. Sr. D. Juan Francisco Ruiz-Rico Ruiz LA LEY 212155/2007.

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representación del ejecutante, así como la nulidad radical del despacho de ejecución por no contener la sentencia o laudo pronunciamientos de condena o no cumplir el documento presentando los requisitos legales para llevar aparejada ejecución. Asimismo y a tal fin, el artículo 1816 del Código Civil señala que la transacción tiene para las partes la autoridad de cosa juzgada, y el artículo 1817 del mismo texto legal establece que no podrá una de las partes oponer el error de hecho a la otra siempre que ésta se haya apartado por la transacción de un pleito marcado.

Y finalmente, otra cuestión planteada es si cabe la transacción en la ejecución provisional, toda vez como se desprende del artículo 19 .3 de la NLEC, la transacción puede realizarse en cualquier momento de la primera instancia o de los recursos o de la ejecución de sentencia. No debe acogerse dicha posibilidad toda vez que la transacción en la ejecución provisional sólo cabria afectando a la sentencia, y lo correcto procesalmente sería presentar la transacción en la segunda instancia para una vez homologado judicialmente, solicitar el archivo de la ejecución provisional por carencia sobrevenida del objeto o en todo caso, continuar con la ejecución que se transformaría en definitiva con las modificaciones oportunas que deban surgir por vía del acuerdo aprobado judicialmente .

La Jurisprudencia menor no se ha pronunciado sobre dicho tema, únicamente los Juzgados de Primera Instancia. Así, por ejemplo el Juzgado de Primera Instancia de Valencia 95 establece que, manteniendo la vigencia del recurso de apelación con el incierto resultado del mismo la ejecución provisional está supeditada siempre al resultado del recurso de apelación cuyo resultado siempre hay que adoptar o reubicar en el estado de la ejecución provisional (art. 532,533 y ss LEC), por lo que puede transigirse sobre la sentencia misma, tanto en la instancia como en apelación, y la presente transacción novaría definitivamente la sentencia, pero no cabe una transacción exclusivamente de la ejecución provisional sin afectar a la sentencia por estar a expensas de lo que se resuelva y con cantidades diferentes, pudiéndose calificar como una transacción condicional que no resulta viable ni se argumenta sobre ello en el escrito presentado. Otra cuestión, es que en virtud de pactos interpartes se solicite el desistimiento, la suspensión de la ejecución provisional, dando lugar además, el pacto a inconvenientes y complejidades relevantes en una pasible futura ejecución definitiva al fijarse cantidades no coincidentes con la misma, por principal, y otras posiblemente no coincidentes como intereses, aplazamiento en cinco años de la obligación de reconocimiento de deuda (luego implica una novación de la sentencia ya que la deuda que ésta declara no precisa de reconocimiento), tasación diferente a las cantidades prefijadas provisionalmente por minutas con abonos y devoluciones con repercusión en intereses cuando es aún ilíquida, cuestionamiento si las nuevas obligaciones hipotecarias deben o no en su caso ejecutarse en el presente.

Tampoco concuerda esa transacción condicionada con el contenido XIII del pacto sobre satisfacción extraprocesal, que es un concepto diferente que sí permitiría la extinción del procedimiento, pero por abono inmediato de responsabilidades.

Por lo demás, se contienen pactos sobre abono de gastos del nuevo documento notarial, de los gastos de nuevas hipotecas constituidas, honorarios y tributos, muchos de

95 El Auto de fecha 23 de mayo de 2002 , referencia sepin SP/ AUTO /937,

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los cuales ajenos a esta ejecución provisional vinculada al recurso de apelación y a lo resuelto en la sentencia exclusivamente.

IX. LA REVOCACIÓN DE LA TRANSACCIÓN La transacción como contrato es esencialmente revocable96 cuando intervenga en

ella error, dolo, violencia o falsedad de documentos y está sujeta a lo dispuesto en el artículo 1265 de este Código97, pero según establece el artículo 1817 del Código Civil no podrá una de las partes oponer el error de hecho a la otra siempre que ésta se haya apartado por la transacción de un pleito comenzado. También es revocable si estando decidido un pleito por sentencia firme, se celebrare transacción sobre él por ignorar la existencia de la sentencia firme.

Asimismo el descubrimiento de nuevos documentos no es causa para anular o rescindir la transacción si no habido mala fe, según dispone el artículo 1818 del Código Civil, ni la ignorancia de una sentencia que pueda revocarse es causa para atacar la transacción (art. 1819 CC).

La doctrina entendía que por economía procesal, la acción de nulidad de la transacción debería conocerse en el mismo proceso en donde se consiguió; declarada la nulidad, el proceso sigue su curso hasta su terminación por sentencia98 sin que en la actualidad la NLEC haya solucionado dicha cuestión, aunque personalmente creo que hay que acudir al proceso declarativo que por su cuantía corresponda , toda vez que con entrega en vigor la nueva ley el artículo 5 establece las clases de tutela jurisdiccional, haciéndolo de forma separada la declarativa como la ejecutiva , que se insta mediante demanda de ejecución que se registra de forma independiente99, y por tanto, el acuerdo transaccional se encontrará en el juicio declarativo y se ejecuta en otro proceso, a diferencia de la antigua ley en la que se ejecutaba en el proceso declarativo , y por tanto ejercitar la acción de revocación en el declarativo no conlleva la paralización de la ejecución si no se toma nota en la ejecución de la acción ejercitada .

96 Ver GULLÓN BALLESTEROS, A., cit., págs. 1768-80 97 RAMOS MENDEZ, F., cit., pág. 664. 98 CORTÉS DOMÍNGUEZ, V., cit., pág. 269-70. 99 Instrucción 3/2001 de 20 de junio de 2001 del Pleno del Consejo General del Poder Judicial sobre anotaciones de los procesos civiles de ejecución en los libros de los Juzgados y tribunales, B.O.E de fecha 29-6-2001.