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Psicolinguistica

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De los aprendizajes entre el conocimiento y el saber

LAJONQUIERE

El recorrido que acabamos de realizar en el interior del campo freudiano, aunque mnimo, nos permite volver sobre algunas cuestiones y problemticaS circunscriptas por nosotros a lo largo de anlisis que hicimos de las tesis de Piaget para replantearlas ahora desde otro ngulo de obtener nuevas precisiones acerca del status sobre determinado de las vicisitudes que un sujeto soporta en sus aprendizajes.

Es precisamente la conceptualizacin de la prohibicin del incesto, como ley bsica de toda cultura, y del orden estructural del lenguaje, como condicin de posibilidad de la articulacin de esa ley, lo que lleva al psicoanlisis a invertir la direccin trazada por el evolucionismo naturalista que va de la biologa a la cultura y que toma la forma de un proceso acumulativo.

Tenemos, por un lado, que la subjetividad deja de ser entendida como un mero epifenmeno de lo orgnico para empezar a ser pensada como un hecho de lenguaje; y por el otro, el organismo deja de pre existir al lenguaje para pasar, en el caso del hombre, a existir gracias al propio lenguaje, precisamente, como un cuerpo de lenguaje.

El psicoanlisis reconoci lenguaje su eficacia simblica, es decir, su capacidad de producir efectos y transformaciones o, dicho de otro modo, su poder de estructurar un campo especficamente humano en el interior del cual una subjetividad un conjunto de objetos (del conocimiento) no son ms que productos puntuales del funcionar discursivo o de permutaciones significantes. En lo que hace al sujeto, sabemos que el orden de lenguaje lo constituye sujeto al mismo tiempo que los sujeta, ms all de su consciencia, a determinada trama de deseos inconscientes y a un conjunto de formaciones socio-histricas inherentes a determinada cultura,

el psicoanlisis se preocupa por los contratiempos en la constitucin yo sujeto particular. Por consiguiente, no puede sino destacar que la estructura del lenguaje permite articular una dramtica deseante imposible de padronizar, como tambin las leyes sobre las que se edifica una cultura dada. Este hecho determinado que sea el psicoanlisis el que, con exclusividad, reconozca a la estructura del lenguaje la capacidad de posibilitar o autorizar las permutas que implican en si la metonimia del deseo y la articulacin de toda y cualquier prohibicin.

En este sentido, resumiendo los dicho hasta aqu, podemos afirmar que aquello que el estructura del lenguaje articula es un universo tpicamente humano, en el seno del cual se histriza una trama contradictoria de deseos inconscientes. Este universo una especie de topus, se llama Otro.

Un sujeto se constituye como tal en el interior del campo del Otro, gracias a lo cual sobrevienen una serie de operaciones estructurantes que el psicoanlisis analiza bajo el nombre de estadio del espejo y del complejo de edipo. Adems, en la medida en que tales acontecimientos no son momentos evolutiva pasajeros-un sujeto en todo momento se enfrenta con encrucijadas estructurales isomorfas a aquellas-cabe decir que ninguna produccin subjetiva o producto de la actividad humana puede ser pensada como sucediendo fuera del campo de Otro.

Siendo as, slo podemos concluir que los aprendizajes mismos y la reconstruccin del conocimiento socialmente compartido, su otra cara, tiene lugar en su interior.

Afirmar el proceso epistemico tiene lugar en el campo del Otro significa dejar rotundamente del lado la hiptesis empirista de una experiencia pura.

Para la psicologa gentica, por el contrario, se trata desde el comienzo de una verdadera "lectura" del experiencia, o sea, de un proceso de reconstruccin de una realidad que supone en la aplicacin de instrumentos cognitivos (de lectura) y la atribucin de relaciones entre objetos.

En resumen, se trata de un proceso de reconstruccin de un trabajo que el sujeto realiza sobre las cosas. As es sujeto trabaja-acta, practica-sobre las cosas, transformandolas. En esa transformacin l reconstruye el conocimiento socialmente compartido (y validado) al mismo tiempo que se reconstruye como sujeto cognocente. En otras palabras, podramos decir que en ese proceso de reconstruccin epistemica las acciones se van estructurando entre s, posibilitando que se pueda afirmar que el conjunto de acciones, en un momento puntual, delimita (articula) la inteligencia del sujeto en ese instante (o un sujeto inteligente).

Para Piaget, las acciones no se desencadenan por impulsos internos sino que son engendradas por lo que el llama "su ambiente social envolvente".

El hecho de que estas acciones tengan lugar en el interior de un ambiente social lleva a Piaget a afirmar que el sujeto "no asimila objetos puros" definidos por sus parmetros fsicos, sino que "asimila situaciones en las que los objetos desempean determinados papeles y no otros". En ese sentido se puede considerar que la llamada asimilacin comitiva est condicionada por el sistema social de significacin".

La materialidad del conocimiento (y por lo tanto, tambin las comentada materialidad de las acciones, aprestar pero que deja entrever la divisin clsica en motoras y conceptuales) es la del significante; as, el sujeto, al reconstruir permanentemente el conocimiento socialmente compartido, est re procesando siempre una misma materialidad. Lo real en cuanto tal slo aparece como un lmite o, en otros trminos, como un resto que se resiste a la accin reordenadora de la combinacin significante que todo proceso epistemico implican en si mismo. El sujeto cognocente est exiliado de lo real debido a esa "mediacin" del significante. No obstante, es el orden estructural del lenguaje es que permite, precisamente, la recombinacin inherente a todo proceso reconstructivo. Planteaba la problemtica en estos trminos, debemos llegar a la conclusin de que no hay manera de producir ese especie de burbuja que es el orden simblico.

Todos sujeto reconstruye en el orden del significante aquello que desde siempre ya se encontraba hecho del mismo material. El sujeto reconstruye permanentemente objetos, hechos de lenguaje, de discurso, en el intento de domesticar, domar, controlar, racionalizar el comportamiento de las cosas que son del orden de lo real.

Piaget dice que el conocimiento construido llega a ser verdadero cuando se rebela isomorfo, a la estructura de lo real. Es decir, que el conocimiento y la cosa a ser conocida tienen idntica estructura; o que, en cierto modo, el conocimiento se adecua a lo real.

Para Piaget lo real es lgico-matemtico.

Para nosotros, an cuando por momentos la estrategia articulada por el sujeto se muestre exitosa, no se puede afirmar la existencia de un isomorfismo.

En nuestra opinin el organismo est perdido y en su lugar encontramos un sujeto que, en cuanto dividido por estructura del lenguaje, se ve exiliado de lo real. Lo real lo desafa permanentemente, poniendo en jaque sus equilibraciones conquistadas. Es sujeto "ataca" nuevamente y, en ese ir y volver, reconstruye una realidad imaginaria. Realidad hecho de objetos (no cosas) y que, en la medida en que es compartida socialmente, es sujeto slo reconstruye. Este proceso de reconstruccin, da lugar a nuevos conocimientos.

En la medida en que el sujeto reconstruye el conocimiento en el campo del otro, las acciones son, efectivamente, engendradas desde "fuera", es decir, los aprendizajes resultan posibles gracias a la presencia de un otro.

El "cachorro humano" a diferencia de los animales, cuando nace no tiene a su favor el savoir faire natural del instinto. Adems, para completar el cuadro de desamparo, tampoco posee innata mente las categoras que le permiten montar una "objetividad" (socialmente validada). As, el recin nacido debe aprender todo; y para mantenerse en la vida, debe aprender a vivir. El sujeto debe aprenderlo todo: chupar el pecho materno, controlar los esfinteres, atrs de los cordones de los zapatos, memorizar la tablas de las cuatro operaciones matemticas... o, como hiciera nuestra pequea Alicia, aprender que dos conjuntos discretos de elementos permanecen iguales-aunque no lo parezcan-cuando la configuracin espacial cambia.

El sujeto vive por que alguien lo mantiene; es decir, hay un otro que lo pulsiona permanentemente a seguir viviendo. El otro lo pulsiona y, en cierto modo, "mete" en su organismo las pulsines (siempre parciales) para que realicen su silencioso trabajo de hacer avanzar al sujeto siempre un poco ms.

Los aprendizajes tienen lugar porque hay un adulto que le pide al sujeto que conozca esto y aquello.

Pero el pedido del adulto, pone en juego la articulacin de una demanda de incondicionalidad o de amor y la realizacin de un deseo. El adulto desea el deseo del nio, que a su vez, desea que aquel lo desee (recurdese: el objeto de deseo es el deseo del otro como deseante). Todos sujeto desea hacerse desear por otro y, en esa empresa, todos terminan atandose los unos a los otros, es decir, al deseo del otro.

El orden del deseo es contradictorio en si y por si mismo: el sujeto se lanza en el circuito del deseo de los otros pero eso no impide, sin embargo, que exija ser reconocido en cuanto sujeto de deseo.

En resumen, se podra decir que todos sujeto solicita inconscientemente al otro que, cuando le pida algo, en su perdido no s confundan en demanda y deseo.

Responder a la demanda de otro no debe acarrear la desaparicin del demandado en cuanto sujeto del deseo. Los dos registros se encuentran con fundidos, precisamente, en los casos de anorexia mental, donde el anorexico se niega al precio de la propia muerte, a satisfacer las demandas del otro de que se alimente, porque as consigue mantener vivo su deseo de insatisfaccin.

Cuando la mayora de las escuelas niegan el bagaje cultural del alumno o desconocen su lenguaje "marginal" o hacen odos sordos a sus intereses o le imponen obstinadamente el tiempo de aprendizaje que fija el programa o desconocen su estilo, su modo de aprender. O...no estn acaso negando al sujeto en su ser? Pues bien, la demanda desmedida de esas escuelas cuando niegan el bagaje cultural, la historia... lo que hace, en ltima estancia, es negarlo en cuanto sujeto del deseo.

Aunque los aprendizajes resultan posibles porque hay otro que los demanda, tambin se tornan imposibles cuando deseo otro lo hace "des proporcionalmente". El deseo otro puede ser cualquiera: la madre, la maestra, psico pedagogo, etc.. Esos otros slo sostienen la funcin del Otro. Las tensiones que se anidan en su interior son las responsables de las vicisitudes que hubo sujeto soporta en sus aprendizajes.

En la medida en que los procesos de aprendizaje tienen lugar en el interior del campo del Otro, el sujeto en su accionar termina por no asimilar objetos "puros" sino situaciones en las cuales los objetos desempean determinados papeles y no otros", como afirmaron Piaget y Garca. Los objetos "puros", o sea, las cosas, estn siempre en situacin.

Cuando los objetos se encuentran con ciertas cosas en determinada situacin tratan de ordenar sus comportamientos reconstruyendo conocimientos: donde lo real desafa, se intenta rodearlo con imgenes, con una produccin imaginaria, con objetos (de conocimiento). En ese actuar el sujeto reconstruye el conocimiento que socialmente ya haba sido colocado all (en situacin).

Por ejemplo

cuando Alicia asegura que la cantidad de elementos de dos conjuntos discretos se conserva a pesar de alterarse su disposicin figural, ella est construyendo en situacin un conocimiento ya construido y socialmente compartido; nmanente a la situacin en la medida en que posibilita la articulacin y el montaje de la propia experiencia de indagacin clnica.

Cuando se "inventa" un conocimiento nuevo el afortunado "inventor" no hace ms que recombinar de otra manera retrasos ya construidos por otros. La recombinacin, por el hecho mismo de ser significante, produce un plus de sentido, un nuevo conocimiento.

El sujeto reconstruye el conocimiento arrancandolo de los otros.

Por ejemplo

cuando una madre le ofrece el pecho su beb, sosteniendo as el reflejo de succin est a punto de desaparecer en l si no hay un otro que lo "estimule" , el beb no slo se alimenta, "prendiendose a la vida", sino que tambin reconstruye el conocimiento que se encuentra articulado en toda prctica alimenticia, propia de una cultura dada.

Por lo tanto podramos afirmar que aunque sujeto reconstruye el conocimiento a partir de sus acciones, sta se articula en el campo del Otro;

ya "estn tomadas" por el Otro, de modo que el sujeto extrae de sus acciones (va abstraccin reflexinante) y lo que el Otro "ya puso" en ellas.

El sujeto asimila situaciones (y no objetos puros) en el interior de las cuales el actua, nos dicen Piaget y Garcia.

el sujeto esta inmerso en una trama deseante: de sea el deseo del otro y para capturarlo tratar de encontrar el objeto que causa el deseo del otro.

El conocimiento se reconstruye utilizando retazos del construido anteriormente. El sujeto trata de "domesticar" lo real, pero para lograrlo debe vencer las resistencias que lo ya construido ofrece. En este sentido se debe afirmar que todos nuevo conocimiento constituye una victoria sobre las resistencias que ofrece un otro ya consolidado (y validado) anteriormente.

Todo conocimiento es el resultado de un trabajo esforzado que no se lleva a cabo segn una lgica natural. En ese contexto, su carcter natural nos aparece a posteriori cuando ya se han borrado las marcas del esfuerzo.

De este modo aprender algo nuevo, significa reciclar un aprendizaje anterior. As, se puede llegar a la conclusin de que las vicisitudes en los aprendizajes son producto de las tensiones propias de la articulacin significante que las posibilita, y procesa el conocimiento.

En la medida en que el sujeto reconstruye el conocimiento socialmente compartido , se reconstruye como sujeto cognocente; es decir, se estructura en cuanto sujeto epistemico. El sujeto reconstruye el conocimiento del otro en si mismo: ese reconstruir en si es una apropiacin de las claves significantes en las cuales el conocimiento se encuentra cifrado en el otro.

Por est el conocimiento estructurado en el orden del significante, su reconstruccin no slo implica la reconstruccin de un sujeto en cuanto epistemico sino tambin la de un sujeto del deseo.

El significante cava en el sujeto el agujero del deseo, una falta en el ser.

Cuando el sujeto reconstruye el conocimiento en si mismo (cuando lo hace suyo) se construye como un sujeto de conocimiento y del saber.

En el orden del significante se articula el saber del sujeto sobre su deseo y el conocimiento del sujeto sobre los objetos.

El saber y el conocimiento son dos caras de una misma moneda. El saber y el conocimiento se encuentran entrelazados y conforman el pensamiento. As, es posible afirmar que el sujeto reconstruye el pensamiento en si mismo en cuanto se reconstruye como sujeto de severas y inteligente.

Podramos decir del lado del sujeto, el reprocesamiento del pensamiento produce una estructura inteligente que otra desiderativa, mientras que del lado del objeto produce un puado de conocimientos y un plus de saber.

Las estructuras inteligentes y desiderativas son productos ms o menos puntualmente estabilizados del discurrir incesante de la articulacin inteligente y del deseo.

La estructuracin inteligente est tomada por la equilibracion Mayorante. En el interior de esta tendencia a acrecentar el equilibrio o, en otras palabras, a alcanzar virtualmente el equilibrio consolidado en el conocimiento cientfico socialmente compartido, se producen puntos o momentos de estabilizacin que se revelan, al decir del Piaget, ms o menos isomorfos a las estructuras lgico-matemticas. El proceso estructurante que habilita una estructura inteligente determinada funciona como un procesador de conocimiento. Si el procesamiento es exitoso, es decir, si articula un aprendizaje estructural, se consolida bajo la forma de una nueva estructura.