Las Cosas Terrenales Pastor Marco Vinicio Castillo Primer Servicio Guatemala, 15 de octubre del Año De La Revelación

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Basándonos en lo que el Apóstol Sergio Enríquez nos ha enseñado, vamos a partir de una verdad: existen 3 dimensiones: terrenal, espiritual y celestial. Es por eso que estando en la Tierra, debemos saber que vamos de paso, venimos aquí pero no para hacer morada eterna, considerando que si somos espíritus en un cuerpo; no podemos anhelar permanecer en la Tierra por toda la eternidad, sino que debemos regresar al lugar de donde un día salimos. A esto debemos añadirle que así como somos la Iglesia de Cristo, el Israel espiritual; también existe el Israel terrenal, pero de igual forma existen en esos mismos ámbitos, la influencia del maligno. Colosenses 3:1-2 (PDT) "Con Cristo, ustedes fueron resucitados de la muerte, por eso busquen las cosas del cielo, donde él está sentado a la derecha de Dios." 2 Concéntrense en las cosas celestiales y no en las terrenales… Viendo esta cita, debemos comprender entonces que nuestra vida debe estar enfocada en lo celestial, en lo espiritual y no en lo terrenal, no en aquello que es temporal por la misma razón; además, cuando Jesús murió por nosotros nos regaló vida eterna, entonces ¿por qué afanarnos en las cosas que son temporales? Busquemos lo que Dios nos dice que debemos buscar para no tener nada enraizado en el corazón. Filipenses 3:17-19 (R95) Hermanos, sed imitadores de mí y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros, 18 porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo. 19 El fin de ellos será la perdición. Su dios es el vientre, su gloria es aquello que debería avergonzarlos, y solo piensan en lo terrenal. Es lamentable que haya mucho del pueblo de Dios que está detrás de las cosas terrenales, peor aun, aquellos que Dios ha levantado o ha permitido que sean levantados para predicar Su palabra. Vemos que su propósito es saciar su deseo terrenal o carnal, por consiguiente, es el trasfondo de su mensaje al predicar, aunque logran adornarlo tan bonito que parecería que verdaderamente es un mensaje de parte de Dios, pero en realidad lo que está sucediendo es una manipulación de la palabra de Dios. Es por eso que si logramos despojarnos de los pensamientos terrenales, habrá una buena parte de nuestra vida que estará desvinculada de lo que se mueve en el mundo. Juan 3:30-32 (R95) Es necesario que él crezca, y que yo disminuya. 31 El que viene de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra es terrenal y habla de cosas terrenales. El que viene del cielo está por encima de todos, 32 y de lo que ha visto y oído testifica, pero nadie recibe su testimonio. Con esta cita lo que vamos a enfocar son las conversaciones terrenales, las compañías o amistades con las que nos relacionamos, porque eso viene a hacer un ambiente en el que nos moveremos; por consiguiente, si estamos en ambientes espirituales, aunque de pronto veamos noticias del cumplimiento bíblico donde se escucha que habrá destrucción, veremos que todo apuntala a la venida de nuestro Señor Jesucristo y no le buscaremos despropósitos a lo que vivimos; pero si nuestras compañías y conversaciones son mundanas, todo lo que veamos, será de contaminación y así estará nuestra vida.

Las Cosas Terrenales Pastor Marco Vinicio Castillo Primer Servicio Guatemala, 15 de octubre del Año De La Revelación

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1 Corintios 15:40 (R95) Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales; pero una es la hermosura de los celestiales y otra la de los terrenales. Con eso lo que debemos ver es que necesitamos un equilibrio; ciertamente somos espíritu en un cuerpo y nuestro énfasis debe ser lo espiritual; pero mientras estemos en el cuerpo debemos cuidarlo, considerando que es templo del Espíritu Santo. Tampoco podemos caer en lo que muchos se han convertido en casi religión, porque le rinden culto a su propio cuerpo; dejan de hacer cualquier cosa con tal de invertirle tiempo a la hermosura de su cuerpo, casi viven en el gimnasio; podríamos pensar inclusive que dejan el culto a Dios por dedicarle tiempo a su cuerpo físico en lugar de buscar lo que puede beneficiar su vida espiritual. Efesios 6:5-6 (R90) Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con respeto y temblor, con sincero corazón, como a Cristo. 6 No para ser vistos, como los que agradan a los hombres, sino como siervos de Cristo, que hacen con ánimo la voluntad de Dios. Estos versículos nos están hablando de la sujeción a nuestros jefes terrenales; recordemos que si no respectamos al que vemos, ¿cómo vamos a respetar al que no vemos? Hebreos 9:1 (R95) Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal… Este versículo nos está hablando del error en el que han caído los judaizantes, menospreciando así el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo cuando abrió el camino para regresar al Padre por medio de la sangre del Hijo. Hebreos 12:9 (R95) Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Este versículo hace referencia al amor y respeto que debemos tener a nuestros padres biológicos, sin embargo también debemos saber que fuimos heredados de la vana manera de vivir que ellos pusieron sobre nuestra vida; por consiguiente debemos despojarnos de todo eso, así como enseñarle a nuestros hijos a despojarse de eso mismo que nosotros les hayamos heredado. 1 Corintios 15:47-49 (LBA) El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. 48 Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. 49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Básicamente lo que hoy debemos hacer es atraer la imagen de nuestro Padre celestial a través del Hijo, nuestro Señor Jesucristo siguiendo Sus pasos para que El se vea en nosotros y se vea solo El; pero para eso es necesario que nos despojemos del viejo hombre terrenal para que nos sigamo siendo atraídos por las cosas del mundo.