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LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA Estudios Bíblicos Iglesia Getsemaní Una breve mirada a las doctrinas bíblicas de la salvación que definen a las iglesias cristianas evangélicas 2014 PEDRO GP 01/01/2014

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LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA Estudios Bíblicos Iglesia Getsemaní Una breve mirada a las doctrinas bíblicas de la salvación que definen a las iglesias cristianas evangélicas

2014

PEDRO GP

01/01/2014

INTRODUCCION

Es necesario profundizar en los fundamentos de nuestra fe, para no ser engañados ni engañar, pues el

engaño puede provenir de una fuente intencionalmente perversa o de una fuente sincera pero ignorante.

Por lo mismo iniciamos hoy una serie de estudios llamadas las Doctrinas de la Gracia ya que estas son el

sustento para las respuestas que se requieren en torno a la doctrina de la Salvación o soteriología.

Las Doctrinas de la Gracia Las doctrinas de la gracia también son conocidas como calvinismo, un nombre inapropiado, en primer lugar porque no fue Juan Calvino quien las concibió ni las sistematizó y en segundo porque no son doctrinas concebidas por hombre sino reveladas por Dios en las Escrituras. La exposición histórica más clara y sistemática de las doctrinas de la gracia proviene de los días de la Reforma y se encuentra en los Cánones del Sínodo de Dort, una declaración doctrinal redactada en la ciudad de Dordrecht, Holanda, donde en 1618 y 1619 se realizó una convocación teológica para rebatir las doctrinas de los antagonistas,, un grupo de teólogos holandeses que se oponían a la soberanía de Dios y enseñaban la suficiencia y centralidad de la fe humana para salvarse,una enseñanza conocida—también inapropiadamente—como arminianismo. Los Cánones de Dort afirman que sólo Dios salva pues ni las obras del hombre ni su fe natural son suficientes para la salvación, y que la fe salvadora es una fe sobrenatural que Dios da a sus elegidos cuando los llama eficazmente por su gracia soberana. Las cinco doctrinas de la gracia fueron encapsuladas en el acróstico TULIP que en inglés corresponde a sus siglas.

T es por total Depravation, en español Depravación Total;

U es por Unconditional Election, en español Elección Incondicional;

L es por Limited Atonement, en español Expiación Limitada (o Particular);

I es por Irresistible Grace, en español Gracia Irresistible;

P es por Perseverance of the Saints, en español Perseverancia de los Santos.

Cabe Señalar que Calvino no invento el calvinismo, ni que Agustín de Hipona impuso una doctrina nueva cada uno de ellos simplemente sintetizaron y sistematizaron las doctrinas Bíblicas de la salvación reveladas a través de toda las Escrituras, por medio de los profetas, los apóstoles (principalmente Pablo ) y nuestro señor Jesucristo mismo. El considerar las doctrinas de la Gracia es en otras palabras volver a las posturas Bíblicas e históricas de la iglesia reformada, esa iglesia que fue levantada por el Señor para traer luz en medio de la oscuridad impuesta por el romanismo

Parte I - La Depravación del Hombre

La incapacidad del hombre

Es la incapacidad del hombre para obtener una relación con Dios por sus propios esfuerzos y obras como

resultado de la caída de Adán. El pecado dejó hombre espiritualmente muerto en cuanto a su relación con

Dios y moralmente depravado en cuanto a su hablar, su conducta, pensamiento y voluntad, y por lo tal la

Biblia lo declara "muerto en delitos y pecados". Esta condición es la consecuencia directa de la sentencia

puesta por Dios al pecado de Adán.

Génesis 2:16-17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas

del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que comieres de él ciertamente

morirás"

Aunque es verdad que Adán continuó moviéndose y respirando, Dios lo declaró espiritualmente muerto y

separado de Él en aquel mismo día. La muerte física seria evidencia del resultado de su pecado y

finalmente la muerte segunda se apoderaría del hombre para siempre. Algo ocurrió en el hombre que

rompió con aquella relación que existía y unía al hombre a Dios. Desde entonces no hay en el hombre

voluntad alguna para buscar a Dios. Este, es por lo tanto, el principal problema del ser humano. Así

tenemos la incapacidad del hombre para poder hacer nada por sí mismo que le recomiende delante de Dios

y que le otorgue la salvación. Después de la caída de Adán la humanidad quedó muerta, alejada, 'sin Dios

y sin esperanza' en el mundo" (Efesios 2:12)

En esta condición, la humanidad estaba sin esperanza alguna de poder mejorar su situación y se hace digna

de la ira y castigo por su conducta pecaminosa, por tal razón Dios tuvo que enviar a su Hijo al mundo para

rescatarlo de tal horrible condición. El hombre no puede allegarse a Dios, no porque no tenga albedrío

(voluntad), sino que este albedrío está preso, esclavo bajo el poder de la carne y la voluntad de Satanás. El

apóstol Pablo dice:

Efesios 2:2-3 "Y el os dio vida a vosotros, cuando estabais 'muertos' en vuestros delitos y pecados, en los

cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, 'conforme al príncipe del aire', el

espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos

en otro tiempo en los 'deseos de nuestra carne' y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de

ira, lo mismo que los demás..."

El resultado de la caída de Adán fue tal y como Dios lo dijo, causó muerte en el hombre. El mismo día que

pecó, ese mismo día murió. La muerte fue espiritual y aunque el hombre se movía y caminaba, Dios dice

que estaba muerto. (Efesios 2:2). El hombre estaba muerto y no lo sabía. Por esto dice el Apóstol Pablo

que la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, cuando fue introducida la ley. Prueba de esta muerte es

real lo demuestra el hecho de que ninguna nación en el mundo desde Adán hasta Cristo fue una nación

creyente. Ni una sola de las naciones del mundo fue conocida por ser seguidora del Dios verdadero. Un

estudio a través de la Biblia o un estudio sobre la historia del mundo revelan esta gran verdad.

Romanos 3:10 "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien

busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles..."

Solo basta con echar una mirada a la historia de las naciones que vivieron sobre la tierra desde Adán hasta

Cristo y aun hasta el tiempo presente. Es claro que "no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios",

todos han buscado sus propios dioses. Los hombres han sido muy sabios en la sabiduría terrenal, en los

negocios, en la ciencia, en la guerra, en la tecnología y muchas otras áreas, pero cuando se trata del Dios

verdadero, han sido un colosal fracaso. Unos adoran las estrellas, otros el sol y otros la luna; otros adoran

animales tales como la vaca, el toro, la serpiente, las bestias de la jungla y hasta las aves y los insectos de la

tierra. La humanidad ha creado ídolos de la naturaleza y de su imaginación y hasta de su persona. En las

civilizaciones más adelantadas del mundo presente el dios lo es la fama, la posición, el dinero, las

posesiones materiales y el YO.

La muerte espiritual ha dejado al hombre en un estado totalmente carnal e imposibilitado para poder llegar

a Dios. Aun la fe que hace falta para creer en Dios, el hombre no la posee. El ser humano tiene fe en el

mismo, en su dinero, en su trabajo, en su conocimiento, en su juventud, en su fuerza y en sus planes, pero

no tiene fe en Dios y no puede tenerla porque es carnal y no quiere ni puede entender las cosas de Dios

porque son espirituales y se deben de entender espiritualmente.

Romanos 8:5 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la

ley de Dios ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

I Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él

son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

El hombre muerto en el espíritu es un ser carnal y no puede acudir a Dios, no puede percibir las cosas del

Espíritu Santo porque le son locura. Así está el pecador, perdido y con el entendimiento cegado por el

poder de Satanás y del pecado.

Que no significa esta doctrina: Esta doctrina enseña que el hombre es malo, pero NO enseña que el hombre

no sea capaz de hacer algo bueno.

Mateo 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un

pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros

hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

El hombre aun después de la caída es capaz de hacer cosas muy buenas y las hace a diario, como nos dice

Jesús, el hombre ‘siendo malo’ sabe dar comida a sus hijos. El hombre hace cosas dignas de admiración y

reconocimiento. El hombre se preocupa por su prójimo, hace escuelas, establece hospitales, gobiernos y

leyes para el beneficio a la sociedad, establece policías, y ejércitos militares para mantener la paz, etc.

Todas esas cosas son cosas muy buenas y necesarias para que podamos convivir en el mundo de manera

civilizada y en armonía los unos con los otros. PERO eso es solo desde el punto de vista humano y aunque

podríamos decir que tales cosas son vistas ‘en cierta manera’ como buenas aun por Dios, no son lo

suficientemente buenas como recomendar al hombre ante Dios. Al contrario, la Biblia nos dice que las

justicias de los hombres son suciedades ante Dios…

Isaías 64:5 Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus

caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo;

¿podremos acaso ser salvos? 6 Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias

como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como

viento. 7 Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste

de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades

Jesús mismo enseño esto cuando dijo…

Lucas 16: 14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. 15

Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios

conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es

abominación.

El hombre Sí puede hacer muchas cosas ‘buenas’ PERO lo que el hombre NO puede hacer es algo que le

recomiende ante Dios, y entre eso se encuentra la ‘fe’ y el ‘arrepentimiento’ hacía Dios con un corazón

sencillo y humillado.

El problema de la maldad del hombre es algo serio: La condición de la maldad del hombre es tal que el

hombre ‘siendo malo’ no tiene capacidad para hacer algo que sea considerado “espiritualmente bueno”

por Dios y que le otorgue su favor. Jesús dijo:

Mateo 12: 33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por

el fruto se conoce el árbol. (1) 34 ¡Generación de víboras! (2) ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo

malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

La tendencia ‘normal’ del hombre es hacia lo malo y no hacia lo bueno. De eso nos dice Dios que es real y

verdadero desde el mismo principio de la Biblia. La maldad del hombre es una doctrina que se establece

desde los comienzos de la revelación bíblica y negar que el hombre sea perverso y malo es una muestra

más de esa perversión…

Génesis 6: 5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los

pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

Génesis 8: 20 Y edificó Noé un altar a Jehová, y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y

ofreció holocausto en el altar. 21 Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré

más a maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde

su juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.

La realidad de esa maldad se encuentra en toda la raza humana e incluía la nación escogida de Dios, el

pueblo de Israel. Por eso le dice:

Jeremías 32: 30 Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá no han hecho sino lo malo delante de mis

ojos desde su juventud; porque los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de

sus manos, dice Jehová. 31 De tal manera que para enojo mío y para ira mía me ha sido esta ciudad

desde el día que la edificaron hasta hoy, para que la haga quitar de mi presencia.

La depravación, perversidad e incapacidad del hombre para buscar a Dios y/ o responder al Evangelio es

resaltada también por el Apóstol Pablo cuando nos habla de la condición del hombre 'no regenerado’ ó

todo aquel que no ha “Nacido de Nuevo” por obra del Espíritu Santo:

1 Corintios 2: 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él

son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

Como puedes ver, el hombre carnal, es decir, el que no ha nacido del Espíritu no puede percibir las cosas

del Espíritu porque le son locuras. Recuerda cuando Pablo predicó el Evangelio a Festo en Hechos y él le

dijo “Pablo, estás loco, las muchas letras te han vuelto loco” (Hechos 26:24). Festo no podía percibir las

cosas del Espíritu, el mensaje del Evangelio el cual Pablo le predicaba y le parecía que Pablo hablaba

locuras. Pero mira aún más lo que nos dice Pablo…

Romanos 8: 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la

ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Pablo nos dice, que los que designios de la carne son enemistad contra Dios. La naturaleza ‘espiritualmente

muerta’ del hombre tiende a NO buscar a Dios sino el de ‘enemistarse’ contra Dios. El hombre “No

regenerado” no se sujeta a la ley de Dios, no quiere sujetarse a Dios y no puede sujetarse a Dios. El hombre

no regenerado no cree al Evangelio, no escucha la voz de Dios, no se somete, no responde, pues las cosas

de Dios (del Espíritu) le son locura.

Pablo llega a la conclusión de que todos los hombres su naturaleza de depravación han llegado a darle la

espalda a Dios…

Romanos 3:10 "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque

a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles..."

Nosotros los creyentes en Cristo ahora, en un tiempo también estuvimos en esa condición. Por eso como el

hombre no podía ni puede hacer nada por sí mismo, Dios tuvo que hacer algo por el hombre y como para

Dios no hay sorpresas, Él todo lo sabe, dice la Biblia que el plan de Redención preparado por Dios desde la

fundación del mundo fue puesto en funcionamiento para rescatar a su Pueblo de la condenación.

Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios; No por obras

para que nadie se gloríe. Efesios 2:8-9

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parte II - Escogidos por Dios (Elección incondicional)

¿Qué es Elección?

La doctrina de la elección es una que ha causado división no solo entre los protestantes y los católicos, sino

también entre los mismos Evangélicos. La manera de interpretar esta realidad bíblica es la causante de la

división de dos frentes que no ceden el uno ante el otro, los Reformados y los Arminianos.

Existen varias interpretaciones acerca de la naturaleza o significado de la elección. Algunos intérpretes y

maestros de la Biblia sostienen que en realidad nadie ha sido elegido de manera 'individual' sino que Dios

ha elegido colectivamente 'un grupo' (ie. la iglesia) y que los que se hacen parte de este grupo son entonces

llamados elegidos por asociación. Otros sostienen que la verdad de la elección se basa en que Jesucristo

fue el único elegido y que aquellos que 'están en Cristo' son de esta manera, por posición, llamados

elegidos. Y aun otros dicen que los únicos que han sido elegidos son aquellos que pertenecen a la nación

judía y que la elección no incluye de ninguna manera a los no judíos (gentiles).

Ahora, cuando estudiamos cuidadosamente las Escrituras llegamos a la conclusión de que la elección va

más allá de ser parte del cuerpo de Cristo o de estar en Cristo, es más, la razón por la que se es parte del

cuerpo o se está en Cristo es porque se ha sido escogido o elegido por Dios para tal propósito y aún más,

esta elección no está solo limitada solo a los de la raza judía sino que alcanza a gentes de todas las razas por

igual. Dios nos dice que sus hijos, de todas las naciones han sido 'individualmente' escogidos o elegidos por

El. Los elegidos son una multitud incontable de personas de todas las razas, lenguas, linajes y de todos los

tiempos.

Apocalipsis 7:9-10 Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de

todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,

vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación

pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

Es entonces conveniente entender desde la perspectiva bíblica que significa ser escogido. ¿Qué significa en

realidad ser 'elegido'? La Palabra "elegir" significa seleccionar o escoger de dentro de un grupo de dos o

más (personas en este caso). A continuación estaremos mirando los distintos aspectos de esta elección,

comenzando desde el propósito de la elección, la naturaleza o base para tal elección hasta el resultado final

de esta elección.

Propósito de la Elección

El ser escogido en si no conlleva nada más que el haber sido amados o conocidos por Dios, cosa que es

sumamente grande e importante para un ser humano. Este amor nos lleva entonces al propósito de Dios

ya que no hemos sido solo conocidos sino que también hemos sido señalados por Dios para uno o más

propósitos.

Tipos de Elección: En la Biblia encontramos casos diversos de personas que fueron elegidas por

Dios para algún propósito especial. A continuación presentamos algunos tipos de elección que

encontramos en la Biblia.

Elección de Israel como nación especial:

La nación o pueblo de Israel fue escogido por Dios de manera incondicional para llevar a cabo el propósito

de Dios sobre la tierra delante de las demás naciones.

Deuteronomio 7: 4 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido,

pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos que están sobre la tierra.

Esta elección de Israel como nación representa o tipifica la iglesia del Nuevo Pacto. Donde Israel era el

pueblo escogido por Dios en el Antiguo Pacto, lo es la Iglesia en el Nuevo Pacto. El pueblo escogido del

Nuevo Pacto incluye tanto Israelitas como no Israelitas que han creído en Jesucristo. En el Antiguo Pacto la

elección del pueblo de Israel fue "nacional" en el Nuevo Pacto la elección de la Iglesia es "individual" por

medio de Cristo. La elección del pueblo fue para ser nación terrenal pero la elección de la Iglesia tomo este

lugar para ser nación celestial.

Elección de los levitas para el sacerdocio:

El siguiente ejemplo que presentamos lo es el de los levitas en el pueblo de Israel.

Deuteronomio 18:5 Porque le ha escogido Jehová tú Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar

al nombre de Jehová, él y sus hijos para siempre.

La tarea de los Levitas era una especial en el pueblo de Dios. Ellos estarían encargados de ministrar a Dios

en los asuntos religiosos y concernientes a lo relacionado al templo, los sacrificios, las ofrendas, etc. Esta

tribu fue escogida para este cargo por deseo de Dios y nadie más podía hacer labor de levita sino aquellos a

quien Dios escogió para ello.

Para ser profeta de Dios

Otro de los propósitos de Dios al escoger a alguien para una tarea era la de ser profeta. Un ejemplo muy

especial de esto lo tenemos en Jeremías, quien según dice la Biblia fue escogido desde antes de formarse

en el vientre de su madre para ser profeta sobre Israel.

Jeremías 1:7 Antes que te formases en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifique y te di por

profeta a las naciones.

Para salvar la humanidad (Jesús)

La Biblia siempre hablo en el Antiguo Testamento del que el Mesías había de venir al mundo para ser el

libertador del pueblo. La palabra Mesías significa ungido o escogido. Este título fue el que llevo Jesús de

Nazaret en cumplimiento de la profecía bíblica. Jesús es el escogido de Dios...

Mateo 12:18 He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi Amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi

Espíritu sobre él Y á los Gentiles anunciará juicio.

Para ser Madre de Jesús

Existe un propósito particular por medio del cual alguien es escogido por Dios para realizar una labor

importante. La virgen María fue escogida por Dios para dar a luz al Mesías.

Lucas 1:30-31 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y

ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamaras su nombre Jesús.

Para ser apóstoles

Jesucristo escogió doce apóstoles para llevar a cabo su obra en la tierra durante su ministerio y para que

fueran ellos los que continuaran con la predicación del Evangelio...

Marcos 1:17 Y le dijo venid en pos de mí, y hare que seáis pescadores de hombres.

La elección de los Creyentes de la Iglesia es para:

Escogidos para Salvación y Vida Eterna

El principal propósito por el cual Dios escogió a sus hijos fue el de la salvación. De acuerdo a

Tesalonicenses vemos que esta verdad debe producir agradecimiento a Dios de parte del cristiano que

reconoce que ha sido escogido por Dios.

2 Tesalonicenses 2:13 Más nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados

del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu

y fe de la verdad

Escogidos para Santidad y buenas obras

La segunda razón de nuestra elección es la santificación. El ser santificado o santo significa ser separado

para una obra de Dios. La santidad en el creyente no es negociable. Es un requisito el cual es demandado

por Dios. Dios establece en su Palabra que sin Santidad nadie verá si al Señor.

Efesios 1:4 Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin

mancha delante de él en amor;

Los escogidos están llamados a ser santos. No existe otra alternativa para un verdadero creyente que ha

sido escogido por Dios.

Colosenses 3:12 Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de

benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;

El fruto del Espíritu distingue al verdadero escogido de Dios. Jesucristo mismo dijo que por sus frutos

serian conocidos los verdaderos seguidores.

1 Pedro 1:2 Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser

rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sea multiplicada.

1 Tesalonicenses 4:7 Porque no nos ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificación

Efesios 2: 10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios

preparó para que anduviésemos en ellas.

Tito 2:14 Que se dio á sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un

pueblo propio, celoso de buenas obras.

Escogidos para predicar el evangelio

Los apóstoles fueron los primeros escogidos en la Iglesia para predicar el evangelio y les dio mandamientos

referentes a la predicación del Evangelio del Reino a todo el mundo.

Hechos 1: 2 Hasta el día en que, habiendo dado mandamientos por el Espíritu Santo á los apóstoles que

escogió, fue recibido arriba;

Algunos dentro de la Iglesia son escogidos para trabajos especiales. Los líderes, apóstoles, y evangelistas

son escogidos para esto tal como lo fue Pablo...

Hechos 9:15 Y le dijo el Señor: Ve: porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en

presencia de los Gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel:

La predicación de la Palabra a los pecadores es el llamamiento de los escogidos de Dios. La iglesia tiene

sobre sus hombros la gran comisión de predicar el evangelio a toda criatura en todo el mundo...

Mateo 28:18 Id por todo el mundo y predicad el evangelio...

Cada creyente tiene una posición especial de sacerdote en la iglesia y fue escogido(a) para anunciar las

virtudes del que le llamó...

1 Pedro 2: 9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que

anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.

Naturaleza de la Elección

¿En que se basa la elección de Dios? Algunos han llegado a creer que la naturaleza de la elección ha sido

basada en el conocimiento previo que Dios tenia de las personas, de lo que él vio en su corazón pero este

nos deja con que Dios escoge salvar "a los mejorcitos" y no salva a los de corazón malo, en esta teoría los

difíciles no se salvan. Otros dicen que Dios previó a los que iban a creer en El y basó la elección en ese

conocimiento. Esta interpretación basada en la palabra "presciencia" en I Pedro 1:2 y "los que antes

conoció" en Romanos 8:29 aunque de pronto parece lógica, una vez examinada por la Biblia queda sin

fundamento por lo menos en dos razones. Primeramente tenemos que la Biblia nos dice que Dios escogió

"para salvación" pero si el hombre puede llegar a creer y ser salvo sin ser escogido entonces ¿para qué

escogerlo? Esa interpretación de "fe prevista" destruye la doctrina de la elección haciéndola innecesaria. En

segundo lugar ya hemos visto en la primera parte de esta serie que la caída del hombre fue tan

devastadora para la humanidad que les dejó bajo el total dominio de Satanás, de la carne y del pecado. Tal

es así que ningún hombre ha buscado a Dios, no porque no haya querido sino porque no ha podido, ni

puede porque vivo ciego a las cosas espirituales. Esta es la situación crítica del hombre.

Romanos 3:10-12 Como está escrito: No hay justo, ni aún uno; No hay quién entienda. NO hay quién

busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quién haga lo bueno, no hay ni

siquiera uno. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles.

Si esto es así, como podemos suponer entonces que el hombre podía buscar a Dios cuando la Biblia

claramente dice que "ninguno busco a Dios". Queda claro que esto es imposible. El hombre sin Dios no

está simplemente enfermo sino que "está muerto, sin Dios y sin esperanza en el mundo".

Por otra parte, supongamos que el hombre pudiera de sí mismo buscar a Dios y hacer lo bueno. Si esto

fuera cierto, entonces el hombre no fuera el escogido sino que fuera Dios el escogido y el hombre quien

escoge. Estaríamos en una situación donde Dios nos dice: "Yo te escogí" y pudiéramos contestar "si pero

solo porque yo te escogí primero". Tal cosa no es solamente absurda y sino anti-bíblica. Una de las razones

por las cuales el que ha sido escogido cree, es porque ha sido capacitado por Dios para eso, de otra manera

tampoco creería.

1 Juan: Le amamos a él porque él nos amó primero...

Juan 15:16 (Jesús dijo…) No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para

que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi

nombre, él os lo dé.

Queda muy claro que fue Dios quien hizo la elección y no el hombre. Es Dios quien escoge y no de otra

manera. ¿Por qué entonces escoge Dios al hombre? Dios escoge al hombre simplemente porque lo ama,

de acuerdo a su voluntad. No ha habido nada en el hombre que le recomiende ante Dios. El hombre

siempre ha buscado hacer lo malo pero Dios en su misericordia y su amor escogió al hombre. No es por lo

que alguno diga "ser" o "hacer", sino que es por la misericordia de Dios...

Romanos 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

Si hubiera algo en el hombre que de alguna manera movió a Dios a escogerlo, tal cosa sería la

incompetencia, la necedad y la incapacidad para funcionar aun dentro del mundo.

I Corintios 1:25-29 Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni

muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo 'necio' del mundo escogió Dios, para avergonzar a los

sabios; y lo 'débil' del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte, y lo 'vil' del mundo escogió Dios, y

lo 'menospreciado' escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su

presencia.

Aun el pueblo de Israel, tipo de la Iglesia en el Nuevo Testamento, fue escogido de dentro de las demás

naciones, no por su grandeza y poder sino por su incapacidad y su ineptitud.

Deuteronomio 7:6-7 Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para

serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más

que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de

todos los pueblos;

Tiempo de la Elección

La elección de Dios tuvo lugar mucho antes de que usted y yo creyéramos en Cristo. También mucho antes

de que usted naciera o se formase en el vientre de su madre. Este acto de elección de parte de Dios

ocurrió aún mucho antes de la crucifixión de Cristo en el Calvario. La Biblia nos enseña que los creyentes

fueron escogidos por Dios antes de la fundación del mundo.

Efesios 1:3-5 3 Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda

bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: 4 Según nos escogió en él antes de la fundación del

mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; 5 Habiéndonos predestinado para

ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,

Dios por su Gracia infinita ha escogido por su amor y deseo aquellos a quienes nos regaló la salvación

cuando no la merecíamos. Cuando no le buscamos, y cuando le dimos la espalda. Fuimos escogidos en

Cristo según el puro afecto de su voluntad para que fuésemos separados para él; un pueblo santo que

predica de sus grandezas a todo el mundo.

Porque "por Gracia" sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios; No por

obras para que nadie se gloríe Efesios 2:8-9

p

Parte III - La Expiación limitada

En la segunda parte de esta serie vimos como Dios escogió desde antes de la fundación del mundo salvar

un número incontable de seres humanos. Esa elección no fue basada en nada bueno que estuviera en esas

personas sino que fue de acuerdo "a la voluntad y amor de Dios". La Biblia nos enseña que Cristo murió en

la cruz del calvario y que derramó su sangre para perdón de pecados. La pregunta que surge entonces es

¿Murió Cristo para expiar la culpa de todos los hombres o murió para expiar la culpa de aquellos quienes el

Padre había escogido desde la fundación del mundo? Bueno, es claro que si Dios escogió salvar algunos y

no todos los hombres caídos de la raza humana, entonces los pecados de ‘esos’ hombres debía ser

‘expiados’. La paga debida por esos pecados, debió ser completamente satisfecha y de esa manera, estos

hombres pecadores serían librados de la culpa del infierno por su pecado, esto es lo que se conoce como la

doctrina de la "expiación definida" o "expiación limitada".

Aunque esta doctrina es rechazada aun más que la de la elección incondicional del hombre, la "expiación

definida o específica" no es algo nuevo ni invento de hombres malinterpretando la Palabra de Dios.

Cuando estudiamos el Antiguo Testamento encontramos que las expiaciones y los sacrificios ofrecidos eran

solamente a favor del pueblo de Dios, los de la nación de Israel. Los sacrificios no cubrían los pecados de

los Egipcios, ni de los Sirios, ni los de Babilonia, sino que cubrían solamente los pecados del pueblo de Dios,

por lo tanto los sacrificios y la expiación de pecados siempre fue una "expiación específicamente limitada al

pueblo de Dios". Ahora bajo el Nuevo Pacto es de la misma manera. El sacrificio de Cristo cubrió los

pecados de “SU PUEBLO”. La misión de Cristo en su encarnación fue la de venir al mundo y “salvar a su

pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). ¡Y eso exactamente es lo que Cristo hace triunfantemente! Ese

pueblo, por supuesto, no es un pueblo de linaje sanguíneo sino un pueblo espiritual, escogido por gracia y

conforme a la promesa. En el libro de hebreos se nos dice:

Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo

mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, 15 y

librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. 16

Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. 17 Por lo

cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en

lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. 18 Pues en cuanto él mismo padeció siendo

tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.

Vemos que Dios vino a socorrer a “la descendencia de Abraham”. Esto no puede ser una referencia a Israel

como pueblo, porque la descendencia física de Abraham también incluía los hijos de la esclava (Ismael) y

los descendientes de (Esaú). Esta descendencia es una descendencia espiritual y lo hayamos escrito así…

Juan 8: 37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla

cabida en vosotros. 38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca

de vuestro padre. 39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos

de Abraham, las obras de Abraham haríais. 40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he

hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. 41 Vosotros hacéis las obras de vuestro

padre. Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. 42

Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he

salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. 43 ¿Por qué no entendéis mi

lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. 44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos

de vuestro padre queréis hacer.

Gálatas 3: 6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. (1) 7 Sabed, por tanto, que los que

son de fe, éstos son hijos de Abraham. (2) 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe

a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las

naciones.

Gálatas 3: 29 Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la

promesa.

En la cruz, Dios no lidió con parentescos humanos ni terrenales sino con un linaje espiritual, un pueblo

según la promesa, ¡un pueblo de fe! Y por ese pueblo murió Cristo, un pueblo quien el conocía de

antemano y que sabía que habría de rescatar de sus pecados.

Isaías 53: 10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto

su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su

mano prosperada. 11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento

justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. 12 Por tanto, yo le daré parte con

los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue

contado con los pecadores, (9) habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Es importante notar que cuando todo sea terminado, Cristo habrá de ver el fruto de su aflicción de su alma

y quedará satisfecho. La única forma que Jesús puede estar satisfecho por su obra es si “todos aquellos”

por quienes el murió "llevando las iniquidades DE ELLOS" son finalmente salvos. Al contrario, si la mayoría

se pierde ó si siquiera uno solo se pierde ¿Cómo habría de estar ‘satisfecho’ el buen pastor? ¿Cómo ha de

estar satisfecho el que se preocupa por una sola oveja hasta hallarla, si al final la pierde? Jesús dijo a un

grupo de judíos que no creían en él:

Juan 10:11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.14 Yo soy el buen pastor; y

conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y

pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también

debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo

mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder

para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 23 y Jesús

andaba en el templo por el pórtico de Salomón. 24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo

nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y

no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no

creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me

siguen, 28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi

Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el

Padre uno somos.

Si usted ha podido seguir el hilo de la conversación que Cristo tuvo con aquellos judíos se habrá dado

cuenta de lo que estamos diciendo. Jesús les dice que él es el "buen pastor" y que como tal "da su vida por

las ovejas". Estas palabras eran en referencia a su muerte en la cruz tal como lo señala unos versos más

abajo cuando dice "y pongo mi vida por las ovejas" y luego otra vez "yo pongo mi vida, para volverla a

tomar". Ahora, cuando los judíos se le acercan de nuevo en el templo (verso 24) y le dicen que le declare

abiertamente si en verdad él es el Cristo, Jesús les responde "Os lo he dicho, y no creéis". Y les repite

"vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las

conozco, y me siguen".

Lo que vemos es que Jesús ha declarado y afirmado la doctrina de la expiación limitada o definida. El dice

que solo pone su vida por las ovejas las cuales define como aquellas que oyen su voz y le siguen. Esto lo

hace en referencia a la fe (creer en él). Además Jesús habla de otras ovejas que tiene las cuales ha de traer

a su redil pero les dice a los judíos allí presentes "vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas". Estas

palabras son fuertes pero dicen exactamente eso mismo. Cristo no iba a poner su vida por ellos sino

solamente por "sus ovejas".

Cuando Cristo participó de la última cena con sus discípulos les dijo “esta es la copa del pacto en mi sangre

que POR MUCHOS es derramada”. Y cuando se presentó al Padre en oración en Juan 17 como “Sumo

Sacerdote” de su pueblo, hizo intercesión solamente por “los que el Padre le había dado y por los que había

de creer”, no por el mundo sino “por lo que del mundo me diste”.

Vemos que Dios hace las cosas en orden y la expiación de los pecados no escapa ese orden. Algunos

pensarán que es una doctrina cruel e injusta que Dios escoja solamente algunos y que solamente Cristo

derrame su sangre y muera a favor de ellos y no por toda la raza humana. Lo cierto es que si Dios hubiera

decidido salvar a solamente una persona o hubiera decidido salvar a ninguno, seguía siendo siempre justo.

Nadie se merece la salvación y si Dios hubiera decidido condenarnos a todos estaría obrando con justicia.

Por lo tanto si salva a los que se ha propuesto salvar, entonces eso demuestra su misericordia y no su

injusticia pues la salvación no es asunto de justicia sino de gracia. Si por justica fuera, nadie sería salvo.

Por cierto, los versos que hemos dado para probar y establecer esta doctrina no son los únicos, hay otros

versos y doctrinas que respaldan esta verdad. Pero es cierto que existen algunos versos en la Biblia que

parecen dar a entender que Cristo murió por toda la raza humana sin excepción. Uno de esos versos es .

1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado

tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no

solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

Ahora, existe un problema con la interpretación de este verso. Si lo interpretamos por si solo (como hacen

muchos) tenemos que descartar otros versos que definen la redención como un acto que beneficia

solamente a la iglesia, el pueblo que Cristo vino a salvar (Mateo 1:21). Propiciación significa literalmente

"apaciguar" y es una referencia al sacrificio presentado bajo el Antiguo Pacto cuando el Sumo Sacerdote

entraba al lugar santísimo y rociaba gotas de sangre sobre el propiciatorio (o "asiento de misericordia") que

reposaba sobre el arca del pacto en el lugar santísimo del tabernáculo y donde se apaciguaba la ira de Dios

contra los pecados el pueblo. ¿Pero está este verso diciendo que Dios ha perdonado todos los pecados de

cada individuo de todo el mundo desde el principio hasta el fin? Honestamente no lo creo, por lo menos no

de esa manera, si así fuera nadie iría al infierno, por lo tanto debemos tener cuidado como interpretamos

este verso pues llevaría a la herejía universalista que dice que todo el mundo será salvo y nadie condenado.

Así que este texto presenta un problema de interpretación tanto para el que cree en una redención

definida o limitada como para el que no la cree. Este verso probaría demasiado, por eso tanto los

Arminianos y otros grupos que se oponen a esta doctrina también se ven en la obligación de "limitar" la

expiación. En vez de limitar el alcance y decir que Cristo murió solamente por su iglesia, como lo creen los

Reformados, ellos limitan el poder de la expiación. Los Reformados creemos que la expiación de Cristo es

'vicaria' (en lugar de) todos aquellos que creerían al evangelio y "con seguridad" serían salvos por la cruz de

Cristo mientras que ellos creen en una expiación que provee 'posibilidad' de salvación a todo el mundo

pero sin asegurar infaliblemente la de ninguno. Esa visión limita el propósito de la muerte vicaria de Cristo

y podría haberse dado la posibilidad que ninguno hubiera creído al evangelio. Sin duda el tema es

complicado pero pienso que existe una buena interpretación que se mantiene dentro del contexto bíblico.

Esta cita bíblica junto con otras como la tan conocida Juan 3:16 nos hablan de la extensión global de la

redención. El sacrificio de Cristo ha apaciguado la ira de Dios con el fin de otorgar a los hombres escogidos

de todo el mundo, grandes y chicos, altos y bajos, de toda raza y de todo color una vía de perdón y

reconciliación con Dios por medio del sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario no solo a los de la nación de

Israel sino para "el mundo entero". Esta frase debe de entenderse a la luz de toda la revelación bíblica. La

sangre de Cristo está derramada para perdón de pecados de "todo aquel que cree", o como el mismo lo

definió, Su pueblo que oye su voz y le sigue, ¡Sus ovejas!

Consideremos por un momento a Juan 3:16. Como ya mencionamos este verso utilizado a menudo para

indicar que la muerte de Cristo fue a favor de cada miembro de la raza humana desde Adán en adelante es

Juan 3:16.

Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no

se pierda más tenga vida eterna

Sin duda alguna esta declaración "parece" afirmarnos que la venida de Cristo a la tierra fue una dádiva de

Dios Padre a favor de toda la humanidad. A continuación me gustaría compartir un entendimiento bíblico

de este verso tan popular y que quizás usted no haya considerado. Creo que la Biblia es una ‘unidad’ y que

para llegar a una conclusión correcta de sus enseñanzas es necesario tomar cada verso dentro de su

contexto inmediato, a la luz de otros versos que hablan sobre el tema y por supuesto dentro del contexto

de la Biblia en su totalidad.

Con respecto al uso de la palabra ‘mundo’ en los escritos de Juan, particularmente en el Evangelio que lleva

su nombre, no podemos llegar a la conclusión de que la palabra ‘mundo’ tiene un solo significado en vista o

que siempre es usada de la misma forma en distintos contextos. Existen diferentes significados para la

palabra mundo a través de este libro. Primeramente quiero resaltar ciertos puntos principales que se

encierran en este verso. Mientras miramos a este verso, yo creo que debemos descartar la idea del

‘universalismo’ lo cual nos deja con un mejor entendimiento del mismo. Esto es lo que vemos:

Dios amó al mundo de tal manera que...

Envió a Su único Hijo (Jesús)

Para que todos aquellos que creen en El Hijo

No se pierdan – sino que tengan vida eterna

En resumen, lo que vemos es que el amor de Dios es un amor “activo”. Dios amó al mundo, por lo tanto

Dios envió Su Hijo, para que ‘creyendo’ en El los tales reciban vida eterna. Aunque el Hijo fue enviado el

mundo, El no fue enviado para salvar a todos en el mundo sino solamente a salvar a aquellos que creen en

El. La pregunta que me hago es: ¿Sabía Dios quienes eran los que iban a creer y quienes no iban a creer en

el Hijo antes de enviar el Hijo al mundo? Yo creo que la respuesta es una resonante ¡Sí! Y espero que usted

también lo crea así. Por lo tanto, Dios intencionalmente envió a su Hijo para aquellos que quienes creerían

en el, creyeran y recibieran vida eterna y él sabía de antemano quienes serían.

Esto está en línea con el resto de las Escrituras del Apóstol Juan que nos presenta a Cristo enfocado no

necesariamente en todo el mundo sino únicamente en aquellos del mundo quienes ya creían o iban a creer

en El cómo en Juan 17:9.

Pero miremos por un momento otro verso con la palabra ‘mundo’ en el Evangelio de Juan como lo es el

siguiente:

Juan 1:29 El próximo día Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo, “¡Mirad, he ahí el Cordero de Dios que

quita el pecado del mundo!”

¿Quita Cristo actualmente el pecado de cada individuo en el mundo o solamente quita el pecado de

aquellos que creen? Pienso que podríamos entender que aquellos referidos aquí como “el mundo” son

solamente los que creen Cristo, ¿no lo cree usted? Además, si vemos en este verso haciendo referencia al

mundo como un “lugar” en vez de “gente”, entonces podemos todavía tener a Jesús siendo el que “quita el

pecado del mundo”, aunque no todos en el mundo tienen sus pecados quitados por El.

De todas formas, si pensamos que se refiere a la ‘humanidad’ cuando se refiere al "mundo", ¿no tendría

más sentido pensar que esta declaración dice que Jesús no vino a quitar solamente los pecados de “la

nación de Israel” sino también los pecados de “la otra gente” del mundo, aun de aquellos los cuales no

tenían parte en el Israel étnico? ¿No sería mejor entender esta declaración como una referencia a todo el

‘mundo’ sin distinción nacional (Judío o Gentil) o distinción de clase (pobres y ricos, grandes y pequeños,

hombres y mujeres, esclavos y libres) y no necesariamente como el pecado de todo el mundo sin

excepción? Yo pienso que sí.

¿Diría usted que Juan el Bautista estaba equivocado o que mintió cuando dijo que Jesús es “El Cordero de

Dios que quita el pecado del mundo” cuando en realidad Jesús no quita literalmente el pecado de todo el

mundo en el mundo entero? Por lo tanto, si usted no piensa eso (como espero), y Jesús en realidad sigue

siendo “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, aunque los pecados de decenas de millones en

el mundo no son quitados por El. ¿Por qué hemos de forzar la idea de que la palabra “mundo” en Juan 3:16

habla de todos y cada individuo en el mundo?

Pero volviendo atrás a Juan 3:16, muchos han señalado este verso como el más poderoso en contra de una

“redención limitada” a un grupo de escogidos. Ciertamente así parece ser pero creo que podemos

argumentar bíblicamente que “el mundo” en vista aquí es una referencia a “los escogidos” de toda la tierra.

Como veremos a continuación y muy interesantemente el Apóstol Pablo nos da lo que parece ser un

‘comentario’ inspirado por el Espíritu Santo a este mismísimo verso de la Escritura. Consideremos lo

siguiente, si comparamos el mensaje presentado en Juan 3:16 donde el Hijo es dado por el Padre a aquellos

que El amó (el mundo) con lo que Pablo dice a los Romanos veremos algo sumamente interesante:

Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que

conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para

que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos

hermanos. 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y

a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros,

¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,

¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el

que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el

que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del

amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36

Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de

matadero, 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo

presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del

amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Manteniendo en mente el mensaje de Juan como vimos arriba podemos ver que Pablo hace ciertas

declaraciones en referencia a “los escogidos” que van muy en línea con el mensaje de Juan 3:16. Veamos:

1. Dios amó al mundo de tal manera que…

Pablo dice o específica quienes fueron el objeto del amor de Dios. El dice que fuimos “nosotros”: “Dios es

por nosotros”, el amor de Dios es “a nosotros”. Más abajo él dice “¿Quién nos separará del amor de

Cristo...? y otra vez “a través de Aquel que nos amó”.

2. Envió a Su único Hijo (Jesús)

Pablo continúa diciendo para quién (o a favor de quien) fue enviado El Hijo. El dice “por nosotros”: “el no

escatimó a Su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros”

3. Para que todos aquellos que creen en El Hijo

El sigue explicando quienes son los “nosotros” a los cuales se ha estado refiriendo en todo este pasaje y

dice que son “los escogidos de Dios”: “Quien acusará a los escogidos de Dios, es Dios quién Justifica...” *La

justificación es por la fe en Cristo- Romanos 5:1)

4. No se pierdan – sino que tengan vida eterna

Y Pablo concluye diciendo que “*nada+ nos separará del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor

nuestro”, lo cual implica obligatoriamente la “vida eterna”.

Como hemos visto, Pablo dice que “Dios amó a los escogidos” y que “Dios es por los escogidos” y que El

envió a Su único Hijo para que fuese “entregado por nosotros los escogidos”, para que los escogidos nunca

se separen de Él. Ellos no perecen porque Dios les ha amado y finalmente ellos, los escogidos nunca jamás

serán separados del amor de Dios porque estaremos para siempre con aquel que nos amó.

Dios siempre ama al final aquellos que amó en el principio (Jeremías 31:3), con "amor eterno". Así que

preguntamos ¿A quién amó Dios?, la Biblia dice ¡a los escogidos del mundo! (Juan 3:16 con Romanos 8:37).

Un aspecto importante de la redención es el que nos presenta la obra de Cristo como el "pago de rescate".

Este pago fue hecho como una "compra" o adquisición. Cuando la Biblia habla de tal evento lo refiere sola

y únicamente con relación a la iglesia indivisible:

Hechos 20: 28 Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha

hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.

1 Corintios 6:19 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al

que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; 20 fueron comprados por un

precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.

1 Corintios 7:22 Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo

modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. 23 Ustedes fueron comprados por un

precio; no se vuelvan esclavos de nadie.

Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por

ella,26para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra,27a fin de

presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa

semejante, sino que fuera santa e inmaculada

Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra

salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las

arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

La redención tomó lugar en la cruz del Calvario. Allí Cristo "adquirió su posesión" por medio de su sacrificio

sabiendo por quien moría tal como nos dice la Biblia "y por su conocimiento justificara mi siervo justo a

MUCHOS" (Isaías 53) Cristo fue a la cruz "a poner la vida por sus ovejas". Fue allí donde se efectuó la

redención de los salvados quienes tal como vemos en Apocalipsis no son "todos" los hombres de la tierra

sino muchos "de los hombres de la tierra"

Apocalipsis 5: 8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se

postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las

oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir

sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua

y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

Apocalipsis 14:2 Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran

trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Y cantaban un cántico nuevo

delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el

cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. 4 Estos

son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por

dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el

Cordero;

Pero en fin, esta doctrina nos ayuda en al por lo menos dos formas, primero porque podemos hablar de

Cristo a toda criatura (Mateo 28:18; Marcos 16:15) sabiendo que las ovejas oirán la voz del pastor. Y

segundo porque aunque queremos que "todos procedan al arrepentimiento y nos duele la incredulidad de

muchos" no nos frustráramos si algunos no escuchan como si dependiera de nuestra habilidad salvar las

personas pues es Dios quien salva. Por supuesto nosotros como predicadores presentamos el evangelio lo

más claro y fácil de entender posible pero confiamos en que sea Dios quien haga la obra, pero esto lo

veremos en la siguiente sección: "El llamamiento Eficaz".

Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios; No por obras

para que nadie se gloríe

Efesios 2:8-9

o

Parte IV El Llamamiento Eficaz de Dios

La Gracia Irresistible

Para comenzar esta sección lo hacemos con la siguiente pregunta ¿Es verdaderamente

„irresistible‟ el llamado de Dios al pecador, o no lo es? Muchos estudiantes de la Biblia, sin

pensarlo dos veces afirman que sí lo es. Para estas personas el Evangelio es ofrecido a todas

las personas sin distinción alguna y son ellos quienes deben decidir creer o no creer el

mensaje. Todos aquellos que creen o aceptan a Cristo son salvos pero los que le rechazan no

lo son. Preguntamos ¿porqué es que algunos creen y otros no? Y la respuesta es simplemente

que cada persona posee “libre albedrío” para decidirse por Cristo o no hacerlo. Es más,

muchos afirman que Dios mismo „ha dado‟ libre albedrío (o al menos lo da al momento de la

decisión) para que puedan decidir por Cristo y ser salvos o rechazarle y ser condenados.

Pero sigamos indagando ¿Qué es lo que hace la diferencia entre una persona y la otra? ¿Por

qué es que a un individuo al que se le muestra el camino al cielo por la fe en Cristo lo recibe

mientras que a otra persona de igual manera se le demuestran con toda claridad las

consecuencias de condenación eterna en las llamas del infierno ardiendo si rechaza a Cristo y

esta simplemente no cree? ¿Qué hace la diferencia entre uno y otro? ¿Será un asunto de

capacidad mental? ¿Será que el evangelio lo reciben los más inteligentes, aquellos que tienen

mayor capacidad de lógica? Obviamente la diferencia no puede estar en el hombre quién de

ser así tendría algo de que gloriarse por su capacidad de „raciocinio‟, „de lógica‟, por su

„capacidad intelectual‟ o por su „sabiduría‟. Sin embargo la realidad prueba lo contrario.

Existen muchas personas que poseen un nivel de lógica mucho mayor que la de muchos

creyentes y simplemente no creen el evangelio. Hombres y mujeres que son doctores,

científicos, y profesionales de todos los campos, simplemente no creen el mensaje de la cruz.

Lo que es más, el Apóstol Pablo en su carta a los Corintios escribe diciendo “Pues mirad,

hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos,

ni muchos nobles” (1 Corintios 1:26). Interesantemente con todo esto, la contestación

presentada a todas estas preguntas, no es sino la misma respuesta dada al comienzo, es a

causa del ¡Libre albedrío!

Ciertamente, esta „teoría‟ aunque muy popular dentro de la iglesia no es cierta y por cierto se

halla muy lejos de la verdad. En la primera parte a esta serie sobre “Las Doctrinas de la

Gracia”, vimos las bases bíblicas que establecen que el ser humano está depravado a tal grado

que no le interesan las cosas de Dios o por lo menos no de la manera que Dios quiere y

demanda. No-solo son las tendencias del hombre „continuamente hacia el mal‟ (Génesis 6:3),

sino que la Biblia establece que el hombre no puede venir a Cristo si el Padre no le trae. Jesús

dijo “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere...” (Juan 6:44a). El

hombre por su propio albedrío simplemente no puede venir a Cristo, Dios mismo debe traerle

hacia él. Pero los proponentes de la “teoría del libre albedrío” tratan de explicar este verso

diciendo que Dios atrae a todos los hombres a Cristo y que aunque algunos „escogen por su

libre albedrío‟ creer en Cristo, otros hombres „escogen en su libre albedrío‟ no creer en Cristo.

Sin embargo veremos que tal enseñanza no es verdaderamente cierta. Un poco más adelante

en ese mismo capítulo Jesús dijo:

Juan 6:64-65 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde

el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por

eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.

Como vemos, la razón por la que algunos no creían no es a causa del libre albedrío sino porque

a estos no les había sido “dado del Padre”. Así que lo que podemos ver en esta enseñanza es

que no queda otra conclusión que aquellos quienes creen en Cristo son aquellos que se "les ha

sido dado del Padre". El Apóstol Pablo nos habla de estar verdad cuando dice "a vosotros os

es concedido creer por causa de Cristo" (Col. 1:29), por lo tanto son los mismos que fueron

„escogidos por Dios‟ desde antes de la fundación del mundo como lo estudiamos en el artículo

bajo el titulo “La Elección Incondicional” y son también los mismos por quienes Cristo murió

como lo vimos en el estudio bajo el titulo “La Expiación Definida”.

El Albedrío del Hombre

Ciertamente el hombre sí tiene „albedrío‟ o „voluntad‟, eso la Biblia no lo niega. Lo que la Biblia

no respalda es la idea que el albedrío del hombre sea „libre‟ (un albedrío que es libre o 'libre

albedrío') para actuar y hacer lo correcto espiritualmente. En primer lugar, el albedrío del

hombre no es libre porque éste posee una naturaleza pecaminosa que tiende solamente hacia

el mal y aun lo „bueno‟ que hace está infectado de pecaminosidad. La voluntad del hombre no

se inclina hacia Dios sino que está en contra de lo divino, se rebela contra el creador y está en

constante guerra contra Él. En segundo lugar, la Biblia nos declara que el hombre en el

mundo se halla bajo el control de Satanás quién no solamente controla su proceder y le

esclaviza al pecado sino que también ciega su entendimiento de tal manera que el hombre no

pueda venir a Cristo. El hombre simplemente está atado, esclavizado y cegado “sin Dios y sin

esperanza en el mundo”.

Como hemos de ver, para que las personas sean salvadas del pecado debe de ocurrir algo en

ellos que el libre albedrío jamás podrá lograr. Dios debe traerles hacia el de alguna forma que

asegure que su propósito se cumpla. Como hemos visto, Dios escogió desde antes de la

fundación del mundo y de dentro de toda la humanidad caída en Adán, un número incontable

de personas las cuales son llamadas „escogidas‟. Cristo vino al mundo a morir en lugar de

ellos, pero el perdón de pecados no puede ser aplicado a ellos hasta que ellos reciban y crean

en las buenas nuevas de salvación por medio del Evangelio. Pero existe un problema, si el

hombre „no puede‟ venir a Cristo por su propio libre albedrío, entonces algo tiene que ocurrir

en el hombre para que este pueda venir a Cristo. Como vimos anteriormente, el hombre debe

ser “traído por el Padre”, y el venir a Cristo le debe ser “dado del Padre”. Si eso no ocurre el

hombre no puede venir a Cristo. Nosotros creemos que la Biblia enseña que el hombre tiene

que nacer de nuevo para poder venir a Cristo. Pero ¿cómo ocurre esto? Creemos que el

nuevo nacimiento es obrado soberanamente y sobrenaturalmente por medio del Espíritu Santo

en la predicación de la Palabra. La Biblia nos declara que es por medio de la Palabra que

somos renacidos “siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la

palabra de Dios que vive y permanece para siempre.” (1 Pedro 1:23).

La Predicación del Evangelio

La predicación del Evangelio es el principal medio para efectuar el nuevo nacimiento en las

personas. Pero debemos entender que aunque la predicación es un medio, este medio es

ineficaz si no va acompañado del poder „vivificador‟ de Cristo por medio del Espíritu Santo

quien es el que opera el cambio en los corazones de los hombres. La “palabra” por lo tanto es

Cristo mismo en Espíritu. Jesús dijo “mis palabras son espíritu y son vida”. Por lo tanto

debemos comprender que aunque el evangelio es predicado a todos los hombres

indiscriminadamente de acuerdo al mandamiento dado por Cristo mismo de „predicar el

evangelio a TODA criatura”, esa predicación tiene eficacia solamente cuando Dios la aplica al

corazón del hombre. Por esto debemos hacer diferencia entre lo que llamamos el “llamado

externo” y el “llamado interno” del evangelio.

El llamado Externo

El llamado externo es de carácter universal el cual se extiende a todos los hombres de todas

las edades, razas y clases, sin importarle al predicador si son escogidos o no escogidos los son

(Isaías 45:22; 55:1; Ezequiel 3:19; Joel 2:32; Mateo. 22:2-8, 14; Revelación 22:17). Es una

oferta y un mandato seria de parte de Dios con la garantía de perdón y salvación a todos los

que respondan con verdadera fe y arrepentimiento (Hechos 17:30.) Este llamado ocurre cada

vez que se predica a Cristo, sea por palabra o por escritura. Dios ha dado un mandamiento el

cual todos los creyentes deben de cumplir con el mayor deseo y prontitud, “id y predicad a

toda criatura” (Marcos 16:15; Mateo 28:19). El llamado externo lo hacen los predicadores a

los oídos naturales de los hombres, a la razón y al entendimiento y a los sentidos naturales del

ser humano (Mateo. 28:19; 22:14; Lucas 14:16-24; Hechos 13:46; II Tes. 1:8; I Juan 5:10.)

Mientras este llamado es hecho el Espíritu Santo trata con las personas por medio del

predicador para influenciarles a aceptarlo. Este llamado fue hecho en el Antiguo Testamento y

desde antes en los días de Noé en el diluvio y en los días de Lot en Sodoma y Gomorra.

Cuando Josué dijo al pueblo que escogiera a quien servir, esto era una forma de Dios tratar

con el hombre. Cuando Dios dice al pueblo de Israel “delante de ti están la vida y la muerte,

escoge la vida para que vivas” (Deuteronomio 30:18), es Dios mismo tratando con el hombre.

Cuando los profetas predicaban los mensajes que Dios les daba, era el mismo Espíritu Santo

del Rey Soberano del Universo tratando con el hombre. Cuando Cristo se aparece en la escena

y le predica al pueblo “arrepentíos y convertidos” es Dios mismo tratando con el hombre. Pero

todos estos intentos terminaron en un colosal fracaso. Es cierto, el llamado es rechazado y el

Espíritu Santo es resistido y como consecuencia al rechazo se muestra la ira de Dios sobre los

desobedientes: El pueblo del tiempo de Noé pereció ahogado con las lluvias del diluvio. El

pueblo del tiempo de Lot fue destruido con fuego del cielo y el pueblo que fue llamado por

Josué a escoger a quien servir a Jehová prontamente se apartó de su promesa y fue infiel a su

Dios llevando castigo por ello. La nación de Israel en el Antiguo Testamento se distingue

particularmente por su incapacidad de seguir al Dios que le había sido fiel guía y

misericordioso Padre. Lo que la historia nos indica es que el hombre nunca escogió la vida

para vivir. Aun cuando se presenta Cristo, el Dios encarnado en la escena del pueblo de

Israel, estos le rechazan brutalmente y le matan prefiriendo a Cesar como rey y un delincuente

(Barrabás) en lugar del dador de la vida misma. Cristo lloró sobre Jerusalén con gran angustia

diciendo “cuantas veces quise juntarte debajo de mis alas y tu no quisiste” (Mateo 23). Eso es

el clamor de Dios mismo hacia un pueblo al cual después de haberle mostrado misericordia

seguía siendo infiel.

Cristo sufrió el rechazo frío y directo de su pueblo. El Apóstol Juan nos narra que “los hombres

aman más las tinieblas que la luz”. Dios siempre ha tratado con los hombres para que estos se

acerquen a Dios, pero el trato ha sido siempre fracaso porque el corazón corrompido del

hombre no quiere responder a Dios. Más tarde, en los comienzos de la iglesia leemos de la

historia de Esteban un gran hombre de Dios que predicaba la el evangelio “lleno del Espíritu

Santo”, este también fue rechazado y asesinado por sus compatriotas. En su mensaje y antes

de morir apedreado Esteban declara lo siguiente:

Hechos 7: 51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros

resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. 52

¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que

anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido

entregadores y matadores; 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de

ángeles, y no la guardasteis. 54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones,

y crujían los dientes contra él.

Efectivamente, el Espíritu Santo puede ser resistido, no una ni dos sino miles de veces, no

precisamente por causa del "libre" albedrío sino a causa del "esclavo" albedrío. El Espíritu

Santo es resistido constantemente y esto por todos los hombres no-regenerados que como dijo

Esteban son “duros de cerviz”. Entonces ¿qué debe suceder para que un alma se arrepienta?

Jeremías dice del pueblo de Israel (Efraín) “conviérteme y seré convertido” (Jeremías 31:18.)

Ciertamente, NO puede haber conversión si Dios no hace un cambio en el corazón. De hecho

eso fue lo que Cristo dijo a Nicodemo, “de cierto de cierto te digo que el que no nace de nuevo

no pude ver el reino de Dios” (Juan 3.)

El llamamiento Interno

Siendo que la situación del hombre es tan caótica y espiritualmente impotente, Dios debe de

hacer algo para „asegurar infaliblemente‟ la conversión de los escogidos. Esto llamamos el

„llamamiento Interno‟ o „llamamiento eficaz‟. Este llamado es el mismo llamado externo hecho

„eficaz‟ en el corazón de los hombres. Sucede por medio de la obra regeneradora del Espíritu

Santo. En el libro de Hechos capítulo 16 leemos la historia de una mujer llamada Lidia la cual

“Dios abrió su corazón para que atendiera las palabras que Pablo hablaba”. Ciertamente sin la

intervención divina abriendo el corazón de las personas, nadie vendría a Cristo. Es Dios quién

interviene y el Apóstol Pablo nos dice “Dios alumbró nuestros corazones” (2 Corintios 4). Este

llamado siempre viene al pecador por medio de la Palabra de Dios, la cual es aplicada

infaliblemente por medio de la operación del Espíritu Santo (1 Corintios 1:23, 24). Es un

llamado poderoso y es siempre efectivo para salvación (Hechos 13:48) Una vez el corazón del

hombre ha sido cambiado de piedra a un corazón de carne y una vez el corazón incircunciso ha

sido circuncidado por el Espíritu de Dios, ENTONCES el llamamiento de Dios pasa a ser de

'resistible' a 'irresistible".

Este llamado es un llamado a la comunión con Jesucristo (1 Corintios 1:9), para heredar

bendición (1 Pedro 8:9), a libertad (Gálatas 6:18), a paz (1 Corintios 7:15); a santidad (1

Tesalonicenses 4:7); a una esperanza (Efesios 4:4), a vida eterna (1 Timoteo 6:12), y al reino

y la gloria de Dios (1 Tesalonicenses 2:12). Gracias le damos a Dios por su misericordia

habiéndonos llamado con “llamamiento santo” para que entremos a la comunión con el por

medio de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. En el próximo estudio escudriñaremos la Biblia

para exponer como es que los “llamados de Dios” permanecen y perseveran en la fe y la

Gracia de Dios para que el plan de Dios sea cumplido a cabalidad. Allí estudiaremos sobre “La

Perseverancia de los Santos.”

Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don

de Dios; No por obras para que nadie se gloríe

Efesios 2:8-9

o

Parte V - La Seguridad de la Salvación (La Perseverancia de los Santos)

La doctrina de la "Perseverancia o Seguridad Eterna de los Creyentes" es una de las verdades bíblicas más

difíciles de aceptar o entender por la mayoría de los cristianos, incluyendo pastores y maestros. El pensar que el verdadero creyente en Cristo esta "Eternamente Salvo" presenta un gran problema de aceptación

para muchos. En los años que llevó estudiando este tema también he entendido las dificultades que

encontramos con esta doctrina. Estas son dificultades que de momento parece que no son fáciles de resolver y que no las podemos descartar rápidamente, pero aun así, no dejan de tener su explicación

BIBLICA.

Objeciones a la Seguridad Eterna

Entiendo que existen algunas razones las cuáles hacen muy difícil para algunos aceptar que los cristianos son salvos para siempre:

De la Biblia:

1. Encontramos versos en la Biblia que parecen indicarnos la posibilidad de que una persona que fue

creyente pueda, por no dar frutos, o por dejar de creer, llegar a perder su salvación eternamente y ser echado al fuego con los impíos.

2. Encontramos versos en la Biblia que parecen poner una condición a la salvación de los creyentes. 3. Encontramos además fuertes advertencias a los creyentes del peligro de negar la fe y de no perseverar. 4. Encontramos además ejemplos en la Biblia de algunos que una vez profesaron fe en Cristo y luego

apostataron o negaron esa fe que un día dijeron tener. De la Experiencia:

1. La propaganda y los ataques en contra de esta doctrina son muy fuertes y directos. Se presenta como

una herejía, como una doctrina que tolera el pecado o que otorga una licencia para pecar a los creyentes

y que no importa lo que se haga o como se viva, la salvación de aquel que profesa a Cristo está segura. 2. La predicación barata de algunos maestros de esta doctrina que presentan un evangelio fácil, sin

compromiso y sin expectativas, dando credibilidad a los que predican en contra de esta enseñanza. 3. La experiencia cristiana nos puede llevar a entender que la seguridad o perseverancia de los creyentes

no puede ser cierta porque la mayoría de los cristianos hemos visto casos de algunos que una vez

profesaban ser creyentes, algunos que una vez eran grandes predicadores y maestros de la Palabra y un

día dieron sus espaldas a y se fueron al mundo a vivir una vida pecaminosa y hasta maldiciendo a Dios y la Iglesia, y algunos hasta murieron en ese estado.

4. La propia desconfianza de la persona que cree que la salvación depende de sus esfuerzos. Estas objeciones tanto del punto de vista bíblico como de las experiencias son fuertes y no pueden ser

simplemente descartadas o puestas a un lado sin que se tomen en cuenta cuando analizamos esta doctrina de la perseverancia y de la eterna seguridad de los santos.

La Solución que empeora la situación:

Habiendo dicho esto también es preciso notar que los que mantienen la posición de que un verdadero

creyente puede llegar a perder su salvación, ya sea por dejar de creer o por pecar, se encuentran con un

problema aún mayor. La Biblia contiene gran cantidad de versos que testifican que la salvación del creyente está totalmente segura, que depende de Dios y que un verdadero creyente no se perderá eternamente sino

que perseverará hasta el fin.

Algunos de los que creen que la salvación se puede llegar a perder y ven estos versos que claramente

testifican lo contrario, han tratado de explicarlos diciendo que la seguridad eterna del cristiano "está condicionada por la fe y /o por la conducta". Es decir "el creyente esta eternamente salvo, mientras no

peque" o mientras su fe en Cristo no deje de ser.

Mientras no Peque...

Después de esta declaración se puede concluir que esta solución empeora la situación. ¿Por qué? preguntará usted. Simplemente porque pone el poder de la salvación en manos del hombre. Es el hombre débil quién

acosado constantemente por su naturaleza carnal, el que tiene la última palabra. Es el hombre el que está

en control y no Dios. Además, esta posición vuelve a llevar al hombre a la condición que tuvo antes de que Cristo viniera con el evangelio de la Gracia de Dios para la humanidad, es decir, "el obrar para ser salvo". Si

seguimos esta regla, encontraremos que el apóstol Pablo estaba en peligro de perder su salvación o la pudo haber perdido ya que en Romanos 7 habla acerca de la lucha que llevaba en su carne con el pecado. Pablo

dice que lo que quiere hacer no hace y lo que no quiere hacer hace porque la ley del pecado reina en su

cuerpo carnal. El mismo Apóstol se llamó "el mayor de los pecadores". De esta forma nadie se salvaría pues TODOS pecamos.

Los que toman esta posición también creen que el hombre que llega a perder su salvación por cometer

pecado puede entonces "volver a salvarse" una vez que arrepentido genuinamente llega al altar y se reconcilia con Dios. De esta manera una persona cristiana vive una vida que aparte de ser totalmente

insegura es totalmente absurda. Puede estar salvo hoy, perdido mañana, salvo la semana que viene y

perdido el próximo año, todo dependiendo de cómo esté su vida moral, ya sea "con" o "sin" pecado.

Esta inconsistencia me llevó a mí hace unos años a cuestionar la validez de esta posición. Muchos otros también han llegado a la conclusión de que tales ideas no son solamente ilógicas, sino que una vez puestas

a la luz de la Palabra quedan sin fundamento alguno. Para tomar una posición de acuerdo a la Escritura con respecto a la Salvación del creyente es necesario entender lo que ocurre al ser salvo. Por ejemplo, si la

salvación es "nacer de nuevo" (Juan 3:13), el perder la salvación es "des-nacer de nuevo" entonces al

arrepentirse de su falta de fe o de su pecado la persona "nace de nuevo (de nuevo)", pero si vuelve a pecar y perder su salvación por qué es débil, la persona "des-nace de nuevo (otra vez)" pero al arrepentirse de su

pecado, esta persona "nace de nuevo (de nuevo de nuevo)". Lo mismo pasa con el creyente cuando

aplicamos el hecho de que el creer es pasar de muerte a vida (Juan 5:25), si la persona que cree en Cristo

de corazón y es salva pasa de "muerte a vida", al perder su salvación pasa de "vida a muerte" pero al

arrepentirse de su pecado pasa de "muerte a vida otra vez" pero si peca o pierde la fe pasa de "vida a muerte otra vez otra vez". Se da cuenta del problema. No es solamente ilógico sino ¡anti-bíblico!

Mientras no deje de creer...

Cuando estaba en la sociedad de niños nos enseñaban un corito que decía "subiendo y bajando nunca

llegaremos, subamos, subamos mirando a Cristo…". Es increíble que lleguemos a pensar que un creyente

viva una vida como un "Yo-Yo", subiendo y bajando. A la verdad hay personas que viven vidas como un "Yo-Yo", si van a un retiro de tres o cuatro días su fe esta en a todo dar y están subiendo a toda velocidad, pero

cuando pasan dos o tres semanas y se enfrentas a las dificultades de la vida, la fe les comienza a fallar y van hacia abajo con la misma velocidad que cuando subieron. Esta vida de "Yo-Yo" solamente puede ocurrir

cuando se trata de alcanzar el cielo por nuestras propias fuerzas, y cuando se mide la salvación por los sentimientos. Cuando oramos una hora al día "nos sentimos" bien salvos, pero cuando oramos 10 minutos

"no nos sentimos" tan salvos.

Es necesario entender que la "fe genuina" es la marca de un creyente verdadero. Y no todo el que dice

tener fe la tiene verdaderamente. El apóstol Santiago nos dice...

Santiago 2:10...también los demonios creen y tiemblan.

Existe una diferencia muy grande entre la fe verdadera y la fe que es vana y pasajera. Cuando una persona cree por un poco de tiempo y luego se aparta la Biblia dice que esta persona era "mala tierra", "pedregales"

cuya fe no tiene raíz. ¡La raíz es Cristo! (Rev. 5:5)

Una fe no puesta netamente en Cristo, no es una fe genuina ni verdadera, por eso deja de creer y muere

cuando sale el sol y la quema. La otra fe es la fe entre espinos. Es una fe en "tierra mala". Deja de ser y es ahogada porque esta es una fe emotiva y momentánea que estaba dividida entre lo material y lo

espiritual. La verdadera fe no deja de ser, es aquella tierra que da fruto al 30 al 60 y al 100 por uno. Esta fe es don de Dios a sus escogidos...

Efesios 2:8 Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros sino que es don de Dios.

Filipenses 1:29 Porque a vosotros os ha sido dado, a causa de Cristo no solo que creáis en él, sino que

también que padezcáis por él.

Esta fe se fortalece en la prueba, no es ahogada por los espinos, ni se apaga ni se muere cuando el sol

calienta sino que se fortalece en Cristo.

Romanos 4:20-21 Tampoco dudo [Abraham], por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe sino que se

fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de

que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido

Una persona que deja de creer simplemente está dando a conocer lo que realmente es,

I Corintios 15:1-2 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también

perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he

predicado, sois salvos, sino creísteis en vano.

El que retiene la palabra predicada, es salvo, el que no la retiene, nunca fue salvo. Creyó con una fe vana. La palabra vana significa: vacía, falsa, inútil, sin fundamento o sin provecho. En el verso de 1 Corintios

15:14, el apóstol Pablo dice: "si Cristo no resucitó de entre los muertos, vana es nuestra predicación y vana nuestra fe". Entonces sería el cristianismo una predicación y una fe falsa, vacía y sin fundamento y

sin provecho.

La fe es como una semilla. Una semilla vana no puede producir fruto. Aunque por fuera a la vista parece

ser igual a las demás por dentro es distinta, es infértil y no produce fruto.

Objeciones contestadas:

¿Pero que de aquellos versos que claramente advierten a los creyentes?

Es necesario que todos seamos advertidos. La advertencia nos sirve de guía, la Biblia es una vara que

corrige, es viva y eficaz, más cortante que toda espada de dos filos que penetra hasta el tuétano. Cuando los VERDADEROS CREYENTES oyen la Palabra la obedecen, pero los FALSOS CREYENTES no la obedecen

sino que la ignoran y como fin reciben la paga por su desobediencia. La misma Palabra de Dios será para

ellos juicio…

Juan 12:48 El que me desecha, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día

postrero.

La desobediencia a la Palabra de Dios es PRUEBA de que estos NO SON verdaderos creyentes. Estos son los

que se engañan a sí mismos pero Dios no puede ser burlado, lo que el hombre siembra eso también segará (Gálatas 6:7). No importa el tiempo que se halla estado en la iglesia, la persona que no recibe las palabras

de la Biblia será juzgada por esa misma palabra. El verdadero creyente tiene la ley escrita en su corazón (Jeremías 31:31; Hebreos 8), lo que significa que tiene el Espíritu Santo dentro de sí y que él le guía y le

enseña toda verdad. La Biblia es un espejo que nos va mostrando como estamos hasta que lleguemos a la verdad del conocimiento y la santidad en Cristo. Si no tenemos la advertencia, ¿de qué manera sabemos si

estamos en la fe o no?

2 Corintios 13:5 Examinaos á vosotros mismos si estáis en fe;

probaos á vosotros mismos. ¿No os conocéis á vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? Si ya no sois reprobados.

Esto solamente lo sabemos cuándo nos miramos en el espejo de la Biblia. Así nos probamos si estamos o no

en la fe.

¿Y Que de Aquellos que se Apartaron de la Fe?

Jesús nos dijo claramente cómo podemos saber quién es verdaderamente su discípulo. Aquellos que no

obedecen la palabra y la corrección no son verdaderamente discípulos. Un texto que a menudo es usado para probar que alguien puede llegar a perder su salvación lo es el siguiente…

Hebreos 6:4-6 Porque es imposible que los que una vez fueron

iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes

del Espíritu Santo. 5 Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, 6 Y recayeron, sean otra vez

renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio.

Primeramente es preciso notar que si este verso estuviera diciendo que es posible perder la salvación,

también es necesario notar que dice que es IMPOSIBLE volver a ser salvo. Aunque a primera vista tal parece

que aquellos de los cuales se habla que fueron iluminados y participaron de los bienes venideros hayan sido verdaderos creyentes, de acuerdo a la definición de Cristo, no lo eran, ni lo son, ni lo serán. Si seguimos

leyendo esta cita vemos la descripción que da el autor respecto a estas personas…

Hebreos 6: 7-8 Porque la tierra que bebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce yerba provechosa á aquellos de los

cuales es labrada, recibe bendición de Dios: 8 Mas la que produce

espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición; cuyo fin será el ser quemada.

Jesús comparó a las personas con distintos tipos de tierra. En la parábola del sembrador nos dio la definición

de la "buena tierra". La "buena tierra" según Jesús, es aquella que recibe la semilla (Palabra) y produce

fruto…

Mateo 13:23 Más el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á

ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta. Lucas 8: 15 Más la que cayó en buena tierra, estos son los que con

corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y DAN FRUTO CON

PERSEVERANCIA.

Entendiendo entonces que la buena tierra es la que produce buenos frutos, podemos ver que esta tierra de la que se habla en Hebreos 6: 4-8 es la que produce espinas y abrojos y por lo tanto es "mala tierra, no es

la buena tierra de la que habló Jesús.

Mateo 7: 15: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a

vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de

los espinos, o higos de los abrojos? 17Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.

Lucas 6:43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo

el que da buen fruto. 44Porque cada árbol se conoce por su

fruto;h pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas1

Es mucho más probable que estos de los que se habla en Hebreos 6 sean algunos hipócritas de los que se

engañan a sí mismos pero no a Dios. La buena tierra es la que permanece y persevera llevando frutos. Dios

no puede ser burlado.

¿Qué podemos concluir?

Si creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y que ha sido inspirada por el Espíritu Santo, entonces tenemos que admitir que no pueden existir contradicciones en ella. Lo que a simple vista puede parecer una

contradicción, se hace claro cuando escudriñamos la Biblia y pedimos a Dios que nos dé entendimiento para poder saber la verdad. La Biblia "no nos puede estar enviando dos mensajes opuestos". No nos puede decir

que "estamos completamente salvos" y a la misma vez "que estamos en peligro de perdernos".

¿Qué podemos hacer entonces? Hacemos lo que todo buen estudiante de la Biblia hace. No ponemos versos a duelo unos con otro. No basamos nuestra doctrina o interpretación en uno o unos pocos versos

cuando la Biblia en su totalidad claramente dice y enseña lo contrario, no ignoramos ningún verso.

¿Cuál es la Doctrina Bíblica de la Perseverancia?

Lo que NO ES esta Doctrina

Ahora pasaremos a ver cuál es la verdadera doctrina de la perseverancia y seguridad eterna de los santos,

pero antes de entender lo que es esta doctrina, creo que debemos aclarar "lo que NO es" esta doctrina.

No es libertinaje...

La perseverancia o Eterna Seguridad de los Santos no es libertinaje. Aunque esta doctrina puede llevar a las personas a creer de tal manera, esto no es lo que enseña esta doctrina. El apóstol Pablo dijo:

h h 6.44: Mt. 12.33.

Romanos 3:8; 6:1; 6:15 ¿Qué pues, diremos? ¿Perseveraremos en

el pecado para que la Gracia abunde? En Ninguna manera. Porque

los que hemos muerto al pecado, ¿Cómo viviremos aun en él?

Pablo les dice a sus lectores que cuando abunda el pecado la gracia de Dios abunda aún más. Eso es lo que es la verdadera gracia de Dios, que aunque existe el pecado y abunda, la misericordia de Dios sobre-

abunda. El pecado no tiene más poder sobre el creyente nacido de nuevo. Dos cosas debemos de notar en

este verso…

Primero, si el mensaje de Gracia que usted predica no provoca a sus oyentes a hacerse esta pregunta:

¿Perseveraremos en el pecado para que la Gracia abunde? Entonces su mensaje no es el mismo mensaje de Gracia que Pablo predicó.

Segundo, si su contestación no es la contestación que Pablo dio, su mensaje de Gracia tampoco es el

mensaje que Pablo predicó. Existen algunos falsos maestros que enseñan que el creyente no tiene problema si continúa una vida de

pecado. Hace un tiempo atrás tuve conocimiento de un estudiante en una escuela cristiana privada al cual

su maestro le enseñaba que si él creía en Cristo y después se iba a robar un banco y a vivir en pecado, les preguntaba ¿Si todavía estaba salvo? y les decía a sus estudiantes "que sí", que no había problema con eso

porque ya había creído en Cristo. Por supuesto, la madre de este muchacho estaba muy descontenta y alarmada por lo que me preguntó lo que yo pensaba al respecto. Estas son las enseñanzas que destruyen la

verdad de una doctrina. La contestación a este maestro debía ser que quizás aquel que fue a robar el banco y a vivir en pecado nunca fue salvo verdaderamente ya que un encuentro verdadero con Cristo cambia la

persona.

I Corintios 5:1 De modo que si alguno esta Cristo, nueva criatura

es…

Ejemplo de esto lo vemos en la vida de María Magdalena, una mujer prostituta que fue cambiada cuando conoció a Cristo. También lo vemos en la vida de Zaqueo que robaba a sus clientes pero cuando conoció a

Cristo devolvió lo que había robado cuatro veces más. También lo vemos en la vida de Pablo que perseguía

la iglesia y mataba a hombres y los echaba en la cárcel pero cuando tuvo un encuentro con Cristo, su vida cambió completamente.

El apóstol Pedro nos dice:

1 Pedro 2:16…pero no como los que tienen la libertad como

pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

Judas nos dice:

Judas 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente,

los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro

Dios…

Y aun Pablo, el apóstol de la Gracia, claramente nos atestigua que la Gracia de Dios nos enseña que

debemos vivir en santidad…

Tito 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a

la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente

Hebreos 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad sin la cual

nadie verá al Señor.

No es cristianismo sin no hay compromiso

Muchos enseñan que el simple hecho de que una persona un día levantó su mano, repitió la oración del arrepentido en una campaña o iglesia en algún otro lugar, ya esta persona es salva se le pone el nombre de

"cristiano" y no importa lo que pase, va camino al cielo. Si se aparta y se va, algunos dicen que perdió su salvación pero otros dicen que sigue salvo para siempre. A la verdad que no puede haber una mentira más

grande que esta ni un engaño que haga daño a la persona más que este.

La doctrina de la "perseverancia de los santos" es exactamente eso mismo. "Los santos perseveran y los que perseveran son los santos". La perseverancia no es solamente importante sino que es imprescindiblemente necesaria, la Biblia claramente nos indica esta verdad:

Mateo 10:22; 24:14…El que perseveraré hasta el fin, ese será

salvo.

La fidelidad es la marca del verdadero creyente escogido por Dios desde antes de la fundación del mundo. Jesús mismo nos dijo que la razón por la cual habíamos sido escogidos era para que tuviéramos fruto que

PERMANECE…

Juan 15:16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a

vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto PERMANEZCA…

El fruto del Espíritu es fe (Gálatas 5:22), así que la idea de que no importa si permanezco o no, o si doy

fruto o no igual soy salvo, es completamente ajena a la Palabra de Dios y a la doctrina de la Perseverancia y

la Seguridad del Creyente. Un pámpano que no da fruto y un fruto que no permanece, es clara indicación de que no le pertenece, después de todo Cristo mismo dijo “por sus frutos les conoceréis”. Si el pámpano no

lleva fruto, entonces no es un verdadero creyente.

Lo que sí es la Doctrina

Una vez y hemos dejado claro LO QUE NO ES la doctrina de la Perseverancia y Seguridad de los Santos, podemos proceder a estudiar LO QUE SÍ ES esta doctrina. Muchos piensan que esta doctrina es un invento

de algunos locos liberales o farsantes que quieren dañar el evangelio. Pero lo cierto es que esta doctrina es

el centro mismo del evangelio y se encuentra entretejida en las páginas de la Biblia. La Palabra evangelio significa "buenas noticias" y eso es exactamente lo que es esta doctrina de la Gracia. Son las buenas noticias

de que nuestro destino futuro está en las manos del Dios y que él nos guarda día y noche hasta el fin. Esta doctrina no fue invento de San Agustín, ni de Calvino como creen algunos sino que es la doctrina de Gracia

que se encuentra diseminada en las páginas de la Biblia tal y como fueron escritas por el Apóstol Pablo y los

demás apóstoles y escritores del Nuevo Testamento.

Para poder entender esta doctrina, debemos de comenzar por el Antiguo Testamento. Si leemos el libro de Jeremías veremos algo muy interesante respecto a lo que se dice tocante al Nuevo Pacto…

Jeremías 31: 31-34 He aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales

haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No

como el pacto que hice con sus padres el día que tome su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi

pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,

dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo... ...porque

yo perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su

pecado.

De acuerdo al profeta Jeremías, Dios había de hacer un Nuevo Pacto con su pueblo Israel. Este Nuevo Pacto venia como consecuencia de que el pueblo de Israel había invalidado el pacto anterior. El Pacto

anterior había sido invalidado por el pecado. El autor del libro de Hebreos nos testifica claramente que este

pacto es el pacto que Cristo estableció en la cruz del Calvario.

Hebreos 8:6; 10; 12 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo,

cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas… Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su

corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo… y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus

iniquidades.

Este es el Nuevo Pacto el cual fue prometido a Israel. A diferencia del pacto anterior este Nuevo Pacto NO

PUEDE SER INVALIDADO POR EL PECADO sino que permanecerá para siempre. Pero… ¿Cómo es esto? El creyente nacido de nuevo ha recibido la ley de Dios en su corazón y por lo tanto esta ley gobierna su vida

y le guía a donde debe de estar. Esta ley escrita en el corazón de cada creyente es el Espíritu Santo de Dios que mora dentro del. Este Espíritu que es la presencia de Dios mismo dentro de la persona es quién guía,

redarguye y enseña al cristiano. Además otro aspecto es la doctrina bíblica de la justificación: De acuerdo a

este pacto Dios no le tomaría en cuenta a los hombres sus pecados, estos habían de ser juzgados en la cruz de Cristo cuando él daría su vida "en lugar de muchos". Por lo tanto, para que el Nuevo Pacto quede

invalidado ciertas cosas deben de ocurrir:

La ley necesita ser "borrada" de dentro del corazón y la mente de la persona.

Dios debe de "acordarse" de los pecados y las iniquidades

Cristo debe de "dejar de interceder" por nuestros pecados

Dios debe de "des-perdonar" los pecados y las iniquidades

La Biblia "mentiría" cuando dice que el creyente ha sido hecho perfecto por la cruz de Cristo

La obra y sacrificio de Cristo en la cruz "se haría" ineficaz

La Justificación del pecador solo por la gracia por medio de la fe sería mentira (esto es algo muy grave)

Si la persona pierde su salvación al pecar el Espíritu Santo debe de salir de ella, pero si se arrepiente este

Espíritu vuelve y así sucesivamente. Parecido a eso era la condición del pueblo de Israel bajo el Antiguo

Pacto. Cada año debían de presentarse sacrificios expiatorios por la nación (aparte de los individuales) que

no perfeccionaban a nadie, la persona gozaba de un perdón temporal que volvía a desaparecer al momento que pecaban de nuevo, pero ahora aquellos sacrificios sin fuerza alguna para perdonar eternamente han

sido reemplazados 'para siempre' por el sacrificio perfecto de Cristo en la cruz del Calvario.

La definición de los términos

Es necesario establecer la correcta definición de los términos "Seguridad" y "Perseverancia" de los santos. Es necesario entender que estos términos van mano a mano. No puede haber Seguridad Eterna si el verdadero

creyente no persevera y la razón por la que el verdadero creyente persevera es porque Su salvación esta

Eternamente Segura. Una cosa no puede funcionar sin la otra.

¡Los Cristianos están seguros en Cristo porque perseveran y los cristianos perseveran porque están seguros en Cristo!

La Biblia especifica que el que perseverare hasta el fin será salvo pero Dios asegura esta perseverancia para

que se cumpla la promesa de que los santos estaban seguros en la mano de Dios. De hecho, la perseverancia no es lo que ‘asegura’ el final sino que es ‘fruto’ que identifica al salvado.

¿Qué es la Seguridad y La perseverancia de los Santos?

La Seguridad de la Salvación no es otra cosa que la más bella doctrina bíblica de confianza en Cristo Jesús que un cristiano en cualquier época pueda tener. Saber que Jesucristo ha asegurado que usted es salvo a

pesar de sus flaquezas y debilidades es solo causa gozo al llegar a comprenderse. Jesucristo estableció tal verdad cuando claramente nos dijo lo siguiente…

Juan 10:27-29 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me

siguen, y yo les doy vida eterna; Y NO PERECERANJAMAS, ni nadie

las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y NADIE LAS PUEDE ARREBATAR DELA MANO DE MI PADRE.

¡La Biblia es clara! El problema está en si usted y yo la creemos. Estas Palabras de Jesús son garantía total

de que la vida del verdadero creyente está segura en la mano de Cristo y del Padre. Jesucristo nuestro Señor y Salvador es quién está con nosotros y nos confirma hasta el fin y por eso estamos seguros…

Mateo 28:18 Id y haced discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu

Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí YO ESTOY CON VOSOTROS TODOS LOS DIAS

HASTA EL FIN DEL MUNDO. Amén.

I Corintios 1:7-8 De tal manera que nada os falta en ningún don,

esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en

el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.

Se da cuenta que el verso anterior dice que somos confirmados por Jesucristo hasta el fin y que esto es

porque fuimos llamados por el Padre para tener comunión con su Hijo, y Dios es Fiel a su llamado.

II Tesalonicenses 3:3 Pero fiel es el Señor, que OS AFIRMARÁ Y

GUARDARÁ DEL MAL.

I Corintios 10:13 Fiel es Dios, que no os dejará ser tentado más de lo que podéis resistir, sino que da también juntamente con la

tentación la salida, para que podáis soportar.

La fidelidad de Dios a su promesa es la que nos mantiene seguros en él. No depende de usted ni de mí,

depende de Dios.

No hay condenación

Debemos aclarar aquí que el llamamiento a la excelencia en conducta de vida de ninguna manera significa que los creyentes verdaderos son "súper hombres" o "súper mujeres" que no tienen pecado y que sus

fuerzas no flaquean. Los cristianos caen y a veces dura y feamente...

1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a

nosotros mismos

Los VERDADEROS creyentes procuran agradar a Dios, no para ser salvos sino para mostrarle su agradecimiento pero aun así pecan, fallan y cometen errores, pero NO CONTINUAN en el pecado, le duele

su pecado y se arrepienten de todo corazón (Salmo 51) ADEMÁS, cuando pecan tienen la seguridad de que su abogado les defiende ante el Padre. "Porque abogado tenemos para con el padre, a JESUCRISTO el

justo", tenemos un Sumo Sacerdote, un mediador que se compadece de nosotros y comprende nuestras

debilidades. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Dios nos levanta y nos restablece...

Salmos 37:23-24 "Por Jehová son ORDENADOS los pasos del hombre, y ÉL aprueba su camino. Cuando el hombre CAYERE, NO

QUEDARÁ POSTRADO porque JEHOVÁ SOSTIENE SU MANO"

Salmo 145:14 Sostiene Jehová a todos los que caen, y levanta a

todos los oprimidos.

Nuestra vida está escondida en Dios por medio de Cristo.

La perseverancia no es otra cosa que la manifestación de la obra de seguridad manifestada en nuestras

vidas. Los verdaderos cristianos perseveran. No porque sean súper hombres o súper mujeres pero si porque

Dios ha hecho y está haciendo una obra en ellos…

Filipenses 1:6 Estando convencido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

I Tesalonicenses 5:23-24 Y el mismo Dios de paz os santifique por

completo; y todo vuestro ser, espíritu alma y cuerpo sea guardado

irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es el que llama, el cual también lo hará.

Dios es el que está haciendo la obra en nosotros, por eso perseveramos. Podemos vivir confiados en que no

seremos dejados un solo momento por qué el Padre es fiel y Cristo es fiel.

II Timoteo 4:18 El Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial

I Pedro 1:5 Que sois GUARDADOS POR EL PODER DE DIOS mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada

para ser manifestada en el tiempo postrero

Podríamos seguir presentando verso tras verso de esta verdad que cubre las Sagradas Escrituras pero no hay forma más bella de terminar este estudio que con las palabras del salmista David quién estando tan

seguro de su salvación y confiado en que su Salvador no le dejaría solo ni un momento sino que lo

confirmaría hasta llegar a morar en la casa de Jehová por LARGOS DIAS, escribió el Salmo 23.

Salmos 23

1 JEHOVA es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto

á aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno;

porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezarás mesa

delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando. 6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en

la casa de Jehová moraré por largos días

[i][i] Romanos 7:14-24 es una porción de la palabra que es debatida. Algunos como los Arminianos y los

Católicos y todos los Pelagianos interpretan que Pablo habla de una experiencia antes de la conversión y

otros como los Protestantes y Reformados creen que se trata de la experiencia posterior a la

conversión. Por varias razones creemos que se trata de una experiencia posterior a su conversión al

Cristianismo y su nuevo nacimiento. El pasaje se presenta en tiempo „presente‟, no „pasado‟ y nos muestra

una persona extremadamente espiritual que „ama‟ la ley de Dios y odia el pecado. Vemos a alguien que

desea profundamente obedecer tal ley y que se deleita en las cosas espirituales (v. 22), cosas que una

persona no regenerada (nacida de nuevo) simplemente no puede ni quiere hacer según la revelación

bíblica. Una lucha similar a esa la vemos en la descripción del creyente en su lucha diaria contra el pecado

tal como es presentado en la epístola a los Gálatas capitulo 5:17. Allí, igual que acá Pablo presenta la lucha

del hombre entre el espíritu y la carne “para que no hagáis lo que quisieres”.

p

Comparación Entre Dos Sistemas de Salvación

Arminianismo vs. Calvinismo

Arminianismo Calvinismo

Libre-Voluntad o Habilidad Humana Aunque la naturaleza humana fue seriamente afectada por la caída [de Adán], el hombre no ha sido dejado en un estado de total desayuda espiritual. Dios por cortésmente capacita todo pecador para que se arrepienta y crea, pero no interfiere con la libertad del hombre. Cada pecador posee una voluntad libre, y su destino eterno depende de cómo la use. La libertad del hombre consiste en su habilidad para escoger el bien sobre el mal en los asuntos espirituales; su voluntad no es esclava a la naturaleza pecaminosa. El pecador tiene el poder para cooperar con el Espíritu de Dios y ser regenerado ó resistir la gracia de Dios y perecer. El pecador perdido necesita la asistencia del Espíritu, pero no tiene que ser regenerado por el Espíritu antes que él pueda creer, pues la fe es un acto del hombre y precede el nuevo nacimiento. La fe es el don del hombre hacia

Dios; es la contribución del hombre para la salvación.

Total Inhabilidad ó Total Depravación A causa de la caída, el hombre es incapaz de por cuenta propia creer el evangelio para salvación. El pecador está muerto, ciego y sordo a las cosas de Dios; su corazón es engañoso y desesperadamente corrupto. Su voluntad no es libre, está en esclavitud a su naturaleza perversa. Por eso, no escogerá - en verdad el no puede - escoger el bien sobre el mal en el área espiritual. Consecuentemente, toma mucho más que la asistencia del Espíritu para traer el pecador a Cristo - hace falta la regeneración por medio de la cual el Espíritu hace que el pecador viva y le da una nueva naturaleza. La fe no es algo que el hombre contribuye a la salvación sino que es en sí parte misma del don de Dios de la Salvación - es el don de Dios para el

pecador, no el don del pecador para Dios.

Elección Condicionada La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo fue basada en que El previó que ellos responderían Su llamada. El seleccionó solamente aquellos los cuales él sabía que por ellos mismos creerían libremente el Evangelio. Por lo tanto, la elección estuvo determinada por o condicionada sobre lo que el hombre haría. La fe la cual Dios previó y sobre la cual el fundamentó su decisión no fue dada al pecador por Dios (no fue creada por el poder regenerador del Espíritu Santo) sino que resultó solamente de la voluntad del hombre. Fue dejado enteramente al hombre él quien iba a creer y por eso, quien sería elegido para salvación. Dios escogió aquellos los cuales él sabía, que por su propia libre voluntad, escogerían a Cristo. Por lo tal la decisión del pecador por Cristo, no la decisión de Dios

por el pecador, es la causa final de la salvación.

Elección Incondicionada La elección de Dios de ciertos individuos para salvación antes de la fundación del mundo descansó únicamente en Su propia y soberana voluntad. Su decisión por pecadores particulares no fue fundamentada en ninguna previsión de respuesta obediente por parte del pecador, tales como la fe, el arrepentimiento, etc. Por lo contrario, Dios da fe y arrepentimiento a cada individuo que él ha seleccionado. Estos hechos son resultados, no la causa de la decisión de Dios. Por lo tanto, la elección no fue determinada por ó condicionada sobre ninguna cualidad virtuosa o acto previsto en el hombre. Aquellos quienes Dios soberanamente eligió, El trae por el poder del Espíritu Santo para que deseosamente acepten a Cristo. Así, es pues la decisión de Dios por el pecador, no la decisión del

pecador por Dios, la causa final de la salvación.

Redención Universal ó Expiación General La obra redentora de Cristo hizo posible que todo el mundo fuera salvo pero actualmente no aseguró la salvación de ninguno. Aunque Cristo murió por todos y cada uno de los hombres, solamente aquellos que cree en el son salvos. Su muerte hizo posible a Dios para perdonar los pecados de los pecadores sobre la

Redención Particular ó Explicación Limitada La obra redentora de Cristo fue con la intención de salvar solamente los escogidos y realmente aseguró la salvación de ellos. Su muerte fue un sufrimiento substitutorio de la penalidad del pecado en lugar de cierto número específico de pecadores. En adición a quitar los pecados de Su pueblo, la redención de

condición de que ellos creyeran, pero en realidad no quitó los pecados de nadie. La redención de Cristo se

hace efectiva solamente si el hombre escoge aceptarla.

Cristo aseguró todo lo necesario para su salvación, incluyendo la fe que les une a Él. El don de fe es infaliblemente aplicado por el Espíritu a todos por cuanto Cristo murió, garantizando, de esta manera la

salvación de ellos.

El Espíritu Santo puede ser efectivamente Resistido El Espíritu llama internamente todos aquellos que son llamados externamente por la invitación del evangelio; El hace todo lo que puede por traer al pecador a la salvación. Pero considerando que el hombre es libre, este puede exitosamente resistir la llamada del Espíritu. El Espíritu no puede regenerar el pecador hasta que este crea; fe (lo cual es la contribución del hombre) procede y hace posible el nuevo nacimiento. Así, la voluntad libre del hombre limita el Espíritu en la aplicación de la obra salvadora de Cristo. El Espíritu Santo puede solo traer a Cristo aquellos quienes le permiten ganarles a ellos. Hasta que el pecador responda, el Espíritu no puede dar vida. La Gracia de Dios no es invencible, puede, y a

menudo es resistida y trastornada por el hombre.

La llamada Eficaz del Espíritu Santo ó La Gracia Irresistible En adición al llamado general externo para salvación el cual es hecho a todo aquel que escucha el evangelio, el Espíritu Santo extiende al escogido un llamado especial interno que inevitablemente le trae a la salvación. El llamado interno (el cual es hecho solo a los escogidos) no puede ser rechazado; siempre resulta en conversión. Por medio de este llamado especial, el Espíritu irresistiblemente trae los pecadores a Cristo. En su tarea de aplicar la salvación, El no está limitado por la libre voluntad del hombre, ni depende El de la cooperación del hombre para su éxito. El Espíritu cortésmente causa que el pecador elegido coopere, que crea, que se arrepienta, que venga libre y gustosamente a Cristo. Por eso, la Gracia de Dios es invencible; nunca fracasa en resultar en la

salvación de aquellos a quienes es extendida.

Caer de la Gracia Aquellos que creen y son verdaderamente salvos Pueden perder su salvación por fallar en mantener su fe, etc. Todos los Arminianos no se han puesto de acuerdo sobre este punto; algunos mantienen que los creyentes están eternamente seguros en Cristo - que una vez un pecador

es regenerado, nunca se puede perder.

Perseverancia de los Santos Todos quienes son escogidos por Dios, redimidos por Cristo, y recibido fe por el Espíritu son eternamente salvos. Ellos son guardados en fe por el poder del Dios

Todopoderoso y por eso perseveran hasta el fin.

De acuerdo al Arminianismo: La Salvación es completada por medio de los esfuerzos combinados de Dios (quien toma la iniciativa) y el hombre (quien debe responder) -- siendo la respuesta del hombre el factor determinante. Dios ha proveído salvación a todo el mundo, pero su provisión se hace efectiva solamente para aquellos quienes, de su propia libre voluntad, "escogen" cooperar con El y aceptan la oferta de su gracia. En el punto crucial, el hombre juega el rol decisivo; es así el hombre, no Dios, el que determina quienes serán los recipientes

del don de la salvación.

De acuerdo al Calvinismo: La Salvación es completada por él la fuerza todopoderosa del Dios trino. El Padre escoge las personas, el Hijo muere por ellos, el Espíritu Santo hace efectiva la muerte de Cristo al traer a los escogidos a la fe y el arrepentimiento, de esta manera haciéndoles obedecer gustosamente el evangelio. El proceso entero (elección, redención, regeneración) es la obra de Dios y es solo por Gracia.

Es pues, Dios, no el hombre el que determinan quienes seran los recipientes de su don de salvación.