las dos babilonias
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ALEXANDER HISLOP
Las Dos Babilonias
Rev. Alexander Hislop 1807-1862
Pastor de la "Iglesia Libre del Este", Arbroath Escocia
Primeramente editado en folleto en 1853, considerablemente desarrollado en 1858, en resultado la publicacin:
Identidad de la iglesia romana y del culto de Nimrod y de Semiramis o el culto de adoracin papal revelado es la adoracin de Nimrod y su mujer.
"El Catolicismo finalmente revelado es la religin solar del Culto a Mitra con un
disfraz cristiano"
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Librera de las ediciones Fischbacher en 1872
Las Ediciones Fischbacher
Ilustrado con 61 grabados
Traducido y adaptado del francs por Ernesto Contreras Pea
En su frente un nombre escrito, un misterio: Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra. Apocalipsis XVII. 5.
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Las Dos Babilonias
por A. HISLOP
Las DOS BABILONIAS sin duda alguna es una de las ms importantes obras de la literatura cristiana que expone de forma detallada la continuidad de la tradicin religiosa, inmutable en sus grandes lneas desde sus orgenes hasta nuestros das.
Con un estilo fcil, Alexander HISLOP analiza con una gran claridad las creencias religiosas. Aborda este problema con erudicin y justifica sus argumentos mediante notas marginales precisas y rigurosas. Su competencia se impone indiscutiblemente.
El autor demuestra de forma irrefutable que casi todas las prcticas del culto romano provienen del paganismo. Finalmente, levanta vuelo sobre muchos ritos de la iglesia catlica.
De captulo en captulo, nuestra sorpresa va creciendo al descubrir el origen pagano de las costumbres de la cristiandad, tales como el culto de la Virgen el pino y el bizcocho de Navidad, los huevos de Pascua, etc. Confirmamos que la veneracin de la Virgen es en realidad la adoracin de la antigua Venus o de Astart, que provienen directamente de Babilonia.
Ciertamente, esta ciudad es hoy slo un montn de ruinas, pero las ideas, los conceptos elaborados en su seno siempre estn presentes y son compartidos en toda buena fe por la mayora de nuestros contemporneos. Alexander HISLOP nos muestra la influencia increble de tradiciones de origen babilnico en las prcticas religiosas Quin, en efecto, no desea conocer el significado real de sus creencias? Sin dejar de apartarse de este objetivo, nos convence magistralmente de la colosal influencia an ejercida sobre nuestro mundo moderno por la antigua Babilonia.
Nuestra esperanza es que este libro notable sea ledo y meditado por todos los que busquen verdaderamente profundizar en su fe.
Nota: Las personas deseosas de inscribirse en vista de la reedicin de la Biblia CRAMPN de 1905, son desafiadas a darse a conocer, especificando el nmero de ejemplares deseados, en la Librera FISCHBACHER, 33, Rue de Seine 75006 - PARS
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Apreciaciones de la prensa
He aqu un libro de curiosidades literarias, de investigaciones laboriosas y de
razonamientos ingeniosos. Desde los das de Lutero no habamos ledo un
informe ms magistral de las abominaciones del romanismo. Es obvio que el
autor recibi una misin para la Roma apstata as como Ezequiel recibi una
para Jerusaln, l la cumpli con la misma fidelidad. Mr Spurgeon, la Espada y
la Plana.
Este libro es el fruto de una erudicin poco comn. Desde hace mucho tiempo
no hemos visto obra que presente el tema bajo una luz tan sorprendente y tan
original. El autor, a nuestro protestantismo, ha hecho un servicio distinguido y
merece los agradecimientos de todas las congregaciones de la Iglesia de Cristo.
Dr Campbell, el Estandarte Britnico.
Este libro (Identidad moral de Roma y de Babilonia) ha producido una
impresin considerable y el sabio autor ha continuado desde entonces sus
investigaciones y hoy en un volumen del ms alto inters acaba de publicar
todas las pruebas y las ilustraciones de su interesante y curiosa teora. Estas
pginas notables dan una idea viva y particular de la inspiracin de la Escritura.
Dr Begy, El Bulevar.
El libro de M. Hislop da a su autor uno de los primeros lugares entre los que
han tenido el honor, gracias a sus descubrimientos, de arrojar una viva e
interesante luz sobre algunas de las pginas ms oscuras de la historia del
mundo. Almacn de la Secesin
Este libro - constituye uno de los esfuerzos ms serios intentos para la solucin
de la gran controversia que tenemos con el anticristo. Los vnculos entre las
mitologas y su relacin con el tesmo cristiano admirablemente se desarrollan
en su libro de las dos Babilonias. Stanyan Bigg, el Protestante del Downshire
M. Hislop reuni una cantidad considerable de material (mucho del cual es
nuevo y muy notable) para demostrar la tesis que propuso, orden y dispuso
sus argumentos con una calma, una precisin, una fuerza que impresionan
mucho al lector. El tesoro cristiano.
La amplia ciencia, las investigaciones filolgicas, las comparaciones tan
seductoras para muchos espritus junto a las analogas sorprendentes que
aparecen en intervalos hacen este libro tan interesante como una novela y el
lector es llevado hasta el final de una irresistible forma. Esas pginas forman
una mina de una riqueza histrica o ms bien un arsenal de minerales y de
fsiles tomados de innumerables fuentes, catalogados, clasificados con una
gran habilidad. Como los especmenes en las diversas capas de la tierra,
expuestos en un museo y junto a la mano de un gelogo experimentado, esta
clasificacin demuestra la unidad de la fuente, de aqu derivan los numerosos
sistemas religiosos de la antigedad as como las corrupciones que en este
ltimo tiempo se han introducido en la iglesia apostlica. Gua de Arbroath.
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Sobre el tema del romanismo, el volumen que tenemos al frente ofrece un
notable inters. El autor es un sabio acabado, versado en la antigedad clsica
y sus investigaciones histricas son amplias y minuciosas. Literatura clsica,
literatura oriental, anales de la antigedad, hace uso de todo el material con una
destreza y una prontitud magistral al apoyar sus afirmaciones. Es raro ver
contenida en un espacio tan pequeo, una coleccin tan rica de informaciones
cultas y curiosas, artsticamente ordenadas para combatir la pretensin, las
tradiciones, la doctrina y el supuesto origen apostlico de la iglesia romana.
Destroza los oropeles de su pretendida santidad y lanza a los vientos el
encanto de la comunin sagrada! Almacn evanglico.
He aqu una obra con un carcter extraordinario. Prueba claramente que la
religin de Roma no es otra cosa que la religin de la antigua Babilonia,
coloreada y barnizada con el nombre de cristianismo. Achill Herald
No tememos decir que el lector cerrar este libro con un respeto ms grande
por la verdad divina y una superior conviccin de la imborrable marchitez
infligida desde ahora por esta verdad al sistema papal. Hay algo sublime al ver
esclarecerse los misterios enigmticos del vidente de Patmos cuando compara-
mos el antiguo culto idlatra de los caldeos con los recientes dogmas del
papado. La exposicin del desarrollo de los dos sistemas completa el crculo:
es como un anillo luminoso que alumbra las pginas oscuras de la profeca y
nos permite leerla como una historia que no va ms all del invierno pasado.
La Centinela del Norte.
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Introduccin
Hay una gran diferencia entre las obras de los hombres y las obras de Dios: el
mismo examen minucioso y profundo que revela los defectos y las imperfec-
ciones de unos, revela adems las bellezas de otros. Examine al microscopio la
aguja mejor pulida de la industria humana, ver en ella muchas imperfecciones,
muchas rugosidades, muchas asperezas. Pero, examine de la misma manera las
flores de nuestros campos; el resultado es muy diferente. En lugar de ver
disminuir sus bellezas descubrir nuevas y ms delicadas an que haban
escapado a la simple mirada; ellas nos hacen apreciar, desde un punto de vista
que no habramos sospechado, el sentido profundo de estas palabras del Seor:
"Considerad los lirios del campo, cmo crecen: no trabajan ni hilan; pero os
digo, que ni aun Salomn con toda su gloria se visti as como uno de ellos."
(Mateo VI, 29). La misma ley se manifiesta adems cuando se compara la
Palabra de Dios con las obras ms perfectas del hombre. Hay manchas e
imperfecciones en las producciones ms admirada del genio humano. Pero,
mientras ms se escudrian las Escrituras, ms se las estudia con atencin, ms
se ve su perfeccin; se perciben cada da en ellas nuevas bellezas y los
hallazgos de la ciencia, las investigaciones del los cientficos, los trabajos de
los incrdulos, todo conspira a la vez para hacer resplandecer la maravillosa
armona de todas sus partes y la divina belleza que lo reviste.
Si es as para la Escritura en general, sobre todo se lo puede decir de la
Escritura proftica. A medida que se desarrollan los planes de la Providencia,
los smbolos profticos toman aspectos ms bellos y ms audaces. Es sobre
todo el caso para el lenguaje de los profetas que forma la base y la piedra
angular de nuestro trabajo. Ningn protestante instruido tiene dificultad en
relacionar la mujer sentada en las 7 colinas y que lleva en la frente esta
inscripcin: "Misterio, Babilonia la Grande" con la apostasa romana. Roma,
nica entre todas las ciudades del mundo, ha sido famosa por su ubicacin en
las 7 colinas. Los poetas y los oradores paganos que no pensaban en explicar la
profeca, tambin la llamaron la ciudad de las 7 colinas. He aqu de cmo
Virgilio hace mencin de ella: "Slo Roma se convirti en la maravilla del
mundo y nica por sus murallas, ellas protegen las 7 colinas (1)." Adems,
Propercio habla de ella de la misma manera y aade un nuevo rasgo que
completa la descripcin del Apocalipsis: "la alta ciudad construida en 7 colinas
que gobierna el mundo entero (2)." Estas palabras: "gobernando el mundo
entero" son exactamente el smil de la declaracin divina: "Ella reina sobre los
reyes de la tierra" (Apocalipsis XVII, 18). Llamar a Roma, "la ciudad de las 7
colinas", era para sus ciudadanos tan caracterstico como designarla con su
propio nombre. Adems, Horacio, al hablar de Roma, la designa nicamente
por sus 7 colinas, cuando invoca a "los dioses que han puesto su afecto en sus 7
colinas (3)". Marcial nos habla en el mismo sentido de las "7 colinas que
gobiernan (4)". En una poca muy posterior se usaba el mismo lenguaje.
Smaco, prefecto de la ciudad y ltimo gran sacerdote pagano, en calidad de
representante imperial, al recomendar por carta uno de sus amigos a otro
amigo, lo llama:
"De septem montibus virum (5)", un habitante de las 7 colinas, queriendo decir
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con esto (es la opinin de todos los comentaristas), "un ciudadano romano".
Puesto que este rasgo caracterstico de Roma ha estado en todo tiempo muy
marcado y muy definido, siempre ha sido fcil comprobar que la iglesia, que
tiene su sede y su capital en las 7 colinas, puede ser con justa razn llamada
"Babilonia" y considerada como la sede principal de la idolatra bajo la Nueva
Alianza, como la Babilonia antigua era la principal sede de la idolatra bajo la
Antigua Alianza. Pero si se comparan los descubrimientos recientes hechos en
Asiria con la historia de la mitologa del mundo antiguo, que se conoce
bastante, pero que se comprende mal, se ver un sentido an ms profundo en
el nombre de la Gran Babilonia. Siempre se ha reconocido que el papado slo
es paganismo bautizado. Pero Dios nos revela ahora este hecho: que el
paganismo bautizado por Roma es, en sus elementos esenciales, el mismo
paganismo que floreca en la antigua Babilonia cuando Jehov abri ante Ciro
las dobles puertas de bronce y quebr los barrotes de hierro.
El lenguaje mismo y los smbolos del Apocalipsis podran prepararnos para
demostrar por adelantado que alguna luz nueva e inesperada sera arrojada de
una manera o de otra en este perodo de la iglesia de la gran apostasa. Es precisamente antes del juicio pronunciado contra ella en las visiones del
Apocalipsis cuando por primera vez Juan ve la iglesia apstata llevando en su
frente el nombre de la "Babilonia la Grande" (Apocalipsis XVII, 5), Qu quiere
decir este nombre escrito en la frente? No prueba esto muy naturalmente que
antes de la venida del juicio, su carcter verdadero deba desarrollarse tan
completamente, que toda persona con ojos para ver y poseyendo el mnimo
discernimiento espiritual sera forzada, como por una demostracin ocular, a
reconocer la maravillosa apropiacin de este ttulo que el Espritu de Dios le ha
atribuido? Su juicio se acerca, esto es obvio; y a medida que se acerca, la
Providencia divina, de acuerdo con la Palabra de Dios, prueba cada vez ms
con mayor claridad que Roma es efectivamente la Babilonia del Apocalipsis;
que el carcter esencial de su sistema, sus grandes objetos de culto, sus fiestas,
su doctrina, su disciplina, sus ritos y sus ceremonias, su sacerdocio y sus
rdenes son todos derivados de la antigua Babilonia y que finalmente el papa
mismo es verdaderamente el descendiente de Belsasar. En la lucha que se
mantuvo contra las despticas pretensiones de Roma, nos hemos contentado
muy a menudo con combatir y con rechazar la presuncin de la cual se
vanagloria de ser la madre y la duea de todas las iglesias, la nica iglesia
catlica fuera de la cual no hay salvacin. Si jams hubo excusa para tratarla
as, esta excusa ya no existir. Si se puede justificar el principio que yo acabo
de establecer, hay que arrancarle totalmente su nombre de iglesia cristiana, ya
que si es una iglesia de Cristo, la que estaba reunida esa noche en que el rey
pontfice de Babilonia, en medio de sus mil seores, "alabaron a los dioses de
oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra" (Daniel V, 4),
entonces la iglesia de Roma tiene el derecho de llevar el nombre de iglesia
cristiana; en caso contrario no lo tiene. Algunas personas pensaron que mi tesis
es muy audaz; pero este libro tiene precisamente como propsito demostrarla.
Que el lector juzgue por s mismo si no aporta evidencia ms que suficiente
para justificar mi aseveracin.
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1. Scilicet et rerum facta est pulcherrima Romas Septemque una sibi muro circumdedit
arces.
(Georg., lib. II 531-335).
2. Septem urbs alta jugis toto quae prsidet orbi. (Lib. III. Eleg. 9, p. 721).
3. Diis quibus septem placuere montes. (Carmen Seculare, v. 7, p. 497).
4. Septem dominos montes. (Lib. V. Ep. 64, p. 254).
5. SMACO, lib II Epst B, nota, p. 63.
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Captulo 1
Carcter distintivo de los dos sistemas
El primer punto sobre el cual pido la atencin del lector para demostrar el
origen babilnico de la iglesia romana, es el carcter de misterio que es propio
en los sistemas de la Roma moderna y de la antigua Babilonia. El prodigioso
sistema de corrupcin moral y de idolatra, descrito a travs del emblema de
una mujer que sostiene en la mano una copa de oro (Apoc. XVII, 4) y que
embriaga a todas las naciones con el vino de su fornicacin (XVII, 3) es
divinamente llamada "Misterio, Babilonia la Grande" (Apoc. XVII, 5). Todo
hombre sincero que examina con agudeza este tema, no puede dudar que el
misterio de iniquidad descrito por Pablo, en II, Tes. II, 17, no tenga su smil en
la iglesia de Roma. De tal manera era la impresin producida por este cuadro
en el espritu del clebre Sir Mathieu Haie, hombre de un discernimiento poco
comn, que tena este lenguaje: "Si esta descripcin del apstol estaba inserta
en la voz de alarma, el primer alguacil venido del reino tendra el deber de
detener de la manera que fuera al obispo de Roma, que es la personificacin
del misterio de iniquidad. Ahora bien, como el sistema del cual hablamos
tambin se caracteriza por el nombre de "Misterio," se puede presumir que los
dos pasajes se aplican al mismo sistema. Pero el lenguaje que describe a la
Babilonia del Nuevo Testamento, como el lector no puede dejar de verlo, nos
lleva a la Babilonia antigua. Al igual que la mujer de la cual habla Apocalipsis,
la antigua Babilonia sostiene en la mano una copa para embriagar a las
naciones. He aqu cmo el Seor hablaba de esta Babilonia cuando ella estaba
en toda su gloria, profetizando de este modo su futuro por boca de Jeremas:
Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehov, que embriag a toda la tierra;
de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones"
(Jeremas LI, 7). Por qu esta analoga de lenguaje concerniente a los dos
sistemas? Falta obviamente concluir que uno es la figura y el otro es la
realidad. Ahora bien, como la Babilonia del Apocalipsis se caracteriza por el
nombre de misterio, as que los misterios caldeos que formaban parte esencial
de ella son lo que distingue al antiguo sistema babilnico. Es en estos misterios
que el lenguaje simblico del profeta hebreo claramente hace alusin cuando
habla de Babilonia como de una copa de oro." No se poda, dice Salvert 1, ser
iniciado en estos misterios sin haber bebido previamente brebajes misteriosos".
Estos brebajes estaban compuestos de vino, de miel y de harina 2. Algunas
sustancias se empleaban abiertamente; otras eran mantenidas en secreto, pero
no obstante conocidas 3, nos hacen ver que estas bebidas eran embriagantes, y
los aspirantes estaban preparados para ver y or lo que se les reservaba, slo
cuando haban experimentado su influencia, su inteligencia se haba oscurecido
y sus pasiones haban sido excitadas por la bebida preparada. Si se investiga
cul era el objetivo de estos misterios, se ver que tenan una analoga
extraordinaria con el "Misterio de iniquidad" personificado en la iglesia
romana. Su primer propsito era dar a conocer poco a poco, bajo secreto y pena
de juramento, lo que no hubiera sido prudente de revelar total y abiertamente.
La poca en que fueron establecidos prueba que las cosas as ocurrieron.
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1. Eusebio SALVERT, Ciencias ocultas, p. 259
2. GEBELIN, Mundo primitivo, vol. IV, p. 319.
3. Ver SALVERT, p. 258-259.
Los misterios caldeos pueden ser asignados a la poca de Semiramis, que vivi
slo unos siglos despus del diluvio, y que es clebre por haberles impregnado
el carcter de su espritu licencioso y corrupto 1. Esta bella pero miserable
reina de Babilonia no slo era en s misma un modelo de codicia sin lmite y de
desenfreno, sino incluso en los misterios que ella ms haba contribuido en
formar 2, ella era adorada como Rea, la gran madre de los dioses 3, con ritos
tan odiosos. Ella ha sido identificada con Venus, la madre de todas las
impurezas y edific la ciudad misma desde donde reinaba con una vergonzosa
superioridad entre las naciones. Es en este punto que ella fue la gran sede de la
idolatra y de la prostitucin aprobada 4. Es as que esta reina de Caldea era el
modelo exacto y notable de la mujer del Apocalipsis, que tiene una copa de oro
en la mano, y sobre la frente el nombre: "Misterio, Babilonia la Grande, la
madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra" (fig. 1).
Fig. 1 La forma de la copa que sostiene esta mujer es de la misma forma que la copa de los
reyes asirios y tambin es sostenida de la misma manera. Un acadmico nos cita un pasaje
de Plinio, relativo a la copa de Semiramis que cay en manos del victorioso Ciro. Sus
proporciones gigantescas deben haberla hecho clebre entre los babilonios y las naciones
con las cuales tenan relaciones. Pesaba 15 talentos 5 kilogramos.
1. AMIANO MARCELINO, lib. XIV, cap. 6 y lib. XXIII, cap. 6. p. 371, 374, comp. con
Justino, Historias, lib. 1, cap. 1, p. 615. Y Crnica de Eusebio, tomo I, p. 40, 70 etc. Eusebio
dijo que Nino y Semiramis reinaron en la poca de Abraham.
2. Crnica Pascual, vol. 1. p. 65.
3. HESODO, Teogona, v. 453, p. 36.
4. HERDOTO, Hist., lib. I, cap. 199, p. 92. - QUINTO CURCIO, v. 1.
El emblema apocalptico de la mujer sin pudor con la copa de oro en la mano
estaba incluso incluido en los smbolos de la idolatra derivada de la antigua
Babilonia, tal como se representaban en Grecia, es as, en efecto, que se
representaba a Venus al principio 1; y lo que es curioso, es que de la misma
manera en nuestros das, y por la primera vez, parece, la iglesia romana acaba
de abrogarse este smbolo para hacerlo el emblema de su eleccin. En 1825, en
efecto, en la ocasin del jubileo, el papa Len XII hizo acuar una medalla que
llevaba un lado su propia imagen y en el otro la iglesia de Roma simbolizada
como una mujer que sostiene en la mano izquierda una cruz y en la mano
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derecha una copa con esta leyenda: "Sedet super universum 2", ella tiene como
asiento al mundo entero (fig. 2).
Fig. 2
1. Para confirmar este punto, ver Apndice, nota A.
2. ELLIOTT, Hor, vol. IV, p.30
Durante la poca en que vivi Semiramis, la fe patriarcal era an bastante
fuerte en el espritu de los hombres, (porque Sem an viva 1), para reunir las
almas fieles al rededor de la bandera de la verdad y de la causa divina y hubiera
sido temerario proclamar pblica y abierta un sistema como el que fue iniciado
por la reina de Babilonia. Sabemos, segn la declaracin de Job, que entre las
tribus patriarcales que no tenan ninguna relacin con las instituciones
mosaicas, pero que adheran a la fe pura de los patriarcas, la idolatra, en
cualquier grado, era considerada como un crimen que deba acarrear a la
cabeza del culpable un castigo terrible y rpido: "Si he mirado al sol cuando
resplandeca, o a la luna cuando iba hermosa, y mi corazn se enga en
secreto, y mi boca bes mi mano; esto tambin sera maldad juzgada; porque
habra negado al Dios soberano." (Job XXXI, 26-28). Si as era en el tiempo de
Job, asimismo con mayor razn era en la poca ms remota en que los
misterios fueron instituidos. Si bien la idolatra se introduca, y en particular
una idolatra grosera como la que el sistema babilnico contena por norma,
sera necesario que esto fuera en secreto y a escondidas 2.
1. En cuanto a la era de Sem, ver Gn, XI, 10, 11. Segn este pasaje Sem vivi 502 aos despus del diluvio, es decir segn la cronologa terica hasta el ao 1846 AC. La era de
Nino, esposo de Semiramis, como ya establecimos en una nota anterior, corresponda, segn
Eusebio, a la era de Abraham que naci en 1996 AC. No obstante, es slo nueve aos antes
del fin del reinado de Nino, se dice, que naci Abraham (SINCELO, p. 170. Pars 1652).
As, el reinado de Nino debi terminar, segn la cronologa usual, hacia 1787 AC. Clinton
que es muy competente en cronologa, ubica el reinado de Nino un poco ms lejano. En sus
Fastos Griegos, tomo I, p. 253, le asigna el ao 2182 AC. Layard en Nnive y sus ruinas,
tomo II, p. 217, concuerda en esta opinin. Semiramis, se dice, sobrevivi cuarenta y dos
aos a su marido. (Sincelo, p. 96). Sea cual sea el punto de vista que se adopte para la era de
Nino, es obvio que Sem sobrevivi por mucho a Nino. Obviamente, este argumento se
apoya en la hiptesis de la exactitud de la cronologa hebraica. Para mayor claridad sobre
esto, ver Apndice, nota B.
2. Se ver ms ampliamente (cap. 2) qu razn poderosa haba en realidad para actuar en el ms gran secreto.
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Aun si el soberano la hubiera introducido, habra producido una reaccin, y la
parte fiel de la humanidad hubiera hecho violentos esfuerzos para destruirla; en
todo los casos, si se hubiera manifestado totalmente, en todo su horror, la
conciencia humana se habra alarmado y habra fallado el objetivo que se
pretenda lograr. Este objetivo era someter a todo el gnero humano de una
manera ciega y absoluta, a una jerarqua que dependa totalmente de los
soberanos de Babilonia. Para este propsito, toda la ciencia sagrada y profana
fue monopolizada por el clero 1 que la distribua a los que iniciaba en los
misterios, segn lo demandaban los intereses de su gran sistema de despotismo
espiritual. Es as que en todas partes donde se propag el sistema babilnico,
los hombres fueron entregados al dominio de los sacerdotes. Estos ltimos eran
los depositarios de los conocimientos religiosos, nicamente ellos tenan la
verdadera tradicin a travs de la cual se deban interpretar los ritos y los
smbolos de la religin del pueblo, y sin una sumisin ciega y entera, los
sacerdotes rehusaban dar a conocer lo que era necesario para la salvacin.
Compare esto con los orgenes del Papado, con su espritu y su "modus
operandi" a travs de todo su desarrollo, y ver cmo la semejanza es exacta.
Era una poca de esplendor patriarcal cuando naci el sistema corrupto de los
misterios babilnicos? No. Ahora bien fue en una poca de esplendor an ms
grande que comenz el sistema impo y antibblico, que encontr un desarrollo
tan marcado en la iglesia romana. Fue introducido en el tiempo mismo de los
apstoles, cuando la iglesia primitiva estaba an en su flor, cuando se poda ver
por todas partes los frutos gloriosos del Pentecosts, y cuando los mrtires
sellaban, con su sangre, su testimonio en la verdad. Incluso en esta poca
donde el Evangelio brillaba con una luz tan viva, el espritu de Dios hizo or,
por boca de Pablo, esta declaracin tan ntida y tan clara: "Porque ya est en
accin el misterio de iniquidad." (II Tes. II, 7). El sistema de iniquidad que
comenzaba entonces deba acabar, segn las profecas bblicas, en una
apostasa manifiesta que sera revelada a su tiempo de una manera terrible y
continuara hasta que "el Seor matar con el espritu de su boca, y destruir
con el resplandor de su venida".
1. Eusebio SALVERT, Ciencias ocultas, dassim.
Pero se introdujo primeramente en la Iglesia en secreto y a escondidas "con
todas las seducciones de la iniquidad". Trabaj "misteriosamente" con
hermosos pero falsos pretextos, "alojando a los hombres de la simplicidad y de
la verdad tal como se las halla en Jess". Y actu as por las mismas razones
que introdujeron secretamente la idolatra en los antiguos misterios de
Babilonia; no era ni sabio ni prudente actuar de otra manera. El celo de la
verdadera iglesia, a pesar de no disponer de poder civil, para introducir ese
falso sistema planteaba cuestionamientos y sus partidarios en el bando de la
cristiandad; si de repente se hubiera mostrado abiertamente y en toda su
amplitud, no hubiera podido desarrollarse desde entonces. Por eso se introdujo
secretamente y poco a poco, una corrupcin tras otra; a medida que la apostasa
se desarrollaba y que la iglesia infiel se acostumbraba a tolerarla, hasta
alcanzar las proporciones excesivas que vemos hoy, donde, en casi todos los
detalles, el sistema papal es la antpoda del sistema de la primitiva iglesia. Las
inscripciones copiadas en las catacumbas romanas nos prueban, de una manera
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sorprendente (y esta prueba nos ha sido conservada por Roma misma) que todo
lo que tiene de muy caracterstico se ha introducido gradualmente en su seno,
gracias a "la accin del misterio de iniquidad". Las catacumbas son vastas
excavaciones subterrneas en los alrededores de Roma, donde, durante tres
siglos de persecucin, los cristianos celebraban sus cultos y sepultaban sus
muertos. En algunas de estas tumbas incluso se encuentran inscripciones
diametralmente opuestas a los principios y a los ritos actuales de Roma.
Tomemos un solo ejemplo. Cul es hoy el rasgo distintivo del papado? No
es el celibato obligatorio para el clero? Ahora bien, segn estas inscripciones,
tenemos la prueba ms evidente, que incluso en Roma, hubo un tiempo en que
no se conoci este sistema del celibato de los sacerdotes. Dan testimonio las
inscripciones halladas en numerosas tumbas.
1 "A Basilio, sacerdote y Felicidad, su esposa. Se prepararon esta tumba."
2 Petronia, mujer de un sacerdote, ejemplo de modestia. "Aqu reposan mis
huesos. Dejad de llorar, mi querido esposo, t tambin, querida hija, y recordad
que no se debe llorar sobre la que vivi en Dios 1." Aqu y all una plegaria
para los muertos como sta: "Dios quiera hacer revivir tu espritu", muestra
bastante bien que el misterio de iniquidad ya haba comenzado su obra, pero
tales inscripciones muestran tambin que haba trabajado lentamente y con
prudencia, y que hasta la poca a la que pertenecen, la iglesia romana an no
se haba desarrollado como hoy en que se prohbe absolutamente el matrimonio
de sus sacerdotes. Lenta y disimuladamente, Roma ha puesto las bases de su
sistema sacerdotal en el cual despus iba a edificar un tan vasto edificio. En sus comienzos tena el nombre de "Misterio" sellado sobre su sistema.
1. Dr. MAITLAND, La iglesia en las catacumbas, p. 191-192.
Pero este rasgo de "Misterio" le ha sido conservado a travs de todo su
desarrollo. Cuando logr opacar el resplandor del Evangelio, oscurecer la
plenitud y la libertad de la gracia divina y apartar las almas de la comunin
directa e inmediata con el nico gran Profeta y soberano Sacrificador, se
atribuy al clero un poder misterioso que le daba el dominio sobre la fe del
pueblo, dominio que rechazaron formalmente los apstoles (II Cor. 1, 24) pero
que, de acuerdo con el confesionario, se ha vuelto hoy al menos tan absoluto y
tan completo como nunca antes lo fue el dominio del sacerdote babilnico
sobre los iniciados en los antiguos misterios. El poder clerical del sacerdocio
romano ha logrado su apogeo en la institucin del confesionario. Esta institu-
cin fue tomada de Babilonia. La confesin pedida a los secuaces de Roma es
totalmente diferente de la que nos recomienda la Palabra de Dios. La Escritura
nos dice sobre este tema: "Confesaos vuestras ofensas unos a otros." (Santiago
V, 16) Lo que implica que el sacerdote debe confesarse al pueblo como el
pueblo al sacerdote, si sucede que uno ha pecado contra otro. Como la Palabra
de Dios jams podra servir de pretexto para un despotismo espiritual; entonces
Roma, que abandon la palabra de Dios, tuvo de recurrir al sistema babilnico.
En este sistema, la confesin secreta al sacerdote, segn una frmula empleada,
se exiga a todos los que eran admitidos en los Misterios; y la iniciacin slo
poda hacerse despus de esta confesin. He aqu cmo Salvert habla de esta
confesin tal como la practicaban en Grecia, en ritos que obviamente venan de
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Babilonia 1: "Todos los griegos desde Delfos hasta Termpilas eran iniciados
en los Misterios del templo de Delfos. Se aseguraba el silencio acerca de todo
lo considerado secreto por temor al castigo mediante amenazas ante una
revelacin que sera un perjurio, y por la confesin general que se exiga a los
aspirantes despus de la iniciacin. Esta confesin les causaba mayor temor por
la indiscrecin del sacerdote, no le daba motivo de temer las indiscreciones de
ellos 2." Potter nos habla tambin de esta confesin en sus "Antigedades
Griegas", aunque no lo hizo notar demasiado. En su relato de los misterios de
Eleusis, despus de haber descrito las ceremonias y las instrucciones que
preceden la admisin de los candidatos a la iniciacin en la presencia inmediata
de las divinidades, l aade: "Entonces el sacerdote que los iniciaba, llamado
hierofante, les haca ciertas preguntas, por ejemplo: "Desayunasteis?" etc., a
lo cual respondan a travs de formularios 3." La palabra "et ctera" puede no
llamar la atencin a un lector superficial, pero quiere decir muchas cosas.
1. Para el origen babilnico de estos Misterios, ver captulo siguiente, art.l y 2.
2. Eusebio SALVERT, Ciencias ocultas, cap. XXXVI, p. 428.
3. POTTER, vol. I. Eleusinia, p. 336.
Quiere decir: "Eres puro de toda infraccin a la ley de castidad?" Y esto no
slo en el sentido de impureza moral, sino en sentido ficticio de castidad que el
paganismo siempre ha anhelado 1. "Eres libre de todo asesinato?" porque el
que incluso por accidente se converta en culpable de asesinato no era admitido
sin antes de haber sido limpiado de su crimen, y haba sacerdotes, llamados
Koes quienes eran en este caso los encargados de recibir las confesiones y de
absolver a los culpables 2. La severidad de estas preguntas del confesionario
pagano est obviamente contenida en ciertos poemas licenciosos de Propercio,
Tbulo, Juvenal 3. Wilkinson en su captulo acerca de los "ayunos privados y la
penitencia", dice que eran estrictamente obligatorios, segn reglas fijas, para
pocas determinadas 4, cita pasajes de numerosos autores que muestran
claramente de dnde el papado tom estas preguntas que dieron un carcter de
obscenidad a su confesionario, como se observa, por ejemplo, en las primeras
pginas de Pater Deus. Para justificar esta confesin auricular, se deca que las
solemnidades en las cuales los iniciados iban a ser admitidos eran tan grandes,
tan celestiales, tan santas, que el que tena la conciencia cargada con una falta,
con un pecado que no haba expiado, no poda de ninguna manera ser admitido
all. Por eso era indispensable, en el inters mismo de los que deseaban hacerse
iniciar, que el sacerdote oficiante sondeara la conciencia de ellos por temor de
que la clera de los dioses se excitara contra los profanos intrusos si venan sin
ser antes purificados de sus faltas. Tal era el pretexto; pero cuando conocemos
la naturaleza esencialmente impura tanto de los dioses como de su culto quin
no puede ver que era slo un pretexto, pues el gran propsito de pedir a los
candidatos para la iniciacin que confesaran al sacerdote todas sus faltas
secretas y omisiones y pecados, era slo ponerlos totalmente bajo poder de
aquellos a quienes eran confiados los ntimos sentimientos de sus almas y sus
ms importantes secretos?
1. Para las defensas arbitrarias respecto de las cuales se puede acabar siendo culpable, ver POTTER, tomo I, p. 336, algunas frases antes de la ltima cita.
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15
2. DUPUIS, Origen de todos los cultos, vol. IV. P. L, p. 302. Pars, el ao III de la Repblica.
3. Ver particularmente JUVENAL, Stiro VI, 535. 4. WILKINSON, Los Egipcios, tomo V, p. 335-336.
Ahora bien, es exactamente de la misma manera y por las mismas razones que
Roma instituy el confesionario. En vez de pedir a los sacerdotes y a los fieles
segn la Escritura de "confesar sus faltas los unos a los otros", cuando alguien
ha hecho mal a otro, ella obliga a todos los hombres, bajo pena de perdicin, a
confesarse con los sacerdotes 1, aunque estos los hayan o no ofendido,
mientras que el sacerdote no est ni siquiera obligado a confesarse con su
rebao. Sin esta confesin, en la iglesia romana, no se es admitido en los
sacramentos, no diferente a los das del paganismo en que no se poda ser
admitido en los Misterios sin haberse confesado. Ahora bien, esta confesin es
hecha por todo fiel, en secreto y soledad, al sacerdote revestido de autoridad
divina 2, que sesiona en nombre de Dios, investido del poder para examinar la
conciencia, para juzgar la vida, para condenar y para absolver a su agrado y
segn su placer. Este es el gran eje sobre el cual gira todo el sistema de
iniquidad tal como se ha incorporado al papado; y de todas partes de donde lo
obedecen, sirve admirablemente a su propsito y somete a los hombres a una
sujecin despreciable enfrente del sacerdocio. Fiel al principio que dio
nacimiento al confesionario, la iglesia, es decir, el clero, pretendi ser el nico
depositario de la verdadera fe de la cristiandad. As como los sacerdotes
caldeos eran considerados como poseedores de la clave de la explicacin de la
mitologa babilnica, clave que se les haba transmitido desde la ms remota
antigedad, as como los sacerdotes de Roma pretendieron ser los nicos
intrpretes de la Escritura:
1. El Cristiano sincero, por el obispo HAY, tomo II. p. 68. En esta obra se halla la pregunta
y la respuesta siguientes: "D. Es necesaria esta confesin de pecados para obtener la salvacin? R. Es ordenada por Jesucristo como absolutamente necesaria." Ver tambin el Manual del pobre hombre, obra distribuida en Irlanda, p. 109-110.
2. La luz de la profeca. Ver Apndice, nota C.
Ellos nicamente tienen la verdadera tradicin transmitida de tiempo en
tiempo, sin la cual sera imposible comprender el verdadero sentido de la
Biblia. Tambin exigen una fe completa en sus dogmas; todos los hombres
estaban obligados a creer como crea la iglesia, mientras que la iglesia poda
determinar su fe a su gusto. El poseer la autoridad suprema sobre la fe, poda
comunicar poco o mucho segn lo que ella juzgara conveniente; y reservar la
enseanza de las grandes verdades de la religin era un principio tan esencial
en el sistema de Babilonia como ocurre hoy en el romanismo o el
tractarianismo 1. Fue esta pretensin del clero para dominar sobre la fe, que
"injustamente retuvo la verdad cautiva 2."En la antigedad de manera que "las
tinieblas cubran la tierra, y que los hombres estaban inmersos en espesas
tinieblas". La misma pretensin apareci en el clero romano, cuando durante
ciertas eras de ignorancia, a lo largo de varios siglos lgubres, el Evangelio
permaneci ignorado y cuando la Biblia fue un libro cerrado para millones de
hombres que llevaban el nombre del Cristo. En todos los aspectos vemos pues
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que Roma lleva con razn en la frente el nombre "Misterio, Babilonia la
Grande." 1. Haba una diferencia incluso entre los iniciados. Algunos slo eran admitidos en los
pequeos Misterios; los grandes Misterios eran reservados a un pequeo nmero de
privilegiados. (WILKINSON, Los Antiguos Egipcios, tomo I, p. 265-267).
2. Romanos 1. 18. Los mejores intrpretes traducen este pasaje como ya lo indicamos. Se
notar que Pablo habla expresamente de los paganos.
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Captulo 2
Objetos de culto
Artculo 1 La Trinidad en la Unidad
Si se encuentra esta coincidencia general entre los sistemas de Babilonia y de
Roma, uno se pregunta esto ser todo? Respondemos: de ninguna manera. Comparemos slo los antiguos misterios babilnicos en el sistema de Roma y
veremos cunto ha recibido uno de otro. Estos misterios fueron por mucho
tiempo envueltos en tinieblas; pero hoy esas tinieblas espesas comienzan a
disiparse. Todos los que han puesto una mnima atencin a la literatura de
Grecia, de Egipto, de Fenicia o de Roma, saben qu lugar ocupaban los
Misterios en estos pases; saben tambin que a pesar de las diversidades
secundarias, estos misterios eran los mismos en todos los puntos esenciales en
esas diversas regiones. Ahora bien, tanto las palabras de Jeremas ya citadas
parecen mostrar que Babilonia fue la fuente primaria de todos los sistemas
idoltricos, como las deducciones de los historiadores ms competentes,
basadas nicamente en los hechos histricos, han llegado a la misma
conclusin 1. Zonaras 2 nos ensea que los testimonios de los antiguos autores
que ha consultado nos llevan al resultado del cual hablamos, nos dice, en
efecto, respecto de la aritmtica y de la astronoma: Se dice que "estas dos
ciencias vinieron de los caldeos a los egipcios, y de stos a los griegos."
1. Ver HERDOTO, lib. II, cap. 109, y DIGENES LAERTES, proem, p. 2.
2. Lib. I, 6, p. 34.
Si los egipcios y los griegos tomaron de los caldeos la aritmtica y de la
astronoma, del momento que estas ciencias eran ciencias sagradas cuyo
monopolio perteneca a los sacerdotes, esto prueba suficientemente que sacaron
su religin de la misma fuente. Bunsen y Layard han llegado al mismo
resultado en sus investigaciones. El primero declara en efecto que el sistema
religioso de Egipto vena de Asia, "y del primer imperio de Babel 1". Layard a
su vez, aunque considera el sistema de los magos caldeos desde un punto de
vista ms favorable, habla as de este sistema: "Es obvio que este primitivo
culto se remonta a una gran antigedad, y tenemos el doble testimonio de la
historia sagrada y de la historia profana parar establecer que tom nacimiento
entre las tribus asirias. Se le da el epteto de perfecto y se crea que era el ms
antiguo de los sistemas religiosos, anterior incluso al de los egipcios. (Egyptiis
vero antiquiores esse Magos Aristoteles auctor est in primo de Philosophia
libro-Theopompi Frag) 2. "Aade que Porfirio y Clemente sealan la identidad
en muchas doctrinas asirias en relacin de las egipcias" y siempre acerca del
mismo tema cita los pasajes siguientes de Birch sobre los cilindros y los
monumentos de Babilonia: "Los signos del Zodiaco muestran sin duda que los
griegos tomaron de los caldeos los conceptos y el orden del Zodiaco (y, por lo
tanto, la mitologa asociada a l). No puede refutarse la identidad entre Nimrod
y la constelacin de Orin 3." Ouvaroff mismo en su obra maestra acerca de
los Misterios de Eleusis lleg a la misma conclusin. Despus de haber citado
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este hecho en que los sacerdotes egipcios reclamaban el honor de haber
transmitido a los griegos los primeros elementos del politesmo, concluye as:
"Estos hechos ciertos bastante demostraran, an sin la conformidad de ideas,
que los Misterios trasladados a Grecia que se han unido a un cierto nmero de
nociones locales, jams perdieron el carcter de su origen, que remonta a la
cuna de las ideas morales y religiosas del universo. 1. BUNSEN, Egipto, vol. I, p. 444.
2. LAYARD, Nnive y sus ruinas, vol. II, p. 440.
3. ibid. p. 439-440.
Todos estos hechos separados, todos estos testimonios dispersos confirman este
principio fecundo y hace del Oriente el centro de la ciencia y de la civilizacin
1." Si tenemos asimismo la prueba de que Egipto y Grecia tomaron su religin
de Babilonia, tenemos tambin la prueba que el sistema religioso de los
fenicios tuvo el mismo origen. Macrobio demuestra que el carcter distintivo
de la idolatra fenicia debi ser trada de Asiria, que para las escritores clsicos
comprenda Babilonia. "El culto de Venus Arquites, dice, antiguamente entre
los asirios floreca como hoy entre los fenicios 2."Ahora bien, para establecer
la identidad entre los sistemas de la antigua Babilonia y de la Roma papal, slo
hay que buscar a qu grado el sistema del papado se relaciona con el sistema
establecido en estos Misterios de Babilonia. En tal investigacin, debemos
vencer dificultades considerables; porque as como en geologa es totalmente
imposible alcanzar las capas profundas que se extienden bajo la superficie de la
tierra, as que no hay que creer que en algn pas pudiramos hallar un informe
completo y armnico del sistema que all se ha establecido.
1. OUVAROFF, Misterios de Eleusis, secc. II, p. 20.
2. Saturnalia, lib. I, cap. 21, p. 79.
As como el gelogo puede determinar con un maravilloso acierto el orden y
los contenidos generales de las diferentes capas de toda la tierra, al examinar
aqu el interior de una fisura, all una elevacin, all los diferentes aspectos de
la misma superficie, as es en el asunto de los misterios caldeos. Lo que no
existe en un pas otro lo tiene y lo que apareca en varias direcciones determina
el carcter de muchos hechos necesariamente que no se muestran directamente
a la luz del da. Habiendo aceptado la unidad y el carcter babilnico de los
antiguos misterios de Egipto, de Grecia, de Fenicia y de Roma, tomemos estos
dos rasgos para la clave que debe guiarnos en nuestras investigaciones, y
comparemos punto por punto la doctrina y la prctica de las dos Babilonias, la
del Antiguo y la del Nuevo Testamento.
Primeramente sealaremos la identidad de los objetos de culto de Babilonia y
de Roma. Los antiguos babilonios, exactamente como los romanos modernos,
crean formalmente en la unidad de la Divinidad; y al adorar una infinidad de
divinidades secundarias, se deca que posean cierta influencia en los destinos
humanos y reconocan claramente la existencia de un solo Creador infinito y
todo poderoso, elevado por encima de todo 1. La mayora de las naciones haca
lo mismo. En las edades remotas de la humanidad, dice Wilkinson en los
"Antiguos Egipcios", parece haberse credo, en general, en una nica y todo
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poderosa divinidad que cre todas las cosas; la tradicin ense a los hombres
las mismas nociones acerca de este tema, nociones que ms tarde fueron
adoptadas por todas las naciones civilizadas 2. "La religin goda, dice Mallet,
enseaba la existencia de un Dios supremo, amo del universo al que, se deca,
todo obedeca, todo estaba sometido" (Tcito de Morib. Germ.). La antigua
mitologa de Islandia lo llam "el autor de todo lo existente, el Ser eterno,
viviente y terrible, el que escudria las cosas ocultas, el Ser que jams cambia".
Ella atribuye a esta divinidad "un poder infinito, un conocimiento ilimitado,
una justicia incorruptible 3". La fe de los antiguos hindes as es, tenemos
pruebas.
1. JMBLICO, secc. VIII, cap. 2. - MACROBIO, Saturnalia, p. 65.
2. WILKINSON, vol. IV, p. 176.
3. MALLET, Antigedades del Norte, vol. 1, p. 78-79.
Aunque el moderno brahmanismo reconoce millones de dioses, los libros
sagrados de los hindes muestran que antiguamente no era as. El mayor Moor
dijo, hablando de Brahma, el Dios supremo de los hindes: "Ninguna imagen
puede representarlo, l, cuya gloria es tan grande. Todo lo ilumina, todo lo
alegra, de l vienen todas las cosas. Es quien da la vida a los seres vivientes, es
a quien todas las cosas regresan." (Veda) 1. En los decretos de Manu es
caracterizado as: "A quien slo el espritu puede percibir: cuya esencia escapa
a los rganos sensibles, quien es invisible, quien existi por toda la eternidad:
el alma de todos los seres, que ninguna criatura puede concebir 2."En estos
pasajes, hay algunas huellas de pantesmo, pero el lenguaje mismo testimonia
que hubo entre los hindes un perodo donde la fe era mucho ms pura.
No slo los hindes celebraban de gran manera las perfecciones naturales de
Dios, pero es cierto que conocan perfectamente su carcter misericordioso, tal
como se manifiesta en sus relaciones con un mundo culpable y perdido. Es lo
que aparece claramente en el nombre mismo de Brahm que dieron al Dios
nico, eterno e infinito. Se entreg a muchas especulaciones poco satisfactorias
acerca del sentido de este nombre; pero si se considera cuidadosamente las
diferentes citas relativas a Brahm, se hace evidente que este nombre no es otro
que el hebreo Rahm con el prefijo digamma, muy usado en las palabras
snscritas derivadas del hebreo o del caldeo. Rahm en hebreo significa "el
misericordioso o el compasivo 3". Pero Rahm significa tambin el vientre 4 o
las entraas, como asiento de la compasin.
1. MOOR, El Panten, p. 4.
2. Col. KENNEDY, La Mitologa hind, p. 290.
3. Ver PARKHURST, Lxico hebreo, sub voce n V.
4. ibid. n II.
Ahora bien se habla de Brahm, el nico Dios soberano, en un lenguaje tal como
no se puede explicarlo a no ser de suponer que Brahm tena el mismo
significado que la palabra hebrea Rahm. De este modo vemos que el dios
Crishna, en uno de los libros sagrados de los hindes, que afirma su digniddad
soberana, su divinidad y su identidad con el Dios supremo, usa las expresiones
siguientes: "El gran Brahm es mi seno, en el cual coloco mi feto; es de l que
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proceden todas las cosas. El gran Brahm es el seno de todas las formas diversas
que son concebidas en cada seno natural 1."Cmo nunca se habra podido
aplicar tal lenguaje al "supremo Brahma, el Dios Altsimo, el Ser divino, por
encima de todos los otros dioses; sin genealoga, el Seor todo poderoso, Dios
de los dioses, el Seor universal 2" sino por esta analoga entre Rahm "las
entraas" y Rahm "el misericordioso?" Vemos que Brahm es exactamente el
mismo que "Er-Rhaman 3", el Todo misericordioso, ttulo aplicado por los
turcos al Altsimo, y que los hindes, a pesar de su profana degradacin
religiosa, haban reconocido en otro tiempo que el Santsimo, el Altsimo es
tambin el Dios de misericordia, en otras palabras, que es un Dios justo y
Salvador 4. Al desarrollar esta interpretacin del nombre de Brahm, vemos que
su creencia religiosa concerniente a la creacin coincida exactamente con el
relato del origen de todas las cosas tal como se halla en el Gnesis. Se saba
que los brahmanes, para hacerse valer como una casta sacerdotal semidivina,
ante la cual las otras deban postrarse, pretendieron por mucho tiempo que, a
diferencia de las otras castas que venan de los brazos, del cuerpo, de los pies
de Brahma (el representante visible y la manifestacin de lo invisible Brahm
con el cual se identificaba), ellos haban salido de la boca del Dios Creador.
1. PARKHURST, Lxico hebreo, sub voce n IV.
2. MOOR, El Panten, Crisna, p. 24.
3. GITA, p. 68, apud Moor.
4. Para ms claridad sobre la creencia de los hindes en este tema, ver al final del artculo
siguiente.
Ahora bien, encontramos en sus libros sagrados declaraciones que prueban que
antiguamente se enseaba una doctrina totalmente diferente. As, en uno de los
vedas, se dice expresamente, respecto de Brahma: "todas las cosas son creadas
por su boca 1". En este pasaje se trat de oscurecer el tema: pero si se lo
aproxima al sentido del nombre de Brahm que ya dimos quin puede dudar
del sentido preciso de esta cita, aunque se oponga a las orgullosas y exclusivas
pretensiones de los brahmanes? Obviamente quiere decir que l, desde la cada,
se revel al hombre como el Misericordioso 2 y el Dios que hace gracia (xodo
XXXIV, 6) era al mismo tiempo conocido como el Todopoderoso que en el
principio habl y todo fue hecho, orden, y todas las cosas comparecieron, y
que hizo todas las cosas por medio de su palabra poderosa". Despus de lo que
acabamos de decir, todo lector que consulte las "Investigaciones Asiticas",
vol. VII, p. 293, puede ver que es consecuencia, en grande parte, de una
falsificacin criminal del ttulo divino de nico Dios viviente y verdadero,
ttulo que debiera ser tan apreciado por los pecadores, de donde surgieron todas
las abominaciones morales que se hacen tan odiosas respecto de la pureza los
smbolos paganos en los templos hindes 3.
1. Investigaciones Asiticas, vol. VII, p. 294. Londres, 1807.
2. La palabra original en el xodo es exactamente la misma que Rahm necio en la forma de
participio.
3. Si tal es el sentido de la palabra Brahma, el sentido de Deva, nombre genrico de Dios
entre los hindes le es casi idntico. Este nombre viene del snscrito Div, brillar. Es slo una
forma diferente de Shiv que tiene el mismo sentido y que viene tambin del caldeo Ziv,
brillo o esplendor (Dan. II, 31) y ciertamente cuando el culto del sol acab por incorporarse
a la fe de los patriarcas, este nombre podra sugerir el esplendor visible de la luz divinizada.
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Pero hay razones para creer que Deva tiene un origen ms noble y que esta palabra en
realidad vena originalmente del caldeo Thad, bueno, que se puede pronunciar tambin Thev
o en su forma enftica Theva o Theva, el Bueno. La primera letra representada por la Th,
como lo muestra Donaldson en su "Nuevo Crtilo", se pronuncia a menudo Dh. De Dheva o
Theva el Bueno viene naturalmente el snscrito Deva o sin la digamma como esto ocurre a
menudo Deo, Dios, en latn Deus, en griego, Theos, la digamma que desaparece del original
Thevo-s, como novus en latn se convierte en neos en griego. Este aspecto del tema da
autoridad a la palabra del Seor (Mat. XIX, 17). Ninguno hay bueno sino uno: (Theos) Dios.
(el Bueno).
La idea babilnica de la unidad divina era tan idlatra que Jehov el Dios
viviente censur severamente a su pueblo por compartirla cierto grado que esto
daba como resultado: "Los que se santifican y los que se purifican en los
huertos, segn los ritos de Acad 1, los que comen carne de cerdo y abomina-
cin y ratn, juntamente sern talado" (Isaas LXVI, 17). En la unidad de este
Dios nico de los babilnicos haba tres personas y para simbolizar esta
doctrina de la Trinidad ellos empleaban, tal como lo prueban los descubri-
mientos de Layard, el tringulo equiltero, del todo como la iglesia romana lo
hace en nuestros das 2. En los dos casos, una semejante comparacin injuriosa
para el Rey Eterno, y slo sirve para pervertir los espritus de aquellos que lo
permitan como si hubiera o si ninguna semejanza pudiera haber entre tal figura
y el que dijo: "A qu, pues, me haris semejante o me compararis?" El
papado tiene en algunas de sus iglesias, como por ejemplo en el monasterio de
las Trinitarias de Madrid, una imagen del Dios en tres personas, con tres
cabezas en un solo cuerpo 3.
1. Algunos traducen: (detrs de un rbol); pero ninguna palabra hay en el texto que
signifique rbol; y Lowth admite, con los mejores orientalistas, que se debe traducir "segn
los ritos de Acad", es decir "del que es nico". Se objetar que no hay artculo; pero la
objecin tiene poco alcance; esta misma palabra 'Acad" se usa sin artculo en Deuteronomio,
cuando se confirma la unidad de la Divinidad de la manera ms solemne: "Oye, Israel:
Jehov nuestro Dios, Jehov uno es". Para confirmar con la mayor fuerza posible la unidad
de la divinidad los babilonios empleaban la palabra Acad (Macrobii Saturnalia, lib. I, cap.
23, p. 73).
2. LAYARD, Nnive y Babilonia, p. 605. Los egipcios tambin usaban el tringulo como
smbolo de su divinidad de tres formas (ver MAURICE, Antigedades indias, vol. IV, p.
445, Londres 1794).
3. PARKURST, Lxico Hebreo, sub voce Querubn. Segn el extracto siguiente del Catlico
Laico, de Dubln, diario protestante competente, que describa un cuadro romano de la
Trinidad, recientemente aparecido en esta ciudad, se ver que se manifest, en las puertas
mismas de Inglaterra, una tendencia anloga a esta manera de representar la Divinidad. En la
parte superior del cuadro hay una representacin de la Trinidad. Hablamos de esto con el
respeto necesario. Dios el Padre y Dios el Hijo son representados como un hombre de dos
cabezas, un cuerpo y dos brazos. Una de estas cabezas es como los retratos comunes del
Salvador. La otra es la cabeza de un anciano coronada con un tringulo. En medio del
cuadro, se ve salir al Espritu Santo en forma de paloma. Pensamos que todo cristiano ver
este cuadro con tristeza, y repugnancia. (17 de julio 1856).
Los babilonios tenan algo similar, en su ltimo libro, M. Layard da un
espcimen de esta triple divinidad que adoraban las antiguos asirios 1 (fig. 3).
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22
Fig. 3
El grabado inferior (fig. 4) de otra divinidad que adoraban los paganos de
Siberia, es tomada de una medalla del gabinete imperial de San Petersburgo y
es reproducida en el "Jafet" de Parson 2.
Fig. 4
1. Nnive y Babilonia, p. 160. Se dijo que la forma del plural del nombre de Dios, en el hebreo de la Gnesis, no proporciona argumento para la doctrina de la pluralidad de
personas en la Divinidad, porque la misma palabra en plural se aplica a las divinidades
paganas. Pero si la Divinidad suprema en casi todos los pueblos paganos era tres en uno, es
obvia la futilidad de la objecin. ***
2. Jafet. p. 184.
Las tres cabezas estn dispuestas de otro modo en el espcimen de Layard,
pero ambas estn obviamente destinadas a simbolizar la misma gran verdad,
aunque todas estas representaciones de la Trinidad degradan las ideas de
aquellos entre los cuales se hallan estas imgenes, respecto de este misterio
sublime de nuestra fe. En la India, la divinidad suprema tambin se representa
de la misma manera en uno de los templos ms antiguos de este pas; tiene tres
cabezas en un solo cuerpo y lleva el nombre de "Eko Deva Trimurti1", "un
Dios de tres formas". En Japn, los budistas adoran a su gran dios Buda con
tres cabezas, de la misma manera y con el nombre de "San Pao Fuh 2". Todas
estas imgenes existan desde la antigedad. Al estar impregna-da de idolatra,
la nocin de una Trinidad era universal entre todas las naciones antiguas del
mundo: esto muestra cun profundamente enraizada estaba en la humanidad la
doctrina original que viene tan manifiestamente del Gnesis 3.
1. Cor. KENNEDY, La Mitologa Hind, p. 211. El Coronel Kennedy se opone a que se
aplique el nombre de Eko Deva a la triple estatua que fue descubierta en el templo
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23
subterrneo de Elefanta, porque, dice, ese nombre slo pertenece al supremo Brahma. Pero
hay que reconocer que se puede notar all una inconsecuencia: si Kennedy admite que
Brahma, la primera persona de esta estatua en la forma triple, es identificada con el Brahma
supremo; sin embargo, ms adelante indica que una maldicin es pronunciada contra todos
los que hacen la diferencia entre Brahma, Vichn y Siva, las tres divinidades que son
representadas en esta misma estatua.
2. GILLESPIE, Pas de Sinim, p. 60.
3. La triple invocacin del nombre sagrado cuando Jacob bendijo los hijos de Jos es de
notar porque es extremadamente sorprendente: Y l bendijo a Jos y dijo: "Y bendijo a Jos,
diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me
mantiene desde que yo soy hasta este da, el ngel que me liberta de todo mal, bendiga a
estos jvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e
Isaac, y multiplquense en gran manera en medio de la tierra." (Gn. XLVIII, 15-16). Si el
ngel mencionado aqu no hubiera sido Dios, Jacob no lo habra invocado como igual a
Dios. En Oseas XII, 3-5, el ngel que redimi a Jacob es llamado expresamente Dios: "En el
seno materno tom por el calcaar a su hermano, y con su poder venci al ngel. Venci al
ngel, y prevaleci; llor y le rog; en Bet-el le hall, y all habl con nosotros. Mas Jehov
es Dios de los ejrcitos; Jehov es su nombre."
Los smbolos de la figura de Layard de los cuales nos hablaron son muy
instructivos si se los examina atentamente. Para l, el crculo de esta figura
significa "el tiempo ilimitado". Pero es obvio que el sentido jeroglfico de
estecrculo es muy diferente. En caldeo crculo se dice Zero 1; y Zero significa
tambin la simiente. Tambin, segn el talento del sistema mstico de los
caldeos, que estaba en gran medida fundada en palabras de doble sentido, lo
que para el comn de la gente era simplemente un Zero, "una circunferencia",
para los iniciados Zero era "la simiente". Ahora si se considera en este punto de
vista el emblema triple de la Divinidad suprema de los asirios se ve claramente
cul haba sido al principio la fe patriarcal. Primeramente, se tiene la cabeza
del anciano, despus se tiene el Zero o el crculo, es decir, la simiente y,
finalmente, las alas y la cola de una paloma 2, todo esto muestra, de una
manera blasfema, la unidad del Padre, de la simiente o del Hijo, y del Espritu
Santo. Tal era la manera en que la idolatra pagana haba representado primero
a Dios en tres personas, esta representacin haba durado hasta despus de
Senaquerib; pero no es menos cierto que en una poca ms remota, las
nociones babilnicas de la Divinidad se haban modificado profundamente; y
las tres personas se haban convertido en el Padre Eterno, el Espritu de Dios
encarnado en una madre humana y el Hijo divino, fruto de esta encarnacin. 1. Nuestra propia lengua nos proporciona la prueba que cero era un crculo entre los caldeos.
Entonces cero es el nombre de un nmero o de un crculo? y de dnde tenemos esta
expresin sino de los rabes, como ellos mismos lo haban tomado de los caldeos, el primer
pueblo en cuyo seno haba florecido la aritmtica, la geometra y tambin la idolatra? Zero,
en este sentido obviamente viene del caldeo zer, "rodear", que, a su vez, dio nacimiento al
nombre babilnico aplicado a un gran perodo de tiempo, "saros", (BUNSEN, tomo I, p.
711-712). Lo que los caldeos consideraban al Gran Germen siendo sostenido por el sol
encarnado (ver cap. 3, art. 1) y el emblema del sol como una circunferencia (BUNSEN,
tomo I, p. 335, n4), se establece sin problema la relacin jeroglfica entre zero la
circunferencia y zero la simiente.
2. Segn Gnesis I, 2, el Espritu de Dios flotaba sobre las aguas (es la expresin en el
original); es obvio que la paloma haba sido el perfecto emblema del Espritu Santo.
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Artculo 2
La Madre y el Hijo, y el original del Hijo
Con tal teora, la primera persona de la Divinidad estaba dejada de lado en la
prctica. Siendo que el gran Dios Invisible no intervena en absoluto en las
cosas de la humanidad, deba ser adorado en silencio 1, es decir que en realidad
no era adorado 2 del todo por la multitud. La misma caracterstica llama la
atencin hoy en la India de una manera chocante. Aunque Brahma, segn los
libros sagrados, era la primera persona de la trada hind, y que la religin del
Indostn era designada con su nombre, no obstante no se lo adora jams 3, y en
toda la India, apenas si existe hoy un solo templo de los que se ergua, en otro
tiempo, en su honor 4. Ocurre lo mismo en Europa, en los pases donde el
sistema papal est ms completamente desarrollado. En la Italia papal, en
opinin de todos los viajeros (salvo all donde el evangelio ha penetrado
recientemente) no hay casi ningn indicio de adoracin al Rey Eterno e
Invisible, mientras que la madre y el hijo son los grandes objetos de culto.
Ocurra lo mismo en la antigua Babilonia. Los babilonios en su religin
popular adoraban ante todo una madre diosa y su hijo, que era representado en
los cuadros y en estatuas como un nio pequeo en los brazos de su madre (fig.
5 y 6). De Babilonia, el culto de la Madre y del Hijo se expandi hasta los
confines del mundo. En Egipto, la Madre y el Hijo eran adorados con los
nombres de Isis y de Osiris 5.
1. JMBLICO, Los Misterios, secc. VII, cap. III. 2. KITTO, Comentario ilustrado, vol. IV, p. 81 3. Indrani, esposa del dios hind Indra; ver Investigaciones Asiticas, vol. VI, p. 393. 4. WARD, Estudios de los hindes, segn las investigaciones de Kennedy acerca de la Mitologa antigua y moderna, p. 196.
5. Osiris, como el hijo llamado comnmente Horus. BUNSEN, vol. I, p. 438 comparado con p. 433-434.
Fig. 5 Fig 6
En la India, incluso hoy, con los nombres de Isi y de Iswara 1. En Asia es
Cibeles y Deoius 2. En la Roma pagana, la Fortuna y Jpiter Puer o Jpiter el
nio 3. En Grecia, Ceres la gran madre con un lactante al seno 4 o Irene, la
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diosa de la paz, con el nio Pluto en los brazos 5, e incluso en el Tbet, en
Japn, en la China, los misioneros jesuitas se sorprendieron bastante al
encontrar el smil de la Seora 6 y su hijo adorado tan devotamente como en la
misma Roma papal; Shing-Mu, la Santa Madre de los chinos era representada
con un nio en los brazos, y rodeada de gloria, absolutamente como si un
artista catlico romano se hubiese preocupado de pintarla 7.
1. KENNEDY, Mitologa Hind, p. 49. Aunque es el esposo de Isi, Iswara es representado tambin como un nio en su seno. Id. p. 338. Nota.
2. DYMOCK, Diccionario clsico, Cibeles y Deoius. 3. Obras de CICERN, De divinatione, lib. II, cap. 41. Vol. III, p. 77. 4. SFOCLES, Antgona, verso 1133. 5. PAUSANIAS, lib. I. tica, cap. 8. 6. En italiano, el nombre de la Virgen es la traduccin de un ttulo de la diosa babilnica. Baal o Belo era el nombre de la gran divinidad masculina de los babilonios, y la divinidad
femenina era Beltis (HESIQUIO, Lxico, p. 188). Este nombre tambin se encuentra en
Nnive, para la madre de los dioses (VAUX, Nnive y Perspolis, p. 459); y en un discurso
atribuido a Nabucodonosor (EUSEBIO, Praepar. Evang. lib. IX, cap. 4), los nombres Belo y
Beltis estn juntos como los del gran dios y gran diosa de Babilonia. El griego Belo, ms
alto ttulo del dios babilnico, era indiscutiblemente "Baal el Seor". Beltis, nombre de la
divinidad femenina, equivalente a Baalti, sea en latn Mea domina y en italiano, por
alteracin, madonna (seora). Referente a esto, Juno la reina de los cielos, en griego Hera,
tambin significaba "la seora" y el ttulo de Cibeles o Rea en Roma era domina o la seora,
como Atenea, nombre de Minerva en Atenas. El nombre hebreo Adn, el Seor, Athn con
los puntos vocales, era conocido por los griegos de Asia (que llevaron la idolatra a Grecia)
como un nombre de Dios, en la forma Athan. Eustato, en una nota a cerca de la Periergesis
de Dionisio (v. 915, apud BRYANT, vol. III, p. 140), dice que Athn es dios. El femenino
de Athn es Athana, la seora, de aqu Atena en tico. Minerva es representada como una
virgen, pero Estrabn (lib. X, cap. 3, p. 405) dice que en Hierapitna, Creta (MULLER, Los
Dorios, vol. I, p. 413, sus monedas llevan en efigie los smbolos atenienses de Minerva)
pasaba por ser madre de los coribantes a travs de Helio, el Sol. La Minerva egipcia,
prototipo de la divinidad ateniense era madre y (WILKINSON, vol. IV, p. 285) se llamaba
Madre o Madre de los dioses.
7. CRABB, Mitologa, p. 150. Gutzlaff crea en el origen papal de Shing Mu. Aqu, las historias paganas y cristianas se mezclan. Sir J. F. Davis muestra que los chinos de Cantn
encontraron una analoga tan semejante entre la divinidad Kuanyin y la seora papal, que las
denominan con el mismo nombre (DAVIS, La China, vol. II, p. 56). Los misioneros jesuitas
dicen que sus libros sagrados mencionan una madre y un nio similares a la seora y a Jess
(PADRE LAFITAN, Costumbres de los Salvajes Americanos, tomo I, p. 235). Uno de sus
nombres es Ma-Tsupo. Ver Apndice, nota C.
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Seccin 1
El Hijo en Asiria
El original de esta madre generalmente tan adorara era, tenemos razones para
creerlo, esa misma Semiramis 1 de la cual ya hablamos. Ella era adorada por
los babilonios 2 y por otros pueblos orientales 3 con el nombre de Rea 4 la gran
diosa Madre. Era del hijo, sin embargo, que ella obtena toda su gloria y todos
sus ttulos para la deificacin. Este hijo, aunque representado como un nio en
los brazos de su madre, era una persona de gran estatura, de una inmensa
fuerza corporal y de modales seductores. En la Biblia, l recibe el nombre de
Tammuz (Ezeq. VIII, 14) pero los escritores clsicos lo llaman comnmente
con el nombre de Baco. Es decir, "el Lamentado" 5. El nombre de Baco slo
trae a la mente al lector comn une idea de excesos y de embriaguez, pero se
sabe hoy que en todas las abominaciones que acompaaban sus orgias, se
buscaba abiertamente ese gran objetivo: la purificacin de las almas 6, es decir
su liberacin del pecado y de sus manchas.
1. Sir H. Rawlinson, habiendo descubierto en Nnive las pruebas de la existencia de una Semiramis seis o siete siglos antes de J.C., parece considerarla como la nica Semiramis que
ha existido. Pero es revertir toda la historia. Est fuera de toda duda que hubo una
Semiramis en las primeras edades del mundo. (JUSTINO, Hist., p. 615).Ver el historiador
CASTOR, en los Fragmentos de Cory, p. 65, aunque hazaas de esta obviamente hayan
podido ser atribuidas a aquella. M. Layard no es de la misma opinin que Sir H. Rawlinson.
2. DIODORO DE SICILIA, lib. II. p. 76. 3. ATENGORAS, Legatio, p. 178, 179. 4. Crnica Pascual, vol. I, p. 65. 5. De Bakhah, llorar o lamentarse. Entre los fenicios, dice Hesiquio, Baco quiere decir llorante, p. 179. Como las mujeres lloraban a Tammuz, ellas tambin lloraban a Baco.
6. SERVIO, en Georg. lib. I, vol. II, p. 197 y Eneida, lib. VI, tomo I, p. 400.
El dios Lamentado que se expona y que se adoraba en la forma de un pequeo
nio en los brazos de su madre parece haber sido el marido de Semiramis, cuyo
nombre, Nino, a travs del cual es comnmente conocido en la historia clsica,
significa literalmente el Hijo 1. Como Semiramis, la mujer, era adorada con el
nombre de Rea, cuyo carcter distintivo era el de la gran Madre Diosa 2, la
reunin de la esposa con el esposo llamado Nino o el Hijo, bastaba para expli-
car el origen del culto curioso de la Madre y del Hijo, si extendido entre las
naciones de la antigedad; y he aqu sin duda la explicacin de este hecho de
que ha confundido tanto a los historiadores de la antigedad, que Nino es a
veces llamado el esposo y a veces el Hijo de Semiramis 3. Esto explica
tambin la causa de la misma confusin en las relaciones entre Isis y Osiris, la
Madre y el nio de los egipcios; ya que, as como lo muestra Bunsen, Osiris era
representado en Egipto a la vez como el hijo y el marido de su madre, y llevaba
como ttulo de dignidad y de honor el nombre de marido de la madre. 4
1. De Nin, en hebreo, un hijo. 2. Con este carcter, Rea era llamada por los griegos, Animas, ver Hesiquio acerca de la palabra: Ammas. Ammas es obviamente la forma griega del caldeo Ama, madre.
3. LAYARD, Nnive y sus ruinas, tomo II, p. 480. 4. BUNSEN, tomo I, p. 438-439. El nombre Marido de la Madre, dado a Osiris, parecee ser incluso empleado entre nosotros, aunque se puede dudar de su sentido o de su origen.
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Herdoto cuenta que en Egipto se sorprendi al escuchar el mismo canto triste pero
delicioso de Lino cantado por los egipcios (con otro nombre), que escuchaba comnmente
en Grecia, su patria (HERD. lib. II, cap. 79). Lino era el mismo dios que Baco en Grecia u
Osiris en Egipto: Homero describe a un nio interpretando el canto de Lino durante las
vendimias (Ilada, lib. XVII, v. 569-571), y el erudito dice que era en memoria de Lino,
quien fue despedazado por perros. El epteto de perro se toma en un sentido mstico y ms
adelante se ver hasta qu punto su otro nombre, Narciso, lo identifica con el griego Baco y
con el egipcio Osiris. En ciertas ciudades de Egipto, para el canto de Lino u Osiris, se tena
una meloda particular. Savary dice que, en el templo de bidos, el sacerdote representaba
las siete vocales en forma de himnos y que los msicos no podan entrar all (Letras, p. 566).
Estrabn citado por Savary, llama al dios de ese templo, Memnn, pero Osiris era el gran
dios de bidos lo que prueba que se trataba del mismo dios (WILKINSON, tomo IV, p.
344-345). El nombre de Lino u Osiris, en calidad de marido de su madre, en Egipto era
Kamut (BUNSEN, tomo I, p. 373-374). Cuando Gregorio el Grande introdujo en la iglesia
romana los cantos gregorianos, los tom de los misterios caldeos ya mucho tiempo
establecidos en Roma. Eustaquio, sacerdote romano, supone que estos cantos en gran parte
se basaban en tonadas lidias y frigias (Paseo clsico, tomo I, p. 377). Lidia y Frigia eran los
principales centros de los misterios, de los cuales los egipcios slo eran una rama. Estas
tonadas sagradas eran la msica del gran dios: Gregorio introdujo as la msica de Kamut.
Segn toda apariencia, el nombre de Osiris o Kamut, el marido de la madre, ha llegado hasta
nosotros como el nombre de la escala musical Para qu es la meloda de Osiris consistente
en siete vocales formadas en un himno, sino el Gamut?
Estos detalles dan luz otra vez acerca de este hecho ya remarcado, que el Dios
hind Iswara es representado como un lactante en seno de su propia mujer, Isi
o Parvati.
Ahora bien, este Nino o el Hijo llevado en los brazos de la Seora babilnica,
es descrito de tal manera que podemos identificarlo con Nimrod. Nino, rey de
los asirios 1, nos dice Trogo Pompeyo, resumido por Justino, "fue el primero
que, animado por una pasin nueva, el deseo de las conquistas, cambi las
costumbres pacficas de la antigedad. Fue el primero que hizo la guerra a sus
vecinos y conquist todas las naciones desde Asiria hasta Libia, porque igno-
raban an el arte de la guerra 2." Diodoro de Sicilia nos da un relato que se
ajusta totalmente al de Pompeyo Trogo; incluso aade un rasgo que demuestra
de manera ms completa esta identidad: "Nino, dice l, el ms antiguo rey de
Asiria mencionado en la historia, hizo grandes hazaas. Naturalmente belicoso
y ambicioso de la gloria que viene del valor, arm un nmero considerable de
jvenes bravos y vigorosos como l, los hizo hacer durante un largo tiempo
ejercicios laboriosos y penosos trabajo y as los acostumbr a soportar la fatiga
de la guerra y a enfrentar con valenta los peligros 3." Ya que Diodoro hace de
Nino el ms antiguo rey de Asiria y lo representa como el que inici esas
guerras que alzaron su poder en un grado extraordinario sometiendo a los
habitantes de la Babilonia, esto muestra que ocupaba exactamente la misma
posicin de Nimrod de quien la Escritura dice: "Fue el primero que comenz a
ser poderoso sobre la tierra y rein primeramente en Babilonia." Como los
constructores de Babel, durante la confusin de su lenguaje, fueron dispersados
1. El nombre de asirios, como se ha visto ya, tiene un sentido muy extendido entre los autores clsicos: designa a los babilonios as como a los asirios propiamente dichos.
2. JUSTINO, Pompeyo Trogo, Hist. Rom. Escrit., vol. II, p. 651.
3. DIODORO, Biblioteca, lib. II, p. 63.
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con l por la faz de la tierra y abandonaron la ciudad y la torre que comenzaban
a edificar, Babilonia, como ciudad, no exista antes de Nimrod, estableci all
su poder, hizo de ella su base de operaciones y fue el punto de partida de su
grandeza. Desde este punto de vista, la historia de Nino y la de Nimrod se
relacionan exactamente. La manera a travs de la cual Nino obtuvo su poder es
tambin la misma mediante la cual Nimrod logr el suyo. Est fuera de de toda
duda que esto aconteci al endurecer a sus partidarios en las fatigas y peligros
de la guerra, que los form poco a poco en el arte de las armas y que los
prepar para ayudarlo a establecer su soberana absoluta como Nino al
acostumbrar a sus compaeros durante mucho tiempo a ejercicios penosos y a
duros trabajos, los prepar para hacer de l el primer rey de los asirios.
Las conclusiones que sacamos de estos testimonios de la historia se hallan
poderosamente confirmadas por otras consideraciones. En Gn. X, 11 tenemos
un pasaje que, bien comprendido, lanza una viva luz acerca del tema. He aqu
este pasaje tal como lo da la versin comn: "De esta tierra sali Asur, y
edific Nnive". Como algo extraordinario se dice que Asur sali del pas de
Sinar, mientras que la raza humana en general vena del mismo pas. Esta
versin se funda en la hiptesis de que Asur tena una suerte de derecho divino
sobre ese pas y que haba sido en cierto modo cazado por Nimrod: pero ningn
otro pasaje del contexto hace la ms mnima alusin a este derecho divino y no
creo que se pudiera probar esto. Adems, esta traduccin presenta a Asur
establecindose en el vecindario inmediato de Nimrod un reino tan poderoso
como el de Nimrod mismo: Asur edific cuatro ciudades de las cuales una se
llama con nfasis "grande" (v. 12). Nimrod, segn esta interpretacin, edific
exactamente el mismo nmero de ciudades, de las cuales ninguna se caracteriza
como "grande". Ahora bien, es del todo inverosmil que Nimrod haya soportado pacientemente cerca de l un rival tan poderoso.
Para resolver estas dificultades, se propuso traducir adems: "De esta tierra
(Nimrod) sali para Asur" o para Asiria. Pero entonces, segn la gramtica, sera necesario que hubiera en el texto "Assurah", con la idea de movimiento
hacia un lugar; sin embargo, slo existe Asshur, sin sufijo. Estoy convencido
que la perplejidad de los comentaristas, en relacin a este pasaje, viene de la
suposicin que all hay un nombre propio, mientras que en realidad no lo hay
en absoluto. Asshur es el participio pasivo de un verbo que en caldeo significa
fortalecerse 1, y por lo tanto quiere decir: fortalecido o fortificado. Si se lee as
este pasaje, es claro y obvio: (v. 10) "Y l comenz a reinar en Babel, Erec,
Acad y Calne." Un "comienzo" implica obviamente una sucesin y esta sucesin hela aqu: (v. 11) "Vino de fuera de este pas, cuando se fortaleci
(Asshur) y edific Nnive etc." Ahora bien, esto concuerda perfectamente con la declaracin de la historia antigua de Justino: "Nino aument mediante
conquistas incesantes la extensin de sus posesiones. Someti a sus vecinos,
reclut ms tropas para ir a combatir a otras tribus, y as cada nueva victoria le
preparaba el camino para otras ms, venci a todos los pueblos del Oriente 2."
As pues, Nimrod o Nino edific Nnive; y el origen del nombre de esta ciudad
se explica fcilmente como habitacin de Nino 3. Tambin vemos all por qu
el nombre de la principal parte de las ruinas de Nnive se llama hoy Nimrud 4.
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1. Ver el Lxico Caldeo, en Clavis Stockii, donde el verbo asher es traducido por: l afirm, l fortific. Ashur, el participio pasado, es pues: "afirmado, fortificado". Incluso en hebreo,
este sentido parece inherente a este verbo, como se puede concluir de la palabra te-ashur:
nombre del boj (Isaas LX, 13); la madera de este rbol es, en efecto, notable por su dureza
y su cohesin. Pero en el sentido hebreo comn, el sentido es materialmente el mismo;
porque Asher significa prosperar o volverse prspero. Ashur en participio pasado, debe
significar habiendo prosperado o vuelto prspero.
2. JUSTINO, Hist. Rom. Escrit, vol. II, p. 615. He aqu el original: Ninus magnitudinem qusit dominationis continua possessione firmavit. Cum, accessione virium fortior, ad
alios transiret, et proxima quque victoria instrumentum sequentis esset, totius Orientis
populos subegit.
3. Nin-nivej, la morada de Nino.
4. LAYARD, Nnive y sus ruinas, tomo I, p. 7, et passim.
Nino, pues, no es otro que Nimrod; y la explicacin de esta afirmacin nos da
ciertos hechos inexplicados por la historia antigua y confirma fuertemente la
exactitud de esta conclusin. Se dice que Nino fue el hijo de Belo o Bel, y se
dice que Bel fue el fundador de Babilonia. Si Nino fue, en realidad, el primer
rey de Babilonia, cmo Belo o Bel su padre pudo haber sido el fundador? Los
dos podran bien haberlo sido, como se ver cuando hayamos examinado quin
era Bel y y lo que podamos conocer de sus hazaas. Si Nino y Nimrod eran la
misma persona, entonces quin era el Bel de la historia? ste debi ser Cus;
porque Cus engendr a Nimrod (Gn. X, 8) y se piensa comnmente de Cus
como el caudillo de la gran apostasa 1. Pero Cus como hijo de Cam era
Hermes o Mercurio; porque Hermes es un sinnimo egipcio del hijo de Cam 2.
Ahora bien, Hermes era el gran profeta que dio inicio a la idolatra: ya que era
reconocido por los paganos como el autor de sus ceremonias religiosas y como
intrprete de los dioses.
1. Ver GREGORIO DE TOURS, De rerum Franc, lib. I, apud BRYANT, tomo II p. 403, nota. Gregorio atribuye a Cus, lo que generalmente se crea, estar de acuerdo con su hijo;
pero su testimonio muestra que en su tiempo, se crea, lo que es ampliamente confirmado
por otras pruebas, que Cus haba contribuido poderosamente en apartar a la humanidad del
culto del verdadero Dios.
2. Hermes se descompone as: 1 Her, que en caldeo es sinnimo de Hem o Khem, el tostado. Como Her o el tostado, este nombre sirvi de punto de partida para identificar de
una manera tergiversada a Cam con el sol y para deificar as al gran patriarca cuyo nombre
ha servido para designar a Egipto en relacin al sol. Khem o Hem con su propio nombre era
abiertamente adorado antiguamente en el pas de Hem (BUNSEN, tomo I, p. 373), pero esto
habra sido primeramente demasiado temerario. Sin embargo, gracias a Her, su sinnimo, la
va estaba trazada. Her es el nombre de Horus, idntico al sol (BUNSEN, vol. I, p. 607) lo
que muestra que la real etimologa del nombre viene del verbo al cual la vincule. 2" Mes de Mesbeh (o sin el radical que se puede omitir, ver PARKHURST, sub voce, p. 416)
producir. En egipcio, tenemos Ms en el sentido de sacar a la luz, (BUNSEN vol. I, Signos
jeroglficos, Apnd. b: 43, p. 510) lo que es obviamente una forma diferente de la misma
palabra. En el pasivo, encontramos Ms. (BUNSEN, Vocab, Apnd. I, p. 470, abajo, etc.
Ms... nacido). El radical de Mesheh, en el Lxico de Stockius, es en latin "extraxit" y nuestra
palabra extraccin, aplicada al nacimiento o al origen mostr que hay relacin entre el
sentido genrico de esta palabra y el nacimiento. Este derivado explica el sentido de los
nombres de los reyes egipcios, Ramss y Tutmosis; el primero es obviamente el hijo de Ra o
del Sol, ltimo entonces quiere decir el hijo de Thot. Por la misma razn, Her-mes quiere
decir el Hijo de Her o Cam el tostado, es decir, Cus.
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El clebre Gesenio lo identifica con el babilonio Nebo, dios de la profeca; y
Higinio muestra que era conocido como principal actor en este movimiento que
produjo la confusin de las lenguas. He aqu sus palabras: "durante mucho
tiempo los hombres vivieron bajo el gobierno de Jove (obviamente este no es el
Jpiter de los romanos sino el Jehov de los hebreos) sin ciudades y sin ley, y
todos hablaban el mismo lenguaje. Pero Mercurio habiendo interpretado los
discursos de los hombres, (de aqu el nombre de hermeneutas dado a un
intrprete) separ adems a las naciones. Desde entonces comenz la discordia
1." Aqu obviamente hay un enigma. Cmo es que Mercurio o Hermes tena la
necesidad de interpretar el lenguaje de los hombres ya que todos hablaban el
mismo lenguaje? Es necesario para comprenderlo remitirse al lenguaje de los
misterios. Peresh, en caldeo, significa interpretar, pero esta palabra era en otro
tiempo pronunciada por los egipcios y los griegos y a menudo por los caldeos
mismos como "Peres", dividir. Mercurio o Hermes o Cus, el hijo de Cam, era
"el que separa los lenguajes". Es l, parece, quien habra sido el promotor del
proyecto para construir la gran ciudad y la torre de Babel; y como el ttulo bien
conocido de Mercurio (el intrprete de los dioses) pareca indicarlo, los habra
animado en el nombre de Dios a continuar su temeraria empresa, tambin
habra conducido a la confusin de las lenguas y a la dispersin de los hombres
sobre la faz de la tierra. Ahora bien, enfocad esto al nombre de Belo o Bel dado
al padre de Nino o Nimrod. Mientras que el nombre de Belo representaba a la
vez el Baal y el Bel de los caldeos; sin embargo, eran dos ttulos distintos.
Estos ttulos eran dados a menudo al mismo dios, pero tenan dos sentidos
enteramente diferentes. Baal, como ya lo vimos significaba el Seor; pero Bel
significaba el que confunde. Cuando leemos pues que Belo, padre de Nino,
edific o fund Babilonia se puede dudar en qu sentido se le dio el ttulo de
Belo?
Fg. 7 Segn Investigaciones acerca de la literatura y las antigedades etruscas, de Sir W.
Betham. El nombre etrusco en el reverso de la medalla, Belathri, Seor de los espas, es sin
duda, dado a Jano a causa de su nombre bien conocido, Janus Tuens, que se puede traducir
como Jano el Vidente o Jano quien todo lo ve.
1. HIGINIO, Fb. 142, p. 114. Foroneo, parece, era rey en esta poca.
Esto era obviamente en el sentido de Bel, el que confunde. Es en este sentido
del nombre del babilnico Bel que Jeremas hace una alusin muy clara cuando
dijo: (Jer. L, 2) "Bel es confundido", es decir: el que confunda ahora est
confundido. Cus era conocido en la antigedad pagana con el carcter mismo
de Bel, el que confunde, es lo que demuestra muy claramente un pasaje de
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Ovidio: ste es el pasaje donde Jano, el dios de los dioses 1, del cual todos los
otros dioses tuvieron su origen, dijo de s mismo 2: Los antepasados me
llamaron Caos 3. Ahora bien, 1 este pasaje muestra de una manera definitiva
que el Caos era no slo conocido como un estado de confusin, sino como el
dios de la confusin. 2 Todos los lectores un poco al corriente de las reglas de
la pronunciacin del caldeo saben que el Caos es precisamente una de las
formas usadas para el nombre de Cus o Cush 4.
1. Jano era llamado as en los himnos ms antiguos de los salios, MACROBIO Saturno. lib. I, cap. 9, p. 54, c. 2. H.
2. Terenciano Mauro lo llama "Principium Deorum". BRYANT, vol. III, p. 82. 3. Me Chaos antiqui, man, res sum prisca, vocabant. Fastos, lib. I, v. 104, vol. III, p. 19. 4. El nombre