las dunas de krizofilax equinoccial

8/7/2019 Las Dunas de Krizofilax Equinoccial

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(Fragmento)

Herbosas dunas de residuos volcnicos hacen el hbitat del arisco reptil

antediluviano que se neg a ser una mole incrustada en la cordillera de Los Altos

Andes Ecuatorianos, este mutante quiso sufrir las consecuencias de su orfandad

dragonil antes que petrificarse en un magnfico paisaje como su fotognico

pariente, Dragn Rojo. Ciertos elegidos, contados hombres y canes, han gozado y

gozan de un avistamiento cercano de algo de ese fenmeno, pues, ste no

permite que lo pillen de cuerpo entero porque el instante que suceda eso se

acabara su hechizo biomimtico, y se transformara en una duna de las tantas

que pertenecen a la inmensidad del Cclope []. As podra rezar el inicio

renovado de la leyenda oral de Krizofilax Equinoccial, que se pasara en las ondas

largas de radio-libre Maran.

-Y, entonces, nos vamos tras l -dijo, Lester Gonzlez, sin concluir la idea

en palabras, divirtindose con los dedos ndices sobre la cabeza figurando unos

cuernos, aludiendo con ese mimo al dragn que da nombre a las dunas que tiene

ante s.

-Dilo sin temor a equivocarte, vamos a por la huella de lo mgico dragonil,

siendo que no estamos en la zona de alcance de la leyenda del yetitibetano, sino

pisando el territorio mtico de Krizofilax Equinoccial. Lo que de aqu en adelante le

ocurra, a cada cual por su lado, ser producto de su imaginacin andante replic

Kantoborgy, satisfecho por el trabajito que han hecho en la personalidad de LG

las salidas al altiplano, la presencia de nimo que ste muestra pisando lo agreste

es encomiable. Es otro el LG que ahora le sonre a la cordillera, zafndose del

triple-ingeniero que hace unos cuantos meses, para hacerle el quite a su

frustracin por no ser el campesino de la tierra negra, consideraba demencial lo de

ir a vagar en las montaas, cuando se arengaba asimismo: yo trabajo yo

trabajo, no voy a perder el tiempo en nieras!. Y a punto de ingresar a lo


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intemporal est el expanegirista del yo trabajo, desasindose de la consigna de

monetizar hasta los suspiros.

-Observo que Panda no te hace ascos y te mueve la cola en seal de

contemporizar contigo Qu tanto traes en la mochila que luce rechoncha, no

ha de ser que te has contagiado de Kantoborgy, y la tienes llena de pesados

fierros o piedras para castigarte las espaldas con su peso? Es raro verte as de

atacado, aunque slo sea de ropa de abrigo, o nos sorprenders con algo

ms?... Tratndose de esta jornada de recreo en lo horizontal, nosotros no hemos

venido sino con nuestros cuerpos, sin nada que nos fuerce a doblar la cerviz,

pues, hasta para Kantoborgy es un da de no hacer nada entre las dunas del

dragn escurridizo averigu Lovochancho, curioso de la inusitada carga con la

que se present Lester Gonzlez.

-Panda no se engaa, traigo algo que ya est al tanto de su olfato:

golosinas caninas! Ricas galletas de pavo que ha probado largamente con

antelacin, y una paleta de cartlago vacuno, eso tengo para que almuerce mi

amiga loba. Pero, para ustedes, muchachos, tambin tengo refinados fiambres

sacados de contrabando de Casa Chancholovo -replic relamindose del gusto

el oriundo de San Antonio de las Aradas.

-Calla hombre!... Eso s es un triunfo. Hacer que suelte de sus jamones

curados el matemtico guangopolero, es una larga negociacin a puerta cerrada.

El predicho slo se remite al trueque, y tiene que estar convencido de lo que le

des a cambio de sus manjares, si no le conviene el intercambio porque lo que le

ofreces no est a la altura del valor de sus productos comestibles, te manda a

hacer empanadas de viento con Bolln Roscn. Jams habla del precio de sus

productos, no les pone precio, o me equivoco, Lester? manifest divertido

Kantoborgy.

-No exageras, resulta una empresa atroz, burocrtica, kafkiana, conseguir

un canasto medio lleno o semivaco- de los productos Casa Chancholovo Es

de no creer, no hay poder humano que lo convenza de aceptar monedas por sus

fiambres -acot Lester Gonzlez.


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-Y te lanza la perorata bajo el influjo de la escuela de su maestro Pompilio

Dela Cruz- de que sus fusiones gastronmicas son una suerte de metafsica del

paladar, y que por eso ah no hay sujeto de comercio mediante billetes o sus

sucedneos de cualquier tipo corrobor Kantoborgy.

-A m de entrada me mand a frer bolones de morocho en la cueva

inaccesible del mentado Bolln Roscn; su furia se precipit apenas con decirle

muy comedido- que si poda hacerme el favor de vender o facilitar de alguna

manera corriente algo de los jamones, encurtidos y compotas, de la Casa

Chancholovo. Lo hubieras visto vociferando: Acaso soy mercachifle como vos!

exclam Lester Gonzlez.

-Agradece que no te abofete o te invit a salir de su arbolada mansin

ipsofacto Jodido es el matemtico cuando le quieren meter mano a su tesoro de

fusiones gastronmicas; pero ya veo, y la Panda huele, que lo conseguiste

amigo LG repuso Kantoborgy.

-Tuve que amansarlo ofrecindole trueque con un producto del calibre de su

jamn curado. No pudo resistirse a las drades que porta el vino Sangre del

Caravasar, ah s le brillaron los ojos del platnico como lo hara un duende ante el

oro sagrado de Quinara remat Lester Gonzlez.

-Vaya caterva de quejumbrosos! Qu mortal en sus cabales se opone a

que sus odos sean acariciados por la msica de las cuerdas del universo? aull

Lovochancho, embriagndose con la certeza de que en sus aposentos le aguarda

un agasajo doble, fundirse con el espritu del vino de oasis y las sinuosidades de

carne y hueso de Adelaida Matute. Y aade enserindose-: Muchachos, o lo

invitamos a Sanchito para que reparta las viandas y nos desayunamos

almorzando, o nos echamos a andar de una buena vez, escojan?

-Jams!, a las dunas de Krizofilax Equinoccial se entra en ayunas. Va a ser

un goloso placer volvernos a topar al pie de Rocinante. Uf, uf!..., mejor

separmonos porque cuando no traigo el morral de fatiga me da un apetito

aquerontiano y, por un rapto de amor a las cosas excepcionales de comer, ataque

antes de hora a la mochila del hombre que supo hacer trueque con la Casa

Chancholovo resolvi Kantoborgy.


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-Carajo, ah tienes, nuestro triple-ingeniero porta el man del medioda! -

festej Lovochancho, mientras Panda ya se fue al arroyo a chapotear con el reflejo

del amanecer.

-A propsito, por qu se llama as el supuesto dragn? De dnde viene la

denominacin de Krizofilax Equinoccial? inquiri Lester Gonzlez acomodndose

la mochila en sus lomos, echndose a andar hacia el ojo de agua donde aguarda

Panda.

-Acogindonos a la leyenda que suelta Olegario Castro, se lo menta as

porque existente antecedente de un dragn menor, famoso por su cobarda, que

habit en cierta comarca septentrional, all donde habita el sol de medianoche, y

el tal se llamaba Krissofilaxa secas. Luego, hemos de resumir que el nuestro, este

dragn que medra frente a nuestros ojos que no lo ven y las narices de Panda que

s lo perciben, se llama Krizofilax Equinoccial porque es parte de estos parajes

andinos del Ecuador, y no es un pusilmine como aquel Krissofilaxnrdico sino un

artista de la huida a tiempo para no contaminarse concluy Kantoborgy.

-Est clarsimo el misterio! asinti Lovochancho rompiendo fila, ya

separndose del grupo parlante.

las dunas de krizofilax equinoccial

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