las migajas de um patrimonio

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JOSEFINA PLA EL BARROCO HISPANO GUARANI CUARTA PARTE LAS MIGAJAS DE UNA HERENCIA I LAS MIGAJAS DE UN PATRIMONIO 1) ARQUITECTURA No se tratará aquí de la arquitectura, que tiene ya su bibliografía especializada en obras como las de Noel, Furlong, Busaniche, Giuria, etc. Sólo se recordará una vez más que la destrucción que se ensañó en la obra misionera no respetó los edificios, y la ruina de éstos ejemplariza la del patrimonio móvil. En los edificios de la época funcional no queda prácticamente nada en Misiones. De la época de la piedra y el ladrillo, que fueron usados en distintas combinaciones, quedan ruinas identificables en planta y alzada en Trinidad (templo y torre), Jesús, San Miguel Arcángel, San Ignacio Miní, San Cosme; un torreón (campanil) en Santa Rosa y la capilla de Nuestra Sra. de Loreto (adobe y piedra) en Santa Rosa. Además de las iglesias, se conservan: En San Ignacio Miní, los muros hasta cierta altura de muchos de los edificios destinados a vivienda indígena; de la Casa de los Padres, de los Talleres (piedra). En San Ignacio Guazú, la Casa de los Padres (donde funciona hoy el Museo Jesuítico). En Trinidad, muros de viviendas, con las arcadas de los corredores (piedra). En Santiago, viviendas indígenas. En San Cosme, la Casa de los Padres. Del resto de los templos del XVIII sólo se rastrea en algunos casos la planta, y en otros alguna columna, unos muros, un chafariz, etc. En el área que hoy corresponde al Paraguay, los templos de Sta. María, Itapúa y San Ignacio han sido arrasados hasta los cimientos (alguno de ellos en fecha tan cercana como 1921). Los restos de edificios en piedra permiten apreciar el grado de experiencia a que habían llegado los artesanos indígenas bajo la dirección de los Padres, alcanzando a tallar la piedra. No sabemos si se tallaba sobre cada sillar la parte correspondiente del relieve, que luego colocaban en su lugar, realizando los necesarios ajustes, in situ. Furlong ha expresado la idea contraria, o sea que los artesanos realizaban la talla una vez colocadas las piedras en su sitio. Algunas piezas de gran tamaño correspondientes a basamentos pilastras, frontones fueron adosados, es decir, aplicados contra una estructura previa. Esta técnica recuerda la utilizada por los aztecas en sus monumentos. Las tallas adosadas, explican algunas características de esta arquitectura a que se aludió en el capítulo I (Segunda Parte). En el Apéndice III se da una lista de los templos misioneros con las fechas de edificación o consagración y los nombres de los arquitectos, en los casos en que ha sido posible rastrear dichos datos, lo que no siempre ha sido factible. Se da también una idea de las ruinas o restos subsistentes. Como en ella se ve, los arquitectos de Santa Rosa y el de Jesús fueron los mismos, los Hermanos españoles Grimau y Rivera. Aparte de algunos datos de Anuas y Cartas, la presunción se apoya en el estilo análogo de ambos edificios. Santa Rosa, según De Moussy, era el más bello espécimen de construcciones jesuíticas de Misiones. No hay ruinas que permitan confirmarlo. Una fotografía tomada por el Dr. W. Wallsen en 1885, o sea dos años después del incendio que consumió casi totalmente su riqueza ornamental (1) muestra aún en pie los paredones, restos de las torres; son visibles airosos arcos mudéjares, gemelos de los de Jesús. No ha sido tampoco posible confirmar este extremo, ya que no hemos podido obtener ningún otro dato sobre el particular (2). También Santiago parece haber sido obra de estos arquitectos; si así fue, es posible ofreciese caracteres semejantes. En estos hechos notamos la influencia mudéjar, achacable a sus planeadores españoles. Esta influencia mudéjar se hacía sentir de tiempo atrás fuertemente en el barroco andino y mejicano, pero por esta época (mediados del XVIII) experimenta una reviviscencia como puede comprobarse repasando el mapa plástico de la época. Hacia el final, como se ve en Trinidad, habían comenzado los jesuitas a interesar a los indios en el decorado de las propias viviendas (rosetones tallados de los soportales de las viviendas indígenas en dicha Misión). 2) ESCULTURA Lo apuntado a lo largo de este trabajo y especialmente en los capítulos IV (Primera Parte) y I (Segunda Parte), puede dar una idea de la forma en que se desarrolló la labor de escultura; materiales empleados, sistema de trabajo y volumen de la obra desarrollada. Es seguro que la obra escultórica insumió la mayor parte del esfuerzo de talleres; la pintura misma le fue artesanalmente subsidiaria en cuanto toda esa obra de talla debía ir pintada y dorada. No fueron en esto las iglesias misioneras una excepción dentro del barroco colonial, en el que en general la escultura y talla priman como recurso ornamental. No es aventurado suponer que en general también, el artesano indio mostró más dedicación como escultor que como pintor. Esto no significa que estas iglesias no hayan dado cabida a la pintura; existen testimonios de que en algunas de ellas los muros estaban cubiertos de cuadros (no se especifican si se trató de murales o de pintura sobre tela o tabla) pero el hecho de que las pocas decoraciones murales que existen aún no sólo en el área jesuítica y realizadas algunas en fecha muy posterior, sean pinturas al temple o cosa parecida apoya la opinión de que fueron más bien pinturas murales. En casi todos los casos estas pinturas o por lo menos aquellas de que tenemos noticia fueron obra de maestros jesuitas. De las cuatro mil imágenes que, superando el cálculo de Furlong, damos por realizadas en los talleres de Doctrinas, sólo restan hoy en Misiones unas cuatrocientas (se está postergando en exceso el imprescindible inventario) a las cuales habría que añadir las existentes en el resto del área y de las cuales una parte por lo menos debieran asimismo

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JOSEFINA PLAEL BARROCO HISPANO GUARANICUARTA PARTELAS MIGAJAS DE UNA HERENCIA ILAS MIGAJAS DE UN PATRIMONIO

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JOSEFINA PLA EL BARROCO HISPANO GUARANI

CUARTA PARTE

LAS MIGAJAS DE UNA HERENCIA I

LAS MIGAJAS DE UN PATRIMONIO

1) ARQUITECTURA No se trataraacute aquiacute de la arquitectura que tiene ya su bibliografiacutea especializada en obras como las de Noel Furlong

Busaniche Giuria etc Soacutelo se recordaraacute una vez maacutes que la destruccioacuten que se ensantildeoacute en la obra misionera no respetoacute los edificios y la ruina de eacutestos ejemplariza la del patrimonio moacutevil

En los edificios de la eacutepoca funcional no queda praacutecticamente nada en Misiones De la eacutepoca de la piedra y el ladrillo que fueron usados en distintas combinaciones quedan ruinas identificables en

planta y alzada en Trinidad (templo y torre) Jesuacutes San Miguel Arcaacutengel San Ignacio Miniacute San Cosme un torreoacuten (campanil) en Santa Rosa y la capilla de Nuestra Sra de Loreto (adobe y piedra) en Santa Rosa

Ademaacutes de las iglesias se conservan En San Ignacio Miniacute los muros ndash hasta cierta altura ndash de muchos de los edificios destinados a vivienda indiacutegena de

la Casa de los Padres de los Talleres (piedra) En San Ignacio Guazuacute la Casa de los Padres (donde funciona hoy el Museo Jesuiacutetico)

En Trinidad muros de viviendas con las arcadas de los corredores (piedra) En Santiago viviendas indiacutegenas En San Cosme la Casa de los Padres Del resto de los templos del XVIII soacutelo se rastrea en algunos casos la planta y en otros alguna columna unos muros

un chafariz etc En el aacuterea que hoy corresponde al Paraguay los templos de Sta Mariacutea Itapuacutea y San Ignacio han sido arrasados hasta los cimientos (alguno de ellos en fecha tan cercana como 1921)

Los restos de edificios en piedra permiten apreciar el grado de experiencia a que habiacutean llegado los artesanos indiacutegenas bajo la direccioacuten de los Padres alcanzando a tallar la piedra No sabemos si se tallaba sobre cada sillar la parte correspondiente del relieve que luego colocaban en su lugar realizando los necesarios ajustes in situ Furlong ha expresado la idea contraria o sea que los artesanos realizaban la talla una vez colocadas las piedras en su sitio

Algunas piezas de gran tamantildeo ndash correspondientes a basamentos pilastras frontones ndash fueron adosados es decir aplicados contra una estructura previa Esta teacutecnica recuerda la utilizada por los aztecas en sus monumentos Las tallas adosadas explican algunas caracteriacutesticas de esta arquitectura a que se aludioacute en el capiacutetulo I (Segunda Parte)

En el Apeacutendice III se da una lista de los templos misioneros con las fechas de edificacioacuten o consagracioacuten y los nombres de los arquitectos en los casos en que ha sido posible rastrear dichos datos lo que no siempre ha sido factible Se da tambieacuten una idea de las ruinas o restos subsistentes

Como en ella se ve los arquitectos de Santa Rosa y el de Jesuacutes fueron los mismos los Hermanos espantildeoles Grimau y Rivera Aparte de algunos datos de Anuas y Cartas la presuncioacuten se apoya en el estilo anaacutelogo de ambos edificios Santa Rosa seguacuten De Moussy era el maacutes bello espeacutecimen de construcciones jesuiacuteticas de Misiones No hay ruinas que permitan confirmarlo Una fotografiacutea tomada por el Dr W Wallsen en 1885 o sea dos antildeos despueacutes del incendio que consumioacute casi totalmente su riqueza ornamental (1) muestra auacuten en pie los paredones restos de las torres son visibles airosos arcos mudeacutejares gemelos de los de Jesuacutes No ha sido tampoco posible confirmar este extremo ya que no hemos podido obtener ninguacuten otro dato sobre el particular (2)

Tambieacuten Santiago parece haber sido obra de estos arquitectos si asiacute fue es posible ofreciese caracteres semejantes En estos hechos notamos la influencia mudeacutejar achacable a sus planeadores espantildeoles Esta influencia mudeacutejar se haciacutea sentir de tiempo atraacutes fuertemente en el barroco andino y mejicano pero por esta eacutepoca (mediados del XVIII) experimenta una reviviscencia como puede comprobarse repasando el mapa plaacutestico de la eacutepoca

Hacia el final como se ve en Trinidad habiacutean comenzado los jesuitas a interesar a los indios en el decorado de las propias viviendas (rosetones tallados de los soportales de las viviendas indiacutegenas en dicha Misioacuten)

2) ESCULTURA Lo apuntado a lo largo de este trabajo y especialmente en los capiacutetulos IV (Primera Parte) y I (Segunda Parte)

puede dar una idea de la forma en que se desarrolloacute la labor de escultura materiales empleados sistema de trabajo y volumen de la obra desarrollada Es seguro que la obra escultoacuterica insumioacute la mayor parte del esfuerzo de talleres la pintura misma le fue artesanalmente subsidiaria en cuanto toda esa obra de talla debiacutea ir pintada y dorada No fueron en esto las iglesias misioneras una excepcioacuten dentro del barroco colonial en el que en general la escultura y talla priman como recurso ornamental No es aventurado suponer que en general tambieacuten el artesano indio mostroacute maacutes dedicacioacuten como escultor que como pintor Esto no significa que estas iglesias no hayan dado cabida a la pintura existen testimonios de que en algunas de ellas los muros estaban cubiertos de cuadros (no se especifican si se tratoacute de murales o de pintura sobre tela o tabla) pero el hecho de que las pocas decoraciones murales que existen auacuten ndash no soacutelo en el aacuterea jesuiacutetica ndash y realizadas algunas en fecha muy posterior sean pinturas al temple ndash o cosa parecida ndash apoya la opinioacuten de que fueron maacutes bien pinturas murales En casi todos los casos estas pinturas o por lo menos aquellas de que tenemos noticia fueron obra de maestros jesuitas

De las cuatro mil imaacutegenes que superando el caacutelculo de Furlong damos por realizadas en los talleres de Doctrinas soacutelo restan hoy en Misiones unas cuatrocientas (se estaacute postergando en exceso el imprescindible inventario) a las cuales habriacutea que antildeadir las existentes en el resto del aacuterea y de las cuales una parte por lo menos debieran asimismo

pertenecer al acervo misionero como se ha expresado en el capiacutetulo I (Segunda Parte) (Un gran nuacutemero se conserva en Museos del extranjero especialmente de la Argentina Ultimamente han emigrado al Brasil un gran nuacutemero de ellas y el trasiego continuacutea a pesar de las disposiciones oficiales al respecto)

El mencionado remanente misionero en el cual se entreveran como en el caso de Santa Mariacutea de Fe piezas de distinta procedencia soacutelo parcialmente permite apoyar conclusiones respecto a lo que pudo ser la obra total (capitulo I Segunda Parte) No resulta difiacutecil sin embargo distinguir en ese caudal superviviente los siguientes niveles de realizacioacuten

a) Piezas importadas (talleres de Espantildea e Italia principalmente) b) Piezas debidas al maestro jesuita c) Piezas de realizacioacuten mixta (conjunta de maestro y alumnos) d) Piezas de exclusiva mano indiacutegena a) Piezas de procedencia foraacutenea Las piezas importadas hallables hoy son muy pocas desde luego y es faacutecil discernirlas en el conjunto

Distiacutenguenlas aparte la inconfundible expresioacuten o aura eacutetnica la sujecioacuten a los caacutenones la exactitud anatoacutemica la soltura en la ejecucioacuten la avezada sabiduriacutea estiliacutestica el estofado y dorado resistentes al tiempo Estas piezas fueron seguramente maacutes numerosas en el aacuterea colonial propiamente dicha que en la jesuiacutetica El San Ignacio de Loyola que se conserva en San Ignacio aunque muy deteriorado en su pintura es un ejemplo asiacute como el San Pablo del mismo museo y el San Matiacuteas del Museo del Seminario de origen espantildeol El San Juan que se conserva en el Museo de San Ignacio es asimismo una hermosa pieza que clama a gritos su procedencia foraacutenea (seguramente italiana) En este grupo soacutelo figuran imaacutegenes Hay noticia de retablos capillas y altarcillos portaacutetiles importados en los primeros tiempos o sea los primeros 50 antildeos pero es dudoso que se pueda identificar alguna de estas piezas entre las subsistentes por lo demaacutes las noticias se refieren loacutegicamente al aacuterea de encomiendas

b) Piezas atribuibles al maestro jesuita Fueron seguramente bastante numerosas A Brassanelli se le atribuyeron trescientas (nuacutemero bastante para

consumir una vida si no fuera que es lo maacutes probable que en ese volumen figurasen muchas en las cuales soacutelo parcialmente intervino dirigiendo y realizando las partes maacutes delicadas o difiacuteciles y dejando el resto a cargo de oficiales indios) Imaacutegenes como la de San Francisco Javier de tamantildeo tres cuartos del natural ndash conservada en Santa Mariacutea ndash sin ofrecer el acabado de las piezas de taller europeo son lo suficientemente perfectas en sus detalles anatoacutemicos y de proporcioacuten aura expresiva y secuencia estiliacutestica como para sentildealar la mano del maestro jesuita en este caso Tampoco estas piezas son muy numerosas

c) Piezas de realizacioacuten mixta Son mucho maacutes copiosas que las citadas anteriormente En general son aqueacutellas en las que puede discernirse una

yuxtaposicioacuten de rasgos de distinto grado experto esencialmente cuando los caacutenones estaacuten observados el rostro y las manos estaacuten discretamente trabajados pero el acabado de los pantildeos y otros rasgos no ofrecen el mismo nivel estiliacutestico Como quiera que la participacioacuten del maestro y del alumno pueden haberse combinado en distinta proporcioacuten tambieacuten es vasta la escala que en el nivel del acabado puede establecerse A menudo la intervencioacuten del alumno se cintildee a los pantildeos a la peana etc La figura de San Francisco Javier especialmente se presta para su estudio sobre el particular ya que son varias las imaacutegenes que auacuten sobreviven realizadas sobre el mismo modelo de distinto tamantildeo y niveles en la realizacioacuten permitiendo apreciar la medida en que al artesano indiacutegena participoacute en ella

(En este rubro podriacutean anotarse ciertos retablos tallas menores etc de proyecto y disentildeo magistral pero realizados por el indio)

d) Obras de exclusiva mano indiacutegena Debieron constituir el nuacutemero mayor aunque no el maacutes importante en el formado en lo que a imaacutegenes respecta

por piezas maacutes considerables salvo excepciones En la lista debemos anotar desde luego la labor masiva de tallas en relieve en retablos puacutelpitos techos columnas altares y muebles casi sin excepcioacuten Los indios careciacutean de la versacioacuten toreacuteutica y estiliacutestica necesarias para la creacioacuten de proyectos de coordinacioacuten completa o sea que exigiese cierta amplitud en esos conocimientos por lo que la concepcioacuten y disentildeo principal de esos conjuntos debieron ser confiados al maestro quien a su vez menos en casos como los de arquitectos y artistas como Brassanelli o Primoli debioacute recurrir a los libros de los cuales no careciacutean ciertamente las bibliotecas misioneras Sin embargo hay un cierto nuacutemero de tallas en relieve o de bulto cuyo caraacutecter en nada se opone a que fuesen de disentildeo indiacutegena tallas en las cuales pudo el genio indio explayarse en el ejercicio de los elementos estiliacutesticos o simboacutelicos Repeticiones de motivos dados a escala determinada o ajustadas a otro moacutedulo disentildeos secundarios a una forma dada Tales las guirnaldas en torno a una columna torsa o la adaptacioacuten de un motivo dado a una cartela cornisa o friso composicioacuten de motivos simeacutetricos (frisos zoacutecalos artesones) tallado de altarcitos o nichos etc

Las imaacutegenes de mano indiacutegena fueron muchas Todas ellas obras de copia ya de modelos previos ya de estampas A menudo una estatua obra importada o de mano de un maestro fue reproducida en menor escala por los disciacutepulos para retablos o capillas menos importantes o para uso individual (imaacutegenes hogarentildeas) Como norma podemos aceptar que las imaacutegenes mejor realizadas fuesen las destinadas a los altares mayores Las figuras de Pasos (escenas de la Vida y Pasioacuten) o de belenes que conocemos fueron de mano indiacutegena y alcanzaron el maacuteximo de acento ingenuo (sayones de San Cosme pastores adorantes de Santa Rosa) lo cual no significa que no pudo haberlas de mano maacutes canoacutenica

3) PINTURA Como se ha manifestado en capiacutetulos anteriores no solamente se pintaban en las Misiones cuadros fondos de

retablos murales etc Tambieacuten se decoraban los techos ventanas puertas (si las ventanas estaban pintadas y doradas no es loacutegico suponer que las puertas estuviesen desnudas) Columnas arcos torales falsos arcos sostenes de naves intercolumnios coros puacutelpitos confesonarios todo tuvo eventualmente su decoracioacuten pintada ya uacutenica ya complemento de la talla ya simplemente ornamental ya significativa Los poacuterticos abovedados o no que seguacuten parece no faltaron en ninguna iglesia realizados en madera estaban pintados y dorados Los techos de San Ignacio y San Cosme (y tambieacuten de Yaguaroacuten tantas veces citado como punto de referencia plausible) pueden servir de ejemplo de lo que fueroon esos techos pintados aunque hay referencias de viajeros y sobre todo inventarios que permiten afirmar que los hubo mucho maacutes trabajados y suntuosos en base a los claacutesicos artesones tallados y dorados El de Itapuacutea teniacutea de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen Los mismos retablos ofrecieron como lo demuestra alguacuten espeacutecimen subsistente (Santa Rosa) pinturas de escenas sagradas como fondo de nichos medallones etc

Algunas iglesias y colegios lucieron importante pintura mural Catorce cuadros de la vida del Santo adornaban las naves laterales de la iglesia de San Javier La casa de los Padres en San Ignacio teniacutea pintadas sus paredes (todos esos cuadros han desaparecido hace rato) Auacuten pueden verse en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa rastros de un mural alusivo al milagro de la Santa Casa quizaacute debido al Padre Grimau aunque retocado inexpertamente apenas son visibles en eacutel los rasgos primitivos

En San Francisco de Borja el Hno Brassanelli pintoacute un cuadro del Santo donde eacuteste seguacuten un visitante estaacute como elevado (levitante seguramente) desmayado ante el Sacramento todo lleno de nubes y serafines Este cuadro ocupaba el centro del altar seguacuten el informante P Oliver Debioacute ser uno de los casos mencionados en que una hornacina fue ocupada por un cuadro en vez de una talla otro visitante (3) cuenta coacutemo el citado Brassanelli fue artiacutefice de la iglesia de Loreto la referencia del P Oliver a este templo se ha transcripto en el capitulo V

La primera obra pictoacuterica realizada en las Misiones es la imagen de la Virgen realizada por el Hermano Hernaacutendez imagen que llevoacute consigo el P Roque Gonzaacutelez en sus andanzas fundadoras y con eacutel se perdioacute a manos indiacutegenas Bien es verdad que no podemos asignar al Hno Hernaacutendez rango de primer pintor misionero porque no residioacute en el paiacutes Este rango corresponde al H Luis Verger o Berger cuya Virgen de los Milagros actualmente conservada en Santa Fe es la maacutes antigua imagen pintada en las Reducciones que haya llegado a nosotros Algunos han atribuido la paternidad de este cuadro al tambieacuten pintor Hno jesuita Hernacio Berger pintoacute en San Carlos un cuadro en Tayaobaacute otro de los Siete Arcaacutengeles (4) en 1616 ensentildeaba pintura en la Misioacuten de Itapuacutea y en 1622 en la de San Ignacio Guazuacute La Anua de 1619 (P Ontildeate) hace alusioacuten a los ornamentos e imaacutegenes de la misioacuten del Uruguay entre los cuales figuraban las imaacutegenes de los noviacutesimos obra del Hno Luis Berger

En 1634 pintoacute el referido lienzo de la Virgen quizaacute la obra maacutes acabada de la pintura colonial platense (Furlong) de la que Guevara dijo lienzo de singular hermosura

Maacutes tarde hallamos en San Luis el nombre del Padre Cantildeigral que establecioacute en esa Misioacuten talleres de pintura escultura y tallas hacia 1650 (5)

Otro jesuita espantildeol como Cantildeigral recorre las Misiones llevando de una a otra su pincel y su magisterio Es el Hermano Grimau En 1745 lo hallamos en San Miguel en San Luis en 1749 en Santa Rosa en 1765 en Candelaria en 1767

En la descripcioacuten que De Moussy hizo de Santa Rosa habla de cuadros de motivos piadosos y de mano maestra que se conservaban en esta Misioacuten Seriacutean ellos todos o en parte debidos al Hermano Grimau (En la iglesia catedral de Salta se conserva la imagen de la Virgen de las Laacutegrimas debida a este jesuita y que es copia de una imagen anterior una Puriacutesima existente en el Colegio Maacuteximo de Coacuterdoba) Habla tambieacuten De Moussy de los retratos de jesuitas famosos conservados en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en la misma Misioacuten Azara refirieacutendose a San Ignacio Guazuacute enumera una Virgen un San Jeroacutenimo y un Cardenal que le parecieron buenos a este viajero que no se distinguiacutea precisamente por su disposicioacuten ditiraacutembica hacia la obra misionera Si Azara los halloacute buenos fue seguramente porque se ajustaban a su nocioacuten del arte que era la propia de la eacutepoca y ello aboga por el origen europeo de esos cuadros Tambieacuten hallamos copiosa noticia aunque no suficiente para apreciacioacuten criacutetica en los inventarios realizados a la salida de los Misioneros por ejemplo en Itapuacutea la boacuteveda de sus tres naves estaacute bien adornada de molduras en arco doradas y en los huecos pintada de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen

Si la obra misionera en general ha experimentado cruelmente los efectos del tiempo la incuria y la deliberada destruccioacuten bien puede decirse que es la pintura la que maacutes ha sufrido

No es posible asentar juicio minucioso en base al escaso material superviviente Soacutelo por analogiacutea con lo observado en escultura y apoyaacutendonos en eacutesta como documento subsidiario podemos aventurarnos a suponer que los factores que condicionaron esteacuteticamente la produccioacuten pictoacuterica misionera fueron los mismos que hicieron sentir su influjo en la escultura Aquiacute como alliacute el fondo modelario el sistema de trabajo y el determinismo local debieron introducir sus factores diferenciales Por lo demaacutes las obras que quedan no contradicen este postulado

Las pinturas murales desaparecieron con los edificios o se deterioraron totalmente con el tiempo hasta desaparecer En cuanto a la pintura movible contribuyeron a la destruccioacuten la mala calidad de los materiales el descuido la ignorancia las condiciones climaacuteticas

El volumen superviviente se reduce a las mencionadas Viacutergenes de los Hermanos Verger y Grimau (si es que la segunda cabe asignarla a esta aacuterea) y unas cincuenta piezas de distintos niveles de realizacioacuten (casi todas de mano indiacutegena) las pinturas de Yaguaroacuten (techos puacutelpito y hornacinas) al techo de San Cosme ya totalmente destruido a raiacutez de unas obras () desde 1970 y algunas pinturas figurativas o de fondo en unos pocos retablos

Se ha hecho notar que Ameacuterica no fue aacuterea de grandes coloristas Se ha echado la culpa parcialmente al menos a la falta de pinturas de buena calidad como se ha visto en el capiacutetulo IV iquestHasta queacute punto esto resultariacutea exacto El mismo indiacutegena o mestizo que en el aacuterea andina o mejicana se expresa en una coloriacutestica pobre en sus cuadros de disciplina europea se revela rico y liacuterico en cuanto se ve libre para su expresioacuten Si en los otros cuadros manieristas se muestra cromaacuteticamente pobre ello habriacutea que atribuirlo maacutes bien primero a que en muchos casos los modelos no fueron cuadros sino estampas es decir que no dieron al artista un punto de apoyo para la expresioacuten coloriacutestica segundo que cuando los modelos fueron efectivamente cuadros eacutestos pertenecieron en su mayoriacutea a la escuela tenebrista El sentido cromaacutetico del indiacutegena sometido a esta represioacuten buscoacute expresarse por otro cauce prolongando asiacute en sus ropajes y fondos floridos el decorativismo bizantinista que en Europa periclitoacute ya a fines del trescientos o mediados del cuatrocientos aunque en Espantildea se prolonga hasta entrando el quinientos (Yantildeez de la Almedina etc)

En lo que a la pintura misionera se refiere la explicacioacuten soacutelo en parte es eficaz La labor se realizoacute principalmente como se ha dicho varias veces en base a estampas punto de partida ciego para un ejercicio cromaacutetico Si vino alguacuten cuadro desde luego fue tambieacuten tenebrista Aquiacute el indiacutegena por otro lado no pudo como se ha dicho ya explayarse libremente ni en la creacioacuten de un arte propio (suponiendo poseyese la necesaria voluntad de forma) ni siquiera dentro de la disciplina de taller porque no lo permitiacutean las especiales circunstancias del reacutegimen a que su trabajo estuvo sometido Como una observacioacuten complementaria anotaremos que el arte nacional no ha dado hasta ahora auteacutenticos coloristas El color ha sido hasta hoy el escollo mayor de nuestra pintura

El sistema de trabajo mixto de que son fruto algunas tallas tuvo posiblemente su equivalencia en pintura Cuadros o decoraciones realizadas por indiacutegenas pudieron ser retocados por maestros en algunas pinturas el disentildeo pudo ser del maestro y la realizacioacuten pictoacuterica del alumno Una pintura pudo ser realizada en su mayor parte o en sus detalles principales por el maestro reservaacutendose a los alumnos detalles secundarios Este sistema estuvo en uso en los talleres europeos antes y despueacutes del Renacimiento A este respecto debemos repetir acaacute una observacioacuten importante de Pal Kelemen que cuando se trataba de obras destinadas a las colonias los talleres europeos (espantildeoles principalmente aunque tambieacuten los hubo italianos) donde el maestro por principio retocaba y terminaba los trabajos comerciales destinaba escasa atencioacuten a aqueacutellos

Una referencia interesante nos ofrecen las pinturas procedentes del techo de San Ignacio Guazuacute (que se conservan en el Museo Gancedo de Santiago del Estero) y que se han atribuido a disciacutepulos de Verger Si Verger formoacute disciacutepulos preciso es que lo hiciera con fecha anterior a 1635 en que abandonoacute las Misiones Por otro lado la iglesia de San Ignacio fue inaugurada en 1684 un espacio de cincuenta antildeos entre la salida del maestro y la inauguracioacuten de la iglesia terminada Este lapso es maacutes que suficiente para introducir ciertas dudas en el asunto Debemos tener en cuenta la forma en que el trabajo se desarrolloacute y las circunstancias de la labor en esas mismas Misiones

iquestPertenecen esas pinturas a la eacutepoca en que actuoacute en San Ignacio el hermano Verger En este caso poseen una antiguumledad de por lo menos trescientos treinta antildeos cifra no imposible pero si lo bastante alta como para que haya de ser prudencialmente sopesada dados el clima y otros factores de deterioro Pero en este caso sin embargo puede aceptarse el discipulado

iquestFueron ejecutadas despueacutes de la salida de Verger En este caso debioacute ser inmediatamente despueacutes de su salida y no maacutes tarde De estar realizadas antildeos maacutes tarde la influencia del maestro debe ponerse en duda La experiencia demuestra lo faacutecil y raacutepidamente que el conocimiento sin tradicioacuten y no estimulado o alimentado con nuevos elementos se deteriora y maacutes en casos como el del artesano misionero que nunca trabajoacute sino bajo la vigilancia del maestro o director jesuita Sabemos que habitualmente dirigiacutean los trabajos secundarios disciacutepulos aventajados pero auacuten en lo que a eacutestos se refiere debemos tener en cuenta el inevitable deterioro de la experiencia artiacutestica no renovada y los factores emergentes de la necesidad de que los tales obreros estuviesen constantemente aleccionados y dirigidos Inuacutetil agregar que a la salida del Hermano Verger no podriacutea darse por asentada auacuten una tradicioacuten (Y sin embargo los mentones de estos aacutengeles laboriosos ofrecen los mismos rasgos de los aacutengeles que adornan la peana de la Virgen de los Milagros Los perfiles de esos rostros son perfiles de adulto redichos y voluntariosos)

Ahora bien estas pinturas que representan a un aacutengel muacutesico a un Nintildeo con San Juan nintildeo tambieacuten o un aacutengel cogiendo flores y un jarroacuten florido en el gusto de la eacutepoca estaacuten ejecutadas al temple sobre tabla de madera de maacutes de un centiacutemetro de espesor imprimada de una capa de tiza o creta diluida en cola Todas esas figuras ofrecen en su expresioacuten una espiritualidad que quizaacute no fuera arriesgado calificar de francesa una alegriacutea cortesana muy distinta del severo garbo espantildeol o la seria complacencia flamenca Aunque la pintura en general estaacute desvaiacuteda los contornos estaacuten bien marcados por una gruesa liacutenea que en algunos lugares asume funcioacuten pictoacuterica como en ciertos cuadros de Rouault y que hace pensar si acaso estas figuras no seriacutean tomadas de alguacuten vitral La grafiacutea de los cabellos el movimiento el lenguaje del claroscuro hablan de un autor uacutenico para las cuatro tablas La misma liacutenea de contorno ofrece cierta soltura y seguridad que dudamos en asignar a mano india sin contar con que el ritmo lineal es acentuadamente alieniacutegena

En la figura cogiendo flores se identifica la de un aacutengel pintado por Goriacutebar en Quito Debemos suponer un modelo comuacuten En cuanto a los jarrones de flores es conocido su simbolismo y la abundancia con que se prodigoacute no soacutelo en la ornamentacioacuten sagrada sino tambieacuten en la profana

El procedimiento de imprimacioacuten y de fondo utilizado en estas tablas es habitual de eacutepoca en la pintura el temple sobre madera el mismo empleado en los techos que se conservan sean o no misioneros (Yaguaroacuten y San Cosme) En los techos de Yaguaroacuten se empleoacute el azul maacutes o menos oscuro el amarillo el anaranjado verdoso en los de San Cosme los ocres ndash en el paiacutes los hay de buena calidad ndash quizaacute un tinte que se supone obtenido de la yerba mate (verde oscuro) y el negro Pero no se han realizado los anaacutelisis necesarias para establecerlo definitivamente

Muestra muy interesante de la pintura de esta aacuterea y que merece un estudio aparte son las pinturas que decoran el interior de las puertas de algunos nichos o armarios destinados a conservar objetos del culto o imaacutegenes (sustituto local de los camerinos de otras aacutereas) a veces exentos otras empotrados en las paredes de gran espesor Quizaacute estas

mismas figuras hayan decorado tabernaacuteculos o puacutelpitos que no se han conservado (En Yaguaroacuten el puacutelpito presenta algunas figuras de Santos realizadas en forma esquemaacutetica) Un ejemplo lo da el nicho que se conserva en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa Al abrirse las puertas forman como es usual con el fondo del armario un triacuteptico perfecto Maacutes interesante todaviacutea es el juego de puertas que debioacute pertenecer a uno de los nichos destruidos y que representa a cuatro figuras del Evangelio Santa Mariacutea y San Juan San Pedro y San Pablo Debieron ser esos nichos muy numerosos no soacutelo en sacristiacuteas y capillas sino tambieacuten y especialmente en casas particulares y auacuten se encuentran en efecto algunos pero ya en la mayoriacutea de los casos sin su decorado primitivo que deteriorado por el tiempo fue sustituido tarde o temprano por otras pinturas En eacutestas campea en ocasiones un delicioso sentido popular como en un nicho de Yuty cuyos aacutengeles bailarines tienen la gracia ingenua y candorosa de ciertos disentildeos populares mejicanos En el indicado de Santa Rosa asiacute como en otros de Santiago los disentildeos son de un encanto indecible Soacutelo los iguala la pintura icoacutenica en sus expresiones maacutes ingenuas las pinturas espantildeolas del primer romaacutenico por ejemplo Aunque su raiacutez quizaacute esteacute en las expresiones de la pintura veneciana tardiacutea heredera de la plaacutestica bizantina cuya amalgama poacutestuma con el barroco produjo el impresionante fenoacutemeno del Greco

Las de las puertas de nicho conservadas en el Oratorio de N Sentildeora de Loreto en Santa Rosa son pinturas bidimensionales en colores planos de acentuada tendencia frontalista de proporciones elongadas reforzadas por una liacutenea negra de contorno Los nichos mencionados ofrecen los mismos caracteres sugiriendo si no un mismo autor siacute un mismo modelo y tal vez un mismo magisterio o ascendencia La pureza estiliacutestica ndash no se trata de un regreso gobernado por las circunstancias locales sino de un encuentro directo ndash descarta la posibilidad de que sean producto del genio indiacutegena Su hallazgo en el escaso volumen de este arte antildeade una interrogante a las muchas planteadas ya por el fenoacutemeno misionero En las Misiones abundaron ndash especialmente en los uacuteltimos lustros ndash jesuitas de origen centro europeo (bohemios huacutengaros polacos) paiacuteses donde la tradicioacuten icoacutenica era fuerte como sabemos Ellos pudieron haber sido los introductores de estas variantes estiliacutesticas curiosas dentro del panorama misionero Ni es necesario que estas pinturas hayan sido realizadas en las mismas Misiones en que hoy se hallan pudieron haber sido ejecutadas en otras y emigrado luego (recueacuterdese una vez maacutes el eacutexodo de las cinco Misiones) o simplemente haber sido realizadas por encargo

El Padre Sepp nos ha dejado en sus Cartas un conmovedor ejemplo biograacutefico del iacutentimo impulso que llevaba a estos desterrados a cuajar en torno suyo ciertos recuerdos de su paiacutes de origen El mencionado jesuita levantoacute en San Juan un altar en todo semejante al de la Virgen de Altoetting patrona de su valle natal Ese altar reproduciacutea en todas sus partes y adornos los del mencionado altar europeo e inclusive estaba adornado como aqueacutel con incrustaciones de naacutecar y con espejos Otros misioneros pudieron haber traiacutedo consigo junto con el fervor evangeacutelico (del que el mismo Padre Sepp es un ejemplo) humanos recuerdos semejantes y haber introducido sus correspondientes rasgos localistas en estos casos rasgos de tradicioacuten bizantina fuerte en dichos paiacuteses Al tiempo de la expulsioacuten repetimos eran varios los Padres centroeuropeos que se encontraban en Misiones uno de ellos el Padre Tadeo Enis O quizaacute se tratoacute de alguacuten jesuita noritaliano ndash que los hubo tambieacuten ndash que reprodujo en estas pinturas destinadas a la pueril mirada del converso guaraniacute los ingenuos iconos entrevistos en su infancia y ante los cuales quizaacute rezara sus oraciones cuando nintildeo Seriacutea una prueba maacutes de lo que en capiacutetulos anteriores hemos llamado conservadurismo de eacutepoca

Aunque perteneciente hoy a una iglesia del aacuterea no misionera vale la pena citar la tabla procedente de Yuty que representa a un misionero predicando en la selva rodeado de figuras entre las cuales no es difiacutecil identificar algunos indios bravos El cuadrito es de rasgos primitivamente encantadores Se trata sin duda de un misionero jesuita por el atuendo ello hace pensar que pertenecioacute primitivamente a un templo misionero y es por ello que se lo menciona en este recuento Las figuras se ven congeladas la del misionero de gran tamantildeo fuera de proporcioacuten con las de los soldados y neoacutefitos como para significar su magnitud espiritual Es casi seguro se trate de una pintura realizada despueacutes de la salida de los Padres

II LAS IMAGENES PEREGRINAS A) MARIA MISIONERA Junto con el Crucificado ndash siacutembolo capital a cuyo nombre se acogioacute la Orden ndash Mariacutea ya sola como Inmaculada o

Virgen de los Dolores ya como Virgen Madre Virgen de Loreto o del Rosario (maacutes tarde lo haraacute con Santa Rosa y desde luego con San Joseacute en los Nacimientos o en grupos de la Sagrada Familia) aparece desde el primer instante en la accioacuten misionera Si el primer acto de la fundacioacuten es levantar una cruz capaz de cobijar a su sombra multitudes en manos del jesuita la imagen de la Conquistadora es laacutebaro y escudo La difusioacuten del dogma mariano es conforme a los caacutenones tridentinos importante preocupacioacuten de la catequesis como parte de la misioacuten contra-reformista A esta coadyuvoacute la institucioacuten en las Misiones de cofradiacuteas cuya patrona era Nuestra Sentildeora Miembros de esta cofradiacutea consecuentes hasta lo heroico con su vocacioacuten de castidad dan a cada momento testimonio entusiasta en las Anuas jesuiacuteticas

Una imagen de la Virgen es seguacuten parece el primer cuadro religioso pintado en el aacuterea la obra del Hermano Hernaacutendez a que se ha hecho ya referencia que la pintoacute para el Padre Roque Gonzaacutelez de Santa Cruz Hacia 1619 corriacutea por los pueblos cercanos de Villarrica una imagen de la Virgen pintada en papel muy toscamente y que hace muchos milagros dice en la Anua de ese antildeo el P Ontildeate No dice si se trata de una imagen de factura local aunque los teacuterminos lo hacen presumir No sabemos cuaacutel fuera el modelo para esa imagen De las treinta misiones supervivientes seis llevaban advocacioacuten mariana Santa Mariacutea la Mayor Santa Mariacutea de Fe Candelaria Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos (Yapeyuacute) Concepcioacuten Loreto Si en la iglesia de Santo Angel Custodio la decoracioacuten estaba totalmente dedicada a la exaltacioacuten figurativa del guardiaacuten individual de las almas ndash toda la muchedumbre de estatuas es de aacutengeles dice Azara ndash debemos suponer que en las dedicadas a Nuestra Sentildeora la imagen de Mariacutea

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

pertenecer al acervo misionero como se ha expresado en el capiacutetulo I (Segunda Parte) (Un gran nuacutemero se conserva en Museos del extranjero especialmente de la Argentina Ultimamente han emigrado al Brasil un gran nuacutemero de ellas y el trasiego continuacutea a pesar de las disposiciones oficiales al respecto)

El mencionado remanente misionero en el cual se entreveran como en el caso de Santa Mariacutea de Fe piezas de distinta procedencia soacutelo parcialmente permite apoyar conclusiones respecto a lo que pudo ser la obra total (capitulo I Segunda Parte) No resulta difiacutecil sin embargo distinguir en ese caudal superviviente los siguientes niveles de realizacioacuten

a) Piezas importadas (talleres de Espantildea e Italia principalmente) b) Piezas debidas al maestro jesuita c) Piezas de realizacioacuten mixta (conjunta de maestro y alumnos) d) Piezas de exclusiva mano indiacutegena a) Piezas de procedencia foraacutenea Las piezas importadas hallables hoy son muy pocas desde luego y es faacutecil discernirlas en el conjunto

Distiacutenguenlas aparte la inconfundible expresioacuten o aura eacutetnica la sujecioacuten a los caacutenones la exactitud anatoacutemica la soltura en la ejecucioacuten la avezada sabiduriacutea estiliacutestica el estofado y dorado resistentes al tiempo Estas piezas fueron seguramente maacutes numerosas en el aacuterea colonial propiamente dicha que en la jesuiacutetica El San Ignacio de Loyola que se conserva en San Ignacio aunque muy deteriorado en su pintura es un ejemplo asiacute como el San Pablo del mismo museo y el San Matiacuteas del Museo del Seminario de origen espantildeol El San Juan que se conserva en el Museo de San Ignacio es asimismo una hermosa pieza que clama a gritos su procedencia foraacutenea (seguramente italiana) En este grupo soacutelo figuran imaacutegenes Hay noticia de retablos capillas y altarcillos portaacutetiles importados en los primeros tiempos o sea los primeros 50 antildeos pero es dudoso que se pueda identificar alguna de estas piezas entre las subsistentes por lo demaacutes las noticias se refieren loacutegicamente al aacuterea de encomiendas

b) Piezas atribuibles al maestro jesuita Fueron seguramente bastante numerosas A Brassanelli se le atribuyeron trescientas (nuacutemero bastante para

consumir una vida si no fuera que es lo maacutes probable que en ese volumen figurasen muchas en las cuales soacutelo parcialmente intervino dirigiendo y realizando las partes maacutes delicadas o difiacuteciles y dejando el resto a cargo de oficiales indios) Imaacutegenes como la de San Francisco Javier de tamantildeo tres cuartos del natural ndash conservada en Santa Mariacutea ndash sin ofrecer el acabado de las piezas de taller europeo son lo suficientemente perfectas en sus detalles anatoacutemicos y de proporcioacuten aura expresiva y secuencia estiliacutestica como para sentildealar la mano del maestro jesuita en este caso Tampoco estas piezas son muy numerosas

c) Piezas de realizacioacuten mixta Son mucho maacutes copiosas que las citadas anteriormente En general son aqueacutellas en las que puede discernirse una

yuxtaposicioacuten de rasgos de distinto grado experto esencialmente cuando los caacutenones estaacuten observados el rostro y las manos estaacuten discretamente trabajados pero el acabado de los pantildeos y otros rasgos no ofrecen el mismo nivel estiliacutestico Como quiera que la participacioacuten del maestro y del alumno pueden haberse combinado en distinta proporcioacuten tambieacuten es vasta la escala que en el nivel del acabado puede establecerse A menudo la intervencioacuten del alumno se cintildee a los pantildeos a la peana etc La figura de San Francisco Javier especialmente se presta para su estudio sobre el particular ya que son varias las imaacutegenes que auacuten sobreviven realizadas sobre el mismo modelo de distinto tamantildeo y niveles en la realizacioacuten permitiendo apreciar la medida en que al artesano indiacutegena participoacute en ella

(En este rubro podriacutean anotarse ciertos retablos tallas menores etc de proyecto y disentildeo magistral pero realizados por el indio)

d) Obras de exclusiva mano indiacutegena Debieron constituir el nuacutemero mayor aunque no el maacutes importante en el formado en lo que a imaacutegenes respecta

por piezas maacutes considerables salvo excepciones En la lista debemos anotar desde luego la labor masiva de tallas en relieve en retablos puacutelpitos techos columnas altares y muebles casi sin excepcioacuten Los indios careciacutean de la versacioacuten toreacuteutica y estiliacutestica necesarias para la creacioacuten de proyectos de coordinacioacuten completa o sea que exigiese cierta amplitud en esos conocimientos por lo que la concepcioacuten y disentildeo principal de esos conjuntos debieron ser confiados al maestro quien a su vez menos en casos como los de arquitectos y artistas como Brassanelli o Primoli debioacute recurrir a los libros de los cuales no careciacutean ciertamente las bibliotecas misioneras Sin embargo hay un cierto nuacutemero de tallas en relieve o de bulto cuyo caraacutecter en nada se opone a que fuesen de disentildeo indiacutegena tallas en las cuales pudo el genio indio explayarse en el ejercicio de los elementos estiliacutesticos o simboacutelicos Repeticiones de motivos dados a escala determinada o ajustadas a otro moacutedulo disentildeos secundarios a una forma dada Tales las guirnaldas en torno a una columna torsa o la adaptacioacuten de un motivo dado a una cartela cornisa o friso composicioacuten de motivos simeacutetricos (frisos zoacutecalos artesones) tallado de altarcitos o nichos etc

Las imaacutegenes de mano indiacutegena fueron muchas Todas ellas obras de copia ya de modelos previos ya de estampas A menudo una estatua obra importada o de mano de un maestro fue reproducida en menor escala por los disciacutepulos para retablos o capillas menos importantes o para uso individual (imaacutegenes hogarentildeas) Como norma podemos aceptar que las imaacutegenes mejor realizadas fuesen las destinadas a los altares mayores Las figuras de Pasos (escenas de la Vida y Pasioacuten) o de belenes que conocemos fueron de mano indiacutegena y alcanzaron el maacuteximo de acento ingenuo (sayones de San Cosme pastores adorantes de Santa Rosa) lo cual no significa que no pudo haberlas de mano maacutes canoacutenica

3) PINTURA Como se ha manifestado en capiacutetulos anteriores no solamente se pintaban en las Misiones cuadros fondos de

retablos murales etc Tambieacuten se decoraban los techos ventanas puertas (si las ventanas estaban pintadas y doradas no es loacutegico suponer que las puertas estuviesen desnudas) Columnas arcos torales falsos arcos sostenes de naves intercolumnios coros puacutelpitos confesonarios todo tuvo eventualmente su decoracioacuten pintada ya uacutenica ya complemento de la talla ya simplemente ornamental ya significativa Los poacuterticos abovedados o no que seguacuten parece no faltaron en ninguna iglesia realizados en madera estaban pintados y dorados Los techos de San Ignacio y San Cosme (y tambieacuten de Yaguaroacuten tantas veces citado como punto de referencia plausible) pueden servir de ejemplo de lo que fueroon esos techos pintados aunque hay referencias de viajeros y sobre todo inventarios que permiten afirmar que los hubo mucho maacutes trabajados y suntuosos en base a los claacutesicos artesones tallados y dorados El de Itapuacutea teniacutea de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen Los mismos retablos ofrecieron como lo demuestra alguacuten espeacutecimen subsistente (Santa Rosa) pinturas de escenas sagradas como fondo de nichos medallones etc

Algunas iglesias y colegios lucieron importante pintura mural Catorce cuadros de la vida del Santo adornaban las naves laterales de la iglesia de San Javier La casa de los Padres en San Ignacio teniacutea pintadas sus paredes (todos esos cuadros han desaparecido hace rato) Auacuten pueden verse en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa rastros de un mural alusivo al milagro de la Santa Casa quizaacute debido al Padre Grimau aunque retocado inexpertamente apenas son visibles en eacutel los rasgos primitivos

En San Francisco de Borja el Hno Brassanelli pintoacute un cuadro del Santo donde eacuteste seguacuten un visitante estaacute como elevado (levitante seguramente) desmayado ante el Sacramento todo lleno de nubes y serafines Este cuadro ocupaba el centro del altar seguacuten el informante P Oliver Debioacute ser uno de los casos mencionados en que una hornacina fue ocupada por un cuadro en vez de una talla otro visitante (3) cuenta coacutemo el citado Brassanelli fue artiacutefice de la iglesia de Loreto la referencia del P Oliver a este templo se ha transcripto en el capitulo V

La primera obra pictoacuterica realizada en las Misiones es la imagen de la Virgen realizada por el Hermano Hernaacutendez imagen que llevoacute consigo el P Roque Gonzaacutelez en sus andanzas fundadoras y con eacutel se perdioacute a manos indiacutegenas Bien es verdad que no podemos asignar al Hno Hernaacutendez rango de primer pintor misionero porque no residioacute en el paiacutes Este rango corresponde al H Luis Verger o Berger cuya Virgen de los Milagros actualmente conservada en Santa Fe es la maacutes antigua imagen pintada en las Reducciones que haya llegado a nosotros Algunos han atribuido la paternidad de este cuadro al tambieacuten pintor Hno jesuita Hernacio Berger pintoacute en San Carlos un cuadro en Tayaobaacute otro de los Siete Arcaacutengeles (4) en 1616 ensentildeaba pintura en la Misioacuten de Itapuacutea y en 1622 en la de San Ignacio Guazuacute La Anua de 1619 (P Ontildeate) hace alusioacuten a los ornamentos e imaacutegenes de la misioacuten del Uruguay entre los cuales figuraban las imaacutegenes de los noviacutesimos obra del Hno Luis Berger

En 1634 pintoacute el referido lienzo de la Virgen quizaacute la obra maacutes acabada de la pintura colonial platense (Furlong) de la que Guevara dijo lienzo de singular hermosura

Maacutes tarde hallamos en San Luis el nombre del Padre Cantildeigral que establecioacute en esa Misioacuten talleres de pintura escultura y tallas hacia 1650 (5)

Otro jesuita espantildeol como Cantildeigral recorre las Misiones llevando de una a otra su pincel y su magisterio Es el Hermano Grimau En 1745 lo hallamos en San Miguel en San Luis en 1749 en Santa Rosa en 1765 en Candelaria en 1767

En la descripcioacuten que De Moussy hizo de Santa Rosa habla de cuadros de motivos piadosos y de mano maestra que se conservaban en esta Misioacuten Seriacutean ellos todos o en parte debidos al Hermano Grimau (En la iglesia catedral de Salta se conserva la imagen de la Virgen de las Laacutegrimas debida a este jesuita y que es copia de una imagen anterior una Puriacutesima existente en el Colegio Maacuteximo de Coacuterdoba) Habla tambieacuten De Moussy de los retratos de jesuitas famosos conservados en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en la misma Misioacuten Azara refirieacutendose a San Ignacio Guazuacute enumera una Virgen un San Jeroacutenimo y un Cardenal que le parecieron buenos a este viajero que no se distinguiacutea precisamente por su disposicioacuten ditiraacutembica hacia la obra misionera Si Azara los halloacute buenos fue seguramente porque se ajustaban a su nocioacuten del arte que era la propia de la eacutepoca y ello aboga por el origen europeo de esos cuadros Tambieacuten hallamos copiosa noticia aunque no suficiente para apreciacioacuten criacutetica en los inventarios realizados a la salida de los Misioneros por ejemplo en Itapuacutea la boacuteveda de sus tres naves estaacute bien adornada de molduras en arco doradas y en los huecos pintada de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen

Si la obra misionera en general ha experimentado cruelmente los efectos del tiempo la incuria y la deliberada destruccioacuten bien puede decirse que es la pintura la que maacutes ha sufrido

No es posible asentar juicio minucioso en base al escaso material superviviente Soacutelo por analogiacutea con lo observado en escultura y apoyaacutendonos en eacutesta como documento subsidiario podemos aventurarnos a suponer que los factores que condicionaron esteacuteticamente la produccioacuten pictoacuterica misionera fueron los mismos que hicieron sentir su influjo en la escultura Aquiacute como alliacute el fondo modelario el sistema de trabajo y el determinismo local debieron introducir sus factores diferenciales Por lo demaacutes las obras que quedan no contradicen este postulado

Las pinturas murales desaparecieron con los edificios o se deterioraron totalmente con el tiempo hasta desaparecer En cuanto a la pintura movible contribuyeron a la destruccioacuten la mala calidad de los materiales el descuido la ignorancia las condiciones climaacuteticas

El volumen superviviente se reduce a las mencionadas Viacutergenes de los Hermanos Verger y Grimau (si es que la segunda cabe asignarla a esta aacuterea) y unas cincuenta piezas de distintos niveles de realizacioacuten (casi todas de mano indiacutegena) las pinturas de Yaguaroacuten (techos puacutelpito y hornacinas) al techo de San Cosme ya totalmente destruido a raiacutez de unas obras () desde 1970 y algunas pinturas figurativas o de fondo en unos pocos retablos

Se ha hecho notar que Ameacuterica no fue aacuterea de grandes coloristas Se ha echado la culpa parcialmente al menos a la falta de pinturas de buena calidad como se ha visto en el capiacutetulo IV iquestHasta queacute punto esto resultariacutea exacto El mismo indiacutegena o mestizo que en el aacuterea andina o mejicana se expresa en una coloriacutestica pobre en sus cuadros de disciplina europea se revela rico y liacuterico en cuanto se ve libre para su expresioacuten Si en los otros cuadros manieristas se muestra cromaacuteticamente pobre ello habriacutea que atribuirlo maacutes bien primero a que en muchos casos los modelos no fueron cuadros sino estampas es decir que no dieron al artista un punto de apoyo para la expresioacuten coloriacutestica segundo que cuando los modelos fueron efectivamente cuadros eacutestos pertenecieron en su mayoriacutea a la escuela tenebrista El sentido cromaacutetico del indiacutegena sometido a esta represioacuten buscoacute expresarse por otro cauce prolongando asiacute en sus ropajes y fondos floridos el decorativismo bizantinista que en Europa periclitoacute ya a fines del trescientos o mediados del cuatrocientos aunque en Espantildea se prolonga hasta entrando el quinientos (Yantildeez de la Almedina etc)

En lo que a la pintura misionera se refiere la explicacioacuten soacutelo en parte es eficaz La labor se realizoacute principalmente como se ha dicho varias veces en base a estampas punto de partida ciego para un ejercicio cromaacutetico Si vino alguacuten cuadro desde luego fue tambieacuten tenebrista Aquiacute el indiacutegena por otro lado no pudo como se ha dicho ya explayarse libremente ni en la creacioacuten de un arte propio (suponiendo poseyese la necesaria voluntad de forma) ni siquiera dentro de la disciplina de taller porque no lo permitiacutean las especiales circunstancias del reacutegimen a que su trabajo estuvo sometido Como una observacioacuten complementaria anotaremos que el arte nacional no ha dado hasta ahora auteacutenticos coloristas El color ha sido hasta hoy el escollo mayor de nuestra pintura

El sistema de trabajo mixto de que son fruto algunas tallas tuvo posiblemente su equivalencia en pintura Cuadros o decoraciones realizadas por indiacutegenas pudieron ser retocados por maestros en algunas pinturas el disentildeo pudo ser del maestro y la realizacioacuten pictoacuterica del alumno Una pintura pudo ser realizada en su mayor parte o en sus detalles principales por el maestro reservaacutendose a los alumnos detalles secundarios Este sistema estuvo en uso en los talleres europeos antes y despueacutes del Renacimiento A este respecto debemos repetir acaacute una observacioacuten importante de Pal Kelemen que cuando se trataba de obras destinadas a las colonias los talleres europeos (espantildeoles principalmente aunque tambieacuten los hubo italianos) donde el maestro por principio retocaba y terminaba los trabajos comerciales destinaba escasa atencioacuten a aqueacutellos

Una referencia interesante nos ofrecen las pinturas procedentes del techo de San Ignacio Guazuacute (que se conservan en el Museo Gancedo de Santiago del Estero) y que se han atribuido a disciacutepulos de Verger Si Verger formoacute disciacutepulos preciso es que lo hiciera con fecha anterior a 1635 en que abandonoacute las Misiones Por otro lado la iglesia de San Ignacio fue inaugurada en 1684 un espacio de cincuenta antildeos entre la salida del maestro y la inauguracioacuten de la iglesia terminada Este lapso es maacutes que suficiente para introducir ciertas dudas en el asunto Debemos tener en cuenta la forma en que el trabajo se desarrolloacute y las circunstancias de la labor en esas mismas Misiones

iquestPertenecen esas pinturas a la eacutepoca en que actuoacute en San Ignacio el hermano Verger En este caso poseen una antiguumledad de por lo menos trescientos treinta antildeos cifra no imposible pero si lo bastante alta como para que haya de ser prudencialmente sopesada dados el clima y otros factores de deterioro Pero en este caso sin embargo puede aceptarse el discipulado

iquestFueron ejecutadas despueacutes de la salida de Verger En este caso debioacute ser inmediatamente despueacutes de su salida y no maacutes tarde De estar realizadas antildeos maacutes tarde la influencia del maestro debe ponerse en duda La experiencia demuestra lo faacutecil y raacutepidamente que el conocimiento sin tradicioacuten y no estimulado o alimentado con nuevos elementos se deteriora y maacutes en casos como el del artesano misionero que nunca trabajoacute sino bajo la vigilancia del maestro o director jesuita Sabemos que habitualmente dirigiacutean los trabajos secundarios disciacutepulos aventajados pero auacuten en lo que a eacutestos se refiere debemos tener en cuenta el inevitable deterioro de la experiencia artiacutestica no renovada y los factores emergentes de la necesidad de que los tales obreros estuviesen constantemente aleccionados y dirigidos Inuacutetil agregar que a la salida del Hermano Verger no podriacutea darse por asentada auacuten una tradicioacuten (Y sin embargo los mentones de estos aacutengeles laboriosos ofrecen los mismos rasgos de los aacutengeles que adornan la peana de la Virgen de los Milagros Los perfiles de esos rostros son perfiles de adulto redichos y voluntariosos)

Ahora bien estas pinturas que representan a un aacutengel muacutesico a un Nintildeo con San Juan nintildeo tambieacuten o un aacutengel cogiendo flores y un jarroacuten florido en el gusto de la eacutepoca estaacuten ejecutadas al temple sobre tabla de madera de maacutes de un centiacutemetro de espesor imprimada de una capa de tiza o creta diluida en cola Todas esas figuras ofrecen en su expresioacuten una espiritualidad que quizaacute no fuera arriesgado calificar de francesa una alegriacutea cortesana muy distinta del severo garbo espantildeol o la seria complacencia flamenca Aunque la pintura en general estaacute desvaiacuteda los contornos estaacuten bien marcados por una gruesa liacutenea que en algunos lugares asume funcioacuten pictoacuterica como en ciertos cuadros de Rouault y que hace pensar si acaso estas figuras no seriacutean tomadas de alguacuten vitral La grafiacutea de los cabellos el movimiento el lenguaje del claroscuro hablan de un autor uacutenico para las cuatro tablas La misma liacutenea de contorno ofrece cierta soltura y seguridad que dudamos en asignar a mano india sin contar con que el ritmo lineal es acentuadamente alieniacutegena

En la figura cogiendo flores se identifica la de un aacutengel pintado por Goriacutebar en Quito Debemos suponer un modelo comuacuten En cuanto a los jarrones de flores es conocido su simbolismo y la abundancia con que se prodigoacute no soacutelo en la ornamentacioacuten sagrada sino tambieacuten en la profana

El procedimiento de imprimacioacuten y de fondo utilizado en estas tablas es habitual de eacutepoca en la pintura el temple sobre madera el mismo empleado en los techos que se conservan sean o no misioneros (Yaguaroacuten y San Cosme) En los techos de Yaguaroacuten se empleoacute el azul maacutes o menos oscuro el amarillo el anaranjado verdoso en los de San Cosme los ocres ndash en el paiacutes los hay de buena calidad ndash quizaacute un tinte que se supone obtenido de la yerba mate (verde oscuro) y el negro Pero no se han realizado los anaacutelisis necesarias para establecerlo definitivamente

Muestra muy interesante de la pintura de esta aacuterea y que merece un estudio aparte son las pinturas que decoran el interior de las puertas de algunos nichos o armarios destinados a conservar objetos del culto o imaacutegenes (sustituto local de los camerinos de otras aacutereas) a veces exentos otras empotrados en las paredes de gran espesor Quizaacute estas

mismas figuras hayan decorado tabernaacuteculos o puacutelpitos que no se han conservado (En Yaguaroacuten el puacutelpito presenta algunas figuras de Santos realizadas en forma esquemaacutetica) Un ejemplo lo da el nicho que se conserva en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa Al abrirse las puertas forman como es usual con el fondo del armario un triacuteptico perfecto Maacutes interesante todaviacutea es el juego de puertas que debioacute pertenecer a uno de los nichos destruidos y que representa a cuatro figuras del Evangelio Santa Mariacutea y San Juan San Pedro y San Pablo Debieron ser esos nichos muy numerosos no soacutelo en sacristiacuteas y capillas sino tambieacuten y especialmente en casas particulares y auacuten se encuentran en efecto algunos pero ya en la mayoriacutea de los casos sin su decorado primitivo que deteriorado por el tiempo fue sustituido tarde o temprano por otras pinturas En eacutestas campea en ocasiones un delicioso sentido popular como en un nicho de Yuty cuyos aacutengeles bailarines tienen la gracia ingenua y candorosa de ciertos disentildeos populares mejicanos En el indicado de Santa Rosa asiacute como en otros de Santiago los disentildeos son de un encanto indecible Soacutelo los iguala la pintura icoacutenica en sus expresiones maacutes ingenuas las pinturas espantildeolas del primer romaacutenico por ejemplo Aunque su raiacutez quizaacute esteacute en las expresiones de la pintura veneciana tardiacutea heredera de la plaacutestica bizantina cuya amalgama poacutestuma con el barroco produjo el impresionante fenoacutemeno del Greco

Las de las puertas de nicho conservadas en el Oratorio de N Sentildeora de Loreto en Santa Rosa son pinturas bidimensionales en colores planos de acentuada tendencia frontalista de proporciones elongadas reforzadas por una liacutenea negra de contorno Los nichos mencionados ofrecen los mismos caracteres sugiriendo si no un mismo autor siacute un mismo modelo y tal vez un mismo magisterio o ascendencia La pureza estiliacutestica ndash no se trata de un regreso gobernado por las circunstancias locales sino de un encuentro directo ndash descarta la posibilidad de que sean producto del genio indiacutegena Su hallazgo en el escaso volumen de este arte antildeade una interrogante a las muchas planteadas ya por el fenoacutemeno misionero En las Misiones abundaron ndash especialmente en los uacuteltimos lustros ndash jesuitas de origen centro europeo (bohemios huacutengaros polacos) paiacuteses donde la tradicioacuten icoacutenica era fuerte como sabemos Ellos pudieron haber sido los introductores de estas variantes estiliacutesticas curiosas dentro del panorama misionero Ni es necesario que estas pinturas hayan sido realizadas en las mismas Misiones en que hoy se hallan pudieron haber sido ejecutadas en otras y emigrado luego (recueacuterdese una vez maacutes el eacutexodo de las cinco Misiones) o simplemente haber sido realizadas por encargo

El Padre Sepp nos ha dejado en sus Cartas un conmovedor ejemplo biograacutefico del iacutentimo impulso que llevaba a estos desterrados a cuajar en torno suyo ciertos recuerdos de su paiacutes de origen El mencionado jesuita levantoacute en San Juan un altar en todo semejante al de la Virgen de Altoetting patrona de su valle natal Ese altar reproduciacutea en todas sus partes y adornos los del mencionado altar europeo e inclusive estaba adornado como aqueacutel con incrustaciones de naacutecar y con espejos Otros misioneros pudieron haber traiacutedo consigo junto con el fervor evangeacutelico (del que el mismo Padre Sepp es un ejemplo) humanos recuerdos semejantes y haber introducido sus correspondientes rasgos localistas en estos casos rasgos de tradicioacuten bizantina fuerte en dichos paiacuteses Al tiempo de la expulsioacuten repetimos eran varios los Padres centroeuropeos que se encontraban en Misiones uno de ellos el Padre Tadeo Enis O quizaacute se tratoacute de alguacuten jesuita noritaliano ndash que los hubo tambieacuten ndash que reprodujo en estas pinturas destinadas a la pueril mirada del converso guaraniacute los ingenuos iconos entrevistos en su infancia y ante los cuales quizaacute rezara sus oraciones cuando nintildeo Seriacutea una prueba maacutes de lo que en capiacutetulos anteriores hemos llamado conservadurismo de eacutepoca

Aunque perteneciente hoy a una iglesia del aacuterea no misionera vale la pena citar la tabla procedente de Yuty que representa a un misionero predicando en la selva rodeado de figuras entre las cuales no es difiacutecil identificar algunos indios bravos El cuadrito es de rasgos primitivamente encantadores Se trata sin duda de un misionero jesuita por el atuendo ello hace pensar que pertenecioacute primitivamente a un templo misionero y es por ello que se lo menciona en este recuento Las figuras se ven congeladas la del misionero de gran tamantildeo fuera de proporcioacuten con las de los soldados y neoacutefitos como para significar su magnitud espiritual Es casi seguro se trate de una pintura realizada despueacutes de la salida de los Padres

II LAS IMAGENES PEREGRINAS A) MARIA MISIONERA Junto con el Crucificado ndash siacutembolo capital a cuyo nombre se acogioacute la Orden ndash Mariacutea ya sola como Inmaculada o

Virgen de los Dolores ya como Virgen Madre Virgen de Loreto o del Rosario (maacutes tarde lo haraacute con Santa Rosa y desde luego con San Joseacute en los Nacimientos o en grupos de la Sagrada Familia) aparece desde el primer instante en la accioacuten misionera Si el primer acto de la fundacioacuten es levantar una cruz capaz de cobijar a su sombra multitudes en manos del jesuita la imagen de la Conquistadora es laacutebaro y escudo La difusioacuten del dogma mariano es conforme a los caacutenones tridentinos importante preocupacioacuten de la catequesis como parte de la misioacuten contra-reformista A esta coadyuvoacute la institucioacuten en las Misiones de cofradiacuteas cuya patrona era Nuestra Sentildeora Miembros de esta cofradiacutea consecuentes hasta lo heroico con su vocacioacuten de castidad dan a cada momento testimonio entusiasta en las Anuas jesuiacuteticas

Una imagen de la Virgen es seguacuten parece el primer cuadro religioso pintado en el aacuterea la obra del Hermano Hernaacutendez a que se ha hecho ya referencia que la pintoacute para el Padre Roque Gonzaacutelez de Santa Cruz Hacia 1619 corriacutea por los pueblos cercanos de Villarrica una imagen de la Virgen pintada en papel muy toscamente y que hace muchos milagros dice en la Anua de ese antildeo el P Ontildeate No dice si se trata de una imagen de factura local aunque los teacuterminos lo hacen presumir No sabemos cuaacutel fuera el modelo para esa imagen De las treinta misiones supervivientes seis llevaban advocacioacuten mariana Santa Mariacutea la Mayor Santa Mariacutea de Fe Candelaria Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos (Yapeyuacute) Concepcioacuten Loreto Si en la iglesia de Santo Angel Custodio la decoracioacuten estaba totalmente dedicada a la exaltacioacuten figurativa del guardiaacuten individual de las almas ndash toda la muchedumbre de estatuas es de aacutengeles dice Azara ndash debemos suponer que en las dedicadas a Nuestra Sentildeora la imagen de Mariacutea

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

3) PINTURA Como se ha manifestado en capiacutetulos anteriores no solamente se pintaban en las Misiones cuadros fondos de

retablos murales etc Tambieacuten se decoraban los techos ventanas puertas (si las ventanas estaban pintadas y doradas no es loacutegico suponer que las puertas estuviesen desnudas) Columnas arcos torales falsos arcos sostenes de naves intercolumnios coros puacutelpitos confesonarios todo tuvo eventualmente su decoracioacuten pintada ya uacutenica ya complemento de la talla ya simplemente ornamental ya significativa Los poacuterticos abovedados o no que seguacuten parece no faltaron en ninguna iglesia realizados en madera estaban pintados y dorados Los techos de San Ignacio y San Cosme (y tambieacuten de Yaguaroacuten tantas veces citado como punto de referencia plausible) pueden servir de ejemplo de lo que fueroon esos techos pintados aunque hay referencias de viajeros y sobre todo inventarios que permiten afirmar que los hubo mucho maacutes trabajados y suntuosos en base a los claacutesicos artesones tallados y dorados El de Itapuacutea teniacutea de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen Los mismos retablos ofrecieron como lo demuestra alguacuten espeacutecimen subsistente (Santa Rosa) pinturas de escenas sagradas como fondo de nichos medallones etc

Algunas iglesias y colegios lucieron importante pintura mural Catorce cuadros de la vida del Santo adornaban las naves laterales de la iglesia de San Javier La casa de los Padres en San Ignacio teniacutea pintadas sus paredes (todos esos cuadros han desaparecido hace rato) Auacuten pueden verse en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa rastros de un mural alusivo al milagro de la Santa Casa quizaacute debido al Padre Grimau aunque retocado inexpertamente apenas son visibles en eacutel los rasgos primitivos

En San Francisco de Borja el Hno Brassanelli pintoacute un cuadro del Santo donde eacuteste seguacuten un visitante estaacute como elevado (levitante seguramente) desmayado ante el Sacramento todo lleno de nubes y serafines Este cuadro ocupaba el centro del altar seguacuten el informante P Oliver Debioacute ser uno de los casos mencionados en que una hornacina fue ocupada por un cuadro en vez de una talla otro visitante (3) cuenta coacutemo el citado Brassanelli fue artiacutefice de la iglesia de Loreto la referencia del P Oliver a este templo se ha transcripto en el capitulo V

La primera obra pictoacuterica realizada en las Misiones es la imagen de la Virgen realizada por el Hermano Hernaacutendez imagen que llevoacute consigo el P Roque Gonzaacutelez en sus andanzas fundadoras y con eacutel se perdioacute a manos indiacutegenas Bien es verdad que no podemos asignar al Hno Hernaacutendez rango de primer pintor misionero porque no residioacute en el paiacutes Este rango corresponde al H Luis Verger o Berger cuya Virgen de los Milagros actualmente conservada en Santa Fe es la maacutes antigua imagen pintada en las Reducciones que haya llegado a nosotros Algunos han atribuido la paternidad de este cuadro al tambieacuten pintor Hno jesuita Hernacio Berger pintoacute en San Carlos un cuadro en Tayaobaacute otro de los Siete Arcaacutengeles (4) en 1616 ensentildeaba pintura en la Misioacuten de Itapuacutea y en 1622 en la de San Ignacio Guazuacute La Anua de 1619 (P Ontildeate) hace alusioacuten a los ornamentos e imaacutegenes de la misioacuten del Uruguay entre los cuales figuraban las imaacutegenes de los noviacutesimos obra del Hno Luis Berger

En 1634 pintoacute el referido lienzo de la Virgen quizaacute la obra maacutes acabada de la pintura colonial platense (Furlong) de la que Guevara dijo lienzo de singular hermosura

Maacutes tarde hallamos en San Luis el nombre del Padre Cantildeigral que establecioacute en esa Misioacuten talleres de pintura escultura y tallas hacia 1650 (5)

Otro jesuita espantildeol como Cantildeigral recorre las Misiones llevando de una a otra su pincel y su magisterio Es el Hermano Grimau En 1745 lo hallamos en San Miguel en San Luis en 1749 en Santa Rosa en 1765 en Candelaria en 1767

En la descripcioacuten que De Moussy hizo de Santa Rosa habla de cuadros de motivos piadosos y de mano maestra que se conservaban en esta Misioacuten Seriacutean ellos todos o en parte debidos al Hermano Grimau (En la iglesia catedral de Salta se conserva la imagen de la Virgen de las Laacutegrimas debida a este jesuita y que es copia de una imagen anterior una Puriacutesima existente en el Colegio Maacuteximo de Coacuterdoba) Habla tambieacuten De Moussy de los retratos de jesuitas famosos conservados en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en la misma Misioacuten Azara refirieacutendose a San Ignacio Guazuacute enumera una Virgen un San Jeroacutenimo y un Cardenal que le parecieron buenos a este viajero que no se distinguiacutea precisamente por su disposicioacuten ditiraacutembica hacia la obra misionera Si Azara los halloacute buenos fue seguramente porque se ajustaban a su nocioacuten del arte que era la propia de la eacutepoca y ello aboga por el origen europeo de esos cuadros Tambieacuten hallamos copiosa noticia aunque no suficiente para apreciacioacuten criacutetica en los inventarios realizados a la salida de los Misioneros por ejemplo en Itapuacutea la boacuteveda de sus tres naves estaacute bien adornada de molduras en arco doradas y en los huecos pintada de pintura fina la vida y milagros de la Santiacutesima Virgen

Si la obra misionera en general ha experimentado cruelmente los efectos del tiempo la incuria y la deliberada destruccioacuten bien puede decirse que es la pintura la que maacutes ha sufrido

No es posible asentar juicio minucioso en base al escaso material superviviente Soacutelo por analogiacutea con lo observado en escultura y apoyaacutendonos en eacutesta como documento subsidiario podemos aventurarnos a suponer que los factores que condicionaron esteacuteticamente la produccioacuten pictoacuterica misionera fueron los mismos que hicieron sentir su influjo en la escultura Aquiacute como alliacute el fondo modelario el sistema de trabajo y el determinismo local debieron introducir sus factores diferenciales Por lo demaacutes las obras que quedan no contradicen este postulado

Las pinturas murales desaparecieron con los edificios o se deterioraron totalmente con el tiempo hasta desaparecer En cuanto a la pintura movible contribuyeron a la destruccioacuten la mala calidad de los materiales el descuido la ignorancia las condiciones climaacuteticas

El volumen superviviente se reduce a las mencionadas Viacutergenes de los Hermanos Verger y Grimau (si es que la segunda cabe asignarla a esta aacuterea) y unas cincuenta piezas de distintos niveles de realizacioacuten (casi todas de mano indiacutegena) las pinturas de Yaguaroacuten (techos puacutelpito y hornacinas) al techo de San Cosme ya totalmente destruido a raiacutez de unas obras () desde 1970 y algunas pinturas figurativas o de fondo en unos pocos retablos

Se ha hecho notar que Ameacuterica no fue aacuterea de grandes coloristas Se ha echado la culpa parcialmente al menos a la falta de pinturas de buena calidad como se ha visto en el capiacutetulo IV iquestHasta queacute punto esto resultariacutea exacto El mismo indiacutegena o mestizo que en el aacuterea andina o mejicana se expresa en una coloriacutestica pobre en sus cuadros de disciplina europea se revela rico y liacuterico en cuanto se ve libre para su expresioacuten Si en los otros cuadros manieristas se muestra cromaacuteticamente pobre ello habriacutea que atribuirlo maacutes bien primero a que en muchos casos los modelos no fueron cuadros sino estampas es decir que no dieron al artista un punto de apoyo para la expresioacuten coloriacutestica segundo que cuando los modelos fueron efectivamente cuadros eacutestos pertenecieron en su mayoriacutea a la escuela tenebrista El sentido cromaacutetico del indiacutegena sometido a esta represioacuten buscoacute expresarse por otro cauce prolongando asiacute en sus ropajes y fondos floridos el decorativismo bizantinista que en Europa periclitoacute ya a fines del trescientos o mediados del cuatrocientos aunque en Espantildea se prolonga hasta entrando el quinientos (Yantildeez de la Almedina etc)

En lo que a la pintura misionera se refiere la explicacioacuten soacutelo en parte es eficaz La labor se realizoacute principalmente como se ha dicho varias veces en base a estampas punto de partida ciego para un ejercicio cromaacutetico Si vino alguacuten cuadro desde luego fue tambieacuten tenebrista Aquiacute el indiacutegena por otro lado no pudo como se ha dicho ya explayarse libremente ni en la creacioacuten de un arte propio (suponiendo poseyese la necesaria voluntad de forma) ni siquiera dentro de la disciplina de taller porque no lo permitiacutean las especiales circunstancias del reacutegimen a que su trabajo estuvo sometido Como una observacioacuten complementaria anotaremos que el arte nacional no ha dado hasta ahora auteacutenticos coloristas El color ha sido hasta hoy el escollo mayor de nuestra pintura

El sistema de trabajo mixto de que son fruto algunas tallas tuvo posiblemente su equivalencia en pintura Cuadros o decoraciones realizadas por indiacutegenas pudieron ser retocados por maestros en algunas pinturas el disentildeo pudo ser del maestro y la realizacioacuten pictoacuterica del alumno Una pintura pudo ser realizada en su mayor parte o en sus detalles principales por el maestro reservaacutendose a los alumnos detalles secundarios Este sistema estuvo en uso en los talleres europeos antes y despueacutes del Renacimiento A este respecto debemos repetir acaacute una observacioacuten importante de Pal Kelemen que cuando se trataba de obras destinadas a las colonias los talleres europeos (espantildeoles principalmente aunque tambieacuten los hubo italianos) donde el maestro por principio retocaba y terminaba los trabajos comerciales destinaba escasa atencioacuten a aqueacutellos

Una referencia interesante nos ofrecen las pinturas procedentes del techo de San Ignacio Guazuacute (que se conservan en el Museo Gancedo de Santiago del Estero) y que se han atribuido a disciacutepulos de Verger Si Verger formoacute disciacutepulos preciso es que lo hiciera con fecha anterior a 1635 en que abandonoacute las Misiones Por otro lado la iglesia de San Ignacio fue inaugurada en 1684 un espacio de cincuenta antildeos entre la salida del maestro y la inauguracioacuten de la iglesia terminada Este lapso es maacutes que suficiente para introducir ciertas dudas en el asunto Debemos tener en cuenta la forma en que el trabajo se desarrolloacute y las circunstancias de la labor en esas mismas Misiones

iquestPertenecen esas pinturas a la eacutepoca en que actuoacute en San Ignacio el hermano Verger En este caso poseen una antiguumledad de por lo menos trescientos treinta antildeos cifra no imposible pero si lo bastante alta como para que haya de ser prudencialmente sopesada dados el clima y otros factores de deterioro Pero en este caso sin embargo puede aceptarse el discipulado

iquestFueron ejecutadas despueacutes de la salida de Verger En este caso debioacute ser inmediatamente despueacutes de su salida y no maacutes tarde De estar realizadas antildeos maacutes tarde la influencia del maestro debe ponerse en duda La experiencia demuestra lo faacutecil y raacutepidamente que el conocimiento sin tradicioacuten y no estimulado o alimentado con nuevos elementos se deteriora y maacutes en casos como el del artesano misionero que nunca trabajoacute sino bajo la vigilancia del maestro o director jesuita Sabemos que habitualmente dirigiacutean los trabajos secundarios disciacutepulos aventajados pero auacuten en lo que a eacutestos se refiere debemos tener en cuenta el inevitable deterioro de la experiencia artiacutestica no renovada y los factores emergentes de la necesidad de que los tales obreros estuviesen constantemente aleccionados y dirigidos Inuacutetil agregar que a la salida del Hermano Verger no podriacutea darse por asentada auacuten una tradicioacuten (Y sin embargo los mentones de estos aacutengeles laboriosos ofrecen los mismos rasgos de los aacutengeles que adornan la peana de la Virgen de los Milagros Los perfiles de esos rostros son perfiles de adulto redichos y voluntariosos)

Ahora bien estas pinturas que representan a un aacutengel muacutesico a un Nintildeo con San Juan nintildeo tambieacuten o un aacutengel cogiendo flores y un jarroacuten florido en el gusto de la eacutepoca estaacuten ejecutadas al temple sobre tabla de madera de maacutes de un centiacutemetro de espesor imprimada de una capa de tiza o creta diluida en cola Todas esas figuras ofrecen en su expresioacuten una espiritualidad que quizaacute no fuera arriesgado calificar de francesa una alegriacutea cortesana muy distinta del severo garbo espantildeol o la seria complacencia flamenca Aunque la pintura en general estaacute desvaiacuteda los contornos estaacuten bien marcados por una gruesa liacutenea que en algunos lugares asume funcioacuten pictoacuterica como en ciertos cuadros de Rouault y que hace pensar si acaso estas figuras no seriacutean tomadas de alguacuten vitral La grafiacutea de los cabellos el movimiento el lenguaje del claroscuro hablan de un autor uacutenico para las cuatro tablas La misma liacutenea de contorno ofrece cierta soltura y seguridad que dudamos en asignar a mano india sin contar con que el ritmo lineal es acentuadamente alieniacutegena

En la figura cogiendo flores se identifica la de un aacutengel pintado por Goriacutebar en Quito Debemos suponer un modelo comuacuten En cuanto a los jarrones de flores es conocido su simbolismo y la abundancia con que se prodigoacute no soacutelo en la ornamentacioacuten sagrada sino tambieacuten en la profana

El procedimiento de imprimacioacuten y de fondo utilizado en estas tablas es habitual de eacutepoca en la pintura el temple sobre madera el mismo empleado en los techos que se conservan sean o no misioneros (Yaguaroacuten y San Cosme) En los techos de Yaguaroacuten se empleoacute el azul maacutes o menos oscuro el amarillo el anaranjado verdoso en los de San Cosme los ocres ndash en el paiacutes los hay de buena calidad ndash quizaacute un tinte que se supone obtenido de la yerba mate (verde oscuro) y el negro Pero no se han realizado los anaacutelisis necesarias para establecerlo definitivamente

Muestra muy interesante de la pintura de esta aacuterea y que merece un estudio aparte son las pinturas que decoran el interior de las puertas de algunos nichos o armarios destinados a conservar objetos del culto o imaacutegenes (sustituto local de los camerinos de otras aacutereas) a veces exentos otras empotrados en las paredes de gran espesor Quizaacute estas

mismas figuras hayan decorado tabernaacuteculos o puacutelpitos que no se han conservado (En Yaguaroacuten el puacutelpito presenta algunas figuras de Santos realizadas en forma esquemaacutetica) Un ejemplo lo da el nicho que se conserva en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa Al abrirse las puertas forman como es usual con el fondo del armario un triacuteptico perfecto Maacutes interesante todaviacutea es el juego de puertas que debioacute pertenecer a uno de los nichos destruidos y que representa a cuatro figuras del Evangelio Santa Mariacutea y San Juan San Pedro y San Pablo Debieron ser esos nichos muy numerosos no soacutelo en sacristiacuteas y capillas sino tambieacuten y especialmente en casas particulares y auacuten se encuentran en efecto algunos pero ya en la mayoriacutea de los casos sin su decorado primitivo que deteriorado por el tiempo fue sustituido tarde o temprano por otras pinturas En eacutestas campea en ocasiones un delicioso sentido popular como en un nicho de Yuty cuyos aacutengeles bailarines tienen la gracia ingenua y candorosa de ciertos disentildeos populares mejicanos En el indicado de Santa Rosa asiacute como en otros de Santiago los disentildeos son de un encanto indecible Soacutelo los iguala la pintura icoacutenica en sus expresiones maacutes ingenuas las pinturas espantildeolas del primer romaacutenico por ejemplo Aunque su raiacutez quizaacute esteacute en las expresiones de la pintura veneciana tardiacutea heredera de la plaacutestica bizantina cuya amalgama poacutestuma con el barroco produjo el impresionante fenoacutemeno del Greco

Las de las puertas de nicho conservadas en el Oratorio de N Sentildeora de Loreto en Santa Rosa son pinturas bidimensionales en colores planos de acentuada tendencia frontalista de proporciones elongadas reforzadas por una liacutenea negra de contorno Los nichos mencionados ofrecen los mismos caracteres sugiriendo si no un mismo autor siacute un mismo modelo y tal vez un mismo magisterio o ascendencia La pureza estiliacutestica ndash no se trata de un regreso gobernado por las circunstancias locales sino de un encuentro directo ndash descarta la posibilidad de que sean producto del genio indiacutegena Su hallazgo en el escaso volumen de este arte antildeade una interrogante a las muchas planteadas ya por el fenoacutemeno misionero En las Misiones abundaron ndash especialmente en los uacuteltimos lustros ndash jesuitas de origen centro europeo (bohemios huacutengaros polacos) paiacuteses donde la tradicioacuten icoacutenica era fuerte como sabemos Ellos pudieron haber sido los introductores de estas variantes estiliacutesticas curiosas dentro del panorama misionero Ni es necesario que estas pinturas hayan sido realizadas en las mismas Misiones en que hoy se hallan pudieron haber sido ejecutadas en otras y emigrado luego (recueacuterdese una vez maacutes el eacutexodo de las cinco Misiones) o simplemente haber sido realizadas por encargo

El Padre Sepp nos ha dejado en sus Cartas un conmovedor ejemplo biograacutefico del iacutentimo impulso que llevaba a estos desterrados a cuajar en torno suyo ciertos recuerdos de su paiacutes de origen El mencionado jesuita levantoacute en San Juan un altar en todo semejante al de la Virgen de Altoetting patrona de su valle natal Ese altar reproduciacutea en todas sus partes y adornos los del mencionado altar europeo e inclusive estaba adornado como aqueacutel con incrustaciones de naacutecar y con espejos Otros misioneros pudieron haber traiacutedo consigo junto con el fervor evangeacutelico (del que el mismo Padre Sepp es un ejemplo) humanos recuerdos semejantes y haber introducido sus correspondientes rasgos localistas en estos casos rasgos de tradicioacuten bizantina fuerte en dichos paiacuteses Al tiempo de la expulsioacuten repetimos eran varios los Padres centroeuropeos que se encontraban en Misiones uno de ellos el Padre Tadeo Enis O quizaacute se tratoacute de alguacuten jesuita noritaliano ndash que los hubo tambieacuten ndash que reprodujo en estas pinturas destinadas a la pueril mirada del converso guaraniacute los ingenuos iconos entrevistos en su infancia y ante los cuales quizaacute rezara sus oraciones cuando nintildeo Seriacutea una prueba maacutes de lo que en capiacutetulos anteriores hemos llamado conservadurismo de eacutepoca

Aunque perteneciente hoy a una iglesia del aacuterea no misionera vale la pena citar la tabla procedente de Yuty que representa a un misionero predicando en la selva rodeado de figuras entre las cuales no es difiacutecil identificar algunos indios bravos El cuadrito es de rasgos primitivamente encantadores Se trata sin duda de un misionero jesuita por el atuendo ello hace pensar que pertenecioacute primitivamente a un templo misionero y es por ello que se lo menciona en este recuento Las figuras se ven congeladas la del misionero de gran tamantildeo fuera de proporcioacuten con las de los soldados y neoacutefitos como para significar su magnitud espiritual Es casi seguro se trate de una pintura realizada despueacutes de la salida de los Padres

II LAS IMAGENES PEREGRINAS A) MARIA MISIONERA Junto con el Crucificado ndash siacutembolo capital a cuyo nombre se acogioacute la Orden ndash Mariacutea ya sola como Inmaculada o

Virgen de los Dolores ya como Virgen Madre Virgen de Loreto o del Rosario (maacutes tarde lo haraacute con Santa Rosa y desde luego con San Joseacute en los Nacimientos o en grupos de la Sagrada Familia) aparece desde el primer instante en la accioacuten misionera Si el primer acto de la fundacioacuten es levantar una cruz capaz de cobijar a su sombra multitudes en manos del jesuita la imagen de la Conquistadora es laacutebaro y escudo La difusioacuten del dogma mariano es conforme a los caacutenones tridentinos importante preocupacioacuten de la catequesis como parte de la misioacuten contra-reformista A esta coadyuvoacute la institucioacuten en las Misiones de cofradiacuteas cuya patrona era Nuestra Sentildeora Miembros de esta cofradiacutea consecuentes hasta lo heroico con su vocacioacuten de castidad dan a cada momento testimonio entusiasta en las Anuas jesuiacuteticas

Una imagen de la Virgen es seguacuten parece el primer cuadro religioso pintado en el aacuterea la obra del Hermano Hernaacutendez a que se ha hecho ya referencia que la pintoacute para el Padre Roque Gonzaacutelez de Santa Cruz Hacia 1619 corriacutea por los pueblos cercanos de Villarrica una imagen de la Virgen pintada en papel muy toscamente y que hace muchos milagros dice en la Anua de ese antildeo el P Ontildeate No dice si se trata de una imagen de factura local aunque los teacuterminos lo hacen presumir No sabemos cuaacutel fuera el modelo para esa imagen De las treinta misiones supervivientes seis llevaban advocacioacuten mariana Santa Mariacutea la Mayor Santa Mariacutea de Fe Candelaria Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos (Yapeyuacute) Concepcioacuten Loreto Si en la iglesia de Santo Angel Custodio la decoracioacuten estaba totalmente dedicada a la exaltacioacuten figurativa del guardiaacuten individual de las almas ndash toda la muchedumbre de estatuas es de aacutengeles dice Azara ndash debemos suponer que en las dedicadas a Nuestra Sentildeora la imagen de Mariacutea

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

Se ha hecho notar que Ameacuterica no fue aacuterea de grandes coloristas Se ha echado la culpa parcialmente al menos a la falta de pinturas de buena calidad como se ha visto en el capiacutetulo IV iquestHasta queacute punto esto resultariacutea exacto El mismo indiacutegena o mestizo que en el aacuterea andina o mejicana se expresa en una coloriacutestica pobre en sus cuadros de disciplina europea se revela rico y liacuterico en cuanto se ve libre para su expresioacuten Si en los otros cuadros manieristas se muestra cromaacuteticamente pobre ello habriacutea que atribuirlo maacutes bien primero a que en muchos casos los modelos no fueron cuadros sino estampas es decir que no dieron al artista un punto de apoyo para la expresioacuten coloriacutestica segundo que cuando los modelos fueron efectivamente cuadros eacutestos pertenecieron en su mayoriacutea a la escuela tenebrista El sentido cromaacutetico del indiacutegena sometido a esta represioacuten buscoacute expresarse por otro cauce prolongando asiacute en sus ropajes y fondos floridos el decorativismo bizantinista que en Europa periclitoacute ya a fines del trescientos o mediados del cuatrocientos aunque en Espantildea se prolonga hasta entrando el quinientos (Yantildeez de la Almedina etc)

En lo que a la pintura misionera se refiere la explicacioacuten soacutelo en parte es eficaz La labor se realizoacute principalmente como se ha dicho varias veces en base a estampas punto de partida ciego para un ejercicio cromaacutetico Si vino alguacuten cuadro desde luego fue tambieacuten tenebrista Aquiacute el indiacutegena por otro lado no pudo como se ha dicho ya explayarse libremente ni en la creacioacuten de un arte propio (suponiendo poseyese la necesaria voluntad de forma) ni siquiera dentro de la disciplina de taller porque no lo permitiacutean las especiales circunstancias del reacutegimen a que su trabajo estuvo sometido Como una observacioacuten complementaria anotaremos que el arte nacional no ha dado hasta ahora auteacutenticos coloristas El color ha sido hasta hoy el escollo mayor de nuestra pintura

El sistema de trabajo mixto de que son fruto algunas tallas tuvo posiblemente su equivalencia en pintura Cuadros o decoraciones realizadas por indiacutegenas pudieron ser retocados por maestros en algunas pinturas el disentildeo pudo ser del maestro y la realizacioacuten pictoacuterica del alumno Una pintura pudo ser realizada en su mayor parte o en sus detalles principales por el maestro reservaacutendose a los alumnos detalles secundarios Este sistema estuvo en uso en los talleres europeos antes y despueacutes del Renacimiento A este respecto debemos repetir acaacute una observacioacuten importante de Pal Kelemen que cuando se trataba de obras destinadas a las colonias los talleres europeos (espantildeoles principalmente aunque tambieacuten los hubo italianos) donde el maestro por principio retocaba y terminaba los trabajos comerciales destinaba escasa atencioacuten a aqueacutellos

Una referencia interesante nos ofrecen las pinturas procedentes del techo de San Ignacio Guazuacute (que se conservan en el Museo Gancedo de Santiago del Estero) y que se han atribuido a disciacutepulos de Verger Si Verger formoacute disciacutepulos preciso es que lo hiciera con fecha anterior a 1635 en que abandonoacute las Misiones Por otro lado la iglesia de San Ignacio fue inaugurada en 1684 un espacio de cincuenta antildeos entre la salida del maestro y la inauguracioacuten de la iglesia terminada Este lapso es maacutes que suficiente para introducir ciertas dudas en el asunto Debemos tener en cuenta la forma en que el trabajo se desarrolloacute y las circunstancias de la labor en esas mismas Misiones

iquestPertenecen esas pinturas a la eacutepoca en que actuoacute en San Ignacio el hermano Verger En este caso poseen una antiguumledad de por lo menos trescientos treinta antildeos cifra no imposible pero si lo bastante alta como para que haya de ser prudencialmente sopesada dados el clima y otros factores de deterioro Pero en este caso sin embargo puede aceptarse el discipulado

iquestFueron ejecutadas despueacutes de la salida de Verger En este caso debioacute ser inmediatamente despueacutes de su salida y no maacutes tarde De estar realizadas antildeos maacutes tarde la influencia del maestro debe ponerse en duda La experiencia demuestra lo faacutecil y raacutepidamente que el conocimiento sin tradicioacuten y no estimulado o alimentado con nuevos elementos se deteriora y maacutes en casos como el del artesano misionero que nunca trabajoacute sino bajo la vigilancia del maestro o director jesuita Sabemos que habitualmente dirigiacutean los trabajos secundarios disciacutepulos aventajados pero auacuten en lo que a eacutestos se refiere debemos tener en cuenta el inevitable deterioro de la experiencia artiacutestica no renovada y los factores emergentes de la necesidad de que los tales obreros estuviesen constantemente aleccionados y dirigidos Inuacutetil agregar que a la salida del Hermano Verger no podriacutea darse por asentada auacuten una tradicioacuten (Y sin embargo los mentones de estos aacutengeles laboriosos ofrecen los mismos rasgos de los aacutengeles que adornan la peana de la Virgen de los Milagros Los perfiles de esos rostros son perfiles de adulto redichos y voluntariosos)

Ahora bien estas pinturas que representan a un aacutengel muacutesico a un Nintildeo con San Juan nintildeo tambieacuten o un aacutengel cogiendo flores y un jarroacuten florido en el gusto de la eacutepoca estaacuten ejecutadas al temple sobre tabla de madera de maacutes de un centiacutemetro de espesor imprimada de una capa de tiza o creta diluida en cola Todas esas figuras ofrecen en su expresioacuten una espiritualidad que quizaacute no fuera arriesgado calificar de francesa una alegriacutea cortesana muy distinta del severo garbo espantildeol o la seria complacencia flamenca Aunque la pintura en general estaacute desvaiacuteda los contornos estaacuten bien marcados por una gruesa liacutenea que en algunos lugares asume funcioacuten pictoacuterica como en ciertos cuadros de Rouault y que hace pensar si acaso estas figuras no seriacutean tomadas de alguacuten vitral La grafiacutea de los cabellos el movimiento el lenguaje del claroscuro hablan de un autor uacutenico para las cuatro tablas La misma liacutenea de contorno ofrece cierta soltura y seguridad que dudamos en asignar a mano india sin contar con que el ritmo lineal es acentuadamente alieniacutegena

En la figura cogiendo flores se identifica la de un aacutengel pintado por Goriacutebar en Quito Debemos suponer un modelo comuacuten En cuanto a los jarrones de flores es conocido su simbolismo y la abundancia con que se prodigoacute no soacutelo en la ornamentacioacuten sagrada sino tambieacuten en la profana

El procedimiento de imprimacioacuten y de fondo utilizado en estas tablas es habitual de eacutepoca en la pintura el temple sobre madera el mismo empleado en los techos que se conservan sean o no misioneros (Yaguaroacuten y San Cosme) En los techos de Yaguaroacuten se empleoacute el azul maacutes o menos oscuro el amarillo el anaranjado verdoso en los de San Cosme los ocres ndash en el paiacutes los hay de buena calidad ndash quizaacute un tinte que se supone obtenido de la yerba mate (verde oscuro) y el negro Pero no se han realizado los anaacutelisis necesarias para establecerlo definitivamente

Muestra muy interesante de la pintura de esta aacuterea y que merece un estudio aparte son las pinturas que decoran el interior de las puertas de algunos nichos o armarios destinados a conservar objetos del culto o imaacutegenes (sustituto local de los camerinos de otras aacutereas) a veces exentos otras empotrados en las paredes de gran espesor Quizaacute estas

mismas figuras hayan decorado tabernaacuteculos o puacutelpitos que no se han conservado (En Yaguaroacuten el puacutelpito presenta algunas figuras de Santos realizadas en forma esquemaacutetica) Un ejemplo lo da el nicho que se conserva en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa Al abrirse las puertas forman como es usual con el fondo del armario un triacuteptico perfecto Maacutes interesante todaviacutea es el juego de puertas que debioacute pertenecer a uno de los nichos destruidos y que representa a cuatro figuras del Evangelio Santa Mariacutea y San Juan San Pedro y San Pablo Debieron ser esos nichos muy numerosos no soacutelo en sacristiacuteas y capillas sino tambieacuten y especialmente en casas particulares y auacuten se encuentran en efecto algunos pero ya en la mayoriacutea de los casos sin su decorado primitivo que deteriorado por el tiempo fue sustituido tarde o temprano por otras pinturas En eacutestas campea en ocasiones un delicioso sentido popular como en un nicho de Yuty cuyos aacutengeles bailarines tienen la gracia ingenua y candorosa de ciertos disentildeos populares mejicanos En el indicado de Santa Rosa asiacute como en otros de Santiago los disentildeos son de un encanto indecible Soacutelo los iguala la pintura icoacutenica en sus expresiones maacutes ingenuas las pinturas espantildeolas del primer romaacutenico por ejemplo Aunque su raiacutez quizaacute esteacute en las expresiones de la pintura veneciana tardiacutea heredera de la plaacutestica bizantina cuya amalgama poacutestuma con el barroco produjo el impresionante fenoacutemeno del Greco

Las de las puertas de nicho conservadas en el Oratorio de N Sentildeora de Loreto en Santa Rosa son pinturas bidimensionales en colores planos de acentuada tendencia frontalista de proporciones elongadas reforzadas por una liacutenea negra de contorno Los nichos mencionados ofrecen los mismos caracteres sugiriendo si no un mismo autor siacute un mismo modelo y tal vez un mismo magisterio o ascendencia La pureza estiliacutestica ndash no se trata de un regreso gobernado por las circunstancias locales sino de un encuentro directo ndash descarta la posibilidad de que sean producto del genio indiacutegena Su hallazgo en el escaso volumen de este arte antildeade una interrogante a las muchas planteadas ya por el fenoacutemeno misionero En las Misiones abundaron ndash especialmente en los uacuteltimos lustros ndash jesuitas de origen centro europeo (bohemios huacutengaros polacos) paiacuteses donde la tradicioacuten icoacutenica era fuerte como sabemos Ellos pudieron haber sido los introductores de estas variantes estiliacutesticas curiosas dentro del panorama misionero Ni es necesario que estas pinturas hayan sido realizadas en las mismas Misiones en que hoy se hallan pudieron haber sido ejecutadas en otras y emigrado luego (recueacuterdese una vez maacutes el eacutexodo de las cinco Misiones) o simplemente haber sido realizadas por encargo

El Padre Sepp nos ha dejado en sus Cartas un conmovedor ejemplo biograacutefico del iacutentimo impulso que llevaba a estos desterrados a cuajar en torno suyo ciertos recuerdos de su paiacutes de origen El mencionado jesuita levantoacute en San Juan un altar en todo semejante al de la Virgen de Altoetting patrona de su valle natal Ese altar reproduciacutea en todas sus partes y adornos los del mencionado altar europeo e inclusive estaba adornado como aqueacutel con incrustaciones de naacutecar y con espejos Otros misioneros pudieron haber traiacutedo consigo junto con el fervor evangeacutelico (del que el mismo Padre Sepp es un ejemplo) humanos recuerdos semejantes y haber introducido sus correspondientes rasgos localistas en estos casos rasgos de tradicioacuten bizantina fuerte en dichos paiacuteses Al tiempo de la expulsioacuten repetimos eran varios los Padres centroeuropeos que se encontraban en Misiones uno de ellos el Padre Tadeo Enis O quizaacute se tratoacute de alguacuten jesuita noritaliano ndash que los hubo tambieacuten ndash que reprodujo en estas pinturas destinadas a la pueril mirada del converso guaraniacute los ingenuos iconos entrevistos en su infancia y ante los cuales quizaacute rezara sus oraciones cuando nintildeo Seriacutea una prueba maacutes de lo que en capiacutetulos anteriores hemos llamado conservadurismo de eacutepoca

Aunque perteneciente hoy a una iglesia del aacuterea no misionera vale la pena citar la tabla procedente de Yuty que representa a un misionero predicando en la selva rodeado de figuras entre las cuales no es difiacutecil identificar algunos indios bravos El cuadrito es de rasgos primitivamente encantadores Se trata sin duda de un misionero jesuita por el atuendo ello hace pensar que pertenecioacute primitivamente a un templo misionero y es por ello que se lo menciona en este recuento Las figuras se ven congeladas la del misionero de gran tamantildeo fuera de proporcioacuten con las de los soldados y neoacutefitos como para significar su magnitud espiritual Es casi seguro se trate de una pintura realizada despueacutes de la salida de los Padres

II LAS IMAGENES PEREGRINAS A) MARIA MISIONERA Junto con el Crucificado ndash siacutembolo capital a cuyo nombre se acogioacute la Orden ndash Mariacutea ya sola como Inmaculada o

Virgen de los Dolores ya como Virgen Madre Virgen de Loreto o del Rosario (maacutes tarde lo haraacute con Santa Rosa y desde luego con San Joseacute en los Nacimientos o en grupos de la Sagrada Familia) aparece desde el primer instante en la accioacuten misionera Si el primer acto de la fundacioacuten es levantar una cruz capaz de cobijar a su sombra multitudes en manos del jesuita la imagen de la Conquistadora es laacutebaro y escudo La difusioacuten del dogma mariano es conforme a los caacutenones tridentinos importante preocupacioacuten de la catequesis como parte de la misioacuten contra-reformista A esta coadyuvoacute la institucioacuten en las Misiones de cofradiacuteas cuya patrona era Nuestra Sentildeora Miembros de esta cofradiacutea consecuentes hasta lo heroico con su vocacioacuten de castidad dan a cada momento testimonio entusiasta en las Anuas jesuiacuteticas

Una imagen de la Virgen es seguacuten parece el primer cuadro religioso pintado en el aacuterea la obra del Hermano Hernaacutendez a que se ha hecho ya referencia que la pintoacute para el Padre Roque Gonzaacutelez de Santa Cruz Hacia 1619 corriacutea por los pueblos cercanos de Villarrica una imagen de la Virgen pintada en papel muy toscamente y que hace muchos milagros dice en la Anua de ese antildeo el P Ontildeate No dice si se trata de una imagen de factura local aunque los teacuterminos lo hacen presumir No sabemos cuaacutel fuera el modelo para esa imagen De las treinta misiones supervivientes seis llevaban advocacioacuten mariana Santa Mariacutea la Mayor Santa Mariacutea de Fe Candelaria Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos (Yapeyuacute) Concepcioacuten Loreto Si en la iglesia de Santo Angel Custodio la decoracioacuten estaba totalmente dedicada a la exaltacioacuten figurativa del guardiaacuten individual de las almas ndash toda la muchedumbre de estatuas es de aacutengeles dice Azara ndash debemos suponer que en las dedicadas a Nuestra Sentildeora la imagen de Mariacutea

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

mismas figuras hayan decorado tabernaacuteculos o puacutelpitos que no se han conservado (En Yaguaroacuten el puacutelpito presenta algunas figuras de Santos realizadas en forma esquemaacutetica) Un ejemplo lo da el nicho que se conserva en la capilla de Nuestra Sentildeora de Loreto en Santa Rosa Al abrirse las puertas forman como es usual con el fondo del armario un triacuteptico perfecto Maacutes interesante todaviacutea es el juego de puertas que debioacute pertenecer a uno de los nichos destruidos y que representa a cuatro figuras del Evangelio Santa Mariacutea y San Juan San Pedro y San Pablo Debieron ser esos nichos muy numerosos no soacutelo en sacristiacuteas y capillas sino tambieacuten y especialmente en casas particulares y auacuten se encuentran en efecto algunos pero ya en la mayoriacutea de los casos sin su decorado primitivo que deteriorado por el tiempo fue sustituido tarde o temprano por otras pinturas En eacutestas campea en ocasiones un delicioso sentido popular como en un nicho de Yuty cuyos aacutengeles bailarines tienen la gracia ingenua y candorosa de ciertos disentildeos populares mejicanos En el indicado de Santa Rosa asiacute como en otros de Santiago los disentildeos son de un encanto indecible Soacutelo los iguala la pintura icoacutenica en sus expresiones maacutes ingenuas las pinturas espantildeolas del primer romaacutenico por ejemplo Aunque su raiacutez quizaacute esteacute en las expresiones de la pintura veneciana tardiacutea heredera de la plaacutestica bizantina cuya amalgama poacutestuma con el barroco produjo el impresionante fenoacutemeno del Greco

Las de las puertas de nicho conservadas en el Oratorio de N Sentildeora de Loreto en Santa Rosa son pinturas bidimensionales en colores planos de acentuada tendencia frontalista de proporciones elongadas reforzadas por una liacutenea negra de contorno Los nichos mencionados ofrecen los mismos caracteres sugiriendo si no un mismo autor siacute un mismo modelo y tal vez un mismo magisterio o ascendencia La pureza estiliacutestica ndash no se trata de un regreso gobernado por las circunstancias locales sino de un encuentro directo ndash descarta la posibilidad de que sean producto del genio indiacutegena Su hallazgo en el escaso volumen de este arte antildeade una interrogante a las muchas planteadas ya por el fenoacutemeno misionero En las Misiones abundaron ndash especialmente en los uacuteltimos lustros ndash jesuitas de origen centro europeo (bohemios huacutengaros polacos) paiacuteses donde la tradicioacuten icoacutenica era fuerte como sabemos Ellos pudieron haber sido los introductores de estas variantes estiliacutesticas curiosas dentro del panorama misionero Ni es necesario que estas pinturas hayan sido realizadas en las mismas Misiones en que hoy se hallan pudieron haber sido ejecutadas en otras y emigrado luego (recueacuterdese una vez maacutes el eacutexodo de las cinco Misiones) o simplemente haber sido realizadas por encargo

El Padre Sepp nos ha dejado en sus Cartas un conmovedor ejemplo biograacutefico del iacutentimo impulso que llevaba a estos desterrados a cuajar en torno suyo ciertos recuerdos de su paiacutes de origen El mencionado jesuita levantoacute en San Juan un altar en todo semejante al de la Virgen de Altoetting patrona de su valle natal Ese altar reproduciacutea en todas sus partes y adornos los del mencionado altar europeo e inclusive estaba adornado como aqueacutel con incrustaciones de naacutecar y con espejos Otros misioneros pudieron haber traiacutedo consigo junto con el fervor evangeacutelico (del que el mismo Padre Sepp es un ejemplo) humanos recuerdos semejantes y haber introducido sus correspondientes rasgos localistas en estos casos rasgos de tradicioacuten bizantina fuerte en dichos paiacuteses Al tiempo de la expulsioacuten repetimos eran varios los Padres centroeuropeos que se encontraban en Misiones uno de ellos el Padre Tadeo Enis O quizaacute se tratoacute de alguacuten jesuita noritaliano ndash que los hubo tambieacuten ndash que reprodujo en estas pinturas destinadas a la pueril mirada del converso guaraniacute los ingenuos iconos entrevistos en su infancia y ante los cuales quizaacute rezara sus oraciones cuando nintildeo Seriacutea una prueba maacutes de lo que en capiacutetulos anteriores hemos llamado conservadurismo de eacutepoca

Aunque perteneciente hoy a una iglesia del aacuterea no misionera vale la pena citar la tabla procedente de Yuty que representa a un misionero predicando en la selva rodeado de figuras entre las cuales no es difiacutecil identificar algunos indios bravos El cuadrito es de rasgos primitivamente encantadores Se trata sin duda de un misionero jesuita por el atuendo ello hace pensar que pertenecioacute primitivamente a un templo misionero y es por ello que se lo menciona en este recuento Las figuras se ven congeladas la del misionero de gran tamantildeo fuera de proporcioacuten con las de los soldados y neoacutefitos como para significar su magnitud espiritual Es casi seguro se trate de una pintura realizada despueacutes de la salida de los Padres

II LAS IMAGENES PEREGRINAS A) MARIA MISIONERA Junto con el Crucificado ndash siacutembolo capital a cuyo nombre se acogioacute la Orden ndash Mariacutea ya sola como Inmaculada o

Virgen de los Dolores ya como Virgen Madre Virgen de Loreto o del Rosario (maacutes tarde lo haraacute con Santa Rosa y desde luego con San Joseacute en los Nacimientos o en grupos de la Sagrada Familia) aparece desde el primer instante en la accioacuten misionera Si el primer acto de la fundacioacuten es levantar una cruz capaz de cobijar a su sombra multitudes en manos del jesuita la imagen de la Conquistadora es laacutebaro y escudo La difusioacuten del dogma mariano es conforme a los caacutenones tridentinos importante preocupacioacuten de la catequesis como parte de la misioacuten contra-reformista A esta coadyuvoacute la institucioacuten en las Misiones de cofradiacuteas cuya patrona era Nuestra Sentildeora Miembros de esta cofradiacutea consecuentes hasta lo heroico con su vocacioacuten de castidad dan a cada momento testimonio entusiasta en las Anuas jesuiacuteticas

Una imagen de la Virgen es seguacuten parece el primer cuadro religioso pintado en el aacuterea la obra del Hermano Hernaacutendez a que se ha hecho ya referencia que la pintoacute para el Padre Roque Gonzaacutelez de Santa Cruz Hacia 1619 corriacutea por los pueblos cercanos de Villarrica una imagen de la Virgen pintada en papel muy toscamente y que hace muchos milagros dice en la Anua de ese antildeo el P Ontildeate No dice si se trata de una imagen de factura local aunque los teacuterminos lo hacen presumir No sabemos cuaacutel fuera el modelo para esa imagen De las treinta misiones supervivientes seis llevaban advocacioacuten mariana Santa Mariacutea la Mayor Santa Mariacutea de Fe Candelaria Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos (Yapeyuacute) Concepcioacuten Loreto Si en la iglesia de Santo Angel Custodio la decoracioacuten estaba totalmente dedicada a la exaltacioacuten figurativa del guardiaacuten individual de las almas ndash toda la muchedumbre de estatuas es de aacutengeles dice Azara ndash debemos suponer que en las dedicadas a Nuestra Sentildeora la imagen de Mariacutea

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

tuviese rango especial por su nuacutemero tamantildeo y calidad pero no hay datos concretos al respecto aunque entre las imaacutegenes sobrevivientes las de Mariacutea son lo bastante numerosas y considerables como para dar fe de la importancia que revistioacute su culto

Sabemos ya que en cada Misioacuten por expresa instruccioacuten superior debiacutea haber una capilla de Loreto con las mismas dimensiones y disposicioacuten interior de la Santa Casa Matriz esto acrece el presumiblemente copioso caudal de la iconografiacutea mariana misionera Pero no son muchas las viacutergenes de Loreto que nos han quedado En rigor imaacutegenes considerables de esta Virgen soacutelo conocemos una Ello da la medida de la destruccioacuten sufrida por la imagineriacutea misionera

Comenzando por la pintura sobreviviente corresponde el primer lugar a la Virgen de los Milagros pintada por el Hermano Luis Verger o Berger en 1634 realizada en Itapuacutea y a la cual se ha aludido con anterioridad

Pintada en una fecha en la cual en Espantildea floreciacutean el Greco Velaacutezquez Murillo en Flandes Rembrandt y en Italia los grandes paganos venecianos con su riqueza de color su realismo y su pincelada pictoacuterica esta Virgen ofrece rasgos marcadamente lineales a los que antildeade sugestioacuten arcaica el halo reminiscencia goacutetica que la forma fondo de cabeza a pies y que como en la famosa Guadalupana reproduce los halos efectivos de rayos de plata u oro que ostentan muchas imaacutegenes del mencionado y auacuten del temprano Renacimiento (Viacutergenes de Pacheco y de Carducho) Esto prueba su ejecucioacuten a base de estampas o sobre alguacuten cuadro previo que reproduciacutea ya una estampa la primera hipoacutetesis es maacutes plausible El modelo estampario pudo haber sido alguna Virgen de los mencionados pintores espantildeoles Furlong aboga por la Assunta de Rubens La Virgen de Verger ofrece en su realizacioacuten un caraacutecter tan marcadamente lineal como se ha dicho que resulta icoacutenica Los aacutengeles de la peana muestran un perfil agudo adulto intelectual que recuerda el de los aacutengeles de las tablas de San Ignacio citadas en otro capiacutetulo La fisonomiacutea de la Virgen es llena irradia una amable complacencia que abogariacutea en cierto modo por la ascendencia flamenca del modelo si no la explicasen suficientemente el origen y ascendencia del artista

Dos Madonas figuran en la nutrida coleccioacuten argentina que fue de Don Enrique Pentildea Las dos reproducen el mismo modelo con ligeras variantes Tambieacuten lo reproduce un grabado sobre cobre que figura en la portada del libro de Nicolaacutes Yapuguay Explicacioacuten del catecismo editado en Santa Mariacutea la Mayor y en guaraniacute en 1724 Esta insistencia en el modelo prueba que se tratoacute de una Virgen muy popular en el estampario de la eacutepoca y por tanto muy estimada Y en efecto son varias las Viacutergenes que reproducen ese modelo con variantes (con corona sin corona el Nintildeo desnudo o no) y hasta San Joseacute con el Nintildeo ha sido pintado sobre ese modelo con el simple expediente de cambiar el ropaje y ponerle barba y bigotes La madre aparece en actitud de amorosa terneza correspondida graciosamente por el Nintildeo En uno de los cuadros el Nintildeo lleva pantildeo en el otro estaacute desnudo

Otra Virgen eacutesta sola y reducida a la cabeza aparece firmada por el indio Kabiyuacute (una K al dorso) y lleva una fecha borrosa que puede ser leiacuteda 1718 o 1618 La uacuteltima resulta criacuteticamente muy discutible pues en esa fecha llevaba el P Verger dos antildeos escasos ensentildeando en Itapuacutea Es maacutes atinado suponer que la fecha es la primera en cuyo caso el pintor podriacutea haber sido alumno del P Brassanelli en un ambiente ya secular de experiencia artiacutestica Como todos los productos del aacuterea la Virgen de Kabiyuacute ofrece caraacutecter acusadamente lineal El claroscuro es elemental pero hay cierto modelado La fisonomiacutea con sus redondos ojos y la relamida liacutenea de la mejilla resulta infantil El modelo de esta Virgen fue el mismo ndash indudablemente una estampa ndash que sirvioacute para su trabajo al pintor quitentildeo Miguel Santiago en su Mater Amabilis El maacutes somero cotejo lo comprueba Se ha dicho que la Mater Amabilis era un retrato esta obra de Kabiyuacute anterior a la de Santiago prueba que su modelo fue una estampa y que esa estampa alcanzoacute difusioacuten Nada se opone por lo demaacutes a que esa estampa fuese como se ha supuesto un retrato de Isabel la Catoacutelica Sustituciones y escamoteos modelarios tales eran corrientes en esos tiempos

Las dos Viacutergenes con el Nintildeo antes mencionadas son inferiores a la primera de Kabiyuacute en cuanto a disentildeo aunque quizaacute debamos reconocer que han sufrido muchos e inexpertos retoques En la Madona de Kabiyuacute el dibujo es maacutes seguro los pantildeos estaacuten bien compuestos y el claroscuro aunque elemental es exacto Las pinturas gemelas le son superiores hay en ellas un impulso interior que falta en la de Kabiyuacute laboriosa copia De las dos Madonas gemelas la del Nintildeo vestido es la peor conservada En ambas dibujo y claroscuros aparecen ndash a traveacutes del deterioro y los probables retoques ndash un tanto inexpertos pero urgidos de conviccioacuten y espontaneidad Composicioacuten y arabesco riacutetmico son correctos Quizaacute sea obra indiacutegena en mayor medida la Virgen con el Nintildeo desnudo La otra parece haber tenido un fondo pintado con motivos florales La primera estaacute encuadrada en un belliacutesimo marco tallado al uso colonial de los cuales parece haber habido en el aacuterea un gran nuacutemero desgraciadamente han quedado muy pocos de ellos (No resulta ocioso decir que un estudio minucioso de estas pinturas permitiendo develar los efectos de precarias restauraciones podriacutea ratificar estos pareceres y tambieacuten rectificarlos)

Es posible ndash para terminar ndash que de las dos Madonas la maacutes antigua haya sido la del Nintildeo desnudo El puritanismo creciente debiacutea ser causa de que en la segunda el Nintildeo fuese vestido Como aneacutecdota interesante se puede citar el hecho de que en uno de los ejemplares existentes del Catecismo de Yapuguay la hoja donde figura el grabado la que reproduce la primera de las Viacutergenes fue arrancado y en la siguiente aparece manuscrita Arrancado por indecente

En el Museo del Seminario de la capital se conserva una cabeza de Virgen cuyo modelado es bastante fino el disentildeo destaca la nobleza un tanto severa de los rasgos y la factura de los pantildeos es de una sensibilidad formal difiacutecil de asignar a mano indiacutegena El aura eacutetnica es inconfundible Rodea la tabla un marco de madera que lucioacute sin duda incrustaciones o taracea de hueso o de naacutecar los huecos son visibles La corona de estrellitas que rodea la cabeza recuerda ciertas Viacutergenes de Alonso Cano o de Coello Podriacutea ser tambieacuten que se tratara de un retrato de Isabel la Catoacutelica adaptado para uso religioso Esta transformacioacuten ndash ya maacutes arriba se indicoacute ndash fue muy frecuente en la eacutepoca como lo fue tambieacuten utilizar como modelo para San Joseacute con el Nintildeo imaacutegenes de la Virgen con su Hijo en este caso se colocaba a San Joseacute la correspondiente barba y se introduciacutean algunas modificaciones en el cabello Un ejemplo de este travesti pictoacuterico lo da la imagen de San Joseacute con el Nintildeo que se conserva ndash en bastante mal estado ndash en San Ignacio donde los rasgos suaves de la Virgen son auacuten visibles bajo la barba del Patriarca

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

Las imaacutegenes en talla de la Virgen son maacutes numerosas como es loacutegico ya que resultaron maacutes faacuteciles de conservar Lo primero que notamos al estudiar el volumen sobreviviente es que son pocas las imaacutegenes que en eacutel representan a la Virgen en sus misterios dolorosos ya como Virgen de las Angustias ya como Pietaacute Si nos basamos en la loacutegica debieron ser numerosas Lo hace suponer el eacutenfasis que en todo tiempo puso la ensentildeanza religiosa sobre el aspecto del dolor y el sacrificio antes que sobre los de la alegriacutea Las debioacute haber de todos los tamantildeos En los documentos testamentarios del Archivo se comprueba la existencia en cada hogar de imaacutegenes de la Virgen infaltables pero casi nunca aparece la Virgen de las Angustias y menos auacuten la Pietaacute y en realidad en hecho de esculturas de cierto tamantildeo y pertenecientes a templos soacutelo tenemos noticias de una Dolorosa con su hijo sobre las rodillas en que ambas imaacutegenes parecen formar un salo bloque (Algunas otras de tamantildeo menor se encuentran auacuten aquiacute y allaacute como la de Carapeguaacute de evidente factura pos-jesuiacutetica y unos 32 cm de altura El Museo Juliaacuten de la Herreriacutea posee una de unos 20 cm inspirada a todas luces en un modelo de Alonso Cano) La Pietaacute de gran tamantildeo mencionada perteneciacutea a la iglesia de San Ignacio Guazuacute cuando eacuteste se derrumboacute ndash pero probablemente haya pertenecido anteriormente a Sta Mariacutea la Mayor o a Yapeyuacute Esta imagen actualmente en el Museo jesuiacutetico de San Ignacio ofrece ciertos rasgos que parecen afiliarla a un disciacutepulo alejado de Caspicara ndash el eacutenfasis en la actitud la posicioacuten de la cabeza y las manos los ojos vueltos al cielo la apasionada plenitud de las facciones Pero la incapacidad del artesano local para abarcar conceptivamente el ritmo de conjunto se hace patente en esta figura El Cristo forma como se ha dicho una sola pieza aparente con la Madre pero su figura es raquiacutetica desproporcionada es la de una criatura y no la de un adulto Los pies que deberiacutean tocar el suelo quedan a gran distancia de eacutel Pero ni auacuten asiacute la imagen resulta ridiacutecula el candor de la concepcioacuten se sobrepone a las fallas de orden plaacutestico En la mente indiacutegena quizaacute soacutelo en funcioacuten de nintildeez podriacutea un hombre acogerse asiacute al regazo materno

Notable por su iacutempetu y aspiracioacuten a plenitud expresiva es el grupo de la Anunciacioacuten en Santa Mariacutea Grupo aunque lo componen dos imaacutegenes separadas cada una con su peana disposicioacuten que por lo demaacutes se halla en la imagineriacutea espantildeola de la eacutepoca Ambas tallas son de la misma mano como lo prueba la analogiacutea en el movimiento amplio de los pantildeos (maacutes elegante en el del aacutengel) los rasgos somaacuteticos ndash Mariacutea y Gabriel parecen hermanos gemelos ndash y la armoacutenica correspondencia en las actitudes de las figuras

Si estas imaacutegenes no proceden de un taller espantildeol o italiano si fueron realizados localmente ndash caso maacutes que probable ndash lo fueron de mano de maestro y sobre bozzetti la tectoacutenica de los pantildeos es de lo maacutes fino que pueda verse entre las imaacutegenes conservadas La figura de la Virgen recuerda ciertos dibujos (esbozos) de Murillo en la posicioacuten del cuerpo la disposicioacuten del manto y sobre todo en la forma en que las manos se posan piadosamente la una sobre la otra en vez de juntarse palma con palma orantes Quizaacute haya que atribuir esas estatuas a Brassanelli (aunque la eleccioacuten del modelo abogariacutea por un artista espantildeol) Brassanelli fue el artista de mayor categoriacutea llegado a las Misiones y aunque por un lado no deje de ser hiperboacutelica la expresioacuten del jesuita que deciacutea de Brassanelli Un segundo Miguel Angel tampoco podriacutea negarse en presencia de esas imaacutegenes que el statuarius architectus jesuita poseiacutea perfecto conocimiento de oficio sensibilidad savoir faire estiliacutestico y fervor creador Tanto el rostro de la Virgen como el del Angel nunciante son encantadores y hay en sus expresiones una correspondencia una unidad de instante y vocacioacuten espiritual que habla mejor que ninguna otra cosa de su inspiracioacuten unitaria y europea

De influencia francesa ndash quizaacute flamenca ndash y de inspiracioacuten renacentista temprana tal vez reproducida de alguacuten trabajo en plata es la Virgen de Santa Mariacutea de dimensiones modestas ndash no pasa del medio metro ndash en cuyos ropajes cincelados con finura orfebre pueden observarse reminiscencias del goacutetico mientras el alongamiento patente acentuacutea su bizantinismo El rostro de la Virgen es lleno pesado un tanto estoacutelido carece de la adorable espiritualidad de la anterior pero no cabe duda de su artiacutestica presencia

Imponente maacutes que por sus proporciones por la amplitud de su concepcioacuten estructural es la Virgen de las Angustias de Santa Mariacutea cuyos pantildeos en vestidura y manto se componen bellamente en un estilo que asigna su ascendencia a la escuela de Alonso Martiacutenez o de Martiacutenez Montantildeeacutes Si no importada fue modelada seguramente sobre un bozetto en barro o una pequentildea imagen de madera de aquellas a que se hizo referencia en el capiacutetulo de talleres Los pliegues de tuacutenica y manto estaacuten compuestos con estiliacutestica sabiduriacutea la contenida actitud la pateacutetica suavidad de la expresioacuten contribuyen a hacer de ella una de las maacutes bellas piezas del volumen barroco hispano-guaraniacute superviviente La silueta es amplia como corresponde a los productos de las escuelas espantildeolas mencionadas sus proporciones son asimismo monumentales en cuanto a los caacutenones La elongacioacuten de la figura permite la ampliacioacuten del detalle sin desmedro del movimiento en los pantildeos al propio tiempo que la patente siluetizacioacuten de eacutestos permite que tanto el rostro como las manos con su bello ademaacuten implorante se destaquen netamente

Dos imaacutegenes menores de la Virgen se alojan en el Oratorio de Santa Rosa y en los rasgos plenos de los rostros en el movimiento de los pantildeos muestran cierta afinidad con la Virgen de la Anunciacioacuten maacutes arriba nombrada aunque no alcanza su finura de ejecucioacuten Estas imaacutegenes fueron asimismo realizadas sobre bozzetto o modelos de pequentildeas dimensiones como lo prueba el acabado de la parte posterior y tambieacuten la agitacioacuten un poco gratuita de los pantildeos un tanto ampulosos como consecuencia del traslado a maacutes amplia escala proceso eacuteste siempre traicionero cuando no estaacute en manos de expertos en el oficio Estas imaacutegenes podriacutean tambieacuten ser imputables a Brassanelli aunque ayudado aquiacute por oficiales indiacutegenas avezados

Una belliacutesima Virgen de silueta acentuadamente triangular por consiguiente realizada seguacuten todas las probabilidades sobre modelo altiplaacutenico simeacutetrica totalmente frontalista se conserva en San Ignacio La hermosa peana sostiene un cuacutemulo tambieacuten simeacutetrico de aacutengeles dentro del marco semicircular de la luna Todo en esta imagen es simetriacutea y frontalismo ejemplarizando lo dicho al respecto en el capiacutetulo de talleres Consiguientemente los elementos plaacutesticos se hallan estilizadamente organizados al maacuteximo

Otra Virgen de extraordinario intereacutes es la que se conserva en Santiacutesima Trinidad resto al parecer del que fue magniacutefico patrimonio de esa Misioacuten Posiblemente se trate de una imagen de la Virgen de Loreto perteneciente a esta

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

iglesia (una de las desmanteladas por Francia) o a una importante capilla de las que seguacuten instrucciones debiacutean llevar esta advocacioacuten Esta Virgen presenta una silueta triangular tiacutepica pero totalmente distinta de la anterior por la disposicioacuten del ropaje y el decorado de eacuteste Dicho decorado recuerda por su disentildeo un poncho indiacutegena y es de un belliacutesimo y original efecto La decoracioacuten mencionada se distribuye en franjas horizontales alternando listas anchas y estrechas dispuestas como cenefas Los motivos de estas cenefas son baacutesicamente renacentistas pero recreados al imperio del ritmo local parecen autoacutectonos y es asiacute como da la impresioacuten de un manto o liclla indio Involuntariamente se recuerda en presencia de esta imagen la famosa Virgen de la Oliva de Cano cuyo manto ofrece ideacutentica construccioacuten en bandas con disentildeos de la eacutepoca como una rica tela de brocado Indudablemente la silueta realista de la Virgen de Cano no es la misma estilizada en prisma triangular o mejor cono de eacutesta pero ello no significa nada dadas las transformaciones que el genio indiacutegena imprimioacute a los modelos occidentales en las aacutereas ricas en tradicioacuten plaacutestica Entre la Virgen de Cano y las misioneras transcurren dos siglos durante los cuales la imagen peregrinante por los talleres hispaacutenicos y americanos adquiere poco a poco esa silueta que alcanza su perfeccioacuten en las ampulosas y riacutegidas madonas altiplaacutenicas Desde luego en Espantildea misma hallamos Viacutergenes de silueta triangular como la de la Paloma de Huelva Pero una Virgen como la de Trinidad no puede haber hallado su modelo en boceto o un disentildeo europeo es un producto neto del genio americano Y por lo demaacutes recuerda acentuadamente hasta en los rasgos fisonoacutemicos ciertos disentildeos del artista de Nueva Granada Gregorio Vaacutezquez No creo aventurado asegurar que esta Virgen fue traiacuteda a Misiones de otra aacuterea hispanoamericana

Otras imaacutegenes de la Virgen pertenecen a un nivel de ejecucioacuten netamente indiacutegena y local Por ejemplo la llamada Inmaculada de Luque (Museo del Seminario) evidentemente trabajada sobre estampa ndash acabado sinteacutetico de la parte posterior ndash Pueden observarse en esta imagen la congelacioacuten expresiva el hieratismo la abreviacioacuten canoacutenica y la del intervalo entre los ojos El modelo fue seguramente quinientista (Juan de Juanes)

Una Puriacutesima que se venera en Caazapaacute ilustra perfectamente lo que se ha dicho respecto a la produccioacuten de cuntildeo indiacutegena Tomada igualmente de una estampa como lo demuestra el acabado del dorso la imagen lleva al extremo la siluetizacioacuten la esquematizacioacuten del movimiento de los pantildeos hasta dar la impresioacuten de un regreso al relieve antes que a una realizacioacuten plenamente tridimensional Es muy posible que esta imagen sea de factura post-jesuiacutetica o simplemente obra de tallistas no jesuiacuteticos Cierran este desfile de Mariacutea Misionera ndash prolongado en innumerables imaacutegenes de pequentildeo tamantildeo en los antildeos post-jesuiacuteticos y hasta hoy ndash la figura de Nuestra Sentildeora de la Purificacioacuten ndash la Candelaria ndash de Santa Rosa y otras de las cuales solamente un estudio detenido podriacutea afirmar si efectivamente pertenecen a esa eacutepoca y no son producto posterior a la salida de los jesuitas de Misiones

B) LOS CRISTOS HISPANOGUARANIES Es sabido el eacutenfasis que recomendando la presencia de la cruz en todos los actos y lugares de las Misiones

pusieron los Superiores de la Orden y por tanto los Jesuitas misioneros de modo que hay razoacuten para pensar que de todos los siacutembolos de la fe la cruz fue el maacutes copiosamente trabajado en los talleres de Doctrinas Habiacutea cruces a la entrada de las chacras en las plazas (la cruz misional tuvo en ocasiones hasta 40 pies de alto) en las encrucijadas siguiendo la antigua tradicioacuten europea habiacutea en todas ellas cruces como recordando al hombre la presencia de Dios en cada decisioacuten que una encrucijada representa y no soacutelo metafoacutericamente

Todas esas cruces eran de madera de madera dura pero madera al fin y al cabo Soacutelo en los uacuteltimos tiempos se construyeron de piedra como consta por la que se conserva en un museo argentino y cuya factura la aproxima a las levantadas en otras aacutereas coloniales ndash Peruacute Meacutexico ndash en plazas encrucijadas y claustros Esta cruz no lleva Crucificado sino ciertos detalles las manos los pies y el corazoacuten coronado de espinas (Quizaacute se trate de la misma que seguacuten noticias decoraba una fuente en Apoacutestoles)

No se conservan ndash o son rariacutesimos ndash los grandes crucifijos importados La mayoriacutea de las figuras talladas de Cristo crucificado o no que auacuten existen de la eacutepoca son de mano india Ello se explicariacutea en primer lugar por esa muacuteltiple necesidad que hizo preciso movilizar en mayor escala el trabajo de talleres En segundo lugar por la facilidad relativa que su talla ofreciacutea a la mano indiacutegena por su frontalismo y tendencia a simetriacutea y la correlativa posibilidad de soluciones simplistas Los que se conservan sin embargo son escasos Son mucho maacutes numerosos los de factura post-jesuiacutetica y desde luego los ejecutados desde la independencia en el aacuterea de encomiendas

Los hay de todos los tamantildeos como corresponde a esa multiplicidad de fines Desde el monumental crucifijo de altar mayor (Crucificados de Trinidad de Santa Mariacutea de Fe) hasta el pequentildeo crucifijo de oratorio o capilla o al de auacuten maacutes reducidas dimensiones que auacuten hoy conservan nichos familiares Hay cruces con crucificados y sin eacutel y tambieacuten Cristos solos bien porque hayan perdido la cruz su Cristo o el Cristo su madero bien porque se trata de Cristos yacentes (Descendimientos) de los que se llevan en sus correspondientes andas o urnas en ciertas festividades como en la fiesta capital del Corpus Estos Cristos tienen piernas y brazos moacuteviles que facilitan la bajada de la cruz y el acomodo en las andas Fueron estas imaacutegenes las que maacutes tarde en eacutepocas de regresioacuten cultural dieron margen a ciertos alardes maacutes o menos de buena fe pero incompatibles con la dignidad religiosa mojigangas a las cuales puso fin una eneacutergica disposicioacuten de Don Carlos Antonio

Hermana a estos Cristos una sorprendente analogiacutea de formas y de expresioacuten y en la multitud pueden identificarse no pocos realizados por la misma mano o por lo menos en el mismo taller Es de suponer que para la iglesia de Jesuacutes se tallasen de preferencia imaacutegenes de Cristo en los diversos momentos de la Pasioacuten No se olvide que la iglesia que Grimau y Ribera planearon para Tabaranguumleacute no llegoacute a terminarse y que el patrimonio de la primitiva iglesia de Jesuacutes en alguna parte debioacute hallar refugio

Muestran estos Cristos en general un acusado esquematismo formal una total congelacioacuten expresiva En algunos los ojos se abren redondos con sugestioacuten romanizante en otros se ovalan goacuteticamente estrechaacutendose en algunos por fin ndash los menos ndash los ojos se entrecierran o se cierran pateacuteticamente del todo revelando su ascendencia naturalista

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

espantildeola Muchos de estos crucifijos pudieron tener por modelo los de tamantildeo reducido traiacutedos de Europa o trabajados in situ por los maestros pero no es difiacutecil reconocer en muchos otros su origen estampario

Estos Cristos misioneros llevan coronas de auteacutenticas espinas ndash hechas de ramas del aacuterbol llamado espina de corona por los misioneros ndash La sangre disentildea en los cuerpos martirizados esquemas florales casi decorativos cayendo con la gracia con que se abren los peacutetalos de ciertas flores silvestres Esta forma en que caen las gotas de sangre parece podriacutea permitir identificar a los Cristos procedentes de un mismo taller pero no debemos descontar la posibilidad de que con el mismo modelo se tallasen y pintasen en distintos talleres Cristos semejantes aparte de que una distribucioacuten anaacuteloga de las llagas y la sangre se halla en Cristos altiplaacutenicos

Tallados con especial esmero ndash a menudo por manos de maestros ndash fueron los crucifijos destinados a nichos de altar mayor o altares especiales como el de Yuty Este de unos sesenta centiacutemetros de largo (la altura total con la cruz alcanza al metro) ofrece en el rostro una perfeccioacuten y nobleza de rasgos un aura eacutetnica que el indiacutegena se ha mostrado constantemente incapaz de alcanzar La cruz estaacute pintada (flores en blanco y rojo sobre fondo de oro) y los brazos rematan en el detalle tallado (trifolio) habitual en los crucifijos de factura esmerada Las pinturas del madero como a menudo ocurre en tales piezas estaacuten protegidas por un vidrio

Entre los crucifijos de tamantildeo menor pueden encontrarse todaviacutea algunos en los cuales un aacutengel recoge en un vaso la sangre que mana del costado El aacutengel suspendido en el aire con la gracia del picaflor local se mantiene en su lugar mediante un alambre que a su vez forma el chorro de sangre Estos crucifijos reproducen una ingenua leyenda primitiva Pero el modelo o la invencioacuten no es local estos crucifijos tuvieron igualmente sus reacuteplicas en el repertorio de los Cristos de otras aacutereas hispaacutenicas al nivel popular

Tambieacuten se hallan entre los crucifijos menores ndash setenta a ochenta centiacutemetros de madero ndash los crucifijos de la Trinidad o de la Triple Faz de los cuales soacutelo he hallado ejemplares en el aacuterea no jesuiacutetica El Concilio de Trento los declaroacute no lituacutergicos pero ellos siguen hasta hoy en los altares paraguayos Uno de ellos muy hermoso se encuentra en la iglesia de Carapeguaacute Estos crucifijos son ostensiblemente de mano indiacutegena

Como se dijo tambieacuten anteriormente son de mano indiacutegena en su mayoriacutea los Cristos de tamantildeo crecido que se conservan (tres cuartos de tamantildeo natural para arriba) Casi todos representan momentos de la Pasioacuten Ecce Homo o Sentildeor de la Columna alguna que otra vez Cristo camino del Calvario o en el Huerto de los Olivos (las imaacutegenes de este tipo que se conservan son las de mayor tamantildeo) Varios de ellos interesantes se conservan en Santa Mariacutea con toda seguridad pertenecientes al acervo del templo de Jesuacutes Los maacutes de ellos se hallan en lastimoso estado deteriorados por el tiempo y la intemperie o por los insectos a que tan propicio es el clima De la mayoriacutea ha desaparecido la carnacioacuten otros calvos poseyeron cabelleras postizas evidenciando con ello la ascendencia hispaacutenica del magisterio jesuiacutetico que guioacute su ejecucioacuten Muchos se conservan soacutelo en parte como el Divino Jesuacutes de Trinidad del cual soacutelo resta la impresionante cabeza donde campea un ascetismo goacutetico y que sin embargo poseyoacute cabellera postiza

En los Crucificados que se conservan en buen estado y que como los de Santa Mariacutea y Trinidad son de gran tamantildeo puede observarse muy distinto tratamiento de los pantildeos tanto en el disentildeo como en la realizacioacuten plaacutestica En algunos los pliegues reflejan fielmente su ascendencia reproduciendo con mayor o menor fidelidad pero siempre reveladoramente el gaacutelibo del Cristo espantildeol que les sirvioacute de modelo a traveacutes de la estampa o del crucifijo de pequentildeo tamantildeo Esa ascendencia se hace patente sobre todo en el esquema de los pantildeos En todos las soluciones anatoacutemicas son convencionales o sintetizantes muy pocos evidencian preocupacioacuten por el verismo somaacutetico La misma gradacioacuten de logros se observa en el intento de trasladar a la madera la faz del dios blanco del hombre divino infuso de miacutestica entrega Aquiacute como en otros aspectos de la talla misionera se comprueba la incapacidad del indiacutegena para alcanzar los profundos significados espirituales la definicioacuten intriacutenseca de ciertas vivencias La copia fiel del modelo estaba fuera del alcance del indiacutegena y no tanto quizaacute en virtud del desconocimiento del oficio (le faltoacute la versacioacuten profunda que se logra soacutelo con el modelo natural y en el estudio del juego vital de las formas) sino porque sus mismas caracteriacutesticas mentales le vedaban la aproximacioacuten a la realidad en tanto que realidad (Recordemos una vez maacutes que el indiacutegena no reflejaba lo que veiacutea sino lo que sentiacutea) Esa imposibilidad de asimilar determinados momentos psicoloacutegicos ciertos contenidos de orden espiritual sin equivalente en la escala de sus experiencias iacutentimas gravitoacute sobre eacutel en manera definitiva y cabe preguntarse si un mayor conocimiento del oficio le hubiese permitido aproximarse maacutes al mundo interior del hombre blanco a cuya orilla asombrada quedaba rondando su mentalidad de recieacuten rescatado a la selva

El indio en una palabra reproduciacutea aproximativamente las formas dadas pero esas formas no obedeciacutean como ha hecho bien notar Pagano a un claro impulso interior y esas imaacutegenes no pudieron vivir un estado aniacutemico proyectado desde la intuicioacuten creadora Asiacute la imagen extrema su prescindencia y se congela expresivamente camino al siacutembolo del cual la forma soacutelo es un pretexto estructural anaacutelogo en todos los individuos Exactamente lo que pasoacute con el arte cristiano primitivo y lo que siguioacute sucediendo aunque modificado por los aportes histoacutericos de la eacutepoca con el romaacutenico y el bizantino Naturalmente que las razones que allaacute y acaacute llevaron a esa prescindencia pueden parecer y auacuten ser distintas sin embargo hay un fondo comuacuten del cual derivan rasgos tambieacuten comunes haciendo que el resultado sea aproximativamente el mismo

Cristo aparece principalmente como estamos viendo en tallas de bulto Sin embargo alguna vez debioacute aparecer en relieve como lo prueban los cuatro pequentildeos paneles que se conservan en la iglesia de Tabapy resto del descuajado altar mayor de dicho templo (6) Estos relieves fueron realizados con un sentido plaacutestico revelador de sensibilidad no comuacuten en el artista que establecioacute con cabal sentido espacial la relatividad de los planos

En pintura no se dan las piezas de cierta consideracioacuten en que aparece Cristo aunque de acuerdo a las noticias de cronistas y Padres viajeros en la ornamentacioacuten de los templos entroacute a menudo en apreciable proporcioacuten la pintura Para encontrar alguna muestra debemos referirnos al aacutembito de parroquias con la leve presuncioacuten de que esas piezas sean de procedencia jesuiacutetica

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

Una pintura de Yuty que debioacute formar parte de una serie de paneles con motivos de la Pasioacuten (a menos que se tratase de una pintura de fondo de altar) muestra bien a las claras ser fruto del trasiego de teacutecnicas por el halo compuesto como el de la Virgen de Verger de rayos alternativamente rectos y ondulados pero que soacutelo rodean la cabeza El casco que ostenta el sayoacuten flagelador asiacute como el pantildeo del Cristo son decididamente quinientistas Los brazos del Cristo son cortos las caderas pesadas el tronco excesivamente largo La pintura ha experimentado evidentes retoques y barnizados Estaacute ejecutada sobre tabla de centiacutemetro y medio de grueso y se halla en mal estado Posiblemente realizada a mediados del XVIII sobre una estampa que reprodujo un cuadro de Llanos o de Yaacutentildeez de la Almedina

Hacia la uacuteltima eacutepoca de las Misiones el artista indiacutegena que lleva ya varias generaciones de aprendizaje ha ido adquiriendo un sentido maacutes claro de su propia situacioacuten dentro del nuevo mundo espiritual Es entonces cuando hace su entrada en la imagineriacutea una intuicioacuten realista El indio entreveacute en Cristo la auteacutentica humanidad por tanto se ve en eacutel a siacute mismo Y surgen las piezas en las cuales se integra el acento eacutetnico

Un grupo ndash actualmente en el Museo de La Plata ndash procedente de Trinidad y seguramente del altar mayor de dicha iglesia tal vez del coronamiento del crucero ofrece asimismo en sus personajes sobre todo el Hijo la facies indiacutegena Pero la inexperiencia plaacutestica es patente y la imagen no adquiere fuerza expresiva porque sigue faltando el impulso interior Otra imagen de Cristo en la Columna de la iglesia de Jesuacutes presenta tambieacuten inequiacutevocos rasgos indiacutegenas o por lo menos mestizos Boca poacutemulos y frente la tectoacutenica general de rostro y cuerpo son indiacutegenas hay una aproximacioacuten al realismo pero ese rostro carece de aura miacutestica es un pobre indio maltratado aunque impasible a cuanto lo rodea De mano indiacutegena evidentemente es en todas sus partes el Cristo en Majestad que se conserva en Trinidad con su rostro inexpresivo de rasgos convencionalmente europeos con sus formas riacutegidas de elemental terminacioacuten su halo de fuerte acento arcaico y que contrasta con el Ecce Homo antes mencionado de facies indianizante

Tambieacuten hay que atribuir a mano indiacutegena el Cristo en el Huerto de los Olivos que se conserva en la iglesia de Santa Mariacutea y que debioacute pertenecer a la de Jesuacutes o la de Corpus pues su tamantildeo corresponde al de un retablo principal o capilla importante Y por otro lado esta imagen al parecer soacutelo podriacutea haber formado parte de un conjunto toreacuteutico maacutes extenso que comprendiera los momentos de la Pasioacuten Este Cristo se inspiroacute sin duda en un bozzetto o estampa de inspiracioacuten canesca Un Cristo semejante se halla entre las imaacutegenes recogidas en Trinidad y es tambieacuten de mano local pero de rasgos maacutes acusadamente indiacutegenas en la ejecucioacuten (sistematizacioacuten uniplanismo de los pantildeos) No sabremos nunca coacutemo fue el grupo que en la iglesia de Trinidad ocupaba el nicho central y que seguacuten Oliver era la Ultima Cena con los Apoacutestoles todos de buena estatura Ese grupo debe haberse dispersado entre las imaacutegenes sobrevivientes no he podido hasta ahora reconocer ninguna que haya podido razonablemente pertenecer al grupo

C) LOS SANTOS DE LA ORDEN Son los Santos de la Compantildeiacutea las figuras que en la imaginariacutea de Misiones tuvieron loacutegica preferencia en nuacutemero y

artiacutestico esmero despueacutes de las Divinas Personas la Virgen y los Apoacutestoles Esta preferencia se hace expliacutecita en las instrucciones dadas a los Misioneros de que en cada iglesia haya imaacutegenes de los Fundadores Ignacio y Javier y se tradujo praacutecticamente en la frecuencia con que presidiacutean altares en el tamantildeo de las imaacutegenes y en el hecho mismo de estar dedicadas muchas de las misiones a Santos de la Orden San Ignacio Miniacute San Ignacio Guazuacute (la primera de todas) San Luis Gonzaga San Francisco Javier San Francisco de Borja Maacutertires del Japoacuten San Estanislao Las imaacutegenes de los Santos de la Orden especialmente de los fundadores son con excepcioacuten de alguacuten Cristo de alguna imagen de San Miguel y alguna de Dios Padre y el mencionado grupo de la Ultima Cena de Corpus las mayores entre las auacuten existentes En una fotografiacutea que se conserva del retablo mayor de la iglesia de San Ignacio Guazuacute tomada a principios de siglo puede perfectamente comprobarse que todas las imaacutegenes son de santos jesuitas Igual praxis debioacute sin duda seguirse en las otras iglesias dedicadas a santos jesuitas ello explicariacutea el relativamente crecido nuacutemero de imaacutegenes de gran tamantildeo de estos santos en el acervo sobreviviente

En general tambieacuten se hallan entre estas imaacutegenes las de nivel superior desde el punto de vista del oficio aunque por supuesto no faltan las que ostentan el sello de la mano local (se trata siempre de copias realizadas en menor tamantildeo) Esta preocupacioacuten puede explicarse faacutecilmente Se trataba de Santos de reciente advenimiento a los altares Santos cuyas imaacutegenes teniacutean definicioacuten individual de retratos aparte el aspecto puramente toreacuteutico Era preciso conservar esa autenticidad iconograacutefica que la mano del indio no alcanzoacute sino muy rara y dificultosamente (grabado retrato del General P Tirso Gonzaacutelez) Asiacute la mayor parte de esas imaacutegenes de grandes dimensiones son importadas o de mano de maestro local Lo patentizan la pureza estiliacutestica y de ritmo la perfeccioacuten de la encarnacioacuten y estofado que resisten al tiempo el realismo eacutetnico la fidelidad del detalle anatoacutemico y sobre todo el parecido Sin embargo en la coleccioacuten auacuten existente en Santa Mariacutea se conservan algunas imaacutegenes de menor tamantildeo que las indicadas en las que puede observarse un intento de traslacioacuten local de esos retratos San Luis Gonzaga por ejemplo Entre estas imaacutegenes es la de San Ignacio la que ofrece la maacutes resuelta e indubitable garantiacutea de origen hispaacutenico La imagen del Fundador que se encuentra en el Museo de su nombre es elocuente El Santo en dinaacutemica actitud recoge con la izquierda los pliegues del manteo y con la derecha sentildeala el emblema de la Orden que campea sobre su pecho El rostro de Ignacio es sereno pero eneacutergico en sus facciones no hay eacutextasis sino la calmosa energiacutea del que estaacute penetrado de la altura de su misioacuten y no por estar en presencia de Dios deja de estar en compantildeiacutea de los hombres No hay en esta actitud arrogancia alguna hay una irradiacioacuten convicta de su posicioacuten como jefe de hombres y capitaacuten de Dios Ignacio jefe de las milicias de Jesuacutes a todo dispuesto para mayor gloria del Sentildeor Esta imagen lleva el sello inconfundible de las escuelas de Montantildeeacutes y Mena y refleja todo el entusiasmo de la reciente canonizacioacuten El arranque y elegancia de la actitud el cabal modelado de facciones y manos ndash con el fino juego de las venas y la delicada carnacioacuten patente del naturalismo andaluz ndash todo contribuye a hacer de esta imagen una de las capitales de Misiones entre las no creadas por mano local fuese ella la del indiacutegena copista o la del maestro avezado

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

Un San Ignacio de tamantildeo menor se conserva en Santa Mariacutea El modelado de rostro y manos es igualmente fino pero en esta figura intervino seguramente la mano local completando pantildeos y el conjunto no alcanza el nivel de plaacutestica vitalidad que distingue a la anterior

Otra imagen del santo de Loyola tambieacuten en Santa Mariacutea ostenta sobre la sotana el alba y la estola Es igualmente de tamantildeo regular aunque no llega al natural Con el brazo izquierdo levantado sentildeala al cielo y parece estar predicando Las facciones aunque bien modeladas no irradian tampoco la vitalidad de las del primer San Ignacio Son menos expresivas Los profusos y movimentados pliegues de su ropaje denuncian una ascendencia tambieacuten distinta a todas luces berniniana Es posible se trate de alguna estatua debida al Hermano Brassanelli sobre modelo itaacutelico Otra imagen de gran tamantildeo ndash eacutesta de San Francisco de Borja ndash denuncia la intervencioacuten foraacutenea en el acabado fino y expresivo de rostro y manos Tampoco es de mano inexperta el ropaje pero en conjunto se echa de menos en esta imagen la serena energiacutea que caracteriza al San Ignacio citado en primer lugar

En la actual iglesia de Santa Mariacutea de Fe llaman la atencioacuten el nuacutemero relativamente elevado de imaacutegenes de Santos de la Orden que figuran en el volumen alliacute conservado Es muy posible que esas imaacutegenes procedan de iglesias como la de San Ignacio Miniacute desmantelada por Francia En efecto esas imaacutegenes de grandes dimensiones difiacutecilmente tendriacutean cabida en una iglesia dedicada a Nuestra Sentildeora ni auacuten sentildeoreando retablos laterales Son evidentemente imaacutegenes de altar mayor

Como detalle tal vez interesante cabe observar que estas imaacutegenes de Santos de la Orden no figuran entre aquellas que el artesano misionero pudo repetir vaacutelidamente luego de la expulsioacuten de los jesuitas La razoacuten hay que buscarla en lo ya asentado a saber el caraacutecter actual del retrato de esas tallas en las cuales no era posible recurrir a la estereotipia icoacutenica y quizaacute tambieacuten el halo de prevencioacuten que rodeoacute a cuanto atingiacutea a la Orden durante mucho tiempo Pasados los antildeos sin embargo y perdida la consigna de la fidelidad iconograacutefica los santeros populares las repitieron sin otra consigna o limitacioacuten que la de los atributos externos ndash vestiduras siacutembolos etcndash propios de cada santo

Se encuentran tambieacuten ndash cada vez son maacutes escasos debido a la depredacioacuten de que el patrimonio es objeto ndash algunas imaacutegenes (de tamantildeo menor) de San Luis Una de ellas belliacutesima en su versioacuten indiacutegena de un modelo berniniano fue vendida seguacuten noticias en 1969 con destino al extranjero

D) LOS SANTOS PATRONOS I Santas Viacutergenes Santa Luciacutea fue objeto de extenso culto esto se debioacute a lo frecuentes que eran en la colonia y Reducciones

especialmente en los primeros tiempos las enfermedades de los ojos ndash oftalmiacuteas de caraacutecter endeacutemico entre los indios ndash Una talla de esta Virgen maacutertir sumamente estilizada y de elegancia cortesana figura en la coleccioacuten del Museo de San Ignacio Guazuacute En su factura los recursos plaacutesticos ponen de relieve avezamiento y experiencia sin rebasar ciertas soluciones convencionales y sentildeala una ejecucioacuten posiblemente no indiacutegena Esta figura ha perdido todo el estofado y algunos de sus detalles ndash el tradicional plato con los ojos ofrendados la palma ndash conservando soacutelo su empaque un tanto profano que le da puesto especial entre las imaacutegenes conservadas

Santa Rosa tuvo bajo su advocacioacuten una Doctrina y por tanto un templo que fue por cierto uno de los maacutes ricos y estiliacutesticamente importantes de las Misiones En el capiacutetulo de talleres se ha dado parte de la descripcioacuten que de eacutel hizo De Moussy ochenta antildeos despueacutes de la expulsioacuten cuando por fuerza ya mucho de su esplendor se habiacutea desvanecido Este magniacutefico templo cuyo edificio fue obra de Rivera fue devorado por un incendio en 1883 soacutelo algunas imaacutegenes pudieron salvarse De ellas es maacutes que posible formase parte la estatua de la Santa limentildea que figura en la coleccioacuten de Santa Mariacutea Esta imagen es evidentemente de la misma mano que talloacute la Virgen de la Anunciacioacuten a que se hizo referencia en el apartado A) de este mismo capitulo Quizaacute sea obra de Brassanelli La imagen ofrece esa armoniacutea de gesto y actitud soacutelo encontrable en la obra del escultor foraacuteneo irradia la misma alegriacutea serena que caracteriza al grupo de la Anunciacioacuten aunque la Santa es de factura y acabado un tanto menos feliz y fino El movimiento de los pantildeos presenta cierta gratuidad debida evidentemente a la realizacioacuten sobre bozzetto Santa Baacuterbara figura tambieacuten entre las bienaventuradas viacutergenes que vieron su imagen reproducida con cierta profusioacuten En un paiacutes tropical donde las tormentas son frecuentes y aparatosas y no siempre inocuas la Santa tuvo ocasiones de culto tambieacuten frecuentes aunque no hubo que sepamos iglesia que llevase su nombre debieron existir capillas u oratorios a ella dedicados Asiacute hace pensarlo la imagen de regular tamantildeo que de ella se conserva en Santa Mariacutea y que la muestra con su atributo o siacutembolo el castillo que abarca entre los brazos Esta imagen pertenece como la de Santa Rosa y una de las Viacutergenes ya mencionadas a una liacutenea barroca movimentada y ampulosa que sugiere si no exactamente la misma mano siacute la misma liacutenea modelariacutea e ideacutentica direccioacuten Es presumible que en Santa Rosa existiese una capilla dedicada a esta Santa y la imagen referida ocupase ndash dadas sus dimensiones ndash el nicho principal Como vemos son proporcionalmente numerosas las imaacutegenes que ofrecen esas caracteriacutesticas barrocas movimentadas y ello autorizariacutea la hipoacutetesis de que se trate de imaacutegenes trabajadas bajo una sola direccioacuten ndash quizaacute la de Brassanelli ndash para Santa Rosa

II Angeles Toda la ingenuidad de la visioacuten indiacutegena todo el fervor elemental que en el espiacuteritu de esa muchedumbre religiosa y

guerrera debioacute despertar la figura de San Miguel se reflejan en las representaciones de este Arcaacutengel que fueron sin duda numerosiacutesimas ndash existioacute por lo menos una en cada iglesia ndash y que auacuten siguen siendo de las predilectas en el culto popular los santeros ejecutan esa talla casi a ojos cerrados de tal manera estaacuten familiarizados con ella

San Miguel representado corpoacutereamente con frecuencia en las danzas y otras manifestaciones dramaacuteticas de las Reducciones arraigoacute en efecto especialmente en el espiacuteritu local Su papel de jefe de las milicias celestes siempre

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

triunfador le debioacute erigir puesto singular en la imaginacioacuten del indio en cuyo aacutenimo el valor y la presencia fiacutesica lograban siempre prestigio avasallador Las imaacutegenes que de eacutel quedan como las de Cristo y como las de otros santos de culto muy extensivo estaacuten realizadas en todos los niveles las hay de mano de maestro y las hay de ejecucioacuten tanto maacutes atractiva cuanto maacutes ingenua Antildeadamos que en estas imaacutegenes podemos distinguir dos grupos seguacuten la figura que en ellas adopta el diablo derribado En efecto en un gran nuacutemero de ellas aparece Satanaacutes bajo la forma del oscuro aacutengel bicorne de cola bifurcada y alas de murcieacutelago en tanto que en otras el demonio inviste la forma biacuteblica de la serpiente o el dragoacuten

La ingenuidad arriba mencionada se explaya singularmente en la imagen del Arcaacutengel sin alas espada demonio ni balanza ndash los perdioacute en su lucha con el tiempo maacutes tenaz y mal enemigo que el propio Satanaacutes ndash que forma parte del tesoro imaginero de Santa Mariacutea Es eacutesta obra de mano indiacutegena si las hay La figura es ataraacutexica envarada los pliegues de la tuacutenica verticales se acanalan como hojas de palmera y apenas siacute insinuacutean un esbozo estereotipado de movimiento en la fimbria El rostro es inexpresivo y convencional

Esta imagen contrasta permitiendo establecer escala en los logros plaacutesticos con otras dos imaacutegenes del mismo Arcaacutengel que se conservan tambieacuten en Santa Mariacutea Ambas figuras son de movimentada silueta y desenvuelta actitud aunque el primero el de mayores dimensiones ofrece mucha maacutes justeza en la forma y espiritualidad en los rasgos En el Museo de La Plata se conserva lo que resta de una imagen de San Miguel destruida por el fuego soacutelo se conserva intacta la cabeza realmente hermosa Posiblemente este San Miguel haya sido el que De Moussy nos dice que coronaba el arquitrabe del Altar Mayor en la iglesia de Santa Rosa

Volviendo a los conservados en Santa Mariacutea uno de ellos levanta en la diestra en alto la espada mientras que el segundo ya la ha dejado caer sobre el postrado dragoacuten La factura de las alas es tambieacuten un rasgo que permite establecer la antes referida escala de pericia en la realizacioacuten en la primera de las figuras nombradas las alas con su disentildeo en curvo y suelto movimiento permiten asegurar que se trata de la obra de un maestro En el otro por cierto parcialmente mutilado aunque casi al mismo nivel del primero en el acabado de facciones y manos se advierte igualmente la huella de la gubia indiacutegena en la solucioacuten un tanto congelada y convencional de los pantildeos

No se encuentra con tanta frecuencia ndash aunque se lo halla algunas veces ndash al Arcaacutengel San Rafael con su distintivo el pez que en alguacuten caso adopta la forma heterodoxa de una serpiente El San Rafael existente en Santa Mariacutea de tamantildeo mediano (un metro y cuarto maacutes o menos) es el representante maacuteximo de la iconografiacutea misionera de este personaje celestial cuya imagen sin embargo debioacute abundar en Doctrinas ya que San Rafael es el patroacuten de los que viajan y los indiacutegenas nunca dejariacutean de llevarlo conforme era de ordenanza en los viajes que haciacutean por encargo de los Padres en misiones comerciales principalmente Un San Rafael interesante dentro de sus rasgos de factura mixta ocupa un lugar en el Museo de San Juan Bautista La imagen que se encuentra en Santa Mariacutea es como las de San Miguel de un barroco movimentado hemos de ver en ella la obra de un artesano indiacutegena muy experto aunque tal no haya estado lejos en alguacuten momento la mano del maestro imprimiendo su sello en el dinamismo de las actitudes

El Angel de la Guarda que tuvo consagracioacuten numerosa en la Misioacuten de su nombre ndash recueacuterdese a Azara ndash soacutelo estaacute sin embargo representado en el volumen superviviente por dos imaacutegenes cierto que de tamantildeo considerable sobre todo una de ellas La de mayores dimensiones se conserva en San Ignacio La de menor tamantildeo se halla en Trinidad Maacutes movido y de concepcioacuten maacutes moderna el aacutengel de San Ignacio (de tamantildeo superior al natural) es posible haya pertenecido a un retablo principal sus dimensiones como sucede con otras imaacutegenes ya citadas exceden a lo que corresponde a un retablo menor o una capilla Este aacutengel conserva las alas pintorescamente dispuestas su figura y la del nintildeo o neoacutefito que lleva de la mano se posan sobre distintas peanas En conjunto este Angel no es precisamente una de las realizaciones maacutes felices de esta imagineriacutea Corroborando lo que se dijo sobre la incapacidad del indiacutegena para concebir los grupos como unidades significativas la figura del neoacutefito parece ser de distinta mano que la del Angel maacutes tosca e inexperta

El otro aacutengel el conservado en Trinidad es de factura mucho menos pretenciosa su modelo tambieacuten es maacutes antiguo posiblemente quinientista pero lo aureola una gracia de la cual carece el redicho Angel de San Ignacio Como a este aacutengel le faltan las alas algunos han creiacutedo ver en el grupo de los hermanos Justo y Pastor maacutertires nintildeos pero el tamantildeo relativo de las figuras no condice con los teacuterminos de la leyenda dorada Acaacute ambas figuras ocupan la misma peana pero hay que tener en cuenta que el tamantildeo es mucho menor Las figuras se hallan muy deterioradas especialmente la del nintildeo casi irreconocible La figura del Angel es elongada pero la expresioacuten es caacutendida dulce y hace pensar que en el rostros intervino una mano maacutes capaz en el modelado que la que realizoacute los pantildeos totalmente silueteados y dispuestos en esquemas acanalados acentuando probablemente las caracteriacutesticas del modelo

III Personajes del Evangelio San Juan Bautista tiene algunos representantes en esta imagineriacutea sobreviviente uno de ellos conservado en Santa

Mariacutea de una dulzona belleza que refleja su ascendencia italiana y en el cual quizaacute estuvo presente la mano de Brassanelli La figura ofrece las proporciones claacutesicas y es de un fino modelado sus rasgos de factura y modelo la hermanan a la cabeza de Cristo mencionada en el apartado B) Este santo es uno de los predilectos en el culto popular con su fiesta se relacionan celebraciones que conservan muchos rasgos ndash loacutegicamente aculturados ndash de antiguas praacutecticas europeas las hogueras etc

Menos presencia tiene su homoacutenimo San Juan Apoacutestol el disciacutepulo predilecto Sin embargo debieron existir imaacutegenes suyas de buen tamantildeo en Santa Rosa misma la figura de San Juan fue una de las doce que seguacuten De Moussy flanqueaban otras tantas columnas de la nave De eacuteste soacutelo encontramos una belliacutesima imagen finamente realizada estofada y dorada que se conserva en el Museo del Seminario y que debemos situar entre las importadas se conserva en muy buen estado

Interesante en su dinaacutemico arabesco y su factura experta es el Santiago Matamoros que se conserva en la iglesia de la Misioacuten de ese nombre con toda probabilidad ejecutado sobre una estampa en esta imagen hallamos por primera y

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron

uacutenica vez un grupo realizado en bloque Las figuras no se destacan de la masa total se enciman o superponen formando un verdadero alto relieve esto facilitoacute su ejecucioacuten Este grupo ocupoacute sin duda el nicho central del altar El Apoacutestol en guerrera traza medieval arremete contra la morisma que a su paso se derrumba aterrada o difunta Fuera de este grupo no se identifica entre las supervivientes otra imagen del Apoacutestol La figura de Santiago no obstante ha sido modelo no infrecuente de los imagineros populares aunque no es de creer que este Apoacutestol figurase entre los santos cuyo culto pudiera imbricar profundamente en la vida espiritual de las Reducciones Sin embargo una Misioacuten llevoacute su nombre y a lo largo de la existencia de las Doctrinas el papel del Apoacutestol como promotor de victorias contra el infiel (papel que en la colonia le arrebatoacute San Blas) tuvo frecuentemente ocasioacuten de ser recordado Sabido es que el indiacutegena participoacute muchas veces en luchas en defensa de la colonia sin contar con las que mantuvo contra los mamelucos

No menos interesante ndash y quizaacute atribuibles a la misma mano que realizoacute el Santiago Matamoros ndash por su exacto gaacutelibo naturalidad de la actitud cabalidad en los ritmos somaacuteticos son las imaacutegenes de los Reyes Magos Gaspar y Baltasar figuras de gran tamantildeo cuya presencia en Santa Mariacutea resulta intrigante En efecto estas estatuas por sus proporciones no pudieron pertenecer como tampoco muchas otras a retablos menores o capillitas de escasa importancia Son imaacutegenes realizadas dentro de la liacutenea ya varias veces mencionadas del barroco movimentado que las adscribe a la misma eacutepoca e influencia de maestro que las de Santa Rosa Santa Baacuterbara etc y cuya imponencia en dimensiones rigor canoacutenico y esmero en el acabado sugieren autor maestro y un nicho preferente si no principal (lugar reservado siempre a la imagen del Santo cuya advocacioacuten llevaba el templo) No seriacutea aventurado suponer que estas imaacutegenes pudieran proceder de Yapeyuacute Nuestra Sentildeora de los Reyes Magos una de las Misiones desmanteladas por Francia ante la amenaza del avance artiguista Es posible que esas imaacutegenes junto con otras perdidas hayan formado parte de un gigantesco Paso o Pesebre Por cierto que en la misma iglesia de Santa Mariacutea hallamos algunas figuras restos sin duda alguna de un Nacimiento ndash pastores adorantes una oveja un San Joseacute ndash aunque eacutestos de mano acentuadamente indiacutegena encantadores en su ingenuidad conceptiva y su tosca arcaizante realizacioacuten

Antes de cerrar esta breve enumeracioacuten de algunas de las imaacutegenes existentes todaviacutea que han llegado a nosotros sorteando tantas vicisitudes vale la pena mencionar (como un rasgo tal vez interesante en que se perpetuacutean ideas o conceptos religiosos catoacutelicos curiosamente aculturados) la persistencia en el santoral popular paraguayo de dos personajes no por arbitrarios de raiacutez menos profunda en la original impregnacioacuten religiosa de esa masa indiacutegena

Son San Son y San La Muerte El primero que es sencillamente el forzudo heacuteroe biacuteblico debe sin duda su puesto en el santoral a la engantildeosa primera siacutelaba de su nombre Numerosas figuritas de talla popular de menudo tamantildeo nos lo muestran hasta hoy montando un leoacuten al cual no se preocupa de desquijarar para el ingenuo creyente nativo el soacutelo hecho de montar un leoacuten debiacutea parecer lo suficientemente prodigioso como para no necesitar que lo acompantildeasen otros despliegues sorprendentes Que los misioneros dieron cierta visualidad a esta figura lo prueba el hecho de encontrarse en el Museo de La Plata una imagen de buen tamantildeo (que por cierto aparece en el cataacutelogo como figura de Daniel ejecutada en piedra)

En cuanto a San La Muerte es indudablemente la forma en que vino a cuajar curiosamente la idea de la Buena Muerte fundida por uno de esos procesos singulares en que abunda el folklore en la otra idea del personaje descarnado y portaguadantildea que a menudo se encuentra en las laacuteminas de postrimeriacuteas

San La Muerte en efecto es representado como un esqueleto con la guadantildea al hombro o en la mano maacutes frecuentemente lo uacuteltimo No ha sido posible sin embargo establecer en forma concreta el origen de esta forma si ella nacioacute en Misiones (posteriormente a la salida de los jesuitas es claro) o si ella surgioacute en el aacuterea de parroquias llamada con bastante aproximacioacuten franciscana

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1) Se salvaron soacutelo un cierto nuacutemero de imaacutegenes (parte de eacutestas se conservan en Santa Mariacutea) y alguacuten altar lateral 2) WILLIAM WALLSEN Paraguay das Land der Guaranis Berliacuten 1907 3) Carta del P ASTUDILLO 4) La Misioacuten de Tayaobaacute se llamoacute propiamente de Los Siete Arcaacutengeles (Ver Apeacutendice IV fundaciones misioneras) 5) AURELIO PORTO Historia das Missoes Orientais do Uruguai Riacuteo de Janeiro 1943 6) Poco tiempo despueacutes de estos apuntes esos paneles puestos a la venta desaparecieron