las sinfonias de shostakovich.pdf

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  • estudio

    El regreso de viejos amigosLas sinfonas de Shostakovich por Kondrashin

    Deberla ser suficiente con esto:Kirill Kondrashin fue un granmsico. Fue, qu duda cabe!,un extraordinario director de orquestay, minimizando su horizonte, un see-ro traductor de las obras de DmitriShostakovich. Seguramente sobran es-tas apreciaciones para quienes presen-ciaron sus tres nicas actuaciones enEspaa, en 1972 con la Orquesta Na-cional estreno entre nosotros de laDcima Sinfona de Shostakovich yen 1979/80 con la Sinfnica de RTVEestreno espaol de la Suite de El per-no del mismo compositor; hace algoms de un ao, Miguel ngel Coria glo-saba en un programa radiofnico, conel firmante de este texto, los ensayos dela Oclava beethoveniana para el segun-do concierto con la Orquesta de RTVE.De otra parte, las actuaciones de 1972no se limitaron a poner en pie una delas pginas ms complejas, por tcnicay contenido, de nuestro tiempo, sinoque cuajaron en ires de esas veladas degracia que la Nacional espaola puedeaportar con ciertos maestros.

    La vinculacin de Kondrashin a dosgrandes conjuntos occidentales, el Con-certgebouw y la Orquesta de'la Radiode Baviera, a raz de su partida de laUnin Sovitica en 1979, qued trun-cada apenas dos aos despus, con elfallecimiento en Holanda del anista el-6 de marzo de 1981, dos dias antes decumplir 67 aos de edad. Desde el pun-to de vista discogrfico, Philips cubriuna parte de esta merma en 1984, conla edicin especial de diez discos LP querecogan actuaciones de Kondrashin enAmsterdam, registradas por la radio,desde que en 1968 iniciara su relacincon el Concertgebouw como directorinvitado (PHILIPS 412.064-1/072-1),complementadas por la aparicin entre1981 y 1983 de otros registros, igual-mente tomados de conciertos, efectua-dos en Munich pginas de Franck(6514119), Tchaikovsky (411.057-2PH) yShostakovich (6514120). La firma Et-ctera, tambin holandesa, ha coadyu-vado a incrementar la discografareciente de Kondrashin con dos produc-ciones editadas, asimismo, en 1984, querecogen conciertos en Amsterdam conobras de Scriabin y Hindemith (ETC-1027 y 1006).

    Pese a estas constructivas adiciones,

    la referencia a la fonografa de KirillKondrashin dista de ser satisfactoria enla Europa occidental. Una gran partede sus mejores trabajos llevados al dis-co en la Unin Sovitica siguen indi-tos en nuestras latitudes: as, las diversasSinfonas de Mahler del que fue in-trprete ms que notable de un inte-gral que no lleg a completar antes desu defeccin del 79 (Primera, interesan-tsima Tercera, Cuarta, notoria Quinta,apasionante Sexta, soberbia Splima,exacerbada Novena), sus traduccionesde Bartk, Stravinski o Prokofiev, unciclo Sibelius que tambin quedaraesbozado, grabaciones de Rachmani-

    nol I y Scriabin, peras de Mussorgskyprovenientes de su etapa en el Bols-hoi, hasta 1956, o ballets de Tchai-kovsky.

    Los diez compactos qvie ahora se co-mentan asumen, por todo lo expuesto,un carcter casi de breviario en la ma-teria, y contribuyen a darnos una visinharto significativa de la relacin de unartista con una msica, o, ms exacta-mente, de la relacin enlre dos perso-nalidades, la del creador Shostakovichy la del intrprete Kondrashin. Ocurre,adems, que estos registros se nos pre-sentan casi como viejos amigos a losque nunca se ha perdido del lodo la pis-ta. Varias de estas grabaciones se publi-caron en Europa tambin en Espa-a en los aos 60 y 70 (SinfonasCuarta, Quinta, Sexta, Octava, Nove-na), y. al final de los 70, Hispavox dis-tribuy en nuestro mercado la serie

    ntegra de las Sinfonas en cuatro cajascon un total de 12 discos LP. En el Rei-no Unido y en Estados Unidos EMI pu-blic el ciclo sinfnico en un nicolbum, si bien no todas las interpreta-ciones aparecan firmadas por Kondras-hin Quinta y Decimoquinta se debana Maxim Shostakovich, Sptima y D-cima a Svetlanov, y Decimocuarta aBarshai aunque el prensado de lasdiez Sinfonas dirigidas por aqul erasensiblemente mejor que el ofrecido porHispavox al adquirente hispano. El re-greso, ahora, del ciclo completo en elsoporte del CD permite analizar un tra-bajo de catorce aos desde 1961 a1975, con una pausa entre 1967 y1972, realizado todo en vida del com-positor y, previsiblemente, con presen-cia o aquiescencia del mismo, en buenaparte de las interpretaciones. Tal cir-cunstancia confiere un carcter nicoa este integral Kondrashin, primero dela historia por otra parte, con he-rencia posterior en los tiabajos de Ber-nard Haitink (Decca), Rozhdestvenski(Meloda de nuevo), Jarvi (Chandos) oel recin iniciado de Rostropovitch(Erato).

    Una envidiable salud.Aunque, frente a un producto de es-ta magnitud, es ocioso y hasta limita-dor el detenerse en un anlisis porme-norizado de las quince lecturas, entien-do que puede revestir una cierta utili-dad anotar algunas precisiones con-creas, siguiendo, no e! orden histricodel ciclo, sino el de las grabaciones. As,el primer eslabn de la serie lo consti-tuye el registro de 1961 de la Octava Sin-fona, el primero que de la obra tuvimosocasin de conocer muchos melmanosde mi generacin, ya que el acceso a laversin de Mravinski de 1947 nos esta-ba, lgicamente, vetado pues tangrande es nuestra limitacin, S.M.B.dixit: Kondrashin acababa enton-ces 1960 de tomar a su cargo la Fi-larmnica de Mosc, que seria su or-questa durante 16 aos, y la traduccinde la hondsima partitura de 1943 reve-laba a su amigo Dmitri Shostakovichque el nuevo conjunto poda hacer jus-ticia a su msica con una elocuenciaque, hasta entonces y desde 1937,

    94 Scherzo

  • -estudlo-

    KirillKondrashin,una entregaapasionadaa la obra deun compositorgenial.

    pareca reservada exclusivamente a Mra-vinsky y sus privilegiados instrumentis-tas de Leningrado. Todava hoy, a casitreinta aos de la fecha de grabacin,el registro de Kondrashin resiste admi-rablemente bien el paso del tiempo y si-gue ostentando la adscripcin a lasversiones de referencia, en una discogra-fa que, a juicio del firmante, tendra supunta de iceberg en la interpretacin deKurt Sanderling de 1976 (ETERNA 826 972). La nueva relacin entre Shos-takovich y la Filarmnica de Mosc seconcretaba ese mismo 1961, el 30 de di-ciembre, con la primera ejecucin p-blica de la Cuaria Sinfona, retirada en1936 por el propio Shostakovich; Kon-drashin y sus msicos grabaron la obratres meses despus, en marzo de 1962,y, como en el caso anterior, la versinsigue disfrutando de envidiable salud,tcnica e interpretativa. Ser bueno ha-cer aqu una precisin acerca de las ver-siones de la obra muy bien anotadapor Pierre E. Barbier en el libreto de lapresente edicin: Shostakovich luvo,hasta el final de su vida, extremas du-das acerca de esta obra, y, ms espec-ficamente, de su extenso Finale, dudasque se concretaron, entre 1970 y 1975,en una nueva versin de la partitura. Es-ta, as llamada, versin definitiva, s-lo ha sido tenida en consideracin porGennadi Rozhdestvenski en su gra-bacin de 1985 (OLYMPIA OCD 156);todos los restantes traductores de la pie-

    za Ormandy en 1963 (CBS SCR135.304), Previn en 1977 (EM1 S 37.284)y Haitink en 1979 (DECCA SXL 6927,ahora tambin en CD 421.348-2) hanseguido la misma edicin de la partitu-ra empleada por Kondrashin en su re-gistro.

    Por razones dignas de un estudio de-tallado la renuncia de Mravinski,Kondrashin y su Filarmnica se ofrecie-ron a dar a conocer la Sinfona n." 3de Shostakovich a finales de aquel 1962.Nos ocuparemos de esta pgina al ha-blar de la grabacin, posterior cincoaos en el tiempo, pero ahora baste in-dicar que los versos de Yevgueni Evtus-henko acerca del antisemitismo causa-ron vivo malestar en la jerarqua guber-nativa, lo que motiv una revisin (li-teraria) de la obra y un segundo estrenoen 1963. La grabacin de la pieza que-d pospuesta a la espera de mejor oca-sin, y, en 1964, Kondrashin llev aldisco una nueva pgina de Shostako-vich, la Quinta Sinfona, una composi-cin que, en vida de su autor, parecisiempre destinada a apagar fuegos: nodeja de ser sintomtico que, tras el af-faire de la Sinfona n." 13 Babi-Yar,la inmediata grabacin moscovita deuna obra sinfnica de Shostakovich fue-ra la respuesta de un artista soviticoa unas crticas justas del ao 37. El pa-so de los aos si se hace notar, en estecaso, sobre la grabacin, que fue, nue-vamente, uno de los primeros discos del

    autor que mi generacin pudo adqui-rir en Espaa, en una, hoy desapareci-da, edicin de Vergara: hay tantas y tansobresalientes lecturas de esta obra, lams difundida del msico, que el meri-torio trabajo de Kondrashin queda untanto apagado frente a los de Mravins-ki cualquiera de sus tres versiones dela partitura, 1949, 1954 y 1978, pero es-pecialmente la tercera, grabada en elFestival de Viena de ese ao durante unconcierto (JVC VDC-1007 en CD, EM1ASD 4028 en LP>, Stokowski suversin en 78 r.p.m. con la Orquesta deFiladelfia, en 1939, la primera graba-cin de la Sinfona, RCA DB 3991/6,hoy inencontrabie, Horenstein paraVOX en 1951 (PL 7610), Mitropou-los 1954 (CBS ML 4739), Ormandytambin tres versiones, con particu-lar acierto en la segunda de 1965 (CBSS 72811), Ancerl 1966, uno de susmejores trabajos para el disco (SU-PRAPHON 913160), Previn dosgrabaciones, 1966 y 1977, con preferen-cia hacia la segunda (EMi S 37285, enLP), Bernstein tambin dos graba-ciones, con especial mencin de la se-gunda, tomada en vivo, en 1979(CBS CD 35854), Maxim Shostako-vich 1970(EMI ASD 2668, en LP),Ashkenazy 1987 (DECCA 421.120-2,en CD), Rozhdestvenski 1983(OLYMPIA OCD 113, en CD) o Jar-vi 1988 (CHANDOS CHAN 8650, enCD).

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  • studfo

    Carga expresivaU n ao despus, marzo de 1965, Kon-drashin registr la Novena Sinfona. Lassesiones se compaginaron con la graba-cin de otra partitura de Shostakovich,estrenada por el mismo Kondrashin ysu orquesta tres meses antes, el 28 dediciembre de 1964: La ejecucin de Ste-pan Razin. cantata (de nuevo) sobre ver-sos de Evtushenko, una de las obrasmaestras absolutas del msico soviti-co. Entre medias, y a pesar de las reti-cencias despertadas por Babi-Yar, larelativa apertura de la era Kruschev ha-ba permitido la reposicin, algo des-cafeinada, de la Lady Macbeth deldistrito de Mtsensk con el ttulo de Ka-terina Izmailova, en montaje dado a co-nocer en Mosc a principios del 63- Enel caso de la Sinfona en Mi bemol ma-yor de 1945, la interpretacin de Kon-drashin fue entonces, y lo es an hoy,excelente. Tengo para m que dicha in-terpretacin fue moldeada a partir deun trabajo anterior que Kondrashin co-noca bien, el de su maestro de direc-cin, Alexander Gauk, que, amn dehaber tocado asiduamente la obra, lallev al disco en 1955, con su Orques-ta Sinfnica de la Radio de Mosc(MEZHDUNARODNAYA KN1GA09618-09928, LP muy difcil de hallaren la Europa no eslava): la versin deGauk, maestro, no slo de Kondrashin,tambin de Mravinski y de Svetlanov,acaso sea la ms amarga y sardnicaque la partiiura ha conocido la rt-mica, febril, del primer movimiento, ola doble peroracin en 2/4, ff, de trom-bones y tuba en el conciso largo, msaterradora que en cualquier otratraduccin, en una espiral de vehe-mencia y crudeza que slo ha halladoalternativa moderna en la propuestade Rozhdestvenski de 1983 (JVCVDC-1013, CD, con la Sinfona n." /.u OLYMPIA OCD 113, CD, con la Sin-fona n. 5). La lectura de Kondrashinse acoge, virtualmente, a los mismostempi de Gauk para cada uno de loscinco movimientos, y hasta coincide enduraciones, pero su planteamiento tie-ne in tolo, menos ngulos y aristasque el del viejo maestro, menos acritud.Es interesante constatar que Kondras-hin se hace a si mismo la competenciaen la edicin Concertgebouw/Philips ci-tada al principio de este trabajo, conuna interpretacin tomada de un con-cierto en Amsterdam el 6 de marzo de1980 esto es, posterior en quince aostactos a la grabada en estudio paraMeloda, traduccin no del todo per-fecta en la ejecucin el pintorescodespiste del concertino al atacar su pe-

    nltimo solo en el Allegro inicial, com-ps 198, es un buen ejemplo de lodicho, pero que, sin embargo, supe-ra a la interpretacin del 65 en inten-cionalidad y carga expresiva, incidiendoen la lnea Gauk con mayor valenta(PHILIPS 412.073-1, slo en LP y cas-sette. Adems de las opciones ya ano-tadas, la pionera versin de Kousse-vitzky del ao 48 (RCA 11-9634/6, nun-ca reeditada en formato de LP o me-nos an de CD) y la muy reciente deNeeme Jrvi (1987, para CHANDOS,CHAN 8587, en CD) completaran unapanormica de (muy) variadas alterna-tivas, todas plenamente vlidas, ante es-ta Sinfona, una de las pginas, todava,menos comprendidas del autor.

    Historia de una confusint i l primer tramo del ciclo Kondrashinse cerr en 1967, con las grabaciones delas Sinfonas Decimotercera y Sexta Aspues, casi cinco aos despus del estre-no de Babi-Yar, su primer intrpretepudo registrar la extensa partitura en es-tudio. Acerca de esta obra, y de sus pri-meras interpretaciones/grabaciones, esobligado hacer varias acotaciones y pre-cisiones, ya que diversos errores se hanido perpetuando con el paso de losaos, llegando a pasar desde las carpe-tas de discos hasta algunas enciclo-pedias.

    1. El estreno de la obra tuvo lugarel 18 de diciembre de 1962, dirigiendoKondrashin al Coro de la Repblica Ru-sa y a la Filarmnica de Mosc: el lu-gar elegido para tal primera audicinpblica fue la Gran Sala del Conserva-torio Tchaikovsky, en Mosc. El bajosolista en tal ocasin fue, segn un ele-vado nmero de fuentes, Vitali Gro-madsky. Pero de este dato parece nacerel primer error, ya que, segn la edicinsovitica de las obras completas deShostakovich, tal cometido fue realiza-do por otro solista, el bajo Marc Res-hetin que, en 1969, fue uno de los dosintrpretes vocales del estreno de la Sin-fona n." 14; e! mismo dato la pre-sencia de Reshetin en la primerainterpretacin de Babi-Yar lo halla-mos en el libreto que acompaa a losdiscos compactos objeto de este comen-tario, pg. 13, en la descripcin previa decada obra. Pero en el mismo texto, pgs.52 y 54, Pierre E. Barbier le adjudicadicha intervencin en la premire a Gro-madsky, y en el catlogo de MalcolmMac Dona Id que acompaa a la edicinntegra se insiste en la misma idearepeticin del texto original britni-co del propio MacDonald de 1977. El

    dalo en cuestin Gromadsky comointrprete del estreno figura, por en-de, en innumerables ediciones discogr-ficas y libros especializados -porejemplo, en Las Sinfonas de DmitrShostakovich de Roy Blokker. C-mo puede darse tal discrepancia en al-go tan evidente y unvoco como elestreno de una obra? Quiz a causa deque la decimotercera pgina del ciclosinfnico de Shostakovich no (uvo unestreno, sino dos: en efecto, tras lasaudiciones de 18 y 20 de diciembre de1962, en las que los organizadores pre-firieron no incluir los textos cantadosen el programa de mano, Pravda des-pach el acontecimiento con una ni-ca frase en su seccin de artes, que hacareferencia a la audicin de una nuevaSinfona de D. Shostakovich, tras locual, sin ninguna presin exterior(Evtushenko, febrero de 1963), el poe-ta decidi alterar su propio texto lite-rario y suprimir/aadir las referenciasms directas al antisemitismo (Mesiento como un judio, y aqu he de mo-rir, clavado a una cruz..., Yo soy ca-da anciano fusilado aqu, yo soy cadanio asesinado aqu...) por otras ati-nentes a la lucha rusa contra el totali-tarismo (Aqu yacen rusos, ucranianosy judos, en el mismo suelo..., Y ahorapienso en la heroica hazaa de Rusiaante el fascismo...); esta segunda ver-sin que no alteraba ni una nota dela msica fue dada a conocer en Mos-c, en la misma sala, el 16 de febrerode 1963, de nuevo bajo a direccin deKondrashin y con las mismas fuerzascorales y orquestales, siendo solista Vi-tali Gromadsky. Es, por ello, ms queprobable, que este bajo fuera, cierta-mente, solista en el estreno... de la ver-sin revisada del texto (febrero de 1963),y que Reshetin lo fuera del estreno dela versin original.

    2. Un segundo punto de confusinvendra, paradjicamente, a avalar la te-sis que se acaba de exponer. Desde 1967circul por Amrica y parte de Europauna grabacin monoaural de la obradistribuida por el sello Everest (SDBR3181, LP), en la que Gromadsky y Kon-drashin, con la Filarmnica de Moscy el Coro de la Repblica, plasmabanuna obvia interpretacin tomada en vi-vo, en una sala de conciertos. Se hasostenido en mltiples fuentes Blok-ker, Dearling, al amplio Recorded Clas-sical Music de Cohn que tal registrorefleja el estreno, en diciembre de 1962,de la versin original, inalterada, de laobra: el mismo Barbier, en su comen-tario de esta edicin en CDs, reafirmael aserto. Pero surge un pequeo pro-blema a travs de la audicin del cita-

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    do disco: Gromadskycanta la versin revisada,con los cambios de frasesprenotados; por tanto, lagrabacin de Everest nopuede ser la del estrenoabsoluto, y las afirmacio-nes al respecto son err-neas. Se trata del estrenode la versin revisada, enfebrero de 1963? Tampo-co, ya que tal velada nofue objeto de transmisino grabacin radiofnicala BBC solicit haceaos una copia del even-to, y recibi de la RadioSovitica tal respuesta;con todo. Roben Laf-font, en Dictionaire desdisques, sostiene que elregistro data de 1963. Larealidad como RobenLayton, actual responsa-ble de programas musica-les de la BBC, y RoryGuy han sealado esque el registro de Everestderiva de un conciertoofrecido por los intrpre-tes en cuestin en no-viembre de 1965, grabadomono fnicamente por laRadio Sovitica y envia-do como intercambio adiversas emisoras occi-dentales, de una de lascuales Everest toma elmaterial registrado comobase de su edicin, pira-la a todas luces.

    3. El mismo ao queEveresl comercializa suinterpretacin en concier-io de 1965, es decir, en el67, Kondrashin graba enestudio la Sinfona Babi-Yar, con Anhur Eizencomo bajo solista, la Fi-larmnica moscovita y elsempiterno y admira-ble coro de Alexander YoTToT: staes la versin que EM1 comercializa enOccidente en 1972 (ASD 2893) y la queahora se incluye en la edicin en CDsde Chant du Monde, y que, lgica-mente, tambin form parte de la edi-cin en LPs de Hispavox. Como esnatural, el texto que se interpreta es elrevisado de 1963. Pero, contradiccindeliciosa, el texto impreso en el libretode los CDs es el de la versin original,no el que se canta: una discreta formade contribuir al general tumulto, quedira el Baronet Beecham.

    4. Como se indic al comienzo,

    Philips public unu grabacin de m-sica de Shostakovich dirigida por Kon-drashin a la Orquesta de la Radio deBaviera editada en 1982; el regis-tro, tomado de un concierto, compren-da la Sinfona n. 13, con lo que seaada una tercera versin a las dos yamentadas, todas gobernadas por elhombre que estrenara la pieza. En estatercera alternativa, el solista de Kon-drashin, el britnico John Shirley-Quirk, cantaba el texto original de Ev-tushenko; por tanto, sta de Philips esla nica de las versiones fonogrficasdirigidas por Kondrashin en la que se

    interpreta el texto del es-treno. De otra parte, to-dos los intrpretes enOccidente de la obra, quehan grabado la partituraHaitink, Prevn, Ka-mu, Rostropovitch, y,desde luego, Ormandy,cuyo registro de 1970, ga-nador del Prix Mondial,du Disque, despert el in-ters internacional en lapieza, se han ceido ala versin original delpoema.

    Respecto de la interpre-tacin, se trata de una delas ms seeras que, engeneral, el disco nos ha-ya ofrecido de una com-posicin de Shosta-kovich: la crudeza, la iro-na nadie ha hechoarrancar el Al legre o,en la sucesiva rtmicade 4/4-2/4-4/4-3/2-4/4, de Humor, el segun-do movimiento, con elsarcasmo de que Kon-drashin hace gala, laaggica del terror en Mie-dos, la vehemencia de to-da la versin, dan laimpresin de que el direc-tor hubiera tratado de li-mar la dulcificacin delos versos mediante un to-que extra de intensidad;la traduccin muniquesade 1982 no presenta ungrado tan elevado defuerza y aspereza, y, ade-ms, el solista vocal, elbartono John Shirley-Quirk, aunque realizauna convincente encarna-cin rusa de los textos deEvtushenko. no posee lacontagiosa expresividaddel bajo Artur Eisen.

    L i e septiembre del mis-mo 1967 data la grabacin de la SextaSinfona. Kondrashin, tanto aqu comoen su lectura del Concertgebouw grabada por la radio holandesa el 21 deenero de 1968, es decir, apenas cincomeses despus del registro moscovita,por lo que las diferencias son mnimasentre una y otra versin, efecta untrabajo ms que notable de los movi-mientos segundo y tercero de esta pie-za tripartita, pero quiz algo excesivo,en lo que a velocidad 9 refiere, respec-to del imponente Largo inicial. Shos-takovich ha hecho aqu una muyprecisa anotacin metronmica,

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  • estudio-

    P = 72, que Kondrashin eleva, a nivelde Andance, hasta un fi = 92. Rozh-destvensky (OLYMPiA, OCD 111, enCD, registro de 1984), Haitink (DEC-CA 411.939-2, en CD, grabacin delmismo ao, 1984), Jrvi (CHANDOSCHAN 8411, en CD, de 1985), y, so-bre todo, Stokowski, en su notoria in-terpretacin de 1968 con la Sinfnicade Chicago absolutamente exacta encuanto a las indicaciones de metrno-mo del compositor (RCA GL 42916,en LP), han seguido con mayor escru-pulosidad la acotacin de Shostakovichacerca de la velocidad de este movi-miento. Otro significativo traductor deesta compleja Sinfona, incomprensi-blemente poco apreciado por la crticaespecialmente la anglo-americana,e! fins Berglund, sigue igualmente laspropuestas del compositor en cuanto avelocidad con impecable rigor (EMISLS 177, en doble LP con la Und-cima Sinfona, grabacin de 1980).No siguen, en cambio, las referidasanotaciones de metrnomo ni Mra-vinsky aproximadamente J^ = 84 enel primer movimiento (EMI ASD2805, en LP, grabacin tomada de unconcierto del ao 1965), ni Temirkanovla misma velocidad de Mravinsky,/* = 84, y una sorprendente coinciden-cia de duraciones parciales con su pre-decesor en Lenngrado, 14'48/14'42,5'51/5'46, 6'20/6'41, con una simulta-neidad en duracin total todava mssingular, 26'58/27'09 (EMI ASD3706 O DG 531 307, LP en ambos ca-sos, registro de 1975), los dos por ex-ceso de ligereza, como Kondrashin, nitampoco lo hacen, aqu por defecto,Previn aproximadamente =63(EMI ASD 3029, en LP, o CDM 769564 2, en CD, grabacin de 1974),Bernsiein en su primera lectura (CBSS 72730, LP, de 1968), Sanderling(ETERNA 827 437, LP, de 1979) oBoult (EVEREST 1007, LP, de 1958),todos en torno a J1 =60/63, con la mis-ma duracin del Largo de apertura pa-ra Bernstein y Sanderling (18'55); todolo cual no es bice para que todas lasciladas constituyan notabilsimas pro-puestas de la obra. Caso aparte es lams reciente interpretacin de Bernsteinen Viena (DG 419 771-2GH, CD, de1987), que baja el metrnomo hastaJ"1 = 52, una propuesta de lentitud unautntico Largo, eso s que dinami-ta todas las indicaciones del composi-tor al respecto. Por ello es acaso mssignificativo constatar la fidelidad a lascifras de las dos versiones histricasde la obra, Stokowski en 1940 con laOrquesta de Filadelfia, de nuevo pri-micia mundial para el disco (RCA VC-

    TOR 18391/5, en 78 rprn.) y Reineren 1945 con la Sinfnica de Pitt-

    sburgh (COLUMB1A LX 998/1002, en78 rpm.).

    Durante las sesiones de grabacin dela .Sacia Sinfona, Kondrashin y sus ins-trumentistas secundaron a David Ois-trakh en el registro primeragrabacin del Segundo Condeno pa-ra violi'n, que solista y director habanestrenado en el mismo 67 me refieroa la audicin del 13 de septiembre enel Bolshoi, no al estreno oficial del 26de octubre en el Conservatorio; la gra-bacin se realiz entre ambas interpre-taciones pblicas, y tras ello seprodujo un silencio fonogrfico de ca-si cinco aos. Es obvio que Kondras-hin no dej, entre inedias, deinterpretar la msica del compositor,pero resulta significativa esta pausa ds-cogrfica, tras lustro y medio de pro-ducciones continuadas para el medio,que incluan ya seis Sinfonas, una can-tata (Stepan Razin), dos Conciertosviolinsticos (el Segundo ya citado, y elPrimero con Kogan) y algunas msicasincidentales. La nueva tanda de graba-ciones, del 72 al 75, comprende nueveSinfonas, y se inicia en un fructfero1972 con el registro de tres de las com-posiciones, las Sinfonas Segunda, Ter-cera y Duodcima; es decir, las trespiezas del ciclo ms didcticamente re-volucionarias, con sus expresivos ape-llidos, Octubre, Primero de Mayoy 1917. En el caso de las dos Sinfo-nas con coro conclusivo, nos hallamosante excelentes versiones de ambas p-ginas, bien reprsenla ti vas del Shosta-kovich juvenil tena 21 y 23 aos alredactar las partituras, ligeramentesnob, modernista a ultranza, influidopor ismos tan plurilinges como el le-ninismo, el futurismo o el maquinismo.Al margen del valor propio de estasmsicas superior el de la Segunda,ms organizada que la imaginativamen-te prdiga Tercera, Kondrashin op-ta por un estilo directo, cmplice conel mundo de este Shostakovich sin cor-tapisas, de direccin vivaz y enrgica enlas dos obras. Dejando a un lado la vi-brante versin de Ladislav Sivak grabada en el mismo 1972 (SU-PRAPHON SUAST 50958, LP), lanica alternativa moderna a lalabor de Kondrashin es el registro de1981 del integral Haitink (DECCA 421131-2DH, CD), superior en toma de so-nido al sovitico (admirable trabajo delingeniero britnico Coln Moorfoot),pero no tan valioso en ese panianosoconcepto denominado idiomalismo;el problema es simple: Haitink ha ma-nifestado, privada y pblicamente, que

    deresta estas dos obras, y que las gra-b con la exclusiva finalidad de com-pletar su ciclo fonogrfico, lo cual noes obstculo para que su lectura sea bri-llante y amena, pero poco ms. Serbueno no olvidar y pedir la resurrec-cin de este trabajo pionero el pri-mer registro realizado en Occidente deestas obras, el de Morton Gould con laRoyal Philharmonic (RCA LSC 3044,LP, hoy prcticamente ilocaltzable),efectuado en estudio cuatro aos antesque el de Kondrashin, en 1968, y cuyafuerza y frescura no se han deteriora-do en estos veinte aos. Recordatoriotambin para otro dato curioso: el pri-mer intrprete occidental de la Sinfo-na Octubre fue un cierto ColinDavis, que dio a conocer la pieza conla Sinfnica de la BBC y su coro una previa interpretacin londinensehaba omitido tal secuencia fina! de lapartitura, en concierto transmitido,en su da, por Radio Nacional.

    Una patata caliente

    Jln cuanto a la Sinfona 1917, laleclura de Kondrashin resulta tcnica-mente impecable, pero no del todo con-vincente sobre la bondad sobreenten-dida de esta pgina, una de las menosvaloradas del ciclo sinfnico de Shos-takovich. La audicin procura, en mu-chos momentos, la impresin de queKondrashin ha tratado de despachar lapatata caliente de la Duodcima contanta rapidez como esmero, impresinde la que tambin participa el registrod Mravinsky de 1968 (editado en 1974entre nosotros por HISPAVOX,HMES 60-75, LP). Y aqu el cron-metro vuelve a dar paralelismos mgi-cos, porque los 36'55 de Mravinsky seemparejan con los 36'53 de Kondras-hin. Todava hoy, el posteriormentedesaparecido para el disco descono-cido Ogan Durjan, con su registro de1970 en la Gewandhaus de Leipzig-^2'46 de minutaje (PHILIPS 65 00277, LP, descatalogado), representa laalternativa ms convincente para estacomposicin.

    1973 supuso la grabacin de tres nue-vas pginas, las Sinfonas Primera, D-cima y Undcima, En el caso de laSinfona Op, 10 nos hallamos ante unade las mejores traducciones de esta sor-prendente pgina juvenil compuestaa los 19 aos, dentro de un panora-ma fonogrfico inusitadamente rico; lalectura de Kondrashin, comprensible-mente superior a la grabacin que elmismo maestro firmara en 1951 con suOrquesta del Teatro Bolshoi el pri-

    98 Scheizo

  • estudio -

    mer trabajo de Kondrashin para el dis-co en una obra de Shostakovich (ME-LODA 020617/24, transferido a LPpor Chant du Monde, editado este l-timo en Espaa por HISPAVOX, HC40-19, en 1960), presenta un trabajode claridad rigurosa y contagiosa vita-lidad: la misma grabacin, de calidadms que notable, pone de relieve la cui-dada atencin de Kondrashin a las di-nmicas de la partitura y el detalladojuego de las voces instrumentales (porejemplo, el matizado contraste, al co-mienzo del Adagio, entre oboe, do deflautas, trio de trompas y violonchelosolista). La elevada competencia inter-nacional no es obstculo para conferira este registro una posicin de privile-gio junto a las mejores traducciones dela pieza: Stokows-ki (Filadelfia,1936, RCA DB3847/51 S, vertidoa LP como LM192; o Sinfnicadel Aire, 1959,UAS 8004), Rod-zinski (Cleveland,1941, CBS ML4101,enLP),Tos-canini (Sinfnicade la NBC, 1944,RCA 5289-68, enLP), Markevitch(Orquesta Nacio-nal de la Radio deFrancia, 1954,EM1 LALP 303,LP en edicin es-paola), Ormandy(Filadelfia, 1959,CBS 72081, LP),Ancerl (Filarm-nica Checa, 1963,SUPRAPHON50576 F, LP),Martinon (Sinf-nica de Londres,1964, RCA VICS 1184, LP), Bernstein(Filarmnica de Nueva York, 1971,CBS 73 050, LP), y, entre las ms re-cientes, Rozhdestvensky (JVCVDC-1013, en CD) y Jrvi (CHANDOS CHAN 8411, CD), grabadas, res-pectivamente, en 1983 y 1984. No esmenor el valor artstico de la DcimaSinfona, que Kondrashin grab unosmeses despus de su admirable interpre-tacin de la obra en Madrid, al frentede la Orquesta Nacional (octubre de1972), pero aqu la toma de sonido buena en conjunto, pero carente de laclaridad de la pgina que se acaba decomentar juega en contra del noto-rio hacer del artista: lneas y voces delcomplejo segundo movimiento una

    de las pginas ms brutales del autoren materia orquestal, o del Finale,quedan tapadas o apenas dibujadas enun trazo sonoro que presta gran aten-cin a contornos graves y agudos, pe-ro que descuida los tonos medios delpentagrama, defecto este que, en fun-cin de lo escuchado en Madrid, no ca-be atribuir a Kondrashin directamente,ms bien a su ingeniero de sonido. Mra-vinsky (Leningrado, 1954, MELODA1313, LP, con edicin espaola a car-go de HISPAVOX, HC 4006), Mitro-poulos (Filarmnica de Nueva York,1954, CBS ABL 3052), Konwitschny(Gewandhaus, 1955, ETERNA,720006/7), Svetlanov (Orquesta Sinf-nica del Estado de la URSS, 1965, EMIASD 2420), Ormandy (Filadelfia, 1966,

    CBS M 30295) o Karajan (Filarmni-ca de Berln, 1968, DG 139 020), todosen LP, constituyen alternativas magni-ficas en esta pgina capital dentro delinventario creativo de Shostakovich;en producciones ms recientes, y den-tro del reino del compacto, Sanderling(Sinfnica de Berln, 1982, DS 32 TC83), Rozhdestvensky (Sinfnica del Mi-nisterio de Cultura de la URSS, 1983,OLYMP1A OCD 131) y Jrvi (Orques-ta Nacional Escocesa, 1988, CHAN-DOS 8630) se erigen en versiones dereferencia, con mencin especial a laclaridad milagrosa del registro de Rozh-destvensky y a la concentracin impo-nente del discurso de Sanderling.

    La Sinfona n. " II 905, termina-

    da en 1957, una de las pginas ms ex-traordinarias del ciclo sinfnico deShostakovich, directa, abierta en suprograma y, a la vez, intensamentecrptica su narracin interior admitems de una lectura, recibi, en la lec-tura de Kondrashin de ese 1973, una in-terpretacin ms eficaz que inspirada.La grabacin no es un modelo de cla-ridad, pero, en este caso, tampoco eltratamiento de Kondrashin, ms querpido vertiginoso en ciertos pasajes dela pieza, ayuda especialmente a la con-secucin de lo difano. Recuerdo que,en su da, este registro sorprendi porser el primero que se present en un so-lo LP, y no en 2, como haba sido nor-ma en las primeras grabaciones de laobra (Cluytens, Stokowski): el dato de-

    ja de ser motivo desorpresa cuando secomparan los53*53" de la ver-sin con, porejemplo, los62'65" de Sto-kowski, compara-cin que se disparaan ms entre los65'09 de Rozhdest-vensky; ciertamen-te, la inobservan-cia del metrnomode Shostakovichen la seccin cen-tral del segundomov imien to ,Nueve de enero,que es de d = 108I y que Kondrashinrebaja hasta =120), pro-voca una precipi-tacin de lavelocidad escasa-mente justificable.En este mismo pa-saje, la observan-

    cia estricta que Rozhdestvensky hace dela acotacin metronmca del autor ge-nera una dimensin nueva, casi revo-lucionara, en la secuencia, de por ssorprendente. Esta interpretacin (JVCVDC 540, en CD, de 1983), la visiona-ria de Stokowski (grabada en 1958 ytransferida a CD, EMI CDC-7 474192) y la contenida lectura de Berglund(1980, EMI 7477 908, tambin pasadaa CD) dominaran la discografa de es-ta inquietante composicin.

    Una culminacin

    l ao 1974 acerca a Kondrashin a laculminacin de la serie: en l graba

    Scherzo 99

  • studlo-

    nuestro artista las dos Sinfonas quehan seguido a la Decimotercera, que elpropio Kondrashin diera a conocer, co-mo bien sabemos; estas obras son lasSinfonas n. 14 (de 1969) y n. " 15 (de1971). La hondsima Sinfona Op. 15,mussorgskyana meditacin sobre lamuerte, recibe una traduccin cuidado-sa, magnifica en ciertos aspectos voca-les (Yevgueni Nesterenko comoimpresionante protagonista masculino),timbricamente restallante, que se bene-ficia, adems, de una estupenda colum-na sonora. No obstante, este slidotrabajo como los de Haitink, Bern-stein, Ormandy. Barshai, Turlovsky oRozhdestvensky palidecen ante laasombrosa interpretacin grabada porRostropovich, poco antes de su salidade Rusia, con los solistas del estreno,Vishnevskaia y Reshetin (1973, MELO-DIA/Chant du Monde LDX 78 554,LP), uno de esos registros que justifi-can la existencia y la necesidad del dis-co como medio agitacin/creacincultural y humanista. En la ltima p-gina de la serie, el Op. 141, Kondras-hin vuelve a plantear una excelentepropuesta interpretativa de esta extra-a, nostlgica, ambivalente y hermos-sima partitura: esplndida ejecucinorquestal, buena toma de sonido y bi-zarra concepcin de este ejercicio crea-cional del compositor amigo. Acasouna cierta rapidez de nuevo! seael nico reparo achacable a la lectura,que, comparada con la de Sanderling,anota 8 minutos menos... aunque elgran maestro germano adopta, a suvez, tempi extremadamente delibera-dos, sobre todo en el Finale. El citadoregistro de ETERNA (8 27 192, LP de1978), los dos de Mravinsky (LP de1972, VCTOR japonesa VIC-28053, >CD de 1978, JVC VDC-1007), el deHaitink (de 1978, pasado a CD, DECCA 417581-2) y el de Rozhdestvensk>(CD de 1983. JVC VDC-528) comple-taran un extraordinario sexteto de in-tepretaciones de la obra.

    En fin, la Sinfona Leningrado en1975, como clausura de una seeraaventura fonogrfica, presentara do-lunares dignos de mencin en el con-texto de un trabajo globalmente impor-tante: la grabacin en s, feble engraves, extraamente imprecisa para lapoca, y el innecesario acce/erando pro-gresivo de Kondrashin en la famosamarcha del movimiento inicial, una li-cencia que ya se permita Toscanini ensu pionero registro de 1942 (RCA OCT34359-2, transferido a LPs) y de la quetomaron buena nota Bernstein (CBS,1962, LPs) y hasta Celibidache (en suregistro de 1952 con la Filarmnica de

    Berln, URANIA 601, LPs), aunque noSteinberg (1950, MUSICRAFT1168-83) ni Mravinsky (1952, MELO-DA 01380). Vclav Neumann seria lamejor opcin es te reo fnica no digital(1975, SUPRAPHON 1 10 1771/2,LPs), y Rozhdestvensky la mejor delapartado digital (OLYMP1A OCD 118,1984), con Jrvi en cercana competen-cia (CHANDOS CHAN 8623, 1988),aunque Berglund felizmente pasado

    a CD (EM1 747 6512) sera, an hoy,el exponente del mximo rigor con lapartitura.

    Ahora bien, e! viaje completo deKondrashin es una invitacin que me-rece repasarse con afecto y respeto, y,caso de no ser conocida, debe ser acep-tada con confianza. Nuestro viejo ami-go ruso no va a defraudar a nadie.

    Jos Luis Prez de Areaga

    SHOSTAKOVITCH, Dmilri (1906-1975): Las quince SinfonasArthur Eisen. bajo /Sin/. ISt; Vevgticnia Tselovalmk. soprano; Yevgueni Nesterenko, bajo fSinf. 14);Coro de la Repblica Ruja, liir.: Ale*anili.-r Vourlov ISmf. 2. 3 y !3t. Orquesta Filarmnica de Mosc,dir.: Kirill Kondrashin.

    LE CHANT DU MONDE LDC 278 1001 / 0 (5 lbumes de 2 CD, importados por Harmo-na Mundi Ibrica)Grabacin, edicin y soporte: AAD.Distribucin v mi nutacin: Vol. I (LDC 278 1001/02), 136*10 (Sinf. I -32'0O, Sinf.2 17'50 y Sinf. 3 26'18, en CD I. Total: 76'00; Sinf. 4 60'LO en CD II. Total:60'10); Vol. 11 (LDC 278 1003/04), I37'O6 (Sinf. 5 39 '38 - y Sinf. 6 26'23 en CD1. Total: e^Ol;.Sin/. 7 7CO5 en CD 11. Total: 71'05); Vol. 111 (LDC 278 1005/06),129'3I (Sinf. S 56'33 en CD 1. Total: 56"33; Sinf. 9 ~24 - 0 l y Sinf. 10 48'57en CD II. Total: 72'58); Vol. IV (LDC 27R 1007/08). I44'44 (Sinf- II 53'53 y Sinf.12, primera parte 23'29 en CD I. Toral: 72'22; Sinf. 12, segunda pane 13'24 ySinf 13 53154 en CD 11. Total: 67'IS) (Duracin completa de la Sinf. 12: 36'53); Vol.V (LDC 278 1009/10), 89M3 (Sinf. 14 48'47 en CD 1. Total: 48'48; Sinf. 15 40'25en CD 11. Total: 40*25). Duracin completa del ciclo: 636'44" (10 horas, 36 minutos, 44 se-gundos).Fechas de grabacin: l%i /Sinf. 8). marzo de 1962 (Sinf. 4), julio de 1964 (Sinf. 5), marzode 1965 (Sinf. 9), 1967 (Sinf. 13), septiembre de 1967 (Sinf. 67. 1972 (Sinf. 2, 3 y 12), 1973(Sinf 10 y !!}. diciembre de 1973 (Sinf. I). mayo de 1974 (Sinf. 15). junio de 1974 (Sinf.14). 1975 (Sinf. 7).Lugar de grabacin: Mosc, sin especificacin de sala o estudio.Produclor: No se indica.Ingeniero de sonido: Alexander Grosman (Sinf- 2. 6. 8, 9 y 131, Igor Veprinzev (Sinf. 51,Vassili Antonenko (Sinf. 1), Per Kondrashin (Sinf. 3, 7, 10, 14 y 15), Nathan Stiiman(Sinf. 4. Yuri Kojkaian (Sinf. 11), Eduard Shakhnazarian (Sinf. 12).Presentacin literaria: Libreto de 94 pgs., en francs e ingls, incluido en todos los vol-menes, con comentarios muy al da de Fierre E. Barbier y traduccin, en los dos idio-mas indicados, de los textos caniados, sin transcripcin del original ruso.Tonalidades, nmeros de opus, subttulos, ediciones:

    Sinf. I: Fa menor. Op. 10 (1924-25).Sinf. 2: Si mayor, Op. 14 Octubre) (1927).Sinf 3: Mi bemol menor, Op. 20 Primero de mayo (1929).Sinf. 4: Do menor, Op. 43 (1935-36) (Primera versin revisada, 1962).Sinf. 5: Re menor, Op. 47 (1937).Sinf. 6: Si menor, Op. 54 (1939).Sinf. 7: Do mayor, Op. 60 A la ciudad de Leningrado (1941).Sinf. 8: Do menor, Op. 65 (1943).Sinf. 9: Mi bemol mayor, Op. 70 (1945).Sinf. 10: Mi menor, p. 93 (1953).Sinf. 11: Sol menor, Op. 103 1905 (1957).Sinf. 12: Re menor, Op. 112 1917 (I961|.Sinf. l: Si bemol menor, Op. 113 Babi-Yar (19621.Sinf. 14: Op. 165 (1969).Sinf. 15: La mayor, Op. 14L (1971).

    Cumplimento: Para lo* adquirenles de la edicin integra se incluye la edicin francesa,198S. del catlogo (74 pgs.) de la obra de Shostakovich, realizado por Malcoim Mac Do-nald para Boosey & Hawkcs, Londres, en 1977, en su versin revisada de 1985 edicincorregida y ampliada para la misma firma editorial, con traduccin francesa de AndrLischke.Otras cam'lersticas: Bandas o Index de los CDs: Una banda por movimiento encada Sinfona, sin ndex.

    Edicin previa en Espaa: HISPAVOX. 1978, cuatro cajas de 3 LPs cada una. Calidad tcnica de la edicin: Variable, con excelente plasmacin sonora en varias

    dlas interpretaciones ms antiguas (Sinf. 8 1961 , Sinf. 4-1962, Sinf. 91965o Sinf. 13 1967)y falla de claridad en algunas de las ms modernas (Sinf. lOaSinf. 7);en conjunto, buena definicin (imbrica, acMica de reverberacin mediana, amplia gamadinmica con cieas carencias en graves (Sinf. 5)-~ y lgica audibilidad de ligero sopli-do tolerable en las grabaciones menos recientes.

    100 Scherzo