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1 Las villas olvidadas PRIMERA PARTE Las villas La frontera, los primeros campesinos, las villas, apogeo y declinación

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Las villas olvidadas

PRIMERA PARTE

Las villas

La frontera, los primeros campesinos,las villas, apogeo y declinación

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Las villas olvidadas

El siglo XVII

La frontera y los primeros campesinos(1600-1699)

La organización del territorio

Desde la conquista española, y por los siguientes tres siglos, el territorio deChile estuvo dividido administrativamente en forma similar a la divisióneclesiástica. De este modo, el país contaba con dos obispados: el de Santiago yel de Concepción. Este último limitaba por el norte con el río Maule, al surcon el cabo de Hornos, al este con la cordillera de Los Andes y al oeste con elocéano Pacífico. Los obispados se dividían en corregimientos, equivalentes a lasactuales provincias; así, a fines del siglo XVII, el obispado de Concepcióntenía seis corregimientos: La Concepción, Cauquenes, Chillán, Itata, Puchacayy Estancia del Rey (Rere). Por otro lado, el cabildo de Concepción, como laciudad más antigua e importante, era la capital del obispado, residencia delos gobernadores y organismo relacionador de los corregimientos. Estaba acargo de un corregidor designado por el gobernador capitán general, por fa-cultad del rey y a quien representaba. Él era el responsable militar, poseíafacultades legislativas y actuaba como juez de primera instancia, duraba en

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otra será la actividad guerrera. Militares y estancieros serán los prototipossobre los cuales gire el poder en el obispado de Concepción.

Puerto de Concepción (Alonso de Ovalle 1646).

El concepto de frontera

Mucho discuten los historiadores respecto al concepto de frontera2 y para lahistoriadora chilena (y penquista) Patricia Cerda-Hegerl3 las fronteras de laAmérica española nunca fueron tierras libres, sino territorios legalmente per-tenecientes al imperio español desde el siglo XVI. Sin embargo, estos territo-rios estaban ocupados por poblaciones indígenas con distintas resolucionespara defender lo suyo. En Chile, a la corona española le tomó siglos incorpo-rar los territorios indígenas a su imperio (proceso recién terminado en larepública en 1883 y por la fuerza de las armas). Estas distintas fronteras enHispanoamérica fueron experiencias de los siglos coloniales (XVI, XVII yXVIII). Los mapuches y pehuenches, que habitaban desde el río Maule, sereplegaron hasta el río Biobío, lo que generó una nueva frontera en el conosur. Para abordarla, los españoles usaron su experiencia de ocho siglos deenfrentamientos con los moros en la propia España. Usaron misioneros, pio-

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El siglo XVIII

Las villas y la agricultura(1700-1799)

Las primeras villas

El alzamiento de los mapuches arrasó, entre 1598 y 1602, siete ciudades enel sur de Chile; por lo que los únicos poblados sobrevivientes fueron La Sere-na, Santiago, Valparaíso, Chillán, Concepción y Castro. Esto significó que lapoblación se ruralizara más, así la enorme mayoría de la gente vivía en loscampos, por lo que las autoridades coloniales trataron de crear nuevas villaspara concentrar a la población1. Durante el gobierno de Juan Henríquez yJosé de Garró, Tomás Marín de Poveda intentó fundar Talca pero fracasópor falta de recursos y por el desinterés de la población por instalarse en lanueva ciudad propuesta. Se pretendía llevar a los habitantes rurales a villaspara aumentar la evangelización, la administración de justicia y separarlosdel ocio según un obispo de la época. Quillota fue otro proyecto fracasado,por lo que la idea de nuevas villas se descartó por un tiempo.

Cuando llegó al poder José Manso de Velasco la situación cambió fuerte-mente. Apenas firma la paz con los mapuches en el tratado de Tapihue, orde-na en 1739 fundar Los Ángeles en la Isla de la Laxa, para proteger la fronte-ra con los indígenas, por lo que adquiere un marcado acento militar2. Poste-riormente Manso de Velasco funda San Felipe en 1740, Cauquenes, Talca ySan Fernando en 1742, Rancagua y Curicó en 1743 y Copiapó en 1745.

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Domingo Ortiz de Rozas mejoró las edificaciones locales y les dio el título deBuena Esperanza de Rozas, pero ésta no fue muy próspera. En un informedice el gobernador31:

...entre los varios puntos que se trataron en Junta de Poblaciones... fue uno deladelantamiento y perfección de la villa erigida en tiempos de mi gobierno con elnombre de Buena Esperanza de Rozas que voluntariamente le dieron sus habitan-tes. Tuvo principios por el mes de octubre de 1750 a representación de don JuanFrancisco de Altamirano, su corregidor... que reconviniese a todos los que se habíanobligado a asimentarse en la villa, a los demás del partido para que formasen suscasas en forma regular en los solares que rescatasen después de la plaza, casas deCabildo, cárceles y algunos que convenía reservar para propios...

La villa de San Luis de Gonzaga de Rere

En general las villas de la frontera se le-vantaron con gente pobre, sin embargo elcorregidor de Rere, Juan FranciscoVelásquez de Altamirano, cuando gestio-na la fundación de San Luis Gonzaga en1750, presenta una situación diferente.Hace ver al entonces gobernador Ortiz deRozas que los interesados en dicha villason gente de ...notoria distinción y conocidaconveniencia; y que ninguno solicita tierraporque son todos hacendados en los términosde esta jurisdicción32.

Quince años después, al formalizarse lafundación, se reitera la solvencia de losvecinos, los que viven en casa de teja, peroesta vez sí solicitan tierras, privilegios y ayuda económica33,34. El 4 de octubrede 1765 el gobernador de Chile, Guill y Gonzaga, ordenó una nueva funda-ción, en el mismo sitio de la antigua población llamada de Buena Esperanza,dándole el nombre oficial de San Luis de Gonzaga de Rere35. El gobernadorManuel Amat y Junyent, en su obra escrita en el siglo XVIII, describe condetalle la nueva fundación de la siguiente manera:

La villa está emplazada en una quebrada, que por uno y otro contorno tienelomas baxas. Su contorno y distrito es de lomas limpias y por eso abundan en

Casas de teja en el obispado

de Concepción.

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El fuerte de Hualqui

En el antiguo pueblo mapuche de Hualqui se localizó un fuerte español,generándose un desplazamiento de los asentamientos indígenas allí existen-tes. El fuerte fue construido por García Hurtado de Mendoza en 1557 y semantuvo activo por 20 años, hasta su destrucción. El fuerte se ubicó en los36º 57’38’’ latitud sur y los 72º 17’40’’ longitud oeste, en la margen nortedel río Biobío, en una pequeña vega rodeada de altas montañas. El objetivofue la defensa de la ruta ribereña, la defensa de los colonos y como atalaya delrío. El tiempo había trascurrido y el fuerte se vio rodeado de construccionesde las familias de los soldados. Por esas épocas de estableció en la localidaduna parroquia y en 1650 Diego Clavero era cura de Hualqui, lo que confirmala existencia de un poblamiento estable, ya a mediados del siglo XVII39.

Ocupación de Hualqui

La colonización de Hualqui fue un proceso de desplazamiento de la poblaciónindígena. En 1667 la Real Audiencia conoció el litigio de Alonso de Puga yNovoa con Antonia de Cisterna y Lorenza Villanueva Saveral, por la pose-sión de los indios del pueblo de Hualqui. En 1670 el capitán Fernando del

Pozo y Silva presentó un memorial al gobernador del reino, Juan Henríquez,para obtener una encomienda de tierras en Hualqui40. Al año siguiente seremató la encomienda de indios de los pueblos de Hualqui, Petaco y Quilacoyaen favor del capitán Pedro Luis de Ulloa, declarada vaca (no ocupada) por no

Ubicación dela villa de San Juan

Bautista de Hualqui.

Detalle de un mapa.

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taba o purificaba el mal. Exorcista del kalku, era respetada y ocupaba unaimportante posición social en la comunidad. Pero muchos autores adviertenque la machi, coherente con la cosmovisión mapuche, puede convertirse enkalku, pero nunca confundiendo los roles114,115.

El chonchón

Un wekufü potente para los mapuches erael chonchón o tuetué, la cabeza de un kalkuque volaba en medio de la noche usandosus orejas enormes como alas. Espírituerrante de un brujo, que desprende su ca-beza y la hace volar buscando a su víctimapara causarle daño. Los espirituados espa-ñoles se protegieron, por siglos, santiguán-dose y manteniendo a mano una biblia. Loschonchones eran aves rapaces como el concón(Strix rufipes) o el nuco (Asio flammeus). Mi-guel de Olivares116 lo describe: El pasar deun pájaro grande por cima de su casa es que vie-ne a flecharlo algún brujo. El chonchón y el nucoson aves como lechuzas, en figura y color, que abo-rrecen la luz, cantan de noche y nunca habitan en poblados... los indios tienen en ellosvarias quimeras supersticiosas.

La botica mapuche

La piedra bezoar era pieza clave en la medicina indígena que adoptaron losespañoles e incluso fue enviada a Madrid para el uso real. La mentada piedraera un cálculo vegetal de los guanacos (Lama guanicoe) empleada para com-batir muchos males y brujerías, incluso para alegrar el corazón117. Ovalle118

lanza la receta: ...en algún achaque de apretura y ansia del corazón, o con algunapasión o melancolía, hace más efecto raspar la piedra poco y beber los polvos...

Rosales, entre una larga lista de hierbas y sus usos, menciona el chamicocomo gran narcótico, que incluso los delincuentes mascaban como semillapara no sentir los tormentos del patíbulo y así se quedan dormidos riendo y semueren sin agonía ninguna. También se admira de la pichoas (o pichoga) yerba

Concón. Strix rufipes. Dibujo de J. Ruiz.

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Mejorar los caminos

En el año 1786 se crea la intendencia de Concepcióny Ambrosio O’Higgins asume el alto cargo. El 26de junio prestó juramento de estilo, ante los al-caldes ordinarios de Concepción y dos mesesmás tarde, el 26 de agosto inició sus funcionesadministrativas, convocando a un cabildoabierto. Allí expuso que era objetivo principalpara el rey abrir y conservar caminos. En con-secuencia propuso mejorar el camino del nor-te, desde la ciudad de Concepción hasta la deChillán, y los que conducían a la villa de Hual-qui y al puerto de Talcahuano151. Argumentóque esto daría posibilidades al comercio y altransporte de víveres. Veinte años más tarde, elalcalde provincial de Concepción Luis de la Cruzy Goyeneche realizó un penoso viaje por la víade Antuco para explorar la posibilidad de abrir un camino que uniera Con-cepción con Buenos Aires. Casi doscientos años han pasado y aún no se cum-ple su sueño.

Agua del Obispo, cerca de Hualqui. Pintado por Dumont D’Urville y editado en París en 1842.

Ambrosio O’Higgins

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El siglo XIX

Esplendor y olvido(1800-1899)

División administrativa a principios de siglo

Hacia 1808 los partidos de la intendencia de Concepción sumaban ocho (véasela siguiente tabla). Con los albores de la independencia, el 23 de septiembrede 1811 se creó la tercera intendencia de Coquimbo, y se dispuso que lossubdelegados sean elegidos en cabildos abiertos. La constitución de 1822,aprobada el 23 de octubre, dividió el país en seis departamentos (los anti-guos partidos) y éstos a su vez estaban divididos en distritos (las antiguasdiputaciones).

Partido Cabecera (capital)___________________________________ ______________Isla de Maule LinaresCauquenes San José de TutuménChillán San BartoloméItata Jesús de CoelemuRere San Luis Gonzaga (actual Rere)Isla de Laja Los ÁngelesPuchacay San Juan Bautista de HualquiConcepción Concepción

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La vida penquista del 30

En la década del 30 Concepción con-taba con 10.000 habitantes, en lo quehoy se conoce como el centro. Las ca-lles Maipú, Los Carrera, Heras noexistían. Los alrededores tenían mu-chos pajonales y lagunas. Según Lara(1886) la ciudad era lánguida y som-bría, surcada sólo por carretas y porel único coche, el célebre virloche deOnofre Olivaque, constructor delmolino de Puchacay, que cuando en-traba a la ciudad era un aconteci-miento local. Todo el mundo se aso-maba a mirar su rodar. Los pasa-tiempos eran las riñas de gallos, lostíteres, encumbrar volantines, las ca-rreras de caballos y alguno que otrobaile. El piano no se conocía, pese aque los primeros llegaron a Santia-go en 1792.

Dos ingleses avecindados enTalcahuano invitaron, un buen día,a doña Cruz Benavente a tomar onces,y le sirvieron un extraño brebaje entaza y de color intenso, así doña Cruzfue la primera penquista en probarel té. Futuro vicio nacional.

El comercio era lento. Lamedia docena de tiendas demala muerte languidecían consus tenderos que tomaban el sol

De arriba a abajo: Talcahuano por1839. De Petit. Biblioteca Universidad de

Los Andes, Santiago de Chile. Tenderos.Alphonse Giast. Universidad de Chile.

Escenas de una feria en 1821.Schmidtmeyer Peter. J. Carter Brown Library.

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El terremoto del 35

En 1835 un fuerte terremoto asoló Puchacay y Concepción. El periódico ElAraucano, en su número 236 del 21 de febrero de 1835 informa:

Ayer como a las once y media del día ha experimentado esta villa (Florida)y su territorio en que se comprende también la villa de Hualqui, su total extermi-nio causado por un funesto y terrible terremoto, que poniendo en movimiento, alparecer toda la máquina terrestre e impulsándola con una vehemencia nunca vista,ha derribado y hechado por tierra no sólo esta y la de Hualqui sus cárceles ytemplos, sino también las casas de campo de los hacendados, escapando sólo las queeran techadas de paja que aunque maltratadas aún se mantienen en pie.

Las víctimas fatales, por la hora, pareciera que no fueron muchas. EnConcepción se registraron 81 muertos. La destrucción de Florida fue tal, quecomo capital administrativa hubo un decreto para trasladarla al punto deno-minado Talermo. Pero el pueblo no se movió y cuatro años después comenzóla reconstrucción. Esta vez se levantó un pueblo ordenado y con una estruc-tura que se mantiene hasta hoy.

Cuando ocurrió el terremoto, Concepción tenía 71 años de existencia en elvalle de la Mocha. A las 11 y media de la mañana del 20 de febrero de 1835el sol alumbraba clarísimo cuando se sintió un leve movimiento de tierra,luego un vaivén de tal manera que la gente no podía permanecer en pie,acompañado de un sacudimiento espantoso y de un ruido prolongado y sor-do. Los edificios se desplomaron en medio del griterío y una espesa nube depolvo cubrió la ciudad. La tierra se abría en profundas grietas, por las cualesdespedía masas de cieno y vapor, por otros brotaban arroyos de agua. Luegoestalló un voraz in-cendio y dos días des-pués sobrevino un fu-rioso temporal con co-piosas lluvias. La ca-tedral se desplomó,pese a ser nueva y enfase de terminación,además el terremotodel 24 de diciembrede 1832 también lahabía dañado50. Ruinas de Concepción después del terremoto de 1835.

Dibujo de J.C. Wickham, tripulante del barco Beagle.

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En Talcahuano el mar se recogió no menos de 12 cuadras en dirección a laisla de la Quiriquina, abalanzándose, después, sobre el puerto y llegandohasta Perales, arrojando una enorme masa de roca calculada en 25.000 ton,que cayó al lado de la boca grande. Lara en 188651 relata el parte del gober-nador de Talcahuano, enviado al intendente de Concepción:

... a las doce y media se había mostrado por boca chica arruinando la costa deTumbres un penacho de agua tan majestuoso como horroroso, el que vino destru-yendo totalmente las numerosas poblaciones de la costa y derribando los riscos quese le oponían, llegó a consumar la obra de destrucción arrancando hasta loscimientos de los edificios del oeste.

A los pocos minutos hizo el mar una retirada como de 12 cuadras dejando enseco las embarcaciones de la bahía, y arrastrando consigo los intereses de losvecinos, a la una y media un golpe de agua, con la mansedumbre de una taza deleche, inundó y terminó de destruír lo que había escapado del primer furor. Veinteminutos después, al retirarse de nuevo el mar hizo chocar a las embarcaciones yenredó sus amarras de un modo inconcebible, y a la una y media de la tarde se hizover por la boca grande de la Quiriquina una espaciosa barra de agua espumosa deprodigiosa altura que pasó por la isla Rocuan, en donde arruinó las poblaciones,ahogó también a sus pobladores y ganados y paró su furia en un lugar de losPerales.

En Talcahuano el balance fue de todos los edificios destruidos, salvo losranchos del cerro y 34 personas murieron. Quien viva o visite el actualTalcahuano deberá pensar en esto. El 27 de febrero de 2010 ocurrió de nue-vo. Los terremotos y maremotos son parte de Chile y con seguridad se repe-tirán. Lo que no sabemos es cuando y cuantos morirán. Pero que ocurrirán eslo único cierto, como cierto es que quien olvida el pasado está condenado arepetirlo.

Ruinas de Concepción en Penco, que ya había sido arrasada por un terremoto y maremoto en elsiglo anterior. Ilustración de Dumont D’Urville, quién al mando de la nave Astrolabe llega a Talcahuano en 1838.

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La declinación de Rere

Rere comenzó a decaer en lasúltimas décadas del siglo XIX.Primero se acabó el oro, luego elmal manejo del suelo llenó deenormes cárcavas y erosión sustierras, disminuyendo drástica-mente la producción de trigo yvino. Hasta tal punto se dañó elterreno que las estancias queda-ban aisladas por la rotura de loscerros en profundas quebradas.Un agricultor, heredero de esastierras, J. Andrés Muñoz Cruztrató de entregar al fisco, en la primera parte del siglo XX, extensas propie-dades completamente desconectadas por las cárcavas e imposibilitadas demovilizar la poca producción lograda. Por otro lado, el ferrocarril evadió aRere, pasó a 12 km, por el borde del río Biobío. El tiro de gracia fue la carre-tera que llegaba del sur hacia Concepción. Evitó Rere y Hualqui, pasó porCabrero y sólo benefició a Tomeco y parcialmente a Yumbel. Pero una carre-tera no habría detenido la decadencia. La destrucción del suelo y la atracciónde Concepción es la principal causa. El cinturón de pobreza de Concepción senutrió de los campesinos emigrados de Rere, Hualqui, Yumbel, Florida, en-tre otros pueblos..

Campanas de la iglesia de Rere.Fundidas con oro en 1720, actualmente simbolizan la pasada

gloria del pueblo, por algo quedó el dicho que las dos mejorescosas de Rere eran las campanas y las sobrinas del cura. Según el

viento su tañido se escuchaba hasta Hualqui.

Casona de Rere de fin del siglo XIX.