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Biografia de su vidaTRANSCRIPT
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
José Miguel
Conejo Torres,
Leiva.
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
José Miguel Conejo Torres nacido en Madrid, el 30
de abril de 1980, conocido como Leiva, es un
músico español miembro del grupo Pereza, siendo el
bajista, baterista, guitarrista y cantante, además de
letrista y compositor. Sin embargo, su primera
banda se llamó Malahierva y con ella aguantó desde
los tiernos catorce años hasta su mayoría de edad.
Cuando alguien está en una banda de rock‟n‟roll sin
haber llegado a los sweet little sixteen no es que solo
sepa lo que no quiere, es que no quiere seguir otro
camino. Leiva, ha vivido siempre en el barrio de la
Alameda de Osuna, al noroeste de Madrid. De crío
tenía decidido dedicarse al fútbol, y ahí se ganó el
mote, pues al parecer a todo dios le recordaba al
internacional brasileño Leivinha, quién vivió
momentos de gloria a mediados de los setenta como
jugador del Atlético de
Madrid. Sin embargo fue
finalmente la música quien
se llevó a este flaco gato al
agua, a la húmeda
electricidad de estrofas y
melodías, traicionando un futuro deportivo que vaya
usted a saber. En Malahierva Leiva ocupó el puesto
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
de batería, compartiendo las labores de composición
con quienes tenían las cosas más claras dentro del
grupo y defendiendo con adolescente convicción y
pasión su adorado rock de los sesenta y setenta.
La idea fija de imbuirse de rock de manera más
seria, y que dejase de ser una excusa de ocio, lleva a
Leiva a juntarse con otros dos vecinos del mismo
barrio, Rubén Pozo Prats y Tuli, y hacer un grupo
de versiones de Leño. Era 1999 y nacía Pereza. En
sus primeros pasos por los pequeños clubs de Madrid
llaman la atención del público, que vio en ellos
desvergüenza y frescura
combinadas con alma y talento…
el cascarón se rompía y Leiva
aprendía y conquistaba en un
mismo jaggeriano lengüetazo. A
cuenta de curtirse el cuero en el
circuito de garitos fueron naciendo los primeros
temas propios, que evidenciaban una deuda clara
con los glamorosos setenta, encabezados por Marc
Bolan y los Stones, sin olvidar referencias
autóctonas como Burning y Tequila, asimilados
todos ellos en una vena claramente pop que nunca
desechaba un buen riff.
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
La historia discográfica de Pereza empieza en el
2001 con un primer disco, Pereza, al que seguiría
al año siguiente, ya reconvertidos en dúo, Algo para
cantar, donde Leiva comienza a darle filo a su
cuchillo compositor (el primer aviso fue “Pienso en
aquella tarde”). El salto de trampolín de Pereza se
produciría con Animales (05) y el pelotazo en listas
que supusieron composiciones de Leiva como
“Princesas” y “Todo”, el trabajo, que sobrepasó con
creces el Disco de Oro, les colocó en la órbita de los
grandes del panorama pop español, como quedaría
corroborado en Amigos de los Animales (06) donde
cantan sus temas con gente como Amaral, Deluxe,
Quique González, Enrique Bumbury, Carlos Tarque,
Christina Rossenvigne o Coque Malla.
Después llegarían dos discos con los que seguir
haciendo surf en la cresta de la ola: Aproximaciones
(07) conquistó diales y corazones con tal eficiencia
que llenaron Las Ventas y llegaron al Disco de
Platino, buena parte de la culpa la tuvieron singles
de Leiva tan deslumbrantes como “Estrella polar”.
En el disco por cierto colaboró el ex Rolling Stone,
Mick Taylor, que aportó su sabia telecaster en las
canciones “Superhermanas” y “Grupis”. Aviones
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
(09) supuso la confirmación de Pereza como un
valor seguro y de Leiva como personalísimo creador
de canciones (su “Lady Madrid” fue la diana del
disco, aunque poso fuerte dejaron también otras
suyas como “Amelie” o “Llévame al balie”) con un
claro concepto de rock vibrante y emocional que
mira al futuro sin dejar de mamar de la teta del
pasado. El propio dúo fue el encargado de encarar
la producción de estos dos trabajos, descubriéndose
en Leiva la faceta de un músico trabajador y
perfeccionista ante los mandos, que tiene muy claro
el sonido y la textura que busca para expresar su
música.
Paralelo al olímpico ascenso de Pereza en el
territorio español se desarrolla su proyección
internacional, que empieza en Argentina donde
realizan varias giras y cuyo broche de oro podría
ubicarse en la actuación que Pereza ofrece junto a
Joaquín Sabina en el mítico Estadio de la
Bombonera de Buenos Aires. A estas alturas del
partido Pereza son reclamados una y otra vez para
colaborar, bien en el estudio, bien sobre las tablas,
con músicos de la talla de Andrés Calamaro, Miguel
Ríos, Loquillo, Fito Páez o Jaime Urrutia, haciendo
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
realidad sueños que se tornan en actos de natural
compadreo.
Por su parte Leiva le coge gusto a las labores del
estudio, lo cual le llevará a dirigir la producción de
los dos discos publicados por Sidecars. Tampoco deja
de lado la batería, mucho más que un pasional
divertimento de un músico completo, pues todas las
baterías de Pereza en los discos las graba él, y
forma junto a Xoel López la banda de versiones One
Hit Wonders e incluso acompaña en algunas
canciones de estudio como baterista a su admirado
Ariel Rot. Recientemente está participando en otro
combo de covers, la mega banda Hot Legs (junto a
Carlos Tarque, Rubén Pozo y Sara La Rubia).
También cultiva la composición para otros artistas,
creando canciones para Iván Ferreiro, Quique
González (con él montará el proyecto Autopista, del
que tendremos noticias pronto) e incluso para el
incombustible Joaquín Sabina, para quién compone,
arregla, canta y produce un par de temas de su
disco Vinagre y rosas (2009) (su canción “Tiramisú
de limón” fue elegida como primer single del disco
por el propio Sabina). Además, para el musical Más
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
de 100 mentiras, basado en la obra del genio de
Úbeda, Leiva arregla y produce otros dos temas.
Otro affaire interésate resulta el perpetrado junto el
escritor Benjamín Prado, para quién música poemas
en enjundiosas veladas de spoken-words que se
realizan siempre que una bonita ocasión se presenta.
El cine también le reclama como compositor y en el
2010 el director Achero Mañas
le encarga la banda sonora de
Todo lo que tú quieras, un paso
nuevo en el proceso creativo del
incombustible y todoterreno
músico madrileño.
En Diciembre de 2010 Pereza
despidió su gira Aviones con un
reventón en el Pabellón de Deportes del Madrid.
Tras unos meses de descanso, Leiva y Rubén hicieron
pública la noticia de que su siguiente paso sería un
disco en solitario cada uno, pero sin separar Pereza
ni renunciar a dar algún concierto especial. Dicho
plan culmina por parte de Leiva con la edición de
Diciembre (2012), lógica y mágica evolución de
todo lo aprendido en Aviones, que continúa la senda
de investigación y buceo por el timbre setentero del
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.
muro de guitarras de doce cuerdas y los sólidos
arreglos de viento. En el proceso creativo de
Diciembre Leiva ha llevado a cabo un trabajo
instintivo y obsesivo, ha grabado casi todos los
instrumentos, ha producido el disco, obstinado en
hallar el secreto de sus grabaciones favoritas: los
vericuetos de los mejores creadores de la canción
rock. Para la subsiguiente gira de presentación de
Diciembre, monta lo que el mismo denomina como
„La Leiband‟, con todos los músicos que le
acompañaron en su anterior batalla y alguno más,
enriquecidos
por una
sección de
vientos, y con
las ganas
intactas de
escenario y
emoción de
un hombre en
un momento
especialmente
dulce de su
vida artística.
Que los vientos no traigan siempre un nudo en la garganta.