lesion del manguito rotadorrepositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/37810/1/cd 063... ·...
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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS
COORDINACIÓN DE POSGRADO
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN PRESENTADO COMO
REQUISITO PREVIO PARA LA OBTENCIÓN DEL TITULO DE
ESPECIALISTA EN TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA
TEMA
“CORRELACIÓN CLÍNICA - IMAGENOLÓGICA DE LA INJURIA
AL MANGUITO ROTADOR POSTERIOR A ENCLAVADO
INTRAMEDULAR ANTERÓGRADO DE HÚMERO EN EL
HOSPITAL TEODORO MALDONADO CARBO. 2017”
AUTOR
MD. INTRIAGO MOLINA JAIME LEONARDO
TUTOR
DR. MIGUEL ANGEL MITE VIVAR
AÑO
2018
GUAYAQUIL - ECUADOR
i
ÍNDICE
ÍNDICE i
ÍNDICE DE TABLAS iv
ÍNDICE DE ANEXOS v
DEDICATORIA vi
RESUMEN 1
SUMMARY 2
INTRODUCCIÓN 3
CAPÍTULO I 5
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 5
1.1. DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA 5
1.2. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN 6
1.3. JUSTIFICACIÓN 6
1.4. VIABILIDAD 7
1.5. FORMULACIÓN DE OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS 7
1.5.1. OBJETIVO GENERAL 7
1.5.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS 7
1.6. HIPÓTESIS 8
1.7. VARIABLES 8
1.7.1. VARIABLE INDEPENDIENTE 8
1.7.2. VARIABLE DEPENDIENTE 8
1.7.3. VARIABLE INTERVINIENTE 8
CAPÍTULO II 9
2. MARCO TEÓRICO 9
2.1. FRACTURAS DIAFISARIAS DE HÚMERO 9
2.1.1. INDICACIONES GENERALES 9
2.1.2. ANATOMÍA QUIRÚRGICA 10
ii
2.1.3. EXAMEN FÍSICO 11
2.1.4. CLASIFICACIÓN DE FRACTURAS DE DIÁFISIS HUMERAL 11
2.1.5. TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS DE HÚMERO 12
2.2. TEST DE CONSTANT-MURLEY 19
PARÁMETRO DOLOR 19
PARÁMETRO ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA 19
PARÁMETRO MOVILIDAD 20
PARÁMETRO FUERZA 20
2.3. ECOGRAFÍA DEL MANGUITO ROTADOR 21
2.4. REFERENTES EMPÍRICOS 22
CAPÍTULO III 26
3. MATERIALES Y MÉTODO: 26
3.1. LUGAR DE LA INVESTIGACIÓN 26
3.2. CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA DE TRABAJO 26
3.3. PERÍODO DE LA INVESTIGACIÓN 26
3.4. RECURSOS EMPLEADOS 27
3.4.1. RECURSOS HUMANOS: 27
3.4.2. RECURSOS FÍSICOS 27
3.5. UNIVERSO Y MUESTRA 27
3.5.1. UNIVERSO 27
3.5.2. MUESTRA 27
3.6. MÉTODOS 27
3.6.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN 28
3.6.2. DISEÑO DE INVESTIGACIÓN 28
3.6.3. PROCEDIMIENTOS DE LA INVESTIGACION 28
3.6.4. CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN 29
3.6.5. OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES 30
3.6.6. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 31
3.6.7. ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES DE LA INVESTIGACIÓN 31
iii
CAPÍTULO IV 32
4. RESULTADOS 32
CAPÍTULO V 43
5. DISCUSIÓN 43
CAPÍTULO VI 45
6. CONCLUSIONES 45
7. RECOMENDACIONES 46
BIBLIOGRAFÍA 47
ANEXOS 49
REPOSITORIO NACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGIA 57
iv
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: sexo........................................ 32
Tabla 2 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: grupos etarios......................... 33
Tabla 3 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: brazo afecto ........................... 34
Tabla 4 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Etiología de la fractura ........... 35
Tabla 5 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Mecanismo del traumatismo .. 36
Tabla 6 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Tipo de fractura ..................... 37
Tabla 7 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Complicaciones ..................... 38
Tabla 8 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del test de Constant-
Murley ........................................................................................................................................ 39
Tabla 9 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del Test de
Constant-Murley ........................................................................................................................ 40
Tabla 10 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del parámetro dolor
................................................................................................................................................... 41
Tabla 11 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Hallazgos ecográficos ............ 42
v
ÍNDICE DE ANEXOS
Anexo 1 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: sexo........................................ 49
Anexo 2 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: grupos etarios......................... 49
Anexo 3 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: brazo afecto ........................... 50
Anexo 4 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: tipo de fractura ....................... 50
Anexo 5 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Complicaciones ..................... 51
Anexo 6 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del Test de
Constant-Murley ........................................................................................................................ 51
Anexo 7 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del Test de
Constant-Murley ........................................................................................................................ 52
Anexo 8 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del parámetro dolor
................................................................................................................................................... 52
Anexo 9 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el hospital
“Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Hallazgos ecográficos ............ 53
Anexo 10 Clasificación de las fracturas de húmero según la AO ............................................... 54
Anexo 11 Test de Constant-Murley............................................................................................ 55
vi
DEDICATORIA
A mi esposa Johana y mis hijos Jaime Andrés, Jaime Leonardo e Irina Alessandra que
son la luz en mi camino y mi inspiración para ser mejor.
i
RESUMEN
Las fracturas diafisarias de húmero se producen tanto por un traumatismo banal como
una caída o por un traumatismo de alta energía como accidentes de tráfico o lesiones por
arma de fuego, el tratamiento de elección es el enclavado intramedular ya que es una
técnica mínimamente invasiva que cuando es realizada por cirujanos expertos presenta
pocas complicaciones a pesar de que se pueden presentar lesiones al realizar el abordaje
a través del manguito rotador y durante la reducción de la fractura, ya que el nervio radial
discurre por la cara posterior del húmero. El objetivo de este trabajo consistió en
identificar la correlación de las características ecográficas y clínicas de pacientes con
fractura de húmero sometidos a enclavado intramedular anterógrado, la relación entre los
hallazgos ecográficos sugestivos de lesión del manguito rotador con los signos y síntomas
clínicos por medio del test de Constant-Murley. El universo fueron todos los pacientes
sometidos a tratamiento quirúrgico (enclavado intramedular anterógrado del húmero) que
no presentaron antecedentes de patologías de hombro. Fue un trabajo: retrospectivo,
transversal, de corte cuantitativo, que se realizó durante el periodo 2015-2017. De los 50
pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de húmero, el sexo masculino,
es el más afectado, entre la edad de 18 – 30 años constituyendo un 40% (20 pacientes).
En este estudio solo se observaron 2 complicaciones, que fueron la neuropraxia del nervio
radial en 4 pacientes (8%), mientras que en 3 pacientes existió protrusión del clavo hacia
el espacio subacromial (6%). El 68% presentó un test de Constant-Murley excelente. El
promedio del test de Constant-Murley fue de 81.9 puntos para toda la serie. 40 pacientes
obtuvieron una puntuación 14 sobre 15 lo que indica que sufren de un dolor leve, en el
68% de los casos se presentaron ecografías normales. Se observó 12% de rupturas
parciales del tendón del supraespinoso, se concluye que el uso del abordaje anterolateral
para el enclavado humeral anterógrado asegura un buen resultado funcional y que los
resultados clínicos no están relacionados por las lesiones ecográficas del manguito
rotador.
PALABRAS CLAVE: ECOGRAFÍA – FRACTURA DE HÚMERO – ENCLAVADO
INTRAMEDULAR ANTERÓGRADO – MANGUITO ROTADOR- TEST DE
CONSTANT-MURLEY
2
SUMMARY
Diaphyseal fractures of the humerus are caused either by a traumatism banal or a fall or
by high-energy trauma such as traffic accidents or injuries by firearm, the treatment of
choice is intramedullary nailing and is a minimally invasive technique that when it is
performed by surgeons who are experts in the field it presents few complications,
although injuries can occur when the rotator cuff is approached and the reduction of the
fracture is made, since the radial nerve runs along the posterior face of the humerus. The
aim of this work was to identify the correlation of the ultrasonographic and clinical
characteristics of patients with fracture of humerus submitted to anterograde
intramedullary nailing, the relationship between the echographic findings suggestive of
rotator cuff injury with clinical signs and symptoms by means of the test Constant-
Murley. The universe was all patients undergoing surgical treatment (intramedullary
nailing of the humerus) who did not present a history of shoulder pathologies. It was a
retrospective, cross-sectional, quantitative work that was carried out during the 2015-
2017 period. Of the 50 patients subjected to anterograde intramedullary nailing of the
humerus, the male sex is the most affected, between the age of 18 - 30 years constituting
40% (20 patients). In this study, only 2 complications were observed, which were radial
nerve neuropraxia in 4 patients (8%), while in 3 patients there was protrusion of the nail
into the subacromial space (6%). 68% presented an excellent Constant-Murley test. The
average of the Constant-Murley test was 81.9 points for the entire series. 40 patients
obtained a score of 14 out of 15, which indicates that they suffer from mild pain, 68% of
the cases had normal ultrasound scans. 12% of partial ruptures of the supraspinatus tendon
were observed, it is concluded that the use of the anterolateral approach the antegrade
humeral nailing ensures a good functional result and that the clinical results are not related
to the rotator cuff sonographic lesions.
KEYWORDS: ECOGRAPHY - HUMERUS FRACTURE - ANTEGRADE
INTRAMEDULLARY NAIL - ROTATOR CUFF - CONSTANT-MURLEY TEST
3
INTRODUCCIÓN
En el campo traumatológico, especialmente tratándose de grupos etarios de
población económicamente activa que ha sufrido accidentes de tránsito con fracturas de
húmero, es mandatorio el conocimiento de la incidencia de las lesiones al manguito
rotador, desde el punto de vista clínico y ecográfico, posterior al enclavado intramedular
anterógrado, en el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de modo que se pueda establecer
estrategias adecuadas previo a la intervención quirúrgica, evaluando que estructuras son
las más frecuentemente lesionadas durante el abordaje anterógrado del enclavado
intramedular de húmero, ya que solamente conociendo y correlacionando objetivamente
la imagen ecográfica con el estudio clínico seremos capaces de ofrecer una evaluación y
tratamiento oportuno al paciente, disminuyendo el ausentismo laboral o mala calidad de
vida ocasionada por las complicaciones postquirúrgicas.
Es necesario que las instituciones de salud que cuidan el bienestar de los ecuatorianos
sean participativas no solo en otorgar salud, si no también se conviertan en lugares en los
que se ejecuten estudios periódicos para conocer la estadística. Aunque la incidencia de
fracturas de húmero es baja, es necesaria la adecuada ejecución de la técnica de enclavado
intramedular anterógrado evitando lesionar las estructuras del manguito rotador para que
no se afecte la calidad de vida de los pacientes afectados.
Las fracturas diafisarias de húmero se producen tanto por un traumatismo banal como una
caída o por un traumatismo de alta energía como en accidentes de tráfico o lesiones por
arma de fuego, Ecuador por ser un país en vía de desarrollo, se presenta este como un
problema de Salud Pública, por la alta incidencia de accidentes de tránsito.
En el Ecuador(1), la incidencia de fracturas de extremidad superior en los accidentes de
tránsito corresponde al 26%, de las cuales el 4% lo constituye las fracturas de húmero.
Fue un trabajo: retrospectivo, transversal, de corte cuantitativo, correlacional, que se
realizó durante el periodo 2015-2017, el universo fueron todos los pacientes sometidos a
la intervención quirúrgica (enclavado intramedular anterógrado del húmero) que no
presentaron antecedentes de patologías de hombro.
4
En Brasil, en el año 2016, Conforto Gracitelli(2) evaluó la integridad del tendón
supraespinoso por ecografía, en pacientes entre 50 – 85 años después de seis meses de ser
intervenidos por fractura de húmero proximal con fijación mediante clavo intramedular y
determinó que existió una tasa alta de rupturas del manguito rotador, con rupturas
parciales en el 32% de los casos y rupturas de espesor completo en el 13%. Pero los
resultados clínicos fueron satisfactorios y no están relacionados por las lesiones
ecográficas del manguito rotador.
En Beijng, Zhu Y(3), concluyó en su estudio que tanto los clavos intramedulares o placas
de bloqueo usados en las fracturas de cuello quirúrgico, logran resultados satisfactorios,
aunque la tasa de complicaciones fue menor en el grupo de clavos intramedulares con
bloqueo.
En Noruega, Fjalestad T(4), determinó por medio de resonancia magnética que de 76
pacientes que sufrieron fracturas de húmero manejados conservadoramente, 22 pacientes
presentaron desgarros del manguito rotador en el momento de la lesión y 10 sufrieron
desgarros adicionales al año de la lesión. Lo que demuestra que además de la posibilidad
de lesión del manguito rotador durante la cirugía esta puede ocurrir en el momento de la
fractura.
Se revisó las características ecográficas y el diagnóstico clínico de la funcionalidad del
hombro y codo usando el test de Constant-Murley. Con los resultados obtenidos se puede
establecer estrategias adecuadas de la intervención quirúrgica, evaluando que estructuras
se lesionan con mayor frecuencia durante el abordaje anterógrado del enclavado del
húmero, de tal forma que el cirujano traumatólogo aborde con mayor meticulosidad al
estar en contacto con dichas estructuras del hombro.
Además, se conoció la incidencia de las lesiones al manguito rotador posterior al
enclavado anterógrado, en el hospital “Teodoro Maldonado Carbo”, datos que no solo
servirán al médico traumatólogo, sino al fisiatra, en la recuperación del paciente y la
inocuidad de la técnica quirúrgica en la institución.
5
CAPÍTULO I
1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1.DETERMINACIÓN DEL PROBLEMA
El hospital “Teodoro Maldonado Carbo” (IESS) de Guayaquil es un centro de
especialidades de tercer nivel, en el que diariamente pacientes referidos de diferentes
lugares del país acuden para un tratamiento definitivo de sus patologías, es por esto que
pacientes con fracturas de húmero acuden al servicio de traumatología para que se les
brinde el tratamiento adecuado según el caso, que en muchas ocasiones es el enclavado
intramedular anterógrado, técnica mínimamente invasiva que cuando es realizada por
cirujanos expertos presenta pocas complicaciones a pesar de que se pueden presentar
lesiones al realizar el abordaje a través del manguito rotador y durante la reducción de la
fractura, ya que el nervio radial discurre por la cara posterior del húmero. Es por ello que
se valoró las estructuras del manguito rotador posterior a la cirugía.
Es importante señalar que la ecografía permite dar detalles específicos de los tendones
del manguito rotador que le permitirán al especialista valorar la integridad anatómica
postquirúrgica y de este modo la eficiencia de la técnica aplicada.
Fue necesario hacer un estudio sobre la correlación ecográfica y clínica de la injuria del
manguito rotador posterior al enclavado intramedular anterógrado del húmero, puesto que
no existen estudios anteriores y así puede conocer la incidencia y prevalencia de la
afectación al manguito rotador, datos que no solo servirán al médico traumatólogo, sino
al fisiatra, en la rehabilitación del paciente y la inocuidad de la técnica quirúrgica en la
institución.
6
1.2.PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
¿Cuáles son las características de la población afectada por fracturas diafisarias de
húmero en cuanto a: sexo, grupos etarios, brazo afecto, mecanismo de traumatismo,
etiología y clasificación?
¿Cuáles son las complicaciones postquirúrgicas en los pacientes tratados mediante
enclavado intramedular anterógrado de húmero?
¿Cuál es el resultado postquirúrgico de los pacientes tratados mediante enclavado
intramedular anterógrado de húmero usando el test de Constant-Murley?
¿Cuáles son las características ecográficas posterior a la intervención quirúrgica?
1.3.JUSTIFICACIÓN
Las fracturas diafisarias de húmero corresponden al 4% de las fracturas del adulto y
existen indicaciones absolutas y relativas para su tratamiento quirúrgico en el caso de las
fracturas diafisarias, el tratamiento quirúrgico se puede realizar mediante reducción
abierta y fijación interna con placa y tornillos, reducción cerrada y enclavado
intramedular anterógrado y retrógrado, fijación externa y técnicas mínimamente invasivas
con el uso de placas.
Como en la vía de abordaje del enclavado intramedular anterógrado del húmero, se
puede ocasionar injuria o iatrogenias al manguito rotador, estructura del hombro que
permite la movilidad, esto origina preocupación en el personal médico especializado, es
por ello que se valoró las secuelas en las estructuras anatómicas del hombro utilizando la
valoración clínica mediante el test de Constant-Murley y ecografía, en vista de que en la
actualidad es un método, inocuo, rápido, económico y fiable, con las mínimas molestias
clínicas en los pacientes posterior a la realización del examen. Al conocer secuelas
documentadas por ecografía podemos evitar las lesiones postquirúrgicas que afecten a la
buena calidad de vida de los pacientes.
Un diagnóstico oportuno evitará las complicaciones que mermen la calidad de vida del
paciente con antecedente de fracturas de húmero, por este motivo el presente trabajo tiene
7
como objetivo conocer las lesiones ecográficas observadas en pacientes con fracturas
diafisarias de húmero tratadas mediante enclavado intramedular anterógrado.
1.4.VIABILIDAD
Este estudio fue factible en vista de que el hospital “Teodoro Maldonado Carbo”, cuenta
con traumatólogos que utilizaron el abordaje anterógrado para enclavado intramedular en
fracturas diafisarias del húmero y con imagenólogos que diariamente valoran lesiones del
manguito rotador. Además, con la aprobación de la institución para la ejecución de este
trabajo investigativo.
1.5.FORMULACIÓN DE OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS
1.5.1. OBJETIVO GENERAL
• Establecer la correlación de las características ecográficas y clínicas de pacientes
con fractura de húmero sometidos a enclavado intramedular anterógrado entre
enero del 2015 hasta diciembre del 2017 en el servicio de Traumatología y
Ortopedia del hospital “Teodoro Maldonado Carbo”.
1.5.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Describir las características de la población afectada por fracturas diafisarias de
húmero en cuanto a: sexo, grupos etarios, brazo afecto, mecanismo de
traumatismo, etiología y clasificación.
• Describir las complicaciones postquirúrgicas en los pacientes tratados mediante
enclavado intramedular anterógrado de húmero.
• Medir el resultado postquirúrgico de los pacientes tratados mediante enclavado
intramedular anterógrado de húmero usando el test de Constant-Murley.
8
• Determinar las características ecográficas posterior a la intervención quirúrgica.
1.6.HIPÓTESIS
Ho: El enclavado intramedular anterógrado por fracturas diafisarias de húmero no
ocasiona lesión del manguito rotador.
H1: El enclavado intramedular anterógrado por fracturas diafisarias de húmero ocasiona
lesión del manguito rotador.
1.7.VARIABLES
1.7.1. VARIABLE INDEPENDIENTE
• Integridad y lesión del Manguito rotador posterior a enclavado intramedular por
fractura diafisaria de húmero.
1.7.2. VARIABLE DEPENDIENTE
• Diagnóstico clínico y por ecografía de patología del manguito rotador
1.7.3. VARIABLE INTERVINIENTE
• Protocolo de realización de ecografía y de técnica quirúrgica
• Edad.
• Sexo.
• Clasificación.
9
CAPÍTULO II
2. MARCO TEÓRICO
2.1.FRACTURAS DIAFISARIAS DE HÚMERO
Las fracturas diafisarias de húmero representan aproximadamente el l % de todas las
fracturas, y son resultado de traumatismos directos. También se producen durante la
práctica de aquellos deportes en donde las fuerzas de rotación son grandes,
particularmente el béisbol y la lucha libre. Las fracturas del húmero proximal pueden
causar lesiones del nervio axilar. Las fracturas del tercio medio y distal de la diáfisis
pueden producir la lesión del nervio radial. Las lesiones vasculares asociadas a fracturas
de la diáfisis humeral se producen en un bajo porcentaje de casos. Debe explorarse en el
brazo la presencia de tumefacción, equimosis y deformidad. La exploración debe incluir
una exploración neurovascular cuidadosa de toda la extremidad, siendo la evaluación del
nervio radial especialmente importante antes de cualquier intento de reducción. Las
radiografías se obtendrán en dos planos y si la fractura se extiende al hombro o al codo,
las proyecciones oblicuas pueden ser de gran ayuda. La evaluación general del paciente,
poniendo especial énfasis tanto en las enfermedades coexistentes como en las lesiones
asociadas, es esencial a la hora de elegir el tratamiento(5).
2.1.1. INDICACIONES GENERALES
Se han descrito numerosos métodos para el tratamiento conservador de las fracturas de la
diáfisis humeral, que comprenden yesos, férulas, vendajes de Velpeau y otros.
Actualmente, las férulas funcionales son el método de tratamiento más ampliamente
aceptado. Sobre este tratamiento se han publicado resultados buenos y excelentes. Por
otra parte, son bien toleradas angulaciones moderadas (menos de 20° en dirección anterior
y de 30° en varo), rotaciones y acortamientos de menos de 3 cm. Existen indicaciones
absolutas y relativas para la estabilización quirúrgica. Debe tenerse en cuenta la edad del
paciente, el tipo de fractura, las enfermedades previas, las lesiones asociadas y la
capacidad para colaborar en el tratamiento. La mayoría de las fracturas del húmero
10
pueden tratarse mediante fijación con placas, en la diáfisis proximal y distal, y
especialmente si existe una fractura articular.
La fijación con placas permite al cirujano reducir y mantener los fragmentos más
importantes articulares y yuxtaarticulares. Aunque esta osteosíntesis presenta altas
exigencias técnicas y requiere una considerable experiencia quirúrgica, los resultados son
previsiblemente buenos y la aparición de rigideces asociadas tanto del hombro como del
codo son escasas. Las placas son también mejores para mantener la corrección de las
consolidaciones viciosas y son el estándar de tratamiento de la pseudoartrosis del húmero.
Las indicaciones del enclavado intramedular están experimentando un aumento
importante en el tratamiento de las fracturas del húmero. Esto se debe a la desalentadora
experiencia con el tratamiento conservador de algunos tipos o combinación de fracturas,
o a situaciones de dificultad técnica para realizar una osteosíntesis con placa. Con clavos
humerales más pequeños y más flexibles, no fresados y bloqueados, insertados ya sea de
forma retrógrada o anterógrada, el enclavado puede realizarse con mayor seguridad. Las
fracturas deben estar localizadas entre el cuello quirúrgico y la zona de transición entre la
diáfisis y la metáfisis distal. Puede enclavarse cualquier tipo de fractura, seudoartrosis y
fracturas patológicas. Si el enclavado se realiza de forma correcta permite la adecuada
alineación y estabilización de la fractura. La rehabilitación postoperatoria es corta, la
curación suele ser la regla y los resultados funcionales son excelentes. La fijación externa
se utiliza fundamentalmente en el tratamiento de las fracturas con lesiones extensas de
partes blandas, pérdida de hueso o infecciones, como ocurre en las heridas producidas por
arma de fuego o accidentes provocados por maquinaria agrícola.
2.1.2. ANATOMÍA QUIRÚRGICA
La diáfisis humeral se extiende proximalmente desde el cuello quirúrgico, hasta los
cóndilos distalmente. Tiene forma cilíndrica proximalmente, cónica en su parte central y
en el tercio distal se vuelve más aflautada en el plano frontal. La cabeza humeral está
situada proximalmente en línea con el canal medular. Los cóndilos humerales no están,
sin embargo, en línea con la parte distal del canal. Proximalmente, el cartílago articular
está separado de la tuberosidad mayor y menor por el cuello anatómico. Distalmente,
existe una superficie triangular dorsal, delimitada por las crestas supracondíleas interna y
externa y la fosa olecraneana. Los músculos se encuentran en los compartimientos flexor
11
y extensor. Si la fractura está situada entre el manguito rotador y el pectoral mayor, la
cabeza humeral se desplazará en abducción y rotación interna. Si la fractura se localiza
entre el pectoral y la inserción del deltoides, el fragmento proximal se colocará en
aducción y el distal se desplazará hacia fuera. En las fracturas distales a la inserción del
deltoides, el fragmento proximal se colocará en abducción. En caso de una fractura
situada proximalmente al supinador largo y los músculos extensores, el fragmento distal
se encontrará desplazado en rotación externa. La arteria y vena humerales, así como el
nervio mediano y cubital, atraviesan el compartimiento anterior en el surco bicipital
medio.
El nervio radial pasa a través del tríceps, ocupando el surco radial en la zona media de la
diáfisis y perforando el tabique intermuscular más abajo. Aquí el nervio es menos móvil
y se vuelve más vulnerable cuando se produce un desplazamiento de los fragmentos. El
nervio axilar y la arteria circunfleja humeral posterior, que se originan posteriormente,
rodean al cuello quirúrgico aproximadamente 5-6 cm por debajo del acromion.
2.1.3. EXAMEN FÍSICO
Los principios básicos se usan para los pacientes que presentan fracturas de la diáfisis
humeral. Se utiliza un examen de la piel para evaluar si hay una fractura abierta o una
deformidad macroscópica. Entonces, un examen vascular es importante para confirmar la
integridad de las arterias radial y cubital. Se debe realizar un examen neurológico con
énfasis en la función del nervio radial. Debe notarse cualquier déficit neurovascular antes
de intentar cualquier forma de tratamiento, ya sea reducción cerrada, ferulización, yeso o
cirugía, y después del tratamiento. Además, cualquier lesión concomitante en el hombro,
el codo o el antebrazo debe tenerse en cuenta, ya que puede orientar el plan de tratamiento.
Los pacientes con politrauma a menudo requieren una fijación quirúrgica para acelerar la
movilización(6).
2.1.4. CLASIFICACIÓN DE FRACTURAS DE DIÁFISIS HUMERAL
Según Mueller M., la clasificación AO (Asociación de osteosíntesis) el código numérico
presenta para el húmero el número 1, seguido del número de segmento, siendo el 1 para
la parte proximal, 2 para la diáfisis, y el 3 para la parte distal. De esta forma las fracturas
12
de la diáfisis humeral están encuadradas en el segmento 12. Seguidamente la fractura es
definida por sus características morfológicas, siendo las de tipo A las de trazo simple, las
B las fracturas en cuña y las de tipo C las complejas o conminutas. Cada grupo lesional
A, B y C, es asimismo subdividido en tres subgrupos 1, 2 y 3 según la localización
anatómica del trazo de fractura. Los subgrupos A1, A2 y A3 corresponden
respectivamente a los trazos simples espiroideo, oblicuo o transversal. A cada subgrupo
se le añade una cifra según su localización sea proximal, medial o distal. Dentro del tipo
B se distingue el subgrupo B1 o fractura con cuña de torsión entera, el B2 o fractura con
cuña de flexión entera y el B3 o fractura con cuña de flexión fragmentada. Igualmente, a
cada uno de ellos se le añade la segunda cifra de localización de nivel. Para las fracturas
complejas asignadas al grupo C, en la clasificación se propone separar según los trazos,
para el C1 las conminutas espiroideas, para el C2 los trazos a doble nivel o bifocales y en
el C3 coloca los trazos complejos conminutos no espiroideos. Aquí la subdivisión no se
hace por el nivel de localización, sino por la existencia o no de fragmentos
intermediarios(5).
2.1.5. TRATAMIENTO DE LAS FRACTURAS DE HÚMERO
2.1.5.1. TRATAMIENTO CONSERVADOR
La mayoría de los cirujanos aún consideran el tratamiento no quirúrgico para fracturas de
diáfisis humeral, el estándar de cuidado. En 1966, Klenerman revisó a 32 pacientes con
fracturas de húmero y observó que la angulación anterior de 20 ° o el varo de 30 ° eran
los límites para que las deformaciones fuesen clínicamente obvias, aunque sin ningún
compromiso en la función. Estos valores continúan siendo adoptados según los
parámetros radiográficos aceptables para el uso de brace. Las variaciones incluyen la
adición de 30 ° de deformidad en valgo aceptable, 15 ° de deformidad rotacional aceptable
y acortamiento de menos de 3 cm(7). Sin embargo, a pesar del uso continuo de estos
puntos de corte, carecen de evidencia de Nivel I o II. La mayoría de los estudios hasta la
fecha no han encontrado una correlación bien establecida entre el grado de deformidad
angular y el resultado funcional. Shields et al no encontraron correlación entre la
deformidad residual del plano sagital de 0 ° y 18 ° o entre 2 ° y 27 ° de la deformidad
13
residual del plano coronal y las puntuaciones de los resultados funcionales informados
por el propio paciente(6).
2.1.5.2. PROTOCOLO DE BRACE
Antes de 1977, cuando Sarmiento et al(8) describieron por primera vez el brace funcional
para fracturas de diáfisis humeral, la inmovilización se realizaba utilizando moldes de
yeso de hombro, yesos colgantes, férulas de brazo de Thomas, vendajes de Velpeau
modificados y férulas de coaptación. Aunque estos métodos fueron relativamente
eficientes para mantener la alineación ósea suficiente para que consolide, incluyeron el
hombro, el codo o ambas articulaciones. El tratamiento finalmente dio como resultado
rigidez proximal o distal, o ambas, junto con dificultades en la realización de actividades
de la vida diaria.
Simultáneamente, se estableció que el tratamiento de fracturas de la diáfisis de húmero
sin el uso de una fijación rígida condujo a la curación ósea asociada con un callo más
grande y fuerte. En contexto, el brace de Sarmiento se introdujo como una solución para
lograr la unión mientras se mantiene el movimiento articular. El brace funcional
aprovecha el efecto fluido incompresible de los tejidos blandos alrededor del sitio de la
fractura, que mantiene una envoltura estrecha alrededor de los fragmentos de la fractura.
Esta envoltura, ayudada por los vectores de acción de los músculos circundantes, resiste
las fuerzas de deformación angular y rotacional. El acortamiento, sin embargo, depende
más del patrón de fractura y del alcance de la lesión inicial del tejido blando y puede que
no se corrija completamente con el brace funcional. Se requiere una estricta adherencia
al uso del aparato ortopédico para lograr resultados óptimos.
El tratamiento de una fractura de la diáfisis humeral con brace funcional se produce por
un proceso por etapas. Al inicio, la extremidad se estabiliza con un yeso colgante o una
férula de coaptación que se extiende desde el hombro, girando 180 ° alrededor del codo,
y termina justo distal a la axila. Esta inmovilización se mantiene en su lugar durante 1 a
2 semanas. En el seguimiento, se examina el brazo y se aplica una ortesis funcional si los
síntomas agudos han disminuido y las condiciones de los tejidos blandos lo permiten. La
ortesis funcional está hecha de 2 fundas de plástico unidas por correas de velcro. En su
forma original, según lo descrito por Sarmiento et al, abarca el brazo desde 5 cm distal al
14
pliegue axilar hasta 5 cm proximal al olécranon. Algunos diseños más nuevos incluyen
una manga lateral que pasa por encima del hombro, cuya importancia aún no está bien
definida. El paciente puede usar las tiras de velcro para ajustar el ancho de la ortesis todos
los días para adaptarse a la disminución gradual de la hinchazón de los tejidos blandos y
la atrofia muscular que pueda provocar el tratamiento. El brace debe mantenerse, y solo
se debe quitar al bañarse, hasta la consolidación, que promedia de 10 a 12 semanas
Tasa de consolidación: Los resultados del brace funcional han sido generalmente
favorables en la literatura. En una de las series de casos más grandes hasta la fecha,
Sarmiento et al publicaron los resultados de 620 pacientes con fracturas de diáfisis
humeral tratadas con brace funcional. La tasa de pseudoartrosis fue tan baja como del 2%
en fracturas cerradas y del 6% en fracturas abiertas, el 87% tenía una angulación en varo
inferior a 16 ° después de la cicatrización ósea y solo el 2% tenía una deformidad en varo
de más de 25 °. Papasoulis et al(9) revisó la literatura en 2010 y encontró una tasa general
de consolidación de 94.5%, que varía de 77.4% en 1 estudio a 100% en otros 2 estudios.
Resultado funcional: Esta alta tasa de consolidación debería además acompañarse de un
resultado funcional similarmente alto, no inferior al del tratamiento quirúrgico, para
validar el tratamiento conservador como el tratamiento de elección en las fracturas de
diáfisis humeral. Muchos estudios relativamente recientes han abordado este aspecto.
Shields et al(10) no encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los
pacientes quirúrgicos y no quirúrgicos en los puntajes de resultados funcionales
informados por los pacientes. Del mismo modo, Koch et al(11) encontraron una tasa de
consolidación del 95% entre 67 fracturas tratadas con brace. Tres pacientes tenían una
ligera limitación en el rango de movimiento, que no se tradujo en deterioro funcional, ya
que los 3 eran completamente funcionales en su trabajo. En uno de los estudios de muestra
más grandes, Denard et al(12) compararon 150 pacientes tratados de forma operativa con
63 pacientes tratados de forma no quirúrgica. La tasa de pseudoartrosis fue del 20,6% en
el grupo no quirúrgico y del 8,7% en el grupo quirúrgico, con una tasa de consolidación
defectuosa del 12,7% frente al 1,3%, respectivamente. La parálisis del nervio radial se
produjo en el 9,5% de los pacientes tratados de forma no quirúrgica, pero solo en el 2,7%
de los pacientes quirúrgicos. Ninguna diferencia en el tiempo de unión (4,8 y 4,9 meses)
o rango de movimiento final se encontró entre los 2 grupos.
15
2.1.5.3. TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
El manejo quirúrgico de las fracturas de la diáfisis humeral puede indicarse en una
variedad de escenarios. La estabilización quirúrgica debe usarse cuando no se puede
lograr una alineación aceptable. En casos de fracturas expuestas asociadas con lesiones
severas de tejidos blandos o lesiones por disparos a alta velocidad, a menudo se realiza
un desbridamiento quirúrgico y la fijación también se puede realizar, aunque la fractura
sea expuesta. Sin embargo, en lesiones de bala a baja velocidad, el tipo de manejo es
dictado por las características de la fractura, y si la fractura se asocia con parálisis del
nervio radial, el tratamiento conservador sigue siendo una opción. La lesión vascular que
requiere reparación es una indicación absoluta para el manejo quirúrgico, ya que la
fijación rígida protege la anastomosis vascular(6).
Las lesiones del plexo braquial se consideran una indicación para el tratamiento
quirúrgico, porque una fractura no estable retrasa la rehabilitación(13). Una fractura
patológica también es una indicación para el tratamiento quirúrgico(14). Las fracturas
conminutas y segmentarias tienen un potencial para consolidación con brace y esto solo
puede considerarse como una indicación relativa para el tratamiento quirúrgico.
Aunque las fracturas humerales bilaterales se han considerado una indicación absoluta
para la cirugía, el uso de brace sigue siendo posible si el paciente es capaz de realizar
actividades de la vida diaria con el aparato ortopédico. El politraumatismo es una
indicación relativa para la fijación, ya que potencialmente permite una mejor movilidad
de estos pacientes mediante el uso de la extremidad superior. Se ha demostrado que la
carga inmediata del peso es segura sin un aumento de la tasa de pseudoartrosis o
consolidación defectuosa después de la fijación con placa de la diáfisis humeral. Casos
en los que la fractura de la diáfisis humeral también tiene extensión intraarticular proximal
o distal y la fractura intraarticular tiene indicaciones quirúrgicas, la fractura de la diáfisis
humeral a menudo se fija en el mismo entorno. De manera similar, cuando se presenta
una fractura ipsilateral del antebrazo, denominada codo flotante, también se puede
realizar la fijación de la diáfisis humeral(15).
Reducción abierta y fijación interna: Muchos consideran la reducción abierta y la fijación
con placa como el método preferido para la estabilización quirúrgica de fracturas de
diáfisis humeral. Entre sus ventajas se encuentran las múltiples exposiciones quirúrgicas
16
que pueden seleccionarse según la preferencia del cirujano y factores como el patrón de
fractura, heridas de partes blandas o necesidad de abordar el nervio radial (6).
Es importante adherirse a los principios básicos de AO de manejo de la fractura cuando
se realiza la fijación de la placa. Las placas se pueden utilizar para la fijación directa de
la fractura por compresión, neutralización de la fijación interfragmentaria del tornillo de
tracción, o en forma de puente. La reducción directa con fijación y estabilidad absoluta
es ideal cuando la morfología de la fractura permite el uso de una variedad de
herramientas de reducción y de sujeción disponibles para ayudar con la reducción y
estabilización provisoria.
Los tornillos de bloqueo han demostrado ser un significativo avance en la fijación con
placa; sin embargo, su uso puede no ser tan pronunciado en el manejo de la fractura de la
diáfisis del húmero con fracturas periarticulares. Los estudios biomecánicos en modelos
sintéticos y de cadáveres han demostrado que los tornillos de bloqueo no ofrecen
beneficios biomecánicos en la fijación con placa de las fracturas de la diáfisis del húmero,
y los tornillos de bloqueo adicionales en el hueso osteoporótico no mejoran la
estabilidad(16).
Enclavado intramedular flexible: El método de clavo elástico fue desarrollado por
Küntscher y el principio fue la fijación de 3 puntos cuando se introdujo en el canal
medular de los huesos largos y se utilizó por primera vez en la fractura de los huesos
largos de las extremidades inferiores y pronto se convirtió en un método muy popular
para la fijación más tarde se utilizó para la fractura diafisaria del húmero. Incluso después
de tantas mejoras técnicas, el tratamiento para la fijación de la fractura humeral sigue
siendo controvertido. Una de las técnicas recientes de implantes es la corrección
quirúrgica de la fractura mediante clavos elásticos de titanio (TEN). El principio de
fijación es el mismo que el primer clavo elástico. El enclavado elástico de titanio se
realiza mediante reducción cerrada y fijación interna. El enclavado elástico de titanio se
usa principalmente para las fracturas en niños(17).
Fijación externa: La fijación externa sigue siendo una opción importante a tener en cuenta
en ciertas situaciones, como pacientes politraumatizados, fracturas bilaterales y
conminución grave de la fractura o lesión de los tejidos blandos. Es importante conocer
las estructuras neurovasculares en riesgo, sobre todo el nervio radial, durante la inserción
17
de los pines en el húmero. Existen múltiples técnicas descritas disponibles para la revisión
de la colocación segura de clavos en la extremidad superior(18).
2.1.5.3.1. ENCLAVADO INTRAMEDULAR BLOQUEADO
El abordaje de mínimo acceso al húmero proximal se utiliza para la introducción de clavos
intramedulares en el tratamiento de(19): fracturas agudas de la diáfisis humeral, fracturas
patológicas de la diáfisis humeral, retardos de consolidación y pseudoartrosis de fracturas
de la diáfisis humeral En este abordaje se seccionará parte del tendón supraespinoso. Por
tanto, es inevitable que se produzca cierto grado de lesión del manguito rotador en los
enclavados proximales del húmero utilizando clavos convencionales. Esta lesión del
manguito rotador se minimiza asegurando que cualquier broca a emplear pase a través de
protectores de partes blandas, aunque en un gran número de pacientes, tras someterse a
un enclavado humeral anterógrado, se presenta en el posoperatorio una importante rigidez
de hombro.
TÉCNICA QUIRÚRGICA: Coloque al paciente en una mesa radiotransparente con el
tórax elevado sobre un soporte a 30 -40°. Coloque el intensificador de imagen en el lado
opuesto al cirujano en la mesa de quirófano, al girar el brazo en C hacia atrás se debe
conseguir una buena imagen anteroposterior y al rotarlo hacia adelante, una buena imagen
lateral del hombro y el húmero(20).
Haga una incisión en diagonal desde la esquina anterolateral del acromion, dividiendo el
deltoides en el sentido de sus fibras en el rafe entre los tercios anterior en medio del
deltoides. Para proteger el nervio axilar, para proteger el nervio axilar, evite dividir el
deltoides más de 5 cm distal al acromion.
Bajo visión directa, diseque el manguito rotador en el sentido de sus fibras. Use suturas
de espesor total para proteger el manguito mientras se fresa el canal humeral.
Coloque la aguja -posterior al tendón del bíceps y avance la bajo visión radioscópica en
la posición adecuada, como se muestran las proyecciones anteroposterior y lateral.
Avance con cuidado la fresa proximal, protegiendo el manguito rotador.
Use el dispositivo de reducción de la factura y pase la guía de punta de oliva. Con fresas
secuencialmente de mayor diámetro, frese el húmero hasta el diámetro predeterminado,
18
generalmente 1 - 1,5 mm mayor al diámetro del clavo. En las facturas del tercio medio de
la diáfisis, se hace una pequeña incisión en el sitio de fractura para asegurar manualmente
que el nervio radial no está atrapado en la fractura antes de la reducción y el fresado.
Cuando se haya fresado completamente, pase el clavo a lo largo del canal humeral,
evitando distraer la factura, y asegúrese de que el clavo queda por debajo de la superficie
articular de la cabeza humeral.
Inserte los pernos proximales con el instrumental de guía. Atraviese con cuidado las
partes blandas para evitar lesionar el nervio axilar.
Coloque los tornillos distales de cierre en dirección de anterior a posterior para evitar el
nervio radial. Haga una incisión anterior de 4.5 cm para exponer la musculatura del
bíceps, separar el músculo con disección roma para evitar daño iatrogénico a la arteria
braquial.
Repare el manguito rotador con suturas de grosor total bajo visión directa.
Confirme la reducción y la colocación de los tornillos y su longitud en las proyecciones
anteroposterior y lateral del fluoroscopio.
COMPLICACIONES: Baltov(21), en un estudio de 111 pacientes con fractura de diáfisis
humeral, tratados mediante enclavado intramedular, registra 52 (46.85%) complicaciones
intraoperatorias en 40 (36.04%) pacientes, en promedio 1.3 por paciente. Los más
frecuentes fueron: distracción n = 5 (4.5%), tornillos de bloqueo proximal largo n = 9
(8.1%), fractura diafisaria adicional n = 7 (6.3%) y avellanado del clavo en la cabeza del
húmero n = 8 (7.2 %). El número de complicaciones postoperatorias fue de 40 (36,0%)
relacionado con 19 (17,1%) pacientes. Los errores técnicos, como la distracción, los
clavos más largos y las fracturas adicionales han afectado el tiempo de unión y han
provocado dolor crónico en el hombro. 36 (32.5%) cirugías secundarias fueron necesarias
para abordar estos problemas. Cuando se usan clavos de primera generación, el riesgo
relacionado con la complicación intraoperatoria aumenta 1,58 veces, y el riesgo
relacionado con la complicación posoperatoria es 1,67 veces mayor en comparación con
los clavos de segunda generación. Según la puntuación de Constant-Murley, se
obtuvieron resultados funcionales excelentes y muy buenos en 93 pacientes (83.78%). Si
bien la escarificación no influyó en los resultados clínicos para ambas generaciones de
clavos, se obtuvieron mejores resultados generales con los clavos de segunda generación.
El dolor postoperatorio del hombro se ha registrado en 18 (16,2%) pacientes.
19
Zhao, J. G. et al(22), en un metaanálisis de estudios aleatorios controlados, demostró que
el pinzamiento del hombro se produjo con mayor frecuencia en el grupo tratado mediante
enclavado intramedular, que con reducción abierta y fijación con placa (OR, 0,13, IC
95%, 0,03-0,37) o fijación mínimamente invasiva (OR, 0,08, IC del 95%, 0,00-0,69). La
lesión iatrogénica del nervio radial se produjo con mayor frecuencia en el grupo de
reducción abierta y fijación con placa que en el grupo de fijación mínimamente invasiva
(OR, 11.09, IC 95%, 1.80-124.20). No hubo diferencias significativas entre los tres
procedimientos en pseudoartrosis, unión retrasada e infección.
La incidencia de pseudoartrosis de fracturas de diáfisis humeral en la literatura oscila
entre el 8 y el 12%, por lo que el húmero es uno de los sitios con mayor probabilidad de
desarrollar pseudoartrosis de los huesos largos. Estos valores son aún mayores en caso de
reoperación. Las fuerzas de distracción y torsión aplicadas sin carga en la extremidad
superior favorecen el desarrollo de esta complicación, que es difícil de tratar(23).
2.2.TEST DE CONSTANT-MURLEY
El test de Constant-Murley es una escala genérica, simple de utilizar y de interpretar y,
según sus autores, se puede aplicar con independencia del diagnóstico o condición
patológica del hombro. Incluye cuatro parámetros: dolor, actividades de la vida diaria,
rango de movilidad y fuerza. Cada parámetro tiene una puntuación individual cuya suma
total máxima es de 100 puntos. A mayor puntuación, mejor función(24).
PARÁMETRO DOLOR: El dolor se mide mediante una única pregunta sobre el grado
más intenso de dolor experimentado durante las actividades diarias sea en el trabajo, en
reposo o durante el sueño. Constant y Murley proponen una escala de valoración verbal
en la que la ausencia de dolor supone 15 puntos; un dolor suave, 10 puntos; un dolor
moderado, 5 puntos, y un dolor severo, 0 puntos, con "puntuaciones intermedias entre
estas cifras para grados intermedios de dolor".
PARÁMETRO ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA: Incluye cuatro apartados y
puede alcanzar hasta 20 puntos. Las dos publicaciones del test puntúan igual el apartado
20
de la posición cómoda de la mano para las tareas diarias, pero los otros tres apartados no
están estandarizados en la publicación original, que sólo menciona el criterio para otorgar
la puntuación máxima a cada uno, mientras que, según la segunda publicación, lo valora
el paciente.
PARÁMETRO MOVILIDAD: Se valoran cuatro movimientos y cada uno puede alcanzar
10 puntos. Sólo el grado de movimiento activo debe tenerse en cuenta. Para medir la
elevación anterior y lateral los autores del test recomiendan usar un goniómetro, con el
paciente sentado y la espalda apoyada en el respaldo para evitar falsos movimientos
asociados a inclinaciones del tronco.
Las rotaciones, externa e interna, se valoran mediante gestos funcionales. Hay que estar
prevenido en la valoración de la rotación externa. Según las indicaciones originales, las
cinco posiciones se valoran individualmente, otorgándose dos puntos por cada posición
que el paciente pueda alcanzar activamente.
PARÁMETRO FUERZA: En la publicación original se adopta el método diseñado por
Moseley, el cual consiste en el uso de un muelle dinamométrico que el paciente agarra
por un extremo, mientras el examinador tira del otro extremo hacia abajo. Constant y
Murley recomiendan utilizar unas asas para facilitar el agarre, e indican que la fuerza se
mida en abducción de 90°.
Para estandarizar la medición de la fuerza se recomendó usar dinamómetros electrónicos,
pero Bankes et al demostraron que un simple muelle dinamométrico puede dar valores
similares a los dinamómetros electrónicos mediante la sencilla modificación de fijar al
suelo el extremo libre del muelle. Estos autores proponen que la fuerza se mida con el
muelle fijado al suelo por un extremo y cinchado en la muñeca del paciente por el otro,
con el hombro en abducción de 90° en el plano escapular, el codo extendido y el
antebrazo pronado. El resultado vendrá dado por la mayor de tres mediciones
consecutivas de 5 segundos de duración.
21
2.3.ECOGRAFÍA DEL MANGUITO ROTADOR
Todos los pacientes son sometidos a una ecografía de hombro bilateral estandarizada. El
examen de ultrasonografía del hombro se realiza con el paciente sentado y el médico
sentado detrás del paciente. En primer lugar, se examina el tendón del bíceps en los planos
transverso y sagital desde el nivel del acromion inferior al punto donde el tendón se
fusionó con el músculo bíceps. Las imágenes del tendón supraespinoso se realizan con el
hombro extendido, el codo flexionado y la mano colocada sobre el ala ilíaca. Esta
posición se considera necesaria para exponer lo más posible el tendón del supraespinoso
debajo del acromion. El transductor se orienta en paralelo al tendón (aproximadamente
45 ° entre los planos sagital y coronal) para visualizar las fibras en un plano longitudinal,
y se mueve anterior y posterior para visualizar los tendones supraespinoso e
infraespinoso. El transductor se gira entonces 90 ° para examinar los tendones en el plano
transversal(25).
Se define un desgarro total del manguito rotador cuando el manguito rotador no se pudo
visualizar debido a una avulsión y retracción completas debajo del acromion o cuando
hay un defecto focal en el manguito rotador creado por un grado variable de retracción de
los extremos desgarrados del tendón. Se define un desgarro de grosor parcial cuando se
visualizaba un defecto hipoecóico o mixto hiperecóico e hipoecóico en los planos
longitudinal y transversal en el lado articular profundo del manguito de los rotadores (una
ruptura parcial del espesor del lado articular) o cuando hay un aplanamiento mínimo del
lado bursal del manguito de los rotadores (un desgarro del grosor parcial del lado de la
bolsa). Un manguito adelgazado o uno con un contorno cóncavo sutil se considera intacto
en ausencia de un defecto focal.
La extensión de la ruptura del manguito rotador se determina con mediciones
transversales. Si la ruptura se extiende 1,5 cm hacia atrás desde la porción intraarticular
del tendón del bíceps, se registra que afecta únicamente al tendón supraespinoso, mientras
que si se extendía> 1,5 a 3,0 cm, se registra que afecta tanto al supraespinoso como al
tendón del infraespinoso. El tendón redondo menor no fue evaluado.
22
2.4.REFERENTES EMPÍRICOS
En Brasil, en el año 2016, Conforto Gracitelli(26) evaluó la integridad el tendón
supraespinoso por ecografía, en pacientes entre 50 – 85 años después de seis meses de ser
intervenidos por fractura de húmero proximal con fijación mediante clavo intramedular,
se observaron rupturas del manguito rotador de grosor completo en cuatro pacientes
(13%), rupturas del supraespinoso en tres casos (10%) y rupturas del subescapular en un
caso (3%). Se diagnosticaron rupturas parciales en 10 casos (32%). Los resultados
utilizando el puntaje de Constant-Murley a los 12 meses fueron de 71,3 ± 15,2 puntos
para toda la serie, con 73,2 ± 16,1 puntos para pacientes sin ruptura del manguito rotador
y 68,7 ± 14,1 puntos para aquellos con rupturas parciales o completas, sin una diferencia
estadísticamente significativa (p = 0.336). Se visualizaron complicaciones,
exclusivamente por rupturas del manguito rotador, en nueve pacientes (29%). Se
determinó que existió una tasa alta de rupturas del manguito rotador, con rupturas
parciales en el 32% de los casos y rupturas de espesor completo en el 13%. Pero los
resultados clínicos fueron satisfactorios y no están relacionados por las lesiones
ecográficas del manguito rotador.
Verdano et al.(27) analizaron una cohorte retrospectiva de 48 pacientes tratados por
fracturas diafisarias humerales en el Hospital Universitario de Parma entre 2007 y
2011.La puntuación media de la escala de Constant fue de 78.21 puntos, con la mayoría
de los pacientes alcanzando un resultado satisfactorio (79% obtenido en 65 puntos). Un
paciente resultó con limitación funcional (puntaje de Constant de 49 puntos). Los
hallazgos ecográficos descritos para el tendón supraespinoso fueron rupturas parciales de
menos de 30 mm en tres pacientes y una ruptura completa del tendón en un caso. Los
resultados de este estudio sugieren que el uso del abordaje anterolateral para el enclavado
humeral anterógrado asegura un buen resultado funcional sin impacto clínico-sonográfico
significativo en el manguito de los rotadores y un resultado clínico satisfactorio a largo
plazo.
En Beijng, Zhu Y(3), comparó los clavos intramedulares o placas de bloqueo en las
fracturas de cuello quirúrgico y se obtuvo como resultados la consolidación de las
fracturas de húmero en todos los pacientes dentro de los tres meses posteriores a la
cirugía. Un año después de la operación, se encontró una diferencia significativa (p =
23
0.024) con respecto a la tasa de complicaciones entre el grupo de placa de bloqueo (31%)
y el grupo de clavo de bloqueo (4%). Los resultados clínicos fueron significativamente
mejores en el grupo de placas con bloqueo (90.8 comparado con 83.6 puntos [p = 0.021],
1.0 comparado con 0.5 puntos [p = 0.042], y 77.4% comparado con 64.3% [p =
0.032]). Tres años después de la operación, no se encontraron diferencias significativas
en términos de ningún parámetro entre los dos grupos. Se encontró una mejoría
significativa en puntaje de Constant-Murley entre los exámenes de seguimiento de un año
y tres años en cada grupo. Se concluyó en su estudio que tanto los clavos intramedulares
o placas de bloqueo en las fracturas de cuello quirúrgico, logran resultados satisfactorios,
aunque la tasa de complicaciones fue menor en el grupo de clavos intramedulares con
bloqueo.
En Noruega, Fialestad T(4), determinó por medio de resonancia magnética que de 76
pacientes que sufrieron fracturas de húmero y manejados conservadoramente, 22
pacientes presentaron desgarros del manguito rotador en el momento de la lesión y 10
sufrieron desgarros adicionales al año de la lesión. Lo que demuestra que además de la
posibilidad de lesión del manguito rotador durante la cirugía puede existir está en el
momento de la injuria, se interpreta dicho estudio que los desgarros de espesor parcial y
completo del manguito de los rotadores son importantes para el resultado funcional.
Zarkadis et al(28) encontraron tasas de unión y resultados funcionales similares después
de reducción abierta y fijación interna versus enclavado intramedular, pero con
complicaciones generales marginalmente mayores después de enclavado intramedular.
La reducción abierta y fijación interna proporciona reducción anatómica, estabilidad
absoluta y ningún aumento en el dolor de hombro. Sin embargo, las desventajas resultan
de la disrupción de los tejidos blandos, lo que aumenta el riesgo de seudoartrosis,
infección y, más comúnmente, parálisis del nervio radial iatrogénico. Por el contrario, el
enclavado intramedular se asocia con una disección quirúrgica más limitada y una mayor
fuerza biomecánica, pero con un mayor riesgo de lesión iatrogénica intraarticular del
hombro.
Duygun(29), encontró que la consolidación radiológica de las fracturas se logró en todos
los pacientes con una media de 14,8 semanas (rango de 12 a 17 semanas). El puntaje de
Constant-Murley fue de 90 (rango 72 a 100). Hubo una correlación estadísticamente
24
significativa, negativa y fuerte entre el período de la unión y el puntaje de Constant-
Murley (r = -0.78, p <0.001). En un paciente que desarrolló síntomas postoperatorios de
lesión del nervio radial, todas las funciones se recuperaron en el cuarto mes. No se produjo
infección en ningún paciente. En dos pacientes, la punta del clavo se mantuvo alta. De
estos pacientes, uno desarrolló hallazgos de pinzamiento y el otro paciente no tuvo
problemas. El tratamiento de las fracturas diafisarias del húmero con EIM bloqueado de
compresión asegura una suficiente fijación y una oportunidad de movimiento temprano
en las articulaciones del hombro y del codo, y da resultados radiológicos y funcionales
satisfactorios.
Wali et al (30), estudiaron 25 pacientes que fueron manejados con clavos intramedulares
con enclavamiento anterógrado cerrado, y 25 que se sometieron a reducción abierta y
fijación interna usando placa de compresión dinámica. Hubo una diferencia
estadísticamente significativa entre los dos grupos con respecto a la duración de la
estancia hospitalaria, el tiempo operatorio y la pérdida de sangre. No hubo diferencias
significativas entre los dos grupos en términos de consolidación o complicaciones. La
evaluación funcional al final de 1 año entre los dos grupos no mostró ninguna diferencia
significativa en el resultado. La fijación mediante enclavado intramedular anterógrado
bloqueado y placa de compresión dinámica son comparables cuando se maneja fracturas
diafisarias de húmero con respecto a las tasas de unión y las complicaciones. En el grupo
de enclavado intramedular, la rigidez del hombro fue la complicación más común que
ocurrió en 4 pacientes (16%). De estos, la rigidez se resolvió con fisioterapia en tres
pacientes y un paciente continuó teniendo rigidez. Un paciente en el grupo de enclavado
intramedular tuvo una complicación severa debido a la protrusión del clavo que requirió
el retiro del clavo después de lograr la consolidación. Aunque las complicaciones
relacionadas con el hombro están más en el grupo de enclavado intramedular, sin
embargo, se asocia con una estancia hospitalaria más corta, menos tiempo quirúrgico y
menos pérdida de sangre. Esto convierte al enclavado intramedular en una opción efectiva
en el manejo de estas fracturas.
R. García-Bógalo et al.(31) , en un estudio transversal sobre una cohorte retrospectiva de
23 pacientes intervenidos con fracturas diafisarias de húmero en el Hospital 12 de Octubre
entre los años 1998 y 2004, hallaron una puntuación media del test de Constant de 82 (49-
99), con una agrupación general de resultado de la serie bueno: 80% más de 65. Los
25
únicos hallazgos ecográficos observados fueron líneas hiperecogénicas en 4 pacientes,
interpretadas como rupturas parciales inferiores a 30 mm. Estos pacientes obtuvieron un
resultado funcional aceptablemente bueno, sumando más de 70 puntos en el test de
Constant. Los resultados de este estudio sugieren que la utilización del abordaje
anterolateral para el enclavado humeral anterógrado, con una cuidadosa disección y
posterior sutura del manguito rotador, así como un punto de entrada en la cabeza humeral
suficientemente medial garantizan un buen resultado funcional sin un impacto
clínicoecográfico relevante.
El primer estudio controlado aleatorizado que comparando el tratamiento quirúrgico
versus el brace funcional para las fracturas diafisarias de húmero fue informado por
Matsunaga et al(32). La cirugía consistió en placas puente mínimamente invasivas a
través de incisiones anteriores. Las tasas de pseudoartrosis fueron del 0% para el grupo
quirúrgico y del 15% para el grupo conservador. El grupo quirúrgico tenía una puntuación
más alta de discapacidades del brazo, hombro y mano solo a los 6 meses, con una
diferencia de 6 puntos, mientras que una diferencia de 10 puntos se tenía que considerar
clínicamente importante. De lo contrario, no había diferencias en el formato corto 36, la
escala analógica puntaje de visual, o el test de Constant-Murley.
26
CAPÍTULO III
3. MATERIALES Y MÉTODO:
3.1.LUGAR DE LA INVESTIGACIÓN
El estudio se realizó en el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” (IESS) de Guayaquil.
3.2.CARACTERIZACIÓN DE LA ZONA DE TRABAJO
El Departamento de Traumatología y Ortopedia del hospital Regional IESS “Teodoro
Maldonado Carbo” está conformado por 21 especialistas, distribuyéndose en las distintas
subespecialidades de Reemplazo articular, Tumores óseos, Artroscopia, Cirugía de pie y
tobillo, Cirugía de columna vertebral y Trauma. Tiene a su disposición de 11
postgradistas, 5 residentes asistenciales y 2 internos de medicina, distribuidos en las
diferentes áreas de emergencia, hospitalización, quirófano y consulta externa. Posee 14
licenciadas de enfermería altamente capacitadas para el manejo de pacientes
politraumatizados y con fracturas, con asistencia de 10 auxiliares de enfermería. El área
de hospitalización está ubicada en el 3er y 4to piso del hospital, consta de 41 camas, posee
2 estaciones de enfermería y un ambiente para pacientes infectados.
3.3.PERÍODO DE LA INVESTIGACIÓN
La correlación de la valoración clínica de la funcionalidad del hombro y codo con los
hallazgos ecográficos de los pacientes intervenidos entre enero del 2015 hasta diciembre
del 2017.
27
3.4.RECURSOS EMPLEADOS
3.4.1. RECURSOS HUMANOS:
• Médico investigador.
• Tutor
3.4.2. RECURSOS FÍSICOS
• Computadora.
• Papel
• Lápices.
• Ecógrafo
• Dinamómetro
3.5.UNIVERSO Y MUESTRA
3.5.1. UNIVERSO
El universo fueron todos los pacientes sometidos a tratamiento quirúrgico (enclavado
intramedular anterógrado del húmero) que no presentaron antecedentes de patologías de
hombro.
3.5.2. MUESTRA
La muestra fueron todos los pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado
que no presentaron antecedentes de patologías de hombro, sin diferenciación de sexo.
3.6.MÉTODOS
28
3.6.1. TIPO DE INVESTIGACIÓN
• Observacional, porque no hubo intervención por parte del investigador, no se
manipulará de las variables del estudio.
• Retrospectivo, porque se tomaron datos previamente ingresados en las historias
clínicas.
• Transversal, porque se realizaron mediciones de datos.
3.6.2. DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
Retrospectivo, no concurrente, transversal, de corte cuantitativo.
Consistió en correlacionar la valoración clínica de la funcionalidad del hombro y codo
con los hallazgos ecográficos de los hombros intervenidos, durante enero del 2015 hasta
diciembre del 2107, teniendo como referencia la estructura anatómica contralateral sana,
en el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” (IESS), fueron seleccionados todos los
pacientes sometidos a dicha intervención quirúrgica que no presentaron antecedentes de
patologías de hombro.
Se revisó las características ecográficas y el diagnóstico clínico de la funcionalidad del
hombro y codo usando el test de Constant-Murley
El estudio es objetivo porque se ha basado su construcción en revisión de literatura y en
datos secundarios.
3.6.3. PROCEDIMIENTOS DE LA INVESTIGACION
La investigación que se llevó a cabo es conocida como descriptiva. Se revisó las
características ecográficas y el diagnóstico clínico de la funcionalidad del hombro y codo
usando el test de Constant-Murley en los pacientes que presentaron fractura diafisaria de
húmero, tratados mediante enclavado intramedular anterógrado.
29
3.6.4. CRITERIOS DE INCLUSIÓN Y EXCLUSIÓN
3.6.4.1. CRITERIOS DE INCLUSIÓN
Pacientes hombres y mujeres, con edad comprendida entre 18 y 60 años.
Laboralmente activos.
Fracturas diafisarias de húmero tratadas mediante enclavado intramedular anterógrado.
Deseo de cooperar con el trabajo de investigación.
No presentar discapacidad física.
3.6.4.2. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN
Patología previa en hombro afecto.
Incapacidad mental.
Cirugías previas a nivel de hombro afecto.
Fracturas expuestas.
30
3.6.5. OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES
VARIABLES INDICADOR ESCALA VALORATIVA VALORES FINALES FUENTE
Variable
Independiente
Clasificación AO
Tipo A Presencia - Ausencia
Historia
Clínica Fracturas de
húmero
Tipo B Presencia - Ausencia
Tipo C Presencia - Ausencia
Variable
dependiente Ecografía Signos ecográficos Integridad- lesión Historia
Clínica
Manguito rotador
Signos clínicos de
lesión del manguito
rotador
Test de Constant
Murley
Dolor
Calidad de vida
Movimiento
Actividades de la vida
diaria
Excelente, bueno,
regular y malo
Historia
Clínica
Variables
intervinientes Sexo Masculino - Femenino Presencia - Ausencia
Historia
Clínica Características
demográficas y
clínicas
Grupos etarios
18-30 años
31-45 años
46-60 años
Categorización
Etiología
Accidentes de tránsito
Caídas de altura
Caída del plano de
sustentación
Presencia - Ausencia
Protocolo de
ecografía y técnica
quirúrgica
Técnica
Ecográfica
Quirúrgica
Cumplimiento o
incumplimiento
Historia
Clínica
31
3.6.6. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
El programa que se empleó para llevar a cabo el procesamiento de datos fue el programa
Excel 2010.
3.6.7. ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES DE LA INVESTIGACIÓN
Se trata de un estudio sin riesgo, la información obtenida fue utilizada con finalidad
académica y científica, además de respetar la confidencialidad de los pacientes que
participaron en el estudio, ya que se guardó en anonimato sus identidades, las cuales
fueron representadas por el número de historia clínica. El estudio fue observacional
indirecto, por no existir manipulación ni contacto con pacientes, sino mediante el análisis
de los registros médicos del hospital.
El estudio respetó los fundamentos primordiales de la investigación científica como son
la ética y el valor social, ya que se analizó un problema de salud de relevancia en la
medicina. Se siguieron las normas de investigación de reconocimiento internacional de la
declaración de Helsinki del año 2011, además, de no existir conflicto de intereses por el
carácter académico de la investigación y por la aprobación de esta por la escuela de
graduados de la Universidad de Guayaquil y el departamento de Docencia e Investigación
del hospital “Teodoro Maldonado Carbo”. Se garantizó la confidencialidad de las
identidades de pacientes aquéllos cuyos datos fueron empleados.
32
CAPÍTULO IV
4. RESULTADOS
Una vez seleccionados los pacientes que cumplían con los criterios de selección, se
procedió a su valoración clínica a través del test de Constant que evalúa actividades que
se pueden realizar, el dolor posterior a actividad, el rango de movilidad y la fuerza.
Así mismo se interroga e inspecciona las complicaciones y posteriormente son sometidos
a ecografía de hombro. Los resultados recopilados se presentan a continuación.
OBJETIVO 1: DESCRIBIR LAS CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN
AFECTADA POR FRACTURAS DIAFISARIAS DE HÚMERO EN CUANTO A:
SEXO, GRUPOS ETARIOS, BRAZO AFECTO, MECANISMO DE
TRAUMATISMO, ETIOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN.
Tabla 1 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: sexo
SEXO NÚMERO DE PACIENTES PORCENTAJE
HOMBRES 31 62%
MUJERES 19 38%
TOTAL 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: Se valoró 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, que cumplían los criterios de inclusión de los cuales el 62% fueron hombres y
38% mujeres, demostrando que hay mayor número de casos en el sexo masculino puesto
que el húmero se fractura por mecanismos de alta energía principalmente en accidentes
de tránsito.
33
Tabla 2 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: grupos
etarios
GRUPO ETARIO NÚMERO DE PACIENTES PORCENTAJE
18-30 20 40%
31-45 17 34%
46-60 13 26%
TOTAL 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, el menor número de casos se presentaron en el grupo etario de entre 46-60 años,
siendo de 26% (13 pacientes), mientras que el grupo etario más afectado comprendió
entre 18 – 30 años constituyendo un 40% (20 pacientes). En la población de entre 31 -45
años, solo se presentaron 17 casos constituyendo un 34%.
34
Tabla 3 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: brazo
afecto
Brazo afecto Número de pacientes Porcentaje
Derecho 28 56%
Izquierdo 22 44%
Total 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, la extremidad superior más afectada fue la derecha en un porcentaje del 56%
siendo el miembro superior derecho, el dominante en un 96% de los casos.
35
Tabla 4 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Etiología
de la fractura
Etiología Número de pacientes
Porcentaje
Accidentes de tránsito 21 42%
Caída de altura 17 34%
Caída del plano de sustentación 12 24%
Total 50 100% Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes en este estudio, las fracturas diafisarias de húmero
tuvieron como etiología principal los accidentes de tránsito en un 42% (21 pacientes)
seguidas por caída de altura en un 34% y de caída del plano de sustentación en un
24%.
36
Tabla 5 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Mecanismo del traumatismo
Mecanismo del traumatismo
Número de pacientes Porcentaje
Directo 21 42%
Indirecto 29 58%
Total 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes en este estudio, las fracturas diafisarias de húmero
fueron ocasionadas por traumatismo directo en un 42% (21 pacientes) y en un 58%
por traumatismo indirecto (29 pacientes).
37
Tabla 6 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Tipo
de fractura
Tipo de fractura Número de pacientes Porcentaje
12-A1 11 22%
12-A2 13 26%
12-A3 15 30%
12-B1 5 10%
12-B2 4 8%
12-B3 1 2%
12-C1 1 2%
Total general 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, por fractura según la clasificación, el menor número de casos se presentaron
con fractura B3 (fractura con cuña flexión fragmentada) y C1 (conminutas
espiroideas) solo 1 paciente en cada caso representando el 2% en contraposición el
tipo de fractura más frecuente fue el tipo A3 (trazo simple transversal) que la
presentaron 15 pacientes (30%).
38
OBJETIVO 2: DESCRIBIR LAS COMPLICACIONES POSTQUIRÚRGICAS
EN LOS PACIENTES TRATADOS MEDIANTE ENCLAVADO
INTRAMEDULAR ANTERÓGRADO DE HÚMERO.
Tabla 7 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Complicaciones
Complicaciones Número de pacientes Porcentaje
Neuropraxia del nervio
radial 4 8%
Ninguna 43 86%
Protrusión del clavo 3 6%
Total general 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, el 86% de los pacientes que cumplieron los criterios de selección no presentaron
ninguna complicación. En este estudio solo se observaron 2 complicaciones,
constituyendo juntas el 14%, que fueron la neuropraxia del nervio radial en 4 pacientes
(8%), mientras que en 3 pacientes existió protrusión del clavo al espacio subacromial
(6%).
39
OBJETIVO 3: MEDIR EL RESULTADO POSTQUIRÚRGICO DE LOS
PACIENTES TRATADOS MEDIANTE ENCLAVADO INTRAMEDULAR
ANTERÓGRADO DE HÚMERO USANDO EL TEST DE CONSTANT-MURLEY.
Tabla 8 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados
del test de Constant-Murley
RESULTADO
SCORE DE
CONSTANT PACIENTES PORCENTAJE
Malo < 50 3 6%
Medio 50- 64 5 10%
Bueno 65-79 8 16%
Excelente 80-100 34 68%
TOTAL
50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, el 68% presentó un test de Constant Murley, excelente es decir con una alta
puntuación de los 4 parámetros evaluadores, mientras que solo el 6% de los casos
mostraron una puntuación baja del test lo que indica una mala calidad de vida, y 5
pacientes que constituyeron el 10% tuvieron un resultado medio, es decir que no sintieron
satisfacción total de su tratamiento quirúrgico.
40
Tabla 9 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados
del Test de Constant-Murley
Pacientes Promedio del test de Constant-Murley
Total de la serie 81.9
En pacientes con complicaciones quirúrgicas 61.5
En pacientes con hallazgos ecográficos 64.5
En pacientes normales 90
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero. Nuestro promedio del test de Constant Murley fue de 81.9 puntos para toda la
serie, 61.5 puntos para los que presentaron complicaciones quirúrgicas y el promedio en
los que además se evidenció hallazgos ecográficos fue de 64.5 puntos.
En 34 pacientes no se evidenció ninguna alteración, en ellos el test de Constant Murley
dio una puntuación promedio de 90 puntos.
41
Tabla 10 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados
del parámetro dolor
Parámetro dolor Puntaje Frecuencia Porcentaje
Sin dolor 15 5 10%
Dolor leve 14 40 80%
Dolor moderado 9 5 10%
Dolor severo 4 0 0%
Total 50 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, 40 pacientes obtuvieron una puntuación 14 sobre 15 lo que indica que sufren de
un dolor leve; la misma cantidad de pacientes que son 5, padecen de dolor moderado y
así mismo no refieren dolor. No existió ningún paciente con dolor severo.
42
OBJETIVO 4: DETERMINAR LAS CARACTERÍSTICAS ECOGRÁFICAS
POSTERIOR A LA INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA.
Tabla 11 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Hallazgos
ecográficos
Hallazgos ecográficos Número de pacientes Porcentaje
Calcificaciones en el
supraespinoso 3 6%
Hiperecogenicidad proyectada
hacia el espacio subacromial
con líquido en la bursa 4 8%
Normal 34 68%
Ruptura parcial mayor a 10 mm 4 8%
Ruptura parcial menor a 10mm 2 4%
Sinovitis de la porción larga del
bíceps 3 6%
Total 50 100%
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
ANÁLISIS: De los 50 pacientes sometidos a enclavado intramedular anterógrado de
húmero, el 68% de los casos se presentaron normales, sin cambios ecográficos. Se
observó 12% de rupturas parciales del tendón del supraespinoso, sin embargo, el 8% fue
mayor de 10mm y el 4% menor a 10 mm, en 4 pacientes (8%) el clavo intramedular se
proyectó como una hiperecogenicidad en el espacio subacromial. El 6% (3 pacientes)
respectivamente manifestaron ecográficamente calcificaciones en el supraespinoso y
sinovitis de la porción larga del bíceps.
43
CAPÍTULO V
5. DISCUSIÓN
En este estudio en el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil- Ecuador, se
presentaron 12% de complicaciones ecográficas, manifestadas por rupturas parciales del
tendón supraespinoso, mientras que Conforto Gracitelli en Brasil, en el año 2016
encontraron el 13% de rupturas completas del supraespinoso y 32% de rupturas parciales.
El promedio del test de Constant Murley fue de 81.9 puntos para toda la serie, mientras
que para Verdano et al.(27) fue de 78.2 puntos. Los pacientes que manifestaron rupturas
parciales obtuvieron un promedio de 63.3 puntos mientras que en el estudio mencionado
en Brasil fue de 68.7%.
A pesar de que Conforto Gracitelli, en Brasil encontró alta tasa de rupturas completas y
parciales del tendón del supraespinoso se concluyó que los resultados clínicos fueron
satisfactorios y no están relacionados por las lesiones ecográficas del manguito rotador.
No observamos ningún caso de ruptura completa de los tendones del manguito rotador,
que provoquen intenso dolor en ningún paciente, Verdano et al.(27) encontraron 4 casos
de ruptura del tendón del supraespinoso de los 48 pacientes estudiados. Los resultados de
este estudio sugieren que el uso del abordaje anterolateral para el enclavado humeral
anterógrado asegura un buen resultado funcional sin impacto clínico-sonográfico
significativo en el manguito de los rotadores y un resultado clínico satisfactorio a largo
plazo.
Se hallo un paciente con resultado de 42 puntos del test de Constant Murley (malo) que
presentó neuropraxia del nervio radial y ecográficamente se evidenció hiperecogenicidad
(clavo) proyectado en el espacio subacromial y bursitis.
En Noruega, Fjalestad T(4), determinó por medio de resonancia magnética que de 76
pacientes que sufrieron fracturas de húmero y manejados conservadoramente, 22
pacientes presentaron desgarros del manguito rotador en el momento de la lesión y 10
sufrieron desgarros adicionales al año de la lesión. Lo que demuestra que además de la
posibilidad de lesión del manguito rotador durante la cirugía esta puede existir en el
44
momento de la injuria, se interpreta dicho estudio que los desgarros de espesor parcial y
completo del manguito de los rotadores son importantes para el resultado funcional.
Los hallazgos ecográficos fueron rupturas parciales del tendón del supraespinoso,
hiperecogenicidad proyectadas en el espacio subacromial, calcificaciones en el
supraespinoso y sinovitis de la porción larga del bíceps mientras que R. García-Bógalo et
al(31), en el Hospital 12 de Octubre entre los años 1998 y 2004, visualizaron
ecográficamente únicamente líneas hiperecogénicas en 4 pacientes, interpretadas como
rupturas parciales inferiores a 30 mm.
45
CAPÍTULO VI
6. CONCLUSIONES
• El sexo más afectado fue el masculino.
• El grupo etario más afectado comprendió entre la edad de 18 – 30 años.
• La etiología de las fracturas de húmero es accidentes de tránsito y el mecanismo
es un traumatismo directo.
• El test de Constant Murley permite evaluar la calidad de vida en pacientes que
hayan sufrido lesiones humerales.
• La ecografía es un método económico, asequible, rápido que ayuda a
complementar nuestra valoración clínica, pero lamentablemente es operador
dependiente, lo que nos conlleva a que ser realizado por especialistas
experimentados.
• El uso del abordaje anterolateral para el enclavado humeral anterógrado asegura
un buen resultado funcional.
• Las complicaciones postquirúrgicas por fractura diafisarias de húmero bajo la
técnica de enclavado intramedular anterógrado son muy escasas sin embargo
pueden presentarse en un bajo porcentaje complicaciones como neuropraxia del
nervio radial y protrusión del clavo.
• Los resultados clínicos en promedio en todos los estudios fueron satisfactorios y
no están relacionados con las lesiones ecográficas del manguito rotador, es decir
que se debe valorar tanto clínica como con exámenes complementarios, ya que la
presencia de lesión ecográfica no siempre está relacionada con alteraciones en la
funcionalidad, pero nos ayudará a controlar a determinados pacientes en el futuro.
Así como observar las complicaciones posteriores a los controles quirúrgicos.
• Las características ecográficas que se pueden presentar en el postquirúrgicas por
fractura diafisarias de húmero bajo la técnica de enclavado intramedular
anterógrado son calcificaciones en el supraespinoso, hiperecogenicidad
proyectada al espacio subacromial con líquido, rupturas en el tendón del
supraespinoso y sinovitis del tendón largo de bíceps.
• El promedio del test de Constant Murley fue excelente para toda la serie,
concluyendo que la técnica quirúrgica se aplica adecuadamente en la institución.
• Los dos casos de neuropraxia del nervio radial mejoraron con el tiempo y terapia.
46
7. RECOMENDACIONES
• Respetar los planos anatómicos en el abordaje proximal de mínimo acceso al
húmero proximal.
• Incidir el tendón del músculo supraespinoso en el sentido de sus fibras para evitar
lesión de este.
• Antes de colocar los pernos de bloqueo y previa reducción de la fractura, verificar
mediante el uso de fluoroscopía que no haya protrusión del extremo superior del
clavo intramedular hacia el espacio subacromial.
• Utilizar tratamiento conservador en los pacientes que cumplan indicaciones de
tratamiento.
• Este estudio servirá de base para nuevos estudios en el futuro relacionados con el
tema.
47
BIBLIOGRAFÍA
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48
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ANEXOS
Anexo 1 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: sexo
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
Anexo 2 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
grupos etarios
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
31 19
50
62% 38% 100%0
20
40
60
HOMBRES MUJERES TOTAL
Nú
me
ro d
e p
acie
nte
s
Sexo
Sexo de los pacientes
NUMERO DE PACIENTES PORCENTAJE
20
17
13
40% 34% 26%0
5
10
15
20
25
18-30 31-45 46-60
NÚ
MER
O D
E P
AC
IEN
TES
GRUPOS ETARIOS
Pacientes por grupos etarios
NUMERO DE PACIENTES PORCENTAJE
50
Anexo 3 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: brazo
afecto
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
Anexo 4 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: tipo
de fractura
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
2822
56% 44%0
10
20
30
Derecho Izquierdo
NÚ
MER
O D
E P
AC
IEN
TES
BRAZO AFECTO
Pacientes por brazo afecto
Número de pacientes Porcentaje
11
13
15
54
1 122% 26% 30% 10% 8% 2% 2%
0
2
4
6
8
10
12
14
16
12-A1 12-A2 12-A3 12-B1 12-B2 12-B3 12-C1
Nú
mer
o d
e p
acie
nte
s
Tipo de fractura
Pacientes por tipo de fractura
51
Anexo 5 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Complicaciones
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
Anexo 6 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Resultados del Test de Constant-Murley
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
4
43
38% 86% 6%0
10
20
30
40
50
Neuropraxia del nervioradial
Ninguna Protrusión del clavo
NÚ
MER
O D
E P
AC
IEN
TES
COMPLICACIONES
Complicaciones
Número de pacientes Porcentaje
3 5 8
34
6% 10% 16% 68%0
10
20
30
40
< 50 50- 64 65-79 80-100
PA
CIE
NTE
S
SCORE DE CONSTANT -MURLEY
Resultados del Test de Constant-Murley
52
Anexo 7 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Resultados del Test de Constant-Murley
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
Anexo 8 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en el
hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según: Resultados del
parámetro dolor
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
81.9
61.5 64.5
90
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
Total de la serie En pacientes concomplicaciones
quirúrgicas
En pacientes conhallazgos ecográficos
En pacientesnormales
Promedio del test de Constant-Murley
15
14
9
45
40
5
010
%
80
%
10
%
0%
0
10
20
30
40
50
Sin dolor Dolor leve Dolor moderado Dolor severo
PA
CIE
NTE
S
Parametro dolor
Puntaje Frecuencia Porcentaje
53
Anexo 9 Distribución de los 50 pacientes con fracturas diafisarias de húmero en
el hospital “Teodoro Maldonado Carbo” de Guayaquil. 2015-2017, según:
Hallazgos ecográficos
Fuente: Sistema AS400
Elaborado por: Md. Jaime Intriago Molina
3 4
34
4 2 36% 8% 68% 8% 4% 6%0
10
20
30
40
NÚ
MER
O D
E P
AC
IEN
TES
HALLAZGOS ECOGRÁFICOS
Hallazgos ecográficos
Número de pacientes Porcentaje
54
Anexo 10 Clasificación de las fracturas de húmero según la AO
Fuente:
https://www2.aofoundation.org/wps/portal/surgery?showPage=diagnosis&bone=Humerus&segment=Shaft
55
Anexo 11 Test de Constant-Murley
Fuente: https://www.secot.es/uploads/descargas/formacion/escalas_valoracion/Escala_CONSTANT._HOMBRO.pdf
56
57
REPOSITORIO NACIONAL EN CIENCIA Y TECNOLOGIA
FICHA DE REGISTRO DE TESIS
TÍTULO Y SUBTÍTULO: “CORRELACIÓN CLÍNICA - IMAGENOLÓGICA DE LA INJURIA AL MANGUITO ROTADOR POSTERIOR A ENCLAVADO INTRAMEDULAR ANTERÓGRADO DE HÚMERO EN EL HOSPITAL TEODORO
MALDONADO CARBO. 2017”
AUTOR: MD. INTRIAGO MOLINA JAIME LEONARDO
TUTOR: DR. MIGUEL ANGEL MITE VIVAR
REVISOR: DR WILSON BENITES ILLESCAS
INSTITUCIÓN: UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL FACULTAD: CIENCIAS MÉDICAS
ESPECIALIDAD: TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA
FECHA DE PUBLICACIÓN: No. DE PÁGS: 63
ÁREAS TEMÁTICAS: TRAUMATOLOGÍA
PALABRAS CLAVE: ecografía – fractura de húmero – enclavado intramedular anterógrado –
manguito rotador- test de Constant-Murley RESUMEN: Las fracturas diafisarias de húmero se producen tanto por un traumatismo banal como una caída o por un traumatismo de alta energía, el tratamiento de elección es el enclavado intramedular. El objetivo de nuestro trabajo consistió en identificar la correlación de las características ecográficas y clínicas de pacientes con fractura de húmero sometidos a enclavado intramedular anterógrado, la relación entre los hallazgos ecográficos sugestivos de lesión del manguito rotador con los signos y síntomas clínicos por medio del test Constant-Murley. El universo fueron todos los pacientes sometidos a la intervención quirúrgica que no presentaron antecedentes de patologías de hombro. Fue un trabajo: retrospectivo, transversal, de corte cuantitativo, que se realizó durante el periodo 2015-2017. De los 50 pacientes, el sexo masculino, es el más afectado, entre la edad de 18 – 30 años constituyendo un 40% (20 pacientes). El 68% presentó un test de Constant-Murley excelente, se concluye que el uso del abordaje anterolateral para el enclavado humeral anterógrado asegura un buen resultado funcional y que los resultados clínicos no están relacionados conlas lesiones ecográficas del manguito rotador.
No. DE REGISTRO (en base de datos): No. DE CLASIFICACIÓN:
DIRECCIÓN URL (tesis en la web):
ADJUNTO PDF: SI NO
CONTACTO CON AUTOR: Teléfono: E-mail:
CONTACTO EN LA
INSTITUCIÓN:
Nombre: SECRETARIA COORDINACIÓN DE POSGRADO
Teléfono: 2288086
E-mail: [email protected]
: Av. Whymper E7-37 y Alpallana, edificio Delfos, teléfonos (593-2) 2505660/1; y en la Av. 9 de octubre 624 y Carrión, edificio Promete, teléfonos 2569898/9. Fax: (593 2) 2509054
P r e s i d e n c i a
d e l a R e p ú b l i c a
d e l E c u a d o r