libre pensamiento, nº 65, verano 2010

Upload: rebeldemule2

Post on 06-Apr-2018

250 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    1/68

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    2/68

    ndice

    CREATIVE COMMONS

    Licencia Creative Commons: Autora. No derivados. No com Autora-Atribucin: deber respetarse la autora de tod

    documentos. El nombre del autor/a y de la publicacin aparecer reflejados.

    N c e c al: n p ede l za se es e ac e c ales.

    N de ad s: n se p ede al e a , ansfec ns l s ex s. Se debe n es ablece

    n s de es a l cenc a pa a c alq e s l s d c en s. Se p d p esc nd de c alqc nd c nes s se b ene pe s exp es del

    Es a p bl cac n ene na l cenc a C ea e C

    N De s-N n C e c al. Pa a e na c p as e h p//c ea ec ns. g/l censes/by-n

    4

    10

    141624

    3036

    42

    48

    54

    60

    LA DiSCrimiNACiN CoNtrA LAS NuEvAS miNorAS tNiCAS ESPAoLAS.i ak Ga c a

    ENtrEviStA A tXArLiE, DE HACKtiviStAS.NEt

    DErivA Y rumBo SiNDiCAL1. orGENES DE LA CuEStiN SoCiAL EN LA PENNSuLA. m g el A s2. LA mEtomorFoSiS SiNDiCAL. An n P ez C llad

    3. NuEStro SiNDiCALiSmo ES iNtErNACioNALiStA. Ch s an mah e x4. orGANiZANDo A LA mAYorA AtPiCA.APuNtES SoBrE SiNDiCALiSmo SoCiAL. Pabl Ca na

    5. uN muNDo FiNito:rEFLEXiN, PrEviSiN Y ProPorCiN. th l m en

    EL ANArQuiSmo ENtrE EL LiBErALiSmo Y EL momENto mAQuiAvELiANo.D eg Pa edes G c echea

    mS ALL (AC) DEL miEDo HAY viDA:rEFLEXioNES SoBrE EL CoNtroL Y LA CorPorALiDAD.Se g Ga c a Ga c a

    ELECCioNES EN CoLomBiA HACiA uN NuEvo ESCENArio PoLtiCo?.Alba ma celln Fe nndez

    C nsej Ed alFlix Garca, Antonio Rivera,

    Jacinto Ceacero, Jos Luis AranteguAntonio Carretero, ngel Luis Garca

    Garca Aristegui, Paco Marcelln, PablPaloma Monlen y Joan Clua

    D ec -C d nad Chema Berro

    C d nac n cn caGoio Gonzlez y Mikel Gal

    P d cc nSecretara de Comunicacin de la C

    i p es nGrafimar Coop. V.

    redacc nCalle Sagunto, 15. 28010 Madrid

    Tel. 902 19 33 98. Fax. 914 45 31 e-mail: [email protected]

    web: www.rojoynegro.info

    Depsito Legal: V-1735-1991I.S.S.N: 1138-1124

    p a p e l e s d e r e f l e x i n y d e b a t e

    CONFEDERACIN GENERAL DEL

    N 65 VERANO 2010

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    3/68

    01 LPEDITORIAL

    e d i t o r

    i a l

    Estamos celebrando el centenario de la fundacin de la C. N. T., organizacin dela que nos consideramos herederos y de la que quisiramos ser dignos. Difcil tarea.

    La C. N. T. fue una organizacin encomiable, quiz nica, capaz de revitalizar yrejuvenecer su momento histrico y la sociedad de su tiempo, alumbrndola deposibilidades. Hay, entre otros, tres aspectos de la histrica C. N. T. que la con-vierten en paradigma que, en momentos de oscuridad como el actual, no puedenmirarse sino con envidia, como objetivo y meta deseada. Y lejana.

    El primero de ellos es su capacidad de conectar con el ansia transformadora y larebelda individual y colectiva de su tiempo, dotndola de finalidad y objetivo. La C.N. T. estuvo a las puertas de emprender una transformacin social revolucionaria.Nosotros estamos a una distancia infinita de esa posibilidad.

    El segundo aspecto fascinante es su tarea cultural. Basta releer el dossier sobrePedagoga Libertaria del n 64 deLibre Pensamiento,o la trascripcin de la charlade Martinet del n 58, para darse cuenta de la envergadura y la amplitud de mirasdel esfuerzo realizado en ese campo. Un entorno en el que eso pudiera ser dicho y esa tarea intentada ya es, en s mismo, una realizacin que, vista desde el actualpramo en que nos desenvolvemos, aparece como imposible, como si no hubierapodido existir.

    El tercer aspecto revelador de lo que fue la CNT viene dado por las personali-dades de las mujeres y hombres que de ella formaron parte. Hasta nosotros hanllegado los ecos biogrficos y los retazos del pensamiento de aquellas personalida-des que alcanzaron un mayor protagonismo, fueron las puntas de un iceberg quese asentaba en una cantidad mucho mayor de personas con un grado de desarrollonada comn y unas valas sobresalientes que, vistas desde la actual reduccin arebao, nos parecen inaccesibles.

    Pero no se trata de hacer una loa por muy merecida que sea. Hay que intentar algo ms. Toda organizacin que pretende cambiar una situacin tiene que hacer un gesto de acercamiento a ella, adecuarse. Y esa adecuacin a una situacin queha creado el enemigo al que se quiere combatir requiere unas renuncias y suponeuna homologacin. Necesaria, si se quiere, y dolorosa, pero renuncia al fin.

    Previo al congreso fundacional, en 1910, existe una larga trayectoria de resis-tencias a la instauracin del capitalismo y sus efectos sobre el trabajo y la estruc-turacin de la sociedad. La C. N. T. nace como sindicato o asociacin de trabajado-res con una condicin consolidada y asumida de asalariados, es ya fruto de unaprimera derrota, la de la resistencia a la instauracin del capitalismo y la mercan-

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    4/68

    02LP EDITORIAL

    tilizacin. Lo explica Miquel Amors en su artculo mejor de lo queaqu pudiramos hacerlo.

    Asalariado es el trabajador que requiere que otro le contra-te, para lo que necesita ofertarse como mercanca-fuerza detrabajo. Formar una organizacin de asalariados es, con res-pecto a la etapa anterior, una adaptacin precedida de unarenuncia, en la que se asume que el productor ha perdido elcontrol sobre su trabajo y la posibilidad de estructurar entorno suyo la sociedad. Otros pasos en esa direccin se darnen la estructuracin organizativa al abandonar los sindicatosde oficio para adoptar los nicos y, posteriormente, las federa-ciones de industria, cambios muy controvertidos y que encon-trarn numerosas resistencias en el seno de la organizacin.De todos esos cambios sale una organizacin ms adaptada ala realidad y ms contundente y capaz de influir en ella, peroexiste una renuncia: a la defensa de la profesionalidad y a laautonoma.

    En esos cambios en la estructura organizativa subyacan cam-bios ms profundos. Si en la primera etapa, digmosle presindi-

    calista, se discute el capitalismo en cuanto modelo de sociedad,mercantilista y productivista, el sindicalismo asume ese modelo y pasa a luchar por el sujeto que ha de gestionarlo. Creen quelos trabajadores tienen ms capacidad y merecimientos para ser quienes deben y mejor pueden gestionarlo, pero deja de cuestio-narse el modelo fabril, mercantil y productivista.

    Otro aspecto de esa misma homologacin fue la adopcin por los trabajadores y sus organizaciones del progresismo. La ante-rior sociedad era estamental y estable, y los cambios suscitabanprevencin y resistencia. En la sociedad capitalista, ya avanzada y consolidada como la que vivi la C. N. T., cambio o novedad erasinnimo de avance y as era percibido por los trabajadores ysus organizaciones. Se manifiesta ese progresismo en la con-fianza optimista de que el desarrollo cientfico y tcnico era ens liberador.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    5/68

    03 LPEDITORIAL

    Cabe preguntarse qu hubiera pasado si la CNT hubiera conso-lidado la revolucin iniciada en el 36. Es cierto que su componentelibertario contena numerosos elementos que hubieran entradoen contradiccin con la concepcin que el modelo capitalista aheredar irradiaba e impona; tambin hubiera habido resistenciasa la tentacin progresista a fiar a un futuro desarrollado loscomponentes liberadores que debieran ser sacrificados parcial-mente (parcialmente?) en lo inmediato en aras de ese futurodesarrollado que se prometa en s liberador. Hubiera continuadola cadena de adaptaciones y renuncias? Es imposible predecir quhubiera ocurrido en un futuro que no fue.

    S es posible, y necesario, tratar de ver a la luz del pasado nues-tro presente, sabiendo que desde entonces ha llovido mucho, quelas derrotas, adaptaciones y renuncias han sido mucho mayoresque las descritas, y que el capitalismo, pese a sus debilidades, se hadesarrollado y consolidado hasta casi el infinito.

    Con un capitalismo sin sujeto, convertido en totalidad y tota-litario en sus exigencias; con la irrupcin del problema ecolgicoque anuncia que estamos sobrepasando los lmites del planeta;con el desarrollo tecnolgico que adems de supeditar al traba-

    jador puede permitirse y se permite prescindir de l; con unosmecanismos de adormecimiento, control y dominacin social queparecen imposibles de contrarrestar; con una sociedad absolu-tamente dependiente de que esto siga funcionando para cubrir hasta sus necesidades ms bsicas y, por tanto, sin ninguna capa-cidad de autonoma y decisin real qu es lo que puede hacer una organizacin que se quiere transformadora y aspira a la jus-ticia y a la libertad o, por lo menos, a aminorar sus opuestos?,qu nuevos movimientos de adaptacin y renuncia deberemosemprender para poder ser operativos en la situacin actual? O,por el contrario, lo que necesitamos son elementos de recupera-cin? En cualquiera de los dos casos, en qu direccin y con qumtodos vamos a intentarlo?

    Muchas preguntas que nuestra prctica y nuestra reflexindeben plantearse.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    6/68

    04LP

    La discriminacin contra lasnuevas minoras tnicas espaolas

    La condicin diferenciada y discriminante de inmigrante no se resuelve por s sola con elpaso del tiempo, es heredable por los espaoles de origen inmigrante y sostenida por unapermanente pulsin discriminatoria que acta tanto de forma indirecta como directa, abo-cando a una disgregacin social, esto es, al establecimiento de grupos sociales distintos quecoexisten en mundos lejanos y ajenos entre s, que slo puede evitarse por voluntad poltica

    concretada en medidas antidiscriminacin.

    i A K i g A r C A

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    7/68

    Durante las dos ltimas dcadas, y hasta que la crisisactual ha venido a cambiar las cosas, Espaa ha recibidoa muchos inmigrantes, la mayora de ellos trabajadores/as han ido asentndose en este pas solos o acompaadospor sus familias. En general, los diferentes gobiernos cen-trales y autonmicos, los grandes partidos polticos y lasociedad espaola en su conjunto, han aceptado de buenagana ese fenmeno porque esos inmigrantes aceptabanlos trabajo ms duros, ms precarios y peor pagados, esosque ningn espaol quera hacer en esas condiciones.Tanto es as que buena parte del crecimiento econmi-co del pas, sobre todo durante la ltima dcada, se haapoyado sobre los frgiles hombros de esos trabajadores

    que, sin apenas derechos laborales o con derechos muymenguados, aceptaban esa hiper-explotacin porqueles permita enviar dinero a sus familias, muchas de las

    cuales esperaban en su pas de origen al momento de ser reagrupadas en Espaa. En las obras de construccin,en los invernaderos agrcolas, e incluso en las casas desus empleadores espaoles (limpindolas o cuidando deancianos o nios) los inmigrantes han sacado adelante asus familias con unos ingresos siempre por debajo de lamedia de los de los trabajadores/as espaoles.

    Con los aos, muchos de esos inmigrantes se han asen-tado, han tenido hijos o los han trado para que crezcan

    05 LP

    La Espaa muLticuLtino va a sEr sLo una Espaa dE La divErsidad, sino tambin dE La dEsiguaLdad,

    dE La discriminacin, y taL vEz dEL racismo

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    8/68

    LP

    y vayan a la escuela en Espaa. Esos hijos de inmigtes son lo que algunos socilogos/as llaman la segungeneracin, hablando de ellos como si tambin fueinmigrantes, cuando como acabo de decir muchos ellos han nacido en este pas o han venido a l siendo

    pequeos que seguramente dentro de unos aos ya nrecordarn que vivieron los primeros aos de su vidaun pas distinto. Con el tiempo, la gran mayora de ellaobtendr la nacionalidad espaola y se encontrar en usituacin muy distinta de la de sus padres, pues mientrque estos llegaron siendo adultos, y tuvieron que abrircamino superando un sinfn de barreras de todo tipoempezando por los obstculos legales para conseguir permisos de residencia y trabajo, y para mantenerlossus hijos habrn crecido en este pas, hablarn el idiomayoritario en su lugar de residencia y sabrn desenvverse en su entorno con la misma facilidad que los otrchavales de su misma edad cuyos padres nunca migrade un pas a otro. Ellos ya no sern inmigrantes, sinoespa-oles de origen migrante.

    Significa eso que tendrn los mismos derechos que espaoles de origen no-migrante? S y no: en principipero en la prctica no tanto, porque no todo el mundque tiene un DNI espaol o un pasaporte europeo disfrde los mismos derechos, diga lo que diga la ConstitucMs all de las discriminaciones legales que sufrieronpadres hay otras discriminaciones ms sutiles, pero menos reales, sufridas por personas a las que, por rasgcomo el color de la piel, el acento o el apellido se les pureconocer como de origen inmigrante. Son ellos y equienes en los prximos aos van a formar las nuevminoras tnicas de este pas (nuevas porque hace siglque hay en l otra minora tnica discriminada: la de gitanos), mostrando que la Espaa multiculti que nmuestran las pginas satinadas del Pas Semanal no vser slo una Espaa de la diversidad, sino tambin ddesigualdad, de la discriminacin, y tal vez del racism

    Discriminacin indirecta

    Pero, a qu discriminacin me refiero? No slla discriminacin directa, que es ms reconocible pque suele manifestarse acompaada de arbitrariedadde estereotipos y prejuicios irracionales (conscientesinconscientes). Tambin existe unadiscriminacin indi-recta, que es ms difcil de reconocer, pues puede tene

    06

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    9/68

    LP07

    lugar objetivamente, en los hechos y las consecuencias,aunque no haya intencin de discriminar, estereotipos niprejuicios. La discriminacin indirecta se produce inde-pendientemente de que quien toma la decisin discrimi-natoria acte de forma ms o menos racional. Imagine-

    mos un ejemplo del mundo laboral: una empresa quiereempezar a vender sus productos por Internet, para lo cualbuscan un informtico/a que disee y mantenga un sitioweb adecuado para ello. Al puesto se presentan varioscandidatos con currculos muy parecidos. Uno de ellos esrechazado por ser miembro de una minora tnica, algoque por supuesto la jefa de personal de la empresa, quees quien toma la decisin, no reconoce ante sus colegas(puede que ni siquiera se lo reconozca a s misma, al noser consciente de ello). Es un caso claro de discriminacindirecta: los prejuicios estn cortocircuitando la lgicaempresarial, porque ese candidato rechazado podra ser el ms adecuado para la labor a realizar. Otra candida-ta que tambin se queda fuera es la madre de un niopequeo, porque la jefa de personal teme que el cuida-do de ese hijo la pueda distraer de su trabajo, impedirlehacer horas extras cuando haga falta, e incluso obligar-le a ausentarse cuando el nio se ponga malo. La jefa depersonal no tiene nada contra las madres trabajadoraspuede que ella misma acabe de tener un hijo, est afavor de las medidas de conciliacin de la vida laboral y

    familiar, defiende la extensin de las bajas de materni-dad y paternidad y las ayudas pblicas a las familias, peroa la hora de seleccionar a una candidata deja de lado suexperiencia personal y sus convicciones y piensa en losintereses de la empresa (que le paga para eso). Podracomentar con sus colegas esta decisin con la certezade que la entenderan, argumentndoles que ha sido lacorrecta (lo que no pasa con su decisin de rechazar almiembro de una minora tnica) porque cualquiera puedeentender que no quiera arriesgarse a que la maternidadde esa candidata interfiera en la puesta en marcha de laventa por Internet.

    La discriminacin indirecta funciona de una forma quecuesta reconocerla en la vida cotidiana, y slo puede iden-tificarse claramente cuando nos fijamos en sus efectos alargo plazo, sobre el conjunto de la sociedad y en particular sobre la vida de las personas que la sufren, que quedan endesventaja frente a las dems. Por eso en un informe sobreel racismo que hizo una comisin nombrada por el gobiernobritnico para analizar el tema se defina la discriminacinindirecta como un trato equitativo desde el punto de vista

    formal, pero que resulta discriminatorio en sus efectos.Las madres de nios pequeos no forman un grupo socialni una minora encerrada en estereotipos (lo que s pasa

    en cambio con las minoras tnicas, sexuales, etc.), peroestn objetivamente en desventaja en el mercado laboralespaol. Para darse cuenta de ello, basta con fijarse en lasdificultades que encuentran muchas mujeres para hacer compatibles sus proyectos profesionales y sus proyectos dematernidad. Y para encontrar las causas de esa discrimi-nacin hay que pensar cmo se mezclan grandes factoreseconmicos, polticos y culturales: las relaciones laborales,las polticas sociales, los recursos de las familias y los rolesde gnero... Por eso hablo de discriminacinindirecta, por-que para entenderla bien hay que dar un rodeo por todos

    esos factores. Y por eso se dice de ella que es unadiscrimi-nacin estructural, para dejar claro que el peso recae msen un conjunto de factores socio-econmicos que en lapersona que toma la decisin con efectos discriminatorios(la jefa de personal del ejemplo que he puesto).

    La mayora de las personas de origen inmigrantesufren a mayor o menor nivel los dos tipos de discrimi-nacin, la directa y la indirecta. Las instituciones pbli-cas (empezando por la Comisin Europea) se ocupan de laprimera, sobre la que hacen campaas y recomendacio-

    nes, pero casi no prestan atencin a la segunda. Cmofunciona esta ltima? Algo que la diferencia claramentede la discriminacin directa es que no se juega en peque-os encuentros entre personas en situaciones del da ada, sino en la acumulacin de grandes factores sociales(econmicos, polticos y culturales) que se combinan yprovocan efectos discriminatorios a medio y largo plazo.Volviendo al ejemplo de la joven madre informtica queno consigui ese puesto porque fue discriminada: si alda siguiente se presenta a otra entrevista y consigueun empleo estable, o si empieza a trabajar en la admi-

    s i Las institucionEs pbLicas no toman

    L as mEdidas nEcEsa r i a s, Los j v EnEs

    migrantEs no podrn supErar Los muchos

    hndicaps y Las dificuLtadEs quE sE LEs

    ponEn cada da por dELantE, por mucha

    EsfuErzo quE hagan ELLos

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    10/68

    LP

    nistracin pblica (donde no hay entrevistas de trabajo,sino concursos de mritos), habr superado el momentocrtico de criar a su hijo sin quedarse fuera del mercadolaboral. Pero si es rechazada en todas las entrevistas a lasque se presenta tendr que cambiar de estrategia, buscar un trabajo que pueda hacer desde casa o depender del

    sueldo de su pareja si la tiene durante una temporda, tomando una decisin que afectar de una formaotra a su trayectoria profesional, y que a medio o larplazo podra traducirse en un hndicap. Por ejemplotrabaja en casa puede perder el contacto cotidiano co

    otros informticos con los que intercambiar informacisobre nuevas aplicaciones y tcnicas, y quedarse aisla y con conocimientos anticuados. Y si deja de trabajar temporada luego le costar ponerse al da y en su curculo habr un vaco; y si depende econmicamente depareja perder autonoma respecto a ella.

    Volvamos al tema de los hijos de inmigrantes: el sologo Lorenzo Cachn escribi que estos jvenes son ms obreros de la clase trabajadora, es decir, los jvepeor situados en el mercado laboral espaol. Esa condic

    social proletaria les separa de los jvenes cuyos padresson inmigrantes, reduciendo las posibilidades de losorigen inmigrante de establecer relaciones de afinidad, amistad o de pareja con ellos, mejor situados que ellostodos los sentidos. Y al verse as apartados, los jvenesorigen inmigrante son vistos como si formasen un grusocial particular, y pueden ser fcilmente sealados condedo y discriminados de forma directa. As es como acla discriminacin indirecta: sin que nadie lo busque intcionadamente ni elabore un plan para que sea as, la cobinacin de elementos estructurales desfavorables sienlas bases para que se llegue a una situacin de desigualdobjetiva de oportunidades. La discriminacin indireprecede a la discriminacin directa, y hace que cuansta tiene lugar sea muy difcil de combatir, porque paentonces las cartas ya estn echadas.

    La discriminacin puede combatirse

    La situacin desfavorable en que se encuentra bue

    parte de la poblacin de origen inmigrante en Espano va a mejorar sola por el mero paso del tiempo. Siinstituciones pblicas no toman las medidas necesarimedidas sociales, educativas, de vivienda o sea, mdas polticas de todo tipo para evitar que eso sucedlos jvenes migrantes no podrn superar los muchhndicaps y las dificultades que se les ponen cada da delante, por mucha esfuerzo que hagan ellos y sus padr y por mucha capacidad de adaptacin que desplieguena menudo muestran ms capacidad de adaptacin qulos espaoles no-migrantes de su misma edad, pues

    08

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    11/68

    LP09

    necesitan para hacer frente a las adversidades). Pedir-les que lo hagan sin ninguna ayuda sera en primer lugar profundamente injusto, pues significara que son quienesse encuentran en la peor situacin quienes deben hacer todo el esfuerzo por su cuenta. Pero sera adems de unagran ingenuidad, algo as como olvidar todo lo que sabe-mos sobre cmo funcionan la discriminacin indirecta y las desigualdades sociales. Conociendo ambas cosas,podemos prever que un buen nmero de jvenes de ori-

    gen inmigrante corren el riesgo, a pesar de toda su volun-tad y su esfuerzo por evitarlo, de quedar arrinconadosen las cunetas de la sociedad del bienestar. Ahora es elmomento de evitar que eso suceda, cuando an no hancristalizado los procesos de segregacin entre los espa-oles de origen autctono y los de origen inmigrante,ni se ha producido todava unadesintegracinsocial. Uti-lizo este ltimo trmino en un doble sentido: por un ladome refiero a la existencia de personas no integradas enel conjunto de la ciudadana, pero adems, me refiero ala fragmentacin de la poblacin en grupos sociales que

    coexisten, pero que pertenecen a mundos sociales ajenos y alejados entre s (como pasa, por ejemplo, en un pascuya historia misma es la historia de sucesivas generacio-nes de inmigrantes: los EE. UU). Como dice otra sociloga,Claudia Pedone, de continuar las actuales condicionessocioeconmicas y jurdicas, la sociedad de destino des-plazar irremediablemente a los hijos de inmigrantes anichos laborales etnoestratificados, precarios e inesta-bles, asegurndoles que su condicin de extranjero/as les

    impedir disfrutar de los derechos que posee todo ciu-dadano de primera. Si algo tiene que quedar claro es losiguiente: la segmentacin social no se debe a que coexis-tan grupos etno-culturales diferenciados, porque esacoexistencia no provoca por s sola desintegracin social,a menos que se combine con otros factores. Entre ellos, elracismo y las grandes desigualdades en la distribucin dela riqueza social. Estas desigualdades hacen que el prin-cipio de igualdad de oportunidades que debe regir y quese nos dice que rige en las sociedades democrticas nosea ms que un mito ideolgico escrito en papel mojado.

    La fragmEntacin dE La pobLacin En grupos sociaLEs quE coExistEn, pEro quE pErtEnEcEn a mundos sociaLEs

    ajEnos y aLEjados EntrE s

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    12/68

    10LP

    Entrevista a Txarlie, de Hacktivistas.netLa red de hacktivistas alude constantemente a los hacklabs y a hackmeetings. Lapalabra hacklab viene de la fusin entre las palabras hacker y laboratorio. Se trata deun espacio fsico donde se rene un grupo de gente para investigar, debatir y difundir temas relacionados con Internet, las nuevas tecnologas y los derechos civiles en esosmbitos, desde un punto de vista social. Hackmeeting (reunin de hackers, del inglshack y meeting) es una reunin de hackers y activistas que se lleva a cabo anualmente enItalia, Espaa y, puntualmente, en Chicago (Estados Unidos), Santiago de Chile y Mxico.Hablamos con Txarlie, de la red de hacktivistas de Madrid.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    13/68

    LP11

    Qu es y cmo surge hacktivistas.net?

    Hacktivistas es una comunidad abierta, asamblearia yhorizontal que nace de la comunidad de hacklabs y hack-meeting de la pennsula ibrica. Parte de tres principios:construir una sociedad y una cultura libre, abierta y par-ticipativa a travs de las herramientas libres, el derecho ala privacidad y el deseo de experimentar libremente.

    Este espacio surgi en el hackmeeting del ao 2008para coordinar nuestras acciones a nivel global, debatir estrategias, compartir recursos y sincronizar movimien-tos de creacin y resistencia hacia una sociedad libre conunas tecnologas libres, ante la amenaza de los informesdesclasificados de la iniciativa ACTA [NOTA de LP: Anti-Counterfeiting Trade Agreement (ACTA) es una propuestapara un acuerdo comercial plurilateral, segn sus promo-tores, en respuesta al incremento de los bienes falsifi-cados y obras protegidas por copyright pirateadas en elmercado global].

    Cmo ves la escena de hacklabs en la actualidad, noestn tendiendo a desaparecer como tales?

    Los hacklabs han existido desde hace 10 aos en el Esta-do Espaol. Inicialmente sus acciones se centraron mayo-ritariamente en promover y ensear a personas y colec-tivos las bondades del software libre y la cultura libre. Ada de hoy somos el Estado con mayor nmero de obrasregistradas bajo licencias Creative Commons (un 50% msque EE.UU.) y cualquier usuario con unos conocimientosbsicos de informtica puede instalar su propio linux.

    A causa de esta razn muchos hacklabs estn mutandoen distintas formas. En algunos casos aumentando el niveltcnico, en otros abriendo el mundo de la electrnica uen otros casos centrndose en cuestiones ms polticasque tcnicas. No es un modelo obsoleto sino en continuocambio para adaptarse a las nuevas realidades.

    Qu acciones destacaras de las impulsadas desdehacktivistas.net?

    Son ya varias las acciones desarrolladas en este primer ao y medio de existencia, aunque si tuviera que quedar-me con una sera con nuestra primera accin, la combina-cin de si eres legal, comparte y la descarga pblica dep2p, un mes despus de arrancar la plataforma.

    La primera fue un fake (un tipo de accin que con-siste en imitar la web o esttica de una campaa) de sieres legal, eres legal, una campaa del Ministerio deCultura para ilegalizar la copia privada en internet. Conel apoyo de los internautas conseguimos colocar nues-tra web por encima de la suya en google en menos de 48horas. Al mismo tiempo se realiz una descarga pblicade contenidos protegidos por copyright frente a la sededel PSOE en la Calle Ferraz. Durante esa semana conse-guimos copar los medios de comunicacin y la blogosfe-ra, demostrando la fuerza de la comunidad internauta yhacktivista en el Estado.

    Qu es la campaa La Lista de Sinde y cmo est el tema despus de la entrega que hicisteis en el Ministeriode Cultura?

    cualquier lucha anticapitalista o de base social ir cada vez ms unidaa la lucha contra la propiedad intelectual

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    14/68

    LP 12

    El gobierno del PSOE tiene como objetivo aprobar unaley que pueda significar el cierre de cualquier pginaweb si enlaza a un contenido protegido por derechos deautor. Como los enlaces son la base de internet tal y comola conocemos, consideramos que esa ley no debe aprobar-se. La Coalicin de Industrias del entretenimiento lleg apresentar ante el Ministerio de Industria una lista con lasprimeras 200 webs que deban cerrarse.

    Ante esa situacin decidimos desarrollar un buscador

    de contenidos protegidos por copyright que pudiera ser implementado por cualquier blog o web, de tal maneraque se creara una comunidad de webs dispuestas a des-obedecer a la ley de forma masiva. Se presentaron lasprimeras 1200 webs ante el Ministerio de Industria, delque no hemos tenido respuesta. En la actualidad hay 1430pginas web autoinculpadas en el proceso.

    La gente de la eXgae impuls una asesora jurdicascon abogados especializados en derechos de autor,licencias, canon, copia privada, P2P, entidades de

    gestin... que deriv a una situacin econmicamente por el pago a abogados. Por qu desde el movimien-to copyleft no se contempla de manera generalizadauna forma organizativa sindical, es decir, afiliadosque paguen cuotas para tener abogados que apoyen sutrabajo y luchas?, es algo en la prctica tan alejado dela cultura hacker?

    Las asesoras jurdicas no son realizadas exclusiva-mente por los sindicatos y casos como los de la red esta-tal de oficinas de derechos sociales [NOTA de LP: espa-cios donde se tratan problemas laborales, sociales, deextranjera o de vivienda, mayoritariamen-te para migrantes] han demostrado laeficacia de sus asesoras gratuitas encolectivos no tenidos en cuenta por losmovimientos sindicales tradicionales.

    El movimiento copyleft ha demos-trado su capacidad para dibujar esce-narios alternativos a los de las luchastradicionales. En vez de luchar paraque las empresas de software libe-

    raran su cdigo, los hackers desarrollaron sistemlibres de cdigo abierto que en muchos casos superlas capacidades de la alternativa cerrada. Esas nuevformas son las que han llevado al xito del momiento copyleft.

    Basndose en esas experiencias copyleft, ha surgiuna iniciativa por parte de los abogados David BravJavier de la Cueva en la que estn liberando las plantique utilizan en sus litigios para que cualquier aboga

    pueda usarlas en defensa de su cliente. Creo que ese un buen ejemplo de lucha legal con filosofa copylefque en breve iremos descubriendo y experimentannuevas formas de autoorganizacin y autodefensa dmovimiento copyleft, que no se basen en las organizciones tradicionales.

    Kropotkin planteaba en La Conquista del Pan queCiencia e industria, saber y aplicacin, descubrimiento y realizacin prctica que conduce a nuevas invenciones,trabajo cerebral y trabajo manual, idea y labor de los bra-

    zos, todo se enlaza. Cada descubrimiento, cada progreso,cada aumento de la riqueza de la humanidad, tiene suorigen en el conjunto del trabajo manual y cerebral, pasado y presente, qu derecho asiste a nadie para apropiarse la menor partcula de ese inmensotodo y decir: esto es mo y no vuestro.

    Hay que distinguir dos conceptos que habi-tualmente se mezclan

    errneamen-

    La autoridad tiEnE una naturaLEza pErvErsa y La imposicin,habituaLmEntE practicada por nuEstras sociEda-

    dEs,Es La raz dE La vioLEncia,dE La irracionaLidad y dE Los dEsEquiLibrios quE sufrEn muchos aLumnos

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    15/68

    LP13

    libros subversivos no aparece el copyright, o el dere-cho a controlar el nmero de copias.

    El mero hecho de que se hable de cultura libre ysoftware libre denota su carcter libertario. En pala-bras de Richard Stallman, fundador del software libre,el copyleft se basa en tres principios: antimonoplico,solidario y libertario.

    Qu grado de importancia le dais a las luchas en tornoa la propiedad intelectual para los movimientos socialesen el futuro?

    Muchos de los actuales conflictos o luchas socialesgiran en torno a la propiedad intelectual. Muchos de losconflictos que surgen en torno a los transgnicos sonconflictos sobre los lmites de la propiedad intelectual. Uncaso similar a la lucha por los genricos contra el sida.

    Por otro lado muchos movimientos sociales han sidoatacados a travs de las leyes de copyright. Uno de losvdeos del movimiento de vivienda digna del estado espa-ol fue censurado aludiendo a la aparicin del logo de unbanco y como eso supona una violacin de su propiedadintelectual. Una de las principales pginas web que rom-pa la censura de los medios de comunicacin estadouni-denses acaba de ser cerrada, aludiendo a una violacin depropiedad intelectual, al desclasificar un informe sobrecontrol social por parte de Microsoft.

    En paralelo a esto vemos un cambio en el capitalis-mo pasando de la produccin de bienes tangibles a laproduccin (o mejor dicho apropiacin) de los bienesintangibles, por lo que cualquier lucha anticapitalista ode base social ir cada vez ms unida a la lucha contra lapropiedad intelectual.

    Prximas actividades y campaas en las que estarhacktivistas.net?

    No tenemos claros nuestros prximos pasoso acciones ya que an no ha comenzado el

    trmite para aprobacin de la conocidacomo ley Sinde y por lo tanto descono-cemos gran parte del contenido de laley. Sin esos datos no podemos disear

    una accin efectiva, pero podemos ase-gurar que tenemos muchas ideas y que en

    breve podris participar en acciones creativas,desobedientes y participativas como han

    sido hasta ahora todas las acciones dehacktivistas.net

    te. Uno es el derecho de autor (Yo he pensado/creado/implementado esto) que es un derecho moral y reconoci-do por los derechos humanos. Otro es el copyright (comoesto es mo, ya sea porque lo he creado o porque se lohe comprado a su autor@, vosotr@s no podis usarlo).

    El primero es completamente defendible, el segundo no, ya que cualquier aportacin al conocimiento o la culturase apoya en las aportaciones anteriores. Eso no significaen ningn caso no reconocer a la gente que hace dichasaportaciones.

    El copyright naci hace varios siglos como una formade asegurar unos ingresos a los propietarios de unaimprenta cuando decidan imprimir un determinado texto y evitar la competencia durante un pequeo momento.Una vez que tenemos nuestras propias imprentas y ya noexiste la diferencia entre creador y consumidor no tienesentido seguir defendiendo este modelo y menos anprolongar sus vigencia de forma indefinida como se llevahaciendo en los ltimos aos.

    En qu grado estaba anticipando el discurso del movi-miento copyleft?, es ste un movimiento libertario?

    Creo que hay que darle la vuelta a ese planteamiento.Al principio slo exista el copyleft. Ms all

    de la autora no exista ningu-na restriccin en la copia

    o uso de las obrasanteriores. Hasta

    que no se popu-lariza el usode la impren-ta y con elobjetivo decontrolar laimpresin depanfletos o

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    16/68

    dossier

    ORGENES DE LA CUESTIN SOCIALEN LA PENNSULA

    LA METAMORFOSIS SINDICAL

    ORGANIZANDO A LA MAYORA ATPICA.APUNTES SOBRE SINDICALISMO SOCIAL

    NUESTRO SINDICALISMO ES INTERNACIONALISTA

    UN MUNDO FINITO: REFLEXIN, PREVISINY PROPORCIN

    14LP DOSSIER

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    17/68

    el capitalismo en s sea fuerte, sufre crisis cada vezmayores y tiene riesgos que parecen insalvables, sinembargo, pero su capacidad para imponerse es enor-me y enorme su capacidad para acabar con lo que nosea l. Es la racionalidad econmica, por ms arbi-trario que se presente. Fuera de l no hay nada, loimpregna todo, la realidad es el capitalismo, la socie-dad somos capitalismo.

    Su propia naturaleza le lleva expandirse e intensificar-se, a absorber todo tiempo y lugar, pudiendo hacer cadada menores concesiones, sin dejar espacio para cualquierotra posibilidad, sin dejar papel al sindicalismo.

    Sin ser reemplazado por ningn otro movimientosocial, el sindicalismo ha venido a menos. Esa carrera dadaptaciones a la realidad que se le impona, esa suce-sin de renuncias para conseguir lo en cada momentoposible, se est revelando un callejn sin salida fren-te a un capitalismo cada vez ms intensificado, poder nico que no quiere, ni puede, ceder nada. El pactosocial, el juego de tiras y aflojas para llegar a un puntode encuentro, que pudo serle til en determinada etapade su desarrollo, hoy le resulta un freno insoportable.

    Por el contrario, el sindicalismo replegado a lo concre-to y parcial, se va quedando sin espacio ni papel. Al capitalismo actual es imposible discutirle aspectos parciales sinponerle en cuestin en su totalidad. Pero, cmo poner en cuestin la totalidad del capitalismo cuando no somoscapaces de discutirle lo parcial y concreto?

    Pregunta a la que no vale responder con soflamasde corte radical que no tengan incidencia prctica,de modo que discurso y realidad estn cada da msescindidos. Necesitamos repensar el sindicalismo, loque seguramente pasa por recuperar aspectos dejadosen el camino. Es lo que tratamos de hacer, con muchasdeficiencias, desde las pginas de Libre Pensamiento. Elo que tenemos que buscar en nuestra actuacin coti-diana, vivindola con tensin, desde el descontento quenada tiene que ver con el desnimo

    El sindicalismo ha tenido deficiencias siem-pre, siempre el internacionalismo y la soli-

    daridad se han quedado cortos, nunca hasido capaz de detener los avances del

    capitalismo, a los que ha tenido que ir adaptndose dejando en esa adap-

    tacin buena parte de sus elemen-tos constitutivos. La historia del

    sindicalismo es la sucesin de

    sus luchas y sus fracasos, desus intentos venidos a dar al traste. Cierto que en ellahay logros y conquistas,pero ninguna de ellas hapuesto en cuestin, sinoque han sido incorpo-radas a ese avance desu enemigo.

    Seguramente por ello buena parte delsindicalismo opt por

    jugar dentro para con-seguir mejoras o evitar retrocesos. Pero tam-poco ha funcionado.

    Adems, esa opcin lehe llevado a una imbrica-

    cin cada vez mayor consu enemigo, en la que sus

    aspiraciones y elementosdiferenciadores: internacio-

    nalismo, solidaridad, capacidadde presin se han evaporado

    ms rpidamente.Hoy, un capitalismo triunf ante,

    de la mano de un enorme desarrollotecnolgico, ha conseguido una capaci-

    dad de dominacin sin precedentes, hastael punto de dejar sin espacio y sin papel al

    sindicalismo de cualquier corte. Es dudoso que

    Deriva y rumbo sindic

    15 LPDOSSIER

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    18/68

    16LP DOSSIER

    M i g u e l A M o r s

    Orgenes de la cuestin social en la pennsula

    Debido al lento desarrollo de la industrializacin capitalista en la pen

    la clase obrera pudo conservar las tradiciones precapitalistas que regamundo del trabajo. As pues, su formacin dio lugar a una sociedad vencial comparable al colectivismo agrario que haba perdurado en el chasta la venta de las tierras comunales. A dicha sociedad, la Asociacinnacional de Trabajadores proporcion conciencia de clase especfica, pdora de ideales universales de emancipacin. La proletarizacin posdebida a la maquinizacin, a la desaparicin de los oficios y a la constde un mercado nacional, hubiera acabado con la fraternidad y el sencomunitario del medio obrero a no ser por las tcticas del sindicalismo lucionario, que supieron conservar el espritu de clase y apartar al proriado de la servidumbre poltica de la socialdemocracia.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    19/68

    LPDOSSIER

    17

    Si los historiadores burgueses han querido encontrar elhilo de la historia contempornea en el proceso de indus-trializacin espaola, nosotros lo hallamos en el perio-do de aparicin y formacin de la clase obrera. Para esohemos de remontarnos al antiguo rgimen y prestar aten-cin a la situacin de los trabajadores bajo el absolutis-mo monrquico. En el siglo XVIII transcurren los primerosintentos, desde el aparato de Estado, de modernizar Espa-a, es decir, de fomentar una economa mercantil basadaen el comercio, la manufactura y el desarrollo de la agri-cultura: de producir para consumir a producir para expor-tar. Las primeras grandes factoras son obra del Estadoabsolutista. Pero la elite ilustrada de nobles, clrigos yfuncionarios estatales no disponan de poder suficiente

    para superar las barreras seoriales y eclesisticas, des-mantelar la organizacin gremial del trabajo y aniquilar elcolectivismo agrario tradicional. Fueron las guerras, que,al arruinar el Estado, empujaron a la desamortizacin delas tierras de las rdenes religiosas y de las institucionesseculares de proteccin social, y, asimismo, suprimieronlas aduanas interiores, disolvieron los gremios y desenca-denaron la proletarizacin de la poblacin rural y urbana.El programa ilustrado era adoptado por los liberales, losrepresentantes de una clase en formacin. La legislacin

    liberal por un lado preparaba el advenimiento de la bur-guesa, y por el otro, desorganizaba la sociedad estamen-tal, en perjuicio del clero, pero sobre todo a costa del pue-blo campesino y trabajador, al que se le despojaba de susinstrumentos de trabajo y se le converta en asalariado.Pero la clase triunfadora en las revueltas liberales no fuela burguesa industrial, minoritaria, sino la aristocracia,que, lejos de ser expropiada como la iglesia, pudo cercar ytransformar sus propiedades en capital. La nobleza devinoburguesa terrateniente gracias a la fusin con los finan-cieros compradores de tierras.

    Los amigos de Ludd

    La cuestin social fue principalmente agraria. En las

    ciudades, los gremios empezaban a perder el controldel trabajo porque los intereses de los maestros choca-ban con los de los mancebos, oficiales y aprendices, quedesde pocas tempranas se organizaban en cofradas yhermandades segregadas, el precedente ms antiguo delsindicalismo. Finalmente, y bien antes de que se introdu- jera el maquinismo, los dirigentes liberales, con el fin defavorecer a los fabricantes, en 1834 decretaron la libertadde comercio e industria y en 1835 abolieron los gremios ylas hermandades por limitar la concurrencia indefinida

    del trabajo y de los capitales. Un decreto subsiguientedeclarar libre el trabajo y la contratacin. Ello suponael fin de la economa moral que regulaba la vida laboralen las ciudades y la entronizacin de la rentabilidad comocondicin nica de cualquier actividad productiva. Lostrabajadores de todas las clases, operarios y jornaleros,sufrieron la prohibicin de realizar huelgas, de organizar sociedades de resistencia y de reunirse con fines asocia-tivos. La cuestin social naca en el campo en torno a lanueva propiedad de la tierra, pero en la ciudad, aparecacomo defensa del oficio, control de los lugares de traba- jo y lucha por la libertad de asociacin, programa de unaespecie de sindicalismo clandestino llevado a cabo por comisiones de trabajadores.

    El sistema industrial fue introducido a finales del sigloXVIII para controlar a los trabajadores con vistas a evitar la sustraccin de materia prima (en 1803 trabajaban enel sector manufacturero nicamente 260.000 personas).Slo estaba presente de forma extensa en Catalua, y all encontraba fuertes resistencias. Hasta entonces el tra-bajo se realizaba en pequeos talleres o en casas particu-

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    20/68

    LPDOSSIER

    18

    lares. Pero la fbrica, al imponer vigilancia y disciplina enel trabajo, hizo posible su centralizacin, intensificacin,divisin y finalmente mecanizacin, con jornadas de docehoras y salarios a la baja, causa de las primeras manifes-taciones ludditas en la pennsula. En 1802 fue incendiada

    una fbrica de hilaturas en Tarrasa por la introduccin demquinas. En 1823 tuvo lugar un caso parecido en Cam-prodn. En 1820 los obreros de Barcelona decidieron asal-tar las tiendas que tuvieran tejidos importados y les pren-dieron fuego. En 1821 ardieron varias fbricas en Alcoi,pero esta vez la causa fue la propia fbrica, que acababacon el sistema de trabajo independiente y a domicilio. Losabusos que acompaaban a su existencia, tales como elalargamiento de las tiras como rebaja encubierta del jor-nal o los despidos unilaterales, ocasionaron las primerasquejas de tejedores barceloneses en 1820, repetidas en1827, 1830, 1831 y 1833. Por ese mismo motivo sucedieronhuelgas y amagos de motn en octubre de 1835 y julio de1839. El sistema fabril, las mquinas y el libre comercioconstituan un frente que amenazaba las relaciones tra-dicionales obreras, arrebataba a los operarios el controlde las condiciones de trabajo, pona en peligro los oficios y generaba paro. La respuesta obrera preindustrial fue-ron tanto la algarada reivindicativa como la formacinde comisiones mediadoras. En 1832 se instal la primeramquina de vapor de Barcelona, en la fbrica Bonaplata,

    lo que permitira la aparicin de telares mecnicos y laeliminacin de puestos de trabajo. La fbrica fue incen-diada tres aos ms tarde por este motivo. El periodoluddita en la pennsula no se cerr hasta el verano de1854, cuando el boicot e incendio de selfactinas en Barce-lona y la quema por los tartaneros valencianos del puentede madera del ferrocarril. En el campo sigui manifestn-dose en forma de criminalidad, motines, ataques a la pro-piedad e incendios de cosechas durante mucho ms tiem-po. En general, los historiadores consideran este periodocomo primitivo, pero bien es cierto que la respuesta

    popular por violenta que fuera estaba lejos de igualala agresin que la modernidad infliga a las clases naleras; la mquina significaba miseria, la industria la guerra. Los mismos tratan de oponer una clase obrecualificada y moderada a un lumpen miserable propso a amotinarse. Sin embargo, tal como demuestran detenciones, quienes realmente tenan inters en frenala introduccin de mquinas eran la gente cuyo oficmtodos y aprendizaje resultaban daados por ellas.ms, esos actos supuestamente primitivos, coexisten el tiempo con otros supuestamente ms avanzados, comlas demandas salariales y la defensa del empleo.

    Prolegmenos de la resistencia

    En realidad no hubo periodo primitivo en el movimto obrero hispano, sino que existi continuidad entre l

    La cuEstin sociaL naca En EL campo En torno

    a La nuEva propiEdad dE La tiErra , pEro En La

    ciudad, aparEca como dEfEnsa dEL oficio, con-

    troL dE Los LugarEs dE trabajo y Lucha por La

    LibErtad dE asociacin

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    21/68

    LPDOSSIER

    19

    cofradas de oficiales, el entramado gremial y las prime-ras organizaciones obreras con fines reivindicativos que,evidentemente, se plasmaron al comienzo como resis-tencia a la proletarizacin. Por eso el luddismo fue epi-sdico, nunca fruto de un movimiento o una sublevacinsostenida. Los mismos oficios que crearon hermandades yque organizaron posteriormente sociedades de socorrosmutuos o montepos para cubrir el hueco de la asisten-cia pblica, llegaron a tener secciones en la Internacionalmucho ms tarde. La AIT no supuso pues un giro radicalen la tradicin societaria y luchadora. Por consiguiente,el movimiento obrero no apareci con la organizacin delprimer sindicato conocido, en mayo de 1840, la Sociedadde Mutua Proteccin de los tejedores de algodn de Bar-celona, una sociedad creada con el fin expreso de mejorar los salarios y las condiciones de trabajo de sus afiliados,sino que sta no fue ms que un peldao de un proce-so que hunda sus races en el siglo XVIII. La formacin

    del mercado laboral proyectada ya entonces, gracias a laayuda de las mquinas, fue realizndose a expensas delmundo del trabajo, derogando sus barreras protectoras y desarticulando su funcionamiento tradicional. La resis-tencia nacer en el marco del antiguo rgimen dando

    lugar a una tradicin organizativa, y seguir sin grandescambios perceptibles en el rgimen capitalista liberal quele suceder definitivamente a partir de 1835.

    Los aos cuarenta del siglo XIX constituyen el periododel esfuerzo industrializador, con el arranque de la meca-nizacin, la proliferacin de mquinas de vapor y telaresmecnicos en Catalua y Valencia, con el desarrollo de laminera asturiana y con el inicio de la industria siderr-gica en Mlaga y Vizcaya. La pennsula es sin embargo unmundo rural salpicado de unos pocos islotes industriales.

    La clase dominante, la burguesa terrateniente, ha decrear un marco jurdico propicio al mercado de la tie-rra y la exportacin de productos agrcolas, controlandolas grietas sociales que ha provocado su entronizacin:la guerra civil carlista, la rebelin de las empobrecidasmasas rurales y la protesta de la plebe desposeda de lasciudades. Solucionado el primer problema, queda el de ladesagregacin de la sociedad campesina, para el que secrear el primer cuerpo policial militarizado, la guardiacivil. Los trabajos de contencin en el campo sern com-pletados con una ley contra la vagancia, cuyo objetivoes impedir la emigracin a las ciudades, demasiado pocoindustrializadas para absorber el potencial migratoriocampesino. Por vago se entenda a la persona sin tra-bajo estable ni oficio concreto, aunque tuviera domiciliofijo y empleo, es decir, el obrero eventual, temporero, amenudo de origen rural. Para acabar, quedaba la cuestinobrera, pero era un asunto menor, casi circunscrito a unasola regin, que afectaba a unas pocas decenas de milesde personas. Los intereses de la burguesa industrialprcticamente no contaban. En la ciudad la mayora de la

    produccin segua siendo artesanal e incluso las fbricasno ocupaban ms que a una media de cincuenta traba- jadores. As las cosas, el carcter gremial del trabajo semantuvo en convivencia con la mquina. La proletariza-cin se vea frenada por las tradiciones y costumbres deltaller. Los obreros no seguan horarios estrictos; discu-tan, lean o cantaban durante el trabajo y no se privabande parar para beber o fumar. No haba relojes regulandolas entradas y salidas; en 1843, una medida como el cie-rre de puertas y el sonido de una campana para abrirlascomo en los conventos, tomada en una fbrica de Bar-

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    22/68

    LPDOSSIER

    20

    celona, escandaliz muchsimo a los operarios. Los obre-ros cuidaban de las herramientas, pues eran usufructua-rios de ellas, y dirigan el aprendizaje de los oficios. Res-petaban el santo lunes y celebraban un montn de fiestasno oficiales. Los contratos eran verbales pero sagrados.

    El trabajo se reparta para evitar despidos en periodos decalma (crisis), se daba prioridad a los obreros viejos y seguardaba el puesto a los enfermos. Se dispona de ciertaautonoma para organizar el trabajo y en parte se con-trolaba la calidad del producto. En fin, leyes no escritas yprcticas establecidas desde haca tiempo regan las rela-ciones laborales. El trabajo no se entenda an como unamercanca que tena su precio, sino que formaba parte deuna economa moral que se rega por criterios de digni-dad, trabajo justo y remuneracin conveniente, no por pautas marcadas por el mercado. En ese contexto el com-paerismo era una religin y el individualismo un com-portamiento reprobable. La palabra esquirol data deesa poca, as como la denominacin de clases meneste-rosas, tiles, jornaleras o proletarias. Los obrerospracticaban un sindicalismo especial, aunque la palabraempleada era la de resistencia, pues sindicato, de ori-gen francs, no empezara a formar parte del vocabularioproletario hasta los primeros aos del siglo XX. Combi-naban la legalidad, es decir, la formacin de comisionesparitarias con patronos y la reunin con autoridades, con

    formas de presin declaradas ilegales, como las huelgas.stas eran largas y no excluan la violencia, pero bienorganizadas, lo que requera piquetes, coaliciones fuertes y una extensa solidaridad.

    Aunque los obreros estaban excluidos de la poltica, alno figurar en el censo electoral por no ser propietariosni poseer rentas, apoyaron al partido progresista cuandoste autoriz las asociaciones en 1840. Haba obreros enlas sociedades patriticas y en las milicias ciudadanas.Por motivos opuestos, por ejemplo, el proteccionismo yla prohibicin de sociedades de resistencia, los fabrican-

    tes apoyaban al partido moderado. La poltica era code clases medias y altas, muy enfangada por la corrucin y el fraude, algo que repela profundamente a ltrabajadores, que ni se molestaban en pedir el sufraguniversal. La idea dominante entre sus filas, la prim

    idea de clase, era la de que la solucin a los probmas sociales dependa ms de la organizacin obreque de la poltica. Dadas las condiciones de la pocanica libertad que poda interesar a los obreros era que garantizaba el derecho a la asociacin. Amparadasla ley de asociaciones, aparecieron sociedades obrerasvarios lugares del Estado a lo largo del ao; el 1 de ende 1841 se puso en funcionamiento la primera confedecin de sociedades de diferentes oficios, la AsociacinTrabajadores de Barcelona, y la organizacin con macapacidad de movilizacin del momento. Esa aliacoyuntural de los obreros con la burguesa progresisse revel inestable. Igual que haba sucedido en 1835 el incendio de las fbricas de Bonaplata y Vilaregut, ao siguiente con los enfrentamientos entre batallonede la milicia nacional burgueses y proletarios, en 1842

    EL sistEma fabriL,Las mquinas y EL LibrE comErcio

    constituan un frEntE quE amEnazaba Las rELacio-

    nEs tradicionaLEs obrEras,arrEbataba a Los opE-

    rarios EL controL dE Las condicionEs dE trabajo ,

    pona En pELigro Los oficios y gEnEraba paro

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    23/68

    LPDOSSIER

    21

    obreros catalanes obedecieron a sus propios intereses ysiguieron sus propios derroteros, sosteniendo la revueltacontra el jefe de gobierno progresista, Espartero. Con lasubida al poder de los moderados en 1843 las asociacio-nes obreras fueron prohibidas y perseguidas, pero a juz-

    gar por las sucesivas disposiciones y diferentes bandosen su contra, as como a los diversos conatos de huelga,deducimos que muchas sobrevivieron en la clandestini-dad, a veces camufladas como asociaciones de socorrosmutuos. La Compaa Fabril de Trabajadores no se disol-vi hasta 1848, ao en que se promulg el primer cdigopenal. Todava en 1853 una ley de turno las prohiba entodo el Estado, seal que la virtud asociativa caracte-rizaba los primeros pasos de lo que podemos llamar conpleno derecho, clase obrera.

    Asociacin o muerte

    El retorno del partido progresista al poder en 1854relanz el proceso asociacionista; en Barcelona surgira

    una nueva confederacin de sociedades obreras, la Uninde Clases, segn el esquema organizativo de abajo arri-ba: seccin de oficios, federacin de secciones, federa-cin local y, todava sin realizarse, federacin regional.Durante ese breve periodo surgieron cooperativas de

    produccin y vio la luz en Madrid el primer rgano prole-tario de prensa, El Eco de la Clase Obrera. Los principa-les problemas provenan de la mecanizacin de la hilaturade algodn, lana y lino, con la consecuente degradacinde los oficios relacionados, por lo que una Comisin delos Trabajadores de las Fbricas de Hilados de Barcelonadecretar el boicot a las selfactinas el mismo verano del54, lo que desembocar en incendios. No obstante el climade lucha de clases, las comisiones de trabajadores acor-daron con los fabricantes convenios colectivos relativosal salario y a la duracin de la jornada, pero la ensimaorden de disolucin de las sociedades obreras provocarla primera huelga general, la del 2 de julio de 1855, a laque acompaarn disturbios en el campo andaluz y caste-llano. La multitudinaria manifestacin que recorrer lascalles de Barcelona enarbolar una pancarta con la con-signa asociacin o muerte. En efecto, el derecho a laasociacin, la institucin de comisiones mixtas y el ingre-so en la milicia sern los tres pilares del programa obrero.El golpe de Estado que concluy el bienio progresista sernefasto para los trabajadores, que vern prohibir desde

    las reuniones hasta los montepos, lo cual les encamina-ra hacia la poltica de forma ms determinada. El partidodemcrata, representante poltico de las clases mediasradicalizadas, abri sus puertas a los dirigentes obreros,mientras la crcel y deportacin persegua a muchos deellos por celebrar reuniones y promover huelgas. En 1857,una autodenominada Sociedad de Obreros confeccion unCatecismo Democrtico. La represin del partido mode-rado condujo a la pequea burguesa republicana haciael obrerismo y a la elite proletaria hacia la poltica repu-blicana, confluencia a la que la Internacional pondr fin.

    Desde 1856 la poltica obedecer a los intereses de laburguesa cerealista y olivarera, o sea, los de los caciquesagrarios castellanos y andaluces, ajenos a las preocupa-ciones proteccionistas de los industriales catalanes. Aesos intereses se sumaran los del capital extranjero, quebuscaba beneficios en la construccin de ferrocarriles,la explotacin de minas y la compra de deuda, y los delos propietarios de tierras y especuladores inmobiliarios,beneficiados por el derribo de murallas y conventos, eladoquinado de calles y los ensanches de las ciudades. La

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    24/68

    LPDOSSIER

    22

    generalizacin de la sociedad burguesa pareca irrever-sible, pero sin embargo, fallaba el elemento principal, larevolucin industrial. La mecanizacin se hallaba lejos derealizarse: en 1864,150.000 obreros de fbrica y 26.000mineros coexistan con 600.000 obreros artesanos, mien-tras que el campo albergaba a dos millones y medio de jornaleros y campesinos pobres. Las fuerzas sociales pre-sentes estaban desigualmente repartidas, la burguesaindustrial catalana careca de peso poltico en el Estado

    pero los obreros era la fuerza de mayor dinamismo. Enplena represin fundaron con la ayuda de los republica-nos federales el Ateneo Cataln de la Clase Obrera, queen 1864 publica El Obrero, en la lnea mutualista, pro-teccionista y negociadora. En 1866 los cooperativistaseditan La Asociacin, ms apoltico y pactista, influidopor las ideas de Owen y el movimiento cooperativo brit-nico. En La Discusin, peridico madrileo fundado por Pi y Margall, ser debatida igualmente la cuestin social.Durante esos aos los obreros andaluces y catalanes fun-daran casinos y reorganizaran sus sociedades a pesar de las leyes en contra: cuarenta de ellas se reunieron endiciembre de 1865 en el Primer Congreso Obrero de Bar-celona para, entre otras cosas, proclamar la autonomade las sociedades dentro de la federacin, corrigiendo latendencia centralista anterior. Las sociedades manda-rn un delegado al Congreso de Bruselas de la AIT, aqulque consagr el mutualismo y las cooperativas, aunqueadvirtiendo del peligro de una reconversin capitalista.El abrupto final del reinado de Isabel II hizo nuevamenteposible la libertad de asociacin, punto central del pro-

    grama republicano. Al primer congreso obrero sucederaen diciembre de 1868 un segundo, donde estaban presen-tes muchos futuros internacionalistas, todava bajo elparaguas federal. ste sealaba la obligacin de votar por la Repblica y declaraba al sistema cooperativo como lanica alternativa emancipadora, o sea, lo que un ao des-pus ser estigmatizado por los internacionalistas comosocialismo de la clase media. El congreso dio lugar alperidico La Federacin, heredero de los dos anteriores,reformista y poltico. Las palabras burgus y burgue-sa, que designaban respectivamente al propietario y a la

    clase poseedora de la riqueza social, son neologismos rpidamente participarn del lxico obrero.

    Arriba parias de la tierra

    La lnea societaria, republicana y cooperativista dproletariado cataln pareca demasiado moderada elo social, pero los acontecimientos se precipitaban; enviado de la AIT, el italiano Fanelli, lleg en octub1868 a Barcelona con un mensaje a los trabajadores esoles bajo el brazo. En enero de 1869 fund en Madrprimer ncleo de la Internacional. En febrero de 1869Direccin Central de las Sociedades Obreras, hacindeco de las nuevas tendencias proletarias, cambiaba nombre por el de Centro Federal de Sociedades Obrecontando con treinta y cuatro sociedades, entre ellas potente sindicato Las Tres Clases de Vapor. En mayconstituy en Barcelona la seccin espaola de la AIT

    septiembre de 1869, Farga Pellicer, secretario del CenFederal, y el mdico Gaspar Sentin, acudieron codelegados al Congreso de Basilea de la AIT, dondebarn contacto con Bakunin. El viaje a Basilea es crupara la historia del movimiento obrero, pues significagiro radical en la trayectoria del proletariado ibrico, qdiscurriendo por el societarismo moderado y oportunisacaba en el colectivismo revolucionario.

    El 18 de junio de 1870, en el Teatro Circo de Barceinici sus sesiones el primer Congreso Obrero Espaque al terminar dejar fundada la Federacin RegioEspaola de la AIT. La importancia del congreso noresida en la conexin entre los obreros urbanos y los jnaleros del campo, sino en la separacin entre el proleriado y la clase media, lo que supona un cuestionamiede la poltica republicana y la elaboracin de un progma especficamente obrero. La pequea burguesa habperdido su momento; era la hora del proletariado, la socialismo radical, colectivista y universal. El primer tdel Congreso fue la resistencia, que hoy llamaramaccin sindical. La lucha contra el capital se enmarc

    EL movimiEnto obrEro no aparEci con La organizacin dEL primEr sindicato conocido,En mayo dE1840, ,sino

    quE sta no fuE ms quE un pELdao dE un procEso quE hunda sus racEs En EL sigLoxviii

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    25/68

    LPDOSSIER

    23

    en el camino de la completa emancipacin de los traba- jadores. Era el arma obrera por excelencia. La minoraopuso la cooperacin a la huelga. El segundo punto con-cerna a las cooperativas, medio de alivio ante la mise-ria, pero jams medio emancipatorio. El tercer punto se

    refera a la organizacin de los trabajadores, que habade ser descentralizada, federal, tal como la practicabanentonces las sociedades obreras catalanas, y embrin dela sociedad futura fundamentada en el trabajo. Se critica-ba la creacin de bancos obreros y el recurso al Estado,medidas propugnadas por el partido republicano federal y la minora cooperativista. El cuarto punto, relativo a lapoltica, sera el ms polmico, pues implicaba la revoca-cin de una prctica colaboracionista arraigada en buenaparte de los dirigentes catalanes. Los delegados recha-zaron la accin poltica de la clase media porque estabi-lizaba el poder de la burguesa. Por mayora, recomen-daban renunciar a cualquier accin que persiguiese elcambio social a travs de reformas polticas; por lo tanto,aconsejaban la abstencin electoral. La transformacinsocial haba de ser revolucionaria. El rechazo de la pol-tica burguesa conduca al del Estado, pues el socialismocolectivista significaba la propiedad colectiva no estatalde los medios de produccin y la tierra. En un rgimenbasado en la libre asociacin de federaciones libres nocaba ese engendro burocrtico feudal-burgus, el Esta-

    do. La tendencia societaria reformista y colaboracionista,dominante en el movimiento obrero cataln hasta esemomento, sala completamente derrotada. Aprovechandoun momento de libertad que no poda durar, el movimien-to obrero emprenda una nueva andadura con una polticapropia, confiando slo en sus propias fuerzas.

    Negras tormentas

    Las diversas facciones de la clase dominante dejaronde lado sus diferencias y abandonaron los experimentospolticos republicanos, restaurando la monarqua y refor-zando el aparato de Estado. El movimiento obrero interna-cionalista se debati durante dos dcadas entre la repre-sin y la estrategia a seguir frente a ella. Mientras tanto,la mecanizacin de la produccin fue completada, lo quepermiti la generalizacin del trabajo femenino e infantil.Como consecuencia, las condiciones de trabajo empeora-ron, los oficios quedaron degradados y desaparecieron lastradiciones obreras vigentes en buena parte de la indus-

    tria. A principios del siglo XX haba concluido la proleta-rizacin y la produccin para el mercado nacional era unhecho. Fin del derecho laboral consuetudinario. Separa-cin total entre el trabajador y el utillaje. Conversin com-pleta del trabajo en mercanca. Por otro lado, las ciudadescrecan de forma acelerada. La movilidad, estimulada por el ferrocarril, fue una de las peculiaridades de la nuevacondicin obrera emanada de las leyes del mercado. Apesar del inconveniente de la Ley de Vagos y Maleantes,la actividad econmica de las ciudades empezaba a absor-ber mano de obra de procedencia rural, principalmenteen el sector de la construccin, mientras la burguesase mudaba a los ensanches. Por primera vez apareceranbarriadas obreras segregadas y grandes bulevares parafacilitar la circulacin, sobre todo la circulacin de tro-pas. La ciudad, reordenada segn la separacin espacialde clases y la hausmanizacin, se aburgues; los nuevosedificios proclamaron el triunfo de la burguesa: ayun-tamientos, gobernacin, estaciones, hospitales, bancos,mercados, teatros, correos, cuarteles, crceles modelo,comisaras... Todo ello no era ms que el reflejo urbano delestablecimiento de un nuevo modelo de relacin entrecapital y trabajo mucho ms favorable al primero. Todoslos intentos de restaurar el viejo modelo societario fraca-

    saran porque ste haba perdido su base social, el obrerode oficio, y porque los patronos no aceptaban de ningnmodo la tutela de comisiones mixtas. El trabajador sincualidades, el pen de fbrica, el obrero del tajo, serancada vez ms mayoritarios. Pero el proceso no era lo sufi-cientemente rpido como para que el proletariado que-dara sin memoria a merced de una burocracia obreristacualquiera. La solidaridad seguir siendo durante muchotiempo el requisito imprescindible de la supervivenciapara los obreros, y por eso se convertir en el cemento

    de la clase y de su mundo: Solidaridad Obrera ser elnombre que adopte la primera organizacin propiamen-te sindicalista. A fin de enderezar la situacin nacer unnuevo tipo de organizacin que recogiendo las ensean-zas de la antigua aportar mejores soluciones de clase alos nuevos problemas de clase: sindicatos nicos, accindirecta, solidaridad, boicot, sabotaje, huelga general, gru-pos de defensa, cultura obrera, antipoliticismo.... Se tratadel sindicalismo revolucionario, cuya ms alta expresinhistrica fue la CNT. Pero eso es ya harina de otro costal.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    26/68

    24LP DOSSIER

    A una democracia que elude e impide la participacin, le corresponde un sindicalismo de cortelar. Desde los inicios de la transicin el sindicalismo se ha dejado llevar a un papel institucioel que la voluntad de los trabajadores cuenta poco. La burocracia sindical, como la poltica, glibertad (su margen de maniobra) anulando la participacin. Libertad que entrega al poder estacido. Su doble juego, sus amagos de confrontacin y sus apariencias de negociacin formande la representacin. Su papel es slo uno

    La metamorfosis sindicalA n t o n i o P r e Z C o l l A D o

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    27/68

    LPDOSSIER

    25

    En los ltimos aos de la Dictadura este pas vivi unacorta etapa de luchas, ilusiones y proyectos utpicos,donde todo pareca posible y las ganas de cambiar suplansobradamente las carencias de medios y arrinconabanel temor a los efectos de la represin. Tras la esperadamuerte de Franco se produjo una eclosin de iniciativas y de sueos, pero tambin llegaron los oportunistas de lapoltica, que desde haca aos se preparaban para ser losnuevos dirigentes de la actividad social, econmica, cultu-ral y sindical de aquel pueblo recin llegado al mundo delas democracias formales.

    En ese sentido hay que reconocerle a la Transicin elmrito de haber sido una operacin perfecta para quese cambiaran las formas sin tocar el fondo. Las fuerzaspolticas y los poderes econmicos tenan perfectamen-te pactado el cambio de rgimen, en unos trminos enque se aceptaba la monarqua y se garantizaba que lospoderes judicial, empresarial, militar, policial y eclesisti-co seguiran gozando de sus privilegios -aunque se some-teran a pequeos retoques de imagen-, a pesar de quemuchos de sus miembros eran responsables de prcticasconsideradas delitos graves en las democracias a las quese nos quera homologar.

    A cambio de renunciar a la restauracin del rgimen

    legal interrumpido por el golpe militar del 18 de Julio ya juzgar a los responsables de la represin ejercida por

    la dictadura entre 1936 y 1975, los partidos mayoritariosde la izquierda (el PSOE y en menor medida el PCE) eranaceptados en el juego electoral y podran compartir lasmieles del poder, sus privilegios y placeres.

    Con el taimado objetivo de introducir progresivamen-te ese cambio de lnea, las cpulas de estas organizacio-nes -aplicando eso tan odioso para los libertarios de ladisciplina de partido- disearon un plan para neutralizar cualquier movimiento autnomo, lucha asamblearia o pla-taforma horizontal que dificultara su control en exclusivade la vida social y poltica de los ciudadanos, ya fuera enel barrio (donde destruyeron las asociaciones de veci-nos), en la fbrica (desterrando las asambleas) o las aulas(dedicndose a captar a los estudiantes ms activos paraconvertirlos en futuros profesionales de la poltica).

    Objetivo: acabar con el protagonismo obrero

    Centrndonos ahora en el terreno laboral, hay que recor-dar que la negra travesa del franquismo se haba engullidola herencia de las luchas sindicales del primer tercio delsiglo XX. Tanto las conquistas de los trabajadores como lasenseanzas que aquellas luchas obreras haban propiciado,

    se perdieron con la represin, el exilio y el miedo impuestospor el fascismo durante esos cuarenta largos aos.

    a partir dE Lospactos dE LamoncLoa,Los sindicatos ugt y ccoo son ELEgidos por La patronaL y Los sucE-

    sivos gobiErnos como Los intErLocutorEs idEaLEs par afianzar un modELo dE rELacionEs LaboraLEs dondE Los

    trabajadorEs cada da van a contar mEnos y sErn somEtidos a nuEvos y mayorEs sacrificios

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    28/68

    Todas las experiencias autogestionarias, las prcticasde solidaridad y lucha llevadas a cabo por el anarcosindi-calismo no pudieron mantenerse, a pesar de que duranteaos los sindicatos lograron funcionar clandestinamen-te. El franquismo cre un sindicato del rgimen (la CNS)

    al que todo el mundo era obligado a afiliarse, y en el queobreros y patronos estaban juntos para demostrar que losfachas haban superado la lucha de clases, culpable segnla propaganda del rgimen- de todos los males de Espaa.

    Al final de la odiosa dictadura, cuando la represinno era tan intensa, se aprovecharon los resquicios qudejaba la CNS para ir creando otros espacios de ornizativos, que coexistan con los enlaces y jurados sindicato vertical. De esa forma se fue logrando el re

    nocimiento oficioso de muchos delegados surgidos las asambleas para negociar, as como las coordinadode algunos sectores para arrancar mejoras en los convenios. Esto permiti que los sindicatos clsicos fue

    ugt yccoo iguaL nEgocian EL convEnio quE tE hacEn un sEguro para EL piso;Lo mismo tE buscan un contrato

    tEmporaL quE tE faciLitan un curso dE formacin; dEcidEn y firman por todos sin consuLtar ni tan siquiEra a

    su propia afiLiacin

    26LP DOSSIER

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    29/68

    LPDOSSIER

    27

    renaciendo (ELA, CNT y UGT) y que surgieran otros nue-vos (USO y HOAC).

    Aunque interesadamente se ha pretendido falsear lahistoria, CCOO no nace como un sindicato. En un prin-cipio son comisiones de trabajadores que se van for-mando en las minas de Asturias y que posteriormentese extienden a otros ramos, sin una estructura formal ycon un funcionamiento asambleario. En ms de un lugar incluso los libertarios participan en estas originariasComisiones Obreras. A partir del auge de este movi-miento el PCE decide hacerse con el control del mismo,formalizando sindicatos y copando los militantes comu-nistas todos los cargos. Tan evidente es la maniobra queotros partidos, como los maostas PTE y ORT -que tam-bin se disputaban con el PCE la direccin del nuevo sin-

    dicato- al verse marginados se salen de CCOO y montanla CSUT y el SU, respectivamente.

    Legalizacin dirigida y manipuladora

    En 1977 son legalizados los sindicatos histricos, conlo que el panorama sindical queda fraccionado entre losnacionalistas de ELA-STV, los socialistas de UGT, los anar-cosindicalistas de la CNT, los comunistas de CCOO y sussucesivas escisiones y los de influencia cristiana comoUSO y alguno ms. Luego estaban toda una serie de orga-nizaciones sectoriales o montajes claramente amarillosen comercio, enseanza, sanidad, etc.

    Mientras las asambleas tuvieron fuerza y los sindi-catos no haban entrado en las estructuras del sistema,las luchas se fueron desarrollando de forma positiva y selograron xitos significativos, con huelgas muy importan-tes. Pero a partir de los Pactos de la Moncloa, los sindica-tos UGT y CCOO son elegidos por la patronal y los sucesivosgobiernos como los interlocutores ideales par afianzar un modelo de relaciones laborales donde los trabajadorescada da van a contar menos y sern sometidos a nuevos y mayores sacrificios.

    A cambio de actuar como freno de la espontaneidad y la radicalidad de las luchas obreras, estos dos sindi-catos sern recompensados con toda una serie de pri-vilegios que en pocos aos les supondrn la hegemonaen afiliacin y tambin en representatividad, segn losresultados de las nuevas elecciones sindicales que patro-nal y gobierno acuerdan en beneficio del sindicalismo

    acomodado. Las sucesivas leyes van perfilando la entra-da de UGT y CCOO en multitud de organismos estatalesconsultivos de importantes reas (estadstica, precios,medio ambiente, formacin, pensiones, patrimonio sin-dical) y son elevados por los medios de comunicacin a

    la categora de los nicos sindicatos existentes, ya queel resto va dejando de aparecer en sus noticias. Al mismotiempo, y para bordar la jugada, ponen las trabas legalesnecesarias a otras organizaciones sindicales para lograr la exclusividad de ambas centrales como negociadores deconvenios, promotores de elecciones sindicales, convo-cantes de huelgas, etc.

    Para que la maniobra fuera perfecta slo faltaba queno hubiera voces discordantes, que no creciera un tipo desindicalismo que se ganara el respaldo de los trabajado-

    res con sus propuestas y sus luchas. Evidentemente entreesas posibles y molestas alternativas estaba el anarco-sindicalismo, la vieja pero emergente CNT de los setenta.Insistir en que la clave del frenazo al sindicalismo liberta-rio fueron las maniobras de Martn Villa y la campaa dedesprestigio promovida por el Estado tras el montaje delcaso Scala, sera descargar las culpas de quienes se empe-aron en una lucha absurda y fraticida por controlar lasesencias y el legado histrico de la Confederacin. Con unpoco de cordura, de respeto, de renovacin y de toleran-cia no les hubiera sido tan fcil a los esbirros del sistemaacallar la nica voz que empezaba a gritar con fuerza con-tra la traicin de las supuestas izquierdas.

    Durante unos aos UGT y especialmente CCOO aplica-ron un doble juego en su labor de control sindical; por un lado no cesaron en sus polticas de moderacin y con-nivencia con patronal y gobierno, pero por el otro tam-poco se olvidaron de aparentar una combatividad y unmensaje obrerista que en nada se corresponda con susactuaciones concretas en los centros de trabajo y en lasmesas de negociacin.

    Permitieron que se siguieran haciendo asambleas defbrica o sector (eso s, bien controladas por sus sin-dicalistas profesionales) pero la elaboracin de las pla-taformas reivindicativas, el peso de la negociacin y ladecisin de firmar o no los convenios, se fue convirtien-do en asunto de las ejecutivas. No faltaron casos sona-dos en que dichos aparatos se cargaban una seccin sin-dical o una federacin de mbito inferior por no haber acatado las indicaciones de los ya poderosos dirigentesdel aparato central.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    30/68

    LPDOSSIER

    28

    Sindicalismo verticalizado

    UGT tena mucho ms claro desde el principio que sumodelo sindical era el de la socialdemocracia alemana;una organizacin fuerte, con una boyante economa y congran poder dentro de las empresas, compartiendo inclusocon stas determinadas parcelas de gestin: contratos,formacin, viviendas sociales, centros de vacaciones,etc. Para ellos las elecciones sindicales y los comits deempresa eran simplemente una forma de hacerse con elcontrol de la representacin de los trabajadores, parair luego vaciando de contenido los rganos colectivos yactuando directamente como sindicato, sin consultar alos trabajadores y sin someter a su aprobacin la mayo-ra de los temas de negociacin. A lo sumo un simulacro

    de asamblea (o ms bien un mitin de los lderes sindica-les) al final de cada proceso o un referndum donde todoestuviera preparado para que, casi siempre, saliera lo quedecan los popes del sindicato.

    En el caso de CCOO la evolucin ha sido ms tarda ycompleja. En primer lugar porque su composicin eramucho ms heterognea y politizada que la de su actualsocio en el reparto de subvenciones. Tambin porque notena detrs el bagaje histrico e ideolgico del sindicatosocialista, que en los primeros aos pesaba lo suyo en laUGT, no en vano los presidentes del gobierno y muchosministros del PSOE siempre han presumido de su carnde ugetistas.

    A pesar de que el PCE se hizo muy pronto con la direc-cin poltica de CCOO, dicho control nunca fue absolutoni estuvo exento de fuertes luchas internas por cuestio-nes de poder o discrepancias con las lneas de actuacinimpuestas por la mayora de la casta burocrtica. Durantemucho tiempo convivieron en Comisiones Obreras la lneaoficial y el llamado sector crtico, que incluso lleg a con-quistar un porcentaje de participacin en todos los rga-

    nos de direccin del sindicato. Pero el citado sector crco, cada vez ha ido siendo menos crtico y con menor pen las estructuras. Muchos de sus miembros ms descados han terminado por salirse de CCOO y han monsindicatos en el mbito de sus empresas o sectores, a

    espera de un difcil proceso de confluencia en una nueorganizacin que pueda competir con los dos grandes sindicalismo oficial. Sin embargo, la ansiada unidadaugura complicada por el fuerte personalismo de los pmotores de estas escisiones y por la carga partidista quimprimen a su actuacin sindical.

    En cuanto a la lnea que est siguiendo este sindicahace tiempo que el PCE dej de marcar las pautas yimponer su peso para la eleccin de los cargos importtes. Las sucesivas debacles electorales de los comunis

    as como sus luchas internas y escisiones, han motivaque su espacio en la direccin de CCOO lo hayan couna serie de burcratas sin otra ideario que el de medrpersonalmente y llevar a la organizacin por el caminoreformismo ms absoluto.

    Fueron todos aquellos personajes muy politizad junto a muchos militantes honrados (que los hay en todlos sitios, por supuesto) los que han permitido que CChaya tenido una gran presencia y un importante protgonismo en los movimientos sociales: ecologa, inmicin, mujer, solidaridad, etc. Pero la salida de la mayde estos activistas sociales y la adopcin por el sindicde una lnea de total apoyo el sistema le ha ido restanesa imagen de sindicato moderado en lo laboral, pero qan mantena intacto su compromiso social.

    Hoy su papel es idntico al de UGT, y los activistalos movimientos sociales o recelan del sindicalismogeneral o han buscado otras referencias, que en muchcasos han acabado por encontrar en la CGT y en el sicalismo de corte nacionalista que ha surgido en algunterritorios histricos de la pennsula.

    hay casos dE cobros, En dinEro u otros favorEs, por nEgociar ExpEdiEntEs o dEspidos como En citibank; dE

    firma dE psimos convEnios( para Los trabajadorEs )a cambio dE LibEracionEs( para sus dELEgados )como En

    t ELEmarkEting;dE pastELEos con Las EmprEsas para controLar Los contratos ,confEccionar Listas dE dEspidos E imponEr La afiLiacin obLigatoria bajo sus sigLas,como Enford o sEat todo muy nausEabundo,pEro rEaL!

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    31/68

    LPDOSSIER

    29

    Agentes institucionales

    Actualmente, sin ninguna mscara (porque ya no lanecesitan) estos dos sindicatos aparecen sin pudor antela clase trabajadora como los mejores gestores de susintereses: ellos igual negocian el convenio que te hacenun seguro para el piso; lo mismo te buscan un contratotemporal que te facilitan un curso de formacin; deciden

    y firman por todos sin consultar ni tan siquiera a su pro-pia afiliacin. Los ejemplos de cmo aplican sus mtodosson tan numerosos que resulta imposible relatarlos, perotodo el mundo ha podido enterarse de algunas prcticasque incluso han terminado por saltar el cerco de silencio y secretismo con que rodean sus actuaciones ms deplo-rables. Hay casos de cobros, en dinero u otros favores,por negociar expedientes o despidos como en Citibank;de firma de psimos convenios (para los trabajadores)a cambio de liberaciones (para sus delegados) como enTelemarketing; de pasteleos con las empresas para con-

    trolar los contratos, confeccionar listas de despidos eimponer la afiliacin obligatoria bajo sus siglas, como enFord o SEAT Todo muy nauseabundo, pero real!

    Lo que fueran las genuinas organizaciones de los tra-bajadores, sus herramientas de lucha y de liberacin: susrevolucionarios sindicatos de clase, lo han transformadoen psimas agencias de representacin, puesto que nollegan ni a defender lo ya conquistado por otras gene-

    raciones. La situacin de crisis y las antisociales mediasadoptadas por todos los gobiernos occidentales puedenser una buena ocasin para que muchos trabajadoresse cuestionen el papel que estn jugando esos agentessociales que, en la empresa o en la televisin, dicen siem-pre lo mismo que la patronal y nos exigen los mismossacrificios que nuestros explotadoras. El tiempo dir sise puede recuperar la imagen del sindicalismo o si estagente la ha hundido del todo. Como anarcosindicalistascreemos que todava nuestro modelo tiene mucho caminopor delante.

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    32/68

    Nuestro sindicalismo es internacionalista

    El internacionalismo no puede quedarse en declaracin de intenciones. La coordinacin inter-nacional es elemento imprescindible a la actuacin sindical en un mundo globalizado. Esa coor-

    dinacin debe ser complementaria a un sindicalismo de base y participativo, con presencia eincidencia en los lugares de trabajo. La experiencia de SUD-Rail

    30LP DOSSIER

    C h r i s t i A n M A h i e u x

    F e d e r a c i n d e s i n d i c a t o s S U D - R a i lS e c r e t a r i a d o N a c i o n a l d e l a U n i n S i n d i c a l S o l i d a r i o s

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    33/68

    LPDOSSIER

    31

    El internacionalismo es uno de los valores fundamen-tales del sindicalismo que estamos construyendo. Perolas declaraciones tienen poco peso frente a la dura reali-dad de los hechos. La federacin SUD-Rail, Unin SindicalSolidarios, no es un caso aparte pese a la conciencia de

    poner remedio a esta dificultad. Confrontados a la pol-tica de la Unin Europea (UE), no basta con que sea-mos un sindicalismo de denuncia. Nuestro objetivo esgenerar movilizaciones que permitan ganar espacios deintervencin y plantear a los asalariados y asalariadasalternativas al vigente sistema de relaciones econmicas y sociales.

    Nuestro sindicalismo no existe si no se apoya en unaprctica de base en el seno de las empresas, que aglu-tine a amplias capas de trabajadores. Esta opcin no esincompatible con la necesidad de un sindicalismo inter-profesional. Resistir a las polticas de la UE pasa por mani-festaciones masivas, por declaraciones sindicales pero,sobre todo, por una prctica sindical cotidiana que tengaen cuenta estos puntos.

    En este artculo presentamos nuestras luchas enel sector ferroviario, como botn de muestra de lasideas anteriores. Dado que este artculo est centra-do en la problemtica del sector ferroviario, quere-mos aprovechar la oportunidad para rendir un home-naje a nuestro compaero Eladio Villanueva, que fue

    uno de los impulsores del trabajo sindical internacio-nal que describimos.

    Los destrozos del capitalismo en el sector ferroviario.

    La ofensiva neoliberal sobre el ferrocarril es tanto msviolenta en cuanto se trata de un sector muy reguladopor protocolos de actuacin, sometido a imperativos deseguridad de alto nivel y con un personal que posee unareconocida cualificacin profesional y que tiene una largatradicin de combatividad social. La Comisin Europea(CE) ha propiciado la elaboracin de libros verdes oblancos, directivas y reglamentos destinados a ampliar paso a paso la puesta en concurrencia competitiva de lashistricas empresas ferroviarias de carcter pblico. Ladesregulacin se impone a golpe de regulaciones. En laEuropa neoliberal se pone en prctica una norma generaldel desarrollo capitalista: la maquinaria administrativa ygubernamental debe funcionar a pleno ritmo para fabri-car mercado.

    Se afirma, desde un principio y sin dar elementos dereferencia, que el monopolio de un sistema ferroviariodeba limitarse a las infraestructuras, separando de ellaslos servicios ferroviarios, con el objetivo de que parezcanormal que trenes gestionados por diferentes empre-

  • 8/3/2019 Libre Pensamiento, n 65, verano 2010

    34/68

    LPDOSSIER

    32

    sas circulen por las mismas lneas. Las extremadas vin-culaciones entre infraestructura y movilidad, desde unpunto de vista tcnico, de seguridad y eficiencia, implicanuna comprensin del ferrocarril como un sistema inte-grado. La integracin de los sistemas ferroviarios es, de

    hecho, el fruto de ms de 150 aos de historia tcnica yeconmica ignorada por la CE, actitud que responde a unanecesidad derivada de las actuales condiciones del capita-lismo, que quiere apropiarse de aquellas componentes dela esfera pblica susceptibles de rentabilidad.

    La separacin entre infraestructura y servicios, comorequisito previo a la puesta concurrencial de stos -pro-ceso general que afecta tambin a la distribucin de gaso electricidad, a las telecomunicaciones y otros servicios-es denominado por los neoliberales servicios en red,vocablo que ignora las especificidades de explotacin delferrocarril, en el que redes y servicios son interdepen-dientes. De hecho, caso de conseguir el objetivo progra-mado de destruir las empresas pblicas del transporteferroviario, se pondr de manifiesto la necesidad priori-taria de una integracin de infraestructuras y serviciosen base a una racionalidad econmica y tcnica, maltra-tada en la fase precedente por razones meramente ideo-lgicas. En consecuencia, habr desaparecido el estatutosocial en vigor en dichas empresas y a cambio, los recons-truidos monopolios integrados sern, eso s, privados.

    El ferrocarril europeo a merced de los apetitoscapitalistas.

    A excepcin de algunos dogmticos tecncratas de laCE, nadie niega hoy en da la catastrfica situacin delsistema ferroviario britnico, como emblemtico santo ysea de la privatizacin: cuasi abandono de las instala-ciones y material por su carcter no rentable, corres-pondencias no garantizadas para relaciones atribuidasa compaas diferentes y, sobre todo, la seguridad quepasa a un segundo plano por ser contraria a los interesesfinancieros del corto plazo de capitalistas, que inviertenen un momento concreto y coyunturalmente en el sector ferroviario, a la espera de una nueva opcin de beneficio.

    En Italia, el nmero de compaas privadas autorizadaspara poner en circulacin los trenes se ha multiplicadode una manera notable. Desde el 1 de Enero de 2005, elgobierno espaol, aparentemente de izquierdas, hapuesto en marcha una reforma concebida por el prece-

    dente gobierno de derechas. En Francia, los gobierpreparaban el terreno desde hace varios aos medianla fractura de la empresa pblica. Los primeros operares privados han obtenido el transporte de mercancaque la direccin de la SNCF ha abandonado de man

    deliberada. En Alemania, el proceso se encuentra en fase ms avanzada, con la entrada en Bolsa de la DB yel apoyo del sindicato Transnet, cuyo Presidente acasiendo Director de DB.

    Confrontados con el sector privado, los operadores htricos acuden a competir con las empresas pblicas otros pases. y atacan los derechos de los trabajadoferroviarios, juegan con la seguridad de los viajeros, abdonando sus misiones de servicio pblico, ordenaciconexin territorial etc.

    Otra Europa ferroviaria es posible.

    En nuestros pases las huelgas de los trabajadoreferroviarios han permitido resistir durante varios aoPero el movimiento sindical ha carecido de respuestinternacionalistas. Una jornada de lucha a nivel europtuvo lugar en 1992, y nada ms. La CES, pese a la fupotencial que representa, rechaza organizar las luchascoordinar las huelgas en el mbito europeo.

    La construccin de un polo de respuesta a escala eurpea