libro cien anos
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Mis Imágenescien años
Dr. Carlos García Irigoyen
Infinito S. C.
Licenciado Marcial Díaz CastroDirector generalLicenciada Gabriela Martínez Saint-AndréRelaciones públicasGabriel Martínez BarrientosDiseño de portada e interioresMiguel Morales DomínguezFormaciónMa. Ángela Cortés FiguerasCoordinación editorial
Madrid núm. 11 Colonia Del Carmen, Coyoacán. México, DF.Tel. 5659 2529
c 2004 Hospital General de México, ODQueda prohibida la reporducción parcial o total de esta obra por cualquiermedio impreso, electrónico o de video, sin la autorización escrita del autorISBN: 970-9805-00-2Impreso en México/ Printed in México
SECRETARIA DE SALUD
JULIO FRENK MORASECRETARIO
ENRIQUE RUELAS BARAJASSUBSECRETARIO DE INNOVACIÓN Y CALIDAD
ROBERTO TAPIA CONYERSUBSECRETARIO DE PREVISIÓN Y PROTECCIÓN A LA SALUD
MARÍA EUGENIA DE LEÓN MAYSUBSECRETARIA DE ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS
BERNARDO BIDART RAMOS DIRECTOR GENERAL DE COORDINACIÓN Y DESARROLLO DE
HOSPITALES FEDERALES DE REFERENCIA
CUERPO DIRECTIVO
FRANCISCO J. HIGUERA RAMÍREZDIRECTOR GENERAL
RAFAEL GUTÍERREZ VEGADIRECTOR GENERAL ADJUNTO MÉDICO
RENÉ M. LÓPEZ VILLICAÑADIRECTOR GENERAL ADJUNTO DE
ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS
EDUARDO DE ANDA BECERRILDIRECTOR DE ENSEÑANZA
CESAR MACÍAS CHAPULADIRECTOR DE INVESTIGACIÓN
EDUARDO S. ROSAS MUNGUÍADIRECTOR DE PLANEACIÓN Y DESARROLLO
DE SISTEMAS ADMINISTRATIVOS
SOCIEDAD MÉDICA
ERICK BASURTO KUBAPRESIDENTE
MIGUEL ABDO FRANCISVICEPRESIDENTE
RAFAEL G. BUITRON GARCÍA FIGUEROA TESORERO
JOSÉ HUMBERTO GARZA FLORESSECRETARIO
CUERPO COLEGIADO DE CONSULTORESTÉCNICOS
NEY CHAVOLLA CONTRERASPRESIDENTE
CARLOS GARCÍA IRIGOYENSECRETARIO
MARCO ANTONIO GONZÁLEZ SALAYANDIASECRETARIO DE ACTAS
PATRONATO
GUILLERMO SCHIFFER DZIENDZIELEWSKIPRESIDENTE
HERIBERTO ACOSTA PERALTATESORERO
FLAVIO TULIO ZILLI VIVEROSSECRETARIO
HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO OD
El Hospital General de México OD y el autor agradecen el apoyo que nos han brindado para la realización de este libro Conmemorativo,testimonio de la trayectoria de esta institución.
Distribuidora de Alimentos Naturales y Nutricionales, S.A. de C.V.y Broncolín, S.A. de C.V.
Primitivo Gómez Gómez Director General
René Vignettes Landa Gerente General
Comercializadora Farmacéutica de Chiapas S.A. de C.V.Maximiliano Leonardo AsturiasPresidenteAntonio Leonardo CastañónDirector General
Prólogo
Introducción
Visita imagenológica a mis instalaciones
Mi entorno
Logros y avances
Una nueva viscera dentro de mi cuerpo
Lo que opinan mis enfermos de mí
Personalidades relevantes en mi vida
Presidentes de la República que me han visitado
Directores
Decanos, jefes de servicio, unidades clínicas y servicios paramédicos
Sociedad médica
El rebozo
El Patronato
Línea subterránea
Remodelaciones. Un cambio
¿Cómo me ha ido en mis cien años?
1985, el sismo y un compás de espera…
El presente
Mi sindicato
El primer servicio de radiología hospitalaria en México
Una historia un poco olvidada
Mi jardín botánico y mi fauna
Mis auditorios
Auditorio Abraham Ayala González, sesión cultural y musical
Premios
¿Quién administra mis recursos?
Reflexiones
“Mis cien años” Lo que me dice una adolescente
Mis nuevos valores
El aspecto mágico de mi vida
Sudirección de enfermería
Una mirada a mis laboratorios clínicos
Trabajo social
Damas voluntarias
Para cuidar tu dieta
Ojos
La edad y el futuro
He sido un hospital diferente: Te puntualizo
Academia Nacional de Medicina y Academia Mexicana de Cirugía
Mi cumpleaños
Mis Hijos
Mis Biografías (Libros de mi vida)
Agradecimientos
10
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107
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304
CONTENIDO
Los recuerdos y las imágenes acuden a mi mente en forma
abrupta y desordenada y, me es imposible ordenarlos en
forma cronológica para que tengan una secuencia idónea.
Las imágenes son miles y tengo tanto que decir sobre mi vida,
que mucho de lo que debiera escribir, tú ya lo has hecho y lo
que no esté escrito aún, sé que lo harás. Tienes mucha vida
para hacerlo por mí.
Para us tedes , por s iempre amarme.
Hospita l General de México
A mi esposa, hijos y nietosDr. Carlos García Irigoyen
Consultor técnico
Prólogo
Hace ya cinco largos años, al tomar el cargo como director general
del Hospital General de México, en mi discurso mencioné que en
seis años nuestra ya antigua, para entonces en 1999, Institución, cumpli-
ría su Primer Centenario y que si creíamos que este lapso era largo, está-
bamos jugando con algo muy delicado.
Ya como Director, tuve la oportunidad de reunirme con los miembros del
Cuerpo Colegiado de Consultores Técnicos, a quienes solicité iniciáramos
un plan para tan importante celebración: el Centenario del Hospital
General de México, idea que fue bien aceptada y que dio inicio a una tor-
menta de ideas que fueron consolidándose poco a poco en acciones.
No faltaron las grandes e inalcanzables propuestas y propósitos, pero lo
que ha sido humanamente factible se ha hecho y logrado. En el trans-
curso del tiempo fueron surgiendo nuevas ideas y modificaciones a los
planes, pero lo que siempre sucede en todo grupo, uno de sus integran-
tes expresó la idea clara de lo que desea hacer y dejar como legado de
fecha tan especial, como lo es el cumpleaños del “Hospital más antiguo
del sistema moderno de salud de nuestro país”.
Esta idea surge precisamente en la dirección, en una de las reuniones
con el Cuerpo Colegiado; a la que asistió Carlos García Irigoyen, secre-
tario de este grupo, me expresó que escribía un libro sobre nuestro gran
Hospital, y conociendo a Carlos de mucho tiempo atrás, su voluntad
férrea, su disciplina para lograr las metas que se propone, su profundo
amor por el Hospital en el que se formó como urólogo y su elevado
nivel cultural; acepté el reto de buscar el patrocinio. A partir de ese
momento, ¡cómo lo recuerdo!, lo vi y, hasta la fecha lo veo, con una
cámara digital tomando fotografìas como todo un experto cazador, a
todo aquello digno de ser captado por una lente, y que después anali-
zó, seleccionó, aceptó o desechó, tal vez por feo, oscuro o innecesario.
Tiempo después me mencionó el título de su obra: Mis Imágenes. Cien
Años. Nos gustó el título y lo aceptamos; ¿y por qué no? Sólo porque era
el proyecto de un hombre-médico integro, profesional y entregado a
nuestra querida Institución. Pasó el tiempo, Carlos, incansable, tomaba
fotos y fotos; creo que estuve en la mira de la famosa cámara en más de
cinco ocasiones, lo que agradecí no el doble, ni triple, sino más de un
millón de veces. ¿Por qué? No porque me tomara, sino porque pensa-
ba... “!qué bueno que no era una pistola y por la mala puntería de mi
querido y respetado amigo!” Las aclaraciones no fueron tardías, siempre
caballerosas, amables y también simpáticas. Así llegó el momento de su
edición; los momentos de inquietud y nerviosismo, la necesidad de
escribir todo aquello que sufrimos los que hemos tenido el honor y la
gran fortuna de hacer un libro.
En este momento entra en la escena otra gran personalidad, enérgica,
arrojada, audaz; diríamos de una inteligencia especial: Eduardo Rosas
Munguía, director de planeación, juntos Carlos y Eduardo, Eduardo con-
siguiendo todos los apoyos para la edición. Era imposible que esta obra
no lograse su tan preciado fin: ser editada y puesta en nuestras manos.
Tanto a Eduardo Rosas como a nuestros preciados patrocinadores y a
Carlos, les expreso mi elevado reconocimiento. Sin su participación no
hubiésemos podido dar a conocer al Hospital General de México, hoy un
Gran Viejo que sigue prosperando, modernizándose, creando y generando
hijos para el bienestar y cuidado de la salud de nuestros conciudadanos.
Gracias por ser parte de esta gran familia. Gracias porque nos compren-
dieron. Gracias por su maravilloso apoyo. Gracias por ser parte de este
gran país, al que pertenece el Hospital General de México.
¿Pero de qué trata el libro?
El libro no trata, es la palabra impresa de nuestra Institución. Desde el
inicio nos regala su sonrisa y sus diferentes facetas y nos dice: “Para us-
tedes por siempre amarme”, y luego como todo un Gran Viejo, inicia en
una plática amena con aquellos que con frecuencia nos reunimos con
Mis Imágenes cien años
él y nos obsequia con un trabajo, un aprendizaje y nos permite realizar
en su seno algún acto que llamamos “investigación”.
“Los recuerdos y las imágenes acuden a mi mente en forma abrupta y
desordenada...”, así nos cuenta cómo nació, cuándo y a qué hora, quién
fue su padre. Sus antecedente familiares, donde orgullosamente mencio-
na a nuestra Patria y algunos de sus parientes. Luego relata en forma
magnífica, como si lo estuviera viviendo, su bautizo, al cual asistieron
grandes personalidades de la época. Creo escuchar las palabras de su
padre, Eduardo Liceaga, dirigiéndose a los asistentes al acto inaugural,
aun vigentes y como acicate de quienes trabajamos en él para engran-
decerlo día a día. Nos habla de su árbol genealógico, y nos invita a
sumarnos a la familia, si es que no hubieramos sido captados por la
cámara implacable del querido Carlitos García Irigoyen.
Nos presenta uno a uno a sus hijos como los comandantes de los dife-
rentes regimientos y batallones que conforman su cuadro de servicio,
personalidades de reconocido prestigio nacional e internacinal, grandes
académicos e investigadores.
Recuerda los inicios y miembros de La Sociedad Médica del Hospital
General y su pasado lejano sobre la antigua carrera hospitalaria. Quiero
confesar que el Viejo un día me mencionó en una plática, “Paco: Todavía
existe la carrera hospitalaria, ¿la ves igual que yo, deteriorada desde
hace veinte o más años? ¿Qué esperamos para reformarla?” Le contesté
que ya la modifiqué . El Gran Viejo nos platica sobre sus consultores, sus
cambios de costumbres, su fauna y un concierto simpático que reúne a
muchos protagonistas de la vida hospitalaria.
A través de sus imágenes, los pensamientos, el texto sencillo y coloquial
trata de “sacar el espítitu de nuestra Centenaria Institución”.
Carlos, quedó espléndida tu entrevista con el Gan Viejo y amigo, quedó
como debería ser: magnífica. Yo espero que aquellos que tengamos la
oportunidad de tener este ejemplar conmemorativo en nuestras manos
lo disfrutemos hoy y mañana, esperemos el paso definitivo a otra etapa
de nuestro ser, con la misma dignidad que nuestro maestro, el Hospital
General de México, lo ha hecho estos Cien Años y lo hará por los siglos
de los siglos siempre al “Cuidado de la vida”.
Gracias Carlos.
Gracias Hospital General de México.
Para Francisco Higuera Ballesteros. Su pasión fuiste tú, Hospital General
de México.
Para mí, Francisco J. Higuera Ramírez. Hoy mi pasión eres tú, Hospital
General de México.
Hoy que veo a mi hijo cómo labora, cómo aprende y cómo vive como
residente de cirugía en esta Institución, estoy seguro que para Francisco
R. Higuera Hidalgo, su pasión serás tú, Hospital General de México.
Doctor Francisco J. Higuera Ramírez
Hospital General de México, Gracias
Mis Imágenes cien años
IINTRODUCCIÓN
Introducción 15Mis Imágenes cien años
Permíteme contarte algo de mi vida.
Nací a las 10:00 horas del día 5 de febrero del año de 1905 en las
afueras de la Ciudad, en la Colonia Hidalgo, que posteriormente se
llamara Colonia de los Doctores y, después de estudiarse veintidós sitios
en el Sudoeste de la ciudad, el predio elegido debía ser en donde la
población no fuera bastante y contribuyera a la viciación de la atmósfe-
ra, que estuviera lejos de la ciudad, en dirección opuesta al viento rei-
nante; que se comunicara por dos vías férreas, de mulitas, al centro de la
ciudad: la de San Ángel por la Piedad y el Ferrocarril del Valle.
Fue mi padre el doctor Eduardo Liceaga, guanajuatense, médico de pro-
fesión e ideólogo de corazón. Formó parte de la Junta de Sanidad que,
para programar mi imagen, tomó en cuenta ciertos genes de los
Hospitales Rudolph Virchow de Berlín, Roosevelt de Nueva York, Necker
de París y el de ginecología de Moscú. Esos genes los utilizó en mis pla-
nos y con eso se inició mi moderna gestación el 7 de diciembre de 1895,
mi formación en 1896, y en 1898 mi padre mencionaba que yo debía ser
hospital-escuela. Señalaba que la enseñanza de la medicina debe de ser
objetiva y tiene que hacerse en los enfermos.
En el mismo año proponía constituir un instituto de anatomía patológica,
bacteriología y química, con fondos propios y dedicado a la enseñanza
e investigación, y siempre deseó ubicar la escuela de medicina a un paso,
en donde la buena asistencia de los enfermos, su educación higiénica y
la enseñanza de la medicina serían la esencia fundamental de mi vida.
Mi primer rostro, 1905.
Mi padre, Dr. Eduardo Liceaga
“Mi madre es esta bendita tierra mexicana”
Introducción 17Mis Imágenes cien años
Mi madre es esta bendita tierra mexicana.
En mi superficie gris café, siempre oliendo a fresco y entre pasto nuevo
creciente, encontrarás un tapete de hojas lilas de mis jacarandas, cubier-
tas, en forma serpenteante, por la sombra eterna de mis pensamientos,
siempre para ti. Tengo de superficie 124,692 metros cuadrados; donada,
entre otros, por don Pedro Serrano (11,500 metros cuadrados) y en la
actualidad tengo 124,295 metros cuadrados.
Quien proporcionó todos los recursos para mi nacimiento fue el general
Porfirio Díaz, presidente de la República y el ingeniero Roberto Gayol me
proyectó y construyó.
Entre mis antecedentes familiares, en esta mi patria, recuerdo a los tíos
abuelos, los hospitales: del Amor de Dios (1540), San Hipólito (1567),
San Juan de Dios (1604), del Divino Salvador (1687), San Andrés (1779)
Tres bailarinas en fondo rojo festejan mi nacimiento
Tres bailarinas en fondo rojo festejan mi nacimiento
Introducción18 Hospital General de México OD
Mi primo el Hospital JuárezEl hospital de San Andrés se ubicó en este sitio
Pero no tengo duda de que el Hospital de San Andrés
fue mi antecesor más directo por sus características de
hospital general, a quien sustituí en esta vida
Introducción 19Mis Imágenes cien años
y, mi primo, el Colegio de San Pablo (1847); al que posteriormente le
cambiaron el nombre a Hospital Juárez (1872) y, el Hospital de
Maternidad e Infancia (1865).
Pero no tengo duda de que el Hospital de San Andrés fue mi antecesor
más directo por sus características de hospital general, a quien sustituí
en esta vida, con la convicción de “que recibiré a todo enfermo que
solicite mis servicios, menos a los detenidos por problemas legales, los
enajenados y cierto tipo de damas”.
Estuvo ubicado en el área que ocupó el Palacio de Comunicaciones, hoy
Museo Nacional de Arte (calle de Tacuba 8, frente a la estatua del Caballito
en la Plaza Manuel Tolsá). Como parientes muy lejanos, recuerdo a los choz-
nos1 y tíos tatarabuelos en Perote, San Juan de Ulúa y Oaxtepec, pero no
ubico a uno de ellos, de vida efímera, en la Tlaxpana (1521).
El primer hospital, después de la Conquista fue el de Jesús, fundado en
1524 por Hernán Cortés habiéndosele denominado Hospital de la
Concepción o de Nuestra Señora, sin embargo, nunca fue un hospital
abierto sino privado; siempre bajo la vigilancia y atención de un patronato
y que, de alguna manera, se separa de mi familia a pesar de que sigue vivo.
Está ubicado en la calle de 20 de noviembre número 82, colonia Centro.
A mi bautizo (inauguración) asistieron los políticos más importantes de
la época, entre otros, el ya mencionado presidente de la República,
Porfirio Díaz, los señores licenciados Ramón Corral, Miguel Macedo,
Faustino Fernández, el general Francisco Z. Mena, Ignacio Mariscal,
además de otros muchos que constituyen una larga lista. Todos ellos fir-
maron mi acta de nacimiento y cuyas letras que están casi borradas por
el tiempo son, por lo tanto, ilegibles. Se repartieron miles de bolos de mi
bautizo. Uno de éstos fue el publicado en el periódico “El Imparcial”
con fecha del domingo 5 de febrero de 1905.
No quiero dejar de mencionar que Amado Nervo, nuestro poeta, me
dedicó una larga y sentida oda (casi sin mencionarme como hospital)
describiendo la parte superior de mi estructura y dice así:
Mi acta de bautismo
1. Chozno. Familiar muy lejano, anterior a los tatarabuelos
Introducción20 Hospital General de México OD
Se repartieron miles de
bolos de mi bautizo. Uno de
éstos fue el publicado en el
periódico “El Imparcial” con
fecha del domingo
5 de febrero de 1905 Bolo de mi bautismo
Introducción 21Mis Imágenes cien años
Y mi padre dijo:
“Señores: no vais a recibir un edificio nuevo sino una institución; ten-
dréis el deber no sólo de conservarla, sino de perfeccionarla; ella os
proporcionará la ocasión de hacer el bien a vuestros semejantes, no
sólo con el auxilio de vuestra ciencia, sino con la dulzura de vuestras
maneras, la compasión por sus sufrimientos y las palabras de consuelo
para el espíritu. Os vais a encargar de hacer práctica y fructuosa la
enseñanza de la medicina.
Señores: para reivindicar nuestro puesto en el Continente, no necesitamos
más que aplicar toda nuestra inteligencia, toda nuestra voluntad, a perfec-
cionarnos en el ramo que hemos elegido para ejercitar nuestra actividad.
Este es el contingente que debemos a nuestra patria.
El país en donde cada hombre se empeña en perfeccionar la ciencia, el
arte, la industria a que se dedica su energía, ese país digo que se hará gran-
de, pues la suma de esas unidades activas forma la nación...3
Fallecieron los hospitales de San Andrés, el de Maternidad e Infancia y
otros. Sobrevivieron el Hospital Morelos, ahora transformado en el museo
Franz Mayer (Plaza de la Santa Veracruz, Av. Hidalgo 45, Alameda Central)
y el Hospital Juárez que, herido gravemente en 1985 por el sismo del 19
de septiembre, fue trasladado al norte de la ciudad.
Desde mi nacimiento estuve funcionando como una institución depen-
diente de la Secretaría de Salud (con su nombre cambiante a través de
los años) hasta que, por acuerdo secretarial publicado el 7 abril de 1986
en el Diario Oficial de la Federación, se me nombró Órgano
Desconcentrado de la Secretaría de Salud, con fundamentos y estructu-
ra propia para mi operación y, después, el jueves 11 de mayo de 1995,
se emitió el decreto por el que se creó el Organismo Descentralizado
del Gobierno Federal ¡Hospital General de México OD! (¡YO!), con per-
sonalidad jurídica y patrimonio propio.
ODA
(fragmento, Amado Nervo)
¡...y muchas veces, cuando paseaba por la calzada
de la Piedad, curioso y triste, me preguntaba al ver un
grupo de rojos techos y muros blancos, luciendo a tre-
chos en las orillas de la Ciudad...!2
2. Díaz de Kuri, Martha, Viesca Treviño, Carlos. Historia del Hospital General de México, pag. 773. Idem. p. 75.
Mi nacimiento marcó
un parte aguas entre la
medicina del siglo XIX y
la del XX. Construido
específicamente como
Hospital y con presupuesto,
para mi funcionamiento,
de las dependencias
gubernamentales. No más
por el amor de Dios o la
caridad cristiana y no
más conventos o instala-
ciones adaptadas sino
más responsabilidad de
mis instituciones por tu
Hospital Morelos, hoy museo Franz Mayer
Introducción 23Mis Imágenes cien años
Te muestro mi acta de confirmación.
A través de mis imágenes te muestro las actitudes espontáneas de mi
gente: enfermos, médicos, enfermeras, trabajadores, estudiantes, fami-
liares y otros más. Observa con atención la emoción que transmiten,
también, te enseñó algunos de los equipos, edificios, jardines, pasillos,
árboles, flores y algo más. Intenté, desde la perspectiva fotográfica,
tomar en cuenta la luz, las sombras, la composición, el color, la profun-
didad, los puntos subliminales o de fuga y los objetivos secundarios
importantes (¡puf, puf, puf!) y muestro todo aquello en que se pueda
encontrar mi espíritu, que es el que ustedes me han dado y que ha sido
captado a través de una cámara fotográfica. De antemano les digo, que
si no encuentran su foto entre estas imágenes es por la imposibilidad de
obtener las de cada uno de los más de cinco mil quinientos trabajado-
res que he albergado en mi espacio durante los últimos dos años.
Casi todas las fotografías son recientes e inéditas, muchas otras aparecen en
algunos libros de mi vida o de mi historia, en estos las encontrarás; de aqué-
llas sólo he repetido algunas. Pretendía que este no fuera un libro iconográ-
fico, pero ante la riqueza de mis imágenes y el número de mis fotografías
personales tuve, por obligación, que volverme lo que no pretendía: “ser un
libro iconográfico...” y, por lo tanto, he colocado algunos de sus rostros en
orden alfabético, iniciando con su primer apellido y terminando con su
nombre de pila y, su función dentro de mi seno. Me era difícil separarlos por
áreas laborales: médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, administrativos,
jardineros, carpinteros y quienes me falte mencionar y como mis hijos,
todos ustedes aportan su esfuerzo por el objetivo fundamental de mi exis-
tencia: la salud de mis hijos enfermos; este escollo lo solucioné en la forma
más paternal posible. Es obvio que existen algunos grupos como mis exdi-
rectores, expresidentes de mi Sociedad Médica, Cuerpo Colegiado de
Consultores Técnicos, mi Patronato, que están completos.
De los enfermos, omito sus nombres por respeto y cariño, en las imágenes
se anota su ubicación en mis salas y, en otras se añade un concepto emo-
cional del momento. Por supuesto, muchas de las fotografías que se han
Mi acta de confirmación
Introducción24 Hospital General de México OD
Te puedo esquematizar mi
árbol genealógico, no fácil
de integrar,
de la siguiente forma
(enriquécelo, por favor )
Introducción 25Mis Imágenes cien años
tomado no las encontrarás porque fueron captadas en un instante lleno de
sol, sombras y colores que desaparecen con la rapidez, tal vez, del clic del
obturador de la cámara, pero la foto queda como un suspiro de lo etéreo.
Al final de este testimonio encontrarás algunas páginas en blanco en las
que podrás agregar tu fotografía, si es que se me escapó.
Todo esto y un mil cosas más suceden en mis 124,295 metros cuadrados.
Puedo ser cursi, sí, me pueden criticar “de que no aporto nada”, de acuer-
do, pero esta es mi forma, una idea, de presentarme como Institución.
“Un hombre nunca es suficientemente cuidadoso para elegir a sus enemi-
gos”, decía Oscar Wilde y expresaba Unamuno: “El que carece de ideas,
de verdaderas ideas, generales, centrales, normales, contrastadas por la
razón, carece de dignidad y conciencia”.
A mí me parece que esta forma de mostrarme tiene todo lo que Miguel de
Unamuno asevera. Sin ser precisamente original, pienso que es diferente.
Algún comentario que hago estará cargado de humor; “el sentido del humor
es el patio del recreo de la inteligencia”, menciona José Dimiz.
Me tomaron más de 5,604 fotografías e hice una ardua selección para su
publicación. Dentro de ella, en la que llamo la sección de líneas y volúme-
nes, matemáticamente exactas son las más imperfectas y muchas perece-
deras, además que no las encontrarás en mi espacio, ya que son el produc-
to de un instante de luz y sombras ¡que se esfuma!
Les contaré algo de mi historia, de mis primeros y juveniles cien años: la juventud
está en el pensamiento, adecuadamente cambiante, dinámico, de evolución pro-
gresiva, crítico, constructivo y proporcionado al tiempo.
Durante toda mi existencia he mejorado la calidad, calidez y optimiza-
ción de mis recursos. En el aspecto académico, siempre estoy mirando
el hoy con los ojos fijos y penetrantes al futuro y la investigación diaria,
muy estimulante, de acuerdo con mis posibilidades.
Cubos y paralelepipedos en gris
Kukulcan desciende a mi tierra (escaleraposterior de investigación clínica)
Lineas paralelas que ventilan
Introducción 27Mis Imágenes cien años
No las encontrarás en mi espacio, ya son el producto
de un instante de luz y sombras que se esfuman
Sala de exposiciones frente al Abraham Ayala
Líneas matemáticamente imperfectas que se esfuman (edificio antiguo de cardiología)
Introducción 29Mis Imágenes cien años
Les contaré algo de mi historia, de mis primeros y
juveniles cien años: la juventud está en el pensamiento,
adecuadamente cambiante, dinámico, de evolución pro-
gresiva, critico, constructivo y proporcionado al tiempo
Esfera sobre fondo gris (edificio de investigación clínica)
Bloques sólidos y huecos con línea vertical roja (estacionamiento)
Introducción30 Hospital General de México OD
Líneas múltiples con la sombra de mi nombre
Introducción 31Mis Imágenes cien años
Líneas cilíndricas que separan el pasto del cemento
Introducción32 Hospital General de México OD
Les narraré los hechos de mi vida y de mis cosas, algunos platicados por
ustedes, mencionaré los nombres de los protagonistas, con sus sucesos
importantes en el momento que se realizaron y que se refieren a mi vida
pasada, pues son la base para los planteamientos de mi actividad futura
en el siglo XXI. Es imposible decir todo, si no lo encuentras aquí búsca-
lo en los libros de mi vida y si no están en ellos, y tú sabes algo más, te
invito a escribirlo, con sus alternativas, perspectivas y cambios acordes al
crecimiento demográfico, a la inversión de la pirámide de la edad, con
el aumento de la esperanza de vida a 76 años o más para el 2005 y en
adelante; la masificación de la enseñanza y la acentuación de los diver-
sos niveles de riqueza, por lo que debo de cambiar mi actitud, mis pro-
gramas y plantear nuevas acciones ante los cambios de la patología-bio-
logía-tecnología y tener una estructura física (edificio) más adecuada.
Recuerdo a mi hijo dilecto, el doctor Alejandro Célis con su conceptual
escrito de Patología de la pobreza (1970), en el que menciona a la sífi-
lis, la tuberculosis, la lepra, la neumonía, el absceso hepático amebia-
no, la desnutrición, la cirrosis y otros padecimientos como las enferme-
dades más frecuentes del pueblo-pobre-mexicano, algunas de las cuales
ya se controlan o se curan, pero en el futuro se me presentarán, entre
otros retos, el aumento de la población de adultos de la tercera edad,
(viejos, más viejos,) y enfermedades degenerativas, neoplásicas, altera-
ciones mentales por isquemia o pérdida de neuronas, arteriosclerosis,
osteopatías, diabetes, cardiopatías, y con el progreso acelerado de la
tecnología, con nuevos equipos y aparatos de endoscopia cardiaca, uro-
lógica, ginecológica, cirugía general, neurocirugía, telecirugía, robótica
(programas Da Vinci, Linderberg y otros que vendrán) las aplicaciones
del genoma humano, etcétera y todo aquello que parece abrumador y
que ha de prepararme para cuando “el destino nos alcance...”
En este mundo globalizado, no se debe estar sólo con el que más tiene y
puede, sino con el que menos tiene para servirle mejor: quien no vive
para servir, no sirve para vivir. Estoy en deuda con la población en que
persisten diarreas, desnutrición, alcoholismo, cirrosis y otras enfermeda-
des.
Mis Imágenes cien años
Y me proyecto hacia el futuro
En el Hospital General de
San Andrés estuvieron los
ilustres médicos Luis de
Montaña, Manuel Jiménez,
Luis Muñoz, Francisco Vertiz,
Río de la Loza, Rafael Lucio
y muchos otros más que,
además de sus aportaciones
médicas, su nombre per-
manece
adornando las calles de la
Colonia de los Doctores
Mis Imágenes cien años
VVISITA IMAGENOLÓGICAA MIS INSTALACIONES
Visita Imagenológica a mis instalaciones 37Mis Imágenes cien años
Mis 124,295 metros cuadrados se encuentran limitados por diferen-
tes calles. La Avenida Cuauhtémoc, antes Calzada de la Piedad,
estaba dividida en dos arroyos por un camellón medio sembrado de pal-
meras y, que hace muchos años desaparecieron para facilitar la circula-
ción en un sólo sentido, de norte a sur.
En la actualidad está adornada, en la rua, con petróleo-chapopote-
negro-caliente “como vía de alto flujo y velocidad”. Casi en la esquina
con Dr. Pasteur está la salida de vehículos que provienen de mi estacio-
namiento, que es para más de quinientos vehículos en sus cinco plantas
y cuyo flujo está controlado por “una pluma electrónica” (tienes que
tener tarjeta para ingresar o egresar) y es vigilada por policías de seguri-
dad desde una caseta, pequeña y, seguramente incomoda. Al salir por
esta puerta, debemos de dirigirnos hacia el sur, flujo normal de la ave-
nida, pero algunos la cruzan en forma oblicua hacia la derecha, para
dirigirse a la calle de Coahuila, lo hacen mientras dura la luz amarilla
que da paso de la calle de Dr. Pasteur, lo que origina más de dos o tres
claxonazos con recordatorios familiares o flexiones del codo izquierdo
(y a veces el derecho) con el mismo significado, dos o tres “chirridos de
llantas”, desgaste de frenos y no, en raras ocasiones, alguna pequeña-
regular colisión que se resuelve con facilidad; pero que puede ocasio-
nar aplastamiento variable del vehículo o terminar en algo más que un
rayón. ¡Cuidado: respeta los señalamientos!
Te muestro un esquema de las calles que me rodean y la distribución de
mis servicios, las entradas, los pasillos y otros lugares. La Calle de Dr.
Pasteur corre en forma oblicua de oriente a poniente y, en su parte inicial
(oriente) se continua en ángulo con la de Dr. Balmis. Sobre la calle de Dr.
Pasteur está la puerta, la “gran entrada” para la consulta externa y todos
los servicios asistenciales que pongo a tu disposición.
A veinte metros está la entrada que lleva a los checadores, en donde el
personal certifica, con una tarjeta en el reloj marcador, su asistencia y
puntualidad o inasistencia-impuntualidad laboral.
En la actualidad está adornada, en la rua, con
petróleo-chapopote-negro-caliente “como vía de alto
flujo y velocidad”
Vista aérea, 1946
Visita Imagenológica a mis instalaciones38 Hospital General de México OD
Salida del etacionamiento. Infringiendo el reglamento de tránsito
Visita Imagenológica a mis instalaciones 39Mis Imágenes cien años
Avenida Cuauhtémoc hacia el norte
Avenida Cuauhtémoc hacia el sur
Sube y baja. Elicoidal. Mi estacionamiento
Visita Imagenológica a mis instalaciones40 Hospital General de México OD
Visita Imagenológica a mis instalaciones 41Mis Imágenes cien años
Calle Doctor Balmis
Visita Imagenológica a mis instalaciones42 Hospital General de México OD
A veinte metros está la entrada que lleva a los che-
cadores, en donde el personal certifica, con una tarjeta
en el reloj marcador, su asistencia y puntualidad o
inasistencia-impuntualidad laboral
Checas a tiempo
Tarjetas de registro de todos mis hijos
Visita Imagenológica a mis instalaciones 43Mis Imágenes cien años
En la actualidad se está estableciendo, desde julio del 2004, una “tarje-
ta inteligente”, electrónica, que además de tu fotografía llevará tus hue-
llas digitales, para identificación.
Estas entradas forman una pequeña plazoleta cuadrilonga, de más de
500 metros cuadrados, en donde se encuentra, en uno de los catetos y
sobre una plataforma de casi un metro de alto con escaleras, el edificio
que tiene la construcción subterránea de la parada Hospital General de
la línea 3 del Metro. Enfrente de ésta, dos “estaciones” de taxis que se
detienen para que suba-baje el pasaje, múltiples líneas de autobuses,
“peseras”, además de los troles y vehículos particulares. Por estas entra-
das ingresan miles de personas diariamente, los enfermos
y sus acompañantes, el personal médico y paramédico, las enfermeras,
los estudiantes, los representantes de los laboratorios farmacéuticos; los
asistentes a diferentes cursos de actualización o capacitación en todas
las disciplinas médicas, enfermería o paramédicas, también incluyo,
administrativas, que imparto para mejorar.
Un poco más hacia Dr. Balmis se encuentra la entrada del servicio de
urgencias.
Las imágenes que te muestro están tomadas a las 11 y 13 horas. El
número de personas que acuden a mi seno es increíble.
Estas calles que me rodean están, además, plagadas de comerciantes
ambulantes con todo lo vendible: periódico, revistas, ropa, libros bara-
tijas y alimentos, que constituyen un verdadero paseo gastronómico
amebiano y que entorpecen el tránsito peatonal.
Estos vendedores son difíciles de quitar porque es su modus vivendi.
Sólo “desaparecen por algunas horas” cuando el Gobernador de la
Ciudad o el Presidente de la República me visitan.
Siguiendo por esta calle hasta entroncar con Dr. Balmis, que es el seg-
mento de calle más corto que me rodea, está el estacionamiento para los
directivos. Es pequeño, también vigilado por policías y tiene una pluma
Estación del metro en verde
Visita Imagenológica a mis instalaciones44 Hospital General de México OD
Sitio de taxis Noé frente a mi entrada
Visita Imagenológica a mis instalaciones 45Mis Imágenes cien años
Entrada a la consulta externa
Visita Imagenológica a mis instalaciones46 Hospital General de México OD
Luisito y la información diaria
Visita Imagenológica a mis instalaciones 47Mis Imágenes cien años
Libros baratos en Cuauhténoc
Todo a diez... La fayuca, todo a la medida
Visita Imagenológica a mis instalaciones48 Hospital General de México OD
Bastones, andaderas, sillas de ruedas más económicas
Visita Imagenológica a mis instalaciones 49Mis Imágenes cien años
Estas calles que me rodean están, además, plagadas
de comerciantes ambulantes con todo lo vendible: perió-
dico, revistas, ropa, libros, baratijas y alimentos, que
constituyen un verdadero paseo gastronómico amebiano
Sabrosas enchiladas cubiertas con gastritis
Visita Imagenológica a mis instalaciones50 Hospital General de México OD
Gorditas hipercolesterolonas
Frutas color salmonela
Mariscos frescos del Ajusco
Tacos sudados rellenos de bacterias
Visita Imagenológica a mis instalaciones 51Mis Imágenes cien años
Bueno a cualquier hora del día
Visita Imagenológica a mis instalaciones52 Hospital General de México OD
Tamales calientitos, humeantes
Visita Imagenológica a mis instalaciones 53Mis Imágenes cien años
Golosinas ricas y empachadoras
Visita Imagenológica a mis instalaciones54 Hospital General de México OD
amarilla, mecánica, que sólo es levantada con autorización; hay una
caseta para el vigilante. En esta calle, en donde, en ángulo recto se ini-
cia la calle de Niños Héroes, se encuentra el edificio de gobierno, cons-
truido en 1962 y que suplió, lastimosamente, al levantado entre 1895 y
1897 y que era todo un símbolo de mi nacimiento y presencia.
El actual, es de cuatro pisos y un sótano en forma de paralelepípedo,
cubierto con losetas de cantera rosada-gris claro y tabiques rojo vidrea-
dos, en pequeñas áreas y cubierto de largos ventanales de vidrio, prin-
cipalmente la cara norte, y lleno de equipos de computación en todos
los pisos, albergando, en el cuarto piso, las oficinas desde donde me
dirigen. Es un área cómoda, con lambrines de madera, sala de juntas
con una mesa redonda. En una de las paredes se encuentra un Escudo
Nacional bordado con hilos de plata de lo que fue una bandera que des-
apareció hace mucho tiempo. En el despacho del director se encuentra
mi acta de nacimiento y una bandera tricolor con nuestra águila, garan-
tes de mi identidad. En el segundo y tercer piso se encuentran las ofici-
nas de la dirección general adjunta médica con todas las subdirecciones
médicas, quirúrgicas, dirección de especialidades, diagnóstico y otras.
Desde aquí me dirigen
Mi cuerpo directivo
Visita Imagenológica a mis instalaciones 55Mis Imágenes cien años
En el primer piso se ubica la dirección de enseñanza con los responsa-
bles de pregrado y posgrado. En el mezanine y en el sótano, espacios
totalmente adecuados (y en otros inadecuados), se encuentran la direc-
ción general adjunta de administración y finanzas, y muchas de las ofi-
cinas del área administrativa. Todos los pisos están profusamente ilumi-
nados. El elevador recorre, subiendo y bajando, bajando y subiendo,
todos los pisos de mi edificio de gobierno, pero cuando falla, se aprove-
chan las escaleras para que suban y lleguen disneicos hasta el tercer o
cuarto piso, o que bajen ligeros escalón por escalón. En los entrepisos
están los sanitarios. En el hall o vestíbulo de la planta baja, profusamen-
te iluminado a través de sus cristales, se puede ver el busto vaciado en
bronce de mi padre, el doctor Eduardo Liceaga
En la pared ubicada en el lado opuesto a los ventanales del frente y
enmarcando la puerta del elevador y las escaleras, se encuentra un
mural multicolor, lleno de vida, que muestra la evolución de la medici-
na a través de los últimos siglos, pintado por M. Aless en el año 2000.
Al terminar este segmento de la calle de Dr. Balmis se encuentra la
de Dr. Jiménez, que es larga y recorre, por fuera, desde el edificio de
Mi fundador, Eduardo Liceaga
Escudo Nacional bordado con hilo de plata
Visita Imagenológica a mis instalaciones56 Hospital General de México OD
El Mural. M.Aless, 2000
Visita Imagenológica a mis instalaciones 57Mis Imágenes cien años
otorrinolaringología hasta el de oncología donde termina. Tengo una
puerta entre el servicio de ortopedia y las aulas de la Universidad
Nacional Autónoma de México. En ese punto inicia la calle de Dr.
Márquez, que recorre hasta la Av. Cuauhtémoc.
En Dr. Márquez, pavimento de por medio, se encuentra la maternidad
Mundet, parte del Hospital Infantil de México Dr. Federico Gómez y, se
asoman las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social, sitio
donde estuvo el Instituto Nacional de Cardiología, envueltas en las alas
sin vuelo del Seguro Social. En esta calle tengo dos entradas: una para
servicios generales y la otra, para el estacionamiento.
Mi perímetro está aislado de las áreas circunvecinas por paredes o una
reja de hierro pintada de azul, lo que le da una imagen de líneas para-
lelas verticales interminables.
Cuando el enfermo ingresa por la puerta principal y hacia el edificio de
consulta externa, encontrará, en el lado derecho y antes de bajar la
escalera de ingreso al edificio, el monumento a la Solidaridad, que tiene
las dos manos unidas dirigidas hacia el infinito, rogando por su salud
.Lo primero que mirará es el mostrador donde recibirá orientación sobre
la sencilla mecánica para que reciba atención. Le entregarán una ficha
y pasará a la caja a cubrir la cuota de recuperación Después lo revisará
un médico general, elaborara la historia clínica y lo referirá al médico
especialista, si lo requiere, otorgándole un pase. Durante este proceso
será necesario que tú, paciente o alguno de tus familiares, tengan una
entrevista con las trabajadoras sociales. Allí se encuentra un pequeño
monumento “La semilla de la vida”. El especialista terminará tu historia
clínica y solicitará los exámenes de laboratorio o de imagen necesarios,
para confirmar o modificar la impresión diagnóstica.
Cuando sea necesario el internamiento para resolver el problema, médi-
co o quirúrgico, nuevamente se acude a trabajo social donde se ratifica
tu nivel socioeconómico y se fija la cuota de recuperación.
En Dr. Márquez, pavimento de por medio, se
encuentra la maternidad Mundet, parte del Hospital
Infantil de México Dr. Federico Gómez
Calle de Dr. Márquez entre los hospitales
Visita Imagenológica a mis instalaciones58 Hospital General de México OD
se asoman las instalaciones del Instituto Mexicano
del Seguro Social, sitio donde estuvo el Instituto
Nacional de Cardiología
Por la solidaridad en la salud
Visita Imagenológica a mis instalaciones 59Mis Imágenes cien años
Volúmenes grises con alformbra verde y cielo azul
Visita Imagenológica a mis instalaciones60 Hospital General de México OD
Líneas paralelas en azul
Visita Imagenológica a mis instalaciones 61Mis Imágenes cien años
Durante este proceso será necesario que tú, pacien-
te o alguno de tus familiares, tengan una entrevista
con las trabajadoras sociales.
el que espera, desespera o se duerme
cubriendo la cuota de recuperacioninformes
tramitando el carnet
Visita Imagenológica a mis instalaciones62 Hospital General de México OD
Esperando consulta y buscando trabajo
Sala de espera
La semilla de la vida
Visita Imagenológica a mis instalaciones 63Mis Imágenes cien años
Todos los caminos llevan a tu salud
Visita Imagenológica a mis instalaciones64 Hospital General de México OD
De frente se encuentra el servicio de medicina física
y rehabilitación, cuyo trabajo e imágenes te muestro
La Caneca
Pasillos de consulta exterma
¿Me internaré?
Trabajo social
Terapia para el hombo con artritis
¿Quién aplica la terapia, el que no mueve la mano o el que no ve?
Visita Imagenológica a mis instalaciones 65Mis Imágenes cien años
Ejercicios en azul. Hidroterapia
Visita Imagenológica a mis instalaciones66 Hospital General de México OD
En el interior del edificio de consulta externa y, a la derecha del mostra-
dor de informes, al fondo, hay una puerta de acceso al Hospital, con una
rampa de moderada inclinación para enfermos y personal. Al inicio de
ésta y de frente, se encuentra el servicio de medicina física y rehabilita-
ción, cuyo trabajo e imágenes te muestro. Mi rampa tiene dos segmen-
tos, al término del segundo encontrarás el servicio de urgencias que
atiende, durante las 24 horas del día, a más de 31,000 enfermos al año.
Algunos de mis servicios de internamiento tienen integrada la consulta
externa, como son oftalmología, audiología, ginecoobstetricia, otorrino-
laringología alergia e inmunología, oncología y otros.
Para llegar a mis servicios de internamiento o de consulta, tienes que
recorrer mis pasillos de color ladrillo rojo brillante, pintado, de los que
tengo alrededor de dos kilómetros y que se entretejen con el verde de
mis jardines y el café de los troncos de mis árboles. El pasillo está
cubierto con un techo color rosa, sostenido fervorosamente por pilares
cuadrados del mismo color.
Todos los servicios tienen el nombre de la especialidad, una imagen que
los identifica para quienes no saben leer y algunos llevan el nombre del
maestro brillante que los fundó: gastroenterología, urología, neurología,
oncología, neumología y otros más. En cada pasillo hay señalamientos
que cuelgan del techo e indican con flechas el camino que tienes que
seguir para llegar al servicio que te corresponde.
Por la imposibilidad de ahondar en el funcionamiento interno de todos
los servicios (que no es mi objetivo), mencionaré algo de pediatría.
Para llegar ahí, debes cruzar entre pilares rosas de cemento y pilares
de árboles. Sabrás que has llegado al encontrar la imagen sencilla y
orientadora de un niño, en color verde, a la derecha de la puerta de
entrada. Permíteme mostrarte algo de estos pacientes, con sus sonri-
sas y enfermedades.
Parálisis del facial. Todos estàn en huelga pero trabajan
Terapia digital en verde para la artritis deformante
Mis Imágenes cien años
Para llegar
a mis servicios de
internamiento o de consulta,
tienes que recorrer mis
pasillos de color ladrillo rojo
brillante, pintado
Terapia intensiva No oigo bien
Con mi asma
Aquí llega la cigüeña
Visita Imagenológica a mis instalaciones68 Hospital General de México OD
Sobre este piso ha caminado durante años mucha gente
Visita Imagenológica a mis instalaciones 69Mis Imágenes cien años
Sinfonía en verde con pasillo en rosa
Mis árboles Me asomo en verde para ver mi pasillo rosa
Visita Imagenológica a mis instalaciones70 Hospital General de México OD
No todo lo que nace en el hospital es derecho
Visita Imagenológica a mis instalaciones 71Mis Imágenes cien años
Todos los servicios tienen el nombre de la especialidad y
una imagen que los identifica para quienes no saben leer
Hematología
Medicina internaOrtopedia. El hueso roto
Gastroenterología
Visita Imagenológica a mis instalaciones72 Hospital General de México OD
Entre pilares rosas custodiados por pilares de árboles llegas a pediatría
Visita Imagenológica a mis instalaciones 73Mis Imágenes cien años
Los servicios están distribuidos entre los pasillos y numerados por cen-
tenas: cien, doscientos, trescientos, así sucesivamente, lo que te facilita
localizarlos. Independientemente de los diferentes señalamientos, tam-
bién existen módulos de orientación.
Tengo mi plaza cívica con asta bandera y la campana simbólica del recuer-
do, que estuvo “guardada” en el auditorio Abraham Ayala González. El día
11 de marzo de 1998 el señor Alejandro Cruz la entregó a la señora
Marcela Flores G., secretaria particular del entonces director, José Luis
Ramírez Arias. Además dos auditorios cuyos nombres recuerdan al doctor
Abraham Ayala González, gastroenterólogo y al doctor Aquilino Villanueva
Arreola, pionero de la urología moderna en nuestro país.
En mi espacio se ubica un número interminable de aulas. El quirófano
central Dr. Manuel Alcaraz Carmona, iniciador de la anestesiología
moderna en mis quirófanos. Cuento con diez salas para las operaciones
quirúrgicas, servicio de anestesiología, valoración preoperatoria, salas de
pre y posoperatorio, la central de esterilización y equipo, mejor conocido
como Ceye y, el mismo edificio alberga la clínica del dolor. Te mostraré,
en imágenes, desde dónde inicia hasta dónde termina el área quirúrgica.
Para realizar los exámenes de laboratorio tengo cuarenta y cinco salas,
para diagnóstico por imagen treinta y cinco, ciento cincuenta consultorios,
aproximadamente mil ocho camas para internamiento, más de seis mil
trescientos trabajadores entre médicos, enfermeras, paramédicos, técnicos
y a mis instalaciones ingresan a diario cientos de proveedores de todos los
productos. Para que te des una idea, te pongo un ejemplo: se elaboran y
consumen más de doscientas treinta y siete toneladas de alimentos duran-
te el año para los mil doscientos enfermos y mi personal.
También me visitan los representantes médicos para dar a conocer a
mis profesionales de la salud los productos farmacéuticos más recien-
tes. Circulan por mi interior alrededor de dieciocho mil personas
cada 24 horas.
Urología
Para realizar los exámenes de laboratorio tengo
cuarenta y cinco salas, para diagnóstico por imagen
treinta y cinco, ciento cincuenta consultorios, aproxi-
madamente mil ocho camas para internamiento
Visita Imagenológica a mis instalaciones74 Hospital General de México OD
sabrás que has llegado, al encontrar la imagen sen-
cilla y orientadora de un niño, en color verde, a la
derecha de la puerta de entrada
Pediatría
Visita Imagenológica a mis instalaciones 75Mis Imágenes cien años
Buenos días, doctor
Visita Imagenológica a mis instalaciones76 Hospital General de México OD
La mordida antes de la consulta
Ayer me operaron. Escribo mi historia
La quimio y yo. Tengo leucemia
Visita Imagenológica a mis instalaciones 77Mis Imágenes cien años
Permíteme mostrarte algo de estos pacientes con
sus sonrisas y enfermedades
Mami, me das algo más que vida
Ya creceré
Visita Imagenológica a mis instalaciones78 Hospital General de México OD
¿Qué me pasa?
Visita Imagenológica a mis instalaciones 79Mis Imágenes cien años
Sinfonía en azul.Batas quirúrgicas
Visita Imagenológica a mis instalaciones80 Hospital General de México OD
Si tienes dudas acude con las señoritas de informes
Si te duele algo asiste a la clínica del dolor
Visita Imagenológica a mis instalaciones 81Mis Imágenes cien años
Los médicos del futuro
Auditorio Dr. Abraham Ayala
Auditorio Aquilino Villanueva
Quirófanos centrales
Visita Imagenológica a mis instalaciones82 Hospital General de México OD
Aquí inicia la cirugía
En ustedes confío. Me operarán Los tubos de la vida. anestesia general
Visita Imagenológica a mis instalaciones 83Mis Imágenes cien años
Cuento con diez salas para las operaciones
quirúrgicas, servicio de anestesiología, valoración
preoperatoria, salas de pre y posoperatorio, y cen-
tral de esterilización y equipo, mejor conocido como
Ceye. El mismo edificio alberga la clínica del dolor
Dos mentes se comunican para un mismo fin
Instrumentos quirúrgicos. Alineados por los ojos
Visita Imagenológica a mis instalaciones84 Hospital General de México OD
Laparoscopia. Puertos de entrada
Con esto suturo tus tejidos
Colecistectomía en colores laparoscópicos
Reloj antibacteriao
Visita Imagenológica a mis instalaciones 85Mis Imágenes cien años
Uso y desuso
En recuperación
En mi espacio se ubica un número interminable de
aulas. El quirófano central Dr. Manuel Alcaraz
Carmona, iniciador de la anestesiología moderna en
mis quirófanos.
Visita Imagenológica a mis instalaciones86 Hospital General de México OD
Bolsas de gasas en blanco. Ceye
Terminó la operación
Para realizar los exámenes de laboratorio tengo
cuarenta y cinco salas, para diagnóstico por imagen
treinta y cinco, ciento cincuenta consultorios, aproxi-
madamente mil ocho camas para internamiento, más
de seis mil trescientos trabajadores entre médicos,
enfermeras, paramédicos y técnicos
Visita Imagenológica a mis instalaciones 87Mis Imágenes cien años
Tengo cuarenta y ocho aulas y cincuenta edificios. En lo que se refiere
a la infraestructura resuelvo lo concerniente a las aguas y el saneamien-
to de mi superficie, alcantarillado, parques y jardines, tránsito interno de
personas, camillas, sillas de ruedas, carros para transportar los medica-
mentos y/o alimentos; la energía eléctrica y su funcionamiento, la distri-
bución de gases. También forman parte de mí la oficina de quejas, las
cajas captadoras de recursos, una sucursal bancaria, la pagaduría, el
grupo de seguridad interna, dos pequeñas tiendas, una cafetería, una
lavandería, una planchaduría; varias calderas, los talleres de carpintería,
hojalatería y pintura. Debo mencionar, aunque sea obvio, el departa-
mento de personal, en el que llevan tu historia laboral y los archivos
correspondientes.
Uno de mis espacios indispensables, pero no tan agradable, es el lugar
en el que coloco a mis pacientes sin vida mientras los recogen sus fami-
liares. A propósito de ésto, en la planta baja del servicio de patología
tengo un extraordinario museo de piezas anatomopatológicas puestas
en un líquido conservador, que se muestran en recipientes de acrílico;
el que creo se debe visitar. En el mismo piso se encuentra el archivo de
este servicio que contiene los datos de miles y miles de necropsias y pie-
zas quirúrgicas y que constituyen un tesoro incalculable de conocimien-
tos y material para investigación.
Todos, o casi todos, mis edificios y mis bancas de concreto o macetones
grises para mis plantas tienen un singular y bello adorno, casi invisible
a tus ojos pero que embellecen el conjunto, de mosaicos de color azul
de talavera de reminiscencia de la tan lengendaria artesania árabe y tan
característica de nuestro Estado de Puebla.
Entre las tareas indispensables que debo realizar, está la recolección de
la basura para mantener limpios los pasillos y jardines, los estaciona-
mientos, el interior de los edificios.
El blanco es el tumor
Verónica colabora en la investigación
Visita Imagenológica a mis instalaciones88 Hospital General de México OD
Avelardo Espinosa, Frrancisco J. Linares y compañeros Víctor Manuel López Rivas y Ramón Ríos Núñez
José Trinidad Islas. Herrería Roberto Bucio. Refrigeración
Visita Imagenológica a mis instalaciones 89Mis Imágenes cien años
Carlos Durán Silva. Contabilidad Raúl J.Ramírez Casanova. Recursos materiales
Eva Murillo Cabrera.Recursos humanos Moisés Prochounik K. Sistemas
Visita Imagenológica a mis instalaciones90 Hospital General de México OD
Recursos humanos Enrique Bobadilla. Contraloría
Octavio Rangel. Contraloría interna Justo Álvarez y Jorge Escalante. Proyectos especiales
Visita Imagenológica a mis instalaciones 91Mis Imágenes cien años
Muchas han sido las personas que a lo largo del tiem-
po han aportado parte de su vida para enriquecer la
Médicos internos en 1933
Generación 2004
Visita Imagenológica a mis instalaciones92 Hospital General de México OD
Visita Imagenológica a mis instalaciones 93Mis Imágenes cien años
Médicos residentes, 1959
Visita Imagenológica a mis instalaciones94 Hospital General de México OD
A mis instalaciones ingresan a diario cientos de pro-
veedores de todos los productos. Para que te des una
idea te pongo un ejemplo: se elaboran y consumen
más de doscientas treinta y siete toneladas de
alimentos al año
Empanadas de vigilia
Visita Imagenológica a mis instalaciones 95Mis Imágenes cien años
Calle central semioculta
Unidad 306. Cirugìa general De la cocina a las unidades
Visita Imagenológica a mis instalaciones96 Hospital General de México OD
El patio trasero
Infectología
Tengo millones de pesos invertidos en ropa, mate-
rial, equipo, medicamento. Coexisto con un número
creciente de ambulantes junto con su problemática
siempre mayor, que rodean mi entorno y me enfer-
man. Por lo anterior -todo mi espacio y mis necesidades
de mantenimiento, vigilancia, limpieza, disposición de
excretas, tránsito y demás-, haré una consideración
abstracta e inútil: estas son las cosas que necesita
cualquier pequeño pueblo de nuestra República, por
lo tanto, sería bueno tener presidente municipal en
lugar de director, con sus síndicos, regidores no uni-
partidistas y, todo lo que rodea la buena marcha del
pueblo, ya que “la democracia es el arte de equi-
vocarnos en bola”.
Visita Imagenológica a mis instalaciones 97Mis Imágenes cien años
La válvula de la vida. Control del oxígeno
El oxígeno y yo. Esteban Reyes con sus 40 años de servicio
Remanso de paz inmunológico
Visita Imagenológica a mis instalaciones98 Hospital General de México OD
Es fácil depositar y pagar
Esta es la pagaduría
Aquí les pago
Visita Imagenológica a mis instalaciones 99Mis Imágenes cien años
La cafetería
Aquí se deposita la cuota de recuperación
Yo caliento el agua
Visita Imagenológica a mis instalaciones100 Hospital General de México OD
El rostro de la jubilación
Mis Imágenes cien años
Museo de patología
La vida para nosotros es más fuerte que la muerte Muchos se pierden de las
pequeñas alegrías mientras
esperan a que les llegue la
gran felicidad
Carla Diogo
Talavera
Visita Imagenológica a mis instalaciones 103Mis Imágenes cien años
La Colonia de los Doctores, donde me ubico, es una colonia de clase
obrera en la que existen aun muchas vecindades con más de cin-
cuenta años de vida.
Me rodean pequeños negocios que venden instrumental médico, próte-
sis y material ortopédico. Hay farmacias de “cadena” y otros negocios
que expenden productos de medicina tradicional indígena, como cáp-
sulas de víbora de cascabel o de herbolaria, como la flor de calabaza.
De añeja tradición es asistir al ahora restaurante-bar llamado “La
Capulina” o el “Sella”, el que hace algunos ayeres estaba reservado para
varones y era ciertamente un club de “Tobi”; pero en la actualidad, sin
perder su encanto gastronómico con los mejores chamorros al horno, el
filete sol y la tortilla a la española que siguen siendo una delicia, acom-
pañados de agua de horchata con tequila o alguna bebida de tu prefe-
rencia sin el blanquesino y fresco líquido preparado con arroz y; con la
sonrisa siempre viva y el eterno bigote negro de don Pepe, quien orques-
tando a su personal te da siempre la bienvenida: ¿tiene mesa reservada?;
ya admite a las damas.
Pero sin duda, el sitio que fue una institución para los médicos de nues-
tro Hospital fue la “Antigua fonda”, mejor conocida como “La tifoidea”,
nombre aplicado por el doctor Abraham Ayala González, cuyas delicio-
sas enchiladas verdes con café y bolillo aún hacen suspirar el recuerdo
del sabor y del bolsillo roto.
En otras de estas imágenes verás algo más de mi entorno.
MMI ENTORNO
Visita Imagenológica a mis instalaciones104 Hospital General de México OD
Dr. Balmis 181.El tanque de gas
Visita Imagenológica a mis instalaciones 105Mis Imágenes cien años
La competencia
Cápsulas de víbora para el cáncer
La flor de calabaza como remedioMedicina alternativa
Visita Imagenológica a mis instalaciones106 Hospital General de México OD
Don Pepe y su “orquesta”
En la Tifo yo prefiero la manznita La tifoidea y otras... "infecciones recordadas"
Conoce la Capulina
Visita Imagenológica a mis instalaciones 107Mis Imágenes cien años
LLOGROS Y AVANCES
Quiero, a través de las siguientes imágenes, seguir mostrando mi
espíritu. Los logros con respecto a la asistencia médica que pro-
porciono sin importar raza, credo o condición social, están plasmados
en los informes que la dirección general envía en forma periódica a las
autoridades de la Secretaría de Salud, pero he de mencionar que el
número de consultas externas y de especialidad han aumentando pro-
gresivamente en cantidad y calidad, con la aplicación a la clínica de el
diagnóstico basado en evidencias. Para mejorar el servicio he instrumen-
tado las citas telefónicas cuyo resultado aun no puedo comentar por
haberse establecido recientemente.
Pensando en tu necesidad de comunicarte con tu familia dispongo de
muchos teléfonos públicos.
He implantado el uso de la nueva tecnología diagnóstica por imagen o
mini-intervencionista, como la tomografía axial computarizada, la reso-
nancia magnética nuclear, la mastografía; los diferentes equipos de
ultrasonido, la radiología intervencionista-diagnóstica, la endoscopia
gastroduodenal igualmente diagnóstica mini-intervensionista y otras
muchas técnicas; así como los estudios de laboratorio más modernos
con determinación de marcadores biológicos, izoinmunoenzimas, estu-
dios bacteriológicos con nuevas técnicas de cultivo, nuevos equipos
automáticos. A últimas fechas, la genética, la citología y la biología han
progresado mucho en el cultivo de virus y en lo relativo al genoma
humano, por lo que he equipado recientemente este departamento, a
cargo del doctor Jaime Berumen Campos quien, junto con su equipo de
biólogos y químicos, está realizando estudios en relación con el virus
del papiloma humano y el cáncer cérvicouterino, la enfermedad de
Alzhaimer con marcadores asociados APOE, aplicando las nuevas téc-
nicas de radio inmunoensayo y la química de los cortes histopatológicos
con determinación del DNH, y muchos de los interminables apoyos
para diagnosticarte mejor y aplicarte la terapéutica más adecuada,
médica, quirúrgica o ambas.
Visita Imagenológica a mis instalaciones108 Hospital General de México OD
La auscultación
También escucho tu interior La clínica es primero
Visita Imagenológica a mis instalaciones 109Mis Imágenes cien años
La ventana y la clínica Me siento un poco mejor
No los saludamos porque no nos han curado
Visita Imagenológica a mis instalaciones110 Hospital General de México OD
Resonancia que toca en tonos magnéticos
Visita Imagenológica a mis instalaciones 111Mis Imágenes cien años
Quiero asegurarte que el uso de esta tecnología no
me ha hecho olvidar tu condición de persona
Aquí observan mi esofago para diagnosticarme y tratarme
Me estudiaron con el esofagogastroscopio
Esto es lo que me encontraron
Visita Imagenológica a mis instalaciones112 Hospital General de México OD
De la genética al genoma
A través del mataz observo tu comportamiento biológicoGiro y cuento tus elementos en la sangre
La flama de los cultivos
Visita Imagenológica a mis instalaciones 113Mis Imágenes cien años
He desarrollado los primeros estudios mexicanos
sobre la relación médico-paciente y el tratamiento de
la enfermedad, considerándote como una persona en
su totalidad biológica, psíquica, social y cultural
Estoy en espera de un órgano
Mi hueso paralelo... de metal
Visita Imagenológica a mis instalaciones114 Hospital General de México OD
La terapéutica quirúrgica que realizo, consagrada y sancionada por el
tiempo y los resultados, y la aplicación de nueva tecnología, como el
gamma-knife, los transplantes de cornea y riñón, los implantes coclea-
res, la litotricia extracorpórea, la ureteroscopía, la cirugía laparoscópica,
las prótesis articulares, la cirugía cardiovascular con implantes valvula-
res me permiten aplicar lo mejor en beneficio de tu salud y que el regre-
so a tu ambiente familiar y productivo sea a la brevedad. En cuanto a la
terapéutica médica, el uso de nuevos químio-terápicos, el tratamiento
hormonal de algunos tumores, la inmunoterapia, los más recientes equi-
pos de radioterapia, proporcionan curación o mejor calidad de vida a
quienes sufren de algunos problemas neoplásicos y de otra índole.
Además estoy implantando un proyecto multimedia para difundir entre
la población general el programa de Educación para la Salud, de actua-
lización para médicos generales a través de programas en audiocasetes,
videoscasetes, discos compactos y DVD, programas de radio y notas
periodísticas educativas
Quiero asegurarte que el uso de esta tecnología no me ha hecho olvidar
tu condición de persona. En mis instalaciones se han desarrollado los pri-
meros estudios mexicanos sobre la relación médico-paciente y el trata-
miento de la enfermedad, considerándote como una persona en su totali-
dad biológica, psíquica, social y cultural. Están bien establecidos tus dere-
chos como enfermo, así como los derechos de mis médicos, enfermeras y,
en general, de todos los que laboran en mi organismo para tu beneficio.
En cuanto a la enseñanza de la medicina de pre y posgrado, imparto
cursos de enfermería, técnicos, administrativos y muchos otros. Los inte-
resados pueden acudir a la dirección de enseñanza para información. El
pregrado lo imparto en las aulas de la UNAM y de la Escuela de
Medicina del IPN. El personal de enfermería se capacita en las materias
correspondientes en las aulas o auditorios, con el concepto de: exce-
lencia en la enseñanza y eprendizaje en la cabecera del enfermo.
Sencillamente enseño.
Artículo publicado en Excélsior
Visita Imagenológica a mis instalaciones 115Mis Imágenes cien años
Aulas de la UNAMAsí estudiamos ahora
Presencia del Politécnico Ya cumplimos nuestro cometido
Visita Imagenológica a mis instalaciones116 Hospital General de México OD
Te diré que en los últimos años asisten a mis aulas estudiantes de algu-
nas universidades privadas como La Salle, Anáhuac. En relación con el
posgrado, en mis treinta servicios y/o unidades médicas, se forman
anualmente más de cien residentes (tengo más de quinientos cincuenta
en total) en cursos de especialización de la dirección de estudios supe-
riores de la Facultad de Medicina de la UNAM, y están entre cuatro y
seis años en mi seno, captando la riqueza clínica de nuestros enfermos,
recibiendo la experiencia de quienes, además de academismo y tecno-
logía, mis médicos profesores no olvidan transmitir las bases de la
bioética para la dignificación de todos: mis enfermos, mis alumnos de
pregrado, mis residentes y yo mismo.
En el año 2004 impartí treinta diplomados de educación médica conti-
nua, cuatro cursos para técnicos, tres jornadas y reuniones, nueve semi-
narios de enfermería, cinco cursos para trabajo social, seis cursos mono-
gráficos para médicos y técnicos radiólogos, tres conferencias por el
sistema Cemesatel (trasmisión de clínica por satélite) y trece cursos gra-
tuitos para familiares y pacientes. Desde hace varios años he puesto
mucho interés en la educación continua de los profesionales de la salud,
dentro de un marco que les perrmita para desarrollar, mantener, actua-
lizar y profundizar los conocimientos, los valores y las actitudes y, en su
caso, las destrezas en las disciplinas básicas, sociales y, aquellas que
fueron parte de su formación profesional y que sirven para atender los
problemas médicos de mi País.
No me olvido de ningún grupo de quienes trabajan en mi seno ya que con
su capacitación y actualización logro la más elevada función de mi vida,
atender mejor a: mis pacientes, mis médicos y por supuesto, a mí mismo.
No resisto la satisfacción que me embarga por haber sido el Hospital en
el que, por primera vez en México, se estableció la residencia médica.
Todo mi espacio es un gran centro de investigación. En él se ubican la
unidad de patología y el departamento de medicina experimental,dirigi-
do por el doctor Ruy Pérez Tamayo.
Alumnos de la Universidad Anáhuac
Ana Cristina Molero, Laura Sant, Juan Montoya
Visita Imagenológica a mis instalaciones 117Mis Imágenes cien años
En este espacio se ubican la unidad de patología
y el departamento de medicina experimental,dirigido
por Ruy Pérez Tamayo
Ruy Pérez Tamayo
Edificio de medicina experimental
Visita Imagenológica a mis instalaciones118 Hospital General de México OD
Las áreas de investigación-docencia de la Facultad de
Medicina de la UNAM en la unidad de medicina experi-
mental son: patología experimental, inmunología,
inmunoparasitología y medicina tropical; infectología,
microbiología y clínica de inmunodeficiencia, investi-
gaciones anatomopatológicas, reproducción sexual,
hígado y páncreas
Farmacología clínica
El amarillo y la investigación
Visita Imagenológica a mis instalaciones 119Mis Imágenes cien años
Se construyó en 1996 con siete secciones académicas: Patología experi-
mental, inmunología, inmunoparasitología y medicina tropical; infecto-
logía, microbiología y clínica de inmunodeficiencia, investigaciones
anatomopatológicas. reproducción sexual, hígado y páncreas y, que son
los centros de investigación-docencia de la Facultad de Medicina de la
Universidad Nacional Autónoma de México y la unidad de investiga-
ción de farmacología clínica. Tengo un bioterio para cirugía experimen-
tal en donde se han realizado más de ochenta protocolos.
Mi memoria computarizada (centro de computo) me proporciona datos
que me permiten analizar mi comportamiento para corregir o adecuar
mi conducta ante ustedes. Tengo dieciocho colaboradores que pertene-
cen al Sistema Nacional de Investigadores (nivel 1:10, nivel 2:3, nivel
3:3 y 2 candidatos). Setenta con nombramiento de la Coordinación
General de los Institutos Nacionales de Salud, maestros en ciencias, físi-
cos y otros profesionistas relacionados, pero lo más importante es que
en cada una de mis unidades o servicios, mis hijos médicos buscan las
verdades de este tiempo para aplicarlas hoy y/o modificarlas mañana.
Los resultados de mi pensamiento académico y de investigación están
plasmados en nuestra revista médica que se publica desde 1927 y que
inicialmente se llamó “Revista Mexicana de Ciencias Médicas”, pero
que la mencionaban como “Órgano Periódico de los Establecimientos
de la Beneficencia Pública del Distrito Federal”. Yo contribuía con las
letras de mis intelectuales en casi todo el contenido. Desde 1938 se
publica ininterrumpidamente con el nombre de “Revista de la Sociedad
Médica del Hospital General de México”. Para quien desee hacer una
revisión bibliográfica en el Centro Electrónico de Información e
Investigación Documental para la Salud antes sencillamente bibliohe-
meroteca, los anaqueles le esperan llenos de revistas y libros. Muchos
escritos por ustedes; además de cientos de títulos nacionales y extranje-
ros. El gran acervo médico que poseo y mi actual conexión electróni-
ca, lo encontrarás en este espacio, así como los instrumentos ciber-
nético para que puedas navegar en este mundo globalizado del cono-
cimiento-técnico-actualización-progreso de la medicina.
Mis revistas, mis libros y la poesía
Investigadores de famacología clínica
Hospital General de México OD
Soy el más viejo de la
medicina moderna mexicana
Aquí vienen a aprender cada día más
Estoy esperando que consultes los libros
Esta es mi sala para lectura
Visita Imagenológica a mis instalaciones 121Mis Imágenes cien años
El día 10 de noviembre del año 2003 en la XXXIV Sesión ordinaria de
mi Junta de Gobierno, se aceptó unificar a la Subdirección de
Planeación con la Subdirección de Sistemas Administrativos siendo apro-
bado por el Órgano Interno y de Control con el nombre de Dirección de
Planeación y Desarrollo de Sistemas Administrativos, también aprobado
por la Dirección General de Programación, Organización y Presupuesto
de la Secretaría de Salud el 16 de noviembre del 2003.
El objetivo de esta nueva dirección es coadyuvar a elevar la calidad y la
sistematización de los procesos de planeación, programación, organiza-
ción, registro y control de la información que genero, así como evaluar
y vigilar los programas y objetivos fijados por el organismo.
Desde que esta víscera me fue autotransplantada ha tenido mucho tra-
bajo, ya que entre otras cosas elaboro los informes de autoevaluación
trimestral de mi dirección que se presentan a mi Junta de Gobierno para
la elaboración del informe anual que abarca de septiembre a agosto
para que el Secretario de Salud lo integre a su informe anual.
Ese informe define y establece los indicadores de gestión hospitalaria de
acuerdo a las metas anuales y cuenta con la información y/o medición
de algún tema particular, que será útil para la toma de decisiones por
parte de mis directivos.
Existen ciento ocho indicadores de gestión hospitalaria: cincuenta y
cinco del área médica, nueve de enseñanza, seis de investigación, vein-
tisiete de administración y once de planeación y desarrollo de sistemas.
Entre las múltiples funciones de la dirección están: controlar, adminis-
trar y desarrollar mi página web, que tiene como propósito ser un medio
eficaz de difusión y comunicación, de tal forma que permita a cualquier
persona en el mundo saber de mí, además de ser una ventana de fácil
acceso para la comunidad que requiere de mis servicios; también puede
encontrar: información general, servicios médicos, enseñanza, investi-
UUNA NUEVA VÍSCERADENTRO DE MI CUERPO
Visita Imagenológica a mis instalaciones122 Hospital General de México OD
gación, servicios administrativos, enfermería, estadísticas, sociedad
médica, transparencia y datos sobre los consultores técnicos. En la pági-
na se describe cómo realizar una cita vía telefónica para los servicios
que participan en este programa, la dirección es www.hgm.salud.
gob.mx, como ya lo señalé en otra sección.
Así mismo define y establece los lineamientos para la integración de mi
manual de organización, procedimientos, política y de servicios para
que mantenga la certificación ISO 9000.
Como parte de la Cruzada Nacional por los Servicios de Salud, integra
la evaluación de los resultados obtenidos en el Sistema de Monitoreo
para la Gestión de la Calidad de los indicadores: trato digno en urgen-
cias (satisfacción por la oportunidad en la atención, satisfacción por la
información proporcionada por el médico y satisfacción por el trato
recibido), organización en el servicio de urgencias (tiempo de espera en
urgencias, porcentaje de usuarios que esperan tiempo estándar para
recibir atención). Atención médica eficaz de segundo nivel (diferimien-
to quirúrgico en cirugía general, tasa de cesáreas, tasa de infecciones
nosocomiales).
Implantó el Sistema de Información en Salud (ISIS) en enero del 2004
con la productividad de salud de mí, participo en el Sistema de
Información Gerencial (WINZIP), efectúo estudios de factibilidad y de
costo-beneficio para la toma de decisiones sobre la ejecución de nuevas
actividades; pero lo más importante es que planeo, proyecto, establez-
co información y superviso, a través de esta dirección, todas mis activi-
dades utilizando un gran laboratorio de ideas de planeación y desarro-
llo de sistemas administrativos para mejorar la calidad de mis servicios
para ti, mi enfermo, que eres el objetivo primordial de mi existencia.
Dirección de Planeación y Desarrollo de Sistemas Administrativos
Eduardo S. Rosas Munguía . Subdirector de Planeación
Visita Imagenológica a mis instalaciones 123Mis Imágenes cien años
Derivado del Programa Estratégico para la Transparencia y Combate
a la Corrupción y de la Cruzada Nacional por la Calidad de los
Servicios de Salud, realizo, en forma semestral la Evaluación de la
Satisfacción del Usuario de los Servicios de Salud, por lo que en el mes
de marzo del año 2004 se inició la quinta evaluación a través de la apli-
cación de una encuesta a las personas que se les otorga atención médi-
ca en: consulta externa, hospitalización y servicios de apoyo al diagnós-
tico y tratamiento médico.
Para la evaluación de la satisfacción del usuario, los formatos que se
aplican están determinados para pacientes de consulta de primera vez,
subsecuentes, hospitalizados y pacientes que acuden a estudios de labo-
ratorio, radiología e imagenología y banco de sangre. En este último ser-
vicio se utiliza un formato para el paciente y otro para el donador.
Con lo anterior busco que se me califique en todo lo que hago. Los
resultados de esta encuesta informan que mis servicios son óptimos, lo
que me estimula para seguir sirviéndote mejor. Sin modestia, porque la
modestia puede ser parte de un espíritu pequeño y yo tengo un gran
espíritu: el tuyo.
Te puedo señalar algunos datos en relación con esta cruzada y las res-
puestas a la calidad de atención que proporcionan mis médicos, enfer-
meras y todo lo que soy yo: trabajo social, orientación, administración,
laboratorio e imagenología. Pero si te interesa conocerlos todos, puedes
solicitarlos en la dirección general.
Encuesta del primer semestre del 2004
Número de la muestra: 1,967 encuestados
Calificación de los parámetros: muy satisfactoria, satisfactoria, regular-
mente satisfactoria, poco satisfactoria, nada satisfactoria y no contesto.
Yo sumo los tres primeros parámetros.
LLO QUE OPINAN MISENFERMOS DE MÍ
Visita Imagenológica a mis instalaciones124 Hospital General de México OD
Procedencia %
Distrito Federal 49.2
Estado de México 42.6
Puebla 1.3
Guerrero 1.1
Otros 5.8
Satisfecho Frecuencia %
Muy satisfecho 422 21,5
Satisfecho 1236 62,8
Regularmente 207 10,5
Poco satisfecho 14 0,7
Nada satisfecho 14 0,7
No contestó 74 3,8
Total 1967 100
Encuesta sobre la atención médica
Derivado del Programa Estratégico para la
Transparencia y Combate a la Corrupción y de la
Cruzada Nacional por la Calidad de los Servicios de
Salud realizo, en forma semestral, la Evaluación de
la satisfacción del usuario de los servicios de salud
Atención médica
Visita Imagenológica a mis instalaciones 125Mis Imágenes cien años
Satisfecho Frecuencia %
Muy buena 315 16.0
Buena 988 50.2
Regular 201 10.2
Mala 24 1.2
Muy mala 4 0.2
No contestó 435 22.2
Total 1967 100
Encuesta sobre enfermería
Satisfecho Frecuencia %
Muy bueno 407 46.6
Bueno 407 46.6
Regular 43 4.9
Malo 2 0.2
Muy malo 3 0.3
No contestó 12 1.4
Total 874 100
Calificación de los servicios de consulta externa
Enfermería
Consulta externa
Visita Imagenológica a mis instalaciones126 Hospital General de México OD
Satisfecho Frecuencia %
Sí 2 1.2
No 1,881 95.6
No contestó 63 3.2
Total 1,967 100
Recomendaría los servicios Frecuencia %
Si 1,822 92.6
No 59 3.0
No contestó 86 4.4
Total 1,967 100
Encuesta sobre la corrupciónen el Hospital General de México
Recomendaría los serviciosdel Hospital General de México
Satisfecho Frecuencia %
Muy bueno 422 21.5
Bueno 1,236 62.8
Regular 207 10.5
Malo 14 0.7
Muy malo 14 0.7
No contestó 74 3.8
Total 1,967 100
Calficación de enfermos hospitalizados
Hospitalización
Mis Imágenes cien años
Vicente García Olivera fundó
la clínica del dolor en 1976
Te menciono algunos resultados obtenidos:
De los 1,979 encuestados el 49.2% proceden del
Distrito Federal y el 42.6% del Estado de México y el
resto de otros estados de la República. Sobre la aten-
ción médica el 21.5% están muy satisfechos y el
68.8% simplemente satisfechos; la clasificación de la
consulta externa es muy buena en el 46.6% y buena
la misma cifra. Sobre la atención de enfermería el
16,0% opina que es muy buena y el 50.2%, buena.
Los enfermos hospitalizados califican mis servicios
como muy buenos en el 21.5% y el 62.8% como
bueno y sólo mencionan el 1.2% de corrupción y por
último, el 92.6% sí recomendarían mis servicios. Esto
es sumamente satisfactorio para mi como institución y
agradezco a todos mis médicos, enfermeras, paramé-
dicos, personal administrativo, servicios generales y
todo el resto de personas que laboran en mi seno y
tienen como objetivo mejorar la atención del único
objetivo de mi vida: tu salud.
Mis Imágenes cien años
PPersonalidadesrelevantes en mi vida
Mis Imágenes cien años
PPRESIDENTESDE LA REPÚBLICA
QUE ME HAN VISITADO
Efemérides. El 18 de enero
de 1965 en el aula José Terrés
se funda la Alianza de Médicos
Mexicanos
Personalidades relevantes en mi vida 133Mis Imágenes cien años
DDIRECTORES
He tenido treinta y nueve directores. En la lista que a continuación
anoto los encontrarás en orden progresivo, la fecha en que estuvie-
ron a cargo de mi dirección y la aportación más relevante de su gestión.
Los rostros, retratos al óleo, de treinta y tres de ellos, se encuentran en
los paneles de madera que están en las paredes del interior de mi audi-
torio Dr. Abraham Ayala González. Los seis retratos restantes, en blanco
y negro, los tomé prestados del libro Historia del Hospital General de
México3 escrito por Martha Díaz de Kuri y Carlos Viesca Treviño.
Supongo que estos oleos faltantes están en restauración.
Personalidades relevantes en mi vida134 Hospital General de México ODE
xdire
ctor
es
Fernando López,febrero de 1905 aagosto de 1911
Regino González,agosto a septiembre de 1911
Lamberto Barreda,septiembre 1911 a
enero de 1912
José de Jesús Sánchez,septiembre de 1911 a
enero de 1912
Fernando López,enero de 1912 amarzo de 1913
Manuel Toussaint,julio de 1913
Aureliano Urrutia,agosto a octubre de 1913
Manuel Toussaint,noviembre a diciembre de 1913
Alfonso Cabrera,enero de 1914 a junio de 1917
Genaro Escalona,junio de 1917 amayo de 1918
Rafael Carrillo,mayo de 1918 aoctubre de1920
Emilio Galán,noviembre a diciembre de 1920
Carlos Dávila,diciembre de 1920 a
marzo de 1921
Cléofas Padilla,abril de 1921 amarzo de 1924
Carlos Zavala,marzo a septiembre de 1924
Mis Imágenes cien años
Entre 1924 y 1932 el doctor
Genaro Escalona inicia las
especialidades de
gastroenterología, urología y
cardiología
Genaro Escalona,septiembre de 1924 a
agosto de 1932
Ignacio González Guzmán,mínimo tiempo
Conrado Zuckerman,mínimo tiempo
Luis Agustín Méndez,agosto de 1932 aagosto de 1934
Abraham Ayala González,agosto a noviembre de 1934
Salvador M. Navarro,diciembre de 1934 a
agosto de 1935
Gregorio Salas,septiembre de 1935 a
agosto de 1936
Manuel J. Castillejos Corzo, agosto a noviembre de 1936
Ignacio Chávez, de 1936 a 1939
Personalidades relevantes en mi vida136 Hospital General de México ODE
xdire
ctor
es
Aquilino Villanueva, de 1939 a 1945
Abraham Ayala González,de 1945 a 1948
Francisco Fonseca García, de 1948 a 1952
Mariano Vázquez Rodríguez,de 1952 a 1953
Enrique Flores Espinoza,de 1953 a 1958
Leonides Guadarrama,de 1958 a 1960
Clemente Robles, de 1960 a 1964
Enrique Arce Gómez,de 1965 a 1967
Raoul Fournier Vllada,de 1967 a 1969
Fernando Martínez Cortés,de 1969 a 1970
Xavier Romo Diez,de 1971 a 1973
Francisco Higuera Ballesteros,de 1974 a 1984
Rodolfo Díaz Perchez,de 1985 a 1986
José Kuthy Porter,de 1986 a 1988
José Luis Ramírez Arias,de 1988 a enero 1999
Personalidades relevantes en mi vida 137Mis Imágenes cien años
Personalidades relevantes en mi vida138 Hospital General de México OD
Personalidades relevantes en mi vida 139Mis Imágenes cien años
DDECANOS, JEFES DESERVICIO, UNIDADES
CLÍNICAS Y SERVICIOSPARAMÉDICOS
Por sus elevados méritos asistenciales, docentes, de investigación,
colaboración y gran espíritu. Por ser un ejemplo para toda mi comu-
nidad y llevar gravados en la mente y corazón, día con día, mes con mes
y año tras año, desde hace muchos ayeres, mi esencia; por esto, mis
autoridades decidieron nombrar “decanos del Hospital”, primeramente
y hace seis años, a Magin Puig Solanes y a mis a hijos: Juan Olvera
Rábiela, neuroantomopatólogo, Raúl Cicero Sabido, neumólogo, María
Elena Anzures López, gastroenteróloga y Arturo Lozano Flores, medici-
na interna. Ellos, como todos ustedes, me honran y dignifican.
A continuación encontrarás los nombres y las fotografías de los jefes de los
servicios o unidades clínicas que cubren las áreas médicas, quirúrgicas y
de especialidad que, apoyados, indiscutiblemente, por las enfermeras y los
servicios paramédicos, son los responsables de coordinar, orientar y resol-
ver los problemas asistenciales, académicos, administrativos y filosóficos,
además de apoyar mis políticas para mi progreso y el de su especialidad.
Son quienes se preocupan por coordinar la docencia de pregrado y
posgrado. Son los profesores de posgrado de la especialidad correspon-
diente, reconocidos por la Dirección de Estudios Superiores de la
Facultad de Medicina de la UNAM, de acuerdo con la Dirección de
Enseñanza y la de Investigación y con el apoyo de los médicos bajo su
mando, su objetivo es normar las conductas de su especialidad y seguir
progresando para tu beneficio.
Los jefes deben de conocer los procesos administrativos que manejo
para el mejor aprovechamiento de los recursos que tengo. También
deben mantener el espíritu de servicio, ser leales y estar preocupados
siempre por los principios de bioética, proyectar sus servicios a nivel
nacional e internacional, y son los que deben sostener mi tradición y
“portar siempre la camiseta”.
Personalidades relevantes en mi vida140 Hospital General de México ODD
ecan
os y
jefe
s de
ser
vici
o
Son los que deben sostener mi tradición y “portar
siempre la camiseta”
Magin Pluig SolaresOftalmología
Juan Olvera RavielaAnatomopatólogo
Raúl Cicero SabidoNeumología
Mis Imágenes cien años
En 1937 el doctor Everardo
Landa, apoyando la iniciativa del
doctor Pedro Rendón de Jalapa,
Ver., instauraron el “Día del médi-
co” para festejarlo el 23 de
octubre en recuerdo al doctor
Valentín Gómez Farías por la fun-
dación de “El establecimiento de
Ciencias Médicas” el 23 de
octubre de 1833
En 1942 el doctor Aquilino
Villanueva establece
las residencias médicas
María Elena AnsurezGastroenterología
Arturo LozanoMedicina interna
Personalidades relevantes en mi vida142 Hospital General de México ODD
ecan
os y
jefe
s de
ser
vici
o
Tenorio Guajardo, GuadalupeOftalmología
Collazo Jaloma, JuanHematología y laboratorio
hematología
Campos Castillo, CarlosCirugía general
Berruecos Villalobos, PedroAudiología
Gutíerrez Godinez, Francisco A.Urología
Argueta Villamar, VíctorNefrología
Díaz Franco, Eduardo EfrénOrtopedia
Awad RichardMedicina y motilidad
experimental
Díaz Belmont, ArmandoCAPRA
Bernal Sahagún, FernandoGastroenterología
González Chávez, AntonioMedicina interna
León Dorantes, GladisDermatología
Del Vecchyo Calcanio, CarlosCirugía plástica
González Martínez, FranciscoMedicina interna
Pichardo Fuster, ArmandoGeriatría
Arana Rivera, EduardoOncología
Magaña Contreras, GregorioGinecoobstetricia
Franco Guevara, GuillermoTerapia médica intensiva
Muñoz Cuevas, Juan H.Anestesia
Kassian Rank, Alicia A.Clínica del dolor
y cuidados paliativos
Personalidades relevantes en mi vida 143Mis Imágenes cien años
Flores Muñoz, Martha MariselaLaboratorio central y periféricos
Amescua Herrera, CarmenResonancia magnética
Gonález de la Cruz, JuanRadiología e imagen
Macias Chapula, César A.CEIDS
Gallo Reynoso, ManuelCirugía general
González Díaz V., SergioCirugía general
Vargas Domínguez, ArmandoCirugía general
Chapa Azuela, OscarCirugía general
Espinosa Rey, JuliánMedicina interna
Montes Montes, JoséAlergia e inmunología
Alcántara Vázquez, AvissaiPatología
Mercadillo Pérez, PatriciaLaboratorio
de dermatopatología
Koffman, SusanaGenética
Athie Gutiérrez, CésarUrgencias
Bonifaz Gracia, RamíroBanco de sangre
Ortiz Nuila, FidelinaConsulta externa
González Alonso, Ma. LuisaTrabajo social
Plata Licea, María CristinaOrientación
y relaciones públicas
Montes, María de la LuzMedicina física y rehabilitación
Velazco Campos, FranciscoNeurocirugía
Personalidades relevantes en mi vida144 Hospital General de México ODD
ecan
os y
jefe
s de
ser
vici
o
Torres González, CarolinaEstomatología
Arellano Montaño, SaraEndocrinología
Bustamante Rojanos, JuanJosé
Salud mental
Hidalgo Loperena, HildaInfectología
Ramírez Casanova,ErnestinaConsulta externa neumología
Navarro Reynoso, FranciscoNeumología
Fernández De los Santos,Adolfo
Farmacología clínica
Rojero Vallejo, JavierCirugía experimental
Amador Vasquez, LucíaIngeniería biomédica
Alcocer Díaz Barreiro, LuisCardiología
Cardiel Marmolejo, LinoEduardoPediatría
Ariza Herrera, DanielCardiologo
Bobadilla Enrique,Contraloría interna
Gutierrez Vega, RafaelUnidad de transplantes
Solache Alcaraz, Graciela Dra.Vigilancia Epidemiológica
Lino Pérez, Leticia Dra.Reumatología
Basurto Kuba, ErickCirugía general
González Galindo, FranciscoCirugía general
Berum Campos, JaimeMedicina genómica
Chavolla Magaña, RogelioOtorrinolaringología
Personalidades relevantes en mi vida 145Mis Imágenes cien años
Personalidades relevantes en mi vida146 Hospital General de México OD
Personalidades relevantes en mi vida 147Mis Imágenes cien años
SSOCIEDAD MÉDICA
El primer recuerdo de mi Sociedad Médica me retrocede hasta el 5 de
febrero de 1908 (a los tres años de que viera la primera luz del día),
en que agrupé a los médicos, farmacéuticos, odontólogos y empleados
técnicos, entonces formé mi primera sociedad, cuyos presidentes hono-
rarios fueron: ¡mi padre!, Eduardo Liceaga y Fernando López Clares,
médico militar, mi primer director. Se nombró como primer presidente
a Julián Villarreal, vicepresidente a Eduardo Lamicq, secretario perpetuo
a Luis Troconis Alcalá y segundo secretario a Miguel Mendizábal. En
1909 fue nombrado presidente José Terres y, por primera vez, tuve teso-
rero, Everardo Landa. El tercer presidente fue Eduardo Lamicq y des-
pués… caí en un sueño hibernal y soporoso condicionado, entre otras
cosas, por el movimiento armado (la Revolución), la falta de recursos y
otras muchas causas casi olvidadas por mi arterionoeclerosis hasta que
por inicitativa de Genaro Escalona, director en turno, visionario progre-
sista, la reformaron el 11 de febrero de 1927 y se elaboró el acta cons-
titutiva correspondiente. Poco después tuvo nuevamente un ictus cere-
bral y funcionó de manera irregular hasta que se dejó de sesionar y de
publicar mi revista ¡otra vez!Durante diez años poco se supo de ella.
Fue Ignacio Chávez quien, el 24 de marzo de 1938 la renueva, creando
nuevos estatutos y reanimándola. Para el mes de agosto renace mi
“Revista Médica del Hospital General”.
Les muestro la carátula del volumen IX de julio de 1947, que se dedicó
al Segundo Congreso Mexicano de Medicina y que trató de patología
tropical americana.
Desde el año 1938 hasta el 2005 mi Sociedad Médica ha tenido
sesenta y ocho presidentes, quienes junto con la mesa directiva
correspondiente, se han esforzado por mantener mi superación aca-
démica de mil maneras: cursos, congresos simposios, diplomados;
fomentanado las relaciones internacionales con España, Bolivia y
Perú, entre otros países; estableciendo, de manera conjunta con mi
cuerpo directivo, convenios de superación académica con España así
como con instituciones como CONAMED.
Personalidades relevantes en mi vida148 Hospital General de México OD
Mi sociedad médica , se ha esforzado por mantener
mi superación académica de mil maneras
Ignacio Chávez
Firma del convenio de bioética
Mi revista
Cambio de mesa directiva, 2004
La urna de votación
Personalidades relevantes en mi vida 149Mis Imágenes cien años
También participa en mi Consejo Consultivo y está atenta en la realiza-
ción de los exámenes de promoción académica; cuenta con una mutua-
lista para apoyar a la familia, cuando sea necesario.
Les anoto la lista de los nombres de los expresidentes, el año en que se
inició el periodo formativo con la problemática que he narrado y la con-
tinuidad que ha existido desde 1938 hasta 2005, e incluyo sus imágenes
para que los conozcan o los recuerden. Las fotografías originales se
encuentran en la pared de la sala de juntas de mi sociedad. A los últi-
mos tres los he fotografiado a colores. Los encontrarás en orden crono-
lógico y menciono el hecho más destacado.
Las oficinas se encuentran localizadas en la planta alta del auditorio
Abraham Ayala González. El Presidente es elegido, junto con la mesa
directiva cada año de manera democrática por votación secreta.
El presidente en turno despacha en unas cómodas oficinas. Junto se
localizan las del vicepresidente y del presidente del comité editorial de
nuestra revista. La tesorería y la contabilidad ocupan un pequeño pero
responsable cubículo. Cuenta con una agradable sala de juntas en
donde se reúnen las diferentes comisiones y se programan las activida-
des académicas, culturales, sociales y de intercambio; también se revi-
sa la currícula para los ascensos en la carrera hospitalaria y se organi-
zan las reuniones en provincia.
En este lugar sesionan los directivos del Cuerpo Colegiado de
Consultores Técnicos.
En una de las paredes se encuentra la pintura al óleo del doctor Ignacio
Chávez, en otra, las placas conmemorativas con que me han favorecido
distintos países. Otra de las paredes está engalanada con las fotografías
de mis expresidentes, y en un rincón duerme, placidamente y sin soni-
do, un órgano eléctrico. El muro orientado hacia un largo ventanal per-
mite, sin obstáculos, el paso de la luz.
Registrando los votos
El currículum para calificar
Rumbo a Aguascalientes
Personalidades relevantes en mi vida150 Hospital General de México OD
Cambio de mesa directiva en el Abraham Ayala
Gerogina Mendoza Rangel
Secretarias de la sociedadmédica
Mis reconocimientos
Subes para proyectar tu trabajo
Personal de la sociedad médica
La fila para conseguir una taza de café
Personalidades relevantes en mi vida 151Mis Imágenes cien años
Existe una caseta de proyección para el material visual de los confe-
rencistas participantes. El acceso a ésta es por una escalera de made-
ra con pasamanos cilíndrico. También pueden proyectarse desde la
parte media de la sala.
En el vestíbulo, mis estudiantes de pre o posgrado toman café durante
en el receso de los cursos.
Un grupo de secretarias, cuyas fotos encontraras en la sección corres-
pondiente, coordinadas por Gina laboran eficientemente desde hace
algunos años para que mi funcionamiento sea mejor y mejor sólo para
tu beneficio.
Lo más importante de mi sociedad es la publicación ininterrumpida de
mi revista desde 1938, en la que expresan todos mis colaboradores mi
espíritu académico.
Los números publicados de mi revista
Mi portada
Personalidades relevantes en mi vida152 Hospital General de México ODE
xpre
side
ntes Desde mi nacimiento formo parte
del binomio asistencia-docencia de la
medicina mexicana
Abraham Ayala González
Ignacio González Guzmán
Mariano Vázquez Rodríguez Clemente Robles Castillo
Pablo Mendizábal VenegasRosendo Amor Esparza
Aquilino Villanueva Arreola Francisco Fonseca García José Luis Gómez Pimienta
Personalidades relevantes en mi vida 153Mis Imágenes cien años
Leonides GuadarramaFernández
José García Noriega Fernando Quiroz Gutiérrez Jorge Flores Espinoza Alejandro Celis Salazar
Norberto Treviño Zapata Raúl Fournier Villada Guillermo Montaño Islas Ramón Cueto Decuir Samuel Morones Alba
Alfonso Acevedo Olvera Carlos Pacheco Escobedo Francisco Higuera Ballesteros Fernando Ortiz Monasterio Fernando Martínez Cortés
Personalidades relevantes en mi vida154 Hospital General de México ODE
xpre
side
ntes
Alfredo Torres Soto José J. Álvarez Ierena Enrique Flores Espinosa Guillelrmo Alfaro de la Vega María Elena Ansures López
Julio Cueva Mario Trapaga Altamirano Salvador Palma García Rubén Ricalde Noriega
Enrique Margarit García Manuel Alcaraz Guadarrama Juan Andrade Pradillo Pedro Antonio Bravo Bernabé Ramón Vázquez Ortega
Edmundo Reyes Armijo
Personalidades relevantes en mi vida 155Mis Imágenes cien años
Carlos García Irigoyen Patricio Beltrán Goñi José I. Chávez Espinosa Carlos Fink Serralde Juan Maldonado Hernández
Vicente B. Cerecedo Cortina Luis Alcocer Díaz Berreiro Noé Vargas Tentori Patricia Alonso de Ruiz
José Espinosa Ledesma Daniel Murgía Domínguez Francisco Gutiérrez Godinez Eduardo Arana Rivera
Enrique Hinojosa Domínguez
Guillermo Fanghanel Salmon
Personalidades relevantes en mi vida156 Hospital General de México ODE
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Daniel Ariza Herrera Antonio Guerrero Hernández Avissai Alcántara Vázquez José Mario de la Gaarza Navarro José Simón Guajardo Chavarría
Eduardo E. Díaz Franco Patricia Mercadillo Pérez Mario Gutiérrez Romero Rogelio Chavolla Magaña
Francisco Gonzá.ez Martínez Fernando Bernal Sahagún Erick Basurto Kubas Miguel Abdo Francis
Salvador Cuellar
Personalidades relevantes en mi vida 157Mis Imágenes cien años
Personalidades relevantes en mi vida158 Hospital General de México OD
Personalidades relevantes en mi vida 159Mis Imágenes cien años
Personalidades relevantes en mi vida160 Hospital General de México OD
Carrera hospitalaria
En el mes de abril de 1977 se realizó en el Auditorio Abraham Ayala
González una sesión solemne como homenaje al doctor Ignacio
Chávez, creador de la carrera hospitalaria en esta Institución, cuando
fue mi director, del año de 1937 hasta principio de marzo de 1939 y,
según sus palabras: “yo conocía bien mi Hospital y sabía de sus exce-
lencias limitadas a un puñado de hombres de extraordinaria valía. Sí,
pero junto a ellos en duro contrastes, sabía también de la existencia de
muchos médicos de ignorancia supina; de cirujanos con estadísticas
negras, además, el abandono, la apatía, la ausencia de espíritu científi-
co y la falta de interés por su trabajo en muchos de los médicos, lo que
dañaba grandemente el prestigio de la Institución...”
Se estableció una lucha para dotar al Hospital de reglamentos de pro-
visión de médicos, con exigencias rigurosas de idoneidad que había
que comprobarse mediante Concurso de Méritos o Examen de
Oposición. Esto equivalía a crear la carrera hospitalaria, dotando a los
médicos de mecanismos de autogobierno para cubrir las plazas con
nombramientos no arbitrarios, dictados por la política o el amiguismo,
para ello convendría que el Hospital formara a su propio personal,
preparándolo, estimulándolo y ayudándolo a ascender… aumentando
el número de plazas.
Con objeto de dar mayor oportunidad a los jóvenes en formación, conven-
dría, para escalar los diversos niveles de la jerarquía, se satisficieran requi-
sitos de idoneidad que garantizaran el ascenso de los mejor preparados, de
los más aptos y que eso no lo decidiera la dirección del Hospital, sino el
Cuerpo Consultivo Técnico, escogido por los propios médicos para que los
representara, con mi Director como presidente de ese Cuerpo.
Gracias a tan vigoroso impulso entré con renovado aliento a la etapa
moderna de mi existencia. La carrera hospitalaria es una de las tradicio-
nes más importantes en mi desarrollo como institución. Gracias a ella se
ha podido seleccionar a los mejores candidatos para que ocupen, por
mérito propio, las distintas posiciones de trabajo necesarias para mi
buen funcionamiento.
La carrera hospitalaria se debe actualizar y revitalizar mediante un nuevo
reglamento interno que precise las responsabilidades y obligaciones de
todos los niveles jerárquicos y del trabajo médico, que sea participativo,
respetado, adecuado y funcional para este nuevo siglo. Me adelanté
sesenta y cinco años a la Ley de Servicio Profesional de Carrera y su
reglamentación, publicado en el Diario de la Federación con fecha del
13 de marzo del año 2003.
Cuerpo Colegiado de Consultores Técnicos
La máxima categoría de la carrera hospitalaria es la de consultor técni-
co, que se alcanza después de treinta años de antigüedad, con un
currículo altamente calificado. El nombramiento se otorga habitualmente
cuando mi médico ha cumplido con el tiempo señalado en mi reglamen-
to interno como jefe de unidad o servicio y lo hace mi consejo técnico.
La experiencia de mis doctores en la asistencia, docencia de pre y pos-
grado, la investigación y el cariño que me profesan; teniendo como base
la bioética para mantener la tradición y mi espíritu de superación (es
decir, se ponen “la camiseta”)lo que se refleja en el apoyo que dan en
sus servicios de procedencia y a mis autoridades. Dependen de mi
dirección general, los consultores activos se consideran dentro del pre-
supuesto como personal de confianza no sindicalizado.
Para mantener la unión, este grupo se asoció en el Cuerpo Colegiado de
Médicos Consultores Técnicos del Hospital General de México, AC, aso-
ciación que se protocolizó ante el Notario Público número 42 de la
Ciudad de México, con fecha 27 de agosto de 1988, adquiriendo perso-
nalidad como grupo, con nombre, derechos, obligaciones, domicilio,
naturaleza jurídica y patrimonio propio, para seguir elevando mi capaci-
Personalidades relevantes en mi vida 161Mis Imágenes cien años
dad de servirte como institución; lo que enaltecerá el humanismo de la
medicina que practico. Todos los miembros se rigen por las disposiciones
establecidas en mis reglamentos. El interno y el de la sociedad médica.
El domicilio y sede de sus actividades son los mismos de la sociedad, en
donde su comité directivo sesiona semanalmente.
Mis médicos consultores activos y algunos jubilados continúan asistiendo
a mis instalaciones y desempeñan diversas tareas como jefes de servicio o
unidad, participan en las sesiones clínicas de sus servicios de proceden-
cia, continúan proporcionando asistencia médica, otros asisten-vigilan-
enseñan técnicas quirúrgicas, califican la currícula para las oposiciones,
difunden en distintos medios de comunicación (radio, prensa, televisión)
conceptos generales para la educación médica de la población; investi-
gan, la gran mayoría escriben sobre su experiencia docente en pre y pos-
grado. Todos lo hacen para tu beneficio y el de los pacientes.
Los consultores que ya se fueron a otro cielo sueñan con regresar a mi
esencia al observarnos entre las hendiduras que dejan las nubes.
Los consejeros pensaron en festejar mi cumpleaños desde hace algunos
meses, por lo que el director general, Francisco Higuera Ramírez los
comisionó para organizar el programa inicial de la fiesta.
En total he tenido ciento sesenta y un consultores que se conforman de
la siguiente manera:
Activos, treinta y dos.
Jubilados, cuarenta y nueve.
Fallecidos, ochenta.
A continuación menciono sus nombres por especialidad y señalo con
una + a los que lloran, y sabemos que lo hacen, cuando llueve gotas de
alegría porque estuvieron con nosotros, con una j a los jubilados y con
una a a los que permanecen activos, además verás sus rostros llenos de
experiencia y amor por su labor.
La máxima categoría de la carrera hospitalaria es la
de consultor técnico, que se alcanza después de
treinta años de antigüedad, con un currículo altamen-
te calificado
Consultores Técnicos, 30 de abril 2003
Más de 600 años nos observan, Consultores Técnicos
Con
sulto
res
técn
icos
Personalidades relevantes en mi vida162 Hospital General de México OD
Abelardo Rodríguez MartínezAnatomopatología
David Mijangos LascanoCardiología
Lilia Ávila RamírezCardiología
Salvador García PalmaCardiología
Personalidades relevantes en mi vida 163Mis Imágenes cien años
Enrique Fernández HidalgoCirugía general
Fernando MaineroCirugía general
Fernando Romero CastilloCirugía general
Ramón Vazquéz OrtegaCirugía general
Personalidades relevantes en mi vida164 Hospital General de México ODC
onsu
ltore
s té
cnic
os
Sergio Zenteno AlanisCirugía plástica
José de Jesús Martínez RoblesCirugía general
Jorge Escoto VelázquezGastroenterología
Alfonso Torres LobatónOncología
Personalidades relevantes en mi vida 165Mis Imágenes cien años
Edmundo Godinez CamachoGastroenterología
María Elena Anzures LópezGastroenterología
Octavio Avendaño EspinosaGastroenterología
Héctor Hugo Rivera Reyes Medicina de urgencias
Personalidades relevantes en mi vida166 Hospital General de México ODC
onsu
ltore
s té
cnic
os
Javier Gil de la Puente CastilloOdontología
Jorge Meyrán GarcíaOftalmología
Pedro Antonio Bravo BernabéOrtopedia
José Antonio Serrano MigallónOncología
Personalidades relevantes en mi vida 167Mis Imágenes cien años
José Luis Ramírez AriasRadiología e imagen
Juan Andrade Cárdenas Otorrinolaringología
Juan Babayán MenaOftalmología
Luis Emilio Salmón Pediatría
Personalidades relevantes en mi vida168 Hospital General de México ODC
onsu
ltore
s té
cnic
os
Luis Martín AbreuGastroenterología
Manuel Santos MoralesPediatría
Mario Gutiérrez RomeroHematología
Ney Chavolla ContrerasOtorrinolaringología
En la actualidad se captura toda la información que genero en un sis-
tema de computo que, conectado en red con todas mis instalaciones,
puede guardar y reproducir información útil para mejorar en todos los
servicios que te brindo.
Personalidades relevantes en mi vida 169Mis Imágenes cien años
Georgina SaavedraGinecologìa y obstetricia
Josefina Tejero LagunaMedicina interna
Patricia Alonso ViverosPatología
Carlos García IrigoyenUrología
David Jiménez VelazcoUrología
Juan Maldonado HernándezUrología
Francisco Higera RamírezInfectología
Consultores en sesión
Raúl Cicero SabidoNeumología
Roberto Flores EspinosaCirugía general
Rubén Ricalde NoriegaOrtopedia
Salvador Maldonado VázquezCirugìa general
Vicente Cerecedo CortinaMedicina interna
Vicente García OlveraClínica del dolor
Jorge Lozano FloresMedicina interna
Jorge Rosado PenicheDermatología
Marco Antonio González SayalandiaLaboratorio
Amado Saúl Cano Dermatología
Beatriz Anzures LópezPediatría
Ebe Serrrano FuentesPsiquiatría
Mis Imágenes cien años
EEl rebozo
El rebozo 173Mis Imágenes cien años
Apropósito y a manera de anécdota, he revisado los libros de mi his-
toria y analizado la vestimenta de mis enfermos, sus familiares, su
aspecto general y tengo algunos recuerdos.
Durante mi infancia mis “derechohabientes” portaban ropa muy diferen-
te, en la actualidad, en muy raras ocasiones los veo con calzón, camisa
blanca, huaraches y sombrero de palma, seguramente con paliacate rojo
y siempre vestidos según la región de donde procedían; podía identificar
a los huastecos, las tehuanas, los yucatecos, uno que otro charro y
muchas mujeres con rebozo multicolores. Otros llevaban ropa sencilla,
saco y sombrero; las mujeres portaban rebozo de color oscuro. Esto por
las décadas de 1950 y 1960.
Hoy, en mi edad adulta, tal vez la ropa sea “mejor”, pero el uso de los
pantalones conocidos como jeans es bastante generalizado y se combina
con camisa esport o camiseta, chamarra de distintos colores y zapatos
tenis, lo que a sustituido la vestimenta característica del las regiones.
El rebozo ha sido una prenda importante para la mujer mexicana por sus
usos diversos; la cubre del frío, le sirve para cargar y arrullar al recién
nacido, como bolsa para transportar muchas cosas o kilos de cosas; para
ocultar sus senos o darles mejor forma, cubrirla del sol o se vuelve su
cómplice cuando quiere ocultar sus suspiros, tornea su cuerpo con lo
suave de la seda, lo caliente de su lana o la frescura del algodón. Es una
prenda para lucir sus colores y sus flecos de macramé en las grandes
ocasiones... pero se ha vuelto una prenda algo relegada en el trajín de
la vertiginosa vida cotidiana. Aun se fabrican bellas piezas elaboradas
en telares mecánicos o de cintura en Santa María del Río, San Luis
Potosí, Michoacán y los hay hermosísimos en Oaxaca.
Las imágenes de la ropa con la que mis “derecho habientes” han cubier-
to sus cuerpos y cruzado mis pasillos durante mis Cien años de vida a
su servicio, me permite conocer sus condiciones socioeconómicas.
Ropa de principios del XX
REBOZO, esperando el turno
El rebozo174 Hospital General de México OD
Líneas gruesas multicolores de cientos de rebozos
El rebozo 175Mis Imágenes cien años
Todos estos recuerdos me llevaron a reflexionar sobre la procedencia de
mis enfermos, y me doy cuenta de que los estados de la República
comienzan a abandonarme, según las famosas y útiles estadísticas dicen
que sólo asisten de los estados que te muestro en el cuadro 1.1.
En otros tiempos, la afluencia de enfermos era mayor del interior del
País. Lo anterior significa que: ¿hay mayores ingresos en los estados?
¿Los campesinos que venían desde lejos tienen mejor asistencia local?
¿El costo para trasladarse al Distrito Federal y mis instalaciones es más
alto? ¿La apertura progresiva de los sistemas de seguridad social cubren
más ampliamente la población rural y a los trabajadores sindicalizados?
Creo que esto es una circunstancia multifactorial, pero estoy seguro que
la nueva planeación de los servicios de salud se programará con más
equidad para los mexicanos, es decir, el seguro médico popular para
todos mis ciudadanos, pero mientras tanto esto sucede ¡aquí estoy yo!
Como consecuencia de la reflexión anterior, me han surgido algunas
preguntas: ¿los sistemas de seguridad social han influido en mi desarro-
llo, en la calidad asistencial, educativa y de investigación? La respuesta
es: no. Es probable que tengan más recursos y menos tradición, pero
estoy convencido de que soy una institución asistencial de primero,
segundo y tercer nivel, ya que mis instalaciones, la organización y las
características que tengo de hospital general abierto permiten manejar
esos niveles y, el muy importante, tercer nivel de atención de alta espe-
cialización, pues uno de mis objetivos primordiales es seguir implantán-
dolos y haciéndolos óptimos en el futuro inmediato para convertirme en
Hospital General de México Eduardo Liceaga, para que estas modifica-
ciones en los servicios de primer nivel junto con una mejor educación
para la salud sean los filtros para la referencia y contrarreferencia que
me permita lograr el nivel de atención más alto, el tercer nivel.Cuando transitas por el pasillo veo la ropa de “moda”
Procedencia %
Distrito Federal 47.2
Estado de México 38.4
Estado de Hidalgo 2.2
Otros lugares 1.1
Cuadro 1.1
Mis Imágenes cien años
EEl patronato
El patronato 179Mis Imágenes cien años
El doctor Guillermo Soberón Acevedo, siendo ministro de la
Secretaría de Salubridad y Asistencia apoyó la formación de patrona-
tos para mejorar la calidad de los servicios proporcionados en las insti-
tuciones dependientes de esa Secretaría. El decreto respectivo se publi-
có en marzo de 1986, con libertad de formular las normas de trabajo y
los proyectos según las necesidades de cada hospital.
En cuanto a mí, se determinó que el director saliente ingresara al patrona-
to, así, además de aprovechar su experiencia, su obra tendría continuidad.
Al doctor Díaz Perches, director en esa época, le tocó sugerir a los posi-
bles integrantes de mi primer patronato. Las características de los candi-
datos fueron: vocación de servicio y cariño hacia la institución. Por lo
que se invitó a personas afines y amigas mías.
Durante la gestión del doctor José Kuthy Porter mi patronato lo formó:
presidente, doctor Rodolfo Díaz Perches; miembros: ingeniero Sergio
González Karg, contador público Rafael Fajer García, doctor Eduardo
Barroso Villegas, señor Rolando Vega Iñiguez, licenciado Alfredo Miguel
Afif, doctor Jaime P. Constantiner y el señor José Barroso Chávez.
Se constituyó con personalidad jurídica y se solicitó a la Secretaria de
Hacienda la exención de impuestos sobre donativos. Se programaron los
apoyos que necesitaba en forma urgente mi organismo.
El doctor Armando Hammer hizo una donación de cien mil dólares
anuales durante cinco años, siempre y cuando el patronato consiguiera
otra cantidad igual, lo que logró con muchos apuros. Con los primeros
donativos se adquirieron las cosas más urgentes, por ejemplo; una fuen-
te de cobalto y muchos medicamentos. Se construyó el departamento de
ingeniería biomédica, una cafetería y se habilitaron unos locales para
tienda en donde las damas voluntarias obtienen recursos económicos,
que reinvertidos, ayudan a muchos de mis enfermos necesitados.
Guillermo Schiffer, presidente del patronato
Patronato y consultores
El patronato180 Hospital General de México OD
En 1990, durante la dirección de José Luis Ramírez Arias, el patronato
tuvo algunos cambios: la presidencia pasó de Rodolfo Díaz Perches a
Rolando Vega Iñiguez e ingreso el director saliente, José Kuthy Porter.
Llegaron dos nuevos miembros: Elías Meckler Klahky y Enrique Rojas
Guadarrama, mientras que otros dos dejaron su membresía, Rafael Fajer
García y Eduardo Barroso Villegas.
El 11 de noviembre del año 2003 se cambió completamente a los inte-
grantes de mi patronato y se nombraron al licenciado Guillermo
Schieffer Dziendzielewski, como presidente; secretario, al contador
público Flavio Tulio Zilli y tesorero al ingeniero Heriberto Acosta Peralta.
Como vocales a los doctores Juan Francisco Millán, Wolfang Hoedler,
Carlos Fink Serralde, Amparo Quintana, Benito Lasky, Luis Alcocer Díaz
Barreiro y a la señora Victoria de Saldé, quienes tienen como objetivo
primordial el apoyo a las festividades de mi Centenario, para que sean
un éxito académico, no sólo nacional sino también internacional, social
y de fraternidad, que sirva como detonador para iniciar una campaña
para reunir los fondos necesarios para mi cambio estructural total y así
convertirme un hospital vertical, administrativo, de pensamiento y actitud.
Todo esto, con un solo propósito, estar a tu servicio, pero si no se logra-
ra, se revitalizarían todas mis áreas.
Agradezco a todos mis patronos, desde el primero hasta los que en la
actualidad trabajan duro, que sin interés personal, con dedicación, ima-
ginación y vocación de servicio han dedicado parte de su tiempo y
mucha de su generosidad, para que yo pueda continuar sirviéndote de
la mejor forma posible y optimazando mis recursos para tu binestar.
Gracias a mis patrones.
Flavio Tuli Zill, secretario
Wolfang Hoedler, vocal
Mis Imágenes cien años
En tu apoyo
Eficiencia es la facultad de
desarrollar un proceso hasta llegar
al final del mismo con éxito, en
el menor tiempo posible, sin
desperdicio de recursos, ni
creación de conflictos laborales o
humanos
Anónimo
La línea subterranea 183Mis Imágenes cien años
LLA LÍNEA SUBTERRÁNEA
¡Ah! El pabellón Gastón Melo para cirugía de pensionistas, inaugura-
do en 1934, llegó a tener dos pisos y desapareció, tristemente y sin
ningún adiós, cuando se construyó la estación del metro “Hospital
General” de la línea 3 de dicho sistema de transporte, en el área que
ocupaba mi pabellón.
¿Qué he de hacer para tenerlo otra vez? Veo algunas ventajas al recuperar-
lo: los enfermos que se internen pueden, con las cuotas de recuperación y
con costos diferentes, contribuir en algo a los gastos del mantenimiento pre-
ventivo y correctivo de mis equipos. Apoyaría a un grupo de mis enfermos,
con cuotas menores de hospitalización en comparación con los costos de
las instituciones privadas. Mis médicos tendrían un sitio en donde asistir a
su clientela privada sin tener que desplazarse grandes distancias. Estarían
más tiempo en mis instalaciones y la vigilancia a sus pacientes internados
en mis servicios y en el Gastón sería más estrecha. Los cirujanos de los tur-
nos matutinos operarían en el turno vespertino y viceversa. Y pienso que
se puede establecer una torre de consultorios para pensionistas.
Todo manejado por el patronato para mi beneficio y tu servicio.
Mis Imágenes cien años
RRemodelaciones.Un cambio
Remodelaciones. Un cambio 187Mis Imágenes cien años
He evolucionado mucho con relación a las características de mis
edificios desde que me bautizaron. Como todo organismo que se
enferma y envejece he tenido lesiones leves, moderadas y graves; me
han recetado tratamientos superficiales, etiológicos, modificaciones par-
ciales, estructurales, físicas y fisiológicas de mis órganos asistenciales:
los pabellones, después unidades o servicios, han tenido necesidad de
nuevos tubos de drenaje, conductores de líquidos fríos o calientes, gas,
sistema nervioso adecuado (teléfonos), controles más eficaces (sistema
de cómputo) y algunos cambiaron mi físico de acuerdo al interés y acti-
vidad de sus jefes o al tratamiento general (planeación de la dirección y
autoridades). Me han construido múltiples zonas nuevas para que ope-
ren en su momento, en el desarrollo de la medicina nacional o mundial,
en el tiempo que les tocó vivir.
Sí, estoy de acuerdo en que los recursos que he tenido han sido insufi-
cientes para mantener en óptimas condiciones de funcionamiento mi
organismo y adquirir ropa nueva, artículos de belleza y equipos de últi-
ma moda —que ni todos son buenos, útiles y en muchos no se justifica
la relación costo-beneficio-eficiencia-resultado—, porque pasan de
moda y que no han estado a mi medida.
Para el año de 1933, mi estado era precario, decía Ignacio Chávez:
“Había bastado un cuarto de siglo para que el edificio se volviera anti-
cuado e insuficiente, los equipos se volvieron pobres, defectos en el
local; pobreza, cuando no miseria del equipo, vicios de laxitud, organi-
zación y, por encima de todo, la abulia de los hombres que lentamente
se habían dejado vencer por el medio”.
¡Todo en mi persona y en corto tiempo!
Pudimos haber perdido todo, pero no la fe
Como todo organismo que se enferma y envejece
he tenido lesiones leves, moderadas y graves
¿Cómo me ha ido en mis cien años? 189Mis Imágenes cien años
¿
Debemos recordar, brevemente, que mi vida siempre ha estado unida,
sino es que pegada; a la historia de mi país: la caída del porfiriato,
la entrada triunfal de Madero, la Revolución, los golpes de estado, la inva-
sión americana, la Primera y Segunda Guerra Mundial; el gobierno mono-
partidista, los recortes presupuéstales, los sismos de 1957 y 1985, las
devaluaciones, el aumento en los costos de operación, la importación de
nueva tecnología y los elevados costos de mantenimiento, etc., etcétera.
¿Que cómo me ha ido?
Por supuesto que bien. Bien porque nunca he dejado de estar al cuida-
do de tu salud. Es evidente que la terapia que me aplicó entonces, don
Ignacio, fue radical y consistió en:
La formación del Consejo Técnico por mis médicos es garantes de mi
integridad. Entre sus funciones está:
• Salvaguardarme de intromisiones externas de médicos.
• Depurar mi cuerpo médico.
• Reglamentar la provisión de médicos del Hospital General (11 de
mayo 1937).
• Remodeló los pabellones: 24 para gastroenterología, 11 para dermato-
logía, 12 medicina interna, 13 oncología, medicina experimental, el pabe-
llón antituberculoso (1940). El pabellón 9 (1943), en 1944 se remodeló y
se transformó años después en el Instituto Nacional de la Nutrición.
Todas estas y muchas otras accionestos me mantuvieron vivo. Durante
el año de 1960 se inició una época de grandes cambios, remodelacio-
nes y desarrollo de todo mi organismo durante la gestión de Clemente
Robles, director.
Durante el mandato de Fernando Martínez Cortés se terminó la aplica-
ción de mi terapia total e intensiva, incluso se cambiaron los nombres de
los pabellones. Luis Martín Abreu, subdirector médico de esa época,
recuerda cómo lucharon la dirección y el consejo técnico con la comi-
¿CÓMO ME HA IDOEN MIS CIEN AÑOS?
¿Cómo me ha ido en mis cien años?190 Hospital General de México OD
Entrada de Madero a la Capital. (Apunte de Juan O’ Gorman.Cortesía del Museo Nacional de la Revolución)
¿Cómo me ha ido en mis cien años? 191Mis Imágenes cien años
sión constructora (más bien destructora diría yo, de mi antiguo esplendor
arquitectónico) de la Secretaría de Salubridad y Asistencia para que el
edificio de gobierno, que era mi rostro, imagen querida (lo siento, pero
soy narcisista), no fuera destruida; pues el proyecto incluía la construc-
ción de un moderno edificio de gobierno (¡puf!, cuatro pisos, sin gracia,
rectangulares) pero, finalmente, ganó la comisión constructora y aquel
viejo y bello edificio de dos plantas con torreones laterales en cuyo lado
izquierdo estaba colocada una pequeña, pero sonora campana que sir-
viera para llamar a los médicos residentes a pesar de que ya existían los
teléfonos; la piqueta lo destruyó sin misericordia, perdiéndose la campa-
na. Nadie la reclamó durante quince años y se acordaron de ella hasta
que se encontró en el auditorio Abraham Ayala González en 1983.
Después del sismo, mi campana se utilizó para congregar a los fieles a
la misa que se realizaba año con año en la explanada del auditorio, en
recuerdo de las almas de los fallecidos en 1985. Desde el año 2001 se
encuentra instalada en mi explanada cívica.
La remodelación iniciada por Clemente Robles se realizó con parte de
los recursos captados por la entonces Secretaría de Salubridad y
Asistencia, por la venta de las instalaciones del Centro Médico Nacional,
construidas por esta Secretaría, al Instituto Mexicano del Seguro Social
(de José Álvarez Amezquita a Ignacio Morones Prieto).
Este centro se inauguró en el año de 1963, ya que aquella dependencia
no contaría con los recursos necesarios para su terminación, equipa-
miento, amueblado y operación. Parte de ese dinero se utilizó para mi
terapéutica-remodelación y modernización siendo incompleta porque
los recursos pactados no fueron suficientes, ni enviados en su totalidad
ni oportunamente.
La Revolución. (Cortesía del Museo Nacional de la Revolución)
Victoriano Huerta, El Chacal. (Apuntede Juan O´`Gorman. Cortesía delMuseo Nacional de la Revolución)
¿Cómo me ha ido en mis cien años?192 Hospital General de México OD
Periódico “El Independiente”, la invasión americana. (Cortersía del Museo de la Revolución)
La moneda mexicana y sus devaluaciones
Escuadra americana bombardea el puerto de Veracruz en 1914. (Cortesía del Museo Nacionalde la Revolución)
¿Cómo me ha ido en mis cien años? 193Mis Imágenes cien años
La campana del tiempo
Aquel viejo y bello edificio de dos plantas con torreo-
nes laterales, en cuyo lado izquierdo estaba colocada
una pequeña, pero sonora campana que sirviera para
llamar a los médicos residentes, desapareció
Hospital General de México OD
Mis Imágenes cien años
11985, el sismo y uncompás de espera...
1985 El sismo y un compás de espera... 197Mis Imágenes cien años
El 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas, hubo un sismo de tipo
trepidatorio, de 7.8 grados en la escala de Richter, que me lesionó de
manera importante, derribando en su totalidad los edificios que alberga-
ban a mis médicos residentes y el servicio de ginecoobstetricia. En el
servicio de cirugía 104 está una acuarela de cómo era la residencia de
médicos y el comedor en 1985, pintada por A. Martinez. Tuvimos que
lamentar, y seguimos haciéndolo, el fallecimiento de dos cientos noven-
ta y cinco personas entre mis médicos, enfermeras, trabajadores, pacien-
tes, recién nacidos. Cuarenta y tres personas no se encontraron ni vivas,
heridas o sus cadáveres, por lo que se declararon como extraviadas. Se
rescataron vivos, de entre mis escombros a ciento veintinueve adultos y
sesenta y tres recién nacidos. Ocho neonatos estuvieron sepultados
entre los escombros hasta diez días y al rescatárseles se trasladaron al
Hospital Infantil de México, sobrevivieron tres niñas y cinco niños. Este
hecho provocó asombro y consternación, por lo que mis especialistas
pensaron que este suceso podrá ayudar a modificar lo relativo a la admi-
nistración de líquidos y alimentos en los recién nacidos.
El resto de mi estructura sufrió daños medianos y mucho menores no “lo
que alguien dijo oficialmente”, pero los servicios generales se interrum-
pieron: no tenía agua, drenaje, electricidad, vapor, aire ni oxígeno, ade-
más de otras lesiones menores. Durante las primeras horas después del
temblor, mis médicos y mi personal se dedicaron con gran esfuerzo y
poco equipo a rescatar a los lesionados y recuperar los cuerpos inertes
de mis hijos. Todo influyó considerablemente en mi vida y se discutió mi
futuro: ¿enterrarme?, ¿reducirme a la mínima expresión?, ¿reubicar a mis
médicos? Y entre las labores de salvamento y remoción de mis entrañas,
mis médicos alzaron sus voces de protesta y apuntalaron carpas de
manta hacia el cielo y siguieron dando consulta en la calle, a quienes
me buscaban.
Se integró una comisión prorehabilitación, cuya mesa directiva estaba
integrada por: Raquel Gerson, presidenta; José Luis Ramírez Arias, vice-
presidente; Carlos García Irigoyen, tesorero; Gladys León, secretaria; los
Maqueta de la residencia de médicos
Aquí estuvo ginecología hasta el sismo
Lo que fue quedando de mi residencia
1985, El sismo y un compás de espera...198 Hospital General de México OD
vocales fueron: Javier Romo, Carlos Fink, Raúl Mesina, Rafael Fajer,
Rafael Andrade Malabehar, Susana Koffman de Alfaro y Martha Guevara
Rascado. También se formó un comité de damas voluntarias para apoyar
a la Comisión, integrado por: Antonia Zapico de Canales, Laura Domene
de Ramírez, Rita Poplasky, Carmen Fajer de Chain, Ruth Alpescutia, entre
otras. A todas ellas mi agradecimiento respetuoso, sincero y profundo.
Los recursos captados se depositaron inicialmente en la Fundación
Mexicana para la Salud y luego en la Fundación Miguel Alemán, AC;
cuyo director, licenciado Felipe Sandoval Hoyer+, Rafael Fernández
Estrada, contador general y el director del programa de salud, doctor
Federico Chávez Peón+ fueron y seguirán siendo mis amigos.
Hubo varias reuniones con el Secretario de Salubridad de ese sexenio,
Guillermo Soberón Acevedo, quien no aseguraba mi permanencia en
esta vida, por lo que el 22 de octubre se realizó una marcha de más de
cinco mil manifestantes entre mis médicos, enfermeras y personal admi-
nistrativo, quienes en forma organizada y decidida fueron a Los Pinos
para hablar con el Presidente de la República, licenciado Miguel de la
Madrid Hurtado. Tomaron la palabra los doctores Noé Vargas Tentori,
presidente de la Sociedad Médica quien presentó mi problema, Héctor
Rodríguez Cuevas deliberó sobre la enseñanza de la medicina en todo
este gran campo fértil que tengo desde que nací y del binomio que
formo, hospital-escuela y, por último, mi dilecto hijo el doctor Clemente
Robles Castillo le expresó entre otras ideas al Presidente: “Convencidos,
como estamos, de que no hemos logrado gran cosa en las pláticas soste-
nidas con las autoridades de la Secretaria de Salud, nos acercamos a
usted con profunda pena por lo sucedido en el Hospital General. Estamos
convencidos de que el plan que se ha elaborado no es para reestructurar
al Hospital General, sino para destruirlo. ¿Qué pasaría, qué representaría
para México la desaparición o la transformación del Hospital General?
Primero morirían muchos mexicanos porque el plan no es inmediato,
tardaría hasta dos años y, mientras ¿en dónde se atendería a los enfer-
Mi residencia y el comedor en 1985 (Acuarela. A. Martínez)
Cardiologia
La grandeza y el misterio fueron su libetad
1985 El sismo y un compás de espera... 199Mis Imágenes cien años
Solo quedo lo suve del recuerdolo
Y sus nombres quedaron grabados en mi mente
mos? ¿Qué otras cosa sucedería si se pierde el Hospital General? Se per-
dería una tradición histórica preciosa; nuestro Hospital no ha cerrado
nunca. Durante la Revolución estuvo abierto como una institución para
menesterosos. Si el hospital desapareciera perderíamos la confianza en
nuestras autoridades y, quizá, la perderíamos en nosotros mismos por no
haber podido defender a nuestra Institución de la injusta agresión que
está sufriendo”. El resultado de mi presencia en Los Pinos a través de
ustedes, por la voz de mis interlocutores, los jefes de servicio y el espí-
ritu de convencimiento y apoyo de todos mis trabajadores, fueron las
palabras del Presidente, quién dijo desconocer el detalle de las circuns-
tancias, pero convino en reparar mis daños. En dos semanas. llena de
alegre colorido y reconstruida se abrió (reinauguró), con la presencia del
licenciado Miguel de la Madrid Hurtado la consulta externa. Por cierto,
cuando nací el consultorio de consulta externa estaba ubicado en la
calle de Revillagigedo y los enfermos que ameritaban internarse eran
trasladados en ambulancias y transporte con tracción delantera de un
caballo de fuerza o una mula cansada.
Se creó la Comisión de Reconstrucción y, en forma progresiva, planea-
da y muy discutida, me curaron las heridas, los ductos de líquidos y
gases, el sistema neurológico, calles y paredes. La visita del primer man-
datario me llenó de esperanzas. Permanezco, porque me defendieron
con valentía y amor. No recuperé la estructura habitacional de mis
médicos residentes ni el servicio de ginecoobstetricia que se construyó
después en otra área. El edificio de cardiología no se rehabilitó. En ese
sitio existe un jardín con árboles callados que recuerdan a los que se
fueron a otro cielo. Sus nombres están en una placa de bronce. A los
directores de esa época, Rodolfo Díaz Perches y José Kuthy Porter les
correspondió la cirugía y tratamiento de rehabilitación, a José Luis
Ramírez Arias, la consecución de nuevos órganos, a Francisco J. Higuera
Ramírez, la estabilización y los proyectos para volverme vertical. Todos
hemos mejorado mi homeostasia
Mis Imágenes cien años
EEl presente
El presente 203Mis Imágenes cien años
En los últimos años, que es el presente, me construyeron la unidad de
medicina experimental de la Universidad Nacional Autónoma de
México, el servicio de ginecoobstetricia, el de cardiología, la unidad
de farmacología clínica, el edificio que alberga el nuevo equipo de reso-
nancia magnética nuclear, el pabellón de exposiciones; la sala de espe-
ra de urgencias. También inició sus actividades el departamento de
medicina genómica. Se remodelaron los servicios de oncología, pedia-
tría, neumología, el aula Aquilino Villanueva, así mismo, se separaron
los de urología y nefrología para mejorar el funcionamiento de ambos.
Me crearon las clínicas del dolor, de tabaquismo, el Centro Nacional de
Displasias, la clínica de atención de problemas relacionados con el
alcohol (CAPRA), la unidad de ingeniería biomédica; se transformó la
bibliohemeroteca en el Centro Electrónico de Información Documental
para la Salud (CEIDS) con equipos electrónicos y nuevos programas para
los mismos, además se modernizó la parte correspondiente a mis libros
y revistas, con conexiones a internet.
Se instaló una sucursal bancaria de Banamex que ofrece facilidades al
personal como no tener que salir a cambiar los cheques de sus quince-
nas, lo que los protege de algún robo, les hace accesible realizar los
pagos de servicios, como el teléfono, gas y otros.
Se colocó un circuito cerrado de televisión en la consulta externa en el
que se exhiben videos educativos para la salud, con lo que se suprimió
la televisión comercial para que mis pacientes y sus acompañantes
aprendan a cuidar su salud mientras esperan el momento de su consul-
ta. Esto me ha hecho establecer las bases para la producción de progra-
mas para salud y también médicos.
La subdirección de sistemas administrativos (cómputo) con terminales
en los servicios para facilitar el manejo, ha adecuado la administración
de toda mi casa de acuerdo con el régimen de Organismo
Descentralizado que me confirieron.
¿Qué sacas con fumar? Humo
Flor marchita -geranium
El presente204 Hospital General de México OD
Consulta externa
Dietología
Se colocó un circuito cerrado de televisión en la con-
sulta externa en el que se exhiben videos educativos
para la salud, para que mis pacientes y sus acompa-
ñantes aprendan a cuidar su salud mientras esperan
el momento de su consulta
El presente 205Mis Imágenes cien años
Se adquirió un nuevo acelerador lineal que aumentará, de manera
importante, mi arsenal radioterapeútico junto con el litotritor extracor-
póreo y otras muchas armas tecnológicas para tu servicio.
Se estableció el sistema de vigilancia en el estacionamiento y el control
de acceso con plumas y tarjetas electrónicas. Me pintaron dos murales:
uno en la planta baja del edifico de la dirección que representa la evo-
lución de la medicina en nuestro país y otro en el vestíbulo del nuevo
edificio de cardiología, además de otras mejoras y muchas cosas más
que alegrarán mi relato.
En el reglón de la investigación se han editado diversos libros entre los
que se incluyen las “Clínicas del Hospital General”.
Si deseas conocer más de mí, en forma dinámica, actual y evolutiva pue-
des buscar en internet mi portal www.hgm.salud.gob.mx.
Los trabajos de mantenimiento preventivo y correctivo del edificio y lo
equipos se realizan siempre bajo un programa bien elaborado.
Aparte de los más de 50,000 médicos mexicanos que han estado en mis
aulas o servicios, de los cientos de médicos de Centro y Suramérica que
a lo largo de mi existencia me han acompañado por varios años en su
formación, y de toda la pléyade de aquellos que me han dado lustre y
que ya conoces seguramente. Entre los médicos extranjeros que han
estado por largos periodos en mi seno, aportando sus conocimientos y
experiencia para ti se encuentran: Howard Taylor Ricketts (estadouni-
dense). Descubrió el microorganismo que produce el tifo. Muere de esta
enfermedad. Leo Deucht. Otoneurólogo. Isaac Costero (español).
Anatomopatólogo, proyectó la especialidad. Esmadel (estadosunidense).
Realizó las primeras investigaciones sobre el cloranfenicol. Von
Lichtemberg. Urólogo. Desarrolló la pieIografía ascendente e investigó y
estableció las bases de la urografía excretora en Alemania. Estuvo casi
un año en el antiguo pabellón 5.
Gastroenterología (1950)
Genética
Mis Imágenes cien años
MMi sindicato
Mi sindicato 209Mis Imágenes cien años
He recorrido mis conexiones cerebrales (por lo visto en esta área de
mi corteza cerebral existe atrofia celular porque los datos investi-
gados han sido escasos o borrados o no encontrados por mi hipoxia
crónica) para recordar los hechos relacionados con mi Sección XIV del
Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Secretaria de Salud, para
no sólo referir anécdotas. Es indiscutible que se gestó en el período pre-
sidencial del general Lázaro Cárdenas. Alguien me ha dicho que el
general Cárdenas “capacitó” a mi naciente Comité Seccional XIV en
1946 fuera de mis instalaciones.
Llevar el sindicalismo a las instituciones de Salud Pública planteó gran-
des problemas en la práctica médica.
Como antecedentes llegan a mi memoria, en una forma no fácil de rela-
cionar en fechas, hechos, nombres y cosas, pero sí recuerdo que en
1936 se formó la Federación Nacional de Trabajadores del Estado y que
el 18 de octubre de 1943 nació la Secretaría de Asistencia y el
Departamento de Salubridad y obviamente, surgió el Sindicato Nacional
de Trabajadores de la misma Secretaría el 13 de marzo de 1944, con la
fusión de los extintos sindicatos de trabajadores de esa Secretaria. En
1946, mi personal organizó marchas hacia la Ciudadela para solicitar la
autorización para que yo tuviera representación sindical, aunque no
recuerdo la fecha exacta de su creación.
Para el 30 de diciembre de 1947 se establecieron las primeras
Condiciones Generales de Trabajo en todo el sector y obviamente las
apliqué. En mis estatutos se señala que la duración del Secretario General,
electo por votación, es de tres años con posibilidad de reelección.
Recuerdo que entre los secretarios generales de mi sindicato, mis direc-
tores y los diferentes grupos de mis trabajadores sindicalizados, tuvieron
algunas fricciones, como las de Clemente Robles Castillo y sus diferen-
cias con los lideres sindicales, Raúl Tovar “que se exaltaba con facilidad”
que junto con Miguel Ángel Camacho Baquedano, que “discutía mucho”
La feria de mis elecciones sindicales
Mi sindicato210 Hospital General de México OD
y Salvador Medina Romo (Pico de oro) que era el “conciliador”, y que
por mucho tiempo lo controlaron; no me ayudaban mucho para “evitar
las pérdidas de mis recursos” cuando, por accidente, alguno de mis tra-
bajadores se olvidaban dejarlos y aparecían en sus domicilios. Incluso
cuando el doctor Robles era mi director se fue en viaje de estudios a
Europa durante las elecciones, y Tovar las ganó, éste aseguraba que don
Clemente no regresaría a la Dirección; sin embargo se equivocó, pues
Robles, muy digna, reconstructiva y honrosamente, terminó su periodo
en la dirección.
Este grupo tenía, desde el punto de vista sindical y político, mucho
poder; eran de ideología puramente sindicalistas. Con esas característi-
cas tuvieron grandes logros, como: mejoras en la alimentación del per-
sonal, equiparon la cocina y la lavandería, fundaron la guardería que
desapareció en 1985, como lo comenta Salvador Medina Romo.
Cuando Javier Romo Díez era el director tuve un conflicto laboral de
proporciones crecientes que iniciaron mis hijas enfermeras y de difícil
solución. Entonces el doctor Jorge Jiménez Cantú, Secretario de
Salubridad, consideró necesario un cambio de Director para ayudar a
resolver el conflicto que ya había provocado un paro de labores de cua-
renta y cinco días, por lo que nombró como director a Francisco
Higuera Ballesteros.
Higuera Ballesteros fue secretario general de mi sindicato durante dos
períodos consecutivos de 1966 a 1971 y mi director de 1974 a 1984.
Recuerdo que mi sindicato, los residentes y los médicos internos hicie-
ron una huelga impidiendo el ingreso de todas las autoridades para
cumplir con sus funciones. Mis aguerridos sindicalistas solicitaban más
beneficios de los que los mandos les podían conceder, el problema duró
muchas semanas. En 1977 concilié con las autoridades la homologación
de salarios y de prestaciones para que fueran igual a las otras institucio-
nes del Sector Salud con el principio de “a trabajo igual a salario igual”.
El sindicato logró mejoras en la alimentaciòn del
personal, equiparon la cocina y la lavandería, funda-
ron la guardería que desapareció en 1985
Mi sindicato 211Mis Imágenes cien años
Uno de mis secretarios generales, José A. Rocha, fue sustituido por una
Junta de Gobierno presidida por Alejandra Salomón como secretaria
general, pues existían pugnas y surgieron los famosos azules, quienes
estaban afiliados al Partido Popular Socialista, apareciendo la llamada
guerra sucia. Por solicitud del director del Hospital, Higuera Ballesteros
y Joel Ayala Almeida secretario general del Sindicato Nacional de
Trabajadores de Salubridad y Asistencia, a los doctores Emilio Martínez
Manatou y Jorge Jiménez Cantú quienes aceptaron este cambio, Todo
esto lo originó la lucha de la democracia sindical entre los grupos sindi-
calistas internos y los externos. En un principio, 80% de los trabajado-
res estaban en contra las autoridades sindicales y hospitalarias (1977 y
1978). La doctora Salomón tomó el cargo de secretaría general de mi
sección en 1979 durante dos años.
La importancia de mi sección sindical estriba en el número de trabaja-
dores que tengo, hasta el 1º de abril del 2004 laboraban conmigo 6,285
personas, la mayoría sindicalizadas, la minoría que es personal de con-
fianza, no lo está.
Algunos de los secretarios generales de la Sección XIV del SNTSA, desde
1946 a la fecha son los siguientes: doctores Salvador Medina Romo,
Miguel Ángel Camacho Baquedano, señor Arturo Rojas. Químico farma-
cobiólogo Raúl Tovar Mancera (dos periodos); doctores Francisco
Higuera Ballesteros (dos periodos), Alfredo Vargas Ferreira, Mario
Trapaga Altamirano, y el señor José Antonio Rocha; Rafael Farrera Peña
(dos periodos), señor Jorge Ulloa González, doctor David Campuzano
Loza (sólo quince días), administrativo Crisanto Bernardino García (inte-
rino); doctores Eduardo Díaz Franco, Rafael Rosado Mendoza, Antonio
Sánchez Arriaga, licenciado Quirino González Arroyo y doctor José
Antonio Figueroa López (2003-2006).
Estos son los nombres que pudo rescatar de mi memoria pero no recor-
dé los periodos exactos de su gestión, ni aun buscando en los registros
del sindicato nacional los encontré.
Sección 14
Mi sindicato212 Hospital General de México OD
Nuevo edificio sindical
Líneas rectas múltiples con ángulos. El sindicato
La importancia de mi sección sindical estriba en el
número de trabajadores que tengo, hasta el 1º de
abril del 2004 laboraban conmigo 6,285 personas, la
mayoría sindicalizadas, la minoría que es personal de
confianza, no lo está
Mi sindicato 213Mis Imágenes cien años
La misión del sindicato es buscar mejores condiciones y prestaciones
laborales para mis trabajadores, conciliando con las autoridades los
intereses mutuos, pues un conflicto laboral puede disminuir la calidad
de la atención a mis enfermos, que son el motivo de mi existir. Sí han
habido luchas importantes entre las diferentes fracciones que alguna
ocasión desembocaron en riñas, alborotos y falta de respeto para mi per-
sona y para ellos mismos por lo que es fundamental crear conciencia en
los trabajadores sindicalizados, que mi misión y mis objetivos deben de
ser comunes, tanto para el personal directivo como para el sindicaliza-
do y que su participación debe coadyuvar a los logros de mis metas
como institución.
El nuevo edificio sindical se inauguró el 31 de marzo del año 2004, las
oficinas inicialmente estuvieron fuera de mi espacio, después se ubica-
ron atrás de los baños centrales, luego pasaron frente al antiguo edificio
de cardiología donde están hoy. Esta ubicación facilitará los tramites a
mis empleados. Las nuevas instalaciones son más amplias, están venti-
ladas e iluminadas, con cubículos para las secretarias para la atención a
los solicitantes. Antes de terminar el edificio, mis trabajadores del sindi-
cato laboraban bajo una carpa verde que les conferían color “planilla”.
Mi sindicato proporciona becas como apoyo e incentivo para los hijos
de los trabajadores hasta que concluyan el bachillerato, pero deben
tener un promedio de calificación de 8. Apoya con sorteos la adquisi-
ción de vivienda y en los conflictos laborales les otorga asesoría legal.
Existe un fondo de ayuda para los familiares en caso de defunción de
alguno de mis trabajadores, y muchas otras muchas prestaciones, que si
deseas conocer, visita mis nuevas instalaciones sindicales en donde te
Informes sindicales
Trabajando bajo carpas verdes
El primer servicio de radiología 215Mis Imágenes cien años
EEL PRIMER SERVICIODE RADIOLOGÍA
HOSPITALARIAEN MÉXICO
Fui el primer hospital de la República que contó con un aparato de
diagnóstico por medio de rayos X, que pocos años antes había des-
cubierto William Roentgen en Alemania, y que situé en una sala de mi
moderno servicio de electromecanoterapia.
El moderno aparato servía para diagnosticar fracturas, cuerpos extraños y
algunas enfermedades pulmonares, como la tuberculosis, los derrames y
el crecimiento del corazón. Estuvo en una sala del área de los servicios
generales y que un periodista de la época describió así: “El área de ser-
vicio del hospital constaba de tres secciones que ocupaban un hermoso
edificio rectangular de dos cuerpos, cuyos departamentos sorprenden por
su excelente distribución y limpieza y aún por su lujo”. Se refería a los
departamentos de hidroterapia, mecanoterapia y electroterapia. En un
salón de este último y según la misma nota periodística “se harán los
reconocimientos por medio de los Rayos X“.
El aparato constaba de una gran bobina eléctrica que producía la elec-
tricidad con la que se alimentaba un tubo al vacío donde se generaban
los rayos X, frente al que se colocaba la parte a examinar del enfermo.
Para operar el aparato invité a Roberto Jofre, médico muy experimenta-
do que utilizaba los rayos de Roentgen desde 1896 en su gabinete de
electricidad médica y a quien nombré médico de mecanoterapia. El
doctor Jofre se ha reconocido en la historia de la radiología como el pri-
mer médico radiólogo mexicano.
El gran desarrollo que tuvo la radiología en las décadas siguientes me
hizo adquirir nuevos aparatos e invitar a otros especialistas en el curso
de los años. Entre los que recuerdo están don Manuel Zubieta, don
Vicente Pérez de la Vega, don Fernando Hernández Vermeo y don
Mariano Somonte. A partir de 1934 y durante los siguientes veintitrés
años se hizo cargo del que entonces se llamaba servicio de radiología y
fisioterapia, Carlos Coqui quien trajo muchos estudios novedosos para
examinar los órganos del aparato digestivo, los bronquios, el útero, las
arterias, el canal raquídeo y los ventrículos cerebrales.
El primer servicio de radiología216 Hospital General de México OD
Los médicos apreciaban mucho estos diagnósticos pues les ayudaban a
decidir el mejor tratamiento para sus pacientes.
Al retirarse Coqui en 1957, nombré como jefe del servicio a Jorge
Cevallos Labat, radiólogo de gran prestigio y capacitado en las técnicas
más modernas, quien una vez más renovó mis equipos y dio gran impor-
tancia a la enseñanza de esta especialidad que ha sido cada día más
amplia, y ha llegado a abarcar todos los órganos del cuerpo práctica-
mente. Lo sustituyó José Luis Ramírez Arias obteniendo el cargo por exa-
men de oposición; introdujo las modernas técnicas de tomografía por
computadora y resonancia magnética para examinar con mucho más
detalle las enfermedades del cuerpo.
Hoy, Juan González de la Cruz dirige un servicio muy grande, en el que
se encuentran numerosos aparatos de alta tecnología que sirven, no sólo
para diagnosticar las enfermedades, sino también para efectuar algunas
acciones terapéuticas con la llamada radiología intervensionista que
ahorra operaciones y sufrimiento a mis enfermo, gracias a Jaime Ramos
Padilla y a Guadalupe Guerrero.
Sala de radiología en eldepartamento de electro-mecanoterapia
Roberto Jofre
Una historia un poco olvidada 217Mis Imágenes cien años
UUNA HISTORIA UNPOCO OLVIDADA
Dos personajes iniciaron la medicina nuclear en mi seno: Peter
Eberstadt Sichel en 1962 y David Martínez Villaseñor, que fue
nombrado jefe de servicio de medicina nuclear por examen de oposi-
ción en 1969. Les cuento:
En 1962 Peter Eberstadt Sichel, profesor de fisiología de la Universidad
Nacional Autónoma de México inició el uso de radioisótopos en medi-
cina en el laboratorio correspondiente, ubicado en el pabellón 13. Antes
se había procesado el radium–226 para radioterapia intracavitaria en el
servicio de cancerología. El área era pequeña con cuatro o cinco loca-
les, uno para el almacenamiento de los materiales radioactivos, en otro
estaba un gamágrafo rectilíneo de colimador tipo pinhole de un solo
canal, dos columnas con detectores para practicar estudios renales y de
distribución, estos aparatos se trasladaron a la antigua consulta externa
de urología ubicada en el pabellón 5, cuyo jefe era Javier Lomelín
Anaya. También había un detector para medir la radioactividad en el
cuello, un contador tipo pozo para conteo de radiaciones en tubo de
ensaye y escritorios administrativos. Era operado por la Comisión
Nacional de Energía Nuclear en este sitio, por acuerdo de colaboración
entre el Programa de Protección Radiológica y yo. El personal era exi-
guo y los estudios que se practicaban eran de utilidad clínica, como
captación del yodo-131 por la glándula tiroides a las 3 y 24 horas de
administración, gamagrafía de la glándula tiroides y renograma con hip-
puran marcado con yodo-131 y estaba en proceso de instalación la
determinación del volumen sanguíneo con albúmina humana marcada
con yodo-131, captación por los eritrocitos de la triyodotironina marca-
da con yodo-131 y la medición de la masa eritrocítica con cromo-51. La
calidad de estos estudios clínicos eran ciertamente deficientes y el jefe
solicitaba más personal y mejores equipos, como siempre.
El Programa de Protección Radiológica del que dependía la operación,
seguramente tendría otras necesidades para dedicar su presupuesto y se
pensaba que yo tendría que hacerme cargo de esa responsabilidad, don
Guillermo Montaño se encargaba de recordarlo a las distintas autorida-
Una historia un poco olvidada218 Hospital General de México OD
des. A finales de 1963 se adquirieron nuevos equipos y hubo cambios
en algunos de los procedimientos. En 1964 me realizaron cambios
estructurales y se construyeron entre otros, justo frente al laboratorio
central, el edificio donde se ubicaría el Programa de Protección
Radiológica de la Comisión Nacional de Energía Nuclear.
El departamento de asistencia técnica comprendía varios laboratorios
como el de hematología, bioquímica, dosimetría, genética y el labora-
torio de radionúclidos que se transformaría, con el tiempo, en mi servi-
cio de medicina nuclear. En 1968 se adquirieron equipos modernos
para su época, como el gamágrafo rectilíneo con impresión a color, el
renógrafo, el contador de pozo, el dosímetro e instrumentos varios que
permitieron actualizar los estudios e incrementar la variedad de los
mismos. Aunque no quiero, mi visión es muy parcial y mi memoria
ingrata y sólo recuerdo que estuvieron conmigo Mario Gutiérrez
Romero, Santos Briz, Rodolfo Monje, Pablo Ortega (pasante de ingenie-
ría electrónica), David Martínez Villaseñor, Pauline Bush de Maisner,
Beatriz Arias Coria, técnica y otros; que mis neuronas han suprimido
por falta de oxígeno.
En estos años de lucha me apoyaron Guillermo Montaño el gran impul-
sor y apoyo inicial, Rodolfo Díaz Perches, Alejandro Celis Salazar quien
alentó la investigación de la circulación linfática del corazón con coloi-
des radioactivos, Romeo González Constandse jefe del departamento de
asistencia técnica al Hospital CNE, Alfonso Crotte Zamora, Jorge Flores
Espinosa y sus cirróticos, Joaquín Rivadeneyra Hinojosa vio el primer
gamagrama de tiroides ¡por fin satisfactorio! en 1963, Héctor Rodríguez
Edificio 204, aqui estuvo medicina nuclear
Una historia un poco olvidada 219Mis Imágenes cien años
Cuevas y sus tiroidectomías totales, Samuel Morones y los abscesos
hepáticos amebianos, Carlos García Irigoyen y sus niños de
los hospitales infantiles del DDF; Roberto Haddad con sus rastreos
radiactivos, Gabor Katona y la centelleografía de las articulaciones con
técnecio 99m y otros muchos estudios que no menciono porque me he
extendido en los electrones de los radioisótopos.
En 1974 los equipos del servicio de medicina nuclear se integraron a la
unidad de radiología, David Martínez Villaseñor voló con sus protones
a otro sitio. Esta historia es un poco triste pero verdadera. Por falta de
impulso, carencia de recursos, falta de conocimientos de la potenciali-
dad asistencial y de investigación, casi desapareció de mis instalacio-
nes la medicina nuclear. Más tarde Yamil Abbud, Cornelio Anaya y
Alfredo Márquez dirigieron esta área, en la actualidad, es Emilio
García Nicosa el jefe.
El tiempo ha transcurrido, la tecnología ha cambiado y tengo la posibi-
lidad de hacer gamagrafía por infusión, perfusión e inhalación para la
tromboembolia pulmonar, gamagrafía cardiaca para evaluar la perfusión
del músculo, estudios más finos de la función renal, tiroidea, perfusión
cerebral, investigación de metástasis óseas y otros muchas pruebas que
si quieres conocer asiste a mis instalaciones de diagnóstico por imagen.
Como todo: nada me ha sido fácil.
En este edificio, hoy está el laboratorio de hematología, la subdirección
de proyectos, epidemiología y la oficina de enseñanza de enfermería.
Calle central semioculta
Mis Imágenes cien años
MMi jardín botánicoy mi fauna
Mi jardín botánico y mi fauna 223Mis Imágenes cien años
Dentro de mis 124,295 metros cuadrados de superficie total, mis
edificios e instalaciones ocupan 6,630. El resto lo ocupa un hermo-
so jardín botánico, todo verde, cruzado y serpenteado por más de 2,000
metros de pasillos de color rojo ladrillo vidriado y pintado, cubiertos por
un techo corrido sostenido con columnas cuadradas de color rosa
“vida”, ¡que vista!
Es un jardín siempre lleno de vida: en primavera y verano radiante, un
poco triste por las hojas que se caen en otoño y con otro tipo de flores,
muy vivas, que nacen en el invierno, pero siempre floreciente. Cuando
la temporada de lluvias ahoga la superficie de mi verde pasto y mis raí-
ces renacen con un olor a húmedo-flor exquisito por su suavidad y, en
las noches con la neblina iluminada por los focos y la luna le dan al
ambiente un misterioso olor a huele de noche y las luces con destellos
multicéntricos en mis jardines definen casi en negro, los troncos de más
de 1,200 árboles, cuyas hojas están dormidas o se mueven suavemente
cuando el aire es lento o susurran de alegría al mecerse en sus ramas
que dejan pasar reconfortado aire por la vida, al transitar, sin ruido,
barriendo mis pasillos o acariciando mi pasto o mis flores. Y todo llega
a través de las puertas o ventanas a los servicios en donde estás, por tu
enfermedad, encamado, y te acompañan sin reservas. Es un jardín vivo,
siempre cambiante, ciertamente joven porque en mis muchos años,
recuerdo mis pasillos y espacios sin construcción cubiertos de tierra que
con el agua se convertía en una masa resbalosa de color grisáceo y ter-
sura de lodo, porque al no estar cubiertos mi gente se mojaba un poco
la cabeza con unas cuantas gotas o sentían el golpe de cada una de ellas
cuando un gran chubasco no les impedía ir al pabellón a pasar visita o
llegar a ver a sus familiares. Por supuesto usaban paraguas y por supues-
to no eran chinos como lo son hoy.
Las partes sin construcción escasamente tenían jardín, pasto, algunos
setos y flores pero ya existían múltiples árboles que nos veían pasar con
sus años y los nuestros, a cumplir con nuestra responsabilidad más
importante: tu salud.
El café
Arreglando la piel de mi jardín
Rosa icterica
Mi jardín botánico y mi fauna224 Hospital General de México OD
El greñas
Bouganvillea sp., roja Bugambilia roja con fondo de estacionamiento
Belen multicolor frente a investigación farmacológica
Mi jardín botánico y mi fauna 225Mis Imágenes cien años
Luego, con las remodelaciones los pasillos y muchas áreas los cubrieron
con el poroso y vivo color rojo oscuro del tezontle. En mi última remo-
delación, aunque pavimentaron y cubrieron con ladrillo rojo, comenza-
ron a nacer los setos de arrayan, trueno, cedro cenizo, clavo, piracanto,
bambú que recortan, de color amarillo que permanecen en posición de
“firmes” como soldado y otros que dividen estratégicamente el pasillo
de lo verde de mis pastos para que estos regalos no los lastimen con lo
duro de la suela de un zapato irresponsable o el poco educado blanco-
negro de un tenis destructor o maltraten la belleza de las flores, que
desde hace mucho tiempo se encuentran en pequeños nichos muy arre-
glados. En algunas áreas hay rosales, azaleas, platanilla (Canna sp.),
margaritas, azucenas, bugambilias (Bouganvillea sp.), helechos, otates,
espadas, malbones, alcatraz, colorín (Eritrina ollaroides), cintilla, hoja
elegante, tulipanes (Hibiscus sp.) y en algunos lugares cactáceas que
nos brindan un sin fin de bellos colores con panorama cambiante según
los pasillos que recorras, y vistas de ternura emocionante que te ofrece.
Sus olores se vuelven la “aromoterapia”, que no sé si sirva para tu cura-
ción pero el aroma es delicioso, embelesa.
Y qué decir de todos mis árboles. Ellos me han acompañado por muchos
años. Mis respeto a los eucaliptos, fresnos, jacarandas (Jacaranda mimo-
saefolia), cedros, pinos, palma (Phoenix canariensis), guajes, ficus,
ambar, araucanas, hules, bambú (Bambusa nigra), carrizo, yacas, cepi-
llos, álamos, truenos, pinos de china y otros; cuya sombra refresca el
ambiente en tiempo de calor, que sus hojas se llenan de todos los ver-
des: verde olivo, verde mar, verde bandera, verde claro, verde verde,
pero todos son de color verde; esperanza para ti. En algunos sitios, esca-
sos por cierto, tengo duraznos, capulines, limones, naranjos nísperos,
peras, ciruelos y hasta “Higueras”. Mucho de lo que te he mencionado
es transitorio. Sobre todo las flores.
El responsable de mantener nuestro jardín botánico en condiciones ópti-
mas de salud es Demetrio Islas Chavarría, que con su equipo humano y
de trabajo lo hacen posible. Lo riegan, cortan el pasto, abonan, curan
Colorín colorado. Erytrina coralloides
Tulipan. Hibiscus sp.
Mi jardín botánico y mi fauna226 Hospital General de México OD
Jacarandas en flor. Jacaranda mimosaefolia
Mi jardín botánico y mi fauna 227Mis Imágenes cien años
las enfermedades de las plantas o sus raíces, evitan las plagas o las tra-
tan, recortan los arbustos para darles formas imaginativas, mantienen los
setos a buen nivel de altura, cortan las ramas secas, mantienen el pasto
casi como “green” de golf, sin hoyo 19 y con todo lo que tengo me
debieran inscribir en la Asociación Mexicana de Jardines Botánicos;
tengo todo para ellos y para ustedes: árboles, árboles frutales, flores,
setos, cactáceas y un bello y vistoso pasto.
Hace algunos años recorrían mis edificios, parques, ductos, cocinas y
servicios, de día y con más constancia, de noche, unos pequeños roe-
dores de aspecto y color de rata –que destruían, que de tan bastamente
que comían parecían pequeños conejos–. Se les perseguía y trataba de
eliminar mediante diversos procedimientos y, obviamente, las huellas de
su paso se observaban como minúsculos granos ovoides de color negro
regados por muchos sitios. Los esfuerzos por eliminarlos no eran del
todo satisfactorios.
Un día de hace años arribaron unos hermosos gatos de diversas razas;
desde los angora de fino pelo color gris y ojos azules hasta el corriente
de pelo multicolor café, negro, con o sin manchas blancas; pero todos
ellos con gran agilidad y olfato-radar-antirrata que nos han liberado de ese
pequeño incómodo y desagradable roedor. No son muchos y se encuen-
tran en el subsuelo de otorrinolaringología y neumología y sus jardines.
Estos pequeños felinos están adaptados a mi hábitat: no huyen con facili-
dad, a muchos les han puesto nombre y algunos son alimentados por el
personal con gato-comida. Los podrás observar tendidos en mi césped,
estirando sus cuerpos bajo el sol, abriendo su hocico y al entrecerrar sus
ojos reposan de sus labores y exhalan un pequeño gruñido que dice: yo
también colaboro contigo en la campaña antirrata.
En los amaneceres y atardeceres escucharás un coro musical orquesta-
do por la naturaleza que conforma una melodía emitida por miles de
voces que, con diferente tono, alegran tu recorrido por mis pasillos
rojos, se introduce a todos los sitios por las puertas, ventanas y rendijas
Bambú
En los amaneceres y atardeceres escucharás un coro
musical orquestado por la naturaleza que conforma
una melodía emitida por miles de voces
Mi jardín botánico y mi fauna228 Hospital General de México OD
Flor roja de vergüenza (escobillón)
Macetones azules con pinos verdes verticales
Rasurándome el bigote de mi pasto
Mi jardín botánico y mi fauna 229Mis Imágenes cien años
deleitando tu espíritu como parte de tu tratamiento. Pocas veces los
verás porque desde lo alto de mis árboles y sus ramas se hacen invisi-
bles a tu ojos, pero no a tus oídos.
La variedad de especies de aves y sus colores es múltiples: petirrojos,
coquis, alondras, el hermoso colibrí de movimientos rápidos, pequeño
y pico largo; alguna paloma con su ocasional guru.
Es uno de los regalos más que te ofrezco.
Las plagas de otros insectos se combaten y controlan con mucha fre-
cuencia para mantener la asepsia y que no te contamines con otras
enfermedades.
Gato pardo
Mi canario
Mis Imágenes cien años
MMis auditorios
Mis auditorios 233Mis Imágenes cien años
El pico, con su garra de acero destructora y fría, rompió y pulverizó los
viejos ladrillos del aula doctor José Terrés enterrando, inmisericorde,
la historia gravada, invisible en cada uno de esos tabiques (1962).
Desaparecieron los pensamientos, los razonamientos, las discusiones
acaloradas, la presentación de nuevos conceptos médicos, los adelantos
tecnológicos, las ideologías, las posturas políticas y las sesiones de la
sociedad médica... y esa historia y muchas cosas se esfumaron en nubes
de polvo blanquecino junto con la estructura semicircular de bancas
alargadas de pino blanco, obscurecidas y lisas por el uso y por el tiem-
po; fueron quemadas junto con el estrado. Y todo ello desapareció con
ruido silencioso, sin reclamos, en aras del “modernismo estructural”;
también se perdió parte de mi historia arquitectónica.
Pero en ese entonces ya existía el auditorio Aquilino Villanueva (1959)
en cuyo conjunto estuvo la residencia de urología, una sala de juntas y
la bibliohemeroteca de la especialidad que el maestro Villanueva, con
donativos construyó. El auditorio tenía 124 butacas y con el transcurrir
del tiempo se hizo viejo e insuficiente.
Las habitaciones de la residencia de urología y el resto de las instala-
ciones las ocupó el Colegio Eduardo Liceaga, además de diferentes
oficinas de la dirección administrativa. Hoy, remozado totalmente
sigue funcionando.
Auditorio Abraham Ayala González
Se inauguró el 5 de febrero de 1978. Se ordenó la construcción duran-
te la gestión del doctor Emilio Martínez Manatou, ministro de la
Secretaría de Salubridad y Asistencia por solicitud de Carlos García
Irigoyen, en ese tiempo presidente de la Sociedad Médica, por su
intervención para que finalizara el paro de residentes y la huelga del
personal que no permitía el ingreso de las autoridades a mis instala-
ciones en junio de 1977.
Aula José Terrés
Auditorio Aquilino Villanueva
Auditorio Aquilino Villanueva en 1961
Mis auditorios234 Hospital General de México OD
La Sociedad Médica se responsabilizó, con el apoyo de la comunidad
médica y la membresía de la corporación, de asistir las urgencias médi-
cas que se solicitaran, y a través de guardias se cuidaba a los enfermos
internados durante las 24 horas, para que no se incurriera en responsa-
bilidad penal por negligencia o abandono, vigilando y asistiendo la
salud de los encamados.
Verás algunas de las fotografías de las obras realizadas al principio de su
construcción. Lo importante de ellas es que a través de la excavación,
cimentación y el levantamiento de los castillos se observan los edificios
de ginecología y la residencia de médicos que se cayeron durante el
sismo de septiembre de 1985. Terminado, el frente es muy bello. Te
muestro el interior durante una sesión académica.
Al inaugurarse se develó una placa en el vestíbulo del auditorio que dice:
“Siendo Presidente de la República el C. Lic. José López Portillo
Inauguró este Auditorio consagrado a honrar la memoria del Dr.
Abraham Ayala González, destinado a las actividades académicas y cul-
turales de la Sociedad Médica del Hospital General”.
5 de febrero de 1978
La programación de las actividades docentes múltiples se realizan con un
año de anticipación, de común acuerdo entre la dirección de enseñanza
y la Sociedad Médica. Las actividades culturales no son muy frecuentes,
pero en esta ocasión se ha preparado la que a continuación se describe.
Auditorio Aquilino Villanueva, subdirección jurídica
Excavación para la construcción del auditorio. Al fondo el edificio de ginecoobstetricia
Mis auditorios 235Mis Imágenes cien años
Cimentación para el auditorio. Al fondo ginecoobstetricia
Atrás de los castillos, la residencia caída
Auditorio Abraham Ayala González, sede de la Sociedad
Mis auditorios236 Hospital General de México OD
Auditorio Abraham Ayala, cambio de mesa directiva
Inauguración Auditorio Abraham Ayala González
Al inaugurarse se develó una placa en el vestíbulo
del auditorio
Mis auditorios 237Mis Imágenes cien años
A
Eran las 10:00 horas de cualquiera de los 5,200 jueves de mi primer
Centenario. La sesión se iniciaría a las 11:00 horas. El vestíbulo de
mi auditorio se encontraba casi vacío, con las luces encendidas y el piso
de mi mármol blanco brillante esperaban la llegada de ustedes para dis-
frutar los pasatiempos que presentarían algunos de mis hijos. En el fondo
de la pared derecha, el cuadro al óleo pintado por Tarragona muestra,
imperecedero, en tonos rosas, las flores de la primavera. Los sanitarios,
impecables, sonreían con sus albos papeles y aromátizante a limpio.
Carlos Estrada Ley vigilaba los detalles administrativos, sonido, luz y
orientaban a quienes iban llegando al recinto apoyado por Charlie
Cervantes, Felipe Santana, Alejandro Cruz, Carmen Vázquez Ceja,
Guadalupe Barba Navarrete, Claudia Enciso Sánchez y Natividad León
Espinosa junto con las señoritas de trabajo social designadas para la
sesión, como edecanes.
Hoy no se presentarán trabajos académicos. Los estantes expositores de
libros estaban respetuosamente cerrados.
En el interior, las quinientas butacas con asiento y respaldo de color
fresa pasada abullonada, para tu comodidad y las alfombras encarnadas
obscuras estaban listas para recibir a los asistentes en el planta baja y en
la superior. La iluminación no era completa y, sin estar en la penumbra,
se observaba en las paredes laterales de madera, de piso a techo y de
techo a piso, las canaletas que separan las brillantes secciones de pino
cubiertas de barniz transparente que muestran sus vetas y nudosidades.
En ambos lados, la mirada atenta de mis ex directores plasmados en pin-
tura al óleo, dirigían sus pensamientos al transcurso de mis cien años y
esperaban, inmóviles y serenos, el desarrollo de este acto.
El estrado, hoy transformado en foro, con miles de piezas de parquet
multicolor en el piso, con el atril a un lado para que no obstruyera la
visión, y las atentas ventanas de traducción que aguardaban, en oscuro
silencio, mientras bullía de personajes vestidos según su época.
AUDITORIO ABRAHAMAYALA GONZÁLEZSESIÓN CULTURAL
Y MUSICAL“CON…CIERTO SANGRADO OPUS #100 AÑOS, HT-38-HG-14”
Mis auditorios238 Hospital General de México OD
Destacaba Pepe Garreta, casi como Pito Pérez, llamado por los niños
Tío Pepe por los dulces y regalos que les ofrecía, Nuncio Picolo con su
corbata no anudada y el Che Guevara oliendo a tabaco habano.
Mis dos pianos, que habitualmente se encuentran en la parte posterior
de la gran pantalla (ciclorama) que está cubierta con la elegante cortina
de rojo aterciopelado y que sirve como base para el plateado logotipo
de mi Sociedad Médica, La Minerva, y estaban, con todos su años, lis-
tos para dejar oír sus desafinados sonidos. Múltiples cables conectados
a micrófonos, ecualizadores o guitarras serpenteaban con sus colores
negros o rojos bajo los pies de quienes participarían en la presentación.
Horacio Zalce recorría el teclado blanco y negro de uno de los pianos
y hacía que brotaran las notas clásicas del jazz de New Orleans:
“Bourbon street parade” y “When you are smiling”, acompañando el
ritmo con el pie izquierdo, como metrónomo inexistente; mientras Hugo
Hernández deslizaba, brincador, los “bolillos” (baquetas) de madera
sobre el cuero templado de los tambores altos de la batería y con el pie
derecho, rítmicamente acompañaba las notas del jazz con el tambor
mayor. Rubén Burgos tocaba en el otro piano desafinado, las notas con
los blancos del marfil faltante, como dentadura sin unos dientes, y que
dejaban al descubierto lo amarillo de la base de madera y pegamento
irregular, entristecido por los años pasados sin arreglo. Las notas de
Rubén, espontáneamente líricas expresaban música moderna al tiempo
que Jorge Escalante Padilla, impaciente, movía sus largos y ágiles dedos
sobre el teclado invisible de un piano de cola Steinway invadiendo, en
silencio, el ambiente con las sublimes notas de la “Polonesa heroica” de
Federico Chopin, mientras recordaba su estudio oftalmológico en los
ojos de la Virgen de Guadalupe. David Jiménez fumaba “el último ciga-
rrito” afuera del auditorio, moviendo con languidez sus dedos de resec-
cionista transuretral de la próstata para escuchar en silencio y sin piano,
los acordes emotivos de “Farolito” o “Rival” de Agustín Lara, nuestro
poeta musical. Juan Olvera Raviela extraía de su estuche negro, con
forro de terciopelo, su violín rojo-café-oscuro y deslizaba suavemente el
arco de crin de caballo sobre las cuerdas que emitían dulces tonos, para
que Carlos del Vecchyo, con su guitarra eléctrica de rock, Alfonso Torres
Lobatón, requinto y Rodolfo Barón Zaragoza, afinaran las guitarras a
”tono”, mientras que Mario Magaña espiraba su aire pulmonar a través
de la boquilla de su clarín metálico al deprimir los botones para obtener
dulces y suaves sonidos; también los hijos de Gonzalo Padilla tensaban,
girando con llaves y crucetas el encuerdado de sus arpas clásicas, al
tono de los otros instrumentos de la espontánea orquesta que se iba for-
mando. Todos estaban coordinados por Alfonso Ortiz Tirado, tenor, que
entonaría, entre otras melodías “Alma mía” de Maria Greever, “Lejos
de ti” de Manuel M. Ponce y “Negra consentida”, de Joaquín Pardavé.
Por su parte, Mario de la Garza vocalizaba para dejarnos escuchar con
su voz bravía canciones de José Alfredo Jiménez y Álvaro Carrillo.
Daniel Ariza, ya inspirado, musitaba ciertos tonos italianos y Marisela
Sierra Guerrero, como jilguero, emitía suaves susurros. Fernando Valdez
Villarreal, vestido de charro con botonadura de plata recordaba a los
“Tres Calaveras” y silbaba adiós “Mariquita linda”. También hicieron su
aparición “Los Churumbeles de España”, Patricio Beltrán Goñi, Carlos
García Irigoyen y Pedro Antonio Bravo Bernabé entonándose, para can-
tar a tres voces “y en España, bendita tierra...”
En la parte posterior del ciclorama, y subiendo unas escaleras están los
vestidores, del lado derecho para hombres y del izquierdo para damas.
Ambos tienen grandes espejos con luces de pared amarillenta y tubos de
neón blanco-tristeza en el techo, suficientes para iluminar cualquier ros-
tro. Las paredes son un poco blanco-amarillas, sin llegar a color oro
viejo, hay unos sillones de piel negra, confortables y dos sillas tubulares
con base circular rodante que les permiten, a quien las use, deslizarse a
lo largo o ancho del vestidor. En el centro está una mesa alargada con
cubierta de vidrio, hoy contenta por cargar, sin peso, un pequeño flore-
ro lleno de coloridas flores.
Existe otra entrada en la parte posterior del auditorio en donde se encuen-
tran los cuartos de lavado y circulación del aire que climatiza todo el
espacio y que permite una tranquila entrada o una graciosa huida.
Mis auditorios 239Mis Imágenes cien años
En el vestidor de hombres, sentados placidamente, conversaban alegres
y circunspectos Raoul Fournier Villada, Fernando Martínez Cortés,
Ignacio Chávez, José Joaquín Izquierdo, José Kuthy, Octavio Rivero
Serrano, Fernando Cano Valle, y otros queridos hijos, acerca de la histo-
ria y filosofía de la medicina y la bioética.
En el vestidor del lado opuesto, y en pequeños grupos, los deportistas
recordaban sus proezas: Ricardo Tapia Acuña mencionaba con orgullo
los años en que fue campeón nacional de tenis y moviendo su brazo
derecho con la mano cerrada como si apretara el mango de una raqueta
de tenis y contestara una pelota al centro de la cancha rojo-arcilla, con
un delicado y fuerte revés, para ganar un set, Arturo Lozano Cardoso,
Erich Basurto Kuba y Carlos Fink Serralde imaginaban el golpe cruzando
para contestar, sin rozar, la hipotónica red separatista, el tiro. Jorge
Lozano Flores, frontenista, gozaba del ir y venir de la pelota blanca.
En el lado opuesto se hablaba de fútbol soccer, por un lado los ”ameri-
canistas” seleccionados nacionales Jorge Sota García, los hermanos Juan
y Pedro Andrade Pradillo, el último socio fundador del club y en alguna
ocasión, que no recuerdo, vicepresidente, y Juan Collazo Jaloma, y fren-
te a ellos Francisco González Martínez, que perteneció a los Pumas de
la UNAM (1972-1973), discutían acalorada y amistosamente sobre la
calidad de sus equipos desde que se jugaba el campeonato nacional
hasta la actualidad en que se juegan torneos cortos de liguilla para ganar
el campeonato y evitar el no honroso descenso a segunda división; lo
mejor es que nadie jugó con las Chivas del Guadalajara.
Por cierto mi equipo preferido son los Pumas (es obvio: soy un hospital uni-
versitario). Mientras, Raúl Cicero Sabido esgrimista, campeón nacional y
panamericanista, movía el florete de su lengua con mucha habilidad para
lograr un punto para su equipo en el deporte anterior, que no le interesa.
Adán Díaz Orellana, Edmundo Godínez Camacho y Adalberto Corral
Medina, billaristas, hablaban en tres bandas haciendo carambola de fan-
Hoy no se presentarán trabajos académicos. Los
estantes expositores de libros estaban respetuosa-
mente cerrados.
Mis auditorios240 Hospital General de México OD
tasía mientras se transportaban al paño verde de la mesa del pull-bolita
para ganar el campeonato de billar del club 33, de avenida
Cuauhtémoc.
En un rinconcito, Manuel Alcaraz contaba que se quitaba con el capote,
los golpes de los cuernos de los novillos para evitar las cornadas al anes-
tesiarlos. Varias veces le dijeron que “las vueltas al ruedo” se realizan
pisando la arena y no girando al aire, mientras, Pepe Nava Segura, que lo
observaba, hacia bendings con la cintura, lanzaba “uppers” con la
izquierda y, por último, tiraba un gancho a la barbilla de un boxeador, su
oponente invisible, que caía noqueado y que seguramente lo estudiaría
neurofisiológicamente al terminar la función.
En las aulas anexas del auditorio se reunió un grupo interesante de pin-
tores y escultores. Dentro de los primeros Juan Flores Lara describía de
memoria alguna de sus casi 300 obras, pintadas al óleo sobre tela casi
todas ellas, abstractas, ideográficas, multicolores casi oscuros y que las
ha expuesto, entre otros sitios, en la planta baja del edificio de gobier-
no y en el pabellón de exposiciones frente a la entrada del auditorio.
Cuando él explica su obra te trasmite el pensamiento y estados de
animo al realizarla. Cuando la ves te agrada por los trazos modernistas.
Alejandro Cruz impresiona con sus cuadros miniatura, tan chiquitos
como él. A su lado, Ramón Vázquez Ortega, excelente caricaturista
quien captaba, con trazo gracioso los rostros y actitudes de alguno de
nuestros escultores, como Sergio Zenteno Alanís con sus grandes y
voluminosas esculturas de Buda: sentado, recostado, caracolero, el ojo
clínico y otras que les daba forma con cincel y martillo después de
vaciar en grandes tinacos de plástico, cemento y arena, que al solidifi-
car retiraba el molde con grandes gotas de sudor, en Cuernavaca en un
espacioso jardín verde con alberca azul, gotas de inspiración.
José Manuel Velasco Arce tallaba en madera con formones de diferente
punta y martillo suave, la cirugía espiritual y emocional al esculpir en
madera muerta, entre otras muchas cosas, las manos de un cirujano que
Después de la cirugía te quiero más. Juan Flores Lara
Miniaturas. Alejandro Cruz
Mis auditorios 241Mis Imágenes cien años
le daban vida a la caoba inerte. Jorge Marciott Sánchez (del almacén
médico, botiquín de velada) talló en la madera de un duro eucalipto en
tres meses y medio, el rostro y dorso de un hombre que sube al cielo
que tituló “La resurrección”, lo conocemos cariñosamente por el
Tronquito y se encuentra en el primer jardín, casi enfrente de la entrada
de checadores. Julio Cueva modelaba en barro y transportaba a bronce,
logro dar vida a hechos históricos como el nacimiento de Roma.
Fernando Mainero y Rubén Ricalde hablaban de sus colecciones numis-
máticas, de la moneda mexicana, de los errores en la acuñación, de las
remarcadas, de la variedad infinita de las revolucionarias y Fernando
presumía de tener entre otras, una moneda ordenada a los generales
Calixto Contreras y Severino Ceniceros por Pancho Villa, en la que se
manifestaba el odio del guerrillero hacia Victoriano Huerta, culpable de
la muerte de Francisco I. Madero. La moneda acuñada en 1914, en dife-
rentes metales, lleva en el exergo la leyenda de “Muera Huerta”, caso
excepcional en la numismática porque lleva un mensaje político.
Jorge Meyrán García y Fernando Castañón Núñez charlaban de sus pro-
fundos conocimientos de los cactus, mientras Bernardo Vidart y Oscar
Dávila Sheldon desaparecían, frente a todos, un espinoso nopal. Luis
Martín Abreu esperaba capturar todo lo escrito para editarlo y Ney
Chavolla Contreras encuadernarlo con pastas gruesas de color oro como
una memoria más de mi Centenario.
Todo estaba casi listo y Ruy Pérez Tamayo, filosóficamente y con su
sutil sentido del humor y del orden, hacia la programación para que
Juan Miguel Abdo Francis, orador de voz firme y escritor-poeta nos
declamara una de sus múltiples poesías. En esta ocasión “Sangre verde”
de cuatro cuartetos y María Antonieta Cuevas, locutora, haría algunas
presentaciones con alusiones al acto.
En el vestíbulo, Braulio Hernández Carbajal (Ciro Pera loca) inventaba un
no sé qué, para aplicarlo en un no sé cuál y Carlos García Irigoyen cafe-
tólogo-mayista se preocupaba porque el café que se serviría durante el
Buda caracolero terminado. Sergio
Sergio esculpiendo al buda
Cara al futuro tallada en tronco
Hospital General de México OD
Escultura en bronce de 20 X 10 cm.Autor Julio Cueva
Sangre verde
Mágica ciudad de palacios ancestros,
Te estás muriendo y nadie advierte tu agonía.
En aras del progreso te han desangrado....
Ya casi no hay sangre que corra por tus vías.
En cruel sangría verde te talaron los bosques.
Comprimieron tus ríos en largas tuberías.
Y haciendo caso omiso de tu grito de vida,
te arrancaron las flores y arruinaron tus días.
Yo quisiera ser verde para darte mi sangre
y volver a sentirte alegre y querida.
Ver los niños corriendo por tus calles y parques
sembrando esperanzas; cultivando alegrías.
Por cada grano de polvo, sembrarte dos árboles,
por cada gota de sangre, una lluvia de estrellas.
Romper tus cadenas, limpiarte los aires
con la sangre verde que nutre la vida.
Juan Miguel Abdo Francis
Mis Imágenes cien años
receso fuera fresco, recién tostado y molido, de excelente aroma, sabor, humean-
te y caliente, en el mostrador de la cafetería que está en el lado izquierdo de la
entrada de mi auditorio.
Las máquinas del clima estaban funcionando a toda capacidad y el ambiente
fresco se iba ocupando poco a poco hasta los topes, con más de quinientos asis-
tentes. En la puerta estaba Octavio Amancio Chassin con sus títeres, e imitando
la voz del pato Donald, daba la bienvenida.
María Elena Anzures, melómana-egiptóloga estudiosa, sin conocer el programa
pensó que ingresaba a la Sala Nezahualcoyotl a escuchar el concierto dominical
de la Ofunam en compañía de los Consultores. Mi Sociedad Médica, su Cuerpo
Directivo y mi personal estaban muy tranquilos.
Rafael Buitrón, con sus autos miniatura de Fórmula Uno presumía con Luis
Molina Fernández de Lara, quien llegaba en su patineta a la vez que aparecía
Juan Andrade en su bicicleta, Enrique Flores Espinosa esperaba a su brother
George y Francisco P. Navarro Reynoso, con su perro pastor alemán, cuidaba que
todos los asistentes entraran sin boleto. Ramiro Bonifaz tenía preparados, en su
casa, unos estupendos tacos de moronga con epazote, sazonados con concentra-
do de plaquetas y chile de árbol a donde llegó Paco Higuera sudando por la vida.
Eran las 11:00 de la mañana y la función iba a iniciarse…
LOABLE MISIÓN
Acróstico
H az de Luz para el enfermo
O lvidado a veces, firme: siempre.
S oledad y vida, todo en un halo
P lasmado con el espíritu de un pueblo.
I nvisible manto en su esperanza
T omando de la mano su pobreza,
A hogas en tu seno tu dolor, allá.
L a muerte implacable acecha.
G randes tus raíces, ya expuestas
E ntregan su vida, por la vida.
N iega alguien tu grandeza?
E l necio que no sabe de tu historia.
R emanso espiritual en casi un siglo
A bres tus brazos sin medida,
L ucen entonces tus heridas.
D ios existe en nuestras razones,
E l ejemplo tuyo en nuestros corazones.
M edicina, esencia de tu estirpe,
É narbola de blanco el blasón
X ipelotepec, inicia tu linaje?
I ncidiendo en lo más bello de la vida
C rearon tus raíces, muchas ramas, muchas flores,
O tros mundos, compartiendo así, el corazón.
Alejandro León Cruz Castellanos
Premios 245Mis Imágenes cien años
PPREMIOS
Desde 1997 tengo establecido un programa de estímulos y recom-
pensas que se otorgan cada año a mis hijos de acuerdo con las
bases establecidas para ello, por el Comité Nacional de Estímulos a la
Eficiencia y Calidad. Los candidatos son propuestos a mis autoridades
por mí mismo personal, en respuesta a la convocatoria anual corres-
pondiente: “Tener mínimo de dos años de antigüedad, constancia de
asistencia, buenas relaciones humanas en el desempeño de su trabajo,
alta competencia, responsabilidad, interés por la superación y el des-
arrollo profesional, etcétera.” Todo esto beneficia a mi enfermo y a mi
personal. Este se conciencia de que su trabajo, progresivo en calidad y
responsabilidad, será reconocido y premiado.
Se han establecido tres premios que honran con sus nombres a quien
orgullosamente los reciben: el premio Jaime Woolrich Domínguez cre-
ado y sostenido por el fideicomiso que lleva su nombre, para el mejor
trabajo urológico del año, de acuerdo con las bases específicas de este
premio y que comprende a los urólogos intra o extrahospitalarios y para
el trabajador de mi servicio de urología que más se haya distinguido en
el desempeño de sus funciones. El doctor Woolrich realizó su carrera
académica-docente-asistencial en mi seno hasta llegar a jefe de servicio
en lo que fue el pabellón 5 y que desde hace varios años lleva el nom-
bre del fundador de la urología moderna en nuestro País: doctor Aquilino
Villanueva Arreola, además es autor de los libros titulados: Compendio
de urología (1981) y Urología e introducción a la sexología (1984).
En 1997, como estímulo a mis mujeres trabajadoras (ginecofilia), y por
gestiones de Eduardo Díaz Franco, entonces presidente de mi Sociedad
Médica, se instauró el premio anual María Elena Anzures López, médica
que hizo toda su carrera en mi seno, y que fue, por oposición, jefe del
servicio de gastroenterología, distinguiéndose por su labor docente en
pregrado y posgrado, y su labor científica. Este premio fue avalado por
mis autoridades y financiado por los laboratorios Senosian.
Abarca tres categorías: rama médica, rama paramédica y afín.
Las bases de la convocatoria señalan que las candidatas en la rama
Hospital General de México OD
médica deben haberse distinguido por su labor asistencial, docente y de investi-
gación. Quienes han obtenido premios han sido: Susana Koffman de Alfaro, jefe de
la unidad de genética; Patricia Alonso de Ruiz, jefe de la unidad de citopatología;
Julieta Rojo Medina, jefe de turno matutino del banco de sangre; Alicia Kassian
Rank, jefe de la clínica del dolor; Lilia Ávila Ramírez, exjefe del servicio de car-
diología; Hilda Hidalgo Loperena, jefe del servicio de infectología y Patricia
Mercadillo Pérez, jefe de la unidad de dermatopatología. En la Rama paramédica:
por su labor asistencial y de superación personal, han recibido el premio: la enfer-
mera Evelina Aguilar Azcue, la química farmacobióloga Martha Maricela Flores, jefe
del laboratorio central, la licenciada en enfermería, Ana Ma. Aguilar; la técnica Rosa
Patricia Zarazua Turrubiate y la química Ana Luisa Jiménez Vaca, unidad de gené-
tica. En la Rama Afín: por puntualidad, dedicación a sus labores y por fomentar
las buenas relaciones con todos los compañeros del servicio donde laboran, se
hicieron acreedoras al premio: Isabel Mejía Padilla, Consuelo Toriz Pérez y Ana
María González Hernández. Todas las ganadoras de este premio han sido selec-
cionadas por un jurado encargado de elegir a la más destacada en cada rama.
Por último, se instaló el premio Trayectoria Institucional “Enrique Fernández
Hidalgo” establecido el 23 de octubre del año 2003. Otorgándose tres premios en
el área de cirugía: 1. Trayectoria más destacada. 2. Mejor trabajo publicado por
médicos de base. 3. Para el mejor residente en cirugía. Patrocinado por los
Laboratorios Altana y fueron entregados por primera ocasión el día 29 de abril del
año 2004 en la ceremonia de cambio de Mesa Directiva de la Sociedad Médica y
fueron los ganadores Raúl Cicero Sabido, Luis Mauricio Hurtado López y Ramiro
Hesiquio Silva, respectivamente.
Hace algunos años la Mesa Directiva otorgaba una pequeña estatua de plata de
la diosa griega Minerva* como premio anual para el mejor trabajo presentado en
esta institución y que patrocinaban los Laboratorios H. Robins S A de C V con la
cantidad de $5,000.00 pesos. En 1975-1976 se otorgó a: Susana Koffman de
Alfaro, María Dolores Saavedra, Enrique Margarit, Hugo Scaglia y Gregorio Pérez
Palacios por el trabajo de “Estados intersexuales” y al año siguiente se premió la
presentación de “Estados precancerosos de la piel” de los autores Jorge Peniche
Rosado, Amado Saúl Cano, Rafael Andrade Malabehar y Olga Insunza.
Hay personas que trabajan un día
y son buenos.
Otras trabajan un año
y son mejores.
Las que trabajan muchos años
son excelentes.
Pero las que trabajan toda la vida
¡son imprescindibles!
Bringas
*Minerva, en la mitología romana era la diosa de las artesanías y se identifica con la diosa griega Atenea. Júpiter y Juno trabajaron en el gran templo quecoronaba el Monte Capitolino en la antigua Roma (Todo lo anterior es un distractor). Fue el Pedro Antonio Bravo Bernabé, siendo presidente de laSociedad Médica quien lo instituyó. Después torpemente me olvide de este premio.
¿Quién administra mis recursos? 247Mis Imágenes cien años
¿¿QUIÉN ADMINISTRAMIS RECURSOS?
Me administra y controla un grupo de técnicos cada vez más com-
putarizados y estoy de acuerdo con Marina Castañeda, quien dice
que la vida es demasiado complicada para vivirla sin orden.
Me enorgullece decir que no sólo soy un jardín lleno de matices verdes
y cielo azul en donde, tú, mi enfermo, además de recobrar tu salud dis-
frutas de un paisaje fresco con pasillos rojos y pilares rosas, en los que
puedes pasear entre olores limpios, colores múltiples y la seguridad de
tu óptima asistencia y atención para la recuperación de tus enfermeda-
des y angustias.
Mis activos fijos que son los bienes considerados como implementos o
medios para el desarrollo de las actividades que realizo y son: mobiliario
y equipo para administración, equipo médico, instrumental quirúrgico e
inmuebles y vigilo el buen uso, y cuidado del patrimonio que es la
garantía del cumplimento de todas las labores que realizo.
Desde 1999 mi administración decidió fortalecer los mecanismos opera-
tivos del programa del levantamiento físico, registro y control del activo
físico cuyo propósito era realizar los trabajos de identificación de mis
bienes y actualización de su valor en mis estados financieros, que con-
cluyeron en julio del 2002 y a la fecha tengo, en registros computados
más de 90,000 bienes, mediante el sistema automatizado IVAF
(Inventario de Activo Fijo), lo mismo que le permite asignar a cada bien
un número de inventario identificado por medio de una etiqueta de
código de barras, lo que facilita el control, y con el programa permanen-
te de verificación, actualización y validación del activo fijo cuidan mis
treinta y dos unidades médicas y diez administrativas que tengo y no per-
mito, con este mecanismo, que mi patrimonio y el de ustedes, se afecte
por pérdida, robo o mal trato. ¡Todos comparten conmigo el compromiso
de la guardia y custodia de mi patrimonio!
Mi capacidad asistencial es amplia, pero no sólo se trata de números. En
el año del 2003 proporcioné cerca de 700,000 consultas, realicé 30,000
Hospital General de México OD
intervenciones quirúrgicas, casi tres millones de exámenes de laboratorio diversos
y estudios de imagenología y muchas otras actividades más.
He generado miles de ideas plasmadas en letras: revistas y libros y proyectos
terminados y no terminados, útiles y no útiles; pero todos son esfuerzos del pen-
samiento y energía de todo mi personal, orientados a mejorar todo al servicio de
tu salud: ¡tu vida!, sabiendo que la libertad del ser es aceptar lo que soy y no soy,
con mis limitaciones y dones. Continua aprovechando mi vida mientras me
encuentro en este mundo, pues ya pronto celebraré, celebraremos, mis primeros
Cien años de vida, y aun después, ya que de no utilizarme, siempre desarrollada
hacia delante en tu servicio, puede significar mi muerte.
Y recuerda: la vida se nos va como el agua a través de los dedos, rápido y sin dar-
nos cuenta, por lo que te digo ¡mis primeros Cien años; qué huella han dejado!
El don más grande que la naturaleza otorgo al hombre es la palabra, porque con
ella nombra y trae lo más lejano y olvidado, convirtiéndolo en ideas, pensa-
mientos y hechos, dijo Santos Vergara Badillo. Y tiene razón, pues me permite
escucharte, entenderte, razonar y reflexionar lo que es mejor para ti, así como
transmitir a las nuevas generaciones el futuro y los cambios necesarios que será
lo moderno del instante para mantenerme con mi tradición y mi historia, y juntos
hacer, siempre, nuestro gran espíritu que ha de perdurar por siempre.
Me preocupo pero no me angustio, ni me falta todo ni me sobra nada, pero no me
ha provocado hipertensión arterial ni ulcera péptica (más helicobacter) y no creo
que nunca tenga “cólico cerebral” por este motivo. (El cólico sólo lo condicionan
las vísceras huecas.)
Debemos esforzarnos para adquirir, razonablemente, nueva tecnología, pero
debemos empeñarnos en desarrollarla y aplicarla en todos los niveles en que se
necesite sin olvidar nunca la clínica como base del diagnóstico y la terapéutica.
El arte y la ciencia de la medicina
no es simplemente tener todos los
insumos necesarios para cumplir la
función de curar, prevenir o
rehabilitar; precisamente la parte
de la medicina nos permite, a
través de los años de cultivarla,
consolidar el conocimiento
generado por parte de la ciencia,
darle estructura y función a la
parte científica que nos permite
racionalizar el pensamiento,
hacerlo lógico, buscar elementos
que nos permitan emitir un juicio y,
finalmente, concluir el acto médico;
cuyo propósito es curar, controlar o
bien, compensar un problema
de salud.
Francisco Higuera R.
Reflexiones 249Mis Imágenes cien años
RREFLEXIONES
¿Que no me equivoco nunca?
Podía ser más cómodo no equivocarse nunca, que errar muchas
veces, pero sería mejor a la humanidad y a los hombres que en su
inquietud por renovarse, por acertar una vez acepten los inconvenientes
de equivocarse mil veces. José Ingenieros.
Yo te doy salud que es felicidad, si no la doy –porque llegaste muy
tarde– te puedo acompañar a las puertas invisibles “del más allá” apo-
yándote a ti y a tu familia con un extraordinario grupo de tanatólogos.
La manera de ganarle a la vida es saber que puedes perderla. Siempre
estoy contigo.
¿Soy rico en historia, tradición y esperanza?
Sí, la esperanza debemos alcanzarla con trabajo, pensamiento y cons-
tancia y olvidarnos de que a mayor ingreso más felicidad; vestir ropa de
Aca Joe, Hugo Boss, corbatas Scappino, Armani o las damas vestidas por
Adrianos, Area Conde, Bershka, Julio, MaxMar o Vértigo, o poseer un
felino domesticado, un Jaguar, casa en “Teca” o en “Inter”. Esto no nos
capacita académicamente ni no hace más humanos ni buscar una
relación congruente con lo que es el beneficio común y lo que da la
seguridad. La medicina, como otra rama de la actividad humana ha
sufrido cambios notables. Es posible que la demanda masiva de la aten-
ción médica, el avance de la tecnología más rápido que el avance de
las ciencias sociales, la medicina social asalariada y otros factores han
deteriorado, junto con el sistema burocrático, la relación médico-
paciente, entre médico y sociedad, entre médico e instituciones en
donde presta sus servicios –también me incluyo– sumando la penetra-
ción de las cadenas de hospitales privados y los seguros de gastos
médicos. Es por ello que necesitamos volver a identificar o generar un
nuevo espíritu que, apegado a las condiciones sociales actuales, le dé
al médico, al enfermo y a las instituciones (a mí mismo) una renovada
vitalidad encaminada a una relación armónica por ser simplemente
Reflexiones250 Hospital General de México OD
una obligación. Al médico se le obliga a dar servicio, a atender a los
enfermos bien, en buena forma, en cualquier momento, a dar explica-
ciones, consejos, tolerar su mal humor, a la exigencia. A las institucio-
nes a cumplir con una función dedicada a una operación de calidad que
cuente o no con todos los recursos que la ciencia médica requiere para
brindarla en ese sentido. Al ciudadano se le ha ofertado por todos los
gobiernos del orbe la salud, sin embargo, esta promesa u oferta no ha
sido cumplida. Si la relación médico-paciente se deterioró posiblemen-
te en los últimos cincuenta años ¿dónde quedaron para, fines prácticos,
los mil años de historia? Estudios sociales en grupos humanos con cono-
cimientos mínimos o nulos de la ciencia médica reflejan un trato humano
de acercamiento, la confianza que lograban con el enfermo y viceversa.
Y en este, tu Hospital, durante muchos años ha sido la tónica del ejerci-
cio médico de mis maestros que han mostrado compromiso con mi país,
con la sociedad, con la medicina, con el enfermo, con el estudiante,
¡conmigo! y con ellos mismos, venciendo muchos obstáculos para la
superación. Yo, Hospital General de México, soy una institución con
casi Cien años de vida forjada por cientos de personalidades con com-
promiso para el pueblo. Me inauguraron con el concepto moderno de
aquellos tiempos, ahora, debo renovarme. La sociedad se ha hecho más
demandante a consecuencia de un nivel de educación superior.
Mi tradición ya la conoces. Está escrita, certificada en la mente, en revis-
tas, periódicos y el espíritu de miles de médicos, enfermeras, todo el
personal y en el alma de los cientos de miles de enfermos a quienes he
tenido la dicha de curar y regresar a su medio psico-económico-social
como seres productivos y a los que por lo menos, cuando no era posi-
ble ofrecerles prevención, salud, rehabilitación o educación médica, les
ofrecí una sonrisa de comprensión y un respetuoso silencio desesperan-
te, en su paso al otro cielo.
Mi tradición está escrita con letras de oro en las páginas de la historia
de la medicina mexicana.
Al ciudadano se le ha ofertado por todos los gobiernos
del orbe la salud, sin embargo, esta promesa u oferta
no ha sido cumplida
Reflexiones 251Mis Imágenes cien años
M“MIS CIEN AÑOS” LO QUE ME DICE
UNA ADOLESCENTE
Toda nuestra vida y la existencia de este Universo se reduce a una
sola expresión: los momentos. No me refiero a aquellos que son
delimitados por las manecillas del reloj, sino aquellos que son definidos
por la conciencia del hombre, o incluso, por su corazón. Y estos
momentos son indefinibles por completo, ya que al vivirlos pueden
parecer a veces infinitos, a veces como ráfagas de viento huracanado; y
al recordarlos son pedazos de tiempo congelados en la historia, o inclu-
so, pedazos de historia congelados en el tiempo, de los cuales no hay
dos iguales, porque si los hubiera, los momentos perderían su esencia,
y con ésta, la razón de su haber. Así se define el paso del tiempo.
Para algunos seres humanos (me atrevería a decir que la mayoría), el
paso del tiempo y de los años resulta una experiencia angustiante y
deprimente, los otros saben que hay muchos a los que el destino no con-
cede más oportunidad y el tiempo termina para ellos, saben que son
afortunados al tener un año, un mes, un día, un minuto o un segundo
más de existencia, y se dedican a vivirlos.
Los Cien Años de un hospital
El Hospital General es la representación física más pura del juramento
de Hipócrates. Un lugar designado a la aplicación de la ciencia galena
en todo su esplendor. Para un hombre desahuciado, es la esperanza,
para un hombre con dolorosa enfermedad, es el alivio, para un hombre
a punto de morir, es la vida.
El Hospital General no es lo que es por sus paredes, por sus pisos o por
sus ventanas, ni siquiera por los medicamentos o las camillas. Su mismí-
sima esencia proviene de cada uno de los corazones de las personas que
salvan vidas dentro de sus instalaciones día con día. Cientos de hombres
y mujeres con una sola vocación, con el mismo deseo en la conciencia:
mejorar la existencia de otro ser humano, aliviar sus sufrimientos, reno-
var su calidad de vida. Darle salud y con ésta, felicidad, convirtiendo así
a la medicina en la más noble de las profesiones.
Reflexiones252 Hospital General de México OD
¿Y qué es el Hospital General? Es el refugio y el hogar de la medicina.
Por eso, Cien años representan más que sólo un número, o un simple
aniversario. Tal vez algunos dirán: ¿qué son cien años comparados con
los miles de años de la Tierra, con los millones del Cosmos, con la
Eternidad? La respuesta a una pregunta tan impertinente es la siguiente:
para este Hospital cien años encierran miles de vidas salvadas, repara-
das, mejoradas. Cien años son un conjunto de infinitas historias, de
enfermeras, de médicos, recepcionistas, cada uno con una vida propia,
una historia única e irrepetible dedicada al Hospital General. Para este
Hospital Cien Años encierran miles de vidas salvadas reparadas, mejo-
radas. Cien años son una eternidad de felicidad, tristeza, esperanza y
decepción; una fuente inagotable de momentos. Es, gracias a esas per-
sonas dedicadas a la salud de los demás, que hoy se puede decir que
llevan cien años de salvar vidas, y todo lo que éstas representan, en este
Hospital General.
Y desde los legendarios fundadores, los presidentes y directores, hasta el
más modesto ayudante de intendencia, de todas las épocas tienen dere-
cho a decir: “Contribuí en estos Cien Años de servir a la humanidad.”
A pesar de la magnitud humana que representa un siglo, cien años son
el comienzo para el Hospital General, pues la esperanza certera nos
dicta que estará presente en nuestras vidas muchos años más.
Diciembre del 2003
Carla Daniela
Nieta de Carlos García Irigoyen
Consultor técnico
...Al tener un año, un mes, un día, un minuto o un
segundo más de existencia, y se dedican a vivirlos
Reflexiones 253Mis Imágenes cien años
¿Soy pobre en recursos materiales? ¡Sí mi mal crónico! Pero no ha
impedido que cumpla con mis funciones Mi riqueza, es otra. Mis
valores son los que ustedes me han forjado a través de cien años de res-
ponsabilidad compartida. Tengo carencias, retrasos tecnológicos, incon-
formidad social, los satisfactores personales los alcanzan con dificultad y
el sentido biopsicosocial de la salud no se ha logrado. Por ello debemos
tomar nuevos valores que nos permitan tener la satisfacción en nuestra
actividad médica, sumar los conocimientos de la bioética, los derechos
humanos y particulares de cada uno de los participantes en la actividad
médica, con el propósito de que las instituciones brinden con total
cabalidad fuente de salud para todos. Las instituciones deben de servir
igual con todos los colaboradores que en ella laboran, a toda la sociedad
con principios de igualdad, equidad y calidad. Para cumplir con el pro-
pósito mencionado debemos cambiar nuestro espíritu con creatividad,
imaginación, compromiso, honestidad, arrojo, osadía, confianza, lealtad,
respeto, organización, siempre actualizados y la buena intención para
cambiar nuestro sistema operacional desburocratizando sus funciones.
Hoy se considera como el mejor médico a ¿aquél que da más conferen-
cias? ¿Asiste a más congresos?, ¿quien tiene el currículo más amplio?,
¿quien pertenece a más asociaciones nacionales y extranjeras de carácter
médico?, ¿quien más investiga para la industria farmacéutica? o ¿a quien
mejor trata a sus enfermos, quien tiene más aciertos en salud publica?,
¿qué mantiene una población sana y controlada, y que de esas acciones
genere una experiencia publicable y transmisible?
La solución es generar nuevas condiciones laborales, redistribuyendo
mejor los recursos humanos y financieros cuyo resultado sería una
actividad médica más responsable y eficiente. La sola jerarquización de
los niveles de atención no ha sido suficiente para lograr el propósito
mencionado, la formación de grupos de trabajo en clínicas, como se les
conoce en el ámbito médico, tampoco lo ha sido. La demanda ciudada-
na es justa y legítima. Los médicos estamos obligados a escuchar a las
personas e intentar, por lo menos, darle solución y buscar en el arte-
MMIS NUEVOS VALORES
Reflexiones254 Hospital General de México OD
ciencia de la medicina otros valores que nos permitan, si no suplir, tam-
poco compensar los valores materiales, tomar aquellos nuevos valores
que nos permitan tener la satisfacción en nuestra actividad médica
aunados a los conocimientos de la bioética, los derechos humanos, y los
derechos particulares de cada uno de los participantes en la actividad
médica.
He dicho que desde que nací he recibido a todo aquel enfermo que
solicita mis servicios lo que nos obliga a buscar un nuevo camino. La
campaña de calidad de atención médica lanzada por el Gobierno
Federal es en gran parte uno de los pasos que debemos dar, sin embargo,
el siguiente, es regresar a ser profesionales en nuestra actividad.
La reorganización de la función debe tender a lograr dos indicadores
principales: más años de vida y mejor calidad de la misma. Debe de
existir la tendencia de que el individuo que nace sano debe de mante-
nerse sano y el individuo que se enferma en el transcurso de su vida de
un trastorno crónico deben prevenírsele las complicaciones secundarias.
Es por ello que los círculos de atención médica pueden ser el satisfactor
médico que permita satisfacer y cumplir con la demanda social para que
al cumplir con la actividad médica llene muestras expectativas como
integrantes y servidores de la sociedad. Entonces debemos pensar: ¿qué
debemos hacer nosotros por la práctica médica? Lo que debemos hacer
es buscar y formar un nuevo espíritu en nuestra práctica en beneficio de
la comunidad.
Las instituciones deben de servir igual con todos los
colaboradores que en ella laboran, a toda la sociedad
con principios de igualdad, equidad y calidad
El aspecto mágico de mi vida 255Mis Imágenes cien años
EEL ASPECTO MÁGICODE MI VIDA
En la cosmogonía del pueblo mexicano han existido desde siempre,
historias cargadas de misterio y de encanto por lo inexplicable, y yo
no he sido la excepción en este rubro, al igual que muchos de mis her-
manos y parientes. Algunas de estas leyendas vienen desde antes de que
nos construyeran los misioneros, pero otras se circunscriben al ambiente
hospitalario, solamente.
No he querido dejar de lado estas narraciones que escucho con mucha
frecuencia entre mis visitantes y pacientes, así que las comparto contigo.
Cuentan que algunas noches transita por mis pasillos una mujer de
forma etérea con un vestido blanco almidonado, de sonrisa grácil y que
brinda atención cuidadosa a alguno de mis enfermos en estado crítico.
Nadie sabe su nombre ni dónde localizarla. Aparece en diferentes sitios
no todos escuchan su voz y desaparece como apareció: como un susu-
rro de viento lánguido que dice “aquí estoy”, pero al buscarlo, tal vez
sintamos el roce ligero de su eterno siempre. Algunos hablan de ella,
pero cuando lo hacen acrecientan sus bondades y sus hechos. Tú, mi
amoroso enfermo ¿la conoces?
El relato que ha continuación encontrarás es una de tantas cosas mági-
cas que se cuentas los enfermos en sus noches de insomnio.
La Planchada
“Tenía doce años cuando me operaron en la unidad de urología del
Hospital General. En la sala en donde me encamaron había seis camas.
Enfrente de la mía estaba un enfermo que hablaba muy raro, luego le vi
un agujerito en el cuello y por allí respiraba. Me acuerdo que la primera
noche que pasé ahí después de mi operación, las enfermeras me habín
amarrado las manos a los barandales para que estuviera quieto y no me
quitará el suero. De repente, el enfermo de enfrente se me echó encima.
Yo me asusté mucho, como pude me zafé y brinqué de la cama.
Después supe que el pobre quería tocar el timbre porque se estaba aho-
El aspecto mágico de mi vida256 Hospital General de México OD
gando. Al oír mis gritos llegaron rápido una enfermera y un doctor para
ayudarlo y le sacaron algo atorado en la garganta. Con el esfuerzo que
hice para bajarme de la cama se abrió mi herida y el doctor me tuvo que
coser allí mismo; sólo me puso una inyección para el dolor.
Como era el único niño en el pabellón, una señora, también enferma de
allí, se ofreció a cuidarme de noche. Esa noche me la pasé muy inquieto,
sentía que mi cuerpo me hervía y tenía mucho dolor. Ya iba a amanecer
y yo no me podía estar en paz, daba vuelta pa’llá y vuelta pa’cá, cuando
de repente vi a una enfermera, muy bonita, vestida diferente a las demás,
de uniforme blanquísimo y con un gorro muy alto y una capa azul y que
me empieza a hablar muy suave. Me dijo que con esa inyección que me
iba a poner me aliviaría muy pronto. También habló con la señora. La
inyección no me dolió nada. La señorita sólo se quedó un ratito con su
mano en mi frente; después me dormí. Amanecí muy aliviado, sin dolor
ni fiebre. Le platicamos a la primera, la jefa de las enfermeras de ahí;
pero ella nos dijo que eso era imposible, que nadie había venido a
inyectarme y que además no existía enfermera alguna con esas señas.”
La Virgen que se fue
Cuenta Ney Cahavolla: “Un enfermo de tuberculosis pulmonar acudió a
su cita en el servicio de neumología. Antes de pasar a la consulta se
encontraba orando por su salud. De repente perdió el conocimiento y
antes de caer invocó a la Virgen de Guadalupe. Afirma que en su delirio
la vio en el hueco del árbol que estaba frente a él. Cuando salió del esta-
do crítico contó esta experiencia y días después fue dado de alta del
El aspecto mágico de mi vida 257Mis Imágenes cien años
servicio, pues ya estaba recuperado de sus males”.
La tradición, la fe, y la religiosidad de los enfermos veneraban al árbol,
pues dentro del hueco veían la silueta de la virgen de Guadalupe; en
éste colocaban milagros, veladoras encendidas y lo consideraban “el
árbol sagrado del hospital“. Al pasar el tiempo las manifestaciones de fe
crecían (y también los vivales). En torno al árbol que se encuentra frente
al ángulo izquierdo del edificio de neumología, se formaban hasta
romerías con manifestaciones externas de fe y hubo hasta quien reco-
giera limosnas e hiciera algún “negocito”. El tiempo siguió pasando, el
árbol cambio sus formas y su corteza y la imagen se fueron modificando
y a pesar de eso el culto crecía, por lo que mis autoridades ordenaron
extirpar la corteza de mi árbol en el sitio en donde la imaginación reco-
nocía la imagen de la Virgen. Con esto la Virgen y su culto se fueron de
este sitio. En mis imágenes encontraras el árbol y el sitio de la virgen que
se fue. No tengo las primera imágenes pues el doctor Cicero, quien las
tiene, dice que están perdidas en el escándalo de sus archivos y no logré
que las buscará para mí.
Por supuesto que no solo he tenido hijos
Mis hijas forman un grupo muy importante y sólo enumerarlas me lleva-
ría muchas hojas. Se han integrado desde que inicié los movimientos
respiratorios por mis alvéolos pulmonares, los jardines, junto con mi cir-
culación de enfermos por mis pabellones. A mis doctoras no las men-
ciono porque ya lo he hecho en todo el relato, sin embargo, quiero
hablar de las mujeres que son piedra fundamental en tu cuidado diario.
La virgen que se fue
Mis Imágenes cien años
SSubdirección de enfermería
Subdirección de enfermería 261Mis Imágenes cien años
Fueron Maude Dato y Gertrudis Friedrich, de origen alemán (1905) y
Maria Mc Claud y Ana Jamburi, estadounidenses (1906) quienes
plantaron las semillas a través de un curso básico de enfermería que ha
florecido: mis enfermeras, que en mis Cien años nunca han dejado de
acompañarme con sus cuerpos gráciles, movimientos cadenciosos, sus
alegres sonrisas. Están cambiando su imagen, ya que se han esforzado
todo el tiempo en mejorar la calidad de la atención, la enseñanza pro-
gramada, la incidental, la reglamentación, la administración, la investi-
gación, la difusión de todos sus logros y la dulzura de su trato que, unido
a su progreso académico constante a través de la Escuela de Enfermería,
han acompañado a mis hijos médicos en el transcurso de mi vida, y
considero que su presencia ha sido siempre brillante e imprescindible.
Recuerdo que en una de las primeras cartas u ordenatas que registré
fue del 9 de febrero de 1905, la enferma se llamó Carolina Gómez y
se atendió en la cama 2 de maternidad, sala de embarazadas a cargo
del doctor López Hermosa teniendo como practicante a F. Barrera y
con el apoyo de las señoritas Ángela Anaya (partera en jefe) y Dolores
Osorio (segunda partera).
Durante muchos años transitaron por los pasillos y pabellones con batas
y cofias blancas (a veces medio grises), delantales blancos y almidona-
dos que susurraban quedamente “yo te cuido y cumplo las indicaciones
que sobre tu enfermedad me dan los médicos” y siempre te he querido.
Este uniforme que usaron durante casi un siglo decidí que lo cambiaran
el 30 de agosto del 2001, ya sin la cofia en la que portabas símbolos de
jerarquía o nivel académico, pero que sin duda mis enfermeros no la uti-
lizaban y que no cumple ninguna función. En su origen era una toca
que cubría el cabello, en la actualidad no tiene ninguna utilidad, no las
distingue de las meseras de restaurante o elaboradoras de miles de anto-
jitos de mercados de las colonias, sobre ruedas o tianguis (¡que me están
ahogando!). Además se cambió el albo color del uniforme por rosa páli-
do, guinda, verde, azul cielo, amarillo o azul marino del personal
docente en esta área, en y durante el tiempo laboral intrahospitalario.
Primera carta de mi hijo
Primeras cartas de mis hijos
Subdirección de enfermería262 Hospital General de México OD
En febrero del año 2003, por problemas económico-sindicales, se regre-
só al uso del uniforme blanco, sin cofia. En el quirófano utilizan una
bata corta multicolor y doble turbante azul.
Algunas de mis enfermeras, después de la merecida jubilación, me
siguen apoyando como amantes eternas para mi gloria y tu salud, como
María Elena Hernández Saucedo ex primera (ex jefa) de otorrinolaringo-
logía que a los 84 años de edad y ya jubilada sigue asistiendo con subli-
me animo, al servicio.
Mis enfermeras respetan profundamente su decálogo.
En el año 2004 la subdirección general de enfermeras estaba formada
por: Patricia Cordero Gómez, sujefa del departamento de enseñanza;
Rosa Albertina Garrido Gómez, asesora de proyectos de la subdirección
de enfermería; Araceli Salazar Pereyra, sujefa del departamento de aten-
ción médica en enfermería; María Soledad Ortiz Vázquez, adscrita a
la subdirección de enfermería; María A. Rocío Fernández Hernández,
jefa del departamento de atención médica en enfermería; María
Alejandra Arredondo Pérez, jefa del departamento de enseñanza
e investigación en enfermería; María del Pilar Granda Balcazar, jefa
de planeación y evaluación en enfermería; Martha García Flores, subdi-
rectora de enfermería; Josefina Abrego Bulnes, asistente de la subdirec-
ción de enfermería; Damariz Huerta Meraz, jefa de reclutamiento
y selección en enfermería.
En el siguiente cuadro te muestro el año, el nombre de las jefas o sub-
directoras de enfermería que he tenido y las aportaciones más destaca-
das que me brindaron durante su gestión. A través de ellas les brindo un
homenaje a todas.
Los nombres de mis hijas, que cumpliendo con su responsable trabajo,
fallecieron en el sismo de septiembre de1985, quedron grabados en una
placa conmemorativa.
Algunas de mis enfermeras, después de la mereci-
da jubilación, me siguen apoyando como amantes
eternas para mi gloria y tu salud
Integrantes de la subdirección de enfermeras
Subdirección de enfermería 263Mis Imágenes cien años
1908 Carmen Pérez Franco, 1956
Curso para enfermeras en 1928
Maribel Pineda Juárez
Decálogo del código de ética
para las enfermeras y enfermeros de México
La observancia del código de ética para el personal de enfermería nos
compromete a:
1. Respetar y cuidar la vida y los derechos humanos, mantenido una
conducta leal y honesta a la vida de las personas.
2. Proteger la integridad de las personas ante cualquier afectación, otor-
gando cuidados de enfermería libres de riesgos.
3. Mantener una relación estrictamente profesional con las personas
que atiende, sin distinción de raza, clase social, creencia religiosa y pre-
ferencia política.
4. Asumir la responsabilidad como miembro del equipo de salud,
enfocando los cuidados hacia la conservación de la salud y preven-
ción del daño.
5. Guardar el secreto profesional observando los límites del mismo,
ante riesgo o daño a la propia persona o a terceros.
6. Procurar que el entorno laboral sea seguro tanto para las personas,
sujeto de la atención de enfermería, como para quienes conforman el
equipo de salud.
7. Evitar la competencia desleal y compartir con estudiantes y colegas
experiencias y conocimientos en beneficio de las personas y de la
comunidad de enfermería.
8. Asumir el compromiso responsable de actualizar y aplicar los cono-
cimientos científicos, técnicos y humanísticos de acuerdo a su compe-
tencia profesional.
9. Pungar por el desarrollo de la profesión y dignificar su ejercicio.
10. Fomentar la participación y el espíritu de grupo para lograr los fines
profesionales.
Subdirección de enfermería264 Hospital General de México OD
Subdirección de enfermería 265Mis Imágenes cien años
Hospital General de México OD
Quiero mencionarte que desde 1953, el servicio de anatomopatología es un gran
centro de docencia e investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad
Nacional Autónoma de México establecido en mi espacio.
En este servicio se han formado docenas de los mejores anatomopatólogos de
mi país. Manuel Tousaint inició esta importante rama de la medicina en 1913, en
lo que se llamó el laboratorio de anatomopatología. lsaac Costero establece las
bases de este servicio, Álvaro Tachiquín me dedica algunas horas en el día,
Clemente Villaseñor y José de Jesús Curiel en sus pequeños laboratorios hacían
únicamente labor asistencial, no de investigación.
Ruy Pérez Tamayo lo consolida al lograr el acuerdo respectivo entre Efrén del
Pozo por parte de la UNAM y Manuel Charvel, secretario de mi Consejo Técnico
Administrativo para el establecimiento, edificación, dotación de equipo, planea-
ción del trabajo asistencial, docente y de Investigación en la flamante unidad
inaugurada en 1953.
Ruy fue el primer jefe. Hermann Brandt y otros colegas lo apoyaron al inicio del
trabajo. Jorge Albores Saavedra, Héctor Abelardo Rodríguez Martínez y en la
actualidad Avissaid Santiago, han sido los Jefes que han mantenido y superado
mi prestigio desde su instalación.
En 1921 Gregorio Salas y Pablo
Mendizábal celebran e instituyen
el día de la enfermera.
Inicialmente se celebraba en
diciembre, después se cambió al
6 de enero
El 11 de octubre de 1955 se con-
stituyó mi Sociedad de
Enfermeras
Una mirada a mis laboratorios clínicos 267Mis Imágenes cien años
UUNA MIRADA A MISLABORATORIOS
CLÍNICOS
Un viernes del mes de julio del 2004, frente a una tasa de café y
conversando tranquilamente con Francisco Durazo Quiroz, quien
fue hace algunos ayeres jefe de mi laboratorio general, me contaba que
había llegado por primera vez a mis instalaciones en el año de 1940
como estudiante del tercer año de medicina y se inició como técnico del
laboratorio clínico, dirigido por don Ignacio González Guzmán. El labo-
ratorio estaba en el fondo de mis instalaciones, hacia la Av. Cuautémoc.
Se practicaban principalmente reacciones de Wasserman, coproparasi-
toscópicos, bacteriológicos, urianálisis y de química sanguínea, sólo
algunos metabolitos (glucosa, ácido úrico, urea y creatinina) y en el
turno matutino. Existía un laboratorio de histopatología atendido por
Clemente Villaseñor.
Predominaba entonces el criterio clínico. La influencia de la medicina
francesa se sentía y el laboratorio, como herramienta diagnóstica, era
subutilizado por lo reducido de su armamentarium y cuya tecnología
no ofrecía mayores aportaciones y sólo se recurría a él para confirmar
ciertos diagnósticos. La presencia de los grandes clínicos se dejaba
sentir: Manuel Gea González, Rosendo Amor, Gonzalo Castañeda, Darío
Fernández y otros destacados médicos recurrían en pocas ocasiones al
apoyo clínico del laboratorio o gabinete.
Las ideas renovadoras de tres figuras que fueron pioneras en sus respec-
tivas áreas y que propiciaron el nacimiento de las especialidades:
Aquilino Villanueva, Abraham Ayala González e Ignacio Chávez fueron
determinantes para el progreso en el área del laboratorio clínico. Se
inaugura el de estudios sobre el tifo y la tuberculosis a cargo de
Maximino Ruiz Castañeda, el laboratorio de investigaciones anatomo-
patológicas a cargo de Isaac Costero y el laboratorio de alergia bajo la
responsabilidad de Mario Salazar Mallén.
En 1926 se establecieron en el pabellón 5, cuyo jefe era Aquilino
Villanueva, tres laboratorios: uno de química sanguínea al mando de
Gustavo Argil, de hematología a cargo de Luis Sánchez Illades y el de
Hospital General de México OD
patología que estuvo a cargo de José de Jesús Curiel. Por cierto en 1927 el doc-
tor Argil publicó su trabajo sobre La prueba funcional de la sulfofenolftaleína y
por los años de 1950 Alberto Guevara Rojas presentó sus resultados de la depu-
ración de creatinina.
En 1953 nació el laboratorio de endocrinología con Juan José Paullada y el mismo
Durazo. En el servicio de gastroenterología Abraham Ayala González inició las
pruebas de quimismo gástrico, Meltzer Lyon, determinaciones enzimáticas y un
laboratorio de coprología.
En 1960, con la llegada a mi dirección de Clemente Robles, quien emprendió
una radical transformación de mi estructura, incluyó los laboratorios clínicos
integrándose algunos periféricos y se adquirió el equipo más moderno de la
época, con nueva organización, proyectos no sólo asistenciales sino docentes y
de investigación en un edificio moderno y adecuado que se inauguró en 1963,
por el entonces presidente de la República licenciado Adolfo López Mateos.
En 1964 fui el primer hospital de México con automatización de mi laboratorio
clínico.
Terminamos la tasa de café y Francisco, con su rostro siempre radiante y su ciru-
gía reciente, nos despedimos con un sonriente hasta luego.
Gracias por recordarme y contarme algo de tus muchos años entre mis matraces
y equipo Technicon.
El doctor Durazo dejó la jefatura del laboratorio central en 1966. Sin embargo,
en su laboratorio privado siempre me ayuda cuando se lo solicito. Miguel Ángel
Guillén González, endocrinólogo, fue mi siguiente jefe, aunque sólo duró un año en
el cargo, habiendo implantado un buen número de determinaciones hormonales.
En 1968 llegó a la jefatura Emilio Escarcega Tapia con un grupo importante de
investigadores, siendo el jefe de esta área el ilustre maestro Maximiliano Ruiz
Castañeda, investigador del tifo que desarrolló la prueba de la cintilla de papel
Mis raíces hincaron aquí muy
hondo y nutrieron mi vida
médica hasta hacer de mí lo que
soy. Veintiséis años vividos a su
sombra explican que me haya
considerado siempre hijo gen-
uino de este Hospital.
Ignacio Chávez
(1997)
Una mirada a mis laboratorios clínicos 269Mis Imágenes cien años
para el diagnóstico de la fiebre tifoidea. Emilio creó la sección de bac-
teriología con técnicas de detección de crecimientos bacterianos y el
antibiograma genérico con la modalidad de determinar los niveles inhi-
bitorios mínimos de los antibióticos, impulsó el departamento de infec-
ciones cruzadas, desarrolló el antibiograma genérico. Le acompañaron
Jorge Hill Juárez, Melitón Luna Castro y Sergio González Díaz, ahora
jefe de la unidad 304, de cirugía general.
A la salida de Escarcega en 1978, Marco Antonio González Salayandia
fue nombrado jefe de los servicios de laboratorio, durante su gestión
actualizó los sistemas automatizados y regularizó la tecnología de los
laboratorios periféricos; logró uniformar los reportes. Inició trabajos for-
males de farmacología fase 1 en humanos en la unidad metabólica de
farmacología clínica, que desapareció en 1986. En 1994 fue comisiona-
do a la Dirección General de Regulación Sanitaria bajo las ordenes de
Eduardo de Gortari Gorostiza y ahí desarrolló el primer estudio de
control de la calidad de los laboratorios clínicos que fue parte de la
Norma Oficial Mexicana para Control de la Calidad de los Laboratorios
Clínicos. Desde 1998 es consultor técnico de los laboratorios clínicos.
De julio de 1993 hasta julio de 1995 se hizo cargo del servicio Ana
Herminia Moranchel Roca. Después ocupó la jefatura Francisco Salido
Rengell de julio de 1995 a julio de 1997 y, por último, desde julio de
1997 hasta la actualidad ha dirigido mi laboratorio central y periféricos
Martha Marisela Flores Muñoz, quien con mi laboratorio automatizado
y sistematizado electrónicamente vigila el control de calidad interno con
un programa de análisis estadístico de mi propiedad, el que se diseñó
con la colaboración de Moisés Prochovnick K., del departamento de
informática; este programa muestra en el índice de variancia la calidad
de excelencia. A nivel internacional estamos inscritos en el External
Quality Assurance Services y participamos en el External Quality
Control –STA_STAGO que se realiza en París por la compañía Roche.
He recibido los siguientes reconocimientos a nivel nacional por mi
control de calidad:
Patricia Alonso es la mejor citóloga de México...
Se dice en el mundo y lo digo yo
Hospital General de México OD
Susana Koffman de Alfaro, mi hija
genetista, con la escuela que ha
formado y lo mucho que ha inves-
tigado y publicado no tiene nada
que ver con mi árbol genealógico
PECEL-PACAL: ciento quince constancias de participación continua, ciento diez y
nueve diplomas de excelencia en la calidad; cuarenta y ocho diplomas especiales
de reconocimiento entre los primeros lugares.
Beckman-Coulter ha emitido cuarenta diplomas para mí.
Recuerdo con alegría y melancolía agradecida a todos aquellos que con su
participación me forjaron y realizaron sus esfuerzos en aquellos obscuros y
productivos pequeños grandes laboratorios para el estudio del tifo, la lepra, la
coprología clínica, los exámenes del jugo gástrico y otros muchos más.
En 1923, mis hijos, Indalecio Valverde, Francisco P. Miranda y otros que se
encuentran químicamente puros en el seno de nuestra madre tierra, progresiva-
mente con el apoyo de mis autoridades, me han convertido en uno de los pilares
de apoyo diagnóstico e investigación para tu beneficio.
Trabajo social 271Mis Imágenes cien años
TTRABAJO SOCIAL
Convertido en departamento desde 1998 “... en el área de la salud,
es la acción especializada en el estudio de las carencias y las
necesidades sociales que inciden en el proceso de salud-enfermedad,
así como a la identificación de las formas y los recursos para su atención,
y de esta manera poder establecer alternativas de acción que tiendan a la
promoción, conservación, recuperación y rehabilitación de la salud en
los individuos, grupos y comunidades” (Terán Trillo M. 1989).
Esta área realiza la valoración y clasificación socio-económica de los
pacientes, la asistencia a los enfermos y sus familiares con la ficha
socio-económica y participa de manera importante en el programa de
cuidados paliativos en la clínica del dolor.
Un recuerdo respetuoso a Martha Müller Arizmendi, quien inició este
servicio en 1965, siendo mi director Clemente Robles Castillo.
Hoy cuento con ciento catorce trabajadoras sociales con la dirección de
María Luisa González Alonso.
¡Toda una profesión de apoyo a tu servicio!
Damas voluntarias 273Mis Imágenes cien años
DDAMAS VOLUNTARIAS
Su misión: apoyar al enfermo económica, moral y emocionalmente
para que no se deteriore su calidad de vida, realizándolo con gusto,
amor, paciencia y ánimo; proporcionándoles medios de curación y
sanación para hacer menos difícil su estancia en mis servicios.
¿Cómo lo realizan? De mil formas: con la donación de aparatos, sillas
de ruedas, muletas, diversas prótesis, marca pasos, medicamentos o
“coperacha” con los familiares que aportan distintos porcentajes para la
adquisición de aquello que está fuera del cuadro básico.
Además asisten a diferentes servicios para brindar ayuda y consuelo
siempre con una sonrisa y una palabra de aliento.Realizan festivales el
día del niño, de la madre, del padre y del anciano y en las épocas
navideñas ponen un bazar de artesanías, pinturas, ropa y objetos diver-
sos con la intención de conseguir recursos para sus nobles propósitos
con la venta de estos artículos. Atienden una cafetería y dos pequeñas
tiendas para conseguir algún recurso para sus nobles fines.
La primera presidenta de este comité fue Carmen Nava de Merchand
desde el 16 marzo de 1961 hasta 1989, en que fue nombrada Laura
Domene de Ramírez.
En la actualidad están dirigidas por mi hija Hilda Hidalgo de Higuera, y
ostentan el nombre de Organización del Voluntariado del Hospital
General de México, A. C., y desde hace muchos años tienen sus oficinas
en la planta baja de la unidad 404-B.
Casi desde mi nacimiento han estado presentes para ayudar, sin renume-
ración alguna, a quienes lo necesitan y he tenido desde monjas hasta
damas nice con recursos.
Gracias a todas por su apoyo, amor y desinterés.
Hospital General de México OD
SE SOLICITA
Mujer de amplio corazón que guste
mejorar las cosas, organice los even-
tos que ocurren a su alrededor; que
actúe mucho y hable poco; que siem-
pre diga que “puede hacerse” sin pre-
textos. Que inspire confianza en los
demás y que se interese en los prob-
lemas ajenos. Que tenga mucho
amor y compasión para dar y que en
caso de un apagón, en vez de malde-
cir la oscuridad, encienda una vela.
Que sea honesta, abierta,
trabajadora (ama de casa de
preferencia, experiencia la necesaria,
dinámica, proactiva y responsable.
Edad:.. es lo de menos.
Ofrecemos:
El reconocimiento de la sociedad a
tan noble labor.
El agradecimiento de cientos de per-
sonas necesitadas.
La satisfacción que implica dar.
Interesadas favor de enviar currículo
y fotografía o comunicarse
al Voluntariado del Hospital General
de México
At’n. Lic. Sánchez
Fax 5761 4343. Inútil presentarse si no
reúne los requisitos.
Tres reyes para una reina
Tienda del voluntariado
Hilda Hidalgo Loperena, presidemta del comité
Damas voluntarias
Para cuidar tu dieta 275Mis Imágenes cien años
PPARA CUIDAR TU DIETA
Cuento con un comité de apoyo nutricio, especializado en preparar tu
dieta si tienes malnutrición crónica o aguda con hipermetabolismo,
catabolismo o tienes riesgos de desnutrición. Vigilo tu alimentación
parenteral o enteral para que no tengas complicaciones mecánicas o
metabólicas. Francisco J. González Martínez coordina el comité de
soporte nutricio, y participan entre otros, Pablo Duarte Molina, Carlos
Cervantes Sánchez, Sandra López Romero y otros muchos que adquieren,
cuidan, elaboran y distribuyen los alimentos para evitarte el sobre peso,
la arteriosclerosis o aparezca hipertensión arterial por aumento en la
ingestión de sal.
No creo en las dietas de la luna, del sol, vegetarianas ni ninguna otra
para mantenerte en buen peso.
Al igual que en mis demás áreas, mis hijas de ésta, están comprometidas
con los diferentes objetivos a cumplir con respecto a tu alimentación
para que recuperes tu buena salud.
Cuentan con manuales de organización, procedimientos, organigramas,
programas de enseñanza o investigación con objetivos generales a corto,
mediano y largo plazo, con misión, visión y despliegues estratégicos.
Estoy profundamente orgulloso de ellas porque te sirven con profesiona-
lismo, lealtad, espíritu de superación y progreso. La renumeración más
alta que reciben es tener metido en el cerebro, la conciencia y espíritu,
que ayudan, en la parte que les corresponde, a tu recuperación y ase-
guran mi prestigio a nivel nacional e internacional.
Mis Imágenes cien años
OOjos
Ojos278 Hospital General de México OD
Ojos 279Mis Imágenes cien años
Todo mi organismo se encuentra bajo los ojos escrutadores de dife-
rentes dependencias que vigilan el cumplimiento de mis funciones
asistenciales, docentes, investigación, administración de los recursos
económicos que se me otorgan para que cumplir mis múltiples funcio-
nes: la Secretaria Salud, la Secretaria de Hacienda a través de diferentes
oficinas, la Contraloría General de la Federación, la Secretaria de
Industria y Comercio, la CONAMED, la Comisión de los Derechos
Humanos, incluso las Procuradurías Generales de Justicia de la Ciudad
de México y de la Nación, de los miles de ciudadanos que buscan en
mí su salud, mis estudiantes, mis residentes, los médicos y otras institu-
ciones medico-asistenciales, la medicina en general y otras muchas
dependencias, largas de enumerar, porque estoy en el centro, en el ojo
de los problemas económicos, políticos, sociales, culturales y educacio-
nales de mi país. Por supuesto, he mencionado algunos porque me es
imposible referirme a todos ellos, en estas notas, porque mi dirección
general tiene los recursos adecuados para hacerlo y a ellos no me voy a
referir. No es mi objetivo, pero si un poco al “ojo clínico” (observación
cuidadosa del enfermo, conocimiento de la patología y experiencia),
nos permite diagnosticar a un gran número de enfermedades con la sola
inspección de los enfermos o con sólo mirar sus ojos. A estos quiero
referirme brevemente.
Si están ictéricos pudiera existir hepatitis u obstrucción de las vías biliares,
si están realmente pálidos puede deberse fundamentalmente a cualquier
tipo de anemia (ferropriva, por pérdida crónica de sangre, por cualquier
tipo de neoplasia avanzada , hipotensión, etc), si es invidente: la luz no
llega a la retina, o los rayos de luz no se concentran correctamente en
ella o no puede percibir la luz, o los impulsos nerviosos no son trans-
mitidos al cerebro, o el cerebro no puede interpretar la información
enviada por el ojo, si observamos cataratas bilaterales debemos pensar
entre otras cosas, en diabetes mellitus, ojos de color diferente sugieren
distrofia muscular, labios muy secos y conjuntiva muy seca en el sín-
drome de Sjorgen, desviación de los rasgos faciales hacia un lado con
párpado entrecerrado y cara de dolor, probablemente neuralgia del
La luz no llega a sus ojos
Los ojos de la doctora que me quitó el dolor
Hospital General de México OD
facial, sin dolor, probablemente parálisis facial, o problema intracraneano, estra-
bismo convergente o divergente problemas de los músculos del ojo, si el ojo está
rojo por enfermedad múltiple que puede ir desde algún tipo de conjuntivitis hasta
glaucoma o discrasias sanguíneas. El edema palpebral, facial y general sugiere
quizá, insuficiencia renal crónica, el exoftalmos bilateral: enfermedad de Graves-
Basedow o bocio tóxico difuso; si están hundidos puede ser la manifestación de
algún grado de deshidratación o son tan sólo la expresión del dolor.
Pero además de ello son la expresión del espíritu y del alma. Por lo general, ojos
muy bellos, mencionados desde las sagradas escrituras y son la inspiración de
pensadores, músicos, poetas, escritores, quienes los refieren casi siempre al amor.
No es difícil, a través de la expresión de los ojos, conocer las emociones, espiritual,
de tristeza, abandono, desilusión, reencuentro, tranquilidad indiferencia, alegria,
concentración; esperanza-desesperanza, angustia, enojo, desesperación, llanto,
indiferencia-dolor o coqueteo, ojos que buscan a otros ojos para encontrarse,
ojos que cambian de “imagen” por corneas de color plástico o pueden ser… la
niña de mis ojos.
…y ojos que parecen
pedazos de cielo...
“El seminarista de los ojos negros”
Miguel Ramos Carrión
...comprendo que en tus ojos no me
veré jamás..
“Nocturno a Rosario”Manuel Acuña
... pero ni el sueño de algún poeta
ni los querubines que vio Jacob
fueron tan bellos cual la coqueta
de ojitos verdes,rubia griseta
que adora a veces el Duque Job...
“La Duquesa de Job”Manuel Gutiérrez Nájera
....vibran en el crepúsculo tus ojos
un dardo negro de pasión y enojos
que en mi carne y espíritu se lleva..
”El desierto. Idilio Salvaje”Alfonso Toro
....Tan apacible en su divina
calma que, viéndola, los
ojos se enmudecen y sin
saber porque, suspira el alma
“La noche”Manuel M. Flores
Mis Imágenes cien años
...y morderé sus orejas y su venas,
y haré que retroceda con los ojos
cerrados
en un espeso río de semen verde
“Material nupcial”Pablo Neruda
Tendida
Entre media luz y encaje,
Aguarda
La venerada de mis ojos
La hora de su cuerpo
Y la del mío
“Ritual de la amada”Robinson Rodríguez
...Cierro entonces los ojos lacerados
“Los ojos negros”Oliver Debroise
y sus ojos estaban vacíos
y asustados y dulces y buenos
y fríos
“En la sombra estaban sus ojos”Jaime Sabines
Ojos del cirujano
Ojos de desesperanza con esperanza. Tengo insuficiencia renal crónica
Hospital General de México OD
También aparecen mencionados enla letra de algunas melodías mexi-
canas:Cierra tus lindos ojosque tienen sueño...
“Arruyo”
Mario Talavera
De mis ojos esta brotando el llanto...
“Cuando vivas conmigo”
José A. Jiménez
Poco a poco se llenanmis ojos de llanto…
“Llegando a ti”
José A. Jiménez
Hay unos ojos que si me miran...
“Hay unos ojos”
José Guillermo Palacios
Los ojos que tú tienes...
“Adiós”
Alfredo Carrasco
No hay ojos más lindos...
“Ojos Tapatíos”
Federico Méndez
Que bonitos ojos tienes...
“La malagueña”
Elpidio Ramos
Finalmente… “!Ay ojón!”
Dicho polular
Ojos de cansancio. Me operaron
Ojos coquetos
La edad y el futuro 283Mis Imágenes cien años
LLA EDAD Y EL FUTURO
Entiendo perfectamente: los años no pasan en vano y hoy se trata de
desentrañar los misterios de la longevidad del ser humano, y en esto
la ciencia moderna desafía al destino en forma nunca vista. En las mito-
codrias se forman radicales libres que producen la mayor parte de la
energía utilizada por los seres vivos: del total de oxígeno consumido por
una célula, procesan 95% para transformar el alimento en combustible
perdiendo electrones que se dispersan dentro de las células y se unen
a distintas moléculas en un fenómeno dañino para los genes, llamado
oxidación, que destruye o altera el ADN lo que favorece la mutación
celular y causa cáncer y la muerte celular. Ambos son signos de enveje-
cimiento. Se ha encontrado un nexo esencial entre la oxidación, la
mutación del ADN y la edad: la acción nociva de los radicales libres no
sólo aumenta con el envejecimiento sino lo ocasiona. Cuanto más radi-
cales libres escapan de las mitocondrias, más daño sufren éstas, y así
resulta aun mayor el número de radicales libres que dejan escapar. Este
círculo vicioso empeora conforme envejecemos (parece ser que la
acetil-l-carnitina y el ácido alfalipoico, energetizante y antioxidante
respectivamente ¿mejoran? la condición. (Bruce Adams, Giovanna
Ferro Luzzi, bioquímicos).
Judith Campisi bióloga molecular y experta en genética del envejeci-
miento cree que pronto se podrán manipular los genes (los telómeros se
acortan con la edad y cuando son demasiado cortos envían una señal a
la célula para que deje de dividirse, lo que les hace entrar en un estado
de no división llamado senescencia cuya función más importante es la de
no producir cáncer) para prolongar la vida. Además, las nuevas vacunas
contra el cáncer, la aplicación de células madres en diferentes órganos
para “regenerarlos” corazón, arterias y otros permitirán que yo viva otros
cien años y muchos más.
La medicina y la realidad virtual. En su función sustantiva todas las
estructuras físicas biológicas envejecen y yo que vivo he envejecido un
poco (100 años, ¡y los que me faltan!) y a pesar de las cirugías recons-
tructivas que me han practicado siento que me falta una reestructuración
La edad y el futuro284 Hospital General de México OD
integral de acuerdo con la época, los métodos, la técnica y las cosas para
poder servirte mejor con la mirada puesta en el futuro y, seguramente
necesitaré cambios en mi estructura, hacerme un hospital vertical, mis
sistemas, mi pensamiento, mi reglamentación, sin nunca olvidar mi tra-
dición y mi productivo pasado.
No es que no nos atrevamos a hacer cosas difíciles, sino que las cosas
se vuelven difíciles porque no nos atrevemos hacerlas. (Ryfka Heyman).
La docencia y el futuro
Pensar en la realidad útil de transformarme en un hospital virtual con:
Educación a la población en general.
Educación médica continua para los profesionales.
Cursos de actualización para todo mi personal.
Consulta médica telefónica, por e-mail y otros medios.
Implantar los menues de servicios.
Fomentar la telemedicina, telecirugía y la robótica.
Tener aulas virtuales.
Fomentar el Ceids y buscar nuevos vínculos para la difusión del conoci-
miento.
Estoy consciente de que me es urgente utilizar todos los medios de difu-
sión y comunicaciones para educar a la población, educar para prevenir
(prensa, televisión, internet) y producir audiocasetes, cápsulas informati-
vas, CDs, DVDs, y para los médicos, telecirugía y robótica para difundir
a todos los niveles nacionales e internacionales los esfuerzos que realizo
en beneficio de tu salud como persona, parte importantísima de la comu-
nidad y de mi patria.
En la asistencia
Seguirán los transplantes de órganos humanos o biónicos con mejor
control de los problemas de rechazo, sustitutos de la hemotransfusión,
retinas hechas con microchips, fármacos que controlen la enfermedad
del Alzheimer, marcapasos cerebrales de titanio, terapia génica y
demás. Mi misión siempre será tu salud con calidad y equidad. Mi
visión es ser un centro de excelencia, líder nacional e internacional, mi
vida al servicio de tu salud, que cumpla con mi misión en un ambiente
de trabajo que fomente el desarrollo humano entre tú y mis hijos; con
nuevos objetivos estratégicos basados en la asistencia óptima, docencia
de calidad y proyección de investigación; todo para tu beneficio.
Renovar los eternos valores de la comunicación respetuosa entre tú y
mis médicos, con la seguridad de que se busca tu bienestar indepen-
dientemente de tu condición social, credo o raza, de que el valor de tus
derechos como enfermo y los de todo mi personal, la lealtad, la hones-
tidad y el respeto son los valores más elevados que la simple posesión
de bienes materiales para fomentar otros valores.
A propósito, quiero hacer una nueva consideración: me preocupa
mucho la enseñanza de la medicina. Desde que nací formo parte de un
binomio importante como hospital-escuela y mi padre siempre pensó
que yo tuviera a mi lado una escuela de medicina, cosa que no logró,
pero desde entonces, las puertas de mi casa se abrieron primero a las
escuelas de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México
y del Instituto Politécnico Nacional para, por último, abrí mis puertas a
las universidades privadas. La enseñanza de la medicina la hago en la
cabecera del enfermo.
Existe un exceso muy importante de alumnos en las licenciatura que
sobrepasan a los estudios técnicos en todo el País, lo que no es propor-
cional a las necesidades, distribución y oportunidades que tiene y brin-
da la población, por lo que estoy convencido de que esta es la forma
más costosa de preparar a los representantes de laboratorios médicos,
taxistas, vendedores múltiples o desempleados.
He sido un hospital diferente: Te puntualizo 285Mis Imágenes cien años
HHE SIDOUN HOSPITAL DIFERENTE:
TE PUNTUALIZO
• Soy el primer hospital general construido específicamente para esta
función e inaugurado a principios del siglo XX, con lo que se señala el
inicio de la medicina moderna mexicana. Esto reafirma el concepto de
asistencia médica: de caridad y bondad cristiana como responsabilidad
del estado.
• Siempre he formado parte esencial del binomio hospital-escuela.
• Único Hospital con carrera hospitalaria.
• Ocupo 124,295 metros cuadrados.
• Soy diferente porque casi todos los médicos de mi México han tenido
que ver conmigo en forma directa o indirecta, por cortos, medianos o
largos periodos.
• Tuve la primera escuela de enfermería y continuo formando a cientos
de ellas, que han hecho notar su imagen en otros países y en la
Organización Panamericana de la Salud por sus conocimientos, voca-
ción y profesionalismo.
• A través de estos Cien años he aumentado sustancialmente los recur-
sos humanos para la mejor administración en todas mis áreas.
Quiero seguir siendo un hospital diferente:
• Ser el modelo de hospital en el siglo XXI con las eternas bases sólidas
de que yo existo porque tú eres a quien me debo, el punto más brillante
de mi existencia: a quien he de prevenir de enfermedades, curarlo, ali-
viarlo, rehabilitarlo, darle mejor calidad de vida, proporcionarle, por lo
menos una sonrisa u ofrecerle una palabra de consuelo.
• Seguir siendo el mejor hospital-escuela.
Hospital General de México OD
• Reorganizar, mejorar y proyectar mi carrera hospitalaria.
• Sin perder un metro cuadrado de mi espacio, modificar la estructura de mi
cuerpo de acuerdo a los nuevos conceptos arquitectónicos, hacerme un hospital
vertical; con distribución de áreas con una orientación moderna y práctica para
brindar con más facilidad mis servicios que cada vez tiene mayor demanda. Tener
un edificio para investigación avanzada, docencia, áreas de descanso para mis
médicos, tal vez un hotel para los enfermos en recuperación, para los que llegan
de lejos, la residencia, ampliar el estacionamiento, adecuar las áreas de labora-
torio, imagenología y nuevos procedimientos mini invasivos de corta estancia,
establecer el registro único con tarjeta, adecuar los sistemas de informática
interna, crear una área especifica para telecirugía, ¿robótica?, informática, sala de
historia, museo, sociedad médica, todo con el apoyo de mis médicos, mi perso-
nal, mi Sociedad Médica y mi Patronato
• Redefinir el nivel asistencial que tú mereces, transformarme de hecho, en un
centro médico y tener en mi seno institutos de desarrollo técnico-asistencial.
• Siendo el hospital del que, de una u otra forma, en estancias cortas o largas, casi
todos los médicos de mi País sigan teniendo algo de mí. Quiero ser la tradición
basada en la experiencia y juicio sereno de mis maestros y quiero ser para ti,
joven médico, el hospital moderno, la institución centenaria en donde aprenderás
a amar el arte más profundo y divino que te permite penetrar a otro ser humano
para que viva y esto te enseñará sencillez, lealtad, respeto y gran valor de la vida
humana con grandes conocimientos bioéticos.
• Seguir mejorando cada día el gran universo docente y de investigación para mis
investigadores. Doctores en ciencias, maestros en salud, para mis enfermeras,
técnicos múltiples, trabajadoras sociales, psicólogos, ingenieros biomédicos,
administrativos; todo lo que constituye un universo para otro universo: tú.
Mis hijos que han sido
Presidentes de las Academia
Nacional de Medicina y de la
Academia Mexicana de Cirugía
Academia Nacional de Medicina 287Mis Imágenes cien años
AACADEMIA NACIONALDE MEDICINA
Y ACADEMIA MEXICANADE CIRUGÍA
No tengo la menor duda. Muchos, muchísimos de mis hijos han sido
presidentes de sociedades, colegios, asociaciones o federaciones
de todas las especialidades que se desarrollan en mi seno, y no pocos
han ocupado cargos importantes en las sociedades internacionales
correspondientes, en las que han puesto en alto no sólo su nombre y mi
nombre sino también el de mi País. Considero que es definitivo, para
fortalecer mi orgullo, en un futuro realizar una encuesta, un estudio
cuidadoso de todos estos datos y formar un pequeño gran capítulo con
todo ello para mi otro Centenario (febrero de 2105) o, por lo menos, en
una próxima edición de estas Mis Imágenes o un fascículo que se integre
a la memoria escrita y ocupe un lugar en el CEIDS como un homenaje y
para que todos se enteren o todos conozcan estos hechos, que fácilmen-
te se ignoran o se olvidan.
Es indiscutible que nuestras academias, la Nacional de Medicina, fun-
dada en 1864 y la Mexicana de Cirugía, establecida en 1933, son los
pilares que fortalecen nuestra medicina, conceptual y aplicativa, del
hoy y del futuro; cambiantes en sus perspectivas sobre la medicina de
nuestro país con base en el análisis de la patología, los cambios tecno-
lógicos y la bioética, la difusión de nuevos conceptos a través de sus
revistas y cursos de actualización. Su papel en la coordinación y vigilan-
cia de la certificación y recertificación de los consejos de especialidades
es de vital importancia. Ambas instituciones son órganos consultivos del
gobierno federal. Pertenecer a ellas es un sueño alcanzable para los
médicos de México.
En ambas academias algunos de mis hijos han tenido el elevado honor
de ser sus presidentes (uno o dos años según sus reglamentos) lo que
también al honrarme, me enaltece y dignifica. Te mencionare sus nom-
bres y el año en que dirigieron los destinos de ellas. Algunos estuvieron
cortos o largos periodos en mi espacio, pero en mi seno gestaron su pro-
yección. Unos han ocupado más de una vez la presidencia de una de
las corporaciones y otros han sido presidentes, en diferente tiempo de
ambas.
Academia Nacional de Medicina288 Hospital General de México OD
Ambas instituciones son órganos consultivos del
gobierno federal. Pertenecer a ellas es un sueño
alcanzable para los médicos de México.
Academia Nacional de Medicina
Academia Mexicana de Cirugía
Mi cumpleaños 289Mis Imágenes cien años
MMI CUMPLEAÑOS
Me estuvieron preparando, durante algunos meses, las fiestas de mi
Centenario. La Dirección General, la Sociedad Médica y mi
Patronato formaron el comité organizador, mi cuerpo Colegiado de
Consultores Técnicos fue el que elaboró el programa preliminar de lo
que sería la gran fiesta de la medicina de mi País: mi cumpleaños.
Fueron extraordinarias, incluyentes y durante todo el año que transcurrió
desde el 5 de febrero del 2005 al 5 de febrero del 2006 sentí tu
presencia a través de mis pasillos y todas mis instalaciones que como
siempre, están esperándote. Se llamó “El año del Centenario.”
La apertura de mis festejos se iniciaron el 17 de mayo del 2004 con un
concierto de gala en el Palacio de las Bellas Artes, coordinado por
Benito Lasky y auspiciado por la embajada de Israel y organizado para
festejar conjuntamente el LVI Aniversario de la Independencia del
Estado Israel, los LXX años del Palacio de Bellas Artes y por supuesto
mis próximos Cien años.
El 26 de mayo de ese mismo año se presentó el programa general de mis
festejos a la prensa, radio y televisión. He de mencionarte que casi todas
las actividades de mi Sociedad Médica desarrolladas en el transcurso de
ese año, se han titulado “Rumbo al Centenario”, iniciándose en mi XIII
Reunión realizada en el mes de febrero del 2004 en la ciudad de
Aguascalientes y organizada por la mesa directiva de Mi Sociedad, cuyo
presidente era Fernando Bernal Sahagún. El 19 de agosto de ese mismo
año y, en el auditorio Abraham Ayala González en una celebración
conjunta estuve con el Instituto de la Comunicación Humana en su
Cincuentenario, en un concierto de música mexicana a través de sus
compositores que brindó el Ensamble “Manuel M. Ponce”. bajo el auspi-
cio de la Dirección General de la Vinculación de CONACULTA, baste
decir que estuvo extraordinario. Como una gran actividad pre-congreso de
mi Centenario, se realizó mi XIV Reunión en la ciudad de Veracruz de los
días 1 al 4 de septiembre del 2004, “para ir tomando color”, organizado
por Mi Sociedad y siendo presidente de la mesa directiva Erich Basurto.
Hospital General de México OD
Se presentaron múltiples programas, concursos en mi honor titulados “Los pri-
meros Cien años de tu Hospital” en el auditorio Abraham Ayala González.
Comenzaron siendo los sábados y después los martes a las 14:30 horas “con
puertas abiertas” y en los que los participantes eran espontáneos aficionados a
la pintura, repujado, fotografía, bordado y demás, también había intérpretes de
instrumentos diversos: piano, guitarra y otros instrumentos. Escuchamos en
muchas ocasiones los versos emocionados de mis hijos poetas. Los premios fue-
ron becas de una casa de instrumentos musicales. Los organizó Rocío Villa
García con el apoyo del personal de mi auditorio, para su realización, por Carlos
Estrada Ley.
EL Magno Congreso del Centenario se efectuó de los días 4 al 9 de febrero del
2005, realizándose la Ceremonia inaugural en el Palacio de las Bellas Artes con la
asistencia del señor presidente Vicente Fox Quesada y las más altas autoridades de
mi País, como las del sector salud, rectores y directores de las diferentes universi-
dades y escuelas de medicina, directores de hospitales públicos y privados, algu-
nos embajadores de los países cuyos médicos se formaron en mi gran espacio
docente, los profesores invitados nacionales y extranjeros, enfermeras y personal
paramédico acompañados de todos aquellos que han pisado mis aulas o quirófa-
nos incluyendo algunos enfermos.
La parte académica se realizó los días 7, 8 y 9 de febrero, con la participación de
mis hijos médicos de todas las especialidades, enfermeras, trabajadoras sociales,
administrativos, técnicos en laboratorio, rayos X, cirugía experimental, fisioterapia,
con todo lo relacionado con la medicina del presente y del futuro en cincuenta y
nueve simposia, nueve conferencias magistrales y tres simposia de avances tecno-
lógicos. Tuve como invitados al Premio Nobel mexicano Mario Molina, Ruy Pérez
Tamayo quien consolidó la anatomopatología de nuestro México y genial filosofo,
el secretario de Salud Julio Frenk Mora y muchos más.
Me preguntas que por qué me festejaron académicamente en la Unidad de
Congresos del IMSS. Bueno, te contaré. En mis instalaciones no tengo los audito-
rios suficientes para brindarte comodidad. La otra razón es de peso (muchos
pesos en otros sitios), está muy cerca de mis instalaciones en donde también tuve
HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO
(himno)
Hospital General de México,
Centuria en la ciencia
y el saber.
Hospital General de México
Fuente de próceres en
su especialidad.
Hospital General de México,
tu magnitud y relevancia
es nacional.
México y pueblo te agradecen
y te cantan este elogio
esencial.
Hospital General de México,
Leyenda que jamás se
va a olvidar.
Hospital General de México,
testigo fiel de los
avances en salud.
Hospital General de México,
constantemente tú nos
das prosperidad.
México y pueblo te agradecen
y te cantan este elogio
esencial
Agustín Morales (mayo del 2004)
Mis Imágenes cien años
Hoy se inaugura tu noble y raro
alcázar, míralo... es para ti.
Tendrás un lecho, calor, amparo,
efectos, aire puro, sol claro...
¡qué bien se debe vivir aquí!
(fragmento Oda)
Amado Nervo.
5 de febrero de 1905
Las instituciones sin historia, sin
tradición, que se olvidan de quienes
fueron parte importante de su savia,
sin pensamientos adecuados y sin
ideas para el futuro desaparecen
con el tiempo. Yo seguiré viviendo
Feliz el hombre a quien al final de la
vida no le queda sino lo que ha
dado a los demás
Armando Fuentes
Programa de Bellas Artes
Mi cumpleaños292 Hospital General de México OD
actividades académicas en los auditorio Abraham Ayala González y
Aquilino Villanueva, además para visitarme y recordar tu paso por mis
instalaciones. La Unidad de Congresos te quedó a un paso. Suficientes
razones.
Tuve como actividades sociales el hermoso concierto después de la
ceremonia inaugural en el Palacio de las Bellas Artes, disfrutamos en los
jardines de la Casa del Académico de la UNAM, una extraordinaria
comida de fraternidad y la ceremonia de clausura se realizó, enmarca-
da por un concierto, en la Sala Nezahualcoyotl.
Al congreso médico invité a todos los médicos que han pasado por mis
aulas en cualquier periodo, y en particular, a los que se han destacado
nacional e internacionalmente teniéndome a mí como base de su éxito.
Mandaron a hacer algunos recuerdos que serán eternos: un timbre postal
lleno de añoranza colorida, que certificara el transporte de una misiva que
hará vivir un pensamiento, un diálogo, una noticia o tantas cosas que
qué se yo... pero hasta en eso estaré presente; unos pines o escudos de
solapa, sobrios coloridos y formales que los portarás en la solapa
izquierda de tu saco o en tu vestido, siempre cerca de tu corazón igual
que como yo te llevo en el mío.
Se escribieron dos libros en mi honor y por mi Centenario. Uno coor-
dinado por Luis Martín Abreu y este que tienes en tus manos.
Otros eventos para plasmar el recuerdo de mis festejos fueron un sor-
teo de la Lotería Nacional cuyos números y vigésimos te recordarán
que ganaste millones de conceptos académico-técnico-éticos y se te
multiplicaron cuando los invertiste en dar salud. Además acuñaron
medallas de plata conmemorativas y con mis imágenes. Su blanco sig-
nifica la amistad pura entre nosotros, la dureza del metal la firmeza de
nuestros conceptos y la durabilidad de nuestros recuerdos, y el sonido
cantarino de su voz metálica, la alegría de vivir: yo recordándote y hon-
Invitación agosto 19, 2004
Mi cumpleaños 293Mis Imágenes cien años
rándote al servir y, tú, tranquilo, sonriente, esperando otros Cien años
para ti, mi hijo enfermo, la primera y más importante razón de mi vida.
Me cantaron las mañanitas “estas son las mañanitas que cantaba el rey
David...” ¿Puedo hacer una última y breve consideración? Posiblemente
el rey David (1005-965 a. C.) haya estado presente el día de mi naci-
miento, pero en su vida estuvo muy ocupado y durante su reinado su
voz podía escucharse en la sala del trono o en la mesa del banquete en
donde se relataban sus actos heroicos y escandalosos otros, y eran moti-
vo de habladurías y chismes en Jerusalén. Siempre ha encarnado lo que
esperamos de nosotros mismos, ¿pero? de ello a cantar a las muchachas
bonitas ...
“He tenido un feliz primer Centenario”
Gracias a todos. Los espero en dentro de otros Cien años y siempre.
Esta es mi última reflexión, por el momento, pues el cansancio de tan-
tos recuerdos, emociones y visitas me han agotado… ni las acciones ni
el pensamiento se pierden. Nadan lenta y suavemente en el eterno mar
de la memoria. Las imágenes viven cuando las observas y te llenan de
colores el fondo del ojo, impregnadas de recuerdos y acciones, el pen-
samiento, las imágenes, los colores y los recuerdos forman, por supues-
to, parte de mi espíritu.
Hasta pronto…
Hospital General de México.
“Toda una vida al cuidado de la vida”Último tríptico
Mis hijos294 Hospital General de México ODM
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Aguirre, SofiaEnfermera
Alarcon Arredondo, Víctor M.Otorrinolaringología
Alarcon Martínez,YolandaSecretaria
Albores Saavedra, JorgePatólogo
Alexanderson, Graciela .Geriatra
Alonso, PatriciaCitóloga
Álvarez, Justo, Escalante Jorge Proyectos especiales
Álvarez Vega, José Anestesiólogo
Amansio Chassin, Octavio Epidemiólogo
Amaro, Erika Empleo y capacitación
Aragón, Fernando, López, Sandra yGracida Noe I.
Arellano Carrillo, Ma. Auxiliadora Ginecoobstetra
Arellano Mendoza, Ivvone Dermatóloga
Arias Ortiz, Ma. GabrielaSecretaria
Arroyo Yllanes, María Oftalmóloga
Aspe y Rosas, Julio Cardiólogo
Avilés Cobian Rubén Endocrinólogo pediatra
Barba Navarrete, GuadalupeAdministración
Barbosa Lugo, Trinidad Barrera, ClaudiaAfanadora
Basaure Edgar, RománOncólogo
Bautista Escamilla, Rosalba Afanadora
Becerril Segovia, AlejandroSecretario
Beristain, Rosalia Pediatra
Bermudes López, Ma. SantaServicios públicos
Mis hijos 295Mis Imágenes cien años
Bolea Murga, VictoriaQuimioterapeuta pediatra
Borja Amanda, D.Enfermera
Bravo Flores, Claudia Estomatóloga
Briones, Julieta; Álvarez, ErikaSeguridad privada
Rodríguez García, Carolina A.Secretaria
Cadena, Jorge,De la Garza, Mario y
Balas, Carlos
Cal y Mayor Villalobos, ManuelRadiólogo
Camacho Aguilera, JaimeInternista
Canalizo, Susana Dermatóloga
Canseco, PilarOtorrinolaringóloga
Cardenas, BerthaEnfermera
Cardenas del Olmo, Alejandro RafaelCirujano general
Carpio Cansino, GerardoCirujano general
Carrillo Galindo, AntonioGinecólogo
Castell Cancino, RaulUrólogo
Castillo, Rodolfo Cirujano plástico
Castro Castro, AlfredoAsistente
Cedillo Pérez, Ma. del Carmen Internista
Cervantes Zuñiga, Isaias Oncólogo
Servin Peza, JuventinoEnseñanza
Chávez Macías, Laura Neuropatóloga
Contreras Porras, Alfonso Ginecoobstetra
Coquis, Angel.Pediatría
Cordero Figueroa, Fernando Secretario de conflictos
Corral Medina, AdalbertoEndoscopista
Mis hijos296 Hospital General de México ODM
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Cortés Flores, Margarita,yOchoa, Alma Lilia
Estomatólogas
Cruz, Ma Elena,Alcantara Burguete, Ellette,
Protesistas
Cruz Carlos, HumbertoAnatomopatólogo
Cruz Gonzalez, MargaritaSecretaria
Cruz Jimenez, RosalindaCocinera
Cruz Melgar, Luis Cirujano general
Cruz Ramos, Ma. Elena Fuentes Martes, Sonia
De la Escosura Romero, Gabriel Neumólogo
Delgado Yepez, Judith Internista
Abogados del departamentojurídico
Díaz Rodíguez, Luis Ramón Oncólogo
Dieguez Jiménez Mauricio C.Infectólogo
Domínguez Domínguez, Antonio C.Cardiólogo
Domínguez Danache, E.Otorrinolaringóloga
Duarte, Carolina Hematóloga
Duarte Molina, Pablo Terapia intensiva
Durán, Marco A.Patólogo
Espinosa, José Estomatólogo
Estrada, Bertita Fajardo, Juan Otorrinolaringólogo
Fanghenel Salomón, Guillermo Endocrinólogo
Favela Enciso, ClaudiaAnalista administrativo
Fernández, Martha.Estomatóloga
Ferrer, Victoria Hematóloga
Fierro Luna, GermanDirección
Mis hijos 297Mis Imágenes cien años
FIgueroa Vadillo, Jazmín .Quimioterapeuta
Figueroa Zoloaga, AngelinaEnfermera
Finck Josephi, Gustavo U.Cirujano vascular
Flores García, JuanaEnfermera
Flores Muñoz, Martha MariselaQuímica farmacobióloga.
Franco Carmona, RubénJefe de talleres
Franco Guevara. Guillermo Terapia intensiva
Frutero Sandova, JuanaSecretaria
Galdamez Cardenas, CésarAuxiliar en cirugía experimental
Gallegos Alvir, Ma. Mónica Anestesióloga
García Aviles, Gerardo A.Servicios al público
García CalderasEnseñanza
García Estrada, JavierOncólogo
García León, Lucila García Resendiz David
Enfermeros
García, Lorenzo Internista
Garduño Arteaga, LeopoldoUrólogo
Garza Flores Humberto Cirujano general
Gavidia López, Luis Javier Pediatra
Gómez de la Cortina, José Carlos Anestesiólogo
Gómez López, RocioAnestesióloga
González, CeciliaEnfermera
González Chavarría Salvador Terapia intensiva
González KarlaSecretaria planeación
González Manuel Anestesiólogo
Guajardo Chavarria José Simón Cardiólogo
Mis hijos298 Hospital General de México ODM
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Guerrero Avendaño, Guadalupe Radióloga intervensionista
Guevara Rascado, MarthaRadióloga
Gutierrez Cabrera, JesusNeurocirujano
Guzmán Legorreta José A.Terapia intensiva
Guzmán M., José Ignacio Cirujano laparoscopista
Hernández Albizar, RaquelEnseñanza UNAM
Hernández Bravo, TeresaContadora
Hernández Cruz, DoloresSecretaria
Hernández, Dimas Oncólogo
Hernández Hernández,Eduardo
Intendencia
Hernández LibradaAdministrativa. UNAM
Hernández, Rosa Ma.Estomatóloga
Herrero, Manuel, Nestor, RubénTalleres
Huitrón García, Rafael GerardoGinecólogo
Hurtado López, MauricioCirujano general
IsabelSecretaria
Jalife Montaño, Abel Cirujano general
Jaspersen Gastellum, Jorge Urólogo
Jerónimo, Erika Secretaria
Kassack Ipiña, Juan JulioHematólogo
Leal Tamez, Manuel Ginecoobstetra
León de la Barra, Manuel . León González, Evida Internista
León Jesús, Miguel Lázaro Oncoquimioterapeuta
Lino Pérez, Leticia Reumatóloga
Mis hijos 299Mis Imágenes cien años
López Herranz, PatriciaAnestesióloga
López Olivares, María EstherSecretaria
López Palacios, SilviaEnseñanza
López Sánchez, Carlos Cirujano general
López, Victoria
LupitaContadora
Manzanilla García, HugoUrólogo
Marinez Villseñor, DavidMédico
Martell Pineda, Rosa María Alergóloga
Martínez Rozier, Luis Educación médica continua
Martínez, Silvia del CarmenEnfermera.
Mazquez, María de la CruzEnfermera
Medina Castro, Juan Manuel Residente
Medina Lara, LizbethSecretaria
Mendoza Álvarez, LeticiaSecretaria
Mercadillo, Patricia,Canalizo, Susana
Pineda, Blanca Estela
Mercadillo Pérez, Patricia Mergold Cruz, Elsa LeonorEnseñanza UNAM
Miranda Hernández, Hernándo Oncólogo
Miranda, MarisolCapacitación
Felipe, Carlos y Alejandro Montes Pardo, José LuisConsulta externa
Mora Flores, VenancioAparato AMX. Procesador de
muestras HE
Morales, Agustin Exdirector administrativo
Morales, CrisojonoSubdirección jurídica
Mis hijos300 Hospital General de México ODM
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ijos
Moreno, Francisco R.Internista
Mosqueira, Carlos Pediatra
Muñoz Cortés Sergio Bruno Dr.Ginecólogo
Naranjo Álvarez Ma. del CarmenSecretaria
Nava Olguín Patricia Enseñanza
Nava Ramon AlbertoEstomatólogo
Navarro, Irene Cirujano plástico
Nieto de Pascual, Raúl Urgencias
No me retrate Oncoestomatólogas
Oropeza Rechy, Guillermo Ginecoobstetra
Orta Robles, David Terapia intensiva
Ortiz Pavón, Arturo Ginecoobstetra
Pedrero Nieto, Leonor Geriatra
Pelaez Zoila, RosaSecretaria
Peralta V, María de los ÁngelesSecretaria
Pérez Cortés Ma. ElenaAdministrativa del Cedis
Pérez Pineda, Javier Gastroenterólogo
Pérez Tamayo, Ruy,Rodríguez Martínez, Héctor
Pica Puerto, Guadalupe del Pilar Pediatra
Pineda, Blanca EstelaInternista
Pozos López Silvia,Enfermera
Pulido Cejudo, AbrahamCirujano general
Ramírez Casanova, EnestinaNeumóloga
Ramos, CarmelitaSecretaria
Mis hijos 301Mis Imágenes cien años
Ramos Chávez, GeorginaSecretaria
Ramos Padilla, JaimeRadiólogo intervencionista
Rangel, GuadalupeContabilidad
Reyes, Martha Reyna Pérez, RodolfoUrólogo
Rivera Benites, CésarInfectólogo
Rodríguez, JorgeCómputo
Rodríguez LidiaSecretaria
Rodríguez Mendoza, IvonneSecretaria
Rodríguez Piñeyro, Olga MarthaEnseñanza
Rojero Vallejo, CarmenSecretaria jubilada
Romero Cabello, RaúlInfectólogo
Romero, Mónica B.Patóloga
Romero Salinas, GerardoGinecólogo
Rosas Murguia, EduardoDirección de planeación
Rosas Ramírez Alejandro Urólogo
Rozen Fuller, Etta Hematóloga
Salazar Hernández Sergio,Vanegas Nuñez, Yolanda
Ortiz, Rosa
Sánchez Ávila, JuanitaEnfermera
Sánchez, Carlos Javier Infectólogo
Sánchez Paredes, Cecilia.Empleo y capacitación
Sánchez Resendiz, MaríaIsabel
Secretaria
Sánchez Reyes, LeticiaEndocrinóloga
Sandoval Guerrero, Francisco José Oncólogo
Santos Díaz, Ma. AraceliSecretaria
Mis hijos302 Hospital General de México ODM
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Sastre Ortiz, Nicolas Cirujano plástico
Sierra Campusano, Raúl Ortopedista
Soberano Torres, Ma. delCarmen
Secretaria
Solache Alcaraz, GracielaEpidemióloga
Soria Fernández, Guillermo.Urólogo
Soto, AidaSecretaria
Tamez, Cesar Cirujano plástico
Valdes Lias, Rosario .Gastroenteróloga
Valdez, Eulalia Endocrinóloga
Valle Gay, Armando Ginecoobstetra
Vázquez Ceja, Ma. del CarmenSecretaria
Vázquez, MarioPediatra
Vega, OctavioContador
Venegas Rendón, Victoria .Estomatóloga
Villa García, RocíoCoordinadora. de eventos
Villa Villanueva, A.Herrera Prado, E
Estomatólogas
Villegas Espinosa, AlbertoEpidemiólogo
Villegas Espinosa, Alberto,Torres Lobatón, Alfonso
y otros
Virgen, FranciscoUrólogo
Vizuet, Beatriz AlejandraEnfermera
Zarraga, José .Ortopedista
Zavala Gabiño, MagdalenaSecretaria de planeación
Estrada Ley, CarlosJefe de servicio del auditorio
“Dr. Abraham Ayala González”
Treinta años antes Treinta años después
Mis hijos 303Mis Imágenes cien años
Añade tu foto
Mis Biografías (libros de mi vida)
Te puedo mencionar que mi biografía, aunque imposible tenerla toda, la podrásencontrar en forma parcial en:
Liceaga, Eduardo. Proyecto de hospital general en la Ciudad de México. Imprenta deEduardo Dublan, México, 1900.
Fernández del Castillo, Francisco. Mis recuerdos de otros tiempos. El HospitalGeneral de México, antecedentes y evolución; reseña histórica. Instituto para la
Organización de Congresos Médicos. Primer Congreso de Medicina, México, 1946.
Fernández del Castillo, Francisco. Dr. Eduardo Liceaga. Talleres Gráficos de laNación. México, 1949.
Gaxiola, Raúl. “Bosquejo histórico del Hospital General de México (1905-1960)”, en“Revista Promeco”, Editorial Teso, S. A. México, 1960;1-19.
Barragán Mercado, Lorenzo. Historia del Hospital General de México. EdicionesLerner Mexicana, 1968.
Díaz de Kuri, Martha, Carlos Viesca Treviño. Historia del Hospital General de México.Secretaria de Salud y Gráfica, Creatividad y Diseño, S. A. de C. V. México, 1994.
Martínez Cortés, Fernando. El Hospital General en el centro de los grandes proble-mas de México. Bay Gráfica y ediciones S. de R. L, México
Méndez Cervantes, Francisco. Francisco Méndez Oteo y nuestros autores. En la medi-cina mexicana del siglo XX, Méndez Editores, S. A. de C. V. México. 235-316 pp.
Meyrán García, Jorge. “Los primeros directores del Hospital General de México”.Rev Med Hospital General, 2000;63:60-68.
García Flores, Martha. “Retiro de la cofia del uniforme de enfermería”, La unidad,2001;9:15.
Chavolla Contreras, Ney. “La carrera hospitalaria”, La unidad, 2001;9:3-4.
Celis, A., J. Nava. “Patología de la pobreza”. Rev Med Hosp Gral, 1970;33:371.
Villanueva, B. “Datos para la historia de la radiología en México”. Rev Mex Radiol,1969;23:259-273.
Stoopen, ME. “Los pioneros de la radiología en México”. Gac Med Mex,1994;130:496-500.
Coqui C. “La radiografía y la fisioterapia en México”. Rev Mex Med y Ciencias afines1963;52:17-20.
Fotografías
Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. Museo Nacional de la RevoluciónCarlos García Irigoyen
Agradecimientos
Al Cuerpo Colegiado de Consultores TécnicosA mi Sociedad Médica.
En particular a:Emilio García Porcel. Por los datos que me proporcionó.Armando Vargas Domínguez. Por su colaboración.Francisco Durazo Quiroz. Por su amistad.Edna María Orozco. Directoria del Museo de la RevoluciónCarlos Bentacourt Cid. Historiador. Museo de la Revolución.Ney Chavolla Contreras. Por sus críticas y su humanismoJorge Meyrán García. Por sus conocimientos “botánocactaceos”Marco Antonio González Sayalandia. Por su eterna sonrisa de apoyo.Pedro Antonio Bravo Bernabé. Mi hermano por enseñarme español.Luis Martín AbreuPor compartir la aventura editorial.José Luis Ramírez Arias. Por las fotos que me presto.Carlos Estrada Ley. Por permitirme parte de su espacio y ser su amigo.Carlos Gerardo Cervantes Jiménez. Por su excelente disposición al trabajo.Juan Galindo Hernández. Por su cooperación.David Martinez Villaseñor. Por sus radioisotopos.Miguel E. Stoopen. Por sus notas sobre la radiología.Demetrio Islas Chavarría. Por su orientación sobre los jardines, las plantas, los cetos,llos árboles, los cactus y mucho de pastos.Felipe de Jesús Santana Muñoz. Por sus conocimientos de la imagen.Martha García Flores y la subdirección de enfermería. Por sus lindas sonrisas y apoyo.Marco Antonio Montaño. Me enseñó cómo se cuidan y controlan mis bienes.María Luisa González Alonso. Porque creyó en mi trabajo social.Marisela Flores. Por su aceptar “los cambios”.Cesar Macias Chapula y su personal del CEIDS. Por permitirme penetrar a las“entrañas” de su departamento.Cristina Plata. “Por orientarme”.Hilda Hidalgo Loperena. Por su amable confianza.A todo el personal del Hospital que me permitió asomarme a su diario quehacer, a losenfermos que me autorizaron la impresión de su sonrisa o dolor a través de micámara fotográfica.Eduardo S. Rosas Munguia. Por su apoyo para lograr el financiamiento de este libro ypresionarme para terminar en tiempo adecuado el escrito y las revisiones.Francisco Higuera Ramírez. Por permitirme plagiar algunos de sus conceptos y suapoyo amistoso para que Mis Imágenes se plasmara en papel.Y muy especialmente a Martha Gutiérrez Castillo que me toleró y ayudó a escribir eltexto, seleccionar y ordenar las imágenes.
Carlos García Irigoyen