libro estética de la edad media parte 1 de edgar de bruyne

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La estéti de l dad Media  dgar de ruyne

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filosofia

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  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    1/65

    La

    estti de l

    dad Media

    dgar de ruyne

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    9

    IV. El sentimiento de lo bello

    El sentimiento de la armona 143

    2. El placer esttico desinteresado 152

    3. El romanticismo medieval. . . . . . . . . . . . . . . . .. 160

    V. El arte

    1. La definicin del arte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

    Ttulo original:

    L e st h ti qu e d u

    M o y e n

    Ag e

    Louvain, d. de l Institut Suprieur de Philosophie, 1947

    de la presente edicin, Visor Distribuciones, S.A., 1 99 4

    Toms Bretn, 55. 28045 Madrid

    I.S.B.N.: 84-7774-016-X

    Depsito legal:M. 28.338-1994

    Impreso en Espaa -

    P r in t ed i n S p ai n

    Grficas Rgar, S.

    Fuenlabrada Madrid)

    11. Las constantes

    1. La Esttica musical. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

    2. La Esttica de la luz 78

    3. La Esttica metafsica 86

    4. La Esttica simbolista 93

    5. La Esttic a a legorista. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

    III. Algunos sistemas

    1. La Esttica inmediata. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

    2. La Esttica moral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116

    3. La Esttica sapiencial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121

    4. La Esttica mstica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

    5. El optimismo esttico 133

    2 e d i c i n 1 9 9 4

    17

    22

    63

    Las fuentes

    1. La Biblia .

    2. Los

    filsofos

    3. Los manuales tcnicos .

    4. Los Padres .

    E l texto original francs ha sido traducido

    p or C ar me n S an to s, l os t ex to s l at in os h an

    c or ri do a c ar go d e C ar me n G al la rd o.

    11

    ntroduccin

    Indice

    Coleccin dirigida por

    Valeriano Bozal

    La balsa de la Medusa, 15

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    10

    E xiste traduccin castellana de Fr. Arm ando Surez O. P. Madrid

    Gredos 1959 3 volmenes.

    N

    d el E d it or

    En forma ms escueta y accesible presenta mos a lgunas

    conclusi ones general es a las que c re mos ll egar en nuest ros

    tudes Las citas se han reduci do al mnimo las referencias

    remit en a nuest ra e xtensa obra en la que el lec tor si as l o

    d esea po dr encon trar los pasajes o riginales en los q ue no s

    msplramos.

    Nos permitimos esperar que el trabajo que tenemos el

    honor de presenta rl es arrojar una nueva luz sobre la Edad

    Media revelar asp ecto s menos con ocido s

    sumamente

    i nte resantes de su pensami ento filosfico posiblemente

    p ueda aportar u n marco y u n estmu lo p ara estud ios comp le

    mentarios.

    te.

    Indice de nombres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 260

    Nuest ros tre s volme nes de

    tudes d Esthtique Mdi-

    vale se publicaron e n 1946 :: en el los real izamos anli si s

    detallados de diferentes obras citando los textos profusamen-

    VI. Las bellas artes

    1. Arte y belleza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 225

    2. Las artes plsticas 231

    3. La msica sonora. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 237

    4. Las Bellas Letras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 246

    Introduccin

    2. Metafsica y psicologa del arte. . . . . . . . . . . . . . 177

    3 La cristianizacin de la filosofa del arte: el

    contenido 188

    4. La cristianizacin de la filosofa del arte: la

    forma 204

    5. El intelectualismo de la filosofa del arte . . . . .. 213

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    s fuentes

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    Los autores de la Edad Media de

    les definiciones estticas en cuatro d

    la Biblia las obras filosficas los

    literatura de los Padres griegos la

    los filsofos como los tcnicos de la

    la retrica de mtrica y los propi

    civilizacin concreta que en el plan

    filosofa del arte por regla general n

    sar opiniones populares universalm

    por la cual no se debe esperar que

    definiciones nuevas y originales: los

    descubrirlas ni defenderlas simplem

    chos con lo que encuentran en los t

    su opinin stos no slo transmiten

    Antiguos sino que son la evidencia

    mn que es tambin buen sentido

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    17

    Etudes d Estbetique mdivale

    III, 31, 32 todas las referencias prece

    didas por

    Et.

    remiten a esta obra). Edicin en castellano:

    Estudios de

    Esttica Medieval De Boecio a Juan Escoto Erigena II. Epoca Romni-

    ca III. El siglo XIII Madrid. Gredos, 1958-1959. Traduccin de Fr. Ar

    mando Surez, O. P.)

    3

    Ps 103,

    La lectura de los Padres y de los autores medievales

    demuestra que acudieron frecuentemente a los textos estti

    cos de las Escrituras. Su concepto de la belleza provena del

    Cantar de los Cantares los Salmos y los Profetas. Soy negra

    de, color, pero hermosa de apariencia, dice la esposa del

    Cantar.

    El bien amado es tambin bello y lleno de encanto,

    blanco y bermejo. Si no te conoces a ti mismo -dice

    otro versculo- ve y apacienta los rebaos. y los Padres

    comentan dicho texto considerndolo socratismo trasladado

    al registro neoplatnico: Nisi cognoscas te quia decora es...

    nisi pulchritudinem tuae naturae intuearis ... si tuam formosi

    tatem non recognoscis ... nisi ad pulchritudinis tuae causam

    agnoveris descendere, quod ad imaginem Dei facta es, egre

    dere de te [Si no conoces que eres bella ... si no contemplas

    la belleza de tu naturaleza... si no conoces a fondo tu belle

    za ... si no sabes descender hasta la causa de tu belleza, que es

    que ests hecha a imagen de Dios, sal de ti]

    El S~ l: .~>~~ice de Dios que est revestido de gloria y

    esplendor: Confessionem et

    decorem

    induisti,

    amictus lumi-

    ne sicunt vestimento [Te has revestido con la manifestacin

    del esplendor, revestido de luz como de un manto] 3 Se

    a iblia

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    19

    18

    . :.~ste tr~ino _notiene nece~ariamente un valor esttico, puede indicar

    S10

    mas: equipamiento, apareJos...

    N. de la

    T

    C G.

    7 Gen. ,

    1, 31; 11,

    8 E t

    11,258.

    9

    E t I1I , 117 sv.

    10 Gen. 1, 26.

    4

    Ps 44 3 sv.

    Is 53 2 sv.

    6 Ps

    25, 3.

    ~echo y era muy bueno ... as pues, termin los cielos y la

    tierra y ~odo su ornato

    l

    7 Siguiendo el ejemplo de los

    Padres gnegos, los autores de la Edad Media no dudaron en

    interpretar los trminos ornatus y bona-kala en un senti

    do esttico tomndolos como base de su optimismo. La

    escuela de Chartres, a travs de sus poetas Bernardo Silvestre

    y Alano de Lille, consagr varias obras a la ornamentacin

    del Universo. De manera explcita completaron o explicaron

    el texto en forma esttica. Se complet como hizo Bernardo

    Si.l~estre: 1?eus bon~ vidit quae fecisset. .. omniaque Dei

    oisibus placuura

    [Dios vio todo bueno porque las haba

    hecho... y .todo deba d.e~eitar la vista de Dios] 8 Lo que

    alegra l~ VISt~,quod visibus .placer, es bello. Se explic,

    co~o hIZO VIcente de .Beauva~s,que en este punto se deja

    gUIar por San _ r~gJl .N_

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    21

    6 Sab

    XI, 21.

    Et

    III, 60.

    Et

    III, 39.

    Et 11, 285 Y 295.

    13

    Purgo XXXVIII.

    14

    Gen

    5 Prov

    31, 30.

    En el Edn, el rbol de la ciencia del Bien y del Mal

    llama especialmente la atencin de los Doctores: Lignum

    bonum ad vescendum et p u lc hr um o c u lis aspectuque delecta-

    bile

    [rbol bueno para alimentarse y hermoso y de aspecto

    agradable para la vista] 14 Esta es, en germen, toda la teora

    de los placeres inferiores y superiores. La mayora de los

    placeres del gusto, dir Santo Toms de Aquino junto con

    Aristteles y Cicern, son biolgicos, prcticos, interesados,

    los deleites de los ojos son, por el contrario, desinteresados y

    estticos. Quiz los maestros del siglo XII sospecharon antes

    que l algo anlogo, aunque no desde luego [os Victorinos,

    que atribuyen indiscriminadamente a todos los sentidos un

    valor esttico.

    Los medievales citan a menudo el libro de los

    Pro ve rb i o s

    con un rigor no exento de melancola: Engaosa es la gracia

    y vana la belleza,

    fallax est gratia et vana pulchritudo

    5

    Pero atribuyen an mayor importancia a. las afirmaciones

    filosficas del Sabio: Ornnia in mensura et numero et

    pondere disposuisti [Has establecido todas las cosas en me-

    Dios situ al hombre en un Paraso que los poetas de la

    Edad Media celebraron como el paisaje ms bello del mundo.

    Segn Bernardo Silvestre y Alano de Lille

    12

    Dante dedica

    sus inmortales versos a la belleza del jardn ideal:

    dida, nmero y peso]

    16

    El versculo es de tal importancia

    que provoca, tanto en San Agustn como en los maestros de

    la Escolstica del siglo XIII, una esttica desarrollada que

    proPQnemos llamar sapiencial.

    Si bien esta esttica se basa particularmente en conceptos

    de orden cuantitativo, la definicin de la belleza concebida

    como luz encuentra tambin argumentos en las Escrituras.

    As, por ejemplo, Toms Gallo relaciona explcitamente la

    belleza con el resplandor: Deum esse pulchritudinem dicit

    Scriptura ut qui cum sir splendor et ut candor lucis

    aeternae [La Escritura dice que Dios es belleza, como, por

    ejemplo: El cual puesto que es esplendor y, como por

    ejemplo: resplandor de la luz eterna] 17

    Un'aura dolce, sanza mutamento

    avere in se, mi feria per la fronte

    non di

    colpo que soave vento ... 13

    la verdad, la sabidura y la justicia absolutas, inde

    fortassis ad imaginem [De ah quizs a imagen

    Qu

    sublime criatura aquella capaz de abarcar la majestad del

    Infinito : celsa creatura in capacitate Majestatis 11

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    23

    2

    19

    Macrobius

    In somm Scipionis

    1 14.

    20 lb

    11 12.

    Et 11 354.

    22 Consol Phil

    I1I

    metr

    9.

    18

    Chalcidius ed. Wrobel pp. 154 153.

    Es notable el paralelismo entre las frmulas hebraicas y

    los conceptos griegos al uso. La Edad Media apoya unos en

    otros esforzndose en armonizarlos.

    El origen filosfico del simbolismo medieval es indiscuti

    blemente neoplatonismo que a su vez deriva del divino

    Platn. La esttica platoniana incluye una esttica del nme

    ro una esttica de la luz y una esttica del smbolo. La Edad

    Media asimila las tres estticas aunque no lo hace al mismo

    tiempo ni en la misma medida. Para Platn la belleza sensible

    es un reflejo de la Belleza en s infinita esencial completa

    mente pura. El mundo es bello porque es la imagen de la

    belleza de Dios. Idea que transmite muy particularmente el

    comentario de Calcidio sobre el Timeo: Mundus speciosissi

    mus est generatorum... Dei decorum simulacrum est... Si

    mundus incomparabili pulchritudine est ut quidem est opi

    fex et fabricator optimus [El mundo es ms hermoso de

    los seres creados ... es bella imagen de

    Dios

    si l mundo es

    de incomparable belleza como ciertamente es su creador y

    constructor es perfecto] 18 Tambin aparece en Macrobio la

    idea del simbolismo universal: lo mismo que un solo destello

    brillando en la noche pone. repentinamente al descubierto

    innumerables formas del mismo modo las diferentes cosas

    del mundo reflejan como espejos la presencia de una nica y

    misma belleza la de Dios. Ut cuneta hic unus fulgor illumi

    net et in universis appareat ut in multis speculis per ordi-

    Los filsofos

    nem positis vultus unus [De manera que este nico fulgor

    ilumina todas las cosas y en todas aparece un solo rostro

    como en muchos espejos colocados en fila] 19

    Macrobio en su comentario In somnium Scipionis revela

    a la Edad Media junto con Calcidio la proporcin clsica

    del mundo con el hombre y del hombre con el mundo pues

    el mundo es efectivamente el hombre en grande y el hom

    bre el mundo en pequeo: Physici mundum magnum Ho

    minem et hominem brevem mundum esse dixerunt [Los

    fsicos dijeron que el mundo era un hombre en grande y

    que el hombre era un mundo en

    p qu o

    2 La esttica

    de Santa Hildegarda de Bingen resultara incomprensible sin

    esta comparacin que desemboca en una teora del justo

    medio. Pues en el hombre como en el mundo las partes ms

    relevantes se encuentran a la misma distancia unas de otras:

    loca ista aequali mensura ab invicem discreta sunt [Estos

    lugares a su vez estn separados por una distancia igual] de

    tal manera que todo tanto en el hombre como en el mundo

    pueda mantener la justa medida: in omnibus aequalem et

    discretum modum habere debent [en todas las cosas debe

    haber una norma de separacin igual]

    21

    El mundo est hecho a la imagen de Dios el hombre a la

    imagen del mundo. La mayora de los autores medievales no

    desarrollan este simbolismo en sus mnimos detalles; se dan

    por satisfechos con consideraciones generales. Es lo que ha

    cen San Agustn en todos sus escritos; Boecio que celebra la

    belleza divina que sustenta en su espritu la idea del bello

    universo y crea en la materia sensible la imagen de este

    ideal

    22;

    San Isidoro que en trminos modernos admira

    con Agustn y Gregorio Magno el Infinito inmanente a lo

    limitado: ex pulchritudine circum scriptae creaturae pulchri

    tudinem quae circumscribi nequit facit Deus intelligi [a

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    25

    4

    26 Et . 11 319.

    l

    28 Et . 11 327.

    3 Sent

    1 P.

    83, c. 540.

    ~ : Rev. N eoScolast. de Phi losophie 1927, p. 67.

    Et .

    1

    348. P. L 122, c. 919.

    trascendente, es decir, la encamacin de lo perfectamente

    humano en un determinado indi viduo. Contrariamente, el

    alegorismo tiende un misterioso puente entre

    formas

    de espe-

    cies o gneros diferentes, por ejemplo, entre Cristo y un

    pelcano.

    Segn los antiguos retricos, la alegora es uno de los

    numerosos ornamentos de la prosa artstica. Orario aliud

    verbis, aliud sententia demonstrans [es una expresin que da

    a entender una cosa con las palabras y otra con el sentido],

    es la definicin de la retrica Ad Herennium que devuelve la

    alegora al lenguaje figurado. En la alegora, dicen los anti-

    guos, se degusta el placer de la sorpresa.

    Por tanto, los medievales encuentran la definicin li teraria

    de la alegora en los manuales de retrica. En perfecta discor-

    dancia con Quintiliano, que da rienda libre a su desconfianza

    hacia todo alegrico, Beda y sus sucesores manifiestan una

    marcada preferencia por sus tropos 6 Se trata de una prcti-

    ca que se remonta a la antigedad griega. Entre los primeros

    en interpretar alegricamente los nombres de los dioses se

    encuentran Prdico Digenes y Demcrito. Tegenes de

    Region, .Teodoro de Lampsaque, Antstenes, Crisipo y los

    alejandrinos descubrieron en la Iliada una extensa

    alegora 7 Continuaron la tradicin los retricos de la poca

    posterior: en el siglo v el mitgrafo Fulgencio explica todos

    los nombres de la mitologa segn el alegorismo: y entre los

    autores profanos le copian a fondo Isidoro, Macrobio, Apu-

    leyo y Marciano Capella que cultivan con predileccin el

    gnero alegrico; incluso matemticos como Ten y Nicma-

    co no quisieron quedarse atrs.

    Sin embargo, es ms que probable que durante la Edad

    Media fueran los escritores sagrados los que impusieran su

    interpretacin alegrica de la Biblia y de la Naturaleza expo-

    niendo la teora de la envoltura del pensamiento en integu-

    mentes alegricos

    8

    Filn el Judo, educado en los medios

    partir de la belleza de las crituras limitadas Dios hace que se

    comprenda su belleza que no puede limitarse f3

    El simbolismo de lo Inexpresable plasmndose en lmites

    concretos es autnticamente plotiniano. Ningn autor se

    identifica con l con mayor conviccin que Juan Escoto

    Ergena. Marguerite Techert ha realizado un interesante estue

    dio sobre el plotinismo de Escoto, en el que insiste sobre los

    textos paralelos de Plotino, Agustn, Macrobio y el telogo

    1

    4 N

    caro mglO . .os encontramos de nuevo con una poderosa

    teora de la belleza simblica: toda forma es una revelacin

    de la Belleza infinita e inefable, es. en su sentido exacto, una

    teofana

    5

    Sin embargo, no es con el propio Plotino con el que los

    medievales entran en contacto. Sin ser realmente conscientes

    de ello, el plotinismo les llega a travs de el Pseudo-

    Dionisio en las traducciones de Hilduino y de Escoto si-

    glo IX . San Basilio, San Ambrosio, San Agustn y sus compi-

    ladores son otra fuente de neoplatonismo. Calcidio, Macrobio,.

    Apuleyo, Capella, asimilado a partir del siglo IX, aunque an-

    teriormente no fuera un desconocido, aaden su influencia a la

    de los autores precedentes.

    En cuanto a la tradicin de otras tesis esteticas, se hace

    necesaria la misma observacin. Las definiciones de Crisipo

    y de los Estoicos slo se conocen de segunda o de tercera

    mano: a travs de Cicern, Plinio, Vitruvio o Agustn. Aun-

    que el platonismo sea transmitido por las traducciones del

    Timeo de Cicern y de Calcidio, son los comentarios del

    dilogo los que lo descubren. Es obvio que el pitagorismo no

    se conoce directamente, pero impregna todo el pensamiento

    de Macrobio, de Calcidio, de Apuleyo, de Capella, por no

    hablar de los tratados de Msica y de Aritmtica

    Existe una distincin entre el alegorismo y el simbolis-

    mo medieval. El simbolismo descubre en determinadas for-

    mas el reflejo directo de lo especfico, de lo genrico, de lo

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    7

    4

    Top. I1I

    1.

    35 De off 1, 98

    ed. Garnier,

    p.244 .

    36 Tusc. IV. 31. Cf. supra, n.29.

    37 De vita Moysis. 111, 140.

    38 Enn. 1

    6.1.

    9

    S. Agustn,

    Ep.

    3. P. 33, 65.

    30 Mem. 111,10, 3.

    31 De poet. aud. 2, 16.

    32 Emp.

    Diels, fr . 71;

    Anax. ib.

    fr.

    4.

    K. Svoboda,

    Les ides esthetiques de Plutarque.

    Mlanges Bidez,

    p.94.

    de los comentaristas homricos, aplica a las Sagradas Escritu

    ras la interpretacin alegrica. Seguirn su ejemplo Orgenes

    y, ms adelante, los otros Padres griegos y latinos, entre

    ellos Ambrosio, Jernimo, Agustn y Gregorio. Bajo la in

    fluencia de la teora y de la prctica, los medievales elaboran

    una extensa concepcin alegrica del mundo que dominar la

    creacion artstica, y que indudablemente tiene un carcter

    esttico, del que son adems claramente conscientes.

    durante el perodo postaristotlico. Segn Galeno, Polcleto

    no habla en el Canon sino de las categoras de la belleza. En

    los tpicos Aristteles destaca exclusivament~ la simetra:

    Pulchrinido -nos dice la traduccin de Boecio-e- membro

    rum quaedam commensuratio videtur esse [La belleza pare

    ce ser cierta proporcin de los miembros

    34. El esto~co Cri

    sipo se expresa de igual form.a y Cicern. hace lo mlsm~ .en

    numerosas ocasiones: Pulchntudo corpons apta compositio

    ne membrorum movet oculos [La belleza del cuerpo con la

    armoniosa composicin _de sus miembros atrae nuestras

    miradas]

    35.

    Pero en el gran orador romano la belleza puramente

    escultural aparece ya complementada por calidades de colo~:

    Corporis est quaedam apta figura membrorum cum colons

    quadam suavitate, eaque dicitur pulchritudo]. Se

    llamabelleza

    corporal a una forma proporcionada de los mi:mhros ~n~~, a

    cierta suavidad de color]

    j

    Encontramos la misma definicin

    sinttica en Filn de Alejandra

    37

    y en Plotino

    38.

    Por tanto,

    podemos .pensar sin temor equivocarnos .en una fuente.

    comn en el mundo estoico de los siglos_nI o nSea como

    fuere la definicin se convierte rpidamente en un lugar

    comn y como tal lo emplean Orgenes, Clemente de Alejan

    dra, Basilio, etc., y en Occidente, Mario Victorino y San

    Agustn. Lo ms probable es que los medievales descubrieran

    la clebre frmula en Cicern y en los Padres antes de

    interpretarla a su manera. Pues no hay que olvid~r que ,la

    apta compositio se transforma en ellos en elegantia gratta

    venustas en tanto que a la suavidad de los colores

    SUSti-

    tuye la

    brillantez

    ?

    l

    esplendor. . .

    La Edad Media no se atuvo a la def inicin Busc las

    razones por las que las lneas y los colores se consideran

    bellos.

    Para Isidoro de Sevilla la hermosa encarnacin del hom-

    Las definiciones formales de. lo bello se compendian en la

    bien conocida frmula de la belleza humana: omnis pulchri

    tudo est partium congruentia cum quadam suavitate coloris

    [Toda belleza. es la armona de las partes con. cierta suavidad

    de color]

    2 J

    Probablemente

    l

    origen de esta definicin procede de

    conceptos populares muy antiguos relativos a la pintura y

    escultura: toda forma plstica es bella a causa de su forma y

    de su color, figura et colore. Observacin que ya se en

    cuentra en enofonte. En un dilogo de Scrates con el

    pintor Parrasio, ste explica la belleza pictrica por la pro

    porcin y el colorido 30. Tambin Plutarco menciona las

    lneas y los colores como procedimientos de la

    pintura :

    Antes que l, Empdocles y Anaxgoras enumeraban como

    elementos esenciales de la percepcin visual la forma y el

    color

    32.

    Aristteles da preponderancia a lo lineal en tanto

    que la crtica helenstica pone de relieve las tonalidades, la

    luz y el resplandor 33.

    Tal es, verosmilmente, el origen de una doble corriente

    en la teora de la belleza humana tal

    y

    como se desarrolla

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    12/65

    29

    28

    41

    l

    42 Fortunatianus

    Halm p. 131.

    43 Et 1 73

    44 Ib 293

    Et 1 83 Y

    para Boecio

    1

    5.

    e o ff 1 35.

    ne ornatu ad actionem apto. Status incessus sessio accuba-

    tio vultus oculi manuum motus teneant ergo illud deco-

    rum [Aquel decoro se manifiesta en todas las acciones y

    palabras en los cuerpos y finalmente en el movimiento y en

    la actitud; y est basado en tres cosas: en la belleza e n el

    orden y en el ornato conveniente para la accin. La actitud

    el andar el modo de sentarse en la mesa el rostro la mirada

    el movimiento de las manos deben conservar pues ese

    decoro] 41 Razn por la cual el

    vir bonus dicendi peritus

    debe esforzarse en alcanzar la gracia corporal en su decla-

    matio. Gracia en la voz que no ha de ser ni muy fuerte ni

    muy dbil gracia en el rostro que no debe ser ni excesiva-

    mente gesticulante ni inexpresivo gracia en el cuello que no

    ha de inclinarse demasiado hacia delante ni hacia atrs gracia

    en los brazos que no pueden estar pegados al cuerpo ni

    separarse mucho del tronco: ut brachiorum moderata sit

    projectio [que los brazos se adelanten con moderacin] 42

    Tambin Casiodoro conoce la relacin entre la cara y las

    pasiones: uultus enim a uoluntate [en efecto el rostro

    refleja el deseo] dice 43 Cristianiza el antiguo ideal lo aplica

    a la manera en que deben presentarse los monjes y lo inscri-

    be en la regla monstica inaugurando as una tradicin de la

    belleza expresiva que encontraremos por ejemplo en Hugo

    de San Vctor.

    El justo medio tiene asimismo un importante papel en

    los tratados de la Physiognomia El ideal policletiano que

    Celso interpreta como un cuerpo en el justo medio entre el

    obeso y el flaco: corpus habilissimum quadratum est neque

    gracile neque obesum [el cuerpo ms apropiado es cua~rt :

    do ni delgado ni obeso] 44 se encuentra. en la Physiognomia

    de Polemn que recoge Apuleyo en las obras similares del

    Pseudo Aristteles de Adamancio de Abu Beker y muy

    particularmente en el clebre Secretum Secretorum ms y

    ms ensalzado por la Edad Media a partir del siglo XII. Segn

    bre es de naturaleza fisiolgica. Esta belleza de la piel deriva

    en su apariencia superficial de una armona ms profunda la

    de la salud de la sangre. Pues hay tres etapas en la armona

    humana. La ms profunda. consiste en la proporcin justa de

    elementos y de humores la siguiente radica en las propor-

    ciones del esqueleto de los msculos y de los tendones la

    ltima en el ritmo aparente de los miembros visibles: har-

    monia in elementis in nervis et ossibus in mernbris [armo-

    na en los elementos en los nervios y huesos en los miem-

    bros] dice Boecio en su traduccin. de los

    Topicos

    39

    de

    Aristteles. Concepto que se repite en todos los tratados de

    carcter mdico que hablan de las relaciones entre el carcter

    y la estructura del cuerpo; en los que se insiste particular-

    mente en la justa medida el equilibrio perfecto la dosifica-

    cin adecuada.

    La concepcin de la belleza como punto de equilibrio

    entre dos extremos posiblemente se define bajo la influencia

    del ideal aristotlico de la virtud si bien es cierto que muy

    pronto la idea de equilibrio jug uno de los papeles ms

    importantes entre los pitagricos en Herclito y

    Alcmen

    Sabemos que en la ms antigua msica los ritmos del cuerpo

    ya influyen sobre los ritmos del alma y a la inversa los

    movimientos del corazn se ponen de manifiesto en los mo-

    vimientos y .en las actitudes del cuerpo.

    Segn la tradicin romana el orador es vir bonus dicen-

    di peritus [hombre bueno hbil en el hablar]. Su bonitas

    no es nicamente tcnica es tambin moral. Razn por la

    que Cicern en el De Officiis y en sus obras retricas subraya

    la gracia externa

    del

    buen orador. odestia aparece emparen-

    tada a modus= la medida justa; decor tiene la misma raz que

    decentia 40 La belleza interior que esdecoro moral se mani-

    fiesta ~s naturalmente en todo que. se dice y ~ hace en

    las actitudes y los gestos del cuer:po: Decorum illud in

    .9mnibus factis et dictis in corporibus denique motu et statu

    cernitur idque positum est in tribus rebus: formositate ordi

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    13/65

    31

    50 Et 11, 175. Cf. F. E. J Raby, Secular Latin Poetry 1, 125.

    De ord

    11, 15.

    De divo V, 11,

    o c

    C. 882.

    53 Diels 5. ed. 1, 469.

    te. As pues, las innumerables

    descripciones

    de la mujer ideal

    o del hombre perfecto provienen de modelos venerables y de

    reglas al uso en las escuelas del. Bajo Imperio. ~e~alaremo.s

    nicamente el retrato de Teodonco hecho por Sidn Apoli

    nario y el de la joven-tipo de las

    Elegas

    de un contempor

    neo de Boecio, Maximiano, the last of the Roman poets:

    en estas dos descripciones se aplica la retrica antigua tal y

    como la expusieron los clsicos, Cicern en De inventione

    Horacio en el Arte Potica 50

    No continuaremos con la evolucin del concepto modus

    Volvamos a los dos aspectos plsticos en los que se realiza,

    las lneas y los colores.

    La medida en las lneas, es decir, su belleza, se rige por

    la symmetria o la compositio es decir, .el n.I?ero. Nadie n~s

    lo ha dicho mejor que Agustn: Sentio nihil quam pulchri

    tudinem mihi placere, et m pulchritudine figuras, in figuris

    dimensiones, in dimensonibus numeros [Siento que nada me

    causa ms placer que la belleza,

    en la belleza las formas, en

    las formas las medidas

    en las. medidas lo_s.nmeros]

    51

    La

    belleza del color es fundamental; junto con la del fuego y la

    de la luz: es el calor vital que determina la belleza de la

    carnacin; es la luz csmica que brilla con infinitos matices,

    en todo aquello que resplandece y hace surgir la bellez~:

    Lux color est -dice Juan Escoto- et formas rerum sensi

    bilium detegit [La luz es color y hace visible las formas de

    las cosas sensibles]

    52

    La doctrina de la proporcin es de origen pitagrico. Ya

    un fragmento pitagrico nos dice que el orden

    y

    la propor

    cin son bellos

    y

    tiles

    53

    En su forma inicial, la esttica de

    la proporcin defina la belleza como una relacin suma~en

    te simple, clara

    neta, matemticamente expresab ...e medla~te

    los primeros nmeros naturale~. En su forma mas ev~lucI~

    nada, equipara la belleza a la Igualdad perfecta, a la identi

    dad, a la unidad, lo mismo que reduce los nmeros a la

    45

    Ib 288

    SV

    46 lb 289

    47 lb 286

    48 lb 285

    9 Ale de Rhetorica

    Halm, p. 547.

    todos estos tratados, la piel idealmente bella es aquella cuyo

    colorido es equidistante entre el plido y el rojizo, pues

    simboliza el equilibrio fsico, o lo que es lo mismo, vital y

    constitucional: aequitatem animi significar [indica un esp

    ritu equilibrado] 45 El color que se encuentra en el justo

    medio entre el rojo y el blanco es el color ms dulce, ms

    claro ms luminoso: Color inter rubeum et album est me

    dius et tener et lucidus et .clarus. La carne ms hermosa ni

    es excesivamente dura ni demasiado blanda. Los miembros

    bellos no son ni muy largos ni muy cortos. Unos ojos

    bonitos no son negros ni entreverados: oculi inter nigros

    et varios medii, in quibus humiditas existit et claritas [los

    ojos que estn a la mitad entre los negros y los entreverados,

    en los que hay humedad y brillo]

    46

    Tales opiniones apare

    cen ya en los primeros siglos en la descripcin de los retratos

    literarios de Cristo y de la Virgen que podemos leer en

    algunos apcrifos, en San Juan de Damas y en San

    Epifanio

    47

    En la descripcin de las figuras d~ los pa...re~ de

    San Gregorio (siglo

    VIII)

    encontramos los mismos terminos

    d i d i

    m

    steticos mo tcum me tocre em era u

    El ideal del equilibrio por excelencia lo presenta lcuino

    a Carlomagno como un ideal a alcanzar no slo en el orden

    moral, sino en todas las cosas y, particularmente, en la expre

    sin. No exag.erar en nada, en eso consiste .la sabidura, ah

    est la belleza: Philosophicum illud proverbium non solum

    moribus sed etiam verbis esse necessarium: ne quid nimis

    [aquel proverbio filosfico: Nada con :xceso es. ~mprescin

    dible no slo en las costumbres, smo tambin en las,

    palabras]

    49

    El canon de la belleza humana lo transmiten tambin las

    descripciones poticas, que se practican como ejercicios e?

    las escuelas de retrica y se petrifican en frmulas escolsti

    cas: los poetas medievales se inspiran en ellos respetuosamen-

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    14/65

    33

    2

    54 Et 1,245, 246.

    55 lb

    293, 294.

    56 Et

    11, 353; I1I , 118 1, 247 Y I1I, 255.

    Et 11, 109.

    de la unidad. Numerosas consideraciones clsicas relativas a

    1 musical

    a 1 armonioso hacen su entrada en Occidente

    mediante el.

    tratado De musica

    que citan Escoto Ergena

    y

    annimo de la Musica Enchiriadis en el siglo IX, y el De

    ordine que utiliza Isidoro, que se inspira, igualmente, en

    Quintiliano, Varrn, Macrobio, Boecio y Casiodoro.

    Por ltimo, no debemos perder de vista los tratados dedi

    cados a la arquitectura y a las artes plsticas. En: el De

    architectura conocido a partir del siglo

    IX,

    Vitruvio desarro

    lla la doctrina de las proporciones del cuerpo humano, del

    rostro, de los templos hermosos

    54.--

    A Plinio, que elabora una

    autntica enciclopedia de la historia, de la teora y de .la

    crtica del arte clsico, se le lee y se le copia mucho: Isidoro

    cita algunos pasajes de significado esttico. Las pginas ms

    antiguas del

    H ermeneia

    del Monte Atos y un fragmento de

    la

    Mappae clavicula

    atestiguan que las tradiciones prcticas

    de la gente del oficio no perdan de vista la importancia de

    1

    55

    as proporciones Justas . No ser, por- tanto, sorprendente

    reencontrar en el siglo XII la divisin clsica del rostro de

    Santa Hildegarda, o en el siglo XIII el texto de Vitruvio en

    Vicente de Beauvais y su influencia en Villard de

    Honnencourt

    6

    . La teora general de la proporcin toma en el siglo un

    gIro cada vez ms cualitativo y metafsico. Pero mucho tiem

    po antes de esta poca los espritus se sintieron invadidos por

    una grandiosa concepcin musical del universo. Mencionare

    mos un solo nombre, el de Otloh de Saint-Emeran, quien

    crea _quela armona es una propiedad trascendental de las

    cosas, tanto del orden sobrenatural como del mundo

    visible

    7

    La esttica de las proporciones precede en la Edad Media,

    exactamente igual que en la antigedad, a la de la luz y el

    color . .S in duda, la ~dad Media contaba desde sus orgenes

    con diversas esnmaciones sobre el carcter esttico de la luz

    mnada. No ser necesario decir que la teora experimenta

    simultneamente la influencia de la evolucin general: mera

    mente cuantitativa en sus orgenes se transforma gradualmen

    te en frmulas metafsicas.

    En el arte de los antiguos las proporciones juegan un

    papel importante, por ejemplo en la arquitectura ideal Ar

    quidamante , en la escultura ideal Policleto , en la msica

    ideal Pitgoras . Platn las trata, especialmente en el Timeo

    en forma filosfica, esttica y matemtica. Una vez ms, los

    medievales entran en contacto con la filosofa de la propor

    cin a travs de este dilogo, comentado por Calcidio.

    En el comentario del

    Sueo de Escipin

    Calcidio y Ma

    crobio resumen toda una tradicin en la que los elementos

    matemticos se amalgaman con las especulaciones

    filosficas

    sobre las correlaciones, las aplicaciones astrolgicas y mgi

    cas, las interpretaciones alegricas, etc. En este concierto

    interpretan los papeles principales el pitagorismo, el platonis

    mo, el estoicismo de Posidonio, el neoplatonismo. Lo mis

    mo se podra decir de las obras de Apuleyo de Madaure de

    Marciano de Capella: les caracteriza el mismo sincretismo

    enciclopdico.

    La fuente principal de

    esttica de l proporcin se

    encuentra en los tratados tcnicos transmitidos por Boecio.

    Difcilmente se podra sobrevalorar la importancia histrica .

    de tales manuales para la visin medieval del mundo. Real

    mente constituyen la base de la concepcin musical del Uni

    verso y de una psicologa esttica a la que es posible seguir

    las huellas hasta el siglo

    XII

    e incluso hasta el

    XIII.

    El propio

    Boecio traduce o resume en su

    Aritmtica

    a Ten de Esmirna

    y a Nicmaco de Grase, aunque sin continuar sus conside

    raciones alegricas. En su

    Msica

    cita fundamentalmense a

    Euclides y a Ptolomeo.

    y

    as, a travs de la teora general de

    la proporcin nos remontamos hasta Aristjenes y, a travs

    de una masa de detalles psicolgicos, hasta Teofrasto. Estos

    dos autores nos conducen de nuevo a los grandes clsicos

    gnegos.

    Tambin las obras de San Agustn abundan en alusiones a

    la belleza de las analogas y de los nmeros, de la igualdad y

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    15/65

    35

    60 t I1, 56 y I1I, 23.

    61 Sobre S. Juan Damasceno,S. Basilio y S. Ambrosio d el notable

    est udi o de D. H. Pouill on,

    La Beaut propit transcendentale chez les

    Scolastiques

    Arch. de Hist. doct r. et lit tr. du Moyen ge, t. XV, 1946.

    8 t I 1I, 16 s v.

    59

    C

    Enn 1 6

    3

    dice, en un texto que se cita a menudo, que la luz es la

    sustancia ms pura, la forma ms bella

    la ms decente, la

    presencia que ms nos regocija? Lux pura est in essentia,

    speciosa in decentia, laetificativa sua presentia [La luz es

    pura en su esencia. es bella en su conveniencia.

    deleitable

    por su presencia]

    60

    Que la luz se aleje, afirma San Juan

    Damasceno,

    todo permanece invisible en las tinieblas del

    caos. En el

    H exameron

    San Ambrosio se inspira en los

    comentarios de San Basilio, que tuvo en Atenas maestros

    neoplatnicos. Da con la famosa afora neoplatnica: si el

    oro es hermoso por su brillo fulgurante y si el relmpago es,

    en su simplicidad. de una belleza esplndida, no es evidente

    que lo bello no

    queda.definido

    por las. proporciones de lo

    compuesto, sino por el brillo de lo sencillo? Ambrosio lo

    reconoce explcitamente: Lucis natura hujusmodi est, ut non

    in numero, non in mensura, non in pondere, sed omnis in

    aspectu gratia sit [La naturaleza de la luz es tal que todo su

    encanto est no en el nmero. ni en

    la

    medida. ni en

    el

    peso,

    sino en su manifestacin externa] 61 Roberto Grosseteste es

    quien continuar y extender estas ideas.

    Los rabes ,son otra fuente de la esttica de la luz y del

    color. Jedizismo mazdakismo son filosofas esplcitas de la

    luz; la mstica de Suhrawardi es una mstica de la luz; la

    fsica de Alhacn es una ciencia de la luz que ejerci una

    considerable influencia en el siglo

    XIII.

    En efecto, Alhacn

    sienta las bases para un estudio cientfico de los fenmenos

    luminosos que se ana al estudio de los nmeros

    de los

    smbolos. Estudio que, lo mismo que la psicologa de las

    percepciones visuales, se impuso a los sabios y, lentamente, a

    los artistas. La influencia de Alhacn explica el xito de la

    metafsica de la luz en Alejandro de Hales, San Buenaventu

    ra, San Alberto Magno) y Ulrico de Estrasburgo, as como

    el desarrollo de la ptica

    de la perspectiva en Roberto

    espiritual o visible. Pero hasta el siglo XII~,

    tras haber est~

    diado los tratados de Alhacn sobre la ptica y la perspecti

    va la teora de la luz no se transforma en un sistema general

    del universo. Slo entonces, segn nos parece, se presta una

    renovada atencin a las observaciones plotinianas de Basilio y

    de Ambrosio que haban pasado inadvertidas hasta entonces

    58

    La esttira de la luz se puede seguir, aunque sea implci

    tamente, en la mayor parte de los dilogos clsicos de Platn.

    Las imgenes de tonalidad luminosa son abundantes. El res

    plandor; la irradiacin el brillo caracterizan las Formas,

    cuyo modelo supremo, la Esencia del Bien, se compara con

    el sol. La metafsica de la

    uz

    no se hace explicita, hasta

    Plotino. Es posible que a ello contribuyera el culto solar de

    los egipcios y los textos caldaicos. Lo cierto es que el simbo

    lismo de la luz adquiere una significacin fundamental en los

    neopitagricos y los gnsticos, en Proclo y en Simplicio. El

    Pseudo-Dionisio transmite la admiracin neoplatnica por la

    luz a Escoto Ergena quien, a su vez, influencia a Hugo de

    Saint-Victor y a sus discpulos.

    Sealaremos la jdentificacin

    de

    la luz y de la Verdad

    -vase el Evangelio-, as como la del Intelecto eterno, con

    el sol, que da a las formas primordiales plenissiman inobfus

    cabilemque claritatern [una claridad absoluta e imposible de

    oscurecer]. Recordemos la comparacin de Cristo con el da

    y aquella que representa la felicidad celestial como un ocano

    de claridad. Repitamos que en e l mu nd o sensible

    lu z es la

    sustancia misrn de los colores y la condicin externa de su

    visibilidad: es, por tanto, la causa formal.

    eficiente de la

    belleza sensible: Lux color est et formas rerum sensibilium

    detegit [La luz es color que hace visible las formas de las

    cosas sensibles]

    59

    El Liber de causis el Elementatio _forta

    lecen tales ideas, el primero a finales del siglo XII y el segun

    do a mediados del siglo

    XIII.

    La doctrina de Plotino inspira numerosas pginas de San

    Ambrosio y de San Agustn. No es Ambrosio quien nos

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    16/65

    36

    37

    7 Conf

    IV, 13.

    A di 1

    usnn no Ice o mismo que Platn porque la proposicin: El

    La estetica aparece en forma sumamente peculiar en la

    doctrina de la honestas

    Comenzaremos con las concepciones de Aristteles sobre

    el tema de la Kalokagathie Segn Aristteles, el hombre

    tiene la posibilidad de elegir entre tres fines: lo bello, lo

    agradable

    y

    lo.til

    62

    Dice, en otros trminos, que el hombre

    no desea otra cosa que el bien, lo agradable y lo til

    63

    Salta

    a la vista que de esta manera identifica elbien con lo bello. tia

    da excesivamente original ni en la sinonimia ni en la divisin:

    This classification of goods belongs to the era of proverbial

    philosophy in Greece, dice Grant, ya se encuentra en Teog-

    nis, Simnidas y Platn

    64

    El bien y lo bello se elgenpor su propio valor, lo til en

    relacin a otra casa. Lo bello es as un bien que se impone

    por s mismo a la eleccin y por esa razn exige ser

    amado, apreciado, alabado. Si se quiere definir desde la pers

    pectiva de lo deleitable. lo bello es un bien que nos place

    id 65

    precisamente por consi erar o como un len .

    Consideraciones de este gnero son, evidentemente, de

    carcter moral. Pero se desarrollan paralelamente a las con

    cepciones estticas cuyo inicio podemos encontrar en el me

    dio socrtico-platnico. Ciertas cosas, como el oro y el mar

    fi l con los que se recubre

    una

    estatua, adquieren un valor

    esttico si se aplican en

    el

    lugar

    que conviene;

    hay otras que

    son bellas en s mismas, porque poseen lo que conviene en su

    propio ser 66 Si un hombre que es en s ridculo lleva vesti-

    Grosseteste, Witelo, Bacon, Thierry de Frieberg, Bertoldo de

    Mosburgo, etc.

    dos y zapatos que le sientan bien, parece bello a causa del

    carcter

    adaptado

    de esas cosas. Queda por saber la razn

    por la que un hombre ser bello no contentndose con

    parecerlo: no ser, dir Platn en algunos dilogos clsi

    co.s, en el momento en que participa en aquello que es en s

    mismo bello y conveniente?

    San Agustn desarrolla ideas anlogas en su obra de ju

    v~ntud.

    De pulchro et apto

    No se trata expresamente del

    Bien, sino de lo Bel~o.An ms, el autor nos advierte expl

    citamente que no pIensa en la belleza inteligible, sino en la

    corporal. ~

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    17/65

    39

    8

    7

    Et. 1, 8 2.

    g

    De civ. Dei, ltimo libro.

    7 De fin.

    111, 18.

    72 H. Pouillon,

    a.c., 324.

    a esta esttica agustiniana en un texto de sus Sentencias que

    retoma Alejandro de Hales y asimila como terna de discusin

    la Escolstica del siglo XIII. Lo bello, en general, supone la

    armona de las partes: Decor elementorum omnium in pule-

    hro et apto

    consistit. Sed pulchrum est quod per seipsum est

    pulchrum, ut horno ex anima et omnibus membris constans;

    aptum vera est, ut vestimentum et victus. Ideoque hominem

    dici pulchrum ad se... apta, illa quae ad aliud accomodata

    [La belleza de todos los elementos consiste en su hermosura

    y adaptacin. Pero es bello lo que es hermoso por s mismo,

    como el hombre que consta de alma y de todos sus miem-

    bros; sin embargo, apto es aquello) como el vestido

    y

    el

    alimento. Y, por ello, se dice que el hombre es bello por s

    mismo... aptas son aquellas cosas que se acomodan a otra

    cosa]

    69

    Seguimos as dos lneas paralelas, una. prctica, la del

    Bien, otra esttica, la de lo bello. El Bien Bonum) se divide

    en

    Honestuni

    y

    Utile,

    lo Bello Decor) en

    Pulchrum

    y

    Ap-

    tumo Si el Bien no se identifica con lo Bello en todos los

    aspectos deberemos simplemente decir: al bien honesto

    co-

    rresponde

    lo bello de las formas globales, al bien til

    corres-

    ponde

    lo bello de

    l s

    partes en un todo.

    Nos ha parecido descubrir otro argumento a favor de la

    distincin del Bien y de lo Bello en otro texto agustiniano

    citado o utilizado a menudo despus de Isidoro. Agustn

    distingue la belleza puramente inteligible de la belleza sensi-

    ble. Existe una armona en la disposicin de los rganos

    internos, pero nosotros no disfrutamos de esta armona a

    travs de los sentidos, nos contentamos con afirmarla con el

    intelecto. La armona sensible es aquella que somos capaces

    de percibir sensorialmente. Ahora bien, cuando contempla-

    mos el cuerpo humano, encontramos partes necesarias, sobe-

    ranamente tiles, pero no bellas; y vemos otras que ya no

    tienen ninguna utilidad, pero son, sin duda, decorativas; la

    barba y los pezones en el hombre y, en los dos sexos el

    ombligo. Hay tambin partes que son simultneamente ;iles

    y

    be.llas, como las manos

    y

    los pies, que, de acuerdo con el

    pasaje precedente, deben incluirse en la categora de partes

    adaptadas al todo. Su aspecto es increblemente hermoso

    dice San Agustn, y de suma utilidad: ut pedes er manus,

    quorum membrorum et utili tas magna et species decentissi-

    ma [como los pies y las manos, miembros cuya utilidad es

    grande y su aspecto es bellsimo]

    70

    Como sucede a menudo, Agustn traiciona aqu su asidua

    l~ct~ra.,de Cicern

    71

    Nos parece evidente que hace una

    distincin entre la serie de bienes

    utilitas

    y la serie de

    bellezas

    species :

    en cada una de esas series opone adems el

    todo a la parte, es decir, aquello que gusta por s mismo y

    aquello. que gusta porque est

    decorosamente

    relacionado a

    un conjunto.

    Todos es~os conceptos:

    honestum

    y

    pulchrum, bonum

    y

    decorum, utile y aptum los entreteje Cicern en su De

    Officiis, que asimila las tradiciones del platonismo, del aristo-

    ~elis :ll0 y del estoicismo que, por otra parte, no solamente

    inspira a San Agustn, sino que lo leen Isidoro, Guillermo de

    Auvergne y numerosos autores. Segn parece, Cicern es el

    principal conducto para la antigua Kalokagathie, aunque ci~r-

    tamente lo especifica durante su viaje, se adentra en la Edad

    Media.

    Otra va es la de los rabes: pasa por Avicena y Algazel y

    probablemente se remonta a fuentes especficamente griegas.

    La belleza o el

    decorum,

    dicen los rabes, es la cualidad que

    posee una cosa cuando es tal corno

    e e ser:

    pulchritudo et

    decor ~ei est ut sit quemadmodum convenit ei [La belleza y

    la gracia de una cosa consiste en que es como le .conviene

    ser]. Toms de York cita estas fuentes rabes y nos informa

    de qu~ tambin insisten en el carcter subjetivo, psicolgico

    y deleitable de lo bello 72

    hombre, es decir, el todo, parece bello dado

    l carcter adaptado de l

    parte no es equivalente a la proposicin: La parte es bella dada su

    adaptacin al todo.

    Et. 1 81 Cf Sent. 1 c 8 P 83 c 551

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    18/65

    41

    quod honestum est decet. Qualis autem differentia sit hones

    ti et decori facilius intelligi quam explanari potest [Es de tal

    naturaleza que no puede separarse el decoro de la honesti

    dad porque lo que conviene es honesto y lo que es honesto

    conviene. La diferencia que hay entre lo honesto y lo deco

    roso puede comprenderse ms fcilmente que explicarse

    J 76

    Pese a todo Cicern intenta expresar su pensamiento: y

    emplea tres medios. En primer lugar el decoro es en mayor

    medida que la moralidad absolutamente necesario lo mni

    mo que se puede esperar. jusritiae partes sunt non violare

    homines verecundiae non offendere in quo maxime perspi

    citur vis decori [La justicia consiste en no causar dao a los

    hombres el respeto en no ofenderlos; en eso se reconoce

    claramente la naturaleza del decoro J . Por sentido de la justi

    cia se evitar ejercer la violencia sobre nadie por elegancia

    moral se evitar ofenderle en su compostura externa. El

    decoro es una moralidad de lujo una decencia supererogato

    ria una superabundancia de refinamiento una cierta liberali

    dad espontnea en el gesto moral: ese decoro se aprecia

    sobre todo en el respeto a la medida justa: Id decorum esse

    velint quod ita naturae consentaneum sit ut in eo moderatio

    et temperantia

    appareat cum specie quadam liberali

    [Entien

    den que es decoroso lo que est conforme con la naturaleza

    de tal modo que en l la moderacin y la templanza aparecen

    con un

    cierto

    matiz liberal] 77

    En segundo lugar la nocin de decorum tiene una reso

    nancia artstica. En efecto los poetas estn haciendo decoro

    cuando con abstraccin del carcter moral o inmoral de los

    personajes ficticios que crean los presentan en sus palabras y

    sus actos perfectamente armonizados con el papel que

    deben representar. Lo mismo sucede en el orden moral

    alguien es decorus cuando en el escenario del mundo ejecuta

    perfectamente su papel de hombre y expresa mediante gestos

    palabras de forma viva espontnea y liberal sin esfuerzo

    aparente la virtud interna que le adorna

    78

    u.,

    1 27.

    ~:u., 1 27 ( < ~ i : Garnicr p.242 .

    u., 1 28.

    et

    snpra ,

    p.

    33.

    73 E t. 1 193 texto Y n. 1

    74 De inv. 2 .

    75

    D e o ff.

    n

    32.

    Si nos circunscribimos a las precisiones agustinianas ins

    piradas en Cicern repetimos que en~ontramos bello 1 0 q~e

    nos parece

    concordar

    bien con un Ideal absoluto ~Platon

    dice: la Forma; el estoicismo: la

    Naturaleza;

    Plotino: el

    Uno o bien con un todo del que c?nstltuye una parte

    integrante. Cicern insiste como los ar~b~s .~n el ~fecto

    psicolgico de lo bello as como en la distincin s~tll que

    separa honestum y decorum Los mediev~les no pe rdleron de

    vista el aspecto psicolgico de la doctrina; quiz no com

    prendieran en su exacto valor la teora del decorum y del

    honestum

    Alcuino cita la definicin ciceroniana del honestum para

    probar su desinteresado humanismo: hay fines que merece la

    pena realizar por s mismos: Honestum estoq~od propt.er se

    appetitur.. . quod sua vi nos allicit et sua dignitate trah~t ~t

    virtus veritas scientia [Lo honesto es l~ que apetece por SImis

    mo. .. lo que nos seduce con su esencia lo q~e n~s ~t;ae por

    su dignidad como las virtu~es la v~rd~d la ciencia] . ~an~o

    Toms se refiere a otro pasaje de Cicern: Est autem ahqUl~

    non propter suam vim et natura~ sed propter fruct~m et un

    litatem appetendum quod pecuma est

    [Hay

    algo sin emb.ar

    go que debe ser apetecido no por su e~enclay naturaleza sm~

    por su provecho y utilidad e~~ es e~dinero] 7 Por tanto CI

    cern opone

    1 0

    honesto a lo

    til

    dlstmg~e

    1 .0

    honesto del de-

    corum? Cmo habra que interpretar el siguIente texto: Illu~

    ipsum q~od honestum decorumque dicitur quia per se nobl~

    lacet? [Eso que llamamos honesto y decoroso porque por ~

    mismo nos agrada]

    5

    Es preciso pensar en una redundancia

    . . , 1 )

    oratoria o en una OposlClon rea . .

    La ltima hiptesis es la acertada ~unque Clcero~ reco-

    noce que es sumamente difcil determl~ar co~ exactltu~ el

    matiz de los dos conceptos. Es ms fcil sentir de que se

    trata que explicarlo: Hujus vis ea est ut ab honesto non

    queat separan decorum nam et quod decet honestum est et

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    19/65

    2

    Esta concepcin del decorum externo y ms que simple

    mente requerido se concreta en una tercera observacin

    referida al orden biolgico. Lo mismo que todos los Anti

    guos, Cicern distingue en la armona humana las proporcio

    nes profundas y elementales de la salud de la de los miem

    bros externos. Lo honestum subyace al decorum lo mismo

    que la salud orgnica sostiene la gracia superficial de la

    apariencia ut venustas et pulchritudo corporis secerni non

    potest a valetudine, sic hoc, de qua loquimur, decorum to

    tum illud quidem est cum virtute confusum, sed mente et

    cogitatione distingitur

    79.

    Ut enim pulchritudo corporis apta

    compositione membrorum movet aculas et delectat, sic hoc

    decorum quod elucet in vita, movet approbationem eorum

    quibuscumque vivitur

    ordine et constantia et moderatione

    dictorum omnium atque factorum [As como la gracia y la

    belleza del cuerpo no pueden separarse de la salud, as este

    decoro, del que estamos hablando, ciertamente se confunde

    todo l con la virtud; sin embargo se distingue (de ella) por

    abstraccin mental. Pues del mismo modo que la belleza del

    cuerpo con la proporcionada composicin de sus miembros

    atrae nuestra mirada y nos deleita, as tambin ese decoro

    que brilla en nuestra vida suscita la aprobacin de aquellos

    con los que vivimos por el orden, la coherencia y modera

    cin de todas nuestras palabras y actos]

    80.

    Por tanto, el decorum es algo ms que el honestum: se

    trata de la irradiacin exterior en el mundo de la experiencia,

    una irradiacin superabundante y liberal. Quiz esta concep

    cin fue la que

    incit

    a Alberto Magno a diferenciar la

    simple presencia de la forma en un cuerpo de su lujoso

    resplandor.

    Existe an otra razn por la que el decorum se diferencia

    del honestum Al aparecer directamente en el mundo sensible,

    se presenta como el objeto inmediato de la percepcin sensi

    ble, del placer para la vista, de la aprobacin esttico-moral:

    ha sido entonces la influencia de

    icern

    la que ha llevado a

    Guil ermo d~ .A.uvergne, a Alejandro de Hales y a Toms de

    Aquino a dmgIr su atencin al aspecto psicolgico de lo

    bello: ~ovet oculos et delectar? [atrae la mirada y deleita].

    Efectivamenre, la psicologa de lo bello, tal y como se

    presenta en la problem~ica ,del siglo XIII, recurre expresa

    m~~te a los textos de Cicern. Es a Tullius a quien cita

    criticando, segn

    e l

    comentario de San Alberto a los

    N om-

    bres D_iv_inos:

    Tullius in libro

    De Officiis

    dicit quod hones

    tu~ dicitur pulchrum

    secundum notitiam ab aliis

    [Tulio en

    el libro De Officiis dice que lo honesto se llama hermoso

    en, ~uanto que percibido por otros] 81. Por otra parte, en una

    eritrea de la Summa ~e~logica de.Santo Toms, leemos que el

    honestur:z e debe d~f~mren funCIn del apetito y el decorum

    en rel cin con la VISIn:Honestum est quod per se appeti

    tur, sed decorum magis respicit conspectum [Lo honesto es

    lo que apatece por s mismo, pero

    e l

    decoro se refiere ms a

    la ~anifestacin externa] 82 Quiz el problema lo plante

    GUIllermo ~e -,\uvergne, quien se apoya directa y personal

    mente en Cicern, y de l lo habran recuperado Juan de la

    Rochelle y Alejandro de Hales

    83.

    . L~ ms probable es que al leer la Etica a Nicomaco de

    Anstoteles, Santo Toms piense en el

    De Officiis

    de Cicern

    (1, 4). El hombre de estado romano diferencia a los animales

    d~ los hombres po~ c~estiones estticas: Nec vera illa parva

    VISnaturae est ratiomsque quod unum hoc animal scilicet

    h?~o, sentit. quid sit ordo, quid sit quod deceat in factis

    dIctI.sque, qUI modu~. Itaq~e eorum ipsorum quae aspectu

    sentzun:ur ~ullum ~llzud am;nal pulchritudinem venustatem

    c??vementzam partzum

    s nt t

    [Y no es pequea manifesta

    clan de la naturaleza y de la razn que ste, es decir el

    hombre, es el nico animal que comprende lo que e; el

    81 H. Pouillon,

    a e

    297, n. 1 seala que la referencia es inexacta. El

    tcxt~ se encuentra en De Inv H, 52.

    S.

    Th

    HaHao,qu. 145, a.2.

    83 P~lc~rum dicit dispOsitio.n~mboni .secundum quod est placi tum ap

    Pche lSlOm; bonum vero respIc.It dispositionem secundum quam

    delect r

    fcctlOnen [Llam~...bello a la dISPOSICIO~el bien conforme a lo que es

    ra t? a la p~rcepcI~~: pero bueno se refiere a la disposicin segn la cual

    CItaa la inclinacin], Alex. Halensis, ed. Quar. 1, n. 103.

    1, 27 (Garnier , 242). Cf. supra p. 18.

    8

    1,28

    (Garnier, 244).

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    20/65

    89 Cf supra

    p. 39.

    90

    Vase

    Etudes

    tabla analtica, en la palabra

    Plaisir

    8 la

    qu.

    91

    a.

    3

    ad

    3m

    y

    11

    n qu.

    141 .

    a.

    4

    ad

    3m .

    :~Hipp

    majo 297;

    Gorg

    474

    d.

    Tap VI 7 146

    D e a rdo U,

    11 .

    n

    3~8Escoto Ergena,

    Et

    1,330; Toms de Aquino,

    Et IlI

    283,

    n

    2

    288

    excepcin todas las sensaciones. para gozar de la belleza glo

    ?almente. Slo en el siglo XIII, probablemente debido a la

    influencia aristotlica, la oposicin de los sentidos inferiores

    a los sentidos superiores conquista definitivamente derecho

    de ciudadana.

    Mientras tanto, la psicologa de las percepciones estticas

    se nutre de un~ doble fuente: una es musical, la que nos

    seduce por el numero; la otra es plstica y queda resumida

    en la formu~a ~

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    21/65

    46

    93 Die Kunsliteratur

    Wien, 1924, p. 24.

    Boecio, Et 1, 32, 33; Casiodoro, Et p. 37.

    1 Sulp Vctor ed. Halm, p. 320.

    92 Et 1

    254.

    Cicern seala que el concepto decorum se encuentra e.n

    las artes literarias. Los poetas llaman decorus a un personaje

    cuando toda su accin se armoniza con su perso~a, es~o es,

    con el carcter creado por el artista. El decorum J~ega igual

    mente un importante papel en la retrica: .en trmm.os gene-,

    rales aparece cuando la forma y el con~~ldo se

    usion n

    en

    una unidad armoniosa, cuando la

    expresin

    se adapta perfec

    tamente a la idea o a la sentencia, cuando los ntmos

    y

    las

    formas del verbo concuerdan con el sentimiento que el tema

    provoca: Quod decorum vel decens dicimus, in ea est ut

    rebus apta sint verba [Lo que llamamos decoroso o .conv9~

    niente consiste en que las palabras se adapten al contenido] .

    As pues, el decorum es lo bello en la medida e~ que se

    identifica con una concordancia, sea la concordancia de un

    todo con su norma ideal d ec or um pe r s e , sea la concordan

    cia de una parte con el todo a p tum seu ~ cco rr :o da tum :Los

    tericos de la arquitectura que, como VltruV~O,ex~e.nmen

    tan la influencia de la msica y de la retnca, utilizan el

    trmino decor con un sentido anlogo: el decor de un. t~~plo

    do

    s

    u forma se adapta a

    idea de la divinidad

    surge cuan . . 92

    a la que se le dedica y a la que debe recordar

    s imblicam ente

    As pues, los autores rr:edievales.no slo ~~contraban la

    nocin de decoro en los

    filsofos

    smo

    tambin

    en los ma-

    nuales tcnicos.

    Lo m ism o sucede con otros trm inos, entre ellos pul-

    Los manuales tcnicos

    chrum, pues, desde luego, no hay que olvidar que toda la

    especulacin griega est impregnada de esttica. Las alusiones

    a la belleza se encuer...ran lo mismo en los tratados de ciencia

    pura que en las obras morales polticas. Es lo que sucede

    particularmente con la acstica y la ptica. Encontramos

    consideraciones estticas no slo en las alusiones relativas a la

    escala situada en el odo (Aristjenes), sino tambin en los

    tratados dedicados al anlisis matemtico de los intervalos (de

    Platn a Ptolomeo). Sucede lo mismo con la ptica geomtri

    ca que, partiendo de los pitagricos y de Platn, pasa por la

    perspectiva de Euclides y los hallazgos de Arqumedes,

    y

    finaliza en el siglo

    despus de Jesucristo en la compilacin

    de Ptolomeo y, despus, en las especulaciones rabes.

    La Edad Media va recuperando poco a poco sus ideas

    antiguas asimilando progresivamente. a Boecio por una parte,

    y a los sabios musulmanes por otra. Los manuales en los que

    se inspira -tanto los del quadrivium (aritmtica, msica,

    ptica, etc.) como los del trivium (gramtica, retrica, mtri

    ca, potica, etc.)- desempean un papel esencial en la for

    macin de sus ideas

    de su terminologa esttica y artstica.

    Posiblemente no sea necesario extenderse sobre el tema

    del concepto ar s transmitiendo innumerables citas de filso

    fos y tcnicos. Schlosser, entre otros muchos autores, afirma

    que la Edad Media resolvi la nocin de arte en una especie

    de saber: Es ist klar dass es sich hier nicht mehr um die

    Praxis des Knnens, sondern um die formalen Grundlagen

    des Wissens handelt 93. De esta forma es evidente que la

    afirmacin requiere modificaciones bastante matizadas. Ya en

    los primeros siglos, a partir de Boecio y Casiodoro, los

    medievales eran perfecta

    prcticamente conscientes de la

    distincin entre el saber orientado hacia el conocimiento

    puro y el saber hacer dirigido hacia la creacin de formas 94.

    La oposicin de a rt if ex t heor ic e y de a r ti fex p rac ti ce est

    hecha con miras a aclarar la distincin entre disciplina y ars.

    Adems, todos los antiguos conocen tales problemas.

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    22/65

    49

    8

    99

    Halm p. 155.

    lb 219. Scientia

    rursus

    duplex est; est scientia artis, est non artis

    [La ciencia es, a su vez, doble: hay ciencia del arte y ciencia que no es de

    ninyn arte].

    lb 170. Ars extr insecus, quae nobis scientiam solam tradit . .. v.g.

    ars rethorica extrinsecus quae nobis quid si t rethorica demonstrat; quam

    cum demonstraverit, scimus tantum sed exercere non possumus. Ars intrin

    secus, quae ita dat scientiam ut illud ipsum quod scientia dat, quibus

    rationibus {aciamus ostendat... Intrinsecus autern ars rethorica illa est quae

    nobis ad actus praecepta art is insinuat [El arte extrnseco, que nos trans

    mite slo teora...

    V

    g. el arte extrnseco de la retrica, que nos muestra

    qu es la retrica, y una vez mostrada sta, la conocemos solamente, pero

    no podemos ejercitarla. El arte intrnseco, que nos proporciona un conoci

    miento terico tal que ofrece las reglas con las que podemos realizar

    aquello que la teora nos da..., e l arte intrnseco de la retrica es que nos

    comunica los preceptos de este arte para la prctica] d 25-28 Y 36-40).

    5 Quintiliano. Et. 11, 17, 41.

    96 Sneca, p 88, 21.

    97

    Saint Agustin et la fin de la culture antique

    1938, pp. 216, 217.

    98

    De nato deor. 58 60.

    definir la esencia del arte en general: Non enim mox scire

    possumus quid sit ars, nisi additum fuerit cujus ars: poeticae,

    gramaticae, rhetoricae [En efecto, no podemos saber qu es

    el arte si no se aade aquello de lo que es arte: de la potica,

    de la gramtica, de la retrica] 99

    Obviamente, Mario .Victorino adopta la opinin de su

    maestro Cicern e insiste en el carcter disciplinado del

    arte. El arte, dice, se presenta en dos formas: como saber y

    como realizacin: ars duplex, una in scientia, alia in actu

    [El arte es doble: terico y prctico]

    1

    En tanto que saber,

    forma parte de la ciencia. El saber se refiere en primer lugar a

    las cosas q~e nada tienen que ver con la creacin de las for

    mas: a la distincin de las piedras preciosas o a la ciencia del

    nmero de habitantes de una ciudad. Concierne tambin a los

    objetos que el hombre produce conscientemente; en tal caso,

    el arte es la ciencia de las reglas que el artesano debe seguir en

    el curso de esta produccin. Es positivo o normativo. Se de

    nomina ars extrinsecus el conocimiento

    positivo

    y terico de

    lo que es la retrica; se denomina ars intrinsecus el conoci

    miento

    normativo

    de las reglas a seguir cuando elaboramos no

    sotros) un discurso 1 1

    Incluso en ~l arte intrnseco es necesario distinguir el

    saber puro

    de las reglas del

    saber hacer

    que aplica las reglas

    a cada caso concreto: Ars tantum praecepta tradit, non ali-

    Quizs Aristteles haga mayor hincapi en el saber y el

    estoicismo d mayor importancia al hacer. Entre los roma

    nos, Cicern concibe la retrica como una disciplina y Quin

    tiliano, que sigue el ejemplo de Cleanto, como un arte prcti-

    ca: ars quae est potestas via, id est ordine, efficiens [arte

    que es una capacidad que procede metdicamente, es decir,

    con orden] 95 De hecho, los estoicos compaginan ambos

    matices aproximndose mucho a la concepcin moderna del

    arte. A nuestro modo de ver, toda su teora aparece domina

    da por la diferencia entre las artes liberales y las artes servi

    les; las primeras se sirven nicamente de la palabra, las se

    gundas utilizan la mano. Pero no es tan slo eso. Posidonio

    habla expresamente de las artes que conducen al enriqueci

    miento del saber y de las que contribuyen a la formacin de

    la virtud; en lo tocante a los oficios, hace una distincin

    entre las artes en funcin de la necesidad y el deleite de los

    bienes que procuran 96

    Las ideas de Posidonio se generalizan rpidamente; pue

    den encontrarse en gran nmero de pensadores y profesores,

    segn demuestra Marrou en una tabla comparativa en la que

    expone las opiniones ms extendidas sobre la enseanza enc

    clica, esto es, sobre la formacin general 97 Galeno, Sneca,

    que cita explcitamente a Posidonio, y Cicern, en

    De natu-

    ra deorum

    Son continuadores de la teora del maestro

    estoico

    98

    Los medievales buscan sus definiciones del arte en

    Cicern y tambin en Varrn, en Agustn y en los retricos

    del Bajo Imperio, especialmente en Mario Victorino.

    Destacaremos el nombre de Victorino, cuya influencia es

    evidente en Gundisalvo, y posiblemente responsable de la

    autonoma otorgada a la Potica a partir del siglo XII, y en

    lo sucesivo independiente de la Gramtica y de la Retrica.

    Mario Victorino se sita expresamente en el punto de vista

    de la induccin, esto es, de las tcnicas particulares: es ms

    fcil, dice, comprender que son las artes particulares que

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    23/65

    51

    50

    5

    t I1, 385, -388, 397.

    6

    De natodeor. 60. Cf. Ag, De quant animae. P. L. 32, 1075. Tot ar-

    2

    lb 156

    3

    lb 156

    4

    De nato deor. 58. Cf. Orator 69, Brutus 185, 276. Sobre Varrn,

    K. Svoboda, L estbtique de S. Agustin p. 30.

    [las ciencias que suministran lo que es necesario], o sea, las

    artes mechanicae de las artes del puro placer, appenditia

    artium

    1 5

    La divisin de las artes en liberales y serviles vuelve a

    encontrarse en la mayora de los retricos y los gramticos.

    No diremos nada especial respecto al tema de las artes-libera

    les: por ejemplo, la divisin tripartita platnica aparece en

    Orgenes y Boecio, la divisin aristotlica y bipartita inspira a

    Casiodoro; Isidoro fusiona ambas en mayor o menor medida.

    En cuanto a las artes mecnicas. cuyos nombres aparecen

    tan a menudo en San Agustn y a las que hace alusin

    Casiodoro en su De anima probablemente es Cicern quien

    sienta las bases de la doctrina medieval. Pese a su extensin,

    citaremos un pasaje: Quam vero aptas quamque multarum

    artium ministras manus natura homini dedit Itaque ad fin

    gendum, ad sculpendum, ad nervorum eliciendos sonos ac

    tibiarum apta manus est admotione digitorum. Atque haec

    oblectationis causa. lila autem necessitatis:

    cultus dico agro

    rum, extructionesque tectorum, tegumenta corporum vel tex

    ta vel suta, omnenque fabricam aeris et ferri. Et praetera

    vescimur bestiis... partim capiendo, partim alendo... Magnos

    vero usus offert lignum) ad navigia facienda. .. et propter

    nauticarum rerum scientiam plurimisque rebus maritimis

    fruimur atque utimur

    [

    Qu apropiadas manos y capaces de

    ejecutar muchas artes dio la naturaleza al hombre As pues,

    la mano gracias a la aplicacin de sus dedos es apta para

    modelar, para esculpir, para arrancar sonidos a la lira y a la

    flauta.

    y

    estas son artes para el deleite pero aquellas de lo

    necesario: me refiero al cultivo de los campos, a la construc

    cin de las casas, al tejido o cosido del vestido, a todo

    artefacto de bronce y hierro. y adems nos alimentamos de

    animales... capturando unos, criando otros ... , la madera nos

    ofrece una gran utilidad para construir naves, y a causa del

    conocimiento de las artes nuticas disfrutamos y utilizamos

    muchos productos marinos]

    106

    quid secundum ipsa [aciendum [El arte solamente ensea las

    reglas, no a hacer algo de acuerdo con ellas]

    102

    Si en efecto

    se tratara de la aplicacin consciente del saber de las reglas,

    habra que hablar de ars in actu; la nocin de ars in

    scientia se limita al conocimiento de las normas abstractas.

    As, Mario Victorino es el equivalente, en formas escolsticas

    o escolares, al intelectualismo en todo su rigor. Lo que se

    hace evidente cuando, reconociendo que el arte presupone la

    naturaleza, la tradicin, el ejercicio, se atreve a decir que tales

    condiciones no sirven para nada, por el contrario, son noci

    vas, cuando no acaban en la ciencia reflexiva de las reglas

    apropiadas: Si ars eloquentiae qua~tuor :ebus consta~, natu

    ra, usu, exercitatione, arte, necessano artis praecepta m elo

    quentiam dantur. Quae si deest ars, profecto tria ~llamultum

    interdum nocere, numquam prodesse possunt [SI el arte de

    la elocuencia precisa de cuatro condiciones: naturaleza, uso,

    ejercicio y arte, necesariamente se dan para la elocuencia las

    reglas del arte. Si falta el arte, los otros tres ciertamente

    d

    di 1 ] 103

    pue en pef}u icar a veces, pero nunca son uti es .

    Volviendo a Posidonio, es evidente que la distincin de

    las tcnicas en

    artes de lo necesario y artes de lo placentero

    es de importancia para la esttica: Esta distincin, que .ya

    aparece en Platn y en Aristteles, se resuelve en la bl.en

    conocida, e histricamente decisiva, frmula de

    Horacio:

    Todo arte, en particular arte potica, tiende a la vez a la

    utilidad y a lo deleitable, podes et delectat Cicern haba

    insistido en esta posible doble funcin de las artes: Artes

    quoque efficimus partim ad usum vitae, partim ab oblectatio

    nes necessarias [Tambin practicamos las artes, unas necesa

    rias para la vida, o~ras para el deleite]

    104

    I~ea q~e arraiga

    ms y ms, por ejemplo, en Hugo de Saint Victor, ese

    inteligente lector de San Agustn: en su opinin hay que

    diferenciar las scientiae ministrandi ea quae sunt necessaria

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

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    53

    5

    110

    Enn V, 8,1.

    griegos y los romanos: los medievales que encuentran el

    esquema en San Isidoro, entr; otros, se revelan aqu como en

    otros aspectos herederos de la antigedad.

    La psicologa del arte adquiere un nuevo desarrollo cuan-

    do las traducciones latinas de la Etica a Nicmaco se extien-

    den en Ocidente. La influencia aristotlica ya se deja sentir

    en Guillermo de Auvergne y, despus, en Alejandro de

    Hales.

    Todas esas ideas diferentes

    anan en una vasta sntesis

    del arte, cuyo origen es neoplarnico, que los medievales

    encuentran nuevamente en los Pa

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

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    55

    4

    116

    E t. 1 319.

    117 Pietzsch o. c p. 78-85.

    ordenadas en un edificio

    111

    Consecuentemente. dice Plotino

    la obra de arte es una imitacin no de las cosas que el artista

    percibe a travs de los sentidos sino de una forma interior o

    de una idea la que tiene una intuicin espiritual 112

    Alrededor de esta idea central se agrupan mltiples conside

    raciones tcnicas filosficas y teolgicas que confieren a la

    teora medieval un carcter especial y relativamente unificado.

    La historia de los

    scriptoria

    de los talleres tcnicos y de

    los manuales prcticos puede servir para iluminar nuestras

    observaciones generales. Est fuera de duda que la terminolo

    ga e incluso gusto de la incipiente Edad Media estaban

    menos influidos por Platn y Aristteles que por la forma

    cin emprica de los oficios y por la transcripcin de los

    viejos libros escolares.

    Parece evidente que en las escuelas eclesisticas en las

    que deba aprenderse canto se difundan reglas estticas jun

    to a esas indicaciones tcnicas que desembocaran entre otras

    cosas en notaciones musicales nuevas. En sus orgenes la

    msica eclesistica estaba sometida a una triple influencia:

    judaica siria y griega

    113

    Unicamente conocemos mediante

    documentos directos la teora musical helnica: lleg a la

    Edad Media en tres oleadas sucesivas y constituye la base de

    una concepcin esttica del mundo que abarca infinitamente

    ms que el exclusivo dominio de las percepciones sonoras.

    Podemos encontrar las teoras clsicas de los musiclogos

    pitagricos en Varrn en

    De musica

    en el

    De ordine

    de

    San Agustn 114 en Quintiliano que se contenta con generali

    dades tomadas por Isidoro en Macrobio y Calcidio en sus

    comentarios de Platn particularmente en Boecio que p~

    ne los cimientos de la doctrina cientfica de las proporcio

    nes y en Casiodoro que no profundiza en la teora musical.

    Estos autores son junto con Isidoro los que fundamental

    mente citan y copian los tericos carolingios

    115

    Recordare-

    mos algunos nombres: Aureliano de Reom Rgino de

    Prm Juan Escoto Ergena Hubaldo de Saint Amand y el

    autor annimo probablemente irlands de la Musica enchi-

    riadis; este escritor conoce sin lugar a dudas De musica de

    San Agustn lo mismo que Juan Escoto.

    La teora y la esttica musical reciben un nuevo impulso

    cuando empieza a difundirse el De nuptiis de Marciano Ca

    pella en el siglo

    IX.

    Remigio de Auxerre

    116

    es el primer

    autor medieval que revela una profunda influencia de Capella

    y transmite la doctrina del ritmo y la teora de la unidad de

    la danza de la poesa y del canto.

    Tres o cuatro siglos ms tarde es a la literatura rabe a la

    que le llega el momento de ser apreciada; tambin ella tiende

    un puente entre la antigedad griega y la Edad Media latina.

    Probablemente ya existen infiltraciones rabes en Gerberto

    de Aurillac; en Adelardo de Bath se hacen ms numerosas y

    discernibles; en la segunda mitad del siglo XII se imponen de

    manera definitiva con Gundisalvo

    117

    En cuanto a la evolucin de las bellas letras ha sido

    estudiada por tantos autores que nos limitaremos a algunos

    temas generales.

    Parece casi seguro que se daba la misma educacin litera

    ria en todas las regiones del Bajo Imperio. La gramtica se

    deca ensea a escribir con correccin y la retrica con arte

    ornate. Al analizar a los autores clsicos los escolsticos

    comentaban los preceptos abstractos y explicaban las rea

    ia.

    Donato maestro de San Jernimo sintetiz la ensean

    za tradicional en ese campo. Le imitaron y siguieron sus

    pasos en la

    Tebaida

    de Estacio Lactancio Plcido Virgilio

    el clebre Servio principios del siglo

    V

    Horacio y algo ms

    tarde el Pseudo- Acrn. La Edad Media demostrara conside

    rable inters por estos comentarios: haba que copiarlos pla

    giarlos imitarlos como sucedi en el siglo IX con Remigio

    de Auxerre y con el annimo de las Scholia Vindobonensia

    En cuanto a la Potica tomaba su teora del metro y de

    11 lb 1 6 2

    112 Ib V 8

    113 Th. Grold L es P re s d e l Eg lis e e t la M u siq ue Pars 1931.

    K . S vo bo da L e sth etiq ue d e s ain t A gu stn 1933 pp. 67 Y 69 sv.

    115

    G. Pietzsch D i e K la ss if ik at io n d er M u si k Halle 1929 p.22.

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    26/65

    6

    120 Vase, no obstante, M. Roger, o.c., p. 264.

    siglo X, otros como la Retrica Ad H erennium, el De inven-

    tione y los comentarios de Victorino tuvieron mejor suerte:

    bastaban para elaborar una teora de las bellas letras. Fortu

    nato, al que Casiodoro cita tan encomisticamente, se reco

    mienda a todos y se recopia varias veces: Ha1m le edita segn

    un manuscrito del siglo

    VII

    y dos del

    VIII.

    Por su parte, los

    Escoto transcriben el Arte Potica de Horacio, numerosos

    tratados de gramtica y el

    De nuptiis

    de Capella. Algunos

    piensan que cabe en lo posible que, a partir del siglo VI,

    pudieran leer a Donato y a Prisciano 120 En todo caso,

    A

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    27/65

    58

    59

    sv.

    126 Et. 1, 223.

    27

    Faral, o.c.

    28 Tb

    16. E ebl,o o, eog. 26~Gorgl3:s, fr. 23; Plut., De aud. poet. 1 15 Y 11

    P

    . stra on, p. 15; Cicern, De

    tnu

    1, 27; Ad H

    e ro

    I 13 Horacio Ad

    tsc

    151, 333, 343. ,

    129De ord.

    11 40;

    Solil.

    11 10; 15-17.

    niano), Palemo, Malio Teodoro, Eutiquio

    2

    Aldhelm inclu

    so transcribe los trminos tcnicos griegos que, segn Roger,

    22 E 1 bibli d

    se encuentran en Dra.Gn de Stratomce . n a I ioteca e

    York, Alcuino no slo menciona el De inventione de Cicern

    sino numerosas obras clsicas, importantes desde un punto

    de vista de la teora del arte, entre las que podemos destacar

    muy particularmente la

    Historia Natural

    d~ Plinio. .

    Tanto los __nglosajones,

    y,

    en consecuenCia, los.humaaistas

    carolingios, como

    la s

    retricos romanas en los que se inspiran

    directamente hacen l1na distincin entre la prosa artstica y

    la, forma vuigar de expresip

    23

    G~ la musicalidad

    d~, sea. mtrica o rtmica. Estudian la prosodia en

    Donare, Prisciano, Sergio, Audax, Focas, Carisio, Palemo,

    etctera. Muestran inters en dividir las bellas letras en gran

    des gneros, como descubre Beda, despus de Isido:o, en

    Diomedes

    24

    En lo relativo a la teora general deLe~t1lo, tal

    y como la resume Alcuino, el_maestro n.~jsClJti.ble c;ontina

    sien~cern, el heredero de la traebcIQn g[1e~a. ~ara la

    doctrina de los smbolos y de los tropos se mspiran en

    la retrica

    Ad H erennium, Rethorica nova vel secunda

    o en la

    Rethorica uetus uel prima,

    esto es, en

    De inventione;

    que se

    completan con Quintiliano, Aquila Rom~nu~, Rutilio Lupo,

    Marciano Capella

    25

    En cuanto a la mUSicalIdad del verso y

    de la frase -compositio seu structura, ryt~mus et clausula,

    modulatio, etc.-, consideramos que Marciano Capella, pa

    sado el siglo VIII, y, aun ms tarde, Quintiliano fueron l~s

    que influyeron en los primeros dictatores. ~o podemos olvi

    dar en la formacin de la teora ms an ngua de las bellas

    letras el Arte potica de Horacio, pues sirve de tema a un

    comentario en el siglo IX (bajo la influencia de Cicern,

    Ovidio, Servio, Hi~inio, Donato y Acrn)

    26

    y, ms adelan

    te, a las Artes poeticae de los siglos XII y XIII

    27

    Podemos, por tanto, deducir que la

    Edad

    Media

    asimil

    p ,~. ame?,te la teora literaria antigua ;-partir del sido ~.

    ~oncluslOn a la que llegamos por los comentarios de Remi

    glo de Aux:r.r~, l~s ens~yos estilsticos de innumerables auto

    res., _los anlisis literarios de los clsicos, la enseanza del

    ~nvIUm, del que encontramos, por ejemplo, la teora en el

    Siglo XI, en Conrado de Hircheau y la prctica, en la Escuela

    de C.?art:es, probablemente a partir de Fulberto.

    Es .evldente q~e, pa..r.:-la Edad Media, los problemas del

    cont~mdo de la lIteratura no s o n menos importantes que los

    de}a forma tcnica.

    La veracidad po.tica y la calidad moral del poema es un

    tema. que pasa a ocup~r .un primer trmino. Por una parte se

    re~aclOn~ con lo

    prdico

    de la poesa, por otra, con la

    fabula. Este tema, que ya tiene un cariz clsico, fue plan

    teado e? su. ~o~ento por Gorgias. En efecto, el arte crea

    Re~so.nales fictICIOS que sita en un mundo aparentemente

    . objetivo; ~dems, provoca ilusiones de las que los lwmbres

    S911~onsclente$ y PLl..~_~J:1_~_~~ente.

    Platon condena ~ los poeta__La .los pintores a causa de la

    ~ ~.edad, la mentIra la ilusin del arte. Aristteles es ms

    mdulgente y los estoi~os intentan resolver la oposicin entre

    los dos, maestros mediante la teora del alegorismo.

    , 1: .~lodoJ.lu:~rco, ~.stra~n, Cicern

    y

    Hor_jcio ~a

    ,blan que la creaClon poeuca es una mixtura de

    verdaderQ

    19_{also 28: E,,--. ; l e oedine Agustn llam a al canto de..lts

    p'o~tas rationabil ia mendacia [ficciones razonables

    En los

    S o lUoqu es

    hace la_

    distincin

    ent~e

    (allax

    y

    mend,ax:

    unas

    veces el ~ lg~o busc;a nicamente el p1acCi'r (mendacium)

    otras consegUIr efectos serios (fallacia)

    29

    Una vez ms evi~

    2 Roger, passim, pp. 317 sv. y especialmente 328, 329, 1~3 (Tatwine),

    335 (Bonifacio), 336-337 (Alcuino), 345 (Beda), 353 (prosodIa) 361, 363,

    381 (mtrica), 360 (gneros literarios).

    122 Ib p. 362.

    23

    Vase,

    p

    ej., Aldhelm

    (Etudes,

    1, 142).

    24 1

    Behrens,

    Die Lehre uon der Eintei llmg der Dichtkunst,

    Halle,

    1940,

    p

    25. -'

    5

    E. Faral, Les arts potiques du vtr et du

    VI

    H s i l e s 1923,pp. 52Y

  • 5/22/2018 Libro Esttica de La Edad Media Parte 1 de Edgar de Bruyne

    28/65

    61

    (Dammanda) ergo sunt quae finguntur et tamen nec sunt, nec

    fieri possunt, nec fuerunt [~ pintura es una representacign

    de eso que existe o puede. e~istir. Por consiguiente Dam-

    manda son cosas que se representan y, sin embargo, ni

    existen, ni pueden llegar a existir, ni han existido] 134. Los

    Livros carolinos defienden, quiz en los mismos trminos que

    Vitruvio, la misma posicin.

    eGo consecuencia de la iconoclasu toda la esttica

    eo-

    pl~ica de las estatuas de los dioses dise~ revive bajo

    fo rm s cristianas en las obras patrsticas. Din Crisstomo,

    Plotino y Porfirio insisten en el sentido religioso de las

    estatuas pagn~: en la forma sensible de la divinidad repre

    se~tada en forma humana, el artista hace aparecer CllalidMles

    puraJl1ente espirituales como la serenidad, l prudencia y la

    razn. El que contem.pla la estatua con Jos ojos no se detiene

    en a percepcin puramente sensible sino Que se eleva a

    travs del intelecto hasta la contemplacjn de las realjdades

    inmeteriales..,135.Esta doctrina, que inspira a los Padres grie

    ~, na.lea.es desconocida a los autores carolingios ck los

    Libri carolini.

    Lo mismo sucede con la famosa teora del carcter Q .da

    ggico de la pintura: lo que los sabios pueden comprender al

    Ie~. os caracteres artificiales y esquemticos de la escritura,

    los iletrados deben recordarlo al mirar las imgenes naturales

    e_imitativas de la plstica. En este caso podramos citar

    paralelamente los textos de Ba,silio, Nilo, Gregario de Nisa,

    juan_Qamasceno y los de Agustn, Paulina de No la y Grega

    rio Magno. Una vez ms, la doctrina procede de los antiguos

    retricos

    136. .

    Las anteriores consideraciones se refieren al contenido del

    arte plstico, contenido o sujeto, que los docti proponen a

    los artifices y establecen con mayor claridad en las inscripcio

    nes o t tul Plinio y Vitruvio son quienes transmiten a los

    medievales la esttica de la pintura en tanto. que creacin

    formal. Isidoro copia a Plinio; los carolingios leen a Vitruvio.

    134 De arch.

    VII, 5. Cf.

    Et.

    1,

    250.

    135 Et. 266.

    136 Et.

    26.4.

    130 Solil

    I1, 17.

    131 De parto ano 1, 5, 64 a; Poet., 4, 1148b.

    132 De aud. poet. I1I, 17 f.

    133 Rhet. ad Hero

    IV, 39.

    dencia la influencia sea de Cicern

    De inv. 1 27

    sea de

    Cornificio (1, 13); efectivamente, despus de la Repblica los

    gramticos distinguen la

    historia

    que relata acontecimientos

    reales, la

    fbula

    que crea puras ficciones de seres imposibles

    y el argumentum que presenta hechos imaginarios aunque

    posibles. Conocemos la importancia de esta distinc