literatura española: la generación del...
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Literatura Española: La Generación del 98
AUTORES
Elena Sánchez
José Sánchez
Rosa Fabregat
Francesc Durà
Santiago Roda
Josefa Prades
ÍNDICE
Página
I Introducción
Antecedentes: la pérdida de las colonias
La generación del 98 2
II Miembros 4
Los requisitos generacionales aplicados al 98 4
III Biografías 9
Machado 9
Unamuno 10
azorín 14
Baroja 19
IV Evolución de los escritos de la
―Generación del 98‖ 21
V Significación del grupo del 98 23
Innovaciones literarias: logros. 25
VI La Poesía: Generación del 98, Modernismo
y Restauración 28
VII Pioneros del Existencialismo 38
VIII Referencia bibliográfica 42
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Literatura Española: La Generación del 98
I
Introducción
Antecedentes: la pérdida de las colonias
La Generación del 98
La denominada ―Generación del 98‖, formada por un grupo de
intelectuales, surge a partir del año 1898 y coincide con la crisis
que se produjo en España con la pérdida de las colonias.
La guerra que se desató entre España y Estados Unidos dio como
resultado la independencia de Cuba y como consecuencia la
pérdida de las colonias. Esta pérdida fue un gran problema para
España pues Cuba era una fuente de riqueza para España por sus
productos agrícolas y además por su estrategia geográfica.
Este conflicto con América ocasionó un desprestigio a España y
como consecuencia a sus políticos pues en la prensa americana les
calificaban como unos corruptos y analfabetos frente a una
América emergiendo como una nueva potencia mundial. Por todo
esto, los intelectuales españoles, periodistas y escritores,
empezaron a expresarse con desánimo y pesimismo.
Estos acontecimientos ocurrieron durante la regencia de la reina
Maria Victoria Cristina viuda del rey Alfonso XII. Comenzaron
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con insurrecciones populares que exigían la independencia de
Cuba y Cánovas decreta una autonomía que no fue aceptada
pidiendo la independencia completa.
El embajador yanqui en España Taylor anuncia que las reformas
de Cánovas tienen la finalidad de distraer al mundo y satisfacer a
la opinión americana. En ese momento las colonias eran una
fuente de riqueza muy importante para España pues importaba
productos agrícolas básicos para la economía española en aquel
momento. Un suceso muy nombrado en la época fue el
hundimiento del Maine, el gobierno estadounidense envía a la
Habana el acorazado Maine, el viaje es una maniobra
intimidatoria para provocar a España, que no quería la compra
que pretendía Estados Unidos de Cuba y Puerto Rico. El 25 de
enero de 1898 entraba en La Habana sin avisar -como se hace
siempre en diplomacia- entonces España envía al crucero Vizcaya
al puerto de Nueva York . El 14 de febrero estalla el Maine con la
tripulación muriendo 254 hombres y dos oficiales, enseguida, sin
esperar la investigación, los periódicos culpan a los españoles de
la catástrofe Nunca se ha sabido con exactitud las causas de la
explosión, las investigaciones quitaron toda responsabilidad a
España y por eso queda la sospecha de que fue provocado por
América para desprestigiar al gobierno español y así tener un
pretexto para declarar la guerra a España.
En 1902 se firmó el tratado de París por la independencia de Cuba
junto con Filipinas, Puerto Rico y Guam, las posesiones de Asia
Islas Marianas, Carolinas y Palaos, fueron vendidas a Alemania
en 1899 por 25 millones de pesetas, por el tratado germano
español.
A partir de estos acontecimientos, la prensa amarillista americana
empezó una campaña de desprestigio de España por esto los
intelectuales del momento empezaron a expresarse con desánimo
y pesimismo en los artículos de prensa y en literatura.
Se cree que Azorín fue quien primero denominó al grupo como
Generación del 98 formado además por Pío Baroja, Ramiro de
Maeztu, Unamuno, Ortega y Gasset , y Machado entre otros.
Estos hombres de la cultura rechazando la España del fracaso se
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centraron en exaltar los valores que aun había en España.
II
MIEMBROS
La Generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido
tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas
españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral
y social acarreada por la derrota militar en la guerra con los Estados
Unidos y la consiguiente pérdida de las últimas colonias.
Los requisitos generacionales aplicados al 98
Pedro Salinas ya aplica en un ensayo de 1935 al 98 el concepto de
"generación literaria", que establece unos "requisitos
generacionales":
1. Nacimientos en años poco distantes: 1864-1875
2. Formación intelectual semejante: autodidactismo
3. Relaciones personales: amistad, tertulias, revistas, "Grupo de los
Tres",...
4. Participación en actos colectivos propios: homenaje a Larra,...
5. Presencia de un guía: Nietzsche, Schopenhauer, (Unamuno)
6. Lenguaje generacional: ruptura con el lenguaje precedente
7. Anquilosamiento de la generación anterior
La juventud del 98
Un espíritu de protesta y rebeldía animaba a la juventud del 1898,
provocado en parte por la actualidad contemporánea de determinadas
doctrinas revolucionarias:
UNAMUNO: pertenece al PSOE, marxista
MAEZTU: ideas revolucionarias / anhelos socialistas
AZORÍN: anarquista
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BAROJA: simpatías por el anarquismo
Este hecho es un indicio de la crisis de la conciencia pequeño-
burguesa. Los jóvenes del 98 conforman la primera generación de
intelectuales.
El "grupo de los Tres"
Constituyen este grupo Baroja , Azorín y Maeztu , amigos que
firman artículos bajo el pseudónimo de "Los Tres". En 1901 publican
un manifiesto en el que expresan su deseo de cooperar a la
generación de un nuevo estado social en España, lo cual se debe a la
miseria y hambruna contemporánea en España. El medio que
canalizaría las fuerzas para resolver esta situación sería la "ciencia
social". Se alejan estos autores pues de sus compromisos políticos y
sólo confían ya en la "ciencia social". Su posición es ahora la de un
reformista de tipo regeneracionista .
La campaña política de los Tres estuvo marcada por el fracaso, lo
cual les condujo a un hondo desengaño. En esto les había precedido
Unamuno , que había negado su apoyo al grupo de los Tres por su
pérdida de interés por temas económicos y sociales. Ahora aspira
sólo a modificar la mentalidad del pueblo.
En 1905 los Tres abandonan el camino de la acción e inician un giro
hacia posturas idealistas. Siguen sintiendo la preocupación por
España.
Cambio del término generación por el de grupo.
Luis Grangel sustituye el término generación por el de grupo del 98
aplicado a:
- Azorín
- Unamuno
- Baroja
- Maeztu
Y solo válido en el periodo comprendido entre finales de siglo y
1905, año en que aproximadamente sitúa su disolución.
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NÓMINA
Formado inicialmente por el llamado Grupo de los Tres,
como se ha indicado anteriormente (Baroja, Azorín y Maeztu),
entre los integrantes más significativos de este grupo podemos
citar a Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Enrique de Mesa,
Ramiro de Maeztu, Azorín, Antonio Machado, los hermanos Pío
y Ricardo Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y el filólogo
Ramón Menéndez Pidal. Algunos incluyen también a Vicente
Blasco Ibáñez, que por su estética puede considerarse más bien un
escritor del Naturalismo, y también al dramaturgo Jacinto
Benavente. No debe incluirse a José Ortega y Gasset, que es
considerado casi unánimemente como perteneciente al
Novecentismo.
Artistas de otras disciplinas pueden también considerarse
dentro de esta estética, como por ejemplo los pintores Ignacio
Zuloaga y Ricardo Baroja, también escritor este último. Entre los
músicos destacan Isaac Albéniz y Enrique Granados.
Miembros menos destacados de esta generación fueron Ciro
Bayo y Segurola (1859-1959), el periodista Manuel Bueno (1873-
1936), Mauricio López-Roberts, Luis Ruiz Contreras (1863-
1953), Rafael Urbano (1870-1924) y muchos otros.
La mayoría de los textos escritos durante esta época literaria
se produjeron en los años inmediatamente posteriores a 1910 y
están siempre marcados por la autojustificación de los
radicalismos y rebeldías juveniles (Machado en los últimos
poemas incorporados a Campos de Castilla, Unamuno en sus
artículos escritos durante la I Guerra Mundial o en la obra
ensayística de Pío Baroja).
AZORIN EN SU DOBLE FUNCION DE PROTAGONISTA
Y CRITICO
Azorín en su doble condición de protagonista y crítico sentó las
bases en que habían de apoyarse después otros historiadores al
intentar una caracterización del grupo generacional.
Puntualiza la vinculación de esta con el pensamiento europeo y
con la literatura regeneracionista de la Restauración, incluye en la
nómina noventayochista, los siguientes:
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- Valle Inclán
- Unamuno
- Benavente
- Baroja
- Manuel Bueno
- Maeztu
- Rubén Darío
No faltaron, sin embargo, quienes formularon rectificaciones a
las tesis azorinianas. Pese a ello el término se incorporó a la
historiografía literaria a raíz de los trabajos de Hens Jeschke y Pedro
Salinas, aparecidos, respectivamente, en 1934 y 1938, quienes
aplicaron al tema el concepto de generación elaborado por Ditthey y
Julius Pelersen.
Luis Entralgo, Problemas de España y la Generación del 98
Luis Entralgo, en su citada obra, incluye en el grupo a:
- Unamuno. – Azorín. – Antonio Machado. – Pío Baroja.
- Valle Inclán y Menéndez Pidal.
ORTEGA Y GASSET Y JULIÁN MARÍAS
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las
fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra
por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando
el concepto de "generación histórica", y la fecha central de 1871,
estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet,
Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco
Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez Moreno, Miguel Asín
Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín
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Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio
Machado y Francisco Villaespesa.
Según el historiador Cesar Vidal pertenecen , literariamente, a
ella:
- Ángel Ganivet, 1865-1897. Granadino. Doctor en Filosofía
- Miguel de Unamuno, 1868-1936. Bilbao. Singularísimo escritor.
- Ramón Mª del Valle Inclán,
- Jacinto Benavente
- Carlos Arniches
- Joaquín Álvarez Quintero
- Serafín Álvarez Quintero
- Pío Baroja, 1872-1956. San Sebastián. Medicina
- José Mª Martínez Ruiz. Azorín. 1873-1967. Alicante. Derecho
- Ramiro de Maeztu, 1874-1936. Autodidacta
- Manuel Machado
- Antonio Machado.
Según Cesar Vidal esta generación abarcaba otras disciplinas del
arte, con figuras muy destacadas. Entre las cuales se encontraban
investigadores en terrenos como la filología o la Historia, como
Miguel Asín Palacios y Ramón Menéndez Pidal, pintores como
Ignacio Zuloaga y Ricardo Baroja y músicos como Isaac Albéniz y
Enrique Granados.
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III
BIOGRAFÍAS
ANTONIO MACHADO, UNAMUNO, AZORIN Y PIO
BAROJA:
Antonio Machado
Es el principal poeta de la generación del 98. nacido en Sevilla en
1975, vivió en tierras castellanas desde los 8 años. Tras una intensa
labor literaria tiene que abandonar España al acabar la guerra civil y
llega a Francia donde muere en 1939. su creación poética está
marcada por distintos acontecimientos vitales que se reflejan en ella:
*Tras un viaje a Paris donde conoce a Rubén Darío, publica
―Soledades‖ (1903), que reelabora más tarde en ―Soledades, galerías
y otros poemas‖ (1907). Es una obra con algunos rasgos modernistas
que adelantan ya los temas y formas poéticas que le caracterizan.
*Su traslado a Soria como profesor es trascendental para su vida:
allí conoce a su futura esposa, Leonor Izquierdo, allí moriría 3 años
después con 18 años y allí profundiza él en el alma de Castilla. Es la
época de ―Campos de Castilla‖ (1912), su obra principal.
*Posteriormente en ―Nuevas sensaciones‖ (1926), ofrece sus
reflexiones a modo de proverbios, así como poemas intimistas sobre
el recuerdo de Leonor y un nuevo amor, Guiomar. Más tarde,
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rememora el paisaje castellano y comienza a cultivar, de acuerdo con
su preocupación por España, la poesía social.
La poesía de Machado se asienta en dos supuestos básicos, la
esencialidad y la temporalidad. Desde ellos aborda una doble tarea:
captar la esencia de las cosas (el misterio del mundo y del hombre) y
expresar el paso del tiempo o el fluir de la vida. Por eso, los temas
fundamentales que se repiten en toda su obra poética son el destino
casual, el amor, el paisaje, la búsqueda de sí mismo en el tiempo, en
el amor, en la muerte, en el sueño o en un Dios impreciso.
Para expresar sus sentimientos sobre esas realidades y temas
metafísicos, Machado recurre a diversos símbolos: el agua, la fuente,
el río, el mar (el paso del tiempo); el camino representa la vida como
búsqueda; la tarde simboliza la melancolía y la nostalgia, etc.
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno y Jugo, escritor, poeta y filósofo español.
Nació en Bilbao en 1864 y murió en Salamanca en 1936. Principal
exponente de la Generación del 98.
En Madrid cursa la carrera de Filosofía y Letras y después de varios
fracasos, ganó en 1891 la cátedra de Griego en la Universidad de
Salamanca, donde vivió casi toda su vida. En 1901 sería elegido
rector de esa Universidad.
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Inicialmente sus preocupaciones intelectuales se centraron en las
cuestiones éticas y los móviles de su fe. Sin embargo, las
contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su
pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema
coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que
expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la
realidad de su yo.
Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria
y filosófica. Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos
en los que vivó y como consecuencia de su oposición a la dictadura
del general Primo de Rivera fue desterrado (1924 - 1930) y se
marchó primero a Fuerteventura y luego a Francia. Tras la caída del
general vuelve triunfalmente a España y fue diputado durante la
República. Ante las fuerzas de Franco su actitud inicial fue
cambiante. Sin embargo su postura definitiva ante las fuerzas de
Franco (con la famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis") le
valió ser destituido y confinado en su domicilio, donde murió el
último día de 1936.
Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, paradójico y
contradictorio, ferozmente individualista, siempre rindiendo culto a
su propia personalidad. Luchador contra todo, en guerra consigo
mismo, en continua tensión, no encontró nunca la paz, acosado de
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dudas religiosas y existenciales. Su vida estaba presidida por una
intensa actividad intelectual, de incesante lucha consigo mismo.
En cuanto a su ideología, Unamuno fue militante del PSOE y
manifestaba ideas socialistas en su juventud. Sin embargo con el
paso del tiempo va perdiendo la fe y abandona su militancia política.
En sus obras, escritas siempre con estilo sobrio y preciso refleja la
existencia humana como conflicto permanente entre el sentimiento
de la inmortalidad y la fe en Dios y la razón. Se pueden destacar los
siguientes puntos de su propuesta filosófica:
*Su interés se centra en la identidad individual y en los ideales de la
sinceridad y la honestidad con uno mismo (su perfil psicológico)
*La filosofía tiene que dar expresión al sentido de la existencia
humana y responder a la necesidad de formarnos una concepción
unitaria y total del mundo y de la vida.
*El sentimiento de la existencia engendra una actitud íntima.
*La verdad, en la medida que da impulso a la vida, tiene que estar
subordinada a ella. La vida es el auténtico criterio de verdad y ―no la
concordia lógica‖ (Unamuno) que es sólo de la razón.
*Respecto a Dios y la existencia, cree Unamuno que la solución
más atractiva a los problemas de la existencia humana e la esperanza
en la vida eterna que se expresa en el ―hambre de inmortalidad‖ y el
―hambre de Dios‖. Ninguna de las dos puede ser satisfecha por la
razón, sino solo por la fe. La fe unamuniana se caracteriza por:
-carece de las características dogmáticas del catolicismo tradicional.
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-se trata de una activa confianza en la potencia de la imaginación.
-la fe en la inmortalidad no viene de fuera y responde a una
responsabilidad, a una necesidad vital y existencial.
*Sus obras de contenido filosófico más importantes son: ―La vida
de Don Quijote y Sancho‖, ―Del sentimiento trágico de la vida‖y ―La
agonía del cristianismo‖.
Estilo:
Unamuno tiene un estilo que refleja con gran perfección los
rasgos de su personalidad. Es sobrio y al mismo tiempo vivo y
expresivo, despegado de viejas retóricas. Propone un estilo
desnudo, frente a los estilistas que lo visten de galas. Pone en
circulación muchos términos populares. Él mismo escribió que
"quería sacara a ras de lengua escrita voces de la lengua
corrientemente hablada, desentonar y desentrañar palabras que
chorrean vida según corres frescas y rozagantes de boca en oído y
de oído en boca de los buenos lugareños de Castilla y León".
Juega con el idioma, inventa términos nuevos, desentierra el
primitivo significado etimológico de las palabras. Además busca
la densidad de ideas, la intensidad emotiva, la exactitud de sus
descripciones, no la elegancia. Su lucha interna se aprecia en su
gusto por paradojas, antítesis, exclamaciones.
Obra:
Unamuno cultivó todos los géneros - teatro, poesía, ensayos,
prosa - todos ellos presididos por dos ejes temáticos recurrentes:
España y el sentido de la vida humana. Se ha considerado como
uno de los primeros escritores existencialistas modernos
La obra de Unamuno es muy amplia y variada. Recorrió con suma
creatividad todos los géneros literarios. Escribió libros de ensayo:
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"En torno al casticismo" (1895). "Vida de Don Quijote y Sancho"
(1905), "Del sentimiento trágico de la vida" (1912) y durante su
destierro "La agonía del cristianismo" y "Cómo se hace una
novela".
También escribió muchísimos ensayos breves y artículos
periodísticos, publicados en diarios y revistas de España y
América. Además muchas novelas, que a veces las llamó
"nivolas": "Paz en la guerra" (1897), "Amor y pedagogía",
"Niebla", "Abel Sánchez", "Tres novelas ejemplares y un
prólogo", "La tía Tula", "San Manuel Bueno, mártir" (1931).
Entre sus cuentos y narraciones breves se encuentra " El espejo de
la muerte", entre otros. En teatro destacan: "El otro", "El hermano
Juan", "La venda", "Fedra", "Soledad", "Raquel encadenada y
Medea". Y en sus libros de poesía, están "Poesías" (1907),
"Rosario de sonetos líricos", "El Cristo de Velázquez" - el más
grande poema religioso poema español desde el Siglo de Oro-, el
relato poético "Teresa" y el gran "Cancionero" póstumo, que
comprende, poemas escritos entre 1928 y la fecha de su muerte.
En 1962 acabaron de publicarse sus obras completas.
José Martínez Ruiz - Azorín (1873 - 1967)
José Martínez Ruiz era el verdadero nombre de Azorín, uno de los
más grandes escritores españoles del siglo XIX. Nació en Monóvar,
Alicante en 1873 y murió en Madrid en 1967.
Su padre era natural de Yecla, Murcia, y militaba en el partido
conservador. Ejercía de abogado en Monóvar y poseía una
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importante hacienda. Su madre había nacido en Petrer. Era una
familia burguesa muy acomodada. Azorín fue el mayor de nueve
hermanos. Estudió bachillerato en el colegio de escolapios de Yecla,
Murcia, etapa que queda reflejada en sus dos primeras novelas de
fuerte contenido autobiográfico.
Posteriormente estudia derecho en la universidad de Valencia donde
se interesa por el krausismo y el anarquismo (sistemas filosóficos de
tendencia política y social) y se entrega a febriles lecturas literarias y
políticas. Empiezan sus pinitos periodísticos.
En 1896 se establece en Madrid donde colaboró en periódicos y
revistas, fue crítico y traductor. Sus primeros años de vida literaria
estuvieron marcados por el esfuerzo, la lucha contra la desatención y,
en ocasiones, la hostilidad. Colaboró en periódicos republicanos - El
País, El Progreso -, en otros de más importancia y difusión - El
Imparcial. Luego, durante muchos años, en ABC y en revistas -
Revista Nueva, Juventud, Arte Joven, Alma Española y España -, en
el Diario de la Marina de La Habana y otras publicaciones
hispanoamericanas.
Su vida fue tranquila y metódica. Protagonizó ligeras incursiones en
la política y fue varias veces diputado entre 1907 y 1919 y,
brevemente, subsecretario de Instrucción Pública. Durante algún
tiempo fue partidario de La Cierva, a quien defendió en la prensa y
sobre quien compuso un folleto y un libro.
Destacó también por ser un viajero extraordinario por España; en
cambio, viajó muy poco al extranjero; durante la primera Guerra
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Mundial estuvo en Francia y luego, desde 1936 residió en París. En
1924 fue elegido por la Real Academia Española pero posteriormente
dejó de asistir a sus sesiones.
En los últimos años vivió muy recluido en sus lecturas y paseos
solitarios, animados por una tardía y vivísima afición al cine, del que
se convirtió en incansable espectador y comentador. Azorín fue
hombre silencioso, alto, algo grueso en sus años jóvenes, delgado y
erguido en su ancianidad, de gran timidez y cortesía, lleno de bondad
y mesura, a veces con una inocente ironía. Casado con Julia Guinda,
ésta lo acompañó inseparablemente a lo largo de tantos años de
meditación y labor.
OBRA
Su producción literaria se divide fundamentalmente en dos
apartados: ensayo y novela. También escribió algunas obras teatrales,
experimentales y de escaso éxito. La producción literaria de Azorín
tiene también un gran valor estilístico. Su forma de escribir, muy
peculiar, se caracteriza por el impresionismo descriptivo, por el uso
de una frase corta y de sintaxis simple, por el menudeo de un léxico
castizo y por las series de adjetivos unidos por una coma. Entre sus
técnicas literarias más innovadoras está el uso de personajes que
viven al mismo tiempo en varias épocas de la historia, como "Don
Juan" o "Inés".
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Como ensayista dedicó especial atención a dos temas: el paisaje
español y la reinterpretación impresionista de las obras literarias
clásicas.
Azorín es una de las principales figuras de la generación del 98, de
su nucleo más estricto: junto con Baroja y Maeztu fue uno de "Los
Tres". En 1893 publicó ya un folleto, La crítica literaria en España,
con el seudónimo de "Cándido"; en 1894, con el seudónimo
"Ahrimán", su primer libro: "Buscapiés". Se trata de escritos
anteriores a su figura madura de escritor, que se inicia en 1900 con
"El alma castellana" y en 1901 con la tragicomedia "La fuerza del
amor"; dos obras en que se inicia en el arte de revivir los clásicos
españoles, una de las dimensiones esenciales de la obra de Azorín.
Poco después surge el otro gran tema: la realidad de España, en su
paisaje, en sus ciudades, en sus personajes de hoy. Antonio Azorín es
el protagonista de "La voluntad" (1902) y "Antonio Azorín" (1903).
En "Las confesiones de un pequeño filósofo" aparece el mundo de su
infancia; en "Los pueblos", el dolor y la ternura de la tierra española.
Ya es Azorín quien firma, identificado con su personaje, desde 1904.
Durante veinte años va escribiendo algunos de los libros más
entrañables de la literatura española: "La ruta de Don Quijote",
"España", "Lecturas españolas", "Castilla", "Clásicos y modernos",
"Los valores literarios", "Al margen de los clásicos", "El licenciado
Vidriera", "Rivas y Larra", "Un pueblecito: Riofrío de Ávila", "El
paisaje de España visto por los españoles", "Fantasías y devaneos",
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"Los dos Luises y otros ensayos", "Don Juan", "De Granada a
Castelar", "Una hora de España" y "Doña Inés".
A partir de 1925 se inicia una crisis en la obra de Azorín. En el
decenio siguiente publica una serie de "nuevas obras" definidas por
la tendencia del momento, lo que Ortega denominó la
"deshumanización del arte": "Félix Vargas", posteriormente titulado
"El caballero inactual", "Blanco en azul", "Superrealismo". También
cultiva el teatro: "Old Spain", "Brandy, mucho brandy", "Comedia
del Arte", "El clamor", "Angelita", "Cervantes o la casa encantada" y
"La guerrilla". Este período, de cierta vacilación, termina con la
Guerra Civil.
Después de la Guerra Civil , Azorín se aproxima de nuevo a su
estilo tradicional, sin dejar de buscar e innovar, con una tendencia
creciente a la tenuidad narrativa y de la expresión. Entre sus mejores
libros de los últimos veinte años se cuentan: "Españoles en París,
Valencia, Madrid", "El escritor", "Cavilar y contar", "El enfermo",
"María Fontán", "Salvadora de Olbena", "París", "Memorias
inmemoriales", "Con permiso de los cervantistas", "Con Cervantes",
"Con bandera de Francia", "El cine y el momento", "Pasos quedos",
"Agenda", "Ejercicios de castellano". Por otra parte, se han publicado
numerosos volúmenes de su labor de articulista, una edición de
"Obras selectas" y unas "Obras completas".
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Pío Baroja
Novelista español, considerado por la crítica el novelista español
más importante del siglo XX. Nació en San Sebastián (País Vasco) y
estudió Medicina en Madrid, ciudad en la que vivió la mayor parte de
su vida. Su primera novela fue Vidas sombrías (1900), a la que siguió
el mismo año La casa de Aizgorri. Esta novela forma parte de la
primera de las trilogías de Baroja, Tierra vasca, que también incluye
El mayorazgo de Labraz (1903), una de sus novelas más admiradas,
y Zalacaín el aventurero (1909). Con Aventuras y mixtificaciones de
Silvestre Paradox (1901), inició la trilogía La vida fantástica,
expresión de su individualismo anarquista y su filosofía pesimista,
integrada además por Camino de perfección (1902) y Paradox Rey
(1906). La obra por la que se hizo más conocido fuera de España es
la trilogía La lucha por la vida, una conmovedora descripción de los
bajos fondos de Madrid, que forman La busca (1904), La mala
hierba (1904) y Aurora roja (1905). Realizó viajes por España,
Italia, Francia, Inglaterra, los Países Bajos y Suiza, y en 1911 publicó
El árbol de la ciencia, posiblemente su novela más perfecta. Entre
1913 y 1935 aparecieron los 22 volúmenes de una novela histórica,
Memorias de un hombre de acción, basada en el conspirador Eugenio
de Avinareta, uno de los antepasados del autor que vivió en el País
Vasco en la época de las Guerras carlistas. Ingresó en la Real
Academia Española en 1935, y pasó la Guerra Civil española en
Francia, de donde regresó en 1940. A su regreso, se instaló en
Madrid, donde llevó una vida alejada de cualquier actividad pública,
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hasta su muerte. Entre 1944 y 1948 aparecieron sus Memorias,
subtituladas Desde la última vuelta del camino, de máximo interés
para el estudio de su vida y su obra. Baroja publicó en total más de
cien libros. Usando elementos de la tradición de la novela picaresca,
Baroja eligió como protagonistas a marginados de la sociedad. Sus
novelas están llenas de incidentes y personajes muy bien trazados, y
destacan por la fluidez de sus diálogos y las descripciones
impresionistas. Maestro del retrato realista, en especial cuando se
centra en su País Vasco natal, tiene un estilo abrupto, vívido e
impersonal, aunque se ha señalado que la aparente limitación de
registros es una consecuencia de su deseo de exactitud y sobriedad.
Ha influido mucho en los escritores españoles posteriores a él, como
Camilo José Cela o Juan Benet, y en muchos extranjeros entre los
que destaca Ernest Hemingway.
IV
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EVOLUCIÓN DE LOS ESCRITOS DE LA “GENERACIÓN
DEL 98”
Los escritores considerados de la Generación de 98 eran es sus
principios escritores con una fuerte conciencia político-social.
Según Azorín “la moderna literatura española es de crítica
social y política”. Por su parte, Grajel decía “el propósito
político, al que un día se entregaron los escritores
noventayochentistas”.
La primera actividad colectiva del grupo, fue un escrito de
defensa a Pedro Corominas, cuando éste fue arrestado por estar
relacionado junto a otros anarquistas con el estallido de una
bomba en la calle Cambios Nuevos de Barcelona el 7 de junio de
1896. Fueron innumerables los intelectuales que les dieron su
apoyo, cabe destacar a Unamuno, Maeztu, Dicenta y Azorín.
Publicaron combativos artículos en ―Vida Nueva”, Unamuno,
Azorín, Maeztu y el mismo Ganivet.
Al principio, aparte de artículos de “protesta social”, también
alternaban con escritos “modernistas”. Pero a partir de 1901 o
1902, los “modernistas y los ochentistas” empiezan a distanciarse
hasta llegar a una clara división y enfrentamiento.
Azorín, Baroja y Maeztu en su juventud fueron buenos amigos.
Pero a partir de 1903, Azorín inicia un giro hacia la derecha y
llega a ser diputado en las Cortes con Maura. Maeztu se va a
Londres y Baroja pierde interés por el periodismo y se acerca la
novela costumbrista y al ensayo.
Los escritores “noventayochistas”, eran de una orientación
claramente “europeísta” y pensaban que las soluciones a los
problemas de España, estaban más en la ciencia que en la política
o la religión. Ellos no supieron ver que los problemas de España,
eran económicos y de la mentalidad de los españoles.
22
A partir de 1905, tras la concesión del premio Nobel a Echegaray,
Azorín, Unamuno, Baroja, Antonio Machado, Maeztu y otros,
contestaron a esta concesión del Nobel con una protesta colectiva
en la revista “España”. Fue éste su último acto como grupo
cohesionado.
Unamuno fue despedido del puesto de Rector de la Universidad
de Salamanca. Azorín fue diputado a las Cortes por el partido de
Antonio Maura que representaba a la derecha española. Baroja
intentó ser concejal y diputado, pero fracasó y se dedicó a hacer
ensayos y novelas.
Después del período “periodístico” en el que se dedicaban
fundamentalmente a hacer y escribir artículos en revistas y
periódicos, se dedicaron a escribir ensayos. Escribieron también
novelas con tramas complejas, con una larga descripción de las
condiciones sociales y ambientales. La trama se desarrollaba por
los diálogos y no por los sucesos.
Unamuno y Antonio Machado, no escribían poesía por hacer algo
bello, lo hacían para mover conciencias y transmitir un mensaje al
lector de algo que ellos veían en las condiciones sociales del
pueblo llano. Como autores dramáticos, no tuvieron demasiado
éxito así como tampoco lo tuvieron con el humor.
V
23
SIGNIFICACIÓN DEL GRUPO DEL 98
La Generación del 98 se inscribe en el proceso de exploración de
la alienación que experimenta el hombre moderno al analizar los
valores espirituales y bases racionales que históricamente han
constituido la cimentación de la felicidad y estabilidad de su
mundo. Así como existe un reconocido proceso en Alemania
desde Goethe a Kafka, igualmente se puede rastrear una línea que
va en ese sentido desde los prerrománticos españoles, pasando por
la Generación del 98 hasta nuestros días. La importancia de la
Generación del 98 tiene menos relación con la situación
sociopolítica de España a finales del siglo XIX que con la crisis
de "conciencia europea" que se arrastraba desde el siglo XIII. El
grupo es importante, más que por expresar cómo se encontraba
España al principio del siglo XX, por ser la materialización en
España de la weltanschaung de Europa en aquel momento. Cada
vez se tiende más a no centrar el papel de la Generación del 98
sólo en el problema nacional de España. Si nos limitamos sólo a
eso, su "reformismo cultural" aparece confuso, conservador e
ineficaz. El grupo abandonó sus difusos ideales políticos iniciales
para sumergirse y preocuparse por la desorientación espiritual del
hombre moderno cuyas creencias y valores se están derrumbando.
Con esta perspectiva el noventayochismo entronca con una de las
principales corrientes de pensamiento en la literatura europea
moderna. Este punto de vista se ve confirmado cuando se examina
la producción de madurez de estos escritores, en vez de centrarse
en los escritos de época temprana, como insiste gran parte de la
crítica. Lo importante de la Generación del 98 es su visión de la
condición humana, más que su visión de España.
La principal tarea del grupo consistió en analizar el papel de la
persona individual en un mundo carente de absolutos. Pero, en
lugar de programar reformas concretas para solucionar la pobreza
y conseguir la justicia social, se dedicaron a buscar primero la
recuperación de los valores nacionales colectivos. Su creación e
innovación literaria se subordinó a ese contenido ideológico.
24
Cuando analizamos los objetivos de la Generación del 98 hay que
empezar por su respuesta al Problema de España. Todos ellos se
ponen en contra de la España de la Restauración al principio de su
carrera, y algunos lo expresan en la prensa radical pidiendo
cambios sociales y económicos, al tiempo que hacen intentos de
intervenir en la vida pública. Maeztu con Hacia otra España, el
manifiesto de "Los tres de 1901, y la parábola de Azorín en el
capítulo sexto de La voluntad, explican el desengaño de los
noventayochistas ante la carencia de respuesta pública y la
imposibilidad de que aparezca otra España.
Este abandono de las necesidades nacionales por la búsqueda de
"ideas madres", ha sido criticado por la izquierda (Luis Cernuda
en 1964, Blanco Aguinaga en 1970 y J. C. Mainer en 1975). Se
les llega a llamar traidores y apóstatas por no haber llamado a la
acción revolucionaria. Pero, ni había condiciones objetivas para la
acción efectiva, ni los noventayochistas poseían una preparación
especializada para enfrentarse de una manera realista a los
problemas de España en aquella época. Sólo pudieron mantener
una postura crítica y legar el "dolor de España" a las siguientes
generaciones.
Uno tras otro, estos escritores, en sus escritos posteriores,
abandonaron, pues la realidad del país y se dedicaron a buscar las
"ideas madres" que pudieran solucionar la crisis de las personas y
del país. Esta postura, en sí reaccionaria, condujo a determinismos
basados en mitos y presupuestos emocionales. Todo esto
oscureció la solución, llegando a la falacia de abogar por la
mejora espiritual del pueblo para tener un país mejor, en lugar de
mejorar antes los abusos sociales para lograr luego un pueblo
nuevo; que sería lo correcto.
25
INNOVACIONES LITERARIAS: LOGROS.
De igual manera que esta generación se rebeló contra la situación
política nacional, también expresaron su rechazo de la literatura
oficial. Como los modernistas, intentaron ellos renovar la poesía y
la prosa de este país. Los modernistas pusieron el énfasis en las
innovaciones formales, pues entendían en su afán estético que el
artista debía ser primordialmente un creador de belleza. Sin
embargo, los del 98 primaban el contenido significativo y,
conscientemente, sometían la forma a lo que querían decir.
En el terreno del ensayo destacaron todos y, durante un tiempo,
se convierte en su género más destacado. Llegaron a tanta altura
como ensayistas, y ampliaron la gama de un género, que de ser
anteriormente puramente impersonal, aumenta su capacidad
expresiva al servicio de sus ideas, pasando a usar múltiples tonos
desde la denuncia a la expresión lírica. Ensayistas de la
generación previa tan asentados como Valera y la Pardo Bazán,
fueron eclipsados y su prestigio anterior aún no se ha recuperado.
Un tema en que los noventayochistas, cuyos ensayos en su mayor
parte estuvieron dominados por las ideas, casi resultan emotivos y
sentimentales es el del paisaje. Así como los anteriores paisajistas
(Pereda y sus novelas montañesas, o el Alarcón de La Alpujarra
(1873) y Viajes por España (1883) sólo describen las escenas de
sus paisajes, los escritores del 98 meditan la escena. Su visión del
paisaje implica la interrelación del autor con el paisaje. Los
anteriores enfatizan lo pintoresco, los noventayochistas inciden en
lo simbólico, en lo evocador, en el estado anímico.
Si pasamos a la novela, la generación del 98 modificó la técnica
usada por la novela realista anterior: la trama bien construida, el
equilibrio de fuerzas opuestas, el suspense, los elaborados
romances amorosos, la descripción de las condiciones sociales y
los ambientes típicos desaparecen. Ahora las novelas aparecen
construidas alrededor que cambia y al que acompañamos en su
proceso de desarrollo mental. No hay incidentes, sino diálogos
que nos muestran el proceso que sigue el personaje. El pionero de
26
esta técnica fue Ganivet, Baroja repitió y estableció el modelo y
Unamuno introdujo la variación de sus nivolas. Azorín y Ayala
siguieron el modelo en sus primeras obras.
El aire de familia y la semejanza de los héroes y heroínas de sus
novelas patentiza la unidad y cohesión de esta generación (Pío
Cid de Ganivet, Fernando Ossorio o José Larrañaga de Baroja).
Se trata de personajes analíticos y conscientes, casi trágicos
espiritualmente al límite en un contexto más desesperanzado que
de tragedia. Sólo el ideal ético los salvará.
En poesía, tanto modernistas como noventayochistas rechazaban
el estilo poético de la Restauración.1
Rechazaban su ampulosidad, banalidad, sus valores
convencionales y su pobreza creativa.
Ambos movimientos abogan por una poesía desnuda, pero
Unamuno y Machado no seguían el principio del "arte por el
arte". Para ellos la poesía no debía limitarse a perseguir el goce
estético, sino que debía expresar lo más profundo del hombre.
Unamuno y Machado están plenamente reconocidos como
grandes poetas. Como dice Donald Shaw (Generación del 98,
1 POESIA DE LA RESTAURACIÓN
En la segunda mitad del siglo XIX la novela española evoluciona hacia el Realismo,
pero el teatro y la poesía siguen aún una línea romántica, aunque menos exaltada, puesto
que la burguesía emergente, la Restauración de 1875, el inicio del capitalismo y de la
industria favorecieron la narrativa realista en detrimento del arte desinteresado.
Los poetas más característicos de esta época son Gaspar Núñez de Arce y Ramón de
Campoamor.
La poesía de Campoamor es prosaica, trivial y banal, mientras que Núñez de Arce
abunda en artificiosidad político-patriótica y abusa de la retórica fácil. Los dos poetas
tienden a una poesía narrativa, acorde con los gustos de una época cuyo género
preferido es la novela.
El resto de los poetas realistas (Ruiz Aguilera, Wenceslao Querol, Ferrari, Velarde etc.)
siguieron en general las pautas de Núñez de Arce y Campoamor.
27
Cátedra, Madrid, 1978, Pág. 264), de los tres poetas más
importantes de la primera década del siglo XX, dos eran de la
Generación del 98; (el otro era Juan Ramón Jiménez).
En el balance negativo de estos escritores hay que anotar, en
primer lugar su fracaso teatral y no sólo por culpa del público.
También se les achaca el no criticar las lacras y prejuicios sociales
y sexuales de su época. No tuvieron una postura consistente ni en
temas de justicia social ni en temas de libertad sexual, a diferencia
de sus coetáneos André Gide en Francia o D. H. Lawrence en
Gran Bretaña.
Un gran defecto de este grupo fue la falta de humor e ironía en
sus escritos; si exceptuamos a Pérez de Ayala que llega a ser más
espontáneo, los demás, aun cuando hacen sátira como Ganivet o
Baroja, siempre se mantienen en el campo metafísico. Hasta ahí
llegó su humor. Se tomaban demasiado en serio su misión como
para sonreír ante lo absurdo de la vida.
COROLARIO
Los escritores de la Generación del 98, que erraron en la cuestión
del problema nacional de España, fueron sin embargo los
primeros existencialistas europeos ya a principios de siglo. Fue el
primer grupo cohesionado en Europa y América que reflexionó
sobre la crisis de las creencias optimistas y del mundo estable y
confiado de la época precedente. Con ello se adelantaron en ver el
punto muerto existencial en que se encontraba (y se encuentra)
nuestra civilización, en un momento en que sólo figuras aisladas
empezaban a formularlo. Anticiparon lo que en Europa aparecería
como movimiento (?) después de la 1ª Guerra Mundial.
A pesar de los intentos eclécticos para armonizar romanticismo y
neoclasicismo, (lo que Valera llamaba "un consorcio fecundo
entre la razón y la fe" en 1860), esta desorientación existencial
eliminó todo optimismo complaciente y abocó hacia
"el vacío que todos sentimos hoy dentro y fuera de nosotros"
(Sanz del Río). Los noventayochistas heredaron de los románticos
ese vacío espiritual e ideológico.
28
En resumen, ese paso desde el problema nacional al problema
existencial universal del hombre es lo que proporciona
intemporalidad, permanencia y vigencia a la Generación del 98.
VI
LA POESÍA: GENERACIÓN DEL 98, MODERNISMO Y
RESTAURACIÓN
Tanto los modernistas como la Generación del 98 se rebelaron
contra la literatura oficial. Para renovar la poesía y la prosa en
España, los modernistas enfatizaban las innovaciones formales.
En su afán estético creían que el artista era primero un creador de
belleza. Sin embargo, los del 98 primaban el contenido
significativo y, conscientemente, sometían la forma a lo que
querían decir.
En poesía, tanto modernistas como noventayochistas rechazaban
el estilo poético de la Restauración.
Rechazaban su ampulosidad, banalidad, sus valores
convencionales y su pobreza creativa.
La poesía de la restauración imitaba a la novela realista, que era el
género predominante entonces. y se asemejaba a la prosa
narrativa. Veamos un fragmento de El Gaitero de Gijón de
Ramón de Campoamor seguido de la habitual moraleja final:
29
(...)
IV
La niña más bailadora,
«¡Aprisa! -le dice- ¡aprisa!»
Y el gaitero sopla y llora,
poniendo cara de risa.
Y al mirar que de esta suerte
llora a un tiempo y los divierte,
¡silban como Zoilo a Homero,
algunos sin compasión,
al gaitero,
al gaitero de Gijón!
(...)
VI
Decid, lectoras, conmigo:
¡Cuanto gaitero hay así!
¿Preguntáis por quien lo digo?
Por vos lo digo y por mí.
¿No veis que al hacer, lectoras,
doloras y más doloras,
mientras yo de pena muero
vos las recitáis al son
del gaitero,
del gaitero de Gijón?...
Ambos movimientos, Modernismo y Noventaychismo, abogan
por una poesía desnuda, pero Unamuno y Machado no seguían el
principio del "arte por el arte". Para ellos la poesía no debía
limitarse a perseguir el goce estético, sino que debía expresar lo
más profundo del hombre.
30
UNAMUNO
La poesía de la Generación del 98
A pesar de algunas coincidencias esporádicas con Rubén Darío y
los Modernistas, para los noventayochistas el fin de la poesía era
el explorar y expresar la realidad interna del espíritu, no un
refugio estético.
El lenguaje es ante todo pensamiento
y es pensada su belleza
sujetamos en verdades del espíritu
las entrañas de las formas pasajeras
(XIII, Pág. 201)
Unamuno, obras completas.
Las dos escuelas obedecen a influencias diferentes. Mientras que
Unamuno sigue las pautas de Quevedo, Góngora, Leopardi,
Carducci, de Wordsworth, Coleridge y Browning, los modernistas
se confiesan deudores de E. A. Poe, de Baudelaire, Verlaine y
D'Annunzio.
Unamuno acusó al Modernismo de hacer poesía de sensación y de
buscar en la religión del arte remedio para el mal metafísico. Los
encontraba faltos de pasión y demasiado preocupados por las
novedades formales. Para Unamuno la poesía debía de ser
desnuda y de afirmación humana.
En La Gitanilla de Rubén Darío tenemos un ejemplo del estilo
típico modernista en poesía:
LA GITANILLA
A Carolus Durán
Maravillosamente danzaba. Los diamantes
negros de sus pupilas vertían su destello;
31
era bello su rostro, era un rostro tan bello
como el de las gitanas de Miguel Cervantes.
Ornábase con rojos claveles detonantes
la redondez obscura del casco del cabello,
y la cabeza, firme sobre el bronce del cuello,
tenía la pátina de las horas errantes.
Las guitarras decían en sus cuerdas sonoras
las vagas aventuras y las errantes horas,
volaban los fandangos, daba el clavel fragancia;
la gitana, embriagada de lujuria y cariño,
sintió cómo caía dentro de su corpiño
el bello luis de oro del artista de Francia.
Rubén Darío
En cambio, la poesía de Unamuno es metafísica, donde el dolor
de la conciencia aparece constantemente: un dolor producido por
su exilio de la fe, el silencio de Dios y el añadido silencio de
España:
32
una sola pena
una sola, infinita, soberana
pena de vivir llevando al Todo
temblando ante la nada
(XIV, pág.23).
El dolor lo asocia al paso del tiempo y a la muerte. Así en Teresa,
poesía amorosa:
Una clepsidra en mi pecho
por donde la sangre fluye
(XIV, Pág.23).
Es un dolor que compara con el de Prometeo, devorado por el
buitre y con el sufrimiento redentor de Cristo, en "El buitre de
Prometeo", en el soneto "A mi buitre" y en "El Cristo de
Velázquez".
Unamuno, al expresar la ansiedad existencial en su obra, induce al
lector a cuestionar sus presupuestos sobre la naturaleza de la vida
y la realidad.
33
ANTONIO MACHADO Y EL MODERNISMO
Cuando A. Machado publicó la primera edición original de
Soledades en 1899, la obra constaba de 42 poemas. Al volver a
publicar la obra en 1907 con el título de Soledades, Galería y
otros poemas,
a) elimina 13 de los poemas originales,
b) hace cambios en los 29 restantes y
c) añade 69 poemas nuevos.
El objetivo principal de Machado era
a) eliminar los poemas peores y
b) eliminar los vestigios modernistas.
Como por ejemplo su poema "El mar triste" que recordaba a
"Sinfonía en gris mayor", el primer poema de Rubén Darío
publicado en España.
EL MAR TRISTE
Palpita un mar de acero de olas grises
dentro los toscos murallones roídos
del puerto viejo. Sopla el viento norte
y riza el mar. El triste mar arrulla
34
una ilusión amarga con sus olas grises.
El viento norte riza el mar, y el mar azota
el murallón del puerto.
Cierra la tarde el horizonte
anubarrado. Sobre el mar de acero
hay un cielo de plomo.
El rojo bergantín es un fantasma
sangriento, sobre el mar, que el mar sacude...
Lúgubre zumba el viento norte y silba triste
en la agria lira de las jarcias recias.
El rojo bergantín es un fantasma
que el viento agita y mece el mar rizado,
el tosco mar rizado de olas grises.
Antonio Machado
SINFONÍA EN GRIS MAYOR
Rubén Darío
El mar como un vasto cristal azogado
refleja la lámina de un cielo de zinc;
lejanas bandadas de pájaros manchan
el fondo bruñido de pálido gris.
El sol como un vidrio redondo y opaco
con paso de enfermo camina al cenit;
el viento marino descansa en la sombra
teniendo de almohada su negro clarín.
Las ondas que mueven su vientre de plomo
debajo del muelle parecen gemir.
Sentado en un cable, fumando su pipa,
está un marinero pensando en las playas
35
de un vago, lejano, brumoso país.
Es viejo ese lobo. Tostaron su cara
los rayos de fuego del son del Brasil;
los recios tifones del mar de la China
le han visto bebiendo su frasco de gin.
La espuma impregnada de yodo y salitre
ha tiempo conoce su roja nariz,
sus crespos cabellos, sus bíceps de atleta,
su gorra de lona, su blusa de dril.
En medio del humo que forma el tabaco
ve el viejo el lejano, brumoso país,
adonde una tarde caliente y dorada
tendidas las velas partió el bergantín...
La siesta del trópico. El lobo se aduerme.
Ya todo lo envuelve la gama del gris.
Parece que un suave y enorme esfumino
del curvo horizonte borrara el confín.
La siesta del trópico. La vieja cigarra
ensaya su ronca guitarra senil,
y el grillo preludia un solo monótono
en la única cuerda que está en su violín.
[1899]
36
Hay otro poema de tipo modernista: "La fuente", con vocabulario
exquisito y referencias coloristas.
También aparecen en versos de Machado alusiones de tipo
religioso como salmos salterio, incienso... que indican el
conocimiento que Machado tenía del simbolismo francés, de
Verlaine y de los Parnasianos.
así pues queda claro que los modernistas, los simbolistas y
parnasianos hicieron ver a Machado la inadecuación de la poesía
española anterior. Sólo se salvan, en palabras de Machado,
Bécquer y Rosalía de Castro.
En el prólogo de la edición de 1917 y en otras ocasiones,
Machado afirma que su línea poética es diferente de la de Darío y
los modernistas:
"Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su
valor fónico, ni la línea, ni el color, ni un complejo de
sensaciones, sino una honda palpitación del espíritu; lo que pone
el alma".
Machado rechaza pues explícitamente lo fundamental del
Modernismo:
a) la renovación de dicción en los poemas para primar y
enfatizar la sensación sobre la emoción,
b) la carencia de dimensión espiritual modernismo en España.
Pero es muy difícil separar a veces la poesía del 98 y la
modernista. Partían los dos movimientos de un malestar
existencial e intelectual común, aunque sus propuestas fueran
diferentes. Darío fue clasificado como noventayochista (por
Azorín en 1903) y las Soledades tienen elementos modernistas.
37
Machado, en su reseña de "Arias Tristes" de Juan Ramón Jiménez
(El País, 14 de mayo de 1904) expresa su rechazo de la poesía que
busca en la belleza formal un refugio de la realidad vivida, que
pone las sensaciones por encima de las emociones y que ha
adoptado deliberadamente una subjetividad narcisista, en lugar de
ello, él (Machado) aboga por una introspección más profunda y
un mayor contacto con la vida activa.
Como muestra de la nueva visión poética de los del 98. el
siguiente soneto de Unamuno ejemplifica la diferente manera de
entender la poesía entre los noventayochistas y el Modernismo.
EN HORAS DE INSOMNIO
(Cuatro sonetos)
4
La tierra un día cruzará el espacio
celeste convertida en cementerio
de civilizaciones; el misterio
triunfará de la vida, pues reacio
fue siempre a la razón: Me pone lacio
el ánimo pensarlo. ¿Acaso es serio
del mundo así entregarse al loco imperio
de cuya vanidad nunca me sacio?
Cruzará, vanidad de vanidades,
muerta, la soledad de soledades
sin principio, sin fin y sin objeto;
mas entretanto, corazón, pelea
por esa vanidad; tal vez la idea
logre aplacarte, corazón inquieto.
Miguel de Unamuno
38
VII
PIONEROS DEL EXISTENCIALISMO
La Generación del 98 se inscribe en el proceso de exploración de
la alienación que experimenta el hombre moderno al analizar los
valores espirituales y bases racionales que históricamente han
constituido la cimentación de la felicidad y estabilidad de su
mundo. Así como existe un reconocido proceso en Alemania
desde Goethe a Kafka, igualmente se puede rastrear una línea que
va en ese sentido desde los prerrománticos españoles, pasando por
la Generación del 98 hasta nuestros días. La importancia de la
Generación del 98 tiene menos relación con la situación
sociopolítica de España a finales del siglo XIX que con la crisis
de "conciencia europea" que se arrastraba desde el siglo XIII. El
grupo es importante, más que por expresar cómo se encontraba
España al principio del siglo XX, por ser la materialización en
España de la weltanschaung de Europa en aquel momento.
El poema LA ORACIÓN DEL ATEO de D. Miguel de Unamuno
podría estar firmado por un existencialista europeo en los años
posteriores a la segunda guerra mundial:
39
(Unamuno)
LA ORACIÓN DEL ATEO
Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes
a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes.
¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande
para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.
El grupo abandonó sus difusos ideales políticos iniciales para
sumergirse y preocuparse por la desorientación espiritual del
hombre moderno cuyas creencias y valores se están derrumbando.
Con esta perspectiva el noventayochismo entronca con una de las
principales corrientes de pensamiento en la literatura europea
moderna: el existencialismo2.
2 El existencialismo es un movimiento que afirma que el hombre piensa, actúa y se
relaciona consigo mismo, con su trascendencian con sus angustias y contradicciones. El
indivíduo es el que crea el significado y la esencia de su vida. Las cuestiones filosóficas
del existencialismo tienden a escudriñar en lo profundo de la condición humana.
Surgido en el siglo XX, se considera heredero de pensadores anteriores como
Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche y Unamuno. Heidegger, Jaspers y Sartre son los
exponentes máximos de esa corriente.
40
También Antonio Machado anticipa en estos cantares los temas
centrales que preocuparán al futuro existencialismo:
ANTONIO MACHADO
Tres cantares enviados a Unamuno en 1913
I
Señor, me cansa la vida,
tengo la garganta ronca
de gritar sobre los mares,
la voz de la mar me asorda.
Señor, me cansa la vida
y el universo me ahoga.
Señor, me dejaste solo,
solo, con el mar a solas.
II
O tú y yo jugando estamos
al escondite, Señor,
o la voz con que te llamo
es tu voz.
III
Por todas partes te busco
sin encontrarte jamás,
y en todas partes te encuentro
sólo por irte a buscar.
41
Lo importante de la Generación del 98 es su visión de la
condición humana, más que su visión de España.
Finalmente, vemos un ejemplo de poema existencialista de Blas
de Otero (1916-1979)3 , quien, en su época de depresión
existencial, con su poema HOMBRE escrito en 1950, vuelve a
reflexionar sobre la temática que ya había preocupado a la
Generación del 98, primer grupo compacto de intelectuales
pioneros del existencialismo:
HOMBRE
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.
Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!
Blas de Otero
(Ángel fieramente humano, 1950)
3 Su poesía inicial muestra sus ideas religiosas, pero una depresión le volvió pesimista y
existencialista. Finalmente su obra adoptó un carácter más social.
42
La principal y definitiva tarea del grupo del 98 consistió en
analizar el papel de la persona individual en un mundo carente de
absolutos. Pero, en lugar de programar reformas concretas para
solucionar la pobreza y conseguir la justicia social, se dedicaron a
buscar primero la recuperación de los valores nacionales
colectivos. Su creación e innovación literaria se subordinó a ese
contenido ideológico.
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VIII
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Shaw, Donald L. (1982) La Generación del 98. Madrid : Cátedra,
cop
Millá Novell, Miquel (1992) Modernismo : Generación del 98.
Madrid : Alhambra Longman
Zardoya, Concha (1974) Poesía española del siglo XX : estudios
temáticos y estilísticos. Madrid : Gredos, cop.
- Literatura Universal. Argos Enciclopedia Temática.
- Cesar Vidal Historia de España III.
- Profesor Tomás rodríguez Sánchez. Azorín. Página Web,
- Generación del 98. Wkipedia.
43
- Generación del 98. Fideus.
- Panorama de la Generación del 98. Luis Grangel.
- El Grupo del 98. El Rincón Castellano.
- Luis Entralgo. Problemas de España y la Generación del 98
- epdl.com. Pio Baroja
-http://es.wikipedia.org/wiki/Generaci%C3%B3n_del_98
-
http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_espa%C3%B1ola_del_Rea
lismo
http://www.ucm.es/info/hcontemp/
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