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LOS 7 DEL AJEDREZ EDUCATIVOPOR JULIÁN PÉREZ

COLORES

BIBLIOTECA DE RECURSOS EDUCATIVOS DE AJEDREZ

1 Los 7 Colores del Ajedrez Educativo. www.ajedrezeducativo.org

En qué consiste el método de los 7 colores Estamos ante una propuesta dirigida a revisar la didáctica del ajedrez y los objetivos educativos con vistas a su introducción en la escuela, en horario lectivo, que ofrezca una imagen completa del ajedrez y su relación con la cultura, el arte, el lenguaje y, en definitiva, con las competencias clave en la educación.

Un modelo diferente, muy relacionado con la inteligencia emocional, que sirva de verdadero apoyo para el docente y para los padres que disfrutan de su práctica en el seno de la familia.

Un modelo que aproveche y potencie la virtualidad formativa del ajedrez para propiciar un cambio de actitudes y aptitudes orientado a la mejora de las mismas y al desarrollo personal y social.

Una didáctica apropiada, una clasificación de niveles basados en colores y una propuesta de creación de un nuevo sistema de competiciones o eventos sociales (encuentros) que aporten otra visión al mundo, sin colisionar con el modelo de competición formal. El avance en cada nivel se realiza de forma gradual siempre de un modo equilibrado y armonizado con la capacidad y el ritmo de asimilación personales. Junto con este avance, las capacidades de concentración, la creación y la ejecución de planes, el gusto por la reso-lución de problemas, el control de impulsos, la combinatoria y el análisis se desarrollan a su vez con naturalidad, respetando la diversidad y permitiendo que cada alumno siga su propio ritmo.

Mientras que en muchas ocasiones y con muchas materias se tiende a homogeneizar al máximo, en el modelo de los 7 colores se posibilita que en el mismo aula haya diferentes niveles, que llamamos «colores».

Es evidente que la diferenciación de niveles en el aula no puede basarse en la asignación de puntuaciones como el sistema ELO, que define el nivel numérico de competición. En el Ajedrez educativo no interesa motivar la competitividad o conocer quién juega mejor, es una herramienta lúdica que aporta suficientes opciones para motivar la sucesiva transición de todos y cada uno de los alumnos.

Este método rompe completamente con la idea de que todos los alumnos tienen que avanzar a la vez en el aula: cada uno debe avanzar a su ritmo. Cualquier alumno puede avanzar a un nivel de color diferente si sus conocimientos, ritmo y capacidades permiten su promoción. Así, en la misma aula podremos tener alumnos en diferentes niveles de color que también participarán en el trabajo de promoción de otros compañeros.

Involucrar a los alumnos en el desarrollo de sus compañeros, incluso asumiendo roles docentes, nos permitirá tocar aspectos clave, como la emoción, los

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sentimientos, el compañerismo y la cooperación, lo que define contextos verdaderamente motivadores para los alumnos, que comprueban que su actuación es importante para el avance de otras personas.

Estos son los niveles que proponemos, en función de las áreas del mundo del ajedrez:

• Nivel Blanco Fundamentos del ajedrez educativo. • Nivel Amarillo Táctica y finales básicos. • Nivel Naranja Profundización táctica y de análisis. • Nivel Verde Fundamentos de la estrategia. • Nivel Azul Táctica y estrategia avanzadas. • Nivel Marrón Finales avanzados. • Nivel Negro Aperturas.

Los distintos niveles han sido diseñados por profesionales del mundo del ajedrez de competición y profesores del mundo educativo, que han ideado los elementos que mejor definen conocimientos, capacidades, actividades y objetivos.

Hemos elegido además la analogía de colores anterior precisamente por considerarla sencilla y muy general. Tiene propósitos educativos y no trata de cuantificar cuán inteligente es alguien, sino cuánto sabe de ajedrez y qué capa-cidades utilizará con claridad (reflexión, concentración, empatía, control emocional, análisis y valoración de posiciones, creatividad, capacidad de resolución de problemas, expresión de los pensamientos, etcétera) en cada subnivel.

La distribución de colores y el respeto por el ritmo individual dejan claro que dos personas de diferentes edades podrían encontrase en el mismo nivel de color, aun estando en distintos cursos de primaria o secundaria, ya que realmente eso solo aclara que ambos están en un camino de progreso que cada uno continuará en función de muchas variables personales y grupales.

En esta determinación de los estándares de aprendizaje de ajedrez para el mundo educativo nos hemos apoyado en profesionales del mundo de la psicología y la psiquiatría, con experiencia en campos como la memoria, el alzhéimer u otras discapacidades, y en expertos del mundo del ajedrez y de la educación.

Ya que el ajedrez en el ámbito educativo ha de llegar a todos y cada uno de los niños y niñas del aula, independientemente de su capacidad o de los problemas de aprendizaje que puedan tener, es vital que seamos capaces de motivar de verdad, de tocar emociones y sentimientos, creando contextos mágicos en el aula y permitiendo en buena medida que los alumnos se impliquen en el avance de todo el grupo.

En todos los niveles, pero sobre todo en los tres primeros, el objetivo fundamental no es aprender ajedrez deprisa, la idea es ir consiguiendo paso a paso que el niño disfrute pensando y se habitúe a ello. Se trata de que el ajedrez le ayude en su crecimiento personal y que su aprendizaje no le suponga un excesivo esfuerzo ni le cree una excesiva tensión por conseguir buenos resultados sino que vea en el ajedrez una actividad gratificante, lo cual en modo alguno quiere decir que esté exenta de esfuerzo sino que obtiene una recompensa personal que la hace atractiva.

Este punto es crítico, quizás el más crucial de un modelo de enseñanza de ajedrez en horario lectivo. La profundización en el ajedrez como objeto de estudio llegará y



se buscará si el proceso inicial de enseñanza-aprendizaje se ha realizado en unas condiciones adecuadas siguiendo una metodología didáctica apropiada que es la que pretendemos presentar en este modelo.

Un planteamiento general como el que proponemos será una herramienta muy útil para cualquier educador que desee integrar el ajedrez en su centro, o para los padres en el ámbito familiar, aportándole todos los elementos de ayuda, así como un sistema estándar que serviría perfectamente incluso aunque esos niños cambiasen de colegio o de comunidad.

A continuación mostramos de modo somero los contenidos y objetivos del ajedrez en cada uno de los niveles de color propuestos:

Nivel Blanco. Fundamentos del ajedrez moderno

En este nivel se conocerá el tablero, las piezas y su ubicación inicial en el mismo, el movimiento de cada una de ellas y cómo capturan, realizando múltiples actividades.

Este nivel también persigue el conocimiento de la Notación Algebraica y elementos básicos de ataque al rey, como el jaque y el jaque mate. La realización de Redes de Mate estáticas, redes de Mate Dinámicas sencillas, Redes de Piezas entrelazadas, ejercicios y problemas, tendrán siempre como denominador común los ataques al Rey con diferentes piezas y posiciones, así como la consolidación del aprendizaje de los principios fundamentales del ajedrez, que motiven el pensamiento, la creatividad y la concentración. Debemos conseguir que cada alumno sea capaz de resolver redes de mate en finales muy básicos en los que pueden intervenir todas las piezas, consolidando una visión global.

Finalmente se muestra el valor de las piezas y los diferentes tipos de empate (tablas) que existen en una partida.

El objetivo fundamental es fomentar el gusto por el ajedrez, por la resolución de ejercicios y problemas, consiguiendo que cualquier alumno disfrute pensando en la resolución de una posición planteada por un profesor o un compañero. Huimos por tanto de ese recurso fácil que es enfrentar a los alumnos día a día en un tablero, y aportamos herramientas metodológicas, juegos diversos y diferentes tipologías de ejercicios que complementarán la formación del alumnado. La disposición afectiva a resolver problemas es fundamental y debe ser trabajada motivando cualquier avance, por pequeño que sea.



Nivel Amarillo. Táctica y finales básicos

Este nivel se centrará en la táctica y en los finales básicos, identificando algunos de los motivos que definen el contexto (columnas abiertas, diagonales controladas, piezas centralizadas, piezas indefensas, etcétera).

Además de un avance en identificación de motivos tácticos, adquirimos experiencia con múltiples ejercicios de ataque doble, clavada, ataque al enroque, ataque Rayos X, eliminación de la defensa, sacrificio, etcétera).

El objetivo fundamental de este nivel es consolidar los avances producidos en el Nivel Blanco, sin olvidar la motivación creciente que buscamos en los alumnos planteando ejercicios que estén a su alcance.

Al finalizar el Nivel Amarillo los alumnos estarán listos para abrirse a ejercicios de Mate en dos y Mate en tres sencillos, así como ejercicios del tipo «Negras (o blancas) juegan y obtienen ventaja».

Los alumnos en el nivel amarillo deben comenzar a demandar ejercicios, posiciones y problemas y contextos donde debe superar retos, haciéndolos incluso mentalmente, en la escuela y en eventos sociales motivadores.

Nivel Naranja. Profundización táctica y de análisis

Este nivel complementará los distintos elementos tácticos iniciados en el Nivel Amarillo y profundizará en la capacidad de análisis y cálculo de diferentes variantes, tanto lineales como semi-lineales.

El objetivo fundamental del Nivel Naranja es el de afianzar la intuición táctica y la capacidad de resolución de problemas inmediatos, haciendo hincapié en la lógica y comprensión previa anterior a la toma de decisiones.

En este nivel cualquier alumno podrá dedicar con total tranquilidad quince minutos de su tiempo a analizar un problema para aportar una posible solución o valoración.

Además de las soluciones concretas el alumno estará preparado para explicar cómo se ha orientado a través de los diferentes motivos tácticos para encontrar la solución, exponiendo las debilidades y fortalezas de cada situación.

Nivel Verde. Fundamentos de la estrategia

El alumno ya está preparado para solventar los problemas inmediatos y este nuevo nivel se centrará en iniciar el camino hacia una correcta planificación en la búsqueda de objetivos más a largo plazo.

Ya no se trata de buscar solución a una posición, que se materializa en ganancia de material o mate, sino de empezar a analizar y valorar elementos que pueden permitirnos lograr pequeñas ventajas acumulativas.

El objetivo principal del Nivel Verde es el de introducir a los alumnos en los conceptos básicos de estrategia, porque la táctica por sí sola no resuelve todos nuestros problemas en muchos momentos del juego.

Aunque se continúa en la misma línea de actividades que se han trabajado en los niveles anteriores, se comienza a situar a los alumnos en la pista adecuada de lo que puede ser su ajedrez del futuro, dotándoles, además, poco a poco, de una técnica en los finales.

Los alumnos comienzan a estar en condiciones de redactar un plan básico ante una posición sencilla dada, con un análisis sosegado. Estos tipos de ejercicios comienzan a ser importantes porque para hacerlo intervienen muchos de los elementos de los diferentes niveles que han ido logrando. Podrán escribirlos o verbalizarlos, y someterlos a análisis de otros.



Nivel Azul. Táctica y estrategia avanzadas

Este nivel se centrará en mostrar la relación entre la táctica y la estrategia y las sinergias que generan ambas en conjunto.

Los alumnos realizarán de un modo natural resoluciones de problemas de distintos niveles, mate o ventaja decisiva, pero también en la búsqueda y exposición del plan a seguir ante un cierto tipo de posición.

El objetivo principal del Nivel Azul es que los alumnos profundicen en su análisis de cualquier posición, de modo que puedan exponer a un compañero, o a un juez, el resultado de su análisis, así como la línea razonable de juego a realizar por el bando que mueve.

La interacción del alumnado con la elaboración de ejercicios y supervisión de alumnos con menor nivel será una herramienta metodológica muy útil para la búsqueda de los objetivos planteados.

Nivel Marrón. Finales avanzados

Este nivel busca trabajar las fases de transición al final de una partida, profundizando en la técnica de finales.

El objetivo principal del Nivel Marrón es la ampliación formal de una técnica de finales que les permita unir medio juego, estrategia y finales de partidas.

Los alumnos de este nivel estarán en condiciones de realizar tareas de formación y de ayuda para el profesor, así como de jugar partidas de nivel avanzado, con reloj, anotando sus movimientos, pero sigue siendo fundamental motivar y fomentar la capacidad de deducir por medio de la lógica y de la comprensión adquirida los elementos más importantes de una posición.

Jugar finales entre alumnos, que se han derivado de algunas partidas famosas, debe ser una tarea habitual, y los ejercicios de finales en los que un bando tiene ventaja seguirán siendo muy útiles para adquirir técnica y experiencia, aunque cada vez la diferencia entre los dos bandos será menor.

Los alumnos con niveles verde, azul y marrón deben crear muchas posiciones para otros compañeros, y ser buenos auxiliares del profesor.

Nivel Negro. Aperturas

Este último nivel presentará el mundo de las aperturas y un estudio diversificado de las distintas ideas que se pueden extraer de ellas, así como su relación con los aspectos estratégicos y tácticos trabajados en los niveles anteriores.

El objetivo principal de este nivel es acercar al alumno a la teoría de aperturas y guiarle en su elección, conociendo las diferentes aptitudes y estilos de juego de cada alumno. De esta manera se asimilará que cada persona es diferente, con sus fortalezas y sus debilidades, y, con el diagnóstico adecuado atendiendo esas cualidades, se debe trabajar en la dirección correcta.

Además de su capacidad para actuar como monitores, la creatividad debe plasmarse en creación de ejercicios y actividades, incluso organizándolas en colaboración. Por tanto: crear manuales, diseñar ejercicios, participar en la organización de encuentros con otros centros o poblaciones, serán actividades en las que podrán participar con una creciente responsabilidad en la organización.

Cualquier alumno con nivel negro podrá plantearse seriamente entrar en un club, siempre que le motive competir y profundizar más en su juego.



Características distintivas del modelo de los 7 colores

• Cada alumno se encuentra en el nivel de color que se corresponde con su conocimiento ajedrecístico y su dominio de ciertas competencias.

• En la misma aula podrá haber alumnos que se encuentran en distinto nivel de color.

• El avance gradual se produce fundamentalmente mediante un trabajo individual, sin perjuicio de los trabajos en pareja y en grupo que aparecerán esporádicamente.

• Es fundamental una personalización total, que permita que cada alumno vaya a su ritmo sin demorar ni retrasar a otros, pero apoyándolos también.

• El docente utiliza el ajedrez como palanca de desarrollo de las distintas competencias educativas, en cuyo centro se encuentran la reflexión, el análisis, el pensamiento crítico y el control emocional y de la voluntad.

• Los profesores del centro conducen el trabajo en el aula en horario lectivo.

• Es un modelo inclusivo e integrador que tiene en cuenta las diferencias y se adapta a ellas de forma que todo el alumnado, al margen de sus intereses y capacidades, pueda beneficiarse de la potencialidad formativa del ajedrez.

• Es un modelo que busca la universalización de la enseñanza y el aprendizaje del ajedrez y que sea una herramienta formativa que permita la adquisición de capacidades y actitudes que puedan ser transferidas fácilmente a otras áreas de aprendizaje y a las situaciones cotidianas de la vida (como el análisis de riesgos).

• El profesor puede subir de nivel a un alumno en cualquier momento del curso escolar tras realizar los ejercicios adecuados, lo que refleja que el ritmo siempre es personal para cada alumno.

• Aconsejamos impulsar nuevos modelos de competición y actividades o encuentros intercentros, en los que se realicen actividades de ajedrez diversas: creación de ejercicios, resolución de problemas y ejercicios, literatura sobre ajedrez o cine sobre ajedrez, así como partidas entre alumnos y equipos y partidas contra el ordenador.

• Cada nivel de color está definido en cuanto a contenidos ajedrecísticos, actividades, didáctica y evaluación.



¿Por qué introducir el ajedrez en la escuela? Existe en la actualidad una fuerte corriente de pensamiento que muestra la necesidad de introducir importantes cambios en el mundo de la educación: aportar dinamismo, dar oportunidades reales a la inclusión de la diversidad, implicar a los alumnos con más determinación y aprovechar las herramientas didácticas, como los juegos y la tecnología, para romper con un aula pasiva que avanza en bloque, en silencio hasta el examen. El carácter educativo del ajedrez es intrínseco a la propia disciplina, ya que con ella se desarrollan y potencian actitudes y aptitudes. Es innegable que jugando al ajedrez, se ejercita la memoria, la planificación, la organización, la toma de decisiones, la gestión de las emociones, el aprender a aprender, etcétera. Hablamos de Ajedrez educativo cuando el objetivo de su enseñanza es el desarrollo de actitudes y aptitudes, de forma que capacidades adquiridas puedan ser transferidas fácilmente a otras áreas del currículo y a la vida ordinaria siguiendo un proceso sistemático previamente programado y natural. Así, el ajedrez se convierte en un instrumento de aprendizaje a la vez que en un objeto de aprendizaje. La potencialidad formativa del ajedrez es muy elevada, como trataremos de demostrar al abordar las competencias, hábitos, valores, etcétera, que, a través de un adecuado proceso de enseñanza y aprendizaje del noble juego, podemos llegar a adquirir, mejorar o desarrollar. La introducción del ajedrez en la escuela, una vez superada la reticencia inicial que puede suscitar, es fácil de justificar. Dos son las principales líneas argumentales que pueden esgrimirse y que permiten demostrar por qué el ajedrez educativo tiene perfecta cabida en el contexto escolar y puede formar parte del currículo.

Funciones del ajedrez Algunas de las funciones que le atribuimos al ajedrez son las mismas que se asignan a la escuela:

• Función de desarrollo.

• Función socializadora.

• Función preventiva y terapéutica.

• Función lúdica.



Estas cuatro funciones, aunque se han separado para una mejor catalogación y concreción, no constituyen compartimentos estancos, sino que están interrelacionadas y vinculadas entre sí, tal como se aprecia en el esquema, de forma que en cualquier situación o actividad ajedrecística intervienen al menos dos o más funciones.

Si nos centramos en el contexto escolar, habitualmente será estelar la función

de desarrollo, aunque en algunos casos la función socializadora podría llegar a

compartir protagonismo con aquella, ambas con el respaldo en todo momento

de la función lúdica, que debe estar siempre presente y que sirve como elemento

potenciador. Pero podría también darse la circunstancia de que estuviésemos

tratando un problema de TDAH (trastorno de déficit de atención con o sin

hiperactividad), en cuyo caso la función terapéutica podría llegar a compartir

protagonismo. Por tanto, las cuatro funciones se complementan y potencian

entre sí.

Pasemos ahora a comentarlas por separado para ver a qué hace referencia cada

una de ellas.

Función de desarrollo

El ajedrez puede contribuir al desarrollo integral de la persona, ya que a través

del ajedrez se desarrollan aptitudes y se pueden mejorar actitudes, al «poner en

juego» de forma integrada distintas capacidades y habilidades cognitivas, de

forma que se favorecen y potencian distintos tipos de pensamiento.

Función socializadora

El ajedrez tiene una importante labor socializadora e integradora. La condición

del ajedrez como lenguaje universal es la que le confiere esta facultad. Así,

delante de un tablero de ajedrez puede haber personas diferentes con idiomas

distintos, y todas ellas podrán seguir el desarrollo de la partida, incluso ser el

nexo de unión para iniciar la conversación o sentar las bases de una nueva

amistad.

Esta función socializadora se manifiesta y se ve reforzada por las siguientes

características del ajedrez:

Función de desarrollo Función socializadora

Función preventiva y terapéutica

Función lúdica



Es inclusivo y favorece la integración

Las discapacidades físicas, motoras y

sensoriales apenas afectan al ajedrez, de forma

que cualquier persona que las padezca puede

competir en plano de igualdad con otra que no

las sufra, a diferencia de otras actividades en la

que la discapacidad puede quedar más de

manifiesto.

Esta característica es la que otorga al ajedrez su

potencial como instrumento de atención a la

diversidad, ya que permite además adecuar un

mismo ejercicio a diferentes niveles de dificultad,

lo que posibilita que todo el alumnado pueda

realizar actividades acordes con su nivel de

competencia.

Favorece la coeducación y no es sexista

Así como en la mayoría de las disciplinas y

actividades deportivas se hace una distinción

por géneros, con campeonatos diferenciados,

en el caso del ajedrez chicas y chicos pueden

participar conjuntamente, incluso formar

equipos mixtos, con independencia de la edad.

Es intergeneracional

En ajedrez es muy frecuente que en un

mismo torneo compitan jugadores de

diferentes generaciones y de un gran

rango de edades, lo cual no sucede en

ninguna otra competición deportiva.

Esta característica facilita la posibilidad de

abrir la escuela a la comunidad y puede ser

el punto de partida para diseñar

actividades en las que participen personas

de generaciones diferentes.



Se puede jugar por equipos

Este tipo de torneos favorece el

compañerismo, la amistad y la socia-

lización.

Aunque los jugadores compitan de manera

individual, el hecho de que la clasificación

sea por equipos hace que el sentido de

pertenencia al grupo se incremente y que

la derrota y la victoria personal y/o del

equipo adquieran una nueva dimensión.

En el contexto escolar, las actividades de

ajedrez son muy adecuadas para realizar

trabajos colaborativos.

El ajedrez no necesita material sofisticado ni un lugar de juego con condiciones muy especiales

A esta función integradora y socializadora contribuye también el hecho de que el

material para jugar al ajedrez es barato y de que no se requieren unas

condiciones especiales para poder practicarlo. Además, se puede jugar tanto al

aire libre como en un lugar cerrado, y, en cualquier caso, no hace falta mucho

espacio.

Función preventiva y terapéutica

Esta función es muy importante y cada vez está cobrando mayor relevancia en

distintos proyectos y programas dirigidos tanto a la prevención como a la

rehabilitación de distintos problemas a través del ajedrez, como pueden ser el

tratamiento del TDAH, de los colectivos en riesgo de exclusión social, de las

personas drogodependientes o con alzhéimer, etcétera.

Función lúdica

El carácter lúdico del ajedrez es el que le otorga el

mayor atractivo y el que proporciona la motivación

inicial para el aprendizaje. El ajedrez es un juego y,

como tal, su función prioritaria es divertir y entretener.

Precisamente la condición de juego es la que hace

que los aprendizajes se adquieran de una forma

natural, casi sin darnos cuenta, y que puedan

mantenerse unos niveles de motivación óptimos que

son imprescindibles para ello.



Habitualmente a partir de determinada edad no se utiliza el juego como herramienta

didáctica en el aula pese a su potencialidad formativa que en el caso del ajedrez

cobra mayor relevancia por permitir trabajar además de actitudes que suelen ser

consustanciales con el propio juego, aptitudes diversas.

Aprendo para poder jugar y juego para divertirme. Y lo que es más importante

aprendo jugando.

Aprendo a… Cuando…

aprender

• Explico verbalmente el proceso seguido para resolver un problema o los motivos de una jugada.

• Analizo las jugadas o la partida y detecto posibles errores,

buscando soluciones alternativas más adecuadas.

• Soy perseverante en la búsqueda de soluciones, trazo un plan de acción y no me conformo con la primera jugada ni la primera idea.

• Escucho con atención y sentido crítico las opiniones y comentarios de mis compañeros y los integro en mis conocimientos.

• Tomo decisiones con criterio, analizando pros y contras.

• Resuelvo problemas de ajedrez y planteo otros nuevos.

• Busco información en Internet.

• Analizo la información y la contrasto.

• Utilizo programas de software para jugar al ajedrez y plantear y resolver problemas.

adquirir y desarrollar la visión espacial

• Hago una representación mental del tablero y soy capaz de situar sobre determinadas casillas diferentes piezas.

• Planifico una secuencia de jugadas, siguiendo mentalmente las distintas posiciones.

• Valoro la posición y observo las consecuencias de distintos movimientos.

perder y ganar

• Asumo la derrota y la valoro como una posibilidad de aprendizaje.

• Reconozco el mérito del otro jugador no soy engreído si gano.

• No busco justificaciones a la derrota, sino que asumo mi responsabilidad.

respetar las normas y a los compañeros

• Sigo las reglas del juego y tengo un comportamiento correcto durante el mismo evitando cualquier acción que pueda resultar molesta.

• Escucho las valoraciones de mis compañeros sin interrumpirles, cuando explican una jugada o un plan, rebatiéndoles si es necesario de forma argumentada, pero sin tratar de imponer mi opinión.



Aprendo a… Cuando…

tomar decisiones

• Analizo y valoro pros y contras antes de seguir un plan o realizar una jugada.

• Confío en mis propias posibilidades y sigo el plan establecido, aunque no tenga absoluta certeza.

• Modifico el plan si tras una nueva evaluación lo considero oportuno.

ser creativo

• Diseño situaciones problemáticas.

• No me conformo con la primera solución.

• Busco soluciones originales que supongan una sucesión de movimientos.

ser flexible

• Rectifico el plan establecido para adaptarlo a las nuevas circunstancias.

• No trato de imponer mi visión cuando trabajo en equipo.

autocontrolarme

• Pienso antes de actuar.

• No hago la primera jugada que se me ocurre.

• Inhibo respuestas de excesiva alegría o tristeza.

• Evito ponerme nervioso si no veo una posible solución y la sigo buscando con perseverancia.

resolver problemas

• Analizo una posición, establezco relaciones entre las piezas, busco una línea de acción para sacar ventaja o contrarrestar un ataque.

• Busco diferentes soluciones, valorando pros y contras.

• Compruebo la solución antes de hacer la jugada.

a gestionar mis

emociones

• Asumo con deportividad la derrota y no soy engreído cuando gano.

• Expreso mis sentimientos con naturalidad.

planificar, organizar y secuenciar

• Analizo una posición, establezco relaciones entre las piezas, busco una línea de acción para sacar ventaja o contrarrestar un ataque.

• Preveo y sigo un orden para la realización de las jugadas.

• Valoro la posición globalmente y no actúo por ensayo-error.

sobreponerme a la

diversidad

• No me desanimo si voy perdiendo y busco soluciones a la situación.

• Dirijo mi pensamiento a la acción y no a recordar oportunidades perdidas o errores cometidos.


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