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• 82 Nº 146 • Julio - Agosto de 2003 Con este artículo nuestro colaborador finaliza el trabajo que inició en el nº 141 de Partida Doble sobre la reforma concursal. Esta última parte tiene por propósito completar las funciones encomendadas a los administradores judiciales y las obligaciones de información, cuyo análisis comenzó en el número anterior de Partida Doble Fernando Gómez Martín Auditor de Cuentas y Profesor Asociado de Derecho concursal. Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto (Bilbao) FICHA RESUMEN Autor: Fernando Gómez Martín Título: Los administradores concursales: otros informes Fuente: Partida Doble, núm. 146, 82 a 103 páginas, julio-agosto 2003 Localización: PD 03.07.08 Resumen: El pasado día 5 de julio de 2002 el Gobierno aprobó el Proyecto de Ley Concursal, presentado sustanciales novedades con respecto a la anterior regulación. Entre ellas destaca el nuevo modelo de administración judicial, que abandona las denominaciones de síndicos e interventores y se unifica en administradores judiciales, desapareciendo los cargos de comisario y depositario. En este trabajo se analizan en profundidad todas las claves de la nueva ley en lo que respecta a la administración judicial, en lo que respecta a su composición, retribución, responsabilidades y funciones. Previamente se hace una exposición de todos los antecedentes del nuevo Proyecto de Ley desde su creación como Anteproyecto de Ley Descriptores ICALI: Administración judicial. Suspensión de pagos. Quiebra. 1. INTRODUCCIÓN E n la anterior colaboración (1) , so- bre la masa pasiva del concurso proyectado (2) , dejaba pendiente, para la siguiente ocasión, el in- tento de completar algunas de las funciones encomendadas a los ad- ministradores concursales (3) , así como sus deberes de información, a saber: a) Primero.- Al Informe de los adminis- tradores concursales se unirá, se- gún el art. 75.2. ... 3.º En su caso, escrito de evaluación de las pro- puestas de convenio que se hubie- sen presentado. b) Segundo.- El informe concluirá con la exposición motivada acerca de la situación patrimonial del deudor y de cuantos datos y circunstancias pudieran ser relevantes para la ulte- rior tramitación del concurso (art. 75.3). c) Tercero.- Anunciaba, además, que los administradores, según la tramita- ción del concurso, deberán evacuar los traslados acordados por el Juez y emitir otros informes, a saber: 1. La evaluación del contenido de la propuesta anticipada de convenio presentada por el deudor, en aten- ción al plan de pagos y, en su ca- so, al plan de viabilidad que la acompañen (art. 107). 2. La evaluación sobre la propues- ta de convenio, en relación con Los administradores concursales: otros informes Ley concursal

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• 82 Nº 146 • Julio - Agosto de 2003

Con este artículo nuestro colaborador finaliza el trabajo que inició en el nº 141 de Partida Doble sobre la reforma concursal. Esta última parte tienepor propósito completar las funciones encomendadas a los administradoresjudiciales y las obligaciones de información, cuyo análisis comenzó en elnúmero anterior de Partida Doble

Fernando Gómez MartínAuditor de Cuentas y

Profesor Asociado de Derecho concursal.Facultad de Derecho de

la Universidad de Deusto (Bilbao)

FICHA RESUMEN

Autor: Fernando Gómez MartínTítulo:Los administradores concursales: otrosinformesFuente: Partida Doble, núm. 146, 82 a 103 páginas,julio-agosto 2003Localización: PD 03.07.08 Resumen:El pasado día 5 de julio de 2002 el Gobiernoaprobó el Proyecto de Ley Concursal, presentadosustanciales novedades con respecto a la anteriorregulación. Entre ellas destaca el nuevo modelode administración judicial, que abandona lasdenominaciones de síndicos e interventores y seunifica en administradores judiciales,desapareciendo los cargos de comisario ydepositario.En este trabajo se analizan en profundidad todaslas claves de la nueva ley en lo que respecta a laadministración judicial, en lo que respecta a sucomposición, retribución, responsabilidades yfunciones. Previamente se hace una exposiciónde todos los antecedentes del nuevo Proyecto deLey desde su creación como Anteproyecto de LeyDescriptores ICALI: Administración judicial. Suspensión de pagos.Quiebra.

1. INTRODUCCIÓN

En la anterior colaboración(1), so-bre la masa pasiva del concursoproyectado(2), dejaba pendiente,para la siguiente ocasión, el in-tento de completar algunas de

las funciones encomendadas a los ad-ministradores concursales(3), así comosus deberes de información, a saber:

a) Primero.- Al Informe de los adminis-tradores concursales se unirá, se-gún el art. 75.2. ... 3.º En su caso,escrito de evaluación de las pro-puestas de convenio que se hubie-sen presentado.

b) Segundo.- El informe concluirá conla exposición motivada acerca de la

situación patrimonial del deudor yde cuantos datos y circunstanciaspudieran ser relevantes para la ulte-rior tramitación del concurso (art.75.3).

c) Tercero.- Anunciaba, además, quelos administradores, según la tramita-ción del concurso, deberán evacuarlos traslados acordados por el Juez yemitir otros informes, a saber:

1. La evaluación del contenido de lapropuesta anticipada de conveniopresentada por el deudor, en aten-ción al plan de pagos y, en su ca-so, al plan de viabilidad que laacompañen (art. 107).

2. La evaluación sobre la propues-ta de convenio, en relación con

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el plan de pagos y, en su caso,con el plan de viabilidad que laacompañe, presentadas por elconcursado, que no hubierepresentado propuesta anticipa-da ni tuviere solicitada la liqui-dación, o los acreedores, cuyoscréditos superen una quintaparte del total pasivo (artículos113 y 115).

3. La presentación de un plan derealización de los bienes y dere-chos integrados en la masa acti-va del concurso (plan de liquida-ción), ex art. 148.1.

4. Informe sobre las observacioneso propuestas de modificaciónformuladas por el deudor o losacreedores al citado plan de li-quidación (art. 148.2).

5. Informe, cada tres meses, sobreel estado de las operaciones deliquidación (art. 152); y,

6. Informe razonado y documenta-do sobre los hechos relevantespara la calificación del concur-so, con propuesta de resolucióncomo fortuito o culpable (art.169). Añado, ahora, la rendi-c ión de cuentas que debenacompañar a todos sus infor-mes (art. 181).

Esta colaboración se refiere al ci-tado Proyecto de Ley concursal apro-bado por el Pleno del Congreso de losDiputados el 11 de abril de 2003(4).

2. OTROS DOCUMENTOS A PRESENTARCON EL INFORME DE LOS ADMINISTRADORES CONCURSALES

Artículo 75. «Estructura del informe...2. Al informe se unirán los documen-tos siguientes:... 3.º En su caso, el es-crito de evaluación de las propuestasde convenio que se hubiesen presen-tado».

2.1. Derecho concursal mercantil vigente

Con la solicitud de suspensión depagos debe presentar el deudor, entreotros documentos, una proposición parael pago de los débitos (art. 2.4º de laLey especial). Este expediente tiene porfinalidad la celebración de un convenioentre el suspenso y sus acreedores,que habrá de ser aprobado en junta ge-neral de acreedores, convocada y presi-dida por el juez, o en procedimiento es-crito, por mayorías cualificadas. Cuandose acuerda la tramitación escrita, elsuspenso vendrá obligado a presentaral juzgado la proposición de convenio(la inicial u otra), con la adhesión delvoto individual de los acreedores en for-ma auténtica. Si las adhesiones recibi-das introdujeran modificaciones esen-ciales en la proposición del convenio,tanto durante el plazo del art. 18 comoen el de prórroga del art. 19, ambos dela Ley especial, el juez oirá obligatoria-mente sobre ellas (las modificaciones alconvenio propuesto) el informe de losinterventores, y dará vista al deudor pa-ra que preste o no su consentimiento.Este informe carece de orientación legaly de contenido ilustrativo; en la práctica,los interventores acostumbran a desta-car las modificaciones planteadas res-pecto de la propuesta inicial del deudory analizar posibles ventajas económicaspara las partes que resultasen benefi-ciadas con los cambios introducidos.

Con la solicitud de quiebra volunta-ria, no se previene la presentación porel deudor de una proposición de conve-nio (art. 1018 de primer Código de Co-mercio). Sin embargo, puede finalizareste proceso mediante aprobación judi-cial del convenio que hiciesen el que-brado y sus acreedores, regulado en losarts. 898 a 907 y 928 y 929 del C. de C.(estos últimos artículos citan, para lascompañías, lo dispuesto en la Sección8.ª del Título I del Libro IV del vigenteC. de C.); arts. 1389 a 1396 de la LEC(sentencia del TS de 22.02.1983); art.1304, por remisión del art. 1390 de di-cha LEC; arts. 1307 a 1311, por remi-

Con la solicitud desuspensión de pagosdebe presentar eldeudor, entre otrosdocumentos, unaproposición para elpago de los débitos

(1) Partida Doble, Nº 146, de 2003, págs. 6 a 25 .

(2) Proyecto de Ley concursal aprobado por elConsejo de Ministros, en sesión del 5.07.2002, ypublicado en el Boletín Oficial de las CortesGenerales, de fecha 23 de julio de 2002.

(3) Sustituye a administradores judiciales, en elTexto aprobado por el Pleno del Congreso de losDiputados. BOCG Núm. A-101-22 de 11/04/2003Pág.: 527

(4) Texto publicado en el Boletín Oficial de lasCortes Generales Senado VII Legislatura Serie II:Proyectos de Ley 14 de abril de 2003 Núm. 120 (a)(Cong. Diputados, Serie A, núm. 101 Núm. exp.121/000101).

sión del art. 1391 de la citada LEC; y,arts. 1147 a 1167 del primer C. de C.,mencionados en la Sección 6.ª del Títu-lo XIII del Libro II de la referida LEC. Enla quiebra de empresarios individuales ycompañías de responsabilidad ilimitada,una vez terminado el reconocimiento decréditos y hecha la calificación de laquiebra, el quebrado y sus acreedorespodrán hacer los convenios que esti-men oportunos, según el mencionadoart. 1390 de la LEC, que se remite alart. 1304 de la misma LEC, y que facul-tan al deudor o a cualquiera de losacreedores para solicitar del Juez laconvocatoria de junta para tratar delconvenio y cuya solicitud debe contenerel requisito, entre otros, de que se for-mulen con claridad y precisión las pro-posiciones del convenio. No parece quehaya obstáculo para acogerse a losmismos trámites sobre convenio, enjunta de acreedores, a las sociedadesmercantiles de responsabilidad limitada(sociedades anónimas y de responsabi-lidad limitada), una vez finalizadas laspiezas tercera, cuarta y quinta. Los ad-ministradores de las compañías anóni-mas o quienes les representen, con po-der especial, y por extensión las de res-ponsabilidad limitada, así como los li-quidadores de las compañías disueltas,podrán presentar a los acreedores, encualquier estado de la quiebra, las pro-posiciones de convenio que estimenoportunas, según reza el art. 929 del C.de C. (sentencia del TS de 6.06.1977 ysentencia de la AT de Barcelona de30.06.1987), que deberá resolverse conarreglo a lo dispuesto en la Sección Oc-tava, que se refiere a las suspensionesde pagos y quiebras de las Compañíasy empresas de ferrocarriles y demásobras públicas, y se completa con laLey de 12 de noviembre de 1869, a laque remite el art. 1320 de la LEC. Se in-terpreta, por tanto, que las sociedadesmercantiles con responsabilidad limita-da (SA y SRL), incluso declaradas enquiebra fraudulenta, pueden alcanzarun convenio con sus acreedores, paracuya calificación no será preciso oír a

los síndicos, si no hubiesen sido nom-brados, como declara la STS de8.06.1880.

No se contempla, en los preceptoscitados, informe alguno de los órganosauxiliares de la quiebra (comisario, de-positario o síndicos) sobre las proposi-ciones de convenio.

2.2. En el concurso proyectado

No observo entre la documentaciónque el deudor acompañará a su solici-tud de declaración de concurso, ex art.6.2, mención alguna al convenio, aun-que el art. 104.1 lo previene: «Desde lasolicitud de concurso voluntario o desdela declaración de concurso necesario y,en ambos casos, hasta la expiración delplazo de comunicación de créditos, eldeudor que no hubiese pedido la liqui-dación y no se hallare afectado por al-guna de las prohibiciones establecidasen el artículo siguiente podrá presentarante el Juez propuesta anticipada deconvenio». De igual modo el art. 106.2lo autoriza: «Cuando la propuesta anti-cipada de convenio se presentara conla solicitud de concurso voluntario o an-tes de la declaración judicial de éste, elJuez resolverá sobre su admisión en elmismo auto de declaración de concur-so». Sin embargo, en el apartado 2º delcitado art. 6.2 se requiere la presenta-ción de «sus valoraciones y propuestassobre su viabilidad futura», y puede in-terpretarse que la viabilidad permiteacudir a la convención con los acreedo-res. Así que, cuando el mencionado art.75.2.3º requiere a los administradoresconcursales, para que unan a su infor-me un escrito de evaluación de las pro-puestas de convenio que se hubiesenpresentado, en su caso, se está refirien-do a la evaluación del contenido de lapropuesta anticipada de convenio pre-sentada por el deudor, en atención alplan de pagos y, en su caso, al plan deviabilidad que la acompañen, que men-ciona el art. 107.2 y dispone: «Si la eva-luación fuera favorable, se unirá al infor-me de la administración concursal. Si

Se interpreta, portanto, que lassociedadesmercantiles conresponsabilidadlimitada (SA y SRL),incluso declaradasen quiebrafraudulenta, puedenalcanzar unconvenio con susacreedores

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Ley concursal

(5) 1. Toda propuesta de convenio, que podrá conte-ner distintas alternativas, se formulará por escrito y fir-mada por el deudor o, en su caso, por todos los acree-dores proponentes, o por sus respectivos representan-tes con poder suficiente. De las propuestas presenta-das se dará traslado a las partes personadas. Cuandola propuesta contuviera compromisos de pago a car-go de terceros para prestar garantías o financiación,realizar pagos o asumir cualquier otra obligación, de-berá ir firmada, además, por los compromitentes o susrepresentantes con poder suficiente. 2. Las firmas de lapropuesta y, en su caso, la justificación de su carácterrepresentativo, deberán estar legitimadas.

fuese desfavorable o contuviere reser-vas, se presentará en el más breve pla-zo al Juez...». Pero idéntica opinión sepide a los administradores concursales,en el escrito de evaluación sobre la pro-puesta de convenio, en relación con elplan de pagos y, en su caso, con el plande viabilidad que la acompañe, presen-tadas por el concursado, que no hubie-re presentado propuesta anticipada nituviere solicitada la liquidación, o porlos acreedores, cuyos créditos superenuna quinta parte del total pasivo (artícu-lo 113.1). Trataré, por tanto, sobre am-bos escritos, dada su misma finalidad ycontenido.

Deberán verificar e informar los ad-ministradores concursales, a mi juicio,sobre:

a) El cumplimiento de los requisitosformales de la propuesta de conve-nio establecidos en el art. 99(5).

b) Las limitaciones y requisitos señala-dos en los artículos 100(6), 101(7) y102(8).

c) Las prohibiciones establecidas en elart. 105, aunque algunos de los he-chos causantes de esta prohibiciónde presentación de propuesta antici-pada de convenio tienen que vercon actos cuyo perjuicio patrimonialse presume iuris et de iure en el art.71.2, y pueden ser objeto de accio-nes rescisorias, para cuyo ejercicioestán legitimados los administrado-res concursales o, en su caso, losacreedores, por el cauce del inci-dente concursal. No parece quehasta la firmeza de la sentencia co-rrespondiente puedan ser oponiblesa la admisión a trámite de la pro-puesta de convenio.

d) El examen del plan de pagos, ex-presión simple y concepto complejo,requiere conocimientos especializa-dos y cuidadosa atención, pues lainformación que proporciona la con-tabilidad debe ser objeto de estudio,

es decir, los documentos contablesdeben ser analizados para conocerla situación patrimonial, financiera ylos resultados de la empresa, si elconcursado fuese empresario.

Comprenderá el lector, si no está fa-miliarizado con esta disciplina, lasdificultades de evaluar la propuestade convenio en atención al plan depagos.

e) Examen del plan de viabilidad, ensu caso, es decir, en el supuestoprevisto en el citado art. 100.5:«Cuando para atender al cumpli-miento del convenio se prevea con-tar con los recursos que genere lacontinuación, total o parcial, en elejercicio de la actividad profesionalo empresarial, la propuesta deberáir acompañada, además, de un plande viabilidad en el que se especifi-quen los recursos necesarios, losmedios y condiciones de su obten-ción y, en su caso, los compromisosde su prestación por terceros». Meparece que para valorar adecuada-mente el plan de viabilidad de unprofesional o de una empresa se re-quieren, al igual que en caso ante-rior, conocimientos especializados.

Creo que puede sistematizarse elanálisis del plan de viabilidad, presenta-do por el concursado, si se consideraque el desequilibrio económico de laempresa puede observarse desde lassiguientes vertientes:

1. Tráfico mercantil: a) disminución deventas; b) aumento de existenciaspor obsolescencia, etc.

2. Disminución del margen comercial,por reducción de precios o aumen-tos de costes, etc.

3. Financieros: a) incremento de losgastos de descuento de efectos;fondo de maniobra negativo; au-mento de la morosidad, etc.

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(6) 1. ...Respecto de los créditos ordinarios, las propo-siciones de quita no podrán exceder de la mitad delimporte de cada uno de ellos, ni las de espera de cin-co años a partir de la firmeza de la resolución judicialque apruebe el convenio, excepto cuando se trate delconcurso de empresas cuya actividad pueda tener es-pecial trascendencia para la economía. 2. Cuando lapropuesta de convenio prevea la enajenación, bien delconjunto de bienes y derechos del concursado afectosa su actividad empresarial o profesional o de determi-nadas unidades productivas a favor de una personanatural o jurídica determinada, las proposiciones in-cluirán necesariamente la asunción por el adquirentede la continuidad de la actividad empresarial o profe-sional propia de las unidades productivas a las queafecte y del pago de los créditos de los acreedores, enlos términos expresados en la propuesta de conve-nio... También podrán incluirse en la propuesta deconvenio proposiciones de enajenación, bien del con-junto de bienes y derechos del concursado afectos asu actividad empresarial o profesional o de determina-das unidades productivas a favor de una persona na-tural o jurídica determinada. Las proposiciones inclui-rán necesariamente la asunción por el adquirente dela continuidad de la actividad empresarial o profesio-nal propia de las unidades productivas a las que afectey del pago de los créditos de los acreedores, en los tér-minos expresados en la propuesta de convenio.. 3. Enningún caso la propuesta podrá consistir en la cesiónde bienes y derechos a los acreedores en pago o parapago de sus créditos, ni en cualquier forma de liquida-ción global del patrimonio del concursado para satis-facción de sus deudas, ni en la alteración de la clasifi-cación de créditos establecida por la Ley, ni de lacuantía de los mismos fijada en el procedimiento. 4.Las propuestas deberán presentarse acompañadas deun plan de pagos con detalle de los recursos previstospara su cumplimiento, incluidos, en su caso, los proce-dentes de la enajenación de determinados bienes oderechos del concursado. 5. Cuando para atender alcumplimiento del convenio se prevea contar con losrecursos que genere la continuación, total o parcial,en el ejercicio de la actividad profesional o empresa-rial, la propuesta deberá ir acompañada, además, deun plan de viabilidad en el que se especifiquen los re-cursos necesarios, los medios y condiciones de su ob-tención y, en su caso, los compromisos de su presta-ción por terceros. Los créditos que se concedan alconcursado para financiar el plan de viabilidad se satis-farán en los términos fijados en el convenio.

(7) 1. La propuesta que someta la eficacia del conve-nio a cualquier clase de condición se tendrá por nopresentada, con la excepción establecida en el aparta-do 2.

(8) 1. Si la propuesta de convenio ofreciese a todos losacreedores o a los de alguna clase la facultad de elegirentre diversas alternativas, deberá determinar la apli-cable en caso de falta de ejercicio de la facultad deelección. …

4. Inmovilizado: dificultad de renova-ción de maquinaria y equipos in-dustr iales; bienes de inversiónociosos, etc.

5. Recursos humanos: a) bajo rendi-miento laboral; b) absentismo; c) ex-ceso de plantilla laboral, etc.

3. PLAN DE LIQUIDACIÓN

El artículo 148 establece: «1. ...la admi-nistración concursal presentará al Juezun plan para la realización de los bienesy derechos integrados en la masa acti-va del concurso que, siempre que seafactible, deberá contemplar la enajena-ción unitaria del conjunto de los estable-cimientos, explotaciones y cualesquieraotras unidades productivas de bienes yservicios del concursado o de algunosde ellos. …»

El profesor González Pascual(9) es-tudia, entre otros aspectos, el papelque debe jugar la contabilidad en elmarco de un procedimiento concursalmoderno y considera que debe servirde base para determinar la masa acti-va de la quiebra: «Cuando las posibili-dades de avanzar en el camino de laaproximación de posturas enfrentadasentre deudor y acreedores desapare-cen, o ni siquiera ha habido oportuni-dad de confrontarlas, entonces sepuede abrir la vía de la liquidación, cu-yos efectos serán más perniciosos pa-ra la propia empresa, acreedores, tra-bajadores y resto de entidades rela-cionadas con la quebrada. El procesoque se abre en estos casos debe te-ner como objetivo la liquidación de laempresa que tratará de enajenar lasinversiones para resarcir, con la liqui-dez proporcionada, una parte de lasdeudas en la forma establecida por lalegislación. El paso previo al procesode liquidación consistirá en la forma-ción de la masa de la quiebra, que es-tará constituida por el conjunto de bie-nes y derechos de la empresa que re-sultan ejecutables en la liquidación,

así como el conjunto de acreedorescuyas deudas deberemos resarcir. Lacuantif icación de estos elementosconstituye una ardua tarea que abar-cará la adición y eliminación de bie-nes, derechos y deudas, como conse-cuencia de una depuración del balan-ce motivada por la aplicación de la re-troacción, o simplemente de la aplica-ción de la normativa civil vigente enmateria de obligaciones, embargos,ejecuciones, tercerías de dominio, etc.El punto de partida de todo el largo re-corrido, que supone la formación de lamasa, estará no sólo en el balance re-ferido al momento de la liquidación si-no también en la contabilidad de losúltimos años a los que deba circuns-cribirse la retroacción. Los ajustes yeliminaciones que procedan siempredeberán aplicarse sobre la informa-ción que contenga el mencionado ba-lance y contabilidad».

En resumen, los administradoresconcursales deben partir del inventariode la masa activa, anexo a su informeex art. 75.2.1º, al que incorporarán losbienes y derechos fruto de las accionesde reintegración o de impugnación (artí-culos 71 a 73), debidamente valorados,para preparar el plan de liquidación, esdecir, su realización individualizada opor lotes, en su caso, bien por unidadesde producción o como conjunto de ex-plotación industrial, cuando de empre-sas se tratase, por el método de ventadirecta o a través de entidad especiali-zada (arts. 640-642 LEC), bien en su-basta pública (arts. 643-675 LEC) o no-tarial, e indicando el calendario previstopara su ejecución.

«2. Durante los quince días siguien-tes a la fecha en que haya quedado demanifiesto en la Secretaría del Juzgadoel plan de liquidación, el deudor y losacreedores concursales podrán formu-lar observaciones o propuestas de mo-dificación. Transcurrido dicho plazo sinque se hubieran formulado, el Juez, sinmás trámite, dictará auto declarando

Se da traslado delplan de liquidaciónal deudor y a losacreedorespersonados, asícomo a lostrabajadores, en sucaso, paraalegaciones

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Ley concursal

(9) GONZÁLEZ PASCUAL, Julián, «El papel de lacontabilidad en el ámbito jurídico: Especialreferencia a los procesos concursales», IX Encuentrode Profesores de Contabilidad, “La contabilidadante el nuevo milenio”, Las Palmas de GranCanaria, mayo del año 2000.

aprobado el plan y a él habrán de ate-nerse las operaciones de liquidación dela masa activa. En otro caso, la admi-nistración judicial informará, en el plazode diez días, sobre las observaciones ypropuestas formuladas y el Juez, segúnestime conveniente a los intereses delconcurso, resolverá mediante autoaprobar el plan en los términos en quehubiera sido presentado, introducir en élmodificaciones en función de aquéllas oacordar la liquidación conforme a las re-glas legales supletorias. … 3. Asimismoel plan de liquidación se someterá a in-forme de los representantes de los tra-bajadores, a efectos de que puedan for-mular observaciones o propuestas demodificación, aplicándose lo dispuestoen el apartado anterior, según que seformulen o no dichas observaciones opropuestas».

Se da traslado de dicho plan de li-quidación al deudor y a los acreedorespersonados, así como a los trabajado-res, en su caso, para alegaciones. Nome parece acertado el tono imperativo,cuando no se hubiesen formulado ob-servaciones o propuestas: «el Juez, sinmás trámite, dictará auto declarandoaprobado el plan y a él habrán de ate-nerse las operaciones de liquidación dela masa activa», pues debiera respetar-se la opinión del Juez.

4. CALIFICACIÓN DEL CONCURSO

4.1. Derecho concursal mercantil vigente

Aunque también la suspensión depagos puede ser objeto de califica-ción, cuando es declarada la insolven-cia definitiva, según estipula el art. 20de la Ley especial, con remisión a losarts. 886 a 894 del Código de Comer-cio, es en el proceso de quiebra don-de se tramita la pieza quinta, con arre-glo a lo establecido en los arts. 1382 a1388 de la anterior LEC y disposicio-nes concordantes del primero y se-gundo Código de Comercio. La quie-bra debe calificarse por el juez, según

el art. 1138 del primer Código de Co-mercio, atendiendo a:

a) la conducta del quebrado en el cum-plimiento de sus obligaciones.

b) el resultado de los balances que re-flejen su situación.

c) el estado en que se encuentran suslibros de contabilidad.

d) las causas inmediatas y directasque ocasionaron la quiebra; y,

e) las reclamaciones que durante elprocedimiento se hagan contra elquebrado y sus bienes (arts. 1137 a1143 del C. de C. de 1829; arts. 886a 897 del vigente; y, arts. 1382 a1388 de la LEC).

El art. 886 del C. de C. distinguetres clases de quiebra, a saber: insol-vencia fortuita, insolvencia culpable einsolvencia fraudulenta.

A) Fortuita: «Se entenderá quiebra fortuita la del co-merciante a quien sobrevinieren infortu-nios que, debiendo estimarse casualesen el orden regular y prudente de unabuena administración mercantil, reduz-can su capital al extremo de no podersatisfacer en todo o en parte sus deu-das» (art. 887 C. de C.), es decir, que sehubiese descapitalizado. Para el magis-trado Ferrer Barriendos(10) la quiebra for-tuita se define especialmente por exclu-sión. Será fortuita la que no es culpableo fraudulenta.

B) Culpable: Se considerará quiebra culpable o se-rán reputados quebrados culpables,cuando se origina la quiebra por culpa,imprudencia o negligencia del deudor(arts. 888 y 889 del C. de C.).

a) Hay casos, cuya enumeración sigue,que no admiten prueba en contrario,por ser manifiesta la culpabilidad

● Los administradores concursales: otros informes

El art. 886 delCódigo de Comerciodistingue tres clasesde quiebra:insolvencia fortuita,culpable yfraudulenta

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(10) FERRER BARRIENDOS, Agustín, «Repercusionesconcursales del nuevo Código Penal», en DerechoConcursal II (Cuadernos de Derecho Judicial).Madrid, Consejo General del Poder Judicial, 1996,pág. 561.

(presunción iuris et de iure), según elart. 888 del C. de C. en su expresiónliteral, pero debe interpretarse deconformidad con la Constitución Es-pañola y el derecho fundamental dela persona a la presunción de ino-cencia y a utilizar los medios deprueba pertinentes para su defensa,considerado en el art. 24.2 CE:

1.º «Si los gastos domésticos y per-sonales del quebrado hubierensido excesivos y desproporcio-nados en relación a su haber lí-quido, atendidas las circunstan-cias de su rango y familia».

2.º «Si hubiere sufrido pérdidas encualquier especie de juego, queexcedan de lo que por vía de re-creo suele aventurar en estaclase de entretenimientos uncuidadoso padre de familia».

3.º «Si las pérdidas hubieren sobre-venido a consecuencia de apues-tas imprudentes y cuantiosas, ode compras y ventas u otras ope-raciones que tuvieren por objetodilatar la quiebra».

4.º «Si en los seis meses preceden-tes a la declaración de la quiebrahubiere vendido a pérdida o pormenos precio del corriente efec-tos comprados al fiado y que to-davía estuviere debiendo».

5.º «Si constare que en el períodotranscurrido desde el último in-ventario hasta la declaración dela quiebra hubo tiempo en queel quebrado debía, por obliga-ciones directas, doble cantidaddel haber líquido que le resulta-ba en el inventario».

b) Otros hechos presumen la culpabili-dad, mientras el quebrado no prue-be su inocencia (iuris tantum), se-gún el art. 889 del Código de Co-mercio:

1.º «Los que no hubieren llevado loslibros de contabilidad en la formay con todos los requisitos esen-ciales e indispensables que seprescriben en el Título III del LibroI [arts. 25 a 30], y los que, aun lle-vándolos con todas estas circuns-tancias, hayan incurrido dentro deellos en falta que hubiese causa-do perjuicio a tercero».

2.º «Los que no hubieren hecho sumanifestación de quiebra en eltérmino y forma que se prescribeen el art. 871», es decir, en sutexto original: «... presentarse ensuspensión de pagos, dentro delos tres días siguientes al que sehubiere cesado en el pago co-rriente de sus obligaciones». Vir-tualmente suprimido y derogadopor la reforma en 1897 del art.871, que mantiene la siguiente re-dacción: «... dentro de las cuaren-ta y ocho horas siguientes al ven-cimiento de una obligación que nohaya satisfecho», según declaranlas sentencias del TS del9.10.1929 y 16.05.1956, que semencionan en la sentencia de laAT de Barcelona de 26.06.1984.En el mismo sentido se pronunciala sentencia del TS del24.04.1984, cuya jurisprudenciaes citada en el auto de la AP deLa Rioja de 29.12.1997, que en-tiende materialmente suprimido yderogado el citado art. 871 del C.de C., que se ha considerado táci-tamente derogado, a partir de laLey de 26.07.1922, de forma casiunánime por la doctrina mercantil(González de Echávarri y MiguelRomero(11), Garrigues(12), Torres deCruells(13), Sagrera Tizón(14), Bis-bal(15), Mascarell(16), Menéndez(17),Cordón Moreno(18), y Rojo, Beltrány Campuzano(19).

3.º «Los que, habiéndose ausentadoal tiempo de la declaración dequiebra o durante el progreso

La quiebraculpable esequivalente, grossomodo, a la quiebraproducida porimprudencia gravederivada deldescuido de laconducta propia deun ordenadocomerciante

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Ley concursal

(11) GONZÁLEZ DE ECHÁVARRI Y VIVANCO, JoséM.ª y MIGUEL ROMERO, Mauro, Comentarios a laLey de Suspensión de Pagos. Valladolid, EmilioZapatero (imp.), S.A., pág. 153.

(12) GARRIGUES, Joaquín, Dictámenes de DerechoMercantil. Madrid, Aguirre (imp.), 1976, tomo II,págs. 312-314.

(13) TORRES DE CRUELLS, Joaquín, La suspensión depagos. Barcelona, Bosch, 1957, pág. 83.

(14) SAGRERA TIZÓN, José M.ª, Comentarios a laLey de suspensión de pagos. 2.ª ed., Barcelona,Bosch, 1989, vol. I, págs. 164-166.

(15) BISBAL MÉNDEZ, Joaquín, La empresa en crisisy el Derecho de quiebras (Una aproximacióneconómica y jurídica a los procedimientos deconservación de empresas). Bolonia, Publicacionesdel Real Colegio de España (Studia Albornotiana IL),1986, págs. 150-151.

(16) MASCARELL NAVARRO, M.ª José, Aspectosprocesales de la Ley de suspensión de pagos.Granada, Comares, 1994, págs. 12-13.

del juicio, dejaren de presentar-se personalmente en los casosen que la Ley impone esta obli-gación, no mediando legítimoimpedimento».Para el magistrado Ferrer Ba-rriendos(20) la quiebra culpable esequivalente, grosso modo, a laquiebra producida por impruden-cia grave derivada del descuidode la conducta propia de un or-denado comerciante.

C) Fraudulenta: «Se reputará quiebra fraudulenta la delos comerciantes en quienes concurra al-guna de las circunstancias siguientes»(art. 890 C. de C.):

1.ª «Alzarse con todos o parte de susbienes».

2.ª «Incluir en el balance, memorias, li-bros y otros documentos relativos asu giro o negociaciones, bienes,créditos, deudas, pérdidas o gastossupuestos».

3.ª «No haber llevado libros o, llevándo-los, incluir en ellos, con daño de ter-cero, partidas no sentadas en lugary tiempo oportunos».

4.ª «Rasgar, borrar o alterar de otro mo-do cualquiera el contenido de los li-bros, en perjuicio de tercero».

5.ª «No resultar de su contabilidad lasalida o existencia del activo de suúltimo inventario, y del dinero, valo-res, muebles y efectos, de cual-quiera especie que sean, que cons-tare o se justificare haber entradoposteriormente en poder del que-brado».

6.ª «Ocultar en el balance alguna canti-dad de dinero, créditos, géneros uotra especie de bienes o derechos».

7.ª «Haber consumido y aplicado parasus negocios propios, fondos oefectos ajenos que le estuvieren en-

comendados en depósito, adminis-tración o comisión».

8.ª «Negociar, sin autorización del pro-pietario, letras de cuenta ajena queobraren en su poder para su cobran-za, remisión u otro uso distinto del dela negociación, si no hubiere hecho aaquél remesa de su producto».

9.ª «Si, hallándose comisionado para laventa de algunos géneros o paranegociar créditos o valores de co-mercio, hubiere ocultado la opera-ción al propietario por cualquier es-pacio de tiempo».

10. «Simular enajenaciones, de cual-quier clase que éstas fueren».

11. «Otorgar, firmar, consentir o recono-cer deudas supuestas, presumién-dose tales, salvo la prueba en con-trario, todas las que no tengan cau-sa de deber o valor determinado».

12. «Comprar bienes inmuebles, efec-tos o créditos, poniéndolos a nom-bre de tercera persona, en perjuiciode sus acreedores».

13. «Haber anticipado pagos, en perjui-cio de los acreedores».

14. «Negociar, después del último ba-lance, letras de su propio giro a car-go de persona en cuyo poder no tu-viere fondos ni crédito abierto sobreella, o autorización para hacerlo».

15. «Si, hecha la declaración de quie-bra, hubiere percibido y aplicado ausos personales dinero, efectos ocréditos de la masa, o distraído deésta alguna de sus pertenencias».

D) Fraudulenta: «La quiebra del comerciante, cuya ver-dadera situación no pueda deducirse desus libros, se presumirá fraudulenta,salvo prueba en contrario», según elart. 891 del C. de C.

● Los administradores concursales: otros informes

El concurso secalificará comoculpable cuando enla generación oagravación delestado deinsolvencia hubieramediado dolo oculpa grave deldeudor

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(17) MENÉNDEZ, Aurelio, «Sobre la reforma delDerecho concursal y el apoyo de los estudioseconómicos», Revista del Consejo General de laAbogacía Española, núm. 2, septiembre 1994, págs.6-7. «Breves reflexiones sobre la reforma del Derechoconcursal», en Homenaje a José M.ª Chico y Ortiz.Coordinador: Juan Luis Gimeno, Madrid, Colegio deRegistradores de la Propiedad y Mercantiles deEspaña/Marcial Pons, 1995, págs. 1316-1317.

(18) CORDÓN MORENO, Faustino, op. cit., págs.196-197.

(19) ROJO FERNÁNDEZ-RÍO, Ángel, BELTRÁNSÁNCHEZ, Emilio M. y CAMPUZANO LAGUILLO,Ana Belén, Legislación y Jurisprudencia Concursales.Pamplona, Aranzadi, 1997, pág. 109.

(20) FERRER BARRIENDOS, Agustín, op. cit., pág. 561.

4.2 EN EL CONCURSO PROYECTADO

Artículo 163. Calificación del concur-so. «1. Procederá la formación de laSección de calificación del concurso: 1º.Cuando tenga lugar la aprobación judi-cial de un convenio en el que se esta-blezca, para todos los acreedores o pa-ra los de una o varias clases, una quitasuperior a un tercio del importe de suscréditos o una espera superior a tresaños; 2º. En todos los supuestos deapertura de la fase de liquidación. 2. Elconcurso de acreedores se calificarácomo fortuito o como culpable...».

Según el artículo 164.1, el concursose calificará como culpable cuando en

la generación o agravación del estadode insolvencia hubiera mediado dolo oculpa grave del deudor o, si los tuviere,de sus representantes legales y, en ca-so de persona jurídica, de sus adminis-tradores o liquidadores, de derecho ode hecho. El art. 260 del Código Penalsanciona el fraude en las situaciones deinsolvencia concursal, es decir, cuandola crisis económica o la insolvencia seacausada o agravada dolosamente por eldeudor, desvinculándose de las califica-ciones de la quiebra. Se trata de un de-lito de resultado, que requiere el perjui-cio a los acreedores y no es un delitode enriquecimiento. Delito de lesión, portanto, y no de peligro. Delito doloso queexcluye la imprudencia. Introduce esteartículo 260, en su apartado 1, el térmi-no de «crisis económica», concepto ju-rídico indeterminado, a no ser que semencione como sinónimo de insolven-cia, que para la doctrina mercantil y fi-nanciera presenta matices diferencia-dos. El concepto de insolvencia no esunívoco, pues se extiende a zonas im-precisas que van desde no pagar (so-breseer en el cumplimiento de las obli-gaciones) hasta no poder pagar total oparcialmente por carecer de patrimonioneto (activo inferior al pasivo), es decir,por pérdida total del capital social (des-capitalización, no desbalance). Consi-dero que se ha pretendido asimilar «cri-sis económica» con iliquidez o insolven-cia provisional e «insolvencia» con des-capitalización o ausencia de recursospropios.

«2. En todo caso, el concurso se ca-lificará como culpable cuando concurracualquiera de los siguientes supuestos:1º. Cuando el deudor legalmente obli-gado a la llevanza de contabilidad in-cumpliera sustancialmente esta obliga-ción, llevara doble contabilidad o hubie-ra cometido irregularidad relevante parala comprensión de su situación patrimo-nial o financiera en la que llevara».

Menos mal que se refiere a los de-beres contables, como actualmente se

hace en los arts. 888, 889 y 890 del C.de C., para la calificación de la quiebray de la suspensión de pagos declaradacomo insolvencia definitiva, aunque ha-brá que esperar a la doctrina científicay de los Tribunales de Justicia, paraconcretar el alcance del incumplimientosustancial de la obligación de llevanzade contabilidad, etc., salvo que se acu-da a preceptos del ordenamiento tribu-tario (art. 50(21) LGT) y a la doctrina delos Tribunales de Justicia (Sentenciasde la AN, Sala de lo Contencioso-Admi-nistrativo, de fechas 20.06.1997 y30.03.2000 que menciona las SSTS defechas 16.07.1988, 13.03.1989,9.01.1992 y 5.05.1993). La no llevanzade la contabilidad en la forma y con to-dos los requisitos que prescribe el C.de C. puede asimilarse al incumpli-miento sustancial de las obligacionescontables, que contempla el art. 50 dela LGT, y para precisar su significadopuede servir el criterio de la Sala de loContencioso-Administrativo de la Au-diencia Nacional, en la referida senten-cia de 20.06.1997: «Fundamentos deDerecho: Tercero. … la doctrina juris-prudencial ha venido entendiendo co-mo supuestos de incumplimiento sus-tancial de las obligaciones contables,casos de ausencia de llevanza de los li-bros obligatorios, exigidos por el Códi-go de Comercio, como su llevanza par-cial, así como la no aportación de lasfacturas, o su aportación, también par-cial, que no permitan la comprobacióno contraste con lo reflejado en los li-bros (Tribunal Supremo sentencias 16julio 1988, 13 marzo 1989, 9 enero1992 y 5 mayo 1993; entre otras).Cuarto. … la actora no conservaba losjustificantes de ingresos y gastos oca-sionados en el desarrollo de su activi-dad... Estas irregularidades impiden laconstatación de la realidad contable dela mercantil recurrente...».

Puede servir de orientación la juris-prudencia dedicada a este hecho, en elvigente proceso de quiebra, que se re-coge en el Anexo

La quiebra fortuita se defineespecialmente porexclusión

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Ley concursal

(21) Cuando la falta de presentación de declaracio-nes o las presentadas por los sujetos pasivos no per-mitan a la Administración el conocimiento de losdatos necesarios para la estimación completa de lasbases imponibles o de los rendimientos o cuandolos mismos ofrezcan resistencia, excusa o negativa ala actuación inspectora o incumplan sustancialmen-te sus obligaciones contables, las bases o rendi-mientos se determinarán en régimen de estimaciónindirecta...».

«2º. Cuando el deudor hubiera co-metido inexactitud grave en cualquierade los documentos acompañados a lasolicitud de declaración de concurso opresentados durante la tramitación delprocedimiento, o hubiera acompañadoo presentado documentos falsos».

El art. 261 del Código Penal castiga lafalsedad contable o falsedades instru-mentales y puede lograr se eviten algu-nos fraudes procesales, si consigue saliral paso del abuso que cunde, a veces, enel escenario judicial, al sancionar la pre-sentación de datos falsos relativos al es-tado contable, más bien datos y docu-mentos contables, que integran las cuen-tas anuales (balance, cuenta de pérdidasy ganancias y memoria) o estados finan-cieros intermedios, cuando se acompa-ñan a la solicitud de declaración de quie-bra. Este precepto, según recuerda el fis-cal Ramos Rubio(22), constituye una nove-dad relativa en el nuevo CP, puesto quepara el delito de quiebra punible se con-templa ex art. 890.3.º del C. de C. comocircunstancia de quiebra fraudulenta.

Puede servir de orientación la juris-prudencia penal dedicada a este hechoen el vigente proceso de quiebra, quese recoge en el Anexo

«3º. Cuando la apertura de la liqui-dación haya sido acordada de oficio porincumplimiento del convenio debido acausa imputable al concursado».

Concordante con lo dispuesto en elart. 143.1.5º.

«4º. Cuando el deudor se hubieraalzado con la totalidad o parte de susbienes en perjuicio de sus acreedores ohubiera realizado cualquier acto que re-trase, dificulte o impida la eficacia de unembargo en cualquier clase de ejecu-ción iniciada o de previsible iniciación».

Presentan destacado interés losdelitos tipificados en los citados arts.257 y 258 del CP, relativos al alzamien-

to de bienes en perjuicio de acreedores,dada su relevancia en la antesala de laquiebra, aunque estos tipos penales nose encuentren vinculados directamentea los procesos concursales, salvo lamención del art. 257.3: «3. Este delitoserá perseguido aun cuando tras su co-misión se iniciara una ejecución concur-sal». Si concurre esta circunstancia, porhaberse declarado la quiebra, podrá re-putarse fraudulenta en la calificación ci-vil, según previene el art. 890.1, 5, 6,10, 12 y 15 del C. de C. Respecto de lamodalidad de alzamiento regulada en elart. 519 del anterior CP, en el vigentese tipifican dos nuevas conductas: el al-zamiento procesal o procedimental delart. 257.1.2.º y el alzamiento para eludirla responsabilidad civil derivada del de-lito, regulada en el art. 258 del CP.

Puede servir de orientación la juris-prudencia dedicada a este hecho en elvigente proceso de quiebra que se re-coge en el Anexo

«5º. Cuando durante los dos añosanteriores a la fecha de la declaraciónde concurso hubieran salido fraudulen-tamente del patrimonio del deudor bie-nes o derechos».

Concordante con lo dispuesto en elart. 71, aunque en éste no se requiereintención fraudulenta. Puede servir deorientación la jurisprudencia dedicada aeste hecho en el vigente proceso dequiebra que se recoge en el Anexo.

«6º. Cuando antes de la fecha de ladeclaración de concurso el deudor hu-biese realizado cualquier acto jurídicodirigido a simular una situación patrimo-nial ficticia».

Puede servir de orientación la juris-prudencia dedicada a este hecho en elvigente proceso de quiebra recogida enel Anexo

Según el Artículo 165.-Presuncionesde dolo o culpa grave. «Se presume la

existencia de dolo o culpa grave, salvoprueba en contrario, cuando el deudoro, en su caso, sus representantes lega-les, administradores o liquidadores:

1º. Hubieran incumplido el deber desolicitar la declaración del concurso».

Es decir, el deber de solicitar la decla-ración de concurso voluntario dentro delplazo de dos meses siguientes a la fechaen que hubiera conocido o debido cono-cer su insolvencia, que se presume cuan-do ha transcurrido la mitad de los plazosseñalados en el art. 2.4.4º(23) (art. 5.1).

«2º. Hubieran incumplido el deberde colaboración con el Juez del concur-

● Los administradores concursales: otros informes

Del informe de laadministraciónjudicial se darátraslado alMinisterio Fiscalpara que emitadictamen en elplazo de diez días

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(22) RAMOS RUBIO, Carlos, «Las insolvenciaspunibles en el Código Penal de 1995». PartidaDoble, núm. 69, julio-agosto 1996, pág. 37.

(23) El incumplimiento generalizado de obligacionesde alguna de las clases siguientes: las de pago deobligaciones tributarias exigibles durante los tresmeses anteriores a la solicitud de concurso; las depago de cuotas de la Seguridad Social y demásconceptos de recaudación conjunta durante el mismoperíodo; las de pago de salarios e indemnizaciones ydemás retribuciones derivadas de las relaciones detrabajo correspondientes a las tres últimasmensualidades.

so y la administración concursal, no leshubieran facilitado la información nece-saria o conveniente para el interés delconcurso o no hubiesen asistido, por sío por medio de apoderado, a la Juntade acreedores».

Es decir, por incumplimiento de losdeberes establecidos en los artículos21(24), 42(25), 45(26) y 117(27).

«3º. Si el deudor obligado legalmen-te a la llevanza de contabilidad, no hu-biera formulado las cuentas anuales, nolas hubiera sometido a auditoría, de-biendo hacerlo, o, una vez aprobadas,no las hubiera depositado en el Regis-tro Mercantil en alguno de los tres últi-mos ejercicios anteriores a la declara-ción de concurso».

Es decir, el incumplimiento de losdeberes establecidos en las leyes mer-cantiles, sobre contabilidad y audito-ría(28), en particular el capítulo VII del re-ferido TRLSA.

Según el Artículo 166,. Cómplices,.«Se consideran cómplices las personasque, con dolo o culpa grave, hubierancooperado con el deudor o, si los tuvie-re, con sus representantes legales y, encaso de persona jurídica, con sus admi-nistradores o liquidadores, tanto de he-cho como de derecho, o con sus apode-rados generales, a la realización decualquier acto que haya fundado la cali-ficación del concurso como culpable».

En el Derecho concursal vigente, elprofesor Soto Vázquez(29) estudia la si-tuación de los cómplices de las insol-vencias fraudulentas, y anticipa que eltratamiento de la materia no es fácil,pues será preciso, en primer lugar, ave-riguar el sentido que se atribuye a la de-nominación de cómplice en las insol-vencias fraudulentas, las secuelas civi-les y mercantiles de incurrir en ese con-cepto, así como su posible relación conlas consecuencias penales que ello lle-va consigo; en segundo lugar, estudiarcada uno de los tipos recogidos en laley; y, en tercer lugar, determinar el ré-gimen procesal aplicable a la declara-ción de complicidad fraudulenta, puestoque la Ley de Enjuiciamiento Civil guar-da absoluto silencio al respecto.

Serán considerados cómplices delas quiebras fraudulentas (se intercalanlos comentarios del profesor Soto Váz-quez(30), según el art. 893 del C. de C.:

1.º «Los que auxilien el alzamientode bienes del quebrado». Se resuelvesobre este caso en la STS de19.12.1975, con fundamentos en el an-terior CP: «La inclusión de este motivoconcreto –que no figuraba en el antiguoart. 1010 del C. de C. de 1829– no essino consecuencia de haber incluido co-mo caso de insolvencia fraudulenta laquinta clase de quiebra de este últimocuerpo legal: “el alzamiento de bienes”.En puridad de conceptos habría quedistinguir en torno a la naturaleza de losactos de auxilio perpetrados, puestoque si se trata de actos de cooperaciónnecesaria, desde el punto de vista delos conceptos penales generales al me-nos, habría de reputarse un supuestode autoría y no de complicidad. Ello noobstante, no procede insistir demasiadoen todas estas sutilezas, si tenemos encuenta que, como se dijo anteriormente,el concepto de complicidad en las insol-vencias fraudulentas es un conceptosustantivo y autónomo que no tiene quecoincidir con el de complicidad penal.En los procesos concursales se persi-gue la dilucidación de las responsabili-dades económicas del deudor insolven-te como tema principal, y solamentedespués de que éstas hayan sido califi-cadas desde el punto de vista mercantilo civil se da paso a un enjuiciamientopenal de su conducta. La calificación de«cómplices fraudulentos» está hechaasimismo desde el punto de vista nopenal, y creo que por eso mismo carecede relevancia que las conductas descri-tas bajo ese epígrafe puedan merecerotra conceptuación desde el punto devista punitivo».

El quebrado podrá ser castigado, enel proceso penal correspondiente, conlas penas previstas en los arts. 257 y258 del CP.

2.º «Los que, habiéndose confabula-do con el quebrado para suponer crédi-tos contra él o aumentar el valor de losque efectivamente tengan contra susvalores o bienes, sostengan esta supo-

El art. 261 delCódigo Penal castigala falsedad contableo falsedadesinstrumentales

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Ley concursal

(24) 1.3º. En caso de concurso necesario, elrequerimiento al deudor para que presente, en elplazo de diez días a contar desde la notificación delauto, los documentos enumerados en el artículo 6.

(25) 1. El deudor tiene el deber de comparecerpersonalmente ante el Juzgado de lo Mercantil y antela administración concursal cuantas veces searequerido y el de colaborar e informar en todo lonecesario o conveniente para el interés del concurso.

(26) 1. El deudor pondrá a disposición de laadministración concursal los libros de llevanzaobligatoria y cualesquiera otros libros, documentos yregistros relativos a los aspectos patrimoniales de suactividad profesional o empresarial.

(27) 2. El concursado deberá asistir a la Junta deacreedores personalmente o hacerse representar porapoderado con facultades para negociar y aceptarconvenios.

sición en el juicio de examen y califica-ción de los créditos o en cualquiera jun-ta de acreedores de la quiebra». Exami-na este supuesto la STS de 23.01.1975,en relación con el anterior CP: «Paraser calificados de cómplices de quiebrafraudulenta, no basta el acuerdo, sinoque es necesario que se sostenga portales presuntos acreedores en la juntade examen y calificación de los crédi-tos, o en cualquier otra junta de acree-dores».

El quebrado podrá ser castigado exart. 260 del CP, en el correspondienteproceso penal, cuando estos hechossean causantes o agraven dolosamentela situación de crisis económica deldeudor.

3.º «Los que, para anteponerse enla graduación en perjuicio de otros acre-edores y de acuerdo con el quebrado,alteraren la naturaleza o fecha del cré-dito, aun cuando esto se verifique antesde hacerse la declaración de quiebra».

4.º «Los que deliberadamente, ydespués que el quebrado cesó en suspagos, le auxiliaren para ocultar o sus-traer alguna parte de sus bienes o cré-ditos». La jurisprudencia ha destacadootro elemento necesario en la conside-ración de complicidad fraudulenta que,no por obvio, deja de ser importante elsubrayar: el acuerdo entre deudor ycómplice tiene que ser susceptible deoriginar un perjuicio real a los acreedo-res del primero; de manera que si no esasí, no se puede hablar de complicidadfraudulenta. El TS, con fecha 4 de mayode 1987, se pronunció sobre el tema enrelación con una modificación del régi-men económico matrimonial de un co-merciante quebrado fraudulento.

De nuevo puede resultar de aplica-ción el art. 260 del CP.

5.º «Los que, siendo tenedores dealguna pertenencia del quebrado altiempo de hacerse notoria la declara-

ción de quiebra por el Juez o Tribunalque de ello conozca, la entregaren aaquél, y no a los administradores legíti-mos de la masa, a menos que, siendode nación o provincia diferente de la deldomicilio del quebrado, prueben que enel pueblo de su residencia no se teníanoticia de la quiebra». «Es fácilmentecomprobable que, al referirse a la quie-bra, este párrafo está sentando una au-téntica presunción irrebatible de que in-curren en complicidad fraudulenta lostenedores de pertenencias del insolven-te que, teniendo su domicilio en la mis-ma provincia, le hagan entrega de lasmismas, en lugar de a los administrado-res; todo ello de acuerdo con lo que or-dena el art. 1193 de la LEC, aplicable alconcurso de acreedores, pero extensi-ble a las quiebras por virtud del art.1319, así como del art. 1057 del C. deC. de 1829».

6.º «Los que negaren a los adminis-tradores de la quiebra los efectos quede la pertenencia del quebrado existie-ren en su poder».

7.º «Los que, después de publicadala declaración de la quiebra, admitierenendosos del quebrado».

Resalta lo lógico de la prohibición(por demás manifestación específica dela prohibición de prestar cualquier auxi-lio encaminado a la ocultación de bie-nes del deudor), si se tiene en cuentaque la declaración de quiebra desapo-dera a quien la sufre de la habilitaciónpara administrar sus bienes, según elart. 878 del C. de C. actual.

El quebrado que hiciese estos en-dosos, en favor de sus acreedores,con posposición del resto, puede incu-rrir en la sanción prevista en el art. 259del CP.

8.º «Los acreedores legítimos que,en perjuicio y fraude de la masa, hicie-ren con el quebrado convenios particu-lares y secretos». «... en el caso de

quiebra los convenios, además de par-ticulares, han de concertarse secreta-mente, con la salvedad de que es real-mente poco verosímil que los concier-tos particulares en perjuicio de tercerose estipulen de otra manera. Que eldeudor insolvente no puede celebrarconvenios particulares con sus acree-dores, es algo que se deduce de la na-turaleza misma del concurso o de laquiebra, así como de la misma inhabili-tación que uno y otra llevan consigopara administrar por parte del insolven-te (art. 1914 del CC y 878 del C. deC.), que con mayor motivo han de in-capacitarle para concertar otros pactosque aquellos convenios que se estipu-

● Los administradores concursales: otros informes

Seránconsideradoscómplices de lasquiebrasfraudulentas los queauxilien elalzamiento debienes del quebrad

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(28) En sentido estricto, la ley (Código de Comerciode 1885, Ley de Auditoría de Cuentas de 1988 y Leyde Sociedades Anónimas de 1989) y, en sentidoamplio, su desarrollo reglamentario (Plan General deContabilidad de 1990, Normas para formulación delas cuentas anuales consolidadas de 1991,Reglamento de la Ley de Auditoría de Cuentas de1990, Normas Técnicas de Auditoría de 1991, etc.).

(29) SOTO VÁZQUEZ, Rodolfo, Quiebras y concurso deacreedores. Las situaciones de insolvencia y laresponsabilidad penal del deudor. Granada, Comares,1994, págs. 319-337.

(30) SOTO VÁZQUEZ, Rodolfo, op. cit., págs.323-337.

len regularmente en el curso del proce-dimiento de concurso o quiebra. De to-das formas, el art. 899 del C. de C. esclaramente expresivo al respecto,cuando ordena que los convenios en-tre los acreedores y el quebrado hayande ser hechos en junta de acreedoresdebidamente constituida, sancionandocon la nulidad los pactos particularesentre el quebrado y cualquiera de és-tos, así como con la pérdida de los de-rechos en la quiebra al acreedor, y ca-l if icando de culpable al quebrado,siempre que no mereciese serlo comofraudulento. Evidentemente, sin em-bargo, esa sanción no implica por sísola la declaración de complicidadfraudulenta a cargo de quien concertólos pactos particulares con el quebra-

do, en tanto no concurran las circuns-tancias que recoge el art. 893.8º».

9.º «Los agentes mediadores queintervengan en operaciones de tráfico ogiro que hiciere el comerciante declara-do en quiebra». «Debe tenerse encuenta que resulta totalmente improce-dente que la simple declaración –sinhaber sido publicada siquiera– de laquiebra dé lugar a una imputación decomplicidad fraudulenta, a no ser quese demuestre que el agente mediadorconocía el estado de insolvencia del co-merciante. Y también que, como sedesprende de lo dispuesto en el art. 88del C. de C., únicamente los agentesmediadores allí indicados se puedenconsiderar incluidos en el precepto».

Los cómplices de la quiebra seráncondenados, civilmente, a perder cual-quier derecho que tengan sobre la masa(normalmente su crédito) y a reintegrarlos bienes y derechos sustraídos, conintereses e indemnización de daños yperjuicios (art. 894 del C. de C.). A lossíndicos les compete exigir la responsa-bilidad, en su caso, previa determina-ción de aquéllos que hayan de ser con-siderados cómplices de las quiebrasfraudulentas, en el ramo separado co-rrespondiente seguido por el trámite delos incidentes. La calificación de quiebrafraudulenta y la declaración de complici-dad pueden hacerse en un mismo pro-cedimiento incidental, cuando sean co-nocidos con anterioridad a la aperturade la pieza de calificación los hechosconstitutivos de complicidad, no habien-do norma procesal que lo impida, y sinque ello implique, por sí solo, indefen-sión para el tachado de cómplice, segúnse declara en la STS de 16.07.1991.Contrario sensu puede citarse la STS de26.05.1972, que señala la posibilidad deque se ventile en incidente separado delde calificación la demanda de complici-dad, cuando los hechos que la puedanproducir sean conocidos con posteriori-dad a la sustanciación o resolución de lapieza de calificación.

Nada obstaculiza la pretensión decualquier acreedor concursal a perso-narse y coadyuvar en este procedimien-to de complicidad, a su exclusiva costa.Sobre la complicidad específica del art.893 del C. de C., y sobre la culpabilidadgenérica del Código Penal, se pronun-cia la STS de 8.03.1979.

El magistrado Ferrer Barriendos(31)

entiende que en caso de complicidad, siquisiera sacarse alguna consecuencialógica a la pieza, debería emplazarse alalegado cómplice contra el que se pi-diera alguna consecuencia civil. Anteproblemas de efectiva indefensión seha considerado por la jurisprudencia elcarácter inquisitivo del expediente y sufunción reducida a la cuestión de la pro-cedibilidad penal. Con tales premisasno puede extrañar que las piezas de ca-lificación hayan dejado de ser verdade-ros procesos civiles con eficacia civil yque, incluso el Tribunal Supremo, en al-guna ocasión, sugiera la remisión de lascuestiones civiles, vinculadas con esteproblema, al juzgado penal. Esta últimapostura parece la adecuada, y en el de-recho proyectado existe clara preocupa-ción por garantizar la adecuada defensade aquellas personas concretas contralas que se dirigen las pretensiones civi-les derivadas de la calificación de frau-dulencia porque de la sentencia se deri-varán pronunciamientos de notabletrascendencia civil. La perspectiva ex-cesivamente «criminalista» y la referen-cia del art. 895 del Código de Comercio[«la calificación de la quiebra, para exi-gir del deudor la responsabilidad crimi-nal, se hará siempre en ramo separa-do...»] ha lastrado un desarrollo razona-ble de las posibilidades de la pieza decalificación, que resulta más fácil de ob-servar una vez la cuestión penal hayasalido definitivamente de ella. Resultade interés el Fallo de la sentencia delJuzgado de Primera Instancia nº 1 deGijón, de fecha 31.01.1997, y la senten-cia de la AP de Oviedo, de fecha9.01.1998, que confirma el anterior.

La no llevanza dela contabilidad en laforma y con todoslos requisitos queprescribe el C. de C.puede asimilarse alincumplimientosustancial de lasobligacionescontables

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Ley concursal

(31) FERRER BARRIENDOS, Agustín, op. cit., págs.571-572.

El artículo 169.1 establece que laadministración concursal presentará alJuez un informe razonado y documen-tado sobre los hechos relevantes (artí-culos 164 y 165) para la calificación delconcurso, con propuesta de resolución,y si la propuesta fuese como culpableexpresará la identidad de las personasa las que deba afectar la calificación yla de las que hayan de ser considera-das cómplices, justificando la causa.

Según el Artículo 172., Sentenciade calificación,. «1. La sentencia de-clarará el concurso como fortuito o co-mo culpable. Si lo calificara como cul-pable, expresará la causa o causas enque se fundamente la calificación. 2.La sentencia que califique el concursocomo culpable contendrá, además, lossiguientes pronunciamientos: 1.º Ladeterminación de las personas afecta-das por la calificación, así como, en sucaso, la de las declaradas cómplices.Si alguna de las personas afectadas lofuera como administrador o liquidadorde hecho de la persona jurídica deudo-ra, la sentencia deberá motivar la atri-bución de esa condición; 2.º La inhabi-litación de las personas afectadas porla calificación para administrar los bie-nes ajenos durante un período de dosa quince años, así como para repre-sentar o administrar a cualquier perso-na durante el mismo período, aten-diendo, en todo caso, a la gravedad delos hechos y a la entidad de perjuicio;3.º La pérdida de cualquier derechoque las personas afectadas por la cali-ficación o declaradas cómplices tuvie-ran como acreedores concursales o dela masa y la condena a devolver losbienes o derechos que hubieran obte-nido indebidamente del patrimonio deldeudor o hubiesen recibido de la masaactiva, así como a indemnizar los da-ños y perjuicios causados, determinan-do en la propia sentencia su cuantíaque se determinará conforme a los ar-tículos 712 y siguientes de la Ley deEnjuiciamiento Civil. 3. Si la Secciónde calificación hubiera sido formada o

reabierta como consecuencia de laapertura de la fase de liquidación, lasentencia podrá, además, condenar alos administradores o liquidadores, dederecho o de hecho, de la persona ju-rídica cuyo concurso se califique comoculpable, y a quienes hubieren tenidoesta condición dentro de los dos añosanteriores a la fecha de la declaraciónde concurso, a pagar a los acreedoresconcursales, total o parcialmente, elimporte que de sus créditos no perci-ban en la liquidación de la masa acti-va. …».

Dentro de los quince días siguientesal de expiración de los plazos para per-sonación de los interesados, la adminis-tración judicial presentará al Juez un in-forme razonado y documentado sobrelos hechos relevantes para la califica-ción del concurso, con propuesta de re-solución. Si propusiera la calificacióndel concurso como culpable, el informeexpresará la identidad de las personasa las que deba afectar la calificación yla de las que hayan de ser considera-das cómplices, justificando la causa.Cuando el deudor concursado fueseempresario mercantil, los administrado-res concursales deben comprobar elcumplimiento de la legislación contabley verificar las cuentas anuales o esta-dos financieros intermedios, de cuyafunción revisora podrán deducir si sehan ocultado, hecho desaparecer otransmitido a terceros bienes propiosdel deudor, con la finalidad de no satis-facer los derechos de los acreedores.En definitiva, pueden investigar si se haproducido segregación de bienes delpatrimonio del deudor, cuyo resultadoes que el acreedor ha sido privado delas garantías de su crédito y el deudorconserva su patrimonio, aunque ocul-tándolo.

Del informe de la administración ju-dicial se dará traslado al Ministerio Fis-cal para que emita dictamen en el plazode diez días. Si el Ministerio Fiscal noemitiera dictamen, se entenderá confor-

me con la propuesta de calificación ¿nose da traslado al deudor?

En los casos a que se refiere elapartado 2 del artículo 167(32), el informede la administración judicial y, en su ca-so, el dictamen del Ministerio Fiscal selimitarán a determinar las causas del in-cumplimiento y si el concurso debe sercalificado como culpable.

● Los administradores concursales: otros informes

El acuerdo entredeudor y cómplicetiene que sersusceptible deoriginar un perjuicioreal a los acreedoresdel primero

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(32) 2. Cuando se hubiera formado la Sección decalificación como consecuencia de la probación deun convenio con el contenido previsto en el núme-ro 1.º del apartado 1 del artículo 163 y, con poste-rioridad, éste resultare incumplido, se procederá delsiguiente modo, a los efectos de determinar lascausas del incumplimiento y las responsabilidades aque hubiere lugar: 1.º Si se hubiere dictado auto dearchivo o sentencia de calificación, en la misma re-solución judicial que acuerde la apertura de la liqui-dación por razón del incumplimiento del conveniose ordenará la reapertura de la Sección, con incor-poración a ella de las actuaciones anteriores y de lapropia resolución. 2.º En otro caso, la referida reso-lución judicial ordenará la formación de una piezaseparada dentro de la sección de calificación que sehallare abierta, para su tramitación de forma autó-noma y conforme a las normas establecidas en esteCapítulo que le sean de aplicación.

5. RENDICIÓN DE CUENTAS

Artíc,ulo 181. «1. Se incluirá una com-pleta rendición de cuentas, que justifi-cará cumplidamente la utilización quese haya hecho de las facultades deadministración conferidas, en todoslos informes de la administración con-cursal previos al auto de conclusióndel concurso. Igualmente se informaráen ellos del resultado y saldo final delas operaciones realizadas, solicitan-do la aprobación de las mismas. 2.

Tanto el deudor como los acreedorespodrán formular oposición razonada ala aprobación de las cuentas en elplazo de quince días a que se refiereel apartado 2 del articulo 176. 3. Si nose formulase oposición, el Juez, en elauto de conclusión del concurso, lasdeclarará aprobadas. Si hubiese opo-sición, la sustanciará por los trámitesdel incidente concursal y la resolverácon carácter previo en la sentencia,que también resolverá sobre la con-clusión del concurso. Si hubiese opo-sición a la aprobación de las cuentasy también a la conclusión del concur-so, ambas se sustanciarán en el mis-mo incidente y se resolverán en lamisma sentencia, sin perjuicio de lle-var testimonio de ésta a la Secciónsegunda. 4. La aprobación o la desa-probación de las cuentas no prejuzgala procedencia o improcedencia de laacción de responsabilidad de los ad-ministradores concursales, pero la de-saprobación comportará su inhabilita-ción temporal para ser nombrados enotros concursos durante un períodoque determinará el Juez en la senten-cia de desaprobación y que no podráser inferior a seis meses ni superior ados años».

En la quiebra, resulta obligado pa-ra el depositario, por el contenido desus funciones de administración debienes ajenos, la rendición de cuentasante el juzgado, que deberá ser infor-mada por el comisario (art. 1082 delviejo C. de C.), previa audiencia de lasindicatura (art. 1185 LEC, por remi-sión del art. 1356 de la LEC). Interesasobremanera la observación de More-no Murciano(33): «El depositario deberendir cuenta definitiva de su gestión(formal y justificada, dice el art. 1082C. de C. de 1829) a los síndicos den-tro de los quince días siguientes a sucese, que se producirá el mismo díaen que dichos síndicos tomen pose-sión de su cargo y les haga entregade la administración y de los bienespuestos bajo su custodia». Igualmen-

te, resulta obligada, como consecuen-cia de su propia gestión, la rendiciónde cuentas de la sindicatura (art.1364 de la LEC, que se remite a lasdisposiciones de los artículos 1134 y1135 del primer C. de C.). Los síndi-cos rendirán cuentas a la junta deacreedores, al finalizar la liquidación,o al quebrado, en el supuesto de ha-berse pagado a todos los acreedoreso si se aprueba el convenio (arts.1134 y 1160 del viejo C. de C.). Enambos supuestos, la única forma res-ponsable, profesionalmente, de pre-sentar esta rendición de cuentas, re-quiere de los síndicos la llevanza dela contabilidad de las operaciones re-alizadas, para presentar el balance, lacuenta de pérdidas y ganancias y lamemoria, es decir, las cuentas anua-les o los estados financieros interme-dios, que entregarán con sus justifi-cantes al juzgado o al quebrado, se-gún proceda.

De nuevo, en el concurso proyecta-do, debo echar en falta la ausencia derigor contable, pues quien administrabienes ajenos, y este es el caso de losadministradores concursales, debe ren-dir cuentas de forma profesional, es de-cir, previa llevanza de una ordenadacontabilidad para la presentación de do-cumentos contables (cuentas anuales oestados financieros intermedios), a laque vienen obligados, cuando el deudores empresario y ha sido suspendido, exrepetido art. 46.

Aunque, realmente, no se terminanunca, he de dar por finalizada esta se-rie de colaboraciones sobre los admi-nistradores concursales y sus funcionesmás relevantes en la reforma concursalproyectada, que se encuentra en el Se-nado español y puede que vuelva pron-to al Congreso, donde tiene reservadoun Pleno para su aprobación, segúncuentan, a celebrar el día 16 de juniopróximo. Y, cuando se publique la nue-va Ley concursal en el BOE, vuelta aempezar.

La administraciónjudicial presentaráal Juez un informerazonado ydocumentado sobrelos hechosrelevantes para lacalificación delconcurso, conpropuesta deresolución

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Ley concursal

(33) MORENO MURCIANO, Honorato, Procedimien-to de quiebras. Barcelona, José María Bosch, 1999,pág. 241-242.

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● Los administradores concursales: otros informes

La falta delegalización de loslibros contablesfundamenta lacalificación de laquiebra comoculpable

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(34) PASTOR Y BUSTOS, F., El Código de Comerciointerpretado por la Jurisprudencia del TribunalSupremo. Madrid, Hijos de Reus Editores, 1911, vol.I, pág. 410.

(35) PASTOR Y BUSTOS, F., op. cit., vol. I, págs.413-414.

(36) GAY DE MONTELLÁ, R., Código de Comercioanotado con la Jurisprudencia del Tribunal Supremo yResoluciones de la Dirección General de Registroshasta 31 de diciembre de 1917. Barcelona. Perelló,1918, tomo I, págs. 22 y 256-257.

(37) GAY DE MONTELLÁ, R., op. cit., pág. 257.

ANEXO: Jurisprudencia

1. Jurisprudencia dedicada a la inobservancia de Obligaciones Contables–Sentencias del TS de 24.04.1984, 22.02.1987, 27.03.1987, 22.04.1987 y 2.03.1990. La inobservanciadel requisito de legalización de los libros de contabilidad, en los términos que el Código de Comerciopreviene, fundamenta la calificación de quiebra culpable. La presunción de inocencia puede ser destruidapor la prueba practicada, cuando se alega la sustracción de los libros de contabilidad, según la STS de8.04.1990. La inobservancia del requisito de legalización de los libros de contabilidad, en los términos queel Código de Comercio previene, fundamenta la calificación de quiebra culpable. La presunción deinocencia puede ser destruida por la prueba practicada, cuando se alega la sustracción de los libros decontabilidad, según la STS de 8.04.1990. La STS de 24.04.1901, recogida por Pastor y Bustos(22), declara:«El comerciante que no llevando Libro de Inventarios y Balances se declarare en quiebra, procede le seacalificada de fraudulenta y no le es de aplicación el núm. 1 de este artículo 889, porque la calificación másatenuada de quiebra culpable sólo alcanza al que, llevando todos los libros que la ley exige, no seatempera, en cuanto a su forma y redacción a los requisitos intrínsecos e extrínsecos que el Código tieneestablecidos». La mentada STS de 24.04.1901, citada por Pastor y Bustos(23), así como por Gay deMontellá(24), declara: «la sola omisión del Libro de Inventarios en la contabilidad de un comerciante, escausa suficiente de que se declare fraudulenta la quiebra del mismo: “Considerando que el preceptocontenido en el núm. 3.º del art. 890 del Código de Comercio, según el cual se reputa fraudulenta laquiebra del comerciante que no llevare libros, es aplicable el caso de que dejase de llevar cualquiera de losque, con el predicado de necesarios, se expresan en el art. 33, porque siendo cada uno de estos librosparte integrante de un solo todo, o de un sistema de contabilidad restablecido, ya que, con arreglo a losartículos 37, 38 y 39, en el Diario debe sentarse como primera partida el resultado del de Inventarios yBalances, y al Mayor deben trasladarse los asientos del Diario en la forma que se determina, y es evidenteel nexo que existe entre estos libros y el copiador de cartas y telegramas, la falta de uno sólo afectaría atodo el sistema, que dejará de ser, por consecuencia de semejante omisión, lo que la ley quiere y tieneestablecido en interés público y del comercio en general; sin que esta doctrina se halle en oposición, comosostienen los recurrentes, con el núm. 1.º del art. 889, porque conforme a este precepto, la calificaciónmás atenuada de quiebra culpable sólo alcanza al que, llevando todos los libros que la ley exige, no seatempera, en cuanto a su forma y redacción, a los requisitos intrínsecos y extrínsecos que el propioCódigo tiene establecidos. Considerando que es un hecho cierto y no contradicho por nadie, que lasociedad colectiva Hijo y Sobrino de V..., no llevaba el Libro de Inventarios y Balances; y por lo tanto, aldeclarar la Sala fraudulenta la quiebra de esta entidad mercantil, no ha infringido por interpretaciónerrónea el núm. 3.º del art. 890 del Código de Comercio como se pretende en los motivos primero, terceroy segundo, respectivamente, de los tres recursos”». El mismo autor Pastor y Bustos refiere la STS de4.05.1901, que nos enseña: «El comerciante que declarado en quiebra no presentare libros decontabilidad, memoria ni balance, alegando fueron destruidos aquéllos en incendio ocurrido en su casa,puede ser calificado como quebrado fraudulento si la Sala sentenciadora no estimare probada talafirmación, que al quebrado correspondió justificar: “Considerando que si bien es cierto, cual se alega enel motivo tercero del recurso, que la simulación y el fraude no se presumen, esta regla general es de todopunto inaplicable a las presunciones de fraude establecidas por la ley; de suerte que debiéndose reputarfraudulenta la quiebra de los comerciantes en los casos determinados por el Código de Comercio, lacuestión litigiosa tal como se ha controvertido en el pleito y se plantea en los otros tres motivos delrecurso, es de puro hecho, como reducido a saber si, conforme al resultado de las pruebas practicadas,ha ocurrido o no en la quiebra del recurrente alguna de las circunstancias determinadas en los párrafostercero y cuarto del art. 890 del mencionado Código o en el siguiente art. 891, dado que por cualquiera delas causas expresadas en dichos preceptos legales debería calificarse la quiebra de fraudulenta.Considerando que esto supuesto, basta para rechazar los dos motivos primeros del recurso tener encuenta que con arreglo al mencionado párrafo tercero del art. 890, se reputa fraudulenta la quiebra cuandoel comerciante quebrado no hubiese llevado los libros de contabilidad y el de correspondencia comercialrequeridos por el mismo Código para el ejercicio de la profesión mercantil; y que a pesar de incumbir alrecurrente la prueba de haberlos llevado, caso de serle imposible su presentación por alguna causa justa,no ha probado, a juicio de la Sala sentenciadora, el hecho alegado por el mismo quebrado para excusarsede presentarlos, o sea el de que los libros perecieron en el incendio ocurrido en su despacho, ni siquieraha presentado balance, memoria ni antecedente alguno, que a falta de libros explicara el estado de susnegocios y la causa de su ruina, siguiéndose de ello; dada esa apreciación de la prueba, que aun sin haberotra ni más causa que la justificada falta de libros comerciales, ha debido calificarse la quiebra comofraudulenta y no fortuita, según acertadamente lo hace el fallo recurrido, fundándose principalmente endicho precepto legal”».

• STS del 28.06.1906, citada por Gay de Montellá(25): «La afirmación del quebrado de que no llevó librosno puede impugnarse con sólo el informe del comisario de la quiebra que manifiesta haberlos visto,

La ausencia delibros contables porhaber sidosustraídos no impidela calificación de laquiebra

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Ley concursal

(38) GAY DE MONTELLÁ, R., op. cit., pág. 258.

ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

aunque no reunían las condiciones legales, porque tal informe no tiene el carácter de documentoauténtico».

• STS del 18.02.1911, citada por Gay de Montellá(26): «La presunción de fraudulencia establecida en esteartículo no puede tener aplicación al caso en que, si por la pérdida de los libros, no es dable deducir laverdadera situación del quebrado, no es imputable a éste esa pérdida, y, por tanto, no es obra suya lacausa que impide conocer su situación en la vida mercantil».

• STS del 21.02.1976: «... al momento de la declaración de quiebra, solo existían los libros “Diario”,“Mayor” y el de “Actas” faltando, los de “Copiador de Cartas y Telegramas” y el de “Inventarios yBalances” y que en lo que se refiere a este último ha de estimarse su falta, con entidad suficiente parael pronunciamiento de fraudulenta, pues dada la importancia del mismo, es el que patentiza al final decada ejercicio el verdadero estado económico del negocio. La doctrina jurisprudencial –sentencias de17.10 y 10.06.1982– establece, como comprendidos en el art. 890.3 cualquiera de los necesarios quese expresan en el art. 33. Es evidente, que aquellos preceptos sustantivos, 891 y 890-3, obligan a losTribunales a declarar “fraudulenta” la de los comerciantes que incumplan en cuanto a sus libros decontabilidad los deberes que con relación a ellos se impone en el Título Tercero del Libro Primero de laLey sustantiva citada, ya que ello constituye una garantía o salvaguarda de los intereses de quienes serelacionen con ellos y evitan sea imposible, en caso necesario, conocer su verdadera situacióneconómica, cuya obligación es de todo punto ineludible».

• STS de 10.03.1980: «Resulta plenamente acreditado la concurrencia de la circunstancia determinadaen el párrafo 3.º del artículo 890 del Código de Comercio, que preceptúa la calificación de fraudulenta ala quiebra de comerciante que no hubiera llevado los libros de contabilidad de los que exige el artículo33 del Código de Comercio».

• STS 22.11.1985: «La calificación de la quiebra, como fraudulenta, se asienta no solamente en lacircunstancia de no llevar la entidad recurrente el Libro de Inventarios y Balances, sino también enirregularidades relativas al Libro Mayor, a que los datos del balance, ya declarada la quiebra, no secorresponden con la realidad, a la circunstancia de “haberse emitido obligaciones con garantíahipotecaria para pago de maquinaria adquirida, no se ha pagado la misma, desconociéndose el destinode la suma obtenida con la emisión, y por impago de las obligaciones emitidas se ejecuta la garantíahipotecaria y, por último, no se ha acreditado la titularidad de las patentes de la quebrada”,circunstancias determinantes de la calificación que se incardinan, aunque no sean objeto de citaexpresa, en otros supuestos del citado 890 del Código mercantil. ... Es reiterada doctrina de esta Salala que proclama que el Código de Comercio concede tanta trascendencia a los libros de comercio, queen su artículo 33 ordena llevar a los comerciantes, que utiliza el adverbio de modo “necesariamente”,de aquí que la ausencia, bien total o parcial, en dicha llevanza, determina que la quiebra, por él mismoprovocada, haya de ser calificada como de fraudulenta, conforme dispone el párrafo 3.º del artículo 890de dicho Cuerpo legal».

• STS 10.12.1985: «La ausencia de libros, por alegarse haber sido sustraídos, no impide la posibilidadde declarar al comerciante en situación de quiebra fraudulenta, cuando esa apreciación judicial emanade aspectos fácticos, no controvertidos adecuadamente y por tanto vinculantes en casación, queenmarca en el ámbito de las circunstancias 5.ª, 10 y 12 del art. 890 C. de C.».

• STS 5.07.1989: «... de ahí que esta Sala tenga determinado que la ausencia de libros, por alegarsehaber sido sustraídos, no impide la posibilidad de declarar al comerciante en situación de quiebrafraudulenta, cuando esa apreciación judicial emana de aspectos fácticos, no controvertidosadecuadamente y vinculantes en casación que enmarcan en el ámbito de otras circunstancias del art.890 C. de C., además de la taxativamente prevista en la 3.ª de dicha norma...».

• STS 17.04.1990: «... el dato capital, que ya estuvo presente en el informe de los interventores de lasuspensión de pagos que precedió, en meses, a la situación de quiebra, constituido por la no llevanzade anotación alguna en los libros obligatorios Diario, Inventario y de Balances (art. 33 C. de C.) a todolo largo del año anterior a la suspensión, concretamente desde diciembre de 1982, determinante, segúnaquel informe, “de no haber podido analizar de forma global las operaciones previas a la suspensión...,ni establecer los valores de las distintas cuentas”, subsiste agravado por el tiempo, a la hora de laquiebra voluntaria, como textualmente pone de manifiesto el fundamento de derecho 2.º de la sentenciadel juzgado y valora la de la apelación, a efectos del art. 890.3 y presunción del 891 C. de C., teniendoa la vista además de aquella incuestionable falta de documentación básica, generadora según laintervención dicha, de la “dificultad de profundizar en determinados temas”, la confusión contable que,con detalle, la propia sentencia de 1.ª Instancia extrae de la documentación existente...».

• STS 18.04.1990: «Tercero. El motivo segundo, al amparo del art. 1692.4 LEC [Art. 477 de la nuevaLEC], acusa error en la apreciación de la prueba “basado en documentos que obran en autos y que

● Los administradores concursales: otros informes

El Código deComercio concedeuna importanciafundamental a lallevanza de lacontabilidad en lostérminos legalmenteestablecidos

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ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

demuestren la equivocación de la Sala de apelación y no resulten contradichos por otros mediosprobatorios”. El desarrollo del motivo no se atiene sin embargo al precepto del núm. 4 transcrito, ya queen lugar de atenerse a los documentos con tal carácter y a los efectos del recurso de casación y dededucir de alguno de ellos el error “patente y directo” de la sentencia recurrida, la recurrente se dedica aun examen de la totalidad de la prueba practicada, incluida profusamente la testifical, un informe de unsolo síndico, prescindiendo del criterio de los demás síndicos, un informe del JD Vich y una certificaciónde un abogado, equivalente a prueba testifical. Compara el motivo la conclusión que extrae la Sala “a quo”con su propio criterio y pretende que éste no sobreponga a aquella conclusión. Todo ello lejos del ámbitodel recurso de casación por el motivo alegado y tratando de hacer del mismo una tercera instancia, apartede que ninguno de los documentos alegados, únicos que entran en la esfera del art. 1692.4 LEC, merecental consideración, según muy reiterada doctrina de esta Sala, cuya cita se elude por ser sobradamenteconocida, documentos que aunque merecieran tal calificativo en casación se hallan contradichos por lostenidos en cuenta por la Sala de apelación; es decir, por otros obrantes en autos, sin fuerza todo ello paracontrarrestar el hecho probado de que la recurrente carece de libros de comercio, que no se ha probadosu situación patrimonial por falta de tales libros y documentación idónea al respecto, y la insuficiencia eineficacia para eludir la declaración de fraudulenta de la quiebra de su manifestación de haber extraviadolos libros sin causa justificada, y de la insuficiencia asimismo de las hojas, sin ninguna legalización, quepresentó después de la junta de acreedores del día 27 junio 1986. Por todo ello hay que estimar que loshechos básicos de la sentencia recurrida fundamentadores de su fallo han quedado incólumes y estesegundo motivo debe también decaer. Cuarto. Por último, el motivo tercero se formula al amparo del art.1692.5 LEC por violación por indebida aplicación de los arts. 890.3 y 891 C. de C. 1885, en relación conla doctrina jurisprudencial de las dos sentencias que cita. Sostiene en el desarrollo del motivo que lapérdida de los libros impide obtener la presunción de fraudulencia del art. 891, así como determinar si enellos se incluyó alguna partida con daño de terceros. Insiste en su errónea posición del primer motivo,para decir que estas normas que cita como infringidas son verdaderas normas penales y que el extravíode los libros de comercio no está definido como causa para calificar la quiebra como fraudulenta. Almismo tiempo es de observar que las sentencias que cita no son asimilables al caso ahora contemplado,en el que la desaparición de los libros no se acredita que sea debida a causa justificada no debida a culpade la recurrente. El C. de C. concede tanta trascendencia a los libros de contabilidad –que en su art. 33ordena llevar a los comerciantes– que utiliza el adverbio de modo “necesariamente”, de aquí que laausencia, bien total o parcial, en dicha llevanza, determina que la quiebra por el mismo provocada, hayade ser calificada como de fraudulenta, conforme dispone el art. 890.3 de dicho cuerpo legal (SS5.11.1956, 7.02.1964, 10.10.1969 y 21.11.1985); ya que la verdadera situación de la entidad quebradano ha podido deducirse de sus libros, lo que abona en presunción de fraudulencia (S. 2.02.1980); casodistinto de cuando la falta de libros se debe a causas ajenas a la voluntad del quebrado, como es elsupuesto de robo (S. 1.12.1985). Pero sobre todo las circunstancias que definen los arts. 890 y 891 C.de C. implican una cuestión de hecho (S. 4.06.1987) que ha deducido la Sala de instancia del resultadode las pruebas, cuestión que no puede ventilarse en casación, como se pretende, por la vía del art. 1692.5LEC, sin que se haya practicado en autos la prueba en contrario de la aludida presunción de fraude,puesto que no puede considerarse tal el testimonio de los testigos (S. junio 1906), ni el hecho de laapertura de cierta contabilidad sin garantía alguna o para presentarse en la quiebra (S. 9.03.1957), y todoello es insuficiente para haber enervado el hecho probado de inexistencia de libros por la vía casacionaladecuada. En definitiva, es procedente también desestimar este último motivo del recurso».

• Baró Casals(27) cita, entre otras, la sentencia, de 19.01.1994, de la AP de Barcelona: «Segundo. Cierto esque el informe del señor comisario, no desmentido de contrario y debidamente valorado por el juez a quo,pone de manifiesto la inexistencia de asientos en los denominados “libros” Diario, de Inventarios y Mayory tan sólo dos transcripciones en el libro de Actas y una en el de Balances (libros al parecer originarios,encuadernados y legalizados el 27 de diciembre de 1990), y que la sentencia de instancia valorando talesdefectos trae a colación el párrafo 1 del artículo 889 del Código de Comercio (quiebra culpable por nollevar libros en la forma y con los requisitos legales) para, a continuación y en la segunda fase de laargumentación, citar el artículo 6 del Código Civil (inaplicable, pues no se trata de utilización de una leyde cobertura para obtener un resultado contrario al ordenamiento jurídico) y concluir la existencia dequiebra fraudulenta por no poder deducir de los libros la verdadera situación de la quebrada (890.3 y 891del propio Código). Tercero. Llevada la contabilidad de la empresa por sistemas informáticos y mediantehojas móviles, como se acredita en los autos (documental, testifical de Consellería B., S.A.), es evidenteque la legalización de los libros obligatorios (artículo 33 del Código de Comercio) podía realizarse aposteriori, como permite el artículo 297 del Reglamento del Registro Mercantil, dentro de los cuatromeses siguientes a la finalización del ejercicio. No parece por tanto que “strictu sensu” los librosentregados al comisario sean realmente los de la empresa (a excepción quizás del de Actas) sino que porun prurito formal se legalizaron libros encuadernados en vez de encuadernar y legalizar las hojas móviles.No fue ajena a la falta de legalización de los libros reales la postura obstruccionista de Consellería B., S.A.

(39) BARÓ CASALS, Antonio, La quiebra. Legislacióny jurisprudencia sistematizadas, Barcelona, Cedecs,1996, págs. 937-938.

Los diskettes,cd´s, videos,documentos deordenador, etc,tienen laconsideración de“documento” aefectos penales

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Ley concursal

ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

pues como reconoce en testifical (preguntas 3 y 7) retuvo los libros hasta 1991, ya declarada la quiebray cuando se los reclamó el síndico señor Saenz de Santamaría. Cuarto. Constan en autos, sin raspadurasni intercalados, balances de situación, cuentas de pérdidas y ganancias y otras cuentas de 1990 (losúltimos a fecha 31 de diciembre), elaborados informáticamente por empresa especialista (Consellería B.,S.A.). No se acredita que la entidad quebrada, iniciadas sus actividades en fecha no determinada,posterior al parecer al 7 de marzo de 1989, tuviera fijados los ejercicios de forma distinta al año naturalpor lo que debe presumirse que así era, no sólo por ser lo habitual en el comercio sino por el caráctertrimestral (por trimestres naturales) de los documentos contables aportados y las previsiones del artículo9.j) de la Ley de Sociedades Anónimas. La quebrada podía legalizar por tanto los libros del ejercicio de1990 en los cuatro meses siguientes a la fecha de cierre (31 de diciembre), por lo que a la fecha depresentación de la quiebra (15 de febrero de 1991) estaba cubierto por las previsiones del artículo 297del Reglamento del Registro Mercantil. Es además evidente que puede deducirse una situación contablede la empresa (se refleja una disminución del activo, de enero a diciembre de 48 a 39 millones de pesetasaproximadamente y unas pérdidas anuales de 8.883.346 pesetas) aunque sea lógicamente censurable lacontabilidad por el comisario, la sindicatura y los acreedores (así la disminución de capital en el pasivo)por lo que queda destruida la presunción del artículo 891 del Código de Comercio. La legalizaciónsupondría garantía adicional sobre la realidad de los asientos pero la documental acredita que existíacontabilidad suficiente. Quinto. No se trata pues de un supuesto de ausencia total o parcial de la llevanzade los libros (sentencias del Tribunal Supremo de 24 de abril de 1901, 17 de junio de 1902, 5 denoviembre de 1956, 7 de febrero de 1964, 6 de diciembre de 1966, 13 de octubre de 1969 y 22 denoviembre de 1985) pues los asientos se han venido efectuando con regularidad tanto respecto a Diario(aunque con enmendados por tratarse de un borrador –folios 174 a 317–) como respecto a Inventariosy Balances y Libro Mayor (configuradas sus partidas conforme a técnicas contables modernas en cuentasy Balances de sumas y saldos, Explotación y Situación). Tampoco se trata de un caso de no llevanza delibros (sentencias del Tribunal Supremo de 19 de mayo de 1983, 27 de abril de 1987 y 17 de diciembrede 1991) sino, en definitiva, de una situación de falta de formalización contable mediante laencuadernación y legalización de las hojas móviles de contabilidad. Ningún elemento de juicio aparece enlos autos para interpretar que tales defectos oculten fraude o dolo de la quebrada y su propia existenciadestruye la presunción “iuris et de iure” del artículo 890.3 del Código de Comercio. Sexto. Cierto es queestos libros de contabilidad no se han llevado en la forma y con los requisitos esenciales e indispensablesque se prescriben en los artículos 33 y siguientes del Código de Comercio, pues no sólo falta lalegalización sino que presentan defectos de redacción y de concepto. Todo ello supone la declaración dequiebra culpable al amparo del número 1 del artículo 889 del propio texto legal».

2.- Jurisprudencia dedicada a la falsedad contable• STS (Sala de lo Penal), de 19.01.1998: «Fundamentos de Derecho.Séptimo. Se refieren a la materia los motivos cuarto y quinto del recurso de Francisco A., primero del deJesús Ll. N. y terceros de José Luis S. C. y Rafael S. C. Con carácter previo conviene partir de la doctrinageneral que en orden a este vicio sentencial se ha pronunciado la jurisprudencia de esta Sala, que de manerareiterada viene delimitando el concepto de documento, requiriendo en primer término que se trate de undocumento en sentido estricto, entendiendo por tal el escrito, en sentido tradicional, o aquella otra cosa que,sin serlo, pueda asimilarse al mismo, por ejemplo, un diskette, un documento de ordenador, un vídeo, unapelícula, etc., con un criterio moderno de interacción de las nuevas realidades tecnológicas, en el sentido enque la palabra documento figura en algunos diccionarios como “cualquier cosa que sirve para ilustrar ocomprobar algo” (obsérvese que se trata de una interpretación ajustada a la realidad sociológica, puestoque, al no haber sido objeto de interpretación contextual y auténtica, puede el aplicador del derecho tener encuenta la evolución social), siempre que el llamado “documento” tenga un soporte material, que es lo que,sin duda exige la norma penal. (Por todas, SSTS 1114/1994, de 3 junio, 1763/1994, de 11 octubre y711/1996, de 19 octubre). En la actualidad dicha fórmula jurisprudencial tiene adecuada correspondencia enla norma contenida en el artículo 26 del nuevo Código Penal, según el cual “A los efectos de este Código seconsidera documento todo soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones coneficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica”. Con arreglo a la nueva fórmula legal, lainterpretación literal del artículo 26 del Código penal de 1995 resulta insatisfactoria, y por ello, se imponehallar otra. Así, puede concluirse que documento a efectos penales es el resultado de combinar un soportematerial y datos, hechos o narraciones; caracterizándose aquélla por las notas siguientes: a) En primer término, el documento al ser una materialización, debe de constar en un soporte indeleble. Por

ello, se suele considerar el documento escrito como el documento por antonomasia. Ahora bien, hoy nose ven razones que impidan conferir tal condición a documentos diversos del documento escrito: lareferencia a la legislación civil (artículos 1216 ss. CC y 596 LEC) se puede explicar históricamente (elmodelo francés), pero parece insuficiente. De ahí que, siguiendo las brechas abiertas por la doctrina y lajurisprudencia, el artículo 26 cierre una polémica en el sentido más correcto. Por lo tanto, si el documento

● Los administradores concursales: otros informes

Cada vez con másfrecuencia seimpone en lapráctica jurídica laaceptación defotocopias, faxes, correoselectrónicos, etc.

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ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

tiene que constituirse mediante una declaración humana de forma razonablemente perdurable, pues delo contrario no podría entrar en el tráfico jurídico y su finalidad probatoria no llegaría a conseguirse, no seve obstáculo para reservar sólo al papel la posibilidad de ser soporte físico de la corporeización de dichadeclaración. Cualquier otro soporte de idéntica vocación indeleble puede ser susceptible de considerarsedocumento y, por tanto, ser susceptible de falsificación; así, una grabación en vídeo o cinematográfica osonora (disco o cinta magnetofónica). Lo que sucederá es que algunos de estos soportes, en ocasiones,pueden ser poco fiables; su susceptibilidad de manipulación, sin que se advierta la misma, puede sergrande. Ahora bien, si en el caso concreto esa posibilidad no se ha podido dar, no existe obstáculo paraadmitir un documento así materializado. Hoy día, empero, la pretendida fiabilidad del papel hadesaparecido y todos los documentos son igualmente vulnerables, por lo que ese pretendido requisito nopuede ser “conditio sine qua non” para dejar de admitir lo que es de uso común en el tráfico jurídico.

b) Otra nota es que tenga procedencia humana. Se trata de que el contenido del documento resulte atribuiblea una persona. En principio, es indiferente si se trata de una manifestación de voluntad (un testamento,por ejemplo) o una declaración de conocimiento (un acta de una sesión del Consejo de Administración,un certificado médico...), mientras su autor sea un ser humano. Ello tendrá como consecuencia necesariaque haya que establecer un autor determinado o, cuando menos, determinable. El autor de la declaración–no de los intervinientes o afectados, pues éstos quedan incluidos o referidos en el contenido deldocumento– ha de ser determinable, sin más problemas que los derivados de la comprensión ordinaria,aunque sea necesario el auxilio de medios técnicos de público acceso. Queda así, de entrada, excluido eldocumento anónimo: es decir, el que no se puede atribuir con seguridad a nadie por no constarexpresamente su autor. Sin embargo, dado que el autor es determinable y no determinado, no seráanónimo el documento cuando de éste pueda derivarse cuál es el autor; pero la deducción ha de serlo porel sentido, no por mediar mecanismos diversos (prueba grafológica, huellas dactilares...) de acceso nogeneralizado ni generalizable. El artículo 26 alude a datos, hechos o narraciones. El dato, el hecho o lanarración deben reconducirse a su procedencia humana. Lo contrario sería equiparar una narración que,evidentemente, sólo puede proceder de un ser humano, a datos o hechos que pueden ser, teóricamenteal menos, porciones inermes de realidad.

c) También el contenido de la declaración debe ser comprensible de acuerdo a los usos sociales, es decir,significativa en sí misma. Así, un documento extranjero, que surta efectos en España es documento y sufalsedad punible, pues sólo es necesaria, en ocasiones, su traducción; en cambio, un escrito en clave,encriptado, no es un documento a estos efectos, pues se pretende con su confección todo lo contrario;que no signifique nada para quien no esté en posesión de la correspondiente clave; es más; no se deseasu ingreso en el tráfico jurídico. Además, se ha de actualizar la nota de la significación. Análogamente alo que sucede con determinadas abreviaturas convencionales –claves en cuya posesión están todos– o alos documentos extranjeros –para entenderlo habrá que o estudiar esos idiomas o acudir a un traductor–habrá que colegir que son documentos todas aquellas declaraciones de voluntad o de conocimiento quese confeccionen por procedimientos electrónicos o lógicos y que para su entendimiento y/o transmisióny/o transformación son necesarios instrumentos o medios que también están a disposición decualquiera: ordenadores, modems, faxes...

d) También se requiere la entrada en el tráfico jurídico. Si el documento no entra (o no está concebido paraentrar: documento encriptado) o, aun entrando, le faltan características esenciales (procedencia humana,autor determinable) o no significa nada (sopa de letras) y no estaremos ante un documento en el sentidode objeto de protección jurídico-penal. Ello no impide que cualquier objeto pueda integrarse en otrodocumento, formando así un complejo, cuya alteración entonces sí será la de un documento.

e) Por último, el documento válido es el documento original y no tienen tal carácter las copias ni fotocopias. Sinembargo, esta afirmación es cada vez más relativa al aumentar el tráfico jurídico y, por tanto, el número dedocumentos. Así, ya de antiguo a algunos documentos no originales se les reconoce ex lege valor documentalbajo ciertas condiciones; tal es el caso de, por ejemplo, la copia de una demanda –artículo 525 LECr.– o la copiaautenticada por un sujeto provisto de fe pública (secretarios judiciales, notarios, corredores de comercio...). Lapráctica forense ha ido imponiendo la aceptación de fotocopias como documentos válidos salvo que serequiera expresamente el cotejo (artículo 597 LECr.); lo mismo sucede con las traducciones privadas de losdocumentos extranjeros (artículo 601 LECr.). Ahora bien, esa aceptación más bien tácita no le confiere a lafotocopia sin más y automáticamente carácter de documento y su falsedad constituir la de un documento. Unafotocopia simple carece de toda fuerza de convicción para servir de medio de prueba de un hecho jurídico, pueses un medio inadecuado al no ser un original documental. A partir de tal concepto, no son documentos, aunquese hallen documentadas en la causa bajo fe pública judicial, las pruebas de otra naturaleza, como la testifical(SSTS, entre muchas, 29 noviembre 1985, 14 septiembre 1989, 373/1994, de 25 febrero, 703/1994, de 27marzo, 190/1996, de 4 marzo, 511/1996, de 5 julio y 595/1997, de 30 abril), ni la pericial, salvo los supuestosexcepcionales en que se trate de un dictamen único o varios coincidentes de modo absoluto, y que el Juzgadorhaya incorporado su contenido a la narración histórica de modo fragmentario o en absoluta contradicción con

La falta de activossocietarios en lacontabilidad de laquebrada puedellevar a inducir unalzamiento debienes

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Ley concursal

ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

las reglas de la lógica y la racionalidad (SSTS, entre muchas, 1050/1993, de 13, 2691/1993, de 30 diciembre,190/1996, de 4 marzo, y 332/1996, de 22 abril); así como las actas del juicio oral (SSTS, por todas 61/1995,de 28 enero). En estos casos, la improsperabilidad del motivo vendría determinada por la aplicación del artículo884.6.º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Que sean documentos producidos “fuera” de la causa oextrínsecos e incorporados a la misma (SSTS, entre muchas, de 27 septiembre 1991, 14 abril 1992,1206/1993, de 21 mayo y 190/1996, de 4 marzo).

Autarquía demostrativa del documento. Ha de serlo desde dos planos: a) El propiamente autárquico, lo quese ha venido denominando como literosuficiencia, es decir que no precise de la adición de otras pruebaspara evidenciar el error. b) Que no resulte contradicho por otros elementos de prueba obrantes en la causa,como, siguiendo lo expresamente establecido en el precepto, viene también señalando una reiteradadoctrina jurisprudencial de esta Sala».

3.- Jurisprudencia dedicada al alzamiento de bienesSentencia del TS de 10.12.1985, recogida por Baró Casals(29): «... ha quedado probado mediante recibos elpago de escrituras de compra de un chalet a nombre de la esposa del administrador de la indicada sociedadquebrada, generando en consecuencia, con independencia del resultado que deparase el examen quepudiera llevarse a cabo de la expresada contabilidad que se dice sustraída, supuestos de fraudulenciacomprensibles, cual se aprecia en la sentencia recurrida, en el ámbito de las circunstancias quinta y doce delartículo ochocientos noventa del Código de Comercio, dado que, con abstracción de los libros que se aducehan sido objeto de sustracción, no puede negarse que de tener un normal destino perceptor contable aquellasuma superadora de los veinte millones de pesetas y los seis millones obtenidos, por préstamo personal,del Banco Occidental, S.A., fácil sería a la entidad quebrada, de no existir anormalidad alguna que enmarqueen la circunstancia quinta de dicho artículo ochocientos noventa, acreditarlo mediante medios probatoriosindependientes de la contabilidad reflejada en los relacionados libros que se dicen sustraídos, y no lo haefectuado en tiempo adecuado y oportuno, y de tener una causa normal la relacionada adquisición delexpresado chalet, no encajable en consecuencia dentro del ámbito de la precitada circunstancia doce delrepetido artículo ochocientos noventa, también fácil hubiera sido destruir la lógica presunción de estarse enpresencia de compra puesta a nombre de tercera persona en perjuicio de acreedores, toda vez que no resultacomprensible en el normal actuar humano el que, sin acreditación de causa justificante alguna y estandoabocado a un desfase económico perjudicial, que incluso llevó a la solicitud de declaración de quiebra,satisfaga el importe de adquisición que se pretende efectúa con desvinculación patrimonial del quebradoque atiende a abonos a cargo de la adquisición llevada a cabo». Puede ponerse en relación con el alzamientode bienes tipificado en el art. 257 del CP, si se prueba el perjuicio de acreedores. Baró Casals(30) cita la STSde 19.10.1991: «No se incluyó en la contabilidad un terreno sito en Cadrete, lo que puede incluirse en elnúm. 6.º del propio precepto». SAP de Bizkaia, de 3.11.1999: «Fundamento Jurídico Segundo. Las premisasen las que basa la sentencia recurrida la calificación de la quiebra como fraudulenta, se concretan en las dossiguientes: 1.ª) no ser el conjunto contable ocupado a la quebrada fiel reflejo de la realidad, resultando porello insuficiente a los fines de control o información a los que debe tender u orientarse una adecuadaadministración; y, 2.ª) la llevanza defectuosa de los libros de comercio, al no constar la memoria en el Librode Inventarios y Cuentas anuales. La primera de las señaladas premisas se establece en la sentencia enfunción de las irregularidades que en la misma se achacan a la contabilidad de la quebrada, las que a su vezse concretan: a) en la existencia de operaciones contables sin soporte físico (facturas) y en la existencia desoportes físicos (albaranes) no contabilizados; b) en la existencia de descuentos de efectos sin soporte enfacturas, esto es, de efectos ficticios; y c) en la existencia de grandes diferencias de inventario. Alega laquebrada en relación con las diferencias de inventario acusadas por la sindicatura, que las mismas no son,ni mucho menos, excesivas, pues se trata de diferencias de escasa entidad y perfectamente justificables porcuantas razones exponía al efecto en su escrito de 1 de febrero de 1995. Al respecto hay que señalar, encuanto se refiere al alcance de las diferencias, que la aseveración de la quebrada de resultar de escasaentidad, no representa mas que una apreciación de parte, tan comprensible desde la perspectiva subjetivade quien la hace como desajustada o desacorde con la realidad objetiva de las cifras, pues, concretadasaquéllas diferencias, en un 32% y un 36% menos en los inventarios de alfombras y moquetas, las mismasse presentan, ciertamente, como importantes o de envergadura, no pudiendo ser calificadas, en modoalguno, como intranscendentes, irrelevantes o de escasa entidad; no habiendo probado tampoco laquebrada las razones aducidas para justificarlas, cuya demostración no soportaba la sindicatura, puespesaba sobre ella misma la carga de acreditarlas, a cuyo objeto bien pudo proponer y practicar, sin que lohiciese, las pruebas tendentes a demostrar la realidad y veracidad de las manifestaciones expuestas en aquélsu escrito de referencia. En cuanto a la existencia de albaranes sin contabilizar, afirma la quebrada recurrenteignorar las razones que han podido llevar a la sindicatura a confiar en la veracidad de lo manifestado por losSres. San Juan y Barragán, olvidando, no sólo, que pudo interesar su declaración como testigos al objeto deinterrogarles con la finalidad de aclarar, esclarecer, desmentir o desvirtuar sus manifestaciones, lo quetampoco hizo en este caso, sino también y además, o que resulta más transcendente, que dichos albaranes,

(40) BARÓ CASALS, Antonio, op. cit., pág. 968.

(41) BARÓ CASALS, Antonio, op. cit., pág. 969.

● Los administradores concursales: otros informes

La realización deoperacionescontables con baseen efectos y lecturasficticias soncircustancias quellevan a considerarquiebra fraudulenta

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ANEXO: Jurisprudencia (continuación)

confeccionados en los años 1989, 1990 y 1991, que no llevan cargado el IVA y que importan en total la sumade 12.251.365 pesetas, existen en realidad y fueron puestos en poder de la sindicatura, por la que seconcluyó en buena lógica, tras verificar que no habían sido contabilizados, que se habían producido ingresosno registrados contablemente por la quebrada. Basándose, finalmente, la conclusión de la sindicatura sobrela realización de operaciones contables y de descuento con base en efectos ficticios y sin soporte en facturasreales, en un análisis tan razonable, como críticamente convincente, de los datos del balance; no habiéndosedesvirtuado tampoco la conclusión por la quebrada recurrente, que se limita a ofrecer una justificación, porlo anormal y extravagante de la misma, a tenor de las prácticas usuales del tráfico comercial, absolutamenteinadmisible sin prueba cumplida que lo demuestre y que, como en los casos anteriores, tampoco ha sidorendida en éste. En definitiva, que las irregularidades contables a través de las que se construye en lasentencia recurrida la primera premisa de imputación, esto es, la de no ser el conjunto contable ocupado ala quebrada fiel reflejo de la realidad, resultando por ello insuficiente a los fines de control o información alos que debe tender u orientarse una adecuada administración, constituyen circunstancias suficientementeacreditadas y de procedente subsunción, dados sus términos, en las que reseñadas como 2.ª y 6.ª, en elartículo 890 del Código de Comercio, obligan a reputar la quiebra fraudulenta, de lo que ya se sigue, sinnecesidad, por resultar superfluo, de analizar más cuestiones, que procede desestimar el recurso deapelación interpuesto, confirmando la sentencia recurrida y con imposición de costas a la parte recurrente».

4.- Jurisprudencia dedicada a la ocultación o desaparición de bienesOcultación o desaparición de bienes (STS de 6.05.1983). Baró Casals(31) incorpora las siguientesresoluciones: STS de 24.06.1927, SAT de Barcelona de 15.10.1987; SAP de Teruel, de 9.11.1996¸ SAP deBarcelona, de 8.07.1998.

5.- Jurisprudencia dedicada a la simulación de situación patrimonial ficticiaSentencia TS del 4.05.1987: «... la responsabilidad del patrimonio ganancial existente con anterioridad a ladisolución y liquidación de la sociedad del mismo carácter, perviva al efecto de que sobre los bienes queintegraban dicho patrimonio puedan hacerse efectivas las deudas contraídas por el marido en el ejercicio desu comercio que, con el conocimiento y sin oposición expresa de la esposa, venía desarrollando, según alrespecto autorizaba la preceptiva contenida en los arts. 6 y 7 CC, derivando de ello que el negocio jurídicodel otorgamiento de capitulaciones, constante matrimonio, estableciendo el régimen de separación debienes en sustitución del de gananciales, al no poder perjudicar el derecho de los acreedores del esposocomerciante para hacer efectivos sus créditos sobre todos los bienes que integraban la preexistentesociedad de gananciales, no se puede incardinar en la circunstancia del núm. 10 del artículo 890 C. de C.,según la que se reputará quiebra fraudulenta cuando se hayan simulado por el quebrado enajenaciones decualquier clase que éstas fuesen, ya que no se producen a virtud del alcance que ha de concedérsele a lapreceptiva legal aquí invocada las “condiciones objetivas”, para que el fraude se origine». Si causa perjuicioa sus acreedores puede subsumirse en el tipo de alzamiento de bienes del art. 257 del CP (STS de19.10.1991). Baró Casals(32) ofrece la jurisprudencia siguiente: a) sobre el fondo de comercio, de fecha20.06.1970: «Por incluir en el balance una partida en concepto de fondo de comercio, fondo que la sentenciade instancia declara inexistente e incluido con la única finalidad de ocultar contablemente las pérdidashabidas e inducir a error a los acreedores»; b) en relación con el capital social, de fecha de 14.06.1929: «Porincluir en el balance capital social que en realidad nunca se ingresó en la caja social, obteniendo mediante talsupuesto capital crédito para sus operaciones, originándose el estado de insolvencia determinante de laquiebra»; c) respecto los derechos de traspaso, de 28.03.1985: «... se ha probado la inclusión en el activodel balance de bienes supuestos, que el Tribunal Sentenciador concreta en el derecho de traspaso de unestablecimiento comercial, con respecto al cual se había renunciado al mismo en el contrato dearrendamiento suscrito con la propiedad, y cuyo valor se fija en diez millones de pesetas, sin que quepatampoco admitir la alegación que hace la recurrente de que, dado lo irrisorio del precio del arrendamiento, yla gran valía del inmueble arrendado, tal estado de cosas supone un valor en favor del arrendatario que debereflejarse en su activo, ya que la renuncia expresa al derecho de traspaso convierte en ilusorio el valor delmismo, por lo que en modo alguno puede contabilizarse su existencia, debiendo, por consecuencia, decaereste segundo motivo»; d) sobre deudas supuestas, la misma de 28.03.1985: «por incluir créditossupuestos, pretendiéndose por el recurrente, con base de un motivo fundado en dicho ordinal primero,contradecir una afirmación fáctica como es la contenida en la resolución recurrida, de que no se ha probadola existencia del crédito a favor de Coarpunt, sin que quepa alegar, como lo hace el recurrente, que nopueden imputarse a la entidad quebrada las consecuencias favorables o perjudiciales que se deriven de ladefensa hecha por Coarpunt de su crédito en la pieza cuarta, toda vez que, si bien la resolución recurrida, amayor abundamiento, y como un simple “obiter dictum”, hace constar que tampoco en dicha pieza cuarta,en la que por la citada entidad Coarpunt, S. L., no se impugnó adecuadamente la exclusión de su crédito, seacreditó su existencia, es lo cierto que aclara expresamente que, con antelación al mismo, no se ha logradoacreditar la realidad de su existencia, por todo lo cual procede la desestimación de este primer motivo».

(42) BARÓ CASALS, Antonio, op. cit., págs. 946-947.

(43) BARÓ CASALS, Antonio, op. cit., págs. 947-948.